ESFERA CULTURAL
LEER CUADROS
CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO
LA COLECCIÓN DEL MUSEO DEL PRADO EN CANARIAS
REYES CARRASCO GARRIDO,
Conservadora responsable del Servicio de Depósitos
Los bienes culturales viajan para servir a las comunidades. Su contemplación y estudio se convierten en estímulo para la educación, creación y trasmisión de conocimiento. Las colecciones que conforman hoy el Museo del Prado han sido compartidas con otras instituciones desde el siglo XIX, apoyando sus misiones sociales, culturales o de representación institucional.
El Prado tiene depositados 3.420 bienes culturales en 284 instituciones. En las Islas Canarias se encuentran 93 de estas obras, todas ellas en espacios gestionados por las administraciones públicas. En la isla de Gran Canaria se encuentran 38 de estos bienes, distribuidos entre la Casa Colón, en la que hay 14, el Ayuntamiento de Las Palmas, con 21, y el Tribunal Superior de Justicia, con 3. En Santa Cruz de Tenerife el Prado está presente en el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, en el que hay 39 obras del Prado; en el Ayuntamiento de la Orotava, donde hay 8; y en el IES Canarias Cabrera Pinto, en La Laguna que guarda 9.
EN LAS ISLAS CANARIAS SE ENCUENTRAN 93 OBRAS DEL MUSEO DE EL PRADO, TODAS ELLAS EN ESPACIOS GESTIONADOS POR LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
En su origen, el conjunto depositado daba respuesta a una doble necesidad. Para el Museo del Prado era la forma de liberar espacio de sus almacenes y de encontrar un nuevo destino a los fondos que no podían ser expuestos. Para Canarias la solicitud se justificaba por ser un punto estratégico en el comercio de ultramar, con la consecuente visita de miles de extranjeros que podrían apreciar estas obras. A esta motivación se uniría, en el caso de Las Palmas, la ausencia de un museo que sirviera de aprendizaje de la historia del arte; y en el caso de su existencia, como en Tenerife, es una forma de completar la colección y el estudio de esta disciplina.
El pionero. El primer depósito realizado en las Islas fue en 1900 a petición del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, con destino al Museo de Bellas Artes de dicha ciudad. Se trataba de 12 obras procedentes del Museo de Arte Moderno, la mayoría grandes formatos de tema histórico, como La batalla de Otumba de Manuel Ramírez Ibáñez (P-5499) o La guerra, de Manuel Villegas (P-5503), obras que hoy siguen expuestas en sus salas.
Aunque el depósito es muy variado en temática, cronología y tipología, por su valor documental me gustaría destacar las obras de los alumnos de la Academia de dibujo y pintura de Manila (Filipinas), depositadas en los ayuntamientos de La Orotava y de Las Palmas en 1911 y 1913 respectivamente. Obras que, extrañas para su época por ser manifestación de un contexto cultural diferente al europeo, hoy son importantes para poner en valor la igualdad en el marco de la diversidad cultural, desde la perspectiva de la producción artística.
Se trata en su mayoría de pinturas que, tras su exhibición en la Exposición General de las Islas Filipinas de 1887, pasaron al Museo de Ultramar hasta su disolución en 1908, para posteriormente ingresar en la colección estable del Museo de Arte Moderno, institución que autorizó el envío de estas obras de ‘tipos y paisajes’ filipinos a las islas por falta de espacio para su exposición. Obras que son testimonio de la forma de actuar de una época que ahora es objeto de revisión.