A cuestas con la inflación

ALDEA GLOBAL

A CUESTAS CON LA INFLACIÓN

La inflación tiene en cuenta todos los bienes y servicios con que se comercia en un país o zona económica.

Desde hace algunos años, sobre todo después de que un virus de origen chino se hiciera con el control sanitario del mundo y un megalómano de origen ruso decidiese invadir un país vecino, una de las palabras más repetidas en medios informativos, conversaciones políticas y hasta en charlas de bar es «inflación». Y bueno, sí: es un problema. Por eso los bancos centrales buscan atajarlo controlando los tipos de interés y los gobiernos mirando con lupa sus cuentas. Algo que no afecta a todos por igual y, mucho menos, a países de distintas áreas geográficas, que en algunos casos la padecen muy en positivo y en otros muy en negativo.
MELCHOR DEL VALLE

Aunque no tengamos ni idea de economía, todos hemos experimentado que cuando nos dicen que sube la inflación, en la realidad cotidiana compramos menos cosas con la misma cantidad de dinero. Tiene que ver con el índice de precios al consumo, IPC, claro; pero no son lo mismo. El IPC recoge la variación de precios en una muestra representativa de bienes y servicios; la inflación tiene en cuenta todos los bienes y servicios con que se comercia en un país o zona económica.

Nuestros temores.

Una encuesta realizada por IPSOS en enero y febrero de 2023, en la que participaron 19.500 personas de 29 países, concluyó que la mayor preocupación de los entrevistados, un 43% de ellos, es, precisamente, la inflación. Once puntos porcentuales por debajo, 32%, están la pobreza y la desigualdad social; y relegan al crimen y la violencia (27%), al desempleo (27%) y a la corrupción financiera y política (25%) al tercer, cuarto y quinto lugar, respectivamente. Los acontecimientos y los varapalos al bolsillo de los consumidores en 2022 son, con toda probabilidad, los generadores de tal temor.

 


LOS COSTES ENERGÉTICOS SON LOS MAYORES CONTRIBUYENTES AL CRECIMIENTO DE ESA TEMIDA INFLACIÓN


 

Si miramos a nuestras economías personales, las facturas mes a mes nos dicen alto y claro que los costes energéticos son los mayores contribuyentes al crecimiento de esa temida inflación, en nuestras casas y en todo el mundo. Tensiones geopolíticas, por un lado, y reducciones en la producción, por otro, han hecho que se desbaratasen las previsiones de todos los agentes económicos internacionales. Unos cálculos en los que entran en juego aspectos como los tipos de interés que imponen los bancos centrales o la evolución de la economía, pero que tienen poco recorrido en cuanto hay un acontecimiento fuera de lo habitual.

Los más y los menos.

Como en casi todo, la inflación afecta de distinta manera a los diferentes países y las causas de esas diferencias, a mayores de las variaciones en el coste de productos y servicios, tienen su origen en decisiones políticas, no siempre de tipo bélico. La devaluación de la moneda o el intento de compensar una caída del producto interior bruto, PIB, mediante un incremento de impuestos son ejemplos de medidas políticas que pueden provocar inflación. Por eso, a la hora de comparar los datos de los diferentes países, es conveniente tener en cuenta sus diferentes realidades sociales y políticas, además de las económicas.

 


LUXEMBURGO (4,3%), ESPAÑA (6%) Y GRECIA (6,1%) ESTÁN A LA CABEZA DE LOS QUE MÁS HAN CONSEGUIDO CONTENER LA INFLACIÓN EN LA UE


 

Por otro lado, la gran mayoría de los Estados, por medio de sus sistemas oficiales de estadística, actualizan mensualmente (lo más habitual) sus datos, pero no todos, con lo que las comparaciones deben tener en cuenta la fecha en que se han tomado las cifras. En nuestro caso, hemos utilizado los porcentajes que ha obtenido la API Trading Economics, que solo recoge datos de fuentes oficiales, en los meses de enero y febrero de 2023, aunque en algún caso solo están disponibles los de diciembre de 2022. Según aquéllos, los países con mayor inflación son Líbano (190%), Venezuela (156%) y Argentina (102%). En el antepenúltimo puesto estaría Siria, pero sus últimos datos disponibles son de agosto de 2020 (139%) y no sería adecuada la comparación. En el otro lado de la tabla están Macao (0,77%), Baréin (0,8%) y China (1%).

Otros datos.

Un aspecto que puede resultar interesante, y revelador de cómo van intentando controlar las respectivas instituciones sus cifras de inflación, es conocer la variación entre el porcentaje inmediatamente anterior y el más actual. Así mirado, los que más han conseguido rebajar su índice son Zimbabue (-137,7%; de 230% a 92,3%), Sudán (-20,3%; de 86,6% a 63,3%) y Afganistán (-3,9%; de 9,1% a 5,2%). Donde se ha experimentado mayor incremento es en el Líbano (66%; de 124% a 190%), Sudán del Sur (16,9%; de 14,4% a 31,3%) y Egipto (6,1%; de 25,8% a 31,9%).

Entre las causas más importantes de los incrementos están las subidas de los alimentos, la vivienda o el transporte (Sudán del Sur, Egipto) o la devaluación de la moneda (el Líbano, Egipto). Las bajadas se deben a la intervención de los bancos centrales (Zimbabue) o a cierta estabilidad política intermitente (Sudán, Afganistán). En el periodo en que hemos tomado estos datos no se ha dado ninguna inflación negativa, pero sí en algunos momentos de los últimos años, como es el caso de Sudán del Sur, que en octubre de 2022 llegó a registrar un -12,73%. Este índice está relacionado con una importante caída de la economía a causa de la inestabilidad y la inseguridad.

Más de cerca.

Si miramos a nuestro entorno, la Unión Europea registra en febrero de 2023 una inflación media del 9,9%, 0,1 puntos menos que en el mes anterior. Luxemburgo (4,3%), España (6%) y Grecia (6,1%) están a la cabeza de los que más han conseguido contener la inflación; Hungría (25,4%), Letonia (20,3%) y Lituania (18,7%) son los que registran los índices más altos. Un poco más lejos, en el entorno europeo, tenemos a Liechtenstein y Suiza con índices envidiables (3,4%), aunque habrá que seguir muy de cerca la situación de los helvéticos tras la caída de uno de sus bancos comerciales de referencia. En el otro extremo, Turquía (55,18%) y Moldavia (25,9%). En el caso turco, que llegó a estar en un 85,51% en octubre de 2022, la contención de los precios parece haber sido la fórmula para los resultados y el optimismo, ya que quieren llegar cerca del 22% a final de 2023.

A mediados de marzo de 2023, la OCDE hacía públicas sus Perspectivas Económicas Provisionales con algún dato positivo: «Se prevé que la inflación general disminuya gradualmente durante 2023 en la mayoría de los países del G20: del 8,1% en 2022 al 5,9% en 2023 y al 4,5% en 2024. La razón de estas variaciones es una política monetaria más estricta, la disminución de los precios de la energía después de un invierno suave en Europa y la disminución de los precios mundiales de los alimentos. Sin embargo, la inflación subyacente sigue siendo persistente, sostenida por los fuertes aumentos de los precios de los servicios y las presiones de costes de los ajustes en los mercados laborales». Cabe recordar que la inflación subyacente no tiene en cuenta los productos frescos y ni la energía. El informe rebaja la tasa de inflación que prevé para España en 2023, del 4,8% al 4,2%, por debajo de la media de la Eurozona (6,2%).

«The economy, stupid!».

La frase, seguramente lo recuerdan, la utilizó Bill Clinton en 1992 durante la campaña electoral que le llevó a la presidencia, frente a George Bush padre. La idea era oponer «las cosas de comer» de los votantes a los «grandes logros» como el fin de la Guerra Fría o la del Golfo Pérsico. Eran tiempos, por cierto, en los que la inflación de EE.UU. estaba en torno al 1,5%; en febrero de 2023 está al 6%.

Estamos acostumbrados a ver y escuchar información sobre, por ejemplo, cómo los bancos centrales suben los tipos de interés como método para contener la inflación; pero si los ciudadanos estamos pagando un préstamo hipotecario a interés variable o necesitamos un préstamo al consumo, por ejemplo, el remedio macroeconómico va a perjudicar a nuestra microeconomía personal. Y esto sucede mientras los factores que contribuyen al incremento de los precios, a subir la inflación, por tanto, también nos afectan al bolsillo: pagamos más por los alimentos, la energía, la vivienda… Entonces luchamos por ganar más, recuperamos capacidad de consumo y esto hace que siga subiendo la inflación. Es un vertiginoso círculo vicioso que no todo el mundo es capaz de parar. Nos queda buscar a los que sí lo son; y a los demás, cabe recordarles que se dediquen a lo suyo, porque «es la economía…».

El peso de las distintas partidas

Una forma de comprender cómo nos afecta a cada uno el índice de inflación que publican los organismos estatales de estadística, el INE, en el caso de España, es saber el peso que las diferentes partidas tienen en el cálculo de los precios al consumo.

En España, las categorías más importantes son alimentos y bebidas no alcohólicas (23% del peso total); vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (14%); restaurantes y hoteles (13%); y transporte (13%). El índice también incluye ocio y cultura (6%), bienes y servicios varios (6%), ropa y calzado (6%), mobiliario y equipamiento y mantenimiento domésticos (6%), salud (4%), comunicaciones (4%), bebidas alcohólicas y tabaco (3%) y educación (2%).

El coste de la energía

Aunque el peso de la partida de energía sea menos importante que la cesta de la compra en el cálculo de la inflación, cuando petróleo y gas, básicamente, disparan sus precios, su influencia va más allá del puro cálculo porcentual, porque impacta en la producción y distribución de productos de primera necesidad, en el transporte y en multitud de servicios. Es la razón por la que los costes energéticos están siempre en el «ojo del huracán».

En la Cumbre de DAVOS de 2022, Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, dijo que «el mundo se encuentra en medio de su primera crisis energética verdaderamente global. La respuesta no es combustibles fósiles adicionales, sino poner esfuerzos en la transición energética». En ese momento el índice de precios de la energía (petróleo, gas, carbón y propano) era de 306,67 y llegaría a 376,41 en agosto; quizás de ahí la preocupación de Birol. Dicho índice había escalado a esas cifras desde los 55,89 de marzo de 2020. En enero de 2023, el índice bajó un poco, hasta 223,27.

Para saber más

A Fragile Recovery.
OECD Economic Outlook, Interim Report March 2023.

Perspectivas de la Economía mundial. Actualización.
Fondo Monetario Internacional, enero de 2023.

Inflation Rate.
Trading Economics (actualización mensual).

«El clasista impuesto de los pobres», por Juan José Morodo

ALDEA GLOBAL

JUAN JOSÉ MORODO,

periodista

“En España, hay quienes ven la solución en un "pacto de rentas" antes de que todo se descontrole, una medida excepcional impulsada por el Gobierno"

El clasista impuesto de los pobres

La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado durante un determinado periodo de tiempo y refleja la disminución del poder adquisitivo de una unidad monetaria. Su medida más frecuente es el Índice de Precios de Consumo (IPC), que corresponde al porcentaje de la variación general de estos en el tiempo. Es el problema económico más grave que sufren la economía española y casi todas las economías del mundo.

Según el último Eurobarómetro, la inflación es hoy la mayor preocupación de los ciudadanos europeos y, particularmente, de los españoles, a los que inquieta aún más que el mismísimo desempleo. Reduce la capacidad de compra de quien no puede aumentar sus ingresos en la misma proporción que suben los precios; se ensaña más cuanto menos pudiente es la renta del hogar y tiene, por tanto, carácter clasista, de ahí que muchos economistas la hayan bautizado como el «impuesto de los pobres», pero también afecta negativamente a la rentabilidad del ahorro y a la inversión.

En general, la inflación se genera cuando la demanda supera con creces a la oferta y provoca empobrecimiento, porque al deteriorarse el principal instrumento de intercambio, la moneda, empeora el funcionamiento de todo el sistema económico. Cuando proviene del exterior, como la que produce un shock energético en países fuertemente dependientes como España, el país en su conjunto se empobrece. Cuando se centra en productos y servicios de primera necesidad, como los alimentos o la energía, es especialmente dañina con los ciudadanos de renta más baja, a los que además anula la mínima capacidad de ahorro.

Los guardianes de la estabilidad de los precios y por tanto de que la inflación no se dispare son los bancos centrales. En el caso de la eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) tiene fijado un objetivo de inflación del 2% a medio plazo, incompatible a todas luces con los ingentes estímulos que todas las autoridades monetarias han inyectado en la economía internacional para combatir el impacto, primero, de la pandemia de Covid, y, después de la guerra en Ucrania.

Así como los bancos centrales están entre la espada y la pared (suben los tipos para contener la inflación con riesgo de pasarse y perjudicar al crecimiento), la caída en la capacidad adquisitiva exacerba la demanda de subidas salariales, justificada en muchos casos. Pero, si los sueldos escalan de forma igual de vertiginosa que los precios, existe el peligro de entrar en una espiral destructiva: un aumento pronunciado de los sueldos para contrarrestar la inflación puede producir un aumento en los costes de producción, lo que llevaría a un nuevo aumento de los precios y vuelta a la casilla de salida.

En España hay quienes ven la solución en un «pacto de rentas» antes de que todo se descontrole; una medida excepcional impulsada por el Gobierno para repartir el impacto de la inflación entre los agentes económicos (patronal y sindicatos, pero también los hogares). Su objetivo es evitar que se desencadene la citada retroalimentación del aumento de precios y de costes. Tal espiral de precios y salarios tendería a enquistar la inflación como una losa para la recuperación económica, por lo que, una vez comprobado que la inflación no es un fenómeno pasajero como autoridades y supervisores llegaron a creer, debería transmitirse la idea de que todos los perceptores de rentas de un tipo u otro deben compartir equitativamente su pesado coste.

El pacto de rentas entre los representantes de los trabajadores y de los empresarios supondría, en teoría, que los primeros aceptarían moderar las subidas de los salarios más de lo que cabría exigir por la inflación, teniendo en cuenta los márgenes empresariales, mientras que las empresas se comprometen a subidas ligeras de los sueldos, mantener el empleo y una senda moderada de incremento de los precios que no compense por completo el encarecimiento del coste del trabajo y de la producción.

La cláusula de revisión salarial vinculada al IPC en los convenios colectivos planteada por los sindicatos y la exigencia por los empresarios de que pensionistas y funcionarios entren en el reparto de costes son puntos de desencuentro que alejan tal solución solidaria.

Mientras, los ciudadanos contemplan con preocupación los precios marcados en los anaqueles de los establecimientos a la hora de hacer sus compras a la vez que el Banco de España calcula que el precio de los alimentos, la partida que más pesa en la ponderación del IPC (casi una cuarta parte), no ha alcanzado su cota más alta y estima que, a pesar de medidas gubernamentales como la reducción el IVA en ciertos productos, la inflación de estos «no ha hecho pico» y superará el 12% en 2023 (16,6% en febrero), cuatro puntos más que su anterior estimación de diciembre de 2022, con productos tan básicos como las legumbres y las hortalizas o las frutas a la cabeza de las subidas.

Y aún peor. La inflación subyacente, aquella que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, se mantiene persistente por encima del índice general, en cotas no vistas en casi cuatro décadas y como un peligroso monstruo todavía más difícil de combatir.

Soluciones extraordinarias aparte, y más allá de analgésicos coyunturales, sólo un examen eficaz de la cadena de formación de precios, muy especialmente en el grupo de los alimentos, pero también en la vivienda (alquileres) y en aquellas relacionadas con el turismo (hoteles, cafés y restaurantes) hará posible que la lucha contra el dolor de cabeza de la inflación dé el fruto deseado.

«El cuidado como factor de civilización», por Luis Cayo Pérez

EN ESTE PAÍS

LUIS CAYO PÉREZ BUENO,

presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi)

 

“Lo primordial es la autonomía personal, la posibilidad de ser y hacer la mayor cantidad posible de cosas por uno mismo"

El cuidado como factor de civilización

Afirma la paleontología que el inicio de la civilización humana (si es que existe tal cosa) puede datarse en aquel momento preciso en que alguien lesionado fue atendido y curado por sus más cercanos, evitando así que la naturaleza inexorable, abandonado a su propia suerte, hubiera terminado con su vida. El socorro de alguna manera mutualizado, la asunción y puesta en práctica de la responsabilidad espontánea del grupo humano respecto de uno de sus individuos amenazado, parece estar en el origen de esa aspiración siempre procrastinada del logro efectivo de una civilización humana digna de tal nombre.

Los cuidados estaban al principio y están ahora, sea cual sea la fase en que el proyecto civilizatorio se halle. Y es deseable que así sea, en una época como la nuestra en que elementos como la prolongación generalizada de la esperanza de vida o el surgimiento sobrevenido de discapacidades en número no menor afloran fragilidades extendidas, ante las que la propia persona y su núcleo más próximo no se bastan, y que precisan pues de la atención y de la respuesta organizada de la comunidad.

La provisión de apoyos y cuidados a la población más frágil deviene así una de las cuestiones palpitantes de la vida actual, sobre la que los poderes públicos, la sociedad civil, el mercado y la propia ciudadanía, todos los operadores sociales y económicos, en fin, han de tomar conciencia, pensar, discernir, comprometer y materializar. Qué hagamos (o dejemos de hacer) en lo que atañe a los cuidados, es hoy el mejor indicio del estado (decente o calamitoso) de nuestra civilización.

Sentado lo anterior, a guisa siquiera de presupuesto de partida harto provisional, ¿cómo debería ser en nuestras sociedades contemporáneas un sistema de cuidados? Desde luego no está todo dicho y menos hecho, pero se pueden esbozar algunos rasgos de lo que sería tal entramado. Así lo hemos intentado desde la discapacidad organizada que encarna el CERMI, contribuyendo con nuestras propuestas y sugerencias (de parte sí, pero en extremo interesada) al diseño de un sistema de apoyos y cuidados a la altura de la demanda ahora tan palmariamente desatendida.

En primer término, la mutualización de los cuidados que necesitamos, valga la expresión, ha de concebirse y desplegarse como responsabilidad pública. El asunto es de tal relevancia, ha adquirido tal magnitud y alcance, que solo la comunidad política estructurada (el Estado) puede promoverla y sostenerla, mediante una (casi) nueva arquitectura robusta de protección social. El carácter incuestionablemente público -en cuanto a la regulación y la garantía, al menos- del sistema no obsta, empero, a que otras instancias, privadas, cívicas y económicas, puedan y deban ser cooperadores necesarios de su buen funcionamiento y resultados.

La protección social de los apoyos y los cuidados, además, ha de configurarse como derecho sí, como derecho subjetivo de lo más perfecto; un derecho de las personas y las familias que lleva consigo indefectiblemente el deber inexcusable de los poderes públicos de proveerlo y garantizarlo, en grado suficiente y en tiempo ágil. Son inaceptables las medias tintas, que todo lo emborronan, de que los derechos sociales, como ocurre en nuestra España actual, se ofrecen siempre capitidisminuidos, precarios, limitados y discontinuos, a tal punto que queda disuelto el pretendido derecho si es que alguna vez lo hubo.

Pero incluso lo mejor y más deseable no se puede imponer. Es habitual que, respecto de lo social, en cuanto generosamente se ayuda y asiste, la opinión de la persona en situación de necesidad apenas cuente. La bondad del propósito anula la voluntad de quien recolecta sus efectos. Esto ya no es de recibo. Los deseos, las preferencias, las opiniones de la persona, su autonomía intangible, pese a precisar apoyos externos, han de prevalecer en cualquier trance. El sistema de cuidados ha de obedecer a este designio, a saber, colaborar eficazmente con la persona a realizar su querido y deliberado plan de vida.

Del mismo modo, no todo cuidado sirve. Se debe y se puede hacer acepción de los mismos. Y las personas con discapacidad queremos y exigimos un determinado tipo de apoyos, aquellos que, respetando nuestras preferencias, a la par sean inclusivos, es decir, que nos mantengan en nuestro medio de pertenencia, insertados enteramente en la vida en comunidad, en la corriente general, sin forzarnos a soportar dispositivos separados y segregados, pensados en exclusiva para quienes necesitan cuidados, que consienten y hasta justifican tratos desiguales y mucho menos exigentes.

Siendo los apoyos y los cuidados una aspiración legítima de los individuos y de las familias, y hasta un derecho que la comunidad política ha de satisfacer, lo primordial es la autonomía personal, la posibilidad de ser y hacer la mayor cantidad posible de cosas por uno mismo, proveyendo a nuestro propio cuidado y bienestar y aportando leal y cooperativamente al de los demás. Hemos de autorresponsabilizarnos de nuestro mejor decurso existencial y corresponsabilizarnos del de quienes nos rodean. El autocuidado resulta crucial, tanto como la generación previa y preventiva de entornos vitales amistosos (al tiempo accesibles e inclusivos) que permitan maximizar y prolongar las mayores cotas de autonomía personal. Aquí las tecnologías también vienen en nuestro auxilio, siempre que sean asequibles, en la medida en que potencian las habilidades y minimizan las necesidades.

Si la civilización, al decir de algunos, comenzó por los cuidados, su resultado más feliz es que nos termine deparando en una civilización de los cuidados. Hagámoslo posible.

Implicaciones jurídicas del documento público digital

FUNDACIÓN NOTARIADO

www.fundacionnotariado.org

IMPLICACIONES JURÍDICAS DEL DOCUMENTO PÚBLICO DIGITAL

El documento público digital fue el tema del congreso celebrado los días 13 y 14 de febrero en el marco de la Cátedra ICADE-Fundación Notariado sobre Seguridad Jurídica en la Sociedad Digital.

El congreso, estructurado en dos partes, dedicadas a El documento electrónico como nuevo instrumento documental y a La digitalización sustancial del documento notarial, fue inaugurado por Abel Veiga, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Pontificia Comillas (Comillas ICADE), y Segismundo Álvarez, vicedirector de la Cátedra. Veiga señaló el extraordinario interés despertado por la jornada, con más de cien inscritos online. Álvarez, por su parte, aseguró que las jornadas cumplen a la perfección con el objetivo de la Cátedra: “Fundamentar lo jurídico en un conocimiento riguroso de la parte tecnológica”.

La clausura del congreso corrió a cargo de Sofía Puente, Directora General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, que afirmó que “en la Administración de Justicia hace años que nos adentramos en la senda de la digitalización. Es un camino imparable e irreversible y el Notariado español no podía quedar fuera de esta senda”.

Primera jornada

Información y electricidad. La digitalización como paso de lo material a lo intangible, fue el título de la conferencia inaugural, dictada por el notario y director de la Cátedra, Manuel González-Meneses. En su intervención, señaló que “el Derecho es pensamiento, información, datos… Si la técnica nos ofrece hoy formas más eficientes de comunicar, registrar y conservar la información, que además están ya absolutamente generalizadas en nuestra sociedad, y si el fenómeno de la información es hoy infinitamente más amplio de lo que fue en el pasado, los juristas no podemos vivir de espaldas a esa realidad, no podemos vincular nuestro destino a la tecnología del papel”.

A continuación, la primera mesa redonda, Del documento tradicional al electrónico, estuvo moderada por el notario Juan Álvarez-Sala y tuvo como ponentes a José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General del Notariado y de la Fundación Notariado, y a José Antonio Vega, catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Extremadura.

Martínez Sanchiz realizó un recorrido por la historia del documento jurídico, remontándose a las tablillas de barro, las pizarras, los papiros y pergaminos. “El camino hacia la autenticidad formal –apuntó- fue largo y dificultoso. Los sellos se empezaron a incluir en las tablillas romanas y en los papiros de contratos de venta. Esos sellos en cosa ajena recuerdan la firma electrónica actual. La autenticidad, no solo formal sino también sustancial, se acaba encontrando en la credibilidad del autor, en su compromiso con la verdad y la legalidad; en el compromiso del propio notario como persona pública».


EN LA CLAUSURA, SOFÍA PUENTE AFIRMÓ QUE LA DIGITALIZACIÓN DE LA JUSTICIA ES IMPARABLE Y QUE EL NOTARIADO NO PUEDE QUEDAR FUERA DE ESA SENDA


José Antonio Vega se ocupó de la ‘electronificación’ del documento jurídico, que -a su juicio- no da lugar a una nueva categoría jurídica, sino a un cambio en cuanto al código, el soporte y el proceso. El catedrático apuntó que “las nuevas tecnologías han producido un nuevo instrumento, el documento electrónico, que responde a la evolución del lenguaje comunicativo entre los hombres y que hace que los significantes de la información puedan ser magnitudes físicas codificadas”.

En el coloquio posterior, Martínez Sanchiz, frente a la concepción del documento jurídico como mera “reproducción” de un acto a efectos probatorios, sostuvo el valor del documento como forma de expresión de la voluntad negocial, y por tanto como un elemento que da existencia al negocio en el mundo jurídico no limitado al ámbito litigioso.

La tecnología del documento electrónico fue el tema del segundo panel, que contó con José María Anguiano, abogado y licenciado en Informática, y con Rafael Palacios y Javier Jarauta, ambos ingenieros industriales y profesores del departamento de Telemática y Computación de ICAI.

Anguiano explicó el concepto y los diferentes casos de uso de funcionamiento de los hashes (o huellas digitales de un fichero), como herramientas criptográficas para asegurar la integridad de los archivos electrónicos. Palacios explicó el funcionamiento de los algoritmos de criptografía asimétrica y su uso como instrumentos para conseguir confidencialidad y garantía de procedencia o firma, advirtiendo de la posible incidencia del desarrollo de la computación cuántica en la seguridad de estos algoritmos. Por último, Jarauta se ocupó del problema de la conservación en el tiempo de los archivos informáticos e ilustró a los asistentes acerca de las firmas electrónicas longevas como forma de mantener la posibilidad de autenticación en el tiempo de los documentos electrónicos.

La tercera mesa se centró en El documento electrónico de naturaleza pública, en su triple tipología de documentos administrativos, judiciales y notariales. Con el notario Francisco Javier García Mas como moderador, los ponentes fueron Antonio David Bering, profesor ayudante doctor de Derecho Administrativo en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla; Juan Ignacio Cerdá, abogado y profesor asociado de Derecho Administrativo en la Universidad de Murcia, y la notaria Itziar Ramos.

Bering explicó los avances en cuanto al expediente administrativo electrónico y su plasmación en documentos administrativos en soporte exclusivamente electrónico, llamando la atención sobre el concepto de gestión documental y sobre la distinción entre una mera digitalización de documentos preexistentes en papel y lo que es un genuino documento electrónico. Para Cerdá, “en España no se puede hablar todavía de justicia electrónica. Hay problemas estructurales y de personal. Tampoco se ha implantado la nueva oficina judicial y hay problemas de índole tecnológico”. Por su parte, Ramos se ocupó del estado vigente de digitalización de las actuaciones notariales que es el instaurado hace veinte años por la Ley 24/2001, que ya previó el documento notarial original o matriz en formato electrónico, admitiendo la expedición de copias autorizadas y simples electrónicas, pero restringiendo el ámbito de circulación de las primeras.

Segunda jornada

La siguiente mesa redonda, dedicada a La experiencia europea, tuvo carácter internacional al contar con la participación de David Siegel, miembro del Directorio del Colegio Federal del Notarios de Alemania; Jeroen Van Der Weele, notario de los Países Bajos; y Jorge Batista da Silva, presidente del Colegio de Notarios de Portugal.

David Siegel presentó el sistema ya adoptado en Alemania que, trasponiendo la Directiva 2019/1151, permite la constitución telemática de sociedades de responsabilidad limitada y su presentación en el Registro Mercantil. Detalló los medios técnicos que permiten la actuación notarial a distancia con las mismas garantías que la presencial y el nuevo régimen y sistema de creación y conservación de la escritura matriz electrónica. Van Der Weele señaló que, en el desarrollo legislativo actual en su país, “sólo es posible constituir sociedades de responsabilidad limitada presencialmente ante notario” al no haberse adaptado aún a la Directiva, pero explicó que existe un proyecto legislativo semejante a la norma alemana. Da Silva, por su parte, señaló que el Decreto Ley 126/2021 luso estableció un régimen legal temporal para la autorización, a través de videoconferencia, de determinadas escrituras públicas y explicó también el mecanismo para la descarga telemática de copias autorizadas electrónicas.

A continuación, el notario Carlos Higuera pronunció la conferencia Incidencia del proyecto de ley de trasposición de la directiva de digitalización de sociedades de capital en el documento notarial. En ella realizó un análisis del proyecto de ley 121/000126 actualmente en tramitación en el Congreso de los Diputados, en cuanto afecta a los documentos notariales, con novedades tan importantes como la introducción de un protocolo electrónico que ha de reflejar la totalidad del protocolo de papel y que bajo el control del notario titular correspondiente estará depositado y conservado en el sistema del Consejo General del Notariado; así como la posibilidad de otorgamientos notariales a distancia para determinado tipo de documentos.

El futuro del documento notarial fue la última mesa redonda del Congreso. Con las intervenciones de los notarios José Carmelo Llopis, Fernando Gomá y Javier González Granado tuvo a José Cabrera, abogado e Investigador de la Universidad Comillas, como moderador.

Llopis centró su ponencia en el otorgamiento a distancia como modalidad de otorgamiento de un documento electrónico. En concreto, el ponente dividió su intervención en tres puntos. Primero, la necesidad de un canal seguro de aportación de los documentos necesarios para el otorgamiento al notario. Segundo, la potenciación del archivo electrónico del notario. Y tercero, las ventajas propias del documento electrónico, en particular, su interoperabilidad.

Gomá presentó una ponencia sobre la copia electrónica en la nube. Después de revisar el sistema vigente de expedición de copias autorizadas electrónicas sólo para su remisión a otros notarios, registros o autoridades administrativas o judiciales y para una finalidad determinada, se ocupó del nuevo sistema de exteriorización del documento notarial que traerá consigo el citado proyecto de ley, que permitirá el acceso a la copia en formato electrónico a cualquier persona que acredite interés legítimo.

Por último, González Granado abordó la cuestión de la matriz y el protocolo electrónicos, enfatizando las ventajas de una matriz electrónica en la que se pudiera incluir contenido dinámico por medio de hipervínculos.

II Edición de los Premios "Cerca de los que están cerca"

Seguir reconociendo el trabajo de las asociaciones de mayores y de las entidades sin ánimo de lucro que trabajan para mejorar el bienestar de este grupo de edad ha llevado a las dos fundaciones, Aequitas y Notariado, a convocar la II Edición de los Premios Cerca de los que están cerca. En esta segunda convocatoria también se contará con la colaboración de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), que representa a casi 6 millones de afiliados. El Premio se subdivide en dos categorías: trabajar por y para las personas mayores, y para las personas mayores con discapacidad. La dotación del Premio es de 6.000€ por categoría, cuantía que se obtendrá total o parcialmente a través de la convocatoria de torneos deportivos en los que participan los propios notarios.

Entrevista a Lionel Galliez, presidente de la Unión Internacional del Notariado

ALDEA GLOBAL

Lionel Galliez,

presidente de la Unión Internacional del Notariado

En el reciente Congreso Internacional del Notariado celebrado en la localidad mexicana de Cancún, el francés Lionel Galliez resultó elegido presidente de la Unión Internacional del Notariado (UINL) por un mandato de tres años. El notario parisino expone para Escritura Pública las líneas maestras de su legislatura.
JOSÉ M. CARRASCOSA,

Huella Digital

El nuevo presidente de la UINL tiene perfiles en Twitter @LionelGalliez y Linkedin donde mantiene una actividad constante.

¿Qué significa para usted representar a 200.000 notarios de 91 países?

Es un honor y una gran responsabilidad. Se trata, en efecto, de dirigir la organización internacional que representa a nuestra profesión y que, por tanto, tiene por objeto hablar en su nombre de las cuestiones que les conciernen a escala internacional. Por supuesto es un trabajo en equipo basado en el diálogo.

¿Cuáles son los objetivos esenciales de su mandato?

El programa de trabajo que presenté en mi elección incluye tres prioridades. La primera es continuar y dar primacía a la acción de nuestra Unión ante organizaciones internacionales como las Naciones Unidas o el Banco Mundial.

La segunda será tratar constantemente de ampliar y mantener los ámbitos de competencia de los notarios. El papel que desempeñan ahora los notarios españoles en la protección de las personas vulnerables ilustra perfectamente este objetivo.

La tercera consiste en elaborar un código de normas internacionales del Notariado. Se trata de proporcionar a cada presidente de un Notariado nacional un documento de referencia que le permita decir a su Ministro de Justicia: «eso es lo que piensa el Notariado Internacional sobre esta cuestión.»

Ha colaborado con instituciones supranacionales como la FAO, el Banco Mundial o las Naciones Unidas. ¿Cómo se presenta el futuro con estos organismos?

Estas colaboraciones tienen objetivos muy variables en función del tema de que se trate. Cuando hablamos con el Banco Mundial o con la OCDE, se trata de que se reconozca la especificidad del Derecho Continental y de la institución notarial que le es propia.

Debemos velar constantemente para que se respete nuestro modelo frente a las presiones de los representantes de la Common Law, que a menudo demuestran un proselitismo agresivo.

Con la FAO mantenemos una cooperación prolongada en el tiempo y muy constructiva. Su objetivo se ha centrado principalmente en la mejora de la seguridad de los títulos de propiedad y en la igualdad entre mujeres y hombres. Hemos elaborado conjuntamente una guía técnica que presenta el papel de los notarios y su misión de justicia preventiva.

¿Está satisfecho con el grado de aplicación de la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad en la UINL y en los Notariados miembros?

Si hay un ámbito en el que los esfuerzos deben ser constantes y donde no hay que relajarse nunca ese es el del respeto a los más vulnerables, en general, y a las personas con discapacidad, en particular. Nuestra comisión de «Derechos Humanos», presidida por la notaria española Almudena Castro-Girona indudablemente tendrá que realizar una evaluación de esta aplicación para valorar los avances.

 

“EL NOTARIADO ESPAÑOL HA SIDO TRADICIONALMENTE UN PILAR SÓLIDO Y ACTIVO DE LA UNIÓN. QUIERO AGRADECER EL COMPROMISO DE SUS CONSEJEROS GENERALES”

 

La pandemia ha llevado a los notarios a adaptar su función a la nueva situación, recurriendo a videoconferencias y a las nuevas tecnologías con el fin de reducir el contacto con el ciudadano. ¿Considera que la profesión se reforzó tras la pandemia de COVID-19?

La pandemia nos ha obligado a usar nuevas herramientas con urgencia. A menudo es un avance que los ciudadanos valoran. Sin embargo, lo esencial es no sacrificar la autenticidad y su elevada exigencia de seguridad únicamente por la comodidad y facilidad que ofrecen las nuevas tecnologías. En general, resulta alentador constatar que los Notariados no han transigido con estos principios esenciales.

Muchos Notariados miembros de la UINL cuentan con importantes focos de pobreza. El Notariado ha desempeñado un papel decisivo en estas regiones con la puesta en marcha de proyectos como la identificación de los niños para evitar la trata de personas. ¿Qué tipo de iniciativas pueden adoptarse para mejorar estas situaciones de crisis humanitaria?

La identificación de los niños es un ejemplo perfecto de desafío jurídico y social sobre el que el Notariado puede alertar a organizaciones internacionales y gobiernos. La falta de identificación tiene consecuencias muy negativas al privar a quienes carecen de ella del acceso a la educación, los beneficios sociales, la salud y la representación política. Sin duda, tendremos que llevar a cabo nuevas iniciativas sobre temas tan variados como el estatuto de los refugiados, la igualdad entre hombres y mujeres, la prevención de conflictos, etc.

¿Se ha previsto alguna medida concreta para colaborar con el notariado ucraniano?

Lamentablemente, los medios de que dispone la Unión no le permiten llevar a cabo una acción sobre el terreno para hacer frente a este desafío. En cambio, su papel de coordinación de las iniciativas nacionales y de representación diplomática de nuestra profesión nos llevará a participar en todas las iniciativas destinadas a apoyar al Notariado ucraniano.

Bajo la presidencia de su predecesor, José Marqueño, la UINL reforzó su colaboración con las principales organizaciones internacionales de lucha contra el blanqueo de capitales (GAFI o FMI). ¿Cuáles son las líneas de acción que va a seguir a este respecto durante su mandato?

El presidente Marqueño hizo de la lucha contra el blanqueo de capitales una prioridad de la Unión. Evidentemente, se tratará de continuar con esta acción colaborando activamente con las organizaciones internacionales y participando en los programas de lucha contra estos delitos económicos.

Otra prioridad de su mandato será la formación con la Universidad del Notariado Jean Paul Decorps o la nueva plataforma educativa virtual…

La fuerza de nuestra Unión y su riqueza reside en la diversidad de nuestras prácticas y sistemas jurídicos. Naturalmente, la formación seguirá siendo una prioridad de esta legislatura.

El Notariado español está representado al más alto nivel en la UINL. ¿Qué piensa de la actividad de nuestro país?

Su Notariado ha sido tradicionalmente un pilar sólido y activo de la Unión. Quiero agradecer el compromiso y el trabajo de los consejeros generales españoles que participan en nuestra acción. Me siento afortunado de poder contar con ellos, porque la clave del éxito de una organización internacional como la nuestra reside en el trabajo en equipo.

Epidemias: entre virus y bacterias

ALDEA GLOBAL

EPIDEMIAS: ENTRE VIRUS Y BACTERIAS

Gripe, SIDA, Covid-19, VRS, polio, cólera, ébola, viruela del mono, infecciones por estreptococo A… Nuestra mejor arma, la prevención.

Son dos palabras, virus y bacterias, que, como mínimo, nos hacen torcer el gesto. Hace algunos años, el mundo científico se mostró optimista al considerar que antibióticos y vacunas serían el fin de las enfermedades de origen infeccioso que nos han tenido en vilo a lo largo de la historia. Y sí, pero no. La población mundial está más segura, cierto; aunque dejar de ver la realidad de lo que nos rodea, sin llegar a la hipocondría, no es buen plan para nadie.
MELCHOR DEL VALLE

La curiosidad científica por saber cómo ha llegado nuestro planeta a ser como es y, sobre todo, cómo surgió la vida en un mundo textualmente en ebullición ha llevado a los científicos a diversas hipótesis, entre las que bacterias y virus se llevan el protagonismo por acumular el mayor número de menciones con la etiqueta de «ancestro». Sea como sea, lo que parece indiscutible es que el hombre viene conviviendo desde siempre con microorganismos unicelulares y con moléculas de ADN o ARN. Es decir: compartimos existencia con agentes creadores de vida, pero también capaces de matarnos.

De antibióticos y vacunas. Los datos para el optimismo de los científicos, que antes citábamos, son relativamente recientes. Es difícil imaginarnos hoy sin antibióticos, aunque no llevan mucho tiempo entre nosotros tal y como los conocemos. Su empleo generalizado apenas tiene setenta años de historia, pero dio un giro total al panorama de las enfermedades infecciosas causadas por bacterias. Y no hablamos solo de remediar padecimientos mortales, como la tuberculosis, la sífilis, la neumonía o la septicemia, sino de prevención en áreas quirúrgicas, puesto que permiten llevar a cabo intervenciones complejas y de larga duración con un riesgo bastante bajo de infecciones.

Un poco más antiguas son las técnicas de vacunación. El pionero fue Edward Jenner, en1796, desarrollando una vacuna contra la viruela. El sistema de infectar a personas sanas con virus atenuados, para que desarrollen defensas capaces de enfrentarse con eficacia a un agente concreto, es lo único que viene funcionando frente a esas secuencias de ARN o ADN que llamamos virus. Es verdad que han empezado a desarrollarse medicamentos antivirales, pero no es menos cierto que aún queda mucho por hacer en este terreno y que estos preparados no eliminan a los virus, sino que evitan su reproducción en la persona infectada. También es cierto que la pandemia de la covid-19 trajo un avance repleto de ventajas en las técnicas de vacunación: la inmunización con ARN mensajero –en vez de los virus atenuados–, que enseñan a las células a producir una proteína, o una parte de ella, capaz de desencadenar la respuesta inmunitaria.

Y llegó 2023. Nos hemos acostumbrado de tal manera a escuchar cosas como que «volvemos a la situación previa a la pandemia», que no somos muy conscientes de que el SARS-CoV-2 sigue circulando a sus anchas entre nosotros. De hecho, la calificación de «pandemia» no ha desaparecido de las alertas de la OMS (decimocuarta reunión del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional, 30 de enero de 2023). El organismo internacional de salud sigue hablando de un número de muertes por covid-19 muy alto, en comparación con otras infecciones respiratorias, y de constantes variantes del virus con efectos impredecibles. Se nos olvida, también, que el VIH, causante del SIDA, aún sigue ahí. Según Anthony Fauci, uno de los mayores expertos mundiales en enfermedades infecciosas (se hizo popular por ser uno de los principales miembros del Grupo de Trabajo sobre el Coronavirus de la Casa Blanca y por sus desavenencias con Trump), «más de 84 millones de personas han sido infectadas con el VIH, de las cuales 40 millones han muerto. Solo en 2021, 650.000 personas murieron por afecciones relacionadas con el SIDA y 1,5 millones se infectaron recientemente. Hoy en día, más de 38 millones de personas viven con el VIH» (datos de diciembre de 2022).

 


LOS EXPERTOS SANITARIOS PIDEN PRECAUCIÓN TRAS LOS RETRASOS EN LAS CAMPAÑAS DE VACUNACIÓN PROVOCADOS POR LA EPIDEMIA DE COVID-19


 

Si hablamos de enfermedades respiratorias, la temporada otoño-invierno ha llegado con brotes significativos de gripe y virus respiratorio sincitial (VRS). Los investigadores están de acuerdo en que los dos años de precauciones con la covid-19, tales como uso de mascarillas y aislamiento, han favorecido la propagación de ambas infecciones al haberse debilitado nuestras defensas. Frente a la gripe tenemos vacunas. Frente a VRS no; y se ceba en ancianos, inmunodeprimidos y niños de corta edad, provocando bronquitis fatales para los pacientes. A esto hay que añadir otro problema llamado estreptococo A. Esta bacteria se suele aliar con los virus respiratorios y agravar sus repercusiones. Las cifras oficiales indican que más de 18 millones de personas padecen actualmente una enfermedad grave causada por el estreptococo A, responsable de algo más de medio millón de muertes anuales.

 


FRENTE A LA GRIPE TENEMOS VACUNAS. FRENTE A VRS NO; Y SE CEBA EN ANCIANOS, INMUNODEPRIMIDOS Y NIÑOS DE CORTA EDAD


 

Otros peligros. Desde África se expandió a más de un centenar de países la ‘viruela del mono’, epidemia detectada en Europa en mayo de 2022. Desde entonces hay más de 82.000 casos confirmados de esta infección en el mundo. En ese mismo continente, más concretamente en Uganda, ya se está trabajando para intentar contener un brote de Ébola provocado por la denominada «variante Sudán». A principios de 2023, se contabilizaban más de un centenar y medio de casos, con un índice de mortalidad del 37 %. Uno de los grandes problemas de esta variante es que no se ha desarrollado aún una vacuna para ella. Si miramos hacia Haití, en el último trimestre de 2022 se han registrado más de 10.000 diagnósticos de cólera, que han sido fatales para los infectados en un centenar de casos. La contaminación de agua y alimentos, a causa de unas precarias condiciones higiénicas, está en el origen del problema. La epidemia de cólera es reincidente en el país caribeño, donde tras el terremoto de 2010 fallecieron miles de personas por su causa, pero no es ajena a otros países de Asia y África.

No abandonemos el capítulo de la contaminación de las aguas sin hablar de la poliomielitis o polio, como también se conoce abreviadamente a esta infección que afecta principalmente a los niños. Tras la II Guerra Mundial, los programas internacionales de vacunación frente al poliovirus lograron reducir la expansión de la enfermedad a su mínima expresión, salvo en zonas de Pakistán y Afganistán, donde hay poca cobertura vacunal. Las guerras y los conflictos internos de varios países del llamado Tercer Mundo están detrás de diversos brotes, como los que se registran en Yemen. Pero también hay ya alertas en los países más desarrollados, como Estados Unidos e Israel. El número de casos no es significativo, pero los expertos sanitarios piden precaución tras los retrasos en las campañas de vacunación provocados por la epidemia de covid-19 y, sobre todo, tras haber comprobado en los análisis de aguas residuales de Nueva York, Jerusalén y Londres (estudio durante 2022) que hay presencia de poliovirus.

 


ES DIFÍCIL IMAGINARNOS HOY SIN ANTIBIÓTICOS, AUNQUE NO LLEVAN MUCHO TIEMPO ENTRE NOSOTROS


 

Lo que se puede hacer. Anthony Fauci, al que antes citamos, renunció a finales de 2022 a su puesto en el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de EE. UU., donde ha sido médico-científico durante 54 años y director durante 38 años; ello, a pesar de que se comprometió con Biden a mantenerse como director hasta las elecciones de 2024. Poco antes de su adiós, dijo que «hoy en día, no hay razón para creer que la amenaza de infecciones emergentes disminuirá, ya que sus causas subyacentes están presentes y lo más probable es que aumenten. La aparición de nuevas infecciones y la reaparición de las antiguas son, en gran medida, el resultado de las interacciones humanas y la invasión de la naturaleza. A medida que las sociedades humanas se expanden en un mundo progresivamente interconectado y la interfaz humano-animal se ve perturbada, se crean oportunidades, a menudo ayudadas por los cambios climáticos, para que surjan agentes infecciosos inestables, salten especies y, en algunos casos, se adapten a la propagación entre los humanos».

La mejor arma: la prevención

Los epidemiólogos no dejan de recordar que nuestra mejor arma para enfrentarnos a estos diminutos, pero letales, enemigos es la prevención. Y esto, en un triple sentido: actualizar los programas de vigilancia sanitaria, cosa que la OMS y los centros de prevención y control de enfermedades deben tener grabado a fuego; extremar las campañas de vacunación intentando que lleguen a todos los lados, lo que es imprescindible para las poblaciones menos desarrolladas, pero también para el resto del planeta debido a los flujos migratorios; y planificar una adecuada reserva de antibióticos y antivirales que permitan hacer frente a un brote de enfermedades infecciosas desde que es detectado.

Salud en la Unión Europea

Varios países de la UE han reportado un aumento de casos de infección por estreptococo A entre niños menores de 10 años. Concretamente, Francia, Irlanda, Países Bajos y Suecia. Siendo esta la causa más común de faringitis en niños de edad escolar, se calculan unos 616 millones de casos anuales en el mundo, sus efectos son leves y, en consecuencia, no revisten preocupación, salvo cuando están asociados a otras infecciones respiratorias de origen vírico. En cualquier caso, y aunque se han registrado fallecimientos infantiles (dos de ellos en España), los especialistas consideran que se trata de excepciones y que no se requieren precauciones adicionales.

En cuanto a las políticas sanitarias de la UE, y hasta la llegada de la covid-19, el gasto sanitario seguía centrándose mayoritariamente en la asistencia curativa y sólo el 3% del gasto sanitario total se destinaba a la prevención. En 2020, la mayoría de los países miembros aumentaron sustancialmente su gasto en prevención, al menos temporalmente, para financiar las pruebas, el rastreo, la vigilancia y las campañas de información pública relacionadas con la pandemia, pero también proyectando la experiencia en una planificación general de prevención.

Por si las dudas

Emerging Pandemic Diseases: How We Got to COVID-19. David M. Morens y Anthony S. Fauci. Cell Press (2020). 

Noticias sobre brotes de enfermedades.
OMS Emergencias. Actualización permanente.

Health at a Glance: Europe 2022. STATE OF HEALTH IN THE EU CYCLE. OECD/European Union (2022)

«Mejorar el mañana requiere aprender del ayer», por Tomás Cobo

ALDEA GLOBAL

TOMÁS COBO CASTRO,

presidente de la Organización Médica Colegial de España

“La distribución irregular de las vacunas y del acceso a medicamentos y tratamientos que existe entre países ricos y pobres preocupan a la profesión médica"

Mejorar el mañana requiere aprender del ayer

Dicen que la vida nunca deja de sorprendernos y así, de manera fulminante, lo hizo en diciembre de 2019 con la confirmación del primer caso positivo en COVID19 en Wuhan, China, el epicentro de la pandemia. A partir de ahí, todos conocemos el resto de una historia que ha quedado escrita para la posteridad.

Aplicando las reflexivas palabras atribuidas al icónico escritor uruguayo Mario Benedetti, cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas, cada día se convirtió en un lienzo en blanco en el que -sin certezas, pero con esperanza- dibujar un nuevo mañana.

Muy pendientes y alerta ante nuevas informaciones, actualización de protocolos, adaptación continua y aprendizajes forzados, la realidad de la vulnerabilidad del ser humano nos cayó encima como un aguacero inesperado.

Al tiempo que los acontecimientos aplastaban sueños e incredulidad, fuimos conscientes de que los peligros para la salud de la población global son posibles y que siguen estando al acecho las amenazas que plantea el futuro y que impactarán directa o indirectamente en la salud comunitaria. Las enfermedades infecciosas, aunque prevenibles y controlables gracias al avance de la ciencia, a los descubrimientos en investigación, al conocimiento y a la experiencia, siguen siendo un motivo de preocupación, sobre todo en países y zonas en los que disponen de sistemas sanitarios muy débiles o directamente carecen de ellos sin posibilidades de acceso a los servicios básicos de salud y que siguen siendo zona cero de enfermedades ya erradicadas en los países desarrollados.

Estas desigualdades mundiales en el acceso a la salud no son problema de los países que las padecen, sino que es una cuestión que afecta a la humanidad en su conjunto. En un mundo globalizado, con flujos migratorios relevantes, y ante la magnitud de amenazas colectivas, la Organización Médica Colegial siempre ha recordado que los esfuerzos en vacunación y en prevención de enfermedades transmisibles tienen que responder a los principios de solidaridad y equidad. Porque no solo nos sirve aprobar el examen en ciencia, pero no en ética, en contundentes palabras de António Guterres, secretario general de la ONU.

Recientes datos de vacunación contra la COVID19 en el mundo reflejan que todavía hay países con un alarmante porcentaje de población vacunada con la pauta completa por debajo del 5% a fecha de enero de 2023: Papúa Nueva Guinea, Haití, Yemen y el más grave, Burundi, con tan solo un 0,2 por ciento de población que ha recibido la dosis completa.

La distribución irregular de las vacunas y del acceso a medicamentos y tratamientos que existe entre países ricos y pobres preocupan a la profesión médica en una doble vertiente: por una parte, porque contribuyen a mantener viva la tragedia de la desigualdad; por otra parte, porque su uso correcto y equilibrado puede ayudar a detener y controlar la propagación de virus transmisibles, e incluso su erradicación.

Y con vacunación no solo hay que aludir a la inmunización contra la COVID19, sino también contra el resto de infecciones como la difteria, el tétanos y la tosferina en la población infantil. Según datos reportados por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, 25 millones de menores no recibieron una o más dosis de la vacuna contra estas enfermedades en el año 2021, cifra que supone un descenso en vacunación infantil mundial: son 2 millones menos de niños vacunados en 2020 y 6 millones menos que en 2019.

Las organizaciones profesionales y las autoridades internacionales con competencias y capacidad tenemos la responsabilidad y la obligación de trabajar en planes mundiales de inmunización que cuenten con financiación adecuada y suficiente. Ayudar a los países en la producción, distribución y consumo de vacunas determinará el éxito de cualquier estrategia de inmunización. Si podemos hacerlo, debemos hacerlo.

En esta línea, acogimos con gran entusiasmo el anuncio de la creación de una agencia estatal de salud pública en nuestro país el pasado año 2022 porque la prevención también es Medicina. Es vital dotar de este espacio científico-profesional a los servicios de salud pública, que son el paso previo a la asistencia sanitaria porque sus estudios y registros permiten que podamos adelantarnos a la enfermedad y prepararnos ante epidemias y emergencias sanitarias. Mejorar el mañana requiere aprender del ayer.

Este organismo, que se dedicará a la prevención y control de enfermedades; a reforzar el sistema sanitario ante riesgo para la salud comunitaria; a la vigilancia, análisis, estudio y evaluación de políticas e intervenciones públicas; a la evaluación de contextos de riesgo para la salud de la población española –principalmente de carácter epidemiológico- y al asesoramiento técnico a las autoridades sanitarias competentes; desempeñará funciones tan necesarias para el cuidado de la salud como la seguridad alimentaria, la resistencia a los antibióticos y los problemas derivados de la zoonosis; y funciones de coordinación de todos los niveles administrativos con competencias en este ámbito, tan necesarias para garantizar la equidad.

No podemos afirmar que la vida no vaya a volver a sorprendernos, pero lo que sí podemos garantizar es que los médicos seguiremos estando al lado de los más débiles y los más quebradizos, que son los enfermos, porque es la esencia de nuestra profesión y el único motivo por el que decidimos dedicar nuestras vidas a ayudar a los demás.

«Universidad, sociedad y progreso», por Eva Alcón

EN ESTE PAÍS

EVA ALCÓN,
rectora de la Universitat Jaume I de Castelló

“En CRUE Universidades Españolas nos preocupa la disminución del peso de la demanda de estudios de ingeniería y ciencias"

Universidad, sociedad y progreso

El objetivo primordial de las universidades es el de formar profesionales cualificados, con conciencia crítica, capaces de cuestionar las condiciones de la sociedad actual y de responsabilizarse respecto de las diversas problemáticas sociales, ambientales, económicas, políticas y culturales de la modernidad. En definitiva, formar ciudadanos y ciudadanas capaces de desarrollarse profesionalmente y de implicarse en la construcción de sociedades más justas e igualitarias.

Son numerosos los análisis e informes que confirman que las sociedades más avanzadas son aquellas que destinan más recursos a la educación superior y a la investigación. Tampoco cabe duda que los estudios universitarios son un claro vector de promoción social porque aumentan la probabilidad de acceder a empleos más estables, de mayor calidad y con mejores retribuciones.

Por ello, para la formación del estudiantado, la universidad asume de manera muy activa la actualización de los conocimientos y su adaptación a las necesidades sociales y de los sectores productivos. Una adaptación que no siempre tiene la flexibilidad que nos gustaría, pero más frecuente de lo que muchas veces se atribuye a la Universidad y que se traduce en aspectos como la actualización de la oferta académica, la renovación de planes de estudio, el impulso a la innovación educativa y el desarrollo de competencias transversales entre nuestro estudiantado que ofrecen, a su vez, un valor añadido a la formación reglada universitaria.

Pese a estos esfuerzos, somos conscientes de que todavía hay ámbitos de mejora. Por ejemplo, como así queda recogido en el informe La contribución socioeconómica del sistema universitario español, en CRUE Universidades Españolas nos preocupa la disminución del peso de la demanda de estudios de ingeniería y ciencias que representan en nuestro país tan solo el 18,4% y 5,9%, respectivamente, frente a la media del 21,2% y del 8,1% de la UE-28. Ante esta situación, insistimos en la necesidad de despertar vocaciones en estos ámbitos desde las primeras etapas de la escolarización, porque estas áreas serán, en un futuro inmediato, las de mayor crecimiento, calidad y estabilidad en el empleo.

En todo caso, nuestro compromiso con la excelencia del sistema universitario es global. En este sentido, a finales de 2020, CRUE Universidades Españolas presentó la estrategia Universidad 2030. Qué sociedad queremos dentro de una década, un documento consensuado que recoge una batería de propuestas –en materia de docencia, investigación, transferencia, sostenibilidad, transformación digital, internacionalización, igualdad, personas y financiación– para que el Sistema Universitario Español impulse el cambio de rumbo de España hacia la Economía del Conocimiento en 2030, con la Universidad como motor de ese cambio.

En este documento proponemos, entre otras cuestiones, que se pase de un sistema de verificación y acreditación de titulaciones a otro de acreditación de centros, basado en la autonomía y la confianza en las universidades, con la obligada rendición de cuentas, tan asumida ya en la cultura de gobernanza universitaria. Consideramos que es imprescindible flexibilizar las etapas iniciales de los títulos para que el estudiantado pueda seguir itinerarios académicos abiertos en dos o más titulaciones de grado de la misma rama o de diferentes ramas de conocimiento.

Necesitamos, además, impulsar la formación dual de grado y máster –combinando ejercicio profesional y formación académica–, la formación a lo largo de la vida y el desarrollo de titulaciones conjuntas de carácter internacional, tal y como demanda una economía globalizada. Con ello, desde las universidades mejoraremos la empleabilidad del estudiantado, formando profesionales más solventes y versátiles, dotados de los conocimientos propios de la profesión, las competencias digitales y transversales del actual entorno tecnológico, y las habilidades necesarias para la cooperación en un mundo sin fronteras.

La transferencia del conocimiento a la sociedad que se realiza desde la universidad tiene su pilar fundamental en la formación de nuevas promociones de ciudadanos y ciudadanas profesionales y genera un impacto en el progreso de nuestras sociedades cuyo beneficio es difícil de cuantificar. Por ello, la relación de las universidades con el tejido productivo tiene siempre como motivación fundamental, primero, el desarrollo personal y profesional de su estudiantado, después, el de sus titulados y tituladas, y, finalmente, el de la sociedad de su territorio de influencia en su conjunto.

La gran cantidad de empresas nacidas y ‘criadas’ en nuestros viveros empresariales, de iniciativas de colaboración en nuestros parques científicos y tecnológicos, de proyectos de cátedras y de aulas generados con el sector empresarial, son una muestra irrefutable del buen resultado que da este modelo de relación entre empresa y universidad, más aún con un tejido productivo como el español, con una capacidad limitada –por el tamaño de sus empresas- de inversión en I+D+i, aunque también en este ámbito se están produciendo avances.

Como pueden comprobar, lejos del inmovilismo que a veces se nos atribuye como institución, la Universidad es un espacio en constante cambio que contribuye a la trasformación de la sociedad para responder a los grandes retos del presente y del futuro. Somos plenamente conscientes de todo nuestro potencial como sistema universitario para responder a los desafíos de un contexto marcado por la globalización, el ‘big data’, la transición verde y las transformaciones rápidas y profundas en todos los ámbitos. Un escenario muy exigente al que las universidades debemos responder con responsabilidad institucional y desde un compromiso firme con la defensa de los valores de convivencia de los que nos hemos dotado como sociedad democrática.

Reconocer la excelencia

FUNDACIÓN NOTARIADO

www.fundacionnotariado.org

RECONOCER LA EXCELENCIA

La Universidad Pontificia Comillas, a través de su Facultad de Derecho (ICADE), ha desarrollado un programa formativo único en España destinado a exopositores al título de notario. Se trata del Diploma de Experto en Formación Jurídica Complementaria a la Oposición a Notario, promovido por la Fundación Notariado, que comenzará el 30 de enero.

Los estudiantes que aprueben este programa obtendrán un título que reconocerá tanto sus conocimientos en Derecho privado, obtenidos en los años de estudio de la oposición a notario, como los complementarios que recibirán en Derecho Administrativo, Tributario y Laboral, así como en sistemas alternativos de resolución de conflictos. También reconocerá sus habilidades profesionales y su capacidad de trabajo en equipo.

El programa formativo se presentó el 23 de noviembre en Comillas (ICADE) en un acto presidido por la directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública del Ministerio de Justicia, Sofía Puente, que contó también con la participación del decano de ICADE, Abel Veiga; del presidente de la Fundación Notariado, José Ángel Martínez Sanchiz; de su director general, Pedro Martínez Pertusa, y del director del Centro de Innovación del Derecho (CID-ICADE), Antonio Alonso Timón.

 


LOS ALUMNOS QUE OBTENGAN EL DIPLOMA PODRÁN ACCEDER A LA BOLSA DE TRABAJO DE ICADE


 

La directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública valoró muy positivamente la iniciativa: “El Notariado y la Universidad Pontificia Comillas, una de las más prestigiosas del país, habéis elaborado un extraordinario programa de formación; un programa que va a atenuar y mitigar la incertidumbre de estas personas, porque estoy convencida de que quienes asistan a estos cursos van a tener un futuro profesional muy prometedor”.

El decano de ICADE se congratuló de que, tras una intensa gestación, el proyecto ya sea una realidad. Por su parte, el presidente de la Fundación Notariado subrayó la calidad del programa diseñado en correspondencia con el nivel de los exopositores: “Solo accederán personas que han demostrado su excelencia”. Para el director general de la Fundación este programa disminuirá la incertidumbre de las personas que decidan opositar a notario, que temen no encontrar una salida profesional adecuada si no aprueban la oposición o deciden dejarla. Finalmente, el director del CID-ICADE detalló los distintos aspectos que conforman el curso.

¿Quién puede realizar este programa? Los licenciados, graduados o doctores en Derecho que hayan preparado oposiciones al título de notario durante un largo periodo y cuenten con un certificado de idoneidad expedido por sus academias o preparadores a la oposición. El acceso al curso será directo para aquellos opositores que hayan aprobado algún ejercicio de la oposición a título de notario. En el caso de los opositores que no hayan aprobado ningún ejercicio, deberán superar un examen.

Programa y salidas

El programa está orientado a adquirir conocimientos jurídicos en las materias que no han sido tratadas en la oposición con objeto de completar su formación jurídica, desarrollando así dos de las ocho competencias transversales que forman parte de la formación y el aprendizaje permanente (lifelong learning): la capacidad de usar diferentes medios, tecnologías o lenguajes en el ámbito de cada estudio en cuestión (literacy) y el emprendimiento. Al mismo tiempo, el curso trabajará habilidades profesionales y personales que favorezcan el cambio de dinámica seguida por el alumno en la preparación de la oposición, más solitaria, y aprender a trabajar en equipo.

El curso tiene una duración de tres meses (200 horas) con formación tanto presencial, como online e incluso se pueden recibir las clases grabadas.

Está compuesto por 20 ETCS articulados en cinco áreas o bloques temáticos: módulo de habilidades profesionales (70 horas); módulo de derecho administrativo (34 horas); módulo de derecho tributario (36 horas), módulo de derecho laboral (24 horas), y módulo de sistemas alternativos de resolución de conflictos, conocido como de ARD`s en su denominación anglosajona (36 horas). Al finalizar cada módulo, se realizará un examen teórico y un taller práctico.

El cuerpo académico estará integrado por el profesorado de ICADE, así como por notarios, abogados del Estado, letrados de las Cortes y del Consejo de Estado y abogados de despachos profesionales.

 


EL ACCESO AL DIPLOMA SERÁ DIRECTO PARA AQUELLOS QUE HAYAN APROBADO ALGÚN EJERCICIO DE LA OPOSICIÓN A TÍTULO DE NOTARIO


 

La suma de los conocimientos jurídicos de alumnos que obtengan el Diploma y las habilidades profesionales desarrolladas en el curso permitirán a los exopositores diversificar sus posibilidades laborales, como asesores de empresas, consultores o profesores universitarios.

También podrán encaminarse al ejercicio de la abogacía. Por esta razón, ICADE ha establecido un cuadro de reconocimiento de asignaturas impartidas en el Diploma en el caso de que los alumnos decidieran optar en algún momento por su Máster de Acceso a la Abogacía, según lo establecido en el artículo 10, apartado 5 del Real Decreto 822/2021, de 28 de septiembre. Los alumnos que obtengan el Diploma podrán acceder a la bolsa de trabajo de ICADE.

De izda. a dcha.: Antonio Alonso, Sofía Puente, Abel Veiga, José Ángel Martínez Sanchiz y Pedro Martínez Pertusa.

Becas de la Fundación Notariado

El coste del Diploma de Experto en Formación Jurídica Complementaria a la Oposición a Notario es de 5.000 euros. Los estudiantes inscritos solo tendrán que aportar 1.000 euros en el momento de la inscripción, y la Fundación Notariado aportará los 4.000 restantes: 2.000 euros de beca de la Fundación Notariado y otros 2.000 euros en calidad de préstamo sin intereses ni límites temporales, que no tendrán que devolver hasta que sus condiciones laborales lo permitan.
Sofía Puente, directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública.

Compromiso social

Sofía Puente, directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública, aseguró que “el Notariado e ICADE comparten su fuerte compromiso social y todos juntos formamos una comunidad”. “Es importante que seamos capaces de tejer una red y que, cuando alguien se escape de ella, le tiremos hacia arriba, y volvamos a ponerlo a un metro de la meta. A ello contribuye este programa que redondea la formación que el opositor ya tiene”.

La energía nuclear de nuevo

ALDEA GLOBAL

LA ENERGÍA NUCLEAR DE NUEVO

En 2021, un 10,5% de la electricidad que hemos consumido en el mundo provenía de centrales nucleares, según datos del OIEA.

A raíz de los dos grandes accidentes históricos en centrales nucleares, el de Chernóbil en 1986 y el de Fukushima en 2011, a la conciencia ecologista de que los residuos de esta forma de generar energía son altamente contaminantes durante años se unió otro gran argumento: son muy peligrosas. Pero no queríamos volver al carbón, las renovables progresaban despacio y el gas natural se reveló como la alternativa más limpia. Y nos fue bien, mientras tuvo un precio razonable y no se convirtió en moneda de cambio geopolítico. Desde 2021, la escalada de costes del gas es constante, afecta todo el mundo y nos hace volver a mirar a lo nuclear como recurso, aunque con miedo.
MELCHOR DEL VALLE

Lo cierto es que en ningún momento hemos dejado de producir energía de origen nuclear. En 2021, un 10,5% de la electricidad que hemos consumido en el mundo provenía de centrales nucleares, según datos del Organismo Internacional de Energía Atómica, OIEA. Otra realidad es que la cantidad de energía generada de esta manera en el planeta no ha dejado de crecer, aunque, visto por países o zonas geográficas, nos encontremos con abundantes dientes de sierra.

Un poco de historia.

La utilización de la fisión nuclear como fuente de energía es relativamente reciente. EE.UU. y la URSS, las dos superpotencias de mediados del siglo XX enredadas en la llamada «guerra fría», veían en esta fuente un filón inagotable para asuntos bélicos. De hecho, los submarinos nucleares de ambas tuvieron prioridad en la aplicación de esta tecnología. La primera central se construyó en Rusia, en 1954, para atender las necesidades de una pequeña población donde había un elevado número de centros de investigación. Dos años más tarde, en Reino Unido, se puso en marcha el primer reactor comercial, con sus modestos 50 Mw. EE.UU. se sumó al carro en 1957, tres años después de haber armado algunos submarinos con propulsión nuclear, poniendo en marcha en Pensilvania una central para uso civil.

 


EN 2021, LA CAPACIDAD DE GENERACIÓN NUCLEAR MUNDIAL DISMINUYÓ EN UN 1%, PERO SE INCREMENTÓ LA PRODUCCIÓN DE ELECTRICIDAD EN UN 4%


 

Y no es que entonces se pensase que la generación de este tipo de energía no fuese contaminante o peligrosa. Ya en 1952, el presidente estadounidense Harry S. Truman puso de manifiesto su contrariedad a llenar el país de reactores y se mostró más partidario de desarrollar la energía solar. Piénsese que en 1883 se había construido la primera célula solar y que en 1946 se habían probado las placas de silicio similares a las que ahora utilizamos. El desarrollo de esta tecnología chocó con la cruda realidad: eran tiempos en los que acabábamos de aprender a extraer petróleo en cantidad y de forma rentable y este, con sus derivados, se convirtió en una fuente de energía muy barata… hasta 1973. Fue cuando los países de la OPEP decidieron no vender a países occidentales, se produjo la llamada «primera crisis del petróleo» y todo el mundo se convenció de que la solución era la energía atómica. Hasta que se hizo más rentable el transporte de gas natural (el Northern Lights, con 5470 kilómetros de longitud, es de 1970) y volvimos a mirar mal lo que contaminan los residuos nucleares y lo peligroso de las centrales.

Reactores en el mundo.

El OIEA actualiza constantemente la información sobre el número de reactores en funcionamiento que hay en todos los países que utilizan esta fuente de energía. En diciembre de 2022 reportaba un total de 422 centrales activas, con 378,3 GW netos de potencia eléctrica instalada, y 55 más en construcción, que sumarían 58,9 GW al conjunto. Pero para poder visualizar el panorama internacional de la energía nuclear son necesarios unos datos que no se encuentran en la actualización, por lo que hace falta recurrir al informe del mismo organismo, Nuclear Power Reactors in the World (edición 2022), realizado al cierre de 2021 y con datos de ese año. En él puede verse que el número de centrales en funcionamiento era de 437 (15 más que en la actualidad), situadas en 32 países, con una capacidad operativa de 389,5 GW. Comparados los datos finales de 2021 con los de 2020, tenemos que la capacidad mundial disminuyó en un 1 %, rompiendo así un ritmo de crecimiento constante durante la última década, pero se incrementó la generación de electricidad en un 4 %. Aunque sea obvio recordarlo, una cosa es la capacidad operativa neta (lo que puede llegar a producir) y otra la energía realmente generada según la demanda.

La diferencia de cinco puntos entre ambas cifras se explica por la tendencia, en años pasados, de gran número de países a reducir la dependencia, o incluso prescindir, de la energía atómica. Pero desde el momento en que la crisis del gas se hizo presente, sobre todo en Europa con la amenaza, luego cumplida, del corte de suministro por parte de Rusia, se pidió a los reactores operativos rendir al máximo. Y se empezaron a revisar las políticas de reducción o abandono de esta forma de generar electricidad, empezando por el propio Parlamento Europeo, que en julio de 2022 la incluyó, aunque con matices, en la categoría de «verde» por ser una fuente de energía descarbonizada. Así, países como Alemania, que había previsto cerrar sus últimas centrales en 2022, Bélgica y Países Bajos han pospuesto o suspendido esta decisión. Japón, a pesar la decisión de abandonar la generación nuclear tras el accidente de Fukushima, ha modificado también sus planes y se plantea y construir nuevas centrales. Solo son algunos ejemplos.

 


YA EN 1952, EL PRESIDENTE ESTADOUNIDENSE HARRY S. TRUMAN SE MOSTRÓ CONTRARIO A LO NUCLEAR Y MÁS PARTIDARIO DE DESARROLLAR LA ENERGÍA SOLAR


 

Paleta de grises.

Desafortunadamente, no todo es blanco o negro a la hora de apostar por un tipo de generación de energía cuestionada casi desde el momento cero de su historia. Es verdad que su uso no genera el temible, medioambientalmente hablando, dióxido de carbono, pero no es menos cierto que los residuos que produce, las barras de combustible usadas o el agua de refrigeración, sin ir más lejos, son ingentes fuentes de contaminación radiactiva durante miles de años. Y no nos olvidemos de la peligrosidad como argumento igualmente en contra. Permítasenos aquí un pequeño paréntesis para añadir que el miedo a la fuga radiactiva tiene a Europa con el alma en vilo debido a la invasión de Ucrania y al riesgo de que alguna bomba vaya a parar a la central de Zaporiyia, que es la más grande del continente. Estas realidades son las razones por las que muchos Estados decidieron, en su momento, «mudarse» a fuentes energéticas como las renovables.

Pero la economía y el temor a las carencias mandan y veinte de los países que ya cuentan con centrales están en proceso de construir nuevos reactores, como Francia, que es el país del mundo donde mayor peso tiene la energía nuclear, Estados Unidos, China, India o Rusia, según los datos de la World Nuclear Association. Los países que tienen previsto estrenarse con la energía nuclear son siete, entre los que podemos citar Polonia, Turquía o Egipto. Otros ocho países como Canadá, México o Rumanía, mantienen su ritmo de producción y hay nueve más en pleno debate sobre la conveniencia de desarrollar un plan para usos civiles. Añádase a todo esto que Rusia está promoviendo la construcción de nuevas centrales, en apoyo de la empresa Rosatom –pública- en países como Egipto, Turquía o Bangladés, donde ya comenzaron las obras, o Kirguistán y Hungría, donde ya se ha llegado a acuerdos.

 


VEINTE DE LOS PAÍSES QUE YA CUENTAN CON CENTRALES ESTÁN EN PROCESO DE CONSTRUIR
NUEVOS REACTORES, COMO FRANCIA, ESTADOS
UNIDOS, CHINA, INDIA O RUSIA


 

Nucleares, sí.

Si tenemos en cuenta lo que indican organismos como la OCDE y la Agencia Internacional de la Energía, la fisión nuclear es la forma más económica de obtener energía eléctrica con apenas emisiones de dióxido de carbono, aún teniendo en cuenta la reciente escalada del precio de uranio, que va camino de alcanzar el que tuvo en 2011, antes del accidente de Fukushima (70 $/libra). En el otro lado de la balanza tenemos la situación geoestratégica de los países productores de uranio. Según datos de la World Nuclear Association (2020), Kazajistán encabeza esta lista con el 41 % de la producción, seguido de Australia (13 %) y Namibia (11 %), pero no hemos de perder de vista que en el pódium de los diez primeros están también Uzbekistán, Rusia y China, algo que augura posibles tensiones, similares a las que estamos teniendo con el gas, si el uranio no llega a alguno de los países que actualmente están enriqueciendo el mineral para su uso comercial y que están fuera de la órbita rusa: EE.UU., Holanda, Reino Unido, Alemania, Francia, Brasil y Japón.

Mientras, bastantes países, sobre todo del continente asiático, tienen el proyecto de construir cerca de un centenar de reactores, a lo que hay que añadir más de trescientos cuyas ubicaciones y características ya se están estudiando. Los estadounidenses, que son los mayores consumidores mundiales de energía nuclear, piensan en prorrogar la vida de las centrales actuales, amén de construir alguna nueva. China, que se esfuerza por reducir las emisiones de carbono, podría triplicar su capacidad de producción nuclear, según sus planes, e invierte en investigar nuevos combustibles sustitutos del uranio. Quizá este sea un camino para reducir riesgos. Entre tanto, se incrementa día a día la demanda mundial de energía.

La España nuclear

Un 20,9% de la electricidad consumida en España durante 2021 fue de origen nuclear, según datos de Red Eléctrica Española, REE, ligeramente por detrás de la eólica (24,7%). El suministro corrió a cargo de cinco centrales que suman un total de siete reactores y una capacidad de producción de 7,1 GW netos.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 prevé el cierre nuclear al final del periodo. El Gobierno español no ha variado su postura a pesar de los cambios en la política energética de muchos países de la UE.

Para saber más

Nuclear Power Reactors in the World.
Informe de la OIEA, edición 2022.

Country Profiles
World Nuclear Association (2022).