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¡VOTA IA!

Usted cree que elige la mejor papeleta, los políticos que su campaña es la más ocurrente. Sin embargo, sea cual sea el candidato, la protagonista invisible de las próximas elecciones será la Inteligencia Artificial (IA). Según dicen es capaz, incluso, de decirnos cómo ganar unas elecciones. ¿Se postulará como candidata?
GABRIEL CRUZ

En apenas unos meses (junio 2024) los españoles volveremos a votar. Esta vez habrá que decidir quiénes serán los integrantes del Parlamento Europeo. Una vez más nuestro voto se verá influenciado por la inteligencia artificial sin que apenas seamos conscientes de ello. Nos sorprendería saber todo lo que es capaz de hacer esta poderosa herramienta informática que tiene la capacidad de aprender sola.

Si tener rostros famosos es un reclamo en una campaña electoral, ¿qué le parece que le pida el voto Lola Flores? o ¿James Dean? Nada impide a la IA resucitar a artistas icónicos y modificar su discurso. Pese a que sepa que es mentira, no le generará la desconfianza de un candidato desconocido o que incluso le caiga mal. Lola o James quedarán en su subconsciente, esa parte de la mente que escapa de la razón, hasta el día que tenga que coger la papeleta. Es como cuando al conducir al centro de la ciudad se da cuenta de que ha seguido el camino al trabajo. En este tema, subconsciente e inteligencia artificial, ya hay estudios que nos señalan lo mucho que pueden controlar nuestras decisiones sin percibirlo.

Lo tiene claro Ignasi Beltrán de Heredia, director de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC: esas imágenes “pueden generar un impulso en nuestro inconsciente, que de forma subliminal provoque en nosotros una respuesta”. De hecho, según el reputado investigador Bruce Lipton, se considera que el 95 % de nuestro cerebro es subconsciente, mientras que solo el 5 % es consciente.

 


LOS ‘BOTS’, PROGRAMAS INFORMÁTICOS QUE DESARROLLAN TAREAS REPETITIVAS, CONTRIBUYEN A DIFUNDIR MENTIRAS DE MANERA SUPERLATIVA


 

¿Al servicio del bien común?

Para Marisa Cruzado, fundadora y CEO de IA+Igual, estos anuncios “inteligentes” no son lo más preocupante del uso de IA en política. “Se trata de publicidad, al fin y al cabo. La manipulación es mucho mayor con otras fórmulas. Este es un campo de alto impacto, con la nueva regulación que prepara la UE y que estará vigente en 2026, cualquier uso de algoritmos que impliquen un riesgo para los derechos fundamentales de las personas estarán prohibidos”. Con esta nueva regulación, cualquier grupo político que quiera usar IA en su actividad, tendrá que pasar un proceso de supervisión. Lo que aún no está muy claro es cómo se hará.

Cruzado pone un ejemplo para comprender hasta qué punto puede ser sutil la manipulación en este tipo de herramientas: “Imagina que tienes un algoritmo que te ayuda a adjudicar subvenciones, es posible manipularlo para que esas ayudas se den a aquellos colectivos que a ti te interesan porque sabes que recibirás su voto”. Con la nueva regulación de la UE esto no será posible puesto que cada herramienta tendrá que cumplir con los criterios marcados. Recientemente, en varios Medios se habló mucho de unos estudios de la Universidad de Stanford con la IA para generar mensajes personalizados a los votantes (microtargeting) con base en su perfil de redes sociales y cambiar el sentido de su voto. Sin embargo, solo lo consiguieron en un 2,6 %. Es decir, bastante bajo para darle la importancia que se le estaba dando.

Armas silenciosas

Fotos, grabaciones de audio y vídeo… Las noticias falsas y la desinformación se extienden por las redes sociales. En algunas ocasiones no hay intención de dañar, aunque se consiga igualmente. En otras, ese es el único objetivo que busca la mentira. En ambos casos hay una ausencia de verificación y contraste de la información. Y los bots, programas informáticos que desarrollan tareas repetitivas, contribuyen a difundirlas de manera superlativa. Lo vimos en las elecciones de 2016 en EE.UU., aquellas que ganó Donald Trump. Un estudio de la Universidad de Indiana publicado en la revista Nature Communications, demostró que las cuentas automáticas fueron decisivas. Un 6 % de bots fueron capaces de propagar el 31 % de la información falsa de la Red. Lo curioso es que el retuiteo de este tipo de contenidos, sí lo hacen humanos. “Todo esto cambiará con la nueva regulación de la UE -continua Marisa Cruzado– La idea es que el usuario de las redes sociales sepa qué cuentas tienen detrás un bot; que todo eso sea transparente. Las empresas tendrán que tener mecanismos que ayuden a identificar las cuentas automatizadas; si no lo hacen pueden ser castigadas con multas millonarias, de hasta el 7% de la facturación de la empresa”. Aun así, quedan muchas incógnitas por responder. ¿Qué pasa si estos bots provienen de países que no asumen la legalidad europea? Hasta que las respuestas queden claras, habrá que seguir alerta en ese momento tan reflexionado de introducir la papeleta en la urna.

PARA SABER MÀS

EN X QUÉ OPINAN

Las elecciones son las únicas encuestas válidas, y en las últimas argentinas ya hemos visto ejemplos de hasta dónde puede llegar la Inteligencia Artificial. A partir de ahora se acabó aquello de “si no lo veo…”. Porque se han difundido deepfakes de candidatos drogándose, como este, que son completamente falsos, aunque veamos su cara.

A QUIÉN SEGUIR

QUÉ LEER

Inteligencia artificial y neuroderechos: la protección del yo inconsciente de la persona Ed. Aranzadi de Ignasi Beltrán de Heredia, director de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Oberta de Catalunya.