Actualidad de los Colegios Notariales – País Vasco

COLEGIOS NOTARIALES
PAIS VASCO

Foro Æquitas de Discapacidad

Imagen de la reunión.

La sede del Colegio Notarial del País Vasco acogió en septiembre una nueva reunión del Foro Æquitas de Discapacidad autonómico, que congrega a representantes institucionales, operadores jurídicos y profesionales vinculados al tercer sector.

En representación del colegio vasco participó Carmen Velasco, delegada autonómica de Æquitas; y por parte de la Fundación: Francisco González Ruiz, adjunto a la dirección; Manuel Rueda, director del Área Jurídica; los notarios José Marqueño y Ana Santamarina; y los patronos Gonzalo López Ebri -coordinador de los Foros- y Emilio Olabarría.

Asimismo, asistieron miembros del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, de la Fiscalía autonómica, el Departamento de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno regional, el Colegio de la Abogacía de Bizkaia, la Universidad de Deusto y la asociación de personas con discapacidad EDEKA.

Entre otras cuestiones, se abordó la necesidad de establecer salvaguardas y medidas de control para proteger el patrimonio de las personas con discapacidad; conseguir un registro de las guardas de hecho existentes y de sus titulares para mejorar el funcionamiento de esta figura; y la reforma del artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, sobre el internamiento no voluntario.

De izda. a dcha.: Miguel Pascual, Borja Iriarte, Nélida Santos y Andrés Urrutia.

El oficio de decidir

El pasado 22 de septiembre tuvo lugar en la sede del Colegio Notarial del País Vasco la presentación del libro El oficio de decidir, del magistrado del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Andalucía, Miguel Pascual. El autor estuvo acompañado por Andrés Urrutia, notario y presidente de la Academia Vasca de Derecho; Nélida Santos, asesora de Coordinación Institucional del Gobierno autonómico; y Borja Iriarte, magistrado del TSJ del País Vasco.

Derecho Civil vasco

Asistentes al acto.

Con motivo del décimo aniversario de la entrada en vigor de la Ley de Derecho Civil vasco, la Academia Vasca de Derecho (AVD), en colaboración con el colegio notarial autonómico, organizó el 3 de octubre un acto institucional en la sede del Parlamento Vasco, donde la presidenta, Bakartxo Tejeria, recibió al notario y presidente de la AVD, Andrés Urrutia, a miembros de la Academia y a familiares de Adrián Celaya, jurista impulsor del Derecho Civil vasco fallecido en 2015.

Actualidad de los Colegios Notariales – Valencia

COLEGIOS NOTARIALES
VALENCIA
De izda. a dcha.: Ubaldo Nieto, Sofía Puente, María Vicenta Mestre y Francisco González.

Congreso sobre Contratación Empresarial

Los días 16 y 17 de octubre, el Colegio Notarial de Valencia y el departamento Manuel Broseta Pont de la Facultad de Derecho de la Universitat de València (UV) organizaron el V Congreso de Notarios y Profesores de Derecho Mercantil sobre Contratación Empresarial.

La inauguración corrió a cargo de la secretaria general para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia, Sofía Puente, que estuvo acompañada en la mesa por la rectora de la UV, María Vicenta Mestre, y los catedráticos de Derecho Mercantil y directores del curso: Francisco González Castilla y Ubaldo Nieto – notario-.

Con la participación en cada mesa redonda de un notario y un profesor de Derecho Mercantil, los debates se articularon en torno a cinco materias: contratación y Derecho de sociedades, cuestiones transversales generales de contratación, contratos en particular -y en el sector económico inmobiliario- y la crisis del contrato.

En las distintas mesas intervinieron los notarios José Carmelo Llopis -decano del Colegio Notarial de Valencia-, Gonzalo Cano, Pablo Urbano, Juan Pérez Hereza y Eduardo García Parra.

Charla a estudiantes

El notario Carlos Payá participó a finales de septiembre en el seminario sobre gestión tributaria organizado por la Universidad CEU Cardenal Herrera para los alumnos de cuarto de Derecho. Payá acercó la profesión notarial a los estudiantes, habló sobre la preparación y el proceso de oposición y abordó los retos en la gestión diaria de una notaría.

Intervención de José Manuel Rodrigo.

Mesa sobre hipoteca inversa

El 23 de septiembre, el notario José Manuel Rodrigo participó en la mesa redonda organizada por el periódico Levante-EMV para analizar los pros y los contras de la hipoteca inversa, en la que señaló la importancia del proceso informativo y del asesoramiento previo. Junto al notario, intervinieron profesionales del ámbito financiero y académico, así como particulares usuarios de este producto.

De izda. a dcha.: Consuelo Bombal, Gonzalo Cano y Eduardo García Parra.

Formación notarial

El Instituto Valenciano de Estudios Notariales (IVEN) del Colegio Notarial de Valencia organizó el 10 de septiembre una nueva jornada formativa para notarios presidida por el notario director del IVEN, Gonzalo Cano Mora, y por el censor primero de la junta directiva del colegio, Eduardo García Parra.

En la sesión participaron la notaria presidenta del Instituto Notarial para la Atención Jurídica a las Personas con Discapacidad de Valencia, María Consuelo Bombal, y los notarios Joaquín Sapena Gotor, Pablo Urbano y Jaime Cuesta. Los ponentes debatieron cuestiones relativas a la Ley 5/2025 de modificaciones fiscales de la Generalitat Valenciana, el nuevo reglamento de cooperativas y las últimas resoluciones de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública.

Enrique Arnaldo firma en el Libro de Honor del colegio acompañado por las autoridades.

Conferencia de Enrique Arnaldo

El magistrado del Tribunal Constitucional y catedrático de Derecho Constitucional, Enrique Arnaldo Alcubilla, impartió a mediados de octubre la conferencia El Poder Judicial garante del Estado democrático de Derecho en la sede del Colegio Notarial de Valencia, en el marco de la Cátedra de Derecho Notarial de la Universidad Católica de Valencia (UCV). El decano del Colegio Notarial de Valencia, José Carmelo Llopis, y el director de la cátedra, el notario Ubaldo Nieto, acompañaron al ponente en la mesa.

Numerosas autoridades del mundo político, jurídico, económico, académico y profesional asistieron al encuentro, entre ellas: la presidenta de Les Corts Valencianes, Llanos Massó; el vicepresidente segundo de la Generalitat y conseller de Recuperación Económica y Social, Francisco José Gan Pampols; la consellera de Justicia y Administración Pública, Nuria Martínez Sanchis; el conseller de Emergencias e Interior, Juan Carlos Valderrama; y el rector de la UCV, José Manuel Pagán.

Ángel Zaera (izda.) y José Carmelo Llopis (dcha.).

Agencia Tributaria Valenciana

El nuevo director general de la Agencia Tributaria Valenciana, Ángel Zaera, visitó el pasado 12 de septiembre el Colegio Notarial de Valencia -acompañado de su equipo técnico- para mantener una reunión de trabajo con el decano del colegio, José Carmelo Llopis, con el objetivo de continuar fortaleciendo la colaboración entre ambas entidades.

De izda. a dcha.: Eduardo García Parra, José Carmelo Llopis, Nuria Martínez, Esperanza Ferrando y Leopoldo García.

Cátedra LexTech

El Colegio Notarial de Valencia y la Universidad CEU Cardenal Herrera presentaron el pasado 6 de octubre su nueva Cátedra LexTech: Derecho Privado y Transformación Digital. El acto, celebrado en la sede colegial, contó con la participación de la consellera de Justicia y Administración Pública de la Generalitat Valenciana, Nuria Martínez Sanchis; el decano del colegio notarial, José Carmelo Llopis; y el decano de la Facultad de Derecho, Empresa y Ciencias Políticas del CEU, Leopoldo García Ruiz.

Esta cátedra nace con el objetivo de “constituirse en un espacio de encuentro entre el ámbito académico y el notarial, que fomente el diálogo y la cooperación entre ambas entidades sobre la incidencia e implantación de las tecnologías emergentes, que ayuden a garantizar la seguridad jurídica preventiva”, señaló José Carmelo Llopis en la inauguración.

La directora de la nueva cátedra y profesora de Derecho Civil del CEU San Pablo, Esperanza Ferrando; y el codirector de la cátedra y censor primero de la junta directiva del Colegio Notarial de Valencia, Eduardo García Parra; acompañaron a Sara Molina, socia de Legal Tech y Transformación en el despacho de abogados Pérez-Llorca, en su conferencia de clausura en la que abordó Casos de uso de la inteligencia artificial.

Reunión con Justicia

El 10 de septiembre, el decano del Colegio Notarial de Valencia, José Carmelo Llopis, participó en la reunión convocada por la Conselleria de Justicia y Administración Pública de la Generalitat Valenciana, presidida por la consellera Nuria Martínez Sanchis, con el objetivo de conectar los operadores jurídicos con la Fundación ‘Comunitat Valenciana Regió Europea’ para mejorar el funcionamiento de la Administración de Justicia y el tráfico jurídico.

UINL

PANORAMA INTERNACIONAL
UINL
Concepción Barrio y David Figueroa.
Delegación española.

David Figueroa, nuevo presidente de la UINL

La Unión Internacional del Notariado (UINL) celebró del 30 de septiembre al 1 de octubre las reuniones institucionales del organismo, en las que fue elegido nuevo presidente para el periodo 2026-2028 el notario mexicano David Figueroa Márquez.

Una amplia delegación del Consejo General del Notariado (CGN), encabezada por la presidenta Concepción Pilar Barrio Del Olmo, se desplazó hasta Berlín para atender las sesiones. Junto a ella, integraron la representación española los notarios José Carmelo Llopis, Alfonso Cavallé, José Ángel Martínez Sanchiz, Carmen Boulet, Isidoro Calvo, Pedro Carrión, Ignacio González Álvarez y José Marqueño.

Para la presidenta del CGN, la elección de Figueroa “supone un nuevo impulso al liderazgo del Notariado latino en el mundo, con el compromiso de seguir trabajando en favor de la sociedad por la seguridad jurídica preventiva, la justicia y la paz social, principios que inspiran la labor de la UINL”.

El nuevo presidente, que tomará posesión el 1 de enero de 2026, cuenta con una amplia trayectoria de gran prestigio en el Notariado mundial y en su país de origen. Previamente, ha sido presidente del Notariado mexicano y de la Comisión de Asuntos Americanos de la UINL.

Guía de Buenas Prácticas

En el marco de este encuentro, Almudena Castro-Girona, directora de la Fundación Aequitas y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la UINL, presentó la Guía de Buenas Prácticas Notariales para Garantizar la Seguridad Jurídica en el Auxilio Parental Transfronterizo, que fue aprobada por unanimidad de los Notariados miembros.

Ponentes del congreso.

31º Congreso Internacional

La Unión Internacional del Notariado (UINL) organizó del 2 al 4 de octubre su 31º Congreso Internacional en Berlín, bajo el lema El notariado en movimiento: nuevas tecnologías, nuevas funciones. Expertos de los 93 Notariados miembros del organismo examinaron las oportunidades y los riesgos en la aplicación de las nuevas tecnologías a la labor notarial y debatieron sobre las competencias notariales en el ámbito no contencioso y de la jurisdicción voluntaria.

El notario español Gonzalo Cano intervino como ponente en la mesa redonda sobre comunicaciones electrónicas; y el presidente honorario de la UINL y expresidente del Notariado español, José Marqueño, presentó los mecanismos que -en nuestro país- permiten a las personas con discapacidad expresar su consentimiento ante notario.

Inauguración de la jornada.

Diálogo entre sistemas jurídicos

El 5 de septiembre se celebró el tercer encuentro de la iniciativa Diálogo entre diferentes sistemas jurídicos, organizada por la Unión Internacional del Notariado en Edimburgo (Escocia), con el título El notario, puente entre los sistemas jurídicos. En representación del Consejo General del Notariado español asistió el delegado para el Consejo de los Notariados de la Unión Europea, Álvaro Lucini. En el encuentro se trataron las características y las diferencias de los documentos notariales y los documentos privados en los sistemas de Derecho Civil y Common Law.

CNUE

PANORAMA INTERNACIONAL
CNUE
En el atril, Vincent Tilman. En pantalla, Francesco Depasquale.

Igualdad en las profesiones jurídicas

El 15 de octubre, el Consejo de los Notariados de la Unión Europea (CNUE) organizó en Bruselas una conferencia dedicada a la igualdad de género en las profesiones jurídicas, a la que asistió en representación del Notariado español la notaria Belén Barrios.

La jornada contó con la participación de la presidenta del CNUE, Cosita Delvaux, quien resaltó que “la igualdad de género no es una cuestión secundaria para la profesión notarial; debe reflejarse en nuestras prácticas y en nuestras instituciones”. Asimismo, intervinieron el presidente de la Comisión Europea para la Eficiencia de la Justicia del Consejo de Europa, Francesco Depasquale; la directora adjunta de Igualdad y No Discriminación de la Comisión Europea, Karen Vandekerckhove; la presidenta de la Comisión de Asuntos Europeos de la Unión Internacional del Notariado, Valentina Rubertelli; y el secretario general del CNUE, Vincent Tilman.

Ernesto Tarragón (izda.) y Bertrand Savouré (dcha.).

Congreso Notarial Francés

Del 24 al 26 de septiembre, el Consejo Superior del Notariado francés organizó en Montpellier su 121º congreso nacional bajo el lema Familia y creatividad notarial: acompañando a los hogares de hoy. Al encuentro, inaugurado por el presidente del Notariado francés, Bertrand Savouré; el presidente del congreso, Jean gaste; y la directora de Asuntos Civiles del Ministerio de Justicia, Valérie Delnaud; asistió en representación española el notario Ernesto Tarragón.

Asistentes a la Asamblea General.

WE BUILD

A principios de septiembre, el notario Gonzalo Cano y el director de Operaciones y Negocio del Centro Tecnológico del Notariado, Marcos Ruiz, asistieron a la Asamblea General de WE BUILD, un consorcio que agrupa a 180 organizaciones e instituciones de 30 países con el propósito de trabajar sobre el lanzamiento y perspectivas de futuro de la cartera europea de identidad digital que ultima la UE. En este primer encuentro, más de 350 participantes se dieron cita en la ciudad de Ámsterdam.

Consejo de Administración

El Consejo de los Notariados de la Unión Europea (CNUE) celebró a mediados de septiembre en Bruselas una nueva reunión de su Consejo de Administración. En representación del Notariado español participó el notario Álvaro Lucini, delegado del Consejo General del Notariado para el CNUE.

Sesión inaugural.

Congreso del Notariado italiano

El Notariado italiano organizó del 16 al 18 de octubre en Roma su 61º Congreso Nacional, dedicado a los 50 años de la reforma del Derecho de Familia en Italia. Las jornadas, tituladas El notario y la familia, fueron inauguradas por el presidente del Consejo Nacional del Notariado italiano, Vito Pace. El notario Isidoro Calvo asistió al encuentro en representación del Consejo General del Notariado español.

«¿Qué es la equidad?», por Javier Gomá Lanzón

ÁGORA CULTURAL Y JURÍDICA
Javier Gomá, filósofo.
Letrado del Consejo de Estado. Director de la Fundación Juan March. Director de la Cátedra de la Ejemplaridad/CUNEF.

¿Qué es la equidad?

Percibimos lo particular, pero pensamos lo universal. Escindidos en dos facultades tan dispares, hemos de desarrollar un arte que las una. La equidad cumple esa misión artística.  

Nuestros sentidos captan una mesa concreta, ésta o aquélla, mientras que nuestra mente, inspirada por la sensación que esta mesa a nuestro lado nos ha causado, alumbra la idea universal de mesa, un concepto susceptible de definición abstracta. El mundo de la acción -la moralidad, el Derecho- ocurre en lo particular: en esta mesa de aquí nos sentamos, comemos o escribimos; mientras que la idea de mesa, situada en el cielo de los conceptos, no nos sirve para estas funciones prácticas de la vida, si bien, por otra parte, conforma el elemento natural de la ciencia y la técnica, gracias a las cuales nuestro conocimiento avanza.

Estos dos planos -el de lo particular que perciben nuestros sentidos y el de lo universal objeto de nuestro conocimiento abstracto- están separados por una brecha que sume a la moralidad en la incertidumbre perpetua. Tomemos un concepto frecuente en el discurso práctico: la dignidad. La teoría trata de definirlo (yo mismo lo he hecho en Dignidad, 2019), pero, aun en el caso de que consiga proponer una definición filosófica exacta, ésta no ofrece seguridad alguna a la hora de calificar de digna o no una acción moral concreta.

De modo que la universalidad del concepto no está llamada a solucionar de forma definitiva, con la necesidad de una ley científica, el casuismo inagotable de la moralidad práctica, cuyas acciones, múltiples y variadas, dependen de agentes individuos con libertad de elección. Cada caso concreto encierra un mundo rico y complejo que no se deja subsumir en un esquema común. Entre la idealidad del concepto y la realidad de la experiencia, entre la necesidad lógica del primero y la contingencia imprevisible de la segunda, se abre inevitablemente un hiato que nadie puede aspirar a cerrar porque pertenece a la invariable naturaleza humana. No existen normas universalmente válidas que nos releven del deber de elegir lo que parece más conveniente para una situación única.

Prudencia y ley: la esencia

Es la prudencia la que prepara el camino para la comprensión de la esencia esquiva de la equidad, puente de comunicación entre la ley abstracta y el caso concreto. Aristóteles se refiere al menos tres veces en su tratado de Política a la tensión existente entre esos dos polos. […] Y, cuando, al repasar el catálogo de las virtudes morales en la Ética a Nicómaco, le toca el turno en el libro V a la de la justicia, se ocupa de esa clase de ley universal que es la jurídica, lo que le da pie para introducir la noción de equidad. “La ley es universal y hay casos en los que no es posible tratar las cosas rectamente de un modo universal”, señala el filósofo. En efecto, la ley enuncia una regla abstracta que vale para la mayoría de los casos, pero no para una minoría de ellos, a la que, debido a su particularidad, no le conviene la reducción obrada por la norma. “Y no por eso es menos correcta la ley -continúa el griego-, porque el yerro no radica en la ley, ni en el legislador, sino en la naturaleza de las cosas, pues tal es la índole de las cosas prácticas”.

Dicho de otra manera: lo legal es abstracto, lo práctico (equivalente a la acción moral) es concreto y, en el terreno de la experiencia, la exuberancia de los casos es tan grande que ni la ley ni el legislador son capaces de preverlos todos. Aquí la razón de ser de la equidad:

Cuando la ley presenta un caso universal y sobrevienen circunstancias que quedan fuera de la fórmula universal, entonces está bien, en la medida en que el legislador omite y yerra al simplificar, el que se corrija esta omisión, pues el mismo legislador hubiera hecho esta corrección si hubiera estado presente. […] Tal es la naturaleza de lo equitativo, una corrección de la ley en la medida en que su universalidad la deja incompleta.

La universalidad deja a la ley incompleta y esa omisión produce un error, el cual no vicia la ley ni al legislador, porque es intrínseco a la distancia entre lo universal de la ley y lo concreto de la acción moral. Interviene entonces la equidad para subsanar esa falta y completar la ley corrigiéndola conforme a lo que se imagina hubiera hecho el legislador si hubiera conocido esa falta. “Correctio legis in quo deficit propter universalitatem”, diría después Francisco Suárez siguiendo a Santo Tomás como éste sigue a Aristóteles (De las leyes, VI).

El concepto aristotélico

Ahora bien, esa corrección ¿en qué dirección va? Porque la equidad podría contribuir a corregir una ley tanto demasiado dura como demasiado blanda. Aristóteles parece tener en mente sólo el primer supuesto. Llama hombre equitativo a quien, “apartándose de la estricta justicia y de sus peores rigores, sabe ceder, aunque tenga la ley de su lado”. Lo cual demuestra que está pensando sólo en esa clase de norma que carga con excesivo rigor al individuo, siendo la equidad una técnica de suavizar o mitigar una severidad legal contraria a un sentido elemental de justicia.

La corrección aristotélica del Derecho estricto ha sido realizada históricamente con dos grados de intensidad diferente: en el grado más alto, la equidad corrige la ley produciendo un Derecho nuevo alternativo; en el más moderado, corrige sólo la literalidad de la ley indagando dentro de ella, sin derogarla ni invalidarla, una interpretación más equitativa.

El grado superior de la equidad fue practicado por el ius honorarium del Derecho romano y la Equity anglosajona, correctores, respectivamente, del ius civile y al Common Law. […] Una máxima romana enunció el problema: “Summum ius, summa iniuria”; otra anglosajona señalaró la solución: “Equality is equity”. Lo que empezó siendo un remedio excepcional para determinados casos límite terminó dando lugar a un Derecho de nueva creación alternativo al existente. Lo verdaderamente singular en ambos sistemas, el romano y el inglés, residió en la creatividad de dos órganos -un pretor, un tribunal- que se declararon competentes para dejar en desuso la legislación positiva otorgando a la equidad la consideración de nueva fuente de Derecho.

La otra forma de corrección aristotélica, de intensidad más moderada, no se concede a sí misma la potestad de innovar el Derecho vigente, sino que opera dentro de los límites establecidos por la ley. Esta segunda clase de equidad es la dominante en la cultura jurídica de la Europa continental medieval y moderna.

Esta otra equidad secundum legem experimentó una sustancial transformación durante el advenimiento del Estado de Derecho en la Europa del siglo XIX. Ahora la ley expresa la voluntad popular y, en consecuencia, el positivismo jurídico está aureolado de una legitimidad política-democrática mayor que antes. Las leyes conforman un ordenamiento completo y omnicomprensivo que no deja espacio a la creatividad extralegal de los jueces, los cuales, conforme a la célebre sentencia de Montesquieu, deben limitarse a ser “la voz muda que pronuncia las palabras de la ley”. La autonomía de la equidad se desdibuja, confundiéndose, bien con con los principios generales (así Federico de Castro en Derecho civil de España), bien con la interpretación finalista. Por supuesto, puede ocurrir que, por la evolución natural de la sociedad a lo largo del tiempo, una ley pierda la razón de ser que motivó su aprobación y que, carente de flexibilidad, desencadene efectos no deseados. Ni siquiera entonces hay necesidad ninguna de pedir la colaboración de la equidad judicial, porque el Estado de Derecho, si funciona adecuadamente, procederá a derogar cuanto antes la ley desactualizada y a sustituirla por otra mejor acompasada a la realidad de su tiempo. Si el conflicto deriva, en cambio, de una lucha de las interpretaciones, la antigua función correctora de la equidad puede ser plenamente asumida por un sistema de recursos judiciales ordinarios y extraordinarios.

Del Código Civil a la Constitución española

A este eclipse de la equidad a manos de un positivismo extremo seguirá un cierto reverdecimiento de la figura mediante una apertura del Derecho a los valores materiales, apertura bien ilustrada por las dos grandes novedades legislativas introducidas en el ordenamiento jurídico español durante los años setenta del siglo pasado: la reforma del Título Preliminar del Código Civil en 1974 y la aprobación de la Constitución en 1978.

La nueva versión del Título Preliminar incorpora por primera vez en Derecho español el concepto aristotélico de equidad. En su actual redacción dice el artículo 3.2 del Código Civil que “la equidad habrá de ponderarse en la aplicación de las normas, si bien las resoluciones de los Tribunales sólo podrán descansar de manera exclusiva en ella cuando la ley expresamente lo permita”. Se echa de ver que el Código adopta la segunda forma de corrección aristotélica de las leyes universales, la equidad secundum legem. De la posición sistemática que concede a la figura dentro del Título cabe deducir ex contrario la voluntad del legislador de restaurar su anterior autonomía. De un lado, no es un principio general, pues las tres fuentes del Derecho se enumeran en el artículo 1.1. De otro, tampoco se identifica con la interpretación finalista o espiritual de las normas, a la que se dedica el apartado primero del mismo artículo 3.

Si la equidad no es una fuente de Derecho ni una clase de interpretación, entonces ¿qué es? El artículo 3.2 la caracteriza como una ponderación en la aplicación de las normas. ¿Qué clase de ponderación? Una tendente -explica la Exposición de motivos del Título preliminar reformado- “a lograr una aplicación de la norma sensible a las particularidades de los casos”. Por consiguiente, la equidad se desentiende tanto de la generalidad de los principios como de la tipicidad de las normas objeto de interpretación, que se mueven en un plano de abstracción teórica, y se ocupa de su aplicación práctica, el momento delicado de la subsunción de la particularidad de dicho caso en el supuesto de hecho de la norma para determinar su consecuencia jurídica. Ahora bien, si no puede servirse ni de los principios generales ni de las reglas de interpretación de las normas, ¿en qué fundamenta el aplicador su ejercicio de ponderación equitativa? ¿Qué otras reglas, principios o valores extranormativos debe tener en cuenta para practicar debidamente la virtud aristotélica de la equidad?

La respuesta se halla en la segunda -y trascendental- de las dos novedades legislativas anunciadas. La Constitución española de 1978, en efecto, rezuma valores materiales por todos sus artículos desde el primero. Ofrece un muestrario rico pero controlado de justicia material a disposición del aplicador del Derecho para sus labores prácticas de equidad. Los conceptos que designan esa materialidad axiológica, enunciados en la norma sin definirlos, mantienen su naturaleza indeterminada y abierta para guiar, iluminar y orientar el caso concreto sin prejuzgar lo justo.

La entrada en vigor de la Constitución no ha cerrado el antiguo hiato que separa lo concreto de la vida y la universalidad del concepto. Cuando un operador jurídico debe enjuiciar si una norma aplicable a una persona es o no contraria a su dignidad, no cuenta con una plantilla que, aplicada al asunto de que se trate, dé como resultado la única solución correcta. El enjuiciamiento moral carece de la seguridad de las cosas necesarias que no pueden ser de otro modo y está sujeto a la incertidumbre imprevisible de las contingentes. Pero esto no significa en absoluto que dicho juicio sea arbitrario, como si flotara en el vacío condenado a la ausencia eterna de fundamento, pues existen unas reglas morales a medio camino entre los dos planos, el universal y el concreto. Son reglas que nacen de la práctica y confieren al agente una pericia que trasciende el mero casuismo, aun sin llegar tampoco al universalismo del concepto abstracto.

Una fuente de justicia

El lenguaje común se refiere a esas reglas partiendo del universo de las sensaciones que, al acumularse con la experiencia, enseñan a quien las percibe algunas lecciones generales para su vida. Así, una cosa es degustar una comida suculenta y otra tener gusto, esa facultad adquirida por el uso para elegir objetos bellos o conducirse con elegancia entre los hombres; una cosa es palpar algo con los dedos y otra tener tacto para salir airoso de situaciones delicadas; una ver con los ojos, otra tener una clara visión de futuro; una oler una fragancia, otra tener olfato para las buenas oportunidades; una oír una canción, otra tener oído para la música o para otras cosas. En todos estos ejemplos, los sentidos -vista, oído, tacto, gusto, olfato- abren su campo semántico desde lo sensorial hasta un saber genérico procedente de la experiencia que otorga a su poseedor un arte para conducirse conforme a unas reglas prácticas en las diferentes situaciones de la vida.

“Lo equitativo es lo justo que está fuera de la ley escrita”, dice Aristóteles en Retórica (1374a). ¿Dónde hallar esa fuente de justicia situada en algún lugar fuera de la ley positiva? Aristóteles responde que en la virtud intelectual de la prudencia.

De modo que la equidad, determinada como toda virtud ética por lo que haría el hombre prudente, es la forma que adopta el saber prudencial necesario para ejercitar con buen arte la justicia.

A guisa de conclusión de los razonamientos precedentes, cabe definir la equidad como ese saber prudencial que enseña a aplicar la ley universal al caso particular a la luz de los valores primordiales y los principios constitucionales a fin de que el resultado no repugne el sentido material de justicia.

*Este artículo es un extracto del prólogo del libro La equidad en el tratamiento de los inversores en energías renovables, coordinado por Juan Castro-Gil Amigo.

«¿Quién nos ha robado las historias?», por Fernando Pérez Rubio

ÁGORA CULTURAL Y JURÍDICA
Fernando Pérez Rubio, notario de León.

Premio al Mejor Libro de 2025 de la editorial Círculo Rojo en la categoría ‘Ficción Contemporánea’ por su primera obra El banco más bonito del mundo.

¿Quién nos ha robado las historias?

A raíz de la reciente polémica suscitada con motivo de la concesión del Premio Planeta a Juan del Val -en la cual no me posiciono, pues mientras escribo estas líneas el libro aún no ha salido a la luz-, entre “literatura comercial” y “literatura intelectual” me ha venido a la cabeza una situación que viví el pasado verano en primera persona.

He de reconocer que la situación me ha llamado aún más la atención pues, apenas quince días antes del anuncio del ganador, mi primera novela El banco más bonito del mundo ganó el premio al mejor libro del año en la categoría ‘Novela Contemporánea’ de la editorial Círculo Rojo; premio al que no te presentas, pues el jurado elige entre todos los publicados durante el año.

Un paseo por la Feria del Libro

El pasado mes de junio me encontraba en Madrid. Era una soleada mañana de domingo, especialmente calurosa, y las calles del retiro eran un bullicio de lectores buscando a sus escritores preferidos. Al menos eso me pareció. Hacía tiempo que no pasaba por la Feria del Libro de Madrid.

Os contaré como anécdota que, en un banco apartado, en una de las calles aledañas a la feria, me encontré -bueno, pasé por delante- a mi filósofo de cabecera Javier Gomá. Reconozco que estuve tentado de acercarme a saludarle y por supuesto hacerme un selfi, pero lo vi tan tranquilamente charlando, imagino que con un amigo, que me pareció totalmente improcedente interrumpir.

Los que vivimos en provincias no estamos acostumbrados a encontrarnos con nuestros ídolos en persona y cuando alguna vez nos pasa, no siempre sabemos cómo reaccionar, pero hay que respetar la intimidad.

Pero no es de esto de lo que quería hablar. Lo que más me llamó la atención de la feria fueron las colas, o más bien la ausencia de ellas en algunas casetas. Me explico. Cuando el director de la editorial que publicó mi libro, Alberto Cerezuela, hizo una reseña señaló que le recordaba a Elvira Lindo y a Marta Sanz, y a un libro que me encantó, aunque exagerada comparación: La elegancia del erizo, de Muriel Barbery.

Los followers y la cultura del selfi

Por casualidades del destino resulta que las dos escritoras estaban firmando ejemplares de sus libros en casetas casi contiguas y cerca de ellas Máximo Huerta hacía lo propio. Me acerqué con la intención de comprar sus libros, no con mucha esperanza de conseguirlo, pues uno es alérgico a las colas, pero cual fue mi sorpresa cuando comprobé que apenas media docena de lectores esperaban la firma de sus ejemplares.

Había muchísima gente y había pasado por largas colas en otras casetas, así que decidí acercarme a ver quiénes eran los o las agraciados, imaginando que serían plumas ilustres, pues no se correspondía el bullicio con las pequeñas colas en las casetas de los para mi ilustres escritores y escritoras.

Mi sorpresa fue que no conocía a ninguno ni a ninguna de los firmantes -salvo al gran Eduardo Mendoza-. Realmente no había oído hablar de ellos en la vida, pero todos tenían una nota en común. Dudo que ninguno de ellos pasara de los veinticinco años, casi todas eran mujeres y todos los libros aparentemente respondían a una misma estética: portada en colores vivos, título simulando caligrafía a mano y casi todos, aparentemente, relacionados con el amor o el desamor juvenil.

Imagino que a esto es a lo que se refiere el reciente ganador del Planeta. Literatura comercial, no sé si buena o no, tampoco los he leído. Dios me libre criticar que escriban a temprana edad e incluso que vendan, aun cuando dudo que con su edad tengan mucha experiencia en esos temas, pero bueno, realmente, para escribir sobre un asesinato no es necesario haber asesinado a alguien. El mercado es el mercado, pero me sorprende la actual tendencia editorial.

Del thriller a la literatura juvenil

Pero sí que me ha llevado a reflexionar sobre la actual situación literaria en nuestro país, o al menos en mi modesta apreciación. Resulta extraño encontrarse en el escaparate de una librería un éxito editorial en el que no aparezca en las primeras páginas un cadáver en una cuneta o en un descampado, un policía jubilado normalmente con problemas mentales o adicto al alcohol -y por supuesto amargado- o una joven policía con el corazón roto o desengañada del amor, ambos con un tosco carácter y que, mientras nos van contando las causas de sus desdichas, en dos páginas finales nos desvelan que el asesino es alguien que pasaba por allí y no quien nos habían hecho creer.

Junto a esta tendencia del thriller, otra que le va a la par es la de la novela histórica, la cual creo que no es necesario explicar. Esta tendencia editorial es evidente en la mayoría de los autores actuales y habría que ser un necio para no reconocer que existen auténticas maravillas y extraordinarios escritores. No vaya nadie a pensar que estoy criticando estos géneros, de hecho soy consumidor habitual. Sin duda alguna, y en esto le doy la razón a Juan del Val, en muchos de ellos coincide calidad y comercialidad, ya que al igual que un buen libro puede ser un fracaso de ventas, también puede convertirse en un best seller.

Pero lo que un servidor desconocía es ese mundo literario adolescente-juvenil que me encontré en la feria y del cual mi hija me ha puesto al tanto, y que normalmente sustituye el cadáver por un par de jóvenes que descubren que el amor de su vida no era realmente tan perfecto como pensaban cuando se juraban amor eterno en un parque bajo los rayos del sol, o esa maligna amiga que te traiciona levantándole a su novio.

Francamente no estoy en condiciones de valorar si en este grupo existe calidad, porque como ya he dicho, desconocía su existencia. Ahora bien, parece ser que muchos de ellos se han hecho famosos en las redes y sus libros han sido un éxito entre sus seguidores. El mundo, no sé si para bien o para mal, ha dado un giro de 180 grados.

TikTok e Instagram: trampolín de ventas

En mis tiempos jóvenes un escritor a base de publicar podía llegar a ganar premios, era invitado a programas de radio o televisión en los que se hablaba de literatura (todos recordamos a Sánchez Drago, con Arrabal, Umbral, Cela etc.). Quiero decir, los autores primero escribían, después si tenían suerte vendían y algunos se hacían famosos y acudían a tertulias en los medios. Parece que hoy la tendencia es a la inversa.

Los escaparates de las librerías parecen estar poblados de libros escritos por famosos que primero van a la televisión o se han hecho famosos en TikTok opinando sobre todo lo opinable, en muchas ocasiones con desconocimiento absoluto del tema sobre el que opinan. Deciden o alguien les aconseja escribir un libro y automática e independientemente de la mayor o menor calidad del libro se convierten en superventas y se forman interminables colas de jóvenes y ávidos seguidores deseosos de adquirir su libro y volver a sus casas con un buen selfi que colgar en Instagram.

Lo que parece que ya no tiene cabida es la literatura sin muertos o sin flechazos instantáneos y consiguientes desamores. La literatura que simplemente cuenta historias. Por eso me congratula que autores como Máximo Huerta tengan el éxito que tienen, porque cuentan historias, historias de la vida misma que todavía tienen un nicho de lectores que buscamos algo más que asesinatos.

Por cierto, en la feria no compré su última novela, compré Una habitación en Paris y me pareció simplemente encantadora. Espero que tarde o temprano, no que desaparezca, pero sí que vuelva a haber un hueco para la literatura que cuenta historias.

El Premio del Notariado nace con la más alta institución del Estado: el Rey Felipe VI

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PREMIO «FIDES» GRANDES VALORES
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El Premio del Notariado nace con la más alta institución del Estado: el Rey Felipe VI

El 10 de octubre vio la luz un proyecto largamente acariciado por el Consejo General del Notariado (CGN) y su Fundación Notariado. Ese día, Su Majestad el Rey Felipe VI recibió el ‘Premio Fides Grandes Valores’ del Notariado español en su I Edición. Un premio creado y otorgado por el CGN a través de su Fundación Notariado, en reconocimiento a la labor ejemplar de la Corona como garante de la unidad de España, la estabilidad institucional y la defensa de los principios constitucionales.

La importancia de los Grandes Valores

Nos ocurre a todos, independientemente de nuestra profesión, de nuestro lugar de procedencia, de nuestra edad, de otras tantas y tantas variables que nos definen como personas: la satisfacción y el orgullo que sentimos tras la consecución de un objetivo, la culminación de un proceso o la llegada a una meta deseada. Eso es precisamente lo que nos ha ocurrido al Notariado con la creación del ‘Premio Fides Grandes Valores’: que la más alta magistratura del Estado, el Rey Felipe VI, ha aceptado recibirlo en su primera edición. La aceptación de un galardón tan significativo para nosotros por parte del Monarca nos ha honrado y llenado de orgullo, al tiempo que nos afianzado en nuestra convicción de la necesidad de seguir subrayando la importancia de los Grandes Valores, con mayúscula, en una realidad nacional e internacional tan compleja.

En un mundo demasiado agitado, e inundado, las más de las veces, por preguntas sin respuesta, debemos seguir recordándonos quién es el ser humano y qué lo engrandece. Desde la profesión jurídica tenemos la convicción de que los valores humanos han contribuido a conformar la grandeza de la humanidad y constituyen el punto de apoyo que va a seguir moviendo el mundo para responder a sus constantes desafíos. Los grandes valores de nuestras instituciones, de nuestras autoridades, de todos nosotros como ciudadanos, deben constituir el firme contrapeso de una realidad recurrentemente azotada por injusticias y desigualdades.

Valores que sustentan nuestro Estado de Derecho

Por esta razón, el Consejo General del Notariado y Fundación Notariado decidieron crear un galardón que distinguiera a la persona o institución que en el desarrollo de su actividad haya destacado por defender y representar los grandes valores que nos definen como personas y nos construyen como sociedad. Y, sin lugar a dudas, representar y defender los principios y valores fundamentales que sustentan nuestro Estado de Derecho y la convivencia democrática de los españoles es uno de esos Grandes Valores. Al Pleno del Consejo General del Notariado y al Patronato de Fundación Notariado no les cupo ninguna duda de quién debía ser nuestro primer premiado: S.M. el Rey Felipe VI. Su persona y su ejemplo constituyen la mejor guía para la identificación de posibles candidatos en futuras ediciones.

 


EL NOTARIADO DECIDIÓ CREAR UN GALARDÓN QUE DISTINGUIERA A LA PERSONA O INSTITUCIÓN QUE HAYA DESTACADO POR DEFENDER LOS GRANDES VALORES QUE NOS DEFINEN COMO PERSONAS Y COMO SOCIEDAD


 

A lo largo de sus más de diez años de Reinado, desde el Notariado español hemos sido testigos de los valores que le han acompañado, valores en los que tiene un lugar destacado su neutralidad política con pleno respeto al pluralismo ideológico, su escrupuloso rigor institucional con el que ha impregnado cada una de sus actuaciones, y su compromiso con los valores democráticos de libertad, igualdad y justicia. Al mismo tiempo, con el conjunto de la sociedad, hemos ido apreciando su sensibilidad y cercanía con los ciudadanos de todos los rincones de España, tanto en los momentos de júbilo, como en los que han necesitado de mayor apoyo y consuelo. Valores, todos, fehacientemente reconocidos dentro y fuera de nuestras fronteras.

 


AL PLENO DEL CONSEJO GENERAL DEL NOTARIADO Y AL PATRONATO DE FUNDACIÓN NOTARIADO NO LES CUPO NINGUNA DUDA DE QUIÉN DEBÍA SER NUESTRO PRIMER PREMIADO: S.M. EL REY FELIPE VI


 

Los pilares de su Reinado

En la audiencia concedida en el Palacio de la Zarzuela al Pleno del Consejo General del Notariado y a una representación de Fundación Notariado encabezada por su director general, Raimundo Fortuñy, nuestra presidenta, Concepción Pilar Barrio Del Olmo, ahondó en las razones del Premio con estas palabras: “Su Majestad ha hecho de la ejemplaridad, la defensa del Estado de Derecho y la vocación de servicio los pilares de su Reinado, y ha demostrado con sobriedad y firmeza que el servicio público es un deber basado en la vocación, la lealtad a los valores democráticos y en la defensa inquebrantable de los derechos y libertades de los ciudadanos”. Y subrayó que son esos mismos valores “los que guían a los notarios, servidores públicos, en el desempeño diario de nuestra función”.

Valores del Notariado

Una función que está recogida en la denominación del Premio, Fides. El término latino Fides (fides, fidei) se puede traducir como confianza, buena fe, lealtad u honor. Fides forma parte de nuestro lema, Nihil Prius Fide -“Nada antes que la fe pública”, o “Nada antes que la confianza”-; la confianza que los ciudadanos depositan en nosotros, los notarios, para hacernos custodios de las más preciadas decisiones de su vida personal, familiar o patrimonial. Una fides indisolublemente asociada a los valores de autenticidad, veracidad y legalidad del documento público, y, por ende, a la función notarial.

En las palabras de agradecimiento del Rey, fue muy satisfactorio escuchar la alta opinión que le merece nuestra función. Felipe VI dijo textualmente: “Gracias por el trabajo diario que hacéis en beneficio de nuestra sociedad, en beneficio de la confianza y en beneficio de que la ley, el Estado de Derecho y los principios y valores que recoge nuestra Constitución prevalezcan y nutran la convivencia de España”. Gratificante y reconfortante.

Atrapar los instantes para recordarlos. Es lo que hemos querido hacer con el monográfico que usted tiene entre sus manos y acompaña al número habitual de nuestra revista Escritura Pública. Frente a la fugacidad, la permanencia. A lo largo de sus páginas encontrará cómo iniciamos este proceso: con la convocatoria en primer lugar del concurso de escultura Grandes Valores entre los jóvenes de las facultades de Bellas Artes y centros artísticos de España. Queríamos que fueran ellos, los jóvenes, los que captaran en una obra artística el espíritu del nuestro futuro premio y convertirla en nuestro trofeo. Y se consiguió con Equilibrio, una escultura en bronce que simboliza la armonía entre la convivencia y el respeto, creada por una estudiante de postgrado entonces, y hoy joven artista, Estela Ferrer, acreditada recientemente con un galardón europeo; podrá leer igualmente las palabras dirigidas por nuestra presidenta al Rey, amén de sendas entrevistas con ella y con el director general de Fundación Notariado. Recoge también, entre otras instantáneas del acto, un interesante artículo de nuestro anterior presidente, José Ángel Martínez Sanchiz, en el que disecciona de manera jurídica y divulgativa el término Fides.

Comenzábamos estas líneas con la idea de que la aceptación de nuestro premio por Su Majestad el Rey Felipe VI podría considerarse como la culminación de un proceso. Es cierto: el ‘Premio Fides Grandes Valores’ acaba de nacer, pero con este primer gran paso no nos vamos a detener:  perseguimos un largo y fecundo camino. Es urgente seguir trabajando por y desde los Grandes Valores para aportar más luz a este convulso siglo XXI.

Recepción en el Palacio de la Zarzuela

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PREMIO «FIDES» GRANDES VALORES

Recepción en el Palacio de la Zarzuela

A la recepción ofrecida por Su Majestad el Rey para recibir el ‘Premio Fides Grandes Valores’ del Notariado, asistieron los decanos de los colegios notariales que integran el Pleno del Consejo General del Notariado, así como los secretarios y vicesecretarios de esta corporación y el director general de la Fundación Notariado.

El Consejo General del Notariado

El Consejo General del Notariado tiene la condición de corporación de Derecho público, con personalidad jurídica propia y plena capacidad. Son sus fines esenciales: colaborar con la Administración, mantener la organización colegial, coordinar las funciones de los colegios notariales, asumiéndolas en los casos legalmente establecidos, dictar circulares de orden interno de obligado cumplimiento para los colegios y los notarios en determinadas materias, y ostentar la representación unitaria del Notariado español.

Forman parte del Consejo General todos los decanos de los Colegios Notariales de España.

Los Colegios Notariales

Los más de 2.700 notarios españoles están organizados en 17 Colegios Notariales, corporaciones que les representan y ayudan en la defensa de sus intereses profesionales al tiempo que contribuyen a su formación continua y controlan el cumplimiento de la actuación social que les corresponde. También desarrollan actividades de interés social y cultural, relacionadas tanto con su función y servicios como con otros asuntos jurídicos, económicos y sociales.

Colaboración internacional

El Consejo General del Notariado de España es miembro del Consejo de los Notariados de la Unión Europea (CNUE), organismo que representa ante las instituciones comunitarias a los más de 45.000 notarios procedentes de 26 países europeos. También forma parte de la Unión Internacional del Notariado (UINL), una organización no gubernamental instituida para promover, coordinar y desarrollar la función y la actividad de los más de 200.000 notarios que hay en el mundo. Actualmente forman parte de la misma los Notariados de 92 países de los cinco continentes.

Palabras de la Presidenta del Notariado

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PREMIO «FIDES» GRANDES VALORES

Recepción en el Palacio de la Zarzuela

Palabras de la Presidenta del Notariado

Majestad:

Con profundo respeto y sincera gratitud, los Decanos de los Colegios Notariales integrantes del Pleno del Consejo General del Notariado nos honramos hoy en hacerle entrega del ‘Premio Fides Grandes Valores’ de la Fundación Notariado, representada, además también, por su Director General.

El ‘Premio Fides Grandes Valores’ nació con la finalidad de reconocer públicamente a aquellas personas e instituciones cuya trayectoria y ejemplo encarnan de forma eminente los principios y valores fundamentales que sustentan nuestro Estado de Derecho, nuestra convivencia democrática.

En este sentido, no hay figura que represente con mayor dignidad dichos valores que la de Su Majestad.

Los notarios como servidores públicos somos garantes de la legalidad, la libertad, la seguridad jurídica preventiva y la justicia, por ello, nuestra función se incardina en los poderes del Estado. Además, somos custodios de la confianza de los ciudadanos, hombres y mujeres, a quienes diariamente, en torno a sesenta mil personas acuden cada día a las notarías, asesoramos, aconsejamos y, en definitiva, atendemos; no en vano el Notariado tiene sus orígenes, ya milenarios, y hunde sus raíces en la sociedad, el Notariado es una creación de la sociedad.

La función notarial se fundamenta en la imparcialidad, la transparencia y el compromiso con la verdad. Pero, sobremanera se basa en la confianza. Confianza que no solo depositan en nosotros los ciudadanos, sino también las instituciones del Estado que, como la Corona, velan por el interés general y la cohesión de nuestra sociedad.

Bajo Su Reinado el Notariado español ha sentido siempre el respaldo sereno de una Institución que como nuestra Monarquía Parlamentaria nos representa a todos, sin excepción.

Señor, este premio que hoy le entregamos simboliza nuestro reconocimiento a la labor ejemplar de la Corona como garante de la unidad de España, “la indivisible unidad politerritorial de la Nación española” en palabras de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, la estabilidad institucional y la defensa de los principios constitucionales.

Su Majestad ha hecho de la ejemplaridad, la defensa del Estado de Derecho y la vocación de servicio los pilares de Su Reinado. Ha demostrado, con sobriedad y firmeza, que el servicio público es un deber basado en la vocación, en la lealtad a los valores democráticos y en la defensa inquebrantable de los derechos y libertades de los ciudadanos.

Son esos mismos valores los que nos guían a los notarios en nuestra labor diaria, y los que nos inspiran a mejorar en beneficio de una sociedad moderna y plural como la española. Una sociedad que Su Majestad calificó como madura, vital, responsable y solidaria en Su discurso de Proclamación como Rey de España ante las Cortes Generales, el día 19 de junio de 2014.

Su Majestad encarna la continuidad histórica de España, pero también Su compromiso con el presente y Su esperanza en el futuro garantizado por S.A.R. la Princesa de Asturias.

Por todo lo expuesto, nuestro Rey, como Institución y como persona, no solo representa la más alta magistratura del Estado, sino también un referente ético de integridad, responsabilidad y servicio.

Señor, en nombre de todos los notarios de España que como Presidente del Consejo General del Notariado me honro en representar, reciba este premio como muestra de nuestro respeto, nuestra admiración y nuestra lealtad institucional.

Que este reconocimiento sirva también para renovar el compromiso del Notariado con la justicia, la legalidad y los valores constitucionales que Su Majestad representa con ejemplaridad.

Para concluir quiero señalar que el hecho de que haya tenido a bien aceptar esta distinción en su primera edición nos honra inmensamente, es una muestra de Su confianza en el Notariado y marca, sin duda, una línea de máximo rigor para los futuros galardonados.

Muchas gracias.

 

Galería fotográfica de la recepción

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PREMIO «FIDES» GRANDES VALORES

Recepción en el Palacio de la Zarzuela

Galería fotográfica de la recepción

El Rey Felipe VI dedicó unas afectuosas palabras a los representantes de Notariado español, poniendo en valor la importancia de su función y la seguridad jurídica preventiva que prestan los casi 3.000 notarios, repartidos por pueblos y ciudades de toda España, a la sociedad. «Gracias- les dijo- «por el trabajo diario que hacéis en beneficio de nuestra sociedad, en beneficio de la confianza y en beneficio de que la Ley, el Estado de Derecho y los principios y valores que recoge nuestra Constitución prevalezcan y nutran la convivencia de España».

 

La recepción ofrecida por S.M. a la presidenta, los decanos y el director general de la Fundación Notariado les permitió también informar a Felipe VI sobre las principales actividades y proyectos que están acometiendo tanto el Consejo General del Notariado como los Colegios Notariales, en su mayoría, de carácter social y profesional. Entre ellos cabría destacar la creación de un nuevo Portal Estadístico del Notariado, con datos extraídos de las escrituras públicas, único y fiable, que dotará de mayor transparencia al mercado inmobiliario, o el desarrollo de un plan notarial de emergencias frente a las catástrofes para prestar apoyo notarial inmediato y servicio público a los damnificados-como ya se viene haciendo- por tragedias como las recientemente vividas en España.