ESFERA CULTURAL

Una nueva era para los museos

El 1 de junio los museos españoles comenzaron su transición hacia esa normalidad distinta que nos guarda.

Como el resto de los espacios culturales dirigidos al gran público, las pinacotecas reabrieron con nuevos enfoques con los que combinar seguridad y atractivos.

 

JULIÁN DÍEZ

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EL 1 DE JUNIO los museos españoles comenzaron su transición hacia esa normalidad distinta que nos aguarda. La incertidumbre que aún domina el medio plazo no ha impedido que muchas salas hayan llenado la capacidad permitida en estas últimas semanas, siempre bajo cuidadosas medidas de seguridad, y que incluso se abra la puerta a la esperanza de nuevos proyectos.

Más espacios. Es el caso del Museo del Prado, que en su calidad de pinacoteca nacional es una entidad siempre de enorme simbolismo para la cultura española. El pasa-do día 17 de junio, pocos días después de su exitosa vuelta a la actividad, confirmaba la ampliación de su espacio expositivo con un proyecto pospuesto desde 2016, y que debería arrancar con los Presupuestos Nacionales del Estado del año próximo.

El Prado asumirá las antiguas instalaciones del Museo del Ejército, el conocido como Salón de Reinos, para albergar doscientas pinturas más que actualmente se encuentran archivadas. La rehabilitación cuenta con planos de Norman Foster y Carlos Rubio, que en los 5.700 metros cuadrados útiles previstos también albergarán un área con una exposición sobre la historia del Museo.


Los aforos se redujeron de entrada en torno a un tercio del habitual y se tomaron una serie de estrictas medidas de seguridad


En la presentación del proyecto, el presidente del Patronato del Museo del Prado, Javier Solana, insistió en la relevancia de afrontar justo ahora un reto de estas características, con un coste que se estima que estará en torno a los 40 millones de euros: “es importante reforzar nuestro principal referente cultural en el mundo en un momento de necesaria revitalización de la imagen de España”. Sin olvidar que es una apuesta que busca apoyar la candidatura del conjunto museístico del Paseo del Prado y aledaños como Patrimonio de la Humanidad ante la Unesco.

La reapertura del Prado en sí se produjo el 6 de junio con una atractiva exposición de los cuadros más valorados de la pinacoteca, bajo el título Reencuentro. En total son 249 obras maestras concentradas en una porción del edificio, con acceso numéricamente limitado: las entradas se agotaron rápidamente al reducirse el aforo a 2.000-3.000 personas en lugar de las 12.000-15.000 que acuden en un día de gran afluencia, con el consiguiente descenso de ingresos.

El atractivo adicional de esta cita, que permite limitar a un tercio el espacio expositivo hasta entrado septiembre, es poder ver juntas algunas pinturas que normal£mente se encuentran en distintos lugares del museo pero que mantienen una íntima relación, caso de Los Saturnos, de Rubens y Goya, o de Las Hilanderas y Las Meninas, de Velázquez.

Tras este accidentado final de su bicentenario, en el que por cierto El Prado también ha abierto su propia tienda en Amazon, se espera retomar el ritmo normal en octubre con una exposición, Invitadas, en la que reivindicará el papel de la mujer en el arte español de los últimos siglos, tanto en cuanto a tema como con la presencia de las más destacadas creadoras. La apertura de la muestra estaba prevista para el 31 de marzo, pero no peligra porque la mayor parte de lo que se expondrá corresponde a fondos del museo.

Además del Prado, otro destacado museo madrileño recibió en los últimos días del confinamiento noticias positivas sobre su futuro. El Museo Sorolla incorporará dos inmuebles cercanos para dotarse con todos los equipamientos que exige en la actualidad un recinto de su relevancia (cafetería, librería, tienda de regalos…). Además, el edificio principal, antiguo domicilio del maestro, abrirá su planta superior y zonas hasta ahora restringidas de los jardines, para permitir la exhibición de obras del valenciano que hasta ahora permanecían archivadas. Sin embargo, sus responsables insisten en que la inversión de 4,5 millones de euros no supondrá que el Sorolla pierda su encanto como “casa museo”, quizá la más destacada en el panorama español. 

Algunos recintos poco espaciosos obligan a seguir un recorrido determinado para no propiciar el contacto.

Más inmediata será la ampliación del Museo Nacional Reina Sofía, que ha seguido sus obras durante este periodo para sumar el curso que viene 21 salas. Acogerá obras de la colección permanente en un total de dos mil metros cuadrados adicionales para la exposición. Enmarcado igualmente en el objetivo de la candidatura ante la Unesco, este incremento en el espacio de la pinacoteca estará protagonizado por obras españolas y latinoamericanas de autores contemporáneos. Este museo, por cierto, es uno de los que han cuantificado las pérdidas en ingresos que supuso el periodo de confinamiento, en torno a medio millón de euros sólo en la venta de entradas, sin contar las derivadas de la reducción de afluencia a la cafetería, tiendas, etc.

El Thyssen madrileño ha sido especialmente visitado desde su reapertura. Ello se ha debido a los nuevos capítulos vividos en los pasados meses del culebrón para mantener la colección en España, que viene prolongándose desde hace veinte años. Carmen Cervera, viuda del barón Thyssen y propietaria de buena parte de los lienzos expuestos, retiró en junio para su venta el próximo otoño una de las principales obras del museo, Mata Mua, de Paul Gauguin. El Ministerio de Cultura ha accedido a la salida del cuadro debido a las especiales circunstancias en que se produjo la última prórroga del préstamo, pero ha aprovechado para señalar que los siete millones de euros anuales acordados como renta no se corresponden a la realidad económica que se prevé en la llamada “nueva normalidad”. La incertidumbre que siempre ha rodeado a esa pinacoteca se ha acentuado con esa muy cinematográfica salida de una obra maestra en un vehículo blindado, por lo que las visitas y el interés por una maravillosa colección de futuro incierto se ha redoblado.

A ello ha debido contribuir también sin duda la prórroga hasta el 30 de agosto de la exposición temporal Rembrandt y el retrato en Amsterdam, 1590-1670. Una extraordinaria muestra con una importante cantidad de obras prestadas por museos extranjeros que apenas pudo estar abierta tres semanas antes del estado de alar-ma. En cambio, ha quedado pospuesta de forma, por el momento, indefinida la exposición prevista del gran promotor del arte pop, Alex Katz, mientras se mantiene para octubre la anunciada del belga René Magritte. El Prado, por cierto, también ha prorrogado los préstamos más importantes que realizó poco antes del cierre de fronteras: los dos Rafael que prestó a la Scuderie del Quirinale romana para la magna muestra conmemorativa del quinto centenario del genio renacentista.

 


Los museos de Barcelona abrieron de forma coordinada el 10 de junio, con el fin de potenciar el uso de la entrada colectiva Articket BCN


 

Aperturas en toda España. Los museos de Barcelona abrieron de forma coordinada el 10 de junio, con el fin de potenciar el uso de la entrada colectiva Articket BCN que incluye los seis principales recintos de la ciudad. Además, hasta el 31 de julio era posible adquirir vía web dos de estos “pasa-portes artísticos” por el precio de uno. El Museu Picasso ha sido uno de los que ha sufrido de forma más directa los meses de cierre, ya que el 8 de mayo se conmemoraba el 50 aniversario de la donación de obras del pintor a la ciudad, que forma el núcleo del museo. La exposición conmemorativa, Picasso y las joyas del artista, en la que está previsto que recalen obras pintadas por el artista en su etapa barcelonesa pero repartidas por museos de todo el mundo, queda pospuesta al año próximo.

También se han coordinado los dos principales museos de Bilbao, el Guggenheim y el de Bellas Artes, para abrir de forma alterna desde el 1 de junio. No lejos de allí, en Santander, el Centro Botín fue el primer museo de gran nivel que reabrió sus puertas, el 12 de mayo, beneficiado por el reducido número de casos detectados en Cantabria.

En todos los casos, los aforos se redujeron de entrada en torno a un tercio del habitual y se tomaron una serie de estrictas medidas de seguridad: toma de temperatura, obligación de mascarillas, ascensores automatizados para no tener que pulsar botones, preferencia para las entradas electrónicas, retirada de folletos y audioguías, disponibilidad de productos desinfectantes para las manos, intensificación de las tareas de limpieza y vigilancia de las concentraciones de público. Algunos recintos poco espaciosos, caso del Museu Dalí de Figueras, obligan a seguir un recorrido determinado para no propiciar el contacto.

 


El Prado espera retomar el ritmo normal en octubre con una exposición, Invitadas, en la que reivindicará el papel de la mujer en el arte español


 

Tanto el Consejo Internacional de Museos como el Comité Internacional de Museos y Colecciones de Arte Moderno han hecho públicos amplios informes con procedimientos a tomar, basados en la experiencia de los grandes centros museísticos orientales que pasaron primero por la experiencia del Covid-19.

En el sector, de todas formas, campa la sensación de que, más allá de la superación del confinamiento en sí, el periodo que se abre es totalmente nuevo para los museos, y ha puesto punto y seguido (al menos por algún tiempo) a los modelos conocidos hasta ahora. Se anhela que terminen las limitaciones de aforo en un periodo razonable, pero es difícil pensar en un futuro inmediato en el que se repita la masificación de lugares como el Louvre o los Museos Vaticanos, y en general en un retorno de los viajes de placer con contenido turístico como algo que una parte sustancial de la población podía permitirse de manera regular.

Otras fuentes...

La turbulenta intrahistoria del Museo Thyssen está resumida a grandes rasgos en este reportaje de El País.

Un balance de la forma en que han afrontado los distintos museos españoles las pérdidas generadas por el confinamiento y el cierre durante casi tres meses.

Un balance de la forma en que han afrontado los distintos museos españoles las pérdidas generadas por el confinamiento y el cierre durante casi tres meses.

El impacto en los seguros

POCAS cosas más complejas que la organización de una gran exposición temporal. Es necesario coordinar fechas con otras entidades de todo el mundo, en algunos casos incluso apelando a influencias diplomáticas. Hay que trasladar bienes de valor incalculable en las máximas condiciones de seguridad concebibles. Y organizar espacios adecuados al contenido y las sensibilidades de los arrendadores. A todo eso se sumará ahora una dificultad adicional: si es frecuente que el mayor coste económico en cualquier iniciativa de este tipo sea asegurar las piezas, las previsiones es que se encarezca. Hasta el momento, los seguros incluían sobre todo coberturas de robo y daños, pero se sumará un nuevo factor: retraso en la devolución por causas justificadas. Todo ello hace sospechar que el ritmo de préstamos va a ralentizarse en los próximos años.

Nuevas experiencias audiovisuales

EN los últimos años, cines de toda España han acogido en pases limitados documentales en alta definición sobre la obra de grandes pintores mundiales, en los que es posible acercarse con una capacidad de detalle, inalcanzable en directo, a grandes obras de la historia del arte. En esa línea, el Museo Reina Sofía ha puesto en marcha una web, en la que es posible observar en altísima definición y acercarse a un nivel inédito hasta ahora, a algunas de las obras maestras de su colección permanente, caso del Guernica, de Picasso; La tertulia del café Pombo, de Gutiérrez Solana, o Un mundo, de Ángela Santos. Mientras, Pamplona acoge hasta septiembre otra iniciativa novedosa, Van Gogh Alive, en la que se reproducen sobre paredes, techos y suelo, a gran tamaño, hasta 3.000 imágenes del pintor holandés.

Audioguías en el móvil

DESDE MadPixel, una empresa española que es referente mundial en la digitalización de arte y la creacion de guías multimedia, son contundentes: “el coronavirus ha dado el empujón definitivo al uso de guías en el móvil para visitar un museo”. Los conocidos “zapatófonos” deberían ser desinfectados después de cada uso, y han sido desechados de entrada por la práctica totalidad de las pinacotecas españolas.

El proceso de implantación de las guías en cada móvil del usuario, más cómodas y con la posibilidad de soporte audiovisual, se ha acelerado para convertirse en el futuro estándar. Second Canvas, la app principal de MadPixel, está disponible ya para 70 museos de todo el mundo, mientras que la empresa ya ha digitalizado obras con la máxima resolución en un total de 400 entidades, que abrieron sus puertas fuera de horario para llevar a cabo un proceso de escaneo detallado.