-El pasado 30 de noviembre fue elegida presidenta del Notariado. ¿Presentarse ha sido un deber, un reto o la consecuencia de los años que lleva desarrollando tareas corporativas?
Ha sido un reto. Y, sobre todo, responde a una vocación de servicio; de servicio al Notariado y, por tanto, a la sociedad a la que este se debe.
-Es la primera notaria que preside este organismo. ¿Ha roto un techo de cristal o lo ve como algo natural?
Ha sido absolutamente natural. En el Notariado no ha habido que romper ningún techo de cristal. Cada vez hay más chicas que estudian el grado de Derecho y cada vez más opositoras aprueban. Las notarías también estamos en cargos corporativos. Como le digo, no ha sido necesario romper ningún techo de cristal porque no lo había. Pero sí que soy consciente de que puedo servir como referencia para otras compañeras que vean que es posible acceder a los altos cargos de la corporación.
“LO QUE APORTAMOS A LA SOCIEDAD, QUE ES IMPORTANTÍSIMO, ES SEGURIDAD JURÍDICA. SIN ELLA NO HABRÍA DESARROLLO ECONÓMICO”
-¿Qué le diría a una joven que está pensado estudiar Derecho? ¿Y a otra que se plantea opositar a notaria?
Le animaría a que lo estudie. Tengo que reconocer que es una profesión que me encanta, igual que me encanta el Derecho. Lo más importante es que nos guste nuestro trabajo, dado el tiempo que le dedicamos.
El Derecho es una materia profundamente relacionada con la vida de las personas. Tanto que tendría que impartirse en los colegios, al igual que algún tipo de formación financiera. Y por supuesto que animaría a esa joven a opositar para ser notaria; por lo gratificante que es el trato con las personas que acuden a nosotros.
-¿Cuáles son sus principales objetivos?
Mi objetivo es seguir potenciando todos los servicios que el Notariado tiene en favor de la sociedad. Mantener su esencia.
Lo que justifica nuestra razón es que fuimos creados por la sociedad y respondemos a sus necesidades. Hemos ido evolucionando con ella en aspectos instrumentales, pasando de la escritura a mano, a los ordenadores y de ahí a la digitalización; incluso a la utilización de la inteligencia artificial generativa. Nos hemos ido adaptando para mejorar nuestros servicios y nuestra agilidad, pero manteniendo siempre nuestra esencia.
“EN EL NOTARIADO NO HA HABIDO QUE ROMPER NINGÚN TECHO DE CRISTAL PORQUE NO LO HABÍA”
-¿En qué puede ayudarles la Inteligencia Artificial (IA)?
Nos va a ayudar en las tareas más materiales, más mecánicas. Por ejemplo, en la elaboración del Índice Único Informatizado Notarial, que es una gran base de datos, la segunda mayor que hay en España, solo por detrás de la que posee la Agencia Tributaria. Esta base acumula información muy útil para las administraciones públicas y para la prevención y lucha contra el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo o el fraude fiscal, entre otras cuestiones. Su existencia y su mantenimiento exige un gran esfuerzo a las notarías. Nuestro centro tecnológico ya está estudiando cómo puede la inteligencia artificial generativa ayudarnos en la realización de esas tareas mecánicas.
La IA nunca podrá sustituir la labor de asesoramiento y control de legalidad de los notarios. Eso es imposible que lo sustituya una máquina.
-Precisamente hace unos días señalaba “la importancia de mantener nuestro sistema de seguridad jurídica, con sus valores y deberes, porque beneficia a la sociedad”. ¿Qué aportan los notarios a los ciudadanos, a las empresas, a las instituciones?
Lo que aportamos a la sociedad, que es importantísimo, es seguridad jurídica. Sin ella no habría desarrollo económico. También aportamos justicia. Un negocio jurídico, un documento autorizado por un notario, tiene que ser justo. Estos valores están recogidos en nuestra Constitución. Y, por supuesto, tiene que ser veraz. De ahí nuestro compromiso con la verdad. Todo eso es lo que aporta un notario, porque, como decía al principio, no es posible un desarrollo económico si no hay seguridad jurídica.
-Entre los retos que enfrentan los notarios ha destacado la búsqueda de soluciones a problemas como la soledad no deseada, el acceso a la vivienda o el apoyo jurídico a los colectivos más vulnerables. ¿En qué podría contribuir el Notariado?
Contribuimos proponiendo soluciones a las necesidades que vemos constantemente en nuestros despachos. Una de las características del Notariado es su cercanía, el contacto diario con las personas. Las personas nos cuentan sus necesidades, sus preocupaciones y nosotros proponemos soluciones jurídicas.
Ahora estamos estudiando en el Consejo General del Notariado y en los colegios notariales la posibilidad de un desarrollo mayor de los pactos asistenciales; estos pactos son acuerdos a los que llegan los particulares con nuestro asesoramiento buscando satisfacer esas necesidades que mencionaba en su pregunta: la soledad no deseada, el problema de las viviendas… Y no me refiero solo a personas mayores; también pueden ser una solución para las personas de mediana edad y a los jóvenes.
“LA COPIA ELECTRÓNICA YA CIRCULA ENTRE LOS CIUDADANOS Y LAS EMPRESAS APORTANDO MAYOR SEGURIDAD JURÍDICA Y MAYOR CELERIDAD AL TRÁFICO”
-El Notariado lleva más de 23 años inmerso en un proceso de digitalización que le sitúa a la vanguardia en esta materia. ¿No tienen miedo de que las nuevas tecnologías y la Inteligencia Artificial les quiten el trabajo?
¡Para nada! Lo que estamos es muy orgullosos de cómo hemos llevado a cabo todo el proceso de digitalización.
Empezamos en el año 2001 y en 2003 los notarios ya disponíamos de firma electrónica, lo que no era muy frecuente. Las tecnologías forman parte de nuestra actividad diaria y estamos muy satisfechos. Con la última reforma legal, la Ley 11 2023, nos hemos adaptado a las nuevas exigencias de la digitalización sin que haya sufrido ningún perjuicio el usuario del servicio notarial. Al contrario: el protocolo electrónico notarial aporta mayor seguridad jurídica. Hace ya más de 20 años que remitimos copias electrónicas de las escrituras públicas a las Administraciones, el Catastro y los registros. Ahora la copia electrónica ya circula entre los ciudadanos y las empresas aportando mayor seguridad jurídica y mayor celeridad al tráfico.
-En estos procesos la colaboración con otros organismos es indispensable, por ejemplo, con los registros o el Catastro…
Estamos muy satisfechos de cómo está siendo la colaboración con el Catastro, tanto a la hora de aportar nosotros la información como de recibirla de sus profesionales. Está habiendo una plena coordinación Notarías-Catastro.
En relación con los registros de la propiedad existen algunas disfunciones que se mantienen desde 2001. Los notarios tendríamos que poder acceder al contenido de los libros de los registros de la propiedad y mercantiles, tal y como establece la Ley. Estas disfunciones las vamos superando gracias al esfuerzo que hacemos tanto los notarios como los empleados de las notarías para que no se vea perjudicada la seguridad jurídica preventiva.
-De hecho, usted ha señalado que lo importante no es hacer más leyes, sino que se cumplan las que existen.
Así es. Tienen que cumplirse la Ley 24/2001 y la Ley 24/2005, ambas aprobadas, cuya obediencia los notarios llevamos reclamando todo este tiempo al Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España. Y tampoco se han cumplido las nuevas exigencias de la Ley 11/2023.
-¿A quién beneficiaría el cumplimiento de estas leyes?
A los ciudadanos, por supuesto. No es un asunto corporativo. Son medidas en beneficio de los ciudadanos, que es a cuyo servicio nos encontramos tanto notarios como registradores, y ninguno debemos perder de vista cuál es nuestra finalidad y nuestra razón de ser.
-¿Qué hay antes y después de la firma de la escritura pública?
Hay muchísimo trabajo. Quizá el momento de la firma es el más breve: aunque el más importante. Es el momento de la verdad y en él continúa la labor de asesoramiento imparcial del notario, ya con todas las partes presentes. Pero previamente también hay una labor de asesoramiento muy importante. Los notarios tenemos que saber qué es lo que las personas quieren conseguir, cuál es su voluntad, y ayudarles para que lo consigan. Como dice el reglamento notarial: ofrecerles los medios jurídicos más adecuados para lograr los fines que se persiguen. Por supuesto también está la labor de redacción del documento, de la escritura pública. Además, dependiendo del negocio jurídico que vayamos a autorizar, se solicita o se complementa con otras informaciones, por ejemplo, las que solicitamos al Catastro o a los ayuntamientos. En una compraventa hay que saber si se ha pagado el IBI, por citar un caso. Y tras la firma del documento notarial hay que comunicar el otorgamiento. Si se trata de un negocio jurídico de transmisión de constitución de derechos reales o de dominio, por ejemplo, lo comunicamos al registro de la propiedad y a diversas administraciones públicas. Y después viene la labor de elaboración de los protocolos notariales (en papel y digital) y su custodia, así como del Índice Único Informatizado Notarial, con todo lo que supone ser la segunda mayor base de datos que existe en nuestro país.
-Ello me lleva a preguntarle por esa labor callada que hacen todos los notarios de prevención y lucha contra el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo o el fraude fiscal. ¿Resulta útil a la sociedad?
Muy útil. Tenemos dos elementos fundamentales en prevención de blanqueo de capitales y financiación de terrorismo. En primer lugar, el Órgano Centralizado de Prevención (OCP), que se creó en el año 2005 y cuya labor ha alabado el propio GAFI, que nos ayuda a cumplir con las obligaciones marcadas por varias directivas comunitarias, incluso la más reciente. El OCP cruza los datos de todos los documentos notariales y cuando hay indicios de blanqueo de capitales, lo comunica al Sepblac. De esas comunicaciones, el 80% terminan siendo investigadas por la policía judicial. Y, además, tenemos nuestra Base de Datos de Titular Real (BDTR), que se nutre de nuestro Índice. Esta base tiene identificados a los titulares reales de 3 millones de entidades que no sólo son sociedades mercantiles, sino también comunidades de bienes, partidos políticos, asociaciones… entidades que no se inscriben en el registro mercantil. Tiene una gran utilidad a la hora de la lucha contra el blanqueo de capitales y contra la financiación de terrorismo. Es una base que los notarios consultamos antes de autorizar escrituras en las que interviene cualquier entidad.
“LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL NUNCA PODRÁ SUSTITUIR LA LABOR DE ASESORAMIENTO Y CONTROL DE LEGALIDAD DE LOS NOTARIOS. ESO ES IMPOSIBLE QUE LO SUSTITUYA UNA MÁQUINA”
-¿Los medios alternativos para la resolución de conflictos podrían ser la clave para desatascar nuestra justicia?
La jurisdicción voluntaria está regulada por una ley que en julio cumplirá diez años. Esta ley cambió la percepción que la sociedad tiene del Notariado, porque estamos presentes en todos los actos más importantes de la vida de una persona, no solo los de contenido económico, sino también los de carácter más personal como una boda, el expediente matrimonial, o como pueden ser una separación o un divorcio. Y luego tenemos también los medios extra jurisdiccionales de solución de controversias, a los que los notarios tenemos mucho que aportar. Todos estos medios pueden desatascar nuestros tribunales. Hay que pasar de la cultura del litigio a la cultura de la paz. No todos los conflictos se tienen que solucionar por vía jurisdiccional. Es más, en muchos casos es recomendable que las personas no acudan a la vía jurisdiccional, porque después ya nunca habrá una buena relación entre las partes. Siempre habrá un ganador y un perdedor. Por el contrario, en los medios alternativos las dos partes ganan y se puede solucionar la relación personal.
-¿Qué le gustaría dejar resuelto al concluir su mandato?
Que hayamos sabido responder a todos los retos que la realidad social nos vaya planteando. Mi objetivo es que los notarios sigamos respondiendo eficazmente a la sociedad de la que formamos parte y a la que nos debemos.
-Es un reto muy exigente.
Si. Por eso hay que empeñarse. Y sé que cuento con un equipo que son los otros 16 decanos que integran el Pleno del Consejo General del Notariado; que todos unidos lo vamos a lograr.