EN PLENO DEBATE

RUSIA, UN MERCADO SIN INVERSORES EXTRANJEROS

La prohibición del Tesoro de EE.UU. de vender y comprar activos ha afectado directamente a los inversores estadounidenses.

Estados Unidos dio en junio una nueva vuelta de tuerca a las sanciones acordadas hasta entonces por parte de la comunidad internacional como medida de presión para que el gobierno ruso de Vladimir Putin ponga fin a la guerra en Ucrania. El Departamento del Tesoro de la Administración Biden prohibió a primeros de mes a los inversores estadounidenses comprar bonos rusos en el mercado secundario.

MARTA RUIZ-CASTILLO,

 

Antes de estas sanciones ya se habían adoptado otras que, en el caso de las estrictamente financieras, incluyen la congelación por parte de la Unión Europea de los activos de Putin y otros políticos y oligarcas rusos, o el bloqueo de las reservas internacionales de divisas del Banco Central Ruso, acordado por la UE, EE.UU., Reino Unido, Canadá, Japón, Australia y Suiza.

Un jugador menos

La prohibición del Tesoro de EE.UU. de vender y comprar activos rusos en el mercado secundario, aparte de tratar de aislar cada vez más a Putin, ha afectado directamente a los inversores estadounidenses, que ven la medida como «un mal necesario» ya que ahora tener bonos o activos rusos está muy mal visto. Al mismo tiempo, lo que se ha prohibido es que los inversores extranjeros sean oportunistas. Por tanto, «todo el que tiene intereses en Rusia tiene que estar dispuesto a perder esos activos». Así lo explica Marta Campello, socia y gestora de fondos en Abante, en una entrevista con ESCRITURA PÚBLICA.

Para comprender mejor los efectos de las sanciones del Tesoro de EE.UU. es importante saber que los inversores, en general, suelen tener en cuenta, aparte de la fluctuación de los precios, otros factores adicionales como puede ser la dificultad de vender bonos en un momento determinado y, en el caso de los mercados emergentes, como es el ruso, este es un factor esencial. Por eso, el mercado ruso «nunca ha tenido una liquidez importantísima» para los inversores estadounidenses y antes de la invasión «los bonos rusos ya estaban bastante tocados», señala Campello.

Las sanciones «han tenido, sobre todo, un impacto significativo en la liquidez de los activos rusos, incluso en la deuda del gobierno de Putin que, normalmente es lo más líquido que hay». Para entenderlo bien, Campello los explica con un ejemplo: «Si eres un inversor americano, tú tienes papel pero no puedes comprar, es decir, no puedes hacer nuevas compras pero sí puedes vender parte de lo que tienes. Tú pones ese papel en el mercado. No te lo puede comprar otro americano, aunque le parezca una buena inversión, pero si te lo compra un inversor no americano, lo puedes vender». No cabe hablar, por tanto, de que haya desaparecido la liquidez, sino que el inversor americano con bonos rusos está a expensas de los llamados ‘oportunistas’ no americanos que se lanzan a comprar a un precio muy inferior porque saben que los inversores o entidades de EE.UU. quieren deshacerse de esos activos como sea. En el caso de inversores que tienen paquetes pequeños, no tienen problemas para venderlos. «Parte de los inversores americanos están aprovechando esta situación para deshacerse de sus activos de bonos rusos», asegura Marta Campello. Dicho esto, también es verdad que el inversor americano que tiene muchos fondos de pensiones o muchísimos fondos de inversión, que normalmente sí es comprador de ese mercado, «ese sí que se ha secado, porque con las medidas del Tesoro han quitado un jugador».

 


EL INVERSOR AMERICANO CON BONOS RUSOS ESTÁ A EXPENSAS DE LOS LLAMADOS ‘OPORTUNISTAS’ NO AMERICANOS QUE DECIDAN COMPRAR A UN PRECIO MUY INFERIOR


 

Rusia y la deuda

Según la red de expertos en los mercados emergentes consultados por Abante, las autoridades rusas han castigado a los inversores extranjeros. En los vencimientos anteriores había una especie de fondo de emergencia para pagar los intereses de la deuda para que Rusia no entrara técnicamente en default (suspensión de pagos), como acabó ocurriendo a finales de junio. El martes 24 de mayo, la Oficina de Asuntos Extranjeros de Rusia anunció que no iba a extender las provisiones. «Eso se refería al vencimiento del día 25 de mayo. Como resultado, no se ha producido ningún pago de cupón, es decir, que los inversores ni siquiera pueden cobrar los cupones porque tampoco te dejan cobrar los de los bonos. Esto, básicamente, ha forzado a que el pago de intereses del 24 de mayo y del 25 de junio, al no poderse producir, obligara al Gobierno ruso a caer en default con fecha 26 de junio, después de un periodo de gracia de 30 días», nos cuenta Marta Campello.

Se supone que Rusia está técnicamente en default y si a esto le sumamos las sanciones del departamento del Tesoro de EE.UU. para que los inversores no puedan comprar, lo que ha ocurrido es que se ha «empobrecido muchísimo la liquidez del mercado porque retira un jugador importante que, por un lado, está forzado a vender pero no puede comprar.

Las sanciones financieras del Tesoro de EE.UU. perjudican a los que tenían bonos rusos, pero «es lo que hay», añade Campillo. «¿Qué pueden estar perdiendo los americanos? «Puede ser mucho dinero, pero porcentualmente, respecto al global del resto de las inversiones, esto no es muy significativo. De media tampoco es que la gente estuviera invirtiendo el 100% de sus activos en Rusia», añade la socia de Abante.

 


LA UNIÓN EUROPEA, HASTA AHORA HA SEGUIDO LAS DIRECTRICES DE LAS SANCIONES APROBADAS POR ESTADOS UNIDOS


 

La comunidad internacional, en general, lo que está diciendo es: “Vamos a perjudicar todo lo que podamos a Rusia’. En este sentido se enmarcan las sanciones aplicadas desde el inicio de la guerra por parte de la Unión Europea, EE.UU. y otros países. En todo caso, lo cierto es que la capacidad de maniobra de los inversores americanos con bonos rusos es poca porque están maniatados para poder comprar tras la decisión del departamento del Tesoro.

La posición de la UE

En cuanto a la Unión Europea, hasta ahora ha seguido las directrices de las sanciones aprobadas por Estados Unidos con medidas también muy concretas como la congelación de los activos de Putin y otros políticos y oligarcas rusos en los países miembros, o el bloqueo de las reservas internacionales de divisas del Banco Central Ruso.

«La posición de la Unión Europea y de Estados Unidos en este conflicto, por mucho que seamos socios en la OTAN, no tiene nada que ver», puntualiza Marta Campello. «Estados Unidos no tiene un problema de energía; de hecho, es exportador neto de gas y petróleo. Estamos comprando mucho más gas a EE.UU. que antes de la guerra y el país lo está vendiendo muy bien…y más que nos va a vender el próximo invierno». En opinión de esta asesora financiera, «el hecho de que Estados Unidos no tenga un problema de desabastecimiento le permite actuar de una manera diferente al que sí lo tiene, en este caso la Unión Europea».

Se han congelado los activos de Putin y otros políticos y oligarcas rusos en la UE.
Sin capacidad de maniobra

Las acciones del mercado ruso no valen nada; han caído un 80% o un 90%. Además, el mercado está cerrado para los inversores extranjeros. “Los rusos sí pueden comprar y vender acciones, pero los extranjeros no pueden vender sus posiciones», explica Marta Campello, socia y gestora de fondos en Abante. ¿Qué ha pasado con muchos fondos? Muchos de Europa del Este han cerrado, los han liquidado. «La realidad es que los inversores tienen que asumir que lo han perdido todo. Ya se verá si algún día lo recuperan, pero a día de hoy todo el mundo valora los activos rusos a cero. Alguien que quiere plantear una cartera no tiene a Rusia como un activo invertible. Y lo mismo les ha pasado a los de los bonos», cuenta Campello.

Mercado secundario

Este mercado es el que verdaderamente provee de liquidez. Para que haya mercado secundario tiene que haber mercado primario que es de donde salen las nuevas emisiones.

¿Por qué se necesita un mercado secundario? Porque, de lo contrario, no habría liquidez salvo que cada inversor se dedicara a buscar personalmente compradores. Si el mercado primario es el que posibilita que se creen nuevas emisiones, el secundario es el que permite que esas emisiones puedan cambiar de manos. Está integrado en una plataforma electrónica conectada en todo el mundo a través de la cual los inversores ven en tiempo real el precio de las acciones y bonos de los que cotizan. Con la decisión del Tesoro de EE.UU. los inversores americanos no pueden comprar títulos rusos, pero si los pueden vender, si consiguen que alguien se los compre.

OTROS ENFOQUES

FINANZAS Y DESARROLLO (FMI): Nicholas Mulder explica en su artículo El arma de las sanciones cómo estas «tienen hoy en día efectos económicos mundiales de un tamaño nunca visto».

EL CONFIDENCIAL: Daniel Iriarte se pregunta hasta qué punto las sanciones están afectando a Rusia y da respuesta a esta y otras preguntas relacionadas con las medidas restrictivas adoptadas por la comunidad internacional contra Rusia.

UNIVISIÓN NOTICIAS: El artículo incluye opiniones de expertos que apuntan a la necesidad de que Occidente intensifique las acciones contra Putin para asegurarse que las sanciones económicas surten efecto.