EN SOCIEDAD

ÁDÁM TÓTH,

presidente del Consejo de los Notariados de la Unión Europea

“Utilizaremos la tecnología respetando nuestro ADN: la seguridad jurídica”

El pasado mes de enero el notario húngaro, Ádám Tóth, asumió el cargo de presidente del Consejo de los Notariados de la Unión Europea (CNUE) para 2021, en representación de los 22 notariados que integran este organismo. Un año de cambios en el que, en un contexto de crisis por el Covid-19, Tóth ha marcado un tema prioritario en su agenda: la digitalización.

FÁTIMA PÉREZ DORCA

@fatimadorca

En su visita a San Sebastián para acudir al seminario Seguridad Jurídica y Digitalización, organizado por el Consejo General del Notariado (CGN) y la Universidad del País Vasco, Tóth habló para Escritura Pública sobre la Directiva 2019/1151 y los retos del Notariado europeo.

¿Cuáles son los puntos clave de la Directiva 2019/1151 sobre la utilización de herramientas y procesos digitales en el ámbito del Derecho de Sociedades?

La directiva establece que los Estados miembros deben adaptar sus sistemas jurídicos nacionales para poder realizar procedimientos de constitución de empresas de manera online. A la hora de llevar esta acción a cabo, no se exigirá la comparecencia física del ciudadano ante una autoridad del Estado miembro de registro. Además, la transposición de la directiva traerá consigo la introducción de medios electrónicos de identificación a distancia, según lo dispuesto en el Reglamento e-IDAS de la UE 910/2012. Por último, deberán ponerse a disposición del usuario formularios online para facilitar la creación de sociedades de responsabilidad limitada.

¿Cómo está siendo la incorporación de esta directiva en los Estados miembros?

Los notariados europeos están trabajando en proyectos innovadores para la transposición efectiva de la directiva. Algunos de ellos ya han implementado soluciones funcionales basadas en la identificación electrónica y la videoconferencia, como Alemania, Bélgica, Italia, Luxemburgo, Holanda y República Checa. Por su parte, el Notariado español ya está técnicamente preparado para implementar el mismo modelo.

¿Cuáles son las ventajas que traerá consigo esta nueva regulación y cómo se garantiza la seguridad jurídica?

Los procedimientos digitales contribuyen a ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos gracias a la rapidez derivada de la tramitación automatizada y a la eliminación de desplazamientos físicos innecesarios por parte del usuario. Además, ofrecen la posibilidad de asegurarse de que un documento no ha sido alterado y ha sido firmado por una persona identificada previamente. Sin embargo, se debe poner todo el empeño en garantizar que la seguridad jurídica y la calidad del control de la legalidad no se vean comprometidas. En este contexto, el papel del notario es fundamental para realizar una identificación completamente segura, así como la capacidad del otorgante y su consentimiento libre e informado.

¿Y los próximos objetivos del CNUE?

La digitalización de los sistemas jurídicos es una prioridad de las instituciones europeas y, en ese sentido, esperamos una propuesta legislativa en diciembre. Estoy convencido de que el Notariado tiene mucho que aportar a este avance. Actualmente los notarios estamos a la vanguardia con el intercambio de documentos por medios digitales, la creación online de empresas, la firma electrónica, la realización de videoconferencias, etc. También estamos explorando el uso de la inteligencia artificial y el blockchain. Ahora tenemos el desafío de aprovechar los avances tecnológicos respetando el ADN de nuestra función: la seguridad jurídica.

Este año nos centraremos en el uso de blockchain, una tecnología en la que ya están trabajando muchos notariados europeos, dado que permite realizar un seguimiento de los cambios con fiabilidad técnica. Existe un enorme potencial para crear seguridad jurídica en las transacciones legales.

 

¿Cómo ha vivido el CNUE el momento de crisis provocado por la pandemia y cuáles han sido los grandes aprendizajes?

Durante la pandemia hemos sido considerados un servicio público esencial. La principal lección que podemos aprender es que el Notariado no tiene nada que temer a la digitalización y que ha sabido y sabrá afrontar los retos del futuro.