¿Es España un país urbanita?

EN PLENO DEBATE

¿Es España un país urbanita?

El 83,3% de los españoles vive en ciudades, principalmente en las grandes urbes, con Madrid y Barcelona a la cabeza. Solo el 13% reside en zonas rurales, lo que supone la mitad de la media europea, que alcanza el 26%. Sin embargo, cada vez existe un interesa mayor por vivir en los pueblos y teletrabajar desde allí.
MARTA RUIZ-CASTILLO
debate1
En España, según el INE, un total de 3.150.000 personas trabajan en su domicilio particular.

España es el tercer país de la Unión Europea (UE) con más densidad de población urbana, detrás de los Países Bajos y Malta, según Eurostat. Sin embargo, hay encuestas que muestran un creciente interés de los españoles por vivir en zonas rurales. Así se refleja, por ejemplo, en el Análisis sobre la España Vaciada realizado por el portal inmobiliario Fotocasa que indica que «el 61% de los ciudadanos mayores de 18 años demandantes de vivienda tiene planes reales o, al menos, interés por mudarse a una zona rural, aunque sólo uno de cada diez se trasladaría a un pueblo de menos de 100 habitantes».

 


SEGÚN DATOS DEL BANCO DE ESPAÑA, “EL 42% DE MUNICIPIOS ESPAÑOLES ESTÁ EN RIESGO DE DESPOBLACIÓN”


 

Por comunidades, los catalanes y madrileños son los que más aspiran a mudarse a un pueblo y los valencianos los que tienen más planes reales de hacerlo. Por edad, la población de entre 35 y 54 años es la más interesada en vivir en el entorno rural y la de entre 25 y 34 la menos dispuesta a este cambio.

Pros y contras. Dar este paso depende de muchos factores. Hay ventajas de las que disfrutan las personas que viven en zonas rurales, incluyendo más espacio, una mejor calidad de vida, menores costes y menos contaminación. Unas ventajas que suelen verse superadas por limitaciones como las menores oportunidades de empleo, las infraestructuras más débiles, y la mayor dificultad para acceder a servicios públicos y comerciales.

Cuando las limitaciones superan a los beneficios, muchas personas suelen optar por abandonar las regiones rurales en busca de mayores oportunidades. «Esto puede reducir la tasa de natalidad y la tasa de cambio de la población natural en algunas regiones predominantemente rurales, lo que resulta en un envejecimiento de la población y un menor número de personas en edad de trabajar», señala Eurostat.

El 42% de municipios españoles está en riesgo de despoblación, según datos del Banco de España. Una cifra que es considerablemente más alta que la del conjunto de la eurozona (con un 10%) y sólo es superada por Letonia (con un 50%), Finlandia (con un 56%) y Estonia (con un 58%).

 


EL PACTO RURAL ADOPTADO POR LA COMISIÓN EUROPEA BUSCA CONSEGUIR «ZONAS RURALES MÁS FUERTES, CONECTADAS Y PRÓSPERAS PARA 2040”


 

Revertir la tendencia. Ante la España vaciada hay un creciente interés por parte de las autoridades nacionales y comunitarias de adoptar medidas que eviten que ese éxodo provoque la desaparición de numerosos núcleos rurales. El Plan de Recuperación: 130 frente al Reto Demográfico, aprobado por el Gobierno en 2021, incluye diez ejes estratégicos con un presupuesto de 13.000 millones de euros para revitalizar las zonas rurales. Entre sus objetivos están el impulso a la transición ecológica y digital, al desarrollo e innovación en el territorio, o al fomento del emprendimiento, entre otros.

Por su parte, el Pacto Rural adoptado por la Comisión Europea (CE) es una política dirigida a conseguir unas «zonas rurales más fuertes, conectadas, resilientes y prósperas para 2040». Durante el período 2021-2027 se está centrando en cinco prioridades clave de inversión: una Europa más inteligente, mediante la innovación, la digitalización, la transformación económica y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas; más verde y libre de carbono; con mayor conectividad, con redes estratégicas de transporte y digitales; y más social. También una Europa más cercana a los ciudadanos, apoyando estrategias de desarrollo dirigidas a nivel local y un desarrollo urbano sostenible en toda la UE.

Teletrabajo. En España, según la Encuesta de Población Activa elaborada por el INE correspondiente al segundo trimestre de 2024, un total de 3.150.000 personas trabajan en su domicilio particular, casi un 15% de la población activa. Estas cifras están por debajo de 2020, coincidiendo con el periodo del confinamiento por la pandemia, cuando teletrabajaba el 16,2% de los ocupados.

Dentro de la UE, estamos lejos de otros países donde el teletrabajo está más generalizado. En Europa teletrabaja, de media, el 9% de los trabajadores, siendo los países donde más expandida está esta práctica Finlandia (alcanzando un 22%) e Irlanda (con un 21%) así como Suecia y Bélgica (con un 14%) y Países Bajos, Luxemburgo y Alemania (con 13%), según datos de Eurostat de 2023.

Según una encuesta realizada por el portal de empleo InfoJobs, para los usuarios, las ventajas del teletrabajo son principalmente el tiempo ahorrado en los desplazamientos, la comodidad y la mejora de la conciliación. Los encuestados también destacan la flexibilidad que permite el teletrabajo (en un 47%), el ahorro de dinero en desplazamientos (en un 44%) o la posibilidad de trabajar desde otros lugares (con un 37%).

Reto demográfico. Mientras el campo siga siendo una opción más que una realidad, la densidad de población en las grandes ciudades y sus alrededores sigue aumentando. Se estima que el número de habitantes en la UE alcanzará su punto máximo en 2026 y que después disminuirá cada año hasta 2050. Esta proporción aumentará en las regiones predominantemente urbanas, con un porcentaje cada vez mayor de la población concentrada en estas regiones. La densidad de población en regiones urbanas aumentará en 16 de los 24 Estados miembros. Sólo en Suecia, Dinamarca, Bélgica e Irlanda se prevé que aumente la densidad de población en las regiones rurales.

OTROS ENFOQUES, MISMO TEMA

The Conversation. Analiza el proceso de despoblación en España y la importancia de la conectividad física y digital.

Ethic. Radiografía de la evolución del teletrabajo en España y comparativa con los países de la Unión Europea.

El Orden Mundial. A partir de informes de la Comisión Europea, el reportaje aborda los cambios de población en las ciudades de la Unión Europea.

«¿Humo o escarcha?», por Casimiro García-Abadillo

EN PLENO DEBATE

CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO,

director de El Independiente

“El teletrabajo es, sin duda, una herramienta para redistribuir a la población”

¿Humo o escarcha?

La densidad de población y la renta van de la mano. Si se comparan los datos entre comunidades autónomas, la fotografía muestra con crudeza ese paralelismo. La densidad de población de Extremadura (con datos de 2023) es de 25,3 habitantes por kilómetro cuadrado; su renta -PIB por habitante- es la más baja de España, con 21.343 euros. Le siguen Castilla-La Mancha, Castilla y León y Aragón. Estas cinco autonomías, que están entre las de menor renta, suponen más de la mitad del territorio.

La comunidad más poblada es Madrid, con 856 habitantes por kilómetro cuadrado, y su renta per cápita (38.435 euros) casi duplica a la de Extremadura.

La población se concentra en las ciudades y sólo un 13% vive en zonas rurales. Ese dato es coherente con los de población y renta. Esa es la realidad y tiene toda la lógica. La gente quiere vivir mejor y tener un futuro para sus hijos, lo cual significa buena calidad de la enseñanza, servicios públicos y oportunidades para lograr un empleo.

Luego está la ensoñación. Las ciudades implican tensión, angustia, contaminación, aglomeraciones, etc. Entre un atasco en una de las entradas a Madrid, Barcelona o Valencia a las ocho de la mañana, y la imagen idílica de un huerto y el trino de los pajarillos en los Montes de Toledo, la elección está clara. Pero, ¿quién está dispuesto a dejar su empleo para vivir del campo?

La visión naif de las zonas rurales es propia de urbanitas que creen que ir al campo consiste en pasar un fin de semana en una casa rural y admirar un rebaño de ovejas a la caída del sol.

La vida en el campo es muy dura. No sólo por el trabajo físico que conlleva, sino porque la rentabilidad de las explotaciones agrarias está siempre al albur de imponderables como la climatología, las plagas o vaivenes de precios en los que los pequeños agricultores no tienen ni arte ni parte. Por no hablar de las campañas que a menudo les demonizan. Como, por ejemplo, la que estuvo a punto de arruinar a los ganaderos cuando desde el Gobierno se patrocinó una ofensiva mediática contra la sana costumbre de comer carne de vez en cuando.

Por mucho que se empeñen algunos, será difícil que un número significativo de personas se vayan a vivir a las estepas de Teruel, zonas en las que incluso a veces no hay cobertura para el móvil, ni internet para poder trabajar. Los turolenses, como los extremeños o castellano leoneses, tienen todo el derecho del mundo a exigir escuelas, sanidad y oportunidades como los que viven en Madrid o en Barcelona, pero esa aspiración es una quimera, o lo que es peor, una reivindicación demagógica con fines espurios. Porque, nos guste o no, los servicios están en función de la población. Una gran empresa siempre preferirá instalarse en un gran núcleo urbano, bien comunicado por aeropuerto, puerto o carretera, con universidades de prestigio cercanas en las que nutrirse de profesionales, que apostar por una zona despoblada y carente de atractivo.

El teletrabajo es, sin duda, una herramienta para redistribuir a la población, pero lo que nos ha demostrado este fenómeno extendido tras el Covid es que los profesionales que pueden teletrabajar (que son una minoría) prefieren irse a la costa e instalarse en ciudades de tamaño medio bien comunicadas, con buen clima y vistas al mar.

 


LA POBLACIÓN SE CONCENTRA EN LAS CIUDADES Y SÓLO UN 13% VIVE EN ZONAS RURALES


 

De todas formas, la diferencia en la calidad de vida entre la ciudad y las zonas rurales se ha reducido mucho en los últimos años. España es una potencia en productos agrícolas y la ganadería ha ganado en productividad y en calidad. Castilla-La Mancha, por ejemplo, no es sólo la principal zona vinícola de Europa, sino que sus vinos se sitúan entre los mejores y más reconocidos a nivel internacional, compitiendo con denominaciones de origen tan afamadas como Rioja o Ribera. La industria alimentaria es el motor de la economía en Castilla y León. Extremadura ha hecho del turismo una recurrente fuente de ingresos, aprovechando sus parajes naturales únicos y la belleza de sus pueblos y ciudades.

Vivir en una de las regiones menos pobladas y con menor renta no es un drama. Pero, para seguir acortando distancias con las zonas de mayor densidad, hay que explotar los propios recursos utilizando tecnología punta. Es decir, generando riqueza.

Hay poblaciones de tamaño medio, como Talavera de la Reina, que han aumentado significativamente su población y su renta en los últimos cuarenta años. Es un modelo a seguir. Lo que no tiene sentido es reivindicar los núcleos pequeños y aislados.

En fin, todo tiene pros y contras. Nadie nos obliga a vivir en Madrid o en Barcelona. Desde luego, los precios de la vivienda son mucho más baratos en Huesca o en Albacete. Pero tenemos que elegir. Humo o escarcha. Esa es la cuestión.

La necesidad de impulsar la industria española

EN PLENO DEBATE

La necesidad de impulsar la industria española

La producción industrial se contrajo un 0,8% en 2023, según la Contabilidad Nacional del INE, que destaca cómo la industria sigue perdiendo empleo. Desde la crisis de 2008, la industria ha perdido 345.359 puestos de trabajo mientras el empleo crece en otros sectores como la hostelería. Organizaciones empresariales y Gobierno coinciden en buscar soluciones para recuperar un sector que es clave para el crecimiento económico del país.
MARTA RUIZ-CASTILLO
debate2
Los expertos advierten de una amenaza de “desaceleración intensa” en la eurozona.

La industria española representa el 16,7% del Producto Interior Bruto (PIB) y emplea al 12,9% de la población en edad de trabajar. En el conjunto del año 2023, la producción industrial bajó un 0,8%, según datos de la Contabilidad Nacional publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Por sectores, Energía (1,9%) presentó la mayor tasa anual. Por el contrario, Bienes de consumo duradero (-6,0%) registró la tasa más baja. Esta tendencia rompe el ciclo de crecimiento de los últimos años, a excepción de 2020, año de la pandemia. En el primer trimestre de 2024, la industria española se recuperó algo hasta situarse en un 0,6% en marzo.

En la zona euro, la producción industrial registró en enero de 2024 un descenso del -3,2% y del -2,1% en la UE frente al mes anterior, lo que supone un -6,7% y -5,7%, respectivamente, en comparación con el mismo periodo de 2023. Las variaciones de España, Alemania y Francia fueron del +0,9% (0,0% frente a 2023), +0,6% (-5,4%) y -1,0% (+1,0%) respectivamente, de acuerdo con los datos de Eurostat publicados en marzo de 2024.


LA INDUSTRIA ESPAÑOLA REPRESENTA EL 16,7%
DEL PRODUCTO INTERIOR BRUTO (PIB) Y EMPLEA AL 12,9% DE LA POBLACIÓN EN EDAD DE TRABAJAR


Situación actual

La demanda en la industria española se debilita y los expertos advierten de una amenaza de “desaceleración intensa” en la eurozona, ya que la industria ha sufrido la mayor contracción en los tres últimos años. La mayoría de los profesionales del sector (74%) considera que «estamos ante una situación estructural -España es, cada vez más, una economía de servicios, con baja productividad, con la competencia de países extracomunitarios, el elevado endeudamiento público, desempleo, inflación, etc.-«, frente al 26% que opina que es coyuntural por la incertidumbre provocada por la formación de Gobierno, la desaceleración de la demanda externa u otros factores externos que generan inestabilidad. Esta es una de las principales conclusiones del VII Barómetro Industrial correspondiente a 2023 publicado por el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI) y el Colegio de Economistas de España en febrero de este año.

De acuerdo con el barómetro, el 53% de los profesionales considera que «la pérdida de competitividad de la industria española es el principal motivo de la merma De su peso en el PIB español», mientras que un 30% cree que se debe a la falta de inversión en el sector industrial en I+D+i. El 81,57% cree que se debería generar un tejido industrial manufacturero en torno al sector energético.

En el informe Una perspectiva económica de la situación de la industria en España: actualización 2023 que se incluye en el Barómetro, donde se analiza la situación de la industria española desde el punto de vista económico, se constata que la recuperación del sector ha sido más débil de lo que se podría esperar. En cuanto al peso del empleo en la industria sobre el total nacional, muestra una preocupante desaceleración durante el segundo trimestre de 2023, donde pasó del 13,6% del empleo total en el primer trimestre al 12,9%.

En la comparativa europea, España ocupa el sexto lugar en el número de empresas (7,85% del total) y el cuarto lugar en el volumen de cifra de negocios (6,46% del total). En cuanto al número de trabajadores del sector industrial de cada país, en relación con el total de la UE, España ocupa el quinto lugar con el 6,80% de los trabajadores del total de la Unión.

El Gobierno, a través del Componente 12 del Plan de Recuperación, propone medidas concretas para hacer frente a los principales retos de la política industrial, con una inversión estimada de 8.356,5 millones de euros de los cuales 6.031,5 millones proceden del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.


ASOCIACIONES DEL SECTOR Y GOBIERNO CENTRAL ESTÁN DE ACUERDO EN LA NECESIDAD DE APROBAR UNA LEY DE INDUSTRIA Y AUTONOMÍA ESTRATÉGICA


Nueva Ley de Industria

Asociaciones del sector y Gobierno central están de acuerdo en la necesidad de aprobar una Ley de Industria y Autonomía Estratégica que incorpore las nuevas realidades y la transformación de la economía española hacia un modelo más verde y sostenible de acuerdo con el Plan Industrial del Pacto Verde aprobado por la Comisión Europea, cuyo objetivo es mejorar la competitividad de la industria europea con cero emisiones netas e impulsar una rápida transición hacia la neutralidad climática.

Esta reforma legal proporcionará nuevos instrumentos de política industrial como los denominados Proyectos de Interés Estratégico Estatal, la ventanilla única digital, un Consejo Estatal de Política Industrial, un nuevo mecanismo para la gestión de procesos de reindustrialización, y una Reserva Estratégica basada en las Capacidades Nacionales de Producción Industrial (RECAPI), según informó el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en una comparecencia ante la Comisión correspondiente del Congreso de los Diputados.

El impulso a la competitividad de las empresas industriales pasa por medidas más ambiciosas y concretas en ámbitos estratégicos como el energético, la logística y el transporte y la innovación. La Alianza por la Competitividad de la Industria Española considera necesario establecer en el seno del Gobierno una Comisión Delegada para Asuntos Industriales y la obligatoriedad de realizar análisis del impacto de cualquier propuesta de futuras normativas en la competitividad de la industria. “Aspiramos a que estas alegaciones sienten las bases para trabajar enmiendas específicas durante la tramitación parlamentaria”, concluyó Reinoso, para quien “una falta de ambición en el nuevo marco legislativo conllevaría perder la oportunidad de una verdadera reindustrialización de España”.

Por su parte, el presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España, José Antonio Galdón, manifestó durante la presentación del Barómetro que los problemas estructurales percibidos por la mayoría de los profesionales tendrían que afrontarse en la nueva Ley de Industria. En su opinión, la norma «debería apostar por la autonomía estratégica y considerar las zonas despobladas como eje del nuevo desarrollo industrial que dé soporte a la transición energética y la descarbonización de la economía”.

Retos de la industria española

Entre los retos del sector industrial destacan la transformación digital; el refuerzo de su peso en la economía española y el aumento de la dimensión de las empresas industriales; y la mejora de la eficiencia en la gestión del agua, los residuos, la energía y de los recursos, emisiones y energías renovables en el marco de la economía circular. «España dispone de un importante tejido productivo en algunos sectores que serán clave para abordar la transición ecológica y la transformación digital de la economía y se impulsarán mediante el Plan de Recuperación del Gobierno. Entre ellos cabe destacar la automoción y su transición hacia el vehículo eléctrico, el sector agroalimentario, el de la salud, el sector aeronáutico o el naval, entre otros».

España ocupa en la UE el sexto lugar en número de empresas y el cuarto en volumen de negocios.
Demandas del sector
La Alianza por la Competitividad de la Industria Española, que representa el 60% de la producción industrial de nuestro país, considera positivo un nuevo marco legislativo, aunque reclama una mayor concreción en cuanto a las medidas y herramientas con las que deberá materializarse. En un comunicado hecho público en julio, la Alianza considera esencial establecer plazos concretos para la aplicación de medidas, así como que la futura ley se comprometa a destinar recursos humanos y financieros. Para impulsar una verdadera reindustrialización de España resulta fundamental que la norma contemple la simplificación de la burocracia administrativa, “y por supuesto, evitar que la nueva ley introduzca más cargas en este sentido”, así como «garantizar la seguridad jurídica para las empresas industriales», subrayó Carlos Reinoso, portavoz de la Alianza.

OTROS ENFOQUES

Industry talks: El reportaje aborda los retos de la industria española para 2024 y los problemas que se vislumbran a partir de las previsiones de las empresas.


El economista: El autor analiza las causas de la pérdida de empleo en la industria, sobre todo en las economías desarrolladas.


Expansión: La información se centra en las claves para entender la evolución de la producción industrial durante el último año.

«Las claves para una industria más competitiva», por Carlos Reinoso

EN PLENO DEBATE

CARLOS REINOSO,

portavoz de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española.

“El Anteproyecto de Ley de Industria debe ganar en ambición y concreción para que no se quede en buenas intenciones”

Las claves para una industria más competitiva

Ser competitivo hoy en día es un must. Sobre todo, en el plano económico y empresarial. Porque una empresa, un sector, un país necesita ser competitivo, no solo para sobresalir, sino que es requisito para mantenerse e, incluso, para sobrevivir. Y también requiere de ese marco y ese apoyo necesarios para desarrollar todo su potencial.

Europa es consciente de ello. Tras las recientes elecciones europeas, se están sentando las bases para crear ese necesario marco que permita a la Unión Europea lograr una industria, con medidas que potencien su competitividad industrial en el contexto global. El escenario creado para ello es el Clean Industry Deal, presentado por Ursula von der Leyen tras su reelección, y orientado a descarbonizar y reindustrializar la economía europea.

Para articularlo, se propone un nuevo Fondo Europeo de Competitividad, basado en un modelo de financiación permanente que supere el actual esquema de ayudas. Porque, como venimos advirtiendo diferentes voces, ayudas como los Fondos Next Generation, aun siendo positivas, tienen un efecto limitado, yendo en detrimento de países con menor capacidad fiscal y de financiación para poder desplegarlas. Esto afecta negativamente a su capacidad para competir en igualdad de condiciones, y, en consecuencia, lastra la competitividad industrial y económica de la UE.

Desde la Alianza por la Competitividad de la Industria Española venimos promoviendo desde hace tiempo un escenario en esta línea para la industria.

Y es que impulsar la mejora continua de la competitividad industrial en nuestro país permitiría desarrollar un tejido empresarial de alta productividad y valor añadido, con una potente capacidad exportadora y de inversión en I+D+i y tecnologías avanzadas.

Además, atraería el establecimiento de grandes proyectos industriales en territorio nacional, lo que tendría un destacado impacto en el aumento del tejido industrial, pilar para establecer un modelo económico sólido y generador de empleo de calidad, estable y cualificado.

En estos momentos, el Ministerio de Industria y Turismo se encuentra diseñando un nuevo escenario para impulsar la industria española conforme a lo establecido por el Clean Industry Deal europeo. El primer paso para definir el nuevo escenario ha sido la presentación a comienzos de julio del Anteproyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica.

Tras el análisis de ese primer esbozo del proyecto, desde la Alianza consideramos positivo el marco que propone. ¿El ‘pero’ que le vemos? Que debe ganar en ambición y concreción para que no se quede en buenas intenciones. Sin el debido aterrizaje y sin los recursos humanos y financieros necesarios, las intenciones que muestra el Gobierno de atraer y establecer grandes proyectos industriales en España no serán factibles.

En esta línea, el compromiso de recursos financieros resulta imprescindible para poder financiar los proyectos y programas que plantea. De no ser así, dependerían de una eventual dotación presupuestaria si las circunstancias lo permiten.

Desde el plano de los recursos humanos, si contáramos solo con los actuales equipos, sería imposible hacer todo lo que la nueva ley plantea. Es fundamental que la ley sea coherente con lo que propone, dimensionando los recursos humanos necesarios para el desarrollo de la política industrial estatal.

También es esencial, para esa necesaria concreción, fijar plazos concretos. Nos preocupa que queden demasiado abiertos. Aparentemente, muchas cuestiones quedarían sujetas a posteriores desarrollos reglamentarios.

Otro punto importante que el nuevo marco legislativo debería contemplar, a nuestro juicio, es garantizar seguridad jurídica para las empresas industriales. Solo así será posible impulsar una verdadera reindustrialización de España. ¿Qué pasaría si en mitad del partido nos cambiasen las reglas del juego? Eso sería algo totalmente contraproducente y daría al traste con todo el trabajo y el esfuerzo previos invertidos.

De igual modo, el nuevo marco legislativo debería contemplar la simplificación de la burocracia administrativa, y por supuesto, evitar que la nueva ley introduzca más cargas en este sentido.

La reindustrialización en nuestro país depende del impulso a la competitividad de las empresas industriales y, para ello, desde la Alianza consideramos básico que la ley incluya medidas más ambiciosas y concretas en ámbitos estratégicos como el energético, la logística y el transporte y la innovación.

En materia de energía, las industrias que conformamos la Alianza -ANFAC (automoción), AOP (refino), ASPAPEL (papel), FEIQUE (química y farmacia), FIAB (alimentación y bebidas), OFICEMEN (cemento), PRIMIGEA (materias primas minerales), SERNAUTO (componentes de automoción) y UNESID (siderurgia)-, coincidimos en que son necesarias medidas concretas que aseguren un coste energético competitivo para nuestra industria en el contexto internacional.

Sin duda, España sufre el lastre del precio energético. Ahora, de manera coyuntural, la situación es un poco mejor, pero el diferencial respecto a Estados Unidos o China, e incluso de toda Europa, es muy significativo.

En otro ámbito, como la logística y el transporte, consideramos esencial la ampliación de los pesos y medidas del transporte por carretera, una variación que nos sitúe al mismo nivel que en muchos países de nuestro entorno. Nuestras carreteras e infraestructuras no son peores que en otros países de la UE, por lo que no es comprensible por qué aquí los pesos y medidas del transporte por carretera son mucho más bajos. ¿Qué conlleva todo ello? El incremento de los costes logísticos y de transporte, así como el aumento de las emisiones asociadas, ya que resultan más camiones en circulación.

Quizá debiéramos entender la industria como una competición que engloba muchas disciplinas. Porque la política industrial es transversal e implica a muchos ámbitos del Gobierno: carteras tales como Energía, Transporte, Logística, Fiscalidad, Laboral, etcétera.

En esta línea, creemos necesario establecer en el seno del Gobierno una Comisión Delegada para Asuntos Industriales, semejante a la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos.

También planteamos una vicepresidencia de Gobierno específica de Industria, para asegurar la coherencia y coordinación de todas las carteras del Ejecutivo en política industrial, así como la obligatoriedad de realizar análisis del impacto de cualquier propuesta de futuras normativas en la competitividad de la industria.

Con todo ello, las industrias enmarcadas en la Alianza, y que representamos el 60% del Producto Industrial Bruto en España, aspiramos a que las cuestiones aquí planteadas sienten las bases para trabajar enmiendas específicas durante la tramitación parlamentaria. Porque una falta de ambición en el nuevo marco legislativo conllevaría perder la oportunidad de una verdadera reindustrialización de España.

A muchas leyes, menos seguridad

EN PLENO DEBATE

A MUCHAS LEYES, MENOS SEGURIDAD

La legislación es un pilar fundamental para el buen funcionamiento de la convivencia y una garantía para el cumplimiento de los derechos esenciales de los ciudadanos. Sin embargo, un exceso de leyes puede tener efectos adversos en la economía de los países. En el caso de España, además del Estado central y la Cortes Generales, tenemos 17 comunidades autónomas con capacidad legisladora. A estas hay que añadir la normativa de la Unión Europea (UE) con un peso cada vez mayor sobre el conjunto del país.
MARTA RUIZ-CASTILLO
debate4
La acción normativa del Gobierno durante el año 2023 continúo dirigida al cumplimiento de los compromisos adquiridos con anterioridad a la pandemia.

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en su informe Producción normativa en 2023, que analiza desde 2015 la evolución del complejo marco legislativo español, llama la atención sobre el exceso de producción normativa y sus efectos negativos para la estabilidad empresarial.

 


LA CEOE HA ALERTADO SOBRE EL EXCESO DE PRODUCCIÓN NORMATIVA Y SUS EFECTOS NEGATIVOS PARA LA ESTABILIDAD EMPRESARIAL


 

En 2023 «se aprobaron 683 normas estatales en nuestro país, es decir, dos cada día, a pesar de que durante cinco meses el Gobierno estuvo en funciones, con las consiguientes limitaciones que esto implica», señalan. El hecho de que en 2023 se celebraran elecciones en julio y no se formara gobierno hasta noviembre, «ha supuesto un factor clave en el descenso de la producción normativa (casi un 20% menos que en 2022), pero también en la multiplicación de normas en los meses hábiles», aseguran. En este sentido, el informe publicado destaca que «si en 2022 se promulgaron un promedio de 70 normas mensuales, en 2023 este número se elevó hasta las 113 normas por mes hábil».

Los empresarios llaman la atención sobre el «peso de los reales decretos sobre el total de normas con rango de ley», que aumentaron un 32% en 2023, cinco puntos más que un año antes, lo que sugiere la persistencia en la justificación de ‘urgente necesidad’ a la hora de legislar».

 


EN 2023 SE APROBARON 683 NORMAS ESTATALES; DOS CADA DÍA, A PESAR DE QUE DURANTE CINCO MESES EL GOBIERNO ESTUVO EN FUNCIONES


 

Marco jurídico estable

Aparte de las leyes estatales, España cuenta con la legislación autonómica a través de sus 17 gobiernos y parlamentos regionales. En 2023 hubo 291 normas aprobadas por las comunidades, un 14% menos que en 2022, según el informe de la CEOE. En el conjunto del país, la producción normativa ascendió a 945, «casi tres novedades normativas (nuevas leyes y modificación de las existentes) al día». En definitiva, 2023 fue uno de los años más prolíficos. Por comunidades autónomas, Cataluña se sitúa a la cabeza y en 2023 casi triplicó la media anual de páginas publicadas por el conjunto de las comunidades. Le siguen Andalucía, Madrid, Castilla y León y Comunidad Valenciana.

Para la CEOE el hecho de que las comunidades sean responsables del 80% de las páginas publicadas en los boletines oficiales «afecta negativamente a la unidad del mercado y a la seguridad jurídica». La organización empresarial insiste en la importancia de «establecer un marco jurídico estable y confiable como pilar para el desarrollo económico y el bienestar social».

Cada año, desde 2016, el Consejo de Ministros da luz verde al Plan Anual Normativo, «una hoja de ruta» que analiza la actividad normativa de la Administración General del Estado en relación con las previsiones del año anterior, y donde se reflejan los resultados de la aplicación de las leyes aprobadas en años precedentes. Entre los objetivos destaca la planificación y la posterior evaluación del grado de ejecución para extraer conclusiones de cara a mejorar esta actividad. «Es una garantía para los ciudadanos y para todos los operadores jurídicos y económicos puesto que ofrece una panorámica de la actuación de los poderes públicos que les permite anticiparse a la aprobación de normas, participar en su elaboración y planificar su propia actividad».

Regular los imprevistos

La acción normativa en 2023 se vio afectada, según el Ejecutivo, por diversas acciones ajenas al propio Gobierno, como la invasión rusa en Ucrania, que obligó a hacer frente a sus consecuencias económicas y sociales como el aumento de los precios del gas, los carburantes y los alimentos. «La necesidad de implementar estas medidas a través de diferentes instrumentos normativos influyó en la actividad de 2022, pero también, dada la persistencia de los efectos derivados de la guerra, en la de 2023, y en la propia previsión normativa».

 


LA ACCIÓN NORMATIVA EN 2023 SE VIO AFECTADA, SEGÚN EL EJECUTIVO, POR DIVERSAS ACCIONES AJENAS AL PROPIO GOBIERNO, COMO LA INVASIÓN RUSA DE UCRANIA


 

Asimismo, el Gobierno justifica el aumento de normas en las consecuencias derivadas de la crisis sanitaria mundial de 2020, con una «ambiciosa agenda de reformas comprendidas dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, aprobado por el Consejo de Ministros el 27 de abril de 2021 y por Decisión de Ejecución del Consejo de 13 de julio de 2021, previo informe favorable de la Comisión Europea». Dicho plan recogía 212 medidas, de las que 102 eran para el periodo 2021-2023, y en el mismo se contemplaban «reformas normativas que exigían ser implementadas de forma inmediata, lo cual también afectó a la ejecución de la planificación normativa inicialmente prevista».

Pese a las dificultades, la acción normativa del Gobierno durante el año 2023 «ha continuado dirigiéndose hacia el cumplimiento de los compromisos adquiridos con anterioridad a la pandemia; la incorporación y ejecución del Derecho de la Unión Europea; las intervenciones regulatorias exigidas en respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania y otras catástrofes; así como a la aplicación de las reformas previstas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y su ejecución», señalan.

El peso de Europa

España, como miembro de la Unión Europea, está sometida a la normativa aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo. El 53% de las leyes aprobadas en España entre 2019 y 2024 deriva de directrices y decisiones europeas, según un análisis realizado por la Oficina del Parlamento Europeo en España hecho público en junio de este año. De las 246 leyes aprobadas en España durante los cinco años de legislatura del Parlamento Europeo (2019-2024), 51 aplican reglamentos europeos o transponen directivas europeas en el ordenamiento jurídico español y otras 81 contienen referencias a recomendaciones, programas o iniciativas comunitarias. Además, un 53,6% de las leyes aprobadas por las Cortes Generales españolas durante la IX legislatura de la Eurocámara tienen origen en las instituciones europeas. Durante este periodo, las Cortes han aprobado 246 leyes. De ellas, 132 normativas regulan aspectos que respetan la línea marcada por las instituciones de la UE. De esas 132 normativas, 51 responden al mandato de aplicación de reglamentos comunitarios o a la transposición al ordenamiento jurídico interno de España de directivas aprobadas por el Parlamento Europeo y el Consejo.

«El balance total durante la IX legislatura de la Eurocámara demuestra que, cada año, las decisiones adoptadas en la UE tienen una influencia directa en prácticamente el 50% de las normas que se aprueban en España».

Los empresarios insisten en la importancia de establecer un marco jurídico estable y confiable como pilar para el desarrollo económico y el bienestar social.
Acabar con la sobrerregulación

La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) ha pedido acabar con la «sobrerregulación» europea y «evitar un marco de sostenibilidad que ponga en entredicho la viabilidad de la pequeña y mediana empresa. En un comunicado hecho público en junio, tras las elecciones al Parlamento Europeo, presentó un decálogo de actuaciones para mejorar el entorno en el que se mueven las pymes, entre las que se incluyen las siguientes medidas: «La competitividad, lo primero», lo que implica frenar el exceso normativo y «dotarnos de unas reglas claras y fáciles de entender»; poner fin a la avalancha normativa europea que «genera complejidad e incertidumbre»; aplicar el principio de ‘pensar primero en pequeño’ atendiendo al hecho de que el grueso del tejido productivo europeo está formado por empresas de muy reducido tamaño; fomentar el crecimiento empresarial, para lo cual «es crucial la flexibilización de los escalones regulatorios que retienen las aspiraciones de ganar tamaño».

OTROS ENFOQUES

EPE: El periódico aborda los efectos negativos del exceso de normas para el tejido empresarial denunciado por la CEOE.


NOTICIAS JURÍDICAS: para el portal jurídico, que se hace eco de una investigación del Banco de España, el «frenesí» legislativo supone un «lastre económico».


EL DEBATE: La información se centra en la producción normativa autonómica y el «impacto desigual» que «sufren las empresas» en función de en qué comunidad autónoma estén.

«¿Necesitamos tantas Leyes?», por Antonio Martínez Lafuente

EN PLENO DEBATE

ANTONIO MARTÍNEZ LAFUENTE,
Abogado del Estado y Doctor en Derecho

“Las posiciones doctrinales más ajustadas entienden que no existe un deber de conocer todas las disposiciones sino sólo la posibilidad de acceder a las mismas”

¿Necesitamos tantas Leyes?

La observación de la realidad nos permite constatar que estamos inmersos en una descomunal presencia de normas jurídicas provenientes de los diversos titulares del poder normativo, entendiendo esta expresión en su más amplio sentido compresiva de leyes, reglamentos y demás manifestaciones de los textos a aplicar. Dos fechas son de destacar como obligado referente de lo expuesto. En efecto, a partir del año 1978, la Constitución de dicho año alumbró como entes territoriales con importantes competencias a las comunidades autónomas, y a partir del año 1986 tenemos como obligado centro de producción normativa a la Unión Europea, antes Comunidad Económica Europea, con sus reglamentos y directivas.

Estos tres puntos de referencia podrían completarse con la Administración Local y con aquellos órganos que, si bien con competencia sectorial, producen normas de directa aplicación.

Lo expuesto recuerda que son muy numerosas las normas que cada año aparecen procedentes de la Unión Europea, del Estado y de las Comunidades Autónomas, y que integran lo que en amplia expresión se denomina Ordenamiento Jurídico de aplicación a todos los ciudadanos afectados por las mismas.

Este punto de partida sólo deriva como inicialmente se ha expuesto de la observación de la realidad, pero veamos sus consecuencias.

La primera de ellas es que hay que conocer el conjunto de disposiciones que han quedado sucintamente reseñadas. ¿Cómo ha se ser ese conocimiento? ¿Existe alguna obligación al respecto?

La respuesta nos viene dada por un conocido precepto que se plasmó en el artículo segundo del Código Civil y, desde la reforma de su Título Preliminar en el año 1974, en su artículo sexto, apartado primero, en el que se dispone que: “La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento”. Este precepto ha dado lugar a varias y enjundiosas interpretaciones sin desconocer a quienes lo consideran algo completamente prescindible.

Ante todo, digamos que en el mencionado precepto se contiene un antiguo postulado normativo que ya estaba en un nuestro Derecho Histórico, y más concretamente en Las Partidas.

Pero en dicho momento histórico: ¿cuántas disposiciones había o si se prefiere a dónde tenía que remitirse el ciudadano para acreditar su conocimiento o su no ignorancia de las leyes? El precepto, pasados los años, se mantiene en su inicial redacción pero la situación que sirve de punto de partida ha cambiado por ser muy numeroso el componente del Ordenamiento Jurídico, que algunos entienden como “inalcanzable”.

Las posiciones doctrinales más ajustadas entienden que no existe un deber de conocer todas las disposiciones sino sólo la posibilidad de acceder a las mismas o dicho, de otra forma, para el Código Civil es sólo la presunción de que el ciudadano conoce o puede efectivamente conocer toda la legislación, como en su momento expuso en un documentado estudio el profesor García Amado, quien añade que la regla de que la ignorancia no excusa el cumplimiento de las leyes se fundamenta en la garantía de validez y eficacia de las normas.

En fin, no sólo se hace preciso conocer las leyes sino también cómo se interpretan, lo que nos lleva a la conclusión, no muy correcta, de que el Ordenamiento Jurídico sólo sería aplicable a los juristas o abogados, que son los que están más próximos a la aparición de nuevas normas y a la divulgación de los criterios de los Tribunales de Justicia sobre las mismas.

El precepto tiene un alcance general y ningún ciudadano puede alegar que desconoce los textos a aplicar si bien con el criterio de presunción y demás precisiones que la doctrina ha aportado sobre el particular.

Ello además nos permite llegar a otra conclusión acuñada por la jurisprudencia, hasta ahora francesa, pero de próxima incorporación a nuestro Sistema Jurídico que es lo que se denomina el “derecho al error”, pues dada la profusión normativa y haberse desplazado al ciudadano su aplicación, es frecuente que este no esté en condiciones de acertar “a la primera” sobre el significado y alcance de la norma.

Este “derecho al error” apareció en una ley del país vecino y se refirió especialmente al ámbito tributario, pues un contribuyente que incumple por primera vez una norma tributaria que le sea aplicable o que haya cometido un error material no podrá ser objeto de una sanción pecuniaria, o consistente en la privación de una prestación debida, si ha regularizado su situación por iniciativa propia o después de haber sido admitido para hacerlo por la Administración dentro del plazo correspondiente.

Qué duda cabe que si el Ordenamiento Jurídico Tributario fuese más sencillo y estuvieran redactados con más claridad los preceptos a aplicar, la conclusión sería otra, pero ha surgido este “derecho al error”, expresión sistemática de cómo están las cosas en la realidad, cuya contrapartida es el “derecho a la buena administración”, este ya positivizado, pero que cabe aquí citar cuando quiere constatarse lo que supone la enorme cantidad de nuevas normas a aplicar.

Los jóvenes: una inversión de futuro

EN PLENO DEBATE

LOS JÓVENES: UNA INVERSIÓN DE FUTURO

En España la edad media de emancipación de los jóvenes es de 30,3 años, situándose como el cuarto país de la Unión Europea donde se independizan más tarde, por detrás de Croacia, Eslovaquia y Grecia, según datos de Eurostat. Los países donde más pronto se emancipan los jóvenes son Finlandia (21,3), Suecia (21,4) y Dinamarca (21,7). La media europea está en 26,4 años.

MARTA RUIZ-CASTILLO
pdebate2
El precio medio del alquiler en el primer semestre de 2023 es el más alto desde que existen registros: 944€ al mes.

En nuestro país, la oferta de trabajo cualificado escasea para el colectivo entre 25 y 30 años, mayoritariamente preparado, que tiene que decidir entre un mercado laboral nacional con bajos salarios o buscar mejores oportunidades en el extranjero. A esto se añade una vivienda con precios desorbitados, casi inaccesibles, sobre todo, en las grandes ciudades.

 


EN NUESTRO PAÍS, LA OFERTA DE TRABAJO CUALIFICADO ESCASEA PARA EL COLECTIVO DE ENTRE 25 Y 30 AÑOS, MAYORITARIAMENTE PREPARADO


 

Salarios y vivienda

En 2022, la tasa de emancipación en España se estancó en el 15,9%, mientras que en el primer semestre de 2023 el porcentaje de personas jóvenes que vivía fuera del hogar familiar subió hasta el 16,3%, según el Observatorio de Emancipación publicado en enero de 2024 por el Consejo de la Juventud de España (CJE). En todo caso, son porcentajes inferiores a los de antes de la pandemia de 2020 y muy lejos de los resultados anteriores a la crisis de 2008, «cuando se superaba el 25% de personas jóvenes emancipadas».

Las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) acordadas en los últimos años por el Gobierno y los agentes sociales, que en febrero de 2024 se situó en 1.134€ al mes con 14 pagas, han mejorado las expectativas de los jóvenes que se incorporan al mercado laboral. El problema es que estas mejoras salariales y la reforma laboral incentivando la contratación indefinida no son suficientes para que este colectivo pueda emanciparse debido, fundamentalmente, a la elevada inflación. Desde la invasión de Ucrania por el Gobierno ruso a principios de 2022 los precios de la energía y de los alimentos se han disparado. «El salario medio de un joven subió un 5,0% hasta alcanzar los 12.062,59 euros netos al año. Aún con este incremento, la fuerte subida de los precios causó que el poder adquisitivo de una persona joven trabajadora se redujera un 3,3% en un año. Además, los ingresos de un hogar joven se habrían reducido un 6,6%», según los datos del Observatorio.

El constante aumento de los precios de la vivienda, con alquileres inaccesibles para la gran mayoría de los trabajadores menores de 30 años, sigue siendo un importante impedimento para que este colectivo se anime a vivir por su cuenta. Los datos del Observatorio así lo atestiguan: «El precio medio del alquiler en el primer semestre de 2023 es el más alto desde que existen registros: 944€ al mes. Esto supone el 93,9% del salario medio neto de una persona joven. Además, el precio se encareció un 9,3% con respecto a un año antes y un 63,9% con respecto al que tenían las viviendas de alquiler diez años atrás. Por su parte, las habitaciones se encarecieron un 7,1% en un año». La subida de los tipos de interés en el último año tampoco ayuda a la hora de hipotecarse para comprar una vivienda.

 


EL CONSTANTE AUMENTO DE LOS PRECIOS DE LA VIVIENDA SIGUE SIENDO UN IMPORTANTE IMPEDIMENTO PARA QUE ESTE COLECTIVO SE ANIME A VIVIR POR SU CUENTA


 

Exclusión social

De unos años a esta parte se ha constatado que cada vez son más las personas que, pese a trabajar, están en situación de pobreza o en riesgo de exclusión social. En el caso de los jóvenes menores de 30 años, los porcentajes aumentan, según el Consejo de la Juventud de España (CJE). «Los últimos datos, anteriores a 2023, alertan de que la juventud es, en España, el segundo colectivo de edad con mayor riesgo de pobreza y exclusión social, tan solo superada por la infancia. En 2022, el 30,2% de las personas jóvenes se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social. Además, una de cada cinco personas jóvenes con trabajo también se encontraba en esta situación, por lo que tener un empleo no era, para la juventud, garante de tener estabilidad económica».

Para la presidenta del Consejo, Andrea González, el principal problema para resolver esta situación es la «falta de acción en política de vivienda en España y las consecuencias negativas» que ha provocado en la población general y en particular entre la juventud, «que sigue viendo cómo año tras año disminuye el porcentaje de emancipación por una pérdida de poder adquisitivo, situación que se solapa con la subida ininterrumpida de los precios de alquiler y compra de vivienda”. Tampoco las políticas de juventud parecen ser de gran ayuda para este colectivo ya que, como apunta el vicepresidente del CJE, Juan Antonio Báez, «en muchos casos se convierten en una huida hacia adelante que no entran a solucionar de manera estructural los problemas principales que preocupan a la juventud, como son la vivienda y el empleo, y que provocan grandes problemas de salud mental para la población joven, cuya principal causa de muerte es el suicidio».

Acciones de la UE

La Comisión Europea (CE) ha propuesto diversas recomendaciones a los países miembros para unificar y mejorar las condiciones laborales de los jóvenes. Entre las más destacadas está la de mejorar las prácticas. Alrededor de 3,7 millones de jóvenes en la UE participan en períodos de prácticas cada año como primera experiencia profesional, según el Tribunal de Cuentas Europeo.

En 2013, la CE puso en marcha la Iniciativa de Empleo Juvenil (IEJ) para ayudar a los jóvenes residentes en zonas cuya tasa de desempleo juvenil fuera superior al 25%. Esta medida apoya exclusivamente a los jóvenes que ni estudian, ni trabajan ni reciben formación, incluidos los desempleados de larga duración y los que no están inscritos como solicitantes de empleo. Las instituciones de la UE han integrado la IEJ en el Fondo Social Europeo Plus (FSE+) para el período 2021-2027, manteniendo así su atención en el empleo juvenil. El FSE+ está considerado por la Comisión como el «principal instrumento de la UE para invertir en las personas y respaldar la aplicación del pilar europeo de derechos sociales». Con 95.100 millones de euros del presupuesto de la UE para el citado período, «supone una importante contribución a las políticas de la UE en materia social, de empleo, de educación y de capacidades, incluidas las reformas estructurales en estos ámbitos».

Las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) han mejorado las expectativas de los jóvenes que se incorporan al mercado laboral.

Los jóvenes y el arte

A partir del 14 de junio estará disponible en la web de Fundación Notariado la exposición virtual Los jóvenes y el arte: el atrevimiento de mirar. Un recorrido por las obras del Museo Nacional del Prado, una iniciativa en la que cinco profesores de Historia del Arte de institutos españoles han brindado sus conocimientos sobre arte y juventud que se cristalizarán en esta exhibición y en un catálogo. Un recorrido online por el museo en el que el usuario podrá contemplar cómo Caravaggio, Goya, Rubens, Velázquez, Clara Peeters, Madrazo o Benlliure plasmaron a los jóvenes en sus obras, y que, junto a sus características artísticas, nos serán presentadas desde la perspectiva de cuatro momentos muy reconocidos en esta etapa de la vida: La belleza de la juventud, El ímpetu vital, Una eterna insatisfacción y Un adulto como compañía.

 

Más información en el próximo número de Escritura Pública.
Web de Fundación Notariado

OTROS ENFOQUES

ETHIC: El vicepresidente del Consejo de la Juventud de España analiza las causas del retraso de los jóvenes para abandonar el hogar paterno.

NEWTRAL: El artículo incide en las lagunas del sistema educativo y la falta de políticas, así como en la ausencia de políticas dirigidas a una mejor transición del sistema educativo al mercado laboral.

«No todo tiempo pasado fue mejor», por Andrea Henry

EN PLENO DEBATE

ANDREA HENRY,

presidenta del Consejo de la Juventud de España.

“Las personas jóvenes constituimos el segundo grupo de edad con mayor riesgo de pobreza o exclusión social, por detrás de la infancia”

No todo tiempo pasado fue mejor

Últimamente se habla mucho de jóvenes: sobre nuestra adicción a las redes sociales, nuestras pocas ganas de trabajar, “la generación de cristal”, dicen. A lo largo de las generaciones, ha sido común escuchar críticas sobre los jóvenes por parte de nuestros predecesores.

Ya en el año 500 a. de C. se decía que «nuestra juventud gusta del lujo y es maleducada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos”. Seguramente si Sócrates estuviera hoy en día, lo veríamos twittear cosas como: «Es triste ver cómo algunos jóvenes carecen de respeto hacia los mayores. Los valores y la educación empiezan en casa” y quizás añadiría algún hashtag del tipo #vergüenza o #irresponsables.

Esto no es algo exclusivo de Sócrates. La preocupación por el comportamiento y las actitudes de la juventud es una parte intrínseca de la historia y la crítica parece ser una tradición intemporal que ha perdurado a lo largo de los siglos, recordándonos que las preocupaciones sobre las generaciones más jóvenes son, de cierta manera, tan antiguas como la propia filosofía.

Estas críticas, a menudo, ignoran el contexto y las dificultades específicas que enfrentamos los jóvenes. En un mundo donde los desafíos económicos y sociales evolucionan constantemente, los únicos indicadores de nuestro sistema de bienestar que parecen haber empeorado son los relativos a la juventud. Cada generación tiene su propio contexto y desafíos únicos.

En la última década, han sido tres las crisis sociales que han profundizado las desigualdades: la Gran Recesión de 2008, la pandemia de COVID-19 y, más recientemente, la crisis de inflación en los precios de alimentos y energía. Todas comparten un factor común: se han enfrentado con un sistema de protección social que ha marginado sistemáticamente a los jóvenes.

Actualmente, las personas jóvenes constituimos el segundo grupo de edad con mayor riesgo de pobreza o exclusión social, solo superado por la infancia. Este alto riesgo se debe en gran parte a una precariedad laboral caracterizada por salarios bajos, empleos a tiempo parcial no deseados, alta temporalidad, y la prevalencia de prácticas no remuneradas y situaciones de falsos becarios. La sobrecualificación también juega un papel, ya que más del 40% de los jóvenes trabajamos en empleos que no corresponden a nuestro nivel de formación o habilidades.

En cuanto a la vivienda, la situación es igualmente desalentadora. De hecho, en la actualidad nos encontramos con los peores datos en materia de emancipación juvenil desde que estos se registran. La edad media de emancipación en España ha superado por primera vez los 30 años. Es decir: que las personas jóvenes nos emancipamos cuando dejamos de ser jóvenes.

La tasa de emancipación juvenil es solo del 15,9%, notablemente inferior a la media de la Unión Europea, del 32%. De hecho, una persona joven debe destinar, en promedio, el 83,7% de su salario mensual al alquiler de un espacio propio, dejando solo un 3% del ingreso, aproximadamente 36 euros, para cubrir necesidades básicas como el transporte, el ocio y la alimentación.

Estas condiciones han llevado a que muchos jóvenes optemos por alquilar viviendas compartidas con personas con las que no mantenemos una relación de parentesco. Estas circunstancias económicas precarias no solo afectan el bienestar material sino también el emocional y psicológico.

Nos hemos convertido en uno de los perfiles más vulnerables y propensos a experimentar problemas de salud mental, con una percepción cada vez más negativa sobre este aspecto vital. Un dato completamente desalentador que ilustra esta problemática es que el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte entre los jóvenes, superando a los accidentes de tráfico y al cáncer.

Si hablamos entonces de filosofía, quizás Hipócrates tenía razón en algo cuando dijo: “Los jóvenes de hoy no parecen tener respeto alguno por el pasado ni esperanza alguna para el porvenir”. Quizás sí, los jóvenes hemos perdido parte de la esperanza en el futuro que, como bien hemos visto, se refleja en datos desalentadores.

Ante esta situación, es imperativo que reexaminemos la manera en que nuestra sociedad aborda las necesidades y desafíos de la juventud. Las críticas perennes a los comportamientos juveniles, aunque intemporales y universales, necesitan ser contextualizadas dentro de las condiciones socioeconómicas actuales que son significativamente diferentes a las que enfrentaron generaciones anteriores.

Las políticas de bienestar y los sistemas de protección social deben ser reformados para reconocer y responder efectivamente a la precariedad laboral, a los desafíos de vivienda y la crisis de salud mental que nos afectan desproporcionadamente a los jóvenes hoy en día.

Es tiempo de dejar atrás los estigmas y estereotipos y enfrentar la realidad con políticas que no solo reconozcan los desafíos únicos de la juventud, sino que también nos empoderen como agentes de cambio y pilares de una sociedad más justa y equitativa. Nuestro futuro colectivo depende de cómo respondamos hoy a estas necesidades críticas. Y para ello, las personas mayores tienen que asumir que no siempre “todo tiempo pasado fue mejor” y que hay realidades de los jóvenes en la actualidad por las que merece la pena luchar.

Agricultores y UE, obligados a entenderse

EN PLENO DEBATE

AGRICULTORES Y UE, OBLIGADOS A ENTENDERSE

El Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE), reunido el 26 de febrero en Bruselas, en medio de virulentas protestas de los agricultores, dio la bienvenida a medidas concretas presentadas días antes por el Consejo Europeo que deben ser prioritarias para dar respuesta a corto plazo a la crisis actual.
pdebate2
Los agricultores han sacado los tractores a la calle para reivindicar sus derechos frente a una nueva Política Agraria Común.
MARTA RUIZ-CASTILLO

Los agricultores de Francia, Alemania o España, entre otros, sacaron los tractores a la calle para reivindicar sus derechos frente a una nueva Política Agraria Común 2023-2027 y el Pacto Verde de la UE que, en vez de ayudarles, suponen demasiadas trabas burocráticas y medioambientales para mantener sus explotaciones. También demandan unos acuerdos comerciales más justos y equitativos con Mercosur y Ucrania.

 


LA POLÍTICA AGRARIA COMÚN SUPONE MÁS DE UN TERCIO DEL PRESUPUESTO GLOBAL DE LA UE


 

Creada en 1962, la Política Agraria Común (PAC) supone algo más de un tercio del presupuesto global de la UE, con 386.700 millones de euros para el periodo 2023-2027. Su finalidad es «apoyar a los agricultores y mejorar la productividad agrícola, asegurando un suministro estable de alimentos asequibles», así como garantizar a los agricultores de la UE «un nivel de vida razonable» y mantener «viva la economía rural, impulsando el empleo en la agricultura, las industrias agroalimentarias y los sectores asociados». A estos objetivos iniciales se añaden en la PAC reformada un marco estratégico centrado en fomentar una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente y mejorar la competitividad y la eficiencia de los agricultores europeos en un mercado agrícola globalizado. La PAC 2023-2027 pretende dar respuesta a las nuevas situaciones económicas y demandas de los ciudadanos, y contribuir al cumplimiento de los objetivos del Pacto Verde. Una política modernizada, que hace especial hincapié en los resultados y el rendimiento.

Menos burocracia

Los agricultores critican las excesivas exigencias de la «condicionalidad reforzada» establecida en la nueva norma, que se traduce en una mayor supervisión de los indicadores mediante informes anuales de rendimiento y una revisión semestral de los planes estratégicos para evaluar los avances de los países en el cumplimiento de los objetivos de la PAC. En respuesta a estas demandas, el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea valoró reducir la carga administrativa tanto para los agricultores como para las administraciones nacionales. «El conjunto de normas básicas denominadas Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (BCAM), que todos los agricultores deben cumplir para recibir su ayuda de la PAC, ha demostrado ser difícil de aplicar en determinadas circunstancias», reconoció previamente el Consejo Europeo. Por eso, en la reunión de los ministros del día 26 de febrero, se aceptó la eliminación de los controles de la condicionalidad reforzada por la alta carga burocrática que implica para las explotaciones de menos de 10 hectáreas de superficie. Esta medida tiene un gran impacto en el caso de España, ya que beneficia a 345.000 agricultores: el 55% del total de los perceptores de ayudas de la PAC, según informó el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.

Transición medioambiental

En el plan estratégico de la PAC 2023-2027, cada país de la UE está obligado a mostrar objetivos más ambiciosos en materia de medio ambiente y acción por el clima en comparación con el período anterior, para cumplir con el Pacto Verde.

 


LA UE ACEPTA RETIRAR LA OBLIGACIÓN DE DEDICAR EL CUATRO POR CIENTO DE LAS TIERRAS A LA BIODIVERSIDAD Y AL BARBECHO


 

Una de las acciones acordadas por el consejo de ministros se refiere a cambios en la norma BCAM 1, que impone el requisito de mantener estables las superficies de pastos permanentes en comparación con el año de referencia 2018.

El Consejo acogió con satisfacción la propuesta de la Comisión Europea (CE) de modificar la BCAM 1 «para garantizar que se tengan en cuenta los cambios estructurales causados por la reducción del ganado y que los agricultores sin ganado no estén obligados a reconvertir tierras cultivables en pastos o pradera».

Además, los ministros aceptaron retirar la obligación de dedicar en esta campaña de 2024 al menos el 4% de las tierras cultivables a la biodiversidad y al barbecho, con la posibilidad de recibir ayuda a través de regímenes ecológicos para llegar al 7% como pedían los agricultores.

En respuesta a sus demandas, la CE trasladó al Consejo de Ministros flexibilizar «la BCAM 6 relativa a la cobertura mínima vegetal para evitar suelos desnudos en los períodos más sensibles; la número siete sobre rotación de cultivos y la octava, que obligaba a destinar un porcentaje mínimo de la superficie agrícola, el 4%, a superficies no productivas».

OTROS ENFOQUES, MISMO TEMA

THE CONVERSATION: El texto aborda los retos medioambientales, sociales y comerciales del sector agrario europeo en medio del descontento del sector agrario.

EURONEWS: El reportaje analiza la importancia que tiene el sector agrícola en la UE y la necesidad de mejorar situaciones como el envejecimiento o reforzar el comercio con terceros países.

ETHIC: Ángel Luis González Esteban explica las paradojas del sector agrario europeo.

Mercosur y Ucrania

Los sindicatos agrarios franceses han sido los más beligerantes, pero no los únicos, con la negociación para el tratado de libre comercio entre la UE y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) porque creen que supondrá una mayor competencia y una situación de desventaja frente a productos de países terceros menos regulados y con menos controles sanitarios que los europeos. Varios gobiernos, como el francés y el español, propusieron la necesidad de aparcar estas negociaciones.

Otra de las reivindicaciones de los agricultores tiene que ver con el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Ucrania, acordado tras la guerra en este país a consecuencia de la invasión rusa en 2022. Ante las crecientes protestas del sector, que se considera en desventaja frente a los productos ucranianos, la Comisión Europea mantuvo su decisión de prorrogar el libre comercio hasta junio de 2025 pero con algunos requisitos nuevos, como garantizar que el destino de los productos agrícolas ucranianos esté fijado antes de que entren a la UE, y cumplir con la reciprocidad en los estándares de producción agrícola “para asegurar el comercio justo», como piden los agricultores.

Los países de la UE están obligados a alcanzar objetivos más ambiciosos en materia de medioambiente para cumplir con el Pacto Verde.

Cadena alimentaria

En sus protestas, muchos agricultores apuntan a las grandes superficies como causantes de su precariedad económica y reclaman unos precios justos por su trabajo y sus productos. En España, la Ley de Cadena Alimentaria de diciembre de 2021 tiene como objetivo lograr un equilibro más justo entre los agricultores, la industria y la distribución, con medidas destinadas a evitar la venta a pérdidas y garantizar la transparencia en los contratos. En este sentido, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, calificó de «muy importante» que la Comisión anunciase su intención de introducir legislación a este respecto dirigida a mejorar la posición de los agricultores en la cadena alimentaria para protegerlos contra las prácticas comerciales desleales, mediante un control más homogéneo de las normas vigentes sobre los productos agrícolas importados o los costes de producción. «La ley de la cadena española ha sido un salto formidable. Ahora necesitamos otro a nivel europeo”, enfatizó el ministro español.

«El resultado de nuestra reunión muestra que estamos escuchando a los agricultores y los escuchamos alto y claro. Las prioridades para las medidas de simplificación que acordamos reducirán la carga administrativa de los agricultores y les darán la flexibilidad que necesitan. También miramos hacia el futuro para mejorar la posición de los agricultores en la cadena de suministro de alimentos, garantizando al mismo tiempo que respetamos nuestros compromisos de sostenibilidad ambiental», declaró, por su parte, David Clarinval, viceprimer ministro belga y ministro de Trabajadores Autónomos, Pymes y Agricultura, Reforma Institucional y Renovación Democrática, tras el Consejo de Ministros de la UE.

«Con las cosas de comer no se juega», por Miguel Padilla

EN PLENO DEBATE

EN PLENO DEBATE

MIGUEL PADILLA,

secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).

“Deben aumentar los controles en la frontera con Marruecos para garantizar que los productos agrícolas importados cumplen las normativas internas de la UE”

Con las cosas de comer no se juega

Se cumple más de un mes de tractoradas por toda España para reclamar un ambicioso plan de choque para el campo que recoja medidas tanto a nivel de la Unión Europea (UE), como de gobierno de España y de las comunidades autónomas. El sector agrario está sumido en una frustración y malestar crecientes debido a las difíciles condiciones y asfixiante burocracia que generan las normativas de la UE. Los agricultores luchamos frente a un mercado desregulado que importa productos agrarios de terceros países a bajo precio que presionan a la baja los de la UE y a los producidos en España. Estas producciones extracomunitarias no cumplen las normativas internas de la UE y representan una contradicción e hipocresía en la actuación política de la UE, entre la política comercial y la política agraria común propia. “Una competencia desleal que pone en jaque la viabilidad de miles de explotaciones en España y Europa”, han subrayado las tres organizaciones agrarias.

Sin embargo, la UE sigue cerrando más acuerdos de libre comercio con terceros países, que agudizan los problemas de los agricultores y ganaderos de toda la UE. En este sentido, las organizaciones agrarias españolas hemos reclamado la paralización de las negociaciones de acuerdos como el de Mercosur, la no ratificación del acuerdo con Nueva Zelanda y que se paralicen las negociaciones con Chile, Kenia, México, India y Australia. Además, el Gobierno de España, con la supervisión de la Comisión Europea, debe aumentar los controles en la frontera con Marruecos para garantizar que los productos agrícolas marroquíes importados cumplen con las normativas internas de la UE y las cantidades arancelarias establecidas en el acuerdo de libre comercio. Es vital recuperar la preferencia comunitaria para recuperar y garantizar nuestra soberanía alimentaria.

Asimismo, reclamamos una flexibilización y simplificación de la actual Política Agraria Común (PAC). Esto incluye tanto los ecoesquemas como las BECAM (Buenas Prácticas Agrarias y Medioambientales). La excesiva burocracia está suponiendo unos costes inasumibles para los agricultores y ganaderos profesionales y no posibilitan cumplir los objetivos en materia medioambiental.

Por otro lado, a nivel nacional, desde COAG hemos pedido la modificación y ampliación de la Ley de la Cadena Agroalimentaria para prohibir las prácticas desleales para que los precios de los agricultores cubran los costes de producción. Asimismo, la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) debería aplicar sanciones económicas más acordes a la infracción sometida y que se amplíen sus recursos de control.

A nivel estatal se ha llegado a un acuerdo para solicitar al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, soluciones inmediatas para abordar las problemáticas del sector, en todo aquello relacionado con las consecuencias de la sequía y la guerra en Ucrania, precios y costes de producción, simplificación y flexibilidad de la PAC, sectores ganaderos y cuestiones laborales y de Seguridad Social.

En España, la Ley de la Cadena Alimentaria se debe reforzar para conseguir su máxima aplicación. El Observatorio de la Cadena debe publicar los índices de precios y costes; además se deben actualizar todos los estudios de cadena de valor realizados hasta ahora. La AICA debe actuar más mediante los indicios y por lo tanto con inspecciones de oficio. Se debe recuperar en los indicios la temática de los precios anormalmente bajos, como es el caso ahora mismo del limón.

Asimismo, se va a exigir al Ministerio de Agricultura un observatorio sobre las importaciones y que se refuerce la batalla en Bruselas para exigir reciprocidad, mediante cláusulas espejo, en todos los productos agrícolas y ganaderos que entren al territorio UE. El Ministerio de Agricultura también debe trabajar con la AICA para que se facilite de forma sencilla que los agricultores y ganaderos puedan demandar un resarcimiento en sus ingresos cuando estén las sanciones publicadas.

Además, en el ámbito de sus competencias, a las comunidades autónomas se les demandan reformas urgentes en cuanto a la simplificación de los trámites burocráticos que ahogan a los profesionales del campo.

Los ganaderos también señalan la situación crítica que están generando las cuestiones de sanidad animal. Una cuestión que ha sido objeto en ocasiones de lucha partidista y en la que los ganaderos son víctimas inocentes. Exigen una política de sanidad animal coordinada, seria y coherente que ayude a los profesionales del campo y no les hunda.

Se debe recuperar un presupuesto reforzado para los seguros agrarios, para adaptarlo a la situación estructural que suponen las sequías y fenómenos meteorológicos adversos, cada vez más intensos y recurrentes por el cambio climático.

A nivel de Gobierno y comunidades autónomas se exige un reforzamiento real de los mecanismos de incorporación de jóvenes para propiciar el relevo generacional ante la gran jubilación en el campo. Ninguna solicitud de incorporación de jóvenes debe quedarse sin realizar por falta de presupuesto; debe frenarse la especulación y la compra de tierra que están realizando los fondos de inversión y agentes fuera del sector agrario; es importante facilitar, mediante mecanismos voluntarios, el acceso a la tierra a los jóvenes y nuevos agricultores, así como a aquellos que tienen una base territorial inferior a la media de su sector productor; y por último, debe replantearse la instalación de energías renovables en terrenos agrarios.

Queremos seguir cultivando alimentos sanos y seguros a precios asequibles para el ciudadano y eso pasa por garantizar la sostenibilidad económica, social y medioambiental de las explotaciones agrarias.