La Comisión Europea promueve que comprar en internet sea seguro y cómodo para todos los consumidores. Para ello, la institución analiza las posibles irregularidades de los comercios comunitarios que operan en la Red con la intención de evitar fraudes y proteger a los usuarios de ciertos abusos. La comodidad del servicio y la accesibilidad a través de diferentes soportes tecnológicos hacen que el e-commerce sea un hecho cotidiano. El problema es que los consumidores hemos perdido el reparo inicial a registrar nuestros datos personales o a pagar con tarjeta y ya no estamos tan pendientes de las cuestiones sobre seguridad.

El 60% de los comercios online presentan irregularidades en los precios y en el cumplimiento de la normativa sobre datos, según un estudio reciente de la Comisión Europea y las diferentes autoridades de protección de los consumidores que han analizado más de medio millar de establecimientos comunitarios. Cada año la Comisión Europea, en colaboración con las autoridades de protección de los consumidores, realiza un barrido entre diferentes negocios online con el objetivo de comprobar el cumplimiento de la legislación sobre protección de datos, la información sobre la oferta de productos y servicios y las garantías prestadas al consumidor.

Según el estudio, uno de los problemas más comunes del comercio electrónico es que el precio que paga el usuario suele ser más alto que el anunciado inicialmente porque muchos comercios no dan información sobre costes adicionales inevitables como pueden ser los gastos de envío, el método de pago elegido o la posibilidad de reserva. Así, el estudio señala que en el 38% de los casos analizados se dio este desfase y que en el 31% de los establecimientos que tenía descuentos, estos no eran tales o el precio final no estaba claro. Además, en el 30% de las páginas se encontraron también irregularidades a la hora de informar al consumidor sobre el derecho de desistimiento. Es decir, el derecho que da al usuario la posibilidad de devolver el producto si no está satisfecho y las condiciones en las que ha de hacerse esa devolución.

Se trata de cifras preocupantes si tenemos en cuenta que los consumidores online no paran de crecer, en detrimento del comercio tradicional. Solo en España, el número de compradores por vía electrónica ha aumentado el 27% en los últimos cuatro años, del 44% en 2014 al 71% en 2018, según datos del Estudio Anual de eCommerce, elaborado por la asociación de publicidad y comunicación digital IAB Spain y la agencia de marketing digital Elogia. Un perfil de comprador que conoce los canales en los que se mueve, que tiene formación, pero que se ha relajado, explican los expertos. Por eso, ahora el riesgo que existe es que, a fuerza de acostumbrarnos a comprar online, no prestamos tanta atención a toda la información.

Por Marián Lezaun

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