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CLAVES DE LA OBRA

Autor: Caravaggio, Michelangelo Merisi
Fecha de creación: Hacia 1600
Técnica: Óleo sobre lienzo
Ubicación: sala 7
Tamaño: 110x 91 cm.

La restauración de 'David vencedor de Goliat', de Caravaggio
El motivo por el que se decidió restaurar esta obra fue el aspecto apagado y oscuro que presentaba y que hacía muy difícil la comprensión del lugar donde vemos a David junto al gigante Goliat, que yace a sus pies.
ALMUDENA SÁNCHEZ MARTÍN,
Área de Restauración

Esto era consecuencia de la oxidación de los barnices que cubrían la superficie, cuya tonalidad amarillenta transformaba el colorido original de Caravaggio. A su vez, la opacidad del viejo barniz anulaba el espacio y la profundidad de la composición al tiempo que impedía la percepción de los delicados matices y veladuras con los que el artista elabora las anatomías, los pliegues de las telas o con los que crea las transiciones de las luces a las sombras. Todo ello contribuyó a la alteración del claroscuro original de Caravaggio dejando la figura de David recortada sobre un fondo oscuro y la composición reducida a un solo plano.

Para devolverle a la obra su aspecto original era necesario eliminar de la superficie pictórica el barniz amarillo y opaco. Esta operación ha dejado al descubierto elementos de la composición que antes de la limpieza no podían adivinarse, pero que pudimos ver previamente en la reflectografía infrarroja, uno de los estudios técnicos que, junto con la radiografía, nos muestra el estado de conservación de la pintura y el proceso creativo del artista, así como la posible existencia de cambios de composición, como el que ha revelado la radiografía en el rostro de Goliat mostrándonos la primera idea de Caravaggio al realizarlo aún vivo en un terrorífico gesto de horror.

 


LA RESTAURACIÓN HA DEJADO AL DESCUBIERTO ELEMENTOS QUE ANTES NO PODÍAN ADIVINARSE


 

Un hito

Uno de los elementos más impactantes desvelados con la limpieza fue el cuerpo en escorzo de Goliat, una imagen que muestra el momento clave de la narración bíblica, al presentarnos el cuerpo derrotado del gigante tras ser alcanzado por la honda del joven pastor. Ahora en la pintura limpia podemos entender exactamente la compleja postura de David sobre el gigantesco cuerpo de su adversario, donde el artista juega con arriesgados escorzos que resuelve magistralmente, como podemos ver en la rodilla de David, el puño de Goliat o su propio rostro, colocados en un primerísimo plano y convirtiéndolos todos ellos en elementos tridimensionales que trascienden el plano de la pintura, aproximándose al espectador.

Al examinar la radiografía antes de la restauración pudimos percibir la existencia de dos daños muy concretos que debieron producirse de forma accidental. El de mayor importancia se encuentra en la manga de David y el otro en su rodilla continuando por el hombro de Goliat. Los dos estaban ocultos por repintes de óleo muy antiguos que invadían pintura original, la cual ha sido recuperada en la actual intervención con la retirada de los viejos repintes. Ambas pérdidas de pintura se han ajustado cromáticamente hasta integrarlas en el conjunto pictórico.

La excelente conservación de la pintura refleja el buen estado de las veladuras y medios tonos, capas sutiles y frágiles que encierran una gran información sobre el proceso creativo y la técnica del gran maestro.

La restauración ha devuelto a la obra los enormes valores artísticos y estéticos que permanecían ocultos y que ahora han salido a la luz aproximándonos a la imagen original de esta obra maestra, tal y como fue concebida por el gran genio del naturalismo.