«Pensiones, una reforma necesaria», por Antonio Garamendi

EN ESTE PAÍS

ANTONIO GARAMENDI,
presidente de CEOE

“El sistema necesita, también, medidas que impulsen la previsión social complementaria, como ya sucede en los países más avanzados de Europa”

Pensiones, una reforma necesaria

Las crisis provocadas por la irrupción del COVID-19 y por la invasión de Ucrania por parte de Rusia han configurado un nuevo escenario geopolítico y un nuevo marco económico y social complejos y marcados por la incertidumbre y la volatilidad. Pero, también, han puesto de manifiesto la urgencia de encontrar soluciones a desafíos que ya estaban ahí antes pero que ahora son aún más evidentes.

Entre estos retos están los relativos al envejecimiento de la población, la calidad de vida de las personas de más edad y la necesidad de adaptar el Estado de Bienestar y nuestro sistema de protección a una sociedad que, cada vez, va a ser más longeva.

Se trata de un asunto fundamental para el futuro de España y sobre el que estamos obligados a reflexionar para poder ofrecer soluciones realistas y viables.

España es uno de los países que está sufriendo un proceso de envejecimiento más intenso. Las proyecciones demográficas apuntan a que, en los próximos 30 años, la esperanza de vida de los españoles aumentará hasta en tres años y que, para 2050, uno de cada tres ciudadanos tendrá 65 años o más.

Esta tendencia impactará negativamente en la relación entre el número de pensiones y el número de personas en edad de trabajar, casi duplicándola. La previsión es que, para ese año, por cada mayor sólo haya 1,7 personas con edades entre 16 y 64 años, frente a las 3 personas que hay en la actualidad.

Una transformación de la pirámide demográfica que supone un reto por sus implicaciones en el crecimiento de la economía o en áreas como la sanidad, la educación, la dependencia y, por supuesto, el sistema de pensiones. Según las últimas estimaciones de organismos como la AIREF, el gasto público en pensiones puede alcanzar a mitad de siglo hasta el 16,3% del PIB, frente al 13,6% actual. A día de hoy, esto supondría unos 35.000 millones de euros más de gasto.

Con este escenario, y por responsabilidad, estamos obligados a afrontar el debate sobre el futuro de las pensiones en España con cierta urgencia y tomando decisiones de fondo. Con medidas que se alejen del cortoplacismo y garanticen, realmente, un sistema que sea sostenible y suficiente y en el que la equidad intergeneracional esté asegurada. Una reforma necesaria y de calado que debe adoptarse en diálogo con los agentes sociales y en el marco del Pacto de Toledo.

Sin embargo, lamentablemente, las últimas decisiones adoptadas por el Gobierno no han ido en este sentido. Desde CEOE, así como también desde CEPYME y ATA, hemos expresado públicamente, ya el pasado mes de marzo, nuestro rechazo a la última reforma impulsada por el Ejecutivo.

Una reforma que ahonda en los desequilibrios que padece el sistema, que daña la competitividad de las empresas, reduce la renta disponible de las familias y, en definitiva, pone un freno a la actividad y a la creación de empleo.

Porque el sostenimiento del sistema se hace recaer en los trabajadores y las empresas optando por una subida generalizada de cotizaciones que va a suponer una merma de los salarios de todos los trabajadores y que incrementa los costes laborales para el tejido empresarial.

La reforma es, también, regresiva en toda su extensión porque implica más años de trabajo, más esfuerzo contributivo y menos pensión para quienes, en la actualidad, están en el mercado laboral.

Los cambios aprobados, además, van a incrementar el desequilibrio financiero del sistema, en una cifra que será equivalente al 1,1% del PIB en 2050. Y, en conjunto, pueden situar el déficit de las cuentas públicas en el entorno del 8% del PIB y elevar la deuda hasta el 150%.

En suma, se trata de una reforma que no afronta el verdadero problema de nuestro sistema: el desequilibrio entre crecimiento de población activa, crecimiento de pensionistas, esperanza de vida y tasa de reemplazo de las pensiones.

Es por ese camino por el que tendrán que ir las medidas que, necesariamente, habrá que adoptar para garantizar el futuro del sistema de pensiones. Un futuro que pasa por repartir la carga de las pensiones en los tres pilares de nuestro modelo: pensiones públicas, ahorro colectivo y ahorro individual. Porque el sistema necesita, también, medidas que impulsen la previsión social complementaria, como ya sucede en los países más avanzados de Europa.

Y esto tiene que incluir los planes de pensiones individuales, muy afectados por la reducción de desgravaciones acometida por el Gobierno en los últimos años. Es un error promover la previsión social colectiva a costa de los planes individuales porque ambas patas son fundamentales y necesitan incentivos suficientemente atractivos.

En lugar de una reforma que resta competitividad a nuestra economía, que aumenta las cotizaciones de quienes ya trabajan, perjudica el crecimiento y la creación de empleo y que dificulta la retención del talento, se debería impulsar un entorno propicio para el desarrollo de la actividad de las empresas.

Un entorno con capacidad para atraer inversiones, que favorezca la llegada y la creación de empresas y, de este modo, la creación de más empleo. Porque apostar por la creación de empleo, apostar por las empresas, es una vía que permite aumentar la recaudación por cotizaciones sin perjudicar ni el crecimiento ni la competitividad de nuestra economía y que contribuirá, sin duda, a impulsar la necesaria sostenibilidad de nuestro sistema.

Cátedra del Prado

FUNDACIÓN NOTARIADO

www.fundacionnotariado.org

CÁTEDRA DEL PRADO

REDACCIÓN
Nos encaminamos a una nueva edición de la Cátedra del Prado que patrocina la Fundación Notariado desde 2019. La de este año estará dirigida por el catedrático de Bellas Artes, Alexander Nigel y dará comienzo en noviembre. En las cuatro conferencias y cuatro seminarios que la conforman se estudiarán los cambios de paradigma en las relaciones de escala en la pintura europea de la Edad Moderna.
Página web del Museo del Prado.

Las conferencias son gratuitas para estudiantes, profesionales y público en general previa inscripción; los seminarios están dirigidos a jóvenes profesionales.

La Fundación Notariado, con motivo del convenio firmado con el Museo del Prado para el patrocinio de la cátedra, otorgará 20 becas para jóvenes que no superen los 35 años y posean una titulación superior relacionada con los contenidos de los seminarios. La selección de estudiantes se realizará por el Museo Nacional del Prado tras analizar su expediente académico, perfil formativo e interés por el seminario elegido, que deberán demostrar mediante la presentación de un breve texto a modo de carta de motivación. Los seminarios tendrán lugar los viernes posteriores a la celebración de las conferencias y profundizarán en los contenidos analizados en ellas.

Alexander Nagel es catedrático en el Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York. Experto en el arte europeo tardo-medieval y moderno temprano, y estudioso de los tamaños y perspectivas de las figuras representadas en los cuadros. Desde 2022 es editor jefe de la revista I Tatti Studies, publicada por el centro de Estudios del renacimiento Italiano de la Universidad de Harvard en Villa I Tatti.

Cuatro años de colaboración. Hasta el momento la Fundación Notariado ha patrocinado cuatro cátedras. Cuatro miradas académicas para un mayor conocimiento de las obras de una de las grandes pinacotecas del mundo.

2019: Rondas del Prado: En el jardín de las imágenes. Dirigida por Antonio Muñoz Molina, escritor y académico de la Real Academia Española. Como si fuera una crónica o un cuaderno de notas, Muñoz Molina ofreció la mirada de un visitante que se fija en cosas distintas, que encuentra matices nuevos, que deambula por diferentes épocas… A lo largo de sus conferencias propuso una secuencia de rondas o aproximaciones al Museo del Prado. Una contemplación estética, centrada en valores puramente visuales tanto del relato central como de lo que sucede en los márgenes, en los segundos planos; lo visible y lo invisible. En la última ronda se acercó a la materialidad de la obra y al oficio del pintor.


LAS CONFERENCIAS SON GRATUITAS PARA ESTUDIANTES, PROFESIONALES Y PÚBLICO EN GENERAL PREVIA INSCRIPCIÓN


2020: Seminario online Imágenes de la otra Edad Media. Dirigido por Joan Molina, jefe de departamento de Pintura gótica Española del Museo Nacional del Prado y profesor titular de Historia del Arte de la Universitat de Girona. El incendio de la catedral de Notre-Dame de París y la conmoción que supuso en medio mundo puso de relieve, según Joan Molina, hasta qué punto somos hijos de la Edad Media, una época que no fue tan oscura ni tenebrosa. En sus conferencias se refirió a la auténtica y variada explosión de imágenes que tuvo lugar en la época de las catedrales: desde poderosos iconos sagrados hasta ejércitos de divertidas criaturas fantásticas, como dragones o unicornios, pasando por centenares de representaciones de santos y pecadores, de damas y caballeros, de ángeles y demonios.

2021: Arte medieval. Encuentros entre museos e iglesias. Dirigida por Justin Kroesen, catedrático de Historia cultural en la Universidad de Bergen, comenzó su reflexión sobre los dos marcos diferentes, aunque paralelos de las obras: los museos y las iglesias, sus dos canteras históricas. ¿cómo tender un puente entre ambos y entender las piezas en su contexto original, que en muchos casos no se conserva? Analizó el altar como escenario para el arte de la Edad Media: la decoración de la mesa, como el foco central de cada templo, y el retablo, una de las más importantes piezas de las artes del altar.

2022: Representar edificios, construir cuadros. La arquitectura en la pintura. Juan Calatrava, catedrático de Historia de la Arquitectura de la Universidad de Granada, reflexionó sobre la ciudad como instrumento de poder, como objeto de estrategia militar, como elemento propagandístico y como muestra de nuevos modos de vida. Las pinturas nos enseñan espacios austeros o lujosos de santos y padres de la Iglesia; los estragos del tiempo en los edificios, y las transiciones entre interior y exterior, privado o público, casa y calle, por poner algunos ejemplos.

Página web del Museo del Prado.

Cátedra 2023

La cátedra 2023 sobre los Cambios de paradigma en las relaciones de escala en la pintura europea de la Edad Moderna ofrecerá las siguientes conferencias y posteriores seminarios:

2 de noviembre. Reinvenciones de la escala en la pintura europea temprana.

16 de noviembre. La revolución de la obra a escala natural en la pintura europea.

23 de noviembre. Dioses y hombres, Dios hecho hombre.

30 de noviembre. Gigantes y gente pequeña.

Para apuntarse habrá que rellenar el formulario que estará disponible en la página web del Museo Nacional del prado del 2 al 24 de octubre. Las plazas se otorgarán por riguroso orden de inscripción. Al finalizar el curso se entregará un certificado de asistencia a quienes hayan atendido a las cuatro conferencias.

MÁS INFORMACIÓN

«Acertar con el modelo adecuado», por José Ramón Patterson

ALDEA GLOBAL

JOSÉ RAMÓN PATTERSON

periodista

“España, que preside este semestre el Consejo de la Unión, aspira a poner de acuerdo a los 27, pero no lo tiene fácil"

Acertar con el modelo adecuado

Cualquier organización que se precie exige a sus miembros que cumplan una serie de requisitos, más o menos severos en función de la implicación que se espera de ellos. Para ser miembro de la OTAN, por ejemplo, los países candidatos deben ser democracias con economías de mercado. A cambio, se comprometen a defender a los demás cuando son atacados. Por eso Ucrania no entrará en la Alianza hasta que acabe la guerra con Rusia, ya que pondría en un aprieto a los 31 socios actuales (32 cuando se incorpore Suecia).

Con la Unión Europea ocurre algo similar: los aspirantes deben reunir un cúmulo de condiciones y asumir obligaciones como son el contenido de los tratados, la jurisprudencia del Tribunal de Justicia, los acuerdos y resoluciones que se adopten, etc. Es lo que en la jerga de Bruselas se llama acervo, plasmado en miles de páginas que deben seguir al dedillo a riesgo de que un inesperado traspié acabe en un correctivo, lo cual es poco habitual porque casi siempre basta la simple amenaza.

Son muchos los requisitos políticos, económicos y administrativos que debe cumplir un país para adherirse a la UE y el proceso es largo. “Es uno de los nuestros y lo queremos dentro”, dijo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, días después de que las tropas rusas entrasen en Ucrania. Sus palabras, nada realistas, sólo fueron un pronunciamiento retórico para mostrar el apoyo de la Unión, ya que acelerar el proceso para acogerlo degradaría los rígidos criterios de ampliación.

La Unión Europea, o, mejor dicho, los Estados que la integran, deberían aprender de la equivocación que supuso la precipitada incorporación en bloque -en 2004 y 2007- de los países de la Europa Central y Oriental. Algunos, especialmente Hungría y Polonia, han demostrado que no comparten los valores de la Unión y que son un obstáculo permanente para el desarrollo de las políticas comunitarias. El error de la UE fue tratar de aprovechar la caída del Muro de Berlín y la implosión de la URSS para reunificar el continente por la vía rápida.

El Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), la biblia fiscal de la UE, es uno de esos compromisos que se adquieren al entrar en ella. Su objetivo es evitar que los países gasten más allá de sus posibilidades, y para ello deben contener el déficit en el 3% del Producto Interior Bruto y la deuda por debajo del 60%. Si lo incumplen durante tres años seguidos son multados con el 0,5% del PIB, algo que nunca ha sucedido porque todo el mundo entiende que es incongruente sacudirle a un indigente los bolsillos cuando están vacíos.

En realidad, el PEC fue una imposición de los opulentos del norte a los menesterosos del sur, esto es, de los llamados frugales o halcones a los más pobres, entre ellos España, a los que consideran unos derrochones. “Uno no puede gastarse todo el dinero en copas y mujeres y luego pedir ayuda”, advirtió el holandés Jeroen Dijsselbloem en 2017, meses antes de perder su trabajo como ministro de Finanzas y, de rebote, la presidencia del Eurogrupo. El caso es que tenía algo de razón, aunque la forma fuese inapropiada.

Lo que quiso decir Dijsselbloem -y expresó mal- es que los países cumplidores estaban un poco hartos de acudir al rescate de los recalcitrantes que malbarataban sus caudales y después acudían llorando a Bruselas. Grecia, sin ir más lejos. Entró en el euro en 2001 exhibiendo unas estadísticas hechas de aquella manera y después de un primer rescate tras las turbulencias de 2009 -que amenazaron con arrastrar a Irlanda, España, Italia y Portugal- seguía prejubilando a locutores de radio, peluqueros y músicos a los cincuenta y cinco años (ellas a los cincuenta) por ejercer “profesiones de riesgo”.

La principal crítica al PEC es que establece unas reglas rígidas cuya única intención es embridar a los débiles, mientras países como Francia, que ha superado el límite del déficit varias veces, se han escapado del ojo vigilante de Bruselas. “Francia es Francia”, aseguró cínicamente el entonces presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. También hay coincidencia en que, en determinadas circunstancias, el Pacto es un corsé que no ayuda a reconducir la precaria situación económica de un país y, paradójicamente, la agrava.

La pandemia y la guerra de Ucrania han obligado a suspender temporalmente las reglas del PEC. La deuda y el déficit se han disparado y ahora toca retomar la senda del rigor. Todos están abiertos a reformularlas -ya lo estaban antes-, unos, como España y Francia, para hacerlas más flexibles; otros, los frugales virtuosos, con una posición más dura contra el despilfarro. España, que preside este semestre el Consejo de la Unión, aspira a poner de acuerdo a los 27, pero no lo tiene fácil.

La economía europea ya había perdido fuelle antes de la pandemia. Y estaba claro que las reglas no funcionaban: los recortes durante la Gran Recesión complicaron claramente la salida de la crisis. La cuestión es acertar con el punto exacto, de manera que la funesta austeridad no sea el modus operandi del nuevo régimen, pero tampoco se ponga en peligro la sostenibilidad fiscal de los Estados miembros, la Eurozona y la Unión en su conjunto. O sea, unas reglas sencillas y flexibles pero efectivas para lograr unos objetivos de déficit y deuda creíbles.

Empleo e Inteligencia Artificial

ALDEA GLOBAL

Empleo e Inteligencia Artificial

En nuestro día a día interactuamos con IA con las búsquedas en internet, los traductores o nuestras amigas Siri, Alexa o Cortana.

Si al leer el titular se ha puesto en lo peor y le ha recordado los augurios que pronostican una destrucción casi apocalíptica de puestos de puestos de trabajo a causa de la Inteligencia Artificial, solo tiene razón en parte, porque el mercado laboral también se va a beneficiar de lo que aporte esta etapa de la revolución digital.
MELCHOR DEL VALLE

La Inteligencia Artificial, AI (o IA, si lo traemos de sus siglas inglesas), no es ni más ni menos que la facultad de sistemas o equipos de emular la capacidad cognitiva del ser humano o, si lo prefieren, la capacidad de aprender y resolver problemas o crear cosas nuevas con lo aprendido. Y no es nada nuevo, a pesar de que muchos de nosotros nos hayamos visto sorprendidos en los últimos años por aplicaciones de escritura o de creación de imágenes. Baste recordar que el llamado «padre de la computación», Alain Turing, desarrolló en 1950 el no menos famoso Test de Turing para comprobar que las máquinas no se hacían pasar por humanos. Por cierto, ya hay programas de IA que son capaces de superar dicha prueba, como hizo, por primera vez en la historia, el programa Eugene (2014) haciéndose pasar por un adolescente de 13 años.


«UNA CUARTA PARTE DE LAS TAREAS LABORALES ACTUALES PODRÍAN AUTOMATIZARSE MEDIANTE IA EN LOS ESTADOS UNIDOS Y EN EUROPA»

(GOLDMAN SACHS)


Usamos IA a diario. Se puede decir, por lo tanto, que el desarrollo de la IA es paralelo al de los ordenadores. Y, si apuramos el concepto, ¿qué es un ordenador sino una máquina capaz de hacer las mismas cosas que los humanos hacemos con nuestro intelecto, pero más rápido y con menos errores? La diferencia con los equipos que incorporan IA es la capacidad de aprender por sí solos, como sucedió ya en 1979, cuando se registró el primer éxito de un coche con función autónoma, o como cuando en 1996 Deep Blue consiguió ganar al ajedrez al entonces campeón del mundo Gary Kasparov.

Todas estas experiencias han venido sirviendo para que la IA se incorpore poco a poco a nuestras vidas en sectores como la salud, analizando miles de datos que permiten mejores diagnósticos y remedios, tal cual sucedió, por ejemplo, durante la pandemia del Covid-19; como el medio ambiente, la agricultura y la ganadería, ayudando a mitigar el calentamiento global y el uso excesivo del agua o a optimizar los recursos naturales para generar alimentos; también en transportes, ciberseguridad, fabricación de cantidad de productos… O, por ir un poco más cerca de cada cual, con las búsquedas en internet, los traductores, la gestión de los navegadores o nuestras amigas Siri, Alexa o Cortana…

¿La IA nos va a dejar sin trabajo? Esta es la pregunta del millón para todos aquellos cuya actividad laboral no está casi exclusivamente relacionada con el trabajo físico e incluso para muchos de los que este se enfoca hacia la fabricación, como cadenas de montaje, por ejemplo. Probablemente la respuesta debería ser «no», porque los puestos de trabajo que puedan ser sustituidos no lo serán de la noche a la mañana y porque su relevo por máquinas dará lugar a otras especialidades. El problema podría estar en la velocidad a la que se produjeran esos cambios y en que no diesen tregua al cambio generacional en el conjunto de la fuerza laboral.

Si miramos el análisis publicado por Goldman Sachs recién entrada la primavera de 2023 (The Potentially Large Effects of Artificial Intelligence on Economic Growth), nos puede entrar un poco de congoja: su informe dice que «una cuarta parte de las tareas laborales actuales podrían automatizarse mediante IA en los Estados Unidos, con exposiciones particularmente altas en profesiones administrativas (46%) y legales (44%) y bajas exposiciones en profesiones físicamente intensivas, como la construcción (6%) y el mantenimiento (4%)». Sus estimaciones para Europa arrojan cifras similares, aunque ligeramente más bajas: 45% respecto a las labores administrativas y 34% de las profesionales y, por abajo, el 7% para los operadores de maquinaria y el 4% para los trabajos manuales.


«SERÁ UNA NUEVA DIMENSIÓN DE COLABORACIÓN ENTRE LAS PERSONAS Y LA IA EN LA QUE LA MAYORÍA DE LOS TRABAJADORES TENDRÁN UN “COPILOTO”» (ACCENTURE)


La clave: IA generativa. Cuando decimos «generativa» hablamos de la capacidad de la IA para generar textos o imágenes. Uno de sus tipos más utilizados es el de los grandes modelos de lenguaje (LLM, por sus siglas en inglés) y es lo que más nos ha llamado la atención últimamente, con aplicaciones como ChatGPT o programas capaces de crear una imagen que nos hacen dudar de su veracidad. Y esta es la base del informe del banco americano antes citado, que pone como premisa condicional «que si la IA [generativa] cumple con sus capacidades prometidas, tiene el potencial de perturbar significativamente los mercados laborales», pero también «estimular el crecimiento de la productividad global en las próximas décadas». De ahí que las labores, digámoslo así, «de despacho» se puedan considerar las más afectadas. Goldman Sachs hace también una estimación, teniendo en cuenta las diferencias industriales entre EE. UU. y Europa y 26 países más del mundo, llegando a la conclusión de que el impacto llegaría al 18 % del conjunto mundial, con India como el menos afectado (poco menos del 12%) y Hong Kong el que más, con un 29 %.

Los trabajadores de los países menos industrializados, como resumen, tendrán menos motivos para preocuparse si se cumplen las expectativas de desarrollo de la IA generativa. Claro que la Universidad de Pensilvania, en la misma fecha que el banco, publicó GPTs are GPTs: An Early Look at the Labor Market Impact Potential of Large Language Models, que concluye: «Nuestros hallazgos revelan que alrededor del 80% de la fuerza laboral de los Estados Unidos podría tener al menos el 10% de sus tareas laborales afectadas por la introducción de los LLM (large language models), mientras que aproximadamente el 19% de los trabajadores pueden ver al menos el 50% de sus tareas afectadas» o favorecidas, permítasenos añadir. También señalan que «alrededor del 15% de todas las tareas de los trabajadores en EE. UU. podrían completarse significativamente más rápido con el mismo grado de calidad».


«LA INTUICIÓN Y LA CREATIVIDAD SON SOLO ALGUNAS DE LAS HABILIDADES HUMANAS QUE QUEDAN FUERA DE LAS MÚLTIPLES POSIBILIDADES DE LA IA» (GRUPO SYNERGIE)


Nada nuevo. Quizás convenga decir aquí y en este punto aquello de «que no cunda el pánico». El propio análisis de Goldman Sachs reconoce que cuando los avances destruyen empleo, lo compensan con la generación de nuevos puestos de trabajo. Otro estudio, en este caso publicado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) (New Frontiers: The Origins and Content of New Work, 1940–2018, julio de 2021), en su primera conclusión, y siempre referido a EE. UU, dice que «la mayoría del empleo actual se encuentra en nuevas especialidades de trabajo introducidas después de 1940».


LA IA SE USA EN SECTORES COMO LA SALUD, EL MEDIO AMBIENTE, LA AGRICULTURA Y LA GANADERÍA, ENTRE OTROS.


El futuro laboral de una gran mayoría de personas, pues, no es que la sustitución del trabajador por un «robot», simplificando, le deje en el paro: los generadores de empleo necesitarán sacar partido a sus inversiones en IA y buscarán personas que les ayuden a rentabilizarlo. Como explica un informe de 2023 de la consultora Accenture, «La IA generativa cambiará el trabajo tal como lo conocemos hoy en día, introduciendo una nueva dimensión de colaboración entre las personas y la IA en la que la mayoría de los trabajadores tendrán un “copiloto”, cambiando radicalmente la forma en la que trabajamos y el tipo de trabajo que se lleva a cabo».

Según explican en el Grupo Synergie, una multinacional de soluciones de Recursos Humanos que supera los 5.000 empleados y que cuenta con más de 800 oficinas distribuidas en 17 países, «La inteligencia artificial es buena procesando ingentes cantidades de información a velocidades sorprendentes, pero no supera al cerebro humano en muchos otros ámbitos y quizá no lo haga nunca. […] La intuición y la creatividad son solo algunas de las habilidades humanas que quedan fuera de sus múltiples posibilidades». Se trata de entender que la IA está al servicio de los humanos y no tiene más remedio que seguir estándolo. Si la aplicación se usa para optimizar técnicas de mercado es porque una empresa productora intenta convencer a personas, no a máquinas, de que compren determinados productos; si se utiliza para mejorar la eficacia de los tratamientos médicos, es porque hay seres humanos que los necesitan.

Puestos de trabajo en el mundo

Según el Fondo Monetario Internacional, en su informe Future of Jobs Report (mayo de 2023), se identifican una serie de trabajos que destacan por su crecimiento o decrecimiento, tanto en rapidez como en volumen.

LOS QUE MÁS CRECEN

  • 1 Operadores de equipamiento agrícola.
  • 2 Conductores de camiones y autobuses pesados.
  • 3 Maestros y profesores vocacionales.
  • 4 Mecánicos y reparadores de maquinaria.
  • 5 Profesionales del desarrollo de negocios.

LOS QUE MÁS DECRECEN

  • 1 Grabadores de datos.
  • 2 Auxiliares administrativos y secretarias.
  • 3 Empleados de contabilidad y gestión de salarios.
  • 4 Guardias de seguridad.
  • 5 Conserjes y amas de llaves.
La Inteligencia Artificial es la facultad de sistemas o equipos de emular la capacidad cognitiva del ser humano.

Para saber más

The Potentially Large Effects of Artificial Intelligence on Economic Growth.
Goldman Sachs. Marzo de 2023.

GPTs are GPTs: An Early Look at the Labor Market Impact Potential of Large Language Models.
Tyna Eloundou, Sam Manning, Pamela Mishkin y Daniel Rock.
OpenAI, OpenResearch y University of Pennsylvania. Marzo de 2023.

New Frontiers: The Origins and Content of New Work, 1940–2018.
David Autor, Anna Salomons y Bryan Seegmiller
MIT y Utrecht University. Julio de 2021.

Una nueva era de IA generativa para todos.
Paul Daugherty, Bhaskar Ghosh, Karthik Narain, Lan Guan y Jim Wilson.
Accenture, 2023.

Future of Jobs Report 2023.
Foro Económico Mundial. Mayo de 2023.

«Instruir al mayordomo sobre la IA», por Javier Gomá

ALDEA GLOBAL

JAVIER GOMÁ LANZÓN,
filósofo, escritor y director de la Fundación Juan March

“Ciencia y tecnología son los mayordomos que, cuando están bien entrenados, hacen más bella la vida de su señor"

Instruir al mayordomo sobre la IA

El cambio, cuando es favorable, nos alegra con la expectativa de nuevas posibilidades existenciales, pero al mismo tiempo no deja de provocar en nosotros una sensación de incertidumbre ante lo desconocido, que a veces llega a la angustia colectiva.

Últimamente he sido testigo de dos de esas angustias sociales. Me desconcertó que una parte de la población de los países occidentales, por razones ideológicas, fueran objetores a pincharse una vacuna en su piel para combatir una pandemia mundial. No era conocedor del movimiento anti-vacunas y la sorpresa que me dio enterarme de su existencia —y de que fuera tan numeroso, global, activo, organizado— se parece a la que me hubiera producido la noticia de un comando clandestino anti-morcilla de Burgos o la de una célula de resistentes al uso doméstico del aspirador. No me lo esperaba. La otra angustia reciente tiene que ver con el generalizado recelo, incluso entre los inteligentes, ante los avances de la Inteligencia Artificial (IA). Recuerda uno de esos placeres culpables del que disfrutamos con mala conciencia y nos hace imaginar catástrofes mundiales que podrían acabar con el mundo tal como lo conocemos y acaso con la humanidad.

En los últimos cinco años ha tenido lugar un salto en el desarrollo tecno-científico. El origen está en la digitalización masiva de datos del lenguaje natural y en los algoritmos de aprendizaje automático, que, mediante modelos lingüísticos, procesan esos datos a una escala gigantesca sin necesidad de etiquetarlos, los asocian, combinan y establecen correlaciones entre ellos e infieren probabilidades, con el resultado práctico de generar resúmenes, traducir idiomas con extraordinaria precisión y competencia y mantener conversaciones de apariencia humana. Cuando estas nuevas habilidades tecnológicas, antes reservadas a los informáticos, se han puesto al servicio del internauta común, que usa agradecido el traductor Deepl o se maravilla conversando con un chatbot, se ha levantado por el mundo —como siempre que sobreviene un cambio brusco— una ola de admiración y terror partes iguales.

No hace falta insistir en que en esta vida todo puede ocurrir, incluida una catástrofe de dimensiones planetarias a consecuencia de un uso perverso de las nuevas herramientas. No excluyo totalmente una guerra nuclear, un virus letal generado por el hombre, un cataclismo natural inducido por el cambio climático, una alteración de la naturaleza humana a manos de la manipulación genética o la invención de robots humanoides que se revuelven contra sus creadores. Pero, sin excluir estas hipótesis, las considero poco probables. Ese conatus que el filósofo Spinoza atribuía al hombre individual —apetito primario por vivir y conservarse— es predicable también de la humanidad en su conjunto: aunque a veces se ponga a sí misma al borde del precipicio, al final, por instinto, evita tirarse al vacío. En cuanto al uso que de esos progresos podrían hacer una elite de poderosos sedientos de dominación, no dudo de que lo intentarán, pero pronostico que fracasarán. Las sociedades abiertas son indominables, como demuestran los resultados de las elecciones generales, tantas veces contrarios a los intereses de esas elites. Además, el poder es por esencia chapucero, como mostré en otro lugar (véase mi artículo “La chapuza creadora”), y se traba antes de alcanzar sus torvos propósitos. Por último, precisamente por la sobreabundancia del miedo, próximo al histerismo, nunca en la historia ha existido mayor conciencia cívica sobre la necesidad de vigilar al poder, exigirle transparencia, o condenar sus abusos. La suspicacia ante el poderoso es el estado de ánimo general de las democracias contemporáneas.

Algunos presentan la IA como el último y quizá definitivo jaque mate de la tecnología a lo humano. Pasmados por sus maravillosas habilidades, que se asemejan tanto a las nuestras, temen que acabe sustituyendo al hombre y lo haga prescindible. Para salvaguardar la identidad de lo humano, acumulan argumentos contra la IA destacando sus insuficiencias. No participo de ese miedo, pero tampoco ignoro esas carencias. No dudo de que la IA puede hacer cosas que superan al hombre —como ya hacen los aviones—, pero es cierto que esas inteligencias prodigiosas carecen de individualidad, de vivencias, de aspiraciones, de esa experiencia no verbal que no se deja conceptualizar. La IA carece de yo, carece de un cuerpo con su percepción sensorial, carece, en fin, de mortalidad, de cuya conciencia —de la de ser de corta vida— nacen todos los bienes que hacen la vida digna de ser vivida: amor, amistad, ternura, compasión, benevolencia, justicia, incluso la técnica misma. La IA es lenguaje abstracto mientras que el lenguaje humano descansa sobre un lecho de sentimientos y recuerdos que hacen de nosotros el ente narrativo que somos, una historia personal, más allá del dato, el concepto o el argumento bien construido.

El ser humano posee dignidad y la dignidad es aquella excelencia que no puede ser sustituida por algo equivalente, a diferencia de las cosas sin dignidad, que sí pueden ser sustituidas. Mi confianza en la excelencia distintiva y única de la condición humana es absoluta y no tiene nada que temer del bendito progreso. Cierto que ciencia y técnica progresan cuando tratan al hombre como si fuera una cosa y, dados sus prodigiosos hallazgos, a veces suscitan el malentendido de hacernos parecer sustituibles. Pero no: nuestra dignidad es un diamante que no envejece. Ahí están para recordárnoslo las obras de la cultura humanística —literatura, filosofía, arte, historia, música— que, por la exhibición de la belleza de la dignidad y su constante lucha, nos enseñan a amarla y a sentirla.

No necesito demonizar los avances tecnológicos. Al contrario, bienvenidos sean: a la larga, nos liberarán de penosas servidumbres y nos darán tiempo para poseernos a nosotros mismos, donde encontraremos la joya que el progreso científico no puede darnos.

Ciencia y tecnología son los mayordomos que, cuando están bien entrenados, hacen más bella la vida de su señor.

«Bares, ¡qué lugares!», por Carmelo Encinas

EN ESTE PAÍS

CARMELO ENCINAS,

periodista. Asesor editorial de 20 minutos

“En el ámbito rural, los bares cumplen una función pública indispensable al actuar como centro social de encuentro y convivencia entre la gente del municipio”

Bares, ¡qué lugares!

Nadie beatificó tanto el papel de los bares en nuestras vidas como Gabinete Caligari. En uno de sus más exitosos temas, aquel grupo rockero de los 80 aseguraba que «no hay como el calor del amor en un bar». El amor, siempre motivo de inspiración para poetas y cancioneros, encontró en esta tonada que cantaba Jaime Urrutia guitarra en mano su mejor acomodo en la atmósfera de las tabernas de aquel Madrid de la movida que le puso música a la banda sonora de tres generaciones de españoles marchosos. Los bares en España no son un negocio más en la economía del país. El nuestro es el lugar con más tabernas por habitante de todo el planeta. Ningún lugar del mundo se acerca, ni de lejos, a la densidad tabernaria que aquí tenemos, hasta el extremo de que un solo distrito de la capital tiene más bares que toda Noruega y Finlandia juntos.

Cierto es que el concepto bar es demasiado genérico para hacer comparaciones porque los establecimientos que proliferan en España tienen características propias que les distinguen de los países de nuestro entorno. Aquí, los bares combinan con naturalidad la mesa y la barra, la tapa con vino o cerveza con el café con churros, el bollo o la tostada. Son locales de amplio espectro que se adaptan a cualquier tipo de consumo y clientela. En esa adaptabilidad y variedad de la oferta reside, en gran medida, el protagonismo que el bar tiene en la vida de los españoles, tanto como para ser usado como arma electoral como así aconteció durante la pandemia. Si eso ocurrió en una gran ciudad como Madrid, con miles de establecimientos para elegir, qué decir de aquellos pueblos en los que los bares son bastante más que un establecimiento donde tomarse una caña o un cortado.

En el ámbito rural, los bares cumplen una función pública indispensable al actuar como centro social de encuentro y convivencia entre la gente del municipio. Son espacios de relación entre generaciones que suplen de forma efectiva la carencia de otros servicios de ocio, cultura o restauración. Por las tabernas de pueblo pasan todos y pasa de todo. Allí se bebe, se come, se habla y se echa la partida. Es el lugar de reunión donde fluyen los problemas, las preocupaciones y las ilusiones de la gente; donde se comenta y se discute lo que allí pasa o deja de pasar. Se explica, en consecuencia, que de alguna forma la vitalidad de un municipio rural se mida por el número de bares que tiene abiertos y que el cierre de uno de estos locales sea percibido por los lugareños como una pésima noticia para el pueblo.

La importancia de los bares es aún mayor cuanto más pequeño es el municipio, hasta el punto de constituirse en pieza clave de su supervivencia. Pueblos donde hay un solo bar que, además de ser el único espacio público de relación social para sus vecinos, suele cumplir otras funciones como la venta de pan, de productos básicos o la recogida de paquetes. Esos locales se han convertido en el último bastión de resistencia de la España vaciada; un elemento clave en la desigual batalla contra lo despoblación. Así lo entendió con acierto la plataforma Teruel Existe que viene defendiendo los intereses de aquellos pueblos pequeños cuya viabilidad económica se tambalea. Esta formación sacó adelante en el Congreso esta primavera la tramitación de una proposición de ley que considera entidades de economía social a los bares, restaurantes y pequeños comercios que prestan sus servicios en municipios de menos de 200 habitantes. La idea es equiparar estos establecimientos con cooperativas, mutualidades, fundaciones, sociedades laborales, empresas de inserción, etcétera con el objeto de considerarles como entidades de economía social y que puedan así beneficiarse de los incentivos y ayudas que tienen reconocidos este tipo de organizaciones. La inclusión en ese grupo les proporcionaría facilidades como la simplificación en los trámites administrativos relacionados con su actividad y ventajas como bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social si contratan personas desempleadas. Incentivos en definitiva para mantenerse abiertos y no sucumbir a la tentación de echar el cierre al ver comprometida su rentabilidad.

En España hay casi 150.000 personas que viven en municipios sin un bar, lo que les convierte en pueblos fantasma. Suelen ser poblaciones de menos de cien habitantes y en algunas de ellas sus regidores ofrecen locales gratis o a un precio simbólico con tal de que alguien abra un establecimiento donde puedan juntarse los vecinos de todas las edades para socializar y sentirse miembros de una misma comunidad. El bar en estos pueblos es tan esencial para su viabilidad como el transporte, la proximidad a un centro médico, a la escuela o el acceso a internet. Los bancos ya recibieron en su día la consiguiente llamada de atención ante el abandono al que sometían a los pueblos menores cuyos vecinos no podían sacar dinero ni cobrar sus nóminas o pensiones. La solución más práctica fue el envío de oficinas móviles. Con esa misma idea de movilidad, la propuesta del Parlamento incluyó el apoyo a los puestos de venta ambulante que atiendan con regularidad las necesidades de estos municipios pequeños.

Pueblos inclusivos en lo social y sostenibles en lo ecológico que constituyen por ello un bien escaso a proteger. Y sus bares, esos «lugares tan gratos para conversar», que cantaba Urrutia, se sitúan ahora en la primera línea de defensa.

Primera promoción de expertos en formación jurídica complementaria a la oposición a notario

FUNDACIÓN NOTARIADO

www.fundacionnotariado.org

PRIMERA PROMOCIÓN DE EXPERTOS EN FORMACIÓN JURÍDICA COMPLEMENTARIA A LA OPOSICIÓN A NOTARIO

REDACCIÓN
Una decena de exopositores al título de notario han pasado con éxito la primera edición del Diploma de Experto en Formación Jurídica Complementaria a la Oposición a Notario, programa académico desarrollado por la Universidad Pontificia Comillas, a través de su Facultad de Derecho (ICADE), y promovido por la Fundación Notariado.
Los diplomados tras recibir las bandas de la Universidad Pontificia Comillas.

A lo largo de tres meses los alumnos han profundizado en materias que no habían sido tratadas en la oposición, con objeto de incrementar su formación jurídica. El programa ha incidido especialmente en las habilidades profesionales y personales necesarias para favorecer el cambio de una dinámica solitaria hacia el trabajo en equipo.

En un acto emotivo presidido por el presidente de la Fundación Notariado y del Consejo General del Notariado, José Ángel Martínez Sanchiz; el director del Centro de Innovación del Derecho, Antonio Alonso Timón, y la directora del Diploma, Vanesa Morente, los estudiantes de la primera edición del Diploma recibieron las bandas de la Universidad Pontificia Comillas tras obtener el título universitario acreditativo de haber pasado con éxito el Diploma de Experto en Formación Jurídica Complementaria a la Oposición a Notario otorgado.

En un formato trimodal –presencial, online directo y online diferido–, el cuerpo académico del Diploma ha impartido una veintena de asignaturas durante 200 horas, equivalentes a 20 ETCS. Las asignaturas se han articulado dentro de cinco áreas temáticas: habilidades profesionales; derecho administrativo, derecho tributario, derecho laboral y sistemas alternativos de resolución de conflictos, módulo conocido como de ARD`s en su denominación anglosajona.

 


LOS ALUMNOS HAN PROFUNDIZADO EN MATERIAS QUE NO HABÍAN SIDO TRATADAS EN LA OPOSICIÓN, CON OBJETO DE INCREMENTAR SU FORMACIÓN JURÍDICA


 

Todos los alumnos tienen a partir de este momento la posibilidad de incluir su curriculum vitae en el Servicio de Orientación Profesional (OPE) de la Universidad, la bolsa de empleo de Comillas, fuente habitual de información de los despachos de abogados y servicios jurídicos de empresas en su búsqueda de candidatos para sus procesos de selección.

Aprendizaje y apertura de mente.

Para la directora del Diploma, Vanesa Morente, esta primera edición ha sido un aprendizaje constante para organizadores, profesores y alumnos, pero la valoración que hace de ella es altamente positiva. «Estamos muy satisfechos con los resultados obtenidos, pero vamos a seguir analizando todos sus aspectos para una próxima edición, como es natural cuando algo comienza», ha declarado.

Morente ha señalado que ICADE va a valorar el equilibrio de los créditos entre los cinco módulos impartidos, y ha destacado la calidad y el compromiso del equipo académico: «Ha sido todo un reto para los profesores que han adaptado sus propios métodos de enseñanza en las asignaturas que imparten en ICADE a las exigencias especiales del Diploma».

Lola Ferrer, una de las alumnas presenciales, explica el valor que el Diploma ha tenido para ella: «Se sale de la oposición completamente perdido y el Diploma te ayuda a orientar tu camino». Quizá por esta razón, uno de los módulos que valora más positivamente ha sido el de «Habilidades profesionales» porque le ha ayudado a ampliar perspectivas laborales futuras: «Me ha incitado al autoconocimiento, a la apertura de mente y a la fijación de nuevos objetivos personales y profesionales».

Por su parte, Manuel Antonio Amezcúa, estudiante en la modalidad online, agradece al Notariado el reconocimiento moral que ha atribuido a los conocimientos previos de los exopositores al pensar en este curso, y a ICADE por la calidad del programa académico desarrollado, un programa que describe muy intensivo tanto en las propias clases como fuera de ellas. Para él, tanto los módulos de Derecho fiscal como Derecho administrativo han sido dos de los más útiles, aunque todas las asignaturas le han servido para “la actualización y puesta al día” de lo estudiado en la oposición a notario.

VANESA MORENTE,

directora del Diploma de Experto en Formación Jurídica Complementaria a la Oposición a Notario

«Queremos que los potenciales destinos de los estudiantes sean conscientes del verdadero valor que pueden aportarles»

–¿Cómo valoras el desarrollo del Diploma?

–Esta primera edición del Diploma ha sido un aprendizaje constante para todos los intervinientes en el mismo, tanto para los organizadores del postgrado, como para los alumnos e, incluso, para los propios docentes. Pero altamente satisfactorio para ser la primera edición: los profesores han demostrado un alto compromiso con el proyecto, se han esforzado por adaptar sus métodos de enseñanza a las exigencias del Diploma y han motivado mucho a los alumnos con su ejemplo profesional. El alumnado presencial ha sido ejemplar en cuanto a participación y dedicación en clase, pero no solo de ellos, porque el resultado de las calificaciones de todos los alumnos ha sido muy bueno.

–¿Qué consideras lo más positivo del curso?

–Fundamentalmente lo mucho que hemos aprendido todos con este Diploma, tanto en un sentido humano como en un sentido académico. Cuando les comentaba a los profesores colaboradores el espíritu del Diploma me decían siempre dos cosas: ¡qué buena idea! Y ¿cómo no se os había ocurrido antes? Creo que conocer el sentido social y humano del Diploma ha hecho que los profesores den lo mejor de sí mismos y conecten con el alumnado de una manera muy especial.

–¿Qué asignaturas o temas han despertado más interés en los alumnos?

–Dentro del primer bloque –«Habilidades para el ejercicio profesional»–, donde trabajábamos las llamadas soft skills, lo que más les ha interesado ha sido todo lo relacionado con la elaboración de su CV y, sobre todo, de su perfil profesional en las redes sociales –Linkedin fundamentalmente–. Tanto es así que tuvimos que organizar un par de sesiones extraordinarias para que reforzaran estos aspectos. Otra de las cosas que les ha llamado la atención es el módulo de derecho fiscal. Algunos de ellos se veían incapaces de hacer frente a una parte del Derecho que, prácticamente, habían abandonado durante la preparación de las oposiciones. Sin embargo, el resultado no ha podido ser mejor en este módulo. Y la parte dedicada a la resolución extrajudicial de conflictos (ADR`s) también les ha resultado muy formativa y práctica.

 


«CUANDO LES COMENTABA A LOS PROFESORES EL ESPÍRITU DEL DIPLOMA ME DECÍAN SIEMPRE: ¡QUÉ BUENA IDEA! Y ¿CÓMO NO SE OS HABÍA OCURRIDO ANTES?


 

–¿Estáis contemplando cambios para el próximo curso? ¿Si es así, cuáles?

–El desarrollo de esta primera edición nos conduce inevitablemente a un proceso de reflexión sobre los contenidos y otros aspectos del Diploma. Este primer programa académico nos va a ayudar a calibrar mejor el reparto de los créditos entre los distintos módulos, por poner solo un ejemplo. Quizá tengamos que descargar horas al primer módulo y dotar de más horas a otros. Por otro lado, los estudiantes nos han pedido más clases prácticas dentro de cada módulo, así como la inclusión de prácticas extracurriculares al final del Diploma. Esta identificación y gestión de prácticas no estaban contempladas en esta primera edición, y, no obstante, hemos trabajado con denuedo para gestionarlas. Estamos en estos momentos en esta fase de análisis y valoración del proceso para poder hacer una búsqueda de prácticas más efectiva para el próximo curso, tanto en el calendario de identificación, como en los despachos o empresas receptoras.

Queremos que los potenciales destinos de los estudiantes del Diploma conozcan el perfil exacto de nuestros alumnos, que sean conscientes del verdadero valor que pueden aportarles, como todo ese caudal de conocimiento teórico en las áreas de Derecho civil y mercantil y, muy especialmente, una capacidad de trabajo y sacrificio muy destacable. |

«Europa no se construye desde el miedo», por María Andrés

ALDEA GLOBAL

MARÍA ANDRÉS,
directora de la Oficina del Parlamento Europeo en España

“Para recuperar el alma social y solidaria de la Unión Europea hoy nos falta todavía hacerle frente al elefante en la habitación: la política migratoria y de asilo"

Europa no se construye desde el miedo

En la crisis financiera de 2008, las respuestas de los dirigentes europeos fueron tardías e insuficientes. Llegaron en forma de rescates financieros, carentes de estímulos sociales y ceñidos por el corsé de una austeridad excesiva. “Rescatáis bancos, no personas” se convirtió pronto en el lema de los descontentos. No hubo solidaridad de facto en las primeras decisiones, solo miedo al contagio. Tuvimos que esperar hasta julio de 2012, cuando el entonces presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, pronunció el llamado discurso Lo que sea necesario (Whatever it takes), hoy ampliamente considerado como el punto de inflexión en la crisis de la deuda soberana europea.

En 2016, Europa permaneció en silencio durante la campaña del Brexit que promulgaba el voto a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El miedo a que la activación de las instituciones europeas en el debate fuera percibido como injerencia continental en un asunto doméstico dejó el campo abierto a un enorme ejercicio de desinformación del lado brexiteer, con el resultado que todos conocemos y abriendo una grave crisis política. No hubo una respuesta inicial de rescate a los ciudadanos británicos, solo miedo al contagio.

Apenas unos meses antes, más de un millón de personas cruzaron a Europa huyendo de la guerra en Siria. Su repentina afluencia provocó otra crisis más en el continente, mientras Europa luchaba por responder a la situación. Miles murieron intentando llegar a las costas y, aunque algunos países les permitían su entrada, otros levantaban vallas y cerraban sus fronteras. Tampoco hubo entonces una respuesta concertada, se actuó desde el miedo al efecto llamada.

De esta triple crisis financiera, política y humanitaria de la legislatura pasada aprendimos una valiosa lección: Europa no se construye desde el miedo.

Y así lo hemos demostrado -por fin- en esta legislatura europea (2019-24), con las respuestas contundentes que hemos sabido dar a la pandemia del Covid y a la guerra rusa contra Ucrania. En ambas la UE ha demostrado una solidaridad interna, una unidad externa y una capacidad rápida de respuesta que ni Putin ni el resto del mundo -quizás ni nosotros mismos- hubiéramos podido prever.

Fíjense en los tabúes que hemos sabido romper en un tiempo récord: en respuesta al covid, en menos de tres meses logramos lanzar un endeudamiento conjunto de toda la UE para financiar con 750.000 millones de euros la recuperación tras el confinamiento. En menos de 12 meses, comenzamos a distribuir nuevas vacunas a todos los ciudadanos de la Unión.

Cuando comenzó la guerra en Ucrania, tardamos 24 horas en lanzar un primer paquete de sanciones contra Rusia; 48 horas para aprobar el envío armamento bélico para la defensa de Ucrania, y menos de 10 meses para lanzar el plan RePower EU, contra la dependencia energética de Rusia.

Pero para recuperar el alma social y solidaria de la Unión Europea hoy nos falta todavía hacerle frente al elefante en la habitación: la política migratoria y de asilo.

El pasado abril los eurodiputados lograron por fin aprobar su posición negociadora para abordar con el Consejo las medidas que regirán el control en las fronteras exteriores, la migración y el asilo. Partiendo de la única premisa posible -lo más urgente es evitar más muertes en el Mediterráneo- los eurodiputados exigen un sistema de reparto de migrantes más equitativo y solidario entre los países de la UE, que no redunde únicamente en los Estados con fronteras exteriores de la Unión.

El reto es formidable: abordar la recepción de ciudadanos de terceros países que se han jugado la vida para alcanzar nuestra frontera. Hacerlo, insisten los eurodiputados en sus enmiendas, de manera que se respeten sus derechos fundamentales (examinando caso por caso su derecho a asilo) y de acuerdo a leyes internacionales como el convenio de Ginebra. Asegurar y acelerar su retorno a los países de origen cuando no se cumplen los requisitos de entrada. Y llevarlo todo a cabo con un sistema más ágil y armonizado.

La solidaridad comunitaria no debe ser solo hacia los que llegan de fuera, insisten los eurodiputados, sino entre los propios países de la UE, repartiendo con un sistema obligatorio de cuotas -en base al PIB y población de cada Estado- el número mínimo de personas que deben acoger. Y aquí radica la principal novedad: para flexibilizar las opciones nacionales y asegurar un sistema con el que todos los gobiernos quieran comprometerse -lo contrario sería volver al papel mojado de antes-, una parte limitada de esa cuota nacional de refugiados podrá evitarse a cambio de una contribución financiera por parte del Estado que así lo solicite.

También se podrá contribuir en especie en determinados casos, con material o recursos que ayuden al país europeo con fronteras exteriores a gestionar esas llegadas. Además, en el caso de situaciones de crisis, ante las posibles llegadas repentinas y masivas, la Comisión Europea podrá intervenir ordenando reubicaciones obligatorias, exigen los eurodiputados.

El precio de la contribución financiera -el Consejo propone 20.000 euros por cada persona que deje de acogerse- y el porcentaje de cuota nacional que podría intercambiarse por dotaciones financieras o en especie son los elementos clave que deberán ahora resolverse con una difícil negociación entre ambas instituciones. La presidencia española del Consejo que ahora comenzamos (de julio a diciembre de este año) podría jugar un papel clave. Después entraremos en el tiempo de descuento de esta legislatura: el último pleno del actual Parlamento Europeo con el que contamos para aprobar el texto final tendrá lugar el 22-25 de abril de 2024.

Fiar la consecución de este acuerdo a la legislatura siguiente supondría actuar desde el repliegue nacional y la parálisis en un tema -el de la acogida humanitaria- que definirá los valores esenciales con los que identifiquemos a la UE en las próximas elecciones.

El valor de la pesca sostenible

ALDEA GLOBAL

El valor de la pesca sostenible

Un barco de pesca artesanal sostenible en Mangily (Madagascar) después de recoger las redes.

La sobrepesca no es un problema nuevo. La excesiva explotación de los caladeros se remonta a los tiempos en que las ballenas generaban leyendas como la de Moby Dick y el capitán Ahab. Hoy, estos grandes mamíferos marinos subsisten a duras penas: han desaparecido caladeros enteros de otras especies y las alertas de riesgo de extinción se multiplican. Mientras se mira de reojo a la cada vez más activa acuicultura, la FAO aboga por la Transformación Azul.
MELCHOR DEL VALLE

El último informe sobre El estado mundial de la pesca y la acuicultura (informe SOFIA), publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, en junio de 2022 –con datos de 2020–, indica que la producción pesquera y acuícola total alcanzó un máximo histórico de 214 millones de toneladas, de las que 178 millones corresponden a animales acuáticos y 36 millones a algas. Los datos se refieren tanto a la producción oceánica como a la continental. Y los de pesca solo tienen en cuenta la legal desembarcada y no la accidental, lógicamente. Para darse una idea, dicho volumen de captura y cría es similar a la producción de carnes de ave y cerdo juntas en el mismo periodo.

 


SEGÚN LA FAO, LA PRODUCCIÓN PESQUERA Y ACUÍCOLA MUNDIAL ALCANZÓ UN MÁXIMO HISTÓRICO DE 214 MILLONES DE TONELADAS EN 2020


 

El 89 % se destinó al consumo humano directo; y aquí viene un dato del informe que puede ayudar a contextualizar uno de los grandes problemas de la sobrepesca: los alimentos acuáticos aportaron en torno al 17 % de las proteínas de origen animal consumidas y alcanzaron el 23 % en los países de ingresos medianos bajos y más del 50 % en lugares de Asia y África. En otras palabras, la esquilmación de los caladeros significa hambre para muchas personas de países en desarrollo.

Un poco de historia.

A principios del siglo XIX –de vuelta a los tiempos de la novela de Herman Melville– se pescaban ballenas para obtener, principalmente, grasa para las lámparas de aceite. El resultado fue que la población de varias especies de estos mamíferos marinos se redujo en más de un 90 % hasta mediados del siglo XX, cuando se implementaron diversos programas de protección. Pero la moratoria internacional sobre la caza comercial de ballenas no llegó hasta la década de los 80. Aun así, en 2023, se siguen capturando unas mil ballenas anualmente por parte de flotas de países (Islandia, Japón y Noruega) que no han suscrito la moratoria. Tampoco aquí se tiene en cuenta la caza ilegal y la pesca accidental.

Lo descrito en el párrafo anterior se puede aplicar a otras muchas especies, varios de cuyos caladeros han desaparecido materialmente a partir de mediados del siglo XX, sobre todo en zonas más próximas a las líneas costeras. Fue la consecuencia de que los países desarrollados incrementaran su capacidad pesquera, dando lugar a un notable crecimiento de la pesca industrial y orillando a los pescadores locales. La disminución de capturas por sobreexplotación, a partir de ahí, fue llevando a buscar bancos de especies comerciales en aguas cada vez más profundas y a utilizar métodos de localización y pesca más precisos y sofisticados. El incremento de la sobrepesca fue tal, que a principios del presente siglo se estimó que la pesca industrial era la razón por la que la población de grandes peces, con el atún a la cabeza, fuese tal sólo el 10 % de la existente cincuenta años antes.

Producción mundial.

Según el informe de la FAO, la pesca de captura llegó a los 90,3 millones de toneladas, lo que representa un descenso del 4 % respecto de la media registrada en el periodo 2017-2019. China siguió siendo en 2020 el principal productor pesquero, seguido de Indonesia, Perú, Rusia, EE. UU., India y Vietnam. Entre todos ellos alcanzan casi el 49 % de la producción de captura mundial. Las especies más pescadas, según datos de la FAO, son la anchoveta (4,9 millones de toneladas), el abadejo de Alaska (3,5 millones) y el atún listado (2,8 millones).

 


LOS PAÍSES DESARROLLADOS INCREMENTARON SU CAPACIDAD PESQUERA, HACIENDO CRECER LA PESCA INDUSTRIAL Y ORILLANDO A LOS PESCADORES LOCALES


 

La producción animal acuícola, por otro lado, llegó en 2020 a los 87,5 millones de toneladas. Asia ha dominado la producción mundial durante las últimas décadas, produciendo el 91,6 % de los animales acuáticos y las algas del mundo en 2020. La «locomotora» de esta situación también es China, que ha producido más animales acuáticos y algas cultivados que el resto de los países juntos. Por continentes, Egipto es el principal productor de África, Chile lo es de América y Noruega, de Europa.

Pesca sostenible.

Si queremos seguir contando con una fuente de proteína animal que no necesita suministro de agua dulce ni terreno de cultivo y que apenas genera gases de efecto invernadero –léase animales acuáticos– es imprescindible que los procesos de pesca respeten la vida de un número suficiente de individuos que permita a la especie reproducirse de forma adecuada. Esta es la esencia de lo que se considera pesca sostenible, que lleva añadido el respeto a la función y diversidad de los ecosistemas. Un aspecto, este último, en el que las flotas de arrastre reciben la mayoría de las críticas, porque su arte de pesca se lleva por delante todo lo que encuentra a su paso, dañando los ecosistemas y reduciendo su capacidad para mantener el ciclo vital de las especies comerciales. La UE, como ejemplo de preocupación por la sostenibilidad pesquera, ha hecho público un acuerdo del Parlamento (junio de 2023) para controlar más el exceso de pesca y que se cumplan las normas de la Política Pesquera Común.

 


LOS PAÍSES QUE MÁS PESCAN, CON CHINA A LA CABEZA, LLEGAN AL 49 % DE LA PRODUCCIÓN DE CAPTURA MUNDIAL


 

La necesidad de pesca sostenible también debe implicar a la acuicultura. Su actual realidad es que se capturan pequeños peces para alimentar a las especies más grandes cultivadas, con lo que se están restando recursos a los peces salvajes, que no podrán reproducirse por falta de comida. Esto es, al menos, lo que mantienen algunas organizaciones ecologistas. Sostenible, en el caso de la acuicultura, añaden, podría ser limitar las capturas a especies herbívoras, aunque esto es algo que se considera complicado en el sector. También cabe buscar métodos de alimentación que permitan el correcto desarrollo de los animales acuáticos de cría, a lo que hay que añadir una correcta gestión para mantener la calidad de los productos y evitar la contaminación, por exceso de individuos, en los criaderos.

‘Transformación Azul’.

Esta estrategia promovida por la FAO, que los propios autores califican de «visionaria», busca el equilibrio entre seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental, pero mira con «ojo inquieto», como el «hombre de casino provinciano» que cantó Machado, al cambio climático y sus efectos sobre el medio ambiente. Según Manuel Barange, director de la División de Pesca y Acuicultura de la organización, «La transformación azul es un proceso basado en resultados mediante el cual los miembros y asociados de la FAO pueden aumentar al máximo la contribución de los sistemas alimentarios acuáticos para mejorar la seguridad alimentaria, la nutrición y las dietas saludables asequibles, permaneciendo dentro de los límites ecológicos».

 


ASIA DOMINA LA ACUICULTURA MUNDIAL, ALCANZANDO EL 91,6 % DE LA PRODUCCIÓN DE LOS ANIMALES ACUÁTICOS Y LAS ALGAS DEL MUNDO


 

Hay razones para el optimismo, ya que las pesquerías explotadas de manera sostenible supusieron el 82,5 % del volumen de los desembarques de 2019, porcentaje 3,8 % superior al registrado desde 2017. Pero lo evidente es que la puesta en marcha de medidas contundentes desde los poderes políticos internacionales es ya urgente, porque según los últimos datos obtenidos por la FAO, «unos 58,5 millones de personas trabajaban en el sector; de ellas, aproximadamente el 21 % eran mujeres. Se estima que las vidas y el sustento de alrededor de 600 millones de personas dependen, de alguna manera, de la pesca y la acuicultura».

Pesca sostenible frente al hambre

Hoy hay cerca de ochocientos millones de seres humanos en el mundo que tienen escasez de alimentos. Para 250 millones, la situación es de hambre aguda o, directamente, inanición, según la ONU. Añadido el crecimiento de población previsto, un incremento de dos mil millones de personas para 2050, el planeta tendría que producir un 70 % más de alimentos para satisfacer las necesidades de la población, según cálculos de la FAO.

La ‘Transformación Azul’ que promueve la FAO tiene como primer objetivo la intensificación y expansión sostenible de la acuicultura, con la mirada puesta en aumentar la producción acuícola mundial de entre el 35 y el 40 por ciento para 2030. Se prevé, además, dice la agencia de Naciones Unidas para la alimentación, «que la producción de alimentos acuáticos aumente en un 15% adicional para 2030». Y, añade, que el crecimiento debe ser social y económicamente sostenible, además de minimizar las consecuencias del cambio climático.

Acuicultura: nada nuevo bajo el agua

La idea, y necesidad, de criar animales acuáticos tiene varios milenos. Se sabe que los chinos ya criaban carpas en el año 2000 antes de nuestra Era. Los antiguos griegos, según contaba Aristóteles, cultivaban ostras. Y de los romanos sabemos que usaban piscinas para la cría y engorde de peces o para mantenerlos vivos tras la captura y que llegasen así frescos a las mesas.

España es el primer productor acuícola de la Unión Europea. Hay más de 5 000 piscifactorías o granjas que producen en torno al 25% de los animales acuáticos que se consumen en el país. Una gran parte de esa producción procede de los cultivos de mejillón en las bateas de las que cuelgan las maromas donde se adhiere el molusco. España es el segundo productor mundial de mejillón, tras China. Este país es también uno de los principales destinos de las exportaciones españolas de pescado y preparaciones de la pesca.

Canales de cría del esturión naccarii en Riofrío (Granada).

Para saber más

El estado mundial de la pesca y la acuicultura: hacia la transformación azul. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2022).

Living Blue Planet Report: Species, habitats and human well-being. WWF y Zoological Society of London (2015).

Sea Around Us: fisheries, ecosystems and biodiversity. U. de Columbia Británica y U. de Australia Occidental. Editores: Pauly D., Zeller D., Palomares M.L.D. Mapa interactivo. Datos 2020.

«El futuro de la pesca en España», por Basilio Otero

ALDEA GLOBAL

BASILIO OTERO,
presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores

“En España carecemos de relevo generacional debido, en gran parte, a la burocracia y a las trabas que normas y más normas nos imponen"

El futuro de la pesca en España

España es potencia pesquera en la Unión Europea. No hay mar en el mundo en el que no esté un barco con capital o bandera española. Somos referencia en el cumplimiento de leyes nacionales e internacionales.

El problema fundamental es que, a pesar de estas buenas prácticas, carecemos de relevo generacional, debido en gran parte, a la burocracia y a las trabas que normas y más normas nos imponen desde Bruselas.

Paradójicamente en la Unión Europea el 70% del pescado que se consume es de importación de terceros países que no cumplen con las exigencias medioambientales ni sociales que aquí tenemos. A pesar de lo dicho la normativa es cada vez más exigente para los pescadores y pescadoras europeos y europeas.

Hay que decir que una parte de esa culpa es nuestra, pues carecemos de didáctica explicando las bondades de ser pescadora o pescador. Hemos sido una profesión demasiado corporativista y solo hay noticias cuando se trata de hechos luctuosos. Es necesario tener una didáctica hacia la sociedad en la que pongamos en valor nuestra profesión.

Siendo conscientes de que los trabajos primarios entran en decadencia a medida que un país prospera, solo tenemos que mirar nuestro entorno europeo en donde los países del norte tienen menos unidades pesqueras, pero más eficientes. Debemos poner en valor las tecnologías y el avance en habitabilidad que experimentamos en los buques.

Otro factor que nos limita es la normativa incesante, pues nos acogota. Pongo varios ejemplos:

La potencia de los buques es considerada capacidad extractiva, cuando no es cierto. Cuando se empezó a limitar la extracción consideraron que esta era la mejor medida. Han pasado muchos años y a día de hoy, con las cuotas y totales admisibles de captura, TAC, no es una medida que sirva. Sin embargo, esta potencia es seguridad, conciliación familiar, descanso de la tripulación y frescura en el pescado.

Ejemplo de buenas prácticas es el RMS, Rendimiento Máximo Sostenible, que es el máximo que se puede capturar de una especie sin poner en peligro su futuro biológico. Había una fecha límite para poder alcanzarlo, el año 2020, pero la gestión hecha con muchos sacrificios por parte de la flota consiguió que este RMS se alcanzara en 2019, un año antes del tope.

El MAP de Mediterráneo, el multi anual plan implantado, hace insostenible la pesquería para muchos pesqueros. Hay que decir que en este mar no hay cuotas ni TAC prácticamente; se rige por días de pesca y en muchos casos hay barcos con menos de 110 días de pesca al año. Esto hace insostenible la empresa; no hay una actividad empresarial sostenible con menos de seis meses de facturación. Aunque se está pidiendo una revisión científica después de casi cuatro años de implantación, desgraciadamente en la Unión Europea nadie escucha, a pesar de que estamentos como la FAO en su último informe hace referencia a la recuperación de especies, stocks, y a su buena perspectiva de futuro.

Las aguas desde el golfo de Cádiz hasta las costas irlandesas se cerraron a la pesca en septiembre del año pasado; los informes científicos utilizados fueron del año 2011. Es algo incomprensible pues había datos enviados del año 2021. Por si esto fuera poco se utilizaron datos de arrastre para artes de pesca tan diferentes como las redes o los anzuelos (en otro artículo sería necesario explicar las diferencias que existen entre estas artes).

Aunque el Reino de España ha recurrido esta norma, el problema es que la justicia europea es lenta y se estima que el fallo tardará tres años, cuando las consecuencias se están notando desde septiembre de 2022, con un descenso en la facturación de estas artes de pesca que ronda el 30%.

Se pidió un nuevo informe con datos más actualizados que, después de múltiples retrasos, llegó hace pocas semanas y en el que lejos de rectificar se proponen más zonas de cierre. Hay que decir que estas zonas de cierre vienen propiciadas por la protección de especies vulnerables de esponjas, plumas… Es decir: se adoptan en aquellas zonas en la que existen o pueden existir estas especies. La primera pregunta es sencilla: si estas zonas prohibidas llevan siendo utilizadas por los pescadores desde hace más de ocho décadas y lo que se persigue es conservar especies de lento crecimiento, como el coral de aguas frías que, a día de hoy, existen en esas zonas… ¿Alguien se ha parado a pensar que si siguen ahí es porque no se capturan, corroborando la afirmación que hace la gente del mar que asegura que no las pesca ni daña? Esto me recuerda a otra pataleta de la Unión Europea con los cetáceos y la interacción de pesqueros con estos mamíferos. En aquel caso llevábamos a bordo científicos y se demostró que la interacción de la flota española era cero ya que en nuestro país está prohibida la pesca pelágica, que es la que se realiza con artes que se utilizan en la superficie, que es la zona por donde estos mamíferos se desplazan principalmente.

Lo aquí descrito es un breve resumen de los retos que afrontamos. Confío en el futuro de la pesca española, aunque quizá sea diferente a la que conocemos y eso hará que las zonas de litoral se transformen, pues una de las ventajas de la pesca es la fijación de población en el litoral.

¡No se puede dejar de consumir pescado para estar sanos saludables y ser felices!