«Las vacunas sí son eficaces y seguras», por José Ramón Patterson

ÁMBITO EUROPEO

JOSÉ RAMÓN PATTERSON,

periodista

“Para cerrar la brecha entre jóvenes y mayores es necesario plantar cara a las falacias de los antivacunas"

Las vacunas sí son eficaces y seguras

Confieso que soy bastante crédulo, aunque tengo que puntualizar que no me considero un incauto; esto es: no soy un primo al que cualquiera pueda engañar aprovechándose de su candidez. Lo soy en el sentido de que no recelo de quienes creo que saben más que yo, sea de lo que sea, si tengo la certeza de que no han adquirido sus conocimientos por ciencia infusa sino mediante el estudio, por experiencia o bien analizando y verificando teorías y hechos.

Lo que quiero decir es que no subiría a un avión si no confiase en la destreza del piloto para volar ni en su pericia para sortear los cambios de presión: a él también le va la vida en ello. Y con los sanitarios me pasa igual: tiendo a pensar que estoy en buenas manos y, aunque con resignación, acato dócilmente lo que me ordenan y ni rechisto cuando me obligan a ponerme esas irrisorias batas que dejan el culo al aire.

Si profesionales acreditados me dicen que debo ponerme una vacuna, voy aprisa a ponerla. Lo hice las veces que me citaron para vacunarme contra la Covid y, recientemente, cuando me ofrecieron la vacuna contra el herpes zóster. No soy un osado, sé que las vacunas no son inocuas y que tienen riesgos, pero estoy convencido de que los beneficios compensan el peligro de no ponerlas.

Según la OMS, anualmente salvan la vida a tres millones de personas, dos y medio de ellas niños, y es indiscutible que, junto a la depuración de las aguas residuales y la potabilización del agua, son el método más eficaz para mejorar la salud pública. El arsenal de vacunas lo integran hoy algo más de 40, que han permitido reducir la incidencia de 25 enfermedades como la poliomielitis, los tumores de cuello de útero, el tétanos materno y neonatal, el sarampión, la difteria, la tosferina, la meningitis o el rotavirus.

Sin embargo, pese a su utilidad, desde la Covid han aumentado los antivacunas y enfermedades casi olvidadas están resurgiendo en el mundo desarrollado por la reducción de las tasas de vacunación y la movilidad entre países. Así, las autoridades sanitarias españolas consideran que los brotes de sarampión detectados meses atrás se deben a casos importados, y si bien la situación no parece preocupante, se teme que la elevada incidencia en Europa y otras partes del mundo provoque un goteo continuo de nuevos casos.

Lo que parece claro es que los patógenos están al acecho y reaparecen a la mínima ocasión. Salvo el virus de la viruela, los demás gérmenes causantes de enfermedades circulan libremente a la espera de la oportunidad de atacar a quienes están desprotegidos. Sucedió con la poliomielitis en Nigeria, el último país donde quedaba: el presidente nigeriano afirmó que la vacuna producía esterilidad y la población la rechazó, provocando que arraigase y, lamentablemente, que se extendiese a Afganistán y a Paquistán.

Los primeros antivacunas surgieron ya en época de Jenner, el inventor de la vacuna contra la viruela, acaso por ignorancia y miedo. Pero es asombroso que proliferen dos siglos después, cuando hay evidencias científicas incontestables de su utilidad, inducidos por negacionistas y conspiranoicos cuyo juicio se debe no tanto a intenciones perversas como a la estupidez. Y resulta llamativo que sean los jóvenes los más recelosos, según constata el último informe de la Comisión Europea sobre la confianza en las vacunas (State of Vaccine Confidence in the EU).

Que la percepción sobre el provecho de las vacunas sea mayor entre los adultos que entre los jóvenes europeos tiene bastante lógica: nuestros padres y abuelos guardan en su memoria el atroz recuerdo de enfermedades como la polio, la viruela, la tuberculosis, la difteria o la tosferina. Pero hasta la Covid, los más jóvenes no habían vivido ninguna amenaza grave, y tal vez el hecho de que se cebase especialmente con los mayores los haya llevado a suponerse inmunes.

España es uno de los países de la Unión Europea donde más se confía en las vacunas, pero esa fe puede derrumbarse por exceso de complacencia si se desatiende la vigilancia o se descuidan los programas de vacunación. Es obvio, además, que para cerrar la brecha entre jóvenes y mayores es necesario plantar cara a las falacias de los antivacunas y convencer a los renuentes por desidia de que su opción puede causar la reaparición de enfermedades casi olvidadas.

Si virólogos y epidemiólogos atestiguan que las vacunas son eficaces y seguras, créanlos. Es verdad que en ocasiones tienen efectos adversos, pero en general los beneficios contrarrestan los riesgos. Según la Agencia Europea del Medicamento, el peligro de que la vacuna de AstraZeneca contra la Covid provocase trombosis era de uno por cada 100.000 vacunaciones, inquietante sin duda. La probabilidad de morir en un accidente aéreo es de una entre 10.000. Echen cuentas.

75 años de la OTAN

ALDEA GLOBAL

75 AÑOS DE LA OTAN

Tan mayor, y vuelta a empezar. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cumple los tres cuartos de siglo con la mirada puesta, de nuevo, en el mismo riesgo que dio lugar a su creación: el eterno enemigo del Este. Los temores tras el conflicto ruso-ucraniano han llevado a países del área Báltica a ingresar en la alianza, ante el peligro de una expansión de las hostilidades. La financiación de la organización, sin embargo, sigue siendo motivo de desacuerdos entre sus miembros y la participación económica de EE. UU. vuelve a estar en entredicho ante un posible triunfo de Donald Trump en las urnas, que ya ha advertido de que los problemas de defensa de Europa no son cosa suya, porque “America first” y no hay dinero para todo.
Con las incorporaciones de Finlandia (2023) y Suecia (2024) se duplicaron las fronteras OTAN-Rusia, al pasar de los poco más de 1.200 Km a los 2.555 Km.
MELCHOR DEL VALLE

Con motivo de otro cumpleaños redondo de la OTAN, el 50 aniversario, reinaba un cierto optimismo: la Guerra Fría era cosa de un siglo que ya se terminaba y Rusia se parecía más a un socio que a un contrincante; sobre todo porque un par de años antes había acordado que no pondría objeciones a que antiguos miembros del Pacto de Varsovia, la desaparecida alianza militar del entorno soviético que creó la extinta Unión Soviética como contrapartida a la OTAN, se unieran al Tratado del Atlántico Norte. La elección de Vladimir Putin en Rusia, tras la renuncia de Boris Yeltsin, y, sobre todo, sus maniobras para volver a la presidencia una vez cumplidos los dos mandatos a los que le limitaba entonces la constitución, permitieron ver que sus críticas a la expansión de la OTAN cerca de las fronteras rusas eran algo más que un postureo de cara a la galería interna.

 


EN 1949, DOCE PAÍSES DE EUROPA Y AMÉRICA DEL NORTE FIRMARON EL TRATADO DEL ATLÁNTICO NORTE, CON EL PROPÓSITO DE «DISUADIR EL EXPANSIONISMO SOVIÉTICO»


 

La alianza

Para poner en contexto los nuevos temores hacia el ‘Oso del Este’, cabe recordar cómo se fraguó la NATO (North Atlantic Treaty Organization). Terminada la II Guerra Mundial (más de 36 millones de europeos muertos y un continente devastado), EE. UU. decide convertirse en adalid de las democracias occidentales, además de ayudar económicamente con programas como el llamado Plan Marshall. La injerencia encubierta de la Unión Soviética en los desarrollos democráticos, por medio de los partidos comunistas locales, era palpable. Y los puntos de inflexión fueron el derrocamiento del gobierno democráticamente elegido en la antigua Checoeslovaquia, por parte del Partido Comunista (febrero de 1948) checoeslovaco, y el bloqueo de Berlín Oriental cuando la Alemania Occidental se consolidó democráticamente.

Así, el 4 de abril de 1949, diez países de Europa y dos de América del Norte firman el Tratado del Atlántico Norte en Washington: Bélgica, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. Su objetivo, como explica la propia web de la OTAN, fue (y es) “servir a tres propósitos: disuadir el expansionismo soviético, prohibir el resurgimiento del militarismo nacionalista en Europa mediante una fuerte presencia norteamericana en el continente, y alentar la integración política europea”. Si cambiamos lo del expansionismo soviético por ruso, mirando de frente la intervención en Georgia (2008), la anexión de Crimea (2014) y la invasión de Ucrania (2022), es lógico que el final de este primer cuarto del siglo XXI reavive los temores.

Las sucesivas incorporaciones

La primera ampliación tuvo lugar en 1952, con la entrada de Grecia y Turquía. Tres años más tarde se une la República Federal Alemana (Alemania Occidental). Solo una semana más tarde de esta unión, se firma el Pacto de Varsovia; Guerra Fría en estado puro, por tanto. Tendrían que pasar veintisiete años, hasta 1982, para que se incorporase el décimo sexto país: España. Tan solo un año más tarde se produce la caída del Muro de Berlín, que marca el inicio de la desintegración de la Unión Soviética, y en 1990 se incluye en la alianza el resto de Alemania, una vez producida la reunificación de las dos partes en que quedó dividido el país tras los acuerdos de Yalta de 1945.

A partir de esa última década del siglo XX, y muy suavizadas las hostilidades con Rusia, la OTAN dispara por vez primera desde su creación, en febrero de 1994, en el transcurso de la guerra en la antigua Yugoslavia: derriba cuatro cazabombarderos serbobosnios que realizaban una misión de bombardeo. A punto de entrar en el siglo XXI, en 1999, y una vez firmados los acuerdos de asociación entre la OTAN y Rusia, tres países satélites de esta última, Chequia, Hungría y Polonia, se unen a la alianza en la cuarta ronda de ampliación. Cuando en 2001 se produce el atentado del 11-s, EE.UU. invoca, por primera y única vez hasta ahora en la historia, el Artículo 5, que establece que “si un aliado de la OTAN sufre un ataque armado, todos los demás aliados lo considerarán un ataque contra todos ellos y tomarán las medidas que consideren necesarias para ayudar al aliado atacado”. Los efectivos de la OTAN se ponen en marcha demostrando que lo pactado funciona. En 2004, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia completan el grupo de los veintiséis Estados miembros en ese momento.

 


LA INTERVENCIÓN EN GEORGIA (2008), LA ANEXIÓN DE CRIMEA (2014) Y LA INVASIÓN DE UCRANIA (2022) REAVIVAN LOS TEMORES


 

El ‘oso’ se despierta

La Cumbre de Bucarest de 2008, con Putin relegado a ser primer ministro tras dos mandatos consecutivos como presidente, los citados veintiséis acuerdan aceptar las solicitudes para que Georgia y Ucrania se conviertan en miembros de la OTAN. Unos meses más tarde, tropas rusas invaden Georgia y poco tiempo después Rusia proclama que las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur son Estados independientes. Solo cinco países, además de Rusia, reconocen esta escisión y viene siendo motivo de inquietud en el seno de la OTAN. En 2009, la alianza suma otros dos miembros: Albania y Croacia, y ya son veintiocho. El número veintinueve es Montenegro (2017) y el treinta Macedonia del Norte (2020). En 2023 y 2024, respectivamente, se unen Finlandia y Suecia para completar los treinta y dos miembros en el momento de celebrar el septuagésimo quinto aniversario.

Las dos últimas incorporaciones han traído una consecuencia que no ha gustado nada al Kremlin: los kilómetros de frontera que separan Rusia de los países de la OTAN se duplicaron con creces, al pasar de los poco más de 1.200 a los 2.555. Añádase la que comparte con Ucrania, si hubiera hostilidades: demasiado frente para defender, llegado el caso. A esto hay que añadir que entre el estado de Alaska (EE.UU.) y el distrito autónomo de Chukotka (Rusia), hay solo cuatro kilómetros, si pasamos de uno a otro continente por las siempre congeladas Islas Diómedes (la Mayor en Rusia y la Menor en EE.UU.). Pero esto no parece preocupar a los seguidores de Donald Trump, que mientras fue presidente ya se estuvo planteando su aportación a la OTAN y que, como posible candidato republicano a los comicios de noviembre de 2024, viene diciendo que su país está harto de poner dinero para defender a los europeos.

Las cuentas de la OTAN

El informe de la Alianza Atlántica (marzo de 2024) previo a su cumpleaños, indica que en 2023 se destinaron más 900.000 millones de euros al mantenimiento de la organización, sobre todo a gastos militares. Pero a pesar de que un compromiso suscrito entre los miembros (2014) establece que todos dedicarían el menos un 2% de su PIB a defensa, muy pocos lo han cumplido hasta ahora, salvo EE.UU., que ha superado siempre el 3%, así que se puede entender esa sensación de ser “el que paga la fiesta” por parte de algunos estadounidenses. 2023, sin embargo, ha traído cambios en este sentido y los miembros europeos de la OTAN parece que asumen la creciente necesidad de prepararse para la guerra (si vis pacem, claro). Polonia, que es ahora el país que mayor porcentaje de su PIB destina a defensa, supera en este sentido a los americanos al alcanzar un 3,9%. EE.UU. está en segundo lugar, con un 3,49%, y en tercero se sitúa Grecia, con un 3,01%. En cifras netas, el país americano destinó a defensa cerca de 900.000 millones de euros, Polonia 29.000 millones y Grecia 6.600 millones, solo por mirar las cifras desde otro punto de vista.

 


SOLO ONCE DE LOS MIEMBROS DE LA ALIANZA CUMPLEN CON EL COMPROMISO DE DESTINAR ESE 2% DE SUS RESPECTIVOS PIB A DEFENSA


 

Obviamente, no todo el presupuesto que cada país asigna a defensa va a parar a la OTAN, como es lógico. Así, la situación es que, con los datos de 2023 sobre la mesa, solo once de los miembros de la alianza cumplen con el compromiso de destinar ese 2% de sus respectivos PIB a defensa. Polonia, que quiere elevar el pacto hasta un 3%, dice que va a intentar llegar al 4% y Alemania también está en la línea de aumentar su gasto en este sentido. En los presupuestos generales de 2024 del país germano, el único ministerio que ha visto incrementada su partida es Defensa. Pero está claro que el esfuerzo de la mayoría de los miembros puede no ser suficiente para obtener la seguridad que se ansía y tendrán que estar pendientes, si Trump llega de nuevo a la Casa Blanca, de su advertencia, hecha en febrero de 2024, de que “alentaría” a Rusia “a hacer lo que quisiera” con los países de la OTAN que son “morosos”. Esto, tachado de “vergonzoso” por Biden, ha hecho recordar a secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, “que los Estados Unidos nunca han librado una guerra solos; siempre luchan con aliados”.

Evolución del gasto en defensa

PORCENTAJE de lo que los actuales miembros de la OTAN vienen destinando a defensa sobre sus respectivos PIB (no incluye Islandia por ser país desmilitarizado). Comparativa entre los años 2015-2022 (fecha de la invasión rusa en Ucrania) y 2023.

En 2023 se destinaron más 900.000 millones de euros al mantenimiento de la Alianza Atlántica, sobre todo a gastos militares.

Preocupación en la OTAN (mayo de 2024)

Los aliados de la OTAN están profundamente preocupados por las recientes actividades malignas en territorio aliado, incluidas las que han dado lugar a la investigación y acusación de múltiples personas en relación con la actividad estatal hostil que afecta a Chequia, Estonia, Alemania, Letonia, Lituania, Polonia y el Reino Unido.

Para saber más

NATO on the map.
North Atlantic Treaty Organization. Página interactiva.

NATO Annual Tracking Research 2023.
NATO Public Diplomacy Division. Marzo de 2024.

Defence Expenditure of NATO Countries (2014-2023).
North Atlantic Treaty Organization. Biblioteca pdf. Marzo de 2024

«La OTAN y nosotros», por Inocencio F. Arias

ALDEA GLOBAL

INOCENCIO F. ARIAS,

diplomático

“No ha habido, desde el referéndum, vaivenes en nuestro apoyo a la OTAN. Todos los presidentes han sido fieles a la misma»

La OTAN y nosotros

El fin de la II Guerra Mundial en 1945 trajo el aislamiento político de España. No fuimos invitados a entrar en la ONU, no porque el régimen franquista no fuera democrático -entre los fundadores de la ONU había varias dictaduras- sino porque los vencedores de la contienda no perdonaban que Franco hubiese ayudado a la Alemania nazi, perdedora, a luchar contra la Unión soviética, ganadora. Este ‘pecado original’ del caudillo, unido, en 1947, a sus escasas credenciales democráticas, produjo nuestra exclusión del Plan Marshall de Estados Unidos que resultaría trascendental en la recuperación de la Europa devastada por el conflicto.

Nos quedamos después fuera de la OTAN que surgió en 1949 como consecuencia de la voracidad de los soviéticos que imponían vasallos comunistas en Polonia, Hungría, Bulgaria… El grito de alarma desencadenante resultó el bloqueo ruso durante diez meses de Berlín que subsistió gracias a un puente aéreo de Estados Unidos y Gran Bretaña que trasladaron 35.000 toneladas de alimentos, gasolina y medicinas a la ciudad. Se formó una alianza defensiva de Estados Unidos, Canadá y diez países europeos con el objetivo de frenar a Rusia desconfiando, con razón, de que la ONU pudiera hacerlo.

El meollo del Tratado de la OTAN está en su muy citado artículo 5: si uno de sus miembros es atacado, los demás se considerarán agredidos “y lo asistirán de la forma que se considere necesaria”.

España debió esperar hasta bien entrada la democracia para ingresar en la organización. Adolfo Suárez, primer presidente democrático, tuvo iniciales vacilaciones. Al poco de decidirse a solicitar el ingreso dimitió, sin tomarse cinco días de reflexión, por razones internas.

Su sucesor en la UCD, Leopoldo Calvo-Sotelo, no tuvo dudas. Él nos metió en la OTAN en 1982. Lo proclamó en su programa de gobierno y con la ayuda del también ‘otánico’ Pérez Llorca bregó en el frente interno y el externo en el que hubo que vencer reticencias diversas de Portugal y Grecia. La pugna interna resultó áspera. El partido socialista de Felipe González mostraba remilgos hacia la OTAN por considerar algunos de sus dirigentes que España sería más vulnerable dentro de ella y, de otro lado, estimando que electoralmente le podía ser rentable mostrar su rechazo: la OTAN estaba y está dominada por Estados Unidos y agitar subliminalmente el antiamericanismo, sentimiento fructífero en nuestro país, podía producir dividendos en bastantes votantes.

El carisma de González y la campaña socialista -vimos a Javier Solana que años después sería un gerifalte de la OTAN gritando en las puertas de Exteriores “OTAN, no, bases (americanas) fuera”- removió la indiferencia de la opinión pública española, que se volvió aparentemente ‘antiotánica’. La prensa se dividió, ABC, La Vanguardia y Cambio 16 a favor de la entrada, Interviú, El periódico, El Alcázar y más moderadamente El País, en contra.

Leopoldo Calvo-Sotelo no se arredró. Llevó el tema a las Cortes, donde se discutió ampliamente, se votó y ganó sin apreturas: 186 a favor y 146 en contra en el Congreso y 106-60 en el Senado. Al poco González triunfó en las elecciones. En el poder, después de un par de años de ambigüedad calculada, el sevillano asumió su responsabilidad y mostró sentido de Estado. Tuvo que rebobinar: dedujo que era escasamente presentable en el exterior porfiar por entrar en la Unión Europea y no participar en la defensa. Organizó un traumático referéndum, primero en Europa de este tipo, para que decidiéramos. La opinión se escindió. Felipe batalló, alabando ya a la OTAN, en todos los medios informativos. Con un gobierno muy nervioso el resultado sería positivo: 52,55% a favor, contra el 39,80%.

El éxito del referéndum doró la imagen de González, que fue recompensado por Washington con la organización de la I Conferencia sobre el Oriente Medio. Antes había aprobado el despliegue de misiles de Estados Unidos en territorio europeo, gesto apreciado en la capital del imperio y en muchos aliados que desconfían de Moscú.

Aznar fue un atlantista a ultranza y apoyó políticamente, no militarmente, a Washington -tuvo una estrecha relación con Bush- en el melindroso tema de la guerra de Irak con una opinión española en contra.

No ha habido desde el referéndum vaivenes en nuestro apoyo a la OTAN. Todos los presidentes han sido fieles a la misma. El desplante de Zapatero a la bandera yanqui y, más aún, la salida de nuestras tropas de Irak, cuya presencia estaba expresamente bendecida por la ONU, no entusiasmaron a la cúpula estadounidense, pero prefirió decir “pelillos a la mar”. Sánchez viene siendo razonablemente atlantista; fue anfitrión de una cumbre de la Alianza cuya organización obtuvo aplausos, aunque en temas sustanciales que preocupan a España, la cobertura de Ceuta y Melilla y la avalancha migratoria que padecemos los del sur no hubo movimiento. Eso no impidió al entusiasta ministro Albares decir que la cumbre de Madrid había sido tan importante como la de Yalta (¡Casi na!).

Este pertinaz triunfalismo sanchista (al parecer estamos liderando muchas situaciones sin que los aliados se den cuenta) se ve mermado por hechos que sí son notados: miembros del gobierno critican nuestro alineamiento contra Putin en Ucrania; nos escaqueamos en la lucha contra los piratas hutíes; somos de los más cicateros en la ayuda a Ucrania (el país 26 de 31 mientras Macron subraya que “la seguridad de Europa es que Rusia no gane la guerra”), y no cumplimos el compromiso solemne adquirido hace más de una década de subir al 2% los gastos en defensa; estamos casi en la cola, con 1,2%.

Trump, que puede ganar, ha dicho que no le importaría que Putin incordie a los aliados roñosos. En su lista de ‘gorrones’, y en la de Biden, está España.

El reglamento europeo de inteligencia artificial, a examen

FUNDACIÓN NOTARIADO

www.fundacionnotariado.org

El Reglamento europeo de Inteligencia Artificial, a examen

Contribuir al conocimiento y análisis de esta norma fue el objetivo de la sesión organizada por la Cátedra ICADE-Fundación Notariado Seguridad Jurídica en la Sociedad Digital, celebrada en la Facultad de Derecho (ICADE) de la Universidad Pontificia Comillas.

REDACCIÓN
De izquierda a derecha: Paul Friedl, Gustavo Gil y Manuel González-Meneses.

El reglamento europeo se propone algo tan difícil como promover la adopción de una inteligencia artificial centrada en las personas y fiable, que garantice un alto nivel de protección de la salud, la seguridad y los derechos fundamentales, así como de la democracia, el Estado de derecho y la protección del medio ambiente contra los posibles efectos nocivos de esta tecnología, sin que ello suponga un freno a su desarrollo e, incluso, promoviendo la innovación en este ámbito.

Tareas automatizadas

En la sesión se abordó la cuestión de si es técnicamente posible y también social y políticamente aceptable, que la tarea de los juristas y jueces pueda ser automatizada y asumida en todo o en parte por dispositivos y aplicaciones de IA.

Tal y como indicó el director de la Cátedra, el notario Manuel González-Meneses, la normativa contenida en el reglamento es muy extensa, muy técnica y extraordinariamente compleja. “Se trata de una norma que afecta a cuestiones de gran relevancia económica. Son muchos los intereses económicos, pero también políticos e ideológicos que están en juego, y, sin conocer todo su trasfondo, es muy difícil entender muchas partes de esta regulación”, declaró.

La sesión contó con la participación de dos jóvenes investigadores expertos en las cuestiones jurídicas planteadas por las nuevas tecnologías de la información, que han seguido especialmente el proceso de elaboración del reglamento: Gustavo Gil (Senior Researcher en el Karlsruhe Institute of Technology) y Paul Friedl (Senior Researcher en el Karlsruhe Institute of Technology y Affiliate Researcher del Information Law Institute de Nueva York).

En su ponencia Replanteamiento del enfoque basado en el riesgo de la Ley de IA, Gustavo Gil comenzó haciendo referencia a cómo apareció y fue evolucionando el modelo regulatorio basado en diferentes niveles de riesgo a lo largo del proceso legislativo, desde las primeras iniciativas en el año 2018 hasta llegar al reglamento aprobado por el Parlamento Europeo. En su opinión, en esta última versión se distinguen unas “prácticas de IA” prohibidas, unos “sistemas de IA de alto riesgo” -cuyos proveedores y distribuidores están sometidos a unas determinadas obligaciones-, unos sistemas de “riesgo limitado” o afectados por un riesgo específico de transparencia, y unos sistemas de riesgo mínimo, que quedarían fuera de la regulación.

Gil Gasiola cree que la actual clasificación “prácticamente genera más preguntas que respuestas y deberá seguir estudiándose y evolucionando”.

Aprendizaje automático

Paul Friedl dedicó su ponencia al tratamiento de los “modelos fundacionales” en el Reglamento UE de IA. Los modelos fundacionales (foundation models) son aludidos en el reglamento como sistemas de IA de propósito general (GPAI), cuya manifestación más conocida son los modelos de large language processing como el ChatGPT de OpenAI, sistemas de aprendizaje automático que se entrenan con grandes cantidades de datos para desarrollar capacidades con diferentes aplicaciones.

Friedl comenzó exponiendo la peculiar cadena de suplido que afecta a esta modalidad de AI, en la que se generan varias capas de desarrollo y aplicación sobre el modelo computacional de base suministrado por el proveedor último; para aludir a continuación a los diferentes riesgos que presentan estos sistemas de GPAI para los usuarios, como defectos de rendimiento y robustez, sesgo y discriminación, incidencias en privacidad y ciberseguridad, mal uso, y falta de transparencia.

 


ESTE REGLAMENTO EUROPEO SE PROPONE ALGO TAN DIFÍCIL COMO PROMOVER LA ADOPCIÓN DE UNA INTELIGENCIA ARTIFICIAL CENTRADA EN LAS PERSONAS Y FIABLE


 

El ponente también se ocupó de la posible incidencia de esta modalidad de IA en la protección de los derechos de autor, así como en la protección de los datos personales. En lo relativo a los primeros, considera que lo más destacado es la normativa que especifica que no se podrá entrenar a los sistemas de GPAI con materiales sujetos a copyright siempre y cuando sus autores hayan expresado de forma específica que estos no pueden ser utilizados para el entrenamiento de sistemas de IA. Sin embargo, manifestó muchas dudas sobre la aplicación práctica de esta norma, ya que no queda claro cómo los autores deben expresar sus reservas y, sobre todo, que no hay un protocolo para obligar a las empresas proveedoras de estos sistemas a su cumplimiento.

En cuanto a la protección de datos, pese a que en Europa ya existe una normativa bastante extensa sobre esta cuestión, Friedl considera que la IA puede acentuar los problemas actuales, especialmente en lo relativo a memorización y filtración de datos privados, apropiación indebida de datos, tergiversación y violación de la intimidad. Su gran preocupación es que, debido al aprendizaje constante que realizan los sistemas fundacionales, con una pequeña cantidad de datos y una interacción suficientemente prolongada con el usuario, el sistema es capaz de intuir otros datos de este y registrarlos sin su consentimiento.

Premios Cerca de los que están cerca

Fundación Æquitas y Fundación Notariado, con la colaboración de la Plataforma de Mayores y Pensionistas, han convocado la tercera edición de estos premios, que tienen por objetivo reconocer la labor de las asociaciones y de las entidades sin ánimo de lucro que trabajan para mejorar el bienestar de las personas mayores.

En esta nueva cita se mantienen las categorías de ‘mayores’ y ‘mayores con discapacidad’, dotadas con 6.000€ cada una, y se crea un premio honorífico a una institución de reconocida trayectoria por el impacto de su labor en este grupo de edad.

 

Las candidaturas están abiertas a todo tipo de iniciativas de ámbito local, autonómico o nacional que presenten proyectos que mejoren y dignifiquen la vida de las personas mayores en un amplio espectro de iniciativas, tanto las que fomenten una vida activa y saludable, como las culturales y educativas, o las orientadas a cultivar las relaciones sociales y el acompañamiento de los mayores para hacer frente a la soledad no deseada.

El plazo de recepción de candidaturas está abierto hasta el 10 de julio de 2024. Las bases del concurso y el formulario de inscripción se pueden descargar en las respectivas páginas web de Fundación Aequitas, Fundación Notariado y en Plataforma de Mayores y Pensionistas

III Torneo Benéfico de Pádel

Los colegios notariales de España están organizando torneos de pádel entre sus notarios con objeto de dotar económicamente al proyecto. Además, se ha creado una ‘Fila 0’ para todos aquellos notarios que deseen colaborar con la iniciativa.

Apoyo al opositor

FUNDACIÓN NOTARIADO

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Apoyo al opositor

La Fundación Notariado ha puesto en marcha un programa de apoyo para los opositores al título de notario con el fin de aliviar el proceso de preparación de las mismas.

JAIME PÉREZ DE MIGUEL
En el programa se hace hincapé en la preparación mental para los casos prácticos.

Se trata del Programa de Entrenamiento Mental para Opositores a Notario, cuyo objetivo es aumentar su rendimiento, ayudarles a incrementar su potencia mental, manejar el estrés, aumentar su motivación y autoestima y aprender a ser más resilientes.

Proyecto formativo

El proyecto formativo consta de tres fases. La fase I, también llamada de “arranque”; la fase II o “travesía”, y la fase III, o de “ataque a la cumbre”. Los primeros seis módulos están enmarcados en la fase I. En ella se sientan las bases y se proporcionan las técnicas de estudio y tecnología cognitiva específica que el opositor necesita para avanzar mejor. Se verán aspectos como los mitos y las falsas creencias de la oposición; se les informará sobre la importancia de crear un contexto clave favorable al rendimiento, y se hablará sobre los enemigos de la estabilidad para tener una actitud confiada y no dramática, o sobre la importancia de la motivación y la autoestima. El módulo sexto es especialmente importante porque está dedicado al llamado “cante” del temario, es decir, la exposición verbal ante el tribunal, tanto en la preparación, como en la propia técnica o en lo que ocurre después.

 


EL PROYECTO CONSTA DE TRES FASES: DE «ARRANQUE», DE «TRAVESÍA» Y DE «ATAQUE A LA CUMBRE»


 

En la fase II (módulos 7 y 8) se consolida la aplicación práctica del método, subrayando las claves para rendir en el estudio y las virtudes del buen opositor. Por su parte, en la fase III (módulos 9 al 12) se asegura que el opositor llegue al examen en buena forma física, mental y emocional. Los cuatro módulos de este tercer momento se centran en las estrategias y prioridades de los dos meses anteriores al primer examen, distinguiendo entre lo fundamental y lo secundario; tratando de darles una visión clara de lo que va a suceder. Al mismo tiempo, hay espacio para abordar lo que ocurre entre los distintos exámenes, así como la preparación mental para los casos prácticos.

Los vídeos tienen una duración de entre 15 y 20 minutos, con la posibilidad de administrarlos a su conveniencia y en función de sus necesidades, aunque el ritmo lógico es ver uno a la semana. Además de los videos, el programa consta de un segundo elemento: las reuniones online grupales, que se realizan de forma mensual en directo con el coach, y que además quedan grabadas, por lo que estarán disponibles con posterioridad para ser vistas de nuevo en caso de ser necesario. También habrá un foro por fase donde se plasmarán las preguntas que surjan en cada una de ellas. Además, cada alumno podrá consultar en privado con el coach todo lo que necesite a través de un buzón de consultas con el tutor.

En palabras de José Ángel Martínez Sanchiz, presidente de la Fundación Notariado y del Consejo General del Notariado: “Creemos en el valor de la dimensión cualitativa que este programa aporta al estudio de la oposición, un curso que a la vez pone en común las mejores prácticas de los opositores más brillantes y de los preparadores más carismáticos. Por eso desde la Fundación Notariado hemos decidido ofrecerlo a nuestros opositores. Todo esto ayudará a brindar a las nuevas generaciones las mejores herramientas en este exigente periodo”.

‘Música por la infancia desplazada’

El Consejo General del Notariado, a través de sus dos fundaciones -Fundación del Notariado y Fundación Aequitas- junto a Unión Profesional, impulsa el concierto solidario Música por la infancia desplazada, en beneficio de Cruz Roja y la Plataforma de infancia. El evento se celebrará el 6 de abril a las 19:00 horas en el Teatro Monumental de Madrid, y contará con el patrocinio de Vodafone Business.

Las entradas están disponibles en la página oficial del Teatro Monumental con unos precios que oscilan entre los 15 y los 45€ y los fondos recaudados se destinarán a proyectos destinados a la infancia refugiada y desplazada en España de dos instituciones: Cruz Roja Española y Plataforma de la Infancia, alianza que engloba a más de 70 entidades que velan por el bienestar de la infancia. Además, para aquellos que no puedan acudir al concierto de forma presencial y quieran colaborar con un donativo, se ha habilitado la ‘FILA 0’ para que puedan hacerlo.

La Joven Orquesta Bohème, dirigida por Luis Prades Rubias, interpretará tres obras: Egmont Obertura, del Maestro Ludwig van Beethoven; Danzas eslavas, de Antonín Dvořák; y Aurora Europa, una oda a la Unión Europea, compuesta por el notario y compositor Josep María Valls.

Los niños refugiados e inmigrantes de Ucrania, Siria, Afganistán, Senegal o norte de África siguen en aumento en Europa y en España. Las ONG no dejan de mostrar datos descorazonadores sobre ello. En el caso español, Canarias es el mayor puerto de entrada de inmigrantes en la Frontera Sur, a los que hay que sumar los de otros puntos de llegada en Ceuta, Melilla o Baleares, sin contar con los 50.000 niños refugiados procedentes de Ucrania desde el inicio de la guerra.

AYUDA

Donativos Fila O. Cruzroja.es

Comprar entradas en el Teatro Monumental

El comercio marítimo mundial

ALDEA GLOBAL

EL COMERCIO MARÍTIMO MUNDIAL

El mar es y ha sido siempre la gran autopista por la que se mueven las mercancías que forman parte de los flujos de importación y exportación internacionales. En torno a un 90% de ellas viaja en enormes barcos desde el lugar de producción al de consumo o, según qué casos, de distribución. De las rutas definidas, la más importante es la que circunvala el globo terráqueo pasando por los puertos principales del planeta. La conveniencia de usar atajos para recortar tiempos y costes en esta ruta es también su punto débil cuando entran en juego asuntos geopolíticos. Un ejemplo es el Canal de Suez, al que se llega por el estrecho Bab al Mandeb, al sur del mar Rojo. De ahí que el conflicto bélico en la zona se haya convertido en una fuente de inquietud económica..
Barcos geolocalizados por vía satélite. Captura del 26/02/24 a las 19:50 horas
(www.marinetraffic.com).
MELCHOR DEL VALLE

Al hablar de circunvalación comercial, por ser más concretos, hemos de tener en cuenta que no se trata de una vuelta al mundo como la que protagonizó la expedición de Magallanes y Elcano hace poco más de 500 años. Digamos que se trata de varias rutas que, vistas en un mapamundi y enlazándolas gráficamente, nos permitirían darnos cuenta de que podríamos empezar en un punto cualquiera y volver al mismo tras haber navegado siempre en una misma dirección, pero no es «obligatorio» hacerla completa, lógicamente, para completar una misión de transporte de mercancías.

 


EL TRANSPORTE DE MERCANCÍAS POR VÍA MARÍTIMA MUEVE UNOS 21.100 BILLONES DE EUROS, UN 90 % APROXIMADAMENTE DEL COMERCIO MUNDIAL


 

A navegar

Imaginemos un barco que sale de alguno de los puertos importantes de China. Yendo hacia el sur, se dirigiría primero hacia Singapur para coger el primer atajo, que es el estrecho de Malaca, por el que se calcula que pasan diariamente unos ciento cincuenta barcos, petroleros la mayoría, con destino a China y a Japón. Nuestro barco imaginario habría cruzado el océano Índico, por tanto, y podría haber llegado hasta el golfo Pérsico cruzando un segundo estrecho, el de Ormuz, si su objetivo fueran los yacimientos de gas y petróleo. Se estima que por esta angostura pasan unos quince petroleros al día. El barco habría vuelto por el mismo camino para dirigirse al mar Rojo pasando por un tercer cuello de botella, como es el estrecho de Bab al Mandeb, por el que navegan anualmente petroleros con unos 3,3 millones de barriles de oro negro y es paso obligado hacia el Canal de Suez, por donde suelen pasar unos doscientos barcos semanalmente.

Esto ya deja a nuestra nave en el Mediterráneo rumbo a Grecia, Italia, Francia o España, pero tendrá que usar el estrecho de Gibraltar, que soporta un tráfico de unos ochenta y dos mil buques al año, si quiere recalar en los puertos del mar del Norte (Holanda, Bélgica o Alemania). Desde Europa, la ruta lleva hacia los fondeaderos del este norteamericano, encabezados por Nueva York, y sigue hacia las Antillas Mayores, cruzando normalmente el Caribe entre la República Dominicana y Puerto Rico, para tomar el último de los atajos: el canal de Panamá. Por él cruzan unos quince mil barcos de alto tonelaje anualmente y permite pasar del Atlántico al Pacífico sin tener que bordear América del Sur. El destino de nuestro buque podría ser, a partir de ahí, Los Ángeles, San Francisco o Vancouver, ya en Canadá, desde donde enfilaría hacia las islas de Japón, cruzando el mar de Bering, y desde ahí de nuevo a las costas chinas. Circunvalación completada.

El transporte marítimo en cifras

Según la Organización Mundial del Comercio (Perspectivas del comercio mundial, 2023) el negocio internacional de mercancías supone 25,3 miles de millones de dólares de EE.UU. (23.400 billones de euros). El transporte de estas mercancías por vía marítima mueve unos 21.100 billones de euros (un 90% aproximadamente del total). Obviamente, en estas cifras mundiales no se incluyen el valor del comercio de servicios comerciales (6.500 billones de euros) ni los servicios prestados digitalmente (3.500 billones de euros).

 


EVITAR EL CANAL DE SUEZ SUPONE UN AUMENTO DE 9.000 KILÓMETROS EN EL TRAYECTO, 14 DÍAS MÁS DE NAVEGACIÓN E INCREMENTO DE LA HUELLA DE CARBONO


 

Vueltos al mar, todo ese dinero flota en cisternas, como los petroleros, en contenedores amontonados, habitualmente en cubiertas y en bodegas. En peso, durante todo 2023 se han movido por mar algo más de 11.200 millones de toneladas según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Informe sobre el transporte marítimo 2023). Mientras, y por distintas razones, los precios del transporte siguen en aumento. El coste medio de transportar un contenedor de 67,4 metros cúbicos de capacidad (el estándar llamado «de 40 pies») ha pasado de los 1.300 euros de 2019 a los casi 3.400 en febrero de 2024: un incremento del 160% (datos de la consultora británica Drewry). Hay rutas cuyos costes de flete superan con bastante la media; es el caso de la vía Shanghái-Rotterdam, que tiene incrementos superiores al 440% en el mismo periodo.

Conflictos y problemas

Decíamos, al dibujar imaginariamente la circunvalación por la que corre habitualmente el transporte marítimo, que uno de los atajos más importante es el Canal de Suez. Cruzarlo en una u otra dirección implica atravesar el estrecho de Bab el-Mandeb, que es frontera entre Yemen (Asia) y Yibuti (África) y cuyo nombre significa «puerta de las lágrimas», lo que ya da una idea de lo peligroso que se considera circular por sus aguas desde siempre. Tras el comienzo de la actual guerra en Gaza, los hutíes (facción yemení pro-palestina) decidieron declarar la guerra a todo el que apoyase a Israel, léase barcos británicos y estadounidenses, principalmente. La peligrosidad para los buques en tránsito a o desde Suez trajo consigo dos consecuencias inmediatas: por un lado, el incremento de las primas de los seguros; por otro, la alternativa de cambiar a una ruta más larga, que lleva a rodear el Cuerno de África y bordear casi todo este continente para llegar a Gibraltar y tomar desde ahí dirección este (sur de Europa) u oeste (puertos del norte europeo). Aumento de 9.000 kilómetros en el trayecto,14 días más de navegación, mayores costes del flete y, que no se olvide, incremento importante de la huella de carbono.

La «puerta de las lágrimas» no es el único punto caliente de la ruta de circunvalación. Tanto el estrecho de Ormuz como el de Malaca son posibles lugares de inestabilidad. El primero ya sabe de amenazas de cierre por parte de Irán ante las sanciones de EE.UU. a causa del programa de armamento nuclear iraní. El segundo, entre Malasia e Indonesia, porque es la principal vía por la que se mueven las mercancías que tienen a China como origen o destino, pero no es un lugar controlado por el gigante asiático; alguno de sus dirigentes, de hecho, cita su dependencia de este paso como «el dilema de Malaca». A todos ellos se unen los problemas del canal de Panamá, en este caso a causa de la sequía y las dificultades para que lo crucen naves con grandes calados.

Lo que la actualidad señala.

Los ataques en el Mar Rojo son un tropiezo más en el último lustro para el comercio mundial, que se añade a la pandemia del Covid-19 y a la guerra en Ucrania. El trío de dificultades en tan corto lapso hace preguntarse a quienes deben pensar en soluciones si es suficiente con intentar parchear los problemas o si se deben buscar alternativas más fiables. Cabe incluso plantearse si pudiéramos haber llegado al límite de la viabilidad del comercio mundial, tal y como actualmente lo llevamos a cabo. Un cambio de modelo pasaría por disponer de fábricas alternativas, duplicar las fuentes de abastecimiento y renunciar al stock cero, lo que va en contra de las estrategias que han marcado el desarrollo comercial últimamente. Todo un apasionante tema el de la resistencia de las cadenas de suministro en las que el transporte marítimo es actor principal.

 


LOS ATAQUES EN EL MAR ROJO SON UN TROPIEZO MÁS EN EL ÚLTIMO LUSTRO, QUE SE AÑADE A LA PANDEMIA DEL COVID-19 Y A LA GUERRA EN UCRANIA


 

El caso es que todo lo que no sea utilizar la famosa circunvalación como vía principal es multiplicar los costes y, en consecuencia, el precio final que los consumidores deben asumir. Hay quien piensa que una posibilidad sería aprovechar el deshielo del Ártico y utilizar el estrecho de Bering como ruta alternativa, pero tampoco es un lugar plenamente confiable –no deja de ser frontera entre Rusia y EE.UU.– y menos desde que en 2012 la costa rusa del paso es zona militar cerrada. Y no: los transportes mixtos tierra-mar no parecen alternativas viables; entre otras cosas, como la relación entre la carga y la capacidad de los vehículos para transportarla, porque transitar por las distintas fronteras no es lo mismo que navegar por aguas internacionales.

El tráfico portuario en España

El sistema portuario español lo integran 28 autoridades portuarias que gestionan los 46 puertos marítimos de interés general, bajo la coordinación del ente público Puertos del Estado. En estos puertos se embarcan anualmente más de 200 millones de toneladas de mercancía y se desembarcan más de 280 millones de toneladas. Los de mayor tráfico son los de la bahía de Algeciras y Valencia, con Barcelona en tercer lugar, pero algo más descolgado. Los dos primeros llevan a cabo una importantísima función de trasbordo entre las embarcaciones que conectan Europa con Asia y América, a la vez que las que llegan de África con destino a Europa. La localización estratégica del puerto de Algeciras, en la confluencia del Atlántico con el Mediterráneo, ha favorecido que muchas navieras tengan programadas sus rutas cerca de esta bahía.

El canal de Panamá tiene, debido a la sequía, problemas para que lo crucen naves con grandes calados.

Para saber más

Tráfico marítimo mundial.
marinetraffic.com. (Web de geolocalización constante. Pinchando en cada barco se conoce su nombre y destino).

Informe sobre el comercio mundial 2023.
Organización Mundial del Comercio (septiembre de 2023).

Global Trade.
United Nations Conference on Trade and Development (actualización junio de 2023).

Informe sobre el transporte marítimo.
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (noviembre de 2023).

«La suma positiva y la suma cero», por Gonzalo Gómez Bengoechea

ALDEA GLOBAL

GONZALO GÓMEZ BENGOECHEA,

director del Departamento de Economía de Comillas (ICADE)

Los desglobalizadores consideran el mundo como un juego de suma cero: «Si tú ganas más, yo pierdo»

La suma positiva y la suma cero

La desglobalización es un fenómeno caracterizado por Estados nación poderosos, soluciones locales y controles fronterizos en lugar de instituciones globales, tratados y libre intercambio de personas, mercancías o capitales. Es un movimiento hacia un mundo menos conectado.

La economía global está en alerta por este creciente y aparentemente novedoso fenómeno. Partidos políticos a derecha e izquierda, grupos de presión y agentes diversos (desde agricultores a líderes políticos) alertan sobre el riesgo de seguir dependiendo del resto del mundo para proveernos de bienes básicos o sobre la competencia desleal de nuestros socios comerciales.

Eventos recientes como el brexit, el trumpismo, la guerra en Ucrania, la ralentización del comercio internacional, la inestabilidad en el Mar Rojo, o la crisis energética global, acrecientan la sensación de que hemos entrado en un período de cierta desglobalización económica.

Desde el punto de vista académico, es más preciso abordar esta cuestión como un equilibrio entre fuerzas globalizadoras y desglobalizadoras. Los globalizadores observan el mundo desde una perspectiva de suma positiva: dos países que comercian mejoran su posición previa, aunque uno se beneficie más que el otro con el intercambio. Los desglobalizadores consideran el mundo como un juego de suma cero: “Si tú ganas más que yo, entonces yo pierdo”.

Esta tensión es recurrente en la historia reciente. El capitalismo en los siglos XIX, XX y XXI evoluciona a partir de momentos críticos en los que se produce una alteración en los equilibrios entre aislacionistas e internacionalistas. El empuje integrador, como si del bastón de mando de la competitividad global se tratara, ha pasado del Reino Unido a Estados Unidos, y de Estados Unidos a China.

Así, a finales del siglo XIX, Reino Unido era la gran potencia globalizadora, con unos Estados Unidos temerosos y proteccionistas. El objetivo de la nación americana era construir una industria doméstica poderosa. El riesgo de verse inundados por productos británicos, más baratos y avanzados, los llevó a defenderse mediante tarifas y barreras arancelarias de todo tipo.

No fue hasta después de la Primera Guerra Mundial cuando el dominio tecnológico, empresarial e institucional americano les permitió comenzar a liderar una nueva oleada globalizadora. Europa, aun digiriendo la descomposición de sus tradicionales imperios y las consecuencias económicas de la Gran Guerra, adoptó el nacionalismo económico como estrategia económica dominante.

La época de la Pax Americana se inició tras la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos, líder indiscutido de la nueva globalización, propició política, económica y militarmente el período más próspero de la modernidad en las economías avanzadas. En Europa, el compromiso keynesiano basado en Estados intervencionistas apostó igualmente por la integración.

Las crisis petrolíferas de los años 70 frenaron el proceso de integración global como parte de una estrategia de reducción de dependencia de las economías productoras de petróleo. Este tropezón fue seguido de una nueva oleada liberalizadora de la mano de Reagan, Thatcher, los neoconservadores americanos y el llamado Consenso de Washington.

En el siglo XXI las consecuencias económicas y sociales de dos eventos alteraron el consenso globalizador: los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y la Gran Recesión del período 2008-2013. Las fuerzas antiglobalizadoras occidentales se agruparon detrás de aquellos más afectados por estos cambios: trabajadores vinculados a sectores de bajo valor añadido superados por la competencia exterior, así como ciudadanos temerosos de perder sus identidades nacionales e instituciones locales irrelevantes en un entorno cada vez más integrado. China y las economías asiáticas, mientras tanto, aceleraron su incorporación a los mercados internacionales de bienes con precios bajos y crecientes capacidades tecnológicas.

A partir de 2016, con la victoria de Donald Trump en las elecciones americanas, la salida de Reino Unido de la Unión Europea y el resurgimiento de los populismos en Europa, la agenda desglobalizadora ganó tracción espoleada por un volátil contexto geopolítico. Desde entonces, el “combo liberal” formado por democracia y capitalismo global se ve amenazado por nuevos actores que abogan por diferentes formas de autocracias de mercado. Por un lado, China apuesta por la integración económica global con un régimen doméstico que restringe libertades y derechos. Por otro, diferentes formas de trumpismo mantienen recelos hacia la globalización e incorporan matices autoritarios a sus democracias. Los defensores de este enfoque abogan por diferentes formas de fortalecimiento de lo nacional en base a una mezcla de proteccionismo, subsidios y política industrial. Joe Biden también apoya esta estrategia para competir con China y las economías asiáticas. No es solo “cosa de Trump”. Estados Unidos es ahora un país más proteccionista e intervencionista.

La tentación para los perdedores de la globalización en las economías avanzadas es grande: renunciar a un sistema éticamente superior, pero que no está cumpliendo con lo que de él se espera, o abrazar políticas económicas estatalistas, proteccionistas o autocráticas que prometen salvar a Occidente de su lento declive económico.

Europa y Estados Unidos tienen ante sí un reto mayúsculo: deben decidir si la visión integradora y competitiva que han defendido desde la Segunda Guerra Mundial sigue vigente. No se trata de una decisión de política económica, únicamente. Es necesario evitar que la desatención hacia los “descontentos de la globalización” se traduzca en el surgimiento de modelos alternativos que acaben con 60 años -relativamente exitosos- de democracia, libertades y globalización.

El factor humano, insustituible

FUNDACIÓN NOTARIADO

www.fundacionnotariado.org

El factor humano: insustituible

El factor humano seguirá siendo insustituible en la Administración de justicia y en todo el ámbito jurídico a pesar de la revolución que está suponiendo la introducción de la Inteligencia Artificial (IA) en la agilización de los procesos. Esta fue una de las principales conclusiones extraídas en el congreso IA & Law, en el marco de la Cátedra ICADE-Fundación Notariado Seguridad Jurídica en la Sociedad Digital.

REDACCIÓN
De izda. a dcha.: María Jesús Ariza, Alejandro Huergo, Juli Ponce y Ricardo Pazos.

En este foro se dieron cita ingenieros, juristas, profesores, notarios y hasta filósofos del derecho procedentes de 14 universidades nacionales e internacionales, los días 13 y 14 de noviembre de 2023.

¿Es computable el Derecho?

Tras la inauguración, de la mano del decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Comillas–ICADE, Abel Veiga Copo, y del notario y director de la Cátedra, Manuel González-Meneses, el encargado de abrir las conferencias fue Harry Surden, profesor de la Colorado Law School y director asociado del prestigioso Stanford Center for Legal Informatics, que se preguntó: ¿Es computable el Derecho? Y esta cuestión fue recurrente a lo largo de la gran mayoría de las ponencias, puesto que la posibilidad de que el sistema jurídico sea completamente entendible para las máquinas ha sido un asunto principal para la introducción de la IA en el mundo jurídico.

 


EN ESTE FORO SE DIERON CITA INGENIEROS, JURISTAS,PROFESORES, NOTARIOS Y HASTA FILÓSOFOS DEL DERECHO PROCEDENTES DE 14 UNIVERSIDADES NACIONALES E INTERNACIONALES


 

El profesor Surden enfocó su conferencia inaugural en los avances conseguidos por el sistema Chat GPT y el salto cualitativo que se ha dado en la capacidad de recopilación, estructuración y elaboración de la información jurídica, aunque como el propio profesor admite: “Sigue siendo indispensable la participación del ser humano”.

Los desafíos a los que se enfrenta actualmente el mundo del derecho ante la irrupción de la IA centraron el debate de la mesa redonda del mismo nombre, IA y Derecho. Desafíos actuales, moderada por el notario Segismundo Álvarez, vicedirector de la Cátedra. En ella participaron Roger Brownsword, del King’s College of London, y Juan S. Mora-Sanguinetti, economista senior del Banco de Francia y Banco de España. Para el profesor Brownsword “existe una tensión delicada entre la coherencia doctrinal de un sistema jurídico y el instrumentalismo regulatorio que se introduce a raíz de la irrupción de las nuevas tecnologías”. Juan S. Mora-Sanguinetti destacó la importancia de las nuevas tecnologías a la hora de proporcionar y analizar datos que permitan evaluar el funcionamiento del Estado de Derecho de manera precisa. “Cuanta más información tengamos sobre el funcionamiento de las Administraciones, mejor podremos afrontar los mecanismos para conseguir un funcionamiento más eficiente”, destacó.

La IA no razona

Pedro Meseguer, investigador científico del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC, hizo un repaso de la historia de la digitalización y de los riesgos que ya se vislumbraban hace décadas, mucho antes del nacimiento de la IA generativa. Más categórico fue el profesor Eduardo C. Garrido Merchán, de la Comillas School of Engineering, que en su disertación IA simbólica y conexionismo, se mostró rotundo al afirmar que “la IA no razona, simplemente trabaja con probabilidades y con una ingente cantidad de datos”. “Puede servir para obtener evidencias previas -añadió Garrido-, para conocer las probabilidades de ganar un caso o para conocer las contraargumentaciones que puede utilizar la otra parte para deslegitimar una tesis, pero no es capaz de sustituir al factor humano”, mantuvo el profesor.

El ámbito de la filosofía jurídica estuvo representado por José Juan Moreso, profesor de la Universidad Pompeu Fabra, que disertó sobre Lógica y razonamiento jurídico y las posibilidades de incorporar razonamientos lógicos a ese sistema ayudado por la IA. Por su parte, Manuel Jesús Rodríguez Puerto, profesor de la Universidad de Cádiz, recordó en su ponencia Formalización del razonamiento jurídico que la propia denominación como IA (Inteligencia Artificial) “fue una simple decisión de marketing, porque no se trata directamente de razonamiento, sino de un tratamiento de datos de forma computarizada”. Para el profesor Rodríguez Puerto, aunque la IA pretende sistematizar el ámbito jurídico, “los sistemas no son capaces de descifrar los contextos en los que se promulgan ciertas sentencias”. Considera que en aquellos casos en los que la respuesta pueda ser automatizada, la IA puede ser una herramienta útil para agilizar los procesos, “pero la máquina no razona, sólo busca comparables, por lo tanto, podría decirse que hay automatización, pero no un auténtico razonamiento jurídico en la IA”, sentenció.

Carlos Alarcón Cabrera, de la Universidad Pablo de Olavide, reflexionó sobre los Límites a la formalización del razonamiento jurídico, y destacó la necesidad de “auditar y poder mejorar la legislación y la posibilidad de encontrar las paradojas que muchas veces se dan en los textos normativos”. Mientras, José Cabrera Rodríguez, investigador de la Universidad Pontificia Comillas, recordó las aportaciones al desarrollo de las tecnologías digitales desde el ámbito soviético, y su empeño en la sistematización de procesos como forma de mejorar la eficiencia.

El ámbito de la empresa y las consecuencias jurídicas de la incorporación de la IA en la gestión corporativa fue la temática en la que se enfocó el profesor Niccollò Abriani, de la Universidad de Florencia, quien recordó la importancia que están adquiriendo las nuevas tecnologías en la gestión de las empresas y la necesidad de tener en cuenta las implicaciones que la gestión digital tiene sobre los responsables de las compañías a la hora de la toma de decisiones.

Separación de poderes

Ante la posibilidad de derivar a una máquina la toma de decisiones, el profesor de la Universidad de Alicante, Dyango Bonsignore Fouquet, se preguntó sobre el nivel de implicación que los ingenieros pueden llegar a tener en la administración de Justicia: “¿Tenemos que introducir a los ingenieros en la separación de poderes?”, se preguntó de forma irónica.

 


LA POSIBILIDAD DE QUE EL SISTEMA JURÍDICO SEA COMPLETAMENTE ENTENDIBLE PARA LAS MÁQUINAS HA SIDO UN ASUNTO PRINCIPAL PARA LA INTRODUCCIÓN DE LA IA EN EL MUNDO JURÍDICO


 

La calidad en las herramientas digitales en el ámbito de la justicia fue el foco del profesor de la Universidad de Oviedo, Alejandro Huergo Lora, quien recordó que los datos con que se alimentan estas herramientas deben tener la calidad suficiente; que la documentación sea técnica; que haya un registro de todo lo que se hace para poder tener una trazabilidad de todo el proceso y, sobre todo, que haya además una vigilancia humana de toda la operativa. “La IA sirve para tener una aproximación, no para la toma de decisión”, recordó Huergo Lora.

En la importancia del factor humano insistió por su parte Juli Ponce Solé, profesor de la Universidad de Barcelona, quien habló de la ¿Reserva de humanidad? Para Ponce Solé, “hay buenos argumentos jurídicos para dudar de la posibilidad de que una máquina pueda tomar decisiones sobre una potestad discrecional, una potestad que debemos recordar que la sociedad ha encargado a un juez”.

Precisamente en esa necesidad del factor humano basó la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, María Jesús Ariza Colmenarejo, la importancia de establecer mecanismos que permitan a la sociedad conocer aquellos casos en los que haya participado una herramienta de IA y poder establecer los criterios para poder recurrir en estos casos.

Asistir, pero no sustituir

Una visión práctica sobre la utilización de la IA en el ámbito jurídico la aportó el profesor de la Universidad de Cantabria José Ignacio Solar. En primer lugar, se ocupó de recordar que la propuesta de reglamento europeo establece que las herramientas digitales “servirán simplemente para asistir y que nunca podrán sustituir al ser humano”. El profesor hizo un repaso por algunas de las herramientas concretas que ya se están utilizando en el ámbito de la justicia como el Sistema Pretoria IA, que ayuda a la Corte Constitucional Colombiana en el cribado de aquellas sentencias que cumplen los requisitos para ser admitidas; o el sistema Predictive Coding, que es capaz de analizar cualquier tipo de información digital y clasificarla como relevante o no para un determinado caso.

Además de sistemas de ayuda al juez, Solar se refirió también a herramientas que ofrecen directamente propuestas de sentencias judiciales como el Sistema Prometea que utiliza la Fiscalía de la Sala Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo de Argentina, o el sistema Juez Sabio utilizado en China y que busca casos parecidos y propone una solución en base a sentencias previas.

Participantes y asistentes al foro.
De izda. a dcha.: Roger Brownsword, Juan S. Mora-Sanguinetti y Segismundo Álvarez.
Harry Surden.

Llamada a la responsabilidad

El congreso fue clausurado por el entonces secretario general para la Innovación y Calidad del Servicio Público del Ministerio de Justicia, Manuel Olmedo, en la actualidad Secretario de Estado de Justicia, que volvía a las aulas de la Universidad de Comillas-ICADE, donde se licenció en Derecho. Manuel Olmedo valoró positivamente que durante dos días la Cátedra ICADE-Fundación Notariado haya abordado en profundidad uno de los fenómenos tecnológicos más trascendentes de nuestro tiempo que necesitan de la mayor responsabilidad en su aplicación en el ámbito jurídico.

«Justicia digital para la era digital», por Ana Gallego Torres

ÁMBITO EUROPEO

ANA GALLEGO TORRES,

directora general de la Dirección General de Justicia y Consumidores de la Comisión Europea.

“Es nuestro deber garantizar que la digitalización mejore nuestros sistemas judiciales de una manera que no socave la confianza pública en la tecnología"

Justicia digital para la era digital

Resulta ya un lugar común afirmar que vivimos en una era esencialmente digital. La pandemia puso aún más de relieve si cabe el papel crucial que desempeña la tecnología digital en nuestra vida diaria como consumidores o usuarios, como empresas o en las actividades comerciales, pero también de forma particular en el ámbito de la justicia. Como muestra el cuadro de indicadores de la justicia de la UE, los tribunales utilizan de forma abrumadora la tecnología digital para llevar a cabo su trabajo, aunque en distinto grado según los Estados miembros . Diversos factores pueden estar en el origen de estas diferencias, desde el grado de penetración de la tecnología, la formación de los operadores judiciales, hasta la existencia de un marco jurídico habilitante. En una Europa cada vez más transfronteriza, los ciudadanos y las empresas se desenvuelven con naturalidad en un entorno libre de fronteras, y se sirven de la tecnología digital para hacer realidad la ausencia de barreras entre los Estados miembros. Asimismo, las formas delictivas evolucionan y se adaptan rápidamente a estas nuevas circunstancias. Para poder responder a estos retos de manera eficaz, es esencial dotar a las autoridades judiciales de soluciones digitales modernas que les permitan operar en un entorno digital.

El papel de la digitalización va más allá de garantizar resiliencia institucional y gestión de crisis. La tecnología debe estar al servicio de la justicia y ayudar a mejorar los sistemas judiciales, de modo que se respeten los derechos fundamentales de los ciudadanos. La digitalización aporta ante todo eficiencia a la hora de impartir justicia, ya que permite una comunicación más rápida y económica. A modo de ejemplo, una carta certificada puede tardar de 48 horas a 15 días en llegar de un Estado miembro a otro, con un coste de entre 3 y 5 € en franqueo, mientras que su envío por vía electrónica tarda segundos y el coste es prácticamente nulo, sin merma de las garantías en la seguridad de la transmisión. Las herramientas y tecnologías digitales también tienen el potencial de facilitar el acceso a la justicia, acelerar procedimientos judiciales, facilitar la cooperación, reforzar la asistencia mutua entre autoridades y aumentar la transparencia y eficiencia en la tramitación de casos. La digitalización también mejora la calidad de la justicia, ya que, acelerando tareas administrativas, los jueces pueden dedicarse plenamente a interpretar el Derecho y dictar sentencias, reduciendo la pendencia y propiciando un uso más eficiente de recursos valiosos y escasos.

No sorprende que la transformación digital del espacio de justicia sea una de las prioridades de la Comisión Europea y elemento clave en la agenda de la UE en los últimos años. La Comisión ya ha cumplido su objetivo principal de digitalizar todos los instrumentos de cooperación judicial transfronteriza, por ejemplo, adoptando normas sobre notificación y traslado de documentos y obtención de pruebas en asuntos civiles y mercantiles transfronterizos. La «norma de oro» de la UE para garantizarlo es una herramienta informática llamada e-CODEX, que permite a los sistemas nacionales de justicia informática comunicarse de forma segura. El comienzo de 2024 supone otro paso adelante en este ámbito, ya que las nuevas normas sobre digitalización de la justicia entran en vigor en enero. El Reglamento tiene por objeto mejorar la eficiencia y resiliencia de la comunicación transfronteriza entre autoridades que participan en la cooperación judicial mediante la introducción de un canal de comunicación digital seguro y fiable, obligatorio para todas las comunicaciones entre autoridades en procedimientos transfronterizos en materia civil y penal. Además, permitirá a particulares, empresas o sus representantes legales, presentar reclamaciones y comunicarse con las autoridades competentes por vía electrónica a través del denominado Punto de Acceso Electrónico Europeo, que se creará en el Portal Europeo de e-Justicia. También permitirá a las partes que se encuentren presentes en otro Estado miembro en el momento de una audiencia en asuntos transfronterizos civiles y penales, acceder a la audiencia por videoconferencia.

Esta panoplia de instrumentos sienta las bases para alcanzar nuestro objetivo de aquí a 2030 de modernizar la justicia transfronteriza e integrarla en la era digital, disponiendo de una comunicación «digital por defecto» entre las autoridades judiciales a finales de esta década.

Pero todavía queda mucho por hacer. Un ejemplo es la necesidad de modernizar los procesos judiciales mediante herramientas digitales para establecer normas comunes y plataformas fiables. Los órganos jurisdiccionales nacionales emplean programas para llevar a cabo videoconferencias que no están diseñados para las vistas judiciales, suscitando preocupación por la seguridad, privacidad e igualdad en su uso. Otro ejemplo es la utilización de la Inteligencia Artificial (IA) y la capacitación de los jueces en el uso de herramientas digitales. Debe alentarse a los Estados miembros a poner a disposición de sus órganos jurisdiccionales las herramientas e instrumentos necesarios para la plena implantación de soluciones digitales en condiciones de seguridad jurídica y respeto de las garantías procesales. Para ello, la UE pone a disposición de los Estados miembros modos de financiación para herramientas de IA y otros proyectos de digitalización a través del programa Technical Support Instrument (TSI).

Otro reto a medio plazo será la necesidad de extender el principio de digital por defecto también a la cooperación judicial con terceros Estados, con el objeto de evitar la existencia de ángulos ciegos en la implantación de la tecnología al ámbito de la justicia. Para ello, seguimos con enorme interés iniciativas recientes de transmisión electrónica en áreas geográficas que resultan esenciales para la cooperación judicial, como es el caso del Tratado de Medellín adoptado en el contexto de IberRed.

Por otro lado, si bien la IA y otras tecnologías digitales pueden aportar beneficios significativos para una justicia eficaz, también entrañan una serie de riesgos que hemos de afrontar. La UE está firmemente a favor de la innovación, pero nunca en detrimento de la seguridad y los derechos fundamentales. Por consiguiente, la Comisión ha garantizado que todas las propuestas legislativas incluyan salvaguardias para proteger los derechos fundamentales. Si bien la IA puede ser una herramienta muy útil para liberar a los jueces y otros profesionales del Derecho de tareas repetitivas y que requieren mucho tiempo y, de este modo, aumentar la eficiencia de los sistemas judiciales, es igualmente importante garantizar que los ciudadanos no reciban un trato injusto como resultado de su uso o que los sesgos integrados en los sistemas de IA afecten a la calidad de nuestros sistemas judiciales. Por lo tanto, el enfoque europeo coordinado de la IA, junto con la futura Ley de IA, apoya la innovación a través de un marco jurídico claro que proporcione seguridad jurídica a las empresas emergentes, aproveche los beneficios de la IA y centre la regulación en los riesgos. El enfoque de la Ley de IA reforzará el potencial de Europa para competir a escala mundial.

Es nuestro deber garantizar que la digitalización mejore nuestros sistemas judiciales de una manera que no socave la confianza pública en la tecnología o incluso en nuestros propios sistemas judiciales. Para ello, la UE y los Estados miembros deben aunar esfuerzos en pro de este objetivo común, propiciando el uso eficiente de herramientas de financiación, instrumentos jurídicos y políticas activas de digitalización de la justicia, e involucrando a las autoridades judiciales en este cambio cultural. Sólo así se logrará que la transformación de la justicia en una justicia digital sea sistémica y duradera, capaz de acompañar los profundos cambios sociales asociados a la transición digital.

* EU Justice Scoreboard 2023, figure 42, page 34.

Certeza jurídica y tecnológica

ALDEA GLOBAL

Certeza jurídica y tecnológica

De izda. a dcha.: Rafael Hoyuela, María Luisa Pacheco, Enrique Gil Botero, María Paz Martínez García, Alberto Martínez Lacambra, José Luis Fernández, Carlos López Blanco, José Ángel Martínez Sanchiz, Adolfo Castilla, Alfonso Cavallé, Ramón Casilda y Andrés Pedreño.

La importancia de generar confianza y disminuir los riesgos, que ha de ir de la mano con el profundo proceso de transformación social que trae consigo la digitalización, así como la defensa de los valores y principios de la justicia y los derechos de las personas, fueron los temas clave en torno a los que se articuló la VI Jornada sobre la Seguridad Jurídica de las Inversiones en Latinoamérica, celebrada en la sede del Consejo General del Notariado, bajo el título Tecnología, Cooperación y Derechos Humanos.

ALEJANDRO MOYA BLAY

En la inauguración, el presidente del Consejo General del Notariado (CGN), José Ángel Martínez Sanchiz, destacó la trascendencia de este foro para tratar la seguridad jurídica desde diferentes ángulos, puesto que “no es única y exclusivamente una exigencia de la economía; es también necesaria para el desarrollo de la libertad y la justicia». Desde la perspectiva notarial, añadió, “es un tema especialmente relevante, y que nos concierne, en la medida en que los notarios contribuimos a esa seguridad jurídica en muchos aspectos, como la lucha contra la corrupción, el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo”. Le acompañaron en la apertura el director de la jornada, Alfonso Cavallé, decano del Colegio Notarial de las Islas Canarias y delegado del CGN para América; y el coordinador y moderador de las mesas de debate, Ramón Casilda, analista y consultor de economía y negocios iberoamericanos.

 


EN EL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL Y DIGITAL ES NECESARIO TENER PRESENTES LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS Y LOS VALORES DE JUSTICIA, LIBERTAD, IGUALDAD Y SEGURIDAD


 

Economía y Derecho

El presidente de la Academia Notarial Americana, Carlos Enrique Becerra, participó por vía telemática en la inauguración y subrayó “la importancia de la seguridad jurídica preventiva, en la que tienen una gran participación los notarios”. Intervino también por videoconferencia el presidente de la Comisión de Asuntos Americanos de la Unión Internacional del Notariado (UINL), Homero López Obando, quien hizo alusión a la necesidad de “reflexionar sobre la estrecha relación de la economía y el derecho teniendo en cuenta la justicia y la ética, valores fundamentales del ser humano”.

El secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, fue el encargado de realizar la conferencia de apertura, con una intervención en vídeo en la que valoró la relevancia de la jornada, puesto que “la certeza jurídica es trascendental para aumentar los flujos de inversión en Latinoamérica porque permite generar confianza, fomentar la innovación y disminuir los riesgos y los costes de transacción”.

La primera mesa redonda de la sesión profundizó en los retos que plantea la integración de la inteligencia artificial (IA) para la seguridad jurídica. El ex rector y catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Alicante, Andrés Pedreño, abordó la necesidad de encontrar soluciones jurídicas, computacionales y educacionales a los riesgos que plantea el uso de esta tecnología: “Debemos controlar estos sistemas; no podemos dejar en manos de la inteligencia artificial las decisiones que interfieren con los derechos humanos”.

Por su parte, el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Cantabria y de la Autónoma de Madrid, Adolfo Castilla, se mostró optimista sobre el desarrollo económico a través de la aplicación de la IA y apuntó que “la digitalización pasa por transformar totalmente las empresas; no solo basta con la automatización, sino que procesos y sistemas tienen que estar interconectados”.

Economía del dato

En cuanto a la seguridad digital y la sociedad de la información, el abogado del Estado y presidente de la Fundación ESYS, Carlos López Blanco, manifestó que “los datos son la esencia de este proceso de profundo cambio social que afecta a la economía y -por supuesto- al derecho”. “El reto es construir un modelo de digitalización que respete los principios de la sociedad abierta y democrática, que legitime la función principal del derecho: proveer de confianza”, añadió.

 


LOS PARTICIPANTES EN ESTE FORO DESTACARON LA DIGITALIZACIÓN DEL NOTARIADO Y SU IMPORTANTE PAPEL EN LA SOCIEDAD CIVIL


 

Alberto Martínez Lacambra, director general del centro tecnológico del Notariado (Ancert), destacó la avanzada digitalización del Notariado español, “ejemplar en el uso de la tecnología, con un modelo que garantiza la seguridad jurídica y tecnológica”. Martínez Lacambra ofreció también algunos datos de actualidad sobre los protocolos electrónicos generados por los notarios españoles, tras la entrada en vigor de la Ley 11/2023: “del 9 al 23 de noviembre se han generado más de 150.000 protocolos notariales online y se han depositado 500.000 documentos en la Sede Electrónica Notarial”.

El catedrático de Ética de la Universidad Pontificia de Comillas, José Luis Fernández, aportó una visión más filosófica en el ámbito de la responsabilidad civil: “Tenemos la oportunidad de repensar nuestros valores para poner en el centro a la persona, su dignidad y sus derechos. La sociedad civil debe tener voz a través de sus cauces, entre los cuales el Notariado tiene gran importancia”.

Cooperación y digitalización

En el tercer coloquio de la jornada, el ejecutivo principal del CAF-Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe, Rafael Hoyuela, avaló el “desarrollo de marcos regulatorios que permitan fomentar la inversión y la economía de los países de Iberoamérica” y señaló que nos encontramos ante “una gran oportunidad para reforzar nuestros lazos, cerrar las brechas digitales e impulsar los proyectos de colaboración público-privada”.

 


LA PRIMERA MESA REDONDA DE LA SESIÓN PROFUNDIZÓ EN LOS RETOS QUE PLANTEA LA INTEGRACIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL PARA LA SEGURIDAD JURÍDICA


 

En la misma línea, por parte de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la jefa de la Unidad de Apoyo de la Dirección de Cooperación con América Latina y el Caribe, M.ª Paz Martínez García, habló sobre la cohesión social y la gobernanza como aspectos en los que “la utilización de la tecnología puede contribuir para mejorar los procesos y servicios, por ejemplo, en el ámbito de la justicia fiscal, la transparencia o la rendición de cuentas”.

Circulación segura de documentos

El director de la jornada, Alfonso Cavallé, intervino en la cuarta y última mesa para exponer el proyecto IberFides, “una iniciativa del Notariado español que va a facilitar el acceso a la justicia de ciudadanos y empresas, con garantía absoluta de seguridad jurídica y tecnológica en la circulación electrónica de documentos notariales entre países iberoamericanos”.

En defensa también de los valores, la ética y los principios de la justicia, el secretario general de la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (Comjib), Enrique Gil Botero, abordó la importancia en los sistemas democráticos de las instituciones judiciales y la necesidad de garantizar la independencia y la imparcialidad del poder judicial: “Los problemas de nuestras democracias empiezan y terminan por un sistema judicial débil y poco independiente”.

Finalmente, el presidente del CGN, José Ángel Martínez Sanchiz, clausuró el acto expresando su agradecimiento a los participantes y a la comunidad iberoamericana, destacando que “compartimos valores comunes con los países latinoamericanos, que incluyen el diálogo para delimitar cómo debemos adaptarnos a un nuevo entorno digital”.

De izquierda a derecha: Alfonso Cavallé, José Ángel Martínez Sanchiz y Ramón Casilda durante la inauguración.

Para saber más

América Latina y la seguridad jurídica. Real Instituto Elcano

Economía y Finanzas. ECOFIN

SEJIB. Secretaria General Iberoamericana. Un organismo internacional al servicio de los 22 países de Iberoamérica

ESCRITURA PÚBLICA. Medidas para superar la crisis en Iberoamérica.