«Bodas de pandemia y mascarilla», por Esther Esteban

 
ESTHER ESTEBAN,
periodista

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@estherestebanh

Bodas de pandemia y mascarilla

EL AÑO 2020 iba a ser para mi familia uno de esos repletos de bodas o eso parecía antes de que llegase la pandemia. Teníamos programadas desde mucho tiempo antes al menos dos: una en Extremadura, de la hija de una amiga mía de la universidad y otra en Houston, en Estados Unidos, de la mejor amiga de mi hija. Eran dos celebraciones especialmente importantes y un tema de conversación recurrente en mi casa porque implicaban no solo una organización muy planificada, incluido “cruzar el charco”, sino una ilusión enorme para todos. Ambas eran a final de año, en otoño, y apuntaban ser multitudinarias. Cuando en marzo compareció el presidente del Gobierno Pedro Sánchez a decirnos que debíamos quedarnos en casa para luchar contra el coronavirus y empezamos a familiarizarnos con palabras como estado de alarma, confinamiento, cierres perimetrales etc., estas celebraciones fueron de las primeras cosas que me vinieron a la cabeza. Por aquel entonces, claro, pensamos que sería algo breve de pocos meses, jamás imaginamos la que se nos venía encima.

Segun pasaban las semanas y se acercaba la primavera, miles de parejas casaderas se preguntaban qué iban a hacer. Las cancelaciones se acumulaban una tras otra, y las restricciones cada vez hacían más difícil mantener la esperanza. Con cifras de fallecidos que superaban los tres ceros cada día, meter a doscientas o trescientas personas juntas, en un establecimiento, era poco realista y, además, daba pánico. Poco tiempo después, en junio, llegaron las explicaciones de cómo podían ser este tipo de eventos en la nueva normalidad. Mascarillas obligatorias, aforos reducidos, cócteles sentados y terminantemente prohibido el baile. Con estas medidas, ya en firme, tocaba tomar una decisión definitiva. Aplazar o seguir adelante.

La tendencia en ese momento fue posponer, pensando que el año siguiente sería mejor y las bodas podrían ser como las de antaño. Sin embargo, los meses siguieron pasando y cuanta más información se tenía sobre el virus y la vacuna, se veía más claro que 2021 tampoco sería un año al uso y los novios empezaron a adaptarse a esta nueva realidad que incluía menos invitados, una celebración diferente y una luna de miel en territorio nacional. Según el informe Global sobre el impacto de la covid‐19 en las bodas, que recoge las respuestas de cerca de 10.000 parejas de 15 países con bodas programa‐das de septiembre 2020 a enero 2021, cada vez son menos las parejas que optan por aplazar la fecha de la boda y más las que deciden celebrarla adaptándola a las medidas recomendadas.

Así ha ocurrido con las dos que yo tenía programadas. La primera, la de la hija de Nani, mi amiga de la universidad, se terminó celebrando con todo lo que eso conllevaba. Los novios se habían mantenido firmes en la decisión de su fecha, querían casarse contra viento y marea, pero ¡cómo no iban a querer, con la ilusión y preparación que llevaban a cuestas! Lejos de la alegría que suele vivirse en las semanas previas de la celebración, las bodas covid tienen un tinte más amargo y un sabor agridulce. Preocupación por los cierres perimetrales, confirmaciones y bajas a última hora, nada de preboda, abrazos a distancia y brindis, en muchas ocasiones a través de una pantalla de ordenador. El miedo al contagio, sobre todo a una edad que ya supone un riesgo real, me hizo formar parte de esos invitados que, vestidos con nuestras mejores galas, vimos la ceremonia a distancia.

¡Bendito internet que tanto nos está ayudando en estos tiempos revueltos!

Mi hija Itziar joven y una de las buenas amigas de Laura la novia, sí que acudió de forma presencial, en representación de la familia. Dice que ha sido una de las bodas más bonitas a las que ha ido en la vida. Íntima, emotiva, especial y sobre todo diferente. Tal vez por eso de que ahora valoramos mucho más las pequeñas cosas, los momentos cercanos y sencillos que tanto nos han faltado durante el confinamiento. La novia estaba guapísima, pletórica y no deja de afirmar, una y otra vez, que no cambiaría ese día, ni esa celebración, por nada del mundo. Dice que fue el mejor día de su vida, con la gente importante cerca, personal o virtualmente. Allí eran 45 personas, en su mayo‐ría veinteañeros y familia íntima, a través del streaming llegamos a estar conectados 200. ¡Quién iba a imaginar esto hace tan solo un año cuando tuvo lugar la pedida de mano!

La otra boda que teníamos, la que se iba a celebrar en Houston, también ha sido muy distinta a lo esperado. En este caso, llegado el mes de junio, los novios decidieron cancelarla. Los números de contagiados y fallecidos en Estados Unidos eran dramáticos, la mascarilla no era obligatoria y Trump insistía irresponsablemente en negar la evidencia del problema que tenía delante de sus propios ojos. Se trataba de una celebración muy internacional: la novia tiene familia mexicana y el novio es coreano. En ese momento lo que sí parecía evidente es que viajar internacionalmente no era una opción. Pospusieron iglesia y banquete a octubre del próximo año, sin embargo, cuando llegó septiembre, cambiaron de opinión.

La incertidumbre sobre si 2021 les permitiría una boda al uso, les llevó a querer celebrarla cuanto antes, solo con sus padres y hermanos. La ceremonia tuvo lugar en México, dentro de una hacienda particular y el número de invitados se redujo a cuatro. Una semana después hicieron una cena con sus amigos íntimos en Houston, y la fiesta, si el maldito bicho lo permite, será el 16 de octubre del año que viene. Desde luego no era lo que ellos habían imaginado, pero con esa positividad que solo da la juventud, Scarlett, la novia en cuestión, dice que ha cumplido el sueño de cualquiera: tener tres celebraciones con el amor de su vida. Así que yo solo puedo decir: ¡Que vivan los novios!

El dilema de casarse en plena pandemia

El dilema de casarse en plena pandemia

EN PLENO DEBATE

De entre los muchos sectores afectados por la pandemia, el de las bodas es uno de los más perjudicados. Los confinamientos han obligado a muchas parejas a suspender sus enlaces, planeados desde hacía meses. La denominada “nueva normalidad”, que nos permite salir de casa y mantener reuniones con limitaciones, presenta para muchas parejas todo un dilema: seguir adelante con sus planes de boda o esperar tiempos mejores.

MARTA RUIZ-CASTILLO
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EN ESTOS MESES, la sociedad se ha ido adaptado a la nueva situación, y en el caso de los organizadores de bodas, esa adaptación se ha convertido en todo un reto. Las celebraciones con más de 200 invitados, los besos y abrazos, los bailes, los aperitivos de pie, la barra libre, las orquestas, la luna de miel y viajar a lugares lejanos y exóticos, en definitiva, todo lo que hasta 2019 se veía con naturalidad, en 2020 ha dejado de ser “normal”.

De la noche a la mañana, la distancia física se ha impuesto en nuestras vidas, como también las mascarillas y los geles hidroalcohólicos; y viajar sólo se puede por motivos de emergencia sanitaria. En el caso de España, aunque cada comunidad autónoma tiene sus propias normas, en general las bodas han quedado bastante deslucidas ya que el número de invita‐dos está limitado a un máximo de 100 personas en espacios abiertos y 50 en espacios cerrados, con un máximo de seis comensales por mesa, y se han prohibido el picoteo de pie, los bailes y la barra libre.

Bodas ante notario

CON LOS CONFINAMIENTOS y el cierre de los registros civiles, una alternativa para casarse han sido los notarios. Una vez acordados día y hora con el notario elegido -normalmente sin listas de espera- y aprobado el expediente en el Registro Civil, podremos organizar con él detalles como el número de personas que nos pueden acompañar, los textos a leer y los documentos que hay que firmar.

Sin duda, es una ventaja para quienes no quieren esperar porque se trata de un servicio público que se celebra de lunes a viernes y tiene, en consecuencia, mayor disponibilidad de fechas. Además, en España hay casi 3.000 notarios repartidos por todo el territorio, incluso en pueblos pequeños.

Impacto del Covid-19. ¿Cómo han afectado todas estas restricciones a las parejas? ¿Cuántas bodas se han aplazado a 2021 o incluso a 2022? La respuesta a estas y otras preguntas se recogen en un informe global realizado por TheKnot, Weddinquire, bodas.com y Hitched en 15 países, incluido España, con entrevistas a casi 10.000 parejas que tenían previsto casarse entre septiembre de 2020 y enero de 2021, y las compara con los datos obtenidos en los estudios periódicos realizados a algo más de 14.000 parejas desde marzo de este año, cuando empezó la pandemia.

Las principales conclusiones del informe Bodas durante la COVID‐19 son tres. Por un lado, “cada vez más parejas se animan a cumplir con la fecha de su boda en vez de posponerla”, sobre todo en Europa Occidental y EE.UU.; en segundo lugar, las parejas se están adaptando a la nueva “normalidad” incorporando medidas de seguridad sanitarias para garantizar la salud de los invitados, y en tercer lugar, “las tasas de cancelación siguen siendo bajas, con una media global del 9%”.

Entre las parejas que prefieren no casarse en 2020, la principal razón que alegan es su preocupación por la duración de la COVID‐19 y, ante la incertidumbre y ausencia de informaciones fiables, la mayoría se plantea casarse en 2021 y solo un 3% dice que esperará a 2022.

Además, el estudio indica que hay parejas que mantienen la fecha de boda pero optan por casarse legalmente acompañadas por un reducido número de familiares y allegados, aplazando la gran celebración para cuando se pueda. Es el caso del 27% de las parejas en España. En Estados Unidos, los novios que se decantan por lo que llaman “minimonia” asciende al 83%.


El número de invitados está limitado a un máximo de 100 personas
en espacios abiertos y 50 en espacios cerrado


La opinión del sector. La Asociación de Profesionales de Bodas de España (APBE) engloba a todo el sector nupcial de España. La pandemia y la crisis originada fue el detonante que llevó a un grupo de profesionales encabezados por Isaac Amselem a crear esta asociación en mayo, con el objetivo prioritario de encontrar soluciones rápidas y eficaces para resolver la situación actual generada por el COVID19 lo más pronto posible.

Agobiados por las numerosas restricciones impuestas por las instituciones públicas que afectan al ámbito nupcial, los miembros de la entidad quieren que las instituciones públicas y los diferentes organismos gubernamentales les escuchen y les tengan en cuenta “como voz experta a la hora de evaluar y tomar decisiones que afecten directamente a las diferentes empresas y profesionales de nuestro sector”. Sólo así, añade Amselem en su carta de presentación, publicada en la web de APBE, “podremos dar una respuesta efectiva en la búsqueda de soluciones a este problema actual que nos atañe a todos. Sólo yendo de la mano, podremos conseguir que el Gobierno nos facilite un plan claro y unos protocolos de actuación específicos para nuestro sector, sobre los que poder ponernos a trabajar cuanto antes”.

Para APBE, el sector nupcial “no puede permanecer parado durante un año” y por eso, pide que se tomen decisiones “que aseguren la supervivencia de todos, y entre esas decisiones, consideramos imprescindible la adopción de medidas económicas que palien la situación de extrema vulnerabilidad que afrontan nuestras empresas y profesionales actualmente”.


Es evidente que no sabemos cuándo podremos reanudar la vida que llevábamos
hasta marzo de 2020. La esperanza está en las vacunas


¿Volver a la normalidad? Es evidente que no sabemos cuándo podremos reanudar la vida que llevábamos hasta marzo de 2020, retomar las bodas multitudinarias con bailes y barra libre hasta el amanecer, y realizar viajes de novios inolvidables. La esperanza está en las vacunas, eso sí que parece claro. Como dato curioso, The New York Times ha realizado una encuesta a 700 epidemiólogos sobre sus hábitos de vida post‐covid. La mitad dice que no cambiará su forma de actuar al menos hasta que el 70% de la población esté vacunada. El 30% dice que hará algunos cambios en su rutina una vez que ellos mismos se hayan vacunado. Todos se muestran cautos a la hora de establecer cuándo volveremos a vivir como antes de la pandemia y creen que pasará por lo menos un año o más hasta retomar muchas de las actividades de forma segura.

OTROS ENFOQUES

El País: ¿Casarse en pandemia?, así se realizan las bodas en estos tiempos.

Vogue: Bodas post-coronavirus: así serán las celebraciones en España después de la pandemia.

Bodas.net: Bodas y coronavirus: ¿Podemos casarnos? ¿A cuánta gente podemos invitar?

¿Se están celebrando bodas en el Registro Civil?

ANTE EL ESTADO de alarma decretado por el Gobierno el 13 de marzo, se suspendieron la mayoría de las actividades de los registros civiles, entre ellas, la celebración de matrimonios con la excepción de los supuestos incluidos en el artículo 52 del Código Civil referido “al que se halle en peligro de muerte”. A partir de mayo llegó la desescalada y los registros civiles fueron retomando su actividad según la fase en la que se encontraba cada territorio, y se reanudó la celebración de matrimonios. En todos los casos se establecieron, desde el primero momento de la “vuelta a la nueva normalidad”, limitaciones en cuanto al número de invitados a las bodas civiles en los edificios, la aplicación de estrictas medidas de seguridad sanitarias, así como mantener la distancia de seguridad entre las personas asistentes. 

¿Debo vacunarme de la gripe?

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¿Debo vacunarme de la gripe?

Cada año, en los meses de otoño e invierno, las enfermedades respiratorias hacen acto de presencia, con especial incidencia en el caso de la gripe estacional, «una infección vírica aguda cuyos virus, del tipo A y B, circulan por todo el mundo», como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este año, la gripe coincide en el tiempo con el virus SARS Cov-2 que causa la enfermedad Covid-19, un coronavirus zoonótico con sintomatología similar a la gripe estacional pero que nada tiene que ver con ésta, y que se ha extendido por todo el mundo.

MARTA RUIZ-CASTILLO CALLEJA

[email protected]

La gripe causa cada año en todo el planeta de 3 a 5 millones de casos graves y entre 290.000 y 650.000 muertes. La vacunación es la forma más eficaz para prevenir esta enfermedad, que se propaga fácilmente con la llegada del frío.

#YoMeVacuno.
En este marco de incertidumbre, de crisis sanitaria, causada por el coronavirus, y en plena segunda ola de contagios, los expertos han dado la voz de alarma ante los terribles efectos que puede tener para la población la coincidencia de ambos virus, el de la gripe y el SARS Cov-2.

«La vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus complicaciones», aseguran las autoridades sanitarias. En la temporada 2019-2020 la vacunación evitó en España el 26% de las hospitalizaciones, el 40% de los ingresos en UCI y el 37% de las defunciones atribuibles a la gripe en las personas mayores de 65 años, según datos del Ministerio de Sanidad que, a través de la campaña de #YoMeVacuno y la adquisición de un mayor número de dosis, espera llegar este año a un mayor porcentaje de población que en los anteriores.

La vacuna de la gripe «no es la mejor del mundo, pero aun así tiene un porcentaje de efectividad, de tal modo que todos los vacunados tienen un riesgo menor de contraer la gripe y de las posibles consecuencias de tener gripe, que pueden llegar incluso al fallecimiento, en algunos casos», explica a Escritura Pública Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes en la Escuela de Medicina Icahn Mount Sinai en Nueva York, donde es profesor en los Departamentos de Microbiología y Medicina.

En el mundo, la vacuna contra la gripe evita cada año entre 2 y 3 millones de fallecimientos, informa la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

¿Por qué es importante?
«Es particularmente importante disminuir en lo posible los casos de gripe ya que, por un lado, se confunden en sintomatología con los de Covid-19, lo cual hace aún mas difícil el distinguir rápidamente a pacientes con Covid-19; y por otro, el estrés hospitalario se acrecienta al sumar los casos de hospitalizaciones por Covid-19 a los casos de hospitalizaciones por gripe», explica García-Sastre, experto en virología, cuyas investigaciones reconocidas por la comunidad internacional se han centrado en la Biología Molecular del virus de la gripe y de otros virus de RNA.

En 2019-2020, la gripe provocó en España 28.000 hospitalizaciones, 1.800 admisiones en UCI y 3.900 defunciones atribuibles al virus estacional, según el Ministerio de Sanidad. El 85% de los casos graves hospitalizados y el 97% de las muertes ocurrieron en personas con algún factor de riesgo de complicaciones. Por eso, las autoridades sanitarias aconsejan vacunarse a las personas con alto riesgo de sufrir complicaciones y a las personas que están en contacto con ellas, ya que pueden transmitirles la gripe. «Este año, más que nunca, es importante la vacunación de la gripe», coinciden expertos, autoridades sanitarias y entidades internacionales como la OMS y la UE, con llamamientos para que los gobiernos intensifiquen las campañas de vacunación de la gripe. Hay un temor real a que esta segunda ola de la pandemia, que ya está afectando particularmente a Europa con un aumento diario de contagios de Covid-19 y de ingresos hospitalarios, se complique aún más cuando se produzca el pico de casos de gripe, entre diciembre y febrero. Hay que evitar, insisten, sobrecargar los hospitales y centros de salud. «Si tienes 65 años o más, estás embarazada, tienes alguna dolencia crónica, eres personal sanitario o de otro colectivo esencial, vacúnate frente a la gripe», recomienda la campaña de Sanidad.

La vacuna es segura, no causa la gripe, las reacciones adversas suelen ser leves y duran menos de 48 horas; el efecto secundario más frecuente es escozor o dolor en la zona del pinchazo y, lo que es más importante, «no hay un mayor riesgo de padecer Covid-19 por haberse vacunado contra la gripe», informa la AEMPS.

Gripe y Covid-19
En el hemisferio sur, durante los meses de invierno, se ha descrito una actividad baja del virus de la gripe. «Ha habido menos contagios por gripe porque las mismas medidas que se toman para evitar los contagios por Covid-19 contribuyen también a reducirlos en el caso de la gripe», explica García-Sastre, refiriéndose a los confinamientos, el cierre de escuelas, el uso de mascarillas en la calle, una mayor higiene de las manos y la distancia física, medidas todas ellas impuestas durante la pandemia en todo el mundo, y que no se habían llevado a cabo en años anteriores.

A pesar de la menor incidencia de la gripe estacional este año en los países del hemisferio sur, las autoridades sanitarias admiten no saber cuál puede ser el comportamiento de ambos virus a la vez en el hemisferio norte. Para el virólogo García-Sastre «lo mala que sea la situación de este invierno no solo depende de la temporada, sino de que se haga el suficiente diagnóstico, traceo, aislamientos y distanciamiento social, incluido uso de mascarillas, para que los casos de contagio no aumenten». El problema, añade, es que «una vez que los casos de contagio son muy grandes, es muy difícil contenerlos solo con esas medidas, y entonces es cuando se necesita, por desgracia, aplicar medidas adicionales, como pueden ser toques de queda, cierre de establecimientos de ocio, etc.». Eso es algo que ya está ocurriendo en muchos países de Europa, incluida España, a causa de la segunda ola de la pandemia.

Diferenciar gripe de Covid-19

Es muy importante para los médicos, pero también para la población en general, saber distinguir los síntomas de estas dos enfermedades que se contagian fundamentalmente por vía aérea, a través de gotitas respiratorias producidas por una persona infectada al hablar, toser o estornudar. Ambas son afecciones respiratorias contagiosas y, aunque están provocadas por virus diferentes, tienen «presentaciones clínicas muy parecidas», por lo que es importante diferenciarlas.

Covid-19: los síntomas más frecuentes son fiebre, tos seca y dificultad respiratoria. Otros síntomas incluyen disminución del olfato y del gusto, diarrea, y de forma ocasional, escalofríos, dolor de garganta, dolores musculares, dolor de cabeza, debilidad general, vómitos. El periodo de incubación oscila entre 1 y 14 días y los síntomas se presentan de forma progresiva. Su duración aproximada es variable.

Gripe: los síntomas más frecuentes son fiebre, dolor de garganta, tos seca, cefalea, dolor muscular; en menor medida puede presentarse mucosidad nasal, aunque esto es más propio del resfriado común, cuyos síntomas incluyen también tos productiva y dolor de garganta. El periodo de incubación de la gripe está entre 1 y 3 días, y el inicio de los síntomas es repentino. La gripe dura aproximada-mente entre 1 y 2 semanas.

La esperada vacuna contra la Covid-19

Desde que estalló la pandemia en el primer trimestre de 2020, y ante el elevado número de contagios y fallecidos, la comunidad científica trabaja ininterrumpidamente para lograr, cuanto antes, una vacuna contra este nuevo coronavirus.

En esta carrera por lograr una vacuna, la farmacéutica Pfizer y Biontech, anunció en noviembre que su candidata a vacuna contra el SARS-Cov-2 “ha demostrado evidencia de eficacia contra la COVId-2 en participantes sin evidencia prevista de infección por SARS-CoV-2, según el primer análisis de eficacia provisional realizado el 8 de noviembre de 2020 por un Comité de Seguimiento de Datos externo e independiente del estudio clínico en Fase 3”. 

La noticia supone un soplo de esperanza, recibida con cautela por la comunidad científica, pese a que Pfizer y Biontech aseguran que la vacuna tiene una eficacia del 80%.

A la espera de que se confirme la viabilidad de esta u otras vacunas, todo apunta a que, cuando salgan al mercado, ocurra como con los virus de la gripe y, aún así, tengamos que convivir con el SARS-Cov2.

Para saber más

-Ministerio de Sanidad: vacunas y programas de vacunación.

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): diferencias entre la gripe y la Covid-19.

Organización Mundial de la Salud (OMS): recomendación de vacunarse.

Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios: última información acerca del Covid-19.

«La gripe en el año del Covid-19», por Amós José García Rojas

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AMÓS JOSÉ GARCÍA ROJAS

presidente de la Asociación Española de Vacunología

@AEV_Vacunas

Instagram aev_vacunas

La gripe en el año del Covid-19

 

AUNQUE parezca increíble, en pleno siglo XXI, un nuevo microorganismo se expande de forma sorpresiva por todo el mundo dando lugar a una pandemia, y refrescándonos una idea que nunca, nunca deberíamos olvidar, “Frente a las enfermedades transmisibles no se puede bajar la guardia”. Sin embargo, la bajamos, y mucho. Los países avanzados, desde el altar de su desarrollo, pensaron que tenían una armadura sólida frente a este problema, obviando que en un mundo globalizado y siendo ésta, una enfermedad que se transmite como se transmite, sería muy complicado frenarla. Y así, poco a poco tuvimos enfermos, comenzamos a sentir la gravedad del problema, y fuimos conscientes de que no disponíamos del único instrumento que nos permitiría modular el mismo: Una vacuna.

Esta crisis, además, nos situó en la agenda un aspecto clave, cómo introducir en sanidad aquellas innovaciones que ofrecen valor terapéutico añadido, que son capaces de tener un impacto positivo en la salud de la ciudadanía y que al mismo tiempo garantizan la sostenibilidad de los sistemas de salud. En esta idea, las políticas de salud pública se presentan como una de las intervenciones más coste-efectivas que existen. Y en este contexto parece conveniente subrayar la necesidad de reforzar las políticas sanitarias que más han sufrido el rigor de los recortes: las políticas globales de salud pública. Una de las herramientas preventivas de más alto valor, y que forma parte del ADN de esas políticas, son las vacunas.

Y sin embargo, para nuestra sorpresa en más de una ocasión, los sanitarios nos vemos en medio de debates carentes de solidez científica, del tipo: “vacunas si, vacunas no”. Y no dejamos de repetir que ese planteamiento es absolutamente ridículo. Los que plantean dudas sobre la conveniencia de las vacunas, en realidad están poniendo en cuestión al propio conocimiento científico. Por eso, estas dudas florecen en trincheras ajenas a la ciencia y más próximas a las creencias.

Y desgraciadamente, una de las vacunas más cuestionadas es la vacuna frente a la gripe.

La campaña de vacunación frente a esta enfermedad para la presente temporada 2020/2021 ha venido condicionada por la pandemia de la Covid-19, que une a una situación de perplejidad, confusión y temor de sectores amplios de la ciudadanía, los mitos existentes desde hace mucho tiempo, sobre esta vacuna.

Y si siempre es importante vacunarse contra la gripe, este año es importantísimo. Analicemos por qué: uno de los colectivos vulnerables a sufrir complicaciones por padecer una gripe, son los mayores de 60/65 años. En este grupo las coberturas vacunales que se consiguen habitualmente en nuestro país, oscilan entre un 53 a un 57%, Con estas coberturas, todos los años tenemos, complicaciones, hospitalizaciones, UCI’s y fallecimientos por gripe o sus complicaciones, en personas pertenecientes a ese grupo poblacional, usualmente no vacunadas. Si a este escenario le sumamos las complicaciones, hospitalizaciones, UCI’s y fallecimientos derivados del Sars Cov 2, el panorama es inquietante. Además, sometería a un riguroso stress al sistema sanitario y crearía situaciones de colapso en el sistema. Pero es que, además, tenemos que sumar los problemas de diagnóstico diferencial que se pueden producir, y que se podrían modular con una buena cobertura de vacunación frente a la gripe. Pero es que hay más, si un vulnerable no vacunado de gripe, cae enfermo de ese proceso, puede a su vez coinfectarse con el Sars Cov 2, con lo que su cuadro cínico se puede complicar.

Por todo esto, y más, es tan importantísimo, que no importante, vacunarse este año. Así, todas las comunidades autónomas han comprado un número de dosis muy superior al de otros años, e incluso el Ministerio ha hecho una compra que ha distribuido equitativamente por todas ellas. Es necesario conseguir unas coberturas de un 75% en personas mayores de 60/65 años y sanitarios y de un 60% en embarazadas y personas entre los 6 meses de vida y los 60/65 años, que tengan una patología de base.

De esta forma contribuiríamos a eliminar el escenario de “tormenta perfecta” que planteó la revista Nature. Vacunémonos.

El diálogo público-privado, clave para la recuperación económica

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El diálogo público-privado, clave para la recuperación económica

La crisis sanitaria causada por el Covid-19 ha derivado en una crisis económica generalizada que, en el caso de España, está teniendo efectos particularmente graves con un incremento del desempleo, el cierre de empresas y negocios familiares, la caída en picado del PIB y un aumento del déficit público, entre otros indicadores económicos.

MARTA RUIZ-CASTILLO CALLEJA

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LA DESESCALADA apenas ha permitido a la economía recuperar el aliento y, tras los meses de verano, el país se enfrenta a nuevas incertidumbres ante una segunda ola de la pandemia que ya ha obligado a adoptar medidas restrictivas de movilidad y confinamientos parciales. La previsión de organismos nacionales e internacionales no apuntan a una rápida recuperación, por lo que resulta urgente la adopción de medidas dirigidas a la recuperación económica y social del país. En este sentido, se han puesto en marcha varias líneas de actuación, tanto dentro de España como en la Unión Europea que, en ambos casos, requieren del diálogo y el consenso entre el sector público y el privado.

Para ayudar a paliar la crisis, el Consejo Europeo alcanzó el 21 de julio, tras cinco días de intensas negociaciones en Bruselas, un acuerdo calificado de «histórico» sobre una dotación presupuestaria de más de 1,82 billones de euros. En él se incluye, según el documento, un marco financiero plurianual (más de 1,07 billones de euros), y un instrumento, denominado Next Generation, con 750.000 millones de euros de deuda común para contribuir a la reparación de los daños económicos y sociales provocados por el coronavirus, de los cuales los Estados miembros recibirán 390.000 millones de euros en forma de subvenciones y 360.000 millones de euros en préstamos. «Es un buen acuerdo y, sobre todo, es el acuerdo que Europa necesitaba en estos momentos», dijo el presidente del Consejo, Charles Michel, durante la presentación de las conclusiones.

España recibirá cerca de 140.000 millones de euros durante los próximos seis años. De esta cantidad, 72.700 millones serán ayudas directas y el resto -algo más de 67.000 millones- en préstamos.

Consenso necesario. El reto al que se enfrenta el país es gigantesco y requiere de un esfuerzo general que trasciende el debate político para sacar adelante las reformas necesarias y avanzar en la recuperación económica y social. Desde todos los ámbitos llegan las apelaciones al consenso. «En la recuperación y creación de empleo es necesario que todos los sectores se alíen», subrayó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando presentó en el Congreso de los Diputados los resultados de la Comisión Europea. El Partido Popular va más allá al proponer la creación de una Agencia Nacional para la Recuperación Económica, según informó su presidente, Pablo Casado, tras reunirse con Sánchez en La Moncloa el 2 de septiembre.

Al día siguiente, la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en su intervención en el Pleno Extraordinario de la Cámara de Comercio de España, fue clara al afirmar que «el diagnóstico de la situación es compartido, como también las recetas para hacerle frente. Es más lo que une a la sociedad española que lo que la separa. Es el momento de la unidad, de arrimar el hombro».

La CEOE, mediante su presidente, Antonio Garamendi, ha reiterado públicamente que «sin la confianza de las empresas no es posible la recuperación económica»; una opinión que comparten representantes de las grandes empresas y de la banca, tal y como expresaron en el citado pleno de la Cámara de Comercio de España los presidentes de Telefónica, José María Álvarez-Pallete; de Indra, Fernando Abril-Martorell; de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; del BBVA, Carlos Torres Vila; la presidenta de HP para España, Portugal, Francia e Italia, Helena Herrero, y la del Banco Santander, Ana Botín. Esta última vino a resumir la opinión de los presentes al afirmar que la reconstrucción «debe basarse en cuatro aspectos: que los proyectos tengan un efecto multiplicador; que estén apoyados sobre el liderazgo empresarial; la capilaridad de las ayudas y la gobernanza, para que haya responsabilidad”. El presidente de la Cámara, José Luis Bonet, destacó la disposición de las empresas a colaborar con los poderes públicos en la salida de la crisis y el papel fundamental que debe desempeñar la Cámara de España y la red de cámaras para que las ayudas europeas lleguen al conjunto del tejido productivo. “Hemos de hacer frente a la situación con decisión, coraje, determinación y visión de futuro, sin dejar a nadie atrás, velando por las personas, por supuesto, pero también por las empresas, que son la pieza clave para la recuperación, la creación de empleo y el crecimiento de la economía”.

En los últimos meses hemos visto cómo se ha reactivado el diálogo entre Gobierno, patronal y sindicatos en torno a la Mesa de Diálogo Social con acuerdos significativos, todos ellos relacionados con la búsqueda de soluciones a la crisis económica provocada por el coronavirus. «El consenso político es imprescindible. Pero no sólo. Este momento requiere de una visión global, de un Contrato o Pacto Social. Es imprescindible el concurso de las organizaciones sindicales y patronales que han demostrado sobradamente durante esta crisis su templanza, sentido común y altura de miras frente a la superficialidad de otros», escribía en su blog el pasado 1 de agosto el secretario general de la UGT, Pepe Álvarez.

Ejemplos de que el diálogo no sólo es necesario sino también posible son los acuerdos alcanzados en torno a cuestiones como una primera ampliación de los ERTES tras el fin del estado de alarma; el Acuerdo para la Reactivación Económica y el Empleo firmado el 1 de julio en el Palacio de la Moncloa con una decena de líneas de actuación, y la ley que regula el teletrabajo.

Plan de acción. Los objetivos de la recuperación que defiende Europa y que, en palabras del presidente de la Comisión, Charles Michel, se resumen en «convergencia, resiliencia y transformación» exigen para reparar el daño causado por el Covid-19 «reformar nuestras economías y remodelar nuestras sociedades».

En esa dirección va el Acuerdo para la Reactivación Económica y el Empleo, en el que empresas, sindicatos y Gobierno se comprometieron a «desarrollar mecanismos eficaces para la formación y recualificación de los trabajadores, en particular en el ámbito digital y tecnológico, y la modernización del marco laboral para minimizar el impacto sobre el empleo de crisis futuras, y la actualización de las políticas activas de empleo, de acuerdo con las indicaciones de la UE». Respecto a las reformas que España necesita, el documento incluye también la propuesta de un Pacto por la Industria «que permita al país su imprescindible reindustrialización, con el objeto de diversificar, equilibrar y modernizar la estructura productiva».

Medidas y propuestas -las de la UE y el citado Acuerdo- que también se recogen en las Conclusiones de la Comisión Parlamentaria para la Reconstrucción Social y Económica aprobadas en un Pleno extraordinario celebrado el 29 de julio. En ellas se ponen de manifiesto «algunas debilidades estructurales importantes de la economía española que es necesario corregir», como «la escasa dotación de capital privado y público, un reducido tamaño empresarial, muy concentrado en pymes sin trabajadores y micropymes que, juntas, representaban el 93,5% del total de empresas al término del año 2019»; un factor que hace «menos competitivo al tejido empresarial». Es necesario corregir, añade el texto, el «bajo crecimiento de la productividad», los «bajos salarios reales y recurso excesivo de las empresas a la contratación temporal», una «débil inversión pública tanto en términos de PIB como de porcentaje sobre el gasto público total», una «escasa inversión en ciencia e investigación tanto pública como privada», un «reducido peso de la industria en la economía», y una «tasa de desempleo muy elevada».

Para resolver estas debilidades, se propone «un plan de inversiones, tanto públicas como privadas, que reoriente la actividad productiva hacia criterios de sostenibilidad ecológica y transformación digital, al tiempo que refuerce aquellas actividades con mayor potencial tractor y efecto multiplicador para mejorar la productividad y el crecimiento potencial de nuestra economía». En este sentido, hay una apuesta clara por la participación de las administraciones públicas, empresariales y sindicales: «Se deberá trabajar con los sectores y con los agentes sociales, y en colaboración con las comunidades autónomas y las instituciones europeas en la preparación de planes para los sectores relevantes más afectados por la crisis, como el  turismo, los canales HORECA (distribución de alimentos de hoteles, restaurantes y cafeterías), el comercio, la industria, sectores estratégicos como la automoción, la máquina herramienta y el aeronáutico, y el agroalimentario y el pesquero, así como los sectores necesarios para garantizar la producción local sanitaria estratégica».

Además, a medio plazo, «es necesario poner en marcha un Plan de Inversiones y Reformas para reorientar nuestro modelo productivo hacia un crecimiento sostenible e inclusivo, movilizando inversión pública y privada para impulsar la modernización de nuestra economía», así como lograr un Pacto de Estado por la industria, apoyo a las pymes y a los autónomos.

Otros enfoques mismo tema

-Cinco Días: España se enfrenta a una economía destrozada. Las previsiones de los datos económicos, bajada del PIB, aumento del desempleo, del déficit y de la deuda pública no auguran nada bueno a corto y medio plazo.

-Libre Mercado: Una crisis larga: el 62% de los empresarios cree que la recuperación no llegará hasta 2022 o 2023. El diario recoge los resultados del informe de CEOE y la consultora KPMG La empresa española ante la Covid-19, un sondeo que pulsa la opinión de miles de empresarios y directivos.

-ElEconomista.es: El fracaso en la gestión de la pandemia anticipa un ‘otoño negro’ para la economía española. Varios expertos analizan la situación provocada por la pandemia a partir de las preocupantes previsiones a la baja de los indicadores económicos para la economía española.

-Real Instituto Elcano: Las cifras de la recuperación. Enrique Feás, técnico comercial y economista del Estado, analiza el Plan de Recuperación de la CE y recomienda un esfuerzo de sistematización y resumen para entender adecuadamente la importancia y novedad de este avance en el proceso de integración europea.

-Ethic: Tres razones para utilizar el Green Deal en la reconstrucción económica de Europa. Con la pandemia, los objetivos climáticos europeos han pasado a un primer plano en la estrategia de crecimiento económico, y un tercio del presupuesto del Plan de Recuperación irá destinado a la transición ecológica.

Propuestas de las grandes empresas

En la Cumbre Empresas Españolas: Liderando el Futuro, celebrada en junio, los participantes acordaron unas conclusiones a modo de propuestas para salir de la crisis que, según el documento publicado por la CEOE y presentado por Garamendi y el presidente de Inditex, Pablo Isla, se resumen en diez puntos. En ellos se indica, por ejemplo, que «la confianza a través de la seguridad jurídica es fundamental para generar credibilidad y atraer y retener inversiones», al tiempo que se apela al «consenso y diálogo social para llegar a acuerdos que nos ayuden a salir de la crisis». Además, defiende «un marco regulatorio más flexible y adaptado a los cambios de la economía española»; una «colaboración público-privada para mejorar la eficiencia y calidad en la prestación de servicios públicos», así como «conservar el tejido productivo a través de medidas que están funcionando, como los ERTES o las líneas de avales públicos». Otros aspectos clave son «la reindustrialización para generar un empleo de calidad y mejor remunerado; la innovación y digitalización del tejido productivo», sobre todo de las pymes y de la administración pública; «la «estabilidad presupuestaria», y la «igualdad de oportunidades y crecimiento inclusivo a través de la formación y la educación», dado que «la prioridad son las personas y el empleo y no dejar a nadie atrás en la recuperación y en las transformaciones energéticas y digitales, y una apuesta por revitalizar el contrato social».

Si hay un sector particularmente castigado por la crisis, es el formado por pymes y autónomos

La posición de pymes y autónomos

Si hay un sector particularmente castigado por la crisis es el formado por pymes y autónomos. La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), a través de su presidente, Gerardo Cuerva, destacaba a finales de julio el papel desempeñado por las pymes en los primeros meses de pandemia, «que han hecho posible que, a pesar de todo, la vida pudiera mantenerse con cierta normalidad». Después de recordar la importancia que tiene el tejido empresarial, constituido en su mayoría por estas empresas (99,8%), subrayaba que «nada podrá construirse sin las pequeñas y medianas empresas».

Por su parte, la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) defiende un plan de emergencia, y con vistas a un otoño e invierno «muy duros», «que prorrogue las ayudas existentes hasta el próximo 1 de abril de 2021, y que facilite la liquidez e impulse el consumo y la demanda con el fin de amortiguar la caída de la actividad y evitar el cierre de empresas y autónomos y por ende la destrucción de empleo», expone su presidente, Lorenzo Amor, a través de la página oficial de ATA. “Si la primera oleada de la pandemia se saldó con un millón de empleos menos, de los cuales 135.000 estaban bajo el paraguas de los autónomos, esta segunda oleada, sin duda, llevará a muchos autónomos al cierre y, a los que son empleadores, a tener que reducir plantilla». Por eso, ATA solicita, entre otras medidas, la prórroga de los ERTES hasta el 1 de abril de 2021; la prórroga del Cese de Actividad Ordinario “especial” hasta el 1 de abril de 2021; extender las líneas ICO de liquidez hasta el 1 de abril de 2021 y prolongar el periodo de carencia hasta 24 meses; reducción temporal de IVA al 50% del tipo en hostelería, turismo, cultura, peluquería y gimnasios, o deducción fiscal a los autónomos en el IRPF y empresas en impuestos de sociedades que hayan mantenido el nivel de empleo en 2020.

Hay que reorientar nuestro modelo productivo hacia un crecimiento sostenible e inclusivo

¿Para cuándo el dinero de la UE?

La CE ha pedido al Parlamento Europeo y al Consejo que alcancen lo antes posible un acuerdo sobre la propuesta legislativa para que el fondo esté operativo a partir del 1 de enero de 2021. La fecha límite de presentación de los Planes de Inversiones y Reformas elaborados por los Estados en función de sus intereses nacionales, pero sobre la base de los criterios acordados previamente entre los 27 en el marco del denominado Semestre Europeo, es el 30 de abril de 2021. No obstante, la Comisión anima a los Estados miembros a que presenten sus planes a partir del 15 de octubre de 2020 y les recomienda «entablar lo antes posible un amplio diálogo político que integre a todas las partes interesadas pertinentes en la preparación de sus planes de recuperación y resiliencia». «El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia será el principal instrumento» para conseguir salir de la crisis, dijo Paolo Gentiloni, comisario de Economía, el 17 de septiembre durante la presentación de las próximas etapas del citado mecanismo, dotado con 672.500 millones de euros en su Estrategia Anual de Crecimiento Sostenible de 2021. El objetivo final es que «la financiación pueda empezar a fluir lo antes posible en apoyo de la recuperación».

Las reformas estructurales que España está obligada a realizar y presentar para recibir los fondos pasan por cambios en el modelo productivo, potenciar el crecimiento y la creación de empleo y, como condición indispensable, una «contribución efectiva a la transición ecológica y digital», según el apartado A19 de las Conclusiones de la Comisión Europea.

Una nueva forma de viajar

EN PLENO DEBATE

Una nueva forma de viajar

En buena parte de los aeropuertos del mundo se toma la temperatura a los pasajeros a la entrada a las instalaciones.

Mientras dure el peligro de infección por Covid-19 hay que acostumbrarse a una manera diferente de movernos y viajar. Tanto a nivel nacional como internacional, conviene saber qué requisitos y precauciones se precisan para que el viaje sea, si no más cómodo, al menos sí más seguro.

 

ALFREDO GARCÍA REYES

[email protected]

@Alfredo García Reyes

Linkedin: alfredogreyes

EL MUNDO ESTÁ pendiente de un milagro. Ese milagro es la cura contra el Covid-19, objetivo al que está dedicando sus esfuerzos buena parte de la comunidad científica internacional. Pero, mientras llega ese momento, nuestras vidas continuarán siendo bastante distintas a las que teníamos antes de la pandemia.

Uno de los sectores que más cambios están experimentando ante esta extraña situación es el de los viajes, tanto por motivos profesionales como por placer. Entre esos cambios, el más evidente es el uso obligatorio de mascarillas en todo tipo de transportes colectivos, desde los urbanos, hasta trenes, autobuses, barcos y, por su-puesto, aviones. Aplicable esta situación también a los re-corridos en vehículo privado siempre que dentro del mismo haya personas que no convivan.

Con mascarilla. En el caso de autobuses, trenes y aviones, el uso de la mascarilla es obligatorio durante todo el viaje, cambiándola cada cuatro horas durante los trayectos de largo recorrido. Una vez eliminadas las restricciones de aforo y distancia entre pasajeros a finales del mes de junio, las diferentes compañías de transporte están obligadas a garantizar las condiciones higiénicas en todo momento. Por este motivo, Renfe, por poner un ejemplo, continúa sin ofrecer el servicio de cafetería y bar móvil en los recorridos en AVE y larga distancia, aunque sí deja en el asiento de cada pasajero medidas higiénicas de uso personal, como toallitas desinfectantes.

 


Se puede viajar por la mayor parte de Europa sin necesidad de guardar cuarentena o de estar en posesión de una prueba médica (PCR)


 

En cuanto a los aviones, buena parte de las compañías aéreas, tanto en sus rutas nacionales como en las internacionales, ha eliminado el servicio de catering a bordo. Varias de las que aún mantienen este tipo de servicios no lo hacen mediante el reparto con carritos, sino que el pasajero encuentra su refrigerio de cortesía al ocupar su asiento. De cualquier forma, no se sirven bebidas alcohólicas dentro del avión, excepto en trayectos de largo recorrido y, aun así, con limitaciones.

Está prohibida la formación de las típicas colas en los pasillos del avión ante los aseos: compañías como Ryanair, por ejemplo, recomiendan pedir permiso a los asistentes de vuelo antes de levantarse de su asiento.

Toma de temperatura. En buena parte de los aeropuertos del mundo se toma la temperatura a los pasajeros a la entrada a las instalaciones y en muchos de ellos está prohibido el acceso de acompañantes, excepto en situaciones estrictamente necesarias (por ejemplo, para ayudar a personas con alguna discapacidad). Esta toma de temperatura suele repetirse antes de abordar el avión y también a la llegada al destino. Como en el caso de los viajeros que llegan a los aeropuertos de nuestro país, también hay que rellenar un formulario sobre el estado de salud y forma de contacto durante el periodo de estancia.

En cuanto a los países a los que se puede viajar desde España, desde el 21 de junio y a expensas de que pudiera producirse un cambio drástico en las circunstancias sanitarias, se han eliminado las restricciones tanto entre comunidades autónomas como a los países miembros de la Unión Europea, además de Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein. Es decir, se puede viajar por la mayor parte de Europa sin necesidad de guardar cuarentena o de estar en posesión de una prueba médica (PCR), que demuestre que el viajero no es una persona potencialmente infecciosa.

Para resolver posibles dudas, la Unión Europea ha puesto en marcha la web reopen.europa.eu/es, gracias a la cual todos los viajeros pueden informarse, a partir de los datos aportados por los diferentes Estados miembros, sobre la situación sanitaria concreta en cada uno de ellos, así como sobre requisitos de entrada y estancia particulares.

Higiene y prevención. Lo que no existe es una regulación europea común respecto a las medidas de higiene y prevención. En este sentido, se agradece el esfuerzo de instituciones públicas y empresas privadas en esta materia.

 


No existe una regulación europea común respecto a las medidas de higiene y prevención


 

Es el caso del sello Clean & Safe que otorga Turismo de Portugal y que reconoce a aquellos establecimientos que cumplan con unos estándares estrictos en cuanto a higiene y limpieza para la prevención y control del Covid-19 y otro tipo de infecciones.

En cuanto a los viajes fuera del territorio europeo, desde el 1 de julio se han abierto las fronteras comunitarias tanto para la entrada como para la salida de viajeros. Esto no quiere decir que podamos movernos libremente por el mundo y sin precauciones. Sobre todo, teniendo en cuenta que muchos países americanos, africanos y asiáticos ni siquiera han llegado al pico de la pandemia y la extensión del virus bate récords semanales.

Esto implica que antes de planificar cualquier viaje internacional hay que informarse de la situación sanitaria del país elegido, así como de las posibles limitaciones de acceso.

Al no existir una regulación supranacional, más allá de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada país ha establecido sus propios requisitos de entrada. Entre ellos, por ejemplo, está la necesidad de una cuarentena de dos semanas que, en la mayor parte de las ocasiones, debe costearse el propio viajero.

 


Antes de planificar cualquier viaje internacional hay que informarse de la situación sanitaria del país, así como de las posibles limitaciones de acceso


 

Algunos de estos requerimientos también pueden pasar por la obligación de depositar una fianza al llegar al país. En el caso de Camboya ésta es de algo más de 2.600 euros, cantidad con la que sufragar el coste del test de Covid-19 que se realiza a la entrada al mismo y parte del tratamiento si se enfermara por este motivo. Si, por desgracia, se produjera el fallecimiento de alguno de los viajeros se cobrarían unos 1.500 euros más para costear la incineración.

Sin necesidad de llegar a este ejemplo extremo, lo que parece claro es que antes de emprender cualquier viaje internacional es imprescindible contratar un seguro multicobertura, mejor cuanto más altas sean las prestaciones sanitarias. Respecto a esto, conviene recordar que en países como Estados Unidos, las facturas por asistencia en centros sanitarios pueden alcanzar cifras con muchos ceros detrás. Y también que buena parte de los enfermos afectados por la pandemia está requiriendo hospitalizaciones de varias semanas, lo que eleva de una forma considerable las facturas asistenciales.

El seguro también debería cubrir los costes de cancelación (de transportes y reservas en alojamientos) y los de repatriación si fuera necesario.

De cualquier manera, parece bastante obvio que, mientras no llegue la vacuna o un tratamiento realmente eficaz contra el Covid-19, lo recomendable en materia de viajes es que, siempre que sea posible, se opte por des-tinos de proximidad, evitando en la medida de lo posible lugares masificados y buscando alojamientos que garanticen la distancia social.

Al menos esto es lo que han pensado la mayor parte de los españoles, como desvelan las cifras de reservas de este verano.

Viendo todo esto, resulta bastante claro que, al menos este año, viajar es algo muy diferente a lo que conocíamos. Confiemos en que no sea así durante mucho tiempo: será la mejor noticia para todos.

Otros enfoques mismo tema

Es mucho lo que se está publicando en medios respecto a los viajes durante este verano: Muy interesante resulta el enfoque respecto a lo que buscan hoy los viajeros del experto Pablo Foncillas, en La Vanguardia.

Por su parte, el medio especializado en turismo y viajes Cerodosbe.com ha publicado un informe de Business Insider España respecto a las ventajas y riesgos de viajar este verano.

El periódico Las Provincias ha publicado un detallado reportaje sobre lugares a los que viajar seguro, política de cancelaciones y medidas de higiene y seguridad durante las vacaciones.

Por último, la publicación sectorial Hosteltur realiza una radiografía del turista español para las vacaciones de verano 2020, analizando las tendencias del mercado.

Apuesta por España

UNA amplísima mayoría de turistas nacionales está optando por moverse dentro de nuestras fronteras. Frente a los hoteles de costa, muchos españoles se han decantado por el turismo de interior y, de hecho, las reservas en casas rurales han experimentado un aumento muy significativo respecto a años anteriores, sobre todo en comparación con los hoteles y apartamentos de costa.

Aunque se hayan eliminado buena parte de las limitaciones de aforo, lo cierto es que muchos establecimientos de hostelería y ocio mantienen la distancia de seguridad entre las mesas, por lo que, para evitar colas de acceso a sus locales, recomiendan o imponen la reserva previa. Y respecto a las playas, sobre todo en los entornos urbanos, las autoridades locales están realizando una limitación de acceso, a veces mediante drones de vigilancia.

Antes de viajar, conviene informarse

CON la intención de ofrecer algo de luz ante una situación tan compleja como la actual, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (www.semfyc.es) ha editado una guía online para viajes internacionales con información actualizada sobre la situación sanitaria de cada país, así como la forma de contactar con instituciones públicas y privadas que pueden prestar asistencia a los viajeros en caso de cualquier incidencia en el ámbito de la salud.

Otra referencia de consulta es la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores, donde se puede encontrar recomendaciones de viaje en función de la situación social, política y sanitaria de cada país:(www.exteriores.gob.es).