CON SELLO PERSONAL

BEATRIZ DOMÍNGUEZ-GIL,

DIRECTORA GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN NACIONAL DE TRASPLANTES

«Multitud de países han emulado total o parcialmente nuestro modelo»

ALEJANDRO MOYA BLAY
España es líder mundial en donación y trasplante de órganos. Lo lleva siendo los últimos 32 años. Beatriz Domínguez-Gil es la directora general del organismo desde 2017, aunque forma parte de su plantilla desde hace casi 20 años; un equipo de menos de 50 personas que se encarga de coordinar y organizar la actividad de donación y trasplante de órganos, tejidos y células en nuestro país, además de la gestión de las listas de espera y otras muchas actividades para promover la donación.

Gallega, especializada en nefrología, dice sentirse frustrada por no tener tiempo para hacer más cosas, aunque no son pocas las funciones que desempeña, pues también preside el Comité de Trasplantes del Consejo de Europa y la Red Iberoamericana de Donación y Trasplante, espacios en los que España lidera el intercambio de conocimiento entre países.

¿Cómo valora estos siete años dirigiendo la ONT?

Han sido años duros, pero también fascinantes. Hemos puesto en marcha numerosos proyectos que nos han permitido seguir aumentando nuestra actividad y mejorar nuestra respuesta a las necesidades de los pacientes. También tuve que vivir al frente de la institución la pandemia de la Covid-19, con un impacto abrumador en el programa de donación y trasplante. No obstante, creo que dimos lo mejor de nosotros mismos y hemos sido capaces de recuperar la senda de crecimiento en un tiempo muy razonable.

 


ESPAÑA ES EL PAÍS DEL MUNDO QUE TIENE MAYOR TASA DE TRASPLANTE DE DONANTE EN ASISTOLIA, GRACIAS A LOS MÉTODOS DE PRESERVACIÓN QUE HEMOS DESARROLLADO


 

En 2023, nuestro país, de nuevo, a la cabeza del ranking mundial.

Es una situación de absoluto privilegio y que se debe básicamente a tres elementos: una población muy solidaria, nuestro Sistema Nacional de Salud de carácter público y universal y el modelo organizativo y de gestión, lo que se conoce internacionalmente como “el modelo español”, cuya base fundamental es el coordinador intrahospitalario de trasplantes. En los hospitales, que es donde surgen las oportunidades de donación, contamos con equipos de coordinación integrados por personal con la formación adecuada y casi siempre liderados por intensivistas.

Yo creo que el mérito de España es impresionante, no solamente porque mantengamos el liderazgo en donación de órganos, sino porque nos hemos sabido adaptar a un potencial donante que es complejo, pero que afortunadamente tenemos. En términos generales, nuestro donante es una persona mayor, de edad avanzada o muy avanzada, y que fallece por causas naturales.

La donación en asistolia sigue creciendo exponencialmente…

En el mundo, aproximadamente el 75 % son donantes en muerte cerebral. No obstante, la gran mayoría de las personas no fallece en estas condiciones, sino tras una parada cardiorrespiratoria. Hace algo más de una década se empezó a ver que se podían trasplantar también órganos procedentes de personas fallecidas en estas circunstancias. Actualmente ya son 23 los países que han desarrollado un programa de donación en asistolia y España es el país del mundo que tiene mayor tasa de trasplante de donante en asistolia, gracias a los métodos de preservación que hemos desarrollado. Ahora mismo el 45 % de los donantes fallecidos en nuestro país son donantes en asistolia. Hemos logrado trasplantar con éxito todo tipo de órganos: riñones, hígados, pulmones, páncreas, corazones e incluso intestinos, algo que nadie salvo España ha conseguido.

¿Es trasladable el modelo español a otros países?

Multitud de países han emulado total o parcialmente nuestro modelo y han mejorado extensiblemente su actividad de donación y trasplante. Croacia lo ha replicado exactamente y ha alcanzado tasas de donación similares a la española. También Portugal o la región toscana en Italia. Otros países como Reino Unido incorporaron la figura de los intensivistas y consiguieron mejoras significativas. Lo mismo han hecho en Canadá, Estados Unidos o Australia con resultados extraordinarios. En los países de América Latina, con los que llevamos desde el año 2005 replicando aspectos del modelo español, se han duplicado las cifras de donación de órganos.

 


EL COORDINADOR DE TRASPLANTES TIENE LA OBLIGACIÓN DE CONSULTAR EL REGISTRO DE VOLUNTADES ANTICIPADAS


 

Después de casi cinco décadas en vigor, ¿considera necesaria alguna reforma de la Ley sobre Extracción y Trasplante de Órganos?

Yo creo que es una ley ejemplar. Ha sobrevivido 45 años y hoy sigue siendo una ley moderna, objeto de escrutinio por parte de todos los países del mundo, que nos ha permitido con sus fundamentos y principios básicos irnos adaptando perfectamente a los avances científico-técnicos. La ley se ha desarrollado a través de tres reales decretos, estando ahora mismo en vigor el Real Decreto de 2012, del que probablemente iniciemos un proceso de revisión y actualización en los próximos meses.

Llevan tiempo trabajando para la tramitación de una ley que asegure la protección laboral y social de los donantes vivos de órganos.

Está gafada… (risas) Ha estado a punto de salir adelante en varias ocasiones, pero por cuestiones políticas se nos ha quedado en el tintero. Los donantes vivos y los donantes altruistas se someten voluntariamente a una intervención quirúrgica que puede tener ciertas complicaciones e incapacitarles para trabajar temporalmente, por lo que deben estar perfectamente protegidos también desde esta perspectiva. A ver si en esta legislatura…

En España todos somos considerados donantes si en vida no hemos expresado lo contrario; por ejemplo, realizando ante notario un documento de voluntades anticipadas.

El coordinador de trasplantes tiene la obligación de consultar el registro de voluntades anticipadas, así como cualquier otra documentación en la que haya podido expresarse el deseo de la persona. Además, siempre realizamos un acercamiento a la familia y pedimos su consentimiento. Yo creo que, en un país como el nuestro, en el que todos tenemos acceso al trasplante, que se considere que lo normal es ser donante envía un buen mensaje a la ciudadanía. Es una llamada a la corresponsabilidad.

 


EN TÉRMINOS GENERALES, NUESTRO DONANTE ES UNA PERSONA MAYOR, DE EDAD AVANZADA O MUY AVANZADA, Y QUE FALLECE POR CAUSAS NATURALES


 

¿Cuál es el tiempo promedio de espera para recibir un trasplante en nuestro país?

El tiempo de espera en España es extremadamente corto. En el caso del riñón, hablamos de un año o año y medio; y en el de los órganos vitales como corazón, pulmón o hígado, de menos de tres meses. Por ejemplo, en Alemania el tiempo que se puede esperar para un trasplante renal es de más de siete años.

Recientemente se ha aprobado el Reglamento Europeo sobre normas de calidad y seguridad de las Sustancias de Origen Humano…

Europa se ha dado cuenta que han empezado a surgir sustancias de origen humano que no estaban cubiertas por ninguna directiva. Estamos hablando de que millones de pacientes se benefician anualmente de estas sustancias: 200.000 niños nacen cada año en la UE con técnicas de reproducción humana asistida, más de 150.000 pacientes reciben el trasplante de un tejido y 30.000 un trasplante de médula ósea de donante no emparentado. Nuestro objetivo es que sean cada vez más y lo que pretende esta directiva es que los pacientes puedan tener un mejor acceso y con mayores garantías de calidad y seguridad a las terapias basadas en tejidos y células.

¿Cuál es su posición frente a la regulación de la compraventa de órganos que plantean algunos países?

Mi postura, la postura de España y de la mayoría de los países del mundo, es que la donación no sea remunerada, por respeto a la dignidad de la persona. Si generamos un sistema de compraventa de órganos llega un momento en que ese gesto de donación está condicionado por una necesidad. Por lo tanto, al final el sistema redunda en que sean los sectores más vulnerables de la población los que terminen transformándose en fuente de órganos para los que lo necesitan. Y tenemos ejemplos que así lo demuestran, como el sistema de compraventa de Irán o el caso de la donación remunerada de plasma en Estados Unidos.

Hablábamos al principio del modelo español y sus fantásticos resultados… ¿Qué posibilidades de mejora cree que tiene nuestro sistema?

Podemos mejorar consolidando las vías de innovación que hemos implementado en los últimos años y que nos han permitido seguir creciendo y avanzando en nuevas líneas de trabajo, como la incorporación de los centros de sanidad privada a la donación o el desarrollo de técnicas novedosas de preservación. Yo tengo mucha tendencia a ver lo que falta por hacer, pero es cierto que cuando echo la vista hacia atrás veo que ya hemos hecho muchas cosas. Estamos muy orgullosos de lo logrado, pero todavía tenemos mucho camino por delante.

Huella digital
  • Beatriz Domínguez-Gil cuenta con su propio perfil en X (Twitter).
  • También tiene sendos perfiles en redes sociales la Organización Nacional de Trasplantes.
  • Puede consultar todos los datos del Balance de Actividad 2023 de la ONT en su página web (www.ont.es).

«LA POSTURA DE ESPAÑA, Y DE LA MAYORÍA DE LOS PAÍSES DEL MUNDO, ES QUE LA DONACIÓN NO SEA REMUNERADA, POR RESPETO A LA DIGNIDAD DE LA PERSONA»