ÁGORA CULTURAL Y JURÍDICA

Psicopatía, éxito y liderazgo, por Paz Velasco de la Fuente,

Jurista-criminóloga, escritora y divulgadora. Especialista en delitos violentos y personalidad psicopática. Presidenta del Comité Asesor de Expertos del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid. Profesora de Criminología en la Universidad Internacional de Valencia (VIU) y la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

Expertos en diferentes áreas del Derecho se dan cita en nuestra revista para ofrecernos su visión de lo acontecido en el mundo de la Literatura, las Artes, la Justicia y, por qué no, en la vida misma. En este número nos acompañan: Enrique Arnaldo Alcubilla, Magistrado del Tribunal Constitucional. Letrado de las Cortes Generales. Catedrático de Derecho Constitucional por la Universidad Rey Juan Carlos; Pablo de Lora, Catedrático de Filosofía del Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid Escritor, ensayista y divulgador y Paz Velasco de la Fuente Jurista-criminóloga, escritora y divulgadora. Especialista en delitos violentos y personalidad psicopática. Presidenta del Comité Asesor de Expertos del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid. Profesora de Criminología en la Universidad Internacional de Valencia (VIU) y la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

Hay personas que no se tienen que esforzar para ganarse nuestra confianza, debido a la posición que ocupan en la sociedad: un cirujano, un abogado, un asesor de inversiones, un político o un ejecutivo de banca. Algunos de ellos utilizan su profesión y su situación privilegiada como medio para satisfacer sus necesidades personales. Hablamos de los psicópatas funcionales o integrados, aquellos hombres y mujeres que llegan a la cima sin usar la violencia y que suelen ser un peligro invisible. Robert Hare, doctor en psicología e investigador en el campo de la psicología criminal, afirma que los asesinos seriales arruinan familias pero que los psicópatas corporativos, políticos y religiosos, arruinan economías, sociedades y países enteros.

Tenemos que aceptar una realidad más que evidente y es que psicópata no es sinónimo de multicida ni de delincuente porque ni todos los psicópatas son delincuentes ni todos los delincuentes son psicópatas. Con nosotros conviven psicópatas funcionales altamente nocivos para la sociedad y para las personas con las que se relacionan. Son carismáticos, intrépidos, despiadados, pero no necesariamente violentos. Infligen perjuicios económicos, materiales y emocionales, causando a la sociedad y a su entorno un daño que es más instrumental que físico. Son los más numerosos y los más difíciles de detectar al tener una habilidad innata: se ocultan y enmascaran pasando totalmente desapercibidos.

¿Qué es la psicopatía?

La psicopatía es un trastorno de la personalidad (no un trastorno mental) que se define por determinadas manifestaciones conductuales y por ciertos rasgos de personalidad, que afectan a las relaciones interpersonales, a los estilos de vida y a la afectividad de esos sujetos. El psicópata controla absolutamente la realidad y utiliza la manipulación y las mentiras para lograr sus objetivos. Es una persona racional y lógica que sabe perfectamente lo que hace pero que carece de las cualidades esenciales que permiten a los seres humanos vivir en sociedad.

Los diferentes rasgos psicopáticos, así como el número de ellos y la intensidad de los mismos, cambian de una persona a otra, de modo que puede haber diferencias muy importantes en los comportamientos de los individuos que son considerados psicópatas. El espectro de la psicopatía es gradual y de diferente intensidad. Más o menos cantidad de ella, en un determinado contexto, puede ser altamente ventajoso, del mismo modo que podría suponer un peligro para los demás. Por ejemplo, si se combinan la baja aversión al riesgo, la ausencia de miedo y la falta de culpabilidad o remordimientos, en determinadas circunstancias, puede llevar a algunos sujetos a alcanzar el éxito y el liderazgo en los negocios, la política o el derecho. Pero esos mismos rasgos, en otro contexto diferente, pueden convertir a ese sujeto en un peligro letal para la sociedad.

Partamos de tres premisas:

  • Rasgos como la falta de piedad y de empatía, la extrema concentración, la fortaleza mental, el encanto personal, la intrepidez, la despreocupación, la acción constante, ¿pueden ser ventajosos en determinados momentos de nuestra vida?[1].
  • ¿Puede la psicopatía, en determinados contextos y en determinadas circunstancias, ser beneficiosa para el resto de la sociedad? Kevin Dutton, psicólogo británico de la Universidad de Oxford afirma y demuestra que los psicópatas funcionales, no solo son útiles para nuestra sociedad, sino que además son necesarios y que tienen cosas que enseñarnos: “Toda sociedad necesita unos individuos particulares que hagan el trabajo sucio, gente que no tenga miedo de tomar decisiones duras, de hacer preguntas incómodas, de exponer, de correr riesgos”[2].
  • Y la pregunta más importante… ¿Existen determinados rasgos psicopáticos que pueden llevar al éxito profesional y al liderazgo? La sociedad es consciente de que hay entornos profesionales donde la psicopatía funcional no solo está aceptada, sino que se valoran como beneficiosos algunos de sus rasgos e incluso se elogian como valores positivos. Ciertos rasgos psicopáticos son más prevalentes en determinados sujetos de éxito, que entre multicidas como la concentración, la capacidad de persuasión, el egocentrismo, el encanto superficial, la autodisciplina o la independencia[3].

Rasgos psicopáticos y éxito profesional

La gran mayoría de los psicópatas que hay en nuestra sociedad no están cumpliendo una condena en prisión, sino que están ocupando importantes puestos de trabajo en diferentes profesiones. Son tan mentirosos, manipuladores, insensibles y egocéntricos como el resto de psicópatas, pero a través de su inteligencia, sus habilidades sociales y sus circunstancias construyen una fachada de éxito y normalidad obteniendo aquello que quieren con absoluta impunidad.

La psicopatía corporativa[4] es un fenómeno contemporáneo que se originó en los 90, ante la creciente inestabilidad y competitividad que surgió en diferentes ámbitos profesionales, sobre todo en los negocios. Este concepto hace referencia al comportamiento desviado en el lugar de trabajo, llevado a cabo por psicópatas en posiciones de liderazgo, que pueden llegar a causar pérdidas de miles de millones, además de los efectos negativos que tienen sobre los trabajadores.

Son muchas las investigaciones que lanzan la hipótesis de que determinados rasgos psicopáticos pueden convertirse en cualidades de éxito y de liderazgo en determinados ámbitos como el empresarial, el mundo de los negocios, el financiero y el político. Lo que adquieren determinados expertos a través del tiempo y de su experiencia profesional es algo innato en los psicópatas. El rol de ejecutivo y de líder es para el psicópata funcional irresistible, ya que le ofrece un buen salario, poder y un amplio margen de movimiento.

Rasgos de psicopatía que pueden llevar al éxito profesional y al liderazgo

  • Carisma y capacidad para influir en los demás

  • Creatividad

  • Pensamiento estratégico y gran capacidad analítica

  • Excelentes habilidades para la comunicación

  • Persuasión

  • Ausencia de miedo y bajo nivel de ansiedad

  • Seguridad en sí mismos

  • Control emocional

  • Conductas arriesgadas

  • Ausencia de culpa y de remordimientos

  • Establecimiento de metas y objetivos a muy corto plazo

  • Alta concentración

  • Manipulación despiadada

  • Alta actividad

  • Autodisciplina

Tabla 1. Elaboración propia a partir de Hare, Neumann y Babiak, 2010; y Pavlic, I. y Mededovic, J. (2019). Psychopathy facilitates workplace success. Psihološka istraživanja, Volumen 22, n.º 1, pp. 69-87.

¿La profesión más ‘psicopática’?

Kevin Dutton llevó a cabo una investigación en Reino Unido absolutamente novedosa y única, ya que fue la primera vez que se intentó analizar la prevalencia de rasgos psicopáticos en una población activa nacional en su totalidad. Todos aquellos que quisieron participar acudieron a su página web para completar la escala Levenson (LSRP)[5] añadiendo datos de su profesión y obteniendo así una puntuación. Su intención era determinar cuál era la profesión más psicopática y en cuál de ellas había menos psicópatas. En aquellas profesiones en las que se requiere una mayor conexión humana, tratar con los sentimientos y las emociones de las personas, hay menos psicópatas que en las profesiones que implican poder, prestigio, liderazgo y una habilidad especial para tomar decisiones racionales alejadas de los sentimientos.

+ Psicopatía

  • 1. Ejecutivo

  • 2. Abogado

  • 3. Medios de comunicación

  • 4. Vendedor

  • 5. Cirujano

  • 6. Periodista

  • 7. Oficial de policía

  • 8. Clero

  • 9. Cocinero

  • 10 Funcionario

- Psicopatía

  • 1. Cuidador

  • 2. Enfermero

  • 3. Terapeuta

  • 4. Artesano

  • 5. Esteticista / estilista

  • 6. Trabajador social

  • 7. Profesor

  • 8. Artista creativo

  • 9. Médico

  • 10. Contable

Tabla 2. Kevin Dutton, 2013, p. 186

Dutton afirma que existe un conjunto de características de la psicopatía, a las que denomina los “7 preciados capitales”, que son altamente beneficiosas a nivel individual. Aplicadas correctamente “pueden ayudar a conseguir aquello que nos propongamos convirtiéndonos en vencedores, en lugar de villanos”: impasibilidad, encanto, concentración, fortaleza mental, intrepidez, atención plena y capacidad para tomar decisiones rápidas en situaciones difíciles.

En 2010, Hare, junto a Neumann y Babiak investigaron a más de 200 ejecutivos de alto nivel. Su intención era comparar la prevalencia de los rasgos psicopáticos en el mundo empresarial y de los negocios, frente a la población general. Los ejecutivos quedaron por delante (4%). Además, la psicopatía se asoció de modo positivo con rasgos como el carisma, la creatividad, las excelentes habilidades de comunicación y el pensamiento estratégico. La relación entre los rasgos de psicopatía y liderazgo sería la siguiente:

Rasgos de liderazgo

  • Carisma

  • Confianza en sí mismo Vanidad, arrogancia

  • Capacidad de persuasión

  • Pensamiento visionario

  • Capacidad para correr riesgos

  • Orientado a la acción

  • Capacidad para la toma de decisiones difíciles

Rasgos psicopáticos

  • Encanto superficial

  • Capacidad de influir en los demás Manipulación

  • Engaños y mentiras

  • Invención de historias para convencer

  • Impulsividad

  • Búsqueda de emociones

  • Pobreza emocional

Tabla 3. Hare y Babiak crearon el Bussines Scan (B-Scan), un cuestionario para determinar la presencia de rasgos psicopáticos solamente en el entorno de la empresa, es decir la tasa de psicopatía corporativa.

Dinero, poder y prestigio

En nuestras sociedades contemporáneas, determinados rasgos psicopáticos se confunden con cualidades de liderazgo[6]: la apariencia de confianza, asumir determinados riesgos, ausencia de preocupación por las consecuencias de sus actos, o la falta de expresión de emociones. La capacidad de estar calmado y no mostrar emociones en momentos de alta presión puede ser un factor de éxito en los negocios.

Sin embargo, los psicópatas fallan en tres ámbitos del liderazgo: la forma en que tratan a las personas que trabajan con ellos; las dificultades que tienen para trabajar en equipo; y el problema que supone para ellos compartir sus ideas con otros.

Podemos afirmar que existen más psicópatas funcionales en el ámbito empresarial, jurídico y político que en la población general y suelen trabajar en organizaciones, empresas e instituciones públicas o privadas. Tienen claros sus objetivos: obtener dinero, poder y prestigio. En su ajedrez, nosotros siempre somos los peones.

[1] Lilienfeld, S., Latzman, R., Watts, A., Smith, S. F., y Dutton, K. (2014). Correlates of psychopathic personality traits in everyday life: results from a large community survey. Frontiers in psychology, 5, 740.

[2] Dutton, K., (2013). La sabiduría de los psicópatas (pág. 38). Barcelona: Ariel

[3] Board, B. y Fitzon, K., (2005). Disordered Personalities at Work. Psychology, Crime and Law 11, nº 1, pp. 17-32.

[4] Babiak P., Neumann C. S., Hare R. (2010). Corporate psychopathy: Talking the walk. Behavioral Sciences & the Law. 28 (2), pp.174-193.

[5] Levenson, M. R., Kiehl, K. A. y Fitzpatrick, C. M. (1995). Assessing Psychopathic Attributes in a Noninstitutionalized Population. Journal of Personality and Social Psychology, 68 (1), 151-158.

[6] Irtelli, F. y Vincenti, E., (2017). Successful Psychopaths: A Contemporary Phenomenon. Capítulo en Psychopathy – New Updates on an Old Phenomenon, Durbano, F. IntechOpen.