ESFERA CULTURAL

El Gran
Museo Egipcio

Este museo agrupará las principales piezas de la antigua civilización conservadas en el país y cierra un año de conmemoraciones.

JULIÁN DÍEZ

Mail: [email protected]

El interés inmarcesible por la antigua civilización egipcia queda demostrado porque las piezas más visitadas en varios de los principales museos del mundo proceden de allí: la Piedra Rosetta en el British Museum londinense; el busto de Nefertiti en la Isla de los Museos berlinesa; o el Escriba Sentado en el Louvre parisino. Pero disfrutar de piezas valiosas en el propio Egipto siempre ha sido complicado, algo que quiere remediar la apertura del Gran Museo Egipcio prevista para este fin de año, unificando las mejores colecciones que seguían próximas a sus lugares de hallazgo originales.

Situado a un paseo de la explanada donde se encuentran las tres grandes pirámides (Keops, Kefrén y Micerinos) y la Esfinge de Gizá, entre otras maravillas, se espera que el Gran Museo se convierta en el espaldarazo que Egipto necesita para recuperar las cifras del turismo anteriores a la pandemia. No se han escatimado recursos para ello: será el museo más extenso del mundo (sobre las cincuenta hectáreas), tras una inversión superior a los mil millones de euros.

El proyecto dio comienzo hacia el año 2000, y en 2002 arrancó el concurso para el diseño del edificio. Su inauguración se ha ido retrasando por numerosas razones: la búsqueda de los ingentes fondos necesarios (que en buena medida han llegado de bancos de inversión japoneses); retrasos en las obras; un pequeño incendio; y finalmente, el periodo de pandemia. Pero la inauguración en este año es una feliz circunstancia, dado que es una fecha significativa para los amantes de la civilización egipcia. Este año se cumplen 200 años de la traducción de la Piedra Rosetta (encontrada en 1799) a cargo de Jean-François Champolion, que abrió la puerta a descifrar los jeroglíficos. Y también es el centenario del hallazgo por parte de Howard Carter de la tumba intacta del faraón Tutankhamon, sin duda el mayor logro de la egiptología contemporánea.

 


SE ESPERA QUE SE CONVIERTA EN EL ESPALDARAZO QUE EGIPTO NECESITA PARA RECUPERAR LAS CIFRAS DEL TURISMO ANTERIORES A LA PANDEMIA


 

Precisamente la exhibición, por primera vez íntegra, del extraordinario tesoro de Tutankhamon es quizá el principal atractivo del Gran Museo, con toda esa magnificencia que además oculta enormes interrogantes. Dado que Tutankhamon fue un faraón relativamente secundario, que gobernó apenas diez años y del que no quedan grandes rastros en términos puramente historiográficos, ¿cómo serían las últimas moradas de otros faraones más relevantes o que fallecieron en períodos más prósperos, saqueadas siglos atrás o tal vez todavía en algún caso intactas? Porque la egiptología sigue ofreciendo sorpresas como la de abril del año pasado, con el hallazgo de la llamada Ciudad Dorada Perdida, que llegó a ser el principal asentamiento junto al sur del Nilo hacia el siglo XIV antes de Cristo, pero había desaparecido de la historia desde entonces.

El otro polo museístico

Si bien se han abierto otros museos regionales de menor importancia, dado el ingente caudal de piezas legadas por el Antiguo Egipto, todo hace indicar que el otro polo museístico que complementará al Gran Museo será el Museo Nacional de la Civilización Egipcia, inaugurado oficialmente el pasado mes de abril, y que recoge toda la riqueza del país desde la prehistoria hasta nuestros días pasando no sólo por cierta presencia del periodo clásico, sino por las etapas de dominio árabe, turco o británico. En ese centro, también de enorme extensión y situado en Fustat (a unos veinte kilómetros al sur de El Cairo), se exhibe ya una colección de momias que será la más relevante del país.

Aunque no hay fecha oficial para la inauguración del Gran Museo en el momento de escribir estas líneas, todo hace indicar que se hará todo lo posible para que sea antes del final de este año. Puesto que 2022 es también el centenario de la constitución del Reino de Egipto, la primera entidad independiente que se corresponde con la nación actual. Un estado que depende en gran medida de los ingresos que genera su riquísimo pasado, y que el Gran Museo puede contribuir a recuperar.

¿Qué podremos ver?

La colección del Gran Museo de Egipto reúne 50.000 piezas que estaban desperdigadas por media docena de localizaciones a lo largo del país, incluyendo 20.000 de ellas nunca expuestas al público.

Además de los restos de Tutankhamon, otras obras destacadas serán la estatua de Ramsés II, de once metros de altura y 83 toneladas, que domina el hall de entrada principal tras algunos años de descuido en una transitada plaza de El Cairo, o la llamada Barca Funeraria de Keops, descubierta en 1954 y totalmente restaurada. Una pieza magnífica que, como tantas de la antigua civilización egipcia, despierta numerosas preguntas a los expertos, ya que pese a su teórico uso ceremonial en el Nilo, tiene un diseño que la hace adecuada para navegación marítima.

La parte sustancial del resto de la colección llega del antiguo Museo Egipcio situado en el corazón de El Cairo, fundado en 1902 y que los visitantes recordarán por su interior abigarrado y caótico. El nuevo edificio, concebido por los arquitectos Róisin Heneghan (irlandés) y Shih-Fu Peng (taiwanés), es todo un contraste, con su fachada traslúcida de alabastro de 60 metros de longitud, amplias salas y escaleras, y enorme terraza que promete ofrecer una vista única de la explanada de las grandes pirámides.

PARA SABER MÁS

Información recogida por Wikipedia
Reportaje sobre el hallazgo de una metrópolis al sur de Egipto en el “El País”
Vídeo sobre el museo realizado por Euronews
“La primera barca de Keops ya descansa en el Gran Museo”, por Historia National Geographic