Un año para celebrar la luz de Sorolla

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UN AÑO PARA CELEBRAR LA LUZ DE SOROLLA

Paseo a la orilla del mar. Pintado durante el verano de 1909 en la playa de Valencia.

JULIÁN DÍEZ

Mail: [email protected]

Colores cálidos, mar azul, luz omnipresente… La imagen del Mediterráneo como territorio de felicidad primigenia, de lugar donde los anhelos de la humanidad encuentran un acomodo sencillo y natural, progresó a lo largo de siglos, pero se consolidó iconográficamente en la modernidad con la obra del valenciano Joaquín Sorolla.

El centenario del fallecimiento del pintor del luminismo coincide con una cierta reivindicación de su obra como cristalización del renovado amor por el Mediterráneo como símbolo, ahora en peligro.

El reconocimiento a Sorolla en España es un fenómeno sostenido. Su museo, por ejemplo, es uno de los más visitados de los que dependen del Estado, y en términos absolutos, de los monográficos consagrados a la obra de un solo artista, el tercero, después de la Casa Museo de Dalí en Figueras y el Museo Picasso de Barcelona.

Sin aristas

Una de las tareas pendientes es la de conseguir un reconocimiento similar a escala internacional, como de hecho lo tuvo en vida. Quizá lo que ha pesado en contra de Sorolla haya sido precisamente que fue un personaje sin demasiadas aristas, que triunfó social y artísticamente. A diferencia de los grandes maestros cuya figura se ha visto engrandecida por la lucha contra dificultades personales y profesionales, Sorolla fue un caballero bastante apacible que llevó una vida confortable, reconocido por su talento: en 1908, una exposición suya en Londres fue saludada como la del «más grande de los pintores vivos». Aunque se sobrepuso a una infancia compleja (perdió a sus padres siendo muy niño) y falleció muy joven (apenas con sesenta años), tras afrontar las dificultades comunes a cualquier artista en sus comienzos, tuvo una carrera profesional brillante.

Estuvo felizmente casado, se dedicó a la jardinería, retrató a grandes figuras de la época (Galdós, Machado, Ramón y Cajal, Alfonso XIII, el presidente estadounidense Taft…), se construyó a su gusto una gran casa en Madrid (que hoy alberga el museo estatal consagrado a su figura) y falleció en su amplia residencia veraniega en la sierra de Guadarrama. En 1901, con apenas 38 años, una estatua suya presidía el salón principal del Círculo de Bellas Artes de Valencia, y en la misma época ya dio nombre a una calle en la ciudad.

El luminismo

Por el camino, conoció también el éxito en exposiciones internacionales en varios de los principales centros del arte mundial de la época, como París, Viena, Buenos Aires, Chicago o Nueva York. De hecho, en esta última ciudad se encuentra, en la Hispanic Society, una de sus obras más impresionantes: el conjunto de catorce lienzos Visión de España, que le ocupó prácticamente siete años y le dejó completamente agotado; la hemiplejia que terminó por costarle la vida se produjo a los pocos meses, y le impidió viajar para ver esa obra magna expuesta en la sala para la que había sido concebida. Sin embargo, en un resumen de cuál es la situación de Sorolla en el panorama artístico mundial, esa sala permanece hoy gran parte del año cerrada y casi nunca se destaca entre los atractivos culturales de la ciudad de los rascacielos.


EL PALACIO REAL DE MADRID ACOGERÁ LA PRINCIPAL MUESTRA CONMEMORATIVA: «SOROLLA A TRAVÉS DE LA LUZ»


El luminismo, el movimiento de vanguardia que Sorolla quiso impulsar tras beber directamente de las fuentes del impresionismo, ha quedado hoy en un olvido que el centenario pretende superar. El Ministerio de Cultura ha concedido a este aniversario la consideración de Acontecimiento de Excepcional Interés Público y ha anunciado la creación de una comisión para organizar los actos, en la que estarán presentes tanto miembros de la Administración como descendientes del pintor (entre los que destacan por su actividad su bisnieta, Blanca Pons Sorolla), y representantes de la estructura de la Casa-Museo de Madrid.

El plato fuerte probablemente sea la exposición multidisciplinar Sorolla a través de la luz, una muestra inmersiva que acogerá el Palacio Real de Madrid. A ella acudirán obras de Sorolla que no están habitualmente al alcance del gran público, por encontrarse en manos privadas o en museos internacionales. También distintas recreaciones digitales y contenidos multimedia serán protagonistas en el Salón de Génova del Palacio, incidiendo como es habitual en la importancia de la luz en la obra de Sorolla.

Entre otros recintos donde Sorolla tendrá protagonismo puede citarse al Museo Goya de Zaragoza, que ha programado una exposición para el próximo mes de febrero. La evidente influencia sobre el valenciano de las primeras obras del aragonés a su llegada a Madrid, sus retratos de fiestas y juegos populares al aire libre, será uno de los temas tocados. Además, como no podría ser de otra forma, el Museo de Bellas Artes de Valencia tendrá su propia muestra con material no visto en España desde hace décadas, ya que la exposición Sorolla. Orígenes acogerá 32 obras del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba correspondientes a los primeros años en activo del pintor.

Aunque todavía se espera la confirmación oficial de otras actividades, sería injusto no mencionar que 2022 ha sido un año también con una intensa actividad para mostrar su obra. En el Museo Sorolla de Madrid se presentó hasta noviembre la exposición Sorolla en negro, que pretendía incidir justamente en la parte hoy quizá menos recordada de su obra (una etapa no breve de cuadros tenebristas, o los que dedicó a temáticas sociales como el célebre ¡Aún dicen que el pescado es caro!, de 1894, de la colección del Prado).

Mientras, el Museo Esteban Vicente de Segovia contrapuso obras de este importante artista local con otras de Sorolla, que le precedió algunas décadas y le influyó decisivamente en el gusto compartido de ambos por los jardines y la naturaleza. Ha sido la exposición más visitada en la historia del museo segoviano. Además, también hasta noviembre fue posible visitar La edad dichosa. La infancia en la pintura de Sorolla, en la Fundación Bancaja de Valencia, con 86 cuadros dedicados a ese tema, muy querido por el pintor.

Protagonista en Milán

La escasez de presencia internacional de la obra de Sorolla tuvo en 2022 un feliz contrapunto en la primera exposición a gran escala de su obra en Italia, que tuvo lugar en el Palazzo Reale de Milán. Con sesenta obras cedidas en su mayoría por el Estado español, Pittore di Luce atrajo a más de 70.000 visitantes para cerrar un círculo que seguramente faltaba en el reconocimiento de Sorolla, puesto que el pintor visitó durante largas temporadas Italia para conocer de primera mano la obra de los maestros transalpinos, y estuvo presente incluso en la primera Bienal de Venecia, pese a lo cual nunca ha sido del todo bien conocido en ese país. La misma muestra había pasado un par de años por la National Gallery de Londres con resultados igualmente sobresalientes.

Otras fuentes:

Los datos de visitas del Museo Sorolla confirmaron en 2021, al atraer a casi 200.000 visitantes, la popularidad de la obra del pintor 

Poco después de la gran exposición que albergó, la National Gallery de Londres adquirió su primer Sorolla, reforzando su presencia en los grandes museos europeos

Arquitecturas pintadas: A propósito de la FLAGELACIÓN de Alejo Fernández

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CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

CLAVES DE LA OBRA

Autor: Fernández, Alejo
Fecha de creación: 1500-1505
Material: Óleo sobre tabla
Ubicación: Expuesto en la sala 57
Medidas: 48 x 35 cm.

ARQUITECTURAS PINTADAS: A PROPÓSITO DE LA “FLAGELACIÓN” DE ALEJO FERNÁNDEZ
Cuando el Museo del Prado me hizo el gran honor de encargarme el desempeño de su Cátedra para 2022 decidí de inmediato que el tema que articularía mis conferencias y seminarios sería el de la presencia de la arquitectura en la pintura, apasionante objeto de investigación que me atrae desde hace años.
Juan Calatrava

Director de la Cátedra Museo del Prado 2022

El estudio de las arquitecturas pintadas posee toda la riqueza de las situaciones fronterizas: puede ser, ciertamente, un campo independiente en la historia de la pintura o en la de la arquitectura, pero sin duda su mayor atractivo lo encuentra en el fecundo territorio de cruce entre ambas disciplinas. Constituye, así, para el historiador del arte y de la arquitectura, un llamamiento a cuestionar la separación tradicional entre las llamadas “bellas artes” y a desarrollar un tipo de reflexión histórica más fundamentada en las hibridaciones, contactos y articulaciones entre los diferentes ámbitos artísticos.

Icono de la Cátedra

En esta tarea, he recurrido a cientos de imágenes de obras pictóricas en las que la arquitectura representada desempeña un papel esencial. Para esta breve nota quisiera comentar tan solo una de ellas, tan reveladora que fue la elegida como icono para todas las actividades de la Cátedra: la Flagelación, de Alejo Fernández, pintada entre 1500 y 1505 y que puede contemplarse en la sala 57 del Museo.

 


EL ESTUDIO DE LAS ARQUITECTURAS PINTADAS CONSTITUYE UN LLAMAMIENTO A CUESTIONAR LA SEPARACIÓN TRADICIONAL ENTRE LAS LLAMADAS «BELLAS ARTES»


 

Alejo Fernández, cuya actividad está documentada entre los años finales del siglo XV y 1545, primero en Córdoba y después en Sevilla, es un artista fuertemente influido por la pintura flamenca, pero que se muestra buen conocedor, al mismo tiempo, de la pintura renacentista del norte de Italia y de la obra de ciertos artistas alemanes como Martin Schongauer.

Es precisamente la sabia mezcla de estas referencias lo que otorga su interés a la Flagelación del Prado. La tortura de Cristo –realizada por unos verdugos que derivan de los representados por Schongauer en su grabado de la Flagelación (h. 1475)- tiene lugar en un escenario abierto circundado por un pórtico abovedado, en una composición de personajes y arquitecturas bastante compleja. Toda la zona derecha del cuadro se enmarca en una arquitectura directamente inspirada en un célebre grabado a partir de Bramante, conocido como la “Incisione Prevedari” (1481), aunque Alejo no lo copia directamente, sino que lo reelabora simplificándolo. A la izquierda, Pilatos contempla la escena desde un elaborado trono, más arquitectura que mueble. Al fondo, arcos de medio punto sostienen una terraza con otros espectadores y un plano más lejano permite vislumbrar una perspectiva con un muro y puerta y un bello paisaje lejano.

La coherencia entre arquitectura y personajes humanos es absoluta. Estos se distribuyen ordenadamente por el espacio, con actitudes que van desde el esfuerzo de los sayones a los distintos modos de contemplación de los espectadores, pasando por el soldado con las vestiduras y el cetro de escarnio de Cristo y el mendigo de primer plano, con su metafórica ceguera. Al mismo tiempo, tanto la ligazón de Cristo a la espléndida columna clásica como los despojos que aparecen en primer plano, no son sino prefiguraciones arquitectónicas de la futura ruina del paganismo ante el triunfo del cristianismo.

El Gran Museo Egipcio

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El Gran
Museo Egipcio

Este museo agrupará las principales piezas de la antigua civilización conservadas en el país y cierra un año de conmemoraciones.

JULIÁN DÍEZ

Mail: [email protected]

El interés inmarcesible por la antigua civilización egipcia queda demostrado porque las piezas más visitadas en varios de los principales museos del mundo proceden de allí: la Piedra Rosetta en el British Museum londinense; el busto de Nefertiti en la Isla de los Museos berlinesa; o el Escriba Sentado en el Louvre parisino. Pero disfrutar de piezas valiosas en el propio Egipto siempre ha sido complicado, algo que quiere remediar la apertura del Gran Museo Egipcio prevista para este fin de año, unificando las mejores colecciones que seguían próximas a sus lugares de hallazgo originales.

Situado a un paseo de la explanada donde se encuentran las tres grandes pirámides (Keops, Kefrén y Micerinos) y la Esfinge de Gizá, entre otras maravillas, se espera que el Gran Museo se convierta en el espaldarazo que Egipto necesita para recuperar las cifras del turismo anteriores a la pandemia. No se han escatimado recursos para ello: será el museo más extenso del mundo (sobre las cincuenta hectáreas), tras una inversión superior a los mil millones de euros.

El proyecto dio comienzo hacia el año 2000, y en 2002 arrancó el concurso para el diseño del edificio. Su inauguración se ha ido retrasando por numerosas razones: la búsqueda de los ingentes fondos necesarios (que en buena medida han llegado de bancos de inversión japoneses); retrasos en las obras; un pequeño incendio; y finalmente, el periodo de pandemia. Pero la inauguración en este año es una feliz circunstancia, dado que es una fecha significativa para los amantes de la civilización egipcia. Este año se cumplen 200 años de la traducción de la Piedra Rosetta (encontrada en 1799) a cargo de Jean-François Champolion, que abrió la puerta a descifrar los jeroglíficos. Y también es el centenario del hallazgo por parte de Howard Carter de la tumba intacta del faraón Tutankhamon, sin duda el mayor logro de la egiptología contemporánea.

 


SE ESPERA QUE SE CONVIERTA EN EL ESPALDARAZO QUE EGIPTO NECESITA PARA RECUPERAR LAS CIFRAS DEL TURISMO ANTERIORES A LA PANDEMIA


 

Precisamente la exhibición, por primera vez íntegra, del extraordinario tesoro de Tutankhamon es quizá el principal atractivo del Gran Museo, con toda esa magnificencia que además oculta enormes interrogantes. Dado que Tutankhamon fue un faraón relativamente secundario, que gobernó apenas diez años y del que no quedan grandes rastros en términos puramente historiográficos, ¿cómo serían las últimas moradas de otros faraones más relevantes o que fallecieron en períodos más prósperos, saqueadas siglos atrás o tal vez todavía en algún caso intactas? Porque la egiptología sigue ofreciendo sorpresas como la de abril del año pasado, con el hallazgo de la llamada Ciudad Dorada Perdida, que llegó a ser el principal asentamiento junto al sur del Nilo hacia el siglo XIV antes de Cristo, pero había desaparecido de la historia desde entonces.

El otro polo museístico

Si bien se han abierto otros museos regionales de menor importancia, dado el ingente caudal de piezas legadas por el Antiguo Egipto, todo hace indicar que el otro polo museístico que complementará al Gran Museo será el Museo Nacional de la Civilización Egipcia, inaugurado oficialmente el pasado mes de abril, y que recoge toda la riqueza del país desde la prehistoria hasta nuestros días pasando no sólo por cierta presencia del periodo clásico, sino por las etapas de dominio árabe, turco o británico. En ese centro, también de enorme extensión y situado en Fustat (a unos veinte kilómetros al sur de El Cairo), se exhibe ya una colección de momias que será la más relevante del país.

Aunque no hay fecha oficial para la inauguración del Gran Museo en el momento de escribir estas líneas, todo hace indicar que se hará todo lo posible para que sea antes del final de este año. Puesto que 2022 es también el centenario de la constitución del Reino de Egipto, la primera entidad independiente que se corresponde con la nación actual. Un estado que depende en gran medida de los ingresos que genera su riquísimo pasado, y que el Gran Museo puede contribuir a recuperar.

¿Qué podremos ver?

La colección del Gran Museo de Egipto reúne 50.000 piezas que estaban desperdigadas por media docena de localizaciones a lo largo del país, incluyendo 20.000 de ellas nunca expuestas al público.

Además de los restos de Tutankhamon, otras obras destacadas serán la estatua de Ramsés II, de once metros de altura y 83 toneladas, que domina el hall de entrada principal tras algunos años de descuido en una transitada plaza de El Cairo, o la llamada Barca Funeraria de Keops, descubierta en 1954 y totalmente restaurada. Una pieza magnífica que, como tantas de la antigua civilización egipcia, despierta numerosas preguntas a los expertos, ya que pese a su teórico uso ceremonial en el Nilo, tiene un diseño que la hace adecuada para navegación marítima.

La parte sustancial del resto de la colección llega del antiguo Museo Egipcio situado en el corazón de El Cairo, fundado en 1902 y que los visitantes recordarán por su interior abigarrado y caótico. El nuevo edificio, concebido por los arquitectos Róisin Heneghan (irlandés) y Shih-Fu Peng (taiwanés), es todo un contraste, con su fachada traslúcida de alabastro de 60 metros de longitud, amplias salas y escaleras, y enorme terraza que promete ofrecer una vista única de la explanada de las grandes pirámides.

PARA SABER MÁS

Información recogida por Wikipedia
Reportaje sobre el hallazgo de una metrópolis al sur de Egipto en el “El País”
Vídeo sobre el museo realizado por Euronews
“La primera barca de Keops ya descansa en el Gran Museo”, por Historia National Geographic

Leer un cuadro: De barbero a banquero: Ferdinando Brandani

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CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

CLAVES DE LA OBRA

Autor: Velázquez, Diego Rodríguez de Silva y
Fecha de creación: 1650
Material: Óleo sobre lienzo
Ubicación: Expuesto en la sala 15
Medidas: 50,5 x 47 cm.

De barbero a banquero: Ferdinando Brandani
La escasez de obras de Velázquez en manos particulares, y los precios tan altos que alcanzan en el mercado internacional, hicieron que durante décadas las posibilidades de crecimiento de esta parte de la colección del Prado se limitaran a los poquísimos cuadros que quedaban dentro de nuestras fronteras.
JAVIER PORTÚS

Jefe de Conservación del Área de Pintura Española

Sin embargo, a principios de este siglo ocurrió el milagro: una serie de circunstancias personales provocaron que una de las familias más prestigiosas del comercio del arte se desprendiera del retrato más importante de Velázquez que quedaba en manos privadas, y lo ofreciera a uno de los museos norteamericanos con mayar capacidad de compra. Esta institución rechazó su adquisición, y la obra fue ofrecida al Museo del Prado.

El pintor en Roma

En 2003, cuando se materializó la compra, el contexto económico y político facilitó el desembolso de veintitrés millones de euros por esta pintura. No solo se trataba de aprovechar una de las pocas oportunidades que ofrece el mercado de enriquecer en general la colección de Velázquez, sino que, de una manera más concreta, la incorporación de esta obra vino a llenar una de las lagunas más importantes de la misma. Con sus cerca de cincuenta obras, el Museo del Prado podía exponer hasta entonces piezas representativas de todas las etapas de la trayectoria vital y artística del pintor, pero había una excepción: el segundo viaje que realizó a Italia, entre 1649 y 1651, y en el que consiguió triunfar en la corte papal. Este cuadro ha permitido desde su compra que esta etapa también esté representada en el Prado, con una obra de gran calidad, que demuestra hasta qué punto en Roma el pintor desarrolló un concepto de retrato diferente al que practicó en la corte española.


ESTA OBRA DEMUESTRA HASTA QUÉ PUNTO EN ROMA EL PINTOR DESARROLLÓ UN CONCEPTO DE RETRATO DIFERENTE AL QUE PRACTICÓ EN LA CORTE ESPAÑOLA


El cuadro llegó al museo con su título tradicional, El barbero del Papa, pues a través de fuentes antiguas se sabía que entre los personajes que Velázquez había retratado en Roma figuraba ese servidor del pontífice, y a la mayor parte de los historiadores les pareció plausible la identificación entre los rasgos y la indumentaria del retratado y su supuesto oficio. Sin embargo, la publicidad que envolvió la compra de la obra, y la visibilidad que ofreció a esta su exposición en un museo público, estimularon nuevas investigaciones sobre la personalidad del modelo. En 2011, dos historiadoras italianas, Marta Rossetti y Francesca Curti, desvelaron el misterio, cuando advirtieron la similitud de sus rasgos con los que aparecen en un retrato de Ferdinando Brandani, de quien las mismas fuentes antiguas también afirmaban que había posado para Velázquez.

Brandani procedía de una familia portuguesa dedicada al comercio y a la banca, y en la época en la que lo retrató Velázquez era Prefecto de las Componendas de la Dataría Apostólica, un cargo con importantes responsabilidades económicas. En la década de 1960 el historiador del arte José López-Rey escribió que el retratado transmitía una impresión poco fiable; y prueba tanto de su intuición como de la perspicacia de Velázquez a la hora de transmitir los rasgos psicológicos de su modelo, es que apenas un año después de acabado este retrato, Brandani fue condenado a galeras por participar en la expedición de bulas falsas.

El notario, presencia viva de nuestra historia

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EL NOTARIO, PRESENCIA VIVA DE NUESTRA HISTORIA

De izquierda a derecha: Andrés M. Urrutia Badiola, Diego Mª Granados de Asensio, Iñaki Subijana, Bakartxo Tejeria, José Ángel Martínez Sanchiz y Plácido Barrios.

El pasado mes de julio tuvo lugar en el Palacio Miramar de San Sebastián el curso de verano Persona, Empresa y Tecnología, organizado por el Consejo General del Notariado y el Colegio Notarial del País Vasco. El curso sirvió de escenario a la exposición El documento notarial: del siglo XII a la Inteligencia Artificial, en la que se pudieron admirar más de una treintena de documentos notariales de alto valor histórico.

Álex Oviedo

Mail: [email protected]
Twitter@ajoviedo
Fotos: Miguel San Cristóbal

El acto inaugural contó con la presencia de la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria; el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Iñaki Subijana; y la presidenta de la Fundación Sabino Arana, Mireia Zarate. Ejercieron de anfitriones el presidente del Consejo General del Notariado, José Ángel Martínez Sanchiz; el decano del Colegio Notarial del País Vasco, Diego Mª Granados de Asensio; y los dos coordinadores de la muestra: Plácido Barrios Fernández, notario de Alcalá de Henares, y Andrés M. Urrutia Badiola, notario de Bilbao y presidente de la Academia Vasca de Derecho (AVD-ZEA).
Tras el éxito obtenido en el XII Congreso Notarial Español celebrado en Málaga en el mes de mayo, la exposición viajaba por primera vez, con el propósito de convertirse en un acontecimiento itinerante que permita ver la relación existente entre el Notariado y la Sociedad.


POR PRIMERA VEZ SE MOSTRÓ AL PÚBLICO UN ACTA NOTARIAL EN FRANCÉS DEL BOMBARDEO DE GERNIKA PUBLICADA EN EL PERIÓDICO EUZKO DEYA.


La muestra organizada en el donostiarra Palacio Miramar estaba dividida en dos bloques: en el primero se recogían más de una treintena de documentos notariales, que iban desde el testamento de Isabel la Católica hasta el del anarquista Ferrer Guardia, pasando por un poder de Miguel de Cervantes para querellarse contra quienes imprimieran o fueran a imprimir El Quijote en España o Portugal. En el segundo, y mediante cuatro grandes paneles, se narraba la breve historia del Colegio Notarial del País Vasco (cuya constitución tuvo lugar en enero de 2009), así como la importancia de contar con un sistema de Derecho civil propio, con figuras como el testamento hil buruko o el alkar poderoso. Pese a la juventud del colegio vasco, en 1936, tras la formación del Gobierno Vasco, se constituiría el primer Colegio Notarial de Euzkadi, lo que permitió traer a la exposición el Decreto de Constitución de este. También un acta notarial en francés publicada en el periódico Euzko Deya sobre el bombardeo de Gernika.

Valor histórico

Durante la inauguración, el presidente del Consejo General del Notariado, José Ángel Martínez Sanchiz, subrayó el siglo XII como “la fecha en la que surge la fe pública notarial parecida a la que hoy conocemos, con un precedente en el Fuero de Teruel, que data de 1177, y que reconoce al notario la condición de persona pública”. Antes de la Ley del Notariado de 1862, convivían en España muchos tipos de escribanos: los del número, los reales, concejiles, señoriales… Uno de los documentos de la exposición muestra, por ejemplo, una escritura de concordia firmada entre los escribanos del número y de Cabildo de la ciudad de Granada en la que se fijan sus respectivas competencias. A partir de la citada ley se establece “una única clase de notarios” de nombramiento real y sirve, asimismo, “para separar la fe pública judicial de la extrajudicial, además de cortar de raíz la venalidad de un cargo que se había patrimonializado, fuente por ello de toda clase de corruptelas”, en palabras de Plácido Barrios.

De entre los documentos expuestos, Martínez Sanchiz hizo hincapié en la importancia de un testamento como el de Juan Sebastián Elcano, dictado a Andrés de Urdaneta el 26 de julio de 1526 ante la enfermedad del marino de Getaria —quien fallecería sólo nueve días después—, homenaje del Notariado español al quinto centenario de la primera circunnavegación de Fernando de Magallanes y el propio Elcano, que completaría este último tras la muerte del primero en Filipinas. También señaló testamentos como el de Lope de Vega, así como un contrato de aprendizaje de Diego de Velázquez a Andrés de Briçuela firmado por el escribano madrileño Simón Leonero en 1626.


ISABEL LA CATÓLICA, LOPE DE VEGA, CERVANTES O HERNÁN CORTÉS SON ALGUNOS DE LOS PERSONAJES HISTÓRICOS CUYOS DOCUMENTOS NOTARIALES PUDIERON ADMIRARSE


En este sentido, el decano del País Vasco, Diego Granados de Asensio, recalcó que la exposición había permitido “aunar esfuerzos y dar a conocer la importancia que ha tenido y tiene el fedatario público en la sociedad española”. Granados apuntó la cercanía de los notarios a la vida más íntima de las personas, “lo que les convierte en testigos de primera mano de muchos de los últimos momentos de la mayor parte de la sociedad: testamentos, contratos nupciales, poderes…”


TESTAMENTOS, COMPROMISOS DE MATRIMONIO SOMETIDOS A LA CONDICIÓN DE VIRGINIDAD O FIGURAS COMO EL “ALKAR PODEROSO” MUESTRAN LA RELACIÓN DEL NOTARIADO CON LA SOCIEDAD.


Los notarios Plácido Barrios y Andrés M. Urrutia Badiola mostraron la trascendencia de los documentos expuestos en San Sebastián. Barrios destacó, precisamente, que “el notario se debe a la sociedad”, y que una exposición que recoge la historia notarial sirve para mostrar que el notario “siempre ha estado ahí, tanto el escribano en el siglo XVI como el notario actual, en los momentos más comprometidos de la persona. La exposición habla de testamentos —fuente inagotable de información de la sociedad de la época-, de la actitud ante la muerte, de inventarios domésticos y uno de los pocos documentos que la mujer firmaba sin la agraviante licencia marital—, de cartas de parto o de un conjunto de actas notariales como la de Joaquín Costa, notario de Madrid, acta de gran relevancia política… Un recorrido histórico desde el siglo XII a la actualidad en el que se quiere mostrar la labor de servicio del notario a la sociedad española”.

La publicación Código Civil Ilustrado, del notario Alberto Rodero García, contiene el texto legal completo, pero comentado con ilustraciones «pensadas para la sonrisa del lector». El propósito del libro es hacer más agradable el manejo del Código Civil a todos los operadores jurídicos, en especial a los que están preparando oposiciones.

Aportación vasca

La aportación del Colegio Notarial vasco estaba formada, según Andrés Urrutia, por “cuatro pinceladas que conectan directamente con la labor del Notariado dentro del País Vasco, con su pasado, presente y futuro”. Estas aportaciones se centran en primer lugar, en su propia labor institucional; y en segundo, en su labor histórica, “empezando con los escribanos forales, aquellos que debían tener unas circunstancias concretas para poder serlo y terminando con los que hoy somos notarios dentro del País Vasco”.

Los notarios son, señaló Urrutia, el centro de la aplicación de “ese Derecho civil vasco que regula las relaciones jurídicas entre los ciudadanos en la Comunidad Autónoma Vasca; la norma que rige sus sucesiones, testamentos, su régimen económico matrimonial y otras muchas facetas de la vida jurídica que afectan al día a día de todos los ciudadanos vascos”.
Como nota histórica Urrutia presentó el acta notarial del bombardeo de Gernika el 26 de abril de 1937. “No se trata de un acta de presencia sino de testigos, autorizada por Celestino del Arenal, decano del Ilustre Colegio Notarial de Euzkadi, con la intervención de tres testigos, una intérprete y el requiriente, Geoffrey Henry Cecil Bing, “que muestra la importancia del Notariado a la hora de autentificar unos hechos que ocurren en la realidad y que luego tienen efectos jurídicos, y que convierten este documento en uno de los más relevantes de la breve historia del Colegio Notarial vasco”. Para Urrutia sólo “conociendo nuestro pasado podremos enfrentarnos a nuestro presente, pero sobre todo a nuestro futuro”.

Documento notarial de 1461, de Francisco de Encalada, en el que solicita que se haga la información pertinente sobre su limpieza de sangre, mayoría de edad y habilidad para usar el oficio de escribano
Pago por los gastos de limpieza en Málaga, por la enfermedad de la peste (1564)
Testamentos de Isabel la Católica (1504) (izda.) y de María Alonso (1422) (dcha.).

PARA SABER MÁS

Declaraciones del presidente del Consejo General del Notariado, José Ángel Martínez Sanchiz:

Declaraciones del presidente del Consejo General del Notariado, José Ángel Martínez Sanchiz:

Declaraciones de Plácido Barrios, comisario de la exposición
Declaraciones de Andrés M. Urrutia Badiola, comisario de la exposición:

Leer un cuadro: Autorretrato

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CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

CLAVES DE LA OBRA

Autor: Cecilio Pla Gallardo
Fecha de creación: 1892
Material: Óleo sobre lienzo
Ubicación: Expuesto en la sala 62
Medidas: 75 x 100 cm.

Las familias de los artistas se convierten a menudo en los mejores custodios del legado de su antepasado, pues muchos herederos han conservado no solo sus obras sino también la documentación generada a lo largo de su actividad profesional.
Autorretrato

Pedro J. Martínez Plaza,

conservador de pintura del siglo XIX

Estos archivos son, por ello, una fuente de memoria para el conocimiento tanto de su compilador como de los círculos culturales en los que se movió. Así sucedió con el archivo de Cecilio Pla Gallardo, guardado por una de sus hijas –Josefa- y después por su nieta, Ana María Delgado Pla, a quien tuve la dicha de conocer en 2010, en la primera de las investigaciones que llevaba a cabo para el Museo del Prado y que estaba centrada en este pintor.

Tras su muerte en 2016, sus hijos (los hermanos Ellacuria Delgado) decidieron que aquello que sus parientes habían guardado celosamente debía acabar en el Prado y realizaron dos donaciones en 2018. Su generosidad ha permitido incorporar a las colecciones un nutrido conjunto epistolar y una excelente colección de fotografía, que han permitido estudiar mejor el catálogo de este artista. Como muestra de ello, he elegido este Autorretrato, que es también la primera pintura de Pla que cuelga en los muros de este museo, cumpliendo así con el deseo que Ana María me manifestó en varias ocasiones.

Un carácter singular

Además, esta obra tiene un carácter singular dentro de las colecciones de pintura del siglo XIX, y de forma más específica, entre los 37 autorretratos conservados de entre 1800 y 1950. En la mayoría, el artista se muestra a sí mismo ante un fondo neutro e incluso sin manos, despojado de cualquier útil alusivo a su profesión. Sin embargo, aquí Pla aparece en su estudio y se rodea de retratos familiares y de una copia de un Velázquez, cuya presencia, en ambos casos, difícilmente se encuentra en otros autorretratos. El joven pintor se muestra así orgulloso de su doble pasado.

 


EL JOVEN SE MUESTRA AGRADECIDO A SUS PROGENITORES Y A SU TÍA, CUYA AYUDA RESULTÓ INDISPENSABLE TRAS SU LLEGADA A MADRID DESDE VALENCIA


 

Por un lado, el carnal, al cual alude mediante tres efigies: su tía Josefa Pla, en una imagen coloreada debajo del cuadro; su madre María Gallardo en una fotografía; y, sobre una mesa, un busto en barro de su padre Sebastián. Algunas fotografías de su estudio que ingresaron con la donación demuestran que Pla gustaba de colocar imágenes de sus familiares y amigos sobre un mueble y apoyadas en la pared o en los propios cuadros, como sucede aquí con las de su madre y su tía. De esta forma, el joven se muestra agradecido a sus progenitores y a su tía, cuya ayuda resultó indispensable tras su llegada a Madrid desde Valencia.
Por otro lado, el pintor se reafirma aquí como seguidor y admirador de Velázquez, de quien incluye una copia de El príncipe Baltasar Carlos a caballo (que se conserva también en el museo). De nuevo, las fotografías del archivo del artista nos muestran que esta copia tenía un lugar preferente en su taller y el testimonio de la familia nos ayuda en su conocimiento. Ana María me contaba que los colegas de Pla ponderaban esta obra como una de las mejores copias del célebre retrato ecuestre, y quizá por eso el pintor la incluyó como homenaje, también, a sus propios orígenes artísticos.

La Historia narrada en los documentos notariales

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La Historia narrada en los documentos notariales

Mª Teresa Barea, José Ángel Martínez Sanchiz, Francisco de la Torre y Plácido Barrios visitando la exposición.

El pasado mes de mayo tuvo lugar el XII Congreso Notarial El envejecimiento de la sociedad: principal desafío del siglo. En el marco de este encuentro también hubo espacio para la historia ya que el Consejo General del Notariado y el Colegio Notarial de Andalucía presentaron, en el Rectorado de la Universidad de Málaga, la exposición El documento notarial: del siglo XII a la Inteligencia Artificial.

FÁTIMA PÉREZ DORCA,

Mail: [email protected]

Twitter: @fatimadorca

El acto inaugural contó con la participación del alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre; el rector de la universidad, José Ángel Narváez; el presidente del Consejo General del Notariado (CGN), José Ángel Martínez Sanchiz; la decana del Colegio Notarial de Andalucía, Mª Teresa Barea; el comisario de la exposición, Plácido Barrios, y el coordinador del congreso, Rodrigo Tena.

Esta exposición de carácter itinerante, cuya segunda parada ya ha tenido lugar en San Sebastián, en el Palacio de Miramar, realizará un recorrido por las demás comunidades de España.

 


EL AUTÉNTICO PROTAGONISTA DE LA LABOR NOTARIAL, EL PUEBLO LLANO, OCUPA UN LUGAR DESTACADO DE LA EXPOSICIÓN


 

Vida pública, vida privada
Se trata de una muestra con documentos de personajes relevantes y ciudadanos anónimos que hace un recorrido por la historia a través de los protocolos notariales de distintas procedencias. “Hemos utilizado un criterio cronológico a partir de los documentos que consideramos más interesantes para que el visitante conozca la labor notarial. Los hay de relumbrón, como el testamento de Isabel la Católica, también del pueblo llano, pues nosotros nos debemos a la sociedad y estos documentos son su testimonio”, explica Plácido Barrios.

La muestra contiene el Registro de Pere Portell de 1299, primer registro notarial completo del Archivo de Barcelona; documentos de personajes históricos, como el testamento de Isabel la Católica o de Lope de Vega; así como algunos relativos al Descubrimiento de América, como la apertura del testamento de Hernán Cortés, el acta del depósito del cuerpo de Cristóbal Colón o el contrato de Juan de la Cosa. También ofrece documentos notariales de las tres culturas que convivían en España, como unas capitulaciones matrimoniales en hebreo o los gastos para obras en el Generalife.

El auténtico protagonista de la labor notarial, el pueblo llano, ocupa un lugar destacado de la exposición: desde una carta de parto para evitar la suplantación del nacido, hasta la exigencia de un futuro marido de que su mujer fuera doncella, pasando por documentos relativos a los marginados (esclavos, moriscos, etc.).

Con respecto al siglo XX, la exposición incluye el testamento del anarquista Ferrer Guardia o los planos de Gaudí para el Parque Güell de Barcelona, incorporados a un censo. También se expone un protocolo especial de protestos, muestra del importante papel que la letra de cambio tuvo para la financiación en masa. La Isla de La Palma está presente en la exposición con el acta notarial del asedio de Francis Drake en 1585.

“Mostramos al público dos actas notariales seguramente inéditas”, señala el comisario. “En primer lugar, el acta de incidencias electorales autorizada por Joaquín Costa, notario de Madrid en 1895, escrita de propia mano por el aragonés, que tiene indudable interés político, pues en ella se cita a Francisco Silvela, Fernández Villaverde o el hermano de Romanones. La otra, también de interés político y local, es el acta de la visita que un delegado de la Junta Directiva del Colegio Notarial de Granada hizo al pueblo de Colmenar, Málaga, el 20 de febrero de 1937, dando cuenta de la destrucción prácticamente total de los protocolos notariales (se salvaron solo cuatro escrituras) a instancia del notario del lugar”.

 


SE MUESTRAN DOCUMENTOS NOTARIALES DE LAS TRES CULTURAS QUE CONVIVÍAN EN ESPAÑA


 

Cierra la exposición el apartado de Documentos de Pandemia, con un certificado de escribano acreditativo de que Málaga está libre de la peste, o la referencia al pago de los gastos de limpieza de la misma para luchar contra esa terrible enfermedad. También la odisea, referida a fe notarial, de un barco que, zarpando desde Sevilla y afectado por el cólera, acabó sin tripulación que lo gobernase.

Visitantes de la exposición en el Rectorado de la Universidad de Málaga.
Del siglo XII a la Inteligencia Artificial

Además de los documentos notariales expuestos, la muestra ofrece dos pantallas táctiles con videos interactivos sobre distintas acciones tecnológicas realizadas por el Notariado español de la mano de su Agencia Notarial de Certificación (ANCERT): como el que explica qué es el Portal Notarial, la herramienta a través de la que empresas y particulares pueden acceder a la sede electrónica notarial para realizar diversos servicios; o el video sobre EUdoc, la plataforma creada por los notariados español y alemán para el intercambio seguro de copias electrónicas de los documentos notariales dentro de la UE. A través de las pantallas también se puede ver, entre otros, un video sobre la Red Iberoamericana de Cooperación Jurídica Internacional (IberRed), una herramienta digital de cooperación, en materia civil y penal, puesta a disposición de los operadores jurídicos de 22 países Iberoamericanos.

 

Música por la paz de Europa

ESFERA CULTURAL

Música por la paz de Europa

La Orquesta Sinfónica de Málaga, dirigida por el director Luis Prades Rubias.
En el marco del XII Congreso Notarial Español celebrado en Málaga, el pasado mes de mayo, se estrenó, en el Auditorio Edgar Neville, la sinfonía para piano y violín en Do Menor, Aurora Europa, compuesta por el notario y compositor Josep Maria Valls.

Redacción

En esta ocasión, la obra fue interpretada por la Orquesta Sinfónica de Málaga y llevó la batuta el joven director Luis Prades, de 21 años.

Inicialmente, el estreno de la sinfonía estaba previsto en Kharkov (Ucrania, la segunda mayor ciudad del país) interpretada por su Orquesta Filharmònica, dirigida por Yuri Yanko, pero no fue posible a causa de la pandemia.

El conflicto entre Rusia y Ucrania impide, actualmente, a la Filharmònica de Kharkov mantener su actividad e hizo imposible que el estreno de la obra fuese interpretado como estaba previsto.

Josep Maria Valls señaló que “el estreno de Aurora Europa, una oda a la Unión Europea, es una contribución al llamamiento por la paz que todos anhelamos” y anunció que cederá los derechos de la obra a la Unión Europea para que puedan ser destinados a la reconstrucción de Ucrania.

La idea central de esta composición es una Europa Unida y en paz, en la que se entrelazan las tierras y los pueblos. Por ello, el concierto se desarrolla bajo la idea de los cuatro puntos cardinales representados por cuatro temas musicales muy armónicos entre sí que se diferencian claramente. Aun así, se complementan y configuran una sinfonía íntegra, sin solución de continuidad, que podría empezar en cualquier punto de la obra, como lo demuestra la segunda parte del concierto en la que los temas se desarrollan al revés de la primera.

 


PARA JOSEP MARIA VALLS “EL ESTRENO DE AURORA EUROPA, UNA ODA A LA UNIÓN EUROPEA, ES UNA CONTRIBUCIÓN AL LLAMAMIENTO POR LA PAZ QUE TODOS ANHELAMOS”


 

Josep Maria Valls i Xufré

El compositor de la obra nació en 1953, en Badalona (Barcelona). Su madre le inició musicalmente pero su padre le instó a estudiar leyes y preparar oposiciones a notaría, lo cual impidió que se dedicase profesionalmente a la música, dejándola solo como afición, aunque con una dedicación que le llevó a componer partituras de todo género. Actualmente es notario en Barcelona.
Su pasión por una Europa Unida nació viajando en su juventud y se consolidó con la lectura del libro de Jean Jacques Servan Schreiber, El Desafío Americano. Desde entonces empieza a vislumbrar la idea de un concierto que exprese la desolación después de la Segunda Guerra Mundial y la lenta marcha, desde la imprescindible paz, hacia la recuperación que va indisolublemente unida a la fusión de las identidades europeas. La máxima del autor es que una parte de Europa no es nada sin las demás; quedaría reducida a una simple melodía. Juntándolas nace una sinfonía con toda la fuerza y empuje de una gran potencia mundial, crisol de culturas, destinada a ser el ejemplo para la futura unión de toda la humanidad.

Leer un cuadro: El toro

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LEER CUADROS

CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

CLAVES DE LA OBRA

Autor: Taller romano
Fecha de creación: 40-100 d. C.
Material: Mármol
Ubicación: Galería Jónica de Escultura
Nº Catálogo: E000006

La reciente apertura de la Galería Jónica de escultura, en el Museo del Prado, es una oportunidad para reparar en la singularidad de un conjunto de obras muy sugestivas sobre el coleccionismo europeo. Entre las piezas seleccionadas, desde el arte egipcio hasta los años más tardíos del siglo XVIII, destacan algunas representaciones animalísticas de extraordinario realismo, concretamente las que muestran a un toro y a un jabalí.

Es sobre la primera de ellas sobre la que queremos reflexionar en estas líneas.

El Toro

MANUEL ARIAS MARTÍNEZ,

Jefe del Departamento de Escultura

Quizás uno de los tópicos más reiterados en la literatura artística de todos los tiempos sea aquel que narraba Plinio en su Historia Natural, sobre Zeuxis y los pájaros. El pintor griego del siglo V a. C., se midió en un certamen con su colega Parrasio, para dirimir cuál de los dos era el mejor artista. Cuando Zeuxis descubrió el paño que tapaba su pintura aparecieron unas uvas realizadas con tal maestría verista, que los pájaros se lanzaron a picotearlas. Lo que parecía un triunfo seguro se alteraba cuando al dirigirse a Parrasio para que corriera la cortina que ocultaba su obra, éste respondía que lo que él pensaba que era una cortina era su propia pintura, constatándose así su habilidad para engañar al ojo humano.

Fidelidad realista

Si en el ámbito de la pintura este episodio de la Antigüedad se hizo recurrente, existió un paralelo en la escultura, que ha pasado más desapercibido y que tenía como protagonista a una ternera de bronce que hiciera el griego Mirón, a quien sin embargo recordamos especialmente por su Discóbolo. La Vaca de Mirón, como se conoció popularmente, generó comentarios, pequeños epigramas que hablaban sobre la fidelidad realista con la que se había representado, que incluso se retomaban en la literatura barroca, por ejemplo, en los versos de poetas como Gianbattista Marino (1569-1625). Así decía en el siglo I, Filipo de Tesalónica, dirigiéndose a la escultura de Mirón: “Quita el yugo de mi cerviz, labrador, /y el hierro que hace los surcos/ Mirón no transformó mi bronce en carne,/ sino que su arte me hizo parecer viva,/ hasta el punto de que a menudo querría mugir,/ pero, fijándome al pedestal, no me permitió ir a trabajar”.

El toro que ahora se exhibe en la Galería Jónica, forma pareja con una Vaca y ambos son obra romana del siglo I d. C. Posiblemente se integraban en un monumento arquitectónico en el que se dispusieron obras similares dentro de los jardines de Nerón, en las proximidades de la Domus Aurea de Roma.

 


EL TORO QUE AHORA SE EXHIBE EN LA GALERÍA JÓNICA, FORMA PAREJA CON UNA VACA Y AMBOS SON OBRA ROMANA DEL SIGLO I D. C.


 

Pertenecieron a la colección de la reina Cristina de Suecia y cuando pasaron a la del príncipe Livio Odescalchi, antes de ser adquiridos por Felipe V e Isabel de Farnesio en 1724, se describían de este modo en su inventario: “Una vaca y un toro antiguos, menos grandes del natural de perfectísimo escultor, labrados sobre pedestal de mármol, tan verosímiles que algunos perros a primera vista les ladran”.

Este toro marmóreo, con restos policromos que conseguirían darle una apariencia aún más veraz, seguía, y aún continúa, evocando esa secuencia de referencias que proclaman una permanencia de largo recorrido de los códigos clásicos en el arte europeo.

La vejez como experiencia humana

ESFERA CULTURAL

La vejez como experiencia humana

Imagen de la exposición virtual.
La Fundación Notariado ha puesto en marcha un proyecto vinculado a la celebración del XII Congreso Notarial Español: la exposición virtual y el catálogo impreso “La vejez como experiencia humana en las pinturas del Museo Nacional del Prado”.

Redacción

Esta iniciativa francamente especial une Pintura y Envejecimiento. La Fundación Notariado mantiene una estrecha relación con la pinacoteca madrileña con el patrocinio de la Cátedra del Prado.

¿Cómo han tratado los pintores la vejez en sus cuadros? ¿La suya y la de otros? ¿Somos conscientes de las diferencias intergeneracionales cuando miramos un cuadro? A estas preguntas tratan de dar respuesta tanto el catálogo impreso como la exposición virtual.

Sus comisarias, las profesoras de Historia del Arte de la Universidad San Pablo CEU, María Rodriguez Velasco y María Arriola Jiménez han seleccionado y comentado una veintena de obras en las que está presente la vejez y las han estructurado bajo los mismos tres bloques temáticos que conforman el XII Congreso Notarial Español https://congresonotarial.com/: El respeto a la dignidad versus la protección de la vulnerabilidad, La vida centenaria y su previsión individual”, y “La vida centenaria y su previsión social y política.

En palabras de las profesoras recogidas en el catálogo: «Un recorrido por el Museo del Prado nos permite adentrarnos en un amplio panorama pictórico, desde el siglo XII hasta el XX, abriéndonos a un riquísimo repertorio de distintas escuelas y maestros. Una realidad que no es ajena al hombre, a sus inquietudes y preguntas, que busca la verdad a partir de la mitología, de los personajes sacros, las escenas cotidianas, los retratos o los bodegones. Y, en esta mirada, la vejez se hace presente desde una gran humanidad, revelando por igual la vulnerabilidad y la dignidad de nuestros protagonistas. Por ello, nuestra propuesta es que las pinturas que contemplamos hablen por sí mismas de la vejez y para ello es necesario contextualizarlas en un espacio y un tiempo concretos, reconociendo a la vez en ellas la unidad que late en nuestro recorrido: la vejez como experiencia universal, no exenta de dificultades, pero con una belleza que nos muestra vidas cumplidas que son autoridad para sus familias y para la sociedad».


La vejez se hace presente desde una gran humanidad, revelando por igual la vulnerabilidad y la dignidad de nuestros protagonistas


«Prácticamente -apuntan- todos los pintores han abordado este tema, por lo que advertimos una riqueza de matices que hemos tratado de recoger en la selección de las obras: la experiencia de los ancianos, su sabiduría, su valiosa presencia, su autoridad moral, su papel en las familias, su constante deseo de aprender, su capacidad de disfrute, su sensibilidad, su madurez, su valentía… Y, a la vez, la fragilidad física y el marchitar de la belleza corporal; en ocasiones, la soledad, la enfermedad, la melancolía, la dureza del trabajo realizado, la pobreza… Dignidad y vulnerabilidad inseparables en la vida y en su reflejo pictórico».

Aspectos claves

Sobre el análisis iconológico de las pinturas, Arriola y Velasco señalan que «hemos centrado nuestra atención en tres aspectos: los recursos plásticos del artista para llevar al lienzo la imagen del anciano, el papel que desempeña y el lugar que ocupa en la pintura. La centralidad del tema nos ha llevado a trabajar no sólo sobre la colección permanente del Museo del Prado, sino que también nos hemos sumergido en sus depósitos y en obras cedidas a otras instituciones. En ocasiones, para profundizar en el significado último de cada una de nuestras imágenes, se ha hecho necesario establecer una relación con otras representaciones que formaban parte del mismo conjunto iconográfico, como en el caso de Saturno de Goya. Además, ha sido fundamental partir de los distintos maestros, de las vicisitudes de su vida, del momento en que trabajan estas obras pues, en algunos casos, las realizan en su vejez, como Tiziano en su Autorretrato; y en otras se desvela la importancia que los mayores tuvieron en sus vidas, como el abuelo paterno de Fortuny. A lo largo de los distintos estudios encontramos invitaciones a contemplar pinturas que van más allá de este catálogo y de la pinacoteca nacional, pero que ayudan a una mejor comprensión de las obras presentadas, como San Andrés de Ribera, los retratos de Carlos II de Carreño de Miranda, El anacoreta de Fortuny, Saturno de Rubens…, por citar tan solo algunos ejemplos».

Imagen de la exposición virtual.
Mirada impresa

El catálogo de esta exposición virtual, impreso y primorosamente editado, incluye textos de introducción de personas e instituciones que analizan distintos aspectos relacionados con la vejez al hilo de las obras. Además de los textos de las propias autoras, nos encontramos con las reflexiones de tres ministros: Pilar Llop, ministra de Justicia; María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública, y José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Del mismo modo nos han dejado su visión los presidentes de las organizaciones de mayores, CEOMA, Juan Manuel Martínez Gómez, y de UDP, Inma Ruiz, así como el director adjunto de Conservación e Investigación del Museo Nacional del Prado, Andrés Úbeda de los Cobos, y el propio presidente del Consejo General del Notariado y de la Fundación Notariado, José Ángel Martínez Sanchiz.

Junto al recorrido de todas las obras expuestas de la mano de las profesoras de Historia del Arte de la Universidad San Pablo CEU, María Rodríguez Velasco y María Arriola Jiménez, casi una veintena de ponentes del XII Congreso Notarial ofrecen sus propia “mirada” de una selección de esas obras puestas en relación con las áreas temáticas de las que son expertos.