EN ESTE PAÍS

PANTALLAS EN LOS COLEGIOS

Un estudio publicado en enero de este año por la Universidad Noruega concluye que escribir a mano fortalece los procesos cognitivos.
GABRIEL CRUZ

Nos aseguraron que era lo “más” en educación, pero ahora parece que no tanto. Tras “vendernos” las bondades de los dispositivos electrónicos en clase, descubrimos sus daños colaterales. No pase página. Pinche intro. Perdón. Siga leyendo y se lo aclaramos.

El aterrizaje de los dispositivos electrónicos en las aulas empezó en 2004 aproximadamente. Pocos años después, realizando un reportaje en un colegio, pasé por una clase en la que todos los alumnos tenían su tableta. La directora las enseñaba orgullosa. Semanas más tarde, me enteré por un estudiante que se las dejaban para que las viésemos los periodistas y al irnos las retiraban porque no tenían para todo el colegio. A mí no me engañaron, pero no por mi perspicacia, sino porque mi reportaje no versaba sobre la tecnología en las aulas. Con esto se hace una idea del “furor” que existía y existe en centros educativos por parecer avanzados, sobre todo ante los padres, y que consiste en “cuantas más pantallas mejor”.

En anteriores reportajes ya advertimos que se sobrevaloraba el término nativo digital. Deslizar un dedo por una pantalla, como lo puede hacer un mono, no equivale a saber programar o mejorar en la adquisición de conocimientos. Sin embargo, hasta que no han venido los educadores del norte de Europa no lo hemos creído. El mensaje lo lanzó la ministra sueca de escuelas, Lotta Edholm, a finales de 2023. Tras comprobar el descenso en comprensión lectora de los alumnos suecos en los últimos exámenes PIRLS, paralizó la inclusión de pantallas y destinó 100 millones de euros para los próximos años para que los manuales en papel regresen a las aulas. No dijo que las pantallas fueran las culpables de esa bajada de nivel, pero sí que había que andarse con cuidado.

Qué dicen los estudios

Pese al revuelo que se montó por la decisión sueca en el sector educativo mundial, la revista Nature Human Behaviour publicó, también hace un año, una revisión de 2.451 artículos sobre el tema con pruebas de casi dos millones de estudiantes menores de 18 años. Aseguraba que había algunos beneficios con las pantallas y también riesgos, pero pequeños. Es decir: nada determinante. Esa misma tónica es la que también me encuentro en muchos centros universitarios especializados en España en didáctica e investigación educativa.

Así pues, para este reportaje consultamos a uno de los que están “a pie de obra” y tienen a los alumnos frente a frente.

Juan Azpilicueta es profesor de secundaria de matemáticas en un instituto público madrileño y entusiasta de la enseñanza en la que lleva 15 años. Lo primero que destaca es la presión de las empresas tecnológicas: “Hace pocos días reunieron al claustro de profesores con una vendedora de una multinacional de software. Tenía unos 22 años y nos decía como teníamos que dar clase a los que, como poco, la doblamos la edad. Básicamente, transmitía que no teníamos ni idea y que debíamos impartirla, como no, con sus pantallas y sus programas”. Esto nos recuerda a lo que señaló Jonathan Haid, reputado investigador en psicología social, en una entrevista en El País: “Ninguna tecnológica quiere perder a su objetivo más valioso: los preadolescentes”.

 


EL ATERRIZAJE DE LOS DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS EN LAS AULAS EMPEZÓ EN 2004 APROXIMADAMENTE


 

Presión de la industria

Por eso se entiende la beligerancia de algunos pseudoexpertos en educación contra los periódicos que se hicieron eco del anuncio sueco. Aseguraban que la noticia era mentira justificándolo en que algunos medios confundieron al ministro de educación sueco, Mats Persson, con la ministra de escuelas, Lotta Edholm.

El sector de Empresas de Tecnología Educativa mueve un mercado mundial de 252.030 millones de euros, que aumentará a 381.300 millones en 2026, según la consultora británica Global Data. Su interés por introducir las pantallas en la educación es innegable y, previsiblemente, empujará más fuerte por la irrupción de la inteligencia artificial. Aseguran que dejarán atrás “los tradicionales libros de texto por las aulas digitales y virtuales” dando por hecho que son mejores. Sin embargo, para la doctora en educación y psicología Catherine L’Ecuyer, “la industria tecnológica nunca ha cumplido con que debe probar primero que su método mejora el aprendizaje y después que los efectos colaterales no superarán las ventajas si las hubiera. Estamos experimentando con toda una generación”.

¿Se acuerda de esa amplísima campaña de publicidad del metaverso de hace dos años? Se decía, por ejemplo, que los alumnos ya no aprenderían astronomía como antes, mirando por un telescopio, sino visitando otros planetas con sus gafas de realidad virtual. Pero según el estudio El metaverso en la educación: retos y usos (Fad Juventud y BBVA – jun. 2023) el metaverso ha sido un fracaso porque no se utiliza. La solución, según el estudio, sería invertir más dinero en él.

Escribir a mano

Señala el profesor Azpilicueta que “la presión para digitalizar las aulas es muy intensa. Quieren uniformar mundialmente la enseñanza y hacerla dependiente de plataformas tecnológicas. Yo, `por ejemplo, soy defensor de la escritura a mano porque cada vez más a los alumnos les cuesta escribir, tienen una pésima caligrafía… ¡Si ya ni siquiera pintarrajean los cuadernos! Pues bien, pese a que me negué, me cambiarán la pizarra tradicional por la digital. Al menos pedí que estuvieran las dos: no me lo permiten. Entra la digital y se va el encerado. En la pizarra tradicional pintas o escribes lo que quieras, en la pantalla lo que te ofrece. Eres un sujeto pasivo”.

 


EL USO DE LAS PANTALLAS EN LA EDUCACIÓN ES INNEGABLE Y EMPUJARÁ MÁS FUERTE POR LA IRRUPCIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL


 

Le da la razón un estudio publicado en enero de este año por la Universidad Noruega que concluye que escribir a mano fortalece los procesos cognitivos. Azpilicueta sigue dando ejemplos: “Les pido a los alumnos que diseñen algo, por ejemplo: una lámpara. Absolutamente todos me piden consultar internet. ¡Se quedan bloqueados! Tienen inseguridad, y lo más devastador: falta de creatividad”. De nuevo acierta. El pasado abril un estudio del grupo de investigación Creatividad, Motivación y Autorregulación en el ámbito educativo de la Universidad Internacional de La Rioja constató un descenso de la creatividad según avanza la etapa de Educación Primaria. La directora del estudio, María José Cuetos, señaló que una de las posibles razones es el uso de las nuevas tecnologías. Será por estudios. Otro La falta de juego en la infancia, de la fundación Crecer, señalaba que el 80% de los niños son más creativos cuando no usan pantallas. Se tiende a pensar que la creatividad se refiere a expresión plástica, pero se extiende a todos los niveles, porque es crucial para resolver problemas. De hecho, el último informe del Instituto Tecnológico de Massachusetts sostiene que las habilidades humanas esenciales para 2030 son el pensamiento crítico, la creatividad y la curiosidad.

QUÉ LEER

Más libros y menos pantallas. Cómo acabar con los cretinos digitales (Ed. Península). Michel Desmurget es uno de los neurocientíficos de referencia en los efectos perniciosos de las pantallas en el cerebro infantil. Su libro anterior fue La fábrica de cretinos digitales.

Educar en la realidad (Ed. Plataforma Actual) Catherine L’Ecuyer. Su tesis es que si nuestros hijos aprenden en clave de realidad, ¿por qué hacerlo a través de las pantallas?

El Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora (PIRLS, Progress in International Reading Literacy Study en inglés) desató la polémica en Suecia. Evalúa la comprensión lectora de los alumnos en 4º de Primaria cada cinco años.

Escribir a mano. Artículo publicado en la revista científica Frontiers in Psychology. Colocaron 256 sensores a 36 alumnos universitarios para detectar su actividad cerebral mientras escribían a mano.  

En muchos centros educativos creen que, para parecer avanzados, cuantas más pantallas mejor.

A QUIÉN SEGUIR

WEB: intef.es
Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado. Es la unidad del Ministerio de Educación y Formación Profesional para la integración de las tecnologías digitales y la formación del profesorado en las etapas educativas no universitarias.

Francisco Mora Teruel
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Profesor de Universidad Complutense en neurociencia, escribió el libro Un paseo didáctico por la neuroeducación.

César Bona
@cccesssarrr
Maestro de escuela.

CocinandoClases
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Enrique Sánchez es maestro, pedagogo y escritor. Director del centro del profesorado de Málaga.
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