ALDEA GLOBAL
ENRIQUE GIL BOTERO,
SECRETARIO GENERAL DE LA COMJIB
Constituida en Madrid en 1970, la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (COMJIB) está integrada por veintidós Estados miembros. Su secretario general desde hace cinco años es el colombiano Enrique Gil Botero, quien desgrana en esta entrevista las líneas maestras de su institución.
JOSÉ M. CARRASCOSA
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“El encuentro de Tenerife ha permitido consolidar un espacio de diálogo político-institucional al más alto nivel”
-Acaba de regresar del encuentro de la COMJIB y la CMJPLOP en Tenerife, donde ministros de Justicia de dieciséis países suscribieron la Declaración de las Islas Canarias. ¿Qué supondrá para la comunidad iberoamericana y de habla portuguesa esta iniciativa?
El II Encuentro de la COMJIB y la COMJPLOP en Tenerife ha permitido consolidar un espacio de diálogo político-institucional al más alto nivel entre Ministerios de Justicia en lengua española y lengua portuguesa. Esto nos permitirá profundizar los vínculos entre nuestras políticas públicas y nuestras herramientas de cooperación jurídica internacional en países con muchas similitudes culturales, históricas, lingüísticas y también jurídicas.
“LAS SOLICITUDES DE COOPERACIÓN JURÍDICA INTERNACIONAL AHORA SE PUEDEN TRAMITAR A TRAVÉS DE LA PLATAFORMA IBER@, DISEÑADA POR EL CENTRO TECNOLÓGICO DEL NOTARIADO”
-En la clausura de dicho encuentro alertó sobre «la gran amenaza que suponen los delitos transnacionales para la seguridad y el bienestar de los ciudadanos». ¿Cuáles son las principales líneas de actuación puestas en marcha desde la COMJIB?
En la COMJIB somos depositarios de diversos tratados internacionales suscritos por los Estados en aras de generar mayores respuestas contra la criminalidad organizada. Uno de ellos es el Tratado Relativo a la Transmisión Electrónica de Solicitudes de Cooperación Jurídica Internacional entre Autoridades Centrales, más conocido como Tratado de Medellín, que entró en vigor hace más de dos años. También contamos con otros tratados que regulan los equipos conjuntos de investigación en la región iberoamericana, que permiten constituir equipos de policías, fiscales y/o jueces para investigar delitos trasnacionales de cierta complejidad.
-La COMJIB y el Notariado español mantienen una estrecha colaboración -vehiculada, por ejemplo, con el desarrollo de las plataformas telemáticas como Iber@ e Iberfides-. ¿Cuál es su utilidad?
A través del Tratado de Medellín se está logrando que las solicitudes de cooperación jurídica internacional que antes se realizaban por valija diplomática o correo electrónico ahora se puedan tramitar ágilmente y con elevados niveles de seguridad a través de la Plataforma Iber@, diseñada y custodiada por el Centro Tecnológico del Notariado. Iberfides por su parte, es también una herramienta muy valiosa, con objetivos similares pero adaptada al ámbito notarial, la cual ha despertado mucho interés en los países iberoamericanos.
-Ha cumplido recientemente cinco años al frente de la secretaría general de la COMJIB. ¿Qué balance realiza de este período?
Una de mis prioridades como secretario general ha sido potenciar la Red Iberoamericana de Cooperación Jurídica Internacional (IberRed) que este año cumple su vigésimo aniversario. En la actualidad contamos con más de 300 puntos de contacto activos en la Plataforma Iber@; hemos vuelto a realizar encuentros presenciales de puntos de contacto; la página web de IberRed cuenta con información y noticias actualizadas; estamos realizando seminarios virtuales sobre temáticas de interés como protección de datos o cibercriminalidad; hemos logrado dar de alta a puntos de contacto de Eurojust en la Plataforma Iber@, y acabamos de ingresar como observadores a GlobE Network que es una red especializada anticorrupción de Naciones Unidas. He tratado de impulsar muchas iniciativas en estos cinco años, pero si tuviera que elegir la más importante, me quedaría con la reactivación efectiva de IberRed.
-Junto al idioma común, el derecho romano aglutina a los países de la comunidad iberoamericana. ¿Qué aporta mantener un régimen jurídico similar?
Los países iberoamericanos tenemos una tradición jurídica de derecho continental o civil law. Eso significa que tenemos muchas similitudes desde el punto de vista legislativo, pero también en cuanto a las prácticas jurídicas. Esta situación aporta numerosas ventajas ya que los problemas de los sistemas de justicia son bastante similares y eso permite también identificar estrategias conjuntas para abordarlos. Por ejemplo, un tema que hemos trabajado abundantemente en estos cinco años ha sido el problema de hacinamiento de los sistemas penitenciarios en América Latina. Hemos generado acuerdos políticos y técnicos en la COMJIB para promover respuestas más humanizadoras en los sistemas penales, promoviendo la alternatividad y la proporcionalidad de las penas. Ha sido posible alcanzar dichos acuerdos ya que tenemos diagnósticos bastante similares entre los países miembros.
-¿Cómo son las relaciones de la COMJIB con otras instituciones plurinacionales, como las comunitarias Eurojust o su homóloga JAI?
IberRed y Eurojust firmaron un memorándum de entendimiento en el año 2009 y en el año 2020 logramos firmar un Acuerdo de Ampliación de dicho memorándum para que estas dos redes puedan interactuar en la Plataforma Iber@. Esto requirió un importante trabajo de los equipos técnicos, debido a las dificultades que genera la política europea en materia de protección de datos. Afortunadamente, se han podido culminar los trabajos y ya contamos con usuarios de Eurojust designados, los cuales pueden acceder a la plataforma y realizar consultas informales con los países iberoamericanos. También participan de nuestros encuentros presenciales de puntos de contacto, lo que ha sido muy gratificante.
-Como ministro de Justicia formó parte del gabinete de Juan Manuel Santos, cuyas negociaciones permitieron poner fin a cincuenta años de guerra civil y le hicieron acreedor del Nobel de la Paz. ¿Qué aportó el Derecho en esa etapa en Colombia?
En el caso colombiano, una de las tareas que me encomendó el presidente Santos fue la instalación de la Jurisdicción Especial para la Paz. Sin lugar a dudas se trató de un enorme desafío, ya que supuso levantar de cero una nueva jurisdicción, con todo lo que ello significa: designación de jueces y operadores jurídicos, habilitación de edificios, legislar los procedimientos judiciales que se emplearían. Creo que la experiencia colombiana fue un buen ejemplo de cómo desde el derecho y la institucionalidad se pueden ofrecer respuestas adecuadas para hacerse cargo de escenarios de post conflicto.
“IBERFIDES ES UNA HERRAMIENTA MUY VALIOSA, ADAPTADA AL ÁMBITO NOTARIAL, QUE HA DESPERTADO MUCHO INTERÉS EN LOS PAÍSES IBEROAMERICANOS”
-Ha presentado en Madrid un libro que define como transcendental para la paz. Se titula Pasado, Presente y Futuro de la Justicia Transicional: la experiencia latinoamericana en la construcción de la paz mundial. ¿Por qué lo considera tan importante?
Este estudio ha permitido reunir a importantes académicos y referentes para generar una reflexión colectiva sobre los avances de la Justicia Transicional en América Latina. La mayoría de las experiencias de Justicia Transicional tienen un denominador común: representan los esfuerzos de los sistemas democráticos por hacerse cargo de los nocivos efectos causados por la violencia en conflictos armados internos o periodos dictatoriales. Creemos que con esta reflexión podemos trazar una hoja de ruta con las lecciones extraídas, sobre todo porque en la actualidad hay numerosos conflictos internos en países en los que todavía no se atisba una solución. Esperamos que esta obra, que ha podido realizarse gracias al apoyo del Consejo General del Notariado, contribuya a ello.