«Móviles avanzados, ¿humanos avanzados?», por Esther Paniagua

LA @

ESTHER PANIAGUA,

periodista y autora especializada
en tecnología

 

"Para personalizar la experiencia, la IA necesita datos, lo que implica recopilar y analizar nuestra información personal e íntima"

Móviles avanzados, ¿humanos avanzados?

Imagine un dispositivo que no solo le conozca, sino que se anticipe a sus necesidades, que organice su día, que haga sus fotografías y vídeos más bellos, o que genere todo tipo de contenido para usted, con solo una orden de voz o a medida que escribe. Un teléfono inteligente que analice sus imágenes y documentos, su localización, su estado de salud, sus compras y cualquier otra variable que pueda conocer o medir, todo para convertirse en su mejor asistente

¿Prometedor o aterrador? Probablemente, un poco de ambas. La fiebre por incorporar inteligencia artificial (IA) generativa a todo, ha llegado a los smartphones, y no está exenta de consecuencias. La más clara es el impacto que puede tener en exacerbar problemas preexistentes, asociados tanto a la conectividad como a las herramientas y plataformas digitales, y a los dispositivos electrónicos.

Quizá el mayor riesgo, del que ya se están viendo signos, es el del refuerzo y multiplicación de la adicción a la IA y, por ende, al vehículo donde se inserta. Este efecto viene de muchas formas. Una de ella son los ‘acompañantes de IA’. Es decir, el uso de chatbots como si fueran humanos: amigos, colegas, novias, amantes, psicólogos, mentores, maestros, etc.

En países como Australia, los jóvenes pasan hasta cinco horas al día con chatbots sexuales, y el segundo uso más popular de ChatGPT es el juego de roles sexuales. Muchos chatbots, de hecho, se ofrecen como acompañantes, novias virtuales, terapeutas… Es, de hecho, una de las aplicaciones de la IA generativa con mayor crecimiento.

Estos acompañantes artificiales son tan adictivos porque nos proporcionan lo que queremos cuando lo queremos, de forma realista y adaptada a las preferencias de cada persona. Sin necesidad de dar, recibimos lo que deseamos. Como explican científicos del MIT, esto no solo es adictivo, sino que puede atrofiar nuestra capacidad de relacionarnos plenamente con otros seres humanos que tienen deseos y sueños reales propios”, lo que conduce a lo que denominan ‘trastorno del apego digital’.

Los acompañantes de IA no son el único motivo por el que la adicción al móvil puede intensificarse con las nuevas generaciones de smartphones. El otro gran potenciador de este efecto es un viejo conocido: la personalización de las experiencias, que la IA ayuda a afinar. A esto se añade la generación continua y automatizada de contenido, que explota el llamado “scroll” o desplazamiento infinito. Este contenido es, además, hiperrealista, difícil de identificar como artificial, tanto en su autoría como en el contenido en sí.

Lo anterior tiene relación con otras problemáticas. Una es la brecha de privacidad: para personalizar la experiencia, la IA necesita datos, lo que implica recopilar y analizar nuestra información personal e íntima, incluso nuestra localización en todo momento. ¿Quién tendrá acceso a ella, y para qué y cómo la empleará?

Estos datos permiten conocer y explotar nuestras vulnerabilidades para influir de manera oculta en nuestra toma de decisiones. Es decir, para manipularnos. Esto limita nuestra autonomía, que es la capacidad efectiva de una persona para gobernarse a sí misma: un derecho fundamental.

Dicha autonomía también puede verse mermada debido a una dependencia excesiva en la IA para tomar decisiones, reduciendo el pensamiento crítico. Además, a medida que se delegan más tareas en la IA, pueden disminuir ciertas habilidades cognitivas y prácticas. Sería un impacto similar al que otras herramientas, como los sistemas GPS, han tenido en nuestro sentido de la orientación y memoria.

A esto se añade un empobrecimiento de la comunicación verbal, en un mundo en el que la forma de relacionarnos con los dispositivos se limita a un “OK, Google” o a órdenes en imperativo.

Otra problemática es la perpetuación de los sesgos y la discriminación por motivos de raza, religión, clase social, orientación sexual, género, etc., en la que se ha demostrado que están ya incurriendo las herramientas de IA generativa. Esto tiene muchas implicaciones. Una de ella es la acentuación de los estereotipos, ya que el contenido generado por la IA reproduce los patrones de cuerpos perfectos que ha aprendido, inundando el espacio digital de falsas personas con siluetas imposibles de alcanzar. Como se ha demostrado, esto acarrear una reducción de la autoestima -sobre todo de mujeres y adolescentes- y refuerza las conductas dañinas, la ansiedad y la depresión.

Por último, no se puede obviar el impacto medioambiental del uso creciente de la IA. Por una parte, por su elevado consumo energético y de agua a través de los centros de procesamiento de datos necesarios para entrenar los modelos de IA. Por otra parte, debido a la basura electrónica, que puede crecer con más velocidad al ser necesario cambiar de dispositivo para poder acceder a las ventajas del último modelo con IA. A su vez, esto exacerbará la brecha digital entre quienes pueden y no pueden pagar teléfonos de última generación.

A la vista de todo esto, es difícil recordar las ventajas de incorporar IA generativa en los móviles. Más allá de convertirnos en los reyes del Photoshop y de permitirnos delegar ciertas tareas, el valor más significativo podría estar en proporcionar una mayor independencia a personas con diferentes capacidades, a través de funciones de accesibilidad avanzadas, siempre y cuando se habiliten.

Si eso no sucede; si las grandes tecnológicas siembran la IA a sus anchas y sin límites efectivos; y si los consumidores, usuarios y ciudadanos nos dejamos llevar por la comodidad acrítica y el uso compulsivo de estos dispositivos, tendremos que darle la razón al teórico de la comunicación Marshal McLuhan en eso de que “los nuevos medios y tecnologías mediante los cuales nos amplificamos y extendemos constituyen una enorme cirugía colectiva realizada sobre el cuerpo social en su totalidad”. Una amputación que aún estamos a tiempo de evitar.

Conexión inmediata con las Administraciones

LA @ EN DESARROLLO

CONEXIÓN INMEDIATA CON LAS ADMINISTRACIONES

Gracias a la Ficha Notarial Electrónica los notarios pueden comunicar de manera inmediata la realización de un acto o negocio, como por ejemplo de una compraventa, a las Administraciones y al Catastro, para que procedan a la liquidación de los impuestos y lleven a cabo la alteración de la titularidad.
REDACCIÓN
Imagen parcial de la Ficha Notarial.

En la ficha notarial constan los datos esenciales de una escritura pública. En ella figura información sobre los otorgantes y el negocio jurídico que se ha celebrado. “Por ejemplo, en la realización de una compraventa figurará el comprador, el acto jurídico autorizado y su cuantía, etc.”, explica María Teresa Barea, portavoz del Consejo General del Notariado.

 


EN LA FICHA NOTARIAL CONSTAN LOS DATOS ESENCIALES DE UNA ESCRITURA PÚBLICA


 

¿Para qué sirve esta ficha? Una vez que el notario ha autorizado un acto o negocio se elabora este documento electrónico y “a través de nuestros programas informáticos se envía la ficha a las administraciones públicas. Fundamentalmente se le hace llegar a la hacienda o agencia tributaria de la comunidad en cuestión”, explica la portavoz. “Así la autonomía puede proceder a la liquidación o a la comprobación de la liquidación de los impuestos que afectan a esa operación”, señala Barea.

La ficha también sirve como base para la comunicación que los notarios hacen de toda transmisión inmobiliaria al Catastro, a efectos de que altere la titularidad correspondiente. Después este lo notifica a los interesados.

De esta forma, en una compraventa, por ejemplo, el comprador pasa a figurar, automáticamente, en el Catastro y en Hacienda como titular de la finca o del inmueble, por lo que, al año siguiente, el IBI se tramitará a su nombre. Igualmente constará en su relación de patrimonio para cuando tenga que hacer la declaración de la renta.

Es de especial relevancia señalar que de la recopilación de las fichas notariales se extraen datos estadísticos que la Administración puede utilizar para obtener información de interés social.

Raimundo Fortuñy,

vicepresidente del Consejo General del Notariado.

“Gracias al envío de la ficha notarial se facilita la gestión y liquidación de impuestos”

 

¿Qué es la ficha electrónica notarial?

Es una radiografía en extracto de los datos esenciales de una escritura pública que refleja quiénes son los intervinientes, cuál es el negocio jurídico formalizado y su cuantía, entre otros. Esa información se envía desde la notaría a las Administraciones públicas, muy destacadamente al Catastro y a la hacienda autonómica competente para que puedan proceder a la liquidación de impuestos, así como comprobar la liquidación que hayan realizado los particulares, y que se lleve a cabo la alteración de titularidad catastral.

¿Y en qué beneficia al ciudadano?

Pondré un ejemplo: cuando un ciudadano realiza la compra de una vivienda ante notario, gracias al envío de esta información desde la notaría a las Administraciones, la titularidad catastral se altera de forma automática, de manera que el IBI saldrá a nombre del nuevo propietario sin que este tenga que hacer gestiones específicas.

¿Y a la sociedad?

Este servicio facilita lo relacionado con la gestión y liquidación de impuestos y consecuentemente también con la recaudación. Cabe señalar que de la recopilación de las fichas notariales se pueden extraer datos estadísticos que la Administración puede utilizar para obtener información de interés en un momento dado.

Daniel Cuesta,

jefe de proyectos del departamento de operaciones del Centro Tecnológico del Notariado.

“La rapidez del proceso permite que la Administración disponga de información relevante de forma casi inmediata”


¿Qué ventajas implica la tecnología del CTNotariado para la tramitación de la ficha electrónica?

La rapidez del proceso tecnológico permite que la administración pública disponga de la información relevante reflejada en las escrituras públicas y después en la ficha notarial, de forma prácticamente inmediata, lo cual posibilita a ciudadanos y empresas realizar trámites desde la misma notaría, como pueden ser el pago de impuestos; por ejemplo, del impuesto de transmisiones patrimoniales.

¿Qué es el CSV?

El CSV o Código Seguro de Verificación es el instrumento técnico para acceder con carácter permanente a la copia autorizada electrónica de un documento notarial que está alojada en la Sede Electrónica Notarial.

¿Qué ventajas conlleva que el CSV se incorpore a la ficha notarial?

Con el CSV incorporado en la ficha notarial la Administración pública podrá, a través de la Sede Electrónica Notarial, verificar la autenticidad e integridad de la copia autorizada electrónica del documento notarial, así como conocer las notas ulteriores de modificación jurídica y de coordinación con otros instrumentos públicos.

Entrevista a Salvador González Marín, nuevo presidente de la Abogacía

EN ESTE PAÍS

Salvador González,

presidente del CGAE

“Los colegios profesionales tienen que transmitir el valor de lo que hacen”

CARLOS CAPA
Salvador González Martín es desde junio de 2024 presidente del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE). Experto en derecho mercantil, civil, procesal y arbitraje y profesor asociado de la Universidad de Málaga (UMA), ha sido hasta ahora decano de la abogacía malagueña.

Acaba de ser elegido como nuevo presidente del Consejo General de la Abogacía Española. ¿Cuáles son sus primeras prioridades?

Lógicamente en estas primeras semanas al frente del CGAE he tomado contacto con los equipos, he revisado las agendas de trabajo y diseñado la nueva estructura organizativa, pero también he tomado contacto con el Ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes y con el Secretario de Estado de Seguridad Social y otros actores de la justicia. Quiero, desde el primer momento, transmitir a los colegiados y a la sociedad que somos una institución eficiente, preocupada y ocupada en los intereses de la profesión y de la justicia que tiene la intención de dar impulso a la labor de representación y defensa de los intereses de la abogacía.

¿Cuál es el papel de los colegios profesionales en este momento?

Los colegios somos instituciones que tenemos que representar a la profesión y en esa representación tenemos que transmitir el valor de lo que hacemos, de lo que conseguimos cada día, de cómo resolvemos infinidad de conflictos en la sociedad, pero también de cómo impulsamos su progreso. Gracias a nuestra actividad hacemos que se cierren cada día en todo el país multitud de operaciones, de negocios, de contratos, que redundan en beneficio de todos.

 


“LA VIOLENCIA DE GÉNERO ES UN ASUNTO QUE NO ESTAMOS ABORDANDO BIEN COMO SOCIEDAD”


 

Hay que poner en valor este trabajo y trasladar ese impulso que, en particular, nuestra profesión aporta a la sociedad. También nos interesamos mucho por la actividad legislativa e intentamos mejorarla, en particular en lo que a la Administración de Justicia se refiere, ya que somos un pilar básico de su funcionamiento. Trabajamos, en definitiva, para que todo funcione de la mejor manera posible. Una sociedad sin abogados sería una sociedad menos justa que dejaría muchos conflictos sin cerrar dificultando enormemente su progreso.

Finalmente conseguida la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en su nueva composición, ninguno de sus miembros procede de los operadores jurídicos, en particular de la abogacía. ¿Cómo lo valora?

Creo que el espíritu constitucional es que los operadores jurídicos, y en particular la abogacía, estén presentes en el Consejo, pensando en que esta profesión es con la que el ciudadano tiene mayor contacto y que hace de bisagra entre la Administración de Justicia y sus derechos e intereses.

Que en el Consejo General del Poder Judicial no haya ningún abogado que llame la atención sobre los problemas que tiene la Administración de Justicia y cómo estos son percibidos por el ciudadano no es bueno. Cualquier abogado que hubiera estado allí no sólo hubiera hecho posible que los consensos se tomaran con mayor agilidad, que hubiera acuerdos y componer posturas dentro del Consejo, sino que también hubiera ayudado a esas labores de fiscalización de la actividad de los órganos judiciales que tiene encomendada el órgano constitucional y a su labor de ordenación de la Administración de Justicia, que sufre de muchísimos retrasos e ineficiencias que están afectando directamente al ciudadano. El que la abogacía no esté allí significa alejar a la ciudadanía del órgano que gobierna la Administración de Justicia.

¿Para cuándo la Ley Orgánica del Derecho de Defensa tan reclamada por la abogacía?

El Senado, al que ha llegado por fin la tramitación, inicia en breve su actividad y esperamos que se haga de la forma más rápida posible, entre otras cuestiones porque es muy necesaria para garantizar plenamente los derechos de los ciudadanos y para resolver cuestiones de gran importancia para el ejercicio de la abogacía. Confío en que pronto esté en vigor.

 


“HAY QUE DOTAR DE MEDIOS SUFICIENTES AL TURNO DE OFICIO PARA PERMITIR EL ACCESO DE TODOS A LA JUSTICIA”


 

La violencia de género sigue azotando a la sociedad. ¿Hay que replantearse las medidas para combatirla?

Nuestro colectivo es muy sensible a este asunto; tanto los abogados, como los colegios y el propio Consejo. Los datos son estremecedores y es un asunto que como sociedad no estamos abordando bien. Me da la sensación de que no se nos escucha lo suficiente a la abogacía. En la gestión de este tema hay que escuchar a las personas que intervienen en los procesos y fundamentalmente a los abogados que están cada día cumpliendo con su obligación de garantizar el derecho de defensa de todos. El tener esa visión del todo es fundamental.

Reclamamos que se nos escuche porque conocemos el drama de la situación, sabemos lo que está pasando. En todos los colegios tenemos unos servicios de orientación y asesoramiento a víctimas. La abogacía ya se situó en la vanguardia cuando ni siquiera la violencia de género formaba parte de la justicia gratuita. Queremos ayudar todo lo que podamos en esto. Aquí hay un problema cultural, pero también de estar cerca de la víctima, y cerca del problema en toda su dimensión.

 


“ABOGADOS Y NOTARIOS COLABORAN DIARIAMENTE PARA OFRECER SEGURIDAD JURÍDICA A LOS CIUDADANOS Y A LAS INVERSIONES”


 

La justicia gratuita ejercida desde el turno de oficio es una función muy valorada por la ciudadanía según todos los estudios. ¿En qué situación se encuentra? ¿Cuáles son sus reivindicaciones?

El turno de oficio es fundamental para que el ciudadano, con independencia de sus recursos económicos, acceda a la justicia, lo que es un derecho constitucional. La cuestión que pivota aquí es cómo sostenerla si no se aportan los fondos suficientes para ejercerla dignamente.

Se tiene que tomar la decisión política de retribuir correctamente las actuaciones de los profesionales que actúan para dar un servicio público y que permite el acceso a la justicia de la totalidad de los ciudadanos. Si consideramos que esto es importante y creo que entendemos todos que lo es y es un valor de nuestra democracia, de nuestro estado social, quienes gobiernan tienen que ser consecuentes.

Tenemos que conseguir que esta justicia gratuita se preste, no en base al esfuerzo de unos profesionales sin retribución en muchos casos de sus actuaciones o con unas muy precarias. Hay que modernizarla, delimitando claramente su contorno, definiendo el catálogo de actuaciones comprendidas en ella y actualizar las retribuciones de los profesionales. El Ministro de Justicia y yo nos hemos emplazado para abordar estas cuestiones con urgencia y con toda la seriedad necesaria para abordar una Ley de Justicia Gratuita acorde con las circunstancias actuales.

¿Cómo afronta una profesión con formatos de ejercicio tan diversos y con 240.000 colegiados el reto de la tecnología y la digitalización?

Por supuesto que esta es una cuestión que nos preocupa y que nos ocupa. Trabajamos para que el profesional esté formado y con las herramientas que hoy requiere el ejercicio, no solo de nuestra profesión, sino de cualquier otra. El Consejo de Ministros ha aprobado recientemente un decreto que establece para Unión Profesional una dotación de hasta 200 millones de euros para formación en competencias digitales de las profesiones colegiadas.

Este proyecto se ha impulsado desde la abogacía y va a alcanzar hasta 80.000 profesionales que van a disponer de la formación más avanzada en materia tecnológica y digital incluyendo la Inteligencia Artificial. Esto nos va a permitir romper esas brechas de las que hablábamos y que todo el mundo tenga acceso. Serán cursos gratuitos que van a facultar a los profesionales para un ejercicio muy avanzado de las habilidades digitales visibilizándolos como expertos muy competentes, no sólo en la pericia técnica de su oficio.

Queremos contribuir al avance a una sociedad más moderna, más digital, más para todos, en la que la tecnología no se convierta en una brecha ni un muro al que se enfrenta la sociedad siendo capaces de acompañar a la ciudadanía en el uso de esas tecnologías en beneficio colectivo.

¿Cómo valora a seguridad jurídica, en la que el notariado tiene un papel fundamental, en España?

La seguridad jurídica es la base para las inversiones, para el buen funcionamiento de la economía y para las relaciones sociales. Somos muchos los profesionales que trabajamos en la seguridad jurídica. Creo que el papel de la abogacía como primera puerta a la que acude el ciudadano, es fundamental. Por supuesto los notarios son imprescindibles en ella. Nuestra relación con el notariado ha sido históricamente de colaboración. No entendemos nuestra actividad sin esa colaboración profesional en la que aportamos conjuntamente seguridad jurídica. En mi opinión la Administración de Justicia tiene que dar una respuesta más cohesionada a la interpretación de las reglas jurídicas. Esto es importante para crear seguridad jurídica en el inversor. Y sin duda pone en valor la seguridad jurídica que ofrecemos los profesionales, particularmente la abogacía y el notariado, cumpliendo nuestra función de forma más tecnológica. Hay que ser conscientes de que en cualquier tipo de negocio jurídico el inversor pretende una respuesta previsible y estamos obligados entre todos a ofrecérsela.

 


“UNA SOCIEDAD SIN ABOGADOS SERÍA UNA SOCIEDAD MENOS JUSTA QUE DEJARÍA MUCHOS CONFLICTOS SIN CERRAR DIFICULTANDO ENORMEMENTE SU PROGRESO”


 

¿Cómo se plasma esa colaboración entre notariado y abogacía?

Tenemos un convenio firmado que creo que hay que fortalecer e impulsar. Colaboramos también a través de nuestras fundaciones y por supuesto en el día a día de cada profesional en cada localidad de nuestro país.

Abogados y notarios se ven a diario en las notarías. Ambas profesiones son capaces de avanzar en su colaboración en beneficio de los ciudadanos y de la mejor seguridad jurídica que seamos capaces de ofrecerle.

HUELLA DIGITAL

Fuga de talentos

EN ESTE PAÍS

FUGA DE TALENTOS

La edad y el nivel de formación son dos de los factores fundamentales del capital humano de las personas.
CARLOS CAPA
El valor del capital humano que pierde España por el efecto de la emigración superó los 150.000 millones de euros en 2022, un 40% más que antes de la Covid. En el periodo 2019/2022 la pérdida de valor para la economía española alcanzó los 500.000 millones de euros, más de un tercio del Producto Interior Bruto (PIB) del país.

Según un estudio realizado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) sobre Emigración y Capital Humano, en España el saldo migratorio ha sido positivo a lo largo de las últimas décadas, pero la intensidad, e incluso el signo de ese saldo se han visto influidos por el ciclo económico. A raíz de la recesión de 2008-2014, provocada por el estallido de la burbuja inmobiliaria muchas personas buscaron -no siempre con éxito- mejores oportunidades laborales fuera de España. Ese proceso ha vuelto a cobrar intensidad tras la pandemia de Covid que asoló el mundo en 2020 (más de 380.000 emigrantes en 2021 y 220.000 en el primer semestre de 2022), según los datos de la Estadística de Migraciones del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Saldo migratorio

Se muestra, por tanto, una pérdida de capital humano en tendencia creciente desde el fin de la pandemia, impulsada por la intensificación de la emigración al exterior de la población en edad de trabajar y su elevado nivel de formación. La dinámica observada resulta preocupante de cara a poder aumentar el bienestar social en un contexto de progresivo envejecimiento demográfico y con un escenario en el que se prevén descensos acumulados del valor del capital humano per cápita cercanos al 20% hasta 2050, según refleja el informe del BBVA y el IVIE.

Según el INE el saldo migratorio de España con el exterior (la diferencia entre inmigraciones y emigraciones exteriores) fue positivo en 727.005 personas en 2022. Es el mayor saldo en los 10 últimos años.

 


CON LA RECESIÓN DE 2008-2014 MUCHAS PERSONAS BUSCARON TRABAJO FUERA DE ESPAÑA. ESE PROCESO HA VUELTO A COBRAR INTENSIDAD TRAS LA PANDEMIA DE COVID


 

Pero a la hora de calcular el impacto para la economía de este fenómeno hay que tener en cuenta algunas consideraciones. Se estima el valor del capital humano midiendo su contribución a la producción presente y futura, esto es, el valor presente de las rentas brutas laborales totales esperadas de la población en edad de trabajar a lo largo del resto de su vida. El valor del capital humano depende, por tanto, de las tasas de actividad, las tasas de paro y la productividad del trabajo a lo largo de la vida, de la esperanza de vida de los individuos y de todos los factores que influyen en esos ámbitos, como los niveles de formación o la experiencia laboral. Este tipo de enfoque permite obtener una valoración monetaria del capital humano, como ya se viene haciendo desde hace tiempo con otros tipos de capital. La edad y el nivel de formación son, por tanto, dos de los factores fundamentales del valor del capital humano de las personas.

 


EL RITMO ACTUAL DE EMIGRACIÓN DE PERSONAS JÓVENES Y CON FORMACIÓN SUPONE UN LASTRE PARA LA ECONOMÍA ESPAÑOLA


 

Españoles emigrantes

¿Qué características tiene el capital humano de los españoles que han emigrado? Pues casi la mitad de los emigrantes de 25 o más años de 2022 posee estudios superiores (30,1%) o estudios secundarios postobligatorios (18,8%), con el consiguiente impacto positivo en sus dotaciones de capital humano, asociado a la mayor participación laboral, empleabilidad y productividad de las personas con ese nivel de formación. Sin tener en cuenta la inversión social y familiar realizada para que estas personas alcanzaran en el sistema educativo español esa formación de excelencia. Por su parte, según el Informe Anual del Banco de España, en 2023 de los inmigrantes que llevan menos de 1 año en España, alrededor del 80%, no tiene título universitario y el 70% trabaja en puestos sin cualificación.

Por otra parte, muchos de los emigrantes son jóvenes y, por tanto, tienen por delante un amplio periodo de vida laboral durante la cual seguirán contribuyendo a la producción. Entre los emigrantes de 25 y más años, los menores de 35 años suponen en 2022 un tercio del total, un porcentaje similar al existente antes de la pandemia, mientras que los mayores de 55 años representan solo el 23,6%.

Ambos factores, formación y juventud, contribuyen a incrementar el valor presente de las rentas laborales brutas a generar en adelante y, por tanto, el valor del capital humano de los emigrantes.

El ritmo actual de emigración supone un lastre para la capacidad de producción futura de la economía española. Para la Fundación Hay Derecho “en el momento presente, casi todos los equilibrios sobre los que descansa nuestro sistema de protección se encuentran descompensados. La sostenibilidad futura de nuestro sistema de seguridad social se está convirtiendo en todo un reto realmente complejo de superar”.

En definitiva, la emigración al exterior y su intensificación reciente contribuyen a reducir el capital humano de la economía española, limitando su capacidad presente, y sobre todo futura, de generar riqueza, lo que a su vez condiciona la sostenibilidad de las finanzas públicas por la merma de los ingresos públicos.

Se trata de un fenómeno que previsiblemente incrementará la dificultad para mantener y continuar desarrollando el estado del bienestar, especialmente en un contexto de progresivo envejecimiento de la población que va a someter a fuertes tensiones la sostenibilidad del sistema de pensiones y que implicará la necesidad de dedicar cada vez más recursos al sistema sanitario y a la atención a la dependencia. Además, puede contribuir a agravar los serios problemas de relevo generacional y para cubrir vacantes que actualmente se ponen de manifiesto en cada vez más sectores y profesiones, tal como refleja el informe sobre Capital Humano y Emigración del BBVA y el IVIE.

 


CASI LA MITAD DE LOS EMIGRANTES DE 25 O MÁS AÑOS POSEE ESTUDIOS SUPERIORES (30,1%) O ESTUDIOS SECUNDARIOS POSTOBLIGATORIOS (18,8%)


 

No hay soluciones mágicas, pero promover una mayor implicación entre empresa y trabajadores, incentivar el crecimiento profesional, retribuciones adecuadas, medidas de conciliación o salario emocional de los empleados son algunas de las posibilidades. Otras medidas son de mayor compromiso del conjunto de la sociedad cual es conseguir un fácil acceso a una vivienda digna, que será un elemento indispensable según todos los expertos para fijar el capital humano.

Capital humano
Para el Banco Mundial, el capital humano de la población es el recurso más valioso de los países y representa el 64% de la riqueza del mundo. Este capital está incorporado en las propias personas y su localización cambia cuando se desplazan de un territorio a otro. En consecuencia, el capital humano de una economía depende del esfuerzo inversor de sus familias, empresas y administraciones públicas (por ejemplo, el gasto público y privado en formación) y de la eficiencia de su sistema educativo, pero también de los movimientos migratorios y del capital humano de los migrantes. La emigración al exterior disminuye el capital humano de un país y más cuanto mayor sea el nivel de formación de los emigrantes. Y aquí se encuentra la otra parte del problema.
Se trata de un fenómeno que incrementará la dificultad para mantener y continuar desarrollando el estado del bienestar.
PARA SABER MÁS
  • Informe sobre Capital Humano y Emigración del BBVA y el IVIE
  • Razones para emigrar de los jóvenes españoles. Tesis doctoral de Raquel Gómez-Frías Universidad de Valencia
  • Estadística de Migraciones y Cambios de Residencia (EMCR) del INE
  • «Talento en fuga”», por Casimiro García Abadillo

    ALDEA GLOBAL

    CASIMIRO GARCÍA ABADILLO,

    director de «El Independiente»

    "La realidad es que hoy el mercado laboral es más dual que nunca. No sólo hay diferencias abismales en los salarios, sino en las condiciones de trabajo"

    Talento en fuga

    Atraer o retener el talento es hoy uno de los principales desafíos de toda empresa que pretenda ser competitiva. Entender cómo se consigue fichar y conservar a los mejores es la clave principal del éxito empresarial.

    Hace décadas, la respuesta a esa incógnita era simple. Todo dependía de la cantidad de dinero que una compañía estuviera dispuesta a pagar por contratar o por evitar la marcha de un empleado brillante. Ahora eso ya no es así. O ya no es del todo así. Por supuesto que el dinero influye, pero ya no es el único factor o el principal para determinar que una empresa sea deseada.

    El paradigma ha cambiado totalmente. En España, un joven bien formado en los setenta o en los ochenta soñaba con incorporarse a una gran empresa, con un buen salario y, a partir de ahí, ascender hasta llegar a un puesto de alta dirección. No le importaba el esfuerzo, ni las horas de trabajo; su familia siempre estaba en un segundo plano.

    Pero las cosas han cambiado mucho. El joven bien formado de hoy sabe que tiene un puesto de trabajo asegurado y tiene otras aspiraciones que, probablemente, a su padre ni se le pasaban por la cabeza. Cambiar frecuentemente de empresa no es visto como una prueba de inadaptación o fracaso, la demostración de que un empleado es un culo de mal asiento, sino la vía para conseguir mejores condiciones y nuevas experiencias. El trabajo ya no es percibido como un fin en sí mismo, sino un medio para vivir, y, en última instancia, para ser feliz. En muchas ocasiones, la prioridad no es tanto el salario o la posición que se va a ocupar en el organigrama de la compañía, sino la flexibilidad en el horario o la posibilidad de teletrabajar.

    También entran en juego otros factores más filosóficos o ideológicos. Por ejemplo, que la empresa en cuestión respete la igualdad de género o mantenga estrategias que respeten el medio ambiente.

    Las barreras fronterizas ya no son un obstáculo. El joven bien formado de hoy está acostumbrado a viajar, domina el inglés y a veces otro idioma a la perfección y sabe que su futuro puede estar a miles de kilómetros de la ciudad donde nació o se crio.

    El matrimonio o la vida en pareja, algo que era una meta habitual en la vida hace cuarenta años, ahora es una opción. Y, de ser así, tampoco tiene lugar a una temprana edad, sino más bien a partir de los 30 o incluso cerca de los 40 años. Ese alargamiento del llamémosle periodo de juventud hace que la movilidad, la capacidad para decidir cambios sin ataduras, se prolongue en el tiempo.

    Alfonso Escámez (histórico presidente del Banco Central, fallecido en 2010) llamaba a los trabajadores de su banco “funcionarios”. Y no lo hacía como un insulto o una crítica, sino con el orgullo de que el banco que él presidía era una institución tan sólida como el propio Estado. Él comenzó de botones y acabó siendo presidente. Su carrera era el arquetipo del triunfo para una clase que no pertenecía ni a la nobleza ni a la alta burguesía. Ahora eso sería imposible. Para empezar ya no hay botones en los bancos y seguro que mucha gente no sabe ni siquiera qué son y para qué sirven, aparte de para abrochar camisas y chaquetas.

    El modelo ahora es radicalmente distinto. El cambio es en sí mismo un valor, así como el sector en el que se trabaja, que tiene que estar ligado de una u otra forma a la tecnología. Los referentes están claros y tienen nombres y apellidos: Javier Oliván (Meta); Pilar Manchón (Google IA); David Carmona (Microsoft IA); Alex Acero (Apple), y tantos otros. Españoles que triunfan en las empresas punteras de alta tecnología. Ya no existe el complejo de inferioridad que durante tanto tiempo lastró a los profesionales españoles. El talento no tiene barreras y ese hecho dificulta la retención de los mejores.

    La movilidad, la apertura al cambio, asumir dificultades sin miedo, son valores muy positivos. Pero esa capacidad, por desgracia, sólo la tienen una parte de los jóvenes; la que ha tenido acceso a una buena educación.

    La realidad es que hoy el mercado laboral es más dual que nunca. No sólo hay diferencias abismales en los salarios, sino en las condiciones de trabajo. Los peor formados tienen que conformarse con los trabajos más precarios. Son esos jóvenes, por desgracia la mayoría, los que se conforman con un empleo fijo y temen la movilidad porque, por lo general, esta no viene condicionada por una mejora, sino por un despido o un ajuste.

    En fin, el factor humano, la calidad de los trabajadores que componen una empresa, es el elemento esencial para determinar si una compañía tiene futuro. La inversión, el capital, los recursos propios, son ya una herramienta, algo que se puede conseguir en el mercado sin grandes dificultades si detrás de una empresa hay una idea clara y un equipo con iniciativa y capacidad para ilusionar a sus empleados.

    Es algo tan fácil de entender como difícil de alcanzar. Que el empleado considere que su empresa le da oportunidades para crecer, que fomenta la iniciativa y la creatividad, que hace algo no sólo para satisfacer a sus accionistas, sino para mejorar la sociedad. Y aceptar que, aun así, la fidelidad absoluta no existe.

    ¿Puede remontar la economía europea frente a China y Estados Unidos?

    ÁMBITO EUROPEO

    La política comercial china podría poner en peligro 30 millones de empleos industriales europeos en países como Alemania o Francia.

    ¿Puede remontar la economía europea frente a China y Estados Unidos?

    La Unión Europea lleva años perdiendo fuelle frente a las otras dos superpotencias que rigen los destinos de la economía mundial. Y la remontada se vuelve más acuciante cada día que pasa.

    GONZALO TOCA

    Hay pocos expertos más sobrios y ponderados que el ex presidente del BCE Mario Draghi. Y sus palabras fueron muy reveladoras hace pocos meses: la UE no se estaba tomando en serio la competencia extranjera en un mundo en el que sus rivales económicos ya no jugaban “según las reglas”.

    El manual clásico de la globalización liberal tras la Guerra Fría, con excepciones y zonas grises sobre todo en materias como fiscalidad transnacional, ha ido dejando paso a un modelo cada vez más definido por la intervención abrumadora de las grandes potencias en la promoción de sus campeones e industrias nacionales en sectores críticos.

    Un ejemplo reciente de esto es la transición ecológica en general y la movilidad sostenible en particular. Si, en 2009, China solo vendía 500 vehículos eléctricos (EV por sus siglas en inglés) en su territorio, en 2022 y más de 29.000 millones de dólares en subsidios e incentivos fiscales después, ya comercializaba en su territorio más de seis millones de unidades y concentraba más de la mitad de la demanda mundial. Y no es solo eso: el gigante asiático ha catapultado sus exportaciones de EV en más de un 70% en los últimos dos años, algo que ha atizado la respuesta de Washington.

    Mayores aranceles

    Así, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que supuestamente iba a desescalar la “guerra comercial” de su predecesor con Pekín, anunció en mayo unos aranceles que incluyen el 100% para los vehículos eléctricos importados del gigante asiático y el 50% para los componentes de placas solares hasta 2026. China, que siguió una estrategia parecida en el sector fotovoltaico a la de los EV, produce hoy el 86% de toda la energía solar fotovoltaica global.

     


    ESTADOS UNIDOS AVENTAJA A LA UE EN ÁREAS TAN CRUCIALES COMO TECNOLOGÍAS ESPACIALES, BIOTECNOLOGÍA SANITARIA, COMPUTACIÓN CUÁNTICA E INTELIGENCIA ARTIFICIAL


     

    La Unión Europea, en un contexto en el que se esperaba un diluvio de vehículos eléctricos del gigante asiático ante el cierre de facto del mercado estadounidense, fue la última en mover, una vez más, sus peones. En agosto, la Comisión propuso unos aranceles sobre los EV chinos durante los próximos cinco años que irían del 17% como mínimo a poco más del 36% como máximo dependiendo de las marcas afectadas cuando, hasta ahora, se habían mantenido en un 10%.

    Esa propuesta quedaba sujeta a negociación con Pekín y con los miembros del bloque comunitario, que deberían aprobarla en su forma definitiva antes de noviembre. También cabe recordar que los coches Tesla fabricados en China “disfrutarían” de un arancel privilegiado del 9%, porque el lugar de procedencia de la marca es Estados Unidos.

     


    EL MANUAL CLÁSICO DE LA GLOBALIZACIÓN LIBERAL TRAS LA GUERRA FRÍA HA IDO DEJANDO PASO A UN MODELO CADA VEZ MÁS DEFINIDO POR LA INTERVENCIÓN


     

    Mucho más que coches

    Lo que está sucediendo ahora con la movilidad sostenible se puede extender fácilmente a otros sectores, como advirtió el economista-jefe del Centre for European Reform, en una reflexión de urgencia en la red social X en agosto. Según Sander Tordoir, China ha paliado la pérdida de empleo, derivada del estallido de su burbuja inmobiliaria en 2023, híper-estimulando la producción no solo de vehículos eléctricos, sino también de chips, productos químicos y maquinaria… y canalizando toda la sobreproducción hacia unas exportaciones fuertemente subvencionadas.

    Eso, apunta Tordoir, podría poner en peligro los 30 millones de empleos industriales europeos en países como Alemania o Francia y llevar al bloque comunitario a perder más ocupaciones industriales de las que perdió Estados Unidos en su desindustrialización con China a principios del siglo XXI.

    En estas circunstancias, todas las miradas se han vuelto sobre Bruselas. Y las dudas sobre su capacidad de reacción no son pocas, teniendo en cuenta lo que ha sucedido en los últimos años en su competición con Estados Unidos, que es una potencia mucho más comparable que China.

    Si una de las claves de los elevados niveles de vida comunitarios son los estados del bienestar, la otra podría ser perfectamente la renta per cápita (RPC) que los financia. Pues bien, según Eurostat, la RPC estadounidense habría crecido el doble que la europea desde 1993 hasta 2022 y, según el Banco Mundial, Estados Unidos habría ampliado su ventaja en renta per cápita sobre la eurozona en más de un tercio durante las últimas dos décadas.

    Pero los problemas no terminan ahí. Según un informe de DigitalEurope, la UE solo lidera dos de los ocho grandes sectores tecnológicos (conectividad avanzada y fabricación aditiva) que definirán la economía del futuro y China ya se habría convertido en el campeón mundial en innovación energética gracias, sobre todo, a su apuesta por la solar fotovoltaica.

    Mientras tanto, Estados Unidos nos aventajaría en áreas tan cruciales como tecnologías espaciales, biotecnología sanitaria, semiconductores avanzados, computación cuántica e inteligencia artificial. En estos momentos, según las cifras de la OCDE, el volumen de inversión del capital riesgo en inteligencia artificial en Estados Unidos multiplica por más de ocho la de la Unión Europea.

     


    LA UE SOLO LIDERA DOS DE LOS OCHO GRANDES SECTORES TECNOLÓGICOS: CONECTIVIDAD AVANZADA Y FABRICACIÓN ADITIVA


     

    Claves de la remontada

    Los expertos coinciden en que la remontada comunitaria necesitaría avanzar en las recomendaciones que presentó el ex primer ministro italiano Enrico Letta en su informe de abril. Según Letta, sería necesario suscribir un Pacto Europeo por la Competitividad que extendiera el mercado común a la energía, las telecomunicaciones y las finanzas.

    Dentro de la parte financiera, habría que dar pasos hacia la integración de los mercados de capitales en línea con el esfuerzo iniciado en 2014 y, al mismo tiempo, Bruselas debería tener, según el informe, cada vez más que decir en la coordinación de ayudas públicas concretas a sectores críticos y que ya están recibiendo enormes subsidios o ventajas fiscales no solo en China… sino también en Estados Unidos con la reciente Inflation Reduction Act, que ha movilizado 350.000 millones de dólares para impulsar, entre otras, la transición ecológica.

    De todos modos, aunque Europa se juega mucho y Hungría se ha comprometido a implementar durante estos meses de su presidencia europea un pacto por la competitividad, lo cierto es que hoy sigue siendo una mera declaración de intenciones que comparten sobre el papel los 27 miembros de la Unión con notables discrepancias en aspectos como la integración del mercado de capitales o el aumento del poder de Bruselas sobre las ayudas públicas a empresas y sectores críticos. ¿Seremos capaces de pisar el acelerador?

    Europa opina

    Según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, “la competitividad y el mercado único parten de una base sólida”. Sin embargo, considera que hay que ampliar el acceso al capital, reducir la factura energética, mejorar la formación y fortalecer los lazos comerciales. Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pide apostar por “la unión de los mercados de capitales y aumentar las capacidades del Banco Europeo de Inversiones para financiar sectores estratégicos”.

    Rivales comerciales sí, pero no enemigos

    EE.UU., China y la UE comparten grandes intereses globales, como la lucha contra el cambio climático, la estabilidad de la economía mundial o la resolución pacífica de conflictos como el de Ucrania. También depende de ellos pactar un nuevo marco legal que prevenga la competencia desleal que suponen las ayudas públicas masivas a las empresas.

    Un nuevo futuro para las relaciones transatlánticas

    Como recuerda el informe del Centre for European Reform Europe and the superpowers: Responding to economic nationalism, hay que buscar una forma de preservar el histórico vínculo entre Estados Unidos y la UE que compatibilice la autonomía estratégica europea en sus relaciones con Pekín y la estrecha cooperación transatlántica de Washington y Bruselas frente a los excesos comerciales de China.

    China ha paliado la pérdida de empleo híper-estimulando la producción con exportaciones fuertemente subvencionadas.

    «Colocar bien las fichas», por María Andrés Marín

    ÁMBITO EUROPEO

    MARÍA ANDRÉS MARÍN,

    directora de la Oficina del Parlamento Europeo en España

    “Rusia y China han sido el mejor pegamento transatlántico en los últimos años"

    Colocar bien las fichas

    Celebrando su reelección como un gol: con ese gesto de victoria y los puños en alto recibió la alemana Ursula von den Leyen la noticia de su reelección como presidenta de la Comisión Europea, el pasado julio en Estrasburgo. 401 de 720 eurodiputados votaron a favor de su plan de prosperidad para Europa, una apuesta por la continuidad en momentos de incertidumbre global… pero esta vez con un acento muy diferente en los ritmos y prioridades para los próximos cinco años.

    Si la pasada fue la legislatura del Pacto Verde, esta será la legislatura del Pacto Industrial.

    Los grandes objetivos de fondo son continuistas: Europa necesita terminar de costear la transición verde y digital de su tejido empresarial, hacerlo más competitivo, avanzar en su autonomía estratégica de terceros -lo que significa mucho más que lograr una verdadera política de defensa, que va desde lograr la independencia energética hasta acortar las cadenas de valor, la producción local de microchips y paracetamol o la protección de infraestructuras críticas de posibles ciberataques-. Debe la UE también en esta legislatura honrar los compromisos de ampliación al este, no sin antes completar las reformas institucionales necesarias que permitan que la futura UE ampliada se maneje en aguas navegables.

    La clave, sin embargo, estará como siempre en los matices. En este caso, en el cambio de acento que los grupos políticos mayoritarios y proeuropeos han incluido en sus primeras intervenciones, y que la presidenta de la CE hizo suyos durante el discurso de candidatura a la investidura.

    En su reelección al frente del ejecutivo comunitario, además del necesario apoyo de la mayoría de delegaciones conservadoras, socialistas y liberales, el voto del grupo de los Verdes fue clave para revalidar a Ursula von der Leyen. Ella se comprometió con los ecologistas a no dar marcha atrás en la agenda verde, aunque la abordará de manera más “pragmática”: presentará durante los primeros cien días un nuevo plan de “industria limpia” para impulsar empresas europeas y, a la vez, luchará para comprometer una reducción del 90% de las emisiones para el año 2040. La apuesta está en demostrar que la dicotomía entre industria o clima es un falso debate.

    Espoleados por los efectos de la pandemia y de la inflación, los ciudadanos buscan soluciones urgentes a sus problemas sociales o económicos y en las últimas elecciones europeas muchos se han dejado seducir por partidos soberanistas de extrema derecha: Francia, Alemania, Italia, Austria, Hungría… España es, de hecho, el único país de los 5 grandes de la UE donde la ultraderecha antisistema o euroescéptica no ha quedado ni en primera ni en segunda posición en las urnas.

    Sin negar esa realidad, es importante también destacar que los grupos políticos del centro constructivo en el Parlamento Europeo -conservadores, socialistas, liberales y verdes- siguen componiendo una mayoría amplia y han reeditado su intención de seguir avanzando juntos, pero son muy conscientes de que necesitarán dar mejores respuestas a un sector de la ciudadanía que se siente perdedora de la globalización desenfrenada. Agricultores, empresarios abrumados por una normativa verde y unos precios energéticos que no les permiten recuperar su ventaja competitiva, jóvenes que no pueden emanciparse y sienten que, a pesar de ser la generación mejor formada, vivirá peor que sus padres.

    El principal cambio de paradigma en el pleno de julio fue el sentido de urgencia que se imprimió en cada discurso al objetivo de lograr una mayor competitividad con respecto a otros grandes gigantes comerciales como EE.UU. o China. Y en blindar una Europa más segura contra los ataques rusos o la inmigración ilegal, pero también más social (el “plan europeo de vivienda”, una nueva política que contará con fondos de cohesión y permitirá más ayudas de Estado, fue una clara demanda del grupo socialista a cambio de su apoyo a la candidata alemana).

    ¿Cómo afectará este nuevo ciclo a las relaciones comerciales con EE.UU.? En 2022 la administración de Joe Biden promulgó la Ley de la Reducción de la Inflación (IRA) para apoyar con subsidios a los fabricantes norteamericanos que reúnan estándares medioambientales de producción. La IRA excluyó de su plan de estímulos a los países que carecen de un acuerdo de libre comercio con EE.UU., como Europa. La UE reaccionó preocupada por el impacto de la ley en sectores económicos clave como el del vehículo eléctrico, y para evitar que las nuevas exenciones fiscales atrajeran a empresas e inversiones europeas en EE.UU. en plena crisis inflacionaria por la guerra en Ucrania. En marzo de 2023, la CE anunció su propio “plan industrial del pacto verde”. Otras disputas recientes han sido la negociación entre ambos lados del Atlántico para establecer un acuerdo sobre minerales críticos, todavía sin resolver, o los aranceles sobre varios productos verdes con los que EE.UU. quiere protegerse de la producción china y que la UE sufre como nueva guerra comercial.

    ¿Lograrán en esta nueva legislatura EE.UU. y la UE alinear sus enfoques discordantes hacia la descarbonización? La UE además ha adoptado importantes regulaciones en el sector de las nuevas tecnologías -ley de servicios y mercados digitales, ley de protección de datos, ley de inteligencia artificial- que afectan especialmente a las Big Tech estadounidenses. Teniendo en cuenta la próxima cita electoral en EE.UU. y la posible victoria de Donald Trump, la posibilidad de sufrir los efectos de nuevas políticas aislacionistas desde allí será un factor clave para la industria europea.

    También hay que tener en cuenta, en momentos de grandes crisis geopolíticas, que nada une más que un enemigo común. Salvo, quizás, compartir un enemigo común (Rusia) y además un “rival sistémico” (China). Ambos países, Rusia y China, han sido el mejor pegamento transatlántico en los últimos años. “Las elecciones son las bisagras del destino”, vaticinó Von der Leyen en su discurso de candidatura. Vivimos momentos de cambios profundos en el proceso de globalización y en lo que llevamos de siglo varias crisis han sacudido el tablero de juego en las relaciones comerciales y diplomáticas de la UE. En este año macroelectoral, seguimos intentando anticipar de qué lado va cayendo cada ficha.

    De la tribu al ‘flex living’

    ALDEA GLOBAL

    DE LA TRIBU AL ‘FLEX LIVING’

    Solemos referirnos a “vivienda compartida” cuando queremos diferenciar un espacio habitacional unifamiliar o unipersonal de aquel que, por distintas circunstancias, comparten varias personas sin un vínculo estable previo. Las tendencias poblacionales, empero, están conduciéndonos a que, más que vivienda, algunas personas prefieran compartir modo de vida en un espacio común. Más o menos, lo que ya hacíamos cuando nos organizábamos en tribus o en comunas.

    Espacio de coliving de Life X en Copenague.

    MELCHOR DEL VALLE

    En este contexto, la colonización lingüística viene a decirnos que se trata de distintas formas de flex living, que pueden diferenciarse en coliving, coworking o cohousing. Nada nuevo bajo el sol en un panorama internacional de falta y encarecimiento de viviendas, pero con innovaciones que pueden explicar la atención, también de los inversores, a esos términos.

    Decía Aristóteles (s. III a. de C.), para diferenciar al género humano de otros “animales sociales”, que el hombre es un “animal político”. Dicho de otra forma, que se trata de un ser vivo cuya relación con sus congéneres se desarrolla en las polis (ciudades-Estado); que tiene lugar, pues, en sociedades complejas. Desde que nos organizábamos en grupos tribales, por otro lado, el progreso en la colaboración entre los miembros del colectivo determinaba su desarrollo y crecimiento. Es decir: desde las tribus a las polis, hemos ido configurando las formas más eficaces en cada momento de establecer y aprovechar sinergias, vocablo, por cierto, que también procede del griego (συνεργία synergía) y se traduce como “cooperación”.

     


    EXISTE UNA NOTABLE DEMANDA DE ESPACIOS HABITABLES INNOVADORES Y ASEQUIBLES, CUYO PRINCIPAL MERCADO SERÍAN PERSONAS DE ENTRE 30 Y 40 AÑOS


    Los grandes núcleos urbanos

    Según datos del Grupo Banco Mundial (WBG, abril, 2023), “En la actualidad, alrededor del 56% de la población mundial —4.400 millones de habitantes— vive en ciudades. Se espera que esta tendencia continúe, ya que la población urbana aumentará a más del doble para 2050, momento en que casi siete de cada diez personas vivirán en ciudades”. Esto tiene una lógica: más del 80% del PIB mundial se genera en las ciudades, dice también el WBG. Pero, claro, en el momento en que se desequilibra la oferta y la demanda de la vivienda que necesitan esas personas para habitar en esas ciudades, se produce la crisis inmobiliaria, lo que se traduce en menos viviendas disponibles y más caras. Y sí: es un problema mundial.

    Solo por dar una idea, que este asunto es absolutamente poliédrico, podemos citar un informe del Instituto de Estudios Financieros (noviembre de 2023) en el que se utilizan datos de distintas fuentes para afirmar que, en el panorama internacional, “los precios de la vivienda han crecido 0,45 puntos porcentuales anualmente (periodo 1975-2023) por encima de la renta disponible, lo que, visto de otra forma, implica una reducción en la accesibilidad de la vivienda”. Esto no es uniforme en todo el mundo, obviamente. Añade este informe, por ejemplo, que “Los países cuyo precio de la vivienda ha aumentado más del doble de la renta disponible han sido Australia, Luxemburgo y los Países Bajos, y aquellos en los que el precio de la vivienda no ha llegado a aumentar ni la mitad de la renta disponible han sido Japón, Corea del Sur y Colombia”.

    Vistazo al retrovisor.

    La historia más reciente, sin ir más atrás del siglo XX, nos va marcando diferentes hitos de colaboración residencial, como el colectivo de Fick (Copenhague, 1903) y sus cocinas centrales, de manera que cada familia tuviera su casa, pero sin cocina; como las casas de huéspedes tan populares en los EE. UU. a mediados de siglo, cuando se impuso la tendencia de que los adolescentes se emanciparan a la primera de cambio; como las comunidades agrarias de Israel, los conocidos kibutz; como las mismísimas y peculiares colonias hippies de los 70; o, ya entrados en el siglo actual, como las “casas de hackers”, ingenieros informáticos que vivían y trabajaban juntos, que surgieron principalmente en San Francisco.

    El antecedente directo de las actuales tendencias habitacionales basadas en compartir y colaborar lo encontramos en Dinamarca, en los años 70, con grupos de familias que se organizaron en casas con espacios comunes (algo así como una urbanización, vaya). Según explica la plataforma “coliving.com”, “La diferencia entre este movimiento cohousing y las muchas iteraciones anteriores es que nació tanto de una necesidad como de un deseo. Los residentes querían interactuar entre sí a lo largo del día, tanto social como productivamente”.

     


    EL ANTECEDENTE DIRECTO DE LAS ACTUALES TENDENCIAS HABITACIONALES BASADAS EN COMPARTIR Y COLABORAR LO ENCONTRAMOS EN DINAMARCA, EN LOS AÑOS 70


    Actualidad y tendencia

    Con los mimbres económicos y sociales que hemos ido desgranando (no son todos, pero son los principales) la conclusión es que existe una notable demanda de espacios habitables innovadores y asequibles, cuyo principal mercado serían personas de entre 30 y 40 años. Incluso de más edad: pensemos en el crecimiento de la esperanza de vida. Una investigación, en este sentido, publicada por el estudio de arquitectura Studio Weave (2018) afirma que “el coliving debería ser una opción para personas de todas las edades a fin de abordar los problemas relacionados con la asequibilidad y la soledad”. Una opción, recordemos, a la que toca ser innovadora. Y no hay más que echar un vistazo, para constatarlo, al éxito de proyectos como Common coliving, que se fundó en Nueva York y cuenta ya con veinticinco propiedades en seis ciudades de Estados Unidos; Life X (Dinamarca), de exquisitos diseños; The Collective (Londres) y sus conocidas lavanderías discoteca; o Quarters y Vonder en Berlín, con cuidadísimos detalles de decoración, potente red wifi y suscripción incluida en el precio de alquiler a plataformas de películas (Netflix, HBO).

    En esa innovación juega un gran papel la tecnología móvil. El smartphone será (está siendo) la llave de casa, la aplicación para organizar pagos y gastos, para reservar espacios compartidos o para contactar con vecinos que quieran ser compañeros de actividades deportivas. Piénsese, en este punto, la importancia que tiene la atención a la tecnología para los “nómadas digitales”, habituales usuarios del coliving. También es un factor de interés para el mercado que los espacios residenciales destinados a este modo de vida sean verdes y sostenibles, cosa que importa a los jóvenes, pero también a las nuevas familias y a las personas mayores que están viendo con buenos ojos otra forma de vivir su jubilación.

    El modelo para los mayores

    De nuevo los países del norte y el centro de Europa supusieron la avanzadilla en lo que podemos llamar el cohousing senior, pero ya todos los países desarrollados van construyendo sus proyectos o viendo crecer organizaciones cuyo fin es que los mayores puedan ponerse de acuerdo para crear sus espacios habitacionales. En España, por ejemplo, existen organizaciones como Living Cohousing, dedicada a la difusión del concepto y a la gestión del proyecto que se les encomiende, o Hábitat Colaborativo, una cooperativa que ya ha hecho realidad hábitats como el Balneario de Frailes Senior Cohousing, en la Sierra Sur de Jaén.

    La idea que trasladan las citadas organizaciones, y que es común en las que se dedican a la vivienda colaborativa para mayores en todo el mundo, es que con este modelo se construye un ambiente amigable que ayuda a vencer los problemas derivados de la soledad (según las proyecciones de población del INE, un total de 6,5 millones de personas podrían vivir solas en España en 2037) y se reduce la carga financiera y de costes por los servicios comunes –que cada colectivo definirá a su criterio–, a la vez que los residentes mantienen su independencia y pueden participar en la toma de decisiones. ¿Alguien dijo “tribu”?

     


    LOS PAÍSES DEL NORTE Y EL CENTRO DE EUROPA SUPUSIERON LA AVANZADILLA EN LO QUE PODEMOS LLAMAR EL ‘COHOUSING SENIOR’


     

    Los modelos de vida comunitaria

    La revista Pixel-Bit, de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla, publicó en julio de 2024 un estudio en el que analiza las tendencias y variaciones en las discusiones relacionadas con cohousing y coliving en la red social X. “Temas clave como espacios de trabajo compartido, pisos en alquiler y planificación urbana -señala el estudio-destacan de manera prominente en las discusiones sobre la vivienda colaborativa, demostrando el impacto multifacético de los modelos de convivencia en diversas poblaciones”.

    En el trabajo Explorando tendencias sociales en las discusiones sobre cohousing y coliving en X (Twitter), los investigadores, que analizaron cerca de diez mil posts en inglés entre 2019 y 2022, explican que: “Nuestros hallazgos enfatizan la importancia de los modelos de vida comunitaria y los espacios compartidos, especialmente en la resolución de desafíos globales relacionados con la asequibilidad y la adaptación a nuevas necesidades como el envejecimiento o los nuevos modelos de relaciones laborales. Entre los usuarios, surge el interés y la discusión sobre Live Spaces, un término altamente asociado con la innovación y el diseño. Este grupo está más cercano al cohousing que al coliving debido al énfasis del primero en el carácter permanente de la residencia”.

    Interior del espacio residencial Balneario de Frailes Senior Cohousing, de Habitat Colaborativo.
    Lavandería-discoteca en uno de los espacios de The Collective en Londres.
    El perfil del coliver

    La empresa Urban Campus, en su informe Coliving impact report 2024, concluye que el perfil de los usuarios europeos de sus modelos residenciales (en España, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido) corresponde a un joven profesional de 35 años, mayoritariamente trabajador por cuenta ajena (71%) y algo más de la mitad (51%) son residentes nacionales de cada país. Un 11% de ellos son emprendedores. El 86% afirma que es más feliz viviendo en este modelo de vivienda y el 82%, que se siente menos solo.

    Para saber más

    OECD Affordable Housing Database.
    Organisation for Economic Co-operation and Development, 2023.

    Design study into co-living as typology of shared living.
    MVRDV, HUB y Bridges Fund Management, 2024.

    Explorando tendencias sociales en las discusiones sobre cohousing y coliving en X(Twitter) mediante el uso de técnicas de PNL y de análisis de texto.
    Rafael Sosa Ramírez, Esteban Vázquez Cano, Norberto Díaz-Díaz y Eloy López-Meneses.
    Pixel-Bit. Revista de Medios y Educación (Universidad de Sevilla), 2024.

    «Del piso compartido al coliving; de la corrala al cohusing», por José Luis Fernández Santillana

    ALDEA GLOBAL

    JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ SANTILLANA,

    presidente de CEOMA

    "¿Por qué no se ofertan opciones de cohousing en régimen de alquiler, especialmente dirigidas a personas mayores que conforman una pareja o a situaciones de vida unipersonales?"

    Del ‘piso compartido’ al ‘coliving’; de la corrala al ‘cohousing’

    La novedad de estas fórmulas de vivir o convivir radica más en las nuevas denominaciones que, una vez más, importamos del mundo anglosajón.

    Del piso compartido de estudiantes al coliving es una forma de vivir en un espacio en el que se reducen gastos, se crean espacios colaborativos a nivel laboral y se favorece un estilo de vida sostenible. Un rasgo importante del coliving es que favorece las alianzas profesionales (antes estudiantes) al mismo tiempo que se comparte residencia; es en la práctica una prolongación natural del coworking.

    Se pretende compartir un espacio donde trabajar y vivir, a partir del uso para todos de elementos comunes: zonas de trabajo, descanso, ocio, servicios de limpieza o comedor, etc. Donde cada participante tiene su espacio propio donde ¿vivir, desconectar del resto, o dormir?, pero todos bajo un mismo techo.

    Esta nueva modalidad de residir va más allá de lo que sería el tradicional piso compartido de estudiantes; el coliving necesita espacios más amplios, una mayor oferta de servicios. Si bien es una fórmula de disminuir gastos, está más pensada para jóvenes profesionales, donde en muchos casos prima la movilidad y por tanto no hay un sentido de propiedad o de pertenencia, algo propio de lo que hoy denominamos ¨nómadas digitales¨. Muchas de estas personas residen temporalmente en un espacio de coliving y viajan constantemente de uno a otro espacio sin ningún tipo de condicionamiento.

    El paradigma lo podemos encontrar en la oferta de cruceros para quienes hacen del teletrabajo un estilo de vida, un coliving temporal en alta mar. Un crucero para nómadas digitales.

    También a veces se plantea como una posibilidad de convivencia intergeneracional entre jóvenes y mayores. Creo que no es la fórmula más utilizada por estos últimos, que entre otras cuestiones buscan estabilidad y continuidad en sus relaciones.

    No siempre es fácil vivir y convivir bajo un mismo espacio, y ello dificulta la relación intergeneracional en estos espacios, y si bien, no es imprescindible, unos intereses o aficiones comunes ayudan.

    De la corrala al cohousing es otro fenómeno residencial que guarda alguna semejanza con el coliving, pero no son lo mismo. Pueden parecer conceptos residenciales semejantes, pero son dos planteamientos vitales diferentes.

    El cohousing es un modelo de vivienda colaborativa en el que los residentes disfrutan de espacios privados en los que viven y zonas compartidas, adaptándose a las necesidades y a los intereses de todo el grupo.

    De alguna manera, podríamos decir que los primeros cohousing en España habrían sido las corralas, pequeñas casas (apartamentos) con un gran patio común y con unos servicios compartidos muy esenciales: los baños y el lavadero, este en el patio común y junto a un pozo que, además de para sacar agua, servía para refrescar las frutas y bebidas. Unos espacios en los que primaba el juego de los más pequeños, la vecindad; no había anonimato, sino ayuda mutua.

    Un modelo este alejado de la tradicional residencia, que está haciendo que las generaciones que más tienden a acercarse a este modelo de convivencia sean las de las personas mayores o familias con miembros en esta situación.

    Los que optan por el cohousing buscan espacios compartidos que favorecen la convivencia y la interrelación personal. Es un modelo de convivencia pensado para una residencia permanente, mientras que el coliving se disfruta de un modo más ocasional o breve. En el cohousing los residentes comparten un proyecto de vida a largo plazo, y con frecuencia orientado a un mayor contacto entre ellos, conformando una comunidad de personas más diversa en las que abundan familias y mayores.

    Hay algunos aspectos de cohousing en los que podemos profundizar: es una alternativa a las tradicionales residencias; y posibilita la independencia que muchos reclaman garantizando la percepción de servicios de los que no tienes que preocuparte: comida, limpieza, etc.; tareas estas que a veces pueden resultar penosas para algunos mayores. También puedes realizar las comidas en una zona común o llevártela a ¨casa¨.

    ¿Cómo se conforma el cohousing? Tenemos diversas alternativas para ello: las promotoras de viviendas empiezan a ofertar esta modalidad: pisos y apartamentos con zonas de uso común. El ¨problema¨ es: ¿te arriesgas a compartir espacios con personas que no conoces o con intereses distintos?

    Una buena opción es la cooperativa: personas con un interés y proyecto común. Otra posibilidad es el acuerdo entre los futuros componentes para adquirir su vivienda en un mismo edificio o zona, y abordar entre todos la compra de las zonas comunes y su equipamiento. Aquí podría aparecer una nueva dificultad: uno puede desprenderse de su propiedad, pero, ¿qué pasa con la participación en la propiedad común? ¿Se puede vender sin más?

    Algunos de estos planteamientos se realizan sin necesidad de esperar a la jubilación, incluso con carácter preventivo a situaciones que se darán en un futuro próximo. Una familia puede entrar en el cohousing pensando en que en unos años uno o varios de sus miembros serán mayores y necesitarán de esos servicios comunes y de la relación con un entorno amigable y conocido.

    Una última cuestión es el papel que deben jugar las administraciones en ofertar este tipo de soluciones a los mayores, especialmente a aquellos que no tienen capacidad económica para constituir un cohousing. ¿Por qué no se ofertan opciones de cohousing en régimen de alquiler, especialmente dirigidas a personas mayores que conforman una pareja o a situaciones de vida unipersonales? Una propuesta: que en todas las promociones de vivienda pública se reservase una parcela a este fin.

    Entrevista a Antón Leis, director de la AECID

    ALDEA GLOBAL

    ANTÓN LEIS,

    DIRECTOR DE LA AECID

    Antón Leis García es director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) desde el 23 de agosto de 2021. Con anterioridad ocupó diversos cargos en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), trabajó como asesor senior en la Secretaría General de Asuntos Internacionales, Unión Europea, G20 y Seguridad Global del Gabinete del presidente del Gobierno español, y fue asesor de la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional. Cooperante de reconocida trayectoria habla, además del español, inglés, francés, portugués y gallego.
    CARLOS CAPA

    “Hay que modernizar y fortalecer el Estado de Derecho en el mundo para alcanzar la plena igualdad”

    Después de tres años al frente de la Agencia , ¿qué valoración hace de este periodo dirigiendo la AECID?

    Con mi pasado de cooperante, ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida profesional. La AECID cuenta con un equipo de profesionales altamente cualificados y comprometidos de los que he aprendido muchísimo y sigo haciéndolo cada día. Ese compromiso nos ha permitido llegar hasta aquí y superar etapas difíciles, de abandono político y presupuestario.

    Por un lado, ha sido un periodo difícil, marcado por las crisis superpuestas a las que hemos tenido que responder desde la agencia humanitaria y de cooperación de España canalizando la solidaridad de la ciudadanía española. Las crisis más inmediatas pueden visualizarse en tres momentos: la evacuación de Afganistán en verano de 2021 (que incluyó a muchos antiguos colaboradores de la AECID); la guerra de agresión de Rusia a Ucrania iniciada en febrero de 2022, y el conflicto en Oriente Medio y la grave situación humanitaria en Gaza desde octubre del año pasado. Podría citar más, como los terremotos de Turquía, Siria y Marruecos, pero esas tres grandes emergencias nos han puesto definitivamente a prueba.

    Tampoco podemos olvidar las crisis más estructurales, las de largo plazo. En este tiempo hemos estado trabajando por revertir las consecuencias de la triple crisis sanitaria, económica y social de la Covid-19 en todo el mundo, que ha revertido una dinámica de décadas de reducción de la pobreza en todo el mundo. Hemos trabajado para combatir la situación de inseguridad alimentaria generada en lugares como el Sahel y el Cuerno de África. Y estamos profundizando en el compromiso verde de nuestra cooperación, apoyando a nuestros países socios en sus esfuerzos de adaptación y mitigación en el marco de una transición ecológica justa.

     


    “LA AECID CUENTA CON UN EQUIPO DE PROFESIONALES ALTAMENTE CUALIFICADOS Y COMPROMETIDOS”


     

    ¿Cómo visualiza el futuro?

    Son años de cambio y de reforma para la agencia y para el conjunto de nuestro sistema de cooperación. Así, el presupuesto de la AECID experimentó el crecimiento más importante en cerca de una década, superando los 700 millones de euros tras un incremento de más de un 70% en la aportación del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.

    Quiero destacar la participación de la AECID en la redacción de la nueva Ley Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global que se aprobó en febrero de 2023.

    En las próximas semanas esperamos aprobar también el nuevo Estatuto de la AECID, que actualizará la estructura y recursos humanos de la agencia para que podamos ser capaces de gestionar el doble de presupuesto que ahora y retener y atraer el talento que necesitamos. Y en los siguientes meses, tendremos el nuevo Estatuto del Fondo Español para el Desarrollo Sostenible (FEDES), que impulsará nuestra cooperación financiera con nuevos instrumentos, más transparencia y flexibilidad para financiar el desarrollo sostenible; y otro más para facilitar la gestión de nuestras subvenciones.

    Quiero destacar la ampliación de nuestra actuación en ámbitos como el nuevo Programa Democracia para América Latina y Caribe en una apuesta por apoyar a nuestros países socios en la región.

    España ha estrenado recientemente un nuevo marco jurídico para la cooperación, la Ley 1/2023. ¿En qué se diferencia de regulaciones anteriores?

    Estamos hablando de una ley vanguardista que nos permitirá cooperar más (y ahí está el mandato legal del 0,7 y los incrementos presupuestarios que el gobierno ha venido impulsando en los últimos años) pero también mejor, con instrumentos más eficaces y un modelo basado más en la alianza y menos en la ayuda tradicional, cada vez más en entredicho en un mundo de mayor competencia geopolítica. Y no solo porque hemos multiplicado la cantidad de presupuesto que canalizados, sino también por haber sentado las bases de su reforma. De hecho, en 2022 nuestro consejo rector aprobó una hora de ruta con casi 150 acciones bajo el lema Cooperamos. Cambiamos, que ha puesto las bases hacia una agencia más estratégica, con mayores capacidades y con mayor impacto.

    La ley fortalece a la AECID como piedra angular del sistema de cooperación, mandatando aprobar un nuevo estatuto que reforzará sus capacidades de manera estructural: el desarrollo de los y las profesionales que forman parte y al talento que queremos atraer y en particular el fortalecimiento en relación con la generación de alianzas y la coordinación operativa de un sistema plural y diverso.

    Además, con el Estatuto de las Personas Cooperantes aseguramos la consolidación de una carrera profesional digna y atractiva que atraiga y retenga talento al sector, así como la capacitación, especialización y promoción de nuestros más de 2.700 cooperantes en todo el mundo y mejora la transparencia financiera y su eficacia además de reducir cargas burocráticas.

    El Consejo Superior de Cooperación para el Desarrollo Sostenible, la Solidaridad Global y la Conferencia Sectorial, permitirán articular mejor la cooperación descentralizada y la Comisión Interministerial permitirá la implicación de toda la estructura administrativa del Estado.

    España dedica un 0,3% a la Ayuda al Desarrollo, lejos del 0,5% de compromiso para la legislatura y del 0,7% que fija la Agenda 2030. ¿Cree posible un mayor esfuerzo presupuestario?

    No solo es posible: es un mandato legal aprobado por todos los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados excepto uno. El artículo 1 de la ley lo mandata. Y, por tanto, vamos a cumplirlo. Nuestras previsiones son alcanzar el 0,5% en 2027 y estar listos para un último esfuerzo y alcanzar dicho 0,7% en 2030. Y por lo tanto, va a ser difícil pero vamos a trabajar por cumplir los objetivos marcados.

     


    “QUEREMOS QUE LA IGUALDAD DE GÉNERO Y EL EMPODERAMIENTO DE MUJERES, NIÑAS Y ADOLESCENTES SEAN REALES ALLÁ DONDEI TRABAJAMOS”


     

    Quisiera recordar que la AOD española estaba en el 0,19% de la RNB en 2017 y en 2022, que son los últimos datos oficiales contabilizados alcanzaba el 0,30%. Hemos prácticamente doblado en dos años el presupuesto de la AECID hasta los 708 millones de euros en 2023, un nivel que no veíamos desde hace más de una década.

    ¿Cuál es el rol de las ONGD en la gestión de las ayudas al desarrollo? ¿Deben profundizar en su profesionalización?

    Las ONGD son contrapartes clave para la AECID, como socios y colaboradores necesarios para trabajar con nuestros países socios. Además, son portavoces de la sociedad civil, no solo de la española, sino también de las sociedades en las que trabajamos.

    Partiendo del reconocimiento del alto nivel de profesionalidad con el que cuentan, humildemente creo que deberían seguir diversificando sus fuentes de financiación, para no depender exclusivamente de subvenciones públicas y aumentar así su campo de acción. Creo que deben ampliar su cooperación financiera y profundizar alianzas tanto entre ellas como con otro tipo de actores de la cooperación.

    También animaría a seguir en su diálogo con la sociedad civil de nuestros países socios para ampliar el espacio de la participación social, la democracia y los derechos humanos.

    ¿Qué región es prioritaria para España en la cooperación?

    La ley prioriza el trabajo con los países socios del norte de África, Oriente Próximo y África subsahariana (en particular a los países de África Occidental y el Sahel y los países de habla española y portuguesa), así como con los países de América Latina y el Caribe, incluido en el marco iberoamericano.

    España es el primer donante del CAD de la OCDE en hacer cooperación para el desarrollo sostenible con países “graduados” en línea con un enfoque más basado en la alianza que en la “ayuda”.

    La acción humanitaria española tiene el mandato de seguir dando apoyo a las crisis crónicas en América Latina y el Caribe, el Sahel, los campamentos de población refugiada saharaui, la crisis regional siria y Palestina, Ucrania y Afganistán, atendiendo al mismo tiempo aquellas emergencias que surjan en atención a los llamamientos humanitarios que se produzcan, por ejemplo, en respuesta a desastres naturales, priorizando los países y contextos donde podamos aportar mayor valor añadido, además de atender a emergencias puntuales haya dónde se produzcan.

    Usted define a la Cooperación Española como “feminista”. ¿Podría desarrollar este concepto?

    Esto significa, ni más ni menos, que queremos que la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres, niñas y adolescentes sean reales allá donde trabajamos. El firme compromiso feminista de nuestra cooperación se traduce en un incremento constante de nuestros proyectos en materia del ODS5: un 173% desde 2018. El año pasado, el 55% del presupuesto de la agencia se relacionaba con programas marcados como “de género”. Es decir, además de identificar la igualdad de género como sector prioritario, también se establece como transversal el enfoque feminista y de género en el resto de las acciones que realizamos, desde proyectos de agua, salud o culturales hasta nuestra acción humanitaria.

    Finalmente, me gustaría destacar uno de nuestros compromisos más sólidos: el que tenemos para prevenir, detectar, tratar e, incluso, erradicar el cáncer cervicouterino, al que dedicamos importantes recursos.

     


    “EL PAPEL DEL NOTARIADO ES IMPORTANTE EN EL OBJETIVO DE PROMOVER EL ESTADO DE DERECHO Y GARANTIZAR EL ACCESO A LA JUSTICIA”


     

    ¿Cómo cree que debiera ser la participación de las empresas y el capital privado español en la cooperación?

    Nuestra nueva ley ya prevé el mayor papel de las empresas y el capital privado en la cooperación. De hecho, su artículo 39 nos mandata fomentar los partenariados y las alianzas público-privadas entre los órganos ejecutores de la cooperación española y el sector privado empresarial, para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible en los países socios de la cooperación y la difusión de buenas prácticas españolas en materia de sostenibilidad.

    En el marco de la reforma en la que estamos inmersos, reforzar las alianzas de la AECID va a ser fundamental para avanzar en el cumplimiento de nuestros objetivos, y el sector privado va a ser clave en ello.

     


    “HEMOS ESTADO TRABAJANDO POR REVERTIR LAS CONSECUENCIAS DE LA TRIPLE CRISIS SANITARIA, ECONÓMICA Y SOCIAL DE LA COVID-19 EN TODO EL MUNDO”


     

    Los notarios prestan seguridad jurídica preventiva a ciudadanos y empresas en más de 90 países del mundo. ¿Qué pueden aportar a las políticas de cooperación sobre el terreno?

    Sin duda ninguna, el Notariado puede ser un actor fundamental en contribuir al cumplimiento del ODS 16 “paz, justicia e instituciones sólidas”, tanto con capacitación técnica como con innovación.

    Y en ese sentido, su papel es importante en la meta 16.3. de promover el Estado de Derecho y garantizar el acceso a la justicia, especialmente en trabajar para garantizar que los ciudadanos conozcan sus derechos legales y cómo ejercerlos, así como fortalecer los sistemas de gestión del sector público y apoyar a las instituciones en la lucha contra la corrupción.

    De hecho, la AECID colabora con el Consejo General del Notariado y la Fundación Aequitas en varios proyectos. ¿Con qué fines?

    Nuestra colaboración recoge ocho actividades encaminadas hacia la potenciación de la gestión de los empleados públicos a través de su formación en las materias respectivas, la puesta en común de las novedades más relevantes y la implementación de las competencias digitales.

    Otro de nuestros fines es fortalecer las capacidades de los servicios notariales de los países iberoamericanos en su vinculación con los sistemas de gestión del sector público y el desarrollo de competencias digitales. Resulta patente la necesidad de modernización y fortalecimiento del Estado de Derecho y las instituciones, encaminadas al logro de la plena igualdad, reforzando la protección de las personas en situación de especial vulnerabilidad, al tiempo que se contribuye al diseño de asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

    Es precisa la formación de los empleados públicos y en especial de aquellos a cargo de la seguridad jurídica preventiva que juegan, precisamente por su papel preventivo, un rol esencial en tal tarea y ello estamos trabajando en colaboración.

    Huella digital

    Antón Leis mantiene abiertos varios perfiles en las redes sociales más habituales como LinkedIn  o X ( antigua Twitter) @anton_leis

    La AECID tiene una página web con una completa información de sus, proyectos, regulaciones, actividades y las de su director