EN SOCIEDAD

HACER
FRENTE A LA DESINFORMACIÓN

La desinformación y las teorías conspirativas son una amenaza para la sociedad. El 72% de los españoles admite haberse creído alguna vez un mensaje o video que era falso y un 82% considera que estos bulos son un problema para la democracia. La sociedad española demanda herramientas de alfabetización mediática que ayuden a gestionar con criterio la gran cantidad de información que recibimos. Esta formación debe empezar en la escuela, pero España se está quedando atrás en esta carrera.

ELVIRA ARROYO
La alfabetización mediática en España está lejos de países como Finlandia, donde los estudiantes aprenden a buscar las fuentes desde los 6 años.

El 94,5% de la población española de 16 a 74 años utilizó internet en 2022. La Red ha aumentado el consumo de información y ha abierto nuevos espacios de reflexión ciudadana que ayudan a tener opiniones propias sobre diversos temas. Sin embargo, en este contexto, se ha instalado de forma alarmante la desinformación, entendida como aquellos contenidos intencionadamente falsos que suelen surgir en las redes sociales, propagándose a gran escala y con rapidez.

Un ejemplo claro de este fenómeno ha sido la pandemia del Covid-19, marcada desde el primer momento por la difusión masiva de tantos rumores que algunos llegaron a hablar de “infodemia”. También es frecuente que la desinformación genere contenidos vinculados a posiciones extremistas o discriminatorias.

La desinformación no solo perjudica la capacidad de la ciudadanía de tomar decisiones libres e informadas, sino que además erosiona la confianza en las instituciones y en los medios de comunicación. Audrey Azoulay, Directora General de la Unesco, destacaba recientemente que sólo el 35% de las personas confía en lo que ven en las redes sociales y el 53% en los medios tradicionales.

Según el Eurobarómetro Standard 96 de la Comisión Europea, el 81% de los españoles encuentra habitualmente noticias que, en su opinión, distorsionan la realidad. Un 54% de ellos afirma que les resulta fácil detectar este tipo de informaciones, pero no siempre lo consiguen. De hecho, un informe de la Universidad de Navarra y UTECO afirma que el 72,1% de los españoles reconoce que en alguna ocasión se ha creído un mensaje o vídeo que era falso.

 


LA SOCIEDAD ESPAÑOLA ES UNA DE LAS MÁS PREOCUPADAS DE EUROPA POR LA DIFUSIÓN DE BULOS Y POR DISPONER DE CONOCIMIENTOS PARA IDENTIFICARLOS


 

Un aprendizaje imprescindible.

Una de las formas más efectivas de acabar con esta realidad es lo que se conoce como alfabetización mediática e informacional (AMI), que la Unesco define como la capacidad de las personas para “realizar juicios como consumidores de información y usuarios de medios, así como convertirse en productores de información por derecho propio”. Su importancia es tal que se ha convertido en una cuestión política y educacional de primer orden.

La escuela es el mejor lugar para empezar a impartir la alfabetización mediática, pero toda la sociedad debe adquirir habilidades mediáticas e informativas para desenvolverse de forma segura y responsable en los medios de comunicación y en las redes sociales.

La situación española.

En España queda todavía mucho camino por recorrer. El informe Alfabetización mediática: contexto actual, legislación, casos de éxito, herramientas y recursos, y percepción y propuestas de especialistas y profesores, realizado por encargo del Laboratorio de Periodismo de la Fundación Luca de Tena, concluye que nuestro país está muy retrasado en el desarrollo de iniciativas desde las Administraciones Públicas.

 


LA ESCUELA ES EL MEJOR LUGAR PARA EMPEZAR A IMPARTIR LA ALFABETIZACIÓN MEDIÁTICA, PERO TODA LA SOCIEDAD DEBE ADQUIRIR HABILIDADES MEDIÁTICAS


 

La citada publicación sostiene que nuestro país está lejos de países como Finlandia, donde la alfabetización mediática se incorporó al plan de estudios en 2014 y los estudiantes aprenden a leer las fuentes informativas de manera crítica desde los 6 años. Aprenden en clase a verificar los sitios web, a encontrar las fuentes para saber si una noticia dudosa es verídica o no, y a comprobar lo fácil que es manipular las estadísticas.

Por contra, España no cumple algunas de las recomendaciones básicas que la UE ha hecho a los Estados miembros, como apoyar la creación de redes de alfabetización mediática, desarrollar un enfoque permanente de aprendizaje o mejorar los modelos formativos existentes.

Esta situación no se puede atribuir al desinterés de la sociedad española, a la que diferentes estudios sitúan como una de las más preocupadas de Europa por la difusión de bulos y por disponer de conocimientos para identificarlos. El último Eurobarómetro revela que 69% de los españoles desea recibir educación mediática, frente al 58% de media europea.

Avances.

Aunque poco a poco, se van haciendo mejoras que es justo destacar, principalmente gracias a los esfuerzos de algunas Administraciones, asociaciones profesionales de periodistas y medios de comunicación. Cada vez hay más espacios en los medios de comunicación dedicados a la alfabetización mediática, sin olvidar las iniciativas periodísticas dedicadas exclusivamente a desmentir bulos.

En todo caso, es fundamental ampliar estas actuaciones desde todos los ámbitos porque es evidente la diferencia en aquellos países que han tomado la delantera en materia de alfabetización mediática. Como subraya la Unesco, el futuro de las sociedades democráticas y nuestra respuesta a los desafíos globales dependerá de que, gracias a la alfabetización mediática e informacional, todos los ciudadanos puedan “pensar críticamente y hacer clic sabiamente”.

Recomendaciones para identificar información engañosa

La Fundación Mapfre, Twitter y PantallasAmigas han impulsado una campaña para combatir la información engañosa en internet e incrementar la concienciación entre los adolescentes con estos consejos:

  1. Verificar la fuente de la información y, si no se identifica, contrastar con otras fuentes fiables.
  2. Examinar la apariencia y desconfiar si presenta algo extraño: url trucada, mala ortografía, diseño deficiente…
  3. Ser prudente también cuando la información provenga de alguien cercano, como familiares o amistades.
  4. Analizar toda la información, no quedarse en el titular; puede haber datos sacados de contexto.
  5. Prestar atención a imágenes y vídeos porque pueden falsearse o no corresponder al hecho o momento al que simulan asociarse.
  6. Comparar la información con otras fuentes de confianza y sospechar si no se encuentra en ellas.
  7. Tener cuidado con las informaciones que ponen datos ciertos para camuflar entre ellos informaciones falsas.
  8. Ponerse alerta si la información genera enfado, preocupación o urgencia porque suele ser una estrategia para reaccionar sin pensar.
  9. Contrastar las noticias demasiado buenas o sorprendentes porque pueden ser una forma de propagar desinformación.
  10. 10. Identificar el humor y la sátira; no confundirlo con informaciones.
Bancarrota informativa

El Barómetro de Confianza España 2021 de Edelman sostiene que nos enfrentamos a una bancarrota informativa. Como sociedad, buscamos información fiable para decidir cómo actuar, pero no sabemos dónde obtenerla. La desconfianza es tal que la mayoría de encuestados cree que tanto los medios de comunicación como el Gobierno intentan confundir a la ciudadanía distribuyendo mensajes falsos.

El estudio señala que una de las claves de esta desconfianza se encuentra en la crisis de desinformación que hay en España. Sólo 2 de cada 5 españoles tienen una buena higiene informativa, que básicamente consiste en: seguir las noticias, evitar las cadenas informativas, verificar la información y no enviar la información no contrastada. No obstante, los españoles están cada vez más concienciados sobre la importancia de aprender a distinguir la información veraz de la que no lo es. Su preocupación por aumentar la cultura informativa aumentó 40 puntos en 2021.

Para saber más

Cucarella, Ll., Fuster, P. (2022). Informe sobre alfabetización mediática: contexto actual, legislación, casos de éxito, herramientas y recursos, y percepción y propuestas de especialistas y profesores. Laboratorio de Periodismo. Fundación Luca de Tena.


Ciudadanos alfabetizados en comunicación e información: Pensar críticamente, hacer clic sabiamente (en inglés). Unesco 2021.Curso que imparte habilidades para convertirse en ciudadanos digitales informados.


(In)fórmate. Iniciativa de Google, FAD y el Gobierno de España que promueve la alfabetización mediática y el fomento del pensamiento crítico en la población adolescente de 14 a 16 años.


Pantallas amigas. Recursos educativos para un uso saludable y seguro de internet.


La lucha contra la desinformación en línea: un enfoque europeo. Informe de la Comisión Europea.