PRIMER PLANO

JORNADAS

Arriba, de izquierda a derecha: Ubaldo Nieto y Gerardo Cuerva. | Debajo: Carmen Vela y Ramón García Torrent.

Creación, funcionamiento y sucesión en la empresa

La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) y el Consejo General del Notariado (CGN) celebraron en marzo la jornada online Creación, funcionamiento y sucesión en la empresa. Gerardo Cuerva y José Ángel Martínez Sanchiz, presidentes de Cepyme y CGN (respectivamente) tomaron la palabra en la apertura institucional. A continuación, los notarios Ubaldo Nieto (director de la jornada y moderador), Carmen Vela y Ramón García-Torrent analizaron diferentes aspectos relacionados con la actividad mercantil.

José Ángel Martínez Sanchiz manifestó su satisfacción por la organización de estas jornadas «y por el acuerdo alcanzado con Cepyme, que es un beneficio común para ambas instituciones. Estamos dispuestos a seguir adelante en este proceso de mutua asistencia entre empresarios y notarios desarrollando otros aspectos relacionados con la actividad mercantil».

«La empresa es factor esencial en el mantenimiento de una sociedad -apuntó el presidente del CGN-. En España, las pymes son las principales generadoras de empleo. Hay iniciativa empresarial y se crean empresas, pero no se mantienen; se presta atención a lo rápido que se puede crear una sociedad, pero hay que tener en cuenta que las prisas a veces no son jurídicas», aseguró.

«En las notarías se pueden prevenir desencuentros que conlleven arrostrar el final de una empresa. Podemos ayudar con nuestro asesoramiento, y no sólo en el ámbito de la creación de una sociedad -que se va a potenciar con la ley que va a permitir la presentación de determinados actos societarios por medios telemáticos-. La mayor parte de las empresas tienen problemas; es vital que el tejido empresarial sea fuerte y cuente con seguridad jurídica», concluyó Martínez Sanchiz.

Gerardo Cuerva agradeció la colaboración del Notariado en la organización de la sesión: «Queremos mejorar la existencia de la empresa; darle servicios para que mejore su gestión mediante acuerdos fructíferos como este, que nos permite tener cerca a gente que sabe y con visión jurídica». El presidente de Cepyme apuntó que «llevar adelante a las empresas cuesta mucho trabajo: necesitamos estabilidad y seguridad jurídica. Es un escenario complicado, no muy proclive a la potenciación del sistema económico. Aunque estemos en el ‘top 3’ de la creación de compañías en Europa; al tercer año el 50% desaparece. A buen seguro, contando con expertos como los notarios, asesorando sobre buenas prácticas y fórmulas jurídicas, se mejorará la longevidad de la empresa».

Ubaldo Nieto recordó que los dos grandes campos de la actuación notarial en el ámbito mercantil son «la financiación, especialmente la bancaria», y otro, mucho más importante, “todo lo relacionado con la vida de la empresa desde su creación -constitución de la sociedad-, desarrollo y crecimiento -modificación del objeto social, cambio de domicilio, ampliaciones de capital social-, vida corporativa -cese y nombramiento de administradores, auditores, elevación a público de acuerdos sociales-, modificación estructural -transformación, fusión, escisión-, hasta la venta de la empresa y, en su caso, su desaparición -disolución y liquidación-“.

 


DURANTE LA JORNADA, ORGANIZADA EN COLABORACIÓN CON CEPYME, SE ANALIZARON ASPECTOS COMO EL PROTOCOLO FAMILIAR, ELECCIÓN DEL MODELO SOCIETARIO O REDACCIÓN DE LOS ESTATUTOS


 

Carmen Vela analizó las figuras jurídicas más adecuadas para el emprendedor, señalando que la más adoptada es «la sociedad de responsabilidad limitada, frecuentemente unipersonal que no precisa la asociación con nadie; la anónima se reserva para empresas de determinado volumen». Este tipo societario puede constituirse fácilmente en cualquier notaría: «Se realiza la obtención del certificado de denominación, solicitud del NIF, liquidación de impuestos y presentación de la escritura de sociedad para su inscripción en el Registro Mercantil. La notaria recordó que «la ley impone al notario un deber de información al emprendedor».

Por último, Ramón García-Torrent centró su exposición en el protocolo familiar, autorizado en escritura pública notarial, «cuya finalidad es asegurar la continuidad de la empresa dentro del ámbito familiar. Se trata de un acuerdo marco entre todos y cada uno de los miembros de la empresa familiar para regular su gestión y organización; y las relaciones económicas y profesionales entre los socios. Es necesario para solventar confusiones que pueden generar deterioros, inadecuada valoración del riesgo empresarial o incorrectas políticas de inversiones o de alianzas».