El Prado Extendido

ESFERA CULTURAL

EL PRADO EXTENDIDO

JULIÁN DÍEZ,
La iniciativa, según explican en la página web que el Prado ha abierto al respecto, “se desarrollará en colaboración con las más de 270 instituciones en las que hay depósitos del Museo Nacional del Prado”. Explican que “busca fortalecer las relaciones con las instituciones museísticas, colaborando con la cesión de colecciones en la construcción de sus discursos expositivos, la definición de sus entidades museísticas y la formación y capacitación de los profesionales del Patrimonio Cultural que integran sus plantillas de trabajo”.
Página de inicio del espacio dedicado al Prado Extendido en la web del museo.

Se seguirán criterios científicos y técnicos para conectar las colecciones del museo con los centros que las conservan, lo que permitirá “establecer múltiples narraciones e interpretaciones en base a la autoría de las obras, su iconografía y su simbología, sus lugares de producción o de procedencia, sus contextos culturales o estilos artísticos, sus técnicas y sus materiales o sus similitudes y diferencias”.

Nuevas subsedes

El Museo del Prado tiene 27.509 objetos en su inventario; 7.825 de ellos son las pinturas que le han dado fama mundial. Pero en sus sedes oficiales del Palacio de Villanueva y el Casón del Buen Retiro sólo se exponen 800 obras, mientras se guardan 3.500 en sus almacenes y el resto se encuentran diseminadas por otros lugares.

La idea de repartir parte de esos bienes entre varias nuevas sedes, lo que hoy se conoce como El Prado Extendido nació al tiempo en otros museos internacionales de relieve, en particular el Louvre de París y el Hermitage de San Petersburgo, que decidieron abrir subsedes en otros países.

 


YA SE HA CULMINADO LA RESTAURACIÓN DEL EDIFICIO QUE ESTÁ PREVISTO COMO UBICACIÓN EN ÁVILA: EL PALACIO DE LOS ÁGUILA


 

La historia de este proyecto se inició hace ahora 25 años, cuando la por entonces ministra de Cultura, Esperanza Aguirre, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, firmaron un acuerdo para abrir una subsede del Prado en Ávila.

Los avances se han concretado en los últimos meses. Ya se ha culminado la restauración del edificio que está previsto como ubicación: el Palacio de los Águila (del siglo XVI), junto al que se ha construido un edificio que, dentro de un diseño moderno, armoniza con el entorno arquitectónico intramuros de la ciudad castellana.

En abril el Ministerio de Cultura hizo públicas por primera vez las fotos del interior de las obras, en las que se ve el edificio anexo completo y la restauración del palacio muy avanzada. Además, se especificaba la organización del lugar: el antiguo palacio servirá como sede del Museo de Ávila (ahora repartido en varias localizaciones) y el edificio nuevo, al que se llegará a través de un jardín abierto, recibirá obras del Prado Extendido.

 


ALGUNOS MUSEOS QUE YA CUENTAN CON PRÉSTAMOS DEL PRADO SON EL BELLAS ARTES GRAVINA DE ALICANTE Y EL DE OVIEDO


 

Según fuentes de la Junta de Castilla y León, el proyecto de Ávila está destinado a ser una subsede estable y no una galería que acoja temporalmente obras del Prado, como otras a lo largo del territorio español.

Por su parte, la propia pinacoteca abrió en los últimos meses un espacio en su web en el que informa de que el Prado Extendido supondrá el reconocimiento y el estrechamiento de «la colaboración con las más de 270 instituciones en las que hay depósitos del Museo Nacional del Prado, y busca fortalecer las relaciones con las instituciones museísticas». En total, son 3.446 las obras que el Prado tiene en préstamo en la actualidad, conocidas hasta ahora de forma genérica como el Prado Disperso y a las que no se había intentado dar una utilidad aglutinadora.

Además de Ávila, la nueva sede de la que se ha informado que puede sumarse a los museos que ya cuentan con préstamos del Prado (como el Museo de Bellas Artes Gravina de Alicante, el Museo de Oviedo o una veintena de embajadas en Europa y América) estaría en Guadalajara.

 


EL MUSEO TIENE EN PRÉSTAMO 3.446 OBRAS CONOCIDAS DE FORMA GENÉRICA COMO EL PRADO DISPERSO


 

El ministro de Cultura, Miquel Iceta, el director del museo del Prado, Miguel Falomir, y el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, anunciaron en un acto conjunto en enero que el Palacio del Infantado de la capital alcarreña acogerá obras del Prado Extendido y concretaron este concepto: «Una relación continuada con distintos museos e instituciones del país para que puedan beneficiarse de la excelencia del Prado», dijo Falomir, a lo que Iceta añadió que «si el Prado lleva la etiqueta de nacional, su vocación debe ser llegar a todos los rincones de España».

En una pista sobre cómo se desarrollará este proyecto, se destacó que el Palacio del Infantado recibirá obras del periodo renacentista, es decir, de la época en que el ilustre edificio fue construido y que por tanto conformen con él un espacio armónico.

Primeras sedes del Prado Extendido.
El proyecto

El Prado Extendido “nace con el objetivo de proyectar la colección del Museo en el contexto nacional apostando por una innovadora gestión de sus depósitos que fomenta la presencia, visibilidad y acceso de la colección en todo el territorio español para favorecer su conocimiento y difusión”.

El fenómeno de los «museos satélite»

La creación de subsedes del museo Guggenheim, con el reparto de la descomunal colección familiar entre Venecia (1979), Bilbao (1997) y Berlín (1997) disparó una fiebre de «museos satélites» que fue después seguida sobre todo por el Louvre parisino y el Hermitage ruso. Estos proyectos han tenido sus altibajos (cerró el Guggenheim de Berlín y nunca abrió el Hermitage de Barcelona, por ejemplo, mientras que en cambio el Guggenheim Bilbao va a ampliarse a Urdaibai), pero sirvieron en su momento para espolear la necesidad de llevar El Prado a más sedes, aunque con un criterio distinto. El ejemplo máximo de la relevancia que pueden alcanzar estos museos satélites estuvo en la inauguración en 2017 del Museo del Louvre de Abu-Dhabi. El gobierno emiratí pagó 525 millones de dólares por usar el nombre, y 747 más por un contrato en el que se garantizaban préstamos y asesoramiento por treinta años. A esos desembolsos sumaron adquisiciones nuevas como la del Salvatore Mundi de Leonardo por 450 millones. Abu-Dhabi acogerá también un nuevo Guggenheim, previsto para 2025, que será el de mayor tamaño de todos los ubicados fuera de Nueva York.

La Galería de las Colecciones Reales
Patrimonio Nacional culminó este mes de junio el mayor proyecto museístico español en lo que va de este siglo con la apertura de la Galería de las Colecciones Reales. Su acceso más habitual está en la explanada en la que se encuentran las entradas al Palacio Real y a la Catedral de la Almudena, pero también cuenta con acceso desde los Jardines del Campo del Moro, ya que el proyecto del estudio Mansilla y Tuñón se acopla a la orografía de la zona de forma discreta. Este nuevo espacio de 40.000 metros cuadrados expone 650 piezas procedentes de distintas instalaciones de Patrimonio (institución que desde la Segunda República gestiona las antiguas colecciones artísticas de la monarquía española), con obras de figuras como Goya, Velázquez, Caravaggio o Durero, además de rotar parte de lo presentado de forma habitual en otros recintos de la institución. El nuevo espacio expositivo tardó menos de dos meses en alcanzar el número de 100.000 visitantes.
Información extraída de la web del Museo del Prado.

Otras fuentes

    • La información oficial sobre el estado del proyecto del Palacio de los Águila abulense puede encontrarse en la página del Ministerio de Cultura y Deporte
    • Los «museos satélite» de varias de las principales pinacotecas mundiales son descritos en un reportaje del diario El Mundo.
    • La Revista Muy Interesante ofrece un resumen del material que el Prado mantiene sin exponer y según qué criterios se ha organizado hasta ahora su colección.

    • Un reportaje de RTVE sobre la Galería de las Colecciones Reales permite conocer la envergadura de la nueva instalación.

Entrevista a Pilar Tena, directora del Instituto Cervantes de Atenas

ESFERA CULTURAL

PILAR TENA,

DIRECTORA DEL INSTITUTO CERVANTES DE ATENAS. ESCRITORA

Su impecable trayectoria profesional, basada en un inagotable tesón, han convertido a Pilar Tena en la gran conseguidora; desde su actividad fundamental en la creación del Instituto Elcano, a la coordinación del Año Lorca. Solo un año al frente del Instituto Cervantes de Atenas y ya se la ha visto obrando algún “milagro”, como la exitosa muestra Joan Miró ofrecida recientemente.
JUAN ANTONIO LLORENTE

“Los sentimientos y los recuerdos hay que dejarlos macerar antes de ponerse a escribir sobre ellos”

-Idea, gestación y “parto” serían las cualidades de un escritor y de un gestor. ¿En qué puntos coinciden en su caso?

Para mí el buen gestor tiene que ser muy proactivo y estar lleno de ideas. Es muy importante que sepa claramente qué quiere hacer. Que al llegar dedique un tiempo a ver qué está pasando para, seguidamente, desarrollar una estrategia, que no es sino la planificación de cómo llevar a cabo una idea. Gestar bien lo que quieres hacer y, finalmente, el parto, el delivery, tiene que ser también brillante. En literatura es muy parecido. No puedes sentarte a escribir una novela sin una idea bastante clara de qué quieres decir. Aunque luego, dependiendo del escritor, se pueda improvisar más o menos. Tienes que saber escribir muy bien, buscando el tono que le quieres dar, cómo la quieres contar, con qué estructura…

-…ahí estaría la gestación.

Ahora se habla mucho de los argumentos y muy poco de la forma. La crítica cada vez se aligera más en cuanto a la calidad literaria. Me extraña cuando voy a presentaciones o leo reseñas que lo único que te cuentan es de qué va la novela, pero no cómo está escrita, qué estilo tiene… Así que, también en literatura, una vez que lo has gestado, lo “pares” y sale una novela que tienes que promocionar, y saber presentarla para que se mueva. Y sí, en el fondo el proceso es muy parecido.

-En la novela, queda convencer al lector. En la gestión, ¿a quién?

Primero, al equipo con el que vas a contar. Hacerle sentir parte esencial del proyecto. Cuando se tiene una cierta responsabilidad es fundamental saberle convencer. Solo no vas a poder hacer nada, por muy inteligente, lanzado y trabajador que seas, Es algo de lo que hasta que no gestionas equipos no te das cuenta. Ni de la cantidad de tiempo, delicadeza, cuidado y atención que requiere convencer de que el objetivo tiene sentido y que todos ellos juntos son una pieza importante para lograrlo.

-En su agenda, ¿ganan los colegas de la cultura o los de la empresa?

(Risas). Los de la cultura, claramente. Conozco a muchísima gente del mundo de la empresa, porque también trabajé en Madrid durante algún tiempo para el Círculo de Empresarios. Pero mi día a día, mi entorno, mis redes sociales, están llenas de escritores, editores, traductores, periodistas culturales…

-Gestión versus literatura. ¿Qué actividad le roba más tiempo a la otra?

¡Ahí está el punto flaco! En estos momentos estoy mucho más absorbida por mi actividad profesional. Es mi manera de ser. Tendría que volver a nacer para hacerlo de manera distinta. Si hay cosas que hacer, las hago sin ponerme límites: no tengo horarios, ni fines de semana… En un centro como el de Atenas en el que hay tantas oportunidades de realizar cosas bonitas, mi tendencia es a complicarme la vida y hacerlas, porque pienso que es mi deber.

 


“ESTOY ESCRIBIENDO MI NOVELA NEOYORKINA. TRANSCURRE EN LA ÉPOCA DEL V CENTENARIO”


 

-Más aún si cosecha resultados.

Eso es. Recientemente hicimos la muestra Miró, con una excelente acogida, y estuvimos en el festival LEA, que también recibió elogios impresionantes. Pero me he matado. Así llegamos al momento actual, muy complicado para mí en lo que supone escribir. Y lo estoy pasando mal. Estoy en medio de una novela pensando que me falta tiempo para terminarla. A veces me digo que vendrán momentos más tranquilos y ya lo haré, pero… es muy complicado. Así que a la pregunta de quién roba tiempo a qué, últimamente la vida de gestión en mi trabajo me absorbe prácticamente al cien por cien.

-Existe una evidente relación en su literatura con los países en los que ha trabajado. Un perpetuum mobile, que se traduce en obras muy movidas.

Totalmente de acuerdo. He vivido en muchos países y a cada una de mis obras las llamo así: mi novela india, mi novela irlandesa, mi novela inglesa, según el lugar en que se desarrolla. Por casualidad me han salido unas estructuras narrativas parecidas, que se corresponden con dos ámbitos geográficos y dos momentos cronológicos: un relativo al pasado y otro más o menos a la actualidad. Además, las tengo que escribir bastante tiempo después. El otro día alguien me preguntaba: “¿Estás escribiendo sobre Grecia?”. Mi respuesta fue: “No, sobre Grecia escribiré dentro de diez años en mi casa de campo cuando esté jubilada”. La de la India la escribí veintitantos años después de vivir allí. Creo que las cosas, los sentimientos, los recuerdos, hay que dejarlos macerar antes de ponerse a escribir sobre ellos.

 


“LO ESTOY PASANDO MAL. ESTOY EN MEDIO DE UNA NOVELA PENSANDO QUE ME FALTA TIEMPO PARA TERMINARLA”


 

– ¿Autobiógrafa o cronista?

Un poco de las dos cosas, porque siempre hay algo de mi vida en las novelas. Escribo sobre la vida; sobre lugares que conozco, sin esquivar momentos más sentimentales, intimistas, de los que hay muchos en mis libros. Y también en la mayoría de ellos hay una crónica casi política, social, del momento, entrelazada con la historia que cuento. En los años que pasé en la India acababan de asesinar a Indira Gandhi. Como fue un momento muy especial, reflejo el ambiente que se vivía en Nueva Delhi y en la India en general. La historia irlandesa, exactamente lo mismo: se habla en la primera parte de una Irlanda en los años sesenta, de una serie de temas políticos y sociales, intentando dibujar una crónica de cómo era el Dublín de los 60, cuando yo era muy pequeña. En este caso, más que recuerdos son cosas que me han contado, y que comparo con el Dublín de años más tarde. Con Inglaterra, ocurre lo mismo: viví allí la época de Margaret Thatcher, en un Londres muy peculiar, muy especial.

-El título que cuesta encajar como autobiográfico para alguien tan activo es Cómo sobrevivir a un despido.

Pues no. No es ficción. Es absolutamente autobiográfico. Me echaron de un trabajo, y lo escribí. Ariel, cuando lo publicó, al no ser un manual de autoayuda, lo denominó Libro técnico para ayudar a la gente a buscar empleo.

– ¿Cuántos libros lleva publicados?

Siete.

-Habida cuenta de que la cadencia en su aparición es de dos años, el que viene, tocaría…

-(Risas). Mira cómo te has dado cuenta… Exactamente cada dos años, por lo que, en efecto, me encantaría publicar otro antes de que termine 2024. Estoy escribiendo mi novela neoyorkina. Transcurre en la época del V Centenario. Una novela en la que hay muchísimo de la realidad de los Estados Unidos en esa época. Empieza con la nominación de Bill Clinton y Al Gore en el Madison Square Garden donde, por casualidad yo estaba. Como viví aquel momento, me pareció una manera bonita de empezar la novela, porque fue una noche muy impresionante. Pero son también los años del SIDA en Estados Unidos… Un periodo muy intenso y apasionante además para la Administración española. Con todo el tema del 92 hubo una serie de experiencias y entornos muy interesantes, unidos al aparato público de esa España de Felipe González, que organizó los eventos. Una operación extraordinaria de diplomacia pública de la que luego se ha hablado tanto. La gran operación de imagen fue la que entonces se propuso: mostrar al mundo la nueva España, surgida tras la Transición y las elecciones democráticas, que empezaba a consolidarse en un momento económico positivo y que Felipe González decidió, con una estrategia extraordinariamente trazada, que iba a aprovechar para lanzar al mundo esa nueva España del 92: Olimpiadas, Expo de Sevilla, Quinto Centenario, creación del Instituto Cervantes y de tantas otras instituciones de las que la gente no se da cuenta. Como las “casas”: de Asia, de América… Se lanzó un mensaje al mundo que todos los que estábamos fuera y trabajábamos en este proyecto cumplíamos a rajatabla. Loa mensajes se positivizaban. Por ejemplo: no hablábamos nunca del Descubrimiento de América, sino del Encuentro de los Mundos. No nos referíamos a la expulsión de los judíos, sino a la Herencia de Sefaradí.

-Toda una apuesta semántica.

Absolutamente, pero muy bien diseñada, y todos teníamos instrucciones muy claras de cómo había que presentar aquello. Y esa coherencia, digamos, esa cohesión entre los que trabajábamos en eso hizo que el proyecto fuera muy exitoso. Ese es el escenario de fondo de mi nueva novela, con una subtrama que recuerda a La embajadora, mi libro indio, porque tiene un poquito de intriga, Ahí sitúo la historia. Creo que puede ser divertida. Vamos a ver cómo me sale. Tengo ya ciento y pico páginas escritas. Pero ya digo, mi gran problema es que tengo muy poco tiempo. Necesitaría encerrarme en un sitio con dos semanas por delante para volverme a poner en marcha.

-Su paso por el Cervantes, ¿dará para un libro o para una saga?

Ja ja… Para una saga.

-Familiarizada con tantos géneros, ¿en cuál la incluiría?

En el de intriga (más risas).

DÓNDE ENCONTRARLA

Activa en redes sociales, a Pilar Tena la podemos encontrar en LinkedIn en Twitter  y en Instagram 

Sin olvidar los enlaces que ilustran su doble faceta Jekyll-Hyde, como el de Wikipedia

Leer cuadros: Un marco singular

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LEER CUADROS

CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

CLAVES DE LA OBRA

Autor: Gueret Frères
Fecha de creación: 1876
Material: Madera de boj
Ubicación: Expuesto en la sala 62B
Medidas: 334 x 202 cm

UN MARCO SINGULAR
Cuando miramos una pintura en una sala de un museo, o en una colección particular, atendemos a su condición de obra de arte de manera casi automática, sin concesiones, a la vez que la desprotegemos y aislamos de todo aquello que la rodea, o incluso guarnece. Es, por tanto, que en muchas ocasiones olvidamos la importancia que tiene su marco, a veces tanto o igual que la pintura que ciñe.
GEMMA GARCÍA TORRES,

restauradora del Taller de Restauración de Marcos

Este es el caso del marco original del fabuloso retrato de doña Josefa Manzanedo e Intentas de Mitjans, II marquesa de Manzanedo, pintado por Raimundo de Madrazo en 1875. Representa a la marquesa de cuerpo entero, posando en un espacio completamente desprovisto de mobiliario, tan sólo con un gran cortinaje azul adamascado de fondo, sobre el que destaca su figura estilizada y ricamente ataviada. Madrazo decide dotarle de un marco de espectacular técnica y calidad artística, pensando probablemente en la relación del mismo con la composición y temática de la pintura, pues marco y obra van al unísono.

Se trata de una pieza singular realizada ex profeso en el prestigioso taller parisino de enmarcación, Guéret Frères, fundado hacia 1852 en el número 7 de la calle Buffault de París, y cuya firma podemos ver incisa en sendos laterales del marco.

Una fuerte presencia

Ensamblado y tallado en madera de boj con latón dorado. Se inspira en los modelos de marcos trofeo de finales del siglo anterior: cimera con carcaj de flechas, guirnalda de flores y un gran cortinaje de latón dorado, que le confieren una fuerte presencia. Los acantos se retuercen en roleos vegetales dando dinamismo a todo su perímetro, mientras que las cuatro esquinas se cubren con metopas de voluminosa talla vegetal. Junto a ellas, el cabio en antipendio equilibra el conjunto. El virtuosismo de su talla es extremo; destacan las flores representadas, lilas y rosas, que a su vez acompañan a las de la propia pintura, rosas ceñidas en el pañuelo de su pecho. Igualmente, se puede relacionar el cortinaje de latón con el raso de su vestido.

 


SE TRATA DE UNA PIEZA SINGULAR REALIZADA EX PROFESO EN EL PRESTIGIOSO TALLER PARISINO DE ENMARCACIÓN, GUÉRET FRÈRES, FUNDADO HACIA 1852


 

La moderación ornamental del retrato, centrada en el vestuario y, fundamentalmente, en el cortinaje de fondo azul, articula el espacio de manera abstracta, aislando la figura femenina. Esto contrasta con la exuberante riqueza del marco. El resultado es una simbiosis perfecta entre ambos. La moldura funciona estructurando la pieza, pero además aportando fuerza expresiva al conjunto, donde se realza la belleza de la representada, al igual que la del propio marco, como si ambos fueran uno reflejo de la otra y viceversa.

El 31 de mayo 1927, según Testamentaría de la Scma. Sra. Marquesa de Manzanedo, la obra es legada al Museo del Prado. Dieciocho días después entra en la institución. Desde entonces, es pieza fundamental de la Colección del siglo XIX, no sólo por su pintura, sino también por su marco.

Actualmente, cuelga en la sala dedicada al pintor, junto con otras enmarcaciones de gran calidad, como es el caso de las procedentes del legado Errazu. Entre otras a destacar, la de la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena en bronce dorado, o la del propio Ramón de Errazu, en madera de palosanto.

Primer Mundial de Fútbol Notarial

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PRIMER MUNDIAL DE FÚTBOL NOTARIAL

JOSÉ M. CARRASCOSA,

Del 14 al 17 de junio se celebró en Bilbao el primer Campeonato del Mundo de Fútbol para notarios. Tras 36 campeonatos europeos y 2 sudamericanos, quince selecciones se midieron entre sí con el propósito de estrechar lazos entre colegas y disfrutar de su común pasión por el deporte.

Los integrantes de la selección española.

Todo ello tuvo lugar en un entorno único, como el Museo Guggenheim, donde se celebró el acto de bienvenida -presidido por el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto-, acompañado de la vicedecana del Colegio Notarial del País Vasco, Carmen Velasco, o las instalaciones del Athletic Club de Bilbao, que este año celebra el 125º aniversario de su fundación. La fase previa se jugó en la ciudad deportiva de Lezama; las finales, en el estadio de San Mamés, ‘la Catedral’. Los vencedores recibieron un trofeo, obra del diseñador Luis Moreno, en una entrega de premios organizada en el Palacio Euskalduna.

Durante el evento —que reunió en la capital vizcaína a 400 notarios con sus acompañantes, así como a diversos representantes del Notariado, como el presidente del Consejo General, José Ángel Martínez Sanchiz, y varios decanos de colegios notariales, junto a la directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública, Sofía Puente— tuvieron lugar varias iniciativas solidarias. En colaboración con una ONG se realizó una recogida de ropa deportiva para entregar a unos colegios en Gambia. Asimismo, los capitanes de las diferentes selecciones recaudaron fondos para el Notariado de Ucrania.

En la ceremonia de apertura, que congregó a numerosos aficionados, el portero internacional del Athletic Club, José Ángel Iribar, dio la bienvenida a todos los participantes. A continuación, tomó la palabra Oleg Bobeliak, capitán de la selección ucraniana, quien agradeció a la organización la campaña de ayuda puesta en marcha entre las quince selecciones mundialistas para contribuir con apoyo económico a la Cámara Notarial de Ucrania.

 


LA SQUADRA AZZURRA ITALIANA SE IMPUSO EN LA FINAL A AUSTRIA, LA SORPRESA DEL TORNEO. ‘LA ROJA’ ESPAÑOLA OBTUVO UN HONROSO TERCER PUESTO ANTE FRANCIA


 

El capitán de la selección española de fútbol, que en su última edición levantó el trofeo de campeona de Europa, es el notario bilbaíno Mikel Martínez Urroz. El líder de ‘la roja’ explica el germen del evento: «El año pasado se celebró en la localidad polaca de Poznan el 36º campeonato europeo de fútbol notarial, con la participación de ocho selecciones, un torneo que acabamos ganando. La organización de estos eventos es rotatoria. Nos tocaba a España organizar el próximo y, tras comentarlo con compañeros sudamericanos y europeos, decidimos organizar el primer campeonato mundial».

Sobre la convocatoria, Martínez Urroz manifiesta que el equipo estuvo muy compensado en todas las líneas: «Contamos con 33 jugadores. Todos hemos jugado al fútbol en diferentes niveles. Yo, por ejemplo, jugué en Tercera muchos años; pero otros lo han hecho en Primera División —como es el caso de Borja Criado, con el Valencia—; en Segunda B; Preferente… La media de edad ronda los 35 años. Yo soy el mayor, con 51. Pero tenemos notarios de 28 años, recién aprobados, que aún practican fútbol federado».

Además de la competición ‘oficial’, San Mamés acogió un partido entre notarios veteranos que enfrentó a España contra una selección de colegas del ‘resto del mundo’; y otro encuentro de ‘leyendas’ notariales contra los veteranos del Athletic de Bilbao.

Un libro sobre la selección

En paralelo al campeonato también tuvo lugar la presentación de un libro sobre la trayectoria de la selección española de fútbol notarial desde sus orígenes, titulado Historia de ENEF con imágenes de sus casi cuarenta años de vida. La obra ha sido coordinada por los notarios Tomás Feliú y Joaquín Calvo (este último, entrenador y seleccionador del combinado).

 


EL CAPITÁN DE LA SELECCIÓN UCRANIANA AGRADECIÓ LA CAMPAÑA SOLIDARIA PUESTA EN MARCHA POR TODOS LOS PARTICIPANTES EN AYUDA A LA CÁMARA DE NOTARIOS DE SU PAÍS


 

El equipo nacional español de fútbol se fundó en 1986, fecha de su primer partido amistoso en Verona. La selección tiene siete títulos de campeona de Europa, conseguidos en Viena, Rímini, Amberes, Praga, Lieja, Viena y Poznan. Además, cuenta en sus vitrinas con un trofeo internacional disputado en 2019 en Buenos Aires.

A lo largo de cuatrocientas páginas, los autores han recogido crónicas, fotos y artículos de las diferentes competiciones en las que han participado. Con colaboraciones de numerosos jugadores que han defendido el escudo español, como Fernando Gomá, Miguel Mestanza, Valero Soler, Mikel Martínez, Borja Criado, y un largo etcétera.

En la obra se realiza un emotivo recuerdo a los ‘insignes fundadores del equipo’, los valientes ‘originals’ que disputaron el primer partido en Verona: José Angel Martínez Sanchiz, Pepe Madridejos, Vicente Arenal, Marín Martín, Diego Dueñas, Joaquín Viola, Pedro Romero, Ignacio Díaz de Aguilar, Juan Ignacio Gomeza, Paco Romera, Enrique García Jalón, Francisco Pizarro, Jaime Recarte, Leopoldo Martínez de Salinas y Miguel Tarragona.

Sofía Puente realizó el saque de honor previo a la final.
La selección italiana de fútbol levantando la Copa de campeones.
La selección española de veteranos.
Resultados deportivos

Las quince selecciones que participaron fueron: España, Holanda, México, Francia, Rumanía, Perú, Italia, Austria, Eslovaquia, Argentina, Polonia, República Checa, Bélgica, Uruguay, y Alemania. En lo deportivo, la squadra azzurra italiana se impuso en la final en una agónica tanda de penaltis a Austria, la sorpresa del Torneo; mientras que ‘la roja’ española obtuvo un honroso tercer puesto, goleando a Francia por 5-0. Cabe destacar que Rafa Bescansa, portero de España, fue elegido mejor guardameta del torneo.

Todas las selecciones en la ceremonia de apertura.

El Notariado en el mundo

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EL NOTARIADO EN EL MUNDO

JOSÉ M. CARRASCOSA,

Paralelamente al evento deportivo se organizó una jornada de la Unión internacional de Notariado (UINL). Este encuentro, abierto a todos los participantes del campeonato y a otros notarios, se celebró en el hotel Carlton y llevó por título El notariado en el mundo. Reflexiones sobre la función notarial.

De izda. a dcha.: Juan Ignacio Gomeza, José Marqueño, José Ángel Martínez Sanchiz, Jens Bormann, Thierry Vachon, y Pedro Carrión.

Presentado por José Marqueño, presidente honorario de la UINL y de su comisión consultiva, este foro contó con la participación de Juan Ignacio Gomeza, consejero honorario de la UINL (Deontología y Notariado); José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General Notariado (La función notarial); Jens Bormann, vicepresidente para Europa de la UINL (El Notariado y los organismos internacionales); Thierry Vachon, secretario de la UINL (La Formación y el Notariado); y Pedro Carrión, consejero de dirección de la UINL (La UINL: Objetivos y funcionamiento).

 


«HA LLEGADO EL MOMENTO DE IMPULSAR EL DOCUMENTO PÚBLICO NOTARIAL ENTRE LOS PAÍSES QUE NO LO CONOCEN”, ASEGURÓ JOSÉ ÁNGEL MARTÍNEZ SANCHIZ


 

Carrión apuntó las líneas maestras de la Unión que «pretende promover, coordinar y desarrollar la función notarial en el mundo entero. Persigue resultados concretos, tales como incorporar nuevos notariados, asumir nuevas competencias, y tener representación frente a los organismos internacionales».

Por su parte, Gomeza, promotor del Código deontológico de la UINL, señaló «la diversidad de realidades sobre las que desarrollar unos valores éticos propios de la institución del Notariado que permiten ser útiles a la sociedad».

Thierry señaló que «la formación es esencial para los notarios. La UINL ofrece preparación en torno a dos ejes principales: uno inicial a los recién ingresados, y otro, permanente. Ambos modelos nos permiten seguir siendo buenos notarios y mantener una calificación jurídica elevada».

Jens Bormann analizó las relaciones del Notariado con la OCDE y el Banco Mundial, haciendo hincapié en los nuevos estudios que estas instituciones están realizando sobre diferentes profesiones, «como el B-Ready Project».

José Ángel Martínez Sanchiz recordó su pasado futbolístico como uno de los componentes de la selección española que jugó el primer partido oficial, en Verona, hace 36 años: «Los notarios ejercemos nuestra profesión con plena fraternidad entre los diferentes países, como ocurre también en el fútbol». El presidente de los notarios españoles expuso algunas de las perspectivas de futuro para la profesión a nivel global: «A través de la UINL, que acoge a cerca de cien países, el Notariado presta su ejercicio en muchos sitios. Es una función universal, con su aspecto cautelar de justicia preventiva en la determinación negocial del Derecho frente a la conflictual». Por lo que se refiere a la función autenticadora, Martínez Sanchiz recordó que «con el notario nace el instrumento público, con un fondo de autenticidad formal y sustancial».

«Nuestra profesión exige una adaptación a los tiempos, como ha ocurrido en materias como la prevención del blanqueo de capitales. Es imprescindible no relajarse en el ejercicio de nuestra función, que toma como centro la atención a la persona. Nuestra credibilidad depende de nuestra formación», recalcó.

Martínez Sanchiz concluyó con una demanda: «Ha llegado el momento de impulsar el documento público notarial entre los países que no lo conocen, frente al colonialismo jurídico anglosajón. Los notarios debemos incrementar nuestra unión. Cabe soñar en un Notariado mundial interconectado telemáticamente que permitiría incrementar nuestra función como máximo exponente de la seguridad jurídica preventiva. Esa es nuestra esperanza y nuestro futuro».

Reunión plenaria en Bilbao
El Pleno del Consejo General del Notariado, integrado por los decanos de los 17 Colegios Notariales, celebró su sesión mensual en Bilbao, en la sede del Colegio Notarial del País Vasco, para así poder acompañar a los equipos en la final y participar con ellos y sus acompañantes en los diversos actos programados.

Entrevista a Enrique Ferrer, tenor

ESFERA CULTURAL

ENRIQUE FERRER,

TENOR

Enrique Ferrer ejemplifica el modelo de cantante lírico que ha mantenido el barniz de su voz cuidando el repertorio y respetando la orientación de sus maestros dentro y fuera de España. Aunque ha visto brillar su nombre en carteles luminosos de musicales como El Fantasma de la Ópera, reconoce su mundo en el género lírico, en el que se ha comprometido. .

 

JUAN ANTONIO LLORENTE

TRABAJAR LA OBRA CON EL LIBRETISTA Y EL COMPOSITOR TE DA UNA DIMENSIÓN COMPLETAMENTE DISTINTA

«Mi mayor ilusión sería hacer zarzuela con una dirección escénica comprometida»

Treinta años después de su debut profesional en un montaje de La alegría de la huerta, está en el mejor momento para encarar papeles de enjundia dramática, con los que realmente disfruta. Como ese Otello al que le apetece regresar.

-Roman Polanski, cuando dirigió en Viena Bella y la Bestia dijo: “El musical es la ópera de nuestros días». ¿Lo suscribe?

No estoy tan de acuerdo. creo que es otro lenguaje: otra forma; otra estructura, sin decir con esto que la ópera sea mejor o peor, porque hay grandes títulos del musical. Algo similar ocurre con la zarzuela, cuyos personajes proceden en muchos casos de la commedia dell´arte, con esa aportación latina nuestra…

-Usted no ha puesto reparo a ninguno de los géneros, saltando libremente de uno a otro como en una exhibición de trapecio. ¿Sin riesgos para la voz?

Me gusta el teatro. Al mundo musical llegué por esa vía, de ahí que despierte mi interés cualquier manifestación encima de un escenario. Mi primer contacto con la escena lo viví en una compañía amateur de teatro en Getafe. El mayor problema que existe en nuestro país es que te catalogan. En el momento en que haces musical se diría que pierdes galones con respecto al intérprete de ópera. Sin embargo, Plácido Domingo se metió en el mundo del musical y no por ello dejó la lírica. Pero el público en España, o algunos directores artísticos -y aquí puedo estar tirando piedras sobre mi tejado- no entienden que el artista en un momento dado investigue en otros ámbitos musicales, y eso sí puede ser peligroso de cara a desarrollar una carrera. Siendo estudiante en Estados Unidos me sorprendió una Manon, de Massenet, con el recientemente fallecido Marcelo Giordani y Renée Fleming, que luego ha hecho discos de musical. Ahí están Bryn Terfel, Thomas Hampson, Samuel Ramey… grandes intérpretes de ópera que hacen musical sin ningún problema. Es el concepto de artista integral, que utiliza la ópera un poco como herramienta. Esa es mi mayor envidia a los profesionales del mundo sajón.

-En grandes espacios, como la Arena de Verona o el Teatro de Aspendos, en Turquía, ¿cómo se siente?

Tuve la gran suerte de debutar en la Arena con Nabucco, y al tiempo ser cover en Bohème de un Marcelo Álvarez en plenitud de facultades. Me quedaba con la boca abierta escuchándole. Me ayudó mucho este tenor argentino. A veces, como buen cordobés, me decía “Chicho, ¿cómo andás?”. Luego preguntaba “¿Querés cantar el tercer acto? Prepárate, que me voy a poner malo”. Así me daba la posibilidad de medirme en la Arena, con la orquesta. Al ver que me agobiaba en aquel lugar tan enorme, me dijo algo que no se me olvidará nunca, y que pongo en práctica en esas circunstancias. “En espacios enormes, canta aquí (pone la mano a una cuarta de su boca), sin pensar en la distancia”. Para las 13.000 personas que acuden cada noche, tu intuición te lleva a pensar que debes cantar más fuerte, y ese es el gran error.

 


“EN EL MOMENTO EN QUE HACES MUSICAL SE DIRÍA QUE PIERDES GALONES CON RESPECTO AL INTÉRPRETE DE ÓPERA”


 

-¿Se ha quedado con ganas de algún papel?

A raíz de una producción de Los amores de la Inés, la única zarzuela de Falla, tengo muy buena relación con José Carlos Plaza. Quería beber el código del director del teatro de texto y aprendí el suyo. Con él debuté Otello en la Ópera de Sabadell. Después de un eterno trabajo de mesa sentados frente a frente, comprendí que una obra te puede llevar meses sólo para el análisis del contenido. Ese trabajo me fascina. Me apetece tanto trabajar así los personajes, que tengo ganas de meterme otra vez con el Otello haciendo una nueva lectura.

-Recientemente vivía la experiencia del estreno absoluto de la zarzuela Trato de favor. ¿Le apetecería repetirla con una ópera contemporánea?

Mucho. Estrenar siempre gusta, por la capacidad que tienes de crear; de aportar. Aunque sean pequeñas cosas. Trabajar la obra con el libretista y el compositor te da una dimensión completamente distinta.

-¿Algún proyecto le apetecería especialmente acometer?

Mi mayor ilusión sería hacer zarzuela con una dirección escénica comprometida. Encontrar gente como el desaparecido José Luis Alonso o Christoph Loy, que parece que tiene un título pendiente en Madrid. Poder trabajar codo a codo con ellos. Aprender de los grandes. Y por encima de todo, quiero estar en el repertorio lírico spinto, pleno… Me encantaría cantar la ópera Sansón y Dalila, y volver a abordar Otello, La forza del destino y todos esos personajes del Novecento italiano, que me fascinan.

-La Zarzuela no le falla, y usted cumple con el Teatro cada temporada…

Me llaman de forma regular. Con Daniel Bianco llevo colaborando muchísimos años, contando conmigo de forma continuada. Espero que todo siga así tras su salida. Le agradezco mucho la confianza que ha puesto en mí en lo vocal y lo actoral. El año que viene vuelvo con un proyecto curioso en una Doña Francisquita, donde siempre he hecho Fernando, y esta vez seré Cardona, un papel muy difícil. Tengo ganas de que el Teatro de la Zarzuela me ofrezca un rol de tenor importante. Al ser hombre de escena me gusta llegar, remangarme y ponerme a hacer teatro.

-¿Hay algo que eche en falta?

Quizás, lo reconozco, estar posicionado un poquito mejor dentro del circuito español como intérprete: como producto de España. Creo que los teatros nacionales no cuidan el desarrollo de sus cantantes. Lo hablaba con Teresa Berganza. Que llegues a un teatro y hagas un partiquino, y el día de mañana…

-Quiere decir que falta una escudería en los grandes teatros…

En teatro no puedes ser regidor si no has pasado antes por maestro de luces… En nuestro caso es distinto. ¿Qué pasa con los cantantes? Ganas el primer premio de un concurso de referencia y de buenas a primeras te hacen debutar Rigoletto en el Teatro Real, aunque a lo mejor no estás preparado. Luego vienen los grandes fiascos. De ahí que vea dos caras a los concursos, que son maravillosos para el desarrollo artístico, pero a su vez pueden ser el gran engaño si falta el seguimiento. En ese punto es donde creo que los intérpretes estamos huérfanos. Porque, en alguna medida, en los teatros nacionales falta esa confianza que necesitarían tener en sus artistas. Yo tuve la suerte de contar, no voy a decir que, como un padre, pero al menos como un tío, con Pedro Lavirgen, que nos acaba de dejar. Me emociono pensando en él, porque su apoyo fue fundamental en tiempos muy puntuales de mi vida. Como cuando decidí tirar la toalla y aposté por la hostelería convirtiéndome en uno de los socios fundadores de El pimiento verde.

-Menudo cambio…

En aquella etapa, fue él quien me decía: “Quique, tienes que seguir. Esto es una carrera de fondo. Confía en tí: coloca tus sí bemol, preocúpate del fraseo, de que la voz esté en su sitio”. Me contó que, cuando él cantaba en el coro del Teatro de la Zarzuela, un señor que le escuchó consiguió que le hiciesen una audición. Aquel hombre decidió jugarse su prestigio porque esa persona, que era Pedro, pudiera cantar. Esa figura ha desaparecido. Hoy en día los directores artísticos no apuestan tan fuerte. Si fulanito debuta en La Scala y tiene éxito, lo compro, porque ya ha demostrado lo que tenía que demostrar. Ese es el gran problema que hemos venido arrastrando los últimos cincuenta años.

-Usted sigue audicionando para grandes teatros, como el San Carlo de Nápoles, donde acaba de medirse.

Otra opción, al margen de los concursos, son las audiciones internacionales, porque si te llaman de fuera, te van a llamar los de casa. En el caso del San Carlo, se había interesado por mí el director artístico para escucharme Puccini, Zandonai y algunos compositores italianos de ese entorno, en el que estoy muy centrado. En este momento de calma chicha, por recurrir al lenguaje marinero, cuando tengo por delante 15 años para cantar ese tipo de repertorio, estoy preparando dos o tres audiciones potentes. Esa es mi apuesta, después de haberme presentado en coliseos de gran aforo, como el Teatro Argentino de La Plata, de 3.800 butacas, donde, después de Pepita Jiménez, con una orquestación muy potente de Albéniz, canté la Francesca de Rimini de Zandonai, que me permitió debutar en el Bellini de Catania La leggenda di Sakùntala, una ópera rarísima y maravillosa de Alfano. Es por ahí por donde voy, porque mi voz aguanta muy bien esos retos.

 


“GANAS EL PRIMER PREMIO DE UN CONCURSO DE REFERENCIA Y TE HACEN DEBUTAR RIGOLETTO EN EL TEATRO REAL, AUNQUE A LO MEJOR NO ESTÁS PREPARADO”


 

-Después de haber tenido su residencia en Verona, esa calma chicha ha llevado a un nómada como usted a instalarse en Almansa.

Por circunstancias familiares. Mi mujer, Belén López, para criar a nuestros niños dejó su profesión de soprano. Se quedaba sola con ellos. Ahora, poco a poco está volviendo a cantar. Se marchó a Alemania dos meses para una producción de Tosca y si ella también está actuando, tenemos quien los cuide. Yo he vuelto a la bici; cuando puedo, me hago cien kilómetros por allí. A mis hijos les estoy dando vida de pueblo, y estoy encantado. Y también ellos, más asilvestrados que las amapolas.

DÓNDE ENCONTRARLE

La agenda de Enrique Ferrer incita a un paseo por España de la mano de Puccini, compositor que marca su actualidad. Si estos días podemos escucharle en Palma de Mallorca en una producción de Tosca, en octubre, la Temporada Lírica de Oviedo le convoca para Gianni Schicchi, reservando febrero para la gira catalana de Manon Lescaut. Su otra pasión, la zarzuela, se centra en Doña Francisquita, de Vives, con la que, tras el nuevo periplo por Cataluña, cierra temporada en el coliseo madrileño que lleva el nombre del género.

Leer un cuadro: La flagelación

ESFERA CULTURAL

LEER CUADROS

CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

CLAVES DE LA OBRA

Autor: Alejo Fernández
Fecha de creación: 1500 – 1505
Material: Óleo sobre tabla
Ubicación: Expuesto en la sala 79B
Medidas: 48 cm x 35 cm

La flagelación

De manera especial frente al formato de estas colaboraciones, la imagen adjunta a estas palabras no es de una pintura sino de su reflectografía infrarroja. Desde 1980, la visión infrarroja aplicada al arte viene desvelando aquello que esconde una pintura detrás de las capas de color: el dibujo previo que hicieron los artistas antes de pintar, cambios de composición, repintes… La reflectografía infrarroja de La flagelación de Alejo Fernandez (¿Alemania?, h. 1470 – Sevilla, 1545) es particularmente interesante, como ahora veremos.

JAIME GARCÍA-MÁIQUEZ,

Gabinete Técnico. Área de Restauración

Alejo era un pintor de origen alemán, representante del primer renacimiento en Andalucía. Se le documenta por primera vez en Córdoba en 1496, donde se casa dos años después con la hija del pintor Pedro Fernández, de quien tomó el apellido. En 1508 se traslada a Sevilla para trabajar en la catedral, ciudad en la que recibe encargos importantes. Su estilo funde la tradición flamenca e italiana del quattrocento, con un cierto aire “alemán” en las composiciones, los rostros de los personajes, el gusto por el detalle, como se comprueba en la tabla que nos ocupa.

La Flagelación corresponde a la etapa cordobesa, donde a la deuda de los grabados de Schongauer o Durero en los personajes se une la contraída de la Incisión Prevedari de Bramante en la arquitectura. La inspiración de grabados del norte de Europa y renacentistas italianos ha producido una mezcla que no resulta del todo satisfactoria ni en escala ni en integración espacial, pero esa contradicción compositiva añade mucho más interés –y un encanto especial– a esta única pieza de Alejo que conserva el Museo del Prado.

 


ESTA PINTURA ES UN EJEMPLO DE CÓMO LA DOCUMENTACIÓN TÉCNICA PUEDE DESCUBRIR EL PROCESO CREATIVO EN LA MENTE DE UN ARTISTA, A LA VEZ QUE ENRIQUECER SU SIGNIFICADO


 

El estudio del dibujo oculto bajo el color que ha desvelado la reflectografía infrarroja muestra que la escena se traspasó por medio de la técnica del estarcido: sobre un dibujo en papel, se agujerearon con un punzón las líneas esenciales; posteriormente ese papel se colocó sobre la tabla de nogal ya preparada con yeso, y se esparció cuidadosamente carbón por encima para que se introdujera el pigmento sobre los huecos del punzón. Al retirar el papel, las líneas del dibujo quedarían indicadas por medio de la sucesión de unos puntos negros que se repasarían a pincel.

Es curioso que luego Alejo Fernández hizo cambios al repasar los puntos del estarcido a pincel. El más interesante es el que concierne a la imagen de Poncio Pilato: tiene dos rostros, el que ha descubierto la reflectografía infrarroja, donde interpela a los judíos de lo alto de la balaustrada que señalan a Cristo, y el que finalmente pintó, donde mira sin más cómo lo flagelan. El primero incidía sobre la responsabilidad y ceguera moral de la clase sacerdotal judía, mientras que el segundo y final evidencia la responsabilidad jurídica del poder político en la muerte de Jesús.

Entrevista a Almudena Fernández Ostolaza, notaria y escritora

ESFERA CULTURAL

ALMUDENA FERNÁNDEZ OSTOLAZA,

NOTARIA Y ESCRITORA

«Escribir es una labor muy gratificante y divertida»

Almudena Fernández Ostolaza estudió Derecho en la Universidad Complutense. Posteriormente obtuvo el título de notaria por oposición, profesión que le ha llevado a recalar en varias localidades españolas hasta acabar en Bilbao. En 2019 publicó su primera novela, Primera instancia. Este año verá la luz Segundas intenciones, su nueva incursión en lo policíaco.
ALEX OVIEDO

Su vocación como escritora comenzó tarde. “Tendría más de cuarenta años y fue a raíz de que mi cuñada, Laura Balagué, también escritora, y mi hermana Patricia, comenzaron unos cursos de escritura creativa. Les gustó tanto que escribieron sus primeras novelas y, de alguna forma, me arrastraron a mí”. A Almudena Fernández Ostolaza le gustaba mucho leer por lo que era fácil que le entrara el gusanillo de la escritura, “a la que suele llegarse si lees mucho. Es entonces cuando puedes sentir esa necesidad de escribir”.

¿Qué le aportan la literatura y la escritura?

-Con la lectura descubro a grandes escritores, historias muy buenas, gente que sabe decir las cosas muy bien. Y te sumerges en un mundo de sentimientos. En cuanto a la escritura, se trata de una afición y soy consciente de mi nivel. Estoy aprendiendo y mejorando cada día. Escribir es muy gratificante, divertido, engancha. Cuando escribo me meto en un mundo con mis propios personajes, un planeta inventado en el que me encanta estar, en el que me recreo.

¿Y cómo llega a los temas que plasma en sus novelas?

Primera instancia está vagamente inspirada en un crimen real. Pero no quería que se reconociera, así que fui suprimiendo los elementos que lo recordaran. Al final no tiene absolutamente nada que ver: quedó ese recuerdo de un caso que había ido viviendo en la distancia, las sensaciones que me produjo. La segunda novela, que publicaré a finales de año, es una continuación de la primera porque la historia se me quedó en la cabeza y faltaban cosas por contar. Se trata de un caso distinto, en el mismo pueblo, con personajes que se repiten.

En ambas la protagonista es una juez, Inmaculada Alday…

-Al escribir una novela se te plantea el dilema: quién es el investigador. Yo me ponía en la piel de un policía, pero no en su cabeza. En cambio, me sentía un poco identificada con la juez. Imaginaba que podría hacer cosas más parecidas a las que yo hago, aunque la labor de una juez y una notaria sea distinta. Pero sí tiene que ver con documentos, procedimientos, etc. De hecho, el personaje fue creciendo, porque al principio no la quería como protagonista. Se fue haciendo con las riendas. Es lo que me encanta de la escritura, que surgen cosas que tú no has pensado. Creo que nuestro cerebro es más listo que nosotros, que en realidad lo que ves es sólo una parte de lo que recuerdas o lo que sabes. Al escribir surgen historias que no recordabas haber vivido. No es que sea magia, pero consigue sacar de ti aspectos que tenías dormidos.

¿Por qué llevar la historia a un pueblo pequeño?

-En parte por el crimen que la inspiró, pero, sobre todo, porque me puse en el estado de ánimo de un primer trabajo en un sitio desconocido, una mujer sola que ha de tirar hacia adelante. Y lo identificaba con mi primera notaría en un pueblo de Córdoba: llegas con todo el conocimiento teórico sobre tu profesión, pero sin el conocimiento práctico. No le quito importancia a la dureza de la oposición, pero no es lo mismo enfrentarse directamente a tus clientes, hablar de sus vidas, sus problemas. Aquí tienes ya una responsabilidad más personal.

Con un trabajo como el notarial, ¿cuándo saca tiempo para escribir?

-Soy bastante hogareña, me parece un planazo quedarse en casa leyendo, por ejemplo. Y pasé mucho tiempo criando a mis hijos, lo que me permitía escribir. De todos modos, tengo la suerte de que me concentro en cualquier parte, bajo cualquier circunstancia. Somos muchos hermanos y nos gustaba estudiar juntos, en una mesa en el comedor, con la televisión encendida. Aprendimos así a concentrarnos en cualquier espacio. Una suerte porque no necesito una rutina o un horario, me basta con un rato para escribir. Antes de llegar a la notaría de Bilbao, para ir al trabajo hacía muchos trayectos en transporte público, y aprovechaba para leer, corregir lo que había escrito. El manuscrito, el rotulador y el autobús.

A finales de año su nueva novela.

-Para después del verano. Se titula Segundas intenciones, con una juez más madura, que no está tan desbordada como en la primera novela. Desaparece la turista que protagonizó Primera instancia, pero aparece un segundo punto de vista, el del secretario del juzgado, como llamaban en 2007 a los letrados de la Administración de Justicia. Lo publica Cosecha Negra, editorial en la que han publicado Juan Infante o Laura Balagué.

¿Hay tercera novela en ciernes?

-Sí, se titula provisionalmente Tercera edad, en principio también con la juez, pero no estoy del todo convencida. Escribir de esa jueza en ese pueblo me retrotrae a un momento feliz que me gusta recordar. Y la segunda la escribí casi por necesidad. Pero ahora me da la sensación de que aquello está ya muy lejos, que es necesario un cambio. Llevo ya alrededor de cincuenta páginas, por lo que está aún muy al principio y me va a permitir cambiar o empezar en otro escenario.

 


“EN ALGUNA OCASIÓN HE AÑADIDO TEMAS RELACIONADOS CON EL DERECHO Y QUE CONOZCO A TRAVÉS DE LA NOTARÍA”


 

Sus novelas están cercanas al género negro…

-Si nos ponemos estrictos son policíacas, porque no hay esa denuncia social de la novela negra. Dentro de lo policíaco hay escritores que muestran lo que ocurre en los juzgados, con abogados, fiscales, como Scott Turow. El alemán Ferdinand von Schirach me encanta. Yo intento seguir este camino, aunque me falte la práctica procesal. Es decir, soy notaria, no abogada penalista ni tengo esa experiencia en los tribunales. Como lectora disfruto de las novelas negras, policíacas, aunque lea de todo. Siempre me han gustado escritores como Mankel o Fred Vargas, no porque sean historias policíacas sino porque escriben bien. Y me gusta la novela de espías, Le Carré, Cumming… Si empecé a escribir policíaco fue porque me gustaba el género como lectora y porque ofrece una estructura, un esquema al que te puedes agarrar. Tienes un crimen, un investigador, varios sospechosos… Pero no descarto en el futuro escribir algo que no tenga nada que ver.

¿De su trabajo como notaria?

-Lo he pensado. En alguna ocasión he añadido temas relacionados con el Derecho y que conozco a través de la notaría. Leí hace poco una novela de Javier Sagastiberri, Perversidad, en la que mete un caso de troncalidad. Me encantó y así se lo dije. Me gustaría hacer algo parecido, pero aún no me sale.

Llegar al último rincón del planeta

ESFERA CULTURAL

LLEGAR AL ÚLTIMO RINCÓN DEL PLANETA

JULIÁN DÍEZ,
Cuando en los años sesenta la exploración espacial consiguió retratar por vez primera la Tierra como un todo pensamos que el planeta había quedado desvelado. Los años, sin embargo, han aclarado que esa revelación es parcial. Medios como National Geographic han continuado su trabajo, y un número creciente de aficionados a la geografía insólita pueblan internet con canales de Youtube y webs, a los que en los últimos tiempos se han unido diferentes atlas de carácter heterodoxo.

Quizá el fenómeno puede remontarse al progresivo interés por los lugares abandonados. Aunque la exploración de las catacumbas de París, por ejemplo, es una actividad con notable tradición, fue en Japón a partir de los años sesenta cuando se dio un nombre a las exploraciones de territorios que quedaron afectados por la guerra mundial, en particular zonas de exclusión nuclear: haikyo. Ya en 2004 en Estados Unidos se creó un programa de televisión sobre acceso a lugares especialmente complicados, Urban Explorers, que ha tenido distintas encarnaciones hasta hoy.

Atlas Obscura.

Un paso decisivo a la popularización de estos temas lo dio el crecimiento de la revista online Atlas Obscura, que decidió ampliar su ámbito a sitios en líneas generales poco conocidos y que hubieran pasado totalmente inadvertidos al público y las guías de viajes. Estructurado en notas breves y con un fondo de material enorme gracias a su red de colaboradores por todo el mundo, Atlas Obscura ya organiza incluso viajes.

Un primer libro recopilatorio con algunas de sus historias llegó a ser el más vendido en la categoría de ensayos del New York Times en 2016 y se publicó en español un año después (Espasa). En él se da cuenta de lugares tan variopintos como el Museo Estadounidense del Cartel de Cincinatti; la estatua del filósofo Jeremy Bentham que tiene a sus pies la cabeza momificada (a la vista) del propio Bentham; o el meteorito de Hoba, el más grande que se conoce, con un peso de 60 toneladas y que se encuentra en Namibia.

A su estela, el más envidiable viajero y creador de libros de este tipo es sin duda el británico Alastair Bonnett, que lleva publicados (en España por Blackie Books) tres libros verdaderamente excepcionales: Fuera del mapa, Lugares sin mapa y el pasado año El mapa de las islas. Aunque pudiera parecer que dedicar un volumen completo a ir a islas extrañas parece algo limitado, en él Bonnett da cuenta de varias curiosidades notables. Por ejemplo, en los últimos cincuenta años sólo han emergido tres islas nuevas en el mundo por erupciones volcánicas o terremotos. Bonnett visitó una de ellas, Hunga-tonga, emergida en 2018 y que desapareció de nuevo en otro movimiento sísmico poco después de su estancia, en 2022. También comenta proyectos ya en marcha como Dogger Bank, una isla artificial en el Mar del Norte que servirá entre otras cosas para albergar a los trabajadores responsables del mantenimiento de las 10.000 turbinas eólicas que se colocarán en sus inmediaciones.

 


EN 2012 UN BARCO DESCUBRIÓ QUE UNA ISLA QUE APARECÍA INCLUSO EN GOOGLE MAPS NO SÓLO NO EXISTÍA, SINO QUE NO HABÍA EXISTIDO JAMÁS


 

Las islas son el objeto de varios libros más de interés, caso del Atlas de islas remotas de Judith Schalansky (Nórdica Libros), si bien la autora ya reconoce en la propia portada que recoge «cincuenta islas en las que nunca estuve y a las que nunca iré». También apareció un Atlas de las islas imaginarias (Libros del Zorro Rojo), de Huw Lewis-Jones, que, por supuesto menciona a la mítica octava isla canaria, San Borondón.

Esa geografía soñada es objeto igualmente de varios títulos. El atlas fantasma de Edward Brooke-Hitching (Blume) se centra en sitios que aparecen en algunos mapas, fruto de información deficiente o del capricho de sus creadores. No se trata solo de lugares legendarios: la isla Sandy, al nordeste de Australia, que llegó a aparecer en Google Maps, fue visitada en 2012 por un buque oceanográfico francés para descubrir que, simplemente, ni existe ni es posible que haya existido nunca dada la profundidad de las aguas en el lugar.

Atlas inimaginables.

Atlas de los lugares malditos de Olivier Le Carrer (Geoplaneta) da cuenta tanto de lugares con antiguas leyendas en su contra, como el castillo de Montsegur francés, como de otros de triste fama actual, como el bosque de los suicidas de Aokigahara, en Japón. También tienen un aura siniestra buena parte de los lugares recogidos en el Atlas de las ciudades perdidas por Aude de Tocqueville (Geoplaneta), caso de Prora, un gigantesco centro de vacaciones creado por el III Reich y jamás utilizado, o Centralia, un pueblo estadounidense en el que en 1962 se prendió una hoguera en unas fiestas y debió ser abandonado oficialmente en 2002 cuando se cumplieron cuarenta años sin que el fuego se pudiera apagar, ya que alcanzó una mina de carbón que se cree que seguirá ardiendo cientos de años.

 


LAS FRONTERAS ENTRE BÉLGICA Y HOLANDA SON TAN INTRINCADAS QUE LLEGAN A PASAR POR DOMICILIOS PARTICULARES


 

También la geografía estrictamente política cuenta con algunos títulos destacados. Es el caso del Atlas de fronteras insólitas de Zoran Nikolic (Geoplaneta), que da una explicación somera pero suficiente de las intrincadísimas delimitaciones entre Bélgica y Holanda (que en ocasiones llegan a pasar por mitad de domicilios particulares) o de casos como el del enclave ruso de Dubki. Se trata de un pueblo de diez habitantes en medio de territorio estonio, que ve el resto del suelo ruso al otro lado de un lago. Está prohibido detenerse en la carretera que pasa por el lugar, de propiedad estonia.

En una línea similar, Atlas de países que no existen, de Nick Middleton (Geoplaneta), reseña fronteras polémicas, discutidas o directamente imaginarias, pero que en algunos casos podrían tener consecuencias que lleguen al primer plano de las noticias. Es el ejemplo de Transnistria, la provincia secesionista moldava que mantiene un régimen estalinista y sólo obedece órdenes rusas, y que es un potencial foco de problemas en la actual situación geopolítica.

Revista online Atlas Obscura.
Curiosidades españolas

Varios lugares de nuestro país suelen aparecer entre los rincones destacados en estos libros y no suelen ser conocidos por buena parte del público. Aquí escogemos tres de ellos:

  • La frontera más pequeña del mundo. Con 84 metros de longitud, está en el istmo que une a la costa africana con el Peñón de Vélez de la Gomera, plaza de soberanía española desde 1564 que hoy sólo alberga un faro y una reducida guarnición militar.
  • El único territorio que cambia de soberanía cada seis meses. La Isla de los Faisanes, en el río Bidasoa, es territorio español entre febrero y julio, y francés entre agosto y enero. Aunque hoy no tiene trascendencia de ningún tipo, en 1659 Felipe IV de España y Luis XIV de Francia firmaron en el lugar el Tratado de los Pirineos.
  • El país desaparecido entre España y Portugal. Desde la Edad Media y hasta 1864, el Coto Mixto fue un microestado de 37 kilómetros cuadrados y un millar de habitantes situado en lo que hoy son tres pueblos de la provincia de Ourense y unas hectáreas en territorio luso. Usado como refugio de bandidos y contrabandistas, y sin mayor trascendencia política, fue borrado de un plumazo en un acuerdo entre los dos países vecinos.

Tres libros del británico Alastair Bonnett publicados en España por Blackie Books.
OTRAS FUENTES

Interesante recopilación de lugares abandonados en España que es factible visitar en la mayoría de los casos sin mayores riesgos 

Canal de Youtube dedicado a curiosidades geográficas 

Entrevista a Cecilia Lavilla Berganza, soprano

ESFERA CULTURAL

CECILIA LAVILLA BERGANZA,

SOPRANO

JUAN ANTONIO LLORENTE

«Quiero hacer mucha música española»

Hace ahora un año que nos dejó la mezzosoprano madrileña Teresa Berganza, una de las grandes voces de la Historia. Un momento oportuno para hablar con Cecilia, la menor de sus hijos, nacidos del matrimonio con el pianista y compositor Félix Lavilla. La única que ha decidido transitar por el mundo de la voz, buscando siempre, dice, nuevos retos al servicio de la música y la cultura, alternando en sus actuaciones obras familiares del repertorio con los estrenos de nuevos creadores. Una actitud similar a la que caracterizó la carrera de su madre, de quien, además del gusto y del buen hacer, ha heredado la expresión, la sonrisa y una mirada que a nadie deja indiferente.

-En casa, de tres hermanos sólo usted ha recogido el testigo de su madre.

Eso es mucho decir. Recoger su testigo es muy difícil. Creo que lo que más pesó en la decisión tiene que ver con haber vivido siempre en la música, mis hermanos y yo. Teniendo en casa esos dos figurones, es fácil imaginárselo. La tentación de cantar la tuvimos todos nosotros. Por mi parte, quizá por no atreverme a recoger ese testigo, siendo muy jovencita empecé a estudiar baile, luego teatro, después decoración… Y cuando por fin tuve mi carrera terminada, dije: voy a probar. Porque mi madre insistía siempre en que lo hiciera.

-Incluso para animarla le subió al escenario para actuar con ella…

Me llevó a bailar en dos montajes de Carmen que ella protagonizaba. La primera vez, en Hamburgo, para la conocida producción de Edimburgo, haciendo lo que en el estreno se le había encomendado a Mariemma. Como en aquella ocasión Mariemma no podía, me preparó a mí para bailar ese trocito del segundo acto en la taberna. La segunda vez fue en la Opéra Comique de París.

-¿Fueron sus debuts escénicos?

Durante el tiempo que pasé estudiando danza con Rosella Hightower, hicimos muchos espectáculos con la propia escuela. Pero en teatros de grandes dimensiones, fueron las primeras veces.

-¿No le dieron ganas de seguir?

No. Además, poco tiempo después dejé el baile y, tras una etapa haciendo teatro, que también me gustaba mucho, como todo lo que tenía que ver con las artes escénicas, empecé a estudiar en Madrid la carrera de Diseño de Interiores. Cuando la terminé, pensé que había llegado el momento de formarme a conciencia en el mundo del canto.

 


SIENDO MUY JOVENCITA EMPECÉ A ESTUDIAR BAILE, LUEGO TEATRO, DESPUÉS DECORACIÓN… Y CUANDO POR FIN TUVE MI CARRERA TERMINADA, DIJE: VOY A PROBAR (EL CANTO)


 

-¿Todo le ha servido por igual a la Cecilia cantante?

Todo nos sirve para ser quienes somos. El baile me ha servido mucho como disciplina, a la hora de desenvolverme frente al público. Como forma de vida, quizá más comprometida en el aspecto corporal que la del cantante, que a su vez es mucho más delicada. Pero también me han servido el teatro y hasta, diría, la decoración. Siempre he dicho que soy una mujer multitarea, por todas las cosas que he simultaneado, y sigo haciendo.

-En el terreno vocal, ¿optó por una enseñanza reglada o tenía en casa la mejor escuela?

Tal vez lo hubiera necesitado, pero yo lo hice todo, digamos, en casa. Mi madre me mandó primero con Isabel Penagos, y fue un tiempo maravilloso el que pasé con ella, porque puso a funcionar todo el instrumento. A la vez, empecé clases de repertorio con mi padre, dedicándole cada semana las horas que hicieran falta. Me sometí a una disciplina impresionante. Más tarde, cuando ya estaba preparada para cantar, mi madre tomó las riendas de todo. Y por supuesto, todo lo vivido en casa estaba ahí.

-Los apellidos marcan. En su caso ¿a favor, en contra?

A favor, en lo personal. Las experiencias que hemos vivido, criándonos en el ambiente musical y cultural que tuvimos, es un lujo. A la hora de trabajar en lo mismo que brillaron nuestros padres, tal vez marcan un poco más en contra. Porque se busca siempre que seamos iguales que ellos. Y si eso no se pretende, es complicado.

-¿Usted no lo pretendía?

No. Sería absurdo pretender ser igual y querer hacer lo mismo que Teresa Berganza, que sólo hay una…

-¿Y cuántos Felix Lavilla?

Uno también. Entonces, lo que hay que hacer es aprender de esas circunstancias. Tirando adelante con mucho trabajo, entendiendo con claridad dónde estás. Lo inteligente es saber dónde está cada uno en cada momento. Y qué puede hacer.

-¿Cuáles son los recuerdos más valiosos de cada uno de ellos?

¡Hay tantos! De mi madre, lo más importante siempre que trabajaba con ella eran la dedicación y la seriedad: en el texto, en la emoción y en todo lo relativo a la música. Con ella, aparte del aspecto técnico, se trabajaba muchísimo el lado emocional. Exigía que cada cosa estuviese en su sitio, y que fuera muy acorde con lo escrito; con lo que estabas diciendo y con lo que estabas cantando. De mi padre destacaría el rigor absoluto, repitiendo hasta la saciedad hasta encontrar el resultado apetecido. Recuerdo cosas que se me han quedado desde entonces a base de repetirlas tantas veces. Era muy duro, pero sabes que cada vez que cantas aquello, te viene todo el mundo de trabajo que hay detrás.

-Decía que Teresa hay sólo una, y pensando que usted ha grabado las canciones que su padre escribió para ella, después de habérselas escuchado… ¿Cómo las abordó?

Con mi padre directamente, que aún vivía. Fue con él, cuando un alumno suyo, Josu Okiñena, con quien grabé las canciones, quiso hacer toda su obra para voz y piano.

-¿Las remodeló a su medida?

No creo que mucho, pero todos evolucionamos, y también la obra, que está viva. La ajusté más a mi momento, después de asimilar lo que había escuchado. Pero teniendo allí al autor, era él quien decía qué quería y cómo.

-En el perfil que aparece en su página, un crítico le adjudica como dones sabiduría y maestría ¿Se reconoce en el retrato?

Me cuesta trabajo. Sé que estoy siempre buscando, intentando encontrar cosas nuevas, y que todo esté en su sitio y de la mejor manera posible. Pero no sé reconocerme en esas alabanzas.

-Dice también que está absolutamente segura de sí misma.

Eso es lo que parece (risas). Cuando era joven, menos, también es verdad. Ahora mucho más, porque con los años aprendes a manejar tus capacidades. Llegamos a saber cuáles son y cómo manejarlas, y eso da bastante seguridad.

-Cuando opta en sus programas por la zarzuela, género en el que su madre estuvo universalmente reconocida, ¿sabe marcar su personalidad?

Intento cantar cosas que se adaptan a mi voz y a mi estilo, sin entrar en aquellas que eran muy suyas. Aunque a veces las hago sin ningún tipo de problema, cuando encajan en el programa que propongo, porque veo que se ajustan a mí. Algo genético habrá, pero mi preocupación se centra siempre en lo que la partitura pide. Sobre todo, en la música española, porque quiero hacer mucha música española. La de mi padre, que he mamado desde que nací, me siento segura al cantarla, con el convencimiento de hacerlo bastante bien.

-Al plantearse una carrera, ¿valoró la valentía de su madre aceptando la suya?

Por supuesto. Protagonizó un momento dorado de la ópera y de la lírica en general, pero fue con muchísima entrega y un enorme trabajo. Lo podíamos comprobar cuando íbamos con ella. Nos llevaba siempre que podía: cuando éramos pequeños, en nuestras vacaciones de verano…

-Aprendiendo tan de cerca, habiéndose formado en tantas disciplinas escénicas, parece haber temido los grandes formatos. Hace años que no encara ninguna ópera. ¿Por miedo, por las cargas familiares?

Más allá del miedo, soy muy sincera. Y en un momento dado, cuando empecé, sin ser tan joven como cuando mi madre dio sus primeros pasos, las audiciones para teatros y óperas grandes no funcionaron. Y no pasa nada. A lo mejor la voz no estaba aún hecha del todo. O buscaban que fuese otra voz. O la mía no era lo suficientemente grande para lo que pretendían. Decidí entonces que, si no me querían en un sitio determinado, había otros. Y mucho que hacer. No hay que empeñarse en estar donde otros no quieren que estés. En el Teatro Villamarta de Jerez es donde más ópera he hecho, y he disfrutado muchísimo en cada una de las producciones. La última en la que participé fue también en una de Carmen, donde hacía la Frasquita. Me ha gustado mucho hacerlas.

Por otra parte, me entusiasmaban la música de cámara, el recital y todo ese entorno. Decidí que podía ser muy feliz, como lo he sido y lo soy, haciendo producciones en ese formato.

-Hace mucho recital…

Sobre todo, con Miguel Ituarte, mi pareja, y es otra gozada, porque es un trabajo al milímetro: de estilo, de indagar en repertorios, tratando de que todo esté en su sitio… He tenido mucha suerte de estar rodeada siempre de maravillosos músicos y personas. Como otro pianista, Juan Antonio Álvarez Parejo, con quien trabajé anteriormente. Pero también me gusta mucho cantar con guitarra. Hice un dúo durante muchos años con guitara romántica y un contratenor y me encantaba, porque la música del XIX me gusta mucho.

 


TONADILLAS HE HECHO MUCHAS TAMBIÉN Y HE DISFRUTADO INTERPRETÁNDOLAS. AUN TENIENDO UN FORMATO MÁS BIEN PEQUEÑO, ME PARECE UN GÉNERO MARAVILLOSO


 

-Empezando por las tonadillas, que llevó al disco con el Ensemble Elym.

Tonadillas he hecho muchas también y he disfrutado interpretándolas, incluidas en producciones cuando he podido. Aun teniendo un formato más bien pequeño, me parece un género maravilloso. Divertido y dificilísimo. Parecen sencillas, pero son muy complicadas. Hice muchas con Alicia Lázaro, y con escena, cuando estaba empezando, llegué a participar incluso en un montaje de Emilio Sagi en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.

-¿El repertorio contemporáneo le atrae?

También. Hace poco hice con Miguel el ciclo de Jesús Torres Cinco Canciones de Aleixandre. Y como cuando digo que vamos, vamos a por todas, hemos hecho hasta lied alemán. O las canciones en polaco de Chopin… Pero donde más cómoda me siento, además de con la canción española, es con la francesa, ya sea más contemporánea o más clásica. Por haber estudiado allí y porque a través de mi madre, que trabajó mucho en Francia, mamé mucho esa cultura.

-¿Hay algo que le apetezca especialmente en este momento de su vida y su carrera?

Se me ocurre que poder grabar algunas cosas de las que he hecho. Pero ahora es muy complicado que te lo ofrezcan. La mayoría lo hace por su cuenta. A lo mejor llega, pero hay que encontrar el momento, el sitio, decidir qué grabas… Si tiene que llegar, llegará, pero tampoco me quita el sueño si no se da la circunstancia. Voy mucho a lo que marca el día a día.

-¿Alguna obsesión en el camino?

Obsesiones me he quitado casi todas. No valen la pena. Hay que aprovechar lo que va viniendo.

DÓNDE ENCONTRARLA

Al tiempo que imagina nuevos contenidos para sus conciertos, Cecilia Lavilla Berganza repone la muestra que se pudo ver en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, con los trajes creados por el diseñador de moda italo-francés Loris Azzaro para su madre, y prepara para el homenaje las doce Canciones Xacobeas que Antón García Abril le dedicó.