EDITORIAL
La existencia de dos bases gráficas, registral y catastral: una patología del sistema español que genera inseguridad jurídica
“Tenemos un problema en España en lo que atañe a la coordinación entre el Catastro y el Registro de la Propiedad, que no está funcionando. En 10 años solamente hay 1 millón de fincas coordinadas. Y digámoslo claro: la culpa no es del Catastro, que ha seguido un proceso de digitalización ejemplar y dispone de la información de todo el parcelario en España. El problema radica en que hay una duplicidad descriptiva entre el Catastro y el Registro de la Propiedad. Hay que potenciar la concordancia entre el Notariado y el Catastro, y que esta constituya la base oficial sobre la que se identifiquen las fincas. El Registro debe atender únicamente a la información de las fincas que recoge el parcelario catastral”, denunció José Ángel Martínez Sanchiz, presidente de Fundación Notariado y del Consejo General del Notariado.
EN ESPAÑA LA COORDINACIÓN ENTRE EL CATASTRO Y EL REGISTRO DE LA PROPIEDAD NO ESTÁ FUNCIONANDO. Y LA CULPA NO ES DEL CATASTRO
“Los notarios españoles tenemos un acceso al Registro decimonónico, que redunda en el perjuicio del ciudadano y que sobre todo afecta a la seguridad jurídica”. “Reclamamos un acceso digital, moderno, en tiempo real y que sea específico para los notarios con todas las garantías; un sistema igual al de otros países como Francia, Italia, Alemania, Costa Rica o Marruecos, que han exhibido sus sistemas”, aseguró.
Así de contundente y enérgica fue la denuncia hecha por el presidente del Consejo General del Notariado en la clausura del curso sobre Persona, Empresa y Tecnología organizado por Fundación Notariado, que también preside, en la sede de San Sebastián de la Universidad del País Vasco, que estuvo centrado en la vivienda.
Digitalización ejemplar del Catastro
El presidente del Notariado no fue el único que puso sobre la mesa esta situación. Su manifestación fue coincidente con la de otros participantes en la mesa redonda sobre El Catastro, moderada por Francisco Cantos, decano del Colegio Notarial de Valencia, que contó como ponentes con Enrique Brancós, notario de Girona; Jesús Miranda, exdirector general del Catastro; Jesús Puebla, subdirector general de Gestión Catastral; y el exdirector de la Dirección Nacional del Notariado de Costa Rica y director del Registro de Inmuebles de Costa Rica, que aglutina Registros y Catastros, Guillermo Sandí.
Francisco Cantos incidió en la “falta de colaboración entre el Catastro y el Registro”, lo que “nos aboca al colapso”. “A esto hay que sumarle la falta de digitalización, ya que el Registro ve la informática como una amenaza y en lugar de enfrentarse al futuro ha decidido anclarse en el pasado”, defendió. Algo que refrendó Jesús Puebla, que abogó por “la necesidad de coordinación entre el Catastro, el Registro, el Notariado y el resto de operadores jurídicos. Con la legislación actual, esta es la única vía para que los ciudadanos puedan acceder a una información sobre los inmuebles precisa y completa”, afirmó.
En contraposición, Jesús Miranda aseguró que “la colaboración es innecesaria y no nos lleva a ningún término. Nadie puede superar la información que maneja el Catastro, pero es necesario digitalizarlo. Es ahí donde hay que poner los esfuerzos, no en la coordinación entre instituciones”. Siguiendo esta línea Enrique Brancós afirmó que “la información y las bases gráficas deben ser las que define el Catastro; no puede haber diversificaciones ya que solo generan confusión y además este proceso termina repercutiendo en los costes para el ciudadano”.
Por su parte, Guillermo Sandí aportó su experiencia en el caso costarricense, en el que explicó que “pronto se vio que la coordinación entre el Registro y el Catastro era improductiva, por lo que se tomó la decisión de centralizar toda la información a través de una nueva institución: el Registro Inmobiliario, que además ha sido completamente digitalizado y las instituciones como el Notariado tienen un acceso a él sencillo e inmediato”. Algo que según él “podría servir de modelo a otros países como España, que están teniendo fricciones en este ámbito”.
LOS NOTARIOS ESPAÑOLES TIENEN UN ACCESO AL REGISTRO DECIMONÓNICO, QUE REDUNDA EN EL PERJUICIO DEL CIUDADANO Y QUE AFECTA A LA SEGURIDAD JURÍDICA
La patología española
Los participantes en la mesa de debate El Notariado y el acceso a la información de la propiedad inmobiliaria, dejaron en evidencia la anomalía del sistema registral español. Este coloquio -moderado por Carmelo Llopis, delegado de Nuevas Tecnologías en el Consejo de los Notariados de la Unión Europea- contó con Piergiulio Cinelli, miembro de la comisión informática del Consiglio Nazionale del Notariato (CNN); Hicham Sabiry, presidente del Consejo Nacional de la Orden de Notarios de Marruecos; Me (¿)Thierry Vachon, presidente del grupo de trabajo de Derecho inmobiliario del CNUE; y Philip Bender, candidato a Notario de la oficina de Bruselas de la Cámara Federal de Notarios de Alemania.
Los expertos explicaron el modelo de registro de los inmuebles y la información que se proporciona de estos en sus respectivos países, que coinciden en la centralización de la información y su completa digitalización, facilitando así la colaboración con otros operadores jurídicos como el Notariado. Todos ellos afirmaron que la utilización de un modelo único de registro electrónico es algo básico e imprescindible para la correcta sinergia entre las diferentes instituciones y su comunicación con los ciudadanos. “Que los datos estén digitalizados es una forma de garantizar su seguridad y transparencia, ya que solo una autoridad como un notario puede acceder a ellos mediante una firma electrónica única e intransferible”, aseguró Piergiulio Cinelli. Lo que va en línea con el modelo alemán: “En Alemania solo los notarios y los tribunales pueden acceder al registro de forma libre mediante su firma electrónica; el resto de los ciudadanos deben acreditar un interés legítimo para poder recibirla”, afirmó Philip Bender.
Por su parte, Hicham Sabiry explicó que “en el caso marroquí toda la información se maneja a través de una única institución que comprende tres divisiones: el Registro de la propiedad, el Catastro y el servicio cartográfico. Todos ellos proporcionan los datos correspondientes para que sean centralizados, lo que es imprescindible para evitar desbarajustes”. Algo que coincide con el modelo francés, tal y como explicó Thierry Vachon: “en Francia unificamos toda la información en una única plataforma mediante un fichero PDF que incluye la firma y el certificado digital del notario que ha proporcionado esa información, además de un pack XML con todos los datos sobre el inmueble. De esta forma aseguramos que los datos están verificados y son accesibles de forma inmediata”.
Catastro y Notariado intensifican su colaboración
La Dirección General del Catastro, dependiente del Ministerio de Hacienda, y el Consejo General del Notariado han firmado un protocolo general de colaboración y buenas prácticas, con el objetivo de reforzar esa colaboración y el intercambio de información entre ambas instituciones.
Mediante este protocolo las partes firmantes han manifestado su compromiso de impulsar un nuevo espacio de colaboración que permita reforzar la concordancia entre la realidad física de los inmuebles que son objeto de negocio jurídico y la descripción catastral de los mismos.
Además, las partes han acordado promover la implementación de fórmulas que permitan garantizar una adecuada formación de los notarios respecto a la tramitación de procedimientos catastrales derivados de la información suministrada.
Los primeros acuerdos adoptados por la comisión de seguimiento creada van dirigidos a que el inmueble o parcela objeto de transmisión se encuentre adecuadamente descrito en el documento público notarial donde consta el proceso de transmisión del citado inmueble, y que dicha descripción sea acorde a la realidad física del inmueble y a la descripción catastral del mismo, pues sobre tal descripción se efectúa por las partes la atribución de un precio y, sobre el uso de éste, surge el concepto de valor de referencia.
Se trata, por tanto, de incrementar y ajustar la colaboración notarial para lograr la correcta descripción de los bienes inmuebles, tanto en los instrumentos públicos autorizados por los notarios, como en las descripciones catastrales de los mismos.
Entre los acuerdos adoptados en el seno de la Comisión, también refiere a la impartición de forma conjunta del ‘Curso práctico de Catastro para Oficiales de Notarías’.
Este curso se realizará todos los años, hasta un máximo de dos ediciones anuales. Se ha previsto que la docencia se imparta, de forma telemática, a través de la plataforma suministrada por el Centro Tecnológico del Notariado, siendo la primera y última sesión de carácter presencial.
Por citar como ejemplo, y para el presente año, se ha acordado que el curso se inicie el próximo 16 de septiembre y finalice el 25 de noviembre.
En suma, un avance más en la estrecha colaboración entre el Notariado y el Catastro.