ALDEA GLOBAL

EL ‘BABEL’ DEL SIGLO XXI

A pocos años ya de cumplirse el primer cuarto del siglo vigésimo primero de nuestra era, los distintos idiomas que hablamos en el planeta Tierra se debaten entre las ventajas e inconvenientes de su universalización, la importancia social y económica que significa para uno de ellos convertirse en lengua franca o mantenerse como tal y la reivindicación identitaria y cultural de las lenguas minoritarias. La realidad numérica, mientras, pone de manifiesto que hay más de siete mil lenguas vivas conocidas y muy pocas con suficiente número de hablantes como para mantenerse en el tiempo.

MELCHOR DEL VALLE

En la cultura occidental, y parte de la oriental, casi todo el mundo recuerda la historia de la Torre de Babel como el principio de la existencia de distintas lenguas. Es un relato bíblico, del libro del Génesis, pero no es el único. Diferentes culturas y tradiciones, desde América hasta África o Polinesia, encuentran «explicaciones», todas de origen divino, a por qué los seres humanos han podido generar idiomas tan distintos, aun entre pueblos cercanos. El argumento coincidente en todas esas tradiciones es un idioma común, un desencadenante de la furia divina y una «condena» a no entenderse entre vecinos.

Monogénesis o poligénesis.

El origen de las lenguas habladas en el mundo ha ocupado a muchos estudiosos del lenguaje, los arqueo-lingüistas, desde hace tiempo, llegando a establecerse dos teorías: la monogénesis (un solo origen para todas las lenguas) y la poligénesis (varios grupos de sapiens sin contacto, creando independientemente su propia forma de comunicarse). Eso sí, y dadas las evidencias científicas que sitúan el origen de los distintos grupos de habitantes de la Tierra en África, los idiomas también procederían de ahí y las corrientes migratorias habrían expandido una sola lengua o varias, según las dos diferentes teorías, modificadas y subdivididas luego a lo largo de los siglos.

 


TENEMOS 7.151 LENGUAS VIVAS CONOCIDAS, PERO SOLO 23 DE ELLAS SUPERAN LOS 50 MILLONES DE HABLANTES


 

En este sentido, es muy curioso el estudio publicado en la revista Science (Phonemic Diversity Supports a Serial Founder Effect Model of Language Expansion from Africa, abril de 2011) por el profesor Quentin Atkinson, de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, que basó su investigación en los fonemas de quinientos cuatro idiomas actuales. Su análisis concluye que cuanto más alejado de África esté un territorio, menos fonemas tienen sus lenguas. Por poner números, algunas lenguas africanas tienen más de un centenar de fonemas, mientras que las hawaianas, que se sitúan en la otra punta de la ruta migratoria, solo tienen trece. Por Europa hemos ‘perdido’ más o menos la mitad: el idioma inglés, por ejemplo, tiene cuarenta y tres fonemas. La teoría de Atkinson, que apoya el origen africano de todo idioma, se basa en lo que en biología se llama «efecto fundador», que se produce cuando un grupo de población pequeño se separa de otro más grande: el nuevo grupo, por tamaño, pierde diversidad genética. Y probablemente también fonemas en la lengua de uso cotidiano que va transmitiendo.

La realidad hoy.

Aunque parezca difícil de creer, es complicado establecer con exactitud el número de lenguas vivas. Esto incluye idiomas y dialectos, que hay actualmente en el mundo. Las distintas fuentes están de acuerdo en que podríamos hablar de más de siete mil. Las diferencias numéricas tienen que ver con qué consideran unos y otros analistas que es «lengua viva» distinta a otras de su familia lingüística. Para darse una idea, podemos decir que en España hay dieciocho lenguas vivas. Al castellano o español, debemos añadir las cooficiales en sus territorios: catalán, euskera, gallego, valenciano y aranés (cooficial en Cataluña); y las que se consideran dialectos: aragonés o fabla, leonés, bable o asturiano, montañés o cántabru, andaluz, canario, extremeño o castúo, fala (norte de Cáceres), murciano o panocha, rifeño (Ceuta y Melilla) y romaní, con su derivada caló. Si quien hace el recuento, por poner un ejemplo, engloba en un genérico asturleonés el bable, el cántabru, el leonés y hasta el castúo; el caló se incluye en el romaní y el rifeño en el andaluz, las dieciocho lenguas pasarían a ser trece.

Teniendo en cuenta estas observaciones podemos tomar como referencia a Ethnologue: una publicación de origen religioso que lleva desde los años cincuenta del pasado siglo traduciendo La Biblia a los distintos idiomas del mundo, y que ahora se ha convertido, como ellos mismos dicen, en «el principal recurso en el que confían tanto los académicos como las compañías de Fortune 500». El último dato que ofrece Ethnologue es que tenemos 7.151 lenguas vivas conocidas (vigésimo quinta edición, año 2022). De ellas, tan solo 23, y aquí ya unimos datos de otras organizaciones como Naciones Unidas o Unesco, tienen al menos 50 millones de hablantes nativos; y más de la mitad de los habitantes del planeta habla una de estas lenguas.

Qué dicen los números.

La lengua que más hablantes nativos tiene es el chino, con 1.197 millones de personas, donde predomina el mandarín, pero que incluye variantes como el cantonés, el min nan o el jinyu, por no citar más que a los más extendidos. El español, con 399 millones para los que esta es su lengua materna, y el inglés, con 335 millones, siguen, aunque a distancia, al chino. Rematan la lista de los seis primeros el hindi, 260 millones; el árabe, 242 millones; y el portugués, 203 millones. Los tres idiomas europeos citados son muestra de que los grandes movimientos colonizadores, fundamentalmente hacia América, fueron los responsables de la expansión de las lenguas, cosa corroborada también por los números: solo 59,8 millones de hablantes nativos ingleses están en Reino Unido e Irlanda, 34,8 millones en España y 10 millones en Portugal.

 


EL ESPAÑOL, CON 399 MILLONES DE HABLANTES NATIVOS, Y EL INGLÉS, CON 335 MILLONES, SON SEGUNDO Y TERCERO DESPUÉS DEL CHINO


 

También los números nos ofrecen una curiosidad: la cantidad de lenguas vivas de cada país. La clasificación la encabeza Papúa Nueva Guinea, donde sus nueve millones de habitantes disponen de 840 lenguas vivas para entenderse, aunque la principal lengua oficial es el inglés (recordemos que su jefe de Estado es el rey de Inglaterra). El segundo puesto es para Indonesia, con 715 lenguas vivas, aunque en este caso parece un poco más lógico porque sus algo más de 270 millones de habitantes se distribuyen por 17.508 islas. El tercer lugar es para Nigeria, donde sus 225 millones de habitantes también tienen el inglés como lengua oficial, con otras cuatro cooficiales, que registra 527 lenguas vivas.

Lenguas francas.

Hay idiomas en los que podemos entendernos la mayor cantidad posible de los 7.700 millones de habitantes que actualmente poblamos la Tierra (datos ONU). La necesidad de su implantación se basa en aspectos como la economía, el comercio y el Derecho internacionales, las relaciones políticas y diplomáticas… Si miramos las estadísticas, 1.500 millones son hablantes nativos del inglés o han aprendido este idioma para entenderse con otros angloparlantes de distintas partes del mundo. Es la lengua franca de nuestra época, como en su tiempo lo fue el latín o intentó serlo, posteriormente, el esperanto. La política de colonización británica tiene mucho que ver con la difusión del inglés, pero también la influencia, sobre todo económica y política, de Estados Unidos, donde se concentra la mayor parte de hablantes nativos del inglés (225 millones).

Si continuamos sumando el número de hablantes nativos y el de los que han aprendido una lengua distinta a la propia materna, el siguiente idioma europeo más utilizado en el mundo es el español, con 549 millones de hablantes, y en el medio quedan el chino mandarín, 1.119 millones, y el hindi, 602 millones. Un cálculo de los porcentajes reafirma la condición de lengua franca actual del inglés: mientras que los no nativos que han aprendido este idioma son un 74,3% del total, los de los otros idiomas suponen un 17,8%, el chino, un 42,9%, el hindi, y un 13,5% el español. Y no perdamos de vista a la India: aunque sus gentes sigan luchando por la igualdad de clases y por erradicar la pobreza, muchas de sus poblaciones se han convertido en un referente mundial en tecnología, innovación y comercio. Vueltos a los porcentajes de hablantes no nativos, y aunque el inglés sea lengua oficial en el país asiático, junto con el hindi, la cifra de este último, en comparación con chino y español, es todo un síntoma.

Qué idioma estudiar

El inglés sigue siendo el idioma más demandado para aprender como lengua extranjera (1.500 millones de personas), con mucha diferencia sobre el francés (82 millones), el chino (30 millones), el español (14,5 millones), el alemán (14,5 millones), el italiano (8 millones) y el japonés (3 millones), que lo siguen en la lista. La duda es por cuánto tiempo seguirá siendo así. Si la estimación de crecimiento poblacional hasta 2050 realizada por Naciones Unidas es correcta, la mitad de ese crecimiento tendrá lugar en África y la India será el país más poblado del mundo, desbancando a China. Así que quizás convendría estudiar hindi por si es la nueva lengua franca al finalizar el siglo XXI; posiblemente francés, por la influencia de los países francófonos africanos. También puede suceder que haya conseguido imponerse, por su actual potencia económica y geopolítica, el chino mandarín. Nada es descartable.

Las lenguas indígenas

Según Ethnologue, la mayoría de las lenguas indígenas del mundo se encuentran en Asia, de donde proceden el 32% de ellas, y en África, que aporta el 30%. Europa, que solo tiene un 4% de estas lenguas, registra un promedio de 40.000 hablantes por cada una, lo que supone la mayor media. En la zona del Pacífico, los hablantes por lengua están en torno al millar, cuarenta veces menos que en Europa, aunque el número de idiomas alcanza un 18,5% del total.

Para saber más

Old world language families.
Minna Sundberg (2011).

Phonemic Diversity Supports a Serial Founder Effect Model of Language Expansion from Africa
Quentin D. Atkinson (Science, 2011).

Mapped: Second Primary Languages Around the World. Omri Wallach (Visual Capitalist, 2021).