Sofía Puente,

directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública

“En el Notariado hay una vocación de servicio público absoluta”

Sofía Puente Santiago ingresó en la carrera fiscal en 1996, donde ha desempeñado diversas responsabilidades, bien en las fiscalías de Cádiz, Plasencia, Zamora, Palencia y Valladolid, bien como fiscal delegada de violencia sobre la mujer y como vocal del Consejo Fiscal de 2014 a 2018. Entre 2010 y 2012 fue directora del Centro de Estudios Jurídicos del Ministerio de Justicia. El pasado 30 de enero fue nombrada directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública, nueva denominación de la antigua Dirección General de los Registros y del Notariado, casi coincidiendo con la llegada de la pandemia del coronavirus y la excepcionalidad que ha supuesto.

CARLOS CAPA

El pasado 10 de febrero tomó posesión como directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública y apenas un mes después se decretó el estado de alarma y el confinamiento de la población. A pesar de ser un inicio de mandato atípico, ¿cómo han sido estos primeros meses en el cargo?

Yo lo dividiría en dos periodos claros. El primero, coincidente con el estado de alarma; y, el segundo, a partir de finales de junio.

El primero ha sido muy complejo y muy difícil. Esta Dirección General (DG) tiene tres ejes de actuación: los Registros civiles y otros registros (fundaciones, últimas voluntades, mediadores), la actuación de registradores y notarios, es decir, la seguridad jurídica preventiva y fe pública tradicional; y la ORGA (Oficina de Recuperación y Gestión de Activos), que se incorpora en marzo a esta DG.

El 13 de marzo y los días siguientes nos encontramos con la necesidad de responder y gestionar de manera inmediata a una situación inédita. En nuestro caso había que garantizar que la seguridad jurídica y la fe pública en España no se resintieran de ninguna manera pese a la paralización del país.

En el eje de la actividad notarial, tuvimos claro que, priorizando la salud de notarios y empleados, el servicio notarial debía configurarse como un servicio público de interés general. El país necesitaba que existiera una mínima actividad económica, que se instrumenta, en muchas ocasiones, a través de la actuación notarial. Y guiados por este espíritu de conjugar salud y mínima actividad económica y notarial, establecimos diversas fases para distintos escenarios, que iban desde servicios mínimos y esenciales durante el confinamiento absoluto, hasta la apertura total de las notarías, una vez recuperada la libertad deambulatoria.

No ha sido fácil esta primera etapa, pero hubiera sido imposible de no contar con la leal colaboración de los funcionarios de la DG, de los Letrados (notarios y registradores) de la DG y, por supuesto, del Consejo General del Notariado, que siempre ha estado detrás convalidando y apoyando todas las iniciativas de la DG. Por eso, aprovecho este espacio para agradecer a todos ellos su trabajo, comprensión y colaboración incondicional.

El segundo periodo, a partir de julio, es una etapa más tranquila que nos permite pensar en el medio plazo. En ese sentido, hemos elaborado propuestas de futuro para los distintos actores de los que se ocupa la DG, que espero que la evolución de la pandemia nos permita desarrollar.

¿Cómo valora el trabajo del Notariado durante la pandemia?

La respuesta ha sido excepcional; en esta profesión hay una vocación de servicio público absoluta. Me gustaría destacar especialmente el entusiasmo con el que han asumido su labor los notarios más jóvenes, así como el compromiso de los profesionales con más experiencia.

¿A qué se ha debido el cambio de denominación de la antigua Dirección General de los Registros y el Notariado a la actual de Seguridad Jurídica y Fe Pública? 

Sofía Puente Santiago, directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública

El cambio no debe ser entendido como que se está restando importancia a las profesiones de registradores y notarios. Todo lo contrario. Se ha querido poner el acento en la función que realizan para los ciudadanos: seguridad jurídica y fe pública.

Además, se atribuyen nuevas funciones a esta DG con la incorporación de la ORGA.

Este concepto de seguridad jurídica es predicable de todas las atribuciones de la DG y, por ello, pensamos que la nueva denominación es más inclusiva y comprensiva de todas las funciones que asume en la actualidad.

Usted proviene de la Carrera Fiscal. ¿Qué ha representado pasar de una esfera principalmente penal a un espacio donde reina la jurisdicción civil? 

No todas las funciones de la DG son ajenas a mi actividad anterior. Por ejemplo, el fiscal interviene siempre en los expedientes de registro civil en su labor de control de la legalidad. He sido Fiscal de Registro Civil durante 20 años. Por otro lado, las funciones de la ORGA, que son de auxilio procesal de jueces y fiscales, también forman parte de lo que ha sido mi vida como fiscal. Por lo tanto, en esos dos ejes de la DG no tengo excesivos problemas. 

Sin duda, sí que me ha costado mucho más entrar de lleno en materias civiles, ramas del derecho que tenía olvidadas porque no forman parte de mi trabajo como fiscal. Pese a mis carencias, cuento con la indispensable ayuda de los letrados adscritos a la DG que son los que saben de derecho civil, de derecho hipotecario o de derecho internacional.

El notariado es un cuerpo siempre volcado con las personas, a las que acompañan en casi todos los actos trascendentes de su vida. ¿Es suficientemente conocida su labor en la sociedad? 

Creo que se tiene una visión del Notariado muy ligada a la fe pública, cuando el notario realiza otras funciones como la de asesoramiento imparcial, información de derechos a consumidores, celebración de matrimonios, disolución de los mismos, actas de notoriedad en expedientes de nacionalidad, conciliación sobre controversias.

¿Deberían reforzarse o extenderse las funciones que ya realiza el Notariado en la resolución extrajudicial de conflictos, teniendo en cuenta la saturación de juzgados y tribunales y la previsible avalancha de acciones en los meses venideros?

En el Ministerio se está trabajando en soluciones alternativas al proceso, es decir, en evitar que terminen en los juzgados muchos conflictos que podemos resolver con carácter previo; en último término es evitar que los juzgados estén saturados y que encontremos otros mecanismos que nos permitan dar al ciudadano soluciones igualmente válidas para sus controversias. Sin duda, el papel de notarios y de registradores debe ser valorado positivamente y aprovechar su formación para formar parte de la solución a los problemas de los ciudadanos.

Huella digital

La página web del Ministerio de Justicia recoge un curriculum vitae abreviado de Sofía Puente en su dirección https://cutt.ly/1gwFtt9. Desde antes de su nombramiento mantiene una cuenta en Twitter @aifosan desde donde suele expresar sus inquietudes artísticas y culturales. Las competencias de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública se encuentran en el Real Decreto 453/2020, de 10 de marzo, por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio de Justicia que puede consultarse aquí: https://cutt.ly/8gwHTI1

Las últimas promociones en la carrera notarial están compuestas prácticamente de forma paritaria por mujeres y hombres. ¿Cree que todavía existe un techo de cristal para las mujeres en el mundo legal?

Por primera vez, este septiembre, una mujer, María Luisa Segoviano, ha sido elegida presidenta de una Sala del Tribunal Supremo; la primera mujer en 200 años. Mientras no resolvamos la distribución de las cargas en la familia, mientras pensemos que los cuidados están atribuidos exclusivamente a las mujeres, será complicado que lleguemos a los puestos que nos corresponden, que nos merecemos. Está siendo un camino lento, no exento de dificultades, pero alcanzaremos ese techo y lo romperemos, implicando a los hombres en nuestra lucha por la igualdad, porque también es su lucha.

¿Cómo valora el trabajo del notariado en materias encomendadas como la adquisición de la nacionalidad?

De manera positiva. Están cooperando con la DG en el mantenimiento de la plataforma a través de la que se presentan las solicitudes, designando a los notarios que se van a encargar de realizar el acta de notoriedad y colaboran también en la subsanación de la documentación que ha llegado incompleta.

Sofía Puente Santiago

Los principales servicios públicos como la Hacienda o la Sanidad están ampliamente tecnologizados, no así la Justicia. ¿Para cuándo una Justicia digital?

Para muy pronto. Ese reto de justicia digital forma parte del proyecto del Ministerio, Justicia2030, en el que se trabaja desde hace meses, no solo para la digitalización de la administración de justicia, sino para la digitalización de registros y notarías. Hablamos de inmediación digital y de fe pública digital. 

La inmediación digital permitirá dotar a notarios y registradores de la capacidad para realizar actuaciones con ciudadanos utilizando sistemas de videoconferencia, identificación y firma digital. Otra iniciativa es la eliminación del papel en las comunicaciones con la administración, permitiendo el acceso de notarios y registradores al sistema de intercambio de registros. Ya, en una fase ulterior, trataremos la digitalización de matrices y protocolos para evitar la dependencia del formato papel. 

Es usted una reconocida tuitera. ¿Ayudan las redes sociales a las relaciones sociales y profesionales? 

No sé si soy muy reconocida o conocida, creo que no. Yo tenía una cuenta personal en Twitter antes de ocupar este cargo, tuiteaba sobre aspectos de la actualidad que me interesaban. Ahora, procuro ser prudente, no sé si lo logro siempre. Creo en la utilidad de las redes sociales para relacionarse, para difundir el trabajo que uno hace y para informarse, solo hay que saber escoger.