EN PLENO DEBATE
La Inteligencia Artificial comienza a incorporarse en pruebas radiológicas o dermatológicas.

LA SANIDAD DIGITAL

La sanidad española ha experimentado una transformación significativa. La digitalización ha impulsado grandes avances, como la receta electrónica y la historia clínica digital, beneficiando a más del 90% de la población. Sin embargo, persisten retos acuciantes: el envejecimiento demográfico, la escasez de profesionales y la brecha digital en los mayores. La sanidad privada crece, pero su capacidad está bajo presión. La inteligencia artificial emerge como una posible solución, aunque debe superar importantes desafíos éticos y legales. Reforzar la atención primaria, avanzar en una digitalización inclusiva y destinar más financiación son claves para el futuro del sistema.
CARLOS CAPA

La evolución de la sanidad en España, desde la aprobación de la Ley General de Sanidad en 1986, marca un antes y un después en el tratamiento institucional de la sanidad de los españoles.

Esta norma, pionera en los países avanzados, desarrolló el art.43 de la Constitución que reconoce el derecho a la protección de la salud y encomienda a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública mediante medidas preventivas, servicios y prestaciones necesarias, creando el Sistema Nacional de Salud, basado en la universalización, equidad y financiación pública. El gran cambio fue la descentralización: las competencias pasaron a las comunidades autónomas, permitiendo una gestión territorial y una adecuación más eficiente a las necesidades locales.

Gestión de los datos

En los últimos años, la digitalización ha revolucionado el panorama sanitario nacional. España es hoy un país líder en la implantación de la receta electrónica y la historia clínica digital, servicios de los que ya dispone más del 90% de la población.

La interoperabilidad entre comunidades autónomas y servicios en la nube han permitido la gestión eficiente de datos sanitarios e imágenes médicas, facilitando el acceso y la continuidad asistencial. Además, la Estrategia de Salud Digital 2021 y La Estrategia Española de Salud Global 2025-2030 ya proyectan los nuevos desafíos de la sanidad con el objetivo de avanzar en la inclusividad y sostenibilidad.

 


LA SANIDAD DIGITAL EN ESPAÑA NO ES SOLO UNA CUESTIÓN DE MODERNIZACIÓN. ES UN PROYECTO INTEGRAL QUE CONECTA DERECHOS, ÉTICA, ECONOMÍA Y SOCIEDAD


 

Esta estrategia busca crear sistemas sanitarios robustos que garanticen el acceso universal para todos, independientemente de su situación administrativa, haciendo efectiva la desvinculación del aseguramiento sanitario de la cotización social y vinculándolo a la residencia en el país. Sin embargo, el triple reto de afrontar una modernización tecnológica acelerada, el déficit de profesionales y la realidad de una población crecientemente envejecida que, en muchos casos, se enfrenta a la brecha digital, debe ser afrontado.

Nuevos retos

Aplicaciones como La Meva Salut (Cataluña), SaludInforma (Aragón) o SaludMadrid entre otras permiten hoy obtener citas, informes clínicos o resultados diagnósticos. Y la IA comienza a incorporarse en pruebas radiológicas o dermatológicas.

Estos avances no deberían convertirse en una nueva brecha de desigualdad. En España más de nueve millones de personas superan los 65 años (el 20% de la población) y muchas de ellas tienen dificultades para manejar aplicaciones informáticas. Los profesionales sanitarios coinciden en que obligar a un paciente de 82 años a renovar su receta en un teléfono inteligente, del que probablemente ni siquiera dispone, es un absurdo y una pérdida de tiempo para el paciente y para el profesional que acabará, finalmente, haciendo la gestión.

 


LA INTEROPERABILIDAD ENTRE COMUNIDADES
AUTÓNOMAS Y LOS SERVICIOS EN ‘LA NUBE’ HAN PERMITIDO LA GESTIÓN EFICIENTE DE DATOS SANITARIOS E IMÁGENES MÉDICAS


 

Una mirada especial es obligada para la atención primaria, concebida como puerta de entrada del sistema, y que todos los estudios sitúan bajo mínimos. Las proyecciones de las autoridades sanitarias prevén que el déficit de médicos de familia en 2029 llegará a más de 5.600 profesionales.

Esta situación ha empujado a muchos ciudadanos a la sanidad privada, que mantiene un crecimiento de usuarios sostenido en los últimos años con más de 12 millones de asegurados en este momento. Pero, ¿está preparada para absorber este incremento?

Las aseguradoras manifiestan preocupación por la saturación de sus redes y una demanda disparada que ha provocado que, al menos en las grandes ciudades, ya existan agendas de profesionales o especialidades bloqueadas o citando a meses vista ante la imposibilidad de absorber la demanda.

El sistema sanitario español se juega mucho en los próximos años. Tres palancas serán decisivas: reforzar la atención primaria, digitalizar de forma inclusiva y aumentar la financiación pública (España es el décimo país de la UE en porcentaje del PIB dedicado a la Sanidad).

Desafíos de la digitalización

Según el barómetro Sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) cerca del 60% de los ciudadanos admite esperar más de diez días por una cita en atención primaria. Al mismo tiempo, cuatro de cada diez valoran positivamente las aplicaciones sanitarias. La digitalización genera ilusión, pero no sustituye la falta de médicos. El barómetro refleja esta realidad cuando señala que 45,1% de la población opina que la sanidad pública necesita cambios importantes o profundos.

Además de los retos ya mencionados, la digitalización plantea un desafío adicional en la gestión ética y legal de los datos sanitarios. La creciente recopilación y procesamiento masivo de información personal con tecnologías avanzadas requiere una regulación rigurosa que garantice la privacidad, protección y uso adecuado de los datos. En España, las normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), imponen estándares estrictos, pero la implementación práctica provoca nuevas discusiones sobre el consentimiento informado y la responsabilidad en caso de brechas de seguridad o uso indebido. Extender la confianza ciudadana en los sistemas digitales es fundamental para que el avance tecnológico sea efectivo y socialmente aceptado.

El profesional sanitario también enfrenta una transformación en su rol. La automatización y la inteligencia artificial no solo optimizan recursos, sino que cambian las formas de diagnóstico y toma de decisiones médicas. Esto exige una formación continua y adaptativa para médicos, enfermeros y técnicos, que deben aprender a convivir con estas herramientas sin perder el criterio humano indispensable. La resistencia a la digitalización, especialmente en colectivos menos familiarizados con la tecnología, es otro desafío interno que el sistema debe abordar mediante programas de capacitación y motivación.

 


LA ESTRATEGIA DE SALUD DIGITAL 2021 Y LA
ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE SALUD GLOBAL 2025-2030 YA PROYECTAN LOS NUEVOS DESAFÍOS DE LA SANIDAD


 

La inclusión digital

En cuanto a las personas mayores, la brecha digital no sólo afecta a la gestión de recetas o citas, sino que también limita el acceso a modelos innovadores de telemedicina, que podrían beneficiar en gran medida a quienes tienen movilidad reducida o viven en zonas rurales. Por ello, la inclusión digital debería acompañarse de iniciativas orientadas a facilitar la alfabetización tecnológica, mayor accesibilidad y apoyo personalizado. El sistema sanitario debe garantizar que nadie quede excluido por razones tecnológicas, evitando así agravar las desigualdades que por razón de edad u otras existan.

Asimismo, la sanidad privada, aunque en crecimiento, ve sus límites a la vista. La saturación de consultas, la presión sobre la atención pública y el alza en los costes de los seguros sanitarios plantean la posibilidad de repensar un modelo mixto que sea sostenible y eficaz. La colaboración público-privada, con estrategias compartidas e intercambio de información digital, podría ser una vía para aliviar esta tensión y optimizar la atención a la población.

En definitiva, la visión a largo plazo que propone la Estrategia Española de Salud Global apuntala un sistema más resiliente que responda a los cambios demográficos y tecnológicos sin dejar atrás a los más vulnerables.

La sanidad digital en España no es solo una cuestión de modernización técnica; es un proyecto integral que conecta derechos, ética, economía y sociedad. El equilibrio entre innovación y equidad será la clave para que los avances en salud digital beneficien a todos los españoles sin disparar desigualdades ni sobrecargar recursos limitados.

Estrategia europea

La telemedicina, la inteligencia artificial y las aplicaciones móviles de servicios de salud forman parte de la estrategia de transformación digital de la Unión Europea, impulsada por la experiencia de la pandemia de COVID-19 que actuó como catalizador de un cambio digital en el sistema sanitario, al igual que en la empresa o la Justicia que, de manera natural, hubiera tardado lustros en alcanzarse.

La esperanza se llama Inteligencia Artificial
La IA es una de las grandes apuestas para intentar cerrar ese círculo virtuoso que integra una prolongada longevidad, la carencia — al menos en los próximos años — de suficientes profesionales y la obligación de ofrecer un servicio sanitario universal. Esta herramienta permite prever brotes epidémicos, analizar radiografías y optimizar quirófanos. Pero no está exenta de dilemas éticos en asuntos como el consentimiento o la programación algorítmica y tiene pendiente resolver las dificultades de acceso, en especial para las personas mayores.
PARA SABER MÁS

En este enlace se puede consultar la Estrategia de Salud Digital del Reino de España (2021-2026) 

El Baremo Sanitario del CIS esta accesible aquí