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El factor humano: insustituible

El factor humano seguirá siendo insustituible en la Administración de justicia y en todo el ámbito jurídico a pesar de la revolución que está suponiendo la introducción de la Inteligencia Artificial (IA) en la agilización de los procesos. Esta fue una de las principales conclusiones extraídas en el congreso IA & Law, en el marco de la Cátedra ICADE-Fundación Notariado Seguridad Jurídica en la Sociedad Digital.

REDACCIÓN
De izda. a dcha.: María Jesús Ariza, Alejandro Huergo, Juli Ponce y Ricardo Pazos.

En este foro se dieron cita ingenieros, juristas, profesores, notarios y hasta filósofos del derecho procedentes de 14 universidades nacionales e internacionales, los días 13 y 14 de noviembre de 2023.

¿Es computable el Derecho?

Tras la inauguración, de la mano del decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Comillas–ICADE, Abel Veiga Copo, y del notario y director de la Cátedra, Manuel González-Meneses, el encargado de abrir las conferencias fue Harry Surden, profesor de la Colorado Law School y director asociado del prestigioso Stanford Center for Legal Informatics, que se preguntó: ¿Es computable el Derecho? Y esta cuestión fue recurrente a lo largo de la gran mayoría de las ponencias, puesto que la posibilidad de que el sistema jurídico sea completamente entendible para las máquinas ha sido un asunto principal para la introducción de la IA en el mundo jurídico.

 


EN ESTE FORO SE DIERON CITA INGENIEROS, JURISTAS,PROFESORES, NOTARIOS Y HASTA FILÓSOFOS DEL DERECHO PROCEDENTES DE 14 UNIVERSIDADES NACIONALES E INTERNACIONALES


 

El profesor Surden enfocó su conferencia inaugural en los avances conseguidos por el sistema Chat GPT y el salto cualitativo que se ha dado en la capacidad de recopilación, estructuración y elaboración de la información jurídica, aunque como el propio profesor admite: “Sigue siendo indispensable la participación del ser humano”.

Los desafíos a los que se enfrenta actualmente el mundo del derecho ante la irrupción de la IA centraron el debate de la mesa redonda del mismo nombre, IA y Derecho. Desafíos actuales, moderada por el notario Segismundo Álvarez, vicedirector de la Cátedra. En ella participaron Roger Brownsword, del King’s College of London, y Juan S. Mora-Sanguinetti, economista senior del Banco de Francia y Banco de España. Para el profesor Brownsword “existe una tensión delicada entre la coherencia doctrinal de un sistema jurídico y el instrumentalismo regulatorio que se introduce a raíz de la irrupción de las nuevas tecnologías”. Juan S. Mora-Sanguinetti destacó la importancia de las nuevas tecnologías a la hora de proporcionar y analizar datos que permitan evaluar el funcionamiento del Estado de Derecho de manera precisa. “Cuanta más información tengamos sobre el funcionamiento de las Administraciones, mejor podremos afrontar los mecanismos para conseguir un funcionamiento más eficiente”, destacó.

La IA no razona

Pedro Meseguer, investigador científico del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC, hizo un repaso de la historia de la digitalización y de los riesgos que ya se vislumbraban hace décadas, mucho antes del nacimiento de la IA generativa. Más categórico fue el profesor Eduardo C. Garrido Merchán, de la Comillas School of Engineering, que en su disertación IA simbólica y conexionismo, se mostró rotundo al afirmar que “la IA no razona, simplemente trabaja con probabilidades y con una ingente cantidad de datos”. “Puede servir para obtener evidencias previas -añadió Garrido-, para conocer las probabilidades de ganar un caso o para conocer las contraargumentaciones que puede utilizar la otra parte para deslegitimar una tesis, pero no es capaz de sustituir al factor humano”, mantuvo el profesor.

El ámbito de la filosofía jurídica estuvo representado por José Juan Moreso, profesor de la Universidad Pompeu Fabra, que disertó sobre Lógica y razonamiento jurídico y las posibilidades de incorporar razonamientos lógicos a ese sistema ayudado por la IA. Por su parte, Manuel Jesús Rodríguez Puerto, profesor de la Universidad de Cádiz, recordó en su ponencia Formalización del razonamiento jurídico que la propia denominación como IA (Inteligencia Artificial) “fue una simple decisión de marketing, porque no se trata directamente de razonamiento, sino de un tratamiento de datos de forma computarizada”. Para el profesor Rodríguez Puerto, aunque la IA pretende sistematizar el ámbito jurídico, “los sistemas no son capaces de descifrar los contextos en los que se promulgan ciertas sentencias”. Considera que en aquellos casos en los que la respuesta pueda ser automatizada, la IA puede ser una herramienta útil para agilizar los procesos, “pero la máquina no razona, sólo busca comparables, por lo tanto, podría decirse que hay automatización, pero no un auténtico razonamiento jurídico en la IA”, sentenció.

Carlos Alarcón Cabrera, de la Universidad Pablo de Olavide, reflexionó sobre los Límites a la formalización del razonamiento jurídico, y destacó la necesidad de “auditar y poder mejorar la legislación y la posibilidad de encontrar las paradojas que muchas veces se dan en los textos normativos”. Mientras, José Cabrera Rodríguez, investigador de la Universidad Pontificia Comillas, recordó las aportaciones al desarrollo de las tecnologías digitales desde el ámbito soviético, y su empeño en la sistematización de procesos como forma de mejorar la eficiencia.

El ámbito de la empresa y las consecuencias jurídicas de la incorporación de la IA en la gestión corporativa fue la temática en la que se enfocó el profesor Niccollò Abriani, de la Universidad de Florencia, quien recordó la importancia que están adquiriendo las nuevas tecnologías en la gestión de las empresas y la necesidad de tener en cuenta las implicaciones que la gestión digital tiene sobre los responsables de las compañías a la hora de la toma de decisiones.

Separación de poderes

Ante la posibilidad de derivar a una máquina la toma de decisiones, el profesor de la Universidad de Alicante, Dyango Bonsignore Fouquet, se preguntó sobre el nivel de implicación que los ingenieros pueden llegar a tener en la administración de Justicia: “¿Tenemos que introducir a los ingenieros en la separación de poderes?”, se preguntó de forma irónica.

 


LA POSIBILIDAD DE QUE EL SISTEMA JURÍDICO SEA COMPLETAMENTE ENTENDIBLE PARA LAS MÁQUINAS HA SIDO UN ASUNTO PRINCIPAL PARA LA INTRODUCCIÓN DE LA IA EN EL MUNDO JURÍDICO


 

La calidad en las herramientas digitales en el ámbito de la justicia fue el foco del profesor de la Universidad de Oviedo, Alejandro Huergo Lora, quien recordó que los datos con que se alimentan estas herramientas deben tener la calidad suficiente; que la documentación sea técnica; que haya un registro de todo lo que se hace para poder tener una trazabilidad de todo el proceso y, sobre todo, que haya además una vigilancia humana de toda la operativa. “La IA sirve para tener una aproximación, no para la toma de decisión”, recordó Huergo Lora.

En la importancia del factor humano insistió por su parte Juli Ponce Solé, profesor de la Universidad de Barcelona, quien habló de la ¿Reserva de humanidad? Para Ponce Solé, “hay buenos argumentos jurídicos para dudar de la posibilidad de que una máquina pueda tomar decisiones sobre una potestad discrecional, una potestad que debemos recordar que la sociedad ha encargado a un juez”.

Precisamente en esa necesidad del factor humano basó la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, María Jesús Ariza Colmenarejo, la importancia de establecer mecanismos que permitan a la sociedad conocer aquellos casos en los que haya participado una herramienta de IA y poder establecer los criterios para poder recurrir en estos casos.

Asistir, pero no sustituir

Una visión práctica sobre la utilización de la IA en el ámbito jurídico la aportó el profesor de la Universidad de Cantabria José Ignacio Solar. En primer lugar, se ocupó de recordar que la propuesta de reglamento europeo establece que las herramientas digitales “servirán simplemente para asistir y que nunca podrán sustituir al ser humano”. El profesor hizo un repaso por algunas de las herramientas concretas que ya se están utilizando en el ámbito de la justicia como el Sistema Pretoria IA, que ayuda a la Corte Constitucional Colombiana en el cribado de aquellas sentencias que cumplen los requisitos para ser admitidas; o el sistema Predictive Coding, que es capaz de analizar cualquier tipo de información digital y clasificarla como relevante o no para un determinado caso.

Además de sistemas de ayuda al juez, Solar se refirió también a herramientas que ofrecen directamente propuestas de sentencias judiciales como el Sistema Prometea que utiliza la Fiscalía de la Sala Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo de Argentina, o el sistema Juez Sabio utilizado en China y que busca casos parecidos y propone una solución en base a sentencias previas.

Participantes y asistentes al foro.
De izda. a dcha.: Roger Brownsword, Juan S. Mora-Sanguinetti y Segismundo Álvarez.
Harry Surden.

Llamada a la responsabilidad

El congreso fue clausurado por el entonces secretario general para la Innovación y Calidad del Servicio Público del Ministerio de Justicia, Manuel Olmedo, en la actualidad Secretario de Estado de Justicia, que volvía a las aulas de la Universidad de Comillas-ICADE, donde se licenció en Derecho. Manuel Olmedo valoró positivamente que durante dos días la Cátedra ICADE-Fundación Notariado haya abordado en profundidad uno de los fenómenos tecnológicos más trascendentes de nuestro tiempo que necesitan de la mayor responsabilidad en su aplicación en el ámbito jurídico.