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¿Cuánto cuesta ser famoso en las redes sociales?

Ya nadie quiere ser artista, ahora toca ser un “influyente”. Si tras el verano se anima, comience por colgar sus fotos de viajes. Pero la fama cuesta, y no necesariamente trabajo. Afloje la cartera y verá qué fácil. De momento, nuestra explicación es gratis.
GABRIEL CRUZ
Es interesante observar que varios servicios se ofrecen gratuitamente para que los clientes comprueben su calidad y así convencerles de que inviertan en otros distintos.

Si Concha Velasco (1929-2023) levantara la cabeza habría que cambiar la letra de la famosa canción que popularizó en 1984, “Mamá, quiero ser artista”, por “Mamá, quiero ser influencer”, o influyente como recomienda la Real Academia de la Lengua. A poco que frecuente a veinteañeros asiduos a las redes lo confirmará. Les conocen a todos, de la misma forma que en otras épocas los más populares eran artistas o futbolistas. De hecho, así lo concluyó el estudio Consumir, crear, jugar. Panorámica del ocio digital de la juventud del Centro Reina Sofía y Fundación FAD Juventud: “Uno de cada tres jóvenes españoles de 15 a 29 años afirma que le gustaría dedicarse a ser influencer y uno de cada diez declara que actualmente lo está intentando”.

Otra investigación de 2023 coincidía en que en España los jóvenes quieren ser influyentes, como en casi toda Hispanoamérica, mientras que en Portugal prefieren ser bomberos, en Marruecos, empresarios; en Alemania, maestros; en Estados Unidos, pilotos; en Francia, abogados y en Turquía, cómo no, actores (con tanta telenovela…).

Todo esto encaja con otro estudio más: Nacer en la era digital. Generación IA que señala que, de media, los jóvenes del mundo están cuatro horas pegados a las pantallas. Los españoles son, de entre los países desarrollados, los que más tiempo gastan en redes sociales.

Ya tenemos el campo abonado perfecto para triunfar, un público deseoso de nuestros stories de verano. Pero para que se fijen en nosotros necesitamos despegar, ganar credibilidad, y eso se consigue teniendo muchos seguidores.

 


LOS ESPAÑOLES SON, DE ENTRE LOS PAÍSES DESARROLLADOS, LOS QUE MÁS TIEMPO GASTAN EN REDES SOCIALES


 

¿La fama cuesta?

¿Se acuerdan de la mítica serie Fama (1982) y de la recordada frase de su profesora de danza, Lydia, “la fama cuesta”? Pues aquí es donde vais a empezar a pagar, “con sudor”. Tranquilo, de momento no caliente. Para conseguir que el público le admire hay atajos. Ya sabe que lo de “envidia cochina” (“mira todos los seguidores que tengo”) ha sido tan español como es ahora querer ser influyente.

Nos citamos con Enrique Serrano, fundador de HackRocks, una plataforma de entrenamiento en ciberseguridad. “¿Comprar seguidores? Es fácil; por 5 euros puedes tener mil”. Saca su teléfono y dicho y hecho, no se mete en la dark web ni cosas por el estilo. Basta con escribir en Google: “comprar…” y ya la primera opción que le ofrece es “…seguidores Instagram”. El abanico es amplísimo. Encontrará hasta guías de las mejores páginas web donde comprarlos con garantías. En algunas de ellas hay mensajes de supuestos clientes que dicen: «He comprado seguidores para mi hija y está muy contenta con el regalo que le he hecho» (Jesús Tik Tok). Seguramente el testimonio será mentira, pero nos dice mucho del tipo de cliente que acude a esta web. “El problema -señala Serrano- es que esos seguidores que compres serán bots; es decir, robots; cuentas falsas que después detectará la red social y te los eliminará”. Instagram o X no quieren bots porque es humo; resta valor a la compañía. De hecho, cuando Elon Musk compró X en octubre de 2022 el gran problema era saber cuántos seguidores existían realmente”. Tanto es así que Elon Musk ha anunciado que el próximo año cobrará un dólar anual a los nuevos usuarios de X. Es la única forma de frenar a los bots.

Comprar seguidores no está prohibido, lo que sí lo está son las reseñas falsas de productos (RD-Ley 24/2021 que modifica la Ley General para la defensa de los Consumidores y Usuarios y la Ley de Competencia Desleal).

Otro de los problemas, nos explica Serrano, es que “las cuentas de los seguidores que compres no sean bots sino “reales” pero se traten de cuentas robadas. Es decir, gente a los que les han hackeado sus cuentas y las venden. Los delincuentes pueden hacer que empieces a seguir a personas que nunca seguirías, incluso que escribas opiniones sobre ellos, o empieces a lanzar mensajes de odio y ahí el problema puede ser grave”. Es decir, su perfil es un zombi manejado por los delincuentes. “Le roban la contraseña de la cuenta con phishing. Es un clásico en el robo de identidad. Te envían a tu email un enlace falso, que simula ser de la red social que quieren robar. Intentan que la víctima inicie sesión a través de ese enlace que realmente controlan los ‘malos’ y así te roban la contraseña”, señala Serrano.

¿Nos ven todos los que son?

Partamos de que todos los seguidores de un influencer son reales. Un argumento que estos usan para conseguir el patrocinio de las marcas: tanto tienes, tanto vales. Sin embargo, no es así. Como señala Serrano: “cuando hacemos una publicación en las redes sociales, lo normal es que hasta máximo un 10% de tus seguidores vean lo que has publicado. Por eso, ahora se fijan más en las interacciones que realicen los seguidores con ellas”.

 


COMPRAR SEGUIDORES NO ESTÁ PROHIBIDO, LO QUE SÍ LO ESTÁ SON LAS RESEÑAS FALSAS DE PRODUCTOS


 

El globo de la popularidad puede estar tan hinchado que usted sin darse cuenta pueda ser suscriptor de un canal de una red social sin saberlo. Por ejemplo, por ser cliente de Amazon tiene una suscripción gratuita al canal Twitch durante un mes. Le juro que en mi casa nunca se ha abierto ese canal; sin embargo, constaba como que era suscriptor porque soy cliente del gigante de la distribución. De hecho, el 40% de los ingresos de los influyentes de videojuegos de Twitch depende de Amazon. Sin embargo, este canal de streamers no ha dejado de perder dinero desde sus inicios y este año ha despedido a 500 personas. Los streamers son los que se dedican a dar charlas en videos en tiempo real sobre videojuegos o cualquier otro tema.

 


LOS ‘INFLUENCERS’ DE LAS REDES SOCIALES NO SE ESTÁN HACIENDO RICOS; APENAS SE LAS ARREGLAN


 

Una investigación de la Universidad Carlos III de Madrid y de IMDEA Networks analizó los servicios de interacciones falsas en las redes sociales. Además de “likes”, reproducciones, seguidores o visitas online, el estudio destacaba el alto nivel de personalización que ofrecen estos servicios. Por ejemplo, mil “likes” en Instagram cuestan 1,3 euros, mientras que por 2 euros se logran mil visualizaciones en YouTube o mil reproducciones en Spotify. Es interesante observar que varios servicios se ofrecen gratuitamente para que los clientes comprueben su calidad y así convencerles de que inviertan en otros distintos.

En busca de la verdad

Para aclarar realmente las audiencias de los influencers y que los anunciantes estén seguros de dónde meten su dinero, la OJD (Oficina de Justificación de la Difusión), que es el principal organismo del control y la difusión de medios escritos y digitales en España, estudia con los anunciantes la forma de auditar la audiencia de los influencers.

Su cuota de mercado publicitario no para de crecer. En 2023 fueron 61,2 millones de euros, frente a los 58,6 millones del ejercicio anterior, pero no se sabe muy bien si se está invirtiendo en las cuentas que más generan.

Mil likes en Instagram cuestan 1,3 euros, mientras que por 2 euros se logran mil visualizaciones en YouTube o mil reproducciones en Spotify.
No es oro todo lo que reluce

Seguramente hay influyentes que se ganan bien la vida. Pero las dudas surgen apoyadas en los hechos. Una investigación del Wall Street Journal concluía con el siguiente titular: “Los influencers de las redes sociales no se están haciendo ricos; apenas se las arreglan”. Aquí se señala cómo, pese a todas las horas que echan, la gran mayoría apenas llega a fin de mes. Lo de siempre; todos los jóvenes sueñan con ser Mbapé y jugar en el Madrid. Pero entre millones solo hay uno que lo consigue. Es decir, un 0,0000001 de posibilidades. Aunque si está convencido de que las fotos de sus vacaciones son tan buenas, todo es intentarlo.

OTROS ENFOQUES, MISMO TEMA

‘Consumir, crear, jugar. Panorámica del ocio digital de la juventud’

En el siguiente enlace puede ver la nota de prensa y, a la derecha, clicar una pestaña para descargar el informe completo de 109 páginas. Está realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación FAD, gracias al apoyo de Telefónica y Banco Santander, a través de una encuesta online a 1.200 jóvenes de entre 15 y 29 años.

“Nacer en la era digital. Generación IA” Señala cómo las apps educativas siguen en descenso de consumo. Parece que para algunos jóvenes ni la diversión es reclamo para aprender.

“Análisis de servicios falsos de participación en redes sociales”

Investigación de la Universidad Carlos III de Madrid sobre las tarifas de compra de interacciones falsas en plataformas como Instagram, YouTube y Spotify, y sobre cómo funciona este mercado de la falsa popularidad en redes sociales.

“Sea Famoso” (documental)

Investiga el mundo de los influencers en las redes sociales a través de un experimento con tres personas anónimas convertidas en famosos en la ciudad de Los Ángeles. Sólo está disponible en plataformas de pago como HBO y AMAZON.