Esto es nuestro, por Chema Domenech

ALDEA GLOBAL

Chema Doménech,

periodista

 

Hay cinco zonas en el mundo identificadas como islas o ‘sopas’ de plástico: una en el Índico, dos en el Atlántico y otras dos en el Pacífico

Hace un tiempo, la entrada a la sede mundial en Suiza de una famosa compañía del sector alimentario amaneció adornada con una gigantesca estatua. Se trataba de la reproducción de un monstruo marino confeccionada por entero con desechos plásticos recogidos directamente del mar. Los activistas de la organización ecologista que habían instalado allí la enorme figura dejaron un recado a los directivos de la multinacional, un cartel colgado al cuello del monstruo con un lacónico mensaje: «Esto es vuestro».

Poco antes, un estudio de la iniciativa Break Free from Plastic, movimiento global que promueve un futuro libre de contaminación plástica, había señalado a la compañía como una de las tres organizaciones más contaminantes del mundo por este material, basándose en los datos de producción anual de envases de plástico desechables, lo que se conoce como plástico de un solo uso. Millones de toneladas de estos productos acaban cada año convertidos en basura oceánica y una pequeña muestra de esa realidad lucía aquella mañana frente a la sede corporativa de la empresa alimentaria en forma de monstruo marino.

La inmensidad de las cifras y datos que alertan sobre la necesidad urgente de combatir la contaminación de los mares es equiparable a la del propio océano, y bucear en ellos equivale metafóricamente a sumergirse en el mismo. Se estima que entre 10 y 13 millones de toneladas de residuos plásticos acaban anualmente en los mares y océanos, en buena parte a través de los ríos. Las cifras varían según las fuentes, pero lo que no varía es el incremento progresivo que desde hace lustros detectan todos los estudios.

Lo sabe Ben Lecomte, nadador francés que durante años ha realizado travesías de larga distancia en mar abierto. Según él, hace dos décadas era difícil encontrar utensilios de plástico en el océano, pero hoy es algo habitual. Para concienciar sobre ello, en 2019 se propuso la gesta de cruzar a nado la conocida como la gran ‘isla de la basura’ del Pacífico o ‘continente de plástico’, un área de una superficie tres veces mayor que la de Francia convertida en un auténtico vertedero, donde se encuentran concentraciones excepcionalmente altas de microplásticos. Hay cinco zonas en el mundo identificadas como islas o ‘sopas’ de plástico: una en el Índico, dos en el Atlántico y otras dos en el Pacífico. La basura plástica se acumula en esas áreas donde los vientos crean corrientes circulares, los giros, que absorben cualquier residuo flotante.

El propósito de Lecomte fue el de trazar un mapa, brazada a brazada, sobre la ubicación y los movimientos de esa gran ‘isla de basura’. Así, nadó unas 300 millas náuticas simbolizando los 300 millones de toneladas de residuos plásticos que se generan cada año en el planeta y documentó su hazaña fotografiándose con objetos que encontró en el agua: cepillos de dientes, envases, contenedores de plástico, un inodoro… En muchas de esas fotografías aparecía desnudo porque, en su opinión, a la gente le escandaliza más alguien sin ropa que un océano repleto de basura.

Es un hecho que cada año más residuos de todo tipo, fundamentalmente plásticos, terminan en el mar, y que esta situación es invisible para millones de personas. También es una realidad que esa basura llega a las aguas marinas en gran medida después de haber viajado por los ríos, que actúan como arterias transportando los desechos de la tierra al océano. Los residuos pueden ser desechados a miles de kilómetros de la costa y, sin embargo, eso no es impedimento para que lleguen a alcanzar las aguas, donde quedan atrapados en las corrientes oceánicas, se desmenuzan y se convierten en microplásticos. Es significativo que unos pocos ríos sean responsables de la mayor parte de la contaminación por plástico y que casi todos se ubiquen en Asia, el continente donde se focaliza gran parte de la producción industrial mundial.

Sin duda, la industria tiene responsabilidad en esta degradación de los ecosistemas marinos. Es cierto que en los últimos años, obligadas en parte por la presión de inversores y reguladores pero, sobre todo, de la sociedad civil, grandes corporaciones altamente contaminantes por la cantidad de plástico que emplean para su negocio han impulsado acciones para minimizar su impacto en el medio ambiente, fomentando la economía circular basada en las tres ‘R’ (reducir, reciclar, reutilizar), acometiendo acciones de limpieza de ríos y mares e invirtiendo en programas de I+D+i a la búsqueda de productos y procesos más limpios y sostenibles. Pero, ¿hasta qué punto esto no es otra cosa que un lavado de conciencia cuando se siguen llevando a efecto prácticas perniciosas para las personas y el medio ambiente? No solo en los procesos de transformación, tampoco debe obviarse que mucha de la basura rescatada del mar proviene de la actividad pesquera.

En el fondo, la cuestión es si el problema reside en un sistema basado en producir la mayor cantidad posible de cualquier bien de mercado para satisfacer una demanda exacerbada minimizando los costes, aunque ello suponga asumir finalmente el precio más caro: el agotamiento de los recursos. Y cabe preguntarse si, como ciudadanos de un sistema de bienestar, tenemos conciencia de esta situación y hacemos algo por revertirla, sin desviar la mirada y los pretextos hacia empresas y responsables políticos. Porque aquel cartel colgado del cuello del monstruo de plástico frente a la multinacional suiza nos interpela a todos y, en realidad, reza «Esto es nuestro».

La invasión fluvial de los plásticos

ALDEA GLOBAL

LA INVASIÓN
FLUVIAL DE LOS
PLÁSTICOS

Filipinas, en cabeza de los menos activos en el control de plásticos, emite 360 000 toneladas de polímeros al año

Melchor del Valle

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Todos tenemos una idea más o menos difusa de que en algunos sitios hay demasiado plástico en los mares. Es difícil cuantificar ese «demasiado», porque las cifras difieren según los distintos estudios y las actualizaciones son misión imposible, pero las distintas fuentes hablan de millones de toneladas de plásticos de todos los tipos y tamaños. Se sabe, también, que el 80 % de este residuo llega a los océanos por tan solo un millar de ríos de todo el mundo, aunque no hay país ni rincón marino que se libren de la plaga.

La organización sin ánimo de lucro The Ocean Cleanup publicó en la revista Science (abril de 2021) un estudio que pone los pelos de punta y cuyos resultados resumen así: «1 000 ríos son responsables de casi el 80 % de las emisiones anuales mundiales de plástico fluvial, que oscilan entre 0,8 y 2,7 millones de toneladas métricas por año, con los pequeños ríos urbanos entre los más contaminantes. El 20 % restante de las emisiones de plástico se distribuyen en otros 30.000 ríos».

Cifras visibles. Para que podamos poner en valor el significado de todas las cifras que citaremos en estas líneas, hagamos un simple ejercicio numérico a modo de ejemplo. Tenemos que una bolsa de plástico tipo supermercado pesa unos 6 gr y una botella pequeña de agua sin gas, 8 gr. Ahora imaginemos una «sopa» de plástico de tan solo 20 Kg flotando en el mar (recuadro «Mapas interactivos», Sailing seas of plastic), en la que hay bolsas y botellas a partes iguales. Tendríamos en la mancha cerca de 3 000 piezas.

Si llevamos los materiales del ejemplo a lo que vierte el río más contaminante de los que da notica el estudio de The Ocean Cleanup, el Pásig, en Filipinas, sus 62,6 toneladas de plástico anuales significarían 9,4 millones de desechos entrando al mar por su desembocadura en Manila. Este país, en fin, tiene el doloroso récord de ser el que más tráfico fluvial de plásticos conduce al mar. En total, el país tagalo emite 360 000 toneladas de plástico al año mediante 4 820 de sus ríos.

Medallas de deshonor. Tras Filipinas, los siguientes países que más polímeros mueven en sus vías fluviales son, por este orden, India, Malasia, China, Indonesia, Birmania, Brasil, Vietnam, Bangladés y Tailandia, por solo citar los diez más contaminantes. Pero hay que marcar diferencias: el segundo (India), vierte justo la mitad de plástico (130 00 toneladas) que el primero; y el décimo (Tailandia) «solo» 23 000 toneladas. En el entorno del Mediterráneo más próximo, puede ser preocupantes las 14 000 toneladas de ríos turcos, sobre todo al Mar de Mármara, y las 5 800 toneladas de los argelinos dejadas casi a las puertas de las Islas Baleares.

 


EN 2025 HABRÁ DESECHOS PLÁSTICOS COMO PARA CUBRIR CADA METRO DE COSTA DE TODO EL MUNDO CON 100 BOLSAS

 

Asía, por tanto, es la zona donde el problema que venimos comentando alcanza mayor intensidad. En el entorno americano, Brasil es el primer emisor de plásticos, 38 000 toneladas, seguido de Guatemala, Haití, República Dominicana y Venezuela. En África, se lleva «la palma» Nigeria, con 19 000 toneladas, seguido de Camerún, con 11 000 toneladas, y el ya citado Argelia. En la Unión Europea, crucemos los dedos, solo el río Neretva (desemboca en Croacia, pero el 90,2 % de su curso transcurre por Bosnia-Herzegovina) vuelca volúmenes significativos (125,8 toneladas) al Adriático. A esta misma cuenca vierten los albaneses Ishën (algo más de quinientas toneladas) y Seman (235,5 toneladas), entre otros, demostrando que el cuidado medioambiental local puede servir de poco si los problemas no se acometen internacionalmente.

Qué hay de nuevo. Los ríos, nos cuenta la historia, nos vienen sirviendo para abastecernos de agua, disponer de terrenos fértiles para los cultivos o pastos y deshacernos de los residuos. Para esto último hemos involucionado, porque el incremento de producción y uso de plásticos ha hecho de los ríos autopistas de evacuación de productos que no se degradan fácilmente. Cuando hablamos del «uso de plásticos», nos estamos refiriendo a los más de 8.500 millones de toneladas fabricadas desde que se empezó la producción masiva en 1950. Y creciendo.

 


SE CALCULA QUE LA «ISLA DE PLÁSTICO» DEL PACÍFICO NORTE PUEDE ALCANZAR UNA EXTENSIÓN SIMILAR A ESTADOS UNIDOS

 

Un informe de Naciones Unidas calcula que, de seguir así, en 2025 habrá plástico como para cubrir cada metro de costa de todo el mundo con 100 bolsas tipo supermercado. Cabe recordar que los polímeros tardan entre 55 y 1 000 años en degradarse (depende del compuesto y el grosor). Y un dato más: las mascarillas y guantes desechables tardan en desintegrarse entre uno y cinco años.

De los ríos al mar. Mares y océanos son los depositarios de todos estos desechos que pueden a pasar a la cadena alimenticia, los famosos microplásticos, a precipitarse a los fondos marinos o a mantenerse a flote formando las conocidas como «islas de plástico». De las muchas que hay ya, la más impresionante es la del Pacífico Norte. Diversas estimaciones calculan que puede llegar a medir más que EE. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), calcula que esta isla de basura crece al ritmo de una tonelada de desechos al día. Hay más: según investigaciones recientes, en torno a un 70 % de los componentes de estas islas se hunden; calculen la dimensión del problema si eso que es visible y más o menos cuantificable es solo el 30 % de lo que depositamos en el mar.

Las cifras son abrumadoras, ciertamente, e interesarse por ellas nos debería alejar de la indiferencia, huir de la comodidad de comprar productos frescos envasados en barquetas de poliestireno y envueltos con cubierta transparente o de aceptar sin rechistar la bolsa de plástico para llevar nuestra compra. Un estudio de Naciones Unidas, SINGLE-USE PLASTICS: A Roadmap for Sustainability (2018), puso de manifiesto que en el mundo consumimos casi 10 millones de bolsas por minuto. No, no ha leído mal: 10 millones por minuto. La receta, dicen desde hace tiempo quienes más padecen los excesos de plásticos en nuestras aguas, está en las tres «R»: reducir, reusar y reciclar. Fácil, ¿no?

La organización sin ánimo de lucro The Ocean Cleanup publicó en la revista Science (abril de 2021) un estudio que pone los pelos de punta y cuyos resultados resumen así: «1 000 ríos son responsables de casi el 80 % de las emisiones anuales mundiales de plástico fluvial, que oscilan entre 0,8 y 2,7 millones de toneladas métricas por año, con los pequeños ríos urbanos entre los más contaminantes. El 20 % restante de las emisiones de plástico se distribuyen en otros 30.000 ríos».

Cifras visibles. Para que podamos poner en valor el significado de todas las cifras que citaremos en estas líneas, hagamos un simple ejercicio numérico a modo de ejemplo. Tenemos que una bolsa de plástico tipo supermercado pesa unos 6 gr y una botella pequeña de agua sin gas, 8 gr. Ahora imaginemos una «sopa» de plástico de tan solo 20 Kg flotando en el mar (recuadro «Mapas interactivos», Sailing seas of plastic), en la que hay bolsas y botellas a partes iguales. Tendríamos en la mancha cerca de 3 000 piezas.

Si llevamos los materiales del ejemplo a lo que vierte el río más contaminante de los que da notica el estudio de The Ocean Cleanup, el Pásig, en Filipinas, sus 62,6 toneladas de plástico anuales significarían 9,4 millones de desechos entrando al mar por su desembocadura en Manila. Este país, en fin, tiene el doloroso récord de ser el que más tráfico fluvial de plásticos conduce al mar. En total, el país tagalo emite 360 000 toneladas de plástico al año mediante 4 820 de sus ríos.

Medallas de deshonor. Tras Filipinas, los siguientes países que más polímeros mueven en sus vías fluviales son, por este orden, India, Malasia, China, Indonesia, Birmania, Brasil, Vietnam, Bangladés y Tailandia, por solo citar los diez más contaminantes. Pero hay que marcar diferencias: el segundo (India), vierte justo la mitad de plástico (130 00 toneladas) que el primero; y el décimo (Tailandia) «solo» 23 000 toneladas. En el entorno del Mediterráneo más próximo, puede ser preocupantes las 14 000 toneladas de ríos turcos, sobre todo al Mar de Mármara, y las 5 800 toneladas de los argelinos dejadas casi a las puertas de las Islas Baleares.

 


EN 2025 HABRÁ DESECHOS PLÁSTICOS COMO PARA CUBRIR CADA METRO DE COSTA DE TODO EL MUNDO CON 100 BOLSAS

 

Asía, por tanto, es la zona donde el problema que venimos comentando alcanza mayor intensidad. En el entorno americano, Brasil es el primer emisor de plásticos, 38 000 toneladas, seguido de Guatemala, Haití, República Dominicana y Venezuela. En África, se lleva «la palma» Nigeria, con 19 000 toneladas, seguido de Camerún, con 11 000 toneladas, y el ya citado Argelia. En la Unión Europea, crucemos los dedos, solo el río Neretva (desemboca en Croacia, pero el 90,2 % de su curso transcurre por Bosnia-Herzegovina) vuelca volúmenes significativos (125,8 toneladas) al Adriático. A esta misma cuenca vierten los albaneses Ishën (algo más de quinientas toneladas) y Seman (235,5 toneladas), entre otros, demostrando que el cuidado medioambiental local puede servir de poco si los problemas no se acometen internacionalmente.

Qué hay de nuevo. Los ríos, nos cuenta la historia, nos vienen sirviendo para abastecernos de agua, disponer de terrenos fértiles para los cultivos o pastos y deshacernos de los residuos. Para esto último hemos involucionado, porque el incremento de producción y uso de plásticos ha hecho de los ríos autopistas de evacuación de productos que no se degradan fácilmente. Cuando hablamos del «uso de plásticos», nos estamos refiriendo a los más de 8.500 millones de toneladas fabricadas desde que se empezó la producción masiva en 1950. Y creciendo.

 


SE CALCULA QUE LA «ISLA DE PLÁSTICO» DEL PACÍFICO NORTE PUEDE ALCANZAR UNA EXTENSIÓN SIMILAR A ESTADOS UNIDOS

 

Un informe de Naciones Unidas calcula que, de seguir así, en 2025 habrá plástico como para cubrir cada metro de costa de todo el mundo con 100 bolsas tipo supermercado. Cabe recordar que los polímeros tardan entre 55 y 1 000 años en degradarse (depende del compuesto y el grosor). Y un dato más: las mascarillas y guantes desechables tardan en desintegrarse entre uno y cinco años.

De los ríos al mar. Mares y océanos son los depositarios de todos estos desechos que pueden a pasar a la cadena alimenticia, los famosos microplásticos, a precipitarse a los fondos marinos o a mantenerse a flote formando las conocidas como «islas de plástico». De las muchas que hay ya, la más impresionante es la del Pacífico Norte. Diversas estimaciones calculan que puede llegar a medir más que EE. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), calcula que esta isla de basura crece al ritmo de una tonelada de desechos al día. Hay más: según investigaciones recientes, en torno a un 70 % de los componentes de estas islas se hunden; calculen la dimensión del problema si eso que es visible y más o menos cuantificable es solo el 30 % de lo que depositamos en el mar.

Las cifras son abrumadoras, ciertamente, e interesarse por ellas nos debería alejar de la indiferencia, huir de la comodidad de comprar productos frescos envasados en barquetas de poliestireno y envueltos con cubierta transparente o de aceptar sin rechistar la bolsa de plástico para llevar nuestra compra. Un estudio de Naciones Unidas, SINGLE-USE PLASTICS: A Roadmap for Sustainability (2018), puso de manifiesto que en el mundo consumimos casi 10 millones de bolsas por minuto. No, no ha leído mal: 10 millones por minuto. La receta, dicen desde hace tiempo quienes más padecen los excesos de plásticos en nuestras aguas, está en las tres «R»: reducir, reusar y reciclar. Fácil, ¿no?

Los ríos «plastiqueros» españoles

En el estudio de la ONG The Ocean Cleanup, publicado a principios de 2021 en la revista Science, se localizan 75 ríos españoles emisores de más de 100 Kg de plásticos al año a los mares peninsulares, además de algunos puertos y ramblas. De las desembocaduras fluviales destacan, en negativo, tres ríos: el Nervión (Vizcaya, 41 300 Kg), el Besós (Barcelona, 13 100 Kg) y el Lagares (Pontevedra, 12 700 Kg). En el capítulo de zonas costeras portuarias están la Zona Franca de Barcelona (8 100 Kg).

Mapas Interactivos

The Ocean Cleanup señala con puntos azules los ríos del mundo que vierten entre 100 y 100.000 kg de plásticos anualmente al mar; con puntos rojos, los que llevan más de esa última cantidad. El tamaño de los puntos da una idea del volumen transportado y acercando el mapa se ven las cantidades estimadas. 

Sailing seas of plastic, según datos recogidos por 5 Gyres Institute (EE. UU.) y analizados por Dumpark (Nueva Zelanda), representa mediante concentraciones de puntos blancos los lugares donde diversas expediciones observaron contaminación por polímeros. Cada punto blanco representa 20 Kg de plásticos flotantes y, en conjunto, se marca la posición de 5,25 billones de piezas.

Para saber más

Single-use plastics: A Roadmap for SustainabilityUnited Nations Environment Programme (2018).

More than 1000 rivers account for 80% of global riverine plastic emissions into the ocean.

Lourens J. J. Meijer, Tim van Emmerik, Ruud van der Ent, Christian Schmidt y Laurent Lebreton. Revista Science (2021).

Entrevista a Araceli Mangas, XXVII Premio Pelayo

EN CURSO LEGAL

ARACELI MANGAS,

XXVII PREMIO PELAYO

“La UE debe promover una nueva generación de derechos fundamentales relacionados con la tecnología digital”

Araceli Mangas Martín recibió de manos del presidente del Senado, Ander Gil, el XXVII Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio el pasado 25 de noviembre, sumándose así un elenco de galardonados que representan lo más significativo de la ciencia jurídica española.

CARLOS CAPA

¿Qué supone para usted este galardón?

Mayor compromiso y responsabilidad en mi trabajo. El Premio Pelayo, que patrocina la Mutua de Seguros Pelayo, es una distinción muy consolidada tras 27 años y la mayor que puede recibir un jurista de la sociedad. Lo han recibido los “Magni Hispani” contemporáneos como Sánchez Calero, Olivencia, Aurelio Menéndez, García de Enterría, Peces Barba, Landelino Lavilla, mi maestro Diez de Velasco, Miguel Herrero, María Emilia Casas, Encarnación Roca…

Ha dedicado su vida al estudio y la docencia. ¿Tenemos una buena educación superior en España?

No. La universidad está en declive permanente desde los años noventa y desde la implantación de Bolonia es una pendiente fuerte. Y si añadimos el haber eliminado todos los controles serios sobre el acceso y calidad del profesorado, los riesgos y daños serán insuperables todavía en una generación.

En su discurso de aceptación del Premio Pelayo dijo sentirse “fascinada” por la construcción europea. ¿Cree que los ciudadanos son conscientes de lo importante de la UE y del derecho comunitario en su vida cotidiana?

Expresé mi fascinación por la capacidad de reconciliar a pueblos como alemanes y franceses que vivieron la más execrable de las guerras. En España hoy se hace elogio del odio desde el poder y amenazan con perseguir a una parte de los perdonados; solo a una parte.

 


“En España no tenemos una buena educación superior. Está en declive desde los años 90”

 

Vuelvo a la intención de su pregunta. A su manera la ciudadanía sabe que España cambió profundamente a partir de los años noventa del pasado siglo. Antes iban a una capital europea (Paris, Berlín, Roma…), viajaban por esos países y podían constatar el atraso y la diferencia de calidad de vida entre ellos y nosotros. Hoy los españoles notan que España tiene ciudades e infraestructuras similares y que no hay abismos. Saben de la calidad de vida que les procuran las normas sobre consumo, medioambiente… y que les ha protegido frente a las cláusulas abusivas de los bancos, o los pagos de los cánones digitales…O cómo la UE ha protegido nuestro Estado de Derecho impidiendo al Gobierno de coalición imponer los nombramientos judiciales de un solo partido.

¿Goza de buena salud la UE después del Brexit y con el desafió a la prevalencia de las leyes europeas en países como Polonia?

Son situaciones distintas. Tras el Brexit subió espectacularmente el apoyo de la ciudadanía a la UE en los 27. En todas las elecciones al Parlamento Europeo desde 1979 fue disminuyendo la participación. De pronto en 2019 subió más de ocho puntos. La gente no entendía que los británicos rechazaran el sistema de integración que nos ha procurado el mayor período de paz, libertad y prosperidad de la historia de Europa. Y la gente tomó conciencia de la fuerza de estar unidos pues se logró un acuerdo muy favorable a la población y empresas de la UE. Al fin y al cabo, se marchó un socio que siempre tuvo una relación tormentosa y que siempre ponía frenos y vetos a una defensa común. El Brexit fue percibido como un triunfo del populismo y la desinformación.

Claro que preocupa Polonia, la rebeldía del gobierno y del parlamento, o la sumisión total de su Tribunal Constitucional al gobierno polaco; no por el problema de la primacía del Derecho de la UE, sino porque el desafío niega los valores comunes, lo razón de estar juntos. Rechazar los valores de la democracia y su columna vertebral, el Estado de Derecho, asentado en la independencia de los jueces, es amenazar la existencia de la Unión misma.

 


“El modelo europeo sigue sacando provecho de las grandes crisis. No sé si España podrá estar a la altura y aprovechar esta gran oportunidad”

 

¿Qué supondrán los Fondos NexGeneration para Europa?

La pandemia (como antes el Brexit) se erigió en otro motor para avanzar en la integración, al acordar un endeudamiento común y solidario mediante el Plan NextGeneration de la UE que fue imposible en tiempos tranquilos. Los grandes impulsos federadores a lo largo de la historia vinieron de grandes guerras o de grandes cataclismos. El modelo europeo sigue sacando provecho de las grandes crisis. La UE pretende movilizar a los Estados y estimular reformas profundas internas de modernización que permitan acelerar los grandes objetivos de las transiciones digital y verde. No sé si España podrá estar a la altura y aprovechar esta gran oportunidad semejante al milagro europeo de la postguerra en 1945.

 


“La sociedad española no ha perdido sus valores, pero los gobernantes de este siglo no están a la altura de sus responsabilidades”

 

La sociedad digital está creando un nuevo entorno en el que hay grades compañías que funcionan casi como estados virtuales, generando sus propias reglas. ¿Puede el derecho tradicional ser efectivo en este escenario?

Hasta ahora la UE ha desplegado una política de control de las conductas de las tecnológicas como los Estados individualmente nunca hubieran podido ejercer. Pero no nos podemos conformar solo con multar por su irresponsabilidad fiscal y sus excesos en materia de competencia leal. Es importante lo que hizo la UE al regular la protección de datos con el reglamento general, los servicios digitales, los mercados digitales, la “Década Digital”, la Estrategia de Ciberseguridad, etc. 

La UE debe promover también una nueva generación de derechos fundamentales relacionados con la consolidación y constante innovación de la tecnología digital en la medida en que nuestra privacidad y seguridad se pueden ver amenazados. La Unión tiene que encontrar una política proactiva que se adelante en la defensa frente al autoritarismo digital

¿Está en crisis el Derecho Internacional Humanitario?

No exactamente. Pero sí hay un conjunto de Estados con gobiernos democráticos, autocráticos y dictatoriales que son refractarios al Derecho Internacional en su conjunto y con distinta intensidad: desde Estados Unidos o Reino Unido, a Marruecos, Turquía, Rusia o dictatoriales como Bielorrusia, Venezuela o Cuba.

 


“El Notariado cumple una función esencial, imprescindible, en una sociedad democrática sujeta a reglas. Incuestionable al aunar legalidad y certeza”.

 

Es usted académica de número en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. ¿Ha perdido la sociedad o, al menos sus gobernantes, algunos de los valores que la han venido sustentando o simplemente los ha cambiado por otros más cercanos a los tiempos?

La sociedad española no los ha perdido: fue ejemplar en los confinamientos con el trabajo sacrificado de los trabajadores esenciales y sanitarios; ejemplar en la masiva vacunación; o líder mundial en la donación de trasplantes de órganos.  Los gobernantes desde este siglo y a velocidad de vértigo en los últimos siete años no están a la altura de sus responsabilidades ni sirven al interés general.

Las mujeres, según un informe del CSIC, son solo el 16% de los rectores, el 21% de los catedráticos y el 25% de los investigadores de mayor importancia. ¿Para cuándo la igualdad real en el ámbito universitario?

No puedo poner fecha. Pero progresa bastante, si bien con lentitud, se hace el camino para integrar a la mitad de los caminantes. Yo fui la segunda mujer en ingresar en 2014 en mi Real Academia (fundada en 1857); y desde 2020 han ingresado tres más y consecutivas…Una hazaña que no debiera serlo.

La seguridad jurídica es un principio básico en una democracia sólida. ¿Qué opina de la función que cumplen los notarios para darle cobertura mediante la fe pública?

Es una función esencial, imprescindible, en una sociedad democrática sujeta a reglas. Incuestionable al aunar legalidad y certeza.  

Huella digital:
Catedrática de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, ejerció la misma actividad académica en la Universidad de Salamanca. Doctora Honoris Causa por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) está en posesión entre otras distinciones de la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort.

Araceli Mangas mantiene un completo blog en el que escribe con frecuencia.

Gran parte de la muy extensa producción literaria y científica de la profesora Mangas puede consultarse aquí

El discurso de aceptación del XXVII Premio Pelayo puede descargarse en este enlace

Objetivo: mejorar la eficiencia energética de las viviendas

DEBATE PARLAMENTARIO

Objetivo:

mejorar la eficiencia energética de las viviendas

En España, los edificios con la mejor calificación energética, la letra A, no alcanzan el 1% del parque de viviendas.
España tiene un parque de viviendas que debería ser renovado con urgencia para lograr una mayor eficiencia energética y alinearse con el objetivo del Pacto Verde Europeo de alcanzar la neutralidad de emisiones de carbono en 2050. El gobierno ha aprobado un real decreto ley que incluye incentivos fiscales para estimular la actividad rehabilitadora en viviendas y edificios residenciales. Esta reforma se tramita en el Parlamento como proyecto de ley.

ELVIRA ARROYO

El 75% del parque inmobiliario de la Unión Europea (UE) es ineficiente desde el punto de vista energético, lo que significa que gran parte de la energía consumida se malgasta. Los edificios son los mayores consumidores de energía y se encuentran entre los principales emisores de dióxido de carbono. La Comisión Europea recuerda que son responsables del 40% del consumo energético de la UE y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero, generadas principalmente durante su construcción, utilización, renovación y demolición.

En España, más de la mitad de los edificios residenciales se construyeron antes de 1980, cuando aún no había entrado en vigor la primera normativa reguladora de las condiciones térmicas de los edificios. Esta situación afecta a cerca de 5,5 millones de edificios residenciales y 9,7 millones de viviendas principales.

Además, más del 80% de las construcciones españolas tienen una calificación energética baja -letras E, F o G- tanto en emisiones como en consumo energético. Los edificios con la mejor calificación, la letra A, apenas representan el 0,3% del total en el caso de las emisiones y el 0,2 % en consumo energético.

Si a lo anterior se suma que el 75% de los edificios residenciales no son accesibles y que el 40% de los que tienen cuatro plantas o más carecen de ascensor, la conclusión es que España tiene un parque de viviendas bastante envejecido.

Un cambio urgente. La renovación de los edificios ya existentes podría reducir hasta un 6% el consumo total de energía de la UE y rebajar un 5% las emisiones de dióxido de carbono. A pesar de este potencial de mejora, cada año se rehabilitan menos del 1% de los parques inmobiliarios nacionales europeos. España se caracteriza además por tener una tasa media de rehabilitación entre 8 y 10 veces por debajo de la media de los principales países de nuestro entorno, un ritmo claramente insuficiente para responder a las exigencias marcadas por las autoridades europeas.

 


Como el coste es el mayor obstáculo para la acometer reformas energéticas, se han aprobado incentivos fiscales que favorezcan este tipo de iniciativas.

 

Como el coste es el mayor obstáculo para la acometer esas reformas, los países europeos están desarrollando normativas que faciliten su financiación o que contemplen ayudas fiscales.

En este contexto, el Gobierno de España aprobó el pasado mes de octubre el Real Decreto-Ley de medidas urgentes para impulsar la actividad de rehabilitación edificatoria en el contexto del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que actualmente se debate en el Congreso como proyecto de ley. Las acciones previstas serán financiadas con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) aprobado por la Unión Europea.

Deducciones y facilidades. La principal novedad es la entrada en vigor de nuevas deducciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por obras de mejora de la eficiencia energética en viviendas y edificios residenciales.

Asimismo, se modifica ley de propiedad horizontal con el objetivo de facilitar la toma de decisiones en las comunidades de propietarios. En concreto, cambia el régimen aplicable a las obras de rehabilitación que mejoren la eficiencia energética en los edificios, estableciendo una mayoría simple para realizar tales obras y solicitar ayudas o financiación.

También se refuerza la capacidad de actuación de comunidades de propietarios para acceder a créditos para obras de rehabilitación y mejora de los edificios, otorgándoles plena capacidad jurídica para formalizar dicha financiación.

Finalmente, se ha creado una línea de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para la cobertura parcial por parte del Estado de la financiación de obras de rehabilitación que aumenten la eficiencia energética. Con estos avales se cubrirán parcialmente los riesgos de los préstamos concedidos por las entidades financieras privadas. Se podrán conceder avales por un importe de hasta 1.100 millones de euros.

Con estas medidas, el Gobierno espera alcanzar, entre otras metas, la rehabilitación energética de 1,2 millones de viviendas en el periodo 2021-2030, como establece Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

Todo ello en el marco de una dinámica europea en que recalca la importancia de afrontar una intensa renovación del parque inmobiliario por parte de todos los Estados de la Unión Europea, tanto para alcanzar el objetivo a medio plazo de la neutralidad climática de aquí a 2050, como para impulsar a corto plazo el empleo y la actividad en el actual contexto de recuperación y crecimiento post pandemia.

Para alcanzar las metas fijadas, España necesita multiplicar por diez el ritmo de rehabilitaciones energéticas, hasta alcanzar unas 300.000 al año.

Principales deducciones
  • Deducción del 20% por actuaciones que reduzcan un 7% la demanda de calefacción y refrigeración en la vivienda habitual.
    • Vigente hasta el 31 de diciembre de 2022.
    • Deducción máxima: 5.000 euros por vivienda.
    • La reducción deberá ser acreditada con el certificado de eficiencia energética.
    • Beneficiarios: personas físicas.
  • Deducción del 40% por actuaciones que reduzcan un 30% el consumo de energía primaria no renovable, o mejoren la calificación energética alcanzando las letras «A» o «B» en la vivienda habitual.
    • Vigente hasta el 31 de diciembre de 2022.
    • Deducción máxima: 7.500 euros por vivienda.
    • La reducción deberá ser acreditada con el certificado de eficiencia energética.
    • Beneficiarios: personas físicas.
  • Deducción del 60% por actuaciones que reduzcan un 30% el consumo de energía primaria no renovable, o mejoren la calificación alcanzando las letras «A» o «B» en edificios residenciales.
    • Vigente hasta el 31 de diciembre de 2023.
    • Deducción máxima: 15.000 euros por vivienda.
    • La reducción deberá ser acreditada con el certificado de eficiencia energética.
    • Beneficiarios: personas físicas.
Impacto positivo

El departamento de Energía de la Comisión Europea destaca que las normas de la UE sobre eficiencia energética de los edificios han tenido un resultado favorable. Desde que se introdujeron los primeros requisitos de eficiencia energética en las ordenanzas de construcción nacionales, el consumo de energía en los nuevos edificios se ha reducido a la mitad, en comparación con los edificios que se solían construir en la década de los ochenta.

Los beneficios derivados del menor consumo de energía no solo se harán sentir en el medio ambiente sino también en la ciudadanía. Los edificios energéticamente eficientes harán que disminuyan la factura energética y la demanda. A la vez, mejorará la calidad del aire, lo que repercutirá en positivamente en la salud de la población.

Los partidos opinan

EVA BRAVO

Diputada y portavoz de Vivienda
Grupo Parlamentario Socialista

Twitter: @EvaBravoBarco

“La rehabilitación edificatoria como eje de la sostenibilidad social y ambiental” 

Como portavoz de Vivienda del Grupo Parlamentario Socialista, y en mi opinión, la convalidación del RDL 19/2021 de 5 de diciembre de medidas urgentes para la rehabilitación edificatoria en el contexto del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, supondrá un avance y efecto multiplicador con más de 500.000 rehabilitaciones de viviendas, cuando hasta la fecha se realizaban apenas 30.000 rehabilitaciones anuales en nuestro país. Esta norma entraña una necesidad y oportunidad para los ciudadanos, que verán mejorada su calidad de vida al contar con más facilidades en términos de deducciones fiscales y de líneas de avales para poder así disfrutar de una vivienda o edificio sostenible, más eficiente energéticamente, lo que se traduce en un ahorro energético, dinamizando la economía, generando empleo y cumpliendo con los objetivos de país en materia de desarrollo sostenible, entre los que se encuentran los de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

ANA ZURITA

Diputada y portavoz de Vivienda

Twitter: @AnaZurita7

“Si el Gobierno no rectifica, convertirá el proyecto para rehabilitar viviendas en un nuevo plan E”

El RDL 19/2021 abre una de las esperadas puertas al gasto de los fondos europeos para el sector de la vivienda y concretamente la rehabilitación vinculada a la eficiencia energética de las mismas.
Un texto que aparentemente quiere eliminar cuellos de botella para la utilización de fondos y activar la rehabilitación eficiente de inmuebles, pero que desgraciadamente solo son medidas para eliminar un “cuello de botella” importante: el que impide el gasto de las comunidades de propietarios y el gasto de las familias.
Se da la paradoja que, ante la falta de músculo financiero de quien quiera acometer una rehabilitación y siendo una herramienta para habilitar subvenciones, la solución es el endeudamiento.
Se echa en falta un instrumento riguroso de evaluación energética y no creemos que con él se alcance a dar cumplimiento a los objetivos de descarbonización que se ha marcado España y la UE en el sector de la edificación.

¿Podemos alcanzar la independencia energética?

EN ESTE PAÍS

Una de los principales problemas del modelo energético de algunos países es su alta dependencia externa

¿Podemos alcanzar la independencia energética?

La energía ha sido un elemento esencial para el desarrollo de las sociedades en el siglo XXI. Sin embargo, la acelerada evolución económica, social y tecnológica ha situado al sistema de gobernanza global nacido después de la Segunda Guerra Mundial en tensiones difícilmente sostenibles.

El modelo energético actual mundial es muy difícilmente sostenible, principalmente debido a que se basa en el consumo de petróleo y carbón, recursos limitados. Otra de las principales problemáticas que presenta es la alta dependencia energética externa.

Una definición convencional del concepto de dependencia energética es la de la cantidad de energía primaria que un país necesita importar para poder abastecerse, ya sea en forma de calor, electricidad o transporte.

El carecer de suficientes fuentes propias de energía (como sucede en España actualmente) provoca una peligrosa dependencia exterior, que es fuente de incertidumbre y que afecta a la economía real y la vida cotidiana; una realidad que viven las economías dependientes con frecuencia.

Dependencia energética

Depender de otros países para la obtención de parte de la energía consumida por una nación puede generar alteraciones en el suministro energético, ya que este no está únicamente bajo el control del país importador.

Durante este año se ha popularizado en los medios de comunicación el concepto de “mix energético”, al que, por otra parte, se ha hecho el villano de una situación que ha provocado un incremento de cerca de un 200% del precio de la electricidad.


España, al contrario que en la de otros combustibles, dispone de unas reservas de 4.650 toneladas de Uranio 3O8

¿Pero qué es el “mix enérgético”? Ni más ni menos que la combinación de las diferentes fuentes de energía que cubren el suministro eléctrico de un país.

En España, las centrales generadoras de energía eléctrica son de propiedad o concesión de las grandes compañías eléctricas que producen la energía, para luego introducirla en la red de transporte, en nuestro caso la empresa pública Red Eléctrica Española (REE). Esta empresa lleva la energía producida a los centros de consumo donde de nuevo las compañías eléctricas se encargan de hacerla llegar a los consumidores finales.

¿Y de dónde procede la energía que se consumen España? La energía de origen nuclear y la de procedencia eólica se disputan desde hace meses el liderazgo del “mix”.  Según datos de REE en julio de 2021 la nuclear se mantiene en cabeza, aunque la eólica gana terreno mes a mes con un incremento sostenido, suponiendo en ese mes el 18,9% de la producción total.

En concreto, fue la segunda energía que más aportó al mix, solo superada por la nuclear (22,7%) y seguida por el ciclo combinado, que produjo el 16,7% y la hidráulica que supuso el 14.4%. La energía de producción fotovoltaica se acerca al 9% de la producida. Prácticamente el 50% de la energía producida hoy es de origen renovable.

 


El modelo energético mundial es muy difícilmente sostenible porque se basa en el consumo de petróleo y carbón, recursos limitados

 

El alza de los precios

¿Y porque los precios están en máximos históricos?  La respuesta es compleja: las energías llamadas “verdes”, a pesar su progreso en eficiencia, son por su propia naturaleza dependientes de un intangible. España tiene muy escasa capacidad (al margen de las obligaciones que imponen las medidas de transición ecológica) de producción y transformación de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón.

Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) nuestra dependencia energética del exterior se sitúa en aproximadamente un 73%. Así, en España apenas se produce un tercio de la energía que se consume.

La dependencia del suministro de terceros de productos como el Gas Natural Licuado (GNL) y la geopolítica, amén del mercado y situaciones como la pandemia, son determinantes. El cierre del Gasoducto Magreb Europa (GME) o el estratosférico incremento de los fletes, en gran medida producto del geométrico incremento de la demanda de países en desarrollo industrial, han tenido un efecto muy pernicioso. Un ejemplo: en todo el mundo existen aproximadamente 645 buque capaces de transportar GNL y, por decirlo de forma simple vende su carga al mejor postor.

Uno de los grandes problemas de la energía eléctrica es que su consumo debe ser inmediato, ya que no se puede almacenar grandes cantidades de electricidad, por lo que debemos estimar casi a la perfección la energía que va a consumir nuestro país a cada instante en tiempo casi real.

La alternativa nuclear

Es este un debate complejo al que se debería descargar de prejuicios para abordarlo, siendo cual sea su conclusión, de manera neutral, bajo el análisis científico (con sus pros y sus contras) y sin olvidar que como señala el adagio británico TANSTAAFL “no hay almuerzo gratis”.

La Comisión Económica para Europa de Naciones Unidas (UNECE) ha publicado el informe Life Cycle Assessment of Electricity Generation Options, en el que concluye que la energía nuclear produce menos emisiones de CO2 en su ciclo completo de vida que cualquier otra fuente de producción de electricidad.

El informe de UNECE también indica que la energía nuclear es -entre las tecnologías limpias- la que en su ciclo de vida hace un menor uso de terreno y la que requiere una menor cantidad de minerales y materiales metálicos.

Por otra parte, la preocupación por los residuos y la seguridad no son en absoluto insoslayables. La “vida” de los residuos de alta actividad puede ser de decenas de miles de años.

Sucesos como los (con grandes diferencias en su origen y tratamiento entre ellos) de Three Mile Island (EE. UU. ,1978); Chernóbil (Ucrania, 1985); o Fukushima (Japón, 2011) no pueden ser olvidados, ni tampoco que de ellos la tecnología tristemente aprendió en la búsqueda de soluciones preventivas.

España, al contrario que en la de otros combustibles, dispone de unas reservas de uranio evaluadas en 4.650 toneladas de U3O8 a costes de explotación inferiores a 80 $/kg U y 12.160 toneladas a costes comprendidos entre 80 y 130 $/kg U. Lo que la sitúa en el segundo país europeo en importancia, detrás de Francia.

Por otra parte, la investigación en el desarrollo pacífico de la energía nuclear de fusión prácticamente limpia y sin residuos, sigue avanzando. Sobre ella el recientemente desaparecido físico Stephen Hawking dijo en 2016 que” la tecnología que permite generar fusión nuclear es la más prometedora para la humanidad”.

Referentes en energía fotovoltaica
España pretende convertirse en la referencia mundial de la energía fotovoltaica. Así, además de tener la macroplanta fotovoltaica más grande de Europa, cuenta con los tres parques en construcción con la mayor potencia de todos los que se están instalando en la UE: 500 MW, 300 MW y 300 MW respectivamente. Cuando estén conectados dispondremos de cuatro de los cinco parques más grandes de Europa. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) ha establecido que para 2031 el 74% de la electricidad generada tendrá que provenir de fuentes renovables.
Francia la nuclear
Francia cuenta con 58 reactores repartidos en 19 emplazamientos nucleares. Gracias a ellos más de la mitad de la energía producida en este país proviene de reactores nucleares y es un 84 % baja en emisiones. Las renovables solo proporcionan un 17 % de la energía total, según los datos de ElectricityMap. Mucha de esa energía es consumida en España y varías de sus centrales productoras se encuentran a pocos centenares de Km de la frontera española.

Para saber más

La página de Red Eléctrica de España ofrece las estadísticas y datos de consumo en tiempo real de la energía eléctrica es España

La Comisión Económica para Europa de Naciones Unidas (UNECE) ha publicado el informe Life Cycle Assessment of Electricity Generation Options

La Fundación Canal mantiene el Blog Descubre la Energía en el que da amplia información sobre el mix energético

Si EE.UU. ataca a Irán, que Dios nos ayude, por Carlos Sánchez

EN ESTE PAÍS

CARLOS SÁNCHEZ,

director adjunto de «El Confidencial»

 

Occidente ha vuelto a comprobar que su dependencia del exterior es excesiva. Incluso, peligrosa. En particular, por su subordinación a Rusia

“Si EEUU ataca a Irán, que Dios nos ayude”.

Hace ahora quince años, el legendario jeque Yamani, el hombre que inspiró los dos choques petrolíferos de los años 70 que pusieron contra las cuerdas a Occidente, estuvo en Madrid invitado por el Real Instituto Elcano. EE.UU., por entonces, amenazaba a Irán con intervenir si proseguía con su carrera nuclear, y Yamani, ya defenestrado de su poder como ministro del Petróleo de Arabía Saudí, lanzó una advertencia que todavía se puede escuchar: “Si EE.UU. ataca a Irán, que Dios nos ayude”. Y resuena porque en plena transición ecológica hacia la descarbonización, el mundo sigue dependiendo de las energías fósiles. Es decir, de los productores de hidrocarburos. El petróleo y el gas, hijos de una misma tierra, corren por las venas del sistema productivo.

Es verdad que en las últimas décadas se ha avanzado en la producción de renovables y en la eficiencia energética, pero hoy, guste o no, los hidrocarburos -junto con las centrales nucleares- siguen moviendo el planeta. Evidentemente, porque las nuevas tecnologías de generación limpias no han sido todavía capaces de sustituir a los combustibles fósiles, pero también por ausencia de un viejo concepto que se estudiaba en las escuelas de diplomacia y que hoy se ha vuelto a poner de moda: la independencia energética. Pero que tras la superación de los dos choques petrolíferos desapareció durante años de la agenda política.

Tras la caída del muro de Berlín y la eclosión de la globalización, se entendió que el mundo se iba a regir sin fronteras. Paz celestial. Se olvidó, es más, que el aprovisionamiento energético forma parte de la geoestrategia de los países, como sucedió en los setenta cuando se nacionalizaron los pozos en Oriente Medio, y que, por lo tanto, podría haber problemas de suministro. La palabra independencia -energética o no-, de hecho, se retiró de la circulación, salvo en países como Francia, pero hoy se reivindica como un objetivo a conseguir. La propia UE ha lanzado un proyecto de autonomía estratégica que incluye, como no puede ser de otra manera, la energía.

Sin duda, porque Occidente ha visto las orejas al lobo y ha vuelto a comprobar que su dependencia del exterior es excesiva. Incluso, peligrosa. En particular, por su subordinación a Rusia, que tiene la llave del aprovisionamiento energético. EE.UU. ya lo consiguió hace unos años con el petróleo de esquisto (shale oil), aunque a un precio elevado porque el fracking es costoso, pero la UE aún está lejos de lograrlo.

Sólo hay que mirar algunas cifras para comprobarlo. El 40,4% del gas natural que consumen los hogares y las empresas europeas procede de Rusia. También, el 40% del carbón que llega a Europa viene de allí, mientras que el 29,3% del petróleo que recala en las refinerías continentales procede de la tierra de Putin. La rusa Gazprom, de hecho, tiene influencia sobre casi un tercio de todo el almacenamiento de gas en Alemania, Austria y Países Bajos. Rusia, por si esto no fuera suficiente, es el único proveedor de las importaciones de gas de seis países de la UE.

Rusia, sin embargo, no es la causa, es la consecuencia. El problema, a falta de hidrocarburos en el subsuelo, una mera casualidad geológica, es que el despegue de las energías limpias es lento, tiene limitaciones y es caro. En unos casos por razones tecnológicas, el almacenamiento a gran escala sigue siendo una quimera, pero en otros porque se ha arrastrado los pies subvencionando a los combustibles fósiles en lugar de haber hecho una apuesta más decidida por las energías limpias, como recuerdan una y otra vez los informes de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Aunque no es fácil ponerse de acuerdo sobre la cuantía, la propia UE ha estimado que sólo en la región las subvenciones a los combustibles fósiles oscilan entre 39.000 millones y 200.000 millones de euros al año. Obviamente, porque se ha sido poco diligente en cambiar el statu quo, basado en importar hidrocarburos y así favorecer una industria intensiva en empleo y capital. Y España, hay que reconocerlo, está algo más que retrasada respecto del contexto europeo. El 70% de la demanda energética es importada, algo más de diez puntos por encima de la media europea.

El problema es todavía mayor si se tiene en cuenta que España, históricamente, siempre se ha considerado una isla energética. Pese a depender excesivamente del exterior, tampoco ha sabido -o podido- aprovechar las interconexiones con Europa, que son la clave de bóveda a la hora de diversificar las fuentes de suministro.

No es lo mismo depender de regiones convulsas como el norte de África o Rusia, con serias disputas con la UE, que de la Unión Europea, por donde transitan innumerables redes de aprovisionamiento, ya sean fósiles, renovables o de origen nuclear.

Es verdad que también la UE importa más de la mitad de la energía que consume, pero no es lo mismo lidiar con una crisis como la actual desde una posición común -ampliando las redes de interconexión- que desde el ámbito nacional. El corte de suministro de gas argelino a España a través de Marruecos es un buen ejemplo.

La solución, es evidente, está en las energías renovables. No sólo porque ayudan a luchar contra el cambio climático, sino porque por su propia naturaleza -las instalaciones físicas están en cada uno de los países- suponen un avance considerable hacia la independencia energética, aunque nunca del todo. La dependencia también es tecnológica, y esa es un arma demasiado poderosa para poder situarla fuera de la disputa geoestratégica. Como suele decirse, la energía, desde la primera revolución industrial, ha movido el mundo. Y en eso estamos.

La ciberdelincuencia acecha a los escolares, por Margarita Sáenz-Diez

Margarita

LA @

MARGARITA SÁENZ-DÍEZ, periodista

 

A estas alturas resulta que, agazapada en mi veterano PC, acaso exista una fábrica de dinero… ¿Quién me lo iba a decir?

La ciberdelincuencia acecha a los escolares

Confieso que cuando estaba preparando este artículo he pasado por varias fases. La primera, de incredulidad. Porque… ¿para qué va a querer un sofisticado pirata informático entrar en el ordenador de un niño de primaria? Después, la del asombro, al averiguar las elevadas cifras de incidentes informáticos motivados por los hackers que se han producido últimamente en los centros educativos y universitarios.

Después, he empezado a alarmarme al comprender, como forzada navegante por el ciberespacio, los riesgos y peligros que nos acechan a los que, como yo misma, somos confiadas y no creemos que lo mío tenga demasiado interés para nadie.

Por último, el conocimiento de los aspectos técnicos de los ataques, la somera descripción de lo que significa el ransomware, el IoT o el sigiloso cryptojacking, me han llevado a un estado cercano a la perplejidad.

El hecho de que, en la última primavera, solo en un mes, escuelas de educación infantil, de primaria y secundaria, colegios y universidades se hayan visto afectados en todo el mundo por ataques de ransomware da mucho que pensar. Ese aumento que señalan los expertos tiene que ver, sin duda, con la necesidad derivada de las medidas preventivas contra la pandemia, como estudiar online con preferencia a las clases presenciales.

En su máxima expresión, los ladrones de datos se apoderan del control de los sistemas informáticos y piden un rescate para liberarlo. Rescate que la policía desaconseja que se haga efectivo.

He ido descubriendo que los más jóvenes resultan atractivos para los ciberdelincuentes porque sus datos están limpios y se les puede robar la identidad sin que nadie se entere hasta bastantes años después. Y parece que en el mercado negro se llega a abonar por ellos hasta 350 dólares.

Especialistas en estas áreas comentan que, de forma genérica, puede decirse que ocurre en el mundo académico, igual que en el caso de ayuntamientos, agencias de seguros u hospitales, en bases de datos muy bien estructuradas y, muchas veces, poco defendidas.

El auge de lo online hace a las bases de datos más ubicuas y golosas por su tamaño. En muchas ocasiones no se trata de un objetivo personal concreto, sino de engordar bases y bases de datos para entrenar algoritmos. Pero sucede que cuánto más crítico es un servicio, su propietario es más proclive a pagar para recuperar el acceso a los datos.

Desde el punto de vista de un alumno avispado, hay determinadas informaciones muy críticas: las preguntas de un examen, las notas, los datos sensibles de un profesor. Porque, explican, “si se pueden ver, se pueden modificar”. Y no hay que olvidar un aspecto crucial en el caso de las universidades, quizás el que más, porque en esos centros docentes superiores se generan muchas patentes y mucho conocimiento. De este modo, los ataques se convierten en un tipo de espionaje industrial para vender el botín capturado.

En una entrevista al responsable de sistemas tecnológicos de la Universidad de Comillas decía que el incremento de la tele docencia ha supuesto a su vez el aumento del uso de dispositivos particulares y se ha hecho necesario para la institución elevar la seguridad a los servicios en la nube y a los dispositivos que no son propios, pero se conectan a la red. Problemas que hasta hace poco no estaban presentes y que están obligando a las instituciones académicas a intentar ponerse al día en aspectos hasta ahora impensables pero que cuando llegan, desbaratan la actividad.

A mediados de octubre, la Universidad Autónoma de Barcelona ignoraba, después de varios ataques sufridos de ransomware, si podrían tener restaurado el sistema para Navidad. ¿Se imaginan el trastorno? Es una situación que corre en paralelo en diferentes países. A finales de noviembre, la pontificia Universidad Javierana, en Colombia, se encontraba con los servidores bloqueados y avisando a alumnos y docentes de la situación. Tampoco sabían hasta cuando podría darse por acabado el incidente.

Pero también los expertos hablan de una luz de esperanza al final del camino. Platean como posibilidad la experiencia de otros países que están trabajando en la instauración de planes de rescate que facilitan fondos a las instituciones docentes para que puedan abordar formulas para dotar de ciberseguridad a sus instalaciones o incluso para abonar los rescates exigidos. El problema, es que aún falta tiempo para llegar a ese horizonte de apoyo económico mientras los delincuentes no descansan.

 Ángel Gómez de Ágreda autor de Mundo Orwell, manual de supervivencia para un mundo hiperconectado afirmaba en una entrevista: “Cuando ves lo que hacen algunos chavales en concursos de ciberataques, inquieta y mucho. Tengo muy claro que para conseguir armas atómicas hace falta mucho dinero, tiempo, medios y talento. Para el equivalente en el mundo digital solamente hace falta talento. Y ganas de utilizarlo para buscarle a alguien las cosquillas. Cualquiera puede construirse armas de distracción masiva, aunque no de destrucción masiva”.

La sensación de vulnerabilidad e indefensión que provocan esas situaciones añade un punto más de vértigo a la vida cotidiana ante impensables amenazas tan sorprendentes como el control remoto de tu ordenador para extraer toda tu vida allí almacenada. O que alguien lo utilice de manera silenciosa para acumular criptomonedas, que es lo que hacen quienes atacan mediante el temido cryptojacking.

 A estas alturas resulta que, agazapada en mi veterano PC, acaso exista una fábrica de dinero…  ¿Quién me lo iba a decir?

Hackeo a la educación

LA @

‘HACKEO’ A LA EDUCACIÓN

Los asaltos a centros educativos no son algo anecdótico, obra de un francotirador del ciberespacio. Forman parte de un bombardeo a muchos sectores

El sector educativo está entre los tres objetivos preferidos de los piratas informáticos. La inmersión en el mundo digital de escuelas y universidades durante la pandemia las ha expuesto más a sus ataques. El gran número de datos que manejan es un gran botín de los hackers.

@Gabrielcruztv

La imagen que tenemos de un pirata informático que ataca a una universidad es la de un joven con capucha o gorro de lana, aunque esté calentito en su habitación.  En su monitor se suceden infinidad de números verdes fluorescentes hasta que le aparece el mensaje: “acceso permitido”. Accede a la base de datos de la universidad y cambia sus calificaciones. Bien.. pues nada más lejos de la realidad.

Los asaltos a centros educativos no son algo anecdótico obra de un francotirador del ciberespacio. Forman parte de un bombardeo a muchos sectores. Sin embargo, cuando una “bomba” , en forma de email pernicioso, revienta en una organización educativa, la explosión es en cadena por el alto número de usuarios a los que alcanza. Además la educación tiene una gran superficie de exposición a los ataques por  su gran interconexión para recibir clases online o por su número de redes wifi públicas.

Los estudios son diversos pero coinciden. El de Ciberamenazas 2021 de SonicWall, una empresa de seguridad informática con más de 1,1 millones de sensores repartidos por 215 países, señala que los ataques a gobiernos se han multiplicado por nueve, al sector educativo y sanidad prácticamente por seis. Otro estudios también de empresas de ciberseguridad como SecurityHQ o Check Point Research (CPR)  coinciden en que la educación está entre los tres sectores más ciberatacados. 

¿ El objetivo  es la educación?

Presentar a Marta Beltrán es difícil o bien porque  su currículum es muy largo:  ingeniería electrónica, licenciada en Físicas, doctora en Informática, etc. o porque estudia sobre áreas poco comunes para el resto de los mortales: “sistemas distributivos, seguridad en Cloud, Edge, gestión de identidades y accesos, etc.”  Pero es de las más adecuada para hablar de  ciberataques a centros educativos: es profesora y coordina el Grado en Ingeniería de la Ciberseguridad en la Universidad Rey Juan Carlos.

 


LA EDUCACIÓN TIENE UNA GRAN EXPOSICIÓN A LOS ATAQUES POR SU INTERCONEXIÓN PARA RECIBIR CLASES ‘ONLINE’ O POR SU NÚMERO DE REDES WIFI PÚBLICAS

 

“Los ataques no se dan porque los piratas tengan especial manía  a la educación sino por su alto grado de digitalización”. ¿Por qué hay tan pocos ataques en la administración de justicia? “Porque todavía siguen con papel. En cambio, en la universidad hay miles de alumnos  conectados, sobre todo después de la pandemia que nos trasladó completamente al mundo digital. Por probabilidad hay más posibilidades de éxito. Basta que un profesor/alumno se infecte de un virus y, si no hay la seguridad suficiente, caigan miles” , señala.

“Tenemos tus datos”

La mayor parte de los ataques son ransomware o “secuestro de datos”. Se trata de un software malicioso que cifra todos los archivos y piden un rescate a cambio de descifrárselo para que pueda volver  a trabajar. Pero todo puede ir a peor, como señala Beltrán: “desde hace medio año a este chantaje se suma otro: si no pagan filtrarán todos los datos en internet”.

Es decir, aumentan la tensión en la víctima. Por un lado, por no poder trabajar al  bloquear  miles de historiales académicos, clases…y por otro, la fuga de datos supone un daño reputacional grave. Lo primero, se puede resolver si se han hecho copias de seguridad de los archivos.  Pero en la fuga de datos no hay subsanación posible y es denunciable por alumnos o pacientes, si es un hospital.  En España hay obligación de notificar una brecha se seguridad con fuga de datos personales antes de 72 horas a la Agencia Española de Protección de Datos. A continuación se le hace un examen  para cerciorarse de que tenía las medidas adecuadas para proteger los datos según la ley (Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) 2016/679 y Directiva (UE) 2016/1148). A partir de ahí,   si concluyen que esa brecha de seguridad era inevitable no habría sanción pero si se descubre que no se tomaron las medidas adecuadas se multaría. Ahora bien, si no hay fuga de datos privados no hay obligación para una empresa privada de comunicar un ciberataque, por lo que muchos de estos no nos enteramos. 

 ¿Pagar el chantaje?

Hay algo que no cuadra. Una institución pública no puede pagar un chantaje a un delincuente  entonces: ¿qué sentido tiene atacar a una organización educativa si saben que no conseguirán dinero? Beltrán lanza tres claves :

Primero, porque el ataque se lanzó  de forma indiscriminada. Por ejemplo, en una campaña de  tres millones de correos fraudulentos es muy probable que uno de ellos acabe en una cuenta de un alumno o profesor porque son miles. Con que uno de ellos funcione puede contaminar al resto.  No es un ataque dirigido, fue probabilidad.

Segundo, el criminal que puede estar en un lejano país no sabe que la mayoría de universidades en España son públicas y que no pagarán. Pero lo lanza creyendo que se pueden comportar como una privada, como son la mayoría en EE.UU, que son autónomas para pagar o no un rescate.

Tercero, esta vez sí, el criminal busca el ataque concreto contra una universidad que sabe que no pagará por el rescate de sus datos. Pero lo comete para conseguir prestigio o también por interés político o estratégico para dañar la imagen de una universidad reconocida, por ejemplo.

 


EN ESPAÑA HAY OBLIGACIÓN DE NOTIFICAR UNA BRECHA DE SEGURIDAD CON FUGA DE DATOS PERSONALES ANTES DE 72 HORAS A LA AGENCIA ESPAÑOLA DE PROTECCIÓN DE DATOS

 

El ciberataque a la Autónoma

Fue el último y más importante contra una institución educativa en España. Ocurrió el 11 de octubre y aún tres meses después se notan sus efectos. Nos enteramos del ataque por los propios usuarios.  Anuló 1.200 servidores, 10.000 ordenadores y afectó a más de 50.000 usuarios entre alumnos y empleados. El tipo de ataque fue un  ransomware que encriptó los datos y solicitaba dinero para volver a hacerlos accesibles. La UAB ha negado pagar el rescate. Sin embargo, ha tenido que recibir una ayuda de casi 4 millones de euros para volver a la normalidad y garantizar su seguridad.  Si este es solo el coste para una universidad, a nivel mundial es difícil  imaginar el de todos ellos. Aún así, algunos medios especializados como  “Cybersecurity Ventures” señalan que el coste de todos los ciberataques en el mundo, no solo educación, es de cinco billones de euros.

 Sin embargo, pese a que la educación recibe muchos asaltos informáticos, Luis Blanco, jefe de tecnologías de la Información de la Universidad de Comillas, que apuesta fuerte por la seguridad, apunta a que  “de las 72 universidades, diría que un 50% está preocupado por la seguridad y tomando medidas, y el otro 50% está expectante a ver qué hace el resto”. Es decir, parece que se hace más bien poco. De hecho, no hay medidas estandarizadas entre universidades,  cada una se protege como quiere o puede.  Ahora bien, su título no corre peligro. Lo habitual es que el acceso a la información más importante (titulaciones, expedientes, etc.) tenga doble autentificación y cuentan con hasta cuádruple copia de seguridad. Pero como siempre la seguridad no existe al 100% . Por si acaso, no quite el diploma que tiene colgado.

AQUÍ HAY TRABAJO (Y MUCHO)

El mayor problema de las redes es la falta de profesionales bien formados. Así, según los datos de noviembre de 2021 del INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) en Europa no se cubren 168.000 puestos en ciberseguridad, cifra que asciende a 3,1 millones a nivel mundial. Antes de dejar corriendo la revista y apuntarse a un curso. En esta dirección… tiene los centros reglados. 

¿Somos una potencia en ciberseguridad?

España tiene varios organismos que se encargan de la seguridad digital: el Consejo Nacional de Ciberseguridad, el Foro Nacional de Ciberseguridad, el Centro Criptológico Nacional , el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), etc. Además, somos el cuarto país más ciberseguro según el Global Cibersecurity Index de 2020, el principal informe sobre ciberseguridad internacional de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo dependiente de Nacionales Unidas. Sin embargo, nuestro país quedó fuera de la reunión virtual que convocó EE.UU. en octubre y que reunió a 30 naciones para coordinarse frente a los ciberataques.  Nos dejaron fuera como a Rusia, y eso que en nuestro país no hay hackers organizados.

Suspenso en protección

Eduardo Brenes (en Twitter @BrenesEdu) es jefe de la división ibérica de Sonic Wall, empresa estadounidense de ciberseguridad.  Viendo los fallos que han detectado en el sector educativo es fácil el remedio: hacer lo contrario. Según sus datos el 63% de las escuelas no revisan los permisos de forma regular; el 22% no sabe cómo se otorgan los derechos de acceso e incluso el 24% otorgó acceso directo a toda solicitud.  Sólo el 18% de las instituciones educativas tiene un profesional de ciberseguridad dedicado a tiempo completo.

Internet también contamina

LA @

INTERNET
TAMBIÉN
CONTAMINA

Que no salga humo no significa que no contamine. Lo que sucede es que la “chimenea” está lejos de su casa, concretamente allí donde están los servidores que albergan el contenido. Se calcula que el sector de las tecnologías de la información produce el 2,5% de CO2 de las emisiones mundiales, superior al de la aviación comercial con un 2%.
GABRIEL CRUZ

@Gabrielcruztv

Calculadoras de carbono.

Para saber cuál es la huella que deja desde nuestra empresa a una explotación agrícola e incluso un ayuntamiento, el Ministerio de Transición Ecológica dispone de una calculadora. Otras empresas privadas también lo hacen y a cambio piden aportaciones para sus proyectos de reforestación con el fin de neutralizar esa huella de carbono.

¿Cuándo fue la última vez que consultó una palabra en un diccionario de papel?

No se trata de regresar a tiempos pretéritos. Contamina menos una videoconferencia que viajar todos sus participantes a un lugar común. Incluso conocí a un dirigente ecologista que estaba en contra de los vehículos eléctricos porque las micropartículas de los neumáticos contaminaban (¿pensaría moverse a caballo?). En cualquier caso, se trata de ser conscientes de que también internet contamina para poner soluciones. 

Un dato muy extendido y muy gráfico lo calculó Rabih Bashroush, profesor de infraestructuras digitales de la escuela de la Universidad Este de Londres. Según este ingeniero los cinco mil millones de veces que se reprodujo por internet el video musical de la canción Despacito, el éxito de 2017, consumió 250.000 toneladas de dióxido de carbono en solo un año. Es el equivalente a lo que consumieron Chad, Guinea-Bissau, Somalia y Sierra Leona.

Netflix reconoce que ver una hora en España provoca una emisión de 55 gramos de CO2, como si hiciera cuatro bolsas de palomitas en un microondas. A esto se suman la ingente producción de redes sociales (Tik Tok, etc. ) que generan contenidos sin parar. 

Nubes negras

Billones de archivos o cientos de miles de películas, a los que se conecta a través de internet, están en un lugar físico. Son los servidores conocidos como la “nube”. Aunque su nombre evoque algo etéreo y neutro consume una gran electricidad. Nosotros visitamos una en Alcobendas (Madrid). Para empezar, no son blancas sino enormes pasillos negros llenos de discos duros funcionando sin parar. Hay mucho ruido de los ventiladores del sistema de refrigeración que evitan que los discos duros colapsen por el propio calor que generan en su funcionamiento. Consumen tanta energía, que en caso de corte de suministro funcionarían generadores de barco para abastecerles de electricidad.  Sobre esto tenemos un claro ejemplo de ese interés del que hablábamos al principio por buscar soluciones: el proyecto Natlick de Microsoft, que ha comprobado que sumergiendo sus centros de datos en el mar del Norte en Escocia se reduciría al máximo su consumo de energía para refrigerarlos.

 


Un estudio de la Universidad de Cambridge calculó que la red Bitcoin consume anualmente la misma energía que Noruega

 

Todo deja huella

Si bien las estadísticas son dispares, coinciden en que el consumo energético de internet genera más contaminación que la aviación mundial, ya que algunos expertos incluyen la contaminación que provoca la extracción de minerales para componentes, su fabricación y transporte.  Es decir, aunque no nos conectemos ya se ha creado una huella ecológica. Así, hay cálculos que apuntan a que para que un ebook sea más “ecológico” que un libro de papel tendríamos que leer 33 obras digitales de 360 páginas cada una.  Otros cómputos aseguran que un correo electrónico de una lectura de un minuto equivale a unos 3 gramos de CO2 si lo enviamos por el móvil, pero si es por el ordenador, que consume más, supondría 5 gramos.

Aunque lo que de verdad llama la atención es el caso de las criptomonedas, lo que para algunos es una estafa piramidal para otros es una oportunidad de especulación basada en la minería de datos. Es decir, en tener miles de ordenadores trabajando sin descanso para descifrar los códigos en los que se basa el sistema. El 70% de estas granjas se encuentran en China, otra cruz más para el país más contaminante del mundo. Un estudio de la Universidad de Cambridge calculó que la red Bitcoin consume anualmente la misma energía que Noruega. El consumo anual de electricidad usado en la extracción de monedas digitales es de alrededor de 66 Terabatio hora TWh por año, una cuarta parte del consumo anual de España. A esto súmele productos de lo más variados. Por ejemplo, el arte criptográfico o NFT que hace único a través de un código un video o foto digital del que en realidad se pueden hacer copias. La desconfianza es la misma que con las criptomonedas, pero da igual, genera dinero que es lo importante.

Lo que está claro es que conforme aumentan los beneficios de una empresa digital crece su huella ecológica. Greenpeace en su informe sobre contaminación en internet (Clicking  Clean 2017, aún no ha publicado uno más actualizado) señala que Amazon  solo usaba un 17% de energía renovable, Youtube un 54% y Facebook un 60% .

Ahora surgen empresas certificadoras especializadas en otorgar sellos de neutralidad de carbono a páginas web. Lo entregan a cambio de invertir en proyectos de deforestación en los que por ejemplo se entrega 9,75 euros por cada tonelada de dióxido de carbono producida. Lo que nos llama la atención es que al pinchar en algunos de esos certificados descubrimos que las entidades que lo otorgan son empresas de marketing y comunicación. Todo es negocio. 

Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)

CON SELLO PERSONAL

Rodrigo Buenaventura,

presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)

“Los mercados españoles responderán bien a las incertidumbres actuales”

Rodrigo Buenaventura (Madrid,1968) es desde hace un año presidente de la CNMV, institución a la que ha dedicado los últimos años de su vida profesional, tras ocupar anteriormente cargos en la ESMA (European Securities and Markets) y en el grupo AFI (Consultores de Administraciones Públicas). Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid, es reconocido entre los grandes expertos en el análisis y la dirección de los mercados de valores.

CARLOS CAPA

– ¿Qué destacaría de la actividad de la CNMV en su primer año como presidente de la institución?

Fui nombrado presidente de la CNMV meses después del inicio de la pandemia y a lo largo de este año hemos vivido una situación complicada como sociedad y como economía. Creo que, en este periodo, la Comisión ha respondido muy bien al momento que nos ha tocado vivir en lo que respecta a la protección del inversor minorista, pero también en lo que respecta al conjunto de los mercados financieros, facilitando que empresas cotizadas y resto de agentes del mercado pudieran operar con normalidad en un momento crítico. Hemos tenido récord de consultas, reclamaciones, salidas a bolsa y muchos otros procedimientos, así que ha sido un año muy activo, que hemos sorteado gracias al equipo humano que tenemos. Ahora, cuando la crisis parece que va poco a poco remitiendo, la CNMV debe seguir apoyando para contribuir a una recuperación económica efectiva y para que podamos afrontar los retos que, tenemos por delante.

-¿Qué objetivo le gustaría haber alcanzado cuando finalice su mandato?

La CNMV es una institución muy consolidada y efectiva y lo último que uno debe perseguir en estos casos es dejar improntas o revolucionar nada. Me conformaría con dejar la institución tan fuerte, profesionalizada e independiente como la encontré y, si acaso, mejorar un par de cosas. La digitalización de la supervisión, la incorporación de la dimensión de sostenibilidad y la presencia internacional de la CNMV son algunos de esos ejes de actuación.

-Algunos analistas advierten que puede avecinarse una “tormenta perfecta” en la economía de los países desarrollados por la combinación de elementos como la alta inflación, una recuperación más lenta, crisis energética, etc. ¿Son sólidos los mercados españoles para resistir una situación como esta?

Los mercados españoles han respondido bien a las diferentes crisis que a lo largo de los últimos decenios nos ha tocado vivir y pienso que responderán bien ante las incertidumbres actuales. Pero además de los riesgos macroeconómicos, los mercados de valores han de posicionarse como una de las herramientas clave en la recuperación económica y fundamentalmente, en la financiación de las inversiones necesarias derivadas de la sostenibilidad y de la digitalización que según estimaciones pueden llegar a suponer 30.000 millones de euros anuales adicionales en la actual década en nuestro país. Y la financiación de esas históricas inversiones no puede depender únicamente del esfuerzo público o de estructuras de financiación tradicionales que atienden al endeudamiento bancario, por lo que será necesaria la participación de los mercados bursátiles. Creo que los mercados españoles, como en el pasado, están en disposición de financiar y apoyar la recuperación y las necesidades de la economía española.

-¿Está el pequeño inversor o el accionista minoritario suficientemente protegido en el mercado español?

Tras la crisis financiera de 2008 se inició un importante proceso de fertilidad normativa cuyos objetivos fundamentales fueron aportar una mayor transparencia e información al mercado, pero fundamentalmente una mayor protección al inversor minorista. Y creo que esos objetivos se han conseguido. Es cierto que, con ello, puede haberse hecho muy compleja la cantidad de información que reciben los inversores o las vías de acceso a los mercados de valores. Hay que repensar cuáles de los mecanismos de información tienen sentido en una época en que los ciudadanos compran instrumentos financieros desde la pantalla de su móvil. Y hay que reforzar la educación financiera, en la que venimos insistiendo desde 2008. Por mucho que exijamos los supervisores, sólo un cliente informado es un cliente protegido.

-La representación femenina en las empresas del IBEX-35 ha logrado alcanzar la meta intermedia del 30%. Con todo, al horizonte de la paridad le queda recorrido. ¿Qué deben hacer las compañías para acelerar el camino de la igualdad en sus consejos?

Esta cuestión es tanto un tema de igualdad como de atraer el mejor talento disponible a las cotizadas. Y al menos el 50% del talento lo acumulan las mujeres, por lo que es absurdo no procurar incorporar a los mejores (en este caso, las mejores). A cierre de 2020 el porcentaje de presencia femenina en los consejos de administración de empresas cotizadas se situó en un 26,1%, mientras que en las sociedades del Ibex alcanza un 31,3%. El legislador español ha preferido no imponer un sistema de cuotas. Desde la CNMV decidimos apoyar este proceso marcando objetivos en forma de recomendaciones crecientes para las cotizadas. En 2012, había algo más de un 12% de mujeres en los consejos y el objetivo actual para 2022 es un 40%. Si se lograse, habríamos dado un paso de gigante en sólo una década. Pero la herramienta legal que tenemos en CNMV es sólo la recomendación: si se quiere ir más rápido o asegurarse de que todos cumplen (no sólo en promedio) sin excepciones, es sólo el legislador quien puede hacerlo.

Donde la fotografía de la igualdad de género se muestra muy distorsionada es en la presencia de mujeres en la alta dirección. El porcentaje actual es del 17%, tan solo un punto porcentual mayor al del año anterior y en este aspecto las empresas deben poner un mayor foco, porque los puestos de alta dirección se constituyen como un semillero natural de futuras consejeras.

-El Anteproyecto de Ley Concursal está generando un intenso debate. ¿Cómo valora usted este nuevo marco?

El Anteproyecto de Ley Concursal aborda una reforma estructural del sistema concursal, introduciendo los planes de reestructuración como instrumento pre-concursal dirigido a evitar las situaciones de insolvencia o a superarlas. Asimismo, destaca la inclusión de un mecanismo de alerta temprana con virtualidad para efectuar un diagnóstico precoz de posibles situaciones de dificultades financieras. De esta forma, las empresas que, de conformidad con determinados indicadores, se encuentren en una situación susceptible de desembocar en situación de insolvencia, podrán adoptar medidas dirigidas a preservar el valor de la empresa, incentivando la adopción de medidas de reorganización o reestructuración cuando todavía sea posible evitar la situación de insolvencia. Con ello se permitirá al deudor responsable detectar la necesidad de actuar para evitar o para encauzar la insolvencia. En todo caso, es una norma compleja y puede haber cuestiones que ajustar, por ejemplo, en relación a los administradores concursales o al papel de los auditores.

-La Ley de Sociedades de Capital ha otorgado un nuevo papel a la CNMV en la regulación de las operaciones vinculadas. ¿Qué cambios se producen en este nuevo escenario?

La regulación de las operaciones vinculadas es, sin lugar a duda, una de las cuestiones más importantes de la nueva regulación. Si bien es cierto que el Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital ya las regulaba, se ha considerado necesario introducir determinadas novedades derivadas de la Directiva, aplicables a las sociedades cotizadas y dotar a este régimen jurídico de mayor claridad y sistematicidad.

El nuevo régimen exige que las operaciones vinculadas se difundan al mercado mediante su comunicación a la CNMV y la inclusión de un anuncio en la página web de la sociedad, siempre que alcancen o superen determinados umbrales cuantitativos y se acompañen de un informe elaborado por la comisión de auditoría, a más tardar en el momento de su celebración.

Pero nuestras competencias se reducen al régimen de publicidad, no al de aprobación. Recientemente la CNMV ha publicado un documento con preguntas y respuestas sobre el régimen de comunicación de operaciones vinculadas que da respuesta a las cuestiones más relevantes y de mayor aplicación por las sociedades cotizadas, que habían planteado algunas sociedades emisoras, acerca de cómo interpretar determinados requisitos del régimen de publicidad de las operaciones con partes vinculadas.

-¿Cree usted que las operaciones en criptomonedas jugarán un papel relevante en los mercados en un futuro próximo?

En este punto, me gusta diferenciar entre las criptomonedas y los criptoactivos aunque ambos lleven en su seno la misma tecnología. Soy escéptico en cuanto al futuro de las criptomonedas, tal y como las vemos hoy, en términos de generación de valor a largo plazo, salvo que alguna se convierta en medio de pago aceptado. Hoy el mundo de las criptodivisas está caracterizado por la especulación y la volatilidad y son activos de los que se desconoce realmente las fuerzas que forman su precio. En alguna ocasión he manifestado que, si una criptomoneda es volátil y rentable, no durará mucho como moneda y si dura, dejará de ser rentable porque se habrá convertido en un medio de pago virtual. Es decir, el tiempo pondrá las cosas en su sitio. Hoy incorporan un elevado riesgo y mi cautela ante ellas como supervisor viene determinada fundamentalmente, por el mandato de protección al inversor y por el daño potencial que decisiones arriesgadas sobre activos no regulados pueden tener si las decisiones de inversión no ponderan adecuadamente los riesgos a soportar.

Una cuestión distinta, que me interesa mucho más, son los criptoactivos (distintos de las criptomonedas) y la tecnología de blockchain que incorporan. Creo que en poco tiempo veremos la tockenización de innumerables activos financieros, desde cripto-acciones, cripto-bonos, cripto-participaciones en fondos de inversión e incluso cripto-inmuebles u otro tipo de activos reales, lo que permitirá una mayor eficiencia de los mercados. A diferencia de las criptomonedas, esos criptoactivos tienen un valor intrínseco, alguien que los emite y una corriente de pagos futuros.

-Por último: ¿qué pueden aportar los notarios y sus entidades representativas a la CNMV?

Mucho, tenemos una relación magnífica y en reiteradas ocasiones intercambiamos puntos de vista en común que son muy útiles para nuestra labor supervisora. Por otra parte, el acceso telemático al Índice Único Informatizado de los notarios permite acceder a una valiosa fuente de información del contenido de las escrituras públicas y sus intervinientes que en el marco de investigaciones de abuso de mercado puede ser de gran utilidad. Adicionalmente, los notarios disponen de una base de datos de titularidades reales de personas jurídicas, a la que se espera acceder con ocasión de la firma de un nuevo convenio, que permitirá identificar a las personas físicas que controlan las sociedades de capital españolas.

“La CNMV debe seguir apoyando para contribuir a una recuperación económica efectiva y para que podamos afrontar los retos que tenemos por delante”

Huella digital
El currículo profesional del Rodrigo Buenaventura está disponible en la web de la CNMV

Aunque no dispone de un perfil propio en Twitter, la Comisión Nacional del Mercado de Valores mantiene @CNMV_MEDIOS en la que informa de su actividad y la de su presidente.

“Los mercados españoles están en disposición de financiar y apoyar la recuperación y las necesidades de la economía española”

“Por mucho que exijamos los supervisores, sólo un cliente informado es un cliente protegido”

“Los notarios disponen de una base de datos de titularidades reales que nos permitirá identificar a las personas que controlan las sociedades de capital”