En busca del coche perfecto

CONSUMO

EN BUSCA DEL COCHE PERFECTO

Los coches de combustión comienzan a escasear, lo que se traduce en un aumento de precios hasta en los vehículos de segunda mano.
Comprar un coche es hoy una decisión difícil. Los cambios que afectan al sector de la automoción y su futuro provocan numerosas dudas en los consumidores en el momento de decidirse por una opción u otra. Cuando la compra es obligada, los expertos recomiendan reflexionar sobre el uso que se va a dar al vehículo, las necesidades personales y también el presupuesto disponible.
MARIÁN LEZAÚN

Hasta hace poco cambiar de coche era una cuestión más o menos sencilla: el precio y los gustos personales eran los ejes de esta decisión. El cliente apenas debía elegir el modelo que mejor se ajustaba a sus gustos y necesidades y ver qué tipo de combustible era más rentable, según el estilo de conducción y el uso del vehículo. Sin embargo, comprar un coche hoy es un tema complicado que requiere, además, tiempo, para analizar todas las opciones disponibles, y también una mayor cantidad de dinero. No es que los coches sean hoy más caros que hace unos años, sino que los cambios en la industria han provocado algunas distorsiones en los precios de los automóviles que los consumidores deben asumir. La guerra de Ucrania y el encarecimiento de las materias primas, debido a la coyuntura económica, mantienen al sector en vilo y eso hace que la oferta haya descendido. Además, los grandes fabricantes se encuentran en plena adaptación de sus plantas a los nuevos vehículos y la transición no está resultando fácil. La industria de la automoción depende, en gran parte, de China, donde se encuentran sus proveedores y esta situación está lastrando el desarrollo de los fabricantes en Europa.

Aumento de precios.

Así, los coches de combustión comienzan a escasear (problemas con el abastecimiento de piezas durante su fabricación, materiales más caros, etc.) lo que se traduce en un aumento de precios hasta en los vehículos de segunda mano. Mientras, los nuevos motores (eléctricos, híbridos, híbridos enchufables, con hidrógeno) siguen siendo caros para los consumidores medios como reflejan las ventas. De hecho, aunque los datos del Gobierno y de la patronal del sector, Anfac, vaticinaban unas ventas superiores a los 122.000 coches eléctricos para el cierre de 2022, la realidad ha arrojado ventas por debajo de las 80.000 unidades, la mitad de ellos híbridos enchufables. Lejos quedan así las necesidades del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima que estiman un total de cinco millones de vehículos eléctricos (de todo tipo, no solo turismos) circulando en España para el año 2030.

 


LOS NUEVOS MOTORES (ELÉCTRICOS, HÍBRIDOS, HÍBRIDOS ENCHUFABLES O CON HIDRÓGENO) SIGUEN SIENDO CAROS PARA LOS CONSUMIDORES MEDIOS


 

Entonces, ¿cuál es el origen de esta ralentización? Los consumidores reconocen que, en muchos casos, el principal hándicap es el precio, aunque en el mercado pueden encontrarse modelos desde los 10.000 euros. Sin embargo, esos coches eléctricos más asumibles no cumplen con las prestaciones y las necesidades a las que estaban acostumbrados los conductores españoles y el resto sigue resultando caro para la gran mayoría: los modelos con buenas prestaciones superan los 40.000 euros. Ni siquiera las ayudas oficiales animan a la compra porque, según fuentes del sector, son insuficientes y no se ajustan a la realidad de los clientes. No obstante, fabricantes y vendedores apuestan por este modelo que, poco a poco, gana adeptos, pese a la desventaja que representa su precio. “Una cosa es el precio de adquisición del vehículo y otra el coste del uso por kilómetro. Es cierto que el precio de un coche eléctrico es superior al de uno con motor de combustión, pero recargar un vehículo eléctrico sigue siendo muy competitivo respecto a un modelo de combustión”, aclara Jaime Barea, director corporativo de la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos (Ganvam).

Además, los consumidores se muestran cautelosos debido a los cambios legislativos que afectan al sector y las expectativas futuras sobre la movilidad, especialmente en las grandes ciudades. Puede que, en un corto periodo de tiempo, el acceso en coche al centro de las ciudades esté reservado para unos pocos o que veamos vehículos sin conductor o nuevos modelos de transporte antes de lo que imaginamos. Pero habrá que esperar y ver cómo el sector evoluciona realmente. El momento clave será el año 2035, anunciado por Europa como el fin de la fabricación de los coches con motores de combustión.

 


HASTA HACE POCO CAMBIAR DE COCHE ERA UNA CUESTIÓN MÁS O MENOS SENCILLA: EL PRECIO Y LOS GUSTOS PERSONALES ERAN LOS EJES DE ESTA DECISIÓN


 

Puntos de recarga.

Tampoco ayuda la falta de puntos de recarga. A cierre de 2022, en España había 16.565 puntos de recarga públicos para coches eléctricos, según el barómetro de electromovilidad de Anfac. De estos, el 81,5% son de baja potencia, lo que significa que tienen tiempos de carga de entre tres y 19 horas. Solo había a cierre del año pasado, 412 puntos que permitían recargar el vehículo en menos de media hora. “Es cierto que queda mucho trabajo por hacer en lo que se refiere a la recarga vinculada, pero si contamos con que hay unos 24 millones de turismos en España y de estos, un 30 por ciento sí dispone de parking en propiedad, estamos hablando de que se pueden alcanzar más de 7 millones de puntos de recarga vinculada cuando el objetivo del Gobierno es que para 2030 haya 5 millones de vehículos eléctricos de toda tipología en circulación”, explica Barea.

Desde Gavam apuntan que hay margen suficiente para que se sumen a la movilidad eléctrica aquellos usuarios que dispongan de capacidad de recarga vinculada. “Además, el despliegue de infraestructura de recarga pública debe desarrollarse con mayor velocidad, eliminando todas las barreras aún existentes y la incertidumbre que el cliente pueda tener”, añade Barea.

Por eso, ante las dudas los expertos recomiendan más que nunca pedir asesoramiento. “Con el mercado actual hay que dejarse asesorar por un vendedor profesional. En función del presupuesto, le recomendará la solución de movilidad que mejor se adapte a lo que necesita. Además, si el comprador se decanta finalmente por un vehículo usado, tendrá certeza de que es una operación fiable, con contrato, garantía e historial de mantenimiento certificado”, explica Barea. En internet existen, no obstante, cientos de páginas en las que buscar y comparar las mejores opciones disponibles en cada momento.

Ventajas o desventajas del coche eléctrico

La apuesta oficial por el coche eléctrico mantiene al mercado dividido, especialmente a los conductores que se han visto en la obligación de cambiar de vehículo. La primera ventaja del coche eléctrico es, efectivamente, su reducido impacto medioambiental. A diferencia de los vehículos de combustión interna, el coche eléctrico no emite ningún gas de efecto invernadero mientras circula, aunque tiene otro impacto que hay que considerar. Los nuevos componentes necesarios para el vehículo eléctrico y conectado, como las baterías y los microchips necesitan materias primas minerales no empleadas en automóviles convencionales. Se trata de grandes cantidades de litio, cuya extracción no siempre es muy respetuosa con el medioambiente. Asimismo, el reciclaje de las baterías, cuya vida útil es de unos 10 años, implica también un problema medioambiental de gran envergadura.

Modelos para todos los gustos

En el mercado del automóvil conviven actualmente diferentes modelos de turismos, según la alimentación del motor. En un primer grupo se encuentran los vehículos de combustión térmica (gasolina o diesel) que, según las previsiones, desaparecerán en menos de treinta años. En un segundo grupo se encuentran los motores más avanzados que corresponden a los coches eléctricos y los híbridos (combinan la combustión y la electricidad). Dentro de estos últimos los hay enchufables (requieren carga externa) y otros que se recargan solos. Para hacerse con uno de estos modelos, los compradores cuentan con importantes ventajas ya que, además de la ayuda del Gobierno, recogida en el Plan Moves III, los coches eléctricos ofrecen otras ventajas en función de la Comunidad en la que circulen: exenciones de pago en zonas de aparcamiento reguladas, puntos de recarga gratis, etc. En el mercado existen también los vehículos alimentados por hidrógeno, mucho más sostenibles que los eléctricos, pero cuyo desarrollo es menor. Por último, los compradores pueden optar por el mercado de segunda mano, que se encuentra más activo que nunca y que responde de manera rápida a las necesidades de los clientes.

Por si las dudas

Ministerio de Industria: En su página web se pueden consultar todas las ayudas disponibles para la compra de vehículos eléctricos, así como la normativa sobre el sector de la automoción.

Anfac: La patronal del sector del automóvil publica datos oficiales sobre ventas en España, así como tendencias y cambios en el mercado.

Faconauto: La federación de asociaciones de concesionarios publica estadísticas de ventas, noticias del sector y, también los últimos avances en movilidad sostenible.

Ganvam: La organización de distribución y reparación de vehículos en España recoge en su página toda la información relativa al comercio del sector. Incluye estadísticas, perspectivas y tendencias.

«Movilidad sostenible y vehículos eléctricos», por Olga Ruiz Legido

CONSUMO

OLGA RUIZ LEGIDO,

presidenta de Facua

"El futuro de la movilidad no puede descansar en la sustitución sin más del vehículo de combustión por el eléctrico"

Movilidad sostenible y vehículos eléctricos

¿Es el vehículo eléctrico la solución para conseguir una movilidad más sostenible?
Para responder esta pregunta desde una óptica consumista y comprometida con los objetivos de desarrollo sostenible, es preciso contextualizar esta opción de movilidad y analizar las implicaciones que tiene, hoy por hoy, el coche eléctrico.

El transporte es responsable de una cuarta parte de las emisiones de CO2 en la Unión Europea (UE) que, mayoritariamente, provienen del transporte por carretera, según un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA): coches, furgonetas, camiones y autobuses producen más del 70% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.

Reducir los efectos adversos del transporte es uno de los principales objetivos políticos de la UE. Según determina la EEA, las líneas fundamentales de actuación consisten en desplazar el transporte hacia modalidades menos contaminantes y más eficientes; hacer uso de tecnologías avanzadas de transporte; implementar combustibles e infraestructuras más sostenibles, y garantizar que los precios del transporte reflejen plenamente los efectos adversos en el medio ambiente y en la salud. La descarbonización del transporte centra una de las líneas estratégicas de las políticas europeas.

Entre los objetivos de desarrollo sostenible y de lucha contra el cambio climático de la UE se sitúa el de alcanzar la neutralidad climática. Para ello, el reto fijado es una disminución del 90% de las emisiones de gases invernadero generadas por el transporte para 2050, respecto de los niveles de 1990.

Así lo estableció la Comisión Europea en el Pacto Verde Europeo en diciembre de 2019, donde recogió el compromiso de una Europa climáticamente neutra para 2050, compromiso político que devino en obligación legal tras aprobarse la Ley Europea del Clima en 2021.

Para la consecución de los objetivos de sostenibilidad y neutralidad climática aprobados por la Comisión y el Parlamento Europeo, el desarrollo de modelos de transportes sostenibles es crucial, pero, además, debe ir de la mano de otros atributos que permitan garantizar la movilidad como un derecho de todos y todas. En este sentido, la movilidad debe ser sostenible pero también segura, asequible y accesible para el conjunto de la población.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y sus objetivos de desarrollo sostenible expresamente reconoce el derecho de todas las personas a tener acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles.

En España, la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, recoge esos objetivos y la implantación de formas de desplazamientos alternativas y más sostenibles, entre las cuales hace una apuesta por el vehículo eléctrico, pero también prioriza la necesaria reducción del transporte individual en beneficio de los sistemas colectivos y de otros modos no motorizados de transporte (pie y bicicleta), desarrollando aquellos que hagan compatibles crecimiento económico, cohesión social, seguridad vial y defensa del medio ambiente.

En este contexto político y legislativo se está desarrollando una intensa campaña de promoción del coche eléctrico. Se habla de objetivos a medio y largo plazo de sustitución del parque de coches de combustión por coches eléctricos. Sin embargo, debemos preguntarnos si en el vehículo eléctrico está la solución para una movilidad sostenible y si esta estrategia de gobiernos e industria ayuda realmente a un cambio de modelo que atienda las necesidades de todos y también del planeta.

El vehículo eléctrico se presenta como la alternativa más limpia, pero es preciso tener en consideración determinados condicionantes que se dan en la actualidad: no solo deben ser tenidas en cuenta las emisiones de CO2 que produce un coche durante su uso; también las que se causan durante su producción y en la gestión de sus desechos tras su vida útil. La producción y eliminación de un coche eléctrico tiene un impacto medioambiental significativo y mayor que un vehículo de combustión. Las baterías y motores suponen, hoy por hoy, un importante problema medioambiental al necesitar recursos escasos y materiales contaminantes en su fabricación.

El origen de la energía eléctrica necesaria para su utilización también es un factor determinante en la reducción de las emisiones de CO2, debiendo ir vinculado a un crecimiento exponencial de su origen renovable. El coche eléctrico es más limpio a medida que la proporción de electricidad proveniente de fuentes renovables aumente y se avance en baterías más sostenibles.

Las poco desarrolladas infraestructuras de recargas en España y el precio de venta y mantenimiento del vehículo eléctrico también representan claras desventajas que impiden que pueda ser una alternativa accesible y asequible para la mayoría de la población y marca claras diferencias sociales.

De otra parte, debe tenerse en consideración el impacto del vehículo privado en las ciudades (ya sea combustión o eléctrico) y los problemas que genera en cuanto a desplazamientos y ocupación del espacio público y cómo condiciona el propio modelo urbanístico.

El futuro de la movilidad no puede descansar en la sustitución sin más del vehículo de combustión por el eléctrico. Un cambio hacia una movilidad sostenible no representa solo un cambio de tecnología; ha de tener en consideración la necesidad de decrecimiento. Necesitamos también menos coches.

El coche eléctrico es una pieza en la movilidad sostenible pero no debe ser la única, ni ha de ser el objetivo central de la misma. Es preciso revertir el patrón de crecimiento continuo de vehículos privados e impulsar fórmulas colectivas y otras alternativas para los desplazamientos.

Robos cibernéticos

PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

ROBOS CIBERNÉTICOS

LOS MENSAJES SPEAR PHISHING SUELEN ESTAR DISEÑADOS PARA PARECERSE A LOS MENSAJES DE UNA FUENTE DE CONFIANZA O DE UN CARGO DIRECTIVO DE LA EMPRESA

Existen varias razones que hacen que los consumidores seamos vulnerables a las ciberestafas. La confianza que depositamos en las empresas, organizaciones y entidades bancarias y la falta de tiempo para leer con atención los cientos de mensajes que nos llegan cada día nos exponen a los riesgos desconocidos del entorno digital.
MARIÁN LEZAÚN
Para protegerse hay que leer bien los mensajes, preguntar todas las dudas y no intercambiar información con cualquier plataforma.

Si a eso unimos que los ciberdelincuentes operan desde el anonimato y desde organizaciones profesionalizadas, los ciudadanos estamos muy cerca de sufrir un ataque sobre nuestros datos y nuestras finanzas. Para protegerse hay que leer bien los mensajes, preguntar todas las dudas y no intercambiar información con cualquier plataforma.

El Ministerio de Interior ha activado recientemente todas las alarmas contra el incremento de la ciberdelincuencia. Un fenómeno que, lejos de detenerse, crece sin control. Las mafias campan a sus anchas en la Red sin que los ciudadanos seamos conscientes de cómo exponemos nuestra información de manera pública. Y es que, mientras la delincuencia común disminuye, internet se ha convertido en el paraíso de los estafadores de todo tipo.

 


LAS ESTAFAS SON TAN SOFISTICADAS QUE MUCHAS VECES LOGRAN CAMUFLARSE EN LOS MENSAJES REALES DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS


 

Campaña pública.

Desde el Gobierno se ha puesto en marcha la campaña ‘unodecadacincodelitos.com’ para protegernos de todas las maneras posibles ante los ataques que afectan tanto a las finanzas como a la integridad de las personas. Hoy, uno de cada cinco delitos denunciados en España está relacionado con las redes sociales y la tendencia va en aumento. Según datos del Ministerio de Interior, en 2022 se produjeron un total 375.506 ciberdelitos, un 72% más que los registrados en 2019, incremento que se eleva hasta el 352% respecto a 2015. Entre todos ellos están los que tienen un carácter económico, pero también muchos otros (acoso, extorsión, etc.), ya que la Red es también el escondite perfecto de aquellos que atacan a la integridad de las personas y a sus derechos.

Según explican desde el Gobierno, el objetivo de esta campaña es la concienciación y sensibilización ciudadana sobre los ciberdelitos más comunes (suplantación de identidad, robo de datos, estafas en el comercio online…), apelando a la necesidad de autoprotección y al incremento de la confianza ciudadana en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como primer instrumento público de lucha contra la cibercriminalidad. Y es que nadie está a salvo de estos ataques. Ante cualquier sospecha, las autoridades recomiendan denunciar y pedir ayuda porque todos somos susceptibles de caer en las trampas ideadas por estos delincuentes sin rostro, que actúan rápido y en cualquier plataforma.

 


TAMBIÉN BIZUM APARECE COMO UN CANAL PERFECTO PARA SUSTRAER PEQUEÑAS CANTIDADES Y HAY QUIEN UTILIZA TAMBIÉN LAS LLAMADAS TELEFÓNICAS


 

Ataques de phishing o smishing.

Como apunta, Javier Mezcua, del comparador de productos financieros HelpMyCash.com, durante los últimos meses, una larga lista de bancos españoles han sido víctimas de ataques de phishing o smishing. “Así, hemos visto ataques contra BBVA, Santander, Caixabank, Bankinter, Targobank, WiZink y Abanca”, asegura. El gran problema es que es muy difícil detectar con antelación estos ataques y ni siquiera las grandes corporaciones se libran de ellos por muchos medios que destinen a la seguridad.

Entre estos delitos masivos destacan el phishing, el smashing, el vising (a través de videollamadas) y los realizados a través de la mensajería instantánea. Últimamente también bizum aparece como un canal perfecto para sustraer pequeñas cantidades y hay quien utiliza también las llamadas telefónicas. En una campaña de phishing los ladrones de datos envían correos masivos con el objetivo de llegar a un gran número de víctimas. Con esos correos lo que se pretende es debilitar la seguridad de los destinatarios, mediante el uso de archivos infectados, enlaces o preguntas sobre datos personales. Una vez que alguien abre el mensaje, se descarga un archivo o simplemente da alguna información personal ya está en manos de aquellos que pueden entran en sus dispositivos y obtener la información que necesitan. La policía alerta constantemente de este tipo de campañas, pero en ocasiones es demasiado tarde. Otro tipo de campaña de phishing es la que se conoce como spear phishing. Son campañas de phishing que, organizadas desde entramados delictivos, tratan de engañar a personas específicas para que pongan en peligro la seguridad de la organización para la que trabajan compartiendo datos o dando paso a virus maliciosos. Los mensajes spear phishing suelen estar diseñados para parecerse a los mensajes de una fuente de confianza o de un cargo directivo de la empresa. Los ataques son hoy tan sofisticados que en algunos casos se han conseguido camuflar entre los mensajes reales de los bancos o entidades.

 


NUESTRO BANCO NUNCA NOS PEDIRÁ POR E-MAIL, SMS O LLAMADA NUESTRAS CLAVES NI LOS NÚMEROS DE NUESTRAS TARJETAS


 

Estar alerta.

Sin embargo, si seguimos algunas recomendaciones podemos blindarnos ante los delincuentes. “Los mensajes para engañar a las víctimas se suelen repetir y son del tipo: tu cuenta ha sido bloqueada, se ha detectado un cargo fraudulento en tu cuenta o tienes pendiente un reembolso”, explican desde Helpmycash. Una vez que se cae en la trampa, recuperar el dinero es difícil. Por eso, las compañías de seguros ofrecen también productos dirigidos a mejorar la protección de los clientes. Muchas de ellas ofrecen protección frente al phishing, extorsión cibernética, ciberacoso y otros delitos.

Pero la mejor forma de no caer en estas estafas es aprender a detectarlas. Para empezar, hay una regla de oro que no debemos olvidar: nuestro banco nunca nos pedirá por e-mail, SMS o llamada nuestras claves ni los números de nuestras tarjetas. Si recibimos un mensaje con un link en el que nos piden que actualicemos nuestra información hay que estar alerta porque seguramente sea una estafa para robarnos nuestras credenciales. También dicen los expertos que, los mensajes alarmistas siempre son sospechosos. “Si recibimos un SMS o un e-mail en el que nos avisan de un supuesto cargo fraudulento o de un acceso no autorizado a nuestra cuenta o nos indican que si no cambiamos nuestra contraseña en las próximas horas nos van a bloquear la cuenta o la tarjeta, debemos sospechar”, explican en Helpmycash. También tenemos que desconfiar de cualquier mensaje en el que nos digan que tenemos un reembolso pendiente y que tenemos que hacer algo concreto para recibirlo.

Desde las autoridades señalan, además, a los menores y las personas mayores como un grupo que también interesa a los ladrones. Unos por desconocimiento y otros porque, a veces, operan con los teléfonos de sus padres. “No obstante, al usar menos el correo electrónico y los SMS, son menos susceptibles de recibir este tipo de comunicaciones fraudulentas. En cualquier caso, debemos advertirles de que existen este tipo de estafas y explicarles que no compartan nunca sus datos personales ni bancarios”, dice Mezcua.

Cómo protegerse

No siempre es fácil detectar un fraude, pero hay algunas medidas que podemos tomar si no queremos ser timados. Desde Helpmycash recomiendan revisar bien el remitente por muy obvio que resulte. También hay que comprobar si el mensaje está bien redactado o, por el contrario, tiene faltas de ortografía, errores gramaticales o parece una mala traducción, sospechar de cualquier tipo de mensaje alarmista y desconfiar de cualquier enlace. Antes de hacer clic, se puede pasar el cursor por encima para saber a qué página apunta. Y si se pincha, hay que verificar cuál es la url de la página a la que redirige. Especial atención hay que poner en esto porque los ciberdelincuentes crean webs que suplantan las originales y suelen usar urls que se parecen mucho a las legítimas (a veces, solo cambia una letra). En cualquier caso, no conviene hacer clic en los enlaces recibidos por SMS y hay que sospechar de los que llegan por e-mail. Si dudamos, podemos llamar al banco para confirmar si se trata de una comunicación legítima.

¿Se puede recuperar el dinero?

Recuperar el dinero de una estafa online no es fácil, aunque hay ocasiones en las que puede lograrse. Es difícil porque si es el propio cliente el que ha autorizado la operación el banco no es responsable. Otra cosa es que se dé un delito de suplantación de identidad y alguien realice compras online con nuestros datos o que se autoricen compras sin nuestra verificación. Solo en esos casos, el banco deberá responder ante sus clientes y devolver la cantidad sustraída. Por eso, cuando una persona considera que puede ser susceptible de tener algún problema, por su estilo de vida, patrimonio o cualquier otro asunto, lo más recomendable es contar con una cobertura que nos blinde.

PARA SABER MÁS

Banco de España: Su web recoge la información necesaria para protegerse frente al fraude. Además de explicar cada una de las estafas más frecuentes, te ayudan a identificarlas y poder actuar a tiempo.

Catalana Occidente: La compañía aseguradora explica cómo recuperar el dinero perdido en una estafa, así como las recomendaciones para evitarla.

Observatorio español de delitos informáticos: En la web de este organismo oficial nos explican cómo denunciar los ciberdelitos o los posibles casos de violencia digital. Además, existe un glosario de los delitos más habituales en cualquier plataforma tecnológica.

¿Necesitamos tanta ropa?

CONSUMO

¿NECESITAMOS TANTA ROPA?

La producción de ropa se ha duplicado en la última década, con una estimación de 100.000 millones de prendas fabricadas al añoLa producción de ropa se ha duplicado en la última década, con una estimación de 100.000 millones de prendas fabricadas al año.
Acumular ropa en nuestros armarios se ha convertido en un grave problema para el medio ambiente. Si, además, esa ropa que infrautilizamos no cumple con los estándares mínimos de calidad, o termina en la basura, el problema se agrava. La moda de usar y tirar (fast fashion) es ya una gran amenaza para el planeta y tanto productores como consumidores debemos empezar a tomar medidas urgentes.
MARIÁN LEZAÚN

Las imágenes de montañas de ropa pudriéndose al sol en el desierto de Atacama (Chile) o en los enormes vertederos de países africanos, como Ghana, son solo la punta visible de un problema mucho más profundo: la sobreproducción de ropa y la calidad de la misma. Organizaciones internacionales, instituciones multilaterales y gobiernos llevan tiempo pidiendo un mayor control sobre ciertas prácticas de la industria textil, pero también sobre el consumo desmesurado de ropa. Y es que, si hace apenas una década el comercio online era el gran desafío para la industria de la moda, la sostenibilidad, el reciclaje y el compromiso con el entorno natural y social son hoy los grandes retos de un negocio que solo en España representa el 2,8% del total del PIB y supone más del 4,3% del empleo, según datos del Centro de información Textil y de la Confección (Cityc).

Responsabilidad social

La moda es un sector que crea riqueza, que genera empleo, que sitúa a España en los puestos de cabeza del mapa del comercio internacional, pero que tiene que mejorar en muchos aspectos porque la sombra del desperdicio, la contaminación y la responsabilidad social ensombrecen el mercado. Por eso, la Unión Europea lanzó el año pasado una nueva estrategia para la industria textil y su distribución, que implica tanto a los productores como a los consumidores, cuyo objetivo principal es sanear un sector estratégico. Dicha estrategia incluye desde un nuevo reglamento sobre el diseño de los productos hasta la necesidad de crear nuevos etiquetados que incluyan información más clara sobre las prendas o la puesta en marcha de controles para evitar el llamado blanqueo ecológico de las marcas. También se necesitan, según expertos europeos, planes más ambiciosos para abordar la exportación de residuos o el impacto de los microplásticos.

 


FABRICAR ROPA EXIGE UN CONSUMO DE GRANDES CANTIDADES DE AGUA, DE PRODUCTOS QUÍMICOS Y DE ENERGÍA


 

Se trata de atajar un problema que nos afecta a todos. La producción de ropa se ha duplicado en la última década, con una estimación de 100.000 millones de prendas fabricadas al año, mientras el tiempo medio de uso de cada prenda se reduce hasta un 40%. En algunos casos, ese uso se limita a una ocasión o incluso a ninguna. La culpa es de la denominada fast fashion que desde hace un tiempo tira del sector. Una moda barata, de consumo rápido y que se adapta a las tendencias del mercado sin reparar en el enorme impacto ambiental que supone. Porque fabricar ropa exige un consumo de grandes cantidades de agua, de productos químicos y de energía. Es por eso que las organizaciones medioambientales reclaman un mayor compromiso de todos los agentes implicados en el sector, formado por grandes conglomerados empresariales y miles de pequeñas firmas, para cumplir con las medidas necesarias. Se trata de adoptar los principios de la economía circular al modelo de producción de textiles. Es decir, utilizar materias primas y recursos más sostenibles, al tiempo que se reduce el consumo de agua, de energía y se crean sistemas de reutilización y reciclaje de esos productos. “También necesitamos que las grandes plataformas de comercio online mejoren la gestión de las devoluciones y colecciones pasadas que pueden acabar en vertederos sin cumplir con los requisitos de la circularidad”, explica Ojeda. Para paliar ese problema, muchas empresas de distribución permiten ya a sus colaboradores recuperar los productos no vendidos y donarlos a plataformas que se encarguen de darles una segunda vida, pero son iniciativas que tienen que ir unidas a una mayor calidad de los productos. “Si esos productos no son duraderos el problema continúa”, advierte.

Reducción de la huella ambiental

De momento, son las firmas más pequeñas las que abanderan la reducción de la huella ambiental y las que están liderando los proyectos más comprometidos. Cada vez hay más firmas que acreditan el uso de materias primas de calidad, de origen sostenible o negocios basados en la recuperación, la donación o un uso más amplio de las prendas de vestir. También las grandes marcas están lanzando campañas de impacto en las que prometen tejidos sostenibles, productos fabricados con materiales reutilizados o el reciclado de las prendas. Muchas, incluso se han aliado con otras empresas para dar salida a sus productos caducados. Es el caso de Inditex que apoya la red de tiendas de segunda mano creadas por Cáritas (Moda-re) para la ropa donada o que ha instalado contenedores en sus tiendas para reciclar la ropa usada. También H&M y otras marcas recogen ropa usada en sus establecimientos. “El problema es cuando ese reciclado se premia con bonos para seguir comprando más ropa, el problema sigue ahí”, explica Ojeda. Por eso, esta experta apuesta por cambiar el modelo. “Necesitamos acabar con esa producción excesiva de ropa, con la temporalidad de las colecciones, con la mala calidad de muchas prendas”, reconoce. “Mucha de la ropa que entra en las cadenas de reciclado no se puede recuperar porque sus fibras no tienen la calidad suficiente para volver a fabricar nuevos tejidos con ellas”, lamenta.

 


LA SOSTENIBILIDAD, EL RECICLAJE Y EL COMPROMISO SON LOS GRANDES RETOS DE UN NEGOCIO QUE SOLO EN ESPAÑA REPRESENTA EL 2,8% DEL TOTAL DEL PIB


 

Para los expertos, la innovación y los principios de la economía circular deberían extenderse a todo el sector. “Todas las marcas de moda deberían incorporar la circularidad e invertir más en innovación. Veo un futuro donde la moda será 100% biodegradable, porque ya hay países, como Alemania, Portugal o Dinamarca, que están dando pasos en ese sentido”, explica Nuria Neira, experta en consultoría de marketing y retail para marcas emergentes de moda y belleza. Neira, que acaba de publicar La nueva era de la moda, reconoce que “la sostenibilidad demostrada es aquella que se pueda verificar en las diferentes fases de la cadena de valor de una firma de moda, desde la selección de tejidos hasta la comercialización. En este proceso nos encontramos con aspectos medioambientales, económicos y sociales. No es suficiente que un tejido sea orgánico si los trabajadores que confeccionan esa prenda, los proveedores o incluso los propios fundadores de la marca no tienen un salario digno”, apunta.

Moda que contamina

Según un estudio de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA), el sector de la moda ocupa el cuarto puesto por consumo de agua y el uso de materias primas en la Unión Europea. El calzado, la ropa y los textiles provocan, después de los alimentos, la segunda mayor presión sobre el uso de la tierra, y también una gran cantidad de contaminación química y del agua. Se estima que la ropa es responsable de la producción de 8 millones de kilos de plásticos y del vertido del 35% de los mismos a los mares y océanos en forma de microfibras. Algunas fibras textiles como la licra pueden tardar hasta 200 años en degradarse, según diversos estudios. El informe de la EAA también muestra que la producción de moda para el mercado europeo causa además enormes cantidades de emisiones contaminantes.

¿Qué puede hacer el consumidor?

Como consumidores responsables hay muchas medidas que podemos tomar para amortiguar el impacto de la fast fashion en nuestro planeta. La primera pasa por no comprar más ropa de la que vayamos a usar: solo hay que pensar en toda aquella que ya tenemos en el armario y hace tiempo que no utilizamos. No se trata de dejar de consumir sino de hacer un uso más consciente de los productos. “Hay que concienciar y divulgar. La moda no solo sirve para vestirnos, es una forma de expresión, es una manera de vivir. La moda es bienestar, no solo hay que preocuparse por alimentarse sano, también por vestir sano. Imparto clases a las nuevas generaciones y afirmo que son los que mejor entienden estos parámetros”, explica Nuria Neira, experta en marcas emergentes de moda y belleza. En la misma línea, Celia Ojeda, de Greenpeace, reconoce que la llamada Generación Z (los nacidos a finales de la década de los noventa) lideran este cambio mediante el consumo de moda sostenible, vegana y creando negocios que permiten un uso más amplio de la ropa y los complementos. Los expertos recomiendan también recurrir a la donación, el reciclaje, el arreglo de prendas y las tiendas de segunda mano. Cualquier cosa es mejor que ver esos montones de ropa en los vertederos de medio mundo, señalan desde Greenpeace. Por eso, los consumidores debemos apostar también por aquella moda de mayor calidad, que no utilice materiales contaminantes y que, a la larga, mejore su uso y su recuperación también.

Por si las dudas

Unión Europea: La UE lanzó hace un año la Estrategia sobre Textiles con la intención de impulsar la sostenibilidad en el sector, implicando a todos los eslabones de la cadena, desde la producción textil al consumidor.

Las marcas más sostenibles: Desde esta web que promueve la sostenibilidad en todos los sectores de la economía española, se pueden consultar más de cincuenta marcas de ropa sostenible y cuál es su estrategia

Moda España: La patronal de empresas de moda recoge en su web todas las novedades que afectan al sector de la moda en España.

«Acabar con la ropa de usar y tirar», por José Ramón Lozano Petit

CONSUMO

JOSÉ RAMÓN LOZANO PETIT,
secretario General de la Federación UNAE

"Se calcula que los consumidores desperdiciamos 460.000 millones de euros anuales en ropa desechada"

Acabar con la ropa de usar y tirar

La industria textil es una de las más contaminantes del mundo ya que siempre se ha basado en un modelo de consumo lineal (extraer, producir y desperdiciar), que a menudo no prioriza la calidad, la durabilidad y la reciclabilidad en el diseño y la fabricación de prendas de vestir. Ello supone gastar enormes cantidades de recursos para fabricar y crear ropa, la mayoría de la cual además es importada, de escasa calidad y que no respeta los derechos laborales, cuyo ciclo de vida es muy corto y se descarta rápidamente, lo que supone un grave problema medioambiental.

Algunos datos nos permiten concretar este impacto ambiental de la industria textil, que la sitúan como una de las más contaminantes: cada año se producen 100.000 millones de prendas, de las cuales el 75% acaban en vertederos, mientras sólo el 25% son reutilizadas. Esto genera el 8% de las emisiones de CO2, es decir, 850 millones de toneladas anuales, y produce el 20% de las aguas residuales, que además son altamente contaminantes por los productos químicos utilizados en la producción; sin olvidar el desprendimiento de micro plásticos de los tejidos sintéticos y el calzado durante todas las fases de su ciclo de vida. Por ejemplo, para fabricar un solo pantalón vaquero se emiten a la atmósfera 13 kilos de dióxido de carbono, y se utilizan 10 litros de productos químicos y tintes.

En cuanto a la cantidad de agua necesaria para producir una prenda, unos vaqueros requieren hasta 10.000 litros entre todos los procesos, incluyendo la fabricación del tejido, producción y lavados; un traje de chaqueta de lana utiliza entre 4.000 y 5.500 litros; unos zapatos de piel 8.000 litros y unas zapatillas de deporte 4.400; una camiseta de algodón 2.700 litros, más que un jersey, que usa 2.200, mientras una camisa sintética “sólo” requiere 1.500 litros.

Otro factor importante es la pérdida económica en recursos, energía y materias primas, ya que se calcula que los consumidores desperdiciamos 460.000 millones de euros anuales en ropa desechada. Además, se está perdiendo la costumbre tradicional de arreglar las prendas en casa.

Sin duda, la mayoría de los consumidores desconocemos estos datos cuando compramos o tiramos una prenda de ropa, pero resultan muy preocupantes y merecen una profunda reflexión tendente a modificar nuestros hábitos, ya que las decisiones de compra que tomamos influyen de forma muy importante en los productores y en el impacto global de esta industria, aunque a veces aún estamos demasiado influenciados por la presión de la moda y de la publicidad.

No obstante, los jóvenes son los más sensibles a este problema, se preocupan mucho porque el origen de la ropa sea sostenible y no tienen tantos prejuicios a la hora de comprar o intercambiar ropa de segunda mano, lo que ha provocado el auge de algunas tiendas y plataformas que apuestan decididamente por un concepto de moda circular y sostenible, que incluso se anuncian en televisión, dando una segunda vida a las prendas que otras personas ya no utilizan.

Por tanto, hay un cierto auge de la moda sostenible debido a una mayor demanda de consumidores más concienciados, que prefieren ropa de cultivo orgánico y sostenible y más respetuosa con el medio ambiente y, consciente de esta preocupación creciente en la sociedad, la industria ha propuesto algunas soluciones que publicitan como un valor añadido.

Así, algunas grandes cadenas de distribución textil se han apuntado al reciclado de fibras o a la reutilización de materiales y tejidos aprovechables por la industria, ofertando desde colecciones con ropa reciclada hasta campañas y promociones que incentivan o remuneran la entrega de ropa usada a cambio de descuentos o ventajas adicionales en la propia tienda, o incluso incluyen etiquetas con un código QR que va apareciendo a medida que la prenda llega al final de su vida útil.

Incluso existen marcas específicas cuyo catálogo de ropa y complementos está completamente elaborado con materiales reciclables y reciclados, y que hasta facilitan la información sobre la huella ecológica de sus productos o, por ejemplo, cuántas botellas de PET han sido empleadas en la fabricación de una prenda, lo que ofrece mayor información al consumidor y permite cerrar el círculo de la sostenibilidad.

Sin embargo, estas iniciativas aún son claramente insuficientes cuando no, a veces, un mero reclamo publicitario, sobre todo si consideramos que la producción mundial de ropa y calzado casi se duplicó entre los años 2000 y 2015, y se espera que aumente un 63% hasta 2030, lo que incrementa aún más el impacto medioambiental de este sector económico. Por estos motivos la Unión Europea ha tomado cartas en el asunto y ha presentado una nueva estrategia para el sector textil, que apuesta decididamente porque los consumidores dispongan de ropa sostenible, que además sea fácil de reparar y de reutilizar, evitando el actual e insostenible modelo lineal de producción y consumo.

Vivir de alquiler

PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

Vivir de alquiler

España ha sido tradicionalmente un país de propietarios, pero las cosas están cambiando. Cada vez más personas eligen alquilar una vivienda como una opción viable y cómoda y defienden sus ventajas frente a la compra. No obstante, se trata de una decisión muy personal que depende de factores como la edad, la capacidad de ahorro, el empleo o, incluso, los gustos y preferencias personales.
MARIÁN LEZAÚN

2023 está siendo un año complicado para aquellas personas que buscan un hogar donde vivir. Quienes hace apenas unos meses habían barajado la idea de comprar una casa o cambiar de alquiler lamentan ahora no haberse decidido antes porque la situación ha empeorado. Los últimos datos sobre los precios del alquiler reflejan una subida del 7,9% respecto al año pasado, según Fotocasa, y las hipotecas fijas superan ya el 3,5%, al tiempo que se endurecen las condiciones de acceso. Por eso, ante esta incertidumbre, el alquiler se perfila como la mejor opción para aquellos que no están dispuestos a asumir tantos riesgos. Además, el Gobierno ha aprobado una serie de medidas destinadas a mejorar las condiciones de los alquileres que incluyen desde ayudas directas para los menores de 35 años (siempre que cumplan una serie de requisitos) a límites porcentuales en la subida de precios.

Las ventajas

Así, los expertos reconocen que vivir hoy de alquiler tiene sus ventajas y hay que tenerlas en cuenta. Entre ellas destaca la posibilidad de poder cambiar de vivienda siempre que nos apetezca; que los gastos fijos son menores que en una vivienda en propiedad; que se puede optar a inmuebles mucho mejores que los que quizá los ahorros permitirían comprar, y que siempre se tiene cierta libertad que la hipoteca impide. Todas estas ventajas están desterrando, poco a poco, la idea tan arraigada de que alquilar es tirar el dinero porque, aunque también tiene algunas desventajas, es una opción que hay que barajar. “Aunque exista el mantra de que a los españoles no nos gusta alquilar viviendas, la realidad lo desmiente ya que durante las últimas dos décadas el número de hogares en régimen de alquiler no ha parado de crecer y cada vez más personas optan por esta modalidad”, explica Fernando Irañeta, portavoz del portal inmobiliario Idealista.com. Tal es así que las viviendas en alquiler suponen ya un 20% de los veinticinco millones de las ocupadas en España. Mientras, la media de la Unión Europea se sitúa en el 30%.

 


LOS ÚLTIMOS DATOS SOBRE LOS PRECIOS DEL ALQUILER REFLEJAN UNA SUBIDA DEL 7,9% RESPECTO AL AÑO PASADO, SEGÚN FOTOCASA


 

Pero, ¿por qué una opción que se maneja en otros mercados desde hace tiempo ha tardado tanto en despegar en España? “Sabemos que existe una mentalidad de ahorro a largo plazo que lleva a muchas personas a buscar la propiedad como una forma de invertir y asegurarse unos ingresos pasivos que complementen su pensión. En definitiva, la preferencia por la propiedad sobre el alquiler puede deberse a una combinación de factores culturales, económicos y personales, y puede variar dependiendo del mercado y de las condiciones individuales”, explican desde Pisos.com. Sin embargo, hoy, muchas más personas barajan las dos opciones antes de elegir. Incluso están los que tienen una vivienda en propiedad alquilada y luego viven de alquiler porque pueden elegir mejores inmuebles o zonas. Está opción se ve cada vez más en grandes ciudades, según los expertos.

 


EL GOBIERNO HA APROBADO UNA SERIE DE MEDIDAS DESTINADAS A MEJORAR LAS CONDICIONES DE LOS ALQUILERES


 

Tensiones del mercado

Sin embargo, este repunte del alquiler puede tener sus consecuencias a largo plazo. Al tiempo que mejoran las condiciones de la oferta y que los inmuebles disponibles se renuevan, encontramos nuevas tensiones en el mercado. «Muchas familias que tenían previsto comprarse una vivienda este año o el que viene, ahora se han visto afectadas por la crisis y se van a retirar del mercado de compra y probablemente vayan al de alquiler”, explica Font. “Esto provocará un incremento de la demanda de alquiler en un mercado donde la oferta escasea (no es lo mismo una población grande que una pequeña). Por tanto, por mucho que los inquilinos sufran pérdidas de poder adquisitivo, si aumenta la cantidad de potenciales inquilinos, el precio de los alquileres podría seguir subiendo”. No obstante, desde pisos.com prevén un encarecimiento de las mensualidades del 3,4% en 2022 y del 2% en 2023, sin tener en cuenta la dependencia regulatoria. Porque, aunque es cierto que el Gobierno ha introducido ciertas medidas en el mercado y ha anunciado algunas otras, los efectos no están siendo los esperados. De hecho, los expertos señalan el tope a los precios como uno de los grandes problemas del sector, así como la escasez de la oferta. Muchos propietarios están sacando las viviendas a la venta ante la incertidumbre del marco regulatorio, la desprotección frente a los inquilinos, o les están dando otros usos, como el turístico. Las medidas están desincentivando también la obra nueva destinada al alquiler, lo que hace que los potenciales inquilinos encuentren cada vez menos opciones.

Por eso, a la hora de alquilar un inmueble hay que asesorarse bien y buscar las opciones que más nos convengan. Los expertos recomiendan que cualquier aspecto relacionado con la vivienda quede muy bien reflejado en el contrato de alquiler para evitar problemas. Es decir, es necesario dejar claro qué incluye el precio del alquiler, quién asume las facturas relativas a los gastos de comunidad, el IBI o impuestos como el de las basuras si es que los hay. También es necesario especificar quién es el responsable de reparar las averías que puedan producirse o pedir un inventario de todo lo que contiene la vivienda si es que está amueblada.

 


ESTÁN LOS QUE TIENEN UNA VIVIENDA EN PROPIEDAD ALQUILADA Y LUEGO VIVEN DE ALQUILER PORQUE PUEDEN ELEGIR MEJORES INMUEBLES O ZONAS


 

Además, si alquilas un inmueble y no termina de cumplir tus expectativas siempre lo puedes dejar. Según la Ley de Arrendamientos Urbanos, el inquilino tiene derecho a dejar el piso en cualquier momento durante los seis primeros meses, sin pagar indemnización. Eso sí, debe avisar al propietario con 30 días de antelación. Pero el propietario puede fijar en el contrato una cantidad como indemnización. De ahí que sea tan importante leerse en profundidad el contrato y ver si existe esta cláusula o no.

Alquiler con opción a compra

El mercado también ofrece el punto intermedio: se trata del alquiler con opción a compra. En este caso, el inquilino tiene derecho, pasado un tiempo, a comprar la vivienda en la que está alquilado. Lo bueno de esta opción es que a la hora de formalizar la compra se descuentan los pagos que se hayan hecho hasta el momento.

Barcelona, la ciudad más cara

Los precios de alquiler son muy dispares y varían mucho de una localidad a otra, de una provincia a otra y de un barrio a otro. Lo mismo ocurre con la oferta que, en determinados lugares, puede ser casi inexistente. Por eso, alquilar una casa depende, sobre todo, del lugar. Así, aquellas personas que estén buscando una vivienda de alquiler en una capital de provincia encontrarán los precios más económicos en Zamora (5,6 euros/m2), Ciudad Real (6,1 euros/m2), Ávila y Lugo (6,2 euros/m2 respectivamente), Cáceres (6,3 euros/m2) y Palencia (6,4 euros/m2). En el lado contrario, Barcelona fue la capital de provincia más cara para los inquilinos en 2022 con un precio medio de 20,32 euros por metro cuadrado. Le siguieron Madrid (17,66 €/m²) y San Sebastián (17,50 €/m²). Otras capitales de provincia económicas fueron Jaén (6,17 €/m²) y Cuenca (6,23 €/m²), según datos de Pisos.com

Por si las dudas:

En la página web de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se puede consultar información relativa a los contratos de alquiler y las nuevas medidas.

En la web del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se pueden consultar todas las novedades sobre la legislación del mercado del alquiler.

¿Puedo escriturar el alquiler?

Por supuesto que sí. Como todo contrato, el de arrendamiento de bienes inmuebles -lo que comúnmente llamamos alquiler- es susceptible de otorgarse en escritura pública notarial.

Su formalización en escritura pública ofrece grandes ventajas:

Ante todo, el asesoramiento notarial, imparcial y cualificado, que no llevará ningún formulario de contrato de arrendamiento que se pueda descargar de internet.

La eficacia probatoria de la escritura pública, lo que permitirá hacer prueba de la existencia del contrato de arrendamiento y de su fecha. Este valor probatorio también permite incorporar a la escritura un inventario, con fotografías incluso, sobre el estado del inmueble arrendado y el mobiliario incluido en el arrendamiento.

El control de la legalidad efectuado por el notario, lo que sirve para comprobar la identidad y capacidad de arrendador y arrendatario, la legitimación de las partes (y, en particular, que el arrendador es efectivamente el propietario o persona con facultad de goce y disfrute del inmueble con posibilidad de arrendarlo), que el inmueble no se encuentra gravado con alguna carga o limitación que impida su arrendamiento, o que ninguna de las cláusulas del contrato vulneran alguno de los límites y normas imperativas establecidas por la ley.

En caso de posterior venta del inmueble arrendado, facilita el ejercicio de los derechos de adquisición preferente (tanteo y retracto) que pueda ostentar el arrendatario.

Además, permite la inscripción del contrato en el Registro de la Propiedad, con los efectos que señala la ley, particularmente beneficiosos para el arrendatario (al garantizar la permanencia en el inmueble al menos por el período legal mínimo de duración).

 

Eduardo Amat, miembro del blog Notarios en Red

«¿Alquiler vs.compra?», por César Díaz

PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

CÉSAR DÍAZ,

área jurídica de CECU

"Necesitamos un mercado del alquiler donde la Administración pública tenga una presencia importante"

¿Alquiler vs. compra?

Comprar o alquilar es una de las grandes cuestiones a la que se enfrentan la mayoría de las personas con rentas medias y medias/bajas -las de rentas bajas apenas tienen opciones y las de rentas altas las tienen todas- ya que es un gasto que afecta a una parte importante de sus ingresos y, por tanto, condicionará su disponibilidad económica en general y la posibilidad de hacer frente a gastos imprevistos.

¿Cuál es la mejor opción? Pues dependerá de varios factores, como la propia situación de cada persona, sus consideraciones y sus opciones de vida. Pero esto no siempre es una libre elección: la situación económica, laboral y geográfica, en ocasiones, impone una de las opciones.

Optar por el alquiler puede estar determinado por consideraciones como, por ejemplo, no querer ser propietario, tener facilidad para cambiar de residencia o no querer estar sujeto a una hipoteca ante la incertidumbre de no poder hacer frente a los pagos en algún momento. No obviamos la posibilidad de alquilar o vender la vivienda que se ha comprado -o se está pagando-, pero en ningún caso es una transacción fácil, rápida ni económica. No obstante, como anticipábamos, la opción del alquiler puede venir impuesta por la imposibilidad de acceder a una hipoteca por parte de quienes prefieren comprar.

Por su parte, la decisión de comprar una vivienda también puede estar mediatizada por cuestiones como el deseo de contar con un activo estable y rentable, disponer de un techo ante posibles imprevistos que dificultarían el pago de un alquiler, o como recurso económico para una futura herencia. Todo ello sin obviar que detrás de esta decisión existe una arraigada y fomentada cultura del ser propietario que considera que alquilar es tirar el dinero, y del estatus socioeconómico que lleva aparejado. Además, hasta ahora, esta opción ha venido siendo más económica que el alquiler, tanto por el elevado precio de este último como porque al terminar de pagar la hipoteca se adquiere la propiedad de la vivienda. No obstante, en ocasiones, precisamente suscribir una hipoteca ha sido una obligación para muchas personas que no podían hacer frente al elevado precio del alquiler, sin perjuicio de la inestabilidad que implica esta opción con la actual legislación.

En las grandes ciudades o en ciudades donde se concentra una gran densidad de población en poco espacio, alquilar una vivienda apenas es asumible para muchas personas, que se ven obligadas a compartir casa con desconocidos y alquilar una habitación o algún habitáculo “reconvertido” en vivienda en condiciones realmente cuestionables, a precios muy elevados, lo que pone en cuestión nuestro derecho a una vivienda, a una vida digna y al propio desarrollo personal. A esta situación contribuye de forma importante la capacidad de los grandes tenedores de incrementar los precios del alquiler, hecho que es replicado por el resto de arrendadores; así como el incremento progresivo de viviendas que se destinan al alquiler vacacional (en Madrid, cerca de 7.000). Esto reduce la oferta, incrementa los precios y desplaza a personas y familias de sus barrios hacia zonas o municipios más alejados, lo que a su vez repercute en los precios de estas zonas.

En los municipios más pequeños, en la llamada España vaciada, la situación tampoco es muy alentadora ya que la baja oferta de viviendas, tanto públicas como privadas, permite mantener precios elevados.

La opción de la compra no es una solución mucho mejor. Los elevados costes de adquirir una casa, en la mayoría de los casos asociada a una hipoteca, y las devastadoras consecuencias de no poder hacer frente al pago en algún momento, no la convierte en una opción muy atractiva. En un contexto económico y laboral como el que tenemos actualmente, es muy probable que en algún momento los deudores pasen por una situación en la que sus ingresos se vean reducidos (desempleo, enfermedad, etc.) y comprometa su capacidad de pago. Incluso para las personas o familias que sí pueden hacer frente a un alquiler o una hipoteca la situación tampoco es fácil, ya que el coste de cualquiera de las opciones supone una parte importante de sus ingresos, lo que en la práctica significa evitar hacer demasiados gastos y esperar a que no suceda ningún imprevisto.

En resumen, la situación de la vivienda en España no es buena y esto es consecuencia de haber dejado en manos del libre mercado el acceso a este bien de primera necesidad, de la ausencia de políticas públicas realmente efectivas que garanticen el acceso a una vivienda en alquiler a un precio asequible y de no actuar contra la especulación inmobiliaria, lo que nos ha llevado a la actual paradoja de contar con millones de viviendas vacías y miles de familias desahuciadas cada año.

Algunas de las medidas adoptadas por el Gobierno, sin duda, podrán mejorar la situación de las personas más vulnerables, pero realmente no cambian el paradigma de la situación de la vivienda en España, esto es, que el acceso a una vivienda y a una vida digna sigue dependiendo de intereses económicos de grandes entidades. Lamentablemente, la actual redacción del proyecto de Ley de Vivienda, si no se modifica, tampoco cambiará la situación.

Necesitamos un mercado del alquiler donde la Administración pública tenga una presencia importante y garantice el derecho de todas las personas a acceder a una vivienda.

El boom de los paneles solares

CONSUMO

EL ‘BOOM’ DE LOS PANELES SOLARES

La demanda de instalación de paneles solares para uso doméstico y empresarial se ha disparado este año hasta un 30% respecto a 2021, que ya fue un año histórico para el sector. Las placas solares se utilizan para usos agrícolas, industriales y domésticos y se han convertido en la gran baza de las energías limpias.
MARIÁN LEZAÚN

El precio de la luz, una creciente conciencia medioambiental y la posibilidad de contar con el sol como recurso explican el boom de este negocio. Por eso, cada vez son más las personas que optan por invertir en sus propias instalaciones y aprovechar las ventajas y ayudas que se ofrecen en el sector fotovoltaico. No obstante, los expertos recomiendan informarse bien, comparar precios y ver qué posibilidades existen en el mercado para elegir la mejor opción.

Instalaciones de autoconsumo

Desde hace meses, el sector de la energía copa titulares, conversaciones y proyectos de inversión de familias y empresas. Reducir la factura de la luz y del gas, hacer frente a las consecuencias de la inestabilidad de los precios y aprovechar las posibilidades de autoconsumo se han convertido en una prioridad para muchas personas en nuestro país. Así, contar con un tejado, grande o pequeño, o una superficie disponible para instalar paneles fotovoltaicos es hoy una gran baza para superar la actual crisis energética. Además, los que no tienen esa suerte, también cuentan con opciones disponibles. Se trata de las llamadas instalaciones de autoconsumo remoto que permiten participar de las ventajas de la energía solar contratando el servicio a un tercero y gestionando el suministro de manera digital.

 


EL PRECIO PROMEDIO DE UNA INSTALACIÓN DE PLACAS SOLARES SE SITÚA EN LOS 5.000 EUROS


 

Los expertos en consultoría energética, consultados por Escritura Pública, señalan que la previsión oficial de alcanzar los 14 GW de autoconsumo en 2030, dentro de los planes de la Comisión Europea para España, está más que superada y que el mercado vive su mejor momento. Según datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), existen en la actualidad 150.000 instalaciones fotovoltaicas, pero en un periodo no muy largo podría alcanzarse el millón. El Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) sitúa el reto en los 30 GW en menos de diez años. De hecho, en España existe un recorrido enorme si tenemos en cuenta que países con menos horas de luz solar, como el caso de Alemania, cuenta con dos millones de instalaciones.

Lo importante, según los expertos, es que esas instalaciones respondan a nuestras necesidades reales y que se rentabilicen de la mejor manera. En este sentido, Jorge Morales, experto y divulgador del sector eléctrico, recuerda la existencia de las llamadas baterías virtuales. Se trata de la posibilidad que ofrecen las comercializadoras de comprar los excedentes energéticos de los hogares. Esas baterías lo que hacen es calcular el consumo de la vivienda, la producción de los paneles y ver si la energía que sobra se puede utilizar en una segunda vivienda, por ejemplo, guardar para meses de menor radiación solar o vender a la red. Por eso, no está de más hacer un estudio previo y valorar las diferentes opciones contando con la experiencia de los profesionales.

Antes de empezar, los consumidores deben ver qué posibilidades ofrece la vivienda (orientación, superficies disponibles, metros, etcétera) y el consumo energético de la misma. En internet existen numerosas calculadoras que te permiten hacer un cálculo aproximado de las necesidades y el consumo de cada hogar. También se recomienda adaptar de manera previa todos los cerramientos y estancias para conseguir el máximo aprovechamiento de los recursos. Después, hay que pedir presupuesto a un instalador (actualmente existe una oferta muy amplia en todas las comunidades autónomas) y decidir qué es lo que nos conviene. De cualquier forma, para un hogar medio la inversión no es elevada y se puede conseguir un ahorro de hasta el 50% en la factura eléctrica, dependiendo de la clase de paneles que se instalen. Hay que tener en cuenta que esa factura no solo recoge el consumo de electricidad, sino que incluye otra serie de impuestos, gastos de distribución y tasas que debemos pagar de igual manera a la comercializadora.

¿Cuánto cuesta una instalación?

Es complicado dar un precio exacto, aunque sí se puede dar una aproximación teniendo en cuenta el gasto medio de los españoles en este producto, según la Unión Española Fotovoltaica (UEF). Así, el precio promedio de una instalación de placas solares se sitúa en los 5.000 euros, incluyendo equipos y mano de obra. Hay que tener en cuenta que el coste por vatio no es el mismo para todos los casos ya que depende del tamaño de la instalación, de la ubicación y de los materiales utilizados que no son todos iguales. Se calcula una potencia media para los hogares de 3.000 vatios y diez paneles solares para cubrir esas necesidades. Sin embargo, las instalaciones dependen mucho de las condiciones del tejado, las horas de luz, el consumo diario y de muchos otros hábitos de consumo. Durante este año, los inversores pueden beneficiarse, además, de las ayudas oficiales disponibles.

¿En cuánto tiempo recuperaré la inversión?

Todo depende del tipo de paneles, de las características de la instalación y del consumo de la vivienda. Lo que está claro es que, a mayor número de horas de luz y mejor orientación de los paneles, más rentable será la instalación. “Una instalación en Andalucía se amortizará antes que una en Asturias. Además, cuanto más electrificada esté la vivienda y menos consumo de combustibles fósiles (gas para la calefacción, gasolina para el coche), más rentable”, explican en UEF. Y es, cuanto más coincida nuestro consumo eléctrico con la generación de las placas fotovoltaicas (horas de sol) más rentable será la instalación. Según datos del sector, una instalación de autoconsumo fotovoltaico se amortiza en unos ocho o nueve años, que se reducen si vamos añadiendo cada uno de los supuestos anteriores que nos permiten aprovechar más la instalación. Puede llegar incluso a 4 años si en el ayuntamiento existe alguna deducción fiscal al IBI e ICIO o el propietario se acoge a alguna subvención.

 


SE CALCULA UNA POTENCIA MEDIA PARA LOS HOGARES DE 3.000 VATIOS Y DIEZ PANELES SOLARES PARA CUBRIR ESAS NECESIDADES


 

¿Existen ayudas oficiales?

Hasta finales de 2023 existe una línea oficial de incentivos de 660 millones de euros, con cargo a los Fondos Next Generation, que gestionan las comunidades autónomas. Las subvenciones permiten realizar instalaciones hasta un 50% más baratas. Existen dos grandes líneas de ayudas: las subvenciones sobre el precio de la instalación y las subvenciones sobre impuestos. En el primer caso, estas ayudas son regionales y cada comunidad establece las condiciones necesarias. En el caso de los impuestos, afectan a descuentos en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el Impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO) y pueden alcanzar los 1.500 euros.

Además, desde 2018, la principal ayuda ha sido la eliminación de distintas trabas burocráticas y la derogación del llamado ‘impuesto del sol’. Esta tasa obligaba a las personas que poseían una instalación solar a pagar un impuesto por la cantidad de luz generada y consumida en su propia instalación, lo que hacía poco atractivo invertir en el negocio. Ahora se permite también el autoconsumo compartido, lo que facilita la instalación en bloques de viviendas y comunidades, que están viviendo su propio auge.

¿Qué requisitos hay que cumplir?

Lo primero que hay que el consumidor debe cumplir es no contar con ningún otro tipo de ayuda y presentar un presupuesto de instalación destinado al autoconsumo. También se establecen unos requisitos mínimos de consumo y potencia instalada. No obstante, cualquiera de las empresas instaladoras le ayudará en la tramitación de las mismas.

El sector en datos

El año pasado fue un ejercicio histórico para el sector fotovoltaico en España. En plantas en suelo, la capacidad instalada alcanzó los 3,5 GWp (gigavatios pico), un crecimiento del 21% frente a los 2,9 GWp incorporados el año 2020. Sin embargo, ha sido el autoconsumo el que ha registrado una gran revolución. En apenas doce meses se han instalado 1.203 MWn (megavatios nominales, los que marcan el límite de producción) de autoconsumo, que duplican los datos de 2020, cuando fueron registrados 596 MWn de nuevos autoconsumos. Estas cifras, según una de las grandes asociaciones del sector, UNEF, establecen las bases para el cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para 2030, que es la primera parada de los planes europeos para impulsar la energía solar y las renovables. La contribución del sector al PIB nacional se incrementó hasta los 10.072 millones de euros, un 37% respecto al año pasado. La industria fotovoltaica Actualmente el sector da empleo a 61.075 trabajadores directos e indirectos.

Tipos de paneles

Existen tres grandes grupos de paneles. Todos ellos utilizan los rayos del sol para generar energía, pero funcionan de diferente manera. Son las placas solares térmicas, que generan calor; las fotovoltaicas, que generan electricidad; y las híbridas, que combinan las dos anteriores. También existen pequeños paneles que no requieren instalación y que se pueden conectar a la corriente, sin necesidad de grandes inversiones, aunque el ahorro también será menor.

Por si las dudas

La Unión Española Fotovoltaica (UEF) agrupa a más de 750 empresas del sector, recoge la información más actualizada y elabora el informe anual más completo del sector disponible para consulta

El Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE) recoge en su web las ayudas disponibles para instalaciones de autoconsumo, así como información sobre el sector.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) promueve desde su web la instalación de paneles solares, ayudando a resolver dudas y aclarar algunos conceptos antes de optar por esta solución.

«No es una cuestión de ideología», por Xiomara Cantera

CONSUMO

XIOMARA CANTERA,

periodista ambiental

"El ser humano nunca se ha tenido que enfrentar a un cambio ambiental como el que está generando nuestra actividad"

No es una cuestión de ideología

Hace tiempo tuve la suerte de asistir a una charla que dio el astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA), Paolo Nespoli. Reflexionando sobre sus viajes al espacio, contaba emocionado lo hermosa que era La Tierra y también como “cuando uno la ve desde fuera se da cuenta de que todos vamos en el mismo barco, un barco que es como un pequeño cascarón de nuez en medio del océano”.

A lo largo de su historia de 4.000 millones de años, La Tierra ha sufrido cambios climáticos que se han prolongado durante millones de años y que han provocado fluctuaciones de temperatura de mucho más de 2ºC. Además, hasta la fecha, se han documentado cinco extinciones masivas de especies. La más devastadora y rápida se produjo hace 250 millones de años. Provocada por el impacto de un meteorito de una intensa actividad volcánica, en solo un millón de años se extinguieron el 90% de los seres vivos. Más adelante, hace unos 65 millones de años, otro meteorito hizo desaparecer al 75% de los seres vivos, entre ellos los dinosaurios. Una extinción que favoreció el desarrollo de los mamíferos. Ahora bien, es importante poner estos datos en contexto y recordar que los primeros homínidos que caminaron erguidos lo hicieron hace alrededor de 3,5 millones de años, 61,5 millones de años después de la última gran extinción documentada. Los restos más antiguos atribuidos a Homo sapiens están datados hace unos 200.000 años y la revolución industrial comenzó hace 250, es decir, el ser humano nunca se ha tenido que enfrentar a un cambio ambiental como el que está generando nuestra actividad.

Cuando hablamos de crisis global estamos hablando, entre otros factores, de cambio climático y extinción de especies. El cambio climático viene provocado por la acumulación de gases como el CO2 o el metano. El CO2 es un gas necesario para la vida, de hecho, la mayor parte del que se emite a la atmósfera (unas 800 gigatoneladas) proviene de la respiración de los seres vivos más los incendios, volcanes y otras fuentes naturales de CO2. Esa parte es fijada en los ecosistemas por los organismos que lo transforman en materia orgánica a través de la fotosíntesis. Sin embargo, la quema de combustibles fósiles produce unas 40 gigatoneladas extra de emisiones que quedan almacenadas en la atmósfera desajustando, entre otros, el sistema climático. La velocidad a la que este cambio se está produciendo no deja margen para la adaptación de las especies que, en lugar de evolucionar a nuevas formas de vida, se extinguen a un ritmo pavoroso y está provocando cambios ambientales cuyo efecto más visible son los eventos extremos: sequías, inundaciones, huracanes, descenso en la producción agrícola, picos de temperatura que ponen al límite la supervivencia…

Hay quienes asumen que desde la ciencia y la tecnología encontrarán soluciones; la misma ciencia a la que se niegan a escuchar los gobiernos y las grandes corporaciones.

Ojalá sea así, pero me temo que, aunque contáramos con una tecnología que nos permitiera reducir a niveles preindustriales las concentraciones de CO2, seguiríamos necesitando una naturaleza que funcione, que continúe proveyéndonos de servicios tan vitales como aire, agua o alimentos… La relación extractiva que tenemos con la naturaleza dificulta cada día más que los ecosistemas sigan funcionando y pone en peligro la forma de vida que nos ha permitido desarrollar las sociedades extremadamente complejas en las que vivimos.

El sentido común debería llevarnos a trabajar conjuntamente para buscar la manera de salir de este embrollo, pero en su lugar llevamos décadas en una constante huida hacia delante generando sociedades cada vez más consumistas y polarizadas en las que, además de casi despreciar el conocimiento, se simplifican los discursos hasta el absurdo y se apela continuamente a la emoción en la toma de decisiones en las que lo visceral es contraproducente. En ese proceso la preocupación por el medioambiente se ha enmarcado como una ideología de izquierdas y se tilda a quien avisa de la situación de ser alarmista, pasando por alto que la crisis ambiental está ocurriendo ahora y sus efectos no dependen de nuestro estatus social o cultural, sino que son globales.

Cuando se exponen las consecuencias catastróficas de la crisis ambiental, la gente se imagina un desastre tipo asteroide que impacta contra la tierra y después hay un fundido al negro, como si de una película se tratara. No nos damos cuenta de que las consecuencias están ocurriendo ya. Que se llegue a 49ºC en Canadá; que se calcinen miles de hectáreas en España, la Amazonía o Australia; que la temperatura en la India llegue a parámetros que provocan que las águilas se desplomen en pleno vuelo o que el número de muertes por golpes de calor se multiplique en Europa, son algunos de los efectos que tiene la explotación ilimitada de los recursos de un planeta con unos límites físicos de sobra conocidos.

Por eso, cuando nos resulte pesado escuchar a quien nos recuerda la necesidad de cambiar un modelo productivo basado en el consumo ilimitado, acordémonos de Paolo Nespoli, cuando, subido en su nave espacial, vio La Tierra en la inmensidad del universo y tuvo claro que todos, los que piensan como nosotros y los que no, vamos en el mismo barco, el único en el que sabemos que podemos vivir, el mismo que navegará por el universo muchos millones de años más. La cuestión en saber si nuestra especie seguirá a bordo.

El mercado del gas

PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

EL MERCADO DEL GAS

La rebaja fiscal del gas y los biocombustibles supondrá un ahorro de hasta 210 millones de euros para hogares y empresas.

El pasado 2022 fue un año en el que consumidores y empresas tuvieron que aprender a negociar sus suministros de gas y luz, a defender sus derechos ante las principales comercializadoras de energía y a sacar el máximo partido a sus inversiones.
MARIÁN LEZAÚN

No es que antes no se hiciera, sino que las enormes subidas de precios pusieron sobre la mesa la poca información que muchos consumidores tenían sobre el mercado del gas, el precio de la luz o los efectos de la inflación. Ahora, con los precios a la baja y la tregua introducida por las medidas oficiales, los clientes demandan nuevas medidas que mejoren el ahorro energético y ayuden a contratar los mejores servicios, tanto en el ámbito doméstico como en el empresarial.

Reducir los costes

Las consecuencias en el mercado de la energía tras la invasión rusa en Ucrania y el impacto en el precio de todos los sectores de la economía ha disparado los costes de producción de muchas empresas, pero también ha hundido la economía de muchos hogares que han visto cómo se duplicaba su gasto en suministros.

 


LA TARIFA DE ÚLTIMO RECURSO (TUR) ES AHORA MISMO LA MEJOR MEDIDA PARA REBAJAR LA FACTURA ELÉCTRICA


 

Para paliar la situación, el Gobierno y la Unión Europea han ido aprobando diferentes medidas, mientras los ciudadanos se las ingeniaban para reducir los costes. Así, el pasado mes de marzo la Comisión Europea daba el visto bueno a la llamada «excepción ibérica», una solución de urgencia, presentada por España y Portugal y que tenía como fin poner un tope al precio del gas y a su efecto directo en el precio de la luz, que había alcanzado récords por encima de cualquier previsión. Con esa medida, muchas empresas han conseguido salir a flote y evitar la situación que han vivido otros socios comunitarios como Alemania y Francia durante todo este tiempo y que han tenido que pagar el gas hasta un 50% más caro que sus socios peninsulares. Así, vía decreto se permitió a las más de 600 instalaciones de cogeneración que existen en España acogerse al tope que limitaba el precio del gas empleado para la generación eléctrica. De esta forma, las cogeneradoras podían renunciar temporalmente a su régimen retributivo regulado (según precios de subasta) y recibir el mismo ajuste que cobrarían las centrales térmicas de gas. Además, el Gobierno puso en marcha una rebaja del IVA en el gas y otros biocombustibles, hasta el 5%, que ha dado cierto respiro a consumidores y empresas en España. Según las estimaciones del Ejecutivo, la rebaja fiscal supondrá un ahorro para los consumidores de hasta unos 210 millones de euros para familias y empresas.

A nuestro favor

También la estructura del mercado del gas ha jugado a nuestro favor en esta difícil etapa. Como explica el experto en energía y consejero delegado de Gese, Diego Mateos, España partía con mejores condiciones que el resto de los países para afrontar este problema, por lo que ha podido evitar subidas mayores. “Ya habíamos vivido situaciones difíciles en cuanto al abastecimiento de gas en otros momentos de la historia, por eso desde los años ochenta del siglo pasado se vio la necesidad de contar con plantas regasificadoras que garantizasen el suministro de gas”, explica Mateos. Eso nos hace ser un país con gas suficiente y poder prever situaciones complicadas.

 


LAS ENORMES SUBIDAS DE PRECIOS PUSIERON SOBRE LA MESA LA POCA INFORMACIÓN QUE MUCHOS CONSUMIDORES TENÍAN SOBRE EL MERCADO DEL GAS


 

Así, actualmente existen seis plantas en España (Barcelona, Huelva, Bilbao, Sagunto, Cartagena y Mugardos) que se encargan de convertir el gas licuado que llega de diferentes países en gas natural. De todos modos, habrá que esperar las condiciones que impone Argelia, nuestro principal proveedor, que ya ha anunciado subidas importantes para el próximo año, para ver qué nuevas medidas se necesitan. Por eso, como explica Jorge Morales, experto y divulgador del sector energético y CEO de Próxima Energía, es muy difícil hacer cualquier tipo de previsión. “Ahora mismo podemos decir que tenemos gas suficiente, que los depósitos están llenos y que nos permiten un abastecimiento para 45 días en condiciones normales, pero no sabemos qué medidas pueden tomar en Argelia o en Estados Unidos nuestros principales proveedores, en los próximos meses, ni cómo van a evolucionar los conflictos internacionales”, explica Morales. Tampoco esperan los expertos que se produzcan cortes de suministros como está ocurriendo en otros países, aunque muchas industrias se preparan para lo peor. De hecho, según Enagás, las empresas han reducido su consumo y han adelantado sus planes de mantenimiento. Los mayores problemas, de empeorar la situación, se centrarían en el sector agroalimentario, la cerámica y materiales de construcción y las papeleras.

Elegir tarifa

El mayor impacto en la factura mensual de la electricidad es contar ahora mismo con una tarifa TUR (la llamada Tarifa de Último Recurso) que en la actualidad solo tienen el 20% de los consumidores domésticos, según los expertos. Esta tarifa, que marca el precio del gas, tiene su equivalente eléctrico en la llamada PVPC. Para estas tarifas, el precio se fija diariamente teniendo en cuenta la oferta y la demanda y el consumidor se beneficia directamente de las bajadas que se registren. Sin embargo, solo cuatro comercializadoras están autorizadas a ofrecer esta tarifa (Endesa, Iberdrola, Naturgy, Total Energy), lo que ha provocado una especie de atasco en el sector. La mayor parte de las familias en España están incluidas en los requisitos para solicitarla, ya que su consumo medio asciende a 9.000 kWh/año. Además, desde hace un mes la normativa incluye a las comunidades de propietarios con consumos superiores a los 50.000 kWh/año. Por eso, cada vez más clientes la están solicitando, pero las operadoras todavía no han adaptado su capacidad de respuesta a este tema. Para conseguir una llamada eficaz, desde GESE recomiendan llamar a horas en las que no hay tanta actividad, por ejemplo, el fin de semana a última hora de la tarde. De todos modos, esta tarifa es ahora la más conveniente, pero los consumidores deben estar siempre al tanto de cualquier cambio que se produzca en el mercado. Hay que tener en cuenta que el impacto del precio del gas en la tarifa de la luz se debe a que las centrales de ciclo combinado funcionan con este combustible.

Cambio de hábitos

El precio del gas ha puesto sobre la mesa la falta de información que los consumidores teníamos sobre el mercado, pero también el mal uso que hacemos, en ocasiones, de la energía en el ámbito doméstico. De hecho, en estos meses hemos visto que nuestros hábitos en el uso de la energía se pueden mejorar y contribuir, además, al consumo responsable de la misma. Por eso, no está de más poner en marcha algunas medidas sencillas que evitan el despilfarro energético en el hogar. La primera de ellas es buscar una tarifa que encaje con nuestras necesidades y después establecer ciertos hábitos que eviten que el calor se escape y los recibos aumenten. Entre estas medidas, Diego Mateos, experto en energía, recomienda controlar la temperatura de la vivienda. “Tenemos que evitar los cambios bruscos porque si dejamos bajar demasiado la temperatura, el gasto para volver a una temperatura aceptable en esta época del año es enorme (hasta un 7% más cada grado que subimos)”. Para Mateos es imprescindible también purgar y limpiar bien los radiadores para que funcionen correctamente y revisar los cerramientos como puertas y ventanas para mejorar el aislamiento. “Existen remedios muy sencillos que van a solucionar esos escapes de calor y debemos tenerlos en cuenta”, explica. También se recomienda instalar un termostato que permita controlar la calefacción de manera sencilla, así como controlar bien los espacios y el horario.

Por si las dudas:

Comisión Europea: En la página de esta institución se recogen todas las acciones dirigidas a paliar la crisis energética y la información de última hora al respecto.

Ministerio de industria: En su web se puede consultar la información actualizada sobre las medidas del Gobierno respecto a los precios de la energía, y las ayudas disponibles.

Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia: En la web de este organismo se detallan todas las novedades sobre las nuevas facturas del gas y de la luz.