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CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO
Imágenes de la otra Edad Media
La Fundación Notariado ha patrocinado el seminario Imágenes de la otra Edad Media, organizado por la Escuela del Museo del Prado, en el que se inscribieron 5.000 personas.
REDACCIÓN
La actividad, de carácter gratuito, tuvo lugar entre noviembre y diciembre y estuvo dirigida por Joan Molina, jefe del departamento de Pintura Gótica Española de la pinacoteca madrileña.
En la sesión inaugural, Javier Arnaldo, jefe de la Escuela del Prado, tras explicar la metodología y presentar a los ponentes, resaltó el apoyo recibido de la Fundación Notariado que “ha hecho posible la celebración de este seminario”.
A continuación, tomó la palabra el presidente de esta fundación, José Ángel Martínez Sanchiz, para señalar el discurrir paralelo de ciertos aspectos del arte y de la labor notarial: “Es un período en el que el arte enlaza con la escritura. La pintura ofrecía la posibilidad de explicar el contenido de la verdad a quienes no sabían leer y los monjes ejercían funciones notariales al escribir por quienes no sabían. Con el transcurso de los siglos, los notarios fueron adquiriendo una singularidad propia: se separan del ámbito monacal y protegen la verdad a través de un juramento. El artista Giotto, por ejemplo, representaba a la verdad y la fe en una imagen en la que sostiene una cruz en una mano y en la otra un pergamino. Esa obra pone de manifiesto que la pluma se encontraba al servicio de la verdad; algo que se refleja también en los signos que los notarios seguimos utilizando para firmar los documentos, en los que se suele incluir una cruz. Esa ‘otra’ edad media no fue una era de tinieblas –en mi opinión– sino el despertar de la modernidad y de la individualidad tanto en el arte como, con el paso del tiempo, en los documentos notariales”.
Tras estas palabras, en su intervención –titulada Imaginar el mundo desde un monasterio– Joan Molina destacó que “la Edad Media fue una época de grandes viajes. Muchos viajaron con la mente a otros lugares con la inestimable ayuda de las catedrales góticas que se levantaron por toda Europa para establecer el contacto con los fieles; o con pinturas evocadoras, como las de los triunfos ante los musulmanes en la guerra santa, que estimulaban viajes remotos. El espacio para la liturgia se convertía así en un viaje virtual. La Edad Media supuso el desarrollo de un universo visual sin fronteras, construido mediante la interacción de elementos arquitectónicos y decorativos”.
Tras ellos, Justin Kroesen, de la Universidad de Bergen (Noruega), quien abordó el Arte medieval europeo: de la unidad a la diversidad y Michele Bacci, de la Universidad de Friburgo (Suiza), con una ponencia sobre los Cuerpos ficticios y relicarios icónicos en la Edad Media cristiana y budista.
5.000 inscripciones. Este primer seminario se cerró con un total de 5.000 inscripciones procedentes de más de un millar de residentes fuera de España, en gran parte de Iberoamérica (Argentina, Venezuela, México, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Chile, El Salvador, Brasil, Bolivia…), pero también de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania o Italia, entre otros.
Cada sesión, de una hora aproximada de duración, se pudo seguir a través de la herramienta Zoom. Un claustro de especialistas –historiadores, conservadores, restauradores o técnicos de museos– españoles y extranjeros aportaron sus conocimientos teóricos, técnicos y metodológicos para ofrecer una visión amplia y articulada de los temas propuestos, que tuvieron como hilo conductor algunas de las obras del Museo.