ENTREVISTAS
T E N E R I F E 2 0 2 4
CRISTINA ARMELLA,
PRESIDENTA HONORARIA DE LA UNIÓN INTERNACIONAL DEL NOTARIADO
¿Cuál fue el punto de partida para la creación de la UINL?
Terminando la Segunda Guerra Mundial, el espacio histórico y geográfico era muy particular. En ese contexto aparecieron las grandes organizaciones internacionales, como Naciones Unidas (ONU) o la Organización de los Estados Americanos (OEA). Comprendimos que necesitábamos instituciones internacionales que posibilitaran el encuentro a través de la diplomacia. Así nace en 1948, en Buenos Aires, la Unión Internacional del Notariado Latino -como se denominó originalmente y de donde provienen sus siglas UINL-, de la iniciativa de 19 notariados que asistieron a un congreso internacional.
De 19 países fundadores a integrar hoy a 91 notariados miembros… ¿cómo fue su llegada a la presidencia del organismo?
Existe una alternancia trienal entre Europa y América en la presidencia de la Unión Internacional. En 2019 se convocó año electoral y por primera vez en la historia hubo tres candidatos, entre ellos yo, que salí electa como la primera mujer presidenta de la institución. Asumí la presidencia en enero de 2020 y en marzo quedamos todos encerrados por la pandemia. En una organización internacional que siempre tuvo exclusiva actividad presencial tuvimos que ponernos a trabajar de forma virtual. Inmediatamente introduje la utilización de una plataforma digital y durante un año y medio tuve que dirigir los destinos de la Unión a través de la pantalla. Aun así, cumplimos con nuestro plan de trabajo y desarrollamos las reuniones del Consejo, de la Asamblea y de las Comisiones, que se reunieron de forma virtual una o dos veces por semana, cuando los encuentros presenciales eran cada tres o seis meses.
Después llegó la guerra de Ucrania. Tuvimos que imponer sanciones a Rusia, en nuestro ámbito de competencia, y armamos un proyecto de donaciones de todos los notariados del mundo para el Notariado ucraniano. Fue la primera red de solidaridad notarial que se creó en la Unión Internacional.
“LO QUE MÁS ME ENORGULLECE ES QUE MI PRESIDENCIA GENERÓ UN MOVIMIENTO MUNDIAL DE MUJERES AL FRENTE DE LOS NOTARIADOS NACIONALES”
Digamos que no transitó una presidencia fácil…
Fue muy difícil, pero lo que más me enorgullece es que mi presidencia generó un movimiento mundial de mujeres al frente de los notariados nacionales. Primero fue Italia, después Francia y, posteriormente, se replicó en América. Las mujeres notarias del mundo han encontrado un vehículo de expresión y comunicación que no se daba antes.
Durante mi presidencia hablé mucho de tecnología, de capacitar al notario con herramientas tecnológicas, y planteamos la creación de un decálogo para el ejercicio de la función notarial online. A futuro no vamos a poder avanzar si no incorporamos perfectamente la tecnología más puntera en nuestra función. También trabajamos en la protección de los derechos de las personas con discapacidad, la prevención del blanqueo de capitales y la vinculación con otras organizaciones e instituciones internacionales.
Actualmente, ¿qué labores sigue realizando en el seno de la UINL?
Los presidentes, cuando terminamos nuestro mandato, continuamos con mucha actividad: intervenimos en la Comisión Consultiva y participamos en la Asamblea y en el Consejo General. Además, estoy trabajando en un grupo mundial de igualdad en el que nos mueven cuatro preocupaciones: el acceso a las tecnologías, la violencia de género –desde el factor económico–, el acceso a la vivienda y a la tierra como derecho humano y, por último, el emprendimiento. Estos cuatro ejes temáticos van a dar como resultado diversas guías de buenas prácticas.
Hablemos particularmente del trabajo que realiza la Comisión de Asuntos Americanos.
La Comisión de Asuntos Americanos reúne a notariados de 22 países para trabajar -a través de sus 11 subcomisiones- en las necesidades que tiene cada uno de estos notariados y darles herramientas de protección frente a normas o legislaciones que ataquen a la función notarial.
En esta ocasión la CAAm nos trae hasta Tenerife. España ofrece día a día un apoyo irrestricto a cada uno de los notariados de América. Está siempre presente: todo lo hacemos con una visión iberoamericana. Y en esa relación entre el Notariado español y americano es muy importante la figura del delegado para América del Consejo General del Notariado, que ejerció primero Isidoro Lora Tamayo y ahora Alfonso Cavallé.
Usted ha sido presidenta de la Comisión de Catastros y Registros de la CAAm. En su opinión, ¿cómo de importante resulta la adecuada coordinación entre estas instituciones?
La comunicación catastro-registro es absolutamente esencial y tiene que desarrollarse de forma tecnológica. Esa coordinación es una necesidad de cualquier estado jurídicamente organizado. Tenemos que disponer de un registro con asientos digitales y de acceso público. Cuando un notario actúa en una transmisión de propiedad tiene que apoyarse en el catastro y disponer de la identificación del inmueble igual que se identifica a la persona, con la misma claridad y certeza. Lo que no puede ser es que el registrador no sepa cómo es la finca.
“LA COMUNICACIÓN CATASTRO-REGISTRO ES ABSOLUTAMENTE ESENCIAL Y TIENE QUE DESARROLLARSE DE FORMA TECNOLÓGICA. ESA COORDINACIÓN ES UNA NECESIDAD DE CUALQUIER ESTADO JURÍDICAMENTE ORGANIZADO”
En todos los países los catastros y los registros son entes públicos, del organigrama administrativo del Estado. La seguridad jurídica en toda Latinoamérica funciona así: los notarios autorizan los actos jurídicos, los registradores inscriben las transacciones y los catastros estudian el suelo. En cambio, en España tienen un sistema sui generis.
En España, los registradores son trabajadores particulares con una competencia territorial determinada y un determinado número de fincas sobre las cual inscriben. Su función es simplemente publicitar la transmisión dominial para los terceros; sin embargo -digámoslo claro- tienen una voracidad de avanzar sobre las competencias notariales y pretenden calificar dentro del documento notarial temas que incumben únicamente al notario.
En este gran encuentro de la Justicia iberoamericana, ¿cuán importante es que el Notariado esté presente junto a ministros, magistrados, jueces y fiscales?
La cuestión es a la inversa: qué importante resulta que los gobiernos participen de esta cita y las autoridades tengan como escenario válido al Notariado. Esto es un encuentro de notarios al que se suman los ministros de Justicia de toda Iberoamérica y de los países lusófonos. El Notariado convoca y son los Estados quienes acuden a ese llamado. Eso es muy relevante.
Celebramos en este mismo marco las XIX Jornadas Notariales Iberoamericanas, en las que abordamos el acceso a la justicia y la circulación del documento notarial…
En mi presidencia ya introdujimos el concepto de que el Notariado es la vía de acceso a la justicia. Nosotros trabajamos para que ese acceso sea considerado un derecho humano. Este concepto estaba tradicionalmente muy ligado a la justicia conflictual y, por eso, empezamos a trabajar en la jurisdicción voluntaria, la intervención del notariado en asuntos no contenciosos. Recientemente se ha firmado un acuerdo bilateral, ya bajo la presidencia de Lionel Galliez, con la Unión Internacional de la Judicatura, para que las competencias de los jueces, cuando no sean contenciosas, pasen a los notarios.
El otro punto sustancial es la tecnología y la circulación documental, que viene de la mano de Iberfides, una plataforma que se creó en mi legislatura y que tuve oportunidad de defender ante los ministros de Justicia en la primera edición de este mismo encuentro, en el año 2021. Es importante que los países se integren en esta plataforma para darle legitimidad a la circulación del documento notarial. El mensaje que hay que instalar como fruto de estas jornadas es que debemos realmente utilizar la tecnología para la transmisión documental entre países, con total seguridad jurídica e informática, para que el documento pueda llegar al notario de destino con las mismas calidades que un documento analógico.
“EL CENTRO TECNOLÓGICO DEL NOTARIADO ESPAÑOL UN REFERENTE EN EL MUNDO Y, SOBRE TODO, TIENE EL PRESTIGIO DE SER UNA EMPRESA DE TECNOLOGÍA EN MANOS DEL NOTARIADO”
En este sentido, ¿cómo valora el desarrollo tecnológico del Notariado español?
Cuando llegó la pandemia, en 2020, España ya llevaba 15 años trabajando con su Centro Tecnológico. Esto le ha dado al Notariado español la posibilidad de intensificar la utilización de la tecnología. Es el único notariado en el mundo que tiene una organización tecnológica líder, que es parte de su patrimonio y que está dirigida por el propio presidente del Consejo General del Notariado. El Centro Tecnológico del Notariado español un referente en el mundo y, sobre todo, tiene el prestigio de ser una empresa de tecnología en manos del notariado. Eso es fundamental. Yo defendí como leitmotiv en mi presidencia que hay que innovar sin perder la esencia. En consecuencia, el modelo español es el más interesante, porque conviven el soporte en papel y el protocolo electrónico.
Y a futuro, ¿qué caminos nos abre la tecnología?
Ahora estamos trabajando en la tokenización notarial inmobiliaria. La tokenización consiste en digitalizar el valor de un inmueble para emprendimientos inmobiliarios. Estos tokens se comercializan en cualquier tipo de moneda y generan una titularidad de crédito. Con esto democratizas la posibilidad de adquirir inmuebles, en un rango que no tiene fronteras.
La inversión se representa en un activo digital del que sos propietario y, al final del proyecto, obtienes una ganancia económica o la adjudicación de un inmueble. En este entorno es donde debe entrar el notario para vigilar quién, cómo y con qué dinero se genera la transacción y garantizar la seguridad jurídica del proceso. En Argentina ya tenemos tres edificios tokenizados con presencia notarial. Ese es nuestro presente y también nuestro futuro.