AL ENCUENTRO

MÁLAGA

LA ANTIGUA MODERNIDAD DEL ‘SOHO’

De entre las muchas miradas que el viajero puede dirigir a Málaga, el siglo XXI trajo una más: el ‘Barrio de las Artes’ o ‘del Soho’. Fachadas que son lienzos y espacios para que la expresión plástica encuentre lugar, apuestas por las artes escénicas y patio de recreo de quienes hacen del tapeo de cada zona su particular viaje interior.

JESÚS ORTÍZ

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Si miramos hacia atrás, solo un poquito, nos cuentan las crónicas que en las primeras décadas del pasado siglo se construyó en torno al puerto lo que entonces se denominó Ensanche Centro. El límite con el mar –con el puerto, si se prefiere– era el Paseo de Heredia, que llegó a ser escenario de carreras de coches con aquellos «locos cacharros» de 1910-15. Hoy es Avenida de Manuel Agustín Heredia, pero es el recuerdo del mismo Heredia: el que plantó altos hornos en Málaga, entre otras industrias, y marcó el camino de la ‘I Revolución Industrial’ en muchos lugares de España. Los otros límites del Ensanche Heredia (también lo llamaban así) eran la desembocadura del Guadalmedina y el entonces veinteañero Parque de Málaga o de La Alameda.

El Soho, como tantas otras cosas, nació de la iniciativa popular. Por un lado, deterioro social y urbanístico de aquel Ensanche a un paso del centro de la turística ciudad; por otro, la intención vecinal de contar a todo el mundo que el arte va en el ADN de los malagueños. Cuentan que la idea de transformar aquella zona en barrio de las artes nació entre cervezas, en un bar; y seguramente es cierto, porque Sergio García, que fue el primer presidente de la Asociación Cultural Soho Málaga, creada para presentar el proyecto, regentaba el desaparecido bar El Demolde. El caso es que el ayuntamiento asume la idea, la presenta en 2011 y se logran fondos FEDER para dar forma al Soho y hacer peatonal la calle Tomás Heredia (este Heredia es hijo del anteriormente citado y persona importante también en la vida malagueña).


El soho, como tantas otras cosas, nació de la iniciativa popular: contar a todo el mundo que el arte va en el adn de los malagueños


A partir de ahí, y como explican desde el ayuntamiento malagueño, «grafitis de reconocidos artistas internacionales, galerías de arte, cervecerías artesanas, tiendas de gastronomía, laboratorios de cocina, espacios para el flamenco, terrazas y áticos de hoteles con restaurantes mirando a la bahía y tiendas de comics y figuras, entre otras muchas sorpresas, marcan una ruta alternativa para descubrir Málaga». Si había que poner una guinda al pastel, de ello se encargó el actor Antonio Banderas dando en 2019 una segunda vida al Teatro Alameda, hoy llamado Teatro Soho, y concitando en torno a él al colorido del espectáculo estilo Broadway.

Arte urbano, según con quien lo debata el lector, no es lo mismo que grafiti. Si alguien mira en el diccionario de la RAE, vera que la adaptación a nuestro idioma de la palabra italiana graffito (graffiti, en plural) implica «hecho sin autorización». Y nos referimos a lo de pintar en paredes, fachadas, etcétera. Pero cuando es el ayuntamiento quien encarga (y paga) a reconocidos «grafiteros» plasmar sus ideas en inmensos lienzos de edificios de seis o siete plantas, no parece comparable a esa otra forma de dibujar, obviamente sin permiso, firmas o desmesuradas tipografías de varios colores.


Antonio banderas dio en 2019 una segunda vida al teatro alameda, hoy teatro soho, y concitando en torno a él espectáculos estilo broadway


Además, en el imaginario de quienes vislumbraron, en su entonces decadente Ensanche Central, un lugar para el arte bohemio, digámoslo así, se incluía una forma libre, por supuesto, pero ordenada de entender ese arte. Bien: de acuerdo… Estamos abriendo el peligroso melón de definir lo que es y no es arte, cosa que desvirtuaría nuestra visita al Soho malagueño, así que permítannos zanjarlo con un fragmento de un poemario de Picasso refiriéndose a imágenes de su Málaga natal: «dibujo de sus curiosidades retorcidas caracolas de bizcocho y churro malagueño tejeringo y sus collares de manojitos de boquerones». Solo por recordarlo, don Pablo escribía seguido, sin comas, dejando en sus abstracciones literarias el mismo regusto deliciosamente confuso que en las pictóricas.

MAUS (Málaga Arte Urbano Soho) constituye la base de ese ‘Barrio del Arte’ en que se convirtió la zona. Aquí es donde el viajero tiene la oportunidad de mirar cuadros de muchos metros de altura, esquinas que adquieren vida o paredes cuyas heridas del tiempo se han integrado en una obra que las ha conferido una segunda oportunidad. Artistas internacionales como Bohamistura, Roa, D’Face, Obey, Dadi Dreucol, Manuel León, Faith47, Dal East, Pejac o Felipe Pantone firman estos trabajos que harán parase al paseante para imaginar, como poco, cómo es posible llegar a ser tan preciso colgado de un arnés o balanceándose en un andamio.

Si deseamos continuar la búsqueda por espacios interiores, hay varios puntos de destino: el edificio de la Autoridad Portuaria, donde se realizan exposiciones y actividades; la Sala Chela Mar, que está dedicada a actividades relacionadas con las artes escénicas; la Asociación de Artistas Plásticos (APLAMA), que es una enorme sala de exposiciones en sí misma; y, por supuesto, el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC) con obras de los últimos cincuenta años.

El Archivo Municipal merece, en nuestra opinión, una atención diferenciada y paciente. Por fuera es una casa familiar burguesa del XIX y, por dentro, el depósito de la documentación generada por el Ayuntamiento de Málaga desde 1489 (como dato histórico comparativo, los Reyes Católicos conquistaron la ciudad en agosto de 1487). Para muestra, ahí están las Ordenanzas que dieron los señores Reyes Catholicos a esta Ciudad para su acresentamiento y gobernación, firmado por ambos regidores el 27 de mayo de 1489. Resulta interesante la iniciativa del Archivo, denominada Un siglo en 12 meses, de manera que cada mes se muestra en la Sala de Lectura un documento correspondiente a un siglo determinado (cada año un siglo diferente), añadiendo estudios y contexto histórico.


Cuadros de muchos metros de altura, esquinas que adquieren vida o paredes cuyas heridas del tiempo se han integrado en una obra


Del CAC, que citamos de pasada unas líneas antes, podemos resaltar esa idea de «antigua modernidad» que dejamos en el subtítulo de este Al Encuentro. Ocupa el antiguo Mercado de Mayoristas de Málaga. Es un edificio histórico, Bien de Interés Cultural (se empezó a construir en 1939 y fu uno de los primeros en inaugurarse tras la postguerra), levantado a orillas del río Guadalmedina y en terrenos ganados a su cauce. Una vez cesada la función para la que se proyectó, se rehabilitó en el año 2000 para convertirlo en lo que es hoy.

La imaginación, en fin, es la seña de identidad del Soho, así que no es de extrañar que entre las iniciativas privadas figure el Museo de la Imaginación. Puede decirse que es como un miniparque de atracciones donde con efectos ópticos, sonidos envolventes y escenarios virtuales, los más pequeños pueden volar o mirar de frente a un dragón, mientras los mayores olvidan por un momento que tener diez años sucedió… ¡hace algún tiempo!


Hay espacios, como el edificio de la autoridad portuaria, la sala chela mar, la asociación de artistas plásticos o el centro de arte contemporáneo


Claro que, para imaginación, la de la mujer del alcalde malagueño que en 1817 inauguró la que hoy es todo un símbolo de la ciudad: la Farola. Es un faro en toda regla, que en ese tiempo señalaba la entrada en el puerto, pero a la alcaldesa le parecieron enaguas el recinto inferior (la casa del farero, vaya) y decidió que no era un faro, sino una farola, con lo que es la única señal marítima de este tipo en toda la Península que se denomina en femenino. No está en el Soho propiamente dicho, sino enfrente, al otro lado de la bocana portuaria. Observarla en la distancia, al atardecer, para ir a picar algo al el Barrio de las Artes o a ver alguno de los musicales que la compañía de Banderas ofrece en su teatro, ¿no es un final de jornada merecedor de que le den al viajero el título de «boquerón» adoptivo?

Fachada del Teatro del Soho.
Calle Martínez Campos, esquina Somera. Una Venus de 30 metros obra de Okuda y Remed.
Calle Comandante Benítez. Obras de D*Face, a la izquierda, y de Obey.
Pasillo de Matadero con el Puente de la Misericordia (para ser visto desde el Soho). Obra de Ben Eine.
Centro de Arte Contemporáneo. La escultura, Moving man, es de Stephan Balkenhol.
INFORMACIÓN

Oficina de Turismo de Málaga
Plaza de la Marina, 11
Tel.: 951 926 020
[email protected]
www.malagaturismo.com


 
ALOJAMIENTO

Hotel Soho Boutique Bahía Málaga ****
Somera, 8
Tel.: 952 224 305
[email protected]
www.sohohoteles.com


 

RESTAURANTES Y TAPEO

Meson Iberico
San Lorenzo, 27
Tel.: 952 603 290
www.mesoniberico.net

Las Niñas del Soho
San Lorenzo, 27
Tel.: 603 824 005
https://lasninasdelsoho.business.site

Taberna La Pechá
San Lorenzo, 14
Tel.: 634 461 563