Inteligencia ¿artificial?

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Inteligencia ¿artificial?

El ChatGPT es una aplicación revolucionaria de inteligencia artificial. Se ha convertido en la gran demostración de hasta dónde pueden llegar las habilidades de un programa combinando lenguaje y conocimiento, tanto que se confunden con las de un humano. Quién sabe, quizá lo que ahora está leyendo lo ha generado un algoritmo.

El texto que lee lo ha escrito un humano porque de momento
ChatGPT no hace entrevistas, pero todo se andará.

GABRIEL CRUZ

¿Qué me puedes decir de “Gabriel Cruz periodista”? Es la primera pregunta que formulo al ChatGPT tras registrarme en la web de Openai.

Esta aplicación responde a cualquier pregunta como si fuera un humano, puede repreguntar o incluso escribir una redacción de cuatro párrafos sobre lo que usted desee. Es capaz, si se lo pido, de redactar los párrafos de este reportaje. Y lo hace asombrosamente bien. Tanto que el lector no sabría distinguir si lo que lee lo ha generado esta web de inteligencia artificial.

Hablamos con Enrique Puerta, profesor de inteligencia artificial y big data de la Universidad Europea de Madrid, que afirma que “estamos en un momento de enorme cambio”. ¡Vaya! Lo ha descubierto: el texto que lee es de origen humano porque de momento ChatGPT no hace entrevistas, pero todo se andará.

Una herramienta viva y cuestionada.

Una herramienta viva y cuestionada. En el mundo académico es un problema porque no se distingue que trabajos hacen los alumnos y cuales el ChatGPT. Enrique Puerta señala que hay programas que “aseguran darte una probabilidad de si el texto ha sido generado por inteligencia artificial, pero los he probado y no aciertan”, afirma categóricamente. De hecho, ya ha engañado a revisores de revistas científicas, como apuntó una investigación de las universidades de Chicago y Northwestern.

ChatGPT va un paso más allá de un bot conversacional que, por ejemplo, te dice al entrar: “Soy Laura ¿en qué puedo ayudarle?” Usted pregunta y se generan respuestas ya establecidas porque casi siempre las cuestiones son las mismas.

Pero ChatGPT es una herramienta viva, se retroalimenta. Por eso se llama inteligencia artificial generativa; cuanto más le escriben más aprende. Recuerde: la inteligencia artificial se basa en manejar millones de datos para elaborar patrones. ChatGPT se alimenta de los datos que tenía y de los que le introducimos en nuestras consultas. Por eso, las alarmas han saltado en el Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD), que creó un grupo de trabajo para evaluar sus riesgos. Aquí participa la Agencia Española de Protección de Datos, que está investigando si esta inteligencia artificial cumple con la normativa. Por ejemplo, no cuenta con un filtro que evite el acceso a menores y tampoco avisa de que recopila datos personales. Italia ha sido más rotunda y la ha bloqueado provisionalmente.

 


CHATGPT ES UNA HERRAMIENTA VIVA, CAPAZ DE ENTRENARSE A SÍ MISMA POR ESO SE LLAMA INTELIGENCIA ARTIFICIAL GENERATIVA, CUANTO MÁS LE ESCRIBEN MÁS APRENDE


 

ChatGPT es una herramienta de la fundación Openai (en inglés: inteligencia artificial abierta). Surgió en 2015 como una institución sin ánimo de lucro que quería democratizar el uso de la inteligencia artificial. Entre los personajes que invirtieron en ella estaba el multimillonario Elon Musk. Para el profesor Puerta “eso fue hace dos años; después cambiaron el rumbo. Así tiene una parte de pago con una suscripción mensual de 20 euros al mes”. Son muchos los inversores que ven sus posibilidades. Microsoft ha invertido en esta fundación diez mil millones de dólares y lo está aplicando en su buscador Bing. Otras compañías como Google ven peligrar su reinado de 20 años. Porque, ¿para qué buscar una respuesta en un listado como da Google si ya me la genera de forma correcta y con un texto ChatGPT? Sin embargo, al preguntarle por cosas actuales responde con “mi última actualización de conocimientos fue en septiembre de 2021, por lo que no dispongo de información específica sobre la actualidad o sobre individuos en particular”. Enrique Puerta nos explica que es “porque funciona aislado, no está conectado a las actualizaciones de información que se generan en internet cada instante. En un principio, el objetivo era que aprendiese a escribir bien. Es decir, que el texto que generara fuese gramaticalmente correcto y que tuviera sentido. Tanto que incluso pudiera hacer rimas. Así que, para que aprendiese, le introdujeron toda la Wikipedia en diferentes idiomas y además infinidad de artículos científicos. La cantidad de información fue tal que su efecto secundario fue que el texto que genera ChatGPT, además de ser gramaticalmente correcto, es cierto, porque sus fuentes son fiables. Así que ahora los usuarios lo usan para preguntarle cosas”. Por eso, el temor de Google a ser destronado.

Ahora bien, esa inteligencia artificial se alimenta de interacciones con personas y esto puede generar sesgos. Por ejemplo, en sus comienzos ChatGPT contaba chistes de colectivos LGTBI; ahora no lo hace. Su respuesta es “todos merecemos respeto y consideración y mi función es fomentar la diversidad, la inclusión y la igualdad. ¿Hay algo más en lo que pueda ayudarte?”. La modificación se debe a que los programadores le han añadido una “capa” de seguridad para evitarlo. Sin embargo, no se da siempre.

Otros programas.

La inteligencia artificial puede tener también usos perniciosos, haciéndonos creer cosas que no existen. Por ejemplo, hay programas que pueden generar imágenes a partir del rostro de una persona, incluidas las de carácter sexual. También simular la letra de una persona o incluso la voz. De hecho, en Estados Unidos se han registrado estafas en las que la víctima recibía una llamada de un “familiar” porque tenía un aprieto económico urgente. La estafada, creyendo que de verdad era su familiar enviaba el dinero.

Por cierto, como decía al principio de este reportaje, le pregunté a ChatGPT quién era Gabriel Cruz. Aunque me dijo que había participado en el programa La isla de las tentaciones, el resto de datos sobre mí fueron correctos. Solo es cuestión de tiempo que aprenda. O quizá soy yo quien deba hacer caso a esta inteligencia artificial y probar nuevas experiencias.

Cómo acceder

ChatGPT. Al buscar en Google Openai le aparecerá la web principal. En el menú de “product” encontrará ChaptGPT4.
Simplemente escriba qué es lo que desea saber o redactar y sus deseos se cumplirán. Es mejor probar por las mañanas, cuando EE.UU. todavía duerme. La demanda por la tarde es tal que sus servidores están muy sobrecargados.

Chatpdf. La herramienta actúa en sentido inverso al ChatGPT. Es decir, no genera textos, sino que los interpreta. Basta con arrastrar el documento, que tiene que estar en formato PDF, y a partir de ahí podemos pedirle que lo resuma, que nos señale los datos que queramos, etc. La hemos probado con leyes y si bien falla en algunos sentidos generalmente acierta con resultados sorprendentes.

Llega el euro digital

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LLEGA EL EURO DIGITAL

AUNQUE SIGUE EN ESTUDIO, EL EURO DIGITAL NO PODRÁ TRANSMUTARSE Y CONVERTIRSE EN PAPEL

Con el euro digital una empresa de España que compre a una de Asia le puede transferir en segundos millones de euros con un coste de céntimos.

¿Se acuerda de cuando pasó de pesetas a euros? Si aún revive el lío que le supuso saber cuánto costaban las cosas, qué no cunda el pánico. Le contamos como sobrevivir a la próxima revolución monetaria. Aquí va el primer salvavidas: seguirá habiendo billetes.
GABRIEL CRUZ

Falta poco. Se prevé que puede estar en circulación en 2025. No tiene nada que ver con las criptomonedas como el Bitcoin, Ethereum, etc. porque en estas no hay ninguna institución que respalde el valor que aseguran tener. Su valor solo se basa en la confianza que tienen en ellas muchas personas. De hecho, no se consideran monedas, apenas se admiten, sino productos de inversión.

Más o menos como pasó con el tulipán en los Países Bajos. En el s. XVII hubo una fiebre inversora en la que se puso de moda esta flor. Se invertía masivamente en tulipanes y su precio no paraba de crecer, creían que valían mucho dinero porque algunos lo pagaban. Crecieron los precios y de repente dejaron de comprarse y su valor se desplomó. Fue la primera burbuja económica de la historia. Lo mismo opinan de las criptomonedas algunos de los inversores más destacados como Warren Buffett, que cree que es la mayor burbuja de la historia. Sus defensores dicen que es lo mejor que hay porque es una forma de escapar del control de los gobiernos, etc. Justo lo mismo que dijo Do Kwon, creador de la criptomoneda Terra y luego Luna. Aseguraba que “las cripto son una inversión segura, hay que eliminar regulación, hay que quitar las garras del Estado de este lugar libre”. Quebró dejando 40.000 millones de pérdidas. En febrero fue detenido con un pasaporte falso en el aeropuerto de Montenegro.

La confianza.

Tranquilo. Ya le hemos contado los fantasmas de las criptomonedas, pero el euro digital no lo es, aunque le suene parecido y pueda usar la misma tecnología. Es el gran reto al que se enfrenta el euro digital: la confianza. En diferentes encuestas los consumidores creen que es más seguro el efectivo que los pagos digitales, por eso “la confianza de los ciudadanos” en esta moneda es fundamental, como ha remarcado varias veces la ministra de economía Nadia Calviño. Algunos partidos anti europeos han dicho que el euro digital hará desaparecer el euro de papel: es falso. En la página web del Banco Central Europeo (BCE) se responde a esta pregunta recurrente: «¿Un euro digital reemplazaría al efectivo? No, un euro digital complementaría el efectivo, no lo reemplazaría. El efectivo seguirá estando disponible en la zona del euro». Christine Lagarde, presidenta del BCE ha dicho que el euro digital será «universal, una alternativa al efectivo, disponible para todos, sin necesidad de tener una cuenta bancaria, en cualquier momento y en cualquier lugar».

 


EL GRAN RETO AL QUE SE ENFRENTA EL EURO DIGITAL ES LA CONFIANZA. EN DIFERENTES ENCUESTAS LOS CONSUMIDORES CREEN QUE ES MÁS SEGURO EL EFECTIVO


 

Ahora mismo casi todo el dinero que movemos son apuntes bancarios. ¿O acaso paga la hipoteca con un sobre lleno de dinero? Son sumas y restas entre entidades. Cuando paga con tarjeta su banco le resta los euros que se ha gastado y le dice al banco del lugar donde ha consumido que se los sume. De la misma forma, cuando hay transferencia o un “bizum” (sistema de pagos a través de móvil). Ese dinero electrónico se “hace carne” cuando lo saca del cajero.

Antonio Moreno, catedrático de economía de la Universidad de Navarra, nos señala que “esos apuntes son de un banco contra otro. En el euro digital será el BCE el que estará detrás. Es decir, la garantía es máxima. Sería la primera moneda digital apoyada por un banco central”. Si quiere hacerse el interesante diga “stablecoin” porque serían estables: paridad uno a uno. Un euro digital igual a uno en papel.

Aunque sigue en estudio, el euro digital no podrá transmutarse y convertirse en papel. Siempre será un apunte que pasa de uno a otro a través de la tecnología de cadena de bloques (blockchain). Esto le sonará a criptomoneda. Efectivamente, el Bitcoin usa esta tecnología, pero no significa que sea lo mismo que cadena de bloques. Esta tecnología, que existía antes que el Bitcoin, básicamente significa que los registros de transacciones en lugar de estar en la base de datos de un ordenador central, como puede ser un banco en este caso, están dispersos entre un montón de usuarios que garantizan la inmutabilidad de la transacción.

De todas formas, este sistema no está claro que sea el definitivo. Lagarde anunció que hasta octubre de 2023 no se decidirá si se pone en marcha el euro digital para hacerlo circular en el año 2025. Desde octubre de 2021 se está ensayando con la moneda en situaciones reales. Se la entrena como si compitiese en natación sincronizada. Por cierto, ¿sabía que Christine Lagarde estuvo en la selección nacional francesa de ese deporte?

¿Lo notará?

En las pruebas que se hacen, los usuarios entran en una aplicación del móvil en la que se cargan euros digitales y pagan con esta moneda de la misma forma que ahora con su tarjeta. Es decir, el usuario no notará ningún cambio. De hecho, la tecnología hace tiempo que está aquí, lo que hace falta es que el regulador, el BCE, la apruebe. Pensará: “Para pagar un café o transferir dinero ya está “bizum”, la aplicación que permite el envío de dinero”. Lleva razón, pero el euro digital además de pagar un café destacará en compras internacionales. Por ejemplo, una transferencia internacional tarda como mínimo cinco días. Mientras, con el euro digital, una empresa de España que compre a una de Asia le puede transferir en segundos millones de euros con un coste de céntimos y con una trazabilidad y seguridad extremas.

 


ALGUNOS PARTIDOS ANTI EUROPEOS HAN DICHO QUE EL EURO DIGITAL HARÁ DESAPARECER EL EURO DE PAPEL: ES FALSO.


 

El euro digital es una respuesta a la creciente demanda de una moneda digital estable y segura. Casi la mitad de la población de la zona euro prefiere pagar con las tarjetas o de otra forma, como bizum. De hecho, en 2022, usaron esta plataforma 23 millones de españoles moviendo 40.700 millones de euros.

Jose Manuel Marqués, director de innovación financiera del Banco de España, señaló en una charla de Asufin (Asociación de usuarios financieros) que con el euro digital “se trata de estar preparados para salvaguardar la autonomía monetaria europea”; para todo lo que se está moviendo alrededor. Es decir, se trata de no perder una carrera en la que ya se han puesto los gigantes, como el yuan digital (ahora es el proyecto que está más avanzado), el dólar o la libra. Quedar rezagado supondría que la moneda no se use en pagos internacionales. A partir de ahí, su falta de peso nos haría depender de otras monedas para nuestra política monetaria.

“Peros” al euro digital

Algunos temores no serían para usted sino para los bancos. Para los que se quejan de ellos llegó el momento de la venganza. Como nos apunta Antonio Moreno: “Si se puede contar con una moneda respaldada directamente por el Banco Central Europeo (BCE), ¿para qué necesito al banco comercial de mi país? Se corre el riesgo de que la gente lleve todo su dinero al euro digital y descapitalice los bancos. Quebrarían”. La única solución a este problema sería limitar los euros digitales que se puedan poseer. Además, ciudadanos de países donde la inflación es galopante comprarían en masa euros digitales. Evitarían los “corralitos” en sus bancos. Es decir, que les impidan sacar su dinero. Además, no les cobrarían comisiones de hasta el 80% por cambiar su dinero nacional a una moneda estable como el dólar.

En los trabajos previos que hace el BCE la mayor preocupación de los ciudadanos es la privacidad de la moneda digital. Si bien evita el blanqueo de capitales, el anonimato nunca será completo como cuando paga con billetes. De todas formas, como señala Luis García, profesor de finanzas de ICADE, “ahora nuestros bancos y Hacienda saben dónde nos gastamos cada euro”.

Otro problema sería el uso del euro digital en zonas sin internet como sucede en la España “vaciada”. Saldremos de dudas en octubre de 2023, a ver lo que nos dice el euro digital cuando nazca.

Y EN TWITTER QUÉ OPINAN

@ecb La primera cuenta para seguir: el Banco Central Europeo (European Central Bank) cuya tarea principal es mantener el poder adquisitivo del euro.


 

@DigiEuro Digital Euro Association es un grupo de expertos independientes especializado en criptoactivos y monedas digitales de bancos centrales. Lo importante: fijarse en los anuncios de conferencias que realizan.


@digitalpoundfdn Digital Pound Foundation. Lo mismo que la anterior fundación pero aquí abogan por la creación de la libra digital.


 
@Digital_Dollar_ The Digital Dollar Project. Fundación a favor del dólar digital.
 

Por si las dudas

En la web oficial del Banco Central Europeo explican de forma muy fácil todas las dudas sobre el euro digital. También aparecen documentos para expertos o un calendario de las decisiones que se van tomando. Tiene incluso un podcast, si bien es en inglés.

Invierte con poco (Ed. Planeta) de Natalia Santian.
El libro no trata concretamente sobre el euro digital, pero explica de forma amena cómo funciona la economía, que merece una lectura que nos ayudará a entender muchas cosas sobre el dinero. Aunque insistimos en que el euro digital no es una criptomoneda, siempre es bueno saber cómo funcionan. La autora lo explica en su capítulo 10.

«El efectivo y la libertad de elección», por Francisco Javier Rupérez

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FRANCISCO JAVIER RUPÉREZ RUBIO,

diplomático español

 

"Tenemos evidencias de que existen amplios sectores de la población que necesitan el efectivo y otros, no menos amplios, que no quieren prescindir de él"

El efectivo y la libertad de elección

El Banco Central Europeo (BCE) lleva desde 2021 trabajando en la puesta en marcha del proyecto de un euro digital, un equivalente electrónico al dinero en efectivo y que complementaría a los billetes y monedas. Aunque todavía no existe una fecha exacta sobre cuándo será oficial, todo apunta que podría estar en circulación en 2025. El BCE espera tener listo un prototipo regulado ya para 2023 y ha anunciado que inicia las pruebas de esta moneda.

Los avances de la tecnología en cuestiones monetarias siempre han generado polémica en cuanto a la convivencia con el efectivo. La reciente pandemia que hemos vivido ha supuesto una aceleración de los cambios en las fórmulas de pago, que desplazaron durante los años 2020 y 2021 al dinero físico, pero que ha recuperado su posición una vez concluida la emergencia sanitaria.

Plataforma Denaria nació para defender el efectivo como forma de pago, en un universo en el que puedan convivir todas las fórmulas para el abono de bienes o servicios: el efectivo, las tarjetas de crédito o las divisas digitales, entre otros. Los principales objetivos de Denaria son proteger a los colectivos más vulnerables, impedir que la transición digital pueda perjudicar el uso y acceso al efectivo y asegurar la seguridad de acceso a los servicios financieros.

Tenemos evidencias de que existen amplios sectores de la población que necesitan el efectivo y otros, no menos amplios, que no quieren prescindir de él. Unos por necesidad y otros por conveniencia coinciden en proclamar sus variadas y coincidentes ventajas: facilidad, libertad y privacidad.

Por una parte, según el Estudio sobre hábitos en el uso del efectivo en 2022 del Banco de España, tres de cada cinco encuestados asegura utilizar el dinero en metálico a diario. Las razones por las cuales los ciudadanos declaran utilizar el efectivo son la comodidad y su mayor vinculación con el control de los gastos. El Banco de España ha identificado que el número de pagos en efectivo supera al de pagos con tarjeta y que el 82% de los españoles rechaza la desaparición del efectivo.

Por otro lado, la encuesta realizada por GAD3 para DENARIA, en 2021 y 2022, refleja cómo el pago en efectivo gana preferencia entre los españoles con un aumento de cinco puntos, hasta situarse en un 46,3%. Tres de cada cuatro entrevistados considera que el dinero en efectivo es importante en su día a día.

Además, cuatro de cada cinco encuestados estima que existe en España una situación de exclusión financiera, independientemente de su edad o su preferencia en los métodos de pago, y un 57% considera que cada vez es más difícil acceder al dinero en efectivo en España, de manera más acusada en los mayores de 45 años y mayoritaria tanto en el ámbito urbano como en el rural. La encuesta revela que 8 de cada 10 entrevistados entienden el efectivo como un bien público y el 78% como un medio de pago necesario.

Por tanto, es necesario el dinero en efectivo. Es un bien esencial de interés general. Y preservar la libertad de elección del efectivo como medio de pago es una meta que nos atañe a todos. Desde Denaria hemos instado a las Administraciones públicas a que no establezcan límites a la utilización del dinero físico y garanticen las infraestructuras necesarias para acceder al efectivo.

La ley establece como límite de pago con efectivo los 1.000 euros por operación. Pero carece de sentido si se tiene en cuenta que el dinero en billetes y monedas está reconocido como un derecho por la propia legislación vigente.

La importante función social del efectivo como forma de pago diaria, universal y gratuita es esencial para las personas de mayor edad, las que sufren alguna discapacidad o las que habitan en zonas rurales. Todas ellas forman parte de Denaria a través de las organizaciones que las representan (Cermi, Ceoma, Afammer y Down España son entidades colaboradoras de Denaria).

Hoy día existe un problema de acceso a servicios bancarios, debido al proceso de cierre de oficinas bancarias y a una transición digital que está provocando la exclusión financiera de amplias capas de población. Especialmente a los habitantes de la España rural, mayores, personas con alguna discapacidad, o menores.

Desde 2007 se han perdido en España más de 15.000 cajeros. Solo entre enero y septiembre de 2022 (último dato disponible por parte del Banco de España) han desaparecido 1.300 cajeros. La CNMC (Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia) ha reconocido el problema de acceso al dinero físico (Julio 2022) con la importancia del uso del efectivo en nuestro país y la existencia de situaciones de exclusión financiera en zonas rurales y colectivos vulnerables.

Cabe recordar que el acceso al efectivo es un derecho de los ciudadanos que debe protegerse, tal como recoge el Defensor del Pueblo en su informe anual de 2022. Sin inclusión financiera no hay inclusión social y que el sistema bancario es fundamental para poder acceder al efectivo en un contexto de cierre masivo de oficinas, en especial, en los pueblos de España.

El dinero en efectivo sigue siendo una garantía frente a un crecimiento exponencial del fraude en entornos tecnológicos, con criptomonedas o falsificaciones de medios pago no monetarios, que son utilizados en el blanqueo de capitales y la evasión de impuestos, así como en los ingresos del crimen organizado, que representan un creciente desafío a la Seguridad Nacional como señala la Estrategia Nacional de Ciberseguridad 2021. El último informe sobre la brecha en la recaudación del IVA de la Comisión Europea refleja que, a mayor uso del efectivo, mayor recaudación de IVA.

Queda mucho por hacer en defensa del efectivo. De hecho y a pesar de que el Real Decreto-ley 24/2021, en su artículo 82, modifica del Texto Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios para establecer en el artículo 47 la obligación de aceptación del efectivo como medio de pago, en España se siguen detectando problemas a la hora de pagar en efectivo en determinados comercios, empresas e incluso Administraciones Públicas. Por esta razón, en nuestro empeño está conseguir la aplicación efectiva de la norma.

Cuidado con perder la salud en las redes

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Cuidado con perder la salud en las redes

Tik Tok e Instagram se han convertido en escaparates de cuerpos perfectos e irreales. Miles de adolescentes bucean cada día en sus mensajes para perder peso sin discernir entre lo veraz, lo recomendable y lo imposible. Un trampolín directo para el desarrollo de Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA). Y todo, desde la seguridad de su casa.
GABRIEL CRUZ

Es el caldo de cultivo perfecto: una edad inexperta, demasiado joven para haber desarrollado espíritu crítico; un pensamiento obsesivo y recurrente: alcanzar la perfección física; una plataforma llena de contenidos sin verificar al alcance de la mano… “Esas búsquedas en redes sociales -comenta la psicóloga Marta de Prado– sirven para alimentar el pensamiento obsesivo. Frente a algo que me preocupa y angustia, en la medida en que soy capaz de encontrar información constante y novedosa (independientemente de que sea o no veraz) alimento mi obsesión y me alejo cada vez más de la realidad. Quieren reforzar su parte más distorsionada, perder peso cuanto antes, y ahí es donde empieza el trastorno a coger fuerza”.

 


LA ETIQUETA #PERDIDADEPESO HABÍA TENIDO 10.000 MILLONES DE VISITAS EN TIK TOK CUANDO RECABÓ LOS DATOS LA REVISTA PLOS ONE EN EE.UU.


 

Mucho consejo, poco experto.

En noviembre de 2022, un informe de la revista Plos One en EE.UU. analizaba el contenido de Tik Tok en lo referente a alimentos, nutrición y peso. Las conclusiones no dejan lugar a dudas: cuando se recabaron los datos, la etiqueta #Perdidadepeso había tenido 10.000 millones de visitas.

Curiosamente, solo el 1,4% de los consejos nutricionales publicados eran de nutricionistas profesionales. “Las víctimas son niños con una sensación de falta de valía, a los que les falta seguridad” continúa de Prado. ”Pueden tener falta de sentimiento de pertenencia a un grupo, no se sienten entendidos, las redes les ayudan a encontrar un lugar en el que sentirse a gusto aunque suele ser una relación distorsionada, de ahí pueden surgir conductas inadecuadas, que, incluso, les pongan en riesgo”.

Lo fundamental, en opinión de los psicólogos, es aumentar las capacidades resilientes, es decir, aquellas que ayudan a superar situaciones adversas. “Siempre son fundamentales las relaciones afectivas estables y seguras, tanto con familiares como con amigos. La vida social establece un sentimiento de pertenencia con un grupo real y eso es una enorme ayuda” apostilla Marta de Prado. Y luego están el desarrollo de la autoestima, la motivación hacia el futuro, el sentimiento de que el centro de control lo tienen en sus manos… “Y por supuesto todo ello asociado al esfuerzo y la persistencia, algo en lo que deberían educar no solo colegio y familia; también las propias redes sociales tienen por delante un trabajo importante”.

En la década de 2009 a 2019, las 114 escuelas públicas de la ciudad de Seattle y el condado de Kent (Washington, EE.UU.) vieron un aumento del 30% en el número de estudiantes que decían sentirse “tan tristes y desesperados que dejaron de hacer algunas actividades habituales”. Después de analizar la gravedad de la situación encontraron a un responsable: las RRSS. Y han decidido pasar a la acción demandando a Instagram, Facebook, YouTube y Tik Tok por arruinar la salud mental de sus estudiantes. La querella explica que estas empresas se aprovechan de la vulnerabilidad en el cerebro de niños y adolescentes para que éstos se vuelvan adictos a sus publicaciones, a sabiendas de que eso les puede provocar depresión, ansiedad y pensamientos suicidas. La batalla en los tribunales no ha hecho más que empezar. ¿Ganará David a Goliat?

LOS DATOS

El informe Carat Redes sociales: ángeles y demonios estudia los 25 años de existencia de estas plataformas y la relación de los jóvenes con ellas. Algunos datos son esclarecedores:

  • El 91% de los niños y jóvenes entre 8 y 17 años acceden a las RRSS de forma habitual.
  • La media de uso es de 3h de lunes a viernes y 5h en fin de semana.
  • Llegan a las RRSS antes de la edad legal permitida, en torno a los 12,2 años.
  • Los mayores problemas que pueden ocasionar las RRSS tienen que ver con la propia imagen, el miedo a aislarnos, la depresión y el acoso.
Y EN TWITTER QUÉ OPINAN

Navegando entre los pio de Twitter uno no sabe qué terreno pisa entre tanto coaching para adelgazar o grupos editoriales que crean sociedades científicas para vender su revista o grupos de estudio en los que realmente solo hay una persona. Vamos a lo seguro.


@sociedadSEEN
Sociedad científica compuesta por #Endocrinólogos, #Bioquímicos, #Biólogos y otros #médicos que trabajan en #Endocrinología, #Nutrición y #Metabolismo. Derivadas de esta cuenta está @TuendocrinoSEEN , más divulgativa que la anterior.

 

Las redes del odio

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LAS REDES DEL ODIO

Internet ha revolucionado nuestras vidas. Ha abierto las puertas a la información. También nos ha mostrado nuestro lado más oscuro. ¿Hay quien puede alegrarse por la muerte de un niño de 8 años a causa del cáncer? Si. Y además decirlo públicamente.
GABRIEL CRUZ

Apenas un 0,3% de la población sabe programar. Code.org pretende que alumnos de todo el mundo aprendan a hacerlo.

Visualice el teléfono como una olla cerrada. Todo va bien hasta que empieza a calentarse demasiado. La presión aumenta, suena el pitido del vapor escapándose y en el peor de los casos explota. En un teléfono es peor: el daño no se acaba en la cocina, se contagia a los demás teléfonos e incluso puede hacer “estallar” a sus dueños. Lo vimos en el asalto al Capitolio el 6 enero de 2021 o al parlamento de Brasilia el 8 de enero de 2023. Incluso se llega al nivel extremo cuando una persona se inmola empujada por el odio que ha consumido en la Red, como sucede como los yihadistas que se autoadoctrinan.

Objetivamente, el aumento de los mensajes de odio ha crecido; lo vemos en el informe del Ministerio del Interior, que señala un incremento de un 22%.

Pero gran parte de los mensajes no pasa a las estadísticas oficiales porque no se denuncian. De hecho, una encuesta de Amnistía internacional de 2017 encargada a Ipsos Mori en España (no consta número de encuestados) señalaba que el 27% de las mujeres habían recibido amenazas y que el 51% de las que las recibieron experimentaron ansiedad.

Como le pasó a Ana Bernal, periodista especialista en feminismo, que ha denunciado públicamente los tuits que le suelen lanzar: “Ojalá que seas la sexta asesinada este año”, “linchemos a esta zorra”, “feminazi”, etc. “No sabes quiénes son porque se ocultan tras identidades falsas”, señala.

 


OTRO TIPO DE ACOSO ES LA DIVULGACIÓN DE DATOS PERSONALES, TAMBIÉN CONOCIDA COMO DOXXING


 

Consecuencias penales

Aparte de los insultos, otro tipo de acoso es la divulgación de datos personales, también conocida como doxxing. Eso sucedió con el director de una web que publicó los datos de la víctima del conocido caso de la violación múltiple de “la manada” en julio de 2016. Fue condenado en enero de este año a tres años de cárcel y 15.000 euros de multa por un delito contra la integridad moral, en concurso con uno de descubrimiento y revelación de secretos.

Otro caso conocido fue el de los tres usuarios de redes sociales que desearon en 2016 la muerte a un niño enfermo de cáncer terminal que quería ser torero y que finalmente falleció en 2017. Publicaron mensajes como este: “Que se muera, que se muera ya; que se muera un niño enfermo que quiere curarse para matar a herbívoros inocentes y sanos que también quieren vivir. Anda yaaaa! Adrián, vas a morir”. Fueron condenados por la Audiencia Provincial de Valencia en agosto de 2022 a 3.000 euros por un delito de integridad moral (Art. 173.1 del Código Penal).

Pero ninguno de los dos ejemplos anteriores, que popularmente se tomaron como ejemplo de casos de odio en la Red, se consideraron jurídicamente como tales (Art. 510.1 del CP). Y es que a pesar de que el tema del odio en las redes esté muy presente en el debate público, también hay bastante desconcierto.

De hecho, Patricia Tapia, profesora de Derecho Penal, denuncia: “la confusión que reina en este delito por su uso extensivo”. Porque no es lo mismo odiar o injuriar que difundir el odio contra una persona perteneciente a determinado grupo social.

 


GRAN PARTE DE LOS MENSAJES NO PASA A LAS ESTADÍSTICAS OFICIALES PORQUE NO SE DENUNCIAN


 

La definición más aceptada internacionalmente del delito de odio propuesta por la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa) es aquella en “la que la víctima o el objetivo de la infracción (también se puede atacar cosas: por ejemplo, un templo) se elige por su real o percibida conexión, apoyo o pertenencia a un grupo que tiene una característica común de raza, origen nacional o étnico, idioma, color, religión, sexo, edad, discapacidad intelectual o física, orientación sexual u otro factor similar”. Si lo vemos así, prácticamente todos podríamos ser víctimas de un delito de odio, por eso Patricia Tapia señala que sería “más adecuado aludir a grupos o colectivos susceptibles de ser discriminados, en vez de utilizar el término vulnerable”. De hecho, analizando datos de la OSCE se ve que las temáticas que más odio generan en un país, por ejemplo, gitanos en España, no coinciden con las de otros, por ejemplo, judíos (norte de Europa).

Incluso como señala Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la intolerancia, “la legislación tiene que evolucionar porque se ha visto intolerancia contra la lengua que no está recogida legalmente e incluso con otros sectores, por ejemplo, contra los periodistas”. De todas formas, “se ha avanzado muchísimo”, como dice Esteban Ibarra. “En 1997 cuando empezamos, muchos catedráticos nos decían: pero a dónde vais que no se puede penalizar un sentimiento”. Entonces hablábamos de delito contra la tolerancia, “porque implicaba una conducta que produce víctimas”. Sin embargo, la terminología que se impuso fue la de los delitos de odio porque era como lo estaba tipificando Estados Unidos al hablar de “Hate Crimes”.

El refugio del anonimato

La clave del odio en las redes y de que no se diera antes parece sencilla. Se acordarán años atrás, cuando no existía internet, de aquello de: “A que no me lo dices a la cara”, y no, no se lo decían. La gente moderaba sus comentarios para no tener enfrentamientos. Pero el anonimato que genera internet creando perfiles falsos, les da total libertad para atacar. A esto se suma la deshumanización y la falta de empatía al no percibir el daño real provocado. No ve a la persona llorar cara a cara, por ejemplo.

La última polémica en España, antes del cierre de esta edición, ha sido sobre los vestidos de las actrices con sobrepeso que acudieron a los Goya. La lluvia de descalificaciones se definió como “gordofobia”.

 


EL ANONIMATO QUE PERMITE INTERNET DA TOTAL LIBERTAD PARA ATACAR. A ESTO SE SUMA LA DESHUMANIZACIÓN Y LA FALTA DE EMPATÍA AL NO PERCIBIR EL DAÑO REAL PROVOCADO


 

Aún así “Se están dando pasos en su lucha”, como escuchamos en un foro judicial a Patricia Rodríguez, Fiscal de Criminalidad Informática y Violencia sobre la Mujer. En España, en marzo de 2021 se presentó el Protocolo para Combatir el Discurso de Odio Ilegal en Línea en la Secretaría de Estado de Migraciones del Ministerio de Inclusión, que se inspira en el Código de Conducta de la Comisión Europea en 2016.

“Es un código de conducta entre plataformas de alojamiento de datos e instituciones para que fluya la colaboración. De tal forma que cuando se detecte un discurso de odio se pueda retirar fácilmente. De momento, va evolucionando positivamente”.

Queda bastante trabajo por hacer. De hecho, el Centro para Contrarrestar el Odio Digital de Estados Unidos señala que desde que el empresario Elon Musk llegó a Twitter se han triplicado los mensajes contra la comunidad negra y judía. Motivo: Elon Musk disolvió el consejo de la empresa que asesoraba sobre la moderación y el combate al odio en la red.

En Twitter

@McIntolerancia
Organización de referencia en España y en Europa en la lucha contra la intolerancia en todas sus manifestaciones y actitudes.

@SoyMmadrigal
Investigador de los bajos fondos de internet que descubre que hay detrás de algunos perfiles que apoyan discursos extremos.

@osce_odihr
Organización para la seguridad y cooperación para Europa, si bien de los 57 países que lo integran también hay de América del Norte y de Asia. Trata de proteger derechos humanos y construir sociedades tolerantes. Los informes que emite sobre delitos de odio son los únicos con datos oficiales que hacen un retrato comparativo de España con otros países.

@escar_gm
Fiscal especialista contra la criminalidad informática.

Informe de los delitos de odio

Este informe estadístico es el verdadero termómetro de la situación. Lo elabora la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio con los datos del Sistema Estadístico de Criminalidad que facilitan Policía Nacional, Guardia Civil, Ertzaintza, Mossos d’Esquadra, Policía Foral de Navarra y las policías locales que aportan datos al sistema. El 2021 es el último informe conocido; el de 2022 saldrá en octubre de 2023.

Se investigaron 1.802 infracciones penales e incidentes de odio en España. Un aumento del 28,62% en relación con 2020. Los principales afectados son hombres (el 63,82%) y el grupo de edad más victimado está entre los 26 y los 40 años, con un 32,98%. Los menores de edad constituyen el 11,31% del total de víctimas en 2021.

El informe tiene un capítulo específico para los cometidos por internet y a través de las redes sociales. En las redes se detectaron 232 delitos un 22,75% más que el año anterior. Entre los tipos penales destacaron las amenazas (74), injurias (32) e incitación al odio (26).

Si queremos ver cómo estamos a nivel internacional se puede consultar el informe de la OSCE 2021 (sale en noviembre del año siguiente), que forman 57 países. Los delitos de odio en total (tanto en redes como por internet) fueron 6.391. Curiosamente, el grupo más atacado fue el de los judíos (2.531). El informe completo

OTROS ENFOQUES, MISMO TEMA

¡De no haber nada hace apenas unos 15 años sobre el tema a un gran número de monografías! Destaca el trabajo de la profesora de derecho penal Patricia Tapia El discurso de odio del art. 510.1.a) del Código penal español: la ideología como un caballo de Troya entre las circunstancias sospechosas de discriminación, publicado en la revista Política Criminal vol.16.

«Internet no es inocente», por Margarita Sáenz-Díez

Margarita

LA @

MARGARITA SÁENZ-DÍEZ,

periodista

 

"El sector jurídico tiene que clarificar cuando este discurso va más allá de la ofensa"

Internet no es inocente

Charles Baudelaire en su poema El tonel del odio dejó escrita esta significativa frase: “El odio es un borracho al fondo de una taberna, que constantemente renueva su sed con la bebida”. Siendo así, el beodo que describe el poeta ha encontrado su mejor recorrido en las redes sociales donde puede llenar su copa y esparcir el contenido, multiplicando sus efectos hasta límites insospechados.

El odio se viraliza y llega a todos los rincones del ciberplaneta gracias a internet, asomándose a Facebook, campando por sus respetos en Twitter o recalando en Tik Tok. Nadie está libre de sus efectos que son ilimitados y permanecen gracias al anonimato revestido de impunidad, con lo que surgen discursos agresivos que ofenden. Nace así el discurso del odio que define la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia como “la promoción o instigación del odio, la humillación o el menosprecio de una persona o grupo de personas” y también como “el descrédito, difusión de estereotipos negativos, estigmatización o amenaza” en referencia a esa persona o a un grupo.

Añade la Comisión que quienes lanzan estas consignas las justifican en base a la raza, el color, la etnia, la edad, el sexo, la religión, las creencias, la identidad de género o la orientación sexual… En el odio cabe todo y sus ramificaciones son ilimitadas, con el agravante de que al difundirse a través de las nuevas tecnologías su huella permanece y se reutiliza de tal modo que los discursos del odio, una vez llegan a su objetivo, causan grandes daños emocionales sobre todo cuando son ataques directos a una persona en particular. Y no son menos perjudiciales si se trata de un colectivo que puede verse acosado o amenazado no solo en la Red, sino en la vida real, en el propio entorno.

¿Pueden resolver estas situaciones en las propias redes sociales? Deberían, sin duda. Pero hay que tener en cuenta que cada una de ellas se ha creado con objetivos económicos o de otro tipo muy concreto por lo que la autorregulación resulta improbable por contradecir los intereses que las animan. En el caso de España, -según datos de la guardia civil- en 2022 un 15% de los delitos de odio se produjeron a través de las redes sociales y las mismas fuentes apuntaban, en una entrevista publicada en ABC, que el problema mayor es la transnacionalidad, pues las plataformas operan desde Estados Unidos, donde las leyes priman la libertad de expresión sobre el derecho al honor.

Aun así, se ha intentado -y se intenta- dar un toque de atención a las plataformas mediante grupos de trabajo institucionales con Facebook o Tik Tok para combatir esta lacra. Por ejemplo, Twitter actualizó en diciembre de 2021 su política contra las conductas de odio para prohibir el lenguaje que atente contra las personas en diferentes facetas.

Pero a la hora de la verdad surgen empresarios como Mark Zuckerberg, (propietario de Meta que agrupa a Facebook, Instagram y WhatsApp), que en 2020 anunció la toma de medidas en Facebook contra el discurso del odio después de que un centenar de marcas amenazaran con retirar la publicidad. En 2021, una ex trabajadora de la compañía ponía a disposición de los fiscales estadounidenses documentación demostrando que el algoritmo de Facebook se optimiza para premiar los contenidos que provocan una reacción, que es lo que sucede sin duda con los mensajes en los que se incita al odio o a la ira del internauta.

También explicó que la red social no pensaba cambiar esa situación, porque si se prima la seguridad, las personas pasan menos tiempo en el sitio y hacen clic en menos anuncios lo que disminuye los ingresos. En 2022, el polémico empresario se lucía de nuevo levantando la prohibición de los discursos del odio para permitir mensajes violentos hacia el gobierno ruso y sus soldados con motivo de la guerra de Ucrania.

Odiar no es un delito. Pero sí lo es incitar a la violencia y discriminación contra colectivos vulnerables. El Código Penal lo cataloga como incitar a un sentimiento que te puede llevar a eliminar al contrario, que es el riesgo del aluvión de ataques contra los más débiles. Un 77% de esos delitos se concentran, según los expertos, en los cuatro ámbitos más habituales: racismo-xenofobia; ideología; LGTBIfobia y discriminación por sexo y género. Son mensajes que se viralizan y producen un enorme daño a la sociedad a la que divide perjudicando a colectivos y a personas concretas.

El peligro es que se convierten en una “justificación ideológica” para que un individuo o un grupo organizado decida combatir a otros seres humanos por pensar diferente o pertenecer a una orientación o a una cultura distinta a la suya. Y entre las víctimas, de toda condición, un sector especialmente doloroso: los niños y los adolescentes.

El suicidio es una de las causas externas de mortalidad entre los más jóvenes, en un porcentaje que se incrementa cada año. La organización humanitaria Save the children apunta que las víctimas de ciberacoso tienen más riesgo de verse inmersas en ideas de suicidio o en llegar a perpetrarlo.

De nuevo, las redes sociales presentan su cara más fea. Las instituciones deben dar soluciones para frenar esas tendencias y, entre ellas, el sector jurídico tiene que clarificar cuándo este discurso va más allá de la ofensa, porque, sin duda, internet no es inocente.

Alerta móvil

LA @

ALERTA MÓVIL

De buscar desesperadamente una cabina para pedir auxilio, al 112 inverso. Gritar socorro pasó de moda; mejor tenga su smartphone cerca.
GABRIEL CRUZ

Quizá le haya ocurrido: su móvil emitió un pitido largo y molesto. Miró el teléfono y apareció: «Esto es un mensaje de prueba del nuevo sistema español de avisos de emergencias a través de redes de telefonía móvil…”. Fue su bienvenida al 112 inverso. Esta vez son los servicios de emergencia los que le contactan para avisarle de una catástrofe. En esta ocasión, fue una prueba del sistema ES-Alert que realizó en noviembre el Ministerio del Interior a través de Protección Civil en varias aéreas de España.

Pensará que es una molestia más, pero si le avisa de una erupción como la de la Palma, una nevada como la de Filomena, o de que a su pueblo le alcanza una riada… entonces, cambiará de opinión. Seguramente, con este sistema los vecinos de La Palma hubieran tenido algo más de tiempo para recoger sus enseres. A los que no estuvieron pendientes de las noticias, la Guardia Civil les tuvo que avisar casa por casa para desalojarles. Como nos señala en una entrevista telefónica Miguel Assal, licenciado en actividad física y técnico de protección civil: “Es lo que se llama el preparacionismo -de hecho, hay un movimiento que se denomina prepper-. Se trata de estar listo en caso de grandes emergencias. Que sea el 112 de forma única e indiscriminada, aunque tienes que tener una aplicación específica instalada, el que nos avise, es un grandísimo avance”. ES-Alert es el sistema oficial de alertas de catástrofes del gobierno y que ha desarrollado la compañía española de alta tecnología Indra. Pese a los mitos que circulan en la Red, Protección Civil no sabe los números de teléfonos de las personas que se encuentran en el área donde se lanza el aviso. Es un sistema “ciego” que envía las alertas a las tarjetas SIM directamente cuando se encuentran dentro de la zona afectada. Es decir, las antenas radiarán de forma indiscriminada el aviso a todos los terminales que se encuentren conectados a ellas.

Pese a ser un gran avance, España va a la cola en la incorporación de estos sistemas de emergencia. Hace años que se usan en Francia o Reino Unido, por no hablar de la tradición de este tipo de alertas para terremotos en Japón y Hawái. De hecho, a nosotros nos queda mejorar. Por ejemplo, en la prueba que se hizo en Murcia, el mensaje de alerta no se recibió en un 30% de los teléfonos que estaban en la zona del simulacro de catástrofe.

 


ES-ALERT ES EL SISTEMA OFICIAL DE ALERTAS DE CATÁSTROFES DEL GOBIERNO, QUE HA DESARROLLADO LA COMPAÑÍA ESPAÑOLA DE ALTA TECNOLOGÍA INDRA


 

Emergencias de teléfono

En cualquier caso, nuestro teléfono tiene herramientas de emergencias que seguramente desconocemos y que tienen ya prácticamente todos los móviles. Como nos enseña Assal: “Apretando cinco veces seguidas el botón de desbloqueo se avisa a emergencias. Entonces el operador del 112 ya tiene localizada la llamada y puede hacerse una idea de lo que está ocurriendo por lo que oye. Es decir puedes pedir auxilio sin que nadie te vea porque puedes avisar con el móvil en el bolsillo“.

Así es, si va a ajustes de teléfono en el apartado seguridad y emergencias le aparecerá un servicio de ubicación para emergencias y debajo si lo tiene o no activado. También en ese mismo apartado podrá completar su ficha médica: desde su grupo sanguíneo hasta sus alergias a medicamentos.

Aparte de lo que viene de serie en el teléfono, también están las aplicaciones o apps de emergencias. Alguna de ellas, por ejemplo, la de la Policía AlertCoops, es muy prolija en detalles; tanto que tiene 9 tipos de alertas. Quizá la más intuitiva, como nos confirma Assal, sea My 112. Su gran ventaja es que es simple y directa. Permite la localización de quien llama y funciona en todo el mundo. Ahora bien, al tener cada comunidad autónoma sus competencias en emergencias, depende de éstas adherirse a este programa desarrollado por Telefónica. De momento, son diez. Es decir, usted puede llamar y que le geolocalicen pero, según la autonomía en la que esté, le llegarán o no avisos de emergencias. Por cierto, ninguna de las aplicaciones de emergencia permite captura de pantalla o grabar la conversación.

Apps de auxilio hay miles, también para encontrar desfibriladores, como Ariadna, y es que, por cada minuto que alguien pasa en parada cardiaca, la posibilidad de supervivencia disminuye un 10%. Lo que está claro es que, si no hay cobertura, ninguna de ellas funciona. Si eso ocurre, siempre puede volver a lo que creíamos pasado de moda: el grito de auxilio de toda la vida.

Y EN TWITTER QUÉ OPINAN
Cuentas sobre emergencias en España hay muchas. Abundan las de 112 de cada comunidad, en las que difunden muchas noticias de sus actuaciones. Llama la atención el gran número de tuits sobre los cursos de formación internos que realizan. En cualquier caso, siga a la respectiva cuenta del 112 de su comunidad por si dan avisos de emergencias. Aun así, no se pierda estas: @MiguelAssal Acaba de empezar en Twitter pero en otras redes sociales tiene más de un millón de seguidores. Todo gracias a sus consejos: desde cómo quitarse una garrapata hasta qué hacer en caso de infarto. @vostSPAIN VOSTspain Asociación Nacional de Voluntarios Digitales de Emergencias. Tiene la Medalla al Mérito de Protección Civil. Su origen está en el Virtual Operation Support Team (Equipo de apoyo de operaciones virtuales). Destacamos sus tuits útiles: desde conducción en caso de hielo hasta una lista de chequeo de seguridad infantil para evitar caídas por ventanas. Aunque el mayor éxito de esta cuenta es la propagación de bulos, tan frecuentes en momentos de catástrofes. @FEMAespanol FEMA es la Agencia Federal de Gestión de Emergencias del Gobierno estadounidense. Aunque algunos de sus tuit vienen referidos a emergencias de EE.UU., destacan los abundantes mensajes prácticos para situaciones cotidianas. Un ejemplo: «Si vas a hacer una barbacoa, remángate para evitar que si salta alguna chispa arda tu vestido».

Analfabetismo computacional

LA @

ANALFABETISMO COMPUTACIONAL

Apenas un 0,3% de la población sabe programar. Code.org pretende que alumnos de todo el mundo aprendan a hacerlo.

Imagine que se ponen de acuerdo en un mismo mensaje todos los expresidentes del Gobierno, los empresarios más poderosos, los intelectuales más influyentes. Suponga que se suman a esa petición líderes mundiales como Bill Gates, Barack Obama o Joe Biden… El asunto que lo ha conseguido es de extrema importancia: analfabetismo computacional. ¿Aún no sabe en qué consiste? No se quede atrás y siga leyendo.
GABRIEL CRUZ

No es lo mismo comer que cocinar. De la misma forma, no es igual manejar un móvil que programar. En realidad, ser un “nativo digital” no va mucho más allá de pasar un dedo por una pantalla. El mundo de la computación nos rodea por completo: desde la comunicación hasta lo que comemos (piense en las nuevas semillas, o en la logística de alimentos). Actualmente, es el conocimiento con más valor que existe. Sin embargo, apenas un 0,3% de la población sabe programar.

En cierta forma, un reducidísimo grupo de personas definirán cómo serán los cambios en nuestro modo de vida. Serán tan pocos porque solo ellos entienden el lenguaje con el que funciona la tecnología que nos rodea. 0,3% es la cifra que se repite en multitud de informes que se copian entre sí, pero sin citar su procedencia (algo, desgraciadamente, cada vez más habitual). Nosotros hemos encontrado la fuente del dato: un estudio de Evans Data Corporation o EDC (Global developper population and demographic study 2019), una consultora californiana de investigación de mercado software que señala que en el mundo solo hay 27,7 millones de programadores. Si en el mundo somos siete mil millones, ese resultado representa el 0,39% de programadores, casi el 0,4%. En cualquier caso, una ínfima parte controla lo que nos rodea.


LA REGIÓN DEL MUNDO CON MAYOR NÚMERO DE PROGRAMADORES ES LA INDIA, SEGUIDA DE HISPANOAMÉRICA


Un problema crítico

Esa carencia es un problema mundial que adquirió visibilidad en 2013 con la creación en Estados Unidos de Code.org. Se trata de una ONG creada por un par de gemelos autodidactas: Hadi y Ali Partovi. Aprendieron de niños, solos, a programar en su Teherán natal con la ayuda de un Commodore 64. Si usted ronda la cincuentena, recordará ese ordenador que hoy es una pieza de museo. A diferencia de las computadoras actuales, funcionaba dándoles órdenes de programación con el lenguaje Basic, algo que hoy no sucede.

La familia Partovi emigró a Estados Unidos, donde se hicieron ricos. En su país de acogida constataron que, pese a estar a la vanguardia de la tecnología, en el 90% de las escuelas no se aprendía a leer código informático. Por eso, a través de programas gratuitos (especificados en el recuadro) Code.org pretende que alumnos de todo el mundo aprendan a programar, y que este conocimiento tenga la misma importancia que matemáticas, biología o lengua.

Quizá crea que es exagerado que le digamos que esta crisis de conocimiento es un problema mundial… pero si lo dicen los mayores referentes internacionales (Barack Obama, Joe Biden, Bill Clinton, Justin Trudeau, Bill Gates, Jeff Bezos, Richard Branson o Mark Zuckerberg) debemos pararnos a analizar la cuestión.

De hecho, en el informe de EDC llama la atención que la región del mundo con mayor número de programadores es la India, seguida de Hispanoamérica. Recuerde, la red social del momento es la china Tik Tok. Al final, Europa y Estados Unidos se ven obligados a adquirir ese talento porque sus países no generan programadores.

A la cola en programadores

España está a la cola en número de programadores. Tenemos unos 320.000, casi tres veces menos que los que tienen Alemania o Francia. Según Francisco Vico, catedrático de Inteligencia Artificial de la Universidad de Málaga, España necesita “un millón de perfiles en programación. El 50% de nuestras empresas, da igual del tipo que sean, tienen necesidades de programación”.

La enseñanza de la computación está prácticamente en pañales. A esto se añade la eliminación de la informática del currículo de bachillerato como materia específica según el Real Decreto 217/2022, de 29 de marzo, la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (Lomloe). Fuentes oficiales señalan que no es así, sino que se pide que la computación sea transversal a todas las asignaturas. La Sociedad Científica Informática de España (que agrupa a varias sociedades tecnológicas) está en desacuerdo y pide que informática “sea una asignatura troncal, no de ningún tratamiento transversal. Ninguna materia importante se trata transversalmente en los currículos, como podría ser el caso de las lenguas o las matemáticas”. Es como si lengua española se hace transversal porque, por ejemplo, en la asignatura de ciencias naturales hablan y escriben. Además, desde esta sociedad nos insisten en la diferencia entre “competencia digital e Informática”. Mientras que la competencia digital habilita a los estudiantes como usuarios, la informática les habilita como creadores y emprendedores. Lo mismo que dijimos al principio del reportaje: no es lo mismo mover una pantalla con un dedo que saber por qué se mueve.

Francisco Vico es uno de los promotores de la enseñanza del lenguaje computacional en España para niños. Creó, al modo de Code.org, su plataforma toolbox.academy/es/ para enseñar de forma gratuita a programar a los menores: “Hoy es casi tan importante como leer y escribir”, señala el catedrático.


ESPAÑA ESTÁ A LA COLA EN NÚMERO DE PROGRAMADORES. TENEMOS UNOS 320.000, CASI TRES VECES MENOS QUE LOS QUE TIENEN ALEMANIA O FRANCIA


Ahora bien, cuando se habla de programar se piensa en líneas con números y órdenes, pero como señala Miguel Zapata-Ros, profesor de la Universidad de Alcalá, “más que de aprender códigos se trata de entender la forma en que trabajan las computadoras”. Es autor de Pensamiento computacional: Una nueva alfabetización digital y nos señala que no tiene sentido aprender un lenguaje o programa que acabará cambiando, sino más bien tener “flexibilidad mental para adaptarse a nuevos entornos, no solo de programación, sino de resolver problemas”.
Zapata–Ros lo ejemplifica con el médico John Snow y cómo frenó un brote de cólera que mató a 616 personas en Londres en 1854, cuando faltaban 50 años para que se inventase la luz eléctrica. El médico hizo un gráfico de columnas con el número de muertos y su ubicación, como un infograma. “Implícitamente estaba aplicando principios que ahora son clásicos de pensamiento computacional: cruzar dos conjuntos de datos para obtener un conocimiento nuevo”. Su diseño para resolver el problema llevó a localizar un pozo negro con fugas que contaminaba el agua que bebían los enfermos.

España dice sí

España es la primera nación europea en la que Code.org ha aterrizado. Aquí se han sumado al llamamiento para aprender programación todos los expresidentes del Gobierno y los jefes de las grandes empresas, desde Telefónica hasta Banco Santander. Como señala Ana Botín, presidenta este último, a los niños saber computación “les va a abrir muchas más posibilidades en el futuro: el poder trabajar en empresas que están cambiando el mundo”. Esto no se queda en simples declaraciones; por ejemplo, la fundación Princesa de Girona y Aulaplaneta (Grupo Planeta) se aliaron con Code.org para formar este año a mil docentes. Y es que según el informe Educación en ciencias de la computación en España, 2015, (el último hasta la fecha de este tipo) un 82% de los padres y un 76% de los alumnos desconocen esta materia.

A QUIÉN SEGUIR

@codeorg. Es la cuenta oficial de http://Code.org, una organización sin fines lucrativos que brinda a todos los estudiantes de todas las escuelas la oportunidad de aprender programación.

@Codecademy. La proporción de mujeres en el mundo de la computación es mínima. Y eso contribuye a que los puestos más cualificados estén en manos de hombres. Esta cuenta busca inspirar a las mujeres para que estudien carreras tecnológicas.

@midudev. Cuenta del Ingeniero de Software & JavaScript Miguel Ángel Durán en la que dan consejos para aprender a programar de forma muy didáctica. Incluso facilita libros gratuitos para intentarlo.

OTROS ENFOQUES, MISMO TEMA

La Exposición Código y algoritmos. Sentido en un mundo calculado, de la Fundación Telefónica Madrid, se puede visitar hasta el 16 de abril.
Una de las mayores dificultades de la divulgación de la computación (que supera esta exposición) es convertir los números en divertimentos que nos ayuden a entender cómo funcionan.

¡Que las matemáticas te acompañen!, libro de Clara Grima.
El lenguaje que entienden las computadoras son las matemáticas. El mundo actual está controlado por las personas que saben trabajar con números. Como decía el matemático Edward Frenkel, «la élite que nos controla, lo hace con matemáticas». La autora se adentra en el mundo de las elecciones, donde nos explica en qué consiste el espejismo de la mayoría de las redes sociales. O cómo funcionan las subastas, vuelan los aviones o cuál es el mejor puesto en la cola de un cine.

«Alfabetización digital no es igual a pensamiento computacional», por Esther Paniagua

LA @

ESTHER PANIAGUA,

periodista y autora especializada en tecnología

 

"El pensamiento computacional debe estudiarse -y la programación, practicarse- en un marco general de competencias informáticas"

Alfabetización digital no es igual a pensamiento computacional

“Si no tenemos cuidado, nuestra fascinación por el ‘pensamiento computacional’ puede llevarnos de vuelta a la trampa de la que estamos tratando de escapar”. Así comenzaba su artículo ‘Más allá del pensamiento computacional’ en la revista Communications of the ACM el catedrático de Informática y escritor Peter J. Denning, pionero en el campo del almacenamiento virtual.

El artículo, publicado en 2009, era una reacción al boom de la noción determinista del pensamiento computacional, popularizada por la también catedrática de Informática Jeannette Wing. La ingeniera retomó la idea sesentera de la centralidad del llamado “pensamiento algorítmico” como núcleo de las ciencias computacionales. Lo hizo en el momento oportuno, en plena eclosión de la digitalización y la germinación de iniciativas en torno a la educación CTIM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) o STEM (por sus siglas en inglés).

Emergió entonces un nutrido movimiento para impulsar la inclusión del pensamiento computacional en la enseñanza obligatoria, que llega hasta nuestros días. ¿Y qué es el pensamiento computacional? Según el Centro para el Pensamiento Computacional de Carnegie Melon (la universidad a la que Wing estaba adscrita) es “una forma de resolver problemas, diseñar sistemas y comprender el comportamiento humano, basada en conceptos fundamentales de la informática.”

Más específicamente, se traduce en aplicar conceptos matemáticos -como la inducción- a la resolución de problemas en informática, empleando diferentes niveles de abstracción. Son, dicho de manera más llana, una serie de hábitos mentales desarrollados a partir del diseño de programas, paquetes de software y cálculos realizados por máquinas. Esto incluye -aunque no se limita a- la programación.

Sus defensores sostienen que esta aproximación permite comprender y resolver problemas de forma más eficiente. Dicha eficiencia, y no el problema en contexto, se convierte en el objetivo per se. Al hacerlo, reduce la ciencia informática a algoritmos, excluyendo todo lo que respecta a los sistemas, las arquitecturas, el diseño y lo experimental. Y no solo eso, sino que se posiciona como un método superior para pensar y resolver problemas (la trampa reduccionista a la que se refiere Denning), dejando de lado muchas otras prácticas imprescindibles para el avance de la ciencia y la tecnología: el pensamiento de ingeniería, el pensamiento científico, el pensamiento sistémico, el pensamiento lógico, el pensamiento racional, el pensamiento en red, el pensamiento de diseño, el pensamiento ético y, planeando sobre todos ellos, el pensamiento crítico.

¿Por qué limitarnos, entonces, a un solo tipo de pensamiento? ¿Por qué argüir su superioridad sobre otras formas de pensar y practicar, y tratar de transferirlo a otros dominios? Denning lo calificaba -ya en 2009- como un intento por elevar la informática, hacer las ciencias de la computación un campo más atractivo para los estudiantes, resucitar la investigación en el campo y posicionar la computación como algo fundamental, y a menudo inevitable, en la mayoría de los esfuerzos: “Un deseo de proselitismo”.

A tenor de cómo estamos 13 años después, ha funcionado. Buena cuenta de ello da, por una parte, el imperio de las grandes empresas de software (no en vano, Microsoft patrocina el grupo de Pensamiento Computacional de Carnegie Melon, donde se impulsó el renacer del concepto).

Por otra parte, asistimos a una dictadura de lo que el catedrático de Derecho Alain Supiot denomina el “gobierno de los números”: se prioriza la computación como una forma superior y racional de toma de decisiones sobre la base de que los números no mienten. Está justificada por una visión limitada de la inteligencia humana, que es reemplazada por una acumulación de métricas sobre métricas.

Yuval Noah Harari lo llama ‘dataísmo’: una religión que “sostiene que el universo consiste en flujos de datos, y que el valor de cualquier fenómeno o entidad está determinado por su contribución al procesamiento de datos”. Un pensamiento ampliamente extendido por el que todo en el universo se explica por leyes matemáticas y se reduce a algoritmos.

Este reduccionismo también permea a la tan necesaria alfabetización digital de la ciudadanía. Sin embargo, pensamiento computacional no es igual a capacitación digital. La computación y los algoritmos impregnan la vida cotidiana, y es por ello por lo que estamos obligados a entender cómo funcionan. Pero, como dice Denning, “los ordenadores son la herramienta, no el objeto de estudio”. “Somos valorados en la mesa cuando ayudamos a los demás a resolver los problemas que les preocupan. Somos más valorados no por nuestro pensamiento computacional, sino por nuestro hacer computacional”, afirma.

Por tanto, el pensamiento computacional debe estudiarse -y la programación, practicarse- en un marco general de competencias informáticas, sin olvidar los otros principios del campo. Incluir el hardware, las redes, cómo funciona internet y de dónde viene, cómo protegernos online (ciberseguridad y privacidad) y, sobrevolando a todo ello, una mirada crítica que ayude a entender la digitalización: en qué consiste, sus oportunidades, sus límites, sus riesgos, y cómo usar las herramientas que ofrece.

Por otra parte, hay una brecha de talento en disciplinas tecnológicas como la ciencia de datos o la ciberseguridad. Son necesarios más perfiles CTIM, y en especial informáticas que equilibren la balanza de género. Introducir desde la escuela materias como el pensamiento computacional o la programación puede favorecer estas vocaciones. Para evitar el determinismo, ha de hacerse con una perspectiva 360 grados, humanista y no excluyente: sin dejar de lado otras habilidades y materias esenciales. El pensamiento computacional es muy útil, pero como medio para un fin, no como fin en sí mismo. No se trata de reducir, sino de ampliar nuestra visión del mundo.

El cibercrimen no descansa

LA @

El cibercrimen no descansa

Ni son jóvenes románticos que luchan contra el sistema establecido ni se ponen la capucha como sale en el cine. Son los delincuentes más profesionales que existen. La especialización de algunos grupos de piratas informáticos es tal, que hasta tienen su propio departamento de recursos humanos para captar nuevos talentos. Solo quieren una cosa: robar su dinero. Es cuestión de tiempo que lo intenten. ¿Está preparado?
GABRIEL CRUZ

Hay dos grupos: los que han sido ciberatacados y los que lo serán. Por tanto, cuando vayan a por usted, que le pille protegido. Ya sabe: antivirus actualizados, copias de seguridad, etc. porque el cibercrimen registra un crecimiento exponencial.

Las estadísticas no paran de confirmarlo. Según la consultora española IDC, el 57% de las organizaciones europeas sufrió un ataque de ransomware (bloquear equipos para desbloquearlos a cambio de un rescate) en 2021. Otro informe, el de Digital Trust Survey 2022, de la consultora PwC y basado en una encuesta a 3.602 responsables de ciberseguridad de 66 países, confirmaba el ascenso de ciberataques. Así, con tantos otros estudios. La razón es sencilla: ¿para qué va a arriesgarse un delincuente a robar un banco si puede vaciar las cuentas de sus clientes a miles de kilómetros con total impunidad? Primero, porque es extremadamente difícil que puedan rastrear dónde está ubicado físicamente y en el raro caso de que lo localicen: ¿Cree que prosperará una orden de detención contra un cracker en Rusia, Corea del Norte o China? En esto coinciden varios expertos en ciberseguridad como Víctor Villagrá. Una duda: ¿cracker o hacker? Hacker es el que entra en un sistema informático para descubrir sus debilidades por diversión o para mejorarlo, mientras que un cracker lo hace con fines ilícitos para robar información o destruirlo.

 


¿PARA QUÉ VA A ARRIESGARSE UN DELINCUENTE A ROBAR UN BANCO SI PUEDE VACIAR LAS CUENTAS DE SUS CLIENTES A MILES DE KILÓMETROS CON TOTAL IMPUNIDAD?


 

Sindicato del crimen

Víctor Villagrá es jefe de estudios de telecomunicación en la Universidad Politécnica de Madrid: “Ya quisieran algunas empresas estar tan bien organizadas como estos grupos. Tienen su propia sección de recursos humanos. Por ejemplo, reclutan a los cracker que venden información en la internet oscura”. Se llama así porque para acceder a ella no sirven los buscadores tradicionales como Google, Bing, etc. sino que tiene que ser a través de navegadores como Tor que garantizan el anonimato. Un ejemplo que pone Villagrá: “Un cracker ha robado números de tarjeta y los pone a la venta. Algunos los pueden comprar o no, pero le pueden fichar para que trabaje para ellos y robar otros datos de otros organismos que más les interese. Aparte de esta captación de talento tienen departamentos para borrar cualquier rastro que les pueda trazar en la Red y localizarles”.

Conti group es un ejemplo de este tipo de organizaciones como si fuera un “sindicato del crimen”. Vinculado con Rusia, sus ataques pueden ser incluso contra países, como lo haría un ejército de mercenarios. En su caso, lo hizo contra Costa Rica en abril de 2022. De hecho, Estados Unidos ofreció en mayo hasta 10 millones de dólares por información sobre este grupo.

Otro ejemplo de compra de información, señala Villagrá, es el caso Pegasus, el famoso sistema de espionaje gubernamental a través del teléfono móvil. “NSO, su empresa israelita propietaria, compra vulnerabilidades detectadas por esos crackers y así consiguen un sistema de espionaje infalible”. El Pegasus sólo se vende a gobiernos, pero si es un sistema sacado en parte por ciberdelincuentes, quién no dice que acabe en malas manos.

Así pues, ya que no podemos cazarlos, lo único que podemos hacer es mitigar sus ataques. Por ejemplo, con copias actualizadas de nuestros archivos. Como señala Villagrá: “Si nos atacan, que el daño sea el mínimo posible”. Sin embargo, no parece que esto lo tengamos claro. De hecho, según la aseguradora Hixcox, en 2021 se duplicó el coste medio de los ataques contra las empresas españolas. Si en 2020 perdieron 54.388 euros de media por cada ataque, en 2021 fueron 105.655 euros. Según este informe, más de la mitad de las empresas españolas ha sido víctima de un ciberataque.

Al final, el más preparado es el que se salva. Siempre buscan al eslabón más débil. Por ejemplo, como nos cuenta Antonio Martínez, vicepresidente de Kroll ciberseguridad en España: “Los despachos de abogados son un objetivo muy importante para los cibercriminales, ya que manejan mucha información confidencial y muchos no están lo suficientemente protegidos. Esto puede ser peligroso, porque el robo de información puede ser usado para cometer chantajes”. Por eso, también insiste en la importancia de la proactividad en ciberseguridad.

Es decir, en ciberdelincuencia la realidad no es como las películas de policías y ladrones en la que los buenos detienen a los malos. Por eso, protéjase y que no le toque ser la víctima protagonista.

Y EN TWITTER QUÉ OPINAN
@is4k La traducción del lenguaje “moderno” de esas siglas son: «Internet Segura Foro Kids». Es una cuenta perteneciente a @INCIBE que es el Instituto Nacional de Ciberseguridad que ofrece recursos a particulares y empresas para protegerse de los peligros de la Red. En el caso de @is4k está orientado para menores. De hecho, si quiere implicarlos de forma divertida han desarrollado un juego de cartas que se puede imprimir a través de este enlace.

@osiseguridad

La OSI oficina de seguridad del internauta también dependiente de INCIBE conciencia sobre buenos hábitos en ciberseguridad. Por ejemplo, este: “¿Notas que tu #ordenador va mal? Descubre cómo comprobar paso a paso si ha sido infectado por algún tipo de #malware” .