EN SOCIEDAD

NUEVOS HOGARES

El aumento de residentes en España se debería, exclusivamente, a la migración internacional.

No hace falta echar un vistazo al diccionario de la RAE para que la primera imagen que nos asalte, cuando se menciona la palabra «hogar», sea la de una casa en la que convive un grupo humano, normalmente con vínculos familiares. Pequeña reflexión después para recordar que esos grupos pueden ser “de conveniencia”, de personas que, sin ser familia ni amigos, deciden vivir juntas por diferentes razones. El caso es que solos, incluso, o en compañía de otros, sea cual sea el vínculo, nuestra naturaleza nos pide que formemos hogar. Y lo hacemos, aunque el incremento de nuevos hogares en España es superior al de la población en términos porcentuales: una tendencia que se mantendría en los próximos 15 años.
MELCHOR DEL VALLE

Las agencias o institutos responsables de las estadísticas nacionales hacen periódicamente las denominadas “proyecciones”. En otras palabras, qué sucedería con el aspecto estudiado si las correspondientes condiciones se mantuvieran como cuando se hace la proyección y teniendo en cuenta la evolución hasta ese momento. Y un apunte: predicción, pronóstico y proyección no son términos sinónimos en materia de análisis de datos. Incluso podemos encontrar matices diferenciales entre pronóstico y estimación (y recuérdense la cantidad de “estimaciones” de carácter económico de las que tenemos noticia a lo largo del año).

 


SE PREVÉ QUE LAS AGRUPACIONES FAMILIARES O DE CONVENIENCIA TENGAN CADA VEZ MENOS MIEMBROS Y QUE EN EL FUTURO AUMENTEN LOS HOGARES UNIPERSONALES


 

Proyecciones

En materia demográfica, nos interesan aspectos como el número de habitantes, sexo, edad, distribución geográfica, formación, situación económica… Los censos ofrecen una foto fija en un momento dado, pero intentar prever, por ejemplo, qué servicios necesitará una población al cabo de un tiempo, y a falta de una buena “bola de cristal”, requiere que se hagan proyecciones.

Los últimos análisis de datos, en este sentido, publicados por nuestro Instituto Nacional de Estadística, INE, (octubre de 2022) aportan dos tipos de proyecciones relacionables: la de población y la de hogares. Los documentos ponen el foco en dos periodos distintos, pero coinciden en tres lustros: desde 2022 a 2037.

Calcula el INE que en los 15 próximos años España podría ganar 4.236.335 habitantes (incremento de un 8,9%), hasta superar los 51 millones de personas en 2037. En el mismo periodo, el número de hogares residentes en España se incrementaría en 2.735.555 (un 14,5%). Si la tendencia, por tanto, es a que el número de hogares crezca más que el de habitantes, es síntoma de que las agrupaciones familiares o de conveniencia tendrían cada vez menos miembros y hasta de que habría más hogares unipersonales.

De hecho, los hogares de una sola persona serían los que tendrían mayor incremento, creciendo un 27,3 %. Los de dos personas, que en 2037 supondrían casi una tercera parte del total, serían los más numerosos, pero su crecimiento (22 %) sería inferior al de los unipersonales. Los de tres personas experimentarían un crecimiento mínimo (4,3 %) y los de cuatro incluso decrecerían, con un 4,1 %. Los hogares de cinco y más miembros crecerían un 5 %, pero seguirían siendo, como hoy sucede, los más infrecuentes (menos de un 6 % del total). Observando las cifras de población entre 1970 y 2021 (publicadas por el INE en junio de 2023, con datos del censo a 1 de enero de 2021), el número medio de miembros por hogar pasó en 50 años de 3,82 (1970) a 2,54 (2021).

Tendencias

Las proyecciones de población nos pueden dar una idea de cómo serán las personas que tengan o formen hogar en 2037. La tendencia desde hace años, y no solo en España, es que el número de defunciones sea mayor que el de nacimientos. “Este saldo vegetativo negativo –explican en el INE– sería superado por el saldo migratorio positivo, lo que provocaría un aumento de población durante todos los años del periodo proyectado”. Es decir: los más de 4,2 millones de personas en que aumentaría el censo de residentes en España se debería, exclusivamente, a la migración internacional. Por otro lado, el grupo de edad más numeroso a 1 de enero de 2022 –que son los nacidos en los años 1981-1972 (es decir, las personas entre 40 y 49 años en 2022)– lo seguiría siendo en 2037 (con edades entre 55 y 64 años). Se puede incluir también aquí la esperanza de vida a partir de los 65 años para hombres (21 años más) y para mujeres (24,5 años más), igualmente calculada en las proyecciones.

 


EN LOS 15 PRÓXIMOS AÑOS ESPAÑA PODRÍA GANAR 4.236.335 HABITANTES Y EL NÚMERO DE HOGARES SE INCREMENTARÍA EN 2.735.555, SEGÚN EL INE


 

Por otro lado, la tendencia por parte de los más jóvenes es a prolongar su pertenencia al hogar paterno. En la actualidad, los jóvenes españoles no se “van de casa” hasta pasados los 30 años, según datos de Eurostat (abril de 2023). Dicha tendencia podría revertirse en el horizonte de 2037 en la medida en que creciese el empleo juvenil, puesto que el retraso de la emancipación en toda la UE (Eurostat) está ligado al paro o el trabajo inestable. Puede decirse, pues, que el empleo crea nuevos hogares.

Pocas viviendas, pocos hogares

Parafraseando un conocido dicho, “quien crea hogar, casa quiere”– al incremento en el número de hogares debería corresponder un aumento del número de viviendas disponibles; pero no es así, al menos en la actualidad, y la tendencia no pinta nada bien. La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid, ASPRIMA, en su informe El problema de la vivienda sí tiene solución (2023), explica que “tan solo en el año 2022 se produjo un déficit de 120.000 viviendas. Un cuarto de millón en lo que llevamos de ciclo. Es decir, en los últimos siete años hemos presionado a la oferta de segunda mano con 250.000 familias que requerían una vivienda que no se ha construido, lo que lógicamente ha tenido su traslación en términos de precios y, por tanto, de accesibilidad. No es mejor lo que el futuro nos propone, según las proyecciones [de creación de hogares] del INE, ya que frente a una oferta que se mantendrá estable si no hacemos nada por remediarlo, la demanda seguirá acercándose a unas 200.000 nuevas viviendas cada año”.

Es complicado saber si en ese déficit de viviendas comentado por ASPRIMA están descontadas las vacías, que, revisando el consumo eléctrico, el INE estima en cerca de cuatro millones de viviendas (14,4 % del total, con datos de 2021 publicados en junio de 2023). Se estiman “vacías” porque no consumen electricidad. Tampoco es posible saber por qué no están habitadas y si, llegado el caso, podrían estar a disposición de los nuevos hogares formados de aquí a 2037, cosa que suavizaría enormemente el posible déficit. Lo que sí está claro es que el análisis de los macro datos y su proyección nos ponen ante un problema para el que conviene buscar ya solución.

Entre 1970 y 2021 el número medio de miembros por hogar pasó de unas cuatro personas a menos de tres. En las proyecciones, los hogares que más aumentan son los unipersonales.
Mejor solo…

Si los datos de 2037 coincidieran con las actuales proyecciones, las personas que vivirían solas pasarían del 10,7 % de la población en 2022 al 12,5 %. En números absolutos, serían cerca de 6,5 millones de residentes en España los que no compartirían su casa con nadie: un millón y medio más que en la actualidad. En 2037, y mirando las proyecciones por comunidades autónomas (excluyendo Ceuta y Melilla), el Principado de Asturias tendría el mayor porcentaje de hogares unifamiliares (36,2 %), seguido de Castilla y León (35,5%) y Extremadura (33,4%). En el otro extremo se situarían la Región de Murcia (24,8%), las Islas Baleares (26,0%) y Canarias (27,3%).

Son precisamente las comunidades que tendrían menor porcentaje de personas viviendo solas las que mayores incrementos tendrían en el número de hogares para 2037: Islas Baleares (27,0 %), Región de Murcia (22,6 %) y Canarias (21,5 %), con la Comunidad de Madrid (21,8%) en tercera posición, que estaría ligeramente por encima de la canaria. A la inversa, las que mayor porcentaje de unifamiliares llegarían a registrar, son las que menos incrementarían sus valores porcentuales de hogares, llegando a ser negativo en el caso de Asturias (menos 0,8 %), con Castilla y León y Extremadura en porcentajes del 1,9 y 3,1 por ciento, respectivamente.

Ceuta y Melilla, que en 2022 contaban con un número similar de hogares, tendrían en 2037 un crecimiento muy desigual: 0,6 y 6,9 por ciento, respectivamente. También con las ciudades autónomas se cumple lo de que, a menor crecimiento, mayor proporción de hogares unifamiliares: Ceuta se situaría en 2037 con un 26,4 % de sus hogares con una sola persona y Melilla con un 24,2 %.

A TENER EN CUENTA

Censos de Población y Viviendas 2021. Resultados sobre Hogares y Viviendas.

INE, junio de 2023.

Proyecciones de Población 2022-2072.

INE, octubre de 2023.

Proyección de Hogares 2022-2037.

INE, octubre de 2023.

Vivienda en Europa.

Eurostat. Publicación interactiva 2023.