«Hábitos de compra y nuevo perfil del consumidor», por Fernando Móner

CONSUMO

FERNANDO MÓNER

presidente de CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios)

www.cecu.es

@CECUconsumo

Hábitos de compra y nuevo perfil del consumidor

Posiblemente, aunque solo en ciertos aspectos, haya tantos perfiles de consumo como personas habitan nuestro país, pues tenemos la suerte de vivir en un lugar y época donde la oferta de productos y servicios es la más variada que hayamos tenido jamás. Solo por poner un ejemplo simple, si queremos degustar un yogurt tenemos a nuestra disposición decenas de variantes, marcas, composiciones o sabores. Y si hay tantas posibilidades es porque también existen consumidores para cada una de ellas. Junto a esos perfiles concretos, puntuales e individuales, también existe un perfil general del consumidor que nos retrata como sociedad. Es verdad que las grandes crisis suelen generar grandes cambios, también en los hábitos de compra y de consumo, así lo hemos constatado en la última edición de la encuesta Hábitos de consumo 2020[1], donde se aprecian las tendencias y modificaciones del comportamiento del consumidor en el sector de la alimentación y gran consumo. El futuro nos dirá si esos cambios son o no coyunturales. Sin lugar a duda hay dos factores muy importantes, aunque no únicos, a la hora de diversificar las tipologías de perfiles o de consumidores: el factor psicológico –basado en la personalidad de cada cual, generada y creada por nuestra forma de vida, nuestras tradiciones, gustos o preferencias– y por otro lado el factor externo, compuesto por múltiples variables, entre ellas la situación socioeconómica de cada momento. La pandemia ha dado especial peso a esta última, segmentando a los consumidores en dos grandes grupos: las unidades familiares a las que esta grave crisis sanitaria ha endurecido su situación laboral con entrada en ERTES, ERES o directamente colocándoles en situación de paro (o impidiendo que salieran de él), con la consiguiente reducción de ingresos y la obligada modificación de sus hábitos de compra y consumo, y las que no han sufrido modificación laboral alguna, manteniendo inalterable su nivel de ingresos. Aun con esa estabilidad económica, esos consumidores también han modificado sus hábitos de consumo al alcanzarles, como a todos, las restricciones y limitaciones adoptadas para luchar contra la pandemia. El confinamiento durante los primeros meses tras la declaración del estado de alarma, la drástica reducción de las actividades de ocio, viajes, compras de bienes duraderos, por citar solo algunos ejemplos, han generado un claro aumento de la tasa de ahorro en miles de hogares y, en contraposición, un detrimento económico para las familias cuyos ingresos dependían de esas actividades de compra o de prestación de servicios que quedaron estancadas. Lo que ha sido bueno para unos, ha supuesto el desplome económico de otros. El Índice de Confianza del Consumidor, publicado por el CIS respecto del mes de octubre, se sitúa en 48,5 puntos, uno por debajo del dato del mes anterior. Son peores también las expectativas a futuro, un 43,8 % de los entrevistados considera que la situación económica actual de su hogar es peor que hace seis meses y solo un 7,2 la califican como mejor. No cabe duda que uno de los fenómenos que han sacudido el mundo del consumo ha sido el de la velocidad en el desarrollo de la digitalización en las compras de bienes y servicios, el uso del comercio electrónico se ha incrementado exponencialmente durante el tiempo de confinamiento domiciliario, trayendo como directa consecuencia para muchos consumidores la de perder el temor a las transacciones electrónicas, a comprar a distancia. También ha supuesto un empujón definitivo para que pequeños y medianos comercios vieran en él un canal de venta capaz de posicionarles más favorablemente. Este despunte, a veces sin la formación debida en materia de seguridad y privacidad en la red, también ha aparejado un incremento del riesgo a ser víctima de prácticas ilícitas: la captura de datos y las estafas por internet han sido una de las grandes preocupaciones de las asociaciones de consumidores durante muchos meses. Si tuviera que elegir tres sustantivos para definir los motivos que han impulsado el cambio en los hábitos de consumo optaría por la incertidumbre, el miedo y la esperanza. La incertidumbre porque genera dudas en nuestras decisiones de compra o contratación de servicios, pudiendo decantar la balanza hacia una elección de compra diferente a la que habríamos seleccionado de no padecer ese condicionante; el miedo porque paraliza, porque está generando que muchos consumidores descarten viajar o limiten sus visitas a establecimientos cerrados ante el temor de contagio y la esperanza porque estoy convencido de que remontaremos, como ya lo hizo la humanidad en pandemias que asolaron el mundo en siglos pasados. Superar los dos primeros condicionantes, incertidumbre y miedo, no son retos que deban ser enfrentados en soledad por los propios consumidores; los operadores económicos y la administración pública deben coadyuvar en ello estableciendo medidas sanitarias, económicas y sociales que favorezcan la sensación de seguridad y restituyan la confianza. La esperanza en un futuro mejor, sin que nadie quede en el camino, ha de ser también un trabajo grupal. La Real Academia de la Lengua la define como un estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos. La diferencia entre un futuro esperanzado o uno meramente ilusorio lo marcará el esfuerzo, el sentido de la responsabilidad y la voluntad de todos los que conformamos la sociedad en la que vivimos.
[1]https://www.mesaparticipacion.com/_estudio_sobre_habitos_de_consumo_2020

Derechos y obligaciones del consumidor «online»

PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

Derechos y obligaciones del consumidor 'online'

Durante estos largos meses de pandemia, los consumidores hemos superado muchos reparos respecto al comercio online. Hemos perdido el miedo a pagar con tarjeta de crédito desde cualquier dispositivo, a facilitar nuestros datos de contacto, a aceptar información comercial y a comprar casi de todo en Internet.

MARIÁN LEZAUN

[email protected]
@mlezaun

DE HECHO, en menos de un año, el comercio electrónico ha crecido en España un volumen equivalente a la suma de los últimos cinco ejercicios, según datos publicados por Google.

¡Esto no es lo que he pedido! ¡Tengo un cargo extra y no sé cómo reclamar! Muchos de nosotros nos reconocemos en estas reclamaciones que acompañan, de vez en cuando, a las compras online. Sin embargo, muy pocos de nosotros nos identificamos con aquellos usuarios que leen la letra pequeña de cualquier intercambio comercial, comprueban la identidad y reputación del vendedor, contrastan información en foros o, simplemente, planifican bien todos los detalles de sus compras. Como consumidores tenemos muchos derechos reconocidos por la legislación, pero también algunas obligaciones que no siempre cumplimos y que pueden provocar más de un problema.

Los derechos del consumidor online son una adaptación de los derechos básicos de los consumidores de cualquier establecimiento físico, sin merma alguna en los aspectos principales de dichas normas. Sin embargo, el hecho de que las relaciones que se establecen en la Red no sean presenciales, hace necesario que dichos derechos se amplíen y que el consumidor online llegue a estar incluso más protegido. “En este sentido, los negocios online cuidan mucho que todo vaya bien en el proceso de venta, que no haya reclamaciones y que los clientes queden satisfechos”, explica Henar Fernández, abogada del departamento de consumo de Legalitas. La gestión de la reputación online es crucial para estas empresas y la rapidez con la que viajan las opiniones puede suponer un problema para su futuro.

¿Qué legislación rige las relaciones comerciales digitales? En la actualidad, el texto jurídico básico que define el alcance y el ámbito de protección y actuación en materia de derechos de los consumidores es la Directiva 83/2011. Dicha norma se aplica a los consumidores particulares y deja fuera a los que realizan compras ligadas a su actividad profesional.

Además, por otro lado, la Ley de Ordenación del Comercio Minorista en sus artículos 39, 40 y 41 y su posterior reforma, en el artículo 97, establece, por ejemplo, la información previa que el consumidor tiene derecho a conocer antes de realizar su compra, según recoge diariojurídico.com y que afecta al NIF de la empresa, a su denominación social y a los datos de contacto para los clientes. Todo vendedor online debe especificar también en su web cuáles son las condiciones de compra de sus productos y servicios, así como el precio final, las garantías (en España el plazo es de dos años) o las condiciones de devolución.

¿Y si no me convence la compra? Según explican en la OCU, el cliente dispone de 14 días naturales para desistir de la compra, comunicándolo al vendedor de manera formal, pero sin necesidad de justificar el motivo de la devolución. Así, el producto se debe devolver en los 14 días siguientes desde el momento en que se comunica la decisión de devolverlo. Salvo que el producto esté defectuoso o hayan cometido un error, es el consumidor final el que corre con el coste de devolución (salvo que se indique lo contrario en la web). El vendedor, por su parte, deberá devolver el importe de la compra y los gastos de envío originales. Hay algunas excepciones evidentes con mercancías que no se pueden devolver, de la misma manera que ocurre en el comercio tradicional. Es el caso, por ejemplo, de los productos personalizados, perecederos, bienes precintados y otros objetos de los que podrían derivarse problemas de higiene como la ropa interior. Además, si el vendedor no informa de este derecho en su página web, el plazo para ejercer este derecho se amplía de los 14 días a 12 meses.

¿Y qué pasa con los datos personales? Dentro de los derechos y obligaciones de las compras online, el consumidor puede conocer cómo utiliza la web los datos personales que se facilitan en el proceso de compra. En caso de no estar de acuerdo con la forma de proceder, tiene derecho a solicitar a la web que elimine o corrija esos datos, según la normativa europea de protección de datos.

¿Y el consumidor se compromete legalmente? No todo son derechos para el que compra. Los consumidores también tienen una serie de obligaciones que deben cumplir. La obligación principal del comprador está contemplada en el artículo 1928 del Código civil y es la de pagar el precio convenido. Si no se hace a tiempo, este pago puede generar costes extra. Además, si el vendedor no especifica lo contrario, el comprador se hará cargo de los gastos que se ocasionen con posterioridad a la entrega del bien, como sería por ejemplo los gastos de transporte.

¿Se necesita algún requisito más? Según recogen en Legalitas.es, es también obligación del comprador conservar toda la documentación justificativa de la compra en la que se incluya información relativa a la empresa vendedora, los términos legales de la compra, las condiciones generales de contratación, el correo de confirmación del pedido, la factura (solo obligatoria para compras superiores a 3.000 euros), el justificante de pago y el albarán de entrega. También se pueden guardar los datos identificativos de la empresa vendedora, los términos legales de su compra, una captura de pantalla con el resumen de la operación, etc. Los expertos recomiendan guardar esa documentación hasta que finalice, al menos, el periodo de garantía de los bienes adquiridos. Al igual que cuando el vendedor incumple con cualquiera de sus obligaciones, como por ejemplo no entregar la cosa en el lugar y tiempo determinado, el comprador puede pedir indemnización por perjuicios causados e incluso rescindir el contrato. Asimismo cuando el comprador no cumple con la obligación de pagar el precio convenido en el tiempo previsto, se constituye en mora. En este caso, el vendedor tiene los mismos derechos de pedir indemnización de perjuicios o también puede rescindir dicho contrato y pedir indemnización añadida.

Infórmate y evita problemas

SEGÚN LA OFICINA de Seguridad del Internauta (OSI), cualquier persona que quiera realizar una compra online debe tener en cuenta una serie de recomendaciones que no siempre se cumplen. En primer lugar hay que disponer de una conexión segura, evitar las redes abiertas y tener instalado un antivirus para evitar programas dirigidos a recopilar información personal y datos bancarios. El comercio debe tener el símbolo de un candado en la barra de búsqueda (asegura que la información viaja encriptada) y la dirección debe incluir el protocolo de seguridad https. Es importante buscar la información comercial que facilita la tienda, así como su política de envío y devolución para evitar sorpresas. No está de más, buscar información sobre la tienda en los buscadores, contrastar la opinión de otros usuarios y si existen dudas, mejor no realizar la compra.

Todo vendedor ‘online’ debe especificar en su web cuáles son las condiciones de compra el precio final, las garantías y las condiciones de devolución

El comercio digital que viene
ESTE AÑO ENTRAN en vigor algunos cambios normativos que afectan al comercio online. El primero de ellos, la normativa sobre pagos seguros que afecta a la autentificación de las operaciones online. A lo largo del año, se producirán otros cambios referentes en este caso a la tributación de las operaciones comerciales que lo harán en el lugar de destino, es decir, donde se encuentra el consumidor. Además, estará sujeta a IVA cualquier importación que se realice desde fuera de la Unión Europea. Las compras cuyo valor sea inferior a 150 euros estarán exentas de derechos de aduana.

Muy pocos de nosotros nos identificamos con aquellos usuarios que leen la letra pequeña de cualquier intercambio comercial

Por si las dudas

Ministerio de Consumo: pone a disposición de los usuarios una guía básica para informarle de sus derechos como consumidor, tanto digital como físico y de las instituciones a las que debe acudir en caso de que exista un abuso o estafa.

Adicae: La Asociación de Usuarios de Banca, Cajas y Seguros cuenta con un manual de consulta de todos los derechos del consumidor digital que puede consultarse en línea.

Comisión Europea: La web de la Comisión dispone también de una guía para dar a conocer los derechos del consumidor online en el marco de la Unión Europea.

«Consumo: importancia económica y retos», por David Cano Martínez

PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR

 
DAVID CANO MARTÍNEZ

socio de Analistas Financieros Internacionales

Consumo: importancia económica y retos

@david_cano_m

El componente con más peso en el PIB es, con diferencia, el consumo. Su ponderación oscila entre el 60% y el 90%, en función, por ejemplo, de la capacidad exportadora de cada economía. Así, en países con una mayor apertura al exterior, el peso es menor, pero no por debajo del 55%, como es el caso de China. En Corea y Suiza es el 65% y en Alemania es el 72%[1]. Se entiende así la importancia relativa que tiene para los economistas entender y anticipar las dinámicas del consumo, en especial el de las familias[2].

No en vano, las decisiones de política monetaria (subir o bajar los tipos de interés) y fiscal (hacer lo propio con los impuestos) buscan condicionar, a la baja o al alza, las decisiones de consumo. Cuando la economía está deprimida es necesario estimular el gasto, mientras que en fases de bonanza se hace recomendable frenarlo para evitar uno de los principales desequilibrios macroeconómicos: la inflación. Sin embargo, a pesar de los avances econométricos en la modelización del consumo, todavía no se ha conseguido entender con exactitud las decisiones de gasto (o, de su inversa, el ahorro) ante variaciones de la renta o de las condiciones financieras. Ni siquiera con los avances del big data y de los modelos de seguimiento en tiempo real somos capaces de anticipar con exactitud qué sucede con las pautas de consumo. La mente humana se rebela contra los modelos matemáticos y el lado emocional de nuestro cerebro se impone al racional en la toma de decisiones de consumo. Áreas del conocimiento que hasta hace unos años sólo importaban a los psicólogos y, posteriormente, a los expertos en marketing, ahora son cruciales para los economistas[3]. Nos referimos a la “Economía conductual” (o “economía del comportamiento”), que apunta a que no somos ese homo economicus que supone la teoría económica neoclásica y que tan útil es para diseñar elegantes modelos de consumo. Elegantes, sí, pero incorrectos o, al menos, incompletos. No somos racionales a la hora de consumir y gastar. No somos libres, sino que nos condicionan[4]. Tenemos una racionalidad limitada (Herbert Simon[5]).

Pero existen otros condicionantes a la hora de comprender la dificultad en la anticipación de las decisiones de consumo. Si compartimos la idea de que un mayor o menos gasto está influido por un mayor o menor nivel de riqueza (además, lógicamente, de renta), la forma en la que esta se materializa también ejerce un efecto condicionante. Y esto se acentuará cuanto mayor sea el peso que supongan los activos financieros (acciones, bonos, fondos de inversión y de pensiones). Porque su revalorización genera un efecto riqueza que pude incrementar la propensión marginal a consumir de nuestra renta o a la venta parcial de esos activos para destinar las ganancias al consumo. En sentido contrario, sin que la renta experimente variaciones, nuestro gasto puede reducirse ante la caída del valor de mercado de nuestras inversiones. Una reacción similar puede activarse a partir del precio de la vivienda, si bien no tanto de forma directa (seguramente no gastemos más o menos porque el precio de la casa en la que vivimos hay subido o caído), pero sí de forma indirecta. Aunque sea menos común en España, en otros países, en especial en EEUU, se produce la denominada Home Equity Extraction, que consiste en volver a tasar la vivienda si el valor ha subido, con el fin de ampliar el importe de la hipoteca para destinarlo al consumo.

Otro de los cambios en las pautas de consumo tiene que ver con la longevidad. Una mayor esperanza de vida implica una mayor predisposición a ahorrar, así como un menor consumo en las últimas fases de nuestra vida, porque una población envejecida consume menos. Las teorías del ciclo de vida propuestas inicialmente por F. Modigliani[6] tiene que ser revisadas, sobre todo si, como sucede en algunos países europeos, se cuenta con un estado del bienestar que asegura una parte importante de la capacidad adquisitiva vía ingresos y menos necesidades de gasto gracias a la prestación de servicios públicos gratuitos y de calidad. Diversas megatendencias nos obligan a revisar nuestros modelos de previsión del consumo. Porque también el desarrollo tecnológico tiene su impacto. No caigamos en el error de considerar que el consumo se ha hundido porque han cerrado muchas tiendas en nuestro barrio. El gasto se mantiene, pero ahora a través de los canales online.

Me gustaría cerrar este artículo mencionando otra transformación que se intensificará con el tiempo: cada vez compramos menos el bien para “comprar” más su uso y disfrute. Ya no tiene sentido adquirir un disco: lo que hacemos es escuchar música. Sirva como ejemplo de la transformación que se avecina y que se denomina “Economía de las plataformas” y “Economía de la suscripción”. Menos compras, pero más uso y disfrute que, además, sirve para hacer un consumo más responsable y sostenible. Y para reconfigurar las ciudades. Piense en el caso del coche, sobre todo, para su uso urbano: en lugar de comprarnos un coche, los alquilaremos. Todos estos cambios en las pautas de consumo son un gran reto para los economistas.

[1]En España el consumo supone el 76,3% del PIB y en EE.UU. el 82,3%.
[2]En este componente del PIB también se incluye el consumo de las Administraciones Públicas.
[3]Como Thaler, premio Nobel de economía 2017 que profundizó en los trabajos pioneros de Kahneman, también Nobel, en 2002.
[4]Ver, por ejemplo “Quiero decidir yo”. A. Vásquez. LID Editorial.
[5]También laureado con el Nobel de economía, en 1978. [06] Nobel de economía de 1985.

La España vaciada, del mito literario a destino apetecible

ESFERA CULTURAL

La España vaciada, de mito literario a destino apetecible

La pandemia ha hecho que muchos urbanitas sueñen con un cambio que la literatura de los últimos años ha revestido de una especial mística.
JULIÁN DÍEZ

[email protected]

La comarca de La Alcarama, en la zona limítrofe de la provincia de Soria con La Rioja, es el lugar más vacío de Europa por debajo del Círculo Polar Ártico. Simplemente, porque no vive nadie. Entre Poyales, pueblo riojano de diez habitantes, y Las Fuentes de San Pedro, localidad soriana con cinco censados, hay una franja de treinta kilómetros por veinte de ancho en la que, oficialmente, no hay ningún residente.

Los pueblos que existían allí (Tañine –hasta hace poco con un habitante– Bumanco, Vea, Valdemoro de San Pedro Manrique…), no recibieron electricidad en los años sesenta para que fueran abandonados y crear un enorme pinar que ha crecido virgen hasta hoy. Esos seiscientos kilómetros cuadrados coinciden con la extensión del término municipal de Madrid, donde viven casi tres millones y medio de personas; son una extensión seis veces mayor que la del término municipal de Barcelona, con 1,6 millones de habitantes.

Esta es la realidad más extrema de la España Vaciada, del territorio con menor densidad de población conjunta de Europa. La Alcarama y los Montes Universales, entre Cuenca y Teruel, son los lugares más despoblados de un gran espacio despoblado, puesto que en España el 90% de la población (42 millones de personas) viven en el 30% del territorio (las costas y la ciudad de Madrid). El resto, cuatro millones de habitantes, se reparten en 350.000 kilómetros cuadrados que vienen a equivaler a la extensión de Japón o Alemania, y superan de largo la de Italia o Gran Bretaña.

Este territorio enorme, increíblemente desconocido por buena parte de la propia población de las capitales, ve ahora con sorpresa cómo el mayor desastre social del último medio siglo abre la puerta a su recuperación. Pueblos de Ávila, la serranía de Málaga o el interior de Galicia, que año tras año veían caer su número de habitantes, se han encontrado con incrementos de empadronados de un 7% a un 10% en apenas un par de meses. Numéricamente son pocos (diez, quince, cincuenta personas), pero el impacto en comunidades de menos de 300 habitantes (y bajando hasta ahora) es fácil de imaginar. Por el momento, en casi todos los casos, se trata de propietarios de segundas residencias que han cambiado su domicilio fijo para poder pasar nuevas cuarentenas en una casa muchas veces más amplia que su residencia urbana, con acceso a naturaleza por la que pasear y servicios públicos más básicos, pero también menos masificados.

Experiencias “neorrurales”. Al fenómeno ha contribuido posiblemente un creciente imaginario positivo de la vida rural, opuesto al tremendismo de Gutiérrez Solana en la pintura, algunas obras de Camilo José Cela en la literatura o El crimen de Cuenca y Los santos inocentes en el cine. Un fenómeno ya latente en el noventayochismo, con los libros de viajes de Miguel de Unamuno o los paisajismos preciosistas de Azorín, y que tuvo su continuidad en Miguel Delibes. Sin embargo, cuando la literatura se acercó de manera resonante al tema de la desertificación fue con La lluvia amarilla, una novela breve de Julio Llamazares publicada originalmente en 1988.

La lluvia amarilla ha alcanzado el doble estatus de clásico (existe una edición académica en Cátedra) y obra de culto. Se trata de un monólogo de un pastor, último habitante de la localidad pirenaica de Ainielle, que asiste al progresivo derrumbamiento de su entorno y el apagar de su propia vida con resignada nobleza. Es un libro oscuro y muy emotivo, que pese a merecer algunas críticas (por ejemplo, el narrador se expresa en un castellano extraordinario, improbable en un pastor sin formación), lanzó definitivamente la carrera de Llamazares y ha convertido Ainielle en un lugar de peregrinaje cada verano para caminantes de distintos lugares de España.

Coincidiendo con el impacto de esta novela, las experiencias que se dieron en llamar “neorrurales” comenzaron a proliferar por distintos lugares de la España vaciada a lo largo de los años noventa. En épocas previas, esos asentamientos eran sobre todo comunas inspiradas en los movimientos de los años setenta, de las cuales las más longevas y pobladas hasta hoy son Beneficio, en Las Alpujarras granadinas, y Matavenero, en las montañas de León.

La España vacía

La idea de la Laponia española
consiguió popularizarse a raíz
del libro ‘La España vacía’

En los noventa arrancan proyectos más ligados a la sociedad convencional: es el caso por ejemplo de Urueña, un pueblo vallisoletano situado sobre una colina amurallada, en el que con el impulso del folklorista castellano Joaquín Díaz, comenzaron a instalarse librerías y algunos restaurantes para incentivar las visitas.

En buena parte de los casos, las experiencias neorrurales se saldaron con decepción. La mayor parte de los pueblos realmente abandonados, más allá de su aura romántica, carecen de comodidades tan básicas como los saneamientos y el agua corriente, sin mencionar los problemas para acceder a cualquier producto de consumo.

Quienes se mantienen en pueblos pequeños fueron viendo con creciente escepticismo el fenómeno neorrural cuando no venía acompañado de la creación de un negocio que sustentara a los recién llegados. Además, su número era muy reducido: de hecho, los pueblos siguieron bajando el número de habitantes en esas décadas, y muchos ayuntamientos buscaron medidas desesperadas. En Teruel surgió el movimiento Teruel Existe, luego convertido en partido político, y que fue imitado sobre todo en Soria y en Zamora.

Tres profesores universitarios de Zaragoza, encabezados por Francisco Burillo‐Mozota, lanzaron en 2013 un concepto geográfico nuevo, el de Serranía Celtibérica o Laponia Española: un territorio de 65.800 kilómetros cuadrados, un 13% de la extensión de España y dos veces la de Bélgica, que comprende partes de las provincias de Teruel, Guadalajara, Cuenca, Soria, Zaragoza, Burgos, La Rioja, Segovia, Castellón y Valencia. El periodista valenciano Paco Cerdá recorrió localidades emblemáticas de cada una de esas provincias que luego reflejó en Los últimos, seguramente el mejor texto publicado sobre el tema.

Un organismo creado por esos mismos académicos, el Instituto de Desarrollo Rural Serranía Celtibérica, señaló este año la existencia de otra área en situación similar: la llamada Franja de Portugal, que comprende territorios fronterizos de Ourense, Zamora, Salamanca y Cáceres.

La Laponia Española. La idea de la Laponia Española consiguió popularizarse a raíz de un libro que colocó en el panorama de las letras españolas al aragonés Sergio del Molino, La España Vacía. En él se centra, sobre todo, en los mitos y mistificaciones ejercidas de forma a veces un tanto hipócrita por parte del mundo cultural sobre este tema, y no tanto en conocer los lugares en sí.

Justo antes del confinamiento, el éxito totalmente inesperado de una divertida novela publicada sin promoción alguna, Los asquerosos, de Santiago Lorenzo, confirmó que el tema seguía importando mucho. A ello contribuyó además la propia figura de Lorenzo, un ex cineasta que se retiró hace años a vivir a un pueblo de Segovia que no ha querido identificar.

Y en esto llegó la pandemia, y buen número de urbanitas añoraron las ventajas de vivir en casas más grandes y entornos en los que el paseo pueda darse en la naturaleza. Todavía no hay cifras oficiales sobre cuál ha sido el impacto salvo en algunos pueblos (100 habitantes más para Sotillo de la Adrada, en Ávila, pueblos sevillanos y malagueños con crecimientos del 10% de empadronados), pero en varios de muy pequeño tamaño se ha conseguido reabrir la escuela. Los alojamientos rurales tuvieron tasas de ocupación récord y los contratistas no dieron abasto para responder a las peticiones de reformas en segundas residencias o viejas casas familiares semiolvidadas pocos meses atrás.

Dos películas fundamentales

Aunque tuvieron una notable acogida crítica en su momento, las dos mejores películas (documentales, en rigor) rodadas en España sobre la despoblación no son hoy tan recordadas como merecería su calidad. El cielo gira (2004) tiene la particularidad además de que su directora, Mercedes Álvarez, es la última persona que nació (en 1966) en el pueblo soriano de Aldealseñor, donde se desarrolla la acción. La cinta obtuvo numerosos premios y tuvo la curiosa consecuencia de haber hecho crecer, siquiera modestamente, la población del lugar, que cuando se rodó era de catorce personas y hoy llega a los treinta. Por su parte, Aguaviva (2005) es uno de los varios documentales (hay otros rodados por cineastas japoneses, argentinos, alemanes y belgas) sobre la iniciativa de ese municipio turolense de atraer emigrantes, aunque el retrato de la iniciativa es más esperanzador de lo que fueron a la postre sus resultados.

Justo antes del confinamiento,
el éxito del libro ‘Los asquerosos’ confirmó que el tema
seguía importando mucho

Otras fuentes

Las ofertas para hacerse cargo de negocios en pueblos con pocos habitantes siguen apareciendo con regularidad, como esta en un pueblo de Salamanca del pasado mes de octubre.

Un estudio del Instituto de Desarrollo Rural Serranía Celtibérica señala que el 50% del territorio español está por debajo del dato que se considera «desierto demográfico».

Entrevista a Carmen Linares, cantaora

ESFERA CULTURAL

Carmen Linares, cantaora

«Al flamenco le he dado mi vida y sigo dándosela»

En 2021, cuando se cumple una década del reconocimiento al flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, Carmen Linares continúa con su gira por los cuarenta años de su carrera en solitario. Sin olvidar los veinte desde que fue distinguida con el Premio Nacional de Música, convirtiéndose en la única cantaora reconocida con el galardón. Elevada a categoría de leyenda, con su Antología de la mujer en el cante, los más eruditos vieron en ella la heredera por derecho de la mítica Niña de los Peines.

JUAN ANTONIO LLORENTE

[email protected]

Fotos: @carmenlinares

–Frente a quienes defienden el marchamo de dinastía, usted, sin ser gitana, surge por generación espontánea. ¿Le costó ser aceptada?
–Aunque siempre he tenido mucha afición, y eso es importantísimo para este trabajo, al principio chocaba un poco esa joven, con aspecto de niña moderna. Pero cuando vieron que me gustaba el flamenco y lo tomaba en serio, metida de lleno porque lo sentía, no tuve problemas. Y haciendo mi camino poco a poco, despacito; como se hacían antes las cosas, cuando te das cuenta, estás ya metida en ese círculo.

–Sin haberse medido en concursos, ahí está, una leyenda del flamenco. ¿A qué suena ese piropo en vida?
–Todos los adjetivos buenos que te adjudiquen con respeto y cariño, reconociendo tu lucha, se agradecen muchísimo. Si sucede estando viva, lo vas a disfrutar más, aunque es cierto que me da quizá un poco de vértigo. Pero es la consecuencia de muchos años tomándote en serio tu labor. Intentando sumar, aportando, para llevar a lo más alto el flamenco, una de las mejores músicas que hay en el mundo. Si tienes la suerte de llevarlo dentro, es fácil imaginar lo que sientes cuando con tu voz haces felices a los demás: un sueño que tengo el privilegio de haber hecho realidad, viviendo de mi profesión y sabiendo que reconocen mi trabajo. Doblemente contenta por haber brindado la oportunidad, y muy agradecida a la vida.

–Que le ha dado tanto…
–… que me ha dado tanto: la luz, los ojos, el sonido, las palabras… como en esa hermosísima canción de Violeta Parra, que incluyo en mis programas tantas veces. Según voy cumpliendo años, fijándome en lo que dice, desde que me levanto la veo como un himno.

–A la hora de comunicar al público, usted va más allá si nos atenemos a las palabras del crítico de The New York Times al destacar su “extraordinario poder expresivo”. ¿Cómo llega a captarlo alguien que no es español?
–Hay músicas y cantantes que, sin saber qué están diciendo, producen una emoción inmensa, al ser capaces de llegar a tu corazón; a tu alma. No digo nada, si además entiendes la letra. Cantas en un teatro de Nueva York donde el público va dispuesto a escuchar lo que le ofreces, y con la belleza del flamenco y su capacidad de expresión, le llega a cualquiera que sea sensible. Lo importante es tener sensibilidad, seas del país que seas. La música es universal y allí donde vayas, si cantas dando lo que llevas dentro, habrá quien no lo capte, pero la mayoría si. Al final, se ponen de pie y te aplauden, porque han sentido algo que les ha conmovido. Porque el corazón lo tenemos todos en el mismo sitio.

–Vamos, que el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad no fue un regalo.
–Claro que no. Era muy justo que se lo otorgaran. Estaba cantao (risas).

–Felix Grande alababa su capacidad para unir técnica, inteligencia, ternura y genio. ¿Serían las cualidades básicas de una cantaora?
–Lo definió mucho mejor de lo que yo podría hacerlo. Básicamente, junto a unas condiciones de voz que te da la naturaleza, se precisan cabeza, inteligencia y corazón. Si a esas tres condiciones que mencionaba Félix le sumas ternura para comunicar, mejor que mejor. Luego, tienes que aprender y lógicamente, forjar una profesión viajando por el mundo, actuando, en contacto con el público, y sumando tus vivencias como ser humano. Todo influye en el arte, no solo en el flamenco. El artista debe comunicar y hacer sentir; provocar un sentimiento. Por eso, la música y la cultura en general son tan necesarias para hacerte sentir bien.

–Más, en momentos como el que estamos viviendo…
–En momentos como este, son la medicina. Se ha podido comprobar que, con todos en casa, las redes sociales, la música y la comunicación nos han salvado de muchos problemas de ansiedad y aislamiento.

–Usted picó mucha piedra cantando en esos tablaos que la pandemia ha obligado a cerrar.
–Ha sido demoledor. Están prácticamente todos cerrados y con graves problemas. Alguno tal vez no vuelva a abrir. Estoy convencida de que todo va a pasar, pero hasta que eso ocurra, lo están pasando muy mal. Espero que se recuperen porque son muy importantes para la supervivencia de los artistas del flamenco, al margen de teatros, giras y todo lo que se haga. Como medio de difusión, son espacios fundamentales, donde tienes contacto con el público, aprendes y te haces como artista.

–¿Qué relación de complicidad establece con la guitarra?
–Es mi media naranja (risa). Siempre intento tener a mi lado una guitarra buena que me comprende, trabajar con guitarristas que me iluminan, porque aman el flamenco. Se establece una estrecha relación entre el cante y el instrumento. Cuando te inspira tienes mucho ganado, porque al salir al público, ya estás transmitiendo. Los tonos, de acuerdo con esas técnicas que nosotros conocemos, los tienes que manejar tú, que sabes cómo te encuentras y en función de tu momento le dices: bájame medio tono. O, súbelo un poquito, que hoy me encuentro muy bien y voy a dar más.

–Pura química, para proceder a esa ceremonia, que es el concierto.
–Todo un rito. El flamenco es algo muy profundo. Una música que, ante todo, tienes que sentirla tú. Y es fundamental alguien al lado, que cuando toca está contigo y a tu favor, inspirándonos mutuamente.

–Su mítica grabación reivindicando el papel de la mujer en el cante, evidenciaba el flamenco como un mundo esencialmente masculino.
–Porque, como es sabido, se dedicaban más hombres al arte que mujeres. La vida ha cambiado y muchas mujeres nos encontramos en el panorama del flamenco, pero en los tiempos de Pastora Imperio y otras cantaoras era más difícil, porque no estaba bien visto que fueran artistas. Algunas cantaban muy bien, pero en sus casas, su padre, su hermano o el novio, si lo tenía, no veían bien que se dedicasen al cante como profesionales. Yo no tuve ese problema. Mi padre era un gran aficionado y, aunque tenía su profesión, tocaba muy bien la guitarra y le encantaba el flamenco. Empecé cantando con él, y tuve siempre ese apoyo familiar tan necesario para empezar y seguir avanzando. En la Antología recogí los cantes creados, o recreados, por mujeres que los habían hecho conocidos. Cuando empezamos a reunirlos, parecía que no habían hecho nada, pero encontramos muchísimos testimonios. Aquel precioso trabajo, que me dio tantas satisfacciones, que se vio como un homenaje a la mujer cantaora, a la que había puesto en su sitio, marcó un antes y un después en mi carrera, que me consolidó como cantaora.

–¿Con qué palo se identifica más?
–Depende de mi estado de ánimo. Me gusta muchísimo la soleá, pero de repente me pongo a hacer una taranta, un cante de mi tierra, más profundo, y me siento muy bien. Hay que disfrutar de todos los estilos del flamenco, porque cada uno tiene su carácter. Y su leyenda. El flamenco es muy hermoso todo. Todo.

–Escribe Manuel Machado: “A todos nos han cantado en una noche de juerga coplas que nos han matado”. ¿Alguna letra le ha dolido hasta el punto de no poder cantarla?
–Alguna vez me ha pasado. Más que por la copla, por mi estado de ánimo. Una semana después de fallecer mi madre, en una actuación muy importante en el Maestranza de Sevilla, al hacer un cante por siguiriyas, pensando en ella me resultó muy complicado sacarlo adelante por el nudo que me venía a la garganta.

–En 2001 recibió el Premio Nacional de la Música, por sus “aportaciones a un flamenco de alto contenido y calidad”. ¿Qué le aporta usted al género?
–Mi experiencia y mi sentir. Al flamenco le he dado mi vida, y sigo dándosela. No puedo vivir sin esa música. No concibo mi vida y mi profesión sin el flamenco, que me ha recompensado con creces. Por haberse cruzado en mi camino y haberlo seguido sin perder el contacto, me doy por satisfecha.

¿Dónde encontrarla?

Compartiendo cartel y escenario durante la temporada 2020/2021 con artistas tan importantes como Miguel Poveda, Luz Casal, Pitingo, Estrella Morente, José Mercé, Silvia Pérez Cruz, Rocío Marquez y José Antonio Rodríguez, entre otros.

Imágenes de la otra Edad Media

ESFERA CULTURAL

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CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

Imágenes de la otra Edad Media

La Fundación Notariado ha patrocinado el seminario Imágenes de la otra Edad Media, organizado por la Escuela del Museo del Prado, en el que se inscribieron 5.000 personas.
REDACCIÓN

La actividad, de carácter gratuito, tuvo lugar entre noviembre y diciembre y estuvo dirigida por Joan Molina, jefe del departamento de Pintura Gótica Española de la pinacoteca madrileña.

En la sesión inaugural, Javier Arnaldo, jefe de la Escuela del Prado, tras explicar la metodología y presentar a los ponentes, resaltó el apoyo recibido de la Fundación Notariado que “ha hecho posible la celebración de este seminario”.

A continuación, tomó la palabra el presidente de esta fundación, José Ángel Martínez Sanchiz, para señalar el discurrir paralelo de ciertos aspectos del arte y de la labor notarial: “Es un período en el que el arte enlaza con la escritura. La pintura ofrecía la posibilidad de explicar el contenido de la verdad a quienes no sabían leer y los monjes ejercían funciones notariales al escribir por quienes no sabían. Con el transcurso de los siglos, los notarios fueron adquiriendo una singularidad propia: se separan del ámbito monacal y protegen la verdad a través de un juramento. El artista Giotto, por ejemplo, representaba a la verdad y la fe en una imagen en la que sostiene una cruz en una mano y en la otra un pergamino. Esa obra pone de manifiesto que la pluma se encontraba al servicio de la verdad; algo que se refleja también en los signos que los notarios seguimos utilizando para firmar los documentos, en los que se suele incluir una cruz. Esa ‘otra’ edad media no fue una era de tinieblas –en mi opinión– sino el despertar de la modernidad y de la individualidad tanto en el arte como, con el paso del tiempo, en los documentos notariales”.

Tras estas palabras, en su intervención –titulada Imaginar el mundo desde un monasterio– Joan Molina destacó que “la Edad Media fue una época de grandes viajes. Muchos viajaron con la mente a otros lugares con la inestimable ayuda de las catedrales góticas que se levantaron por toda Europa para establecer el contacto con los fieles; o con pinturas evocadoras, como las de los triunfos ante los musulmanes en la guerra santa, que estimulaban viajes remotos. El espacio para la liturgia se convertía así en un viaje virtual. La Edad Media supuso el desarrollo de un universo visual sin fronteras, construido mediante la interacción de elementos arquitectónicos y decorativos”.

Tras ellos, Justin Kroesen, de la Universidad de Bergen (Noruega), quien abordó el Arte medieval europeo: de la unidad a la diversidad y Michele Bacci, de la Universidad de Friburgo (Suiza), con una ponencia sobre los Cuerpos ficticios y relicarios icónicos en la Edad Media cristiana y budista.

5.000 inscripciones. Este primer seminario se cerró con un total de 5.000 inscripciones procedentes de más de un millar de residentes fuera de España, en gran parte de Iberoamérica (Argentina, Venezuela, México, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Chile, El Salvador, Brasil, Bolivia…), pero también de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania o Italia, entre otros.

Cada sesión, de una hora aproximada de duración, se pudo seguir a través de la herramienta Zoom. Un claustro de especialistas –historiadores, conservadores, restauradores o técnicos de museos– españoles y extranjeros aportaron sus conocimientos teóricos, técnicos y metodológicos para ofrecer una visión amplia y articulada de los temas propuestos, que tuvieron como hilo conductor algunas de las obras del Museo.

Lo que piensan los ciudadanos de los notarios

EN SOCIEDAD

Lo que piensan los ciudadanos de los notarios

Social Lógica –empresa de investigación demoscópica, análisis de mercado y estudios de opinión– y la consultora de comunicación BCW realizaron durante el mes de septiembre (del 1 al 11 de ese período) un estudio de percepción sobre la profesión notarial.

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LA ENCUESTA se realizó entre 1.141 mayores de 18 años, con una distribución proporcional por comunidad autónoma y tamaño de población, con selección de entrevistados conforme a cuotas de sexo y edad, directamente proporcionales a la distribución de la población en España. El margen de error para este trabajo de campo es de un (más/menos 3%) y el nivel de confianza, de un 96%.

Experiencia con la notaría. El 65% de los ciudadanos ha ido a una notaría en alguna ocasión, frente al 34% que dice no haber acudido nunca. Entre los usuarios, el 23% fue por última vez este último año, el 32% entre dos y cinco años antes y el 46% hace más de cinco años.

Satisfacción con el servicio. El 77% de los usuarios valora bien o muy bien el servicio en su conjunto. Respecto a 2016, mejoran sistemática y significativamente (6,9 puntos porcentuales) los porcentajes de satisfacción en todos los aspectos considerados. Los ítems mejor valorados, calificados favorablemente por entre el 79% y el 85%, son la atención ofrecida, la capacidad de hacer al cliente sentirse cómodo y el asesoramiento prestado. El precio es calificado con un bien o muy bien por el 51% y mejora significativamente (9,1 puntos) en comparación con los datos de hace cuatro años.

Conocimiento de los servicios. Se observan diferencias en el nivel de conocimiento en el amplio abanico de servicios prestados en las oficinas notariales.

Los servicios con mayor notoriedad, atribuidos a los notarios por más de siete de cada diez individuos, son testamentos y herencias (87%), compraventa de viviendas (80%) y poderes y actas (77%).

Con un conocimiento medio se encuentran la participación de los notarios en préstamos hipotecarios y personales (59%) –con un incremento significativo de 6,2 puntos respecto a 2016– y creación de empresas (57%) –con un ligero aumento (2 puntos)–. Algo menos conocidos (uno de cada dos encuestados) son los relacionados con donaciones (49%) y bodas y divorcios (48%). Los servicios de mediación y conciliación son los menos conocidos, con un 36%.

Características del trabajo. Más de siete de cada diez entrevistados asocia el trabajo de los notarios con un gran esfuerzo de preparación (73%) y de cualificación (72%). También les atribuyen un buen sueldo (72%). La alta valoración sobre el esfuerzo y su cualificación se corresponde con el acuerdo que suscita la confianza que les inspira su conocimiento profesional y de las leyes (72%).


El 77% de los usuarios valora bien o muy bien
el servicio en su conjunto. Respecto a 2016,
mejoran en 6,9 puntos los porcentajes de satisfacción

Sigue siendo menor el nivel de acuerdo, aunque con mejora sustancial con respecto a 2016, en otros aspectos como que es moderno y adaptado a los tiempos (42%) o que es una figura que produce cercanía (29%). Se incrementa significativamente (7,3 puntos porcentuales) la percepción de su utilidad social en relación con 2016.

Siete de cada diez ciudadanos (70%) se declaran conocedores del derecho a la libre elección de notario (2,2 puntos más que en 2016).

Los encuestados se encuentran más divididos a la hora de valorar la claridad de información disponible en las notarías sobre sus servicios (47%). Mejora significativamente el conocimiento de dos aspectos: el papel del notario en la prevención y lucha contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales.

Aunque sólo uno de cada cuatro ciudadanos (26%) conoce el derecho a reunirse a solas con el notario diez días antes de la firma de la escritura hipotecaria (promovido con la reciente Ley de crédito inmobiliario), el 97% se muestra favorable. Los usuarios más recientes, que han visitado una notaría en el último año (44%), son los que mayor conocimiento tenían sobre este punto.

Estado de alarma. La gran mayoría de los ciudadanos (97%) aprueba que los notarios continuaran prestando servicios para casos urgentes durante el estado de alarma (entre el 14 de marzo y el 21 de junio de 2020).

Por último, ocho de cada diez ciudadanos valoran bien o muy bien la posibilidad de poder contactar con un notario por videoconferencia para realizar algunos servicios como testamentos en caso de pandemia o poderes, con plenas garantías y seguridad jurídica en la Sede Electrónica Notarial (se muestran significativamente favorables quienes tienen entre 25 y 44 años).

Análisis cualitativo

Mayoritariamente, los ciudadanos valoran la función notarial: sobre todo, la asesoría y el trato que reciben en las notarías. Asimismo, crece la percepción de que su figura es útil para la sociedad.

Los notarios siguen ostentando altos niveles de reconocimiento profesional tanto por el esfuerzo inicial en su preparación como por su calidad profesional y la seguridad jurídica que proporcionan.

Sobresale el conocimiento de servicios notariales más habituales, pero se observa que paulatinamente van creciendo otros como su papel en la prevención y lucha contra el blanqueo de capitales.

Por último, cabe destacar que la práctica totalidad de los ciudadanos, tanto los usuarios como los no usuarios, han calificado satisfactoriamente que los notarios hayan estado disponibles durante el estado de alarma y verían con muy buenos ojos poder contactar con los notarios por videoconferencia.

 

Durante todo el estado de alarma, los notarios, como funcionarios públicos y profesión esencial, han mantenido sus notarías abiertas para realizar servicios de urgencia. ¿Le ha parecido bien esta medida?

¿Me podría indicar si ha acudido usted al notario en alguna ocasión?

Soy joven y también necesito un notario

EN SOCIEDAD

Soy joven y también necesito un notario

Los jóvenes recién incorporados al mercado laboral o en busca de empleo son uno de los grupos sociales más necesitados de atención en estos tiempos de serio impacto económico y social por la crisis de la Covid‐19.

REDACCIÓN

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CON MOTIVO de la conmemoración el 25 de octubre del Día Europeo de la Justicia Civil, el Notariado español quiso recordar al colectivo de jóvenes que, como funcionarios públicos del Estado, los más de 2.800 notarios españoles están a su disposición para colaborar con ellos y prestarles asesoría imparcial y gratuita en los distintos acuerdos o contratos del ámbito personal, empresarial o patrimonial que emprendan y para los que sea necesario y conveniente un documento notarial.

Y es que, aunque en menor número que otros segmentos de edad, los jóvenes españoles también acuden al notario. Entre 2019 y el primer semestre de 2020 lo han hecho más de 300.000 jóvenes de entre 18 a 30 años. Un 76% de ellos tenía entre 26 y 30 años, y un 24%, entre 18 y 25 años.

Entre los servicios más demandados destacan los que tienen que ver con la compraventa de inmuebles y los préstamos hipotecarios. Muy importantes son también los relacionados con la constitución de sociedades, las donaciones y herencias, la autorización de poderes y asuntos relativos a la pareja, especialmente las uniones de hecho, en mayor número que los matrimonios.

Lo más requerido. Del conjunto de actos en los que los jóvenes acuden a la notaría, los relacionados con la compraventa de inmuebles y préstamos hipotecarios son los más frecuentes. De hecho, más de 4 de cada 10 jóvenes va al notario por este motivo, especialmente los mayores de 26 años. En este mismo ámbito se incluyen las actas de transparencia, un acta notarial de carácter gratuito realizada en la fase precontractual, según se recoge en la Ley de Crédito Inmobiliario. Se trata de que los ciudadanos, en este caso los jóvenes, vean aumentada su seguridad jurídica y la transparencia en el proceso. El notario verifica que la entidad financiera les ha entregado toda la documentación exigible con la antelación legal, les explica los aspectos más importantes y relevantes del préstamo y redacta acta notarial, en la que deja constancia de los hechos comprobados, las explicaciones dadas a los jóvenes, de las preguntas recibidas y de sus correspondientes respuestas.

Tras los asuntos relacionados con la compraventa, siguen los empresariales, en concreto la constitución de sociedades y la realización de nombramientos del órgano de administración. Dentro de la creación de empresas, la sociedad limitada, cuya ventaja principal es que los socios sólo responden con el patrimonio de la sociedad y no con el propio, es el tipo de sociedad preferida por los jóvenes (de los que lo hacen, 7 de cada 10 son mayores de 26 años). “La asesoría en cuestiones empresariales es uno de los servicios menos conocidos por los jóvenes, y siempre, pero especialmente en estos momentos, los notarios podemos ayudarles a elegir el tipo de sociedad que más les conviene y asesorarles sobre posibles cláusulas que incorporar a los estatutos y sobre otros aspectos que pueden influir en la vida de su empresa”, explica José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General del Notariado.

Otorgar poderes. Un poder es un documento público autorizado por un notario que permite a una persona física o jurídica designar a otra como su representante de modo que pueda actuar en su nombre en determinados actos jurídicos. A diferencia de lo que pueda parecer, pueden darse muchas situaciones por las que los jóvenes necesiten otorgar un poder notarial para que un representante atienda sus asuntos personales, entre otras, si se marchan durante una temporada al extranjero. A tenor de los datos, los tres poderes más habituales son los generales, los poderes para pleitos y, especialmente, los encuadrados bajo la denominación “otro tipo de apoderamientos”, que abarcan desde cambiar el operador del teléfono, hasta solicitar el expediente académico, obtener una nueva tarjeta de crédito en caso de pérdida o robo, realizar gestiones en su nombre o resolver otro problema que requiera su presencia y que no puedan atender personalmente.

Los jóvenes también van al notario para otorgar escrituras públicas de herencias y donaciones. La donación es una transmisión de bienes y derechos inter vivos, es decir, en vida de los interesados, mientras que las herencias son transmisiones mortis causa, esto es, a causa del fallecimiento de una persona. Con una herencia se pueden heredar deudas. La asesoría notarial es imprescindible para tomar una decisión informada tanto para aceptar o rechazar la herencia, como para saber qué derechos y limitaciones implica una donación, los impuestos a los que podría estar sujeta, etc.

Casarse o divorciarse ante notario, formalizar una unión como pareja de hecho o finalizarla, y cambiar de régimen económico haciendo capitulaciones matrimoniales son las cuestiones de pareja para los que los jóvenes también van al notario. Más del doble de jóvenes que acuden a las notarías prefieren hacerse pareja de hecho a casarse. En ambos casos, los realizan mayoritariamente los jóvenes de más de 26 años (80% en el caso de los matrimonios), aunque cuando optan por ser parejas de hecho, el porcentaje de jóvenes mayores de 26 años baja al 68%, es decir, que el porcentaje de jóvenes entre 18 y 25 es mayor, y llega al 32%.

Convertirse en pareja de hecho ante notario supone garantizar su validez en todo el Estado, puesto que actualmente no existe una normativa nacional que regule las parejas de hecho, y existen importantes diferencias entre las 13 comunidades donde sí tienen regulaciones específicas. El notario, al redactar la escritura pública de convivencia, le explicará las posibilidades existentes para regular su economía y les asesorará sobre cuestiones relacionadas con su descendencia y su sucesión, entre otros aspectos.

¿El notario es solo cosa de mis padres?

¿Un poder español vale en el extranjero? ¿Sabías que también puedes alquilar un piso ante notario? ¿Tiene mucho papeleo constituir una sociedad? ¿Matrimonio o pareja de hecho? O… La herencia digital ¿pero eso existe? Son preguntas que los jóvenes se plantean a menudo. Para informarles, el CGN ha editado la infografía ‘¿El notario es solo cosa de mis padres?’ que muestra situaciones habituales en las que consultar a un notario puede ser de gran ayuda. El material informativo plantea, de una forma cercana y directa, cinco epígrafes en los que se presentan distintas preguntas sobre temas para los que consultar al notario sería conveniente:

Te vas de España una temporada, se indica en el primer apartado, y para ello es importante saber que existen los poderes, unos documentos públicos que permiten nombrar representantes para que realicen los trámites en nombre de los que están fuera del país.

¿Compro o alquilo? El notario también puede ayudar y aportar mayor seguridad jurídica tanto en la compraventa como en el alquiler.

Me lo monto por mi cuenta. Soy un emprendedor. Cuando alguien decide crear una empresa es porque ya tiene lo más importante: una idea y ganas de trabajar. Sin embargo, hay que planificarse y contar con una hoja de ruta.

¿Vais a vivir juntos? ¿Matrimonio o pareja de hecho? El epígrafe destinado a las parejas señala la importancia de conocer las diferencias legales entre el matrimonio y la unión de hecho porque afectan a la seguridad jurídica de los miembros de la pareja.

La herencia digital. Pero eso… ¿existe? En este apartado se explica que el uso de internet, las redes sociales, las aplicaciones y los soportes digitales, ha creado una “identidad digital”, que habría que sumar a la física y, cuando la hay, también a la jurídica.

Asesoramiento notarial a los jóvenes

EL NOTARIADO HA EDITADO tres microvídeos que muestran situaciones habituales en la vida de los jóvenes en las que consultar a un notario puede serles de gran ayuda. Y es que los notarios ofrecen asesoramiento imparcial y gratuito a los jóvenes sobre temas como la creación de un startup, otorgar un poder a un familiar, o recibir una donación. Con la difusión de estos minivídeos, el Consejo General del Notariado quiere, por un lado, romper con la idea de que para los jóvenes no es necesario acudir al notario y, por otro, acercar la función notarial a la sociedad.

Los tres videos, que se pueden visualizar por separado o en conjunto, muestran, a través de situaciones de la vida cotidiana de los jóvenes, la importancia de la función del notario. Les invita a acercarse a las notarías e informarse de forma imparcial y gratuita, con independencia de que finalmente decidan o no seguir adelante con el acto o el acuerdo pensado y formalizarlo ante notario. Los tres microvídeos están disponibles en el canal de Youtube del CGN y en su página www.notariado.org.

«Cada vez más jóvenes acuden al notario», por Ubaldo Nieto Carol

EN SOCIEDAD

 
UBALDO NIETO CAROL

notario, profesor de Derecho Mercantil de la Universidad Católica de Valencia

@UbaldoNietoCaro

Cada vez más jóvenes acuden al notario

 

HASTA NO HACE mucho tiempo, el primer contacto de los jóvenes con el notario solía ser en el otorgamiento de capitulaciones previas al matrimonio y, tras cierto tiempo, la compraventa de la vivienda, casi siempre acompañada de un préstamo hipotecario. Hoy, como es sabido, las capitulaciones pueden ir seguidas de la escritura de celebración de matrimonio, por lo que un acto de gran trascendencia para la vida de cualquier persona pasa también por la intervención notarial. Y como alternativa al matrimonio, está la constitución de una unión de hecho que para su inscripción en un registro administrativo exige escritura pública.

Luego, si las cosas salen mal, vienen las separaciones o divorcios de mutuo acuerdo, también autorizados por notario siempre que no haya menores no emancipados ni hijos con la capacidad modificada judicialmente que dependan de sus progenitores; o las disoluciones de las uniones de hecho. Y al igual que comparecieron para la compraventa, lo hacen para la extinción del proindiviso.

Pero las circunstancias sociales hacen que ese primer contacto se vaya produciendo a una menor edad. Vamos a obviar la presencia de los hijos en el otorgamiento del testamento por sus padres, cada vez más frecuente, especialmente en aquellos supuestos de conflicto familiar como es el caso del testamento del separado o divorciado en el que se excluye de la administración de la herencia del testador al otro progenitor del menor. Y lo hace con el propio menor presente.

En la adolescencia, hay otras comparecencias ante notario que si bien no son frecuentes tampoco empiezan a ser tan excepcionales. La primera, junto con sus padres, para aceptar la emancipación a los 16 años, lo que le permite regirse como un mayor de edad aunque con alguna restricción. También para consentir que sus padres vendan bienes inmuebles del menor cuando es mayor de 16 años (así no hay que recabar autorización judicial). Otra es el testamento del propio menor con al menos 14 años por tener un cierto patrimonio, generalmente adquirido por herencia, y especialmente en situaciones de crisis familiar (separación o divorcio de los padres o abandono del hogar por alguno de ellos). Y tampoco hay que olvidar en estos testamentos lo que podríamos llamar “activos digitales”, mucho más comunes entre los adolescentes y jóvenes que entre los adultos (archivos en la nube con todo tipo de información, fotografías, colecciones de música y listas de reproducción, cuentas en redes sociales y de correo electrónico). De ahí la importancia de designar a este respecto un “albacea digital” para ocuparse de esta “huella digital” (eliminar, convertir, descargar y administrar cuentas y perfiles).

Con la mayoría de edad y al comenzar los estudios universitarios (o posteriormente los de máster) son cada vez más frecuentes los préstamos bancarios para financiarlos (es bueno que los hijos sepan lo que cuestan las cosas). Y si los estudios se realizan fuera de su domicilio habitual y se requiere arrendar una vivienda, no es infrecuente que vengan a firmar un contrato de contragarantía por el aval bancario prestado al arrendador; en uno y otro caso, como es lógico, los contratos incluyen el afianzamiento de sus padres. Y cuando salen de España para estudiar en otro país vienen a la notaría para el otorgamiento de un poder general a favor de sus padres.

Fruto de la cada vez más pronta incorporación de los jóvenes a la vida empresarial, es muy frecuente la presencia de jóvenes en la constitución de sociedades mercantiles (habitualmente sociedades limitadas). Luego, iniciado este camino, cuando la empresa crece, ya llega el resto de operaciones societarias como es el cambio de domicilio o la ampliación del objeto social, las ampliaciones de capital, el cese y nombramiento de administradores y la financiación bancaria a través de préstamos, aperturas de crédito, líneas de descuento…

En fin, esta mayor presencia de jóvenes en las notarías coincide con su “maduración personal” y su más pronta incorporación a la vida social y económica.

Construir futuro pensando en el senior

ESPACIO ÆQUITAS

Construir futuro pensando en el senior

La plataforma ’60 y mucho +’ organizó a finales de noviembre su primer Congreso Online, bajo el lema ‘Construir futuro pensando en el senior’. El foro –que contó con la colaboración del Consejo General del Notariado– fue inaugurado por el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, quien expuso las líneas maestras del Plan de Justicia 20‐30 en relación con el colectivo de mayores.

JOSÉ MARTÍNEZ CARRASCOSA

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@JMCarrascosa

EL NOTARIO MAYOR del Reino hacía hincapié en que el colectivo de las personas mayores necesita en estos momentos de una especial protección debido a la pandemia del COVID: “Ahora es preciso desarrollar políticas públicas para garantizar su calidad de vida. Urge que revisemos nuestros sistemas de dependencia para lograr alcanzar un envejecimiento activo. En la actualidad llegamos a la vejez con los relojes evolutivos intactos pero las desigualdades muchas veces se ensanchan tras la jubilación: soledad, dependencia, vulnerabilidad, pensiones reducidas…”.

Juan Carlos Campo, ministro de Justicia

El titular de Justicia reveló las importantes sinergias entre las competencias de su ministerio y el colectivo senior: “Hemos puesto en marcha un plan 20‐30 que adapte la justicia a la sociedad para hacerla más accesible, aprovechando las posibilidades de las nuevas tecnologías”. Campo puso como ejemplo un proyecto para hacer llegar la Justicia a la España rural, un lugar con un acusado índice de población de elevada edad: “Queremos convertir los 7.600 juzgados de paz en oficinas de Justicia municipales. Debidamente digitalizados se readaptarán para evitar a los ciudadanos tener que desplazarse para realizar gestiones procesales. Queremos hacer una justicia accesible para todos, sobre todo para las personas mayores, superando la brecha digital, ya que son culturalmente ‘analógicas’: más del 20% de la población tiene más de 65 años”.

Protección jurídica. La mesa redonda inaugural, moderada por el abogado Javier Laorden, contó con las intervenciones de Mª José Segarra, fiscal de sala del Tribunal Supremo para la protección y defensa de las personas mayores, y Almudena Castro‐Girona, notaria y directora de la Fundación Aequitas.

María José Segarra, fiscal de Sala del Tribunal Supremo

Segarra resaltó “la contribución del Notariado y de su Fundación Aequitas para hacer llegar la justicia a los colectivos en situación de vulnerabilidad”. La fiscal señaló que “existe una percepción estereotipada del ministerio fiscal; se sigue pensando en el fiscal ‘de las películas’ centrado en los procesos penales, pero realizamos numerosas funciones comprometidas con los más vulnerables y que salvaguardan el principio de igualdad ante la Ley de todos los ciudadanos”.

Antes de dar paso a Castro‐Girona, el moderador Javier Laorden alabó el carácter práctico de las publicaciones de la Fundación Aequitas, como la recientemente editada 100 preguntas sobre derechos después de los cincuenta años (disponible en www.aequitas.org).

Almudena Castro-Girona, notaria y directora de la Fundación Aequitas

“Una de las principales preocupaciones de los notarios –resaltaba la directora de Aequitas– son las personas mayores. Somos como confesores en pueblos repartidos por toda la geografía española y tenemos una función niveladora con los más necesitados de protección jurídica. En la pandemia nos hemos dado cuenta que nuestra vida puede cambiar en poco tiempo; por eso muchas personas han acudido al notario para dotarse de mecanismos de protección –como la autocuratela o los poderes preventivos– donde les hemos hecho ‘trajes a medida’ para asegurar jurídicamente su futuro”.

La notaria respondió a cuestiones concretas planteadas por los asistentes al seminario sobre testamentos, donaciones o poderes preventivos: “Mi recomendación es que hay que acudir al notario para asesorarse, no puedo aconsejar un modelo sucesorio, existen desde usufructos a sustituciones fideicomisarias: hay tantos testamentos como personas. En cuanto a los poderes preventivos, es fundamental realizarlos cuando uno se encuentre bien y tenga plenas capacidades. Sobre las donaciones, depende de la situación económica de la familia; no hay que autoimponerse sacrificios innecesarios, no hay obligación de dejar nada, la legítima no existe hasta que uno se muere. Es necesaria una reforma del actual sistema de legítimas, es algo que venimos demandando desde hace años en el sector de la discapacidad”.

Juan Carlos Campo destacó la necesidad de hacer una justicia más accesible para todos, especialmente, las personas mayores

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Día mundial de la infancia

Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Infancia el 20 de noviembre, la Fundación Aequitas –en colaboración con la Asociación Española de Fundaciones, la Fundación del Consejo General de la Abogacía Española y la Fundación Montessori sin Fronteras– organizó un foro online para conmemorar el 31 aniversario de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.

Francisco Fonseca, director de la representación de la Comisión Europea en España, inauguraba el streaming de esta jornada que contó con las intervenciones de, entre otros, Juan Bolás (patrono y creador de Aequitas) quien expuso la labor de la ONG del Notariado en materia de infancia y discapacidad; o Antonio López-Istúriz (patrono de Aequitas y europarlamentario popular), que abundó en las políticas relacionadas con la infancia puestas en marcha desde las instituciones comunitarias.