¿Vamos a vivir para siempre?, por Salvador Macip

EN PLENO DEBATE

SALVADOR MACIP,

médico e investigador de la UOC y la Universidad de Leicester

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Linkedin: Salvador Macip

 

 

Actualmente se están probando varias estrategias, desde alargar los telómeros a recuperar las células madre o reducir el daño oxidativo

Se podría decir que envejecer es una consecuencia inevitable de estar vivos. O por lo menos esto es lo que hemos pensado a lo largo de muchos siglos. A pesar de todo, nuestra imaginación siempre se ha negado a aceptar lo que parecía una realidad incontrovertible, como demuestra que, desde el principio de los tiempos, los humanos hemos inventado posibles maneras de engañar a la muerte. Las mitologías están pobladas de historias relacionadas con la búsqueda de la inmortalidad, empezando por la primera narración de la que tenemos constancia, las aventuras del héroe sumerio Gilgamesh, o la milenaria leyenda de la fuente de la eterna juventud. No es raro encontrar en la ficción personajes inmunes al paso del tiempo, desde los longevos patriarcas bíblicos a los elfos de El Señor de los Anillos.

Pero ¿es realmente una fantasía vencer al paso del tiempo? ¿O podría llegar a convertirse en realidad? La ciencia se ha hecho esta pregunta antes incluso de poseer las herramientas adecuadas para responderla. La medicina tradicional china, por ejemplo, tiene un listado de remedios que supuestamente alargan la vida. Y en Occidente, el libro The cure of old age, escrito por el franciscano inglés Roger Bacon en el siglo XIII, o Makrobiotik (1798), de Christoph Hufeland, proponen intervenciones que se supone que tienen un impacto en la longevidad. A pesar de esto, hasta hace relativamente poco, la idea de frenar el envejecimiento no era más que un sueño. Unos avances científicos recientes han cambiado radicalmente el panorama.

Efectivamente, en los últimos veinte años hemos descubierto los mecanismos moleculares que determinan el envejecimiento y, por primera vez en la historia, estemos discutiendo seriamente sobre qué podemos hacer para evitar los efectos negativos del paso del tiempo en el cuerpo humano. Como sucede siempre en medicina, no es hasta que entendemos cuáles son las causas que desencadenan un proceso que adquirimos la capacidad de hacer algo al respecto. Este ha sido también el caso del envejecimiento: hemos conseguido ver que lo que nos hace envejecer son una serie de cambios bioquímicos y celulares perfectamente definibles y cuantificables. Y, por tanto, modulables. Por lo menos en teoría.

En eso estamos ahora. Laboratorios de todo el mundo están estudiando estos factores que creemos que definen el deterioro que vemos en nuestros tejidos con el paso de los años. Y todo este esfuerzo está empezando a dar fruto. Ya hemos conseguido alargar la vida a varios animales de laboratorio, incluidos los monos, nuestros parientes más cercanos, manipulando uno o más de estos factores. La cuestión ahora es si podremos conseguir algo parecido en humanos.

Actualmente se están probando varias estrategias, desde alargar los telómeros a recuperar las células madre o reducir el daño oxidativo. Pero la que parece que tiene más posibilidades de funcionar es eliminar las llamadas células senescentes o viejas. Muchos de los procesos que llevan al envejecimiento acaban generando estas células que, poco a poco, llenan los tejidos, lo que impide que el resto hagan sus tareas habituales. Se cree que es por eso los órganos dejan de funcionar correctamente. Los primeros ensayos clínicos en humanos para “limpiar” los tejidos de las células senescentes con unos compuestos llamados senolíticos ya se están llevando a cabo, principalmente en enfermedades relacionadas con el envejecimiento, y pronto sabremos los resultados.

            Hay expertos que creen que no tardaremos mucho en ver el primer fármaco con efectos antienvejecimiento de verdad (porque, en estos momentos, nada de lo que nos venden con esta etiqueta tiene un efecto real sobre la edad de nuestros tejidos). Eso no quiere decir que la inmortalidad esté a la vuelta de la esquina. El envejecimiento no deja de ser un proceso biológico terriblemente complejo, y domarlo no será sencillo. Lo más probable es que nunca lo consigamos del todo. Pero, eso sí, la posibilidad de reducir el riesgo de enfermedades como el Alzheimer, el cáncer o ciertas diabetes desconectando los mecanismos del envejecimiento, parece estar a nuestro alcance. El siguiente paso, ya a medio plazo, sería mejorar la calidad de vida en los últimos años de existencia, quizás el problema más importante que tenemos en los países desarrollados, cada vez más llenos de gente mayor con problemas crónicos. Y, finalmente, quizás algún día conseguiremos también alargar la esperanza de vida, aunque esto no sea lo más urgente. Como tampoco lo es la inmortalidad, que algunos teorizan que podría ser asequible si seguimos cosechando éxitos en estas líneas de investigación. Pero quizás estén pecando de optimistas.

Todo esto no se puede ver sólo como un avance científico: hay consecuencias socioeconómicas muy importantes que deberán considerarse antes de que los primeros fármacos antienvejecimiento se pongan a la venta. No parece que sea imposible ralentizar el envejecimiento de manera suficientemente significativa como para que, en un futuro no muy lejano, una parte de la población de este planeta pueda vivir más de cien años en buenas condiciones. Esto puede provocar una revolución social importante (¿Podríamos continuar jubilándonos antes de los 70? ¿Quién pagaría las pensiones? ¿Sería el futuro sostenible?) y empeorar aún más las diferencias entre ricos y pobres. Es cierto que el estudio del envejecimiento promete cambios radicales en la manera de tratar y prevenir enfermedades que hasta hace poco parecían ciencia-ficción, pero depende de nosotros que acaben convirtiéndose en una utopía o una distopía.

La reforma sobre discapacidad, a debate en el Congreso de los Diputados

ESPACIO ÆQUITAS

LA REFORMA SOBRE DISCAPACIDAD, A DEBATE EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

De izquierda a derecha: Meritxell Batet (de pie), Nel González Zapico, José Ángel Martínez Sanchiz, Alberto Durán y Almudena Castro-Girona.

Los días 13 y 14 de diciembre, la Sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados acogió unas jornadas sobre La nueva Ley 8/2021 por la que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica. Este foro fue organizado por las fundaciones ONCE y Aequitas, el Consejo General del Notariado (CGN) y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).

 

JOSÉ M. CARRASCOSA

Durante dos días, políticos, notarios, fiscales, magistrados, juristas y representantes del tercer sector y del movimiento asociativo de las personas con discapacidad pusieron en común sus reflexiones sobre diferentes aspectos de esta normativa, que ha transformado la realidad de las personas con discapacidad y sus familias.

Ejemplo de consenso

 «El CERMI y las fundaciones ONCE y Aequitas han realizado un importante esfuerzo de concreción jurídica a la hora de estudiar y debatir la Ley 8/2021. Este trabajo previo por parte de los expertos ha permitido impulsar esta reforma normativa, que ha contado con el consenso de todos los grupos parlamentarios», manifestó Meritxell Batet, presidenta del Congreso, en la apertura de las jornadas.

El acto inaugural también contó con las intervenciones de Nel González Zapico, vicepresidente del CERMI y presidente de la Confederación Salud Mental España; Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE; Almudena Castro-Girona, directora de Aequitas; y José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del CGN y Aequitas.

González Zapico hizo hincapié en que «era fundamental cambiar el sistema de toma de decisiones vigente por el del respeto a la voluntad. Otro aspecto importante ha sido la revisión de las medidas de apoyo. Sin embargo -aseguró- debemos seguir trabajando intensamente para dotar a la norma de recursos, desarrollando mecanismos que la hagan efectiva, con una red de apoyos amplia y adecuada».

Para Alberto Durán, «la ley supone una reforma sin precedentes en nuestra legislación; un paso más en la capacidad de decidir del colectivo, que ahora puede asumir su derecho a acertar o a equivocarse. Los operadores jurídicos -como jueces, fiscales, abogados, notarios- han removido y revisado el derecho de las personas con discapacidad desde la mirada del siglo XXI».

 


MERITXELL BATET: «EL CERMI Y LAS FUNDACIONES ONCE Y AEQUITAS HAN REALIZADO UN IMPORTANTE ESFUERZO DE CONCRECIÓN JURÍDICA A LA HORA DE ESTUDIAR LA LEY 8/2021»

 

Almudena Castro-Girona resaltó el éxito de convocatoria de las jornadas, «con cerca de seiscientas personas conectadas online«, asegurando que «ahora toca a políticos, representantes sociales y operadores jurídicos -como los notarios- poner en marcha este nuevo sistema, que reforma la columna vertebral de nuestro ordenamiento y nos coloca como pioneros a nivel europeo y mundial.»

Por último, Martínez Sanchiz señaló que «la Ley 8/2021 constituye un hito fundamental, resultado del diálogo de la sociedad civil con los políticos, que llevan años trabajando conjuntamente con las organizaciones sociales. Entre todos, debemos aprender a llevar a efecto el postulado de esta ley. Los notarios nos esforzaremos por superar las barreras que encontremos en el camino”.

 


J. A. MARTÍNEZ SANCHIZ: «LA LEY 8/2021 CONSTITUYE UN HITO FUNDAMENTAL, RESULTADO DEL DIÁLOGO DE LA SOCIEDAD CIVIL CON LOS POLÍTICOS»

 

¿Qué implica la Ley para nosotros?

El primero de los paneles de debate tuvo como epígrafe ¿Que implica la ley para nosotros?  Con la moderación de Gregorio Saravia -delegado del CERMI para los Derechos Humanos y la Convención de la ONU de la Discapacidad- tuvo como protagonistas a Cristina Paredero, miembro de la junta directiva de Plena Inclusión España; Cristina Rodríguez Porrero, de la Unión Democrática de Pensionistas; Jesús García Lorente, director general de la Confederación Autismo España, y Ángeles Blanco, delegada de Derechos Humanos y coordinadora de incidencia de la Confederación ASPACE (Confederación Española de Asociaciones de Atención a las Personas con Parálisis Cerebral).

Para Paredero «esta reforma permite, por primera vez, escuchar y poner el foco en las personas con discapacidad. Es un gran paso adelante, ahora somos iguales ante la Ley, algo que nunca debía haberse vulnerado». «Muchas personas con discapacidad se hacen mayores y viceversa»- señalaba Porrero- «La unión de discapacidad y edad nos hace ser más vulnerables. Estas discapacidades ‘sobrevenidas’ con los años se conocen menos y aparecen en momentos de vida complicados». Según Lorente, con la reforma se debe «conseguir que las personas con discapacidad sean dueños de su propia vida; algo que debiera parecer obvio». Por último, Blanco apuntó que «la nueva legislación supone el establecimiento de apoyos hechos a medida para las personas con discapacidad, incluidas aquellas que precisan de mayores necesidades, como el colectivo de afectados por la parálisis cerebral»

Entidades sociales

La primera sesión se clausuró con la voz de los representantes de las entidades sociales, como Mar Barbero, directora gerente de FEDACE (Federación Española de Daño Cerebral) y moderadora; Ignacio Recondo, presidente de la Asociación Española de Fundaciones Tutelares; Oscar Moral, presidente del CERMI Madrid; Miguel Ángel Cabra de Luna, secretario general de la plataforma de Mayores y Pensionistas y Cristina Gómez Palomo, presidenta del CERMI Castilla-La Mancha.

 


NEL GONZÁLEZ ZAPICO: «ERA FUNDAMENTAL CAMBIAR EL SISTEMA DE TOMA DE DECISIONES VIGENTE POR EL DEL RESPETO A LA VOLUNTAD»

 

Moral expresó su preocupación por «las resistencias a aplicar el nuevo ordenamiento por parte de algunas entidades o personas. Debemos apelar a la responsabilidad de todos para poner en marcha esta ley. Es una oportunidad para restaurar los derechos del colectivo, reconociendo su dignidad y su derecho a la igualdad». Recondo demandó «campañas de formación sobre la norma, que deben extenderse a todas las familias y a los diversos sectores implicados en la materia». Palomo aludió a la necesidad por parte de las familias de «respetar la voluntad y capacidad de decisión de nuestros hijos con discapacidad». Por último, Cabra de Luna manifestó que «con esta nueva ley, se acabó incapacitar a un mayor para quedarse con sus bienes en una herencia preventiva

Apoyos voluntarios

La segunda sesión se abrió con el análisis de los Apoyos Voluntarios: Ejercicio de la capacidad jurídica en condiciones voluntarios. El presidente honorario de la Unión Internacional del Notariado (UINL), José Marqueño de Llano, dirigió este coloquio, en el que participaron las notarias Almudena Castro-Girona (directora de Aequitas y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la UINL) y Carmen Velasco (vicedecana del Colegio Notarial del País Vasco); Torcuato Recover, asesor jurídico de la Asociación Española de Fundaciones Tutelares y coordinador de la Red de Juristas Plena Inclusión; y Agustín Matía, director gerente de Down España.

Marqueño recordó que aunque la ley tiene aún un escaso recorrido, ya que su entrada en vigor tuvo lugar el pasado 3 de septiembre, ya está mostrando como se ha reforzado “la labor y el compromiso de los notarios con las personas con discapacidad». Para Velasco, la nueva normativa «concilia la seguridad jurídica con la autonomía de voluntad. Los notarios estamos en relación con las personas y en condición de apreciar lo que la persona necesita en su esfera personal y patrimonial. Tenemos la responsabilidad de indagar la voluntad de esas personas antes de plasmarla en una escritura pública». Por su parte, Recover sostuvo que «el Código Civil anterior estaba obsoleto y se dictaban sentencias contrarias a la Convención de la ONU». Matía cerró la mesa apuntando que «se ha generado cierto temor y dudas en las familias ante el reto transformador que supone la nueva norma, algo que debe superarse».

 


ALBERTO DURÁN: «LOS OPERADORES JURÍDICOS HAN REMOVIDO Y REVISADO EL DERECHO DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD DESDE LA MIRADA DEL SIGLO XXI»

 

Apoyos judiciales

A continuación, se profundizó sobre los apoyos judiciales diseñados en la nueva normativa sobre discapacidad. Carlos Ganzenmüller, fiscal del Tribunal Supremo y moderador; María José Segarra, fiscal de Sala del Tribunal Supremo para la protección de las personas con discapacidad y mayores; José Luis Seoane, magistrado de la Sala Primera del Tribunal Supremo; Benigno Varela, magistrado emérito del Tribunal Supremo; y Albino Escribano, decano del Colegio de Abogados de Albacete, fueron los ponentes en este capítulo.

Segarra señaló que «debe fortalecerse la desjudicialización en el ámbito de la discapacidad, reforzándose la red de apoyos de esas personas». Por su parte, Seoane apuntó que «la legislación anterior a la nueva ley era paternalista, cuánto más protección para el discapacitado: mejor». Para Varela, la principal aportación de la reforma redunda en que «se reconocen los derechos inherentes e inalienables de las personas con discapacidad». Escribano se mostró cauto al señalar «problemas en la aplicación práctica del nuevo normativo, algo habitual en una transformación jurídica tan radical: se ha cambiado de la camisa de fuerza al ‘traje a medida'».

Mesa legislativa (de izquierda a derecha): Miguel Ángel Jerez, Miguel Ángel González Caballero, Rafael de Lorenzo y Genís Boadella.
Consenso político

Diputados y ponentes de la Ley 8/2021 integraron una de las mesas de debate del encuentro. En concreto Miguel Ángel González Caballero (G. P. Socialista), Genís Boadella (G. P. Plural) y Miguel Ángel Jerez (G. P. Popular). Este coloquio tuvo como moderador a Rafael de Lorenzo, secretario general del Consejo General de la ONCE y de la Plataforma del Tercer Sector de Acción Social.

Caballero (PP) destacó la ingente tarea legislativa llevada a cabo en el arco parlamentario desde 2017 para «acometer la reforma más ambiciosa de la democracia, que llegó a tener más de 500 enmiendas».

Jerez (PSOE) coincidió en que «difícilmente podemos ver una ley tan transversal como ésta, que haya afectado por su alta complejidad a tantas normas. En su momento, la aprobamos con ilusión y con un sentimiento de reparación y justicia».

Boadella (PDeCAT) concluyó apuntando «el buen entendimiento alcanzado por todos los grupos en esta materia. Este consenso es política con mayúsculas».

Discapacidad y Tercera Edad

Los ponentes señalaron el peso del colectivo de jubilados y pensionistas en el sector de la discapacidad. Miguel Ángel Cabra de Luna recordó que «dos terceras partes de las personas con discapacidad, más del 75%, son mayores de 65 años. Según nuestros datos, de los 400.000 miembros del colectivo de personas con discapacidad, 250.000 son mayores.». 

¿Qué implica la Ley para nosotros? De izquierda a derecha: Ángeles Blanco, Cristina Paredero, Gregorio Saravia, Cristina Rodríguez Porrero y Jesús García Lorente.
Apoyos judiciales (de izquierda a derecha): María José Segarra, José Luis Seoane, Carlos Ganzenmüller, Benigno Varela y Albino Escribano.
Entidades sociales (de izquierda a derecha): Cristina Gómez Palomo, Miguel Ángel Cabra de Luna, Mar Barbéro, Ignacio Recondo y Óscar Moral.
Apoyos voluntarios (de izquierda a derecha): Torcuato Recover, Almudena Castro-Girona, José Marqueño, Carmen Velasco y Agustín Matía.
El valor de los acuerdos sociales

La directora general de la Fundación Aquitas, Almudena Castro-Girona, clausuró las jornadas, poniendo en común las conclusiones alcanzadas por los participantes. En este acto intervinieron diversos diputados que han formado parte del patronato de esta fundación a lo largo de sus más de veinte años de existencia, como Álvaro Cuesta, Emilio Olabarría y Francisco Vañó.
Vañó puso en valor la Ley 8/2021 apuntando que pone fin «a la muerte civil de muchas personas con discapacidad, que por fin han dejado de ser objetos para convertirse en sujetos de Derecho». Olabarría demandó que, para la puesta en marcha de la normativa, se incremente «la especialización de los juzgados, superando la renuencia de algunos jueces». Asimismo, Olabarría propuso crear «una mesa de coordinación a nivel nacional similar a la que existe en materia de medio ambiente o salud. Al estar cedidas las competencias de justicia en las comunidades autónomas, este organismo permitiría involucrar así a todas las Administraciones».

Por último, Cuesta señaló que «el impulso del legislador vino del entusiasmo y esfuerzo de la Fundación Aequitas y otras entidades del tercer sector, que dieron ideas a los políticos. La clave para alcanzar buenos acuerdos parlamentarios pasa previamente por basarse en los acuerdos sociales».

De izquierda a derecha: Emilio Olabarría, Almudena Castro-Girona, Álvaro Cuesta y Francisco Vañó.

Entrevista a Rubén Fernández Aguirre, pianista

ESFERA CULTURAL

RUBÉN
FERNÁNDEZ
AGUIRRE,

PIANISTA

«Una de las
responsabilidades fundamentales
en mi carrera artística
es la defensa del patrimonio
musical español»

Nacido en Baracaldo, descubrió su pasión acompañando desde el piano a sus padres, cantantes aficionados, y apoyando la tradición coral arraigada en el País Vasco. Hoy es el “pianista de cantantes” español más solicitado por voces de primera fila, nacionales e internacionales.

JUAN ANTONIO LLORENTE

Dónde encontrarle

Si bien su nombre es familiar en los principales teatros de España, como el de la Zarzuela, donde en abril regresa junto al tenor David Alegret con el programa Catalanes por el mundo, de su agenda destaca la vuelta con Lisette Oropesa, una de las mejores sopranos del mundo, para dos recitales: el 5 de enero en el Palau de Les Arts de Valencia y el 9 de enero en la reputada Ópera Estatal de Viena.

– Ha declarado que nunca le apeteció ser pianista en solitario ni solista con orquestas. ¿Le ha interesado al menos la música de cámara?

Muchísimo. Mi especial vinculación con el lied viene a través de mi experiencia con la música de cámara, que me enseñó a disfrutar más compartiendo música y escenario con otros artistas. Acompañar clases magistrales de José Luis Estellés o Enric Lluna me ayudó mucho. Con un clarinetista creamos el Duo Montsalvatge, nombre que nos dio el propio compositor después de conocernos en un concurso de Juventudes Musicales.

-Una actividad poco arraigada en España, aparte de nombres como Félix Lavilla, con quien usted estudió, Miguel Zanetti o, más tarde, Edelmiro Arnaltes. ¿Falta de afición, tradición, voces?

En cierta medida tiene que ver con la educación que se transmite en los Conservatorios sobre el músico de cámara, el de orquesta o el que trabaja con cantantes, figuras fundamentales en la música a las que, hasta no hace mucho, se les ha considerado inferiores. En este país siempre se incita al músico a ser solista por encima de todo. Si te presentas como pedagogo o músico de orquesta porque la vida te lleva por ahí, pareces estar haciendo algo menor. Lavilla y Zanetti, referentes fundamentales en este país, se dan a conocer por su vinculación con las grandes voces, que sí había en España. Lavilla, por su relación con Berganza; Zanetti con Caballé, de los Ángeles, o Lorengar, y Edelmiro por Kraus. Si esa época no ha tenido más repercusión en este país es porque la figura del pianista de cantantes no se valoraba en su justa medida.

-¿Cómo se conforman los contenidos de un programa?

Ahora está muy de moda buscar efemérides, fechas o momentos históricos para asociar con determinado repertorio. En España, al no estar familiarizados con el hecho del recital, parece que tienes que justificar las razones por las que lo haces, el porqué y vinculado a qué músicos. Yo propongo bastante repertorio a cantantes y, aunque a veces hago música de zarzuela o de ópera, lo que de verdad me gusta es el escrito originalmente para voz y piano, que es donde mejor me manejo. Tengo la suerte de trabajar con gente cuyas cualidades conozco bien y se fían de mí en lo que sugiero. Pero también ellos me plantean cosas que les apetece hacer.

-¿Es más fácil un acuerdo así, que en política?

Creo que sí.


«CON LISETTE OROPESA QUISIERA HACER FALLA Y RODRIGO, PORQUE LO HEMOS PRESENTADO EN CONCIERTO Y EL RESULTADO NOS GUSTA A LOS DOS»

-¿Tendrían que aprender los políticos de ustedes?

De los músicos de cámara, desde luego.

-¿Qué les enseñaría?

En mi profesión, lo más importante es escuchar. Con eso creo que lo contesto todo.

-¿Los cantantes se endiosan, o son fáciles de llevar?

Trabajando con un cantante, tienes muchos momentos de confidencias: viajando, en cenas… y al final confirmas que esa idea que puede existir del divismo, en la mayoría de los casos que he conocido, no deja de ser un caparazón para protegerse de inseguridades y de falta de afecto. Una máscara, un «perfil de», que no tiene nada que ver con la persona. No deja de ser un cliché cada vez, gracias a Dios, más desterrado.


«ME PRODUCE SATISFACCIÓN INVESTIGAR EN NUEVO REPERTORIO Y DARLO A CONOCER, PARA QUE LA GENTE LO VALORE»

-Se le reconoce también como gran defensor del repertorio español.

Una de las responsabilidades fundamentales en mi carrera artística es la defensa del patrimonio musical español. En mis viajes he visto como franceses, alemanes o ingleses defienden a muerte el suyo, sea de la calidad que sea: el mejor sobrevivirá en el tiempo, y el que no lo es tanto, pasará más desapercibido. Pues nosotros, los músicos españoles tenemos que hacer lo mismo con el nuestro.

-Exhumando la obra perdida de Manuel García, por ejemplo…

…o potenciando la de Emilio Arrieta. O la de Enrique Granados, cuando comprobé que no existe una integral de sus canciones. Aunque parezca ciencia-ficción, la primera persona en hacerla he sido yo, con tres cantantes españoles. Claro que cuando hablamos de música española en el extranjero, hay quien sólo piensa en Porque nací en la calle de la Paloma y De España vengo…   Pero mucho más repertorio merece la pena. Puedo decir como primicia que uno de mis fundamentos básicos en esta relación con Lisette Oropesa es grabar juntos un disco de canción española. Quiere hacer Falla y Rodrigo, porque lo hemos presentado en concierto y el resultado nos gusta a los dos. Pero también Albéniz, Marinero en Tierra de Halffter, y pensamos en algo de García Abril, con quien tuve mucha relación y a quien adoraba. Estoy convencido de cómo van a interesar las Seis Baladas Italianas de Albéniz con textos de la duquesa de Bolaños, que son de la misma calidad o mejores que muchas canciones de Tosti o de Donizetti. Lo importante es que ese repertorio se haga. Trabajando con Camarena, le propuse algunas músicas españolas, y ahora acaba los conciertos con el Canto porque estoy alegre, del homenaje a Gayarre de Antón García Abril. La ha hecho suya y la canta mucho.

-Empezando por las cinco óperas de salón de García, tenor referencial de Rossini y padre de la Malibrán y Pauline Viardot …

Al descubrir L’isola disabitata y ver que había cuatro más, me puse muy pesado con la Fundación Juan March, el Teatro de la Zarzuela, el Maestranza y otras entidades, y hemos podido recuperar las cinco, algo que yo solo no lo podría haber hecho. La verdadera satisfacción es haber podido presentar sin ningún tipo de adaptación estas óperas de cámara escritas originalmente para piano, aportando históricamente mi granito de arena. Para que se conozca y se pueda seguir haciendo, no necesariamente conmigo, este repertorio tan interesante para alumnos de escuelas superiores de canto o para espacios camerísticos. Eso me motiva como músico español. Como lo que estoy haciendo con obras de Arrieta junto a Sabina Puértolas, que vamos a grabar. O las de Montsalvatge con Nuria Rial, una artista maravillosa a la que adoro. Incluso con las de Fermín María Álvarez, un compositor aragonés que vivió en Barcelona. Hice unas canciones suyas con Airan Hernández, y quiero insistir en su obra. Me produce satisfacción investigar en nuevo repertorio y darlo a conocer, para que la gente lo valore.


«EL DIVISMO, EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS QUE HE CONOCIDO, NO DEJA DE SER UN CAPARAZÓN PARA PROTEGERSE DE INSEGURIDADES»

Su experiencia con las cinco óperas camerísticas, ¿le ha tentado para saltar a la dirección?

El término director musical no me gusta. Ni lo soy ni lo quiero ser, porque valoro mucho a quien ha estudiado para dedicarse a ello. En este caso se precisaba una gestión musical, porque no estás solo con un cantante. A veces es un cuarteto, o un sexteto, y se precisa alguien que lo coordine musicalmente, y esa labor me ha correspondido desde el piano. Soy muy feliz haciéndolo, porque intento estar vinculado a lo que pasa dramáticamente en las obras, acercándome también a la dramaturgia, algo que no puedes vivir en los conciertos al uso. Quiero dedicar todos mis esfuerzos y todo mi tiempo a estar vinculado a la figura del pianista de cantantes.

Leer un cuadro: El excepcional Diadúmeno del Museo del Prado

ESFERA CULTURAL

LEER CUADROS

CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

El visitante que accede al Prado debe adentrarse hasta el fondo de la galería central para disfrutar del sobresaliente grupo de obras maestras menos conocido: su exquisita selección de esculturas que se exhibe con carácter permanente.

Claves de la obra

Título: Diadúmeno Autor/es: Taller romano Materia:  Mármol blanco Datación:  140 – 150 Medidas:  202 x 110 x 70 cm Ubicación:  Sala 73 Nº catálogo:   E000088
EL EXCEPCIONAL “DIADÚMENO” DEL MUSEO DEL PRADO

SONIA TORTAJADA

Taller de Restauración de Escultura

La primera obra que nos da la bienvenida, tendida ante la gran cristalera del patio de Murillo, es Ariadna Dormida, con su serena grandiosidad, flanqueada por los bustos de Antinoo y Adriano. Si la curiosidad y la fortuna nos invitan a tomar el pasillo de la derecha, daremos con una galería dividida en tres espacios. Uno de ellos es una pequeña sala circular cuyo enlosado dibuja una estrella que dirige la atención al centro, donde se yergue majestuoso el Diadúmeno, una magnífica escultura de mármol de más de dos metros de altura. Su colocación dentro de la sala permite al visitante rodearlo por completo para poder admirar el exquisito modelado de su anatomía, que ejerce un poder casi hipnótico sobre el espectador que se detiene a contemplar a este gigante.

 


EN UNA PEQUEÑA SALA CIRCULAR SE YERGUE MAJESTUOSO EL ‘DIADÚMENO’, UNA MAGNÍFICA ESCULTURA DE MÁRMOL DE MÁS DE DOS METROS DE  ALTURA


 

Una curiosa anomalía

El Diadúmeno del Museo del Prado es una de las obras maestras de la escultura clásica. Copia del original griego de Policleto, -siglo V a.C.-,  posee una curiosa anomalía que la hace única entre las cuatro réplicas de época romana que se conservan en la actualidad. El diadúmeno representa a un joven atleta ciñéndose una cinta en la cabeza con ambos brazos levantados, pero la del Prado tiene el brazo derecho extendido hacia abajo con los dedos encorvados, mientras que el resto de réplicas mantienen la morfología original del diadúmeno.

Cuando se desenterró, la figura se encontraba casi completa, aunque le faltaba, precisamente, ese brazo, además de las piernas a partir de las rodillas. ¿Y qué era lo que hacían en el siglo XVII cuando hallaban estas magníficas esculturas mutiladas? Se completaban siguiendo el gusto y el criterio de la época. Es sabido que los mejores talleres se dedicaban a la tarea de completar las obras clásicas, además de a crear obras de nueva factura. En el caso de nuestro Diadúmeno, como en muchos otros, los artistas desconocían cómo eran los modelos originales. Crear las piernas no supuso un problema, ya que las rodillas indicaban claramente su posición, y el resto del cuerpo la proporción correcta. No ocurrió así a la hora de diseñar el brazo que faltaba. Al encontrarse el brazo conservado en tensión y flexionado a un lado de la cabeza, girada y con la mirada en dirección al brazo ausente, concluyeron que se trataba de la representación de un arquero: un hombre atlético en el momento de tensar su arco, con un brazo flexionado hacia arriba y el otro extendido hacia abajo. Así tallaron el brazo faltante con los dedos en posición de sujetar el arco; un añadido de altísima calidad que se podría considerar una obra de arte en sí misma, y que convierte al Diadúmeno “arquero” del Museo del Prado en una auténtica anomalía artística que bien merece una visita.

Las series: nuevos embajadores del español

ESFERA CULTURAL

LAS SERIES NUEVOS EMBAJADORES DEL ESPAÑOL

El fenómeno de La casa de papel parece haber cimentado una industria con proyección internacional.

El español no sólo se ha difundido hasta ser el segundo idioma más hablado en el mundo gracias a los avatares históricos y políticos. También por el poder de sus creadores: las novelas de Cervantes, los versos de Neruda, las fantasías de Borges, las reflexiones de Unamuno… 

JULIÁN DÍEZ

Y ahora, de forma inesperada, con el potencial creador de su industria audiovisual, que coloca entre las series de televisión más vistas del mundo un buen puñado de las habladas en español, y que además abren la puerta al éxito a futuras creaciones.

Porque, por ejemplo, los sucesivos triunfos en las producciones que lidera Álex Pina están contribuyendo no sólo a crear una renovada industria, sino también a devolver al español la imagen de idioma de cultura (o de espectáculo, en este caso, si se prefiere) que era el que también tenía, por ejemplo, cuando las obras de teatro del Siglo de Oro, de Lope de Vega o Calderón de la Barca, se representaban en toda Europa. 

Contenidos globales

El fenómeno, por supuesto, forma parte del más complejo de la globalización en la difusión de contenidos que propician las plataformas de streaming. El espectador de cualquier lugar del mundo tiene ahora acceso con la misma facilidad a producciones estadounidenses que coreanas (como El juego del calamar), alemanas (Dark), italianas (Gomorra) o francesas (Lupin), y de manera que habría parecido inesperada hace apenas una década.

«La primacía del inglés tiene debilidades: por un lado, la comunidad anglohablante nativa no es la más grande del mundo, superada por la del chino mandarín y el español; por otra parte, cuanto más se expande el inglés, más se fragmenta o dialectiza», explica el profesor Francisco Moreno-Fernández, del  Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad de Heidelberg (Alemania), al que el Instituto Cervantes nos remite como experto en el tema. «El inglés que se maneja en los foros internacionales o en el mundo académico es una variante algo simplificada y homogeneizada, destinada a unos fines específicos».

 


A ‘LA CASA DE PAPEL’ SE LE ANTICIPÓ ‘VIS A VIS’, QUE LUEGO FUE LA PRIMERA SERIE ESPAÑOLA EMITIDA EN ABIERTO EN GRAN BRETAÑA

 

El éxito de las series tiene para el profesor Moreno-Fernández un significado más que anecdótico, porque considera que son «junto a los videojuegos, un fenómeno de masas realmente impresionante. Están ocupando progresivamente un espacio que antes era casi exclusivo de la literatura de evasión». Y, al usar las plataformas de streaming, «el simple hecho de desplegar un menú de idiomas para subtítulos y dolajes en nuestros dispositivos ya tiene un efecto pedagógico. No sólo no se está sobrevalorando su importancia como fenómeno global; más bien, al contrario».

La historia de La casa de papel

Como es bien sabida, parte de un relativo fracaso en su emisión en Antena 3 (donde pasó de ser el mejor estreno del año al emitirse el primer episodio tras un Real-Atlético de Champions a ser cancelada al terminar la segunda temporada), a una eclosión internacional de motivaciones aún no del todo bien explicadas. Se sabe que los elogios de Stephen King o la adopción de su iconografía por parte de algunos movimientos de protesta políticos contribuyeron en determinados momentos, pero aún así no se comprende cómo llegó a ser el tercer contenido más visto en la historia de Netflix y el primero en buena parte de los países del sur de Europa y Latinoamérica. Además, es la primera serie española en ganar el premio Emmy Internacional.

A La casa de papel se le anticipó Vis a vis, que luego ha sido la primera serie española emitida en abierto en Gran Bretaña, en Channel 4. Merlí, tras su éxito en TV3, pasó a Movistar e internacionalmente ha logrado grandes datos en Netflix, caso similar al de El ministerio del tiempo, inicialmente en RTVE. Las chicas del cable y Elite han sido, cambio, productos originales para su emisión en Netflix con brillantes resultados. Tanto Amazon Prime Video como HBO se han lanzado a su vez a crear series españolas.

 


LAS FACILIDADES DE LOS SERVICIOS DE ‘STREAMING’ PARA VER LOS CONTENIDOS EN VERSIÓN ORIGINAL POTENCIAN EL INTERÉS POR EL APRENDIZAJE DE NUESTRA LENGUA

 

También es necesario reconocer que, a lo largo de la historia, otras series españolas han tenido buenas audiencias en el extranjero, aunque la diferencia es que se trató de fenómenos un tanto aislados, puntuales, de títulos concretos en lugares concretos. Así, puede citarse la popularidad realmente notable de Verano azul en países del este o Latinoamérica, donde también triunfó años después El barco. Médico de familia fue número uno en Portugal o Bélgica; El secreto de Puente Viejo fue la emisión más vista en su franja horaria en Italia durante meses y se ha emitido en sesenta países; y Un paso adelante llevó a que sus intérpretes hicieran una gira musical por Alemania o Francia.

Sin embargo, no puede atribuirse todo el empujón al español en los últimos años a las series. Se parte de una situación ventajosa, en difusión y prestigio, que a su vez posiblemente ha facilitado este éxito. Para Moreno-Fernández, «el deseo de aprender idiomas se mueve por impulsos. Cuando España ganó el Mundial de fútbol de 2010 se produjo una avalancha de matrículas en los cursos de español en muchos lugares del planeta, como China. Pero el crecimiento sostenido del interés por lo hispánico y el español no es circunstancial; se debe a la calidad de nuestros productos culturales y a una percepción benigna de las ventajas que supone conocer el español con distintos fines, comerciales o de desarrollo personal». La música latina, las películas de Pedro Almodóvar o la creciente popularidad de la gastronomía española son otros factores que han ido contribuyendo en su momento a la difusión del idioma.

La carencia del doblaje

España presumió tradicionalmente de tener una escuela de dobladores de primer nivel mundial, pero lo que fue fortaleza hoy se percibe como cierta debilidad desde otra perspectiva. Porque el nuestro está entre los países europeos con peores niveles en el uso del inglés como segunda lengua, y muchas voces señalan la falta de costumbre de ver contenidos audiovisuales en versión original (aunque sea subtitulada) como uno de los orígenes de ese problema. «No es la única causa, porque pesa también la mala formación idiomática recibida durante varias generaciones o la sensación popular de que con el español se puede ir a cualquier parte», señala el profesor Francisco Moreno-Fernández, que con todo insiste en que «Europa está claramente dividida entre los países que doblan y los que subtitulan. No es casualidad que el más alto nivel de inglés corresponda a estos últimos». Un informe de la Comisión Europea de 2011, Study on the Use of Subtitling, concluía que el subtitulado «ayuda a mejorar el domino de las lenguas extranjeras, sensibiliza y motiva para el aprendizaje de idiomas, y contribuye a crear un entorno que fomente el multilingüismo».

La música, las películas de Almodóvar o la creciente popularidad de la gastronomía es-pañola también han ido contribuyendo a la difusión del idioma.

Otras fuentes

Fórmula TV. Un precedente curioso al actual éxito de las series españolas es el de las que fueron adaptadas en distintos países

La casa de papel. Las pruebas de la popularidad mundial de La casa de papel son muchas, pero baste citar que, en la web más empleada para el seguimiento de series, www.tvtime.com, es la quinta serie más vista de todos los tiempos, y la única no anglosajona entre las veinte primeras. 

La prioridad, el cliente, por José Luis Martínez Campuzano

PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

JOSÉ LUIS MARTÍNEZ CAMPUZANO,

portavoz de la Asociación Española de Banca

 

Los clientes deben saber de forma clara cómo está protegido su dinero, algo que sí conocen en el caso de los bancos

El cliente es la prioridad de los bancos, que diseñan su estrategia para responder a sus deseos de hoy y anticiparse a los de mañana, cada vez mayores e inmediatos. Recibir atención veinticuatro horas al día y en cualquier lugar es algo cotidiano gracias a la digitalización, la gran apuesta del sector bancario desde hace años. Gracias a que los bancos se anticiparon a la transformación digital de la sociedad, la elevada protección que el cliente contaba en su actividad analógica se mantiene inalterada en su operativa digital, como ha quedado patente en los peores momentos de la pandemia, con todos los servicios financieros funcionando a pleno rendimiento y con total normalidad. La colaboración de los consumidores, sin embargo, es clave en la era digital. Aparte de la protección y las garantías que nos brindan los bancos, hemos de ser conscientes de la necesidad de proteger nuestros datos en el mundo online.

El avance tecnológico y su reflejo en la digitalización han permitido la aparición de nuevos competidores y modelos de negocio relacionados con la actividad financiera que compiten con los bancos en la provisión de los servicios financieros, aunque enfocándose solo en los más rentables. A diferencia de estas compañías tecnológicas que ofrecen servicios bancarios bajo una regulación y supervisión mucho más superficial, los bancos atienden a todos sus clientes, con independencia de si están habituados a las nuevas tecnologías o prefieren una atención más tradicional a través de las sucursales bancarias. Y son garantía de protección en esta revolución fintech a la que asistimos, fruto de aplicar la creciente innovación tecnológica en los servicios financieros, que aporta muchos beneficios al usuario, pero también algunos riesgos que deben ser conocidos.

Si hablamos de los riesgos para el consumidor, debemos preguntarnos si el usuario de servicios financieros entiende, en la mayoría de los casos, el tipo de entidad, o la personalidad jurídica que está detrás de una nueva marca innovadora y, por tanto, con qué protecciones legales cuenta en caso de un fallo o error. Es habitual el uso de términos como ‘neobanco’ o ‘banco digital’ para referirse a algunas de las nuevas empresas que, en muchos casos, no tienen la condición de entidad de crédito y no pueden ejercer las actividades legalmente reservadas a estas.

Vigilar lo que ocurre en un mercado tan dinámico y con tantos nuevos actores empieza a ser una tarea compleja para los supervisores financieros y también para los reguladores. Más allá de los asuntos relacionados con la competencia, que también preocupan, las autoridades están poniendo el foco en los riesgos para la protección del consumidor y la estabilidad financiera, porque incentivar la innovación y la competencia no debe traducirse nunca en una menor protección del cliente financiero.

Los clientes deben saber de forma clara cómo está protegido su dinero, algo que sí conocen en el caso de los bancos. Por ejemplo, algunos productos que se ofrecen como ‘cuentas’ no tienen consideración de depósitos y, por tanto, sus saldos no están cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos de las entidades de crédito. También preocupa el aumento de la actividad crediticia fuera de la red de los bancos. Aunque la diversificación en las fuentes de financiación a empresas y familias sea algo positivo, debe quedar siempre bajo el radar regulatorio y de supervisión.

La banca es un sector disciplinado que responde a una regulación extensa y muy exigente, que ha experimentado muchos y profundos cambios desde la crisis financiera mundial desatada en Estados Unidos en 2008. A diferencia de lo que ocurre con el resto de las empresas cotizadas, los bancos están sujetos a una normativa específica, tanto comunitaria como española, que es más avanzada que la del buen gobierno. La rápida adaptación a esas exigencias ha permitido a los bancos españoles aumentar en gran medida su solvencia y capacidad de resistencia, y dar así respuesta a las necesidades de los clientes durante lo peor de la crisis sanitaria.

La estrategia de los bancos pasa por satisfacer a sus clientes. Su compromiso es ofrecer los servicios financieros necesarios a todos los consumidores. Son los clientes los que deciden qué canal eligen entre los disponibles para comunicarse con su entidad: oficinas, banca telefónica y digital, agentes colaboradores y cajeros. El sector bancario también está llevando a cabo acuerdos de colaboración con otras instituciones y empresas que complementan los canales de comunicación de las entidades con el único fin de seguir reforzando la mejora de la calidad del servicio al cliente.

Además del cambio de hábitos y costumbres de los clientes, que acuden menos a las oficinas, los bancos operan en un escenario de baja rentabilidad consecuencia del prolongado escenario de tipos de interés oficiales negativos. Para adaptarse a este entorno, los bancos están llevando a cabo los ajustes de estructura necesarios, unos cambios que los supervisores llevan tiempo reclamándoles y que se acometen con el fin de seguir desempeñando un papel clave para superar la crisis. La prioridad de los bancos es apoyar a las familias y empresas e impulsar esa recuperación económica post Covid que todos deseamos, basada en un nuevo modelo económico mejor que el anterior, más respetuoso con el medio ambiente, más digitalizado y más beneficioso para todas las capas de la sociedad.

Ahorrar hoy para disfrutar mañana

PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

AHORRAR HOY
PARA DISFRUTAR
MAÑANA

Los españoles nos hemos vuelto más ahorradores y precavidos. La pandemia y, sobre todo, la incertidumbre que ha provocado en la vida de los consumidores ha supuesto un cambio en sus costumbres, disparando el nivel de ahorro de las familias hasta límite desconocidos, por encima del billón de euros. Sin embargo, aún queda mucho recorrido para trasladar a los consumidores la importancia de contar con un volumen de ahorro adecuado, que les permita actuar frente a imprevistos y también contar con ingresos extra de cara a la jubilación.

Ahorrar dinero para el futuro requiere disciplina, empeño y esfuerzo. Nadie dice que sea fácil, pero es imprescindible si queremos vivir sin sobresaltos

María Lezaun

[email protected]

Twitter: @mlezaun

Ahorrar dinero para el futuro requiere disciplina, empeño y esfuerzo. Nadie dice que sea fácil, pero es imprescindible si queremos vivir sin sobresaltos. Porque la tranquilidad que proporciona contar con una rutina de ahorro nos evita muchos problemas, incluidos emocionales y de salud, según los expertos. Por eso, después de estos tiempos tan convulsos, no es de extrañar que un 22% de los hogares españoles se haya planteado ser más precavido a partir de ahora con sus ahorros y un 27%, reconozca que consumirá menos, informa el Observatorio de Ahorro Familiar. Un buen dato si tenemos en cuenta que cuando comenzó esta crisis un tercio de las familias no disponía ni siquiera del equivalente a un mes de sus ingresos y ahora, son más de la mitad los que han conseguido reunir hasta seis meses.

Ahorrar por hábito

Sin embargo, el éxito no pasa por acumular dinero o reducir el consumo. El éxito pasa, según los expertos, por convertir el ahorro en un hábito y por descubrir los productos que más nos convienen según nuestro perfil inversor, nuestra capacidad de ahorro, nuestra cultura financiera y nuestros objetivos. Es importante también saber que cualquiera puede recibir el asesoramiento necesario, sin necesidad de contar con grandes patrimonios y con un gasto moderado. Así lo explica Luis Pita, ingeniero industrial, divulgador y autor del best seller Ten peor coche que tu vecino.

 


ENTRE LOS PRODUCTOS MÁS SENCILLOS DESTACAN LASICUENTAS DE AHORRO Y LOS DEPÓSITOS

 

Para ello existen en el mercado multitud de productos que conviene conocer antes de empezar a ahorrar. La clave está en entender cómo funcionan y en dejarse asesorar por entidades registradas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Muchas veces nos dejamos deslumbrar por las altas rentabilidades y no medimos bien los riesgos de operar con entidades no autorizadas o con productos demasiado sofisticados. Para empezar a ahorrar, Pita recomienda ‘preahorrar’. Es decir, en lugar de guardar lo que nos sobra a final de mes, hacerlo al revés. “Preahorrar consiste en separar a principio de mes una cantidad de tus ingresos, lo que te permite no depender de tu fuerza de voluntad y también automatizar ese ahorro porque solo tienes que ordenar una transferencia en el banco”.

 


PARA EL LARGO PLAZO, AUNQUE LOS PLANES DE PENSIONES SON LOS MÁS CONOCIDOS, EXISTEN OTRAS OPCIONES QUE PUEDEN RESULTAR MÁS INTERESANTES

 

Entre los productos más sencillos destacan las cuentas de ahorro y los depósitos. Aunque su rentabilidad actualmente es escasa, son el primer paso para contar con lo que los expertos llaman el colchón financiero. “Es como contar con una red de seguridad por si algo se tuerce y que debería representar entre tres y seis meses de los gastos fijos del hogar”. Una vez se tiene este colchón se puede empezar a invertir”, dice Pita. “Lo más conveniente para los que no tienen muchos conocimientos financieros o disponen de poco tiempo es contratar un fondo indexado”, recomienda Natalia de Santiago, divulgadora financiera y experta en ahorro.  Los hay para todos los perfiles, desde los más conservadores a los más arriesgados, nacionales, internacionales y también sectoriales. El consumidor debe de fijarse en las comisiones por mantenimiento y hacer aportaciones regulares para que el dinero empiece a crecer. La principal ventaja de estos fondos es que te permiten beneficiarte del interés compuesto. Es decir, el capital inicial y las aportaciones van creciendo con los intereses que se van generando. Se trata de un producto muy interesante a largo plazo, cuyos gastos no son elevados.

 


MUCHAS VECES NOS DEJAMOS DESLUMBRAR POR LAS ALTAS RENTABILIDADES Y NO MEDIMOS BIEN LOS RIESGOS

 

Para el largo plazo, existen también otros productos que hay que valorar. Aunque los planes de pensiones son los más conocidos, existen otras opciones que pueden resultar más interesantes. “Asociamos el ahorro a largo plazo con los planes de pensiones, cuando hay otros productos que pueden hacer su misma función e incluso mejorarla. Fondos de inversión (indexados y activos), PIAS (Planes Individuales de Ahorro Sistemático), Unit Linked (seguros de ahorro e inversión ligados a una cesta de fondos), acciones de empresas cotizadas o incluso comprar una casa para alquilar… La oferta es muy variada y la elección depende de gustos personales, conocimientos y tiempo que quieras dedicarle”, explica Pita.

El momento de empezar a ahorrar

Pero, ¿cuándo hay que empezar a hacerlo? Según Luis Pita, ingeniero industrial y divulgador financiero, a ahorrar hay que empezar cuanto antes por dos razones. “Cuanto antes empieces, antes se convertirá en un hábito 100% integrado en tu vida. De hecho, una vez empiezas a ahorrar y te acostumbras, lo más habitual es elevar ese ahorro con el tiempo. Y porque, cuanto antes empieces, más posibilidades tienes de alcanzar la libertad financiera. Es decir, disponer de dinero siempre que sea necesario, sin contar con los ingresos corrientes y saber que nuestros ahorros siguen trabajando. Y es que, según explica Pita, “cuando se trata de ahorro e inversión, el tiempo es el mayor aliado del pequeño ahorrador. Con suficiente tiempo puedes llegar a triplicar el valor de tus ahorros”. Para Natalia de Santiago, ingeniera, divulgadora financiera y autora del libro Invierte en ti, “el primer paso es abandonar esa creencia de que el ahorro es aquello que nos queda en la cuenta a final de mes”. Hay que ahorrar con premeditación y alevosía, poniéndose una meta realista, y a primeros de mes, cuando la cuenta está llena”. La clave para esta experta se trata de ponerlo difícil para no ahorrar. Y, aunque no existe una cantidad ideal, según esta experta, empezar con un 10% de los ingresos, sería suficiente. “Habrá quien pueda destinar hasta un 20%, pero conviene ser realistas y ver, sobre todo al principio, que es posible”.

Ahorrar con pequeños gestos

Existen numerosos gastos diarios en los que podemos rascar un dinerillo y que apenas requieren un cambio de hábitos. Son lo que los expertos llaman gastos hormiga o termita y que poco a poco van minando el presupuesto mensual sin que nos demos cuenta: el café de media mañana, el billete del autobús, un pequeño antojo o las propinas. Acabar con estos gastos es posible sobre todo cuando hacemos balance del impacto que tienen en nuestras finanzas. Además, existen otros gastos domésticos en los que podemos ahorrar, según explica Luis Pita. “Las partidas domésticas en las que más se puede ahorrar son las de los gastos fijos, empezando por la electricidad, donde yo recomiendo siempre revisar la potencia contratada y el tipo de contrato”, añade. Le siguen telecomunicaciones, seguros y supermercado. Para los dos primeros basta con pararse una vez al año a revisar qué tenemos contratado. “Con el supermercado, el mejor truco sigue siendo ir a la compra con una lista que hayas pensado de antemano y no salirte de ella.  Ahorrar en casa no tiene por qué ser un suplicio. Sólo es cuestión de organizarse y planificar. Basta con agendar uno o dos días al año para revisar facturas y gastos”, concluye Pita.

Para saber más

Aprende a ahorrar: En la web de las Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se pueden consultar varias guías para adentrarte en el mundo de las finanzas. También ofrecen cursos y webinars.

Finect: La plataforma para comparar productos financieros y de ahorro dispone de información y también permite calcular ahorros a largo plazo.

Freno al desperdicio alimentario

CONSUMO

FRENO
AL DESPERDICIO ALIMENTARIO

Se desechan alimentos porque no cumplen con determinados requisitos estéticos, aunque se pueden consumir.

Marián Lezaún

[email protected]
Twitter: @mlezaun

El Gobierno ha dado luz verde al anteproyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que pretende acabar con uno de los grandes problemas del sistema alimentario. Cataluña, que desde el año pasado cuenta con su propia legislación, ha sido la comunidad autónoma pionera en poner freno al desperdicio.

La legislación española se suma ahora también a las iniciativas desarrolladas por Francia e Italia que buscan dar salida a los excedentes de producción, consumir de manera más racional y concienciar al consumidor del impacto que tiene no planificar bien la cesta de la compra o comprar más de lo que se necesita. Los expertos consideran que es un gran paso, pero que aún queda mucho por hacer.

A la basura

Los hogares españoles tiraron el año pasado 1.364 millones de kilos de alimentos a la basura, una media de 31 kilos por persona, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura. Un gesto cotidiano que genera un enorme impacto ambiental, pero del que apenas somos conscientes y eso que el desperdicio de alimentos representa un 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y es que, un estudio reciente de la FAO apunta que la cifra de desperdicio alimentario mundial se eleva hasta el 30% de lo que se produce. Porque el desperdicio comienza en el campo, pasa por la industria y termina en los establecimientos comerciales. En las primeras dos fases, lo llamamos pérdida. Y es un fenómeno mucho mayor en los países más desarrollados. Se trata de desechar un montón de alimentos porque no cumplen con determinados requisitos estéticos, porque se han deteriorado o porque se considera que no son aptos para la venta, aunque se pueden consumir perfectamente. Y de los que pasan el control, un 0,99 por ciento no llega nunca a comercializarse, según Aecoc, la asociación de productores y distribuidores. Las razones son varias: deterioro de los envases y embalajes, errores de etiquetado, cercanía de la fecha de consumo, etc. De ese 0,99 por ciento, un 31,31%, que es totalmente apto para el consumo, pero no para su comercialización, se dona a instituciones benéficas y de un 31,51% porque no existen opciones de aprovechamiento.

El problema se agrava si tenemos en cuenta que mientras los gobiernos buscan soluciones a esta lacra de la abundancia, millones de personas pasan hambre en el mundo. Hasta ochocientos millones. Se trata de una paradoja de difícil solución porque también en los países menos desarrollados se desperdicia comida, aunque los motivos allí son otros: falta de recursos y de tecnología para su almacenaje, procesamiento y distribución, entre otros.

 


LOS HOGARES ESPAÑOLES TIRARON EL AÑO PASADO 1.364 MILLONES DE KILOS DE ALIMENTOS A LA BASURA, UNA MEDIA DE 31 KILOS POR PERSONA

 

Pero, ¿somos conscientes de esta situación? Según los expertos, no existe una verdadera conciencia de que tirar comida a la basura sea un problema global, y mucho menos individual. “De hecho, cuando hacemos encuestas a los consumidores sobre qué es lo que tiran o qué cantidad de alimento les sobra a diario, la mayor parte de los consultados responde que tira poco o nada”, explica Laura Martos, técnica de educación para la Ciudadanía Global de Enraíza Derechos. “Y es que pensamos que tirar un trozo de pan, unas sobras o algo de fruta no es desperdicio”, dice Martos y lo que ocurre es que detrás hay un problema de planificación, de saber qué vamos a consumir y qué no. Es en esta parte del sistema, donde los consumidores tenemos mucho por hacer.

El avance de la ley

Ahora, con la nueva legislación, al menos habrá un marco de referencia al que acudir, aunque Martos considera prioritario saber cuál es el volumen total del desperdicio. Además, la norma supone un paso más en el compromiso del Gobierno con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, que recogen expresamente, en su objetivo número 12.3, la aspiración de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita en el mundo, tanto en la venta al por menor y en los consumidores, como en la cadena de producción y suministro.  Por eso, la nueva regulación establece que todos los agentes implicados en la cadena alimentaria deberán de contar con un plan de prevención para evitar el desperdicio. Para ello marca unas pautas a seguir en orden de prioridad. Así la alimentación humana está siempre en primer lugar, bien a través de donaciones a entidades sin ánimo de lucro y a bancos de alimentos. De esta manera, la industria, la distribución, la hostelería y la restauración deberán suscribir convenios de colaboración con las organizaciones receptoras de manera que se establezcan los protocolos de actuación en cada caso.

En el caso de los alimentos no vendidos pero que estén en buenas condiciones de uso, la ley obliga a transformarlos en zumos, mermeladas y otros alimentos procesados. Cuando no sean aptos para el consumo humano, los alimentos deberán ser utilizados como subproductos para la alimentación de animales o para fabricación de piensos, como recursos para la industria, para la obtención de compost para uso agrario y para fabricar biogás u otro tipo de combustible.

 


NO EXISTE UNA VERDADERA CONCIENCIA DE QUE TIRAR COMIDA A LA BASURA SEA UN PROBLEMA GLOBAL, Y MUCHO MENOS INDIVIDUAL

 

Además, la legislación obligará a los establecimientos de hostelería y de restauración a ofrecer a sus clientes la posibilidad de llevarse a casa lo que no hayan consumido. Así los restaurantes deberán disponer de envases aptos reutilizables. Aunque es cierto que en muchos sitios ya se hace, no es lo más habitual y los clientes aún tienen que adaptarse a estas costumbres. Igualmente, otras instituciones como centros sanitarios y educativos o residencias de mayores que ofrezcan catering o servicio de comedor deberán contar también con programas de prevención y reducción de las pérdidas y el desperdicio alimentario que cumplan igualmente la jerarquía de prioridades establecida en la ley. La norma tiene previsto que las empresas distribuidoras de alimentos incentiven, junto con las administraciones, la venta de productos con fecha de consumo preferente o de caducidad próxima. Una idea que ya se hace en muchas superficies y que cuenta con un número creciente de adeptos.

A diferencia de la legislación italiana, que insiste en la donación, la ley española es mucho más avanzada y establece un régimen sancionador con distintos tipos de infracciones graves que pueden ser penadas con multas de entre 6.000 y 150.000 euros para aquellos que incumplan lo establecido.

La organización sin ánimo de lucro The Ocean Cleanup publicó en la revista Science (abril de 2021) un estudio que pone los pelos de punta y cuyos resultados resumen así: «1 000 ríos son responsables de casi el 80 % de las emisiones anuales mundiales de plástico fluvial, que oscilan entre 0,8 y 2,7 millones de toneladas métricas por año, con los pequeños ríos urbanos entre los más contaminantes. El 20 % restante de las emisiones de plástico se distribuyen en otros 30.000 ríos».

Cifras visibles. Para que podamos poner en valor el significado de todas las cifras que citaremos en estas líneas, hagamos un simple ejercicio numérico a modo de ejemplo. Tenemos que una bolsa de plástico tipo supermercado pesa unos 6 gr y una botella pequeña de agua sin gas, 8 gr. Ahora imaginemos una «sopa» de plástico de tan solo 20 Kg flotando en el mar (recuadro «Mapas interactivos», Sailing seas of plastic), en la que hay bolsas y botellas a partes iguales. Tendríamos en la mancha cerca de 3 000 piezas.

Si llevamos los materiales del ejemplo a lo que vierte el río más contaminante de los que da notica el estudio de The Ocean Cleanup, el Pásig, en Filipinas, sus 62,6 toneladas de plástico anuales significarían 9,4 millones de desechos entrando al mar por su desembocadura en Manila. Este país, en fin, tiene el doloroso récord de ser el que más tráfico fluvial de plásticos conduce al mar. En total, el país tagalo emite 360 000 toneladas de plástico al año mediante 4 820 de sus ríos.

Medallas de deshonor. Tras Filipinas, los siguientes países que más polímeros mueven en sus vías fluviales son, por este orden, India, Malasia, China, Indonesia, Birmania, Brasil, Vietnam, Bangladés y Tailandia, por solo citar los diez más contaminantes. Pero hay que marcar diferencias: el segundo (India), vierte justo la mitad de plástico (130 00 toneladas) que el primero; y el décimo (Tailandia) «solo» 23 000 toneladas. En el entorno del Mediterráneo más próximo, puede ser preocupantes las 14 000 toneladas de ríos turcos, sobre todo al Mar de Mármara, y las 5 800 toneladas de los argelinos dejadas casi a las puertas de las Islas Baleares.

 


EN 2025 HABRÁ DESECHOS PLÁSTICOS COMO PARA CUBRIR CADA METRO DE COSTA DE TODO EL MUNDO CON 100 BOLSAS

 

Asía, por tanto, es la zona donde el problema que venimos comentando alcanza mayor intensidad. En el entorno americano, Brasil es el primer emisor de plásticos, 38 000 toneladas, seguido de Guatemala, Haití, República Dominicana y Venezuela. En África, se lleva «la palma» Nigeria, con 19 000 toneladas, seguido de Camerún, con 11 000 toneladas, y el ya citado Argelia. En la Unión Europea, crucemos los dedos, solo el río Neretva (desemboca en Croacia, pero el 90,2 % de su curso transcurre por Bosnia-Herzegovina) vuelca volúmenes significativos (125,8 toneladas) al Adriático. A esta misma cuenca vierten los albaneses Ishën (algo más de quinientas toneladas) y Seman (235,5 toneladas), entre otros, demostrando que el cuidado medioambiental local puede servir de poco si los problemas no se acometen internacionalmente.

Qué hay de nuevo. Los ríos, nos cuenta la historia, nos vienen sirviendo para abastecernos de agua, disponer de terrenos fértiles para los cultivos o pastos y deshacernos de los residuos. Para esto último hemos involucionado, porque el incremento de producción y uso de plásticos ha hecho de los ríos autopistas de evacuación de productos que no se degradan fácilmente. Cuando hablamos del «uso de plásticos», nos estamos refiriendo a los más de 8.500 millones de toneladas fabricadas desde que se empezó la producción masiva en 1950. Y creciendo.

 


SE CALCULA QUE LA «ISLA DE PLÁSTICO» DEL PACÍFICO NORTE PUEDE ALCANZAR UNA EXTENSIÓN SIMILAR A ESTADOS UNIDOS

 

Un informe de Naciones Unidas calcula que, de seguir así, en 2025 habrá plástico como para cubrir cada metro de costa de todo el mundo con 100 bolsas tipo supermercado. Cabe recordar que los polímeros tardan entre 55 y 1 000 años en degradarse (depende del compuesto y el grosor). Y un dato más: las mascarillas y guantes desechables tardan en desintegrarse entre uno y cinco años.

De los ríos al mar. Mares y océanos son los depositarios de todos estos desechos que pueden a pasar a la cadena alimenticia, los famosos microplásticos, a precipitarse a los fondos marinos o a mantenerse a flote formando las conocidas como «islas de plástico». De las muchas que hay ya, la más impresionante es la del Pacífico Norte. Diversas estimaciones calculan que puede llegar a medir más que EE. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), calcula que esta isla de basura crece al ritmo de una tonelada de desechos al día. Hay más: según investigaciones recientes, en torno a un 70 % de los componentes de estas islas se hunden; calculen la dimensión del problema si eso que es visible y más o menos cuantificable es solo el 30 % de lo que depositamos en el mar.

Las cifras son abrumadoras, ciertamente, e interesarse por ellas nos debería alejar de la indiferencia, huir de la comodidad de comprar productos frescos envasados en barquetas de poliestireno y envueltos con cubierta transparente o de aceptar sin rechistar la bolsa de plástico para llevar nuestra compra. Un estudio de Naciones Unidas, SINGLE-USE PLASTICS: A Roadmap for Sustainability (2018), puso de manifiesto que en el mundo consumimos casi 10 millones de bolsas por minuto. No, no ha leído mal: 10 millones por minuto. La receta, dicen desde hace tiempo quienes más padecen los excesos de plásticos en nuestras aguas, está en las tres «R»: reducir, reusar y reciclar. Fácil, ¿no?

Actuaciones contra el despilfarro

Salvar comida, donar y darle un segundo uso son algunas de las soluciones que diversas organizaciones promueven desde hace tiempo para concienciar sobre el desperdicio alimentario. Pequeños gestos que buscan implicar a los consumidores en esta lucha global.  La aplicación Toogoodtogo pone en contacto a consumidores y establecimientos con el objetivo de aprovechar menús, lotes o comida a punto de caducar. Presente en numerosas ciudades permite recoger menús y productos frescos a buen precio porque los comercios ya no pueden mantenerlos a la venta. Yonodesperdicio es una aplicación para planificar la cesta de la compra, calcular nuestro desperdicio o buscar recetas de aprovechamiento. Encantadodecomerte permite también localizar lotes de comida que ya no se puede vender, pero que es apta para el consumo.

Los ‘feos’ se cuelan en el súper

Los establecimientos de venta al por menor mayores de 400 metros cuadrados (serán las comunidades autónomas las encargadas de fijas los requisitos de superficie) deberán impulsar la venta de los productos que llamamos ‘feos’. Es decir, todos aquellos alimentos que no respondan a una estética perfecta, pero que estén en condiciones óptimas de consumo. Cómo lo harán aún no se sabe. Si lo hacen vía precio, el consumidor puede percibir que se trata de productos de menor calidad. Por eso, hay que ver cómo se concretan estas medidas, porque al final de lo que se trata es de reducir el desperdicio y no de crear diferentes canales de consumo. Los establecimientos deberán, además, incentivar la venta de alimentos de temporada, de proximidad, ecológicos y a granel y aportar información sobre el aprovechamiento de los mismos.

Para saber más

Comida que va a la basura: La revista Escritura Pública ya ha tratado este tema en otras ocasiones debido a su impacto económico y social.

Ministerio de Agricultura: En la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se puede consultar toda la información sobre la nueva normativa y conocer qué otros planes oficiales existen contra el desperdicio.

Aecoc: La Asociación de Fabricantes y Distribuidores cuenta con la iniciativa La alimentación no tiene desperdicio desde la que promueve prácticas eficientes a lo largo de toda la cadena alimentaria para evitar el desperdicio. Además, ha elaborado un estudio sobre los hábitos de aprovechamiento de la alimentación en los hogares españoles

Acabar con el desperdicio alimentario, por José Ramón Lozano Petit

CONSUMO

JOSÉ RAMÓN LOZANO PETIT,

Secretario General de la Federación UNAE

Un grave problema detectado es que aún hay una gran confusión entre las fechas de caducidad y de consumo preferente

El despilfarro de alimentos ha adquirido tales dimensiones que debe considerarse en la actualidad como un auténtico problema de alcance mundial. En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ya advirtió en el Congreso Save food, celebrado en Alemania en 2011, que alrededor de un tercio de la producción de los alimentos destinados al consumo humano se desperdician en todo el mundo. Esto significa que cantidades enormes de los recursos destinados a la producción de alimentos se pierden a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la producción agrícola inicial hasta el consumo final en los hogares. El problema es mucho más grave si se tiene en cuenta que para el año 2050 se calcula que la producción mundial de alimentos deberá incrementarse en un 70% para abastecer el aumento previsto de la población de 7.000 a 9.000 millones de habitantes.

En general, en el mundo industrializado se desperdician muchos más alimentos per cápita que en los países en desarrollo. Efectivamente, en las naciones de ingresos altos y medianos se desechan gran cantidad de productos incluso cuando todavía son adecuados para la nutrición humana, y que pueden tener otros usos. Además, este fenómeno también repercute negativamente en el medio ambiente, ya que se calcula que la industria alimentaria consume el 30% de la energía en el mundo y produce el 22% del total de emisiones de gases de efecto invernadero.

Este desperdicio de alimentos en los países industrializados puede reducirse aumentando la sensibilización de las industrias alimentarias, la distribución, el comercio minorista, la restauración y especialmente de los propios consumidores. En este sentido es necesario garantizar un uso adecuado de los alimentos en buen estado que actualmente se desperdician por su apariencia, tamaño u otros pequeños defectos, aunque siempre debe respetarse escrupulosamente la seguridad alimentaria.

Los consumidores españoles estamos muy acostumbrados a reciclar vidrio, papel y envases, con lo que se ahorran materias primas, energía en su producción y transporte y se reducen tanto la huella de carbono como los residuos en vertederos, pero aún no somos plenamente conscientes de nuestro papel para reducir el despilfarro alimentario, especialmente en los hogares. Por eso, el objetivo fundamental del proyecto de Ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, anunciado recientemente por el Gobierno, es reducir drásticamente la gran cantidad de alimentos que acaban en la basura y fomentar un mejor aprovechamiento de los mismos.

En su exposición de motivos se destaca la necesidad de legislar debido a los escasos avances producidos en los últimos años para frenar este problema, ya que combatir el despilfarro de alimentos es un imperativo ético que debe implicar al conjunto de la sociedad. Este proyecto de Ley se enmarca, además, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, que recogen expresamente la aspiración de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos en el mundo, tanto en la venta al por menor y entre los consumidores, como en la cadena de producción y suministro.

Uno de los puntos fundamentales en que incide el proyecto de Ley es incentivar la venta de productos con fechas de caducidad y consumo preferente próximas mediante precios reducidos, e incluso la posibilidad de comercializar alimentos con fecha de consumo preferente sobrepasada, teniendo en cuenta en este caso los criterios de seguridad alimentaria que establezca la Unión Europea. También se fomentará la venta de alimentos considerados feos, imperfectos o poco estéticos que estén en condiciones óptimas de consumo, así como los de temporada, de proximidad, ecológicos,  ambientalmente sostenibles y a granel, mejorando la información sobre su aprovechamiento, ya que un consumidor consciente y bien informado puede reducir el despilfarro de alimenticios, fomentando la cultura de la sostenibilidad y, al mismo tiempo, comer más sano.

Sin embargo, un grave problema detectado por los estudios anuales que realiza la Mesa de Participación de Asociaciones de Consumidores (MPAC), de la que forma parte de la Federación UNAE, es que aún hay una gran confusión entre las fechas de caducidad y de consumo preferente, y no todos los consumidores son conscientes del riesgo que implica para la salud consumir productos con la fecha de caducidad superada.

En la reciente encuesta sobre hábitos de consumo celebrada este año, que puede consultarse en www.mesaparticipacion.com, solo el 60% de los consumidores manifiesta que leen habitualmente la fecha de caducidad en el etiquetado de los alimentos envasados, pero de estos casi una cuarta parte no distingue entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente, lo que supone un importante riesgo para la salud. En el ámbito urbano, un 80% afirma conocer la diferencia, mientras que en el entorno rural se reduce hasta el 68%. Hay que destacar que a medida que aumenta el nivel de estudios, crece el porcentaje que afirma diferenciar entre fecha de caducidad y de consumo preferente. Sin embargo, el 41% de los encuestados confiesa que consume productos superada su fecha de caducidad, ya que cree que “por unos días no pasa nada”, mientras que el 18% confía más en el aspecto del producto, su textura, olor y sabor, que en la fecha de caducidad.

Por lo tanto, una medida de este tipo debería ir acompañada necesariamente de importantes campañas informativas para los consumidores, a fin de evitar riesgos para la seguridad alimentaria.

Hace falta un plan (de pensiones), por David Cano

ENTRE MAGNITUDES

DAVID CANO MARTÍNEZ,

socio de Analistas Financieros Internacionales

 

Sigo pensando que el actual sistema de pensiones en España es insostenible, por mucho que se puedan valorar de forma positiva otras medidas anunciadas

Supongamos que finales de un año (“año 0”) el precio de la cesta de la compra es 100 unidades monetarias. Transcurridos doce meses, el coste se mantiene, por lo que podemos decir que la inflación del año 1 ha sido del 0%. Siguen pasando las hojas del calendario y tras once meses asistimos a un aumento del precio de esa cesta que se sitúa, en diciembre del año 2, en 110 um. El IPC de diciembre del año 2 será de 110 y la inflación, esto es, la variación interanual de ese índice de precios, es del 10%. “La inflación se sitúa en el 10%” será el titular, tan cierto como incorrecto al mismo tiempo. Paso a explicarme. La inflación interanual en diciembre del año 2 es del 10%, cierto, pero no la del conjunto del año, ya que durante 11 meses ha sido del 0%. Lo correcto es decir que la inflación del año 2 ha sido del 0,83%, que es un promedio de las tasas de variación interanual registradas durante todos los meses del año. En el año 2 la vida no se ha encarecido un 10%, sino que lo ha hecho en un 0,83%. Se debe distinguir entre inflación interanual en diciembre (10%) e inflación anual (0,83%). Si queremos revisar una renta a final de año para ajustarla al aumento del coste de la vida, es un error incrementarla el 10%; lo correcto es 0,83%. Sigamos y supongamos que el IPC se mantiene en 110. ¿Dónde se situará la inflación interanual en diciembre del año 3? En el 0%. Pero, ¿cuánto ha sido el aumento del coste de la vida en el año 3 respecto al del año 2? Un 9,17%. Sería injusto no aumentar el cobro o pago en ese importe al final del año, ya que es en ese ejercicio cuando realmente ha subido el precio de la cesta. Alguien podrá decir que es solo una cuestión temporal: que da igual revisarlo antes o después, pero que finalmente hay que hacerlo. Y no digo que no, pero hagamos las cosas bien. Seamos rigurosos con la estadística.

 

Este arranque tan técnico para defender una de las medidas anunciadas por el Ministro Escrivá: modificar el mecanismo mediante el cual ser revisará el importe de las pensiones: desde la variación interanual (error) a la variación anual (correcto) del IPC. Pero que defienda esta mejora estadística no impide que siga estando en contra de la indexación de las pensiones a la inflación. Ya tuve ocasión de exponer mis argumentos en esta misma publicación hace algo más de 4 años (por lo que no insistiré en ello. QR pie de página). Y tampoco en que sigo pensando que el actual sistema de pensiones en España es insostenible, por mucho que se puedan valorar de forma positiva otras dos medidas anunciadas. La primera, el aumento de las cotizaciones (más debatible puede ser el momento en el que se aplica, con una economía recuperándose de las crisis COVID). Ahora bien, es obvio que, si no se toman medidas también desde el lado de los gastos, no se resuelve el problema. En este sentido, reiterar que es necesario acompasar el aumento de la esperanza de vida con un incremento de la edad de jubilación. Solo así se puede hacer sostenible el sistema (sobre todo ante la presión que va a ejercer el retiro de los baby boombers). Eso, o, insisto, actuar desde el lado de los gastos (es conveniente recordar que, en media, un pensionista cobra en 10 años todo lo que ha aportado a lo largo de su vida laboral, mientras que la esperanza de vida una vez jubilado es de 20 años). Sé que aumentar las cotizaciones, reducir la pensión o retrasar la jubilación son medidas impopulares, pero es uno de los defectos que tenemos los economistas o, mejor dicho, las matemáticas.

 

Valoro de forma más positiva la segunda medida anunciada: la creación del Fondo de Pensiones de Empleo de Promoción Pública (FPEPP) y de los Planes de Pensiones de Empleo Simplificados (PPES). Se refuerza de esta forma el segundo pilar de la previsión social. Como es sabido, el primero es el sistema público de pensiones que, como hemos insistido, es insostenible en la actual configuración. El tercer pilar está conformado por los productos de previsión que por iniciativa propia contratan los individuos con su entidad financiera o compañía de seguros. Está basado en un sistema de capitalización y, por lo tanto, su eficacia para financiar la vida después de jubilado dependerá de lo aportado y de la rentabilidad conseguida (este es otro asunto del que ojalá tenga oportunidad de escribir aquí). El segundo pilar está forma por los sistemas de pensiones promovidos por las empresas y, como sucede con el tercer pilar, es de capitalización. Las aportaciones a estos planes pueden ser en exclusiva por parte del empleador (promotor) o pueden estar acompañadas por las de los partícipes (empleados). Es una solución a la sostenibilidad de las pensiones, pero la realidad es que su desarrollo en España está siendo muy pobre: el patrimonio está estancado en 35.000 millones de EUR desde hace una década. Un mísero 3% del PIB que contrasta con tasas del 10%, 15% o 20% de otros países. Si tenemos en cuenta que el tercer pilar tampoco es que sea muy robusto (85.000 millones de EUR), es obvio que se debe valorar positivamente el anuncio del Ministerio de Seguridad Social. Es un primer paso. El siguiente es materializarlo. Si sirve para avivar el debate de las pensiones y conseguir un aumento de las aportaciones a los fondos de pensiones, bienvenido sea. Sobre todo, a los empresariales, ya que el ahora peor tratamiento fiscal de los individuales respecto al año anterior (se reduce a 2.000 EUR la aportación máxima, desde 8.000 EUR) es un flaco favor a la sostenibilidad del sistema.