¿Por qué cada día hay más alérgicos?

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¿Por qué cada día hay más alérgicos?

Hasta un 30% de los europeos tiene alguna alergia diagnosticada, según un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid. Una predisposición genética que, unida a aspectos ambientales y ciertos hábitos cotidianos, es el origen de esta enfermedad a la que hay que prestar la atención necesaria.

MARIÁN LEZAUN

Si no se toman medidas, las alergias condicionan la calidad de vida de los afectados y, en algunas ocasiones, pueden tener consecuencias graves. En los últimos años, el número de afectados ha crecido notablemente, especialmente entre los niños. Un 2% de los más pequeños muestran reacciones alérgicas, sobre todo a determinados alimentos. El origen de este aumento está en los factores climáticos, en la contaminación, en el uso de aditivos y conservantes, en el mayor consumo de medicamentos y en una mayor higiene.

¿Alergia o intolerancia?“Hace tres años, mientras manipulaba un producto industrial para hacer unas fotos comencé a sentir cierto malestar en la piel. Lo que parecía algo sin importancia dio paso a una urticaria permanente que duró meses sin que ningún especialista resolviese el problema. Después de investigar la composición de dicho producto y de descartar otras patologías, el problema resultó ser una alergia al níquel, un metal muy presente en nuestra vida cotidiana: cremalleras, bisutería, estropajos, hebillas, monedas, etcétera. Un contacto continuado a ese material me impidió hacer una vida normal durante semanas. Por suerte, al tratarse de una dermatitis de contacto, se podía controlar fácilmente, pero no siempre es así”, explica María, responsable de marketing en una empresa que fabrica piezas de repuesto para coches. La casualidad hace que muchas personas se den cuenta de que han desarrollado una alergia o que hay algo en el ambiente que no les sienta bien. Berta es cocinera y tiene alergia al látex, a las frigorías y a la avena. Es decir, tiene que revisar los guantes y materiales que utiliza en el trabajo, los geles y cremas que usa en su higiene diaria, pero también debe evitar las bebidas con hielo, los baños en agua demasiado fría o salir a la calle poco abrigada. Son situaciones que trastocan nuestros hábitos pero que, si se conocen a tiempo, permiten llevar una vida normal.

Pero, ¿qué es exactamente una alergia? ¿Es lo mismo que una intolerancia? Según los expertos, hay que diferenciar bien las dos situaciones. La alergia se produce cuando el sistema inmunitario de una persona reacciona a algo que normalmente es inofensivo para el resto. Así, si la persona entra en contacto con una sustancia (alérgeno) que el sistema inmunitario considera una amenaza, este responde liberando una sustancia química llamada histamina, que es la que provoca las reacciones alérgicas. Entre ellas, urticaria, vómitos, diarreas y en los casos más graves, una anafilaxia (reacción grave e incluso mortal que afecta al sistema respiratorio y circulatorio). Las alergias pueden ser crónicas, estacionales, alimentarias o provocadas por picaduras de insectos y se pueden eliminar o atenuar. Para su diagnóstico se utilizan análisis de sangre, punciones cutáneas y desafíos alimentarios (pruebas monitorizadas del supuesto alérgeno).

Por su parte, la intolerancia alimentaria es, de entrada, menos grave que la alergia y también menos numerosa. “Se trata de una reacción adversa del organismo ante la ingesta de determinados alimentos, aditivos y conservantes que provocan en el sistema inmunológico la formación de anticuerpos frente a proteínas de determinadas sustancias alimentarias”, según explican en la plataforma de especialistas médicos, Top Doctors. Y aunque cualquier alimento es susceptible de provocar una intolerancia, los más comunes son los huevos, el pescado, la leche, los frutos secos, el marisco, la soja, el gluten y algunas harinas y levaduras.

Niños alérgicos. Lo que llama la atención de los expertos es, no obstante, el aumento de personas alérgicas, según recoge la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap). De hecho, el crecimiento ha sido notable en los niños. Y es que, según los expertos, estas alergias pueden desarrollarse tanto por la alimentación de la madre durante el embarazo como por la dieta que se le da a los bebés y niños durante los primeros años de vida, pero hay muchos otros factores a tener en cuenta. La causa es multifactorial y el aumento de las alergias va paralelo a nuestro estilo de vida. “El control de las enfermedades infecciosas, con el uso masivo de antibióticos y de vacunas desde el inicio de la vida; la disminución de estímulos bacterianos sobre un sistema inmunológico en desarrollo; la contaminación; la multiplicación de exposiciones a alimentos muy elaborados, con muchos ingredientes; e incluso el aumento de la potencia alergénica de algunos alérgenos, pueden ser algunos de los factores relacionados con este incremento en la frecuencia de alergias”, explica Gabriel Gastaminza, especialista en alergología de la Clínica Universidad de Navarra de Pamplona. Gastaminza asegura, además, que cualquier persona, en cualquier momento de su vida, puede desarrollar una reacción alérgica. “Es verdad que determinadas alergias son más frecuentes en determinados grupos de edad, pero hoy en día se diagnostican pacientes alérgicos al polen incluso en personas de 60 o 70 años”.

¿Tienen cura? Sin embargo, para los afectados, la clave está en cómo eliminar las alergias o minimizar sus consecuencias. Además de la medicación para controlar los efectos, las alergias también se pueden erradicar. Para ello es fundamental conocer cómo funciona el organismo en estas situaciones. En general, cuando se desarrolla alergia se producen anticuerpos IgE (inmunoglobulina) contra sustancias ambientales que respiramos, ingerimos o tenemos contacto directo en la piel. Esta producción de anticuerpos IgE pueden disminuir con el tiempo si no estamos en contacto con esta sustancia, aunque el organismo tiene memoria y ante una posible exposición a esta sustancia, producen anticuerpos IgE de nuevo. “Hay dos circunstancias que frenan la respuesta alérgica. Una ocurre en la primera infancia, cuando se desarrolla alergia a las proteínas de la leche de vaca o al huevo. Como el sistema inmunológico del niño se está desarrollando, si retiramos estos alimentos durante unos años mientras presenta alergia a los mismos, podemos conseguir eliminar la producción de IgE frente al alimento, y el organismo como respuesta también elimina las células con memoria para estos alimentos”, explica Ángel Ferrer, alergólogo del Hospital Vithas de Alicante. “Y la segunda circunstancia consiste en la administración de inmunoterapia (vacunas de alergia) frente al alérgeno, ya sea polen, ácaros, hongos, epitelios de animales, veneno de himenópteros (abeja, avispa), látex o determinados alimentos. Con la inmunoterapia conseguimos bloquear la respuesta específica IgE frente a ese alérgeno, y el paciente alérgico puede tolerar la exposición o ingesta de esta sustancia alergénica. Dentro de este grupo también estaría un mecanismo llamado desensibilización, que consiste en una exposición continuada baja y mantenida diariamente del alérgeno (sustancia que produce alergia), manteniendo la tolerancia al alérgeno mientras se administre todos los días”, comenta este profesional.

Las alergias más comunes

La rinitis alérgica es hoy la patología prevalente entre la población adulta, según Ángel Ferrer Torres, alergólogo del Hospital Vithas Alicante Medimar Internacional. Mientras, en el caso de los niños, la dermatitis atópica es la más frecuente.

“La mayor incidencia de alergia alimenticia en la población es debida a la reducción de la diversidad de la flora microbiana del intestino, por reducción de la exposición ambiental a bacterias y hongos en la infancia, así como la poca diversidad alimenticia en la primera infancia, no favoreciendo el desarrollo adecuado del sistema inmune”, explica este experto. Además, nos encontramos con una segunda ola alérgica que está desarrollando alergia a determinados alimentos (melocotón, kiwi, marisco, frutos secos, etc.) en adultos en los países desarrollados. Otras manifestaciones clínicas de esta enfermedad son el asma en niños y adultos, y con menor frecuencia la dermatitis de contacto por materiales habituales o profesionales, las reacciones alérgicas con las picaduras de himenópteros e insectos y algunos casos de urticaria. Sin embargo, el tipo de reacciones alérgicas que está aumentando más en frecuencia y gravedad son sobre todo las alergias a alimentos. “También está aumentando la frecuencia de alergias a medicamentos, que probablemente está relacionada con el aumento del arsenal terapéutico del que disponemos; con el uso de fármacos biológicos que alteran el sistema inmunológico, y con el envejecimiento de la población, ya que cuanto mayor es la edad, más exposición hay a diversos tipos de fármacos”, explica Gabriel Gastaminza, alergólogo de la Clínica Universidad de Navarra.

Para saber más

Seicap: La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap) dispone en su página web de información específica sobre alergias infantiles y cómo actuar.

Thermofisher: Este laboratorio especializado en productos de análisis, ofrece en su web una amplia información sobre alergias, las pruebas para detectarlas y su tratamiento.

Teknon: En la web de la clínica se explican las diferencias entre alergias y otras patologías, así como las pruebas para detectarlas.

Topdoctors: La plataforma de especialistas médicos dispone de un diccionario para aclarar dudas sobre cualquier enfermedad, incluidas alergias e intolerancias.

«Aprendiendo a convivir con las alergias», por Ana María Martínez-Cañavate

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ANA MARÍA MARTÍNEZ-CAÑAVATE

presidenta SEICAAP. Pediatra Alergólogo Jefe de Sección de Pediatría del H.U. Virgen de las Nieves


Aprendiendo a convivir con las alergias

https://www.seicap.es/es

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La alergia se conoce desde hace más de 5.000 años. El primer episodio conocido fue la muerte del faraón Menes tras la picadura de una avispa. Hipócrates describió la urticaria asociada a ortigas y mosquitos. También se tacharon de envenenamientos síntomas que eran manifestaciones de alergia alimentaria.

Se ha observado un aumento progresivo en niños, hasta en un 2% de los nacidos en España, por lo que se ha convertido en un fenómeno de gran repercusión. Por estos motivos, aunque la alergia no cuenta con una elevada mortalidad, es importante conocer e identificar bien a las personas que puedan padecerla en sus diferentes manifestaciones clínicas.

Antes de seguir conviene definir varias terminologías que en ocasiones se entremezclan:

Atopia: fenómeno inmunológico frente a determinados agentes ambientales o alimentarios que pueden manifestarse como dermatitis atópica, asma bronquial, conjuntivitis o rinitis.

Alergia alimentaria: reacción adversa del sistema inmunológico que ocurre poco después de haber ingerido un determinado alimento, con signos y síntomas digestivos, cutáneos o respiratorios (en las mediadas por Inmunoglobulina E (IgE)) o a nivel digestivo: celiaquía y proctocolitis (en las no mediadas por IgE). Y se identifican por pruebas alergológicas o inmunológicas.

Hipersensibilidad no alérgica a alimentos (Intolerancia alimentaria): reacción adversa, preferentemente del tubo digestivo, frente a componentes de la dieta que no son digeridos, metabolizados parcial o totalmente y que se generan por dos vías diferentes, bien por intolerancias alimentarias metabólicas como la intolerancia a lactosa, o a la fructosa; o por intolerancias alimentarias inespecíficas por una mala asimilación del alimento.

Alérgenos alimentarios: componentes de la dieta, preferentemente proteínas, que en determinadas personas pueden producir una reacción alérgica (proteínas del huevo y de la leche, etc.).

Sensibilización alérgica: episodios en los que aparecen determinados test diagnósticos positivos frente a alérgenos alimentarios y no tienen repercusión clínica alguna.

En la alergia alimentaria en edad infantil los alimentos más frecuentemente implicados, si bien empiezan siendo el huevo y la leche, según va creciendo el niño van apareciendo manifestaciones alérgicas a frutos secos, pescado o marisco y frutas.

Las manifestaciones clínicas pueden variar desde cuadros leves, como urticaria, síndrome de alergia oral (SAO), vómitos o diarreas, hasta anafilaxia.

La anafilaxia es definida por la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) como una reacción alérgica grave, de instauración rápida y potencialmente mortal.

Comienza con la aparición de síntomas que afectan simultáneamente a varios órganos: a nivel de piel (exantema, urticaria o angioedema), aparato respiratorio (mucosidad nasal, broncoespasmo, edema laríngeo), síntomas abdominales (dolor abdominal, diarrea o vómitos), y manifestaciones cardiovasculares (taquicardia, hipotensión). Las manifestaciones se inician de manera brusca, a los pocos minutos de la ingestión del alimento, y pueden poner en peligro la vida del paciente.

Cuando iniciamos el estudio del paciente debemos realizar una completa historia clínica, analizando las dudas que les surgen a los familiares y a los niños.

¿Qué es lo que tiene el niño/a?, ¿es grave?, ¿por qué tiene esos síntomas?, ¿qué le va a pasar? y, por tanto, ¿qué podemos hacer? Preguntas que en lenguaje médico se pueden traducir por ¿cuál es el diagnóstico?, ¿cuál es la gravedad?, ¿cuál es la etiología desencadenante?, ¿cuál es el pronóstico? y ¿qué tratamiento es el recomendado?

Esto nos conduce a realizar un diagnóstico correcto que permita un tratamiento idóneo acompañado de instrucción adecuada al paciente en el uso de medicación urgente si fuera necesario, y eliminación en la dieta de los agentes causantes.

Pruebas diagnósticas.

In vitro: determinación de IgE específica y diagnóstico molecular, con los agentes sospechosos para conseguir un diagnóstico de precisión. E incluso realizar Test ISAC® (Inmuno Solid-Phase Allergen Chip), prueba diagnóstica más avanzada.

In vivo: test cutáneos (prick test) en los que se determina la IgE a nivel cutáneo, y pruebas de exposición oral controladas, que consisten en dar el alimento sospechoso, para comprobar la presencia, o no, de síntomas.

El pilar fundamental del tratamiento de la alergia alimentaria es la exclusión de la dieta del alimento identificado como causante de la reacción alérgica.

A veces no es suficiente, ya que los pacientes siguen sufriendo reacciones debido, en gran parte, a un mal etiquetado de los alimentos y a reacciones debidas al desconocimiento.

Ante la posibilidad de una ingesta accidental se indica la toma de antihistamínicos y corticoides orales. En caso de reacciones graves se instruye al paciente o familiares en el uso adecuado de los autoinyectables de adrenalina.

Actualmente con la leche, huevo, cacahuete y melocotón, se realiza el tratamiento de desensibilización/inmunoterapia oral (ITO), que consiste en la administración de cantidades crecientes del alérgeno con el fin de modular la respuesta inmunitaria y conseguir una buena tolerancia frente a ese alimento, con un índice de éxito del 70-80%.

Cabe destacar en prevención primaria que no están recomendadas las dietas en las embarazadas, ni el aporte de probióticos ni prebióticos para prevenir la alergia alimentaria en los niños. Y sí, la introducción temprana, en los lactantes, a partir del cuarto mes, de alimentos potencialmente alergénicos para prevenir la aparición de alergias.

La alergia alimentaria es un tema muy presente en la sociedad, y afecta a la calidad de vida de pacientes y familiares, con gran repercusión socioeconómica.

Es necesario que los pacientes sean estudiados por equipos multidisciplinarios para conseguir un correcto diagnóstico, tratamiento y adecuada educación sanitaria.

Te mereces España. El mensaje para atraer turistas

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"TE MERECES ESPAÑA"

El mensaje para atraer turistas

El Gobierno de España lanza una campaña para atraer turistas internacionales y reactivar el sector tras un año perdido. Con el eslogan Te mereces España, se lanza un mensaje de tranquilidad para recuperar la posición de nuestro país como destino vacacional preferente para millones de europeos.

MARIÁN LEZAUN

El sector ha recibido la noticia con mucha expectación tras perder en un solo año el 77% de los viajeros y el 75% de sus ingresos, según datos de Exceltur, la asociación de empresas turísticas.

Suben las reservas. Si está pensando en reservar sus vacaciones no lo deje para más adelante. Los datos de vacunación, la flexibilización de las medidas anti Covid y las políticas de apoyo al sector (bonos turísticos, fondos para la digitalización y ayudas directas) han disparado las reservas al tiempo que se incrementan los precios y se reduce la oferta disponible. De hecho, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que lidera Reyes Maroto, ha destinado ocho millones de euros a relanzar este sector clave de la economía española para competir directamente con otros destinos turísticos como Grecia y Portugal que ya abrieron sus fronteras a principios de mayo.

Se trata de una campaña oficial que pretende atraer a turistas de mercados como Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, nuestros principales clientes, pero también de otros países como Polonia, Bélgica, Holanda y Suecia, que han incrementado su presencia durante los últimos años. Solo estos países representan un 65% de las visitas totales, según Turespaña. Por eso la campaña está dirigida a los jóvenes, a las parejas, a las familias con hijos, a los adultos sin hijos y al público sénior. Es decir, de manera personalizada a todos los segmentos en los que «España tiene una posición de liderazgo», según la ministra. La idea es volver poco a poco a los buenos datos, aunque no será fácil.

Como explica Miguel Sanz Castedo, director general de Turespaña, «conforme a los últimos datos de la ETC (European Travel Comission), más del 56% de los turistas se muestra optimista de cara al verano y está planeando irse de vacaciones ante la mejora de la situación de la pandemia en todo el mundo. Y España se mantiene en primer lugar del Top 10 de los posibles destinos». La campaña de promoción durará hasta finales de julio, momento en el que, si sigue el ritmo de vacunación, el porcentaje de la población vacunada será aún más alto y España estará en torno a 25 millones de personas vacunadas, siendo en agosto cuando se podrá llegar a esa inmunidad de grupo del 70% de la población adulta, es decir, hasta 33 millones de españoles. «Todo ello contribuirá a crear un contexto de seguridad sanitaria que ayudará a viajar a España sin preocupación», asegura Sanz. «De esta manera Te mereces España apela, no a los productos concretos, sino a los sentimientos. Quiere activar el deseo de viajar este mismo verano a España, como el mejor remedio a las restricciones de la pandemia, identificando experiencia de viaje con estados emocionales positivos que no hemos disfrutado durante este tiempo», asegura Sanz. Además, desde Turespaña señalan que se trata de fortalecer el posicionamiento de la marca España como sinónimo de vacaciones que facilita experiencias positivas.

Motivos para viajar. Sin embargo, para los expertos el mensaje debería haber tenido mucho más en cuenta las motivaciones de los viajeros. «Se ha hecho un esfuerzo en lanzar diferentes vídeos, dirigidos a todos esos segmentos, pero el mensaje sigue siendo muy genérico y, desde mi punto de vista, se centra en estereotipos, agrupando a las personas por edades y no por motivaciones», explica Eduard Baldrís, experto en comunicación de turismo y director creativo ejecutivo de la agencia de publicidad Proximity. Para Baldrís, el punto fuerte de la campaña es el propio eslogan, Te mereces España. «Se trata de una buena humanización de la realidad del momento, la realidad de las personas y lo que hoy puede ofrecerte un destino tan seguro, diverso, inmenso, experto, actual y revitalizante como España.» No obstante, habría que insistir más en que ahora mismo «es vital hacer ver y sentir que Te mereces España; no otro lugar», asegura Baldrís.

Pero España vende también seguridad y, sobre todo, una oferta muy amplia y para todos los gustos. Y es que, aunque la pandemia sigue ahí, la situación es mucho mejor que hace un año. Desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), lanzan también un mensaje de tranquilidad. «Dado el ritmo de vacunación y el número de contagios, ahora mismo no hay razones sanitarias para vetar la entrada de turistas británicos, aunque al Gobierno de Boris Johnson le conviene más que sus ciudadanos pasen las vacaciones en su país y gasten allí», explica Ramón Estalella, secretario general de Cehat. Por eso, Estalella se muestra muy prudente respecto a la recuperación del sector y el impacto de la campaña. «Sí que vamos a ver cierta recuperación del turismo nacional y del turismo extranjero de proximidad, pero los operadores especializados en destinos lejanos, como el norteamericano, el asiático o nuevos mercados, van a seguir teniendo muchas dificultades. El turismo británico tiene un gran impacto en destinos como Mallorca, Tenerife, Levante y la Costa del Sol, que aún tardarán en recuperarse.»

Pese a la necesidad de reactivar el sector, muchos de los ciudadanos se preguntan si realmente es necesario asumir estos riesgos, mientras a los españoles nos siguen poniendo trabas de entrada en varios destinos. Te mereces España convive con la campaña de comunicación iniciada en diciembre de 2020, Travel Safe, cuyo principal objetivo es generar confianza y seguridad a la hora de viajar. «Los 21 protocolos adaptados e implantados desde el principio por todos los servicios del sector turístico, benefician a los destinos españoles y a los viajeros, tanto internacionales como nacionales», responde Sanz.

Hacia la recuperación

2020 ha sido el peor año de la historia para el sector turístico. Este verano el negocio recibirá un pequeño impulso, aunque todavía queda mucho para recuperar el liderazgo anterior a la crisis. «Si todo va bien, podrían llegar a España entre 14,5 y 15,5 millones de turistas internacionales. Estos datos representan el 40% de los turistas que llegaron en el verano de 2019, el año previo a la pandemia, pero supondría el doble de los turistas que recibió España en 2020. Y esperamos acabar 2021 con al menos el 50% de las cifras de 2019. Además, estas cifras se pueden incrementar con la implantación del Certificado Covid Digital de la UE y, sobre todo, si España, como esperamos, entra en zona verde en el sistema británico, ya que hoy por hoy hay mucha demanda de británicos que quieren venir a nuestro país, y hay que tener en cuenta que el turista británico supone uno de cada cinco de los que llegan», explica Miguel Sanz, director general de Turespaña. En 2019, 18 millones de viajeros procedentes de Reino Unido visitaron España, el 21,6% del total y el 19,4% del gasto turístico realizado por extranjeros. En el escenario más optimista, las previsiones de Turespaña es que la recuperación de los ingresos por turismo a niveles de antes de la pandemia llegará en 2023 o 2024.

Mientras llegan las buenas noticias al sector, solo falta el visto bueno al certificado digital. «Lo que facilita el certificado digital es que las barreras o certificaciones que uno tiene que presentar en los aeropuertos, se cumplirán con un solo documento y que será una especie de vía rápida (fast track) para pasar la frontera de uno de los Estados miembros de la UE, pero también se va a poder viajar si uno no tiene el certificado digital y va con los requisitos de entrada de ese otro país que establece la normativa», explica Miguel Sanz Castedo, director general de Turespaña.

Para saber más

El Instituto Oficial de Promoción del Turismo en España, Turespaña, ha elaborado una guía completa para conocer todos los destinos, las mejores rutas, los eventos y todo lo que hay que saber para planificar un gran viaje. Además, en la web travelsafe.spain.info/es se pueden consultar todas las dudas referentes a cuestiones sanitarias, en función del país de origen.

Viajar seguro. Los requisitos de entrada no son los mismos para cualquier país de procedencia. Por eso, desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo se insiste en la necesidad de consultar los aspectos específicos para cada país. Además, desde la misma web los viajeros, tanto nacionales como extranjeros, pueden consultar las guías oficiales respecto a las medidas exigidas en hoteles, playas, restaurantes, transportes públicos o lugares de ocio, entre otros espacios.

Desde la web del Ministerio de Asuntos Exteriores se pueden consultar los requerimientos de entrada para cualquier destino al que se quiera ir de vacaciones, así como diferentes recomendaciones antes de emprender el viaje en estos tiempos de pandemia.

Ahorrar más y mejor

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Ahorrar más y mejor

El ahorro de los españoles se ha disparado en los últimos meses. La incertidumbre ante la situación sanitaria y económica, el miedo a perder el empleo y la ausencia de ocio han llenado con creces la hucha de los ciudadanos que, sin embargo, siguen sin convertir ese ahorro en una estrategia necesaria para un futuro en el que las pensiones públicas no serán suficientes para mantener nuestro nivel de vida actual.

MARIÁN LEZAUN

Ahorrar es un modo de vida, una estrategia para ser más libres, tener mayor seguridad financiera y, en definitiva, poder tomar mejores decisiones económicas y personales. Sin embargo, para la mayoría de los ciudadanos ahorrar no es sencillo, y menos en estos momentos de crisis económica.

Los motivos para que las personas con trabajo (bien remunerado) y sin deudas no logren ahorrar, son diversos: exige cambios en el estilo de vida, requiere planificación, asesoramiento, y tener objetivos claros. No obstante, hoy existen numerosas instituciones, divulgadores, blogs, bibliografía e incluso aplicaciones gratuitas (Wallet o Fintonic, entre otras), cuyo objetivo es crear una verdadera cultura del ahorro. La pandemia nos ha demostrado que es posible y tenemos que aprovechar la corriente. De hecho, cuando comenzó la crisis, un tercio de las familias no disponía ni siquiera del equivalente a un mes de sus ingresos y ahora, son más de la mitad los que han conseguido reunir hasta seis meses.

Dinero para imprevistos. Y es que este año, negativo en casi todos los aspectos, nos ha demostrado las ventajas de contar con una buena cantidad de dinero para imprevistos. El ahorro de los españoles aumentó un 38% en 2020, lo que supone un incremento de 63.000 millones de euros más que el año anterior, según un estudio reciente de Deposit Solutions, la plataforma de Open Banking para depósitos bancarios. Los expertos aseguran que no se conocían datos similares desde la crisis de 2008, pero también reconocen que se trata de un ahorro forzoso, con casi el único objetivo de blindarse ante imprevistos. Así, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el ahorro de los hogares españoles señalan que la tasa de ahorro representa actualmente el 14,8% de la renta disponible, 8,5 puntos por encima de la de 2019 y la más alta desde 1999 que es cuando se comenzó la serie. Se trata de un aumento ligado directamente a las limitaciones de movilidad y de aforo impuestas por los gobiernos, que llevaron a los hogares a ahorrar hasta 108.844 millones de euros (un 126,6% más que hace un año). Todo ello, a pesar del descenso de su renta disponible un 3,3% de media.

Pero este ahorro, que podría ser una buena noticia, no es más que el reflejo de una situación excepcional. Los ciudadanos hemos ahorrado por miedo, pero no porque estemos tomando las riendas de nuestra seguridad financiera. “Hemos reducido los gastos corrientes en transporte y ocio debido a la situación que estamos viviendo, pero en cuanto la situación vuelva a la normalidad la tasa de ahorro va a descender”, afirma Luis Alberto Iglesias, portavoz de Value School, la institución que promueve la divulgación financiera entre los pequeños inversores.

Los expertos consideran también que, además, la vuelta a la normalidad puede suponer un exceso de gasto en nuestros bolsillos porque los ciudadanos tienen muchas ganas de salir, de viajar, de pasarlo bien y eso también tendrá su impacto. Por eso, Iglesias advierte de que esta forma de ahorrar no responde a una verdadera cultura del ahorro. “Es cierto que hemos ahorrado mucho más, pero la mayoría de ese ahorro ha ido a parar a depósitos y a productos que no dan valor a nuestro dinero y que, al tener alta liquidez están disponibles para volver a gastar en cualquier momento”. Y es que, según este experto, la situación nos demuestra que el ahorro en nuestro país es cíclico. Es decir, ahorramos más cuando menos tenemos y gastamos más cuando nos sobra. “Si de verdad queremos sacar partido a nuestro dinero, debemos invertir esta tendencia”, explica Iglesias.

¿Ahorrar es cosa de ricos? Pero, ¿por qué nos cuesta tanto ahorrar? ¿Qué es lo que hace que personas con alto nivel adquisitivo tengan dificultades para llegar a fin de mes? Las causas son varias. En primer lugar, en España el ahorro no siempre está bien visto porque existe la falsa creencia de que sin consumo no hay crecimiento económico. Además, existen muchos mitos en torno al ahorro que impiden su despegue. De hecho, para algunas personas el ahorro es para aquellos que viven en una renuncia permanente porque han pasado por épocas de estrechez y de penuria. Para otros, el ahorro es para las personas de más edad, para aquellas que ya no pueden gastar en lo que les gusta. Y también están los que piensan que ahorrar es cosa de ricos, de aquellos a los que les sobra el dinero y por eso lo pueden guardar sin dificultad. Pero nada más lejos de la realidad: el mensaje hoy es que el ahorro es para todos, independientemente de nuestra renta. Porque si no ahorramos, estamos dando poco valor a nuestro dinero, a nuestro trabajo y desaprovechando la oportunidad de vivir con mayor tranquilidad.

Así, ¿existe un momento perfecto para empezar a ahorrar? “El primer paso es abandonar esa creencia de que el ahorro es aquello que nos queda en la cuenta a final de mes”, explica Natalia de Santiago, ingeniera, divulgadora financiera y autora del libro Invierte en ti. “Hay que ahorrar con premeditación y alevosía, poniéndose una meta realista, y a primeros de mes, cuando la cuenta está llena”. La clave para esta experta es que se trata de ponértelo difícil para no ahorrar. Y, aunque no existe una cantidad ideal, según esta experta, empezar con un 10% de los ingresos, sería suficiente. “Habrá quien pueda destinar hasta un 20%, pero conviene ser realistas y ver, sobre todo al principio, que es posible”.

La estrategia del buen ahorrador
Según explican en Value School, el ahorro debe de ser nuestro primer gasto. Por eso, lo primero que hay que hacer es un plan realista. Para vivir más seguros, todos los ciudadanos deberíamos poder tener nuestro pequeño colchón de imprevistos. Es decir, una cantidad que nos permita atender sin problemas a cualquier imprevisto doméstico o personal. ¿Pero, cómo se consigue esto? El primer consejo es ser constante. Para ello, existen aplicaciones y productos que te pueden ayudar sin problemas. Lo más conveniente para los que no tienen muchos conocimientos financieros o disponen de poco tiempo, es contratar un fondo indexado. Los hay para todos los perfiles, desde los más conservadores a los más arriesgados. El consumidor debe fijarse en las comisiones por mantenimiento y hacer aportaciones regulares para que el dinero empiece a crecer. Después, existen otros productos de inversión más rentables, pero que requieren un mayor asesoramiento profesional. De todos modos, lo importante es empezar.
Los pequeños gestos, cuentan

Muchas veces para conseguir ahorrar solo hace faltan pequeños gestos. Y evitar los conocidos como gastos hormiga. Es decir, todos esos pequeños desembolsos cotidianos a los que no hacemos mucho caso, pero que si los conseguimos reducir pueden tener un impacto importante en nuestro bolsillo. Los más habituales son, por ejemplo, el tabaco, los snacks, no tener en cuenta los tramos de la luz o pagar por servicios que no usamos (gimnasios, televisión, seguros, etcétera). Las monedas que vamos dejando por ahí también suman y mucho. De hecho, el Banco de España ha vuelto a anunciar que apenas que quedan unas semanas (hasta el 30 de junio) para deshacernos de las pesetas que todavía tenemos en nuestras casas y que suman la nada desdeñable cantidad de 1.500 millones de euros. El cambio de esas pesetas por euros debe hacerse en la sede del Banco de España o en sus sucursales, con cita previa. En la web se explica qué requisitos son necesarios y qué monedas y billetes son los que se pueden cambiar, ya que dependiendo del año en el que fuesen acuñadas pueden necesitar la valoración de un experto. Para resolver cualquier duda se puede llamar al 91 33 85 00 o entrar en la web https://cita-previa-bde.clorian.com.

Para saber más

Finanzas para todos: Esta iniciativa desarrollada de manera conjunta por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) promueve la educación financiera de todos los ciudadanos, haciendo especial hincapié en la necesidad de gestionar mejor nuestro dinero y sacar rentabilidad a nuestros ahorros. 

Value School: En el blog de esta plataforma, que divulga la educación financiera para pequeños ahorradores, podrá encontrar información para sacar mayor rentabilidad a su dinero y conocer cómo funcionan los diferentes productos que existen en el mercado. Además, disponen de recursos para los más jóvenes. Para los que quieren saber más, también se puede consultar su canal de Youtube.

Ahorrar en la factura de la luz es posible

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Ahorrar en la factura de la luz es posible

La reciente subida de la luz ha puesto sobre la mesa lo poco que sabemos los consumidores sobre esa factura que cada mes llega a nuestros hogares. El aumento de precios, que coincidió con una ola de frío y con el peor momento del invierno, ha obligado a muchas familias a plantearse nuevos hábitos frente al consumo de electricidad.

MARIÁN LEZAUN

Las empresas del sector justifican la subida con el aumento de la demanda en esta época del año, con la menor producción de las energías renovables, con el incremento del precio del gas y hasta con el coste por emisión de CO2. Mientras, los clientes buscan alternativas para abaratar este gasto fijo que, para muchos hogares y empresas, supone una gran carga.

¿Cómo podemos ahorrar? La factura de la luz es siempre un documento controvertido. En primer lugar porque, en líneas generales, no se entiende bien y, en segundo lugar, porque los consumidores saben que más de la mitad del total corresponde a conceptos que nada tienen que ver con el consumo de electricidad. Nuestro recibo de la luz se divide en cuatro partes que debemos distinguir: el coste de generación de la electricidad, el coste de transportarla y distribuirla hasta el usuario final, el coste de financiar determinadas políticas energéticas y los impuestos que se aplican a este suministro. El coste de generar esa electricidad representa un 35% del total y es que se fija a diario en el mercado eléctrico. El resto de la factura son los costes que regula el Gobierno. Si tenemos en cuenta que el 15% son los gastos de distribución, hay hasta un 50% del total que está en manos de decisiones políticas (impuestos, ayudas, etc.). Así, los usuarios sólo pueden ajustar ese primer tramo de su factura, viendo qué oferta les conviene y adaptando sus hábitos de consumo. Por eso, muchos usuarios consideran que el precio de este suministro no es justo y cada vez son más los que se interesan en cómo abaratar esa factura: tarifas planas, autoconsumo, cambio de rutinas en las tareas domésticas, etc. Todo vale con tal de rascar unos euros a final de mes.

En la mayoría de los casos se trata de pequeños gestos, pero que si se suman pueden tener un impacto importante en el coste final. Si se quieren ahorrar unos euros durante los meses de invierno, los consumidores deben de tener en cuenta que la energía es más barata a partir de la medianoche y hasta las ocho de la mañana. Por eso, tendrán que acostumbrarse a poner la lavadora y el lavavajillas en esa franja horaria, por ejemplo. Además, los expertos recomiendan evitar el uso de todos los electrodomésticos a la vez y apagarlos si no se están utilizando. Esas pequeñas luces que tenemos siempre encendidas y que no dan ningún servicio tienen luego su reflejo en la factura. Mantener la nevera con la temperatura adecuada y los alimentos ordenados de manera correcta también tiene su incidencia, al igual que contar con electrodomésticos eficientes, es decir, los que van marcados con la letra A.

Potencia contratada. Pero el primer paso para reducir la factura es ajustar la potencia contratada a las necesidades de la vivienda. Es decir, en muchos casos, los usuarios contratan más potencia de la que realmente necesitan y eso encarece el coste del servicio. Así, reducir la potencia es una gestión muy interesante para el cliente que debe hacer un estudio previo de los electrodomésticos que va a conectar a diario para evitar quedarse sin suministro. Una vivienda media no debería, en condiciones normales, necesitar más de 5 kW y en muchos casos, con 3,45 kW sería suficiente.

Además, siempre hay que comparar las tarifas que nos ofrecen las diferentes compañías que operan en el mercado (más de cien, en el mercado libre) porque los precios pueden resultar muy dispares. Según la Asociación de Consumidores Irache de Pamplona podemos ahorrar hasta 200 euros al año cambiando de comercializadora. Existen algunos comparadores online que permiten ver qué empresa nos conviene más.

No obstante, hay que tener en cuenta que existen dos mercados de la electricidad: libre y regulado (PVPC), en el que el coste de la electricidad consumida se determina en función de la cotización diaria, lo que puede ser una opción interesante para muchos consumidores que podrán beneficiarse de los momentos en los que la electricidad esté más barata sin necesidad de revisar sus contratos. Los consumidores que estén en el mercado libre pagarán por kWh el precio acordado con la compañía comercializadora con la que tengan contratado el suministro, aunque sea más bajo, hasta que se revise dicho valor por contrato.

Otra de las opciones que gana adeptos es la instalación de paneles fotovoltaicos que puede suponer un ahorro de hasta un 30% de la parte variable de la factura de la luz, según la Unión Española Fotovoltaica. Una inversión de futuro que no debe pasarse por alto si se dispone de un tejado o superficie y de unos 5.000 euros, aunque también puede costar menos.

Los expertos recomiendan evitar el uso de todos los electrodomésticos a la vez y apagarlos si no se están utiilizando

Para saber más

La Organización de Consumidores y Usuarios desglosa en su web una factura real en la que explica cada uno de los conceptos que la componen.

El comparador de tarifas Selectra dispone en su web de toda la información que necesitas a la hora de contratar una compañía eléctrica. Además, ofrece simuladores de potencia, análisis de facturas y guías prácticas sobre los diferentes servicios.

En la web de Endesa hay información sobre el mercado de la electricidad y consejos prácticos para consumidores.

Autoconsumo

Dadas las condiciones energéticas de nuestro país no es de extrañar que en 2020 se instalaran en España 596 MW de autoconsumo fotovoltaico, de los que un 19 por ciento correspondieron a instalaciones familiares. “Estimamos que, como mínimo, se instalarán otros 600 o 700 MW este año, manteniendo el mismo porcentaje para el sector residencial porque cada vez más gente conoce sus ventajas”, explica María Colom, directora de políticas energéticas de UNEF, quien añade que aún existe cierto desconocimiento alrededor de la tecnología fotovoltaica y de las instalaciones de autoconsumo. Los consumidores deben en cualquier caso informarse siempre antes de cualquier compra porque a mayor número de horas de luz y mejor orientación de los paneles, más rentable será la instalación. “Una instalación en Andalucía se amortizará antes que una en Asturias. Además, cuanto más electrificada esté la vivienda y menos consumo de combustibles fósiles (gas para la calefacción, gasolina para el coche), más rentable”, explica Colom. “Cuanto más coincida nuestro consumo eléctrico con la generación de las placas fotovoltaicas (horas de sol) más rentable será la instalación y si se trata una vivienda unifamiliar, la instalación será muy sencilla porque no se necesita el consenso del resto de vecinos. “Dicho esto, no sólo es rentable para una vivienda unifamiliar en Andalucía con orientación sur, con todo eléctrico, y donde la propietaria o propietario teletrabaje y cocine de día cuando hace sol y tenga un coche eléctrico. Una instalación de autoconsumo fotovoltaico se amortiza en unos ocho o nueve años, que se reducen si vamos añadiendo cada uno de los supuestos anteriores que nos permiten aprovechar más la instalación. Puede llegar incluso a cuatro años si en el ayuntamiento existe alguna deducción fiscal al IBI e ICIO o el propietario se acoge a alguna subvención”, explica Colom.

Además, el excedente de producción energética se podrá verter a la red y recibir a cambio una compensación económica por parte de la comercializadora. “Esta compensación económica se ve reflejada mensualmente en la factura eléctrica vía un descuento originado por la diferencia del valor económico entre el consumo de la red y el excedente vertido a la misma”, explica Colom.

Mercado libre o regulado

En España existen dos mercados de electricidad (el libre y el regulado) que dan cobertura a más de 26 millones de clientes. Aunque las compañías que operan en el mercado libre ofrecen tarifas planas o únicas, ofertas agrupadas y descuentos para intentar adaptarse a las necesidades del consumidor, en los últimos meses sigue aumentando el número de clientes que se pasan al mercado regulado (Precio de Venta al Pequeño Consumidor). En el mercado regulado (se llama así porque es el Gobierno el que fija y publica los precios), el precio del kWh varía cada hora. Es decir, el precio de la electricidad sube o baja en función de varios factores como son la energía disponible (la que se produce en cada momento) y la demanda que haya también en cada momento. Con esta tarifa, el consumidor paga más si consume durante las horas en las que la energía es más cara y menos, cuando concentra el gasto en las horas más baratas. El consumidor aprovecha también las épocas en las que la electricidad es más económica porque hay una mayor producción. Los defensores de esta tarifa argumentan que con el PVPC no tienes obligación de permanencia y dispones de un precio personalizado ya que siempre vas a pagar por lo que consumes. El precio de la luz se publica diariamente en el BOE.

¿Qué clase de consumidor eres?

CONSUMO

¿Qué clase de consumidor eres?

Prudente, previsor, temeroso, organizado, reticente, desbordado, caprichoso… Cualquiera de estos adjetivos serviría para definir los diferentes estados por los que hemos pasado los ciudadanos durante la pandemia. Sin embargo, los expertos del sector los han resumido en un puñado de perfiles.

MARIÁN LEZAUN

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@mlezaun

LA CONSULTORA ESTRATÉGICA The Cocktail Analisys ha aglutinado todos esos comportamientos en cinco grandes grupos de consumidores: resistente, asustado, empoderado, expectante y shockeado.

Otras empresas, como Nielsen, los engloban en impactados, burbuja, vigilantes o sin cautela. La definición de cada uno de ellos se ajusta a sus preferencias de consumo, pero también a las emociones que rodean cada acto de compra y a la manera de tomar las decisiones en un momento como el que estamos viviendo.

Para los consumidores, que en un primer momento cortaron el grifo del gasto de manera radical (hasta un 40 por ciento según un informe del banco ING), la Covid 19 ha supuesto una auténtica revolución a la hora de buscar nuevos canales de venta. Y, sobre todo, ha acelerado un cambio ya latente hacia un modelo de compra cotidiana más responsable y sostenible. Por otro lado, a las empresas, golpeadas por esta crisis, el virus les ha obligado a reinventarse y a analizar sus futuras necesidades, a dirigir sus inversiones hacia nuevas plataformas.

El final del año 2020 ha sido diferente para todos. Según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 20% de los españoles ha gastado menos estas navidades. Unas fiestas en las que no hemos podido reunirnos como nos gustaría, en las que hemos ahorrado en alimentación y en ocio, pero en las que hemos seguido haciendo regalos y cuidándonos de la mejor manera posible. Mientras llega la vacuna para todos, los expertos de márketing y tendencias de consumo analizan cómo han sido nuestros comportamientos a lo largo del año, pero también cómo lo serán en los próximos meses en los que la contención y la cautela se han instalado y han disparado el nivel de ahorro de los españoles. La consultora Nielsen señala cómo ha disminuido la confianza de los ciudadanos en la economía y en el empleo para poder consumir. Así, de los 90 puntos del comienzo del año, se pasó a los 60 del segundo trimestre y el dato sigue cayendo. Si después del confinamiento, los españoles nos concedimos algunos caprichos para compensar la situación anterior, el alargamiento de la crisis hace que un 37% de los encuestados por The Cocktail reconozca que seguirá disminuyendo su nivel de gasto. En donde no piensan recortar los compradores es en los productos de alimentación y bebida, ya que las celebraciones, el ocio y la moda se han reducido a la mínima expresión. A menos vida social, menos necesidad de ropa y complementos, que son los sectores más afectados de la crisis. Por eso muchas marcas están sacando nuevas líneas de ropa para llevar en casa, mucho más confortables, pero sin renunciar al diseño.

Cada cliente, un perfil. Atendiendo a la situación del mercado, el informe de The Cocktail señala cinco comportamientos diferentes y cómo las marcas actuarán para satisfacer sus necesidades. Para la firma, los consumidores llamados resistentes son los más afines a estrategias de precio y promoción, así como los más dispuestos a activar dinámicas de negociación o de abandono con sus proveedores de servicios. Los consumidores asustados, por su parte, están más cercanos a estrategias de compensación en el consumo, y estarán receptivos a mensajes que le otorguen seguridad y bienestar. Son esa clase de compradores que analizan todos los riesgos y que toman las decisiones en consecuencia. Los clientes empoderados, aquellos que se decantan por marcas premium y productos de gama alta, estarán orientados al ocio y disfrute, y más ajenos a la situación que estamos viviendo. Estos clientes son los menos jóvenes, profesionales con una carrera sólida que no han visto mermados sus ingresos ni su calidad de vida se ha visto perjudicada. Los clientes expectantes se muestran más receptivos a mensajes centrados en el aquí y ahora, que le permitan evitar centrar su pensamiento en un futuro amenazante. Y, por último, la consultora define a los consumidores shockeados, que son aquellos que se muestran más receptivos a mensajes que les hagan activarse, aceptar la situación y tomar impulso.

Por su parte, la consultora Nielsen clasifica también a los hogares españoles en función de su predisposición ante el gasto en este contexto de crisis sanitaria y económica: impactados, vigilantes, burbuja y sin cautela. El primer grupo representan al 37% de los hogares y se caracterizan por el impacto que la situación ha generado en su economía. Es decir, sus hábitos se han visto modificados y deben plantear diferentes estrategias para gestionar su nueva realidad doméstica. Por otro lado, hay un 31% de hogares que se muestran vigilantes, es decir, a pesar de no haber sufrido un gran impacto en sus ingresos, vigilan y se cuidan mucho de no gastar más que antes. En cambio, hay un 20% de hogares considerados burbuja, en los que la crisis no se ha notado en su situación financiera y no se plantean grandes cambios. Nielsen define también un cuarto tipo, los hogares sin cautela, que son aquellos que han recibido cierto impacto económico, pequeños cambios, pero no contemplan un mayor control del presupuesto familiar.

Así las cosas, con cientos de negocios pendientes de un hilo, la amenaza de nuevas restricciones y un nuevo año que se presenta incierto, los consumidores debemos planificar nuestras compras de una forma mucho más responsable.

Para los consumidores la Covid 19 ha supuesto una auténtica revolución a la hora de buscar nuevos canales de venta

Para saber más

Escritura PÚBLICA: En el número 125 de nuestra revista repasamos los hábitos del consumidor durante los primeros meses de la pandemia. En este reportaje analizamos qué es lo que compramos, cómo y el desarrollo alcanzado por el canal online.

KPMG: Consumidores y la nueva realidad es el título del informe elaborado por KPMG en el que se han analizado las tendencias de consumo que se han ido registrando durante estos meses. Se trata de varios estudios en los que se recogen aspectos como el ahorro, el uso del comercio online o la elección de los productos y servicios.

Puro Marketing: La publicación digital especializada en marketing, recoge en su web las conclusiones del informe El Consumidor Conectado 2020: Estudio Global de la consultora Selligent. En él se expone cómo serán los nuevos consumidores tras la pandemia, qué productos comprarán, dónde y qué valoran hoy los clientes de las marcas y vendedores.

A menos vida social, menos necesidad de ropa y complementos, que son los sectores más afectados de la crisis

Consumo más responsable

La crisis del coronavirus ha impulsado ciertos comportamientos más reflexivos, respetuosos con el entorno y más sostenibles. Una tendencia que está liderada, además, por las mujeres y los más jóvenes, que ya incorporan los valores éticos a sus compras. Mientras que más del 61% de las mujeres españolas reconoce su responsabilidad sobre el cambio climático, en los hombres no llega ni a la mitad. También son las mujeres las que dan mayor importancia a la responsabilidad social de la empresa en el momento de la compra: un 28% frente al 20% de los hombres. Para realizar una compra más responsable, el 49,2% de las mujeres compran en comercios locales y cercanos y adquieren productos de proximidad. En el caso de los hombres, el porcentaje apenas llega al 40%, según estudio publicado recientemente por la firma L’Oreal y la consultora Closingap.

Los ‘cocooners’ y los sénior

El término cocooner se acuñó en Estados Unidos, en la década de los noventa, para definir un estilo de vida caracterizado por hacer de nuestras casas un refugio en el que sentirse cómodo, seguro y feliz. Años después, se trasladó al sector del consumo para denominar al cliente digital que realiza la mayoría de sus actividades sin salir de casa. Es decir, para llamar a esos consumidores que trabajan, compran, se divierten y se relacionan desde su hogar. Para las empresas, este perfil representa todo un reto ya que estos clientes suelen ser los más exigentes, los que buscan la inmediatez y los que mejor conocen el canal digital. Por otro lado, las empresas deben de tener en cuenta a los nuevos consumidores senior que son los que se caracterizan por tener un poder adquisitivo más alto, mayor tiempo de ocio y los que valoran la mayor calidad de los productos, así como la personalización de los servicios.

«Hábitos de compra y nuevo perfil del consumidor», por Fernando Móner

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FERNANDO MÓNER

presidente de CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios)

www.cecu.es

@CECUconsumo

Hábitos de compra y nuevo perfil del consumidor

Posiblemente, aunque solo en ciertos aspectos, haya tantos perfiles de consumo como personas habitan nuestro país, pues tenemos la suerte de vivir en un lugar y época donde la oferta de productos y servicios es la más variada que hayamos tenido jamás. Solo por poner un ejemplo simple, si queremos degustar un yogurt tenemos a nuestra disposición decenas de variantes, marcas, composiciones o sabores. Y si hay tantas posibilidades es porque también existen consumidores para cada una de ellas. Junto a esos perfiles concretos, puntuales e individuales, también existe un perfil general del consumidor que nos retrata como sociedad. Es verdad que las grandes crisis suelen generar grandes cambios, también en los hábitos de compra y de consumo, así lo hemos constatado en la última edición de la encuesta Hábitos de consumo 2020[1], donde se aprecian las tendencias y modificaciones del comportamiento del consumidor en el sector de la alimentación y gran consumo. El futuro nos dirá si esos cambios son o no coyunturales. Sin lugar a duda hay dos factores muy importantes, aunque no únicos, a la hora de diversificar las tipologías de perfiles o de consumidores: el factor psicológico –basado en la personalidad de cada cual, generada y creada por nuestra forma de vida, nuestras tradiciones, gustos o preferencias– y por otro lado el factor externo, compuesto por múltiples variables, entre ellas la situación socioeconómica de cada momento. La pandemia ha dado especial peso a esta última, segmentando a los consumidores en dos grandes grupos: las unidades familiares a las que esta grave crisis sanitaria ha endurecido su situación laboral con entrada en ERTES, ERES o directamente colocándoles en situación de paro (o impidiendo que salieran de él), con la consiguiente reducción de ingresos y la obligada modificación de sus hábitos de compra y consumo, y las que no han sufrido modificación laboral alguna, manteniendo inalterable su nivel de ingresos. Aun con esa estabilidad económica, esos consumidores también han modificado sus hábitos de consumo al alcanzarles, como a todos, las restricciones y limitaciones adoptadas para luchar contra la pandemia. El confinamiento durante los primeros meses tras la declaración del estado de alarma, la drástica reducción de las actividades de ocio, viajes, compras de bienes duraderos, por citar solo algunos ejemplos, han generado un claro aumento de la tasa de ahorro en miles de hogares y, en contraposición, un detrimento económico para las familias cuyos ingresos dependían de esas actividades de compra o de prestación de servicios que quedaron estancadas. Lo que ha sido bueno para unos, ha supuesto el desplome económico de otros. El Índice de Confianza del Consumidor, publicado por el CIS respecto del mes de octubre, se sitúa en 48,5 puntos, uno por debajo del dato del mes anterior. Son peores también las expectativas a futuro, un 43,8 % de los entrevistados considera que la situación económica actual de su hogar es peor que hace seis meses y solo un 7,2 la califican como mejor. No cabe duda que uno de los fenómenos que han sacudido el mundo del consumo ha sido el de la velocidad en el desarrollo de la digitalización en las compras de bienes y servicios, el uso del comercio electrónico se ha incrementado exponencialmente durante el tiempo de confinamiento domiciliario, trayendo como directa consecuencia para muchos consumidores la de perder el temor a las transacciones electrónicas, a comprar a distancia. También ha supuesto un empujón definitivo para que pequeños y medianos comercios vieran en él un canal de venta capaz de posicionarles más favorablemente. Este despunte, a veces sin la formación debida en materia de seguridad y privacidad en la red, también ha aparejado un incremento del riesgo a ser víctima de prácticas ilícitas: la captura de datos y las estafas por internet han sido una de las grandes preocupaciones de las asociaciones de consumidores durante muchos meses. Si tuviera que elegir tres sustantivos para definir los motivos que han impulsado el cambio en los hábitos de consumo optaría por la incertidumbre, el miedo y la esperanza. La incertidumbre porque genera dudas en nuestras decisiones de compra o contratación de servicios, pudiendo decantar la balanza hacia una elección de compra diferente a la que habríamos seleccionado de no padecer ese condicionante; el miedo porque paraliza, porque está generando que muchos consumidores descarten viajar o limiten sus visitas a establecimientos cerrados ante el temor de contagio y la esperanza porque estoy convencido de que remontaremos, como ya lo hizo la humanidad en pandemias que asolaron el mundo en siglos pasados. Superar los dos primeros condicionantes, incertidumbre y miedo, no son retos que deban ser enfrentados en soledad por los propios consumidores; los operadores económicos y la administración pública deben coadyuvar en ello estableciendo medidas sanitarias, económicas y sociales que favorezcan la sensación de seguridad y restituyan la confianza. La esperanza en un futuro mejor, sin que nadie quede en el camino, ha de ser también un trabajo grupal. La Real Academia de la Lengua la define como un estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos. La diferencia entre un futuro esperanzado o uno meramente ilusorio lo marcará el esfuerzo, el sentido de la responsabilidad y la voluntad de todos los que conformamos la sociedad en la que vivimos.
[1]https://www.mesaparticipacion.com/_estudio_sobre_habitos_de_consumo_2020

Kilos que lastran la infancia

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Kilos que lastran la infancia

La pandemia del coronavirus no está ayudando a mejorar la calidad de vida de los niños y niñas españoles. El confinamiento, el sedentarismo, la mala alimentación y el estrés han hecho mella en la salud de los más pequeños. Los expertos advierten sobre la prevalencia de la obesidad y reclaman un mayor compromiso social en la lucha contra con las dietas hipercalóricas, el consumo de azúcares, la falta de actividad física y hasta la publicidad.

MARIÁN LEZAUN

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@mlezaun

La tasa de obesidad infantil sigue creciendo y se ha convertido en uno de los grandes problemas de salud pública. Una tendencia del primer mundo que muestra las grandes paradojas de la infancia: mientras miles de niños mueren de hambre cada día en los países más pobres, otros tantos pequeños luchan contra enfermedades propias de los adultos debido a una ingesta excesiva de comida. Según un estudio publicado recientemente por la Revista Española de Cardiología, el 34 por ciento de la población española entre 3 y 24 años tiene sobrepeso y obesidad. Además, entre los menores de 8 años, la cifra aumenta hasta el 40 por ciento. Se trata de un problema grave porque el sobrepeso tiene una incidencia negativa en la salud y en la calidad de vida de los niños y los jóvenes. Y es que los kilos de más solo contribuyen a desarrollar problemas músculo esqueléticos, cardiovasculares, diabetes e hipertensión e incluso ciertas enfermedades mentales como depresión, ansiedad, o trastornos del sueño y la alimentación.

Otro tipo de pandemia. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) y desde las consultas de los pediatras, la voz de alarma saltó ya hace tiempo, pero la situación no mejora. El consumo de alimentos ultraprocesados, de grasas, de azúcares y la falta de actividad física siguen en aumento. La falta de tiempo de los padres para cocinar y planificar mejor los menús diarios, la comodidad que brinda la comida rápida y ciertos hábitos poco saludables, como el abuso de las pantallas en el tiempo de ocio, están haciendo mella en la salud de los más pequeños. Además, hay que tener en cuenta que la obesidad es una enfermedad metabólica en la que intervienen la genética y las hormonas, por lo que, en ocasiones, una vez que se manifiesta es muy difícil de controlar. Para los expertos, el principal problema es que no hay un compromiso firme de todos los implicados para atajar de raíz esta otra pandemia que ha quedado en un segundo plano, dadas las circunstancias actuales, pero que es una gran amenaza para el futuro de nuestros niños. “El aumento de la obesidad infantil es un problema multifactorial. Hay un cambio social en la alimentación que produce un aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos con abundantes grasas y azúcares, pero con escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes saludables. Al mismo tiempo, hay una tendencia a la disminución de la actividad física ya que muchas actividades recreativas son sedentarias y, cada vez más, utilizamos distintos medios de transporte para desplazarnos”, advierte Mireia Montaña, investigadora del Grupo Game de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y profesora de Ciencias de la Información y de la Comunicación en la misma universidad.

Las marcas utilizan multitud de recursos para captar la atención de los niños

El origen. El origen del problema es variado y, aunque la responsabilidad primera es de las familias, también existen otras causas de difícil control. Por un lado, están las marcas y anunciantes de productos considerados insanos que no tienen en cuenta la vulnerabilidad del público al que se dirigen; por otro están los hábitos sociales tan arraigados en nuestra cultura y, para terminar, las circunstancias económicas y sociales de cada familia. Por eso, toda intervención es bienvenida. “Poco a poco, los gobiernos están tomando decisiones en este sentido, aunque algunos países son más activos que otros”, explica Montaña. Esta experta, que ha estudiado cómo influye la publicidad en el consumo alimentario y la relación del consumo de alimentos de escaso valor nutricional con el estado de ánimo personal bajo (comer emocional o emotional eating, en inglés), lamenta que los anunciantes no estén más comprometidos. Este hábito alimenticio se refiere a aquellas personas que buscan compensar sus necesidades emocionales mediante la ingesta de productos, sobre todo ricos en energía, pero de escaso valor nutritivo. Según ha publicado Montaña, “también se ha demostrado que la publicidad de productos que se comen por placer, pero sin hambre -como el chocolate o las patatas fritas- pueden modificar el comportamiento y causar alteraciones alimentarias, como el trastorno por atracón”. Por eso, esta experta recomienda a los anunciantes que revisen los mensajes que promueven el lado más hedonista de la alimentación. Mientras, las marcas utilizan multitud de recursos para captar la atención de los más pequeños: mascotas, regalos, música, códigos de descuento, packaging atractivo y juegos digitales para atraer la atención de niños y jóvenes. Los niños son un público vulnerable y no es ético dirigirse a ellos con determinadas estrategias, pero se hace. “Hay estudios que afirman que los niños menores de 8 años no saben distinguir todavía un anuncio de una noticia informativa. Muchos tampoco son capaces de leer la información que sale sobreimpresionada sobre hábitos de alimentación saludable”, señala Montaña.

La solución. Pero, ¿hasta qué punto el niño tiene capacidad de decisión en la compra familiar? Según los expertos, son muchas las compras en las que los niños participan de manera activa. Hay que tener en cuenta que, muchas veces, los padres compran a los niños golosinas a modo de premio, o que les compensan comprando lo que quieren. Estas actitudes pueden convertirse en un problema cuando los niños tienen sobrepeso. “Si hacemos buena pedagogía social sobre la importancia de alimentarse de forma adecuada, llevar a los niños al supermercado podría ser una buena ocasión para que los padres y las madres puedan enseñar a los niños a comprar los productos adecuados, a leer las etiquetas nutricionales, etcétera”, recomienda Montaña.

Para Amelia Martí del Moral, catedrática de Fisiología en la Universidad de Navarra y coordinadora del Grupo de Obesidad Infantil de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), “el supermercado es la puesta en escena de lo que los niños han aprendido a través de la publicidad, la televisión y las redes sociales”. De las familias depende el uso que se haga de él.

Los expertos advierten, además, que la obesidad puede enmascarar otro tipo de problemas como son la baja autoestima o la falta de atención por parte de los adultos. “Hay que estar muy atento porque se pueden presentar trastornos del comportamiento alimentario y afecciones psiquiátricas, entre otras”, explica Amelia Martí del Moral, catedrática de Fisiología y coordinadora del Grupo de Obesidad Infantil de la SEEDO (Sociedad Española del Estudio de la Obesidad) en la Universidad de Navarra. Para esta experta, la señal de alerta debe saltar si se observan cambios ante cualquier evento relacionado con la comida (dieta poco saludable) o la falta de actividad física (sedentarismo).

La tasa de obesidad infantil sigue creciendo y se ha convertido en uno de los grandes problemas de salud pública

Azúcar,  te dejo

El Gobierno contempla subir el IVA de las bebidas azucaradas del 10 por ciento al 21 por ciento con la intención de reducir su consumo y luchar contra la obesidad infantil. Los zumos envasados, los refrescos, los batidos y las bebidas edulcoradas forman parte de la dieta de muchos niños pese a la información disponible sobre los perjuicios de consumir en exceso estos productos. Por eso, de manera paralela, el Ministerio de Consumo ha lanzado una campaña Azúcar, te dejo con el objetivo de promover una alimentación más saludable entre el conjunto de la población. El consumo de estos aditivos está por encima de las recomendaciones establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la que se limita a menos del 10 por ciento de la energía diaria consumida. Para algunos sectores se trata simplemente de una medida recaudatoria, aunque los expertos en nutrición la valoran de manera positiva. “En Cataluña, el aumento del impuesto sobre las bebidas azucaradas redujo su consumo en un 22 por ciento”, explica Mireia Montaña, investigadora de la Universitat Oberta de Catalunya.

Para saber más

Código Paos: El código Paos es un compromiso de corregulación dirigido a las empresas del sector alimentario y bebidas con el objetivo evitar abusos sobre la publicidad dirigida a los más pequeños. De adhesión voluntaria, se puede consultar en la web del Ministerio de Consumo.

OMS: En la web de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se pueden consultar las recomendaciones para mejorar la alimentación de la infancia y sobre todo la salud de los más pequeños.

La Fundación de los hermanos Pau y Marc Gasol ha elaborado un estudio sobre la obesidad infantil, que es uno de los grandes retos de la entidad. Para erradicarla, la fundación trabaja la educación, la prevención y la intervención.

Si no se anuncia, no se compra
La alimentación también se educa. Por eso, no se trata tanto de prohibir la publicidad de los alimentos insanos sino de transmitir a los niños las bondades de una alimentación adecuada y de un estilo de vida saludable. En líneas generales, tomar una chocolatina de vez en cuando o un dulce no convierten a nadie en obeso si su dieta es variada, rica y practica actividad física con asiduidad. Sin embargo, no siempre es fácil encontrar el equilibrio y muchos niños terminan abusando de los alimentos insanos que ven en la publicidad. Existen trabajos en el Reino Unido que sugieren que las restricciones de publicidad televisiva de los alimentos y bebidas menos saludables en horario de tarde (entre las 17:00 h y las 21:00 h) podrían reducir la obesidad infantil en dos tercios, “Se calcula que si todos estos anuncios de alimentos insanos se retirasen de la franja infantil, los niños verían 1,5 anuncios menos, al tiempo que reducirían la ingesta calórica. Los datos concluyen que si esto ocurriese, habría 40.000 menores menos con sobrepeso solo en el Reino Unido”, explica Amelia Martí del Moral, catedrática de Fisiología de la Universidad de Navarra.

«Un grave problema de salud pública», por José Ramón Lozano Petit

CONSUMO

JOSÉ RAMÓN LOZANO PETIT

Secretario General de la Federación UNAE

@_UNAE_

Un grave problema de salud pública

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva mucho tiempo advirtiendo que el sobrepeso y la obesidad infantil son uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI, ya que constituyen un importante factor de riesgo para llegar a ser un adulto con obesidad y padecer diabetes, colesterol elevado, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares a edades más tempranas. Además, el exceso de peso repercute negativamente sobre el aparato locomotor, reduciendo la tolerancia al ejercicio físico y causando problemas respiratorios. Como dato significativo hay que recordar que cada año mueren casi tres  millones de personas en el mundo por obesidad. Pero el sobrepeso también suele afectar negativamente al desarrollo emocional y social de los niños y adolescentes, causando sentimientos de inferioridad, rechazo y baja autoestima, con tendencia al aislamiento y comportamientos depresivos e incluso puede provocar trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia.

Aunque pueden influir factores genéticos, el cambio de los hábitos de alimentación y la disminución de la actividad física son las causas principales de este problema. El aumento del consumo de alimentos hipercalóricos con abundantes grasas y azúcares, pero con escasos nutrientes, vitaminas y minerales, y la naturaleza sedentaria de muchas actividades de ocio influyen notablemente en el aumento del sobrepeso desde edades tempranas. Por todo ello, la detección precoz del sobrepeso y su prevención durante la infancia son fundamentales para contribuir al mantenimiento del peso correcto desde la niñez y durante la vida adulta.

Nuestro país no es ajeno a este problema, pues el sobrepeso y la obesidad han crecido de forma sostenida en las cuatro últimas décadas. Ya en 2003 uno de cada cuatro niños y niñas y dos de cada cuatro adultos españoles padecían exceso de  peso. Por este motivo, el Ministerio de Sanidad impulsó en 2005 la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (Estrategia NAOS) para  sensibilizar y concienciar sobre el problema de la obesidad y fomentar la alimentación saludable y la práctica de actividad física.

En nuestro país el reciente Estudio Aladino 2019, sobre la alimentación, actividad física, desarrollo infantil y obesidad en España, elaborado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), del Ministerio de Consumo, destaca que la prevalencia de sobrepeso y obesidad sigue siendo alta, ya que aproximadamente cuatro de cada diez escolares de 6 a 9 años presenta exceso de peso, concretamente el 23,3% sufre sobrepeso y el 17,3% obesidad. No obstante este porcentaje ha descendido ligeramente desde 2011 cuando se realizó el primer Informe Aladino, pero con tendencia a la estabilización.

El problema del sobrepeso en menores aumenta en familias con rentas bajas, que tienen un menor consumo diario de fruta y verduras y mayor ingesta de productos procesados. También influyen de forma negativa el sedentarismo y el escaso gasto energético. Además es preocupante que muchas veces los padres perciban erróneamente el exceso de peso de sus hijos como normal e incluso saludable.

Por eso el mejor tratamiento de la obesidad infantil es la prevención desde los primeros años de vida, estableciendo hábitos saludables mediante una alimentación equilibrada y el desarrollo de actividad física. Para ello los padres deben tener información adecuada sobre el valor nutricional y energético de los alimentos, para diseñar una dieta equilibrada que incluya todo tipo de alimentos. En una dieta adecuada para una persona sana la mitad de la ingesta debe ser de origen vegetal, y hasta un 90% de alimentos poco procesados, incluidos carne y pescado. Es conveniente aumentar el consumo de frutas y hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos, disminuir la ingesta total de grasas, sustituyendo las saturadas por las insaturadas, y reducir el consumo de azúcares. De hecho el azúcar está presente de forma natural en muchos productos, desde la fruta hasta los lácteos, pero también se encuentra en la mayoría de los alimentos procesados, desde el pan hasta los precocinados, de forma que muchas veces se consume una cantidad  excesiva sin ser conscientes de ello.

Por tanto, la prevención de la obesidad infantil exige una respuesta coordinada de todos los agentes implicados, no sólo la industria alimentaria y el sector publicitario, sino también las autoridades sanitarias, padres y educadores, entre otros, impulsando políticas para promover hábitos saludables tanto en el entorno familiar como escolar. Por estos motivos, el Ministerio de Consumo ha elaborado un plan integral para fomentar la alimentación saludable centrado en cuatro ámbitos: etiquetado, fiscalidad, publicidad y formación e información de los consumidores.

La primera medida es el desarrollo del sistema de etiquetado frontal Nutriscore, que probablemente entrará en vigor en nuestro país en 2021. En segundo lugar figura la propuesta de reforzar el Código PAOS, el sistema de autorregulación de la publicidad de alimentos dirigida a menores, que se inscribe en el marco de la Estrategia NAOS, y cuya reforma es una demanda tradicional de las asociaciones de consumidores y usuarios. Entre otras medidas, se elevará la edad de protección de este colectivo desde los 12 a los 15 años y prohibirá la publicidad de los productos alimentarios de baja calidad nutricional. Además, desde hace unos años se está desarrollando un plan de reformulación de algunos alimentos para recudir sus niveles de sal, grasa y azúcar. Otra medida que proponen los expertos es retirar los productos menos saludables de las máquinas dispensadoras, sobre todo en centros escolares y sanitarios.

Consumir con cabeza

CONSUMO

Consumir con cabeza

Los españoles tenemos la intención de cuidarnos más, de comer mejor, de hacer más ejercicio y estamos dispuestos a hacer muchos esfuerzos para conseguirlo. También económicos. Eso es, al menos, lo que recogen numerosos estudios sobre nuestros hábitos de consumo. 

MARIÁN LEZAUN

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Así, una encuesta realizada por la aseguradora Aegon señala que cada vez son más los consumidores que consultan la etiqueta nutricional de los alimentos o los clientes que estarían dispuestos a pagar más por productos realmente saludables. En la misma línea, un 77 por ciento de los encuestados contempla cambiar sus hábitos de vida a corto plazo para sentirse mejor, según un estudio de Aral, la revista de las empresas de distribución.

La incertidumbre creada por el coronavirus ha servido para hacernos más conscientes de nuestro estado de salud. De hecho, durante estos meses, hemos tenido información suficiente para valorar nuestros hábitos de consumo y de vida, pensarlos e incluso cambiarlos para hacer frente a posibles nuevas enfermedades tanto físicas como mentales. La venta de productos deportivos se disparó en los primeros meses de la pandemia y aumentó con fuerza la de alimentos de proximidad y productos sostenibles.

Hábitos saludables. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen siete hábitos que, practicados a diario, cambiarían nuestra vida para bien facilitando un estado de completo bienestar físico, mental y social. Son sencillos y apelan al sentido común, pero no siempre es fácil ponerlos en marcha. Entre ellos, una dieta equilibrada, eliminar los productos tóxicos como el alcohol, las drogas y el tabaco, un poco de ejercicio, una higiene apropiada y cuidar nuestro estado emocional y nuestras relaciones sociales. Los fabricantes y las marcas saben que lograrlo es una gran preocupación para muchos consumidores y, por eso, aumentan las inversiones en investigación para crear productos y servicios que satisfagan esas necesidades. De hecho, en los últimos años hemos visto cómo crece la oferta de productos más saludables, más respetuosos con el medioambiente y con la salud y, sobre todo, cómo se ha creado un gran negocio alrededor de ellos que hace que cada vez seamos más exigentes a la hora de comprar. El problema es que producirlos resulta más caro y que, en ocasiones, no llegan al público general que también empieza a demandarlos. No obstante cada vez hay más marcas blancas o productores más pequeños que se han apuntado a la moda de esta nutrición adaptada a nuestras necesidades alimenticias. Alimentos que mejoran el sistema inmune, la flora intestinal, que aportan vitaminas extra o que ofrecen alternativas a la carne suponen ya una oferta importante en cualquier supermercado. Algo que hace apenas unos años solo podía encontrarse en tiendas especializadas. En Innofood señalan las tendencias del futuro de la alimentación: alimentos “cómodos” o fáciles de preparar, comidas que estén ligeramente procesadas, productos sabrosos, saludables y seguros, procesos de conservación más prolongada, alimentos lo más naturales posible y precios competitivos. Dicen los expertos que las empresas que sepan adaptarse serán las que ganarán la batalla en el complicado mercado de la distribución “porque las nuevas generaciones además de demandar comida más sana, quieren que sea fácil de preparar y que aporte nutrientes extra”.

Una encuesta realizada por la aseguradora Aegon señala que cada vez son más los consumidores que consultan la etiqueta nutricional de los alimentos.

El precio. El precio que, hasta ahora, había sido uno de los principales frenos al despegue de este negocio ya no lo es tanto porque el consumidor aprecia las condiciones en las que se han producido los alimentos y los compra convencido. Este el caso de los productos denominados bio o ecológicos que aunque pueden duplicar el precio de los productos convencionales, tienen un target definido para que esta variable no sea lo más importante en la decisión de compra. Además, los expertos aseguran que se puede comer bien sin gastar demasiado. Así, para Laura Arranz, farmacéutica, nutricionista y autora del blog dietalogica.com “no es cierto que comer más sano sea más caro hoy día si tenemos una buena organización de menús en casa y aprovechamos bien todo lo que compramos”. El problema es que “muchas personas se apuntan al cambio, compran verduras en exceso y luego se les estropean en la nevera, y entonces sí sale caro”. Pero si calculamos bien lo que vamos a consumir y lo hacemos no es un problema. “En este sentido la clave está también en consumir alimentos de temporada, tanto frutas y verduras como pescado, pues así reducimos mucho el coste de la cesta de la compra”, explica Arranz. Para esta experta el mercado nos ofrece un montón de productos saludables y con precios asequibles, por lo que se trata de planificar un poco mejor la cesta de la compra y buscar a esos proveedores que realmente sean de confianza. 

En esta especie de revolución alimentaria, los más jóvenes son los que lideran el cambio hacia una dieta más respetuosa con el cuerpo y el planeta. “Casi el 80% de la población entre 25 y 34 años y el 73% de entre 18 y 24 años afirman haberse vuelto más conscientes de su alimentación”, según un estudio de Upfield, el fabricante holandés de margarinas. No obstante, durante la cuarentena se ha incrementado la ingesta de fruta en un 66%, la de vegetales en un 59%, los productos frescos en un 49% y los alimentos ricos en Omega3 en un 24%. De igual manera, ha disminuido el consumo de bollería y el de carne por encima de un 30%, según Upfield. 

Ojo con las modas. Sin embargo, los expertos advierten de que el peligro está en dejarse llevar por las modas y no por criterios científicos. Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), “la mitad de los encuestados cree que los productos orgánicos son más sanos que los no orgánicos, cuando esta afirmación no tiene ningún claro respaldo científico”. Según un estudio elaborado por la compañía de energía fotovoltaica SotySolar, hasta el 80% de los españoles considera que existen marcas que se aprovechan de lo ecológico y sostenible para aumentar el precio, haciendo que optar por este tipo de productos sea solo accesible para unos pocos. No obstante, el 18% de los encuestados considera que el precio de este tipo de productos se adecua a lo que se ofrece, mientras que solo un 2% afirma que no son más caros. En este sentido, el bioquímico y divulgador José Antonio Mulet, se ha encargado de desmentir ciertos tópicos respecto a los productos naturales. Mulet defiende que el avance tecnológico no ha supuesto un retroceso en la calidad de los alimentos y que llevar una alimentación poco saludable es solo un problema de actitud. 

Así, para Arranz, aquellas empresas que sepan aunar los nuevos valores serán las que se lleven el gato al agua. “Creo que este tipo de productores serán los que triunfarán y más después de esta crisis sanitaria que estamos viviendo que nos ha hecho valorar mucho más la salud. La mayoría de los consumidores escogerá la opción saludable en igualdad de precio y aunque una parte estarán dispuestos a pagar un poco más, las empresas también están por la labor de hacer que sus opciones más sanas sean también asequibles al bolsillo”. Eso lo estamos viendo ya en los lineales, así que quizás la clave está solamente en mejorar nuestras decisiones.

Hacia una alimentación más inteligente

El proveedor de tecnologías microbianas ADM ha identificado seis diferencias en el comportamiento de los consumidores desde el comienzo del COVID-19. Son hábitos emergentes que impulsarán la innovación y el crecimiento en los próximos meses, según recoge la revista de distribución ARAL. ADM ha detectado las grandes preocupaciones de los consumidores y qué es lo que piden ahora a los proveedores de alimentos. En primer lugar, según esta empresa, los consumidores buscan alimentos que refuercen su sistema inmunitario, que ayuden a mantener las funciones metabólicas y el peso, que se adapten a las necesidades nutricionales de cada uno y que favorezcan el equilibrio y el bienestar. Al mismo tiempo se ha registrado un aumento de la demanda de proteínas vegetales como alternativa al consumo de carne. Según explica la vicepresidenta de marketing de ADM, Ana Farrel, en la revista, los productores que sepan atender a estos nuevos valores serán los que triunfen en la estantería del supermercado.

Cada vez hay más marcas blancas o productores más pequeños que se han apuntado a esta moda de una nutrición adaptada a nuestras necesidades

Para saber más

Más nutrientes: La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ha publicado un estudio en el que recoge cuáles son los alimentos con más nutrientes y beneficios para nuestro organismo, Powerhouse Fruits and Vegetables. Este reportaje de La Vanguardia recoge sus claves.

Calcula tu menú: En la web de la Fundación Española de Nutrición puedes calcular la cantidad de calorías que necesitas consumir para mejorar tus condiciones físicas. También encontrarás consejos sobre alimentación saludable y tendencias de consumo.

En esta especie de revolución alimentaria, los más jóvenes son los que lideran el cambio hacia una dieta más respetuosa con el cuerpo y el planeta

Las pymes tiran de la innovación alimentaria

Según datos del Informe Económico 2019 de la Federación de la Industria Alimentaria y las Bebidas, la incorporación de empresas alimentarias a actividades I+D sigue aumentando. Así, la industria de alimentación y bebidas ha elevado la cifra de empresas que han realizado actividades de I+D, que ya superan las 700 compañías, de las que un 84 por ciento son pymes. Desde Food For Life-Spain, la plataforma tecnológica de la Federación, se han promovido 600 proyectos por valor de unos 1.100 millones de euros, relacionados con la innovación alimentaria.