CON SELLO PERSONAL

T E N E R I F E 2 0 2 4

JOSÉ ÁNGEL MARTÍNEZ SANCHIZ,

PRESIDENTE DEL CONSEJO GENERAL DEL NOTARIADO (2017-2024)

“El protocolo notarial electrónico es un bien de incalculable valor para la seguridad jurídica”

ANA TOGORES GUISASOLA
El Notariado es para José Ángel Martínez Sanchiz más que una profesión. A caballo entre la vocación y el servicio a la sociedad, ejerce con igual entrega como notario de a pie que como presidente de su Consejo General. Reconocido y querido por sus compañeros, es capaz de pasar de la doctrina a la práctica con suma rapidez, contribuyendo al desarrollo de leyes y servicios que prestan especial atención a los más vulnerables.

-A mediados del pasado mes de septiembre se celebró en Tenerife un importante encuentro de la Justicia Iberoamericana y de habla portuguesa. ¿Qué papel tuvo el Notariado español en él?

-Muy importante. Ya organizamos hace unos años el primer encuentro de Ministros de Justicia de Iberoamérica y de países de lengua portuguesa, con la asistencia de S.M. el Rey. Este era el segundo foro que propiciamos como consecuencia también de haber desarrollado, a raíz del primero, la plataforma Iber@ para la circulación de documentos de las autoridades judiciales, fiscales y policiales. Al mismo tiempo, era también la ocasión para presentar la plataforma Iberfides, que actualmente conecta a los notariados español y boliviano, y que el día de mañana permitirá la circulación segura de documentos entre todos los países con sistemas notariales que quieran unirse. Estas plataformas han sido desarrolladas por el Centro Tecnológico del Notariado, que también las administra y que creará una pasarela de comunicación entre ambas. De esta manera se producirá por vía electrónica un diálogo entre quienes contribuimos a la realización de la Justicia. El encuentro de Tenerife ha sido en realidad una cumbre de la Justicia.

-En Tenerife destacó la labor del Centro Tecnológico del Notariado. ¿Cómo valora el actual grado de desarrollo de los notarios españoles?

-Los notarios españoles estamos a la cabeza en ese ámbito. Y se debe a la buena idea y al buen hacer de mis predecesores, porque nuestro Centro Tecnológico se creó hace ya más de 20 años, cuando se apostó decididamente por la aplicación de las nuevas tecnologías al ejercicio de la función notarial, que no la suplanta, sino que la refuerza.

 


“EL ENCUENTRO DE TENERIFE HA SIDO EN REALIDAD UNA CUMBRE DE LA JUSTICIA”


 

-En ese foro internacional también dijo: “todo pacto que autorizamos los notarios en escritura pública supone un reconocimiento a la dignidad del otro”. Ello me lleva a pensar en la Fundación Aequitas, que está celebrando su 25 aniversario.

-La Fundación Aequitas ha permitido canalizar, y de alguna manera institucionalizar, el quehacer cotidiano de todos y cada uno de los notarios, de manera que podemos lograr un mayor eco y también una mayor eficacia. Al mismo tiempo, la Fundación ha luchado por la aplicación del artículo 12 de la Convención de Nueva York y esto ha cristalizado en la Ley 8/2021, que ha puesto de manifiesto la importancia del Notariado como apoyo institucional de las personas con discapacidad. A raíz de este esfuerzo y trabajo se ha conseguido una alianza fundamental con las entidades sociales que operan en el ámbito de la discapacidad, porque perseguimos un mismo objetivo: la dignidad de las personas.

 


“LOS NOTARIOS ATENDEMOS LAS PREOCUPACIONES, INQUIETUDES Y NECESIDADES DE NUESTROS CONCIUDADANOS”


 

-Otro hito de sus años como presidente del Consejo General del Notariado fue la aprobación de la Ley 11/2023 que dio un fuerte impulso a la digitalización de los notarios. ¿Qué ha supuesto y qué resultados están obteniendo?

-Es una ley muy necesaria porque con ella ha nacido el protocolo notarial electrónico, manteniéndose también el protocolo en papel. Se ha seguido una línea prudente para tener, por una parte, un protocolo, “en tierra” y otro para navegar electrónicamente. El protocolo electrónico está llamado a posibilitar, como ya está haciendo al momento presente, la expedición de copias electrónicas de las escrituras públicas para los particulares. Tiene un Código Seguro de Verificación que permite en todo momento tener actualizada esa copia, sabiendo si se ha producido una modificación o una revocación o cualquier otra contingencia. Esto es un bien de incalculable valor para la seguridad jurídica y un avance extraordinario.

-Esta ley, sin embargo, no ha solucionado un grave problema que lleva denunciando desde el primer día de su mandato y que ahora se ha hecho, si cabe, más grave. “Tenemos, -dijo públicamente el pasado mes de julio-, un problema en España en lo que atañe a la coordinación entre el Catastro y el Registro de la Propiedad. Y, digámoslo claro, la culpa no es del Catastro”. ¿Qué está ocurriendo, presidente?

-Desde 1906 se busca la coordinación entre el Catastro y el Registro de la Propiedad. El Catastro ha avanzado espectacularmente; facilita el acceso al mismo a los notarios y también a los particulares, con una rapidez y con una fidelidad extraordinaria y de forma gratuita. Por el contrario, el Registro de la Propiedad solo ha conseguido que se coordinen un número muy pequeño de fincas en relación con las que existen. Y no parece que haya un verdadero interés en conseguir esa coordinación. Es imprescindible, como ocurre en otros países y tuvimos ocasión de poner de manifiesto en las jornadas que celebramos bajo el auspicio de la Fundación Notariado con la Universidad del País Vasco en San Sebastián, que se establezca un procedimiento que permita que la base gráfica sobre la que operan los asientos registrales sea siempre el Catastro. Esto ocurre en Italia, en Alemania, en Francia, en Costa Rica… En España tenemos un problema muy serio para la seguridad jurídica que no se ha resuelto por intereses registrales estrictamente corporativos.

 


“ME VOY SATISFECHO DE LO LOGRADO EN BENEFICIO DE LA SOCIEDAD Y CONSCIENTE DE LAS TAREAS PENDIENTES QUE TENDRÁN QUE ACOMETERSE PARA QUE LOS NOTARIOS SIGAMOS SIENDO ÚTILES”


 

-¿Por qué está siendo un fracaso el registro electrónico?

-El registro electrónico es una aspiración lógica si se aplican las nuevas tecnologías a la función registral. Los notarios hace 20 años apostamos seriamente por ello y cumplimos en todo momento con las exigencias que nos impusieron las leyes 24/2001 y 24/2005. Implicaron un enorme trabajo en las notarías del que se derivaron grandes utilidades, fundamentalmente para los ciudadanos. En cambio, los registradores, a pesar de que tenían el mandato legal de informatizar los registros de la propiedad y mercantiles, no lo llevaron a cabo; no quisieron ejecutar lo que dispone la ley. También siguen sin permitir el acceso directo de los notarios a los libros de los registros, lo que redundaría en beneficio de la seguridad jurídica. ¿Qué es lo que han hecho para evitar este acceso directo? Centralizar la información de cada registro de la propiedad en el Colegio de Registradores, sustituyendo la mediación del registrador por la del Colegio de manera ilegal.

-¿Esto crea inseguridad jurídica?

-Desde luego. Las notas informativas que facilita el Colegio de Registradores a los notarios se extraen de un repositorio que no está permanentemente actualizado. Además, son nulas, puesto que no las emiten directamente los registradores responsables de cada registro de la propiedad sino el Colegio, lo que no está permitido por Ley. Esas notas no cumplen con las exigencias del Reglamento Hipotecario que en su artículo 354 exige que sigan un procedimiento específico que garantice su fidelidad a quienes vayan a otorgar una escritura pública. Tienen un valor puramente informativo; alguna sentencia considera que carecen incluso de valor probatorio. La inseguridad solo se está evitando gracias al esfuerzo de los notarios.

-Otras preocupaciones y ocupaciones de su mandato han sido la protección jurídica de los menores, el problema de acceso a la vivienda, el envejecimiento de la sociedad, la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, la ciberseguridad, la colaboración con los notarios del mundo para garantizar seguridad jurídica preventiva a millones de ciudadanos… ¿Cómo es posible que los notarios estén en tantos asuntos vitales para la economía y el desarrollo social?

-Es posible porque nos encontramos dentro de la sociedad. Somos un órgano que fue creado por ella. Dependemos de la confianza que deposita en nosotros porque atendemos las preocupaciones, inquietudes y necesidades de nuestros conciudadanos. Cara a cara. Estamos en el centro de lo que constituye la justicia cotidiana, lo que en la jurisprudencia se llama cautelar, que trata de prevenir problemas y que desarrolla una función reparadora en el día a día a través del consejo, del asesoramiento y de la conciliación.

 


“EN ESPAÑA TENEMOS UN PROBLEMA MUY SERIO PARA LA SEGURIDAD JURÍDICA QUE NO SE HA RESUELTO POR INTERESES REGISTRALES ESTRICTAMENTE CORPORATIVOS”


 

-Hablando de leyes, eso me recuerda su contribución a la aprobación de la Ley 5/2019, reguladora de los contratos de crédito inmobiliario. Cinco años después, ¿cuál es su balance?

-La regulación de la Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario ha sido muy positiva para la sociedad. Ha permitido que estos contratos se firmen con pleno conocimiento de causa. El acta de información precontractual gratuita que redactamos y autorizamos los notarios fue una reforma de la que soy responsable en cierta medida porque se la propuse personalmente al entonces ministro de Economía, Luis de Guindos. También propuse en aquel entonces la introducción de disposiciones imperativas que evitaran el arbitrio judicial y que dieran una mayor certeza a los vencimientos anticipados, los intereses moratorios y la amortización anticipada. Esta ley supone un trabajo importante del notario, pero también ha permitido una mayor confianza en todos nosotros. Cuando nos reunimos a solas con las personas que van a contratar un préstamo hipotecario se van satisfechas porque el notario realiza una función de consejo y de asesoramiento imparcial. Este encuentro ofrece la exacta medida de lo que constituye la función notarial y el cumplimiento de nuestra función.

-A veces tienen que ayudar a las personas a tomar soluciones y enfrentar problemas, incluso tan duros como lo ocurrido en La Palma en 2021…

-Fue una actuación coordinada entre el Consejo y el Ministerio de Justicia. La clave de bóveda de esa coordinación correspondió a Alfonso Cavallé, decano del Colegio Notarial de las Islas Canarias, que fue quien propuso la solución de crear tres notarías provisionales que atendieran rápida y gratuitamente a todos los damnificados por el volcán. Estas notarías estuvieron abiertas casi dos años en los ayuntamientos de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte y fueron atendidas de forma altruista por medio centenar de notarios de toda España en colaboración con funcionarios de estos ayuntamientos, empleados de notarías y personal de nuestro centro tecnológico. Esta labor hizo posible que miles de palmeros pudieran disponer de los documentos notariales que les permitan demostrar la propiedad de las fincas y de los inmuebles arrasados por la lava y acceder a las ayudas oficiales. Lo allí vivido ha dejado una huella indeleble en todos nosotros que ya forma parte de la historia del Notariado.

-Cómo cerrar esta entrevista sin preguntarle por las consecuencias que tuvo para la profesión, sin entrar en la tragedia humana, la pandemia provocada por el coronavirus en 2019.

-La verdad es que nadie nos esperábamos pasar por semejante situación. En este sentido, nos retornó a épocas pretéritas cuando había pestes y pandemias. Los notarios seguimos al pie del cañón haciendo testamentos, levantando actas, y autorizando acuerdos y negocios inaplazables. El Gobierno nos declaró servicio esencial y todas las notarías permanecieron abiertas: con todo el miedo, porque íbamos sin mascarillas, sin guantes… Hoy, visto en retrospectiva, no hicimos más que cumplir con nuestra obligación. Como presidente del Consejo tengo que agradecer a todos mis compañeros que cumplieran con ese deber, a veces con serio riesgo o peligro para su salud.

-¿Me dejo algo en el tintero, presidente?

-Son ocho años de trabajo en los que tengo que agradecer, en primer lugar, el apoyo de los decanos y secretarios, que me han acompañado en esta singladura, así como del personal del Consejo General del Notariado, de nuestro Centro Tecnológico y de muchos compañeros. Hemos actuado de forma unitaria, contribuyendo a sacar adelante leyes tan necesarias como las comentadas anteriormente. En el plano internacional también se ha desarrollado una labor muy intensa, con una intervención muy directa del notariado español, por ejemplo, cuando se estaba gestando la directiva de herramientas digitales. La propia Comisión llegó a la conclusión de que los notarios no estábamos en contra, que no éramos parte del problema, sino parte de la solución. También ha sido muy importante la labor del Notariado en el ámbito iberoamericano y entre los países de lengua portuguesa liderada por Alfonso Cavallé. Me voy satisfecho de lo logrado en beneficio de la sociedad, a la que nos debemos y consciente de las tareas pendientes que tendrán que acometer los que vengan detrás de mí para que los notarios podamos seguir siendo útiles. Echo en falta, sin embargo, el inventario de mis fracasos, de los cuales me disculpo, así como de aquello que no me ha dado tiempo a hacer.