Raimundo Fortuñy, vicepresidente del CGN y de la Fundación Notariado presentó el acto que contó con la participación de Concepción Barrio del Olmo, vicedecana del Colegio Notarial de Madrid y diversos autores (presencialmente, o con testimonios emitidos en vídeo) que han colaborado en la publicación, como Joseph Weiler, jurista y profesor; Javier Gomá, filósofo y escritor; Consuelo Madrigal, ex fiscal general del Estado; Javier Mª Prades, teólogo y rector de la Universidad de San Dámaso de Madrid; Cristina Noemí Armella, ex presidenta de la Unión Internacional del Notariado; Antonio Pérez Sanz, ex presidente del CGN; José Mª Graiño, decano del Colegio Notarial de Galicia; Paolo Caucci, presidente de honor del Comité de Expertos del Camino de Santiago; y Félix Carbó, autor de la guía Pórtico de la Gloria. Sofía Puente, directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública del Ministerio de Justicia y José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del CGN, tomaron la palabra para clausurar el acto.
Presentación
El decano del Colegio Notarial de las Islas Baleares, Raimundo Fortuñy, expuso el origen de la obra: «El 18 de junio de 2022, en misa solemne en la catedral de Santiago de Compostela, el presidente de los notarios españoles, José Angel Martínez Sanchiz, presentó en ofrenda al apóstol Santiago los documentos notariales. Aquella ofrenda tuvo su réplica en la homilía de Monseñor Barrio quien exhortó a los notarios españoles a convertirse en ‘realizadores de un programa superior de bondad y de justicia’. Aquella fue la génesis de la publicación de NIHIL PRIUS FIDE, -nuestro lema, ‘Nada antes que la fe’-. En este libro hemos querido conocer el pensamiento que este binomio (ofrenda al Apóstol y función notarial) podría merecer a una serie de personas respetadas en sus ámbitos profesionales (jurídico, filosófico, teológico, notarial, historiográfico…), que nos ayudarían, a la vez, a rendirle un pequeño homenaje a José Ángel Martínez Sanchiz, por su irreductible compromiso con la función notarial y con las exigencias y necesidades más profundas de las personas a las que se debe».
Concepción Barrio del Olmo apuntó que «este libro y este acto son resultado de agradecer el compromiso de José Ángel Martínez Sanchiz con la función notarial; así como su sabiduría y bondad y -algo que conocemos bien los que trabajamos a su lado- su determinación y valentía».
Los autores
Para Armella en esta obra «tuvimos la oportunidad de expresarnos con respecto no sólo a la que es nuestra vocación, sino también nuestra pasión: el ejercicio de la función pública notarial».
Graiño manifestó que «para los notarios de Galicia fue un honor acompañar a nuestro presidente en la ofrenda y la contestación del arzobispo. La confianza, seguridad y solidaridad no son un mero ideario filosófico; precisan de una acción en el quehacer diario y en proyectos determinados, y nuestro presidente reúne estos valores en su proactivo trabajo al frente del CGN».
«En su ofrenda -resaltó Pérez Sanz-, José Ángel afirmó que el documento notarial es nuestro mejor servicio al proporcionar paz, confianza y verdad. Se trata de una eficacia documental, ya que no es el notario quien da la fe; es el documento mismo el que hace fe».
Para Weiler «los notarios son, en muchos sentidos, el lugar donde los individuos se encuentran con el Estado y la Ley en relación con los asuntos que afectan más profundamente a su vida: la compra de una casa que es más que una casa, es un hogar, o el matrimonio y el divorcio, o la herencia y mucho más».
Gomá recordó la génesis del texto que redactó para la obra: «Al hablar de la función notarial se suele relacionar con la fe y la confianza; pero me parece más interesante explorar otro camino: la idea de paz. Como se recoge en el dicho «Notaria abierta, juzgado cerrado», la función notarial -como institución de seguridad preventiva- ahuyenta el litigio y la conflictividad y colabora de manera esencial en el reino de la paz».
Madrigal expresó a José Ángel Martínez Sanchiz su admiración y gratitud, «por su labor al frente del Notariado español, aportando respuestas prácticas a la Justicia».
Por su parte, Prades hizo hincapié en que «NIHIL PRIUS FIDE, espléndido lema de los notarios españoles, recoge la confianza y fe, algo imprescindible en una sociedad viva y justa».
Por último, Caucci recordó la declaración del Papa Juan Pablo II, quien manifestó que «la construcción de Europa se ha realizado a través de la peregrinación a Santiago de Compostela», mientras que Carbó señaló que «el Pórtico de la Gloria de la fachada de la catedral compostelana significó una revolución iconográfica en España».
Clausura
Sofía Puente realizó una alegoría entre su llegada al frente de la Dirección General y el inicio del camino de Santiago en su primera etapa: Roncesvalles. «Me gustaría dirigirme a vosotros como compañera del Camino, un pretexto para mostrar afectos; es un tránsito y una metáfora de la vida. A lo largo del Camino vivimos ilusiones, expectativas, ausencia de prejuicios, asombro, aprendizaje, descubrimiento, osadía, aventura, valentía, resistencia… Al mismo tiempo que dureza, penurias, tristeza, amargura, decepciones y frustraciones. Y es que la vida no nos ahorra nada, por lo que necesitamos compañía».
EL LIBRO INCLUYE LA OFRENDA REALIZADA AL APÓSTOL SANTIAGO POR EL PRESIDENTE DE LOS NOTARIOS ESPAÑOLES, JOSÉ ÁNGEL MARTÍNEZ SANCHIZ, CON OCASIÓN DEL AÑO JACOBEO
«Cuando descubrí al Notariado -prosiguió-, no conocía en absoluto a este colectivo con una cualificación jurídica altísima, orgullosos de su legado y testigos de lo que recogen de sus mayores. Una profesión con convicción y pasión; gran conciencia social, riqueza de talento, conocimiento y experiencia. Que pone todas esas cualidades al servicio de los demás: como hacen las fundaciones Aequitas y Notariado y otras de los colegios notariales; o durante la solidaria muestra de apoyo con los damnificados del Volcán de La Palma, cuando cincuenta notarios fueron de manera voluntaria a ayudar; o con el conflicto de la Guerra de Ucrania; o con la búsqueda de una salida profesional para los que no aprueban la oposición. Inicié mi camino con dudas y miedos, no sabía que los miembros del Consejo General del Notariado, los decanos autonómicos o los notarios letrados de la Dirección General me ibais a salir al encuentro para hacer el Camino más ligero, con afecto y respeto, aunque puedan existir también críticas».
Martínez Sanchiz cerró el acto apuntando que los logros mencionados son fruto «de un trabajo entre todos». «Cuando hice la ofrenda al Apóstol no sabía lo que iba a traer consigo. Ese momento en la Catedral lo recuerdo como uno de los más impresionantes que he vivido. Quise reflejar nuestra disposición como notarios a cumplir lo que es nuestra obligación; unos deberes que tenemos desde antiguo como servidores públicos», recordó el presidente.
Para Martínez Sanchiz, la confianza ciudadana en el notario es la raíz y el fin de la profesión: «Aconsejar es ayudar a los demás, y los notarios lo logramos cuando no se nos siente como extraños. Nuestra función permite adecuar el espíritu de la Ley a unas personas cuyos rostros vemos. No sólo las observamos, también procuramos comprenderlas; al otro lado hay un sujeto que nos interpela, una persona a la que podemos ayudar y de la que podemos aprender, y eso es lo bonito de nuestra profesión».