Pensiones: una reforma a debate

EN ESTE PAÍS

PENSIONES: una reforma a debate

CARLOS CAPA

LAS ORGANIZACIONES PATRONALES (CEOE, CEPYME Y ATA) HAN MANIFESTADO SU «FRONTAL OPOSICIÓN» A LA REFORMA

La Unión Europea revisará la eficacia del nuevo sistema en los próximos cinco años.

El pasado 1 de abril entró en vigor el Real Decreto-ley 2/2023 de medidas urgentes para la ampliación de derechos de los pensionistas, la reducción de la brecha de género y el establecimiento de un nuevo marco de sostenibilidad del sistema público de pensiones, que sustituye el llamado factor de sostenibilidad por el nuevo Mecanismo de Equidad Intergeneracional, conocido como MEI.

El MEI es aplicable a las bases de cotización por contingencias comunes y afecta a los trabajadores en situaciones de alta o alta asimilada de todos los regímenes del sistema de la Seguridad Social, pretendiendo reforzar a la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) y aumentar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la conocida como la hucha de las pensiones, en la próxima década.

Por lo que respecta a los trabajadores autónomos, estos empezarán a cotizar en relación con sus ingresos reales estableciéndose quince tramos de cotización.

Opiniones enfrentadas. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha elaborado un informe sobre esta reforma en el que indica que su aplicación representa “la cuasi-congelación de la pensión máxima hasta 2050” y que “supondrá un aumento de los impuestos al trabajo en España”. En concreto, al final del periodo transitorio de cada medida, la reforma representará 0,9 puntos de PIB de impuestos adicionales, es decir, unos 12.000 millones (tomando la cifra del producto interior bruto de 2022). Así, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) supondrá un aumento de la recaudación de cuatro décimas del Producto Interior Bruto (PIB). El incremento de las bases máximas de cotización generará ingresos al sistema por otras cuatro décimas del PIB y la cuota de solidaridad (cotización de entre el 5,5% y el 7% a las rentas que excedan la base máxima de cotización) aumentará los impuestos al trabajo en una décima. Adicionalmente, la AIReF estima que el impacto de la reforma al sistema de cotizaciones del régimen de autónomos tendrá un impacto de cinco décimas del PIB una vez finalice el periodo transitorio.

Las organizaciones patronales (CEOE, CEPYME y ATA) han mostrado su “frontal oposición” a la reforma que consideran “regresiva” y “populista” y consideran que “mermará los salarios incrementando los costes laborales y poniendo en peligro la creación de empleo”.

En un informe elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), titulado La subida de las cotizaciones sociales. Análisis y consecuencias en la economía española, se advierte que el aumento de los costes por la revalorización supondrá un desequilibrio económico del sistema en el largo plazo, con una caída del 0,6% del PIB y la pérdida de entre 100.000 y 190.000 puestos de trabajo. Cifras que, según el informe, podría duplicarse o triplicarse “si se producen nuevos aumentos de las cotizaciones sociales”.

 


LA AUTORIDAD INDEPENDIENTE DE RESPONSABILIDAD FISCAL INDICA QUE SU APLICACIÓN SUPONDRÁ “LA CUASI-CONGELACIÓN DE LA PENSIÓN MÁXIMA HASTA 2050″


 

El Banco de España también ha analizado el impacto del nuevo sistema y en uno de sus Boletines Económicos señala que “el crecimiento de la base máxima de cotización tendrá un impacto desigual entre trabajadores y empresas ya que, entre otras características, los trabajadores en edades medianas y con mayor cualificación y las empresas grandes exhiben con más frecuencia bases de cotización topadas por el máximo legal y tendrá un efecto desigual a lo largo de la distribución de los salarios”. El estudio del Banco de España reconoce que la reforma podría incrementar los recursos de la Seguridad Social en un 0,9 % del PIB en 2050, pero advierte que este aumento podría ser menor si los mayores costes labores afectan negativamente a la competitividad, los salarios o el empleo.

Impacto en las empresas. Según el director del área fiscal de pensiones de la consultora KPMG, Álvaro Granado, estos cambios “no supondrían un ahorro en nuestro sistema de pensiones”. En su opinión, el impacto que estas medidas tendrían en la empresa sería el de un incremento en sus costes laborales por cotizaciones. Así, una empresa que hasta el año 2022 tenía un coste de Seguridad Social del 30,3%, en 2023 asumiría un 30,80%, porcentaje que iría incrementado progresivamente hasta el año 2045, con el consiguiente impacto en el coste empresarial.

Para Álvaro Granado, desde el punto de vista del trabajador la reforma “podría considerarse como una medida recaudatoria” fundamentada en la solidaridad del sistema, como ocurriría con cualquier impuesto o tasa, aunque en este caso sería la empresa o el propio trabajador autónomo quien la soportaría.

Habrá que ver cómo afrontan las empresas estas medidas y el posible impacto que las mismas puedan tener en el empleo y en el crecimiento empresarial para sacar conclusiones sobre si será conveniente o no la implementación de nuevas medidas.

 


EL BANCO DE ESPAÑA HA SEÑALADO QUE EL CRECIMIENTO DE LA BASE MÁXIMA DE COTIZACIÓN TENDRÁ UN IMPACTO DESIGUAL ENTRE TRABAJADORES Y EMPRESAS.


 

Por su parte los sindicatos CC.OO. y UGT se han mostrado favorables a esta reforma, respaldando con su firma el proyecto gubernamental ya que consideran que “garantiza la viabilidad, equidad y suficiencia de las pensiones”, y proporciona más protección y certezas para los próximos 25 años, subiendo ingresos sin recortar las pensiones.

También la Unión Europea (UE) ha dado por bueno el nuevo sistema de previsión social, lo que permitirá al Estado el acceso al siguiente tramo de los fondos Next Generation, vinculados al cumplimiento de determinadas normas fiscales y de déficit, y que tiene un monto de 10.000 millones de euros, aunque sotto voce los técnicos comunitarios advierten de que será necesario hacer una evaluación de la eficacia y sostenibilidad de los cambios en los próximos cinco años.

El nuevo modelo de pensiones

El nuevo modelo, aprobado en el Congreso de los Diputados por un estrecho margen, supone un incremento del 0,6 % de la cotización a la Seguridad Social por parte de las empresas y de los trabajadores. Concretamente, un 0,5 % a cargo de la empresa y un 0,1 % del trabajador.

Los trabajadores autónomos empezarán a cotizar en relación con sus ingresos reales estableciéndose quince tramos de cotización.

Debate dentro y fuera de nuestras fronteras

El debate sobre la reforma de las pensiones no es exclusivamente español, sino que afecta -al menos- a todo el espacio europeo, al ser comunes elementos como la prolongación de la esperanza de vida, el impacto de la transformación tecnológica, la baja natalidad, etc.

Así, en Francia la decisión del presidente Manuel Macrón de adoptar por Decreto medidas como el retraso de la edad de jubilación de los 62 a los 64 años y el incremento hasta los 43 años del periodo de cotización, requerido para cobrar el 100% de la pensión, han originado una importante contestación social. Otros países como Italia, Grecia o Alemania también están inmersos en reformas de mayor o menor calado, aunque todas tienen como denominador común el retraso de la edad de jubilación y el aumento de los años de cotización. Modelo diferente es el adoptado por Suecia hace ya varias décadas, optando por un sistema mixto de aportaciones públicas y fondos privados alimentados por empresas y trabajadores.

PARA SABER MÁS

Texto del Real Decreto-ley 2/2023 por el que se reforma el sistema de pensiones.

Estudio del Banco de EspañaUn análisis de la incidencia del incremento de las cotizaciones sociales aprobado en 2023”.

Informe del Instituto de Estudios Económicos sobre las consecuencias en la economía española de la subida de las cotizaciones sociales.

«Pensiones, una reforma necesaria», por Antonio Garamendi

EN ESTE PAÍS

ANTONIO GARAMENDI,
presidente de CEOE

“El sistema necesita, también, medidas que impulsen la previsión social complementaria, como ya sucede en los países más avanzados de Europa”

Pensiones, una reforma necesaria

Las crisis provocadas por la irrupción del COVID-19 y por la invasión de Ucrania por parte de Rusia han configurado un nuevo escenario geopolítico y un nuevo marco económico y social complejos y marcados por la incertidumbre y la volatilidad. Pero, también, han puesto de manifiesto la urgencia de encontrar soluciones a desafíos que ya estaban ahí antes pero que ahora son aún más evidentes.

Entre estos retos están los relativos al envejecimiento de la población, la calidad de vida de las personas de más edad y la necesidad de adaptar el Estado de Bienestar y nuestro sistema de protección a una sociedad que, cada vez, va a ser más longeva.

Se trata de un asunto fundamental para el futuro de España y sobre el que estamos obligados a reflexionar para poder ofrecer soluciones realistas y viables.

España es uno de los países que está sufriendo un proceso de envejecimiento más intenso. Las proyecciones demográficas apuntan a que, en los próximos 30 años, la esperanza de vida de los españoles aumentará hasta en tres años y que, para 2050, uno de cada tres ciudadanos tendrá 65 años o más.

Esta tendencia impactará negativamente en la relación entre el número de pensiones y el número de personas en edad de trabajar, casi duplicándola. La previsión es que, para ese año, por cada mayor sólo haya 1,7 personas con edades entre 16 y 64 años, frente a las 3 personas que hay en la actualidad.

Una transformación de la pirámide demográfica que supone un reto por sus implicaciones en el crecimiento de la economía o en áreas como la sanidad, la educación, la dependencia y, por supuesto, el sistema de pensiones. Según las últimas estimaciones de organismos como la AIREF, el gasto público en pensiones puede alcanzar a mitad de siglo hasta el 16,3% del PIB, frente al 13,6% actual. A día de hoy, esto supondría unos 35.000 millones de euros más de gasto.

Con este escenario, y por responsabilidad, estamos obligados a afrontar el debate sobre el futuro de las pensiones en España con cierta urgencia y tomando decisiones de fondo. Con medidas que se alejen del cortoplacismo y garanticen, realmente, un sistema que sea sostenible y suficiente y en el que la equidad intergeneracional esté asegurada. Una reforma necesaria y de calado que debe adoptarse en diálogo con los agentes sociales y en el marco del Pacto de Toledo.

Sin embargo, lamentablemente, las últimas decisiones adoptadas por el Gobierno no han ido en este sentido. Desde CEOE, así como también desde CEPYME y ATA, hemos expresado públicamente, ya el pasado mes de marzo, nuestro rechazo a la última reforma impulsada por el Ejecutivo.

Una reforma que ahonda en los desequilibrios que padece el sistema, que daña la competitividad de las empresas, reduce la renta disponible de las familias y, en definitiva, pone un freno a la actividad y a la creación de empleo.

Porque el sostenimiento del sistema se hace recaer en los trabajadores y las empresas optando por una subida generalizada de cotizaciones que va a suponer una merma de los salarios de todos los trabajadores y que incrementa los costes laborales para el tejido empresarial.

La reforma es, también, regresiva en toda su extensión porque implica más años de trabajo, más esfuerzo contributivo y menos pensión para quienes, en la actualidad, están en el mercado laboral.

Los cambios aprobados, además, van a incrementar el desequilibrio financiero del sistema, en una cifra que será equivalente al 1,1% del PIB en 2050. Y, en conjunto, pueden situar el déficit de las cuentas públicas en el entorno del 8% del PIB y elevar la deuda hasta el 150%.

En suma, se trata de una reforma que no afronta el verdadero problema de nuestro sistema: el desequilibrio entre crecimiento de población activa, crecimiento de pensionistas, esperanza de vida y tasa de reemplazo de las pensiones.

Es por ese camino por el que tendrán que ir las medidas que, necesariamente, habrá que adoptar para garantizar el futuro del sistema de pensiones. Un futuro que pasa por repartir la carga de las pensiones en los tres pilares de nuestro modelo: pensiones públicas, ahorro colectivo y ahorro individual. Porque el sistema necesita, también, medidas que impulsen la previsión social complementaria, como ya sucede en los países más avanzados de Europa.

Y esto tiene que incluir los planes de pensiones individuales, muy afectados por la reducción de desgravaciones acometida por el Gobierno en los últimos años. Es un error promover la previsión social colectiva a costa de los planes individuales porque ambas patas son fundamentales y necesitan incentivos suficientemente atractivos.

En lugar de una reforma que resta competitividad a nuestra economía, que aumenta las cotizaciones de quienes ya trabajan, perjudica el crecimiento y la creación de empleo y que dificulta la retención del talento, se debería impulsar un entorno propicio para el desarrollo de la actividad de las empresas.

Un entorno con capacidad para atraer inversiones, que favorezca la llegada y la creación de empresas y, de este modo, la creación de más empleo. Porque apostar por la creación de empleo, apostar por las empresas, es una vía que permite aumentar la recaudación por cotizaciones sin perjudicar ni el crecimiento ni la competitividad de nuestra economía y que contribuirá, sin duda, a impulsar la necesaria sostenibilidad de nuestro sistema.

Cátedra del Prado

FUNDACIÓN NOTARIADO

www.fundacionnotariado.org

CÁTEDRA DEL PRADO

REDACCIÓN
Nos encaminamos a una nueva edición de la Cátedra del Prado que patrocina la Fundación Notariado desde 2019. La de este año estará dirigida por el catedrático de Bellas Artes, Alexander Nigel y dará comienzo en noviembre. En las cuatro conferencias y cuatro seminarios que la conforman se estudiarán los cambios de paradigma en las relaciones de escala en la pintura europea de la Edad Moderna.
Página web del Museo del Prado.

Las conferencias son gratuitas para estudiantes, profesionales y público en general previa inscripción; los seminarios están dirigidos a jóvenes profesionales.

La Fundación Notariado, con motivo del convenio firmado con el Museo del Prado para el patrocinio de la cátedra, otorgará 20 becas para jóvenes que no superen los 35 años y posean una titulación superior relacionada con los contenidos de los seminarios. La selección de estudiantes se realizará por el Museo Nacional del Prado tras analizar su expediente académico, perfil formativo e interés por el seminario elegido, que deberán demostrar mediante la presentación de un breve texto a modo de carta de motivación. Los seminarios tendrán lugar los viernes posteriores a la celebración de las conferencias y profundizarán en los contenidos analizados en ellas.

Alexander Nagel es catedrático en el Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York. Experto en el arte europeo tardo-medieval y moderno temprano, y estudioso de los tamaños y perspectivas de las figuras representadas en los cuadros. Desde 2022 es editor jefe de la revista I Tatti Studies, publicada por el centro de Estudios del renacimiento Italiano de la Universidad de Harvard en Villa I Tatti.

Cuatro años de colaboración. Hasta el momento la Fundación Notariado ha patrocinado cuatro cátedras. Cuatro miradas académicas para un mayor conocimiento de las obras de una de las grandes pinacotecas del mundo.

2019: Rondas del Prado: En el jardín de las imágenes. Dirigida por Antonio Muñoz Molina, escritor y académico de la Real Academia Española. Como si fuera una crónica o un cuaderno de notas, Muñoz Molina ofreció la mirada de un visitante que se fija en cosas distintas, que encuentra matices nuevos, que deambula por diferentes épocas… A lo largo de sus conferencias propuso una secuencia de rondas o aproximaciones al Museo del Prado. Una contemplación estética, centrada en valores puramente visuales tanto del relato central como de lo que sucede en los márgenes, en los segundos planos; lo visible y lo invisible. En la última ronda se acercó a la materialidad de la obra y al oficio del pintor.


LAS CONFERENCIAS SON GRATUITAS PARA ESTUDIANTES, PROFESIONALES Y PÚBLICO EN GENERAL PREVIA INSCRIPCIÓN


2020: Seminario online Imágenes de la otra Edad Media. Dirigido por Joan Molina, jefe de departamento de Pintura gótica Española del Museo Nacional del Prado y profesor titular de Historia del Arte de la Universitat de Girona. El incendio de la catedral de Notre-Dame de París y la conmoción que supuso en medio mundo puso de relieve, según Joan Molina, hasta qué punto somos hijos de la Edad Media, una época que no fue tan oscura ni tenebrosa. En sus conferencias se refirió a la auténtica y variada explosión de imágenes que tuvo lugar en la época de las catedrales: desde poderosos iconos sagrados hasta ejércitos de divertidas criaturas fantásticas, como dragones o unicornios, pasando por centenares de representaciones de santos y pecadores, de damas y caballeros, de ángeles y demonios.

2021: Arte medieval. Encuentros entre museos e iglesias. Dirigida por Justin Kroesen, catedrático de Historia cultural en la Universidad de Bergen, comenzó su reflexión sobre los dos marcos diferentes, aunque paralelos de las obras: los museos y las iglesias, sus dos canteras históricas. ¿cómo tender un puente entre ambos y entender las piezas en su contexto original, que en muchos casos no se conserva? Analizó el altar como escenario para el arte de la Edad Media: la decoración de la mesa, como el foco central de cada templo, y el retablo, una de las más importantes piezas de las artes del altar.

2022: Representar edificios, construir cuadros. La arquitectura en la pintura. Juan Calatrava, catedrático de Historia de la Arquitectura de la Universidad de Granada, reflexionó sobre la ciudad como instrumento de poder, como objeto de estrategia militar, como elemento propagandístico y como muestra de nuevos modos de vida. Las pinturas nos enseñan espacios austeros o lujosos de santos y padres de la Iglesia; los estragos del tiempo en los edificios, y las transiciones entre interior y exterior, privado o público, casa y calle, por poner algunos ejemplos.

Página web del Museo del Prado.

Cátedra 2023

La cátedra 2023 sobre los Cambios de paradigma en las relaciones de escala en la pintura europea de la Edad Moderna ofrecerá las siguientes conferencias y posteriores seminarios:

2 de noviembre. Reinvenciones de la escala en la pintura europea temprana.

16 de noviembre. La revolución de la obra a escala natural en la pintura europea.

23 de noviembre. Dioses y hombres, Dios hecho hombre.

30 de noviembre. Gigantes y gente pequeña.

Para apuntarse habrá que rellenar el formulario que estará disponible en la página web del Museo Nacional del prado del 2 al 24 de octubre. Las plazas se otorgarán por riguroso orden de inscripción. Al finalizar el curso se entregará un certificado de asistencia a quienes hayan atendido a las cuatro conferencias.

MÁS INFORMACIÓN

Entrevista a Patricia Arrizabalaga, magistrada del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco

EN CURSO LEGAL

PATRICIA ARRIZABALAGA ITURMENDI

Magistrada del tribunal superior de justicia del país vasco

«Todos precisaremos en algún momento de medidas de apoyo»

ÁLEX OVIEDO

La magistrada Patricia Arrizabalaga participó en San Sebastián en el curso de verano Persona, Empresa y Tecnología, organizado por el Consejo General del Notariado. En él habló sobre los Aspectos prácticos de las medidas de apoyo. Actualmente es delegada del Foro Justicia y Discapacidad del Consejo General del Poder Judicial en la Comunidad Autónoma del País Vasco.

«ES NECESARIA LA COLABORACIÓN DE LO PÚBLICO Y PRIVADO EN FAVOR DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD»

Patricia Arrizabalaga nació en Bilbao, aunque pasó su infancia y adolescencia en Ceuta. Estudió en la Universidad de Deusto y opositó a magistratura, una profesión a la que quería dedicarse desde joven. Su primer destino fue la localidad guipuzcoana de Eibar, después Vitoria, y finalmente Bilbao, donde descubrió, en el Juzgado especializado en materia de discapacidad en el que sirve, «un mundo que solo me ha aportado cosas buenas, profesional y personalmente».

–Hace ya dos años entró en vigor la Ley 8/2021, de 2 de junio, por la que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica. ¿Cuáles son sus novedades significativas?

–Destacaría las siguientes: las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica, entendida como aptitud para actuar en el tráfico jurídico, son iguales a las demás, y, en consecuencia, tomarán ellas sus decisiones, en su caso con los apoyos que precisen, los justos y necesarios, ni más ni menos. En segundo lugar, la desjudicialización de su vida, hasta donde sea posible, dando preferencia absoluta a las medidas voluntarias de apoyo de las que se provea la propia persona, y en las que los notarios juegan un papel esencial. Por último, reconociendo una realidad social, y es que la guarda de hecho en muchísimos casos funciona como apoyo adecuado y suficiente.

–¿Qué cambia con respecto a la normativa anterior?

–Debe cambiar todo, si se aplica atendiendo a su espíritu y finalidad, que son sustancialmente los de la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad. Aunque para que el cambio sea real y efectivo es precisa una transformación radical de mentalidad, no solo de los operadores jurídicos sino social, cultural, educacional. Tenemos la obligación de hacer pedagogía. La persona con discapacidad se sitúa en el centro mismo del sistema, es la protagonista absoluta, y así debe ser, desde un modelo social de derechos humanos.

–¿A qué llamamos persona con discapacidad?

–La discapacidad como circunstancia, no como esencia que define a la persona, es un concepto heterogéneo, que incluye realidades diversas, es dinámico. Pero desde un punto de vista jurídico, en el ámbito de la Ley 8/2021, es la que afecta únicamente al ejercicio de la capacidad jurídica, principalmente las discapacidades intelectual y psicosocial en la medida en que incidan en las facultades intelectivas y volitivas de la persona. Debemos ser conscientes de que todos nosotros, solo por el hecho natural de envejecer, precisaremos en algún momento de medidas de apoyo. Considero muy interesante que se extienda la cultura de la necesidad de planificar, a través de medidas voluntarias, los apoyos que queremos.

–¿Qué es una medida de apoyo?

–El apoyo es un concepto muy amplio, pero en lo que aquí interesa, es el que permite ejercer la capacidad jurídica referida antes; más concretamente, la Ley contempla las medidas voluntarias, la guarda de hecho y las judiciales –la curatela y el defensor judicial–, siendo estas las que deben entrar en juego en último lugar.


«EL DESCONOCIMIENTO DE LA LEY 8/2021 ES TRISTEMENTE MUY RELEVANTE. OPERADORES JURÍDICOS Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DEBEMOS DARLA A CONOCER»


–¿Qué es la guarda de hecho?

–Es una medida informal de apoyo, que no precisa de investidura judicial, de una resolución judicial que la declare o constituya. Es el apoyo que se le proporciona a la persona con discapacidad por quien más próximo está a ella, generalmente, en su entorno familiar, debiendo ser adecuado y suficiente. Cuestión distinta es la problemática de su prueba, en la que son muy interesantes las actas de notoriedad y también los protocolos firmados con la Banca para que se avance en su reconocimiento efectivo como medida de apoyo.

–¿Y la curatela? ¿Hay diferencias sustanciales con la tutela? ¿Son conceptos distintos?

–Son radicalmente diferentes: la tutela de personas mayores de edad (o menores emancipados) prevista en la legislación anterior suponía la «muerte civil» de la persona con discapacidad, a quien literalmente se le sustituía en la toma de decisiones que le concernían, tanto personales como patrimoniales, quedando aislada, al margen de su propia vida. La curatela es otra cosa: tiene que ver con el cuidado de la persona con discapacidad, en el sentido precisamente de asistirla, acompañarla, informarla en su toma de decisiones. Una toma de decisiones, como regla general, le pertenece a ella, sin circunscribirse a aspectos económicos o patrimoniales, sino a decisiones de trascendencia personal. No debe inducir a confusión la curatela representativa, excepcional en el nuevo sistema, que solo entrará en juego cuando se constate la imposibilidad absoluta de autodeterminación. Pero, y esto es importante, incluso debe entenderse no como sustitución sino como reconstrucción o interpretación de la voluntad de la persona, atendiendo a su trayectoria vital, creencias, valores, los factores que hubiera tomado en consideración si no hubiera precisado de dicha medida.

–¿Qué obligaciones tiene el curador? ¿Quién puede serlo?

–Destacaría el respeto a la voluntad, deseos y preferencias de la persona con discapacidad a quien se asiste, siendo muy interesante la obligación de mantener contacto personal con ella, y fomentar que precise de menos apoyos en el futuro. Para garantizar todo ello son indispensables las salvaguardas y controles que corresponde fijar al juez, para evitar conflictos de intereses, abusos o influencias indebidas… En coherencia con el nuevo sistema, tiene prioridad el nombramiento que haga la propia persona con discapacidad, sin perjuicio de que, en determinadas circunstancias, la Ley establece un orden de prelación, que incluye, y esto es lo interesante dada la evolución de la sociedad, a los «allegados», a los más próximos. Se trata de respetar su voluntad al respecto o, en su defecto, designar a la persona más idónea para comprender e interpretar sus deseos y preferencias.

–¿Cómo solicitar una medida de apoyo?

–Si hablamos de las estrictamente judiciales, esto es, la curatela y el defensor judicial, bien a través del Ministerio Fiscal, bien directamente, mediante una solicitud ante el Juzgado, en un expediente de jurisdicción voluntaria, en principio, más sencillo, ágil y flexible que un proceso contencioso.

–¿Qué implicación tiene la ley en los operadores jurídicos? ¿Y en los notarios?

–Hay que cambiar el chip, ser conscientes de que la persona con discapacidad es la protagonista absoluta. Su voluntad, deseos y preferencias deben ser atendidos, en la medida de lo posible, a la hora de pedir y determinar los apoyos. En el caso de los notarios, asumen una gran responsabilidad para guiar a la persona en la determinación de sus propias medidas de apoyo, las primeras en la «jerarquía» de medidas contempladas en la Ley, debiendo cerciorarse de que la voluntad manifestada por la persona con discapacidad responde a una voluntad suficientemente formada, no viciada, mediatizada o «cautivada» por intereses espurios.


«LA TUTELA DE PERSONAS MAYORES DE EDAD (O MENORES EMANCIPADOS) PREVISTA EN LA LEGISLACIÓN ANTERIOR SUPONÍA LA ‘MUERTE CIVIL’ DE LA PERSONA CON DISCAPACIDAD»


–¿No habría sido necesario haber dispuesto de elementos previos o personal especializado antes de la entrada en vigor de la ley?

–Es una realidad que faltan medios personales, materiales, formación… Pero no se puede esperar a tenerlos para aplicar una norma cuya necesaria promulgación ha sido un clamor, en especial desde el movimiento asociativo y las fundaciones. Cualquier cambio es siempre traumático pero, sencillamente, hay que hacerlo. Es cierto que actualmente requiere de mucho voluntarismo, que ni mucho menos es eficaz y suficiente, en lo que se refiere a los ajustes de los procedimientos para garantizar el acceso a la justicia de las personas con discapacidad en condiciones de igualdad con los demás, lo que es un derecho contemplado en la Convención, que, no olvidemos, forma parte de nuestro ordenamiento jurídico y es de directa aplicación, y también en la propia Ley 8/2021.

–¿Qué sucede con las sentencias de incapacidad o de modificación de capacidad anteriores a esta Ley?

–Hay consecuencias importantes, pero me gustaría resaltar dos: primero, la personas que fueron «incapacitadas» ya no lo están por Ley, lo que es muy reconfortante transmitirles. Precisamente en aplicación de la Disposición Transitoria 5º de la Ley 8/2022, los Juzgados estamos obligados a revisar todas las sentencias anteriores, para adaptarlas a la nueva forma de entender la discapacidad; y segundo, todas las privaciones de derechos también quedan sin efecto, sin necesidad de declaración judicial.

–¿Se puede pedir la revisión de una sentencia antigua? ¿Quién puede hacerlo? ¿Existe algún plazo?

–Por supuesto, no solo quienes han venido asumiendo el ejercicio de las instituciones de guarda legal anteriores, sino, y esto es especialmente relevante, la propia persona con discapacidad. Me gustaría recalcar que hay un gran desconocimiento por parte de los afectados, tanto de la propia persona con discapacidad como sus familiares, quienes por lo general han asumido dicha función. En cuanto al plazo, la ley nos obliga a revisarlas en un plazo de tres años, que, al menos en órganos especializados, se está demostrando claramente insuficiente.

–¿Cómo mostrar la trascendencia de esta ley a una sociedad cada vez más avejentada?

–En mi experiencia profesional durante estos dos años, el desconocimiento es tristemente muy relevante, salvo quienes se relacionan con asociaciones y fundaciones. Los operadores jurídicos, cada uno en su ámbito, deben dar a conocer la Ley, también las Administraciones Públicas están obligadas a ello, a través de campañas, medios de comunicación, etc.

«LA PERSONA CON DISCAPACIDAD SE SITÚA EN EL CENTRO MISMO DEL SISTEMA, ES LA PROTAGONISTA ABSOLUTA, Y ASÍ DEBE SER»

Foro Æquitas sobre discapacidad

–Hace unos meses se constituyó el Foro Æquitas sobre discapacidad del Colegio Notarial del País Vasco de que usted formó parte. ¿Qué supone este foro?

–No lo puedo expresar mejor que la vicedecana del colegio Notarial del País Vasco, Carmen Velasco, el día de su constitución: la colaboración conjunta de todos los operadores jurídicos, universidades y asociaciones, lo público y lo privado, en favor de las personas con discapacidad, creando un lugar de encuentro, acogiendo la filosofía de la mesa redonda que recoge la ley 8/2021 de 2 de junio, para dar a conocer y aportar soluciones a las necesidades reales de aquéllas. Dicha coordinación es un presupuesto básico para que funcione el nuevo sistema. Y me gustaría destacar la importancia de la coordinación con los servicios sociosanitarios, ya que aunque la discapacidad tenga una base orgánica o psíquica, los apoyos se han de fijar en función de la situación, circunstancias personales, contexto, en definitiva, de la organización vital de cada persona con discapacidad, de modo que se ajuste a sus concretas necesidades de apoyo, que se ha demostrado no dependen tanto de la discapacidad sino de dichos extremos.

Reforma de las reglas fiscales europeas

ÁMBITO EUROPEO

REFORMA DE LAS REGLAS FISCALES EUROPEAS

España preside el Consejo de la Unión Europea (UE) en un momento de grandes retos. Uno de ellos es sacar adelante la reforma del marco de gobernanza económica, que pretende implantar unos criterios fiscales más justos y realistas para los Estados miembros. El objetivo es alcanzar un acuerdo antes de 2024, cuando volverán a estar vigentes las normas suspendidas desde 2020, primero por la pandemia y luego por la guerra en Ucrania.

ELVIRA ARROYO
La Comisión Europea ejercerá una estricta vigilancia para cerciorarse de que cada país cumple los compromisos adquiridos.

La presidencia española del Consejo de la UE durante el segundo semestre de 2023 va a estar marcada por la inestabilidad económica. Aunque las previsiones de crecimiento de la economía europea son más positivas, se mantienen las incertidumbres derivadas de la invasión de Ucrania, las tensiones comerciales, el impacto del aumento de los tipos de interés y el incremento de los precios de las materias primas.

En este contexto, adquiere especial importancia la definición de un nuevo escenario económico que garantice la estabilidad financiera en Europa y la financiación de las inversiones públicas. Esto exige actualizar el marco de gobernanza económica, que regula los valores fiscales de referencia de los Estados miembros, supervisa su cumplimiento y corrige las tendencias económicas problemáticas.

 


EN 2024 LA COMISIÓN EUROPEA PONDRÁ FIN A MÁS DE TRES AÑOS EN LOS QUE LOS ESTADOS MIEMBROS HAN PODIDO DESVIARSE DE LOS LÍMITES FISCALES


 

El objetivo es imponer una fiscalidad que permita a cada país mantener unas cuentas públicas saneadas y reducir los altos niveles de endeudamiento de forma gradual. Al mismo tiempo, deberán contemplar inversiones que faciliten el desarrollo económico, la creación de empleo y la competitividad, sin olvidar otras metas comunes como la transición ecológica y la transformación digital.

Ya en febrero de 2020 la Comisión Europea inició un debate para lograr un consenso sobre esta reforma, pero se interrumpió al empezar la pandemia. Una vez retomado el tema, se definieron las propuestas para establecer una gobernanza económica más transparente, que asegure la sostenibilidad de la deuda y el crecimiento mediante inversiones sensatas. Se trata de la reforma más completa desde el período que siguió a la crisis económica y financiera.

Pilares. El elemento central de la propuesta de la Comisión son los planes nacionales de política fiscal y estructural a medio plazo. Los Estados miembros formularán planes con sus objetivos presupuestarios, las medidas para corregir los desequilibrios macroeconómicos y las reformas e inversiones prioritarias durante un período mínimo de cuatro años. De este modo, se reforzará la responsabilidad de cada Estado, al darle más margen de maniobra para marcar sus propias medidas de ajuste fiscal y sus compromisos de inversión.

Al mismo tiempo, se quiere avanzar hacia un marco de supervisión que dé preferencia a la sostenibilidad de la deuda. Las sendas de ajuste fiscal se formularán en objetivos de gasto plurianuales como único indicador para la supervisión fiscal, simplificando así las normas en materia fiscal. La Comisión Europea elaborará trayectorias técnicas que ayudarán a los Estados miembros a fijar sus objetivos de gasto plurianuales.

Se seguirán aplicando las salvaguardias comunes para garantizar la sostenibilidad de la deuda, manteniéndose los valores de referencia actuales del 3% del PIB para el déficit y del 60% del PIB para la deuda. La proporción entre la deuda pública y el PIB deberá ser menor al vencimiento del plan nacional. Cuando el déficit se mantenga por encima del 3% deberá hacerse un ajuste fiscal mínimo del 0,5% del PIB anual. Además, los Estados miembros que se acojan a un período de ajuste fiscal ampliado deberán velar por que el esfuerzo fiscal no se aplace a los últimos años del programa.

Todo ello irá acompañado de una estricta vigilancia por parte de la Comisión Europea para cerciorarse de que cada país cumple los compromisos adquiridos.

 


EL NUEVO MARCO DE GOBERNANZA ECONÓMICA DE LA UE ES LA REFORMA MÁS COMPLETA DESDE LA CRISIS ECONÓMICA Y FINANCIERA DE 2008


 

Excepciones. La nueva regulación mantendrá la cláusula de escape, que se aplica en situaciones de crisis o de recesión económica grave permitiendo a los Estados miembros desviarse temporalmente de los requisitos fiscales habituales. De hecho, actualmente lleva activa más de tres años, a raíz de la pandemia y posteriormente por la invasión rusa de Ucrania. Esto ha permitido adoptar medidas de emergencia para atenuar las consecuencias de estas crisis.

 


EL OBJETIVO ES IMPONER UNA FISCALIDAD QUE PERMITA A CADA PAÍS MANTENER UNAS CUENTAS PÚBLICAS SANEADAS


 

Sin embargo, la Comisión Europea ha anunciado su desactivación a partir de 2024, por lo que en la primavera de este mismo año ya podrá ejecutarse el procedimiento de déficit excesivo tomando como referencia los datos que los países hayan registrado en 2023. Esto significa que los Estados miembros deben trabajar para corregir cuanto antes sus posibles desequilibrios.
Es importante entrar en 2024 con un acuerdo sobre la revisión de las normas fiscales de la UE y otros elementos del marco de gobernanza económica. Este es uno de los principales retos de la presidencia española, que ha subrayado su intención de cerrar el asunto.

La Comisión Europea ha señalado que para la economía de la UE es apremiante conseguir un pacto en estos momentos. El Consejo ha pedido que el trabajo legislativo concluya en 2023.

Aparte de la reforma de las reglas fiscales, España ha anunciado que en su semestre de presidencia atenderá de manera preferente el nuevo marco de recursos propios de la UE, para devolver la deuda financiada por el programa Next Generation; la revisión intermedia del Marco Financiero Plurianual 2021-2027; y la financiación de la reconstrucción y el apoyo a Ucrania en el medio y largo plazo.

Nuevas normas de gobernanza económica europeas
  • Los Estados miembros deberán presentar planes presupuestarios y estructurales nacionales a medio plazo que serán evaluados por la Comisión Europea y aprobados por el Consejo de la UE.
  • La duración de los planes a medio plazo podría ampliarse si un Estado miembro se compromete a introducir un conjunto aceptable de reformas e inversiones.
  • No varían los valores de referencia del 3% del PIB para el déficit y del 60% del PIB para la deuda.
  • Si un Estado miembro tiene un déficit público superior al 3% del PIB o una deuda pública superior al 60% del PIB, la Comisión formulará una “trayectoria técnica” específica para ese país, exigiéndole ajustes con el fin de preservar la estabilidad económica del bloque.
  • La Comisión Europea supervisará continuamente la aplicación de los planes. Los Estados miembros presentarán informes anuales para facilitar un seguimiento eficaz y garantizar la transparencia.
Simplificación del marco fiscal europeo
  • La supervisión presupuestaria anual de los planes nacionales se centrará en un único indicador operativo: los objetivos de gasto plurianuales del Estado miembro. Dejarán de existir la referencia de reducción de la deuda, la referencia de reducción del saldo estructural, el procedimiento de desviación significativa y la matriz de requisitos de ajuste fiscal.
  • El seguimiento anual por parte de la Comisión Europea será menos complicado. En lugar de proponer recomendaciones anuales de política fiscal, se centrará en el cumplimiento por parte de los Estados miembros de los objetivos de gasto plurianuales.
Deuda y déficit públicos europeos con relación al PIB
Ojo al dato

Web de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea

Marco de Gobernanza económica y fiscal. Comisión Europea

«Acertar con el modelo adecuado», por José Ramón Patterson

ALDEA GLOBAL

JOSÉ RAMÓN PATTERSON

periodista

“España, que preside este semestre el Consejo de la Unión, aspira a poner de acuerdo a los 27, pero no lo tiene fácil"

Acertar con el modelo adecuado

Cualquier organización que se precie exige a sus miembros que cumplan una serie de requisitos, más o menos severos en función de la implicación que se espera de ellos. Para ser miembro de la OTAN, por ejemplo, los países candidatos deben ser democracias con economías de mercado. A cambio, se comprometen a defender a los demás cuando son atacados. Por eso Ucrania no entrará en la Alianza hasta que acabe la guerra con Rusia, ya que pondría en un aprieto a los 31 socios actuales (32 cuando se incorpore Suecia).

Con la Unión Europea ocurre algo similar: los aspirantes deben reunir un cúmulo de condiciones y asumir obligaciones como son el contenido de los tratados, la jurisprudencia del Tribunal de Justicia, los acuerdos y resoluciones que se adopten, etc. Es lo que en la jerga de Bruselas se llama acervo, plasmado en miles de páginas que deben seguir al dedillo a riesgo de que un inesperado traspié acabe en un correctivo, lo cual es poco habitual porque casi siempre basta la simple amenaza.

Son muchos los requisitos políticos, económicos y administrativos que debe cumplir un país para adherirse a la UE y el proceso es largo. “Es uno de los nuestros y lo queremos dentro”, dijo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, días después de que las tropas rusas entrasen en Ucrania. Sus palabras, nada realistas, sólo fueron un pronunciamiento retórico para mostrar el apoyo de la Unión, ya que acelerar el proceso para acogerlo degradaría los rígidos criterios de ampliación.

La Unión Europea, o, mejor dicho, los Estados que la integran, deberían aprender de la equivocación que supuso la precipitada incorporación en bloque -en 2004 y 2007- de los países de la Europa Central y Oriental. Algunos, especialmente Hungría y Polonia, han demostrado que no comparten los valores de la Unión y que son un obstáculo permanente para el desarrollo de las políticas comunitarias. El error de la UE fue tratar de aprovechar la caída del Muro de Berlín y la implosión de la URSS para reunificar el continente por la vía rápida.

El Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), la biblia fiscal de la UE, es uno de esos compromisos que se adquieren al entrar en ella. Su objetivo es evitar que los países gasten más allá de sus posibilidades, y para ello deben contener el déficit en el 3% del Producto Interior Bruto y la deuda por debajo del 60%. Si lo incumplen durante tres años seguidos son multados con el 0,5% del PIB, algo que nunca ha sucedido porque todo el mundo entiende que es incongruente sacudirle a un indigente los bolsillos cuando están vacíos.

En realidad, el PEC fue una imposición de los opulentos del norte a los menesterosos del sur, esto es, de los llamados frugales o halcones a los más pobres, entre ellos España, a los que consideran unos derrochones. “Uno no puede gastarse todo el dinero en copas y mujeres y luego pedir ayuda”, advirtió el holandés Jeroen Dijsselbloem en 2017, meses antes de perder su trabajo como ministro de Finanzas y, de rebote, la presidencia del Eurogrupo. El caso es que tenía algo de razón, aunque la forma fuese inapropiada.

Lo que quiso decir Dijsselbloem -y expresó mal- es que los países cumplidores estaban un poco hartos de acudir al rescate de los recalcitrantes que malbarataban sus caudales y después acudían llorando a Bruselas. Grecia, sin ir más lejos. Entró en el euro en 2001 exhibiendo unas estadísticas hechas de aquella manera y después de un primer rescate tras las turbulencias de 2009 -que amenazaron con arrastrar a Irlanda, España, Italia y Portugal- seguía prejubilando a locutores de radio, peluqueros y músicos a los cincuenta y cinco años (ellas a los cincuenta) por ejercer “profesiones de riesgo”.

La principal crítica al PEC es que establece unas reglas rígidas cuya única intención es embridar a los débiles, mientras países como Francia, que ha superado el límite del déficit varias veces, se han escapado del ojo vigilante de Bruselas. “Francia es Francia”, aseguró cínicamente el entonces presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. También hay coincidencia en que, en determinadas circunstancias, el Pacto es un corsé que no ayuda a reconducir la precaria situación económica de un país y, paradójicamente, la agrava.

La pandemia y la guerra de Ucrania han obligado a suspender temporalmente las reglas del PEC. La deuda y el déficit se han disparado y ahora toca retomar la senda del rigor. Todos están abiertos a reformularlas -ya lo estaban antes-, unos, como España y Francia, para hacerlas más flexibles; otros, los frugales virtuosos, con una posición más dura contra el despilfarro. España, que preside este semestre el Consejo de la Unión, aspira a poner de acuerdo a los 27, pero no lo tiene fácil.

La economía europea ya había perdido fuelle antes de la pandemia. Y estaba claro que las reglas no funcionaban: los recortes durante la Gran Recesión complicaron claramente la salida de la crisis. La cuestión es acertar con el punto exacto, de manera que la funesta austeridad no sea el modus operandi del nuevo régimen, pero tampoco se ponga en peligro la sostenibilidad fiscal de los Estados miembros, la Eurozona y la Unión en su conjunto. O sea, unas reglas sencillas y flexibles pero efectivas para lograr unos objetivos de déficit y deuda creíbles.

Empleo e Inteligencia Artificial

ALDEA GLOBAL

Empleo e Inteligencia Artificial

En nuestro día a día interactuamos con IA con las búsquedas en internet, los traductores o nuestras amigas Siri, Alexa o Cortana.

Si al leer el titular se ha puesto en lo peor y le ha recordado los augurios que pronostican una destrucción casi apocalíptica de puestos de puestos de trabajo a causa de la Inteligencia Artificial, solo tiene razón en parte, porque el mercado laboral también se va a beneficiar de lo que aporte esta etapa de la revolución digital.
MELCHOR DEL VALLE

La Inteligencia Artificial, AI (o IA, si lo traemos de sus siglas inglesas), no es ni más ni menos que la facultad de sistemas o equipos de emular la capacidad cognitiva del ser humano o, si lo prefieren, la capacidad de aprender y resolver problemas o crear cosas nuevas con lo aprendido. Y no es nada nuevo, a pesar de que muchos de nosotros nos hayamos visto sorprendidos en los últimos años por aplicaciones de escritura o de creación de imágenes. Baste recordar que el llamado «padre de la computación», Alain Turing, desarrolló en 1950 el no menos famoso Test de Turing para comprobar que las máquinas no se hacían pasar por humanos. Por cierto, ya hay programas de IA que son capaces de superar dicha prueba, como hizo, por primera vez en la historia, el programa Eugene (2014) haciéndose pasar por un adolescente de 13 años.


«UNA CUARTA PARTE DE LAS TAREAS LABORALES ACTUALES PODRÍAN AUTOMATIZARSE MEDIANTE IA EN LOS ESTADOS UNIDOS Y EN EUROPA»

(GOLDMAN SACHS)


Usamos IA a diario. Se puede decir, por lo tanto, que el desarrollo de la IA es paralelo al de los ordenadores. Y, si apuramos el concepto, ¿qué es un ordenador sino una máquina capaz de hacer las mismas cosas que los humanos hacemos con nuestro intelecto, pero más rápido y con menos errores? La diferencia con los equipos que incorporan IA es la capacidad de aprender por sí solos, como sucedió ya en 1979, cuando se registró el primer éxito de un coche con función autónoma, o como cuando en 1996 Deep Blue consiguió ganar al ajedrez al entonces campeón del mundo Gary Kasparov.

Todas estas experiencias han venido sirviendo para que la IA se incorpore poco a poco a nuestras vidas en sectores como la salud, analizando miles de datos que permiten mejores diagnósticos y remedios, tal cual sucedió, por ejemplo, durante la pandemia del Covid-19; como el medio ambiente, la agricultura y la ganadería, ayudando a mitigar el calentamiento global y el uso excesivo del agua o a optimizar los recursos naturales para generar alimentos; también en transportes, ciberseguridad, fabricación de cantidad de productos… O, por ir un poco más cerca de cada cual, con las búsquedas en internet, los traductores, la gestión de los navegadores o nuestras amigas Siri, Alexa o Cortana…

¿La IA nos va a dejar sin trabajo? Esta es la pregunta del millón para todos aquellos cuya actividad laboral no está casi exclusivamente relacionada con el trabajo físico e incluso para muchos de los que este se enfoca hacia la fabricación, como cadenas de montaje, por ejemplo. Probablemente la respuesta debería ser «no», porque los puestos de trabajo que puedan ser sustituidos no lo serán de la noche a la mañana y porque su relevo por máquinas dará lugar a otras especialidades. El problema podría estar en la velocidad a la que se produjeran esos cambios y en que no diesen tregua al cambio generacional en el conjunto de la fuerza laboral.

Si miramos el análisis publicado por Goldman Sachs recién entrada la primavera de 2023 (The Potentially Large Effects of Artificial Intelligence on Economic Growth), nos puede entrar un poco de congoja: su informe dice que «una cuarta parte de las tareas laborales actuales podrían automatizarse mediante IA en los Estados Unidos, con exposiciones particularmente altas en profesiones administrativas (46%) y legales (44%) y bajas exposiciones en profesiones físicamente intensivas, como la construcción (6%) y el mantenimiento (4%)». Sus estimaciones para Europa arrojan cifras similares, aunque ligeramente más bajas: 45% respecto a las labores administrativas y 34% de las profesionales y, por abajo, el 7% para los operadores de maquinaria y el 4% para los trabajos manuales.


«SERÁ UNA NUEVA DIMENSIÓN DE COLABORACIÓN ENTRE LAS PERSONAS Y LA IA EN LA QUE LA MAYORÍA DE LOS TRABAJADORES TENDRÁN UN “COPILOTO”» (ACCENTURE)


La clave: IA generativa. Cuando decimos «generativa» hablamos de la capacidad de la IA para generar textos o imágenes. Uno de sus tipos más utilizados es el de los grandes modelos de lenguaje (LLM, por sus siglas en inglés) y es lo que más nos ha llamado la atención últimamente, con aplicaciones como ChatGPT o programas capaces de crear una imagen que nos hacen dudar de su veracidad. Y esta es la base del informe del banco americano antes citado, que pone como premisa condicional «que si la IA [generativa] cumple con sus capacidades prometidas, tiene el potencial de perturbar significativamente los mercados laborales», pero también «estimular el crecimiento de la productividad global en las próximas décadas». De ahí que las labores, digámoslo así, «de despacho» se puedan considerar las más afectadas. Goldman Sachs hace también una estimación, teniendo en cuenta las diferencias industriales entre EE. UU. y Europa y 26 países más del mundo, llegando a la conclusión de que el impacto llegaría al 18 % del conjunto mundial, con India como el menos afectado (poco menos del 12%) y Hong Kong el que más, con un 29 %.

Los trabajadores de los países menos industrializados, como resumen, tendrán menos motivos para preocuparse si se cumplen las expectativas de desarrollo de la IA generativa. Claro que la Universidad de Pensilvania, en la misma fecha que el banco, publicó GPTs are GPTs: An Early Look at the Labor Market Impact Potential of Large Language Models, que concluye: «Nuestros hallazgos revelan que alrededor del 80% de la fuerza laboral de los Estados Unidos podría tener al menos el 10% de sus tareas laborales afectadas por la introducción de los LLM (large language models), mientras que aproximadamente el 19% de los trabajadores pueden ver al menos el 50% de sus tareas afectadas» o favorecidas, permítasenos añadir. También señalan que «alrededor del 15% de todas las tareas de los trabajadores en EE. UU. podrían completarse significativamente más rápido con el mismo grado de calidad».


«LA INTUICIÓN Y LA CREATIVIDAD SON SOLO ALGUNAS DE LAS HABILIDADES HUMANAS QUE QUEDAN FUERA DE LAS MÚLTIPLES POSIBILIDADES DE LA IA» (GRUPO SYNERGIE)


Nada nuevo. Quizás convenga decir aquí y en este punto aquello de «que no cunda el pánico». El propio análisis de Goldman Sachs reconoce que cuando los avances destruyen empleo, lo compensan con la generación de nuevos puestos de trabajo. Otro estudio, en este caso publicado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) (New Frontiers: The Origins and Content of New Work, 1940–2018, julio de 2021), en su primera conclusión, y siempre referido a EE. UU, dice que «la mayoría del empleo actual se encuentra en nuevas especialidades de trabajo introducidas después de 1940».


LA IA SE USA EN SECTORES COMO LA SALUD, EL MEDIO AMBIENTE, LA AGRICULTURA Y LA GANADERÍA, ENTRE OTROS.


El futuro laboral de una gran mayoría de personas, pues, no es que la sustitución del trabajador por un «robot», simplificando, le deje en el paro: los generadores de empleo necesitarán sacar partido a sus inversiones en IA y buscarán personas que les ayuden a rentabilizarlo. Como explica un informe de 2023 de la consultora Accenture, «La IA generativa cambiará el trabajo tal como lo conocemos hoy en día, introduciendo una nueva dimensión de colaboración entre las personas y la IA en la que la mayoría de los trabajadores tendrán un “copiloto”, cambiando radicalmente la forma en la que trabajamos y el tipo de trabajo que se lleva a cabo».

Según explican en el Grupo Synergie, una multinacional de soluciones de Recursos Humanos que supera los 5.000 empleados y que cuenta con más de 800 oficinas distribuidas en 17 países, «La inteligencia artificial es buena procesando ingentes cantidades de información a velocidades sorprendentes, pero no supera al cerebro humano en muchos otros ámbitos y quizá no lo haga nunca. […] La intuición y la creatividad son solo algunas de las habilidades humanas que quedan fuera de sus múltiples posibilidades». Se trata de entender que la IA está al servicio de los humanos y no tiene más remedio que seguir estándolo. Si la aplicación se usa para optimizar técnicas de mercado es porque una empresa productora intenta convencer a personas, no a máquinas, de que compren determinados productos; si se utiliza para mejorar la eficacia de los tratamientos médicos, es porque hay seres humanos que los necesitan.

Puestos de trabajo en el mundo

Según el Fondo Monetario Internacional, en su informe Future of Jobs Report (mayo de 2023), se identifican una serie de trabajos que destacan por su crecimiento o decrecimiento, tanto en rapidez como en volumen.

LOS QUE MÁS CRECEN

  • 1 Operadores de equipamiento agrícola.
  • 2 Conductores de camiones y autobuses pesados.
  • 3 Maestros y profesores vocacionales.
  • 4 Mecánicos y reparadores de maquinaria.
  • 5 Profesionales del desarrollo de negocios.

LOS QUE MÁS DECRECEN

  • 1 Grabadores de datos.
  • 2 Auxiliares administrativos y secretarias.
  • 3 Empleados de contabilidad y gestión de salarios.
  • 4 Guardias de seguridad.
  • 5 Conserjes y amas de llaves.
La Inteligencia Artificial es la facultad de sistemas o equipos de emular la capacidad cognitiva del ser humano.

Para saber más

The Potentially Large Effects of Artificial Intelligence on Economic Growth.
Goldman Sachs. Marzo de 2023.

GPTs are GPTs: An Early Look at the Labor Market Impact Potential of Large Language Models.
Tyna Eloundou, Sam Manning, Pamela Mishkin y Daniel Rock.
OpenAI, OpenResearch y University of Pennsylvania. Marzo de 2023.

New Frontiers: The Origins and Content of New Work, 1940–2018.
David Autor, Anna Salomons y Bryan Seegmiller
MIT y Utrecht University. Julio de 2021.

Una nueva era de IA generativa para todos.
Paul Daugherty, Bhaskar Ghosh, Karthik Narain, Lan Guan y Jim Wilson.
Accenture, 2023.

Future of Jobs Report 2023.
Foro Económico Mundial. Mayo de 2023.

«Instruir al mayordomo sobre la IA», por Javier Gomá

ALDEA GLOBAL

JAVIER GOMÁ LANZÓN,
filósofo, escritor y director de la Fundación Juan March

“Ciencia y tecnología son los mayordomos que, cuando están bien entrenados, hacen más bella la vida de su señor"

Instruir al mayordomo sobre la IA

El cambio, cuando es favorable, nos alegra con la expectativa de nuevas posibilidades existenciales, pero al mismo tiempo no deja de provocar en nosotros una sensación de incertidumbre ante lo desconocido, que a veces llega a la angustia colectiva.

Últimamente he sido testigo de dos de esas angustias sociales. Me desconcertó que una parte de la población de los países occidentales, por razones ideológicas, fueran objetores a pincharse una vacuna en su piel para combatir una pandemia mundial. No era conocedor del movimiento anti-vacunas y la sorpresa que me dio enterarme de su existencia —y de que fuera tan numeroso, global, activo, organizado— se parece a la que me hubiera producido la noticia de un comando clandestino anti-morcilla de Burgos o la de una célula de resistentes al uso doméstico del aspirador. No me lo esperaba. La otra angustia reciente tiene que ver con el generalizado recelo, incluso entre los inteligentes, ante los avances de la Inteligencia Artificial (IA). Recuerda uno de esos placeres culpables del que disfrutamos con mala conciencia y nos hace imaginar catástrofes mundiales que podrían acabar con el mundo tal como lo conocemos y acaso con la humanidad.

En los últimos cinco años ha tenido lugar un salto en el desarrollo tecno-científico. El origen está en la digitalización masiva de datos del lenguaje natural y en los algoritmos de aprendizaje automático, que, mediante modelos lingüísticos, procesan esos datos a una escala gigantesca sin necesidad de etiquetarlos, los asocian, combinan y establecen correlaciones entre ellos e infieren probabilidades, con el resultado práctico de generar resúmenes, traducir idiomas con extraordinaria precisión y competencia y mantener conversaciones de apariencia humana. Cuando estas nuevas habilidades tecnológicas, antes reservadas a los informáticos, se han puesto al servicio del internauta común, que usa agradecido el traductor Deepl o se maravilla conversando con un chatbot, se ha levantado por el mundo —como siempre que sobreviene un cambio brusco— una ola de admiración y terror partes iguales.

No hace falta insistir en que en esta vida todo puede ocurrir, incluida una catástrofe de dimensiones planetarias a consecuencia de un uso perverso de las nuevas herramientas. No excluyo totalmente una guerra nuclear, un virus letal generado por el hombre, un cataclismo natural inducido por el cambio climático, una alteración de la naturaleza humana a manos de la manipulación genética o la invención de robots humanoides que se revuelven contra sus creadores. Pero, sin excluir estas hipótesis, las considero poco probables. Ese conatus que el filósofo Spinoza atribuía al hombre individual —apetito primario por vivir y conservarse— es predicable también de la humanidad en su conjunto: aunque a veces se ponga a sí misma al borde del precipicio, al final, por instinto, evita tirarse al vacío. En cuanto al uso que de esos progresos podrían hacer una elite de poderosos sedientos de dominación, no dudo de que lo intentarán, pero pronostico que fracasarán. Las sociedades abiertas son indominables, como demuestran los resultados de las elecciones generales, tantas veces contrarios a los intereses de esas elites. Además, el poder es por esencia chapucero, como mostré en otro lugar (véase mi artículo “La chapuza creadora”), y se traba antes de alcanzar sus torvos propósitos. Por último, precisamente por la sobreabundancia del miedo, próximo al histerismo, nunca en la historia ha existido mayor conciencia cívica sobre la necesidad de vigilar al poder, exigirle transparencia, o condenar sus abusos. La suspicacia ante el poderoso es el estado de ánimo general de las democracias contemporáneas.

Algunos presentan la IA como el último y quizá definitivo jaque mate de la tecnología a lo humano. Pasmados por sus maravillosas habilidades, que se asemejan tanto a las nuestras, temen que acabe sustituyendo al hombre y lo haga prescindible. Para salvaguardar la identidad de lo humano, acumulan argumentos contra la IA destacando sus insuficiencias. No participo de ese miedo, pero tampoco ignoro esas carencias. No dudo de que la IA puede hacer cosas que superan al hombre —como ya hacen los aviones—, pero es cierto que esas inteligencias prodigiosas carecen de individualidad, de vivencias, de aspiraciones, de esa experiencia no verbal que no se deja conceptualizar. La IA carece de yo, carece de un cuerpo con su percepción sensorial, carece, en fin, de mortalidad, de cuya conciencia —de la de ser de corta vida— nacen todos los bienes que hacen la vida digna de ser vivida: amor, amistad, ternura, compasión, benevolencia, justicia, incluso la técnica misma. La IA es lenguaje abstracto mientras que el lenguaje humano descansa sobre un lecho de sentimientos y recuerdos que hacen de nosotros el ente narrativo que somos, una historia personal, más allá del dato, el concepto o el argumento bien construido.

El ser humano posee dignidad y la dignidad es aquella excelencia que no puede ser sustituida por algo equivalente, a diferencia de las cosas sin dignidad, que sí pueden ser sustituidas. Mi confianza en la excelencia distintiva y única de la condición humana es absoluta y no tiene nada que temer del bendito progreso. Cierto que ciencia y técnica progresan cuando tratan al hombre como si fuera una cosa y, dados sus prodigiosos hallazgos, a veces suscitan el malentendido de hacernos parecer sustituibles. Pero no: nuestra dignidad es un diamante que no envejece. Ahí están para recordárnoslo las obras de la cultura humanística —literatura, filosofía, arte, historia, música— que, por la exhibición de la belleza de la dignidad y su constante lucha, nos enseñan a amarla y a sentirla.

No necesito demonizar los avances tecnológicos. Al contrario, bienvenidos sean: a la larga, nos liberarán de penosas servidumbres y nos darán tiempo para poseernos a nosotros mismos, donde encontraremos la joya que el progreso científico no puede darnos.

Ciencia y tecnología son los mayordomos que, cuando están bien entrenados, hacen más bella la vida de su señor.

¿Es momento de ahorrar o de consumir?

ENTRE MAGNITUDES

¿ES MOMENTO DE AHORRAR O DE CONSUMIR?

El ahorro acumulado por los españoles durante la pandemia se está moviendo. Según el último informe del Banco de España, esa masa monetaria dedicada en gran parte a invertir en activos financieros (depósitos y fondos, principalmente) estaría destinándose a saldar deudas, léase hipotecarias, lo que liberaría ingresos para que se produjera también la ansiada reactivación del consumo privado.

En el primer trimestre de 2023 el ahorro financiero de las familias españolas ascendió a 2,75 billones de euros, según datos del Banco de España.
FERNANDO GEIJO,

En el primer trimestre de 2023 el ahorro financiero de las familias españolas ascendía a un total de 2,75 billones de euros, según datos del Banco de España. La cifra supone un 1% más que la acumulada hasta finales de 2022 debido a la evolución positiva del mercado y a la consiguiente revalorización de las carteras.

La tendencia, sin embargo, fue de reducción del montante en depósitos y efectivo disponible en más de 22.000 millones de euros. El objetivo era desviarlo hacia productos con mayor rentabilidad y riesgo, como los fondos de inversión, con suscripciones netas positivas por encima de los 12.500 millones, la mayor cifra en un trimestre de la serie histórica registrada desde 2015, y a la renta fija a corto plazo, con 9.000 millones de euros destinados sobre todo a deuda pública.

La inesperada ‘fortaleza’ del PIB en los últimos trimestres ha sido en parte consecuencia de los recursos acumulados durante las restricciones al consumo provocadas por el rígido confinamiento derivado de la pandemia sanitaria. Así, al menos, lo consideran los expertos en la materia y lo refrenda el propio Banco de España, que estima que los españoles aún conservan 50.000 millones de euros en depósitos bancarios fruto de esta circunstancia excepcional.

 


EL ALZA DE TIPOS HA PROPICIADO EL PAGO DE LA DEUDA Y APLAZADO LA REACTIVACIÓN DEL CONSUMO PRIVADO


 

Sin embargo, este hecho no supondrá, a su entender, que ese remanente extra de recursos se vaya a dedicar al consumo en los próximos meses. En opinión del supervisor y ante el actual horizonte de aumento de tipos, esta bolsa de ahorro se destinará, principalmente, al pago de la deuda en sus diferentes variantes.

En concreto, calcula que un 80% del ahorro extra generado entre 2020 y 2022 se dirigió a la compra de fondos y depósitos, en el primer año de la serie, y a la adquisición de viviendas y al pago de hipotecas a partir de 2021, cifra que en junio se ha acelerado hasta alcanzar un ritmo de amortización de más de 1.100 millones de euros al mes por parte de las familias españolas, dejando el saldo de la deuda hipotecaria en algo más de 500.000 millones de euros, el más bajo en 18 años. Desde esa fecha, la incertidumbre y los todavía bajos tipos de interés hicieron que la atención virase hacia activos más conservadores, depósitos y ladrillo, cuya compraventa aumentó ya el año pasado hasta alcanzar alrededor de 650.000 operaciones de compraventa inmobiliaria, su mayor cifra en tres lustros.

 


TODO PARECE APUNTAR A QUE TRAS EL VERANO SE PODRÍA PRODUCIR EL ESTANCAMIENTO DEL CONSUMO


 

Reparto desigual. En cualquier caso, casi el 75% del ahorro extra generado entre 2020 y 2022 se encuentra en manos de las familias con rentas más elevadas. Mientras que las menos pudientes apenas pudieron beneficiarse de ese ahorro generado por el confinamiento, al estar inmersas en ERTEs, y debieron esperar hasta 2021 para recuperar sus ingresos.

Asimismo, en las fases más duras de la pandemia el consumo llegó a caer en más de un 12%, a pesar del paraguas desplegado por las ayudas públicas, en parte por la imposibilidad del gasto y también por la propia incertidumbre reinante. Además, a finales de 2022 el Banco de España estimaba que el ahorro se había reducido hasta el 14% de la renta bruta disponible, de unos 100.000 millones de euros, y que el IPC había ya erosionado el 10% del poder de compra de esos fondos adicionales.

En estos momentos, la anémica demanda interna está afectando ya a la recaudación de impuestos. De hecho, y tras los avances registrados en febrero y marzo pasados, la recaudación por IVA, el tributo que mejor refleja el comportamiento del consumo y la inversión, descendió un 3,8% en mayo, según el último informe al respecto de la Agencia Tributaria, en comparación con el mismo mes de 2022.

A pesar de que la bajada del IVA en algunos alimentos básicos podría estar detrás de esta disminución, lo cierto es que los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) vienen a confirmar la creciente debilidad de la inversión y el consumo internos, frente a la fortaleza de las exportaciones españolas, que actúan junto a la reactivación del turismo como sostén del PIB.

Por su parte, otras figuras impositivas relevantes, como Sociedades, Impuestos Especiales e IRPF, también reflejan retrocesos en sus respectivas recaudaciones, aunque por diferentes motivos, como el adelanto de devoluciones pendientes de otros ejercicios, en el primer caso, o la afectación por las medidas de contención de la energía, en el segundo. Por su parte, el de la Renta de las Personas Físicas mantiene el tipo al acumular una cifra superior a los 46.000 millones de euros en los cinco primeros meses del año, un 12% más que en el mismo período de 2022.

 


CASI EL 75% DEL AHORRO EXTRA GENERADO ENTRE 2020 Y 2022 SE ENCUENTRA EN MANOS DE LAS FAMILIAS CON RENTAS MÁS ELEVADAS


 

Barbas y vecinos. El último boletín económico del Banco Central Europeo (BCE) también avanza unas previsiones económicas nada halagüeñas para la zona euro de cara al tercer trimestre de 2023. Tras esquivar la augurada caída en recesión técnica en el primer semestre del año, la autoridad monetaria advierte de un deterioro de la situación debido al enfriamiento derivado del alza de tipos de interés, actualmente en una inédita cota en los últimos veinte años del 4,25%, y, por ende, del endurecimiento de la financiación para empresas y particulares.

La consecuencia que extrae la institución presidida por Christine Lagarde es el frenazo de la demanda de las familias en la UE, derivada del efecto dominó que está provocando la presente escalada inflacionista.

En este sentido, los signos de debilidad ya son palpables tanto en la producción industrial de la eurozona como en la inversión residencial y la empresarial, sin olvidar la prestación de servicios. Un panorama ante el que el BCE reclama la retirada gradual y coordinada de los estímulos aprobados en su día para amortiguar los efectos de la guerra en Ucrania para tratar de domar una suerte de estanflación que, en su opinión, aún se espera demasiado alta durante bastante tiempo, con lo que se vislumbran nuevas subidas de tipos en el corto y medio plazo.

Tras la pandemia muchos ciudadanos cayeron en una especie de carpe diem colectivo, lo que provocó que el gasto de las familias se disparase en 2022 hasta duplicar la media del habitual en los cinco años previos al Covid-19. Ahora, todo parece apuntar a que tras el verano se podría producir el estancamiento del consumo privado, ante la imposibilidad de seguir tirando de ahorros para financiar un gasto cada vez mayor, cortesía de la inflación, que deriva en la pérdida de capacidad de compra de las familias. Por consiguiente, en el segundo semestre del año se abriría una etapa de zozobra financiera en la que el retorno a la acumulación, aunque sea en el humilde formato de la tradicional alcancía con forma de cerdito, parece el mejor de los consejos.

Seguimos ahorrando

En el primer trimestre del año la tasa de ahorro de las familias españolas volvió a situarse por encima de su media histórica, según datos del Banco de España. En aquel momento parecía que la inflación daba una tregua, aunque las últimas cifras de julio marcan un repunte.
Algunas claves son:

  • Las familias han trasvasado fondos desde efectivo y cuentas a la vista a instrumentos más rentables como Letras del Tesoro, fondos de inversión y depósitos a plazo.
  • Los hogares han reforzado su posición patrimonial a nivel agregado, lo que mejora su capacidad de devolución de deuda.
  • Reducción paulatina de la deuda hipotecaria debido a la amortización anticipada por las subidas del Euribor.

Huevos en distintas cestas

El peso de los activos financieros en la composición de la riqueza de las familias españolas se ha acrecentado desde el 10% al 25% en los últimos 14 años.
La riqueza financiera neta de los hogares, sus activos menos sus pasivos financieros, se situó en 2.000 millones de euros en marzo de 2023, lo que supone un aumento del 2,9% con respecto al año anterior.

Distribución de los activos financieros de las familias españolas. Primer trimestre de 2023:

  • Depósitos 36,4%
  • Inversión directa 31,4%
  • Fondos de inversión 14,8%
  • Seguros y entidades de previsión social 8,1%
  • Fondos de pensiones 4,4%
  • Efectivo 2,0%
  • Otros 2,9%

Fuente: Inverco.

Ojo al dato

La evolución y el destino del ahorro extraordinario acumulado por los hogares españoles desde el inicio de la pandemia, informe recogido en el Boletín Económico 2023/T2. Banco de España.

Informe de Previsiones económicas para España 2023-2024, Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

Contabilidad Nacional Trimestral de España: principales agregados. Segundo trimestre de 2023. Avance, 28 de julio. Instituto Nacional de Estadística (INE).

«Más ahorro (y mejor canalizado)», por David Cano Martínez

ENTRE MAGNITUDES

DAVID CANO MARTÍNEZ,
socio de Analistas Financieros Internacionales

"Necesitamos más ahorro para financiar un aumento de la capacidad productiva del país si queremos aprovechar la reindustrialización"

Más ahorro (y mejor canalizado)

El ahorro es una de las variables más relevantes en el análisis de una economía, tanto por su nivel en un determinado momento del tiempo como por su crecimiento. Solo si un país cuenta con ahorro puede financiar la inversión y el consumo. Y solo si es capaz de generar más ahorro puede financiar nuevos proyectos de inversión o incrementar su consumo. Si no hay o no se crea nuevo ahorro (o no lo suficiente), entonces una economía tiene que recurrir al exterior para captar financiación. Nos estamos refiriendo al conjunto de una economía, pero piense en uno de sus agentes, por ejemplo, una familia. Si no cuenta con ahorro o con capacidad de ahorrar, entonces no puede invertir, salvo que encuentre a alguien que le financie. De ahí que los economistas macro estudiemos el agregado del ahorro de una economía para analizar sus fortalezas y debilidades. Y lo hacemos distinguiendo entre la situación de las familias, del Estado y de las empresas. Pongamos el caso de EE.UU., una economía que invierte y gasta más de lo que genera internamente. Es un país que sufre el denominado déficit por cuenta corriente, pero no tiene dificultades para financiarlo porque su atractivo como prestatario sigue siendo elevado y, además, en su propia moneda, que persiste como la referencia global. La zona euro es una economía que “vive por debajo de sus posibilidades”, como demuestra que cuenta con superávit por cuenta corriente (es decir, cada año aumenta su nivel de ahorro acumulado). Y este también es el caso de España, que tras los excesos de 2000–2008 (cuando el déficit por cuenta corriente anual llegó a equivaler al 10% del PIB) durante la última década presenta un superávit anual del orden del 1% del PIB.

¿Por qué, entonces, un país debe ahorrar desde una perspectiva macroeconómica? Para financiar la inversión y el consumo sin depender del exterior. ¿Y qué agente es el que ahorra? Sin duda, las familias. Parece lógico que no lo hagan, en agregado, las empresas, mientras que existe más debate respecto a los gobiernos. Lo que está claro es que una familia no ahorra porque piense que es lo que debe hacer para contribuir a la financiación del tejido empresarial de su país. Ahorra, fundamentalmente, por precaución (por si lo necesita a futuro ante una caída de los ingresos o un gasto inesperado), por una preferencia intertemporal (prefiere gastarlo en el futuro) o previendo un gasto cierto que se producirá más adelante (ahorro para la universidad de mis hijos o para un viaje con los nietos).

Hecha esta introducción de los motivos del ahorro, quiero entrar en dos aspectos adicionales: el mecanismo de transmisión y la materialización. Por el primero nos referimos a las “cañerías” que permiten hacer llegar el dinero allá donde se necesita desde donde se acumula. Está claro que el principal agente de esta transmisión, al menos en la zona euro, es el canal bancario. Una familia materializa su ahorro en un depósito en un banco, que lo utiliza para conceder un crédito a una empresa. Pero existe un canal alternativo: los mercados de capitales. Una familia opta por comprar unas acciones o un bono que cotiza en un mercado financiero, al que ha acudido la empresa para emitir ese activo. Escapa del alcance de este artículo el interesante debate sobre cuál de los dos sistemas de intermediación es más recomendable para el crecimiento económico, así como los aspectos positivos y negativos de cada uno de ellos. En EE.UU. predominan los mercados de capitales como mecanismo de transmisión. En la zona euro, como ya hemos comentado, el bancario, si bien se están haciendo esfuerzos para reequilibrar las cuotas. El caso de España es bien representativo: excluyendo la vivienda, donde tenemos 3 billones de euros, el principal activo financiero de materialización del ahorro de las familias españolas es el depósito bancario. A marzo de 2023, su saldo se eleva a 1 billón de EUR, lo que representa del orden del 40% del total de los activos financieros. Es verdad que su cuota va goteando a la baja (hace una década era del 45% y, hace tres, del 60%), pero sigue siendo muy elevada, de ahí el protagonismo señalado de la intermediación bancaria.

Respecto a la importancia del mercado de capitales, tenemos que distinguir varias partidas. Las acciones de empresas cotizadas apenas suponen un 4% del total del ahorro (119.000 millones de EUR), lo que sin duda es una cifra modesta, acaso correlacionada con el menor desarrollo de nuestra Bolsa (su capitalización es del orden de 800.000 millones de EUR, es decir, el 60% del PIB, frente al 150% que supone en EE.UU.). Las familias españolas cuentan con más ahorro en acciones de empresas no listadas: 142.000 millones de EUR. Respecto a otras figuras, las instituciones de inversión colectiva suman 400.000 millones de EUR lo que, aquí sí, es una clara señal de crecimiento, pero todavía insuficiente. Su peso en el total del ahorro financiero (14%) es mayor que hace una década (cuando era el 6%), pero es muy reducido respecto a los niveles de otros países (25% – 35%). Similar comentario respecto a los fondos de pensiones que con apenas 122.000 millones de EUR representan solo un 4,4% del total del ahorro.

Recapitulando: el ahorro materializado en activos financieros de las familias españolas se situó, a finales de marzo, en 2,75 billones de EUR, es decir, 2 veces el PIB. Los depósitos, con 2 billones, siguen siendo los protagonistas, si bien su importancia relativa va decreciendo en favor de los fondos de inversión, que ya suponen medio millón de EUR. Necesitamos más ahorro para financiar un aumento de la capacidad productiva del país, sobre todo si queremos aprovechar la reindustrialización que traerá aparejada el proceso de desglobalización en el que estamos inmersos. Y este ahorro no solo debe canalizarse a través de las entidades crediticias, sino también a través de los mercados de capitales, para lo cual las instituciones de inversión colectiva son una de las mejores alternativas. Por último, los fondos de pensiones se revelan como una de las mejores opciones para materializar el ahorro a largo plazo. El desarrollo de estas partidas es una muestra del potencial económico de un país.