El Notariado: un servicio esencial en momentos de crisis

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EL NOTARIADO: UN SERVICIO ESENCIAL EN MOMENTOS DE CRISIS

Los notarios prestan un servicio esencial, como ya se puso de manifiesto durante la pandemia por el coronavirus, cuando permanecieron abiertas todas las notarías. Por las oficinas notariales pasan a diario miles de personas para la elevación a público de acuerdos, contratos o actos de gran importancia para sus vidas. Esta realidad volvió a ser evidente durante y tras el reciente apagón eléctrico. Los notarios y los profesionales de sus despachos y de su Centro Tecnológico continuaron trabajando el 28 y el 29 de abril gracias a que fue posible mantener activos los servicios centrales de la corporación y retomar la normalidad en la mayoría de las notarías nada más recuperarse el suministro. Como ejemplo de lo ocurrido esos días hemos entrevistado a una notaria y a un profesional del Centro Tecnológico del Notariado.
REDACCIÓN
Carmen Boulet, notaria de Madrid

“Incluso pudimos enviar copias electrónicas autorizadas de las escrituras públicas a otros compañeros a través de nuestro Centro Tecnológico”

Carmen Boulet.

El pasado 28 de abril, ¿estaba en la notaría cuando se produjo el apagón?

Si estaba en la notaría, y precisamente estaba terminando de redactar una escritura, con lo cual lo percibí al instante.

¿Pudo seguir atendiendo a los clientes? ¿Cómo se organizaron?

Sí, pude seguir atendiendo a la mayoría de los clientes, ya que procuro tener impresas las escrituras antes de que estos lleguen. Autoricé varias declaraciones de herederos, poderes, compraventas sin financiación bancaria, permisos de viaje, etc.

 


“SOLO EN ALGUNOS CASOS, LOS BANCOS, ANTE LA IMPOSIBILIDAD DE ACCEDER A LOS REGISTROS, NO QUISIERON FIRMAR”


 

Solo en algunos casos, los bancos, ante la imposibilidad de acceder a los registros, no quisieron firmar y lo tuvimos que posponer, dado que no recibíamos las notas registrales actualizadas. Los registros de la propiedad, mercantiles y de bienes muebles estuvieron cerrados tanto el 28 como el 29 de abril, incluso a pesar de que la ley dice que en caso de problemas tecnológicos se puede enviar la información por fax; todo lo relacionado con los registros fue bastante caótico.

Tengo entendido que nada más volver la luz les fue posible trabajar con normalidad dado que los sistemas centrales del Notariado estuvieron prestando servicio en todo momento. ¿Es así?

Sí, así fue. Los servicios funcionaron incluso antes de abrir la notaría. Yo llego muy temprano. A las 8.15 horas ya estaba en el despacho y solo quedaban pendientes algunos detalles de ámbito local que quedaron resueltos rápidamente tras una llamada.

Incluso pudimos enviar copias electrónicas autorizadas de las escrituras públicas a otros compañeros a través de nuestro Centro Tecnológico.

Ustedes custodian actualmente los protocolos notariales tanto en versión papel como digital. ¿Fue útil seguir disponiendo de los protocolos en papel?

Claro que fue útil tener el protocolo en papel, pues es el soporte que nunca falla. Cualquier consulta que hubiera que hacer de protocolos anteriores se pudo seguir haciendo, lo que facilitó nuestro trabajo en esos momentos. Creo que es fundamental e imprescindible tenerlo, no solo por los posibles apagones, sino porque es el soporte más seguro e inalterable que hay con el paso del tiempo.

¿Cree que el Centro Tecnológico estuvo a la altura de las circunstancias?

Sí. Creo que el Centro Tecnológico estuvo funcionando a la altura de las circunstancias, incluso más que a la altura de las circunstancias. Y desde luego, si comparamos con otros organismos similares, la respuesta ha sido más que buena. Aunque también tengo que resaltar la labor de la presidenta del Consejo General del Notariado, que nos ha tenido bien informados en todo momento.

Me han comentado que el 28 incluso se desplazó fuera de la notaría para prestar un servicio. ¿En qué consistió?

Sí. Tenía que ir a un hospital a atender a una persona que estaba grave, para firmar unos documentos; fui al hospital y pudimos fírmarlos.

David Sánchez, director de Explotación y Sistemas del CTNotariado

“En los dos Centros de Proceso de Datos del Consejo General del Notariado se garantizó la continuidad de suministro eléctrico”

David Sánchez

¿Cuáles fueron las prioridades de actuación del Centro Tecnológico del Notariado ante el apagón?

Hubo dos líneas de trabajo que se activaron en cuanto se tuvo conocimiento de que el apagón tenía alcance en toda la península. Por un lado, garantizar la puesta en marcha de los sistemas de continuidad en el Centro de Proceso de Datos (CPD), y por otro, el soporte a las notarías que sufrieron problemas derivados del apagón.

¿Cómo aseguraron que los servicios centrales de la corporación notarial siguieran funcionando durante el apagón?

En los dos Centros de Proceso de Datos del Consejo General del Notariado se garantizó la continuidad de suministro eléctrico mediante dos mecanismos. En primer lugar, gracias a los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida, que, apoyados en baterías, regularon y mantuvieron los niveles de tensión eléctrica para los servidores que ejecutan los servicios utilizados por la corporación notarial. En segundo lugar, activamos los generadores eléctricos que, alimentados por motores diesel, suministraron la energía que las compañías eléctricas no pudieron proporcionar debido al apagón.

 


“LA DISPONIBILIDAD DE LOS SERVICIOS PROPORCIONADOS DESDE LOS CENTROS DE PROCESO DE DATOS DEL CONSEJO GENERAL DEL NOTARIADO FUE DEL 100%”


 

¿Qué papel desempeñó el equipo de Sistemas durante esa jornada crítica?

El equipo de sistemas desempeñó un papel clave gracias a su labor de prevención, basada en revisiones y pruebas periódicas, que garantizó la efectividad de los planes de contingencia. Durante el apagón, se ajustó la configuración de los CPD para reducir el consumo eléctrico sin interrumpir el servicio, y se gestionó con varios proveedores la obtención de suministros adicionales ante la posibilidad de que la situación se prolongara.

El trabajo se organizó en dos grupos: uno de cinco personas, encargado de verificar el estado de los equipos técnicos instalados en las casi 3.000 notarías conforme se restablecía el suministro, y de prestar soporte ante posibles incidencias; y otro de cuatro personas, centrado en asegurar el funcionamiento continuo de los CPD. La jornada del día 28 concluyó pasada la una de la madrugada, y el día 29 se reanudó a las 5:30 de la mañana para revisar el estado de las notarías y facilitar su operatividad desde primera hora.

Gracias a estas medidas, ¿qué grado de operatividad tuvieron las notarías al día siguiente del apagón?

La disponibilidad de los servicios proporcionados desde los Centros de Proceso de Datos del Consejo General del Notariado fue del 100%. Las incidencias detectadas se debieron a problemas en sistemas de terceros organismos con los que mantenemos integraciones.

El día 29 se registró un volumen inicial de unas 230 notarías con incidencias relacionadas con problemas en la red de comunicaciones y con el apagado abrupto de sistemas informáticos. A mediodía, el número había descendido hasta aproximadamente 110, finalizando la jornada con tan sólo 35 notarías pendientes de resolución.

En contraste con otras organizaciones a las cuales el apagón afectó de forma importante, el trabajo preventivo y constante que realiza el Centro Tecnológico del Notariado permitió asegurar las prestaciones tecnológicas para que las notarías pudieran tener la tranquilidad de dedicarse a prestar su servicio a los ciudadanos con garantías.

Entrevista a Andres Díez Galilea, decano del Colegio de Ingeniería Geomática y Topográfica

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Díez Galilea afronta su cuarta legislatura como decano del Colegio Oficial de Ingeniería Geomática y Topográfica. Profesor en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros en Topografía, Geodesia y Cartografía de la Universidad Politécnica de Madrid, Secretario General del Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos de España y miembro del Comité Consultivo del Consejo Superior Geográfico, su amplia trayectoria le permite analizar los retos del colectivo ante la transformación tecnológica y evolución de la profesión.
JOSÉ M. CARRASCOSA

ANDRÉS DÍEZ GALILEA,

DECANO DEL COLEGIO DE INGENIERÍA GEOMÁTICA Y TOPOGRÁFICA

“La topografía ha sido una herramienta esencial para el progreso”

La geomática y topografía es una disciplina donde la aplicación de las nuevas tecnologías se hace más evidente. ¿Cómo se está adaptando la profesión a los vertiginosos cambios tecnológicos actuales?

Nuestra profesión vive una adaptación continua gracias a tecnologías como drones, láser escáner, GNSS (Sistema de Navegación Global por Satélite) avanzado y software SIG (Sistema de Información Geográfica), entre otras, que permiten una precisión y eficiencia impensables hace pocos años. Hoy nuestra labor va más allá del registro de datos, incluyendo procesamiento, análisis, interpretación, almacenamiento, modelización, aplicación y difusión de información geográfica tridimensional procedente de sensores orbitales, aéreos, terrestres y subacuáticos. Además, ofrecemos soluciones integradas mediante Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE), garantizando interoperabilidad y acceso compartido a datos geográficos por instituciones públicas y privadas. La formación continua certificada y el desarrollo profesional permanente son fundamentales para afrontar con éxito estos cambios y ofrecer servicios adaptados a las necesidades actuales y futuras.

Ahora mismo es inevitable mencionar la Inteligencia Artificial a la hora de abordar cualquier tipo de actividad. ¿Están incorporando esta herramienta a su trabajo diario?

La inteligencia artificial está entrando con fuerza en nuestro sector, sobre todo en el análisis predictivo de escenarios virtuales y la automatización del procesamiento masivo de geodatos mediante Big Data. Estas técnicas permiten manejar grandes volúmenes de información geoespacial eficientemente, proporcionando resultados estadísticos precisos que apoyan políticas públicas basadas en la realidad social. Además, estamos potenciando la localización inteligente (tecnología SIG avanzada) para mejorar aún más la eficiencia y precisión de nuestras soluciones. Estas herramientas fortalecen la calidad y la fiabilidad de nuestros servicios, aportando más valor y seguridad jurídica al tráfico inmobiliario.

 


LOS INGENIEROS EN GEOMÁTICA DESEMPEÑAMOS UN PAPEL FUNDAMENTAL EN LA CONSTRUCCIÓN PÚBLICA Y PRIVADA


 

Durante el boom inmobiliario la imagen de un ingeniero con su casco de obra y su teodolito era familiar en todas las obras. ¿Qué papel juegan en la construcción privada y pública?

Los ingenieros en geomática desempeñamos un papel fundamental en la construcción, tanto pública como privada, participando desde la planificación inicial hasta la finalización de las obras. La construcción está vinculada a las propiedades inmobiliarias, es decir, a los espacios públicos y privados, así como a lo que puede edificarse en ellos. En el ámbito público, intervenimos en grandes infraestructuras, asegurando exactitud y seguridad técnica en la ejecución. En el privado, aportamos rigor en la delimitación y representación de propiedades, evitando conflictos y facilitando los trámites registrales y notariales, lo que garantiza respaldo técnico y una sólida seguridad jurídica.

 


HACEMOS POSIBLE ENTENDER DÓNDE OCURREN CIERTOS FENÓMENOS Y POR QUÉ, ALGO FUNDAMENTAL EN LAS ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y GESTIÓN ANTE CATÁSTROFES NATURALES


 

Madrid acoge próximamente el Geospatial World Forum ¿Puede explicarnos cuáles son las principales aportaciones de su colectivo en el sector de la industria aeroespacial?

La geomática es una pieza fundamental en la transformación de la industria y ecosistema geoespacial. Gracias a la integración de datos en tiempo real provenientes de sensores, software inteligente y algoritmos avanzados, hoy es posible modelar con un alto grado de detalle la trayectoria de vehículos espaciales, así como optimizar las técnicas de teledetección y observación de la Tierra. Tecnologías como la Realidad Aumentada y la Realidad Virtual están dando lugar a entornos avanzados para visualizar, interpretar y optimizar información geoespacial de manera rigurosa y eficiente, facilitando la toma de decisiones estratégicas en materia de sostenibilidad, seguridad y desarrollo tecnológico.

En un momento como el actual en el que la sociedad está especialmente sensibilizada ante las catástrofes naturales (con fenómenos como la dana o la Filomena en la memoria de todos), ¿en qué medida puede la ingeniería ‘invisible’ ayudar a la prevención de estas situaciones, la sostenibilidad del planeta y la Agenda 2030?

Desde nuestro ámbito de trabajo, hacemos posible entender dónde ocurren ciertos fenómenos y por qué, algo fundamental en las estrategias de prevención y gestión ante catástrofes naturales como inundaciones, grandes nevadas, terremotos o actividad sísmica y volcánica. Mediante modelos digitales del terreno, análisis predictivos y monitoreo continuo, proporcionamos datos esenciales y en gran escala para una planificación social eficaz, contribuyendo así al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y resiliencia establecidos en la Agenda 2030.

Está en proceso la firma de un convenio con el Consejo General del Notariado. ¿Cómo valora esta colaboración?

Este convenio representa un gran avance, al establecer una colaboración directa y específica entre los ingenieros técnicos en topografía, los actuales titulados de grado en geomática y los notarios, con el objetivo de mejorar la precisión y eficacia de los certificados de georreferenciación y la subsanación de discrepancias catastrales. Permitirá implementar un sistema ágil y seguro para el intercambio telemático de información a través de la Sede Electrónica Notarial, garantizando además la autenticidad y colegiación de nuestros técnicos mediante el visado profesional y el uso de firmas electrónicas verificadas. Asimismo, contempla planes de formación conjunta dirigidos a técnicos, notarios y personal de notarías, lo que reforzará la calidad técnica y jurídica del servicio ofrecido, al tiempo que contribuirá a reducir los costes asumidos por la ciudadanía.

 


EL CONVENIO CON EL NOTARIADO PERMITIRÁ IMPLEMENTAR UN SISTEMA ÁGIL Y SEGURO
PARA EL INTERCAMBIO TELEMÁTICO DE INFORMACIÓN A TRAVÉS DE LA SEDE ELECTRÓNICA NOTARIAL


 

Al igual que el Consejo General del Notariado, mantienen una estrecha política de colaboración con la Dirección General del Catastro para definir una adecuada información de las fincas. ¿Puede detallar sus líneas de trabajo conjuntas en materia de gestión de territorio?

Nuestro convenio con la Dirección General del Catastro permite un intercambio fluido de información gráfica y alfanumérica, facilitando la actualización y precisión continua del parcelario catastral mediante acceso telemático directo a la cartografía oficial. Además, contempla asistencia técnica en declaraciones catastrales y establece procedimientos ágiles para subsanar discrepancias físicas entre la realidad inmobiliaria y la información catastral oficial. Asimismo, hemos puesto en marcha los Puntos de Información Catastral que ofrecen servicios directos de consulta y certificación a los ciudadanos, reforzando así la seguridad jurídica y eficacia en la gestión territorial.

Coincidiendo con la fecha del Día Mundial del Topógrafo (21 de marzo), pusieron de manifiesto en unas jornadas la necesidad de que la sociedad conozca los valores que puede aportar un oficio milenario, ya presente en las civilizaciones romana y egipcia. ¿Cómo pretenden alcanzar este objetivo?

Buscamos acercar a la sociedad el valor histórico y actual de la topografía mediante jornadas, conferencias y eventos divulgativos. Desde el antiguo Egipto, donde se utilizaban técnicas topográficas para dividir tierras tras las crecidas del Nilo, hasta el Renacimiento, cuando Leonardo da Vinci representaba el relieve con gran precisión, la topografía ha sido una herramienta esencial para el progreso. Hoy sigue siendo fundamental en áreas como la planificación urbana o la navegación satelital. Una anécdota ilustrativa es que tres de los cuatro presidentes representados en el Monte Rushmore —Washington, Jefferson y Lincoln— ejercieron como topógrafos, reflejando el valor histórico y estratégico de esta profesión en la construcción de las naciones.

Con una tasa laboral prácticamente del 100% y una alta previsión de empleo para los próximos años, ¿aconsejaría a los jóvenes la geomática y topografía como salida profesional? A su juicio, ¿cuáles son las características que debe tener un ingeniero para desarrollar su carrera en este momento del siglo XXI?

Absolutamente sí. Es una profesión con pleno empleo y creciente demanda. Desde las Administraciones debe fomentarse su estudio, especialmente entre los jóvenes. Necesitamos más profesionales altamente cualificados, capaces de adaptarse a los avances tecnológicos, con pensamiento analítico, visión interdisciplinar y sensibilidad social. También es clave apoyar la incorporación de la mujer. Los ingenieros en geomática deben contribuir activamente a los nuevos modelos de convivencia que exige la sociedad del conocimiento, que evoluciona rápidamente desde la sociedad de la información.

 


ESTAMOS POTENCIANDO LA LOCALIZACIÓN INTELIGENTE (TECNOLOGÍA SIG AVANZADA)
PARA MEJORAR AÚN MÁS LA EFICIENCIA Y PRECISIÓN DE NUESTRAS SOLUCIONES


 

Su Colegio es uno de los 36 miembros que integran Unión Profesional. A pesar de sus diferentes competencias, ¿qué aportan los profesionales colegiados al tejido productivo del país?

Los profesionales colegiados garantizamos calidad, ética y responsabilidad en un ejercicio regulado que protege al ciudadano. Unión Profesional, que agrupa a más de 1,5 millones de profesionales en España, fomenta sinergias entre sectores clave y el diálogo con los poderes públicos. Promueve políticas que refuerzan el valor social de las profesiones. Desde la ingeniería, contribuimos al desarrollo económico y social con soluciones tecnológicas en infraestructuras, medio ambiente y ordenación territorial, optimizando recursos y apoyando la toma de decisiones.

HUELLA DIGITAL

Las redes sociales de su Colegio en X e Instagram (@ICOIGT) y Linkedin ofrecen una completa información de su actividad en topografía.

Los ayuntamientos dan ejemplo

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Los ayuntamientos dan ejemplo

El actual saneamiento en las cuentas de las corporaciones locales aporta oxígeno al resto de Administraciones.

ELVIRA ARROYO
El dinero ahorrado por las corporaciones locales en depósitos y efectivo superó en el tercer trimestre de 2024 los 45.000 millones de euros, lo que supone un nuevo máximo histórico. Este escenario es el resultado de unas reglas de equilibrio presupuestario y gasto mucho más rigurosas para las entidades locales. Por ello, se plantea abordar una reforma que dé más flexibilidad a los ayuntamientos para invertir su superávit.

Los ahorros que tienen en los bancos las entidades locales han aumentado cerca de un 125% desde 2016, manteniendo un crecimiento sostenido en los últimos años. Esta situación tiene su origen en 2011, cuando se aprobó la reforma del artículo 135 de la Constitución Española (“1. Todas las Administraciones Públicas adecuarán sus actuaciones al principio de estabilidad presupuestaria. 2. El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados miembros. […] Las Entidades Locales deberán presentar equilibrio presupuestario. […]”), cuyos principios fueron desarrollados posteriormente en la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.

Se introduce así “una regla muy exigente para las corporaciones locales, que no pueden tener déficit, ni siquiera un 0,1%”, explica César Martínez Sánchez, profesor titular de Derecho Financiero y Tributario, y subdirector del Instituto de Derecho Local de la Universidad Autónoma de Madrid.

Cabe recordar que las reglas fiscales de la Unión Europea (UE) instan a que todos los Estados miembros tengan un déficit inferior al 3% del Producto Interior Bruto (PIB) y una deuda inferior al 60% del PIB. La legislación española impone a las entidades locales un déficit del 0% y un endeudamiento máximo del 3%, requisitos que en 2024 han logrado sobradamente tras registrar un superávit del 0,3% y situar su endeudamiento en el 1,4% del PIB. Este porcentaje dista mucho de las cifras de otras Administraciones públicas, ya que en el cuarto trimestre de 2024 la deuda de la Administración central era del 93,6% del PIB y la de las comunidades autónomas del 21,1% del PIB.

 


LA LEGISLACIÓN ESPAÑOLA IMPONE A LAS ENTIDADES LOCALES UN DÉFICIT DEL 0% Y UN ENDEUDAMIENTO MÁXIMO DEL 3%, ALGO QUE HABITUALMENTE HAN CUMPLIDO


 

“A diferencia del resto de Administraciones públicas, las Administraciones locales han cumplido estas normas casi siempre, algo que no han hecho ni el Estado ni las comunidades autónomas”, recuerda César Martínez.

Por poner un ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid cerró el año 2024 con un superávit de 483 millones de euros y desde 2019 tiene un superávit acumulado de 1.108 millones de euros.

Varias causas. Esta circunstancia atípica en la que los municipios acumulan más depósitos bancarios que deuda se debe a tres razones, según explica César Martínez Sánchez. La primera es que se ha cumplido la regla del equilibrio presupuestario. La segunda es la regla del gasto, “una regla adicional según la cual el gasto no puede superar la referencia que marca cada año el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. De este modo, aunque un municipio tenga ingresos suficientes para incrementar su gasto un 7%, no puede hacerlo porque hay un límite que persigue que tenga superávit”. En tercer lugar, está el destino obligatorio del superávit. “Este dinero prácticamente solo se puede destinar a amortizar la deuda de forma anticipada. Como las Administraciones locales han tenido superávits recurrentes, hay muchos municipios que no tienen deuda o que la han rebajado muchísimo”.

Estos factores han dado lugar a un saneamiento en las cuentas de las corporaciones locales que aporta oxígeno al resto de Administraciones, pero, a juicio de César Martínez, esto no tiene sentido. “No puede ser que los ayuntamientos tengan decenas de miles de millones en los bancos”.

 


LOS AYUNTAMIENTOS SE QUEJAN DE ESTAR
OBLIGADOS A DESTINAR SU SUPERÁVIT BÁSICAMENTE A LA AMORTIZACIÓN DE DEUDA


 

Sin cambios en 2025. Todo apunta a que de momento se mantendrán estos criterios. El Ministerio de Hacienda ha indicado que en 2025 el subsector local y cada entidad local individualmente tendrán que registrar equilibrio presupuestario o superávit, y el objetivo de deuda pública se fija en el 1,3% del PIB.

A su vez, la variación del gasto computable de las entidades locales, al igual que para el resto de las Administraciones públicas, no podrá superar la tasa de referencia de crecimiento del PIB a medio plazo de la economía española, que será del 3,2% en 2025.

En cuanto al superávit presupuestario de 2024, deberá destinarse a reducir deuda en 2025, siempre con el límite del volumen de endeudamiento. Con respecto a este punto, la presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), María José García-Pelayo, ha manifestado su contrariedad con la nota técnica remitida por el Ministerio de Hacienda a los alcaldes, en la que “nos prohíbe usar el dinero del superávit logrado el ejercicio anterior para las inversiones que se consideran financieramente sostenibles y nos obliga a destinarlo tan solo a amortización de deuda”.

 


LA PRESIDENTA DE LA FEMP INSISTE EN QUE ES URGENTE ACTUALIZAR EL SISTEMA DE FINANCIACIÓN LOCAL Y GARANTIZAR LA AUTONOMÍA DE LOS AYUNTAMIENTOS


 

Reformas. En realidad, las corporaciones locales llevan años pidiendo que se revise el modelo vigente. La presidenta de la FEMP insiste en que es urgente actualizar el sistema de financiación local y garantizar la autonomía de los ayuntamientos. Considera que las entidades locales siguen operando con una legislación obsoleta y un sistema de financiación que no se ha revisado desde 2002, lo que supone un obstáculo para atender las crecientes demandas de los ciudadanos. También reclama al Gobierno contar con Presupuestos Generales del Estado, una ley necesaria para que los ayuntamientos, diputaciones, cabildos y consells puedan disponer de recursos y transferencias de capital que permitan aprobar sus cuentas y sacar adelante sus principales proyectos. “Los ayuntamientos están perdiendo por esta situación 1.159 millones de euros”, ha señalado.

Para el profesor Martínez Sánchez la solución está en “reformar la regla del gasto para que los municipios que tengan equilibrio presupuestario y no tengan deuda puedan hacer más inversiones. Habría que crear un fondo de reserva para contingencias con aproximadamente el 30% de los gastos liquidados el año anterior. Una vez hecho esto, no habría que limitar el gasto”. Esto permitiría acometer proyectos que ahora no se pueden hacer. Desde su punto de vista, es contradictorio que un ayuntamiento tenga un superávit que no puede gastar y en algunos barrios falte una escuela infantil, por ejemplo.

Principales fuentes de ingresos de los ayuntamientos
  • Tributos propios (IBI, Gestión de Residuos, IVTM, plusvalía, IAE, ICIO…).
  • La participación en los tributos del Estado (Incluye, por un lado, un porcentaje de la recaudación de IRPF, IVA e Impuestos Especiales; y, por otro lado, el Fondo Complementario de Financiación).
  • Subvenciones
  • Operaciones de crédito.
  • Multas y sanciones.
  • Ingresos procedentes de su patrimonio.
  • Donaciones.
PARA SABER MÁS

“El dinero que los ayuntamientos no pueden gastar”, por Yolanda Gómez

EN ESTE PAÍS
YOLANDA GÓMEZ,

subdirectora de Economía de ABC

“Se debería flexibilizar esta regla para los ayuntamientos, pero también aumentar las exigencias para el resto de administraciones”

El dinero que los ayuntamientos no pueden gastar

Desde los últimos coletazos de la crisis financiera y la gran recesión, los ahorros de los municipios españoles no han dejado de crecer. Al cierre de 2023 alcanzaron los 38.698 millones de euros en efectivo y depósitos, según datos del Banco de España. El montante de su deuda, sin embargo, ha seguido el camino inverso y al cierre del citado ejercicio se situaba en 23.309 millones de euros, el nivel más bajo desde 2004 y casi la mitad que sus ahorros. Estas cifras no son consecuencia de que los alcaldes de los más de 8.000 municipios que hay en España sean todos unos virtuosos de la gestión pública o unos amantes de la austeridad, sino que responden a unas estrictas reglas fiscales aprobadas en 2011 y 2012, en un intento de convencer a nuestros socios comunitarios de que estábamos dispuestos a sanear nuestras cuentas públicas y a evitar así el rescate del país.

En concreto, ese incremento de los ahorros de los municipios tiene detrás la reforma del artículo 135 de la Constitución en septiembre de 2011, con un pacto entre el entonces presidente del Gobierno socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy. Detrás de esa reforma, como más tarde confesó Rodríguez Zapatero, no solo estaban las presiones de la Comisión Europea, sino muy especialmente las del entonces presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, que, en una misiva enviada al presidente del Gobierno español, reclamaba «medidas urgentes encaminadas a devolver la credibilidad» a la deuda española.

La reforma tenía como objetivo blindar por la vía constitucional el equilibrio presupuestario de las Administraciones Públicas, y dar prioridad al pago de la deuda pública sobre cualquier otra rúbrica presupuestaria. Con estas dos medidas se pretendía mejorar la confianza de los mercados en la capacidad de la economía española para hacer frente al pago de la deuda.

Este mandato constitucional se desarrolló en 2012 con la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que fijó rígidos controles financieros para todas las administraciones. Para las corporaciones locales, esto se tradujo en la obligación de presentar presupuestos equilibrados y someterse a la regla de gasto, un mecanismo que limita su incremento. Según esta regla, el incremento de gasto está ligado al crecimiento del PIB, sin tener en cuenta si las cuentas están saneadas, si se aumentan los ingresos o si hay superávit presupuestario.

De este modo, y a diferencia de lo que ha ocurrido en las comunidades y en el Estado, que han disparado su gasto y, por tanto, su déficit y su deuda tanto para hacer frente a la pandemia como después para paliar los efectos de la crisis de inflación tras la invasión rusa de Ucrania, los ayuntamientos han seguido aumentando sus ahorros y saneando sus cuentas.

Este ahorro acumulado y este colchón financiero, que ha servido para compensar, aunque solo en parte, los abultados números rojos del resto de administraciones, genera debate tanto entre la clase política como entre los propios economistas. Si bien es cierto que estos ahorros pueden ser muy útiles en tiempos de crisis, si no pueden gastarse en lo que realmente se necesita, de poco pueden servir.

Desde 2014 se pueden emplear parte de estos ahorros en inversiones financieramente sostenibles, como infraestructuras o proyectos muy específicos. No obstante, muchos municipios, con sus cuentas saneadas y libres de deuda, no encuentran los proyectos adecuados en los que intervenir con lo que, para cumplir la ley, tienen que destinar sus superávits a amortizar deuda.

Ante esta situación son varias las alternativas que proponen los expertos para poder utilizar estos recursos. Una de ellas sería reordenar competencias, de manera que los ayuntamientos prestaran más servicios que ahora recaen en otras administraciones.

Otra propuesta sugiere invertir los ahorros en la deuda de otras administraciones, como la de las autonomías, obteniendo una rentabilidad que podría destinarse a ingresos corrientes. Esto evitaría la situación actual de mantener el dinero en depósitos, pagando incluso comisiones por ello.

Desde la Federación de Municipios y Provincias se va más allá y en varias ocasiones se ha pedido que se permita a las entidades locales reinvertir su superávit en aquello que consideren más conveniente para los ciudadanos, sin “supervisión ni autorización” por parte de otras administraciones. Se quejan los ayuntamientos de las estrictas reglas presupuestarias a las que están sometidos y que contrastan con la flexibilidad que se permite a las comunidades autónomas o a la Administración Central.

Es cierto que, a diferencia de estas administraciones, los ingresos de los ayuntamientos están mucho menos ligados al ciclo económico. El IBI, una de sus principales fuentes de financiación, es mucho menos errático que los ingresos ligados al consumo (IVA o impuestos especiales) o a las rentas (IRPF o Sociedades), con los que se financian el Estado y las autonomías. Pero también lo es que las exigencias de estabilidad son mucho mayores con los entes locales que con el resto de administraciones.

Ante esta situación el debate está abierto y lo cierto es que los grupos políticos, a pesar de la crispación, le debían dar solución. Se debería flexibilizar esta regla para los ayuntamientos, pero también aumentar las exigencias para el resto de administraciones, de manera que se eviten desequilibrios en las cuentas globales del Estado español superiores a los que ya tenemos. Al Estado y a las autonomías les vendría bien en estos momentos tener un colchón para hacer frente a la guerra arancelaria.

Nuevas formas de convivencia

FUNDACIÓN NOTARIADO

www.fundacionnotariado.org

NUEVAS FORMAS DE CONVIVENCIA

La Fundación Notariado y el Colegio Notarial de Madrid han organizado varios encuentros para analizar las reformas legales e incentivos fiscales necesarios para impulsar en España los llamados pactos asistenciales de ayuda mutua, orientados a dar respuesta a los retos que plantean las nuevas realidades sociales.
JAIME PÉREZ DE MIGUEL

Los llamados pactos asistenciales son contratos de ayuda mutua que pretenden dar una respuesta económica y asistencial a los retos y problemas asociados a las nuevas realidades vitales y a los cambios demográficos y sociológicos. En este sentido, la evolución del mercado de la vivienda, los nuevos modelos de convivencia, el envejecimiento de la población y la creciente soledad no deseada están reclamando nuevas respuestas desde el Derecho.

De izquierda a derecha: Jorge Prades (Patrono de la Fundación Notariado); Concepción Pilar Barrio Del Olmo (presidenta del Consejo General del Notariado y Fundación Notariado); José Ángel Martínez Sanchiz (expresidente del Consejo General del Notariado y Fundación Notariado); Alicia Calaza (notaria de A Estrada, Pontevedra); Albert Domingo (notario de Vilassar de Mar, Barcelona), e Ignacio Gomá (director general de Fundación Notariado).

DESDE EL NOTARIADO SE DEFIENDE LA NECESIDAD DE FORMALIZAR ESTOS ACUERDOS EN ESCRITURA PÚBLICA Y DOTARLOS DE UN MARCO LEGAL QUE FIJE DERECHOS Y OBLIGACIONES


 

El Notariado ha dado un paso al frente promoviendo soluciones y reclamando reformas legales e incentivos fiscales para impulsar este tipo de pactos. Un proyecto que dio el pistoletazo de salida con la jornada Desafíos jurídicos ante las nuevas realidades asistenciales y acuerdos de ayuda mutua, organizada por la Fundación Notariado, y que ha tenido continuidad en los últimos meses a través de diversas iniciativas, como el primer encuentro de los Desayunos notariales promovidos por el Colegio Notarial de Madrid.

De izquierda a derecha: Concepción Pilar Barrio Del Olmo y María José Segarra (Fiscal de la unidad coordinadora para la Protección de Personas con Discapacidad y Mayores).

Promover soluciones. Concepción Pilar Barrio Del Olmo, presidenta del Consejo General del Notariado y decana del Colegio Notarial de Madrid, subrayó durante estos encuentros la responsabilidad de los notarios como garantes de seguridad jurídica en estos nuevos entornos: “El Notariado está en una posición idónea para asumir un papel destacado en la respuesta a problemas como el desamparo, la soledad o la falta de vivienda”.

Durante ambas jornadas se abordaron figuras como el contrato de alimentos vitalicio, el acogimiento familiar y los pactos convivenciales de ayuda mutua, acuerdos aún poco conocidos, pero con gran potencial social. Estas fórmulas permiten organizar, de forma privada y flexible, relaciones de convivencia y asistencia entre personas mayores, jóvenes o familias vulnerables.

Desde el Notariado se defiende la necesidad de formalizar estos acuerdos en escritura pública; dotarlos de un marco legal que fije derechos y obligaciones, e incentivar su uso mediante mejoras fiscales y una regulación adaptada en el Código Civil.

IV Edición de los Premios ‘Cerca de los que están cerca’

La Fundación Aequitas y la Fundación Notariado, con la colaboración de la Plataforma de Mayores y Pensionistas, han convocado una nueva edición de los Premios Cerca de los que están cerca. Unos galardones que reconocen a las asociaciones y entidades sin ánimo de lucro que trabajan para mejorar el bienestar de las personas mayores. En sus tres años de existencia ya han congregado a más de 70 organizaciones, de las cuales siete han resultado premiadas.

Los ganadores de las tres primeras ediciones de los premios.

Los premios han recaído en proyectos desarrollados en la España rural, como Langa Dinámica, con el que la Federación de Jubilados y Pensionistas de Soria y su asociación de mayores San Miguel de Langa de Duero resultaron ganadores en la I Edición. También en iniciativas que se apoyan en las nuevas tecnologías, como Beyond the GuardiansShip, con la que la Fundación TU i NOS resultó ganadora en la categoría ‘Mayores con discapacidad’ en la II Edición. Igualmente han resultado premiados proyectos dirigidos a personas mayores que padecen una discapacidad psicosocial, como Egunon Etxea: La casa de los buenos días, con el que fue galardonada Cáritas Diocesana de Bilbao en la última edición.

Desde 2024, estos galardones se complementan con un Premio Honorífico (sin cuantía económica) otorgado a sendas instituciones de reconocida trayectoria en ambos ámbitos -mayores y mayores con discapacidad- gracias al impacto logrado por su actividad. Los ganadores son elegidos de entre las candidaturas que se hayan presentado tanto con un proyecto concreto o solamente al galardón honorífico. El jurado puede igualmente elegir por unanimidad a una institución externa de probada trayectoria, aunque no haya concurrido.

ALICIA CALAZA,
notaria

“Al notario incumbe la protección de la parte más débil, en los contratos celebrados por alimentistas de edad avanzada”

La protección de la parte más débil

El contrato de alimentos está llamado a dar respuesta a las necesidades de un amplio sector poblacional: los menores con algún tipo discapacidad cuyos progenitores planifican su cuidado para cuando ellos ya no puedan hacerlo personalmente y, los mayores que carecen de una red de apoyo familiar, y aspiran a vivir en compañía, participar e integrarse en un hogar, recibir afecto, sorteando una soledad no deseada.

Se avecina la jubilación de los baby boomers y, ante la inseguridad del modelo público de pensiones, emerge con gran preocupación la falta de liquidez de los recursos disponibles para afrontar esa ansiada fase vital. Los españoles, a diferencia de los países nórdicos, hemos destinado buena parte del ahorro a la compra de vivienda. En un escenario socioeconómico con altas tasas de precariedad laboral, elevado coste de la vida y correlativa imposibilidad de ahorro familiar, así como un parque de viviendas con un valor inalcanzable para buena parte de la población, la convivencia parece una solución provechosa para todos los implicados. Para el alimentista, la reiteración de hábitos es beneficiosa para su salud física y emocional, se encuentra protegido en su domicilio habitual. Por su parte, se facilita el acceso a la propiedad de los alimentantes.

Al notario incumbe la protección de la parte más débil, en los contratos celebrados por alimentistas de edad avanzada o en situación de vulnerabilidad se impone una particular diligencia, para apreciar sus inquietudes y preocupaciones, informar de modo claro y detallado acerca de las consecuencias jurídicas del contrato, las obligaciones asumidas, las garantías legales y aquellas otras convencionales para defender su posición jurídica.

Una reforma para afianzar la economía social

DEBATE PARLAMENTARIO

UNA REFORMA PARA AFIANZAR LA ECONOMÍA SOCIAL

El contrato de transición al trabajo ordinario permitirá la integración al mercado laboral de las personas en situación de vulnerabilidad.
La economía social sostiene en España cerca de 2,2 millones de empleos y aglutina a más de 43.000 empresas y entidades. El Gobierno ha presentado un proyecto de ley que reforma el marco normativo de este sector con el fin de adaptarlo a las nuevas circunstancias económicas y sociales.
ELVIRA ARROYO

La economía social (ES) engloba las actividades económicas y empresariales que, desde el ámbito privado, llevan a cabo entidades que ponen a las personas y el interés colectivo en el centro de su actividad. El creciente protagonismo de la ES en el tejido productivo español ha puesto de manifiesto la necesidad de favorecer su desarrollo con la actualización de la legislación vigente. Con este objetivo ha llegado al Congreso de los Diputados el proyecto de Ley Integral de Impulso de la Economía Social, en cuya elaboración se han tenido en cuenta las aportaciones del sector.

 


EL CRECIENTE PROTAGONISMO DE LA ECONOMÍA SOCIAL EN EL TEJIDO PRODUCTIVO ESPAÑOL REQUIERE FAVORECER SU DESARROLLO CON LA ACTUALIZACIÓN DE LA LEGISLACIÓN VIGENTE


 

La Confederación Empresarial Española de Economía Social (CEPES) señala que este proyecto de ley fortalecerá aún más este modelo empresarial, que está en auge tanto en España como a escala internacional, a la vez que reforzará la creación de empleo estable e inclusivo.

Esta ley se alinea también con el Plan de Acción Europeo para la Economía Social, que pretende incrementar el impacto social de estas organizaciones en la Unión Europea.

Cooperativas. El texto que se debate en el Parlamento modifica tres leyes: la Ley de Cooperativas, la Ley para la Regulación del Régimen de las Empresas de Inserción y la Ley de la Economía Social.

En lo relativo a las cooperativas, el modelo de economía social con más arraigo, la nueva regulación adapta su funcionamiento interno a las formas de comunicación y participación basadas en las nuevas tecnologías. En adelante, las cooperativas de 500 o más socios tendrán la obligación de crear e inscribir una web con un contenido mínimo que garantice la accesibilidad y la transparencia de la organización hacia sus socios. Esta web deberá inscribirse en el Registro de Sociedades Cooperativas.

También se evitará el uso abusivo de las cooperativas, en especial en los casos de subcontratación con un nivel de dependencia económica de la contratista igual o superior al 75%, lo cual sería motivo de descalificación. El objetivo es «expulsar a aquellas empresas que cometan fraude para eludir las normas del derecho laboral español», ha explicado Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno de España y ministra de Trabajo y Economía Social.

A la vez, se potencia el principio de igualdad con la creación de una comisión sobre esta materia en las cooperativas que cuenten con 50 o más socios, o en aquellas que no lleguen a tal número, si así lo acuerda el Consejo Rector. Dicha comisión estará constituida como mínimo por tres personas socias, siendo siempre un número impar.

 


LAS EMPRESAS DE INSERCIÓN ACOMPAÑARÁN TAMBIÉN A COLECTIVOS COMO LAS MUJERES
VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO O LAS PERSONAS SIN HOGAR


 

Inserción. El artículo segundo del proyecto de Ley Integral de Economía Social recoge las modificaciones de la Ley 44/2007 para la regulación del Régimen de las Empresas de Inserción, las entidades que facilitan la participación en el mercado laboral de las personas en situación de vulnerabilidad. Se incluyen en este grupo nuevos colectivos como las personas sin hogar, los desempleados de larga duración, las mujeres víctimas de violencia de género y los jóvenes en riesgo de exclusión. También serán objeto de acompañamiento las personas sin hogar que, aun trabajando, no tienen garantizados ingresos suficientes.

 


SE EVITARÁ EL USO ABUSIVO DE LAS COOPERATIVAS DESCALIFICANDO A AQUELLAS QUE COMETAN FRAUDE PARA ELUDIR LAS NORMAS DEL DERECHO LABORAL ESPAÑOL


 

Se introduce una definición de empresa de inserción más coherente con sus fines, con ajustes en su funcionamiento interno que garanticen la contratación indefinida en empresas ordinarias. Asimismo, se crea un contrato de transición al trabajo ordinario para que, cuando la persona esté preparada, se integre en el mercado laboral ordinario. La duración de este contrato no podrá ser inferior a seis meses ni superior a tres años.

CEPES ha valorado positivamente la inclusión de los centros especiales de empleo de iniciativa social dentro de las entidades de la economía social, un reconocimiento que pone en valor su papel como agentes de cambio y cohesión social.

Finalmente, se reforma la Ley 5/2011, de 29 de marzo, de Economía Social con el fin de clarificar las tipologías y el catálogo de entidades que integran el sector. El ministerio competente realizará y mantendrá al día un Catálogo de Entidades de Economía Social que recogerá los tipos de entidades reconocidas y otras que puedan sumarse. Este catálogo será público y se gestionará de forma telemática.

Las plazas vacantes para el personal funcionario interino deberán incluirse en la oferta de empleo del ejercicio en que se produce su nombramiento.
Entidades que forman parte de la economía social
  • Cooperativas: Empresas gestionadas democráticamente por sus socios, que participan en la toma de decisiones.
  • Mutualidades: Asociaciones que proporcionan servicios de previsión social a sus miembros.
  • Fundaciones y asociaciones: Entidades no lucrativas orientadas a resolver necesidades sociales específicas.
  • Sociedades laborales: Organizaciones donde los trabajadores poseen la mayoría del capital social.
  • Empresas de inserción: Sociedades mercantiles o cooperativas que ayudan a personas en situación de vulnerabilidad a conseguir un empleo y a integrarse socialmente.
  • Centros especiales de empleo de iniciativa social: Empresas que dan empleo remunerado a personas con discapacidad.
  • Cofradías de pescadores: Corporaciones de derecho público sin ánimo de lucro que representan los intereses del sector pesquero y actúan como órganos de consulta y colaboración con las Administraciones públicas.
  • Sociedades agrarias de transformación. Sociedades civiles de finalidad económico-social en relación a la producción, transformación y comercialización de productos agrícolas, ganaderos o forestales.
  • Empresas sociales: Negocios cuya finalidad principal es el impacto social o ambiental positivo.
  • Entidades singulares creadas por normas específicas
Principios fundamentales de la economía social
  • Primacía de las personas y el objetivo social sobre el capital.
  • Gestión democrática y participativa.
  • Solidaridad y cohesión social: Se fomenta la inclusión de colectivos vulnerables y la igualdad de oportunidades.
  • Compromiso con el territorio: Contribuye al desarrollo local.
  • Reinversión de beneficios: Los excedentes se reinvierten en la entidad o en proyectos sociales.
Los grupos parlamentarios opinan*

VERÓNICA BARBERO

Diputada por Pontevedra

Grupo Parlamentario Plurinacional SUMAR

X: @m_barbero

Mail: [email protected]

“Fortalecerá la economía social en toda su diversidad”

La Ley Integral de Impulso de la Economía Social actualiza la arquitectura jurídica de nuestro país para estar a la altura de un modelo económico que representa el 10% de nuestro PIB y da empleo a más de 2,2 millones de personas.

Es el resultado de 5 años de trabajo conjunto con el sector y diálogo con organismos internacionales. Cooperativas, mutualidades, empresas de inserción o centros especiales de empleo son parte esencial de nuestro tejido productivo: más de 43.000 empresas que combinan competitividad, democracia y arraigo territorial.

Esta ley fortalecerá la economía social en toda su diversidad, un sector clave en las necesarias transiciones verde y digital y la sitúa en el centro de la acción política avanzando hacia un modelo económico más justo, inclusivo y sostenible.

MARTA TRENZANO

Diputada por Valencia y portavoz de Economía Social

Grupo Parlamentario Socialista

X: @martatrenzano

Mail: [email protected]

“Reconoce la economía social como un pilar estratégico de la economía de nuestro país”

El Proyecto de Ley Integral de Impulso de la Economía Social, actualmente en tramitación en el Congreso, representa un hito fundamental en la promoción de un modelo económico justo, inclusivo y sostenible. Esta iniciativa, fruto del consenso con diversos actores del sector, busca fortalecer las empresas de economía social que, más allá de la maximización del beneficio, priorizan el bienestar de las personas y la cohesión social.

Entre sus innovaciones, destaca el reconocimiento de la economía social como un pilar estratégico de la economía de nuestro país, fomentando el acceso a recursos y el impulso de políticas públicas eficientes. Además, se establecen medidas para facilitar la creación y financiación de cooperativas y asociaciones, promoviendo la participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones. En un contexto donde la economía social cobra relevancia, esta ley se erige como un referente en la construcción de un futuro más justo y equitativo, asegurando que el progreso económico vaya de la mano de la justicia social.

*Se recogen las opiniones de los principales grupos parlamentarios que han decidido participar.

* Se recogen las opiniones de los principales grupos parlamentarios que han considerado oportuno participar.

¿Sigue defendiendo Europa la transición verde?

ÁMBITO EUROPEO

¿SIGUE DEFENDIENDO EUROPA

LA TRANSICIÓN VERDE?

La Comisión Europea ha creado dudas e inquietud entre los expertos sobre su compromiso con la transición verde después lanzar unos grandes paquetes de reformas legales llamados Ómnibus 1 y Ómnibus 2, que aspiran a reducir los requisitos que tienen que cumplir las empresas en áreas como la sostenibilidad o la diligencia debida.
GONZALO TOCA

La Comisión Europea ha puesto sus cartas sobre la mesa y ha hablado alto y claro. Según su propia versión, se propone “llevar a cabo un esfuerzo de simplificación sin precedentes, logrando una reducción de al menos el 25% de las cargas administrativas y de al menos un 35% para las pymes antes de que finalice el mandato”. Hablamos, reconoce Bruselas, de “una simplificación sustancial en el ámbito de la sostenibilidad y los programas de inversión de la Unión Europea”.

 


LA COMISIÓN EUROPEA SE PROPONE LLEVAR A CABO UN ESFUERZO DE SIMPLIFICACIÓN SIN PRECEDENTES, LOGRANDO UNA REDUCCIÓN DE AL MENOS EL 25% DE LAS CARGAS ADMINISTRATIVAS


 

Equilibro adecuado. Ahora, algunas de las regulaciones sucesivas que impulsaron las autoridades comunitarias en los últimos tres años se consideran unas “normas solapadas, superfluas o desproporcionadas que están creando una carga innecesaria para las empresas”. Y el motivo es que no contribuyen, según la Comisión, a un “equilibrio adecuado” entre las recientes exigencias en transparencia y sostenibilidad y las necesidades empresariales de “crecer, crear puestos de trabajo de calidad, atraer inversiones, obtener los fondos necesarios para la transición hacia una economía más sostenible y ayudar a la UE a cumplir los ambiciosos objetivos del Pacto Verde”.

Para los expertos consultados, el notable abanico de reformas incluidas en los paquetes legislativos Ómnibus 1 y Ómnibus 2 de la Comisión afectan, principalmente, a dos grandes normas: la Directiva CSRD (UE) 2022/2464 del Parlamento Europeo y del Consejo de 14 de diciembre de 2022, estrechamente relacionada con el reporte de información sobre sostenibilidad por parte de las empresas; y la Directiva CS3D (UE) 2024/1760 del Parlamento Europeo y del Consejo de 13 de junio de 2024, que se ocupa de la diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad.

Antoni Pigrau, catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universitat Rovira i Virgili, destaca que, si los cambios legislativos propuestos llegan a buen puerto, “entonces solo van a tener que presentar informes de sostenibilidad las grandes empresas con más de 1.000 empleados y una facturación anual que supere los 50 millones de euros”. Además, sigue, “incluso para esas grandes empresas, que no representan ni al 30% del total de las compañías, se retrasan dos años los requisitos de presentación de informes y se flexibilizan los estándares sectoriales obligatorios”.

Para Izabel Rigo, subdirectora del área de Derecho Público y Coordinadora del Máster Universitario en Derecho Ambiental de la Universidad Internacional de la Rioja, el segundo aspecto más destacable de la reforma que intenta la Comisión Europea impacta de lleno en la “diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad”.

 


EL AVANCE HACIA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA SE VE AHORA MATIZADO Y COMPENSADO POR LAS NECESIDADES DE LA COMPETITIVIDAD
EMPRESARIAL Y EL CRECIMIENTO ECONÓMICO


 

Investigar e informar. La diligencia debida obligaba a los negocios a investigar e informar sobre el cumplimiento o quebranto de las normas sobre riesgos ambientales y sociales de sus principales socios comerciales. Estos riesgos incluían un amplio espectro que iba desde el quebranto de leyes medioambientales al abuso de derechos humanos o laborales.

Izabel Rigo considera que la Comisión intenta ahora que las empresas solo investiguen e informen sobre “sus socios comerciales directos”, que no son otros que los del “primer nivel de la cadena de valor”. De este modo, sigue la experta, “no se tiene en cuenta que los mayores abusos —como violaciones de derechos humanos, explotación laboral o daños ambientales— suelen ocurrir precisamente en los niveles más bajos [y alejados] de la cadena… y en ámbitos como la extracción de materias primas o la subcontratación de mano de obra”.

Para Antoni Pigrau, Bruselas “ha vuelto a demostrar un cambio de sensibilidad que ya se estaba viendo venir en los últimos meses en cuestiones como el reglamento de deforestación o en el reporte del trabajo forzoso”. Y el principal motivo, sigue, “ha sido la presión que han ejercido las grandes corporaciones en Bruselas”, que han conseguido que el avance hacia la transición ecológica se vea ahora matizado y compensado por las necesidades de la competitividad empresarial y el crecimiento económico.

Por su parte, Izabel Rigo, confirma que “este giro no ocurre en el vacío”, porque “en febrero de 2024, 73 líderes de grandes sectores industriales —como la energía, la automoción o la minería— entregaron la Declaración de Amberes a la Comisión Europea. En ella pedían regulaciones más flexibles y menos burocracia, alegando que las normas actuales estaban lastrando la competitividad europea”.

A esto se suma, sigue la experta, “el Informe Draghi, presentado en septiembre de 2024 por el ex presidente del BCE, Mario Draghi. El informe, solicitado por la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen, propone una nueva estrategia para impulsar la economía de la UE y una de sus claves es simplificar y armonizar la regulación para facilitar el crecimiento empresarial y eliminar obstáculos dentro del mercado único”.

 


73 LÍDERES DE GRANDES SECTORES PIDIERON
REGULACIONES MÁS FLEXIBLES Y MENOS BUROCRACIA, ALEGANDO QUE LAS NORMAS ESTABAN LASTRANDO LA COMPETITIVIDAD EUROPEA


 

Pragmatismo. A pesar de las preocupaciones expresadas por expertos como Antoni Pigrau o Izabel Rigo, la línea oficial de la Comisión es que “en Europa, la sostenibilidad y la competitividad deben ir de la mano”, porque “las empresas apoyan nuestros objetivos del Pacto Verde, pero nos piden que seamos pragmáticos y sencillos”.

Bruselas reconoce que ha tomado buena nota de “las preocupaciones de las partes interesadas”, que consideran no solo que “algunas normas de presentación de informes de sostenibilidad y diligencia debida son demasiado complejas y costosas de aplicar”, sino que además “su utilidad es limitada para los inversores… lo que obstaculiza la competitividad de la UE y su impulso a la inversión”.

Por otra parte, la Comisión Europea sostiene que lo único que está haciendo es reducir burocracia innecesaria. Así, Bruselas espera que si se aplican las medidas que propone, estas podrían suponer “un ahorro total en costes administrativos anuales de alrededor de 6.300 millones de euros y la movilización de una capacidad de inversión pública y privada adicional de 50.000 millones de euros”.

Así, zanja la Comisión, “al facilitar la vida de las empresas europeas y crear un entorno empresarial más favorable, la UE puede impulsar el crecimiento y el empleo de calidad, animar las inversiones y, en última instancia, permitir que las empresas adopten la transición hacia una economía sostenible de una manera más eficaz y pragmática”. ¿Por qué? Porque es más fácil hacer frente a los sacrificios de la transición si las reglas son “adecuadas para su propósito, más proporcionadas y también más atractivas”.

Como se ve, la Comisión y sus escépticos se enfrentan a un espinoso debate que, además, deberá desarrollarse, desgraciadamente, en medio de la espectacular crisis arancelaria y geopolítica que ha provocado el presidente estadounidense Donald Trump. ¿Cuál será el resultado?

Europa opina

Para José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España, “todas las iniciativas de la Comisión Europea en materia de simplificación y paquetes ómnibus parecen realmente sustantivas y van en la dirección correcta”. Mientras tanto, Lara Wolters, vicepresidenta del Comité de Asuntos Legales del Parlamento Europeo, cree que “eliminar la responsabilidad de las normas de diligencia debida no ayuda a las empresas, sino que complica las cosas para las víctimas de la explotación laboral y es una obstrucción a la justicia y una burla para la legislación de la UE”.

Ómnibus: un instrumento controvertido
Para Izabel Rigo Portocarrero, de la Universidad Internacional de la Rioja, “la Comisión ha elegido el formato ómnibus para su nueva regulación porque le permite presentar al Consejo y al Parlamento una propuesta de modificación de las normativas mencionadas al mismo tiempo, sin tener que abrir una reforma completa de cada ley por separado”. Eso puede ser eficiente, apunta, “pero también genera preocupación cuando los cambios se hacen sin suficiente debate público o participación de la sociedad civil”.
Es más fácil hacer frente a los sacrificios de la transición si las reglas son adecuadas para su propósito, más proporcionadas y también más atractivas.
El Parlamento europeo apoya (por ahora) a la Comisión
En abril, el Parlamento Europeo votó a favor de posponer las fechas de aplicación de las nuevas leyes de la UE sobre los requisitos de diligencia debida e informes de sostenibilidad. Con 531 votos a favor, 69 en contra y 17 abstenciones, los eurodiputados apoyaron la propuesta de la Comisión, que forma parte de los esfuerzos de simplificación administrativa expresados en sus paquetes Ómnibus 1 y Ómnibus 2. Las empresas más grandes tendrán un año más para prepararse para las nuevas reglas de diligencia debida y algunas dispondrán de dos años adicionales para la elaboración de informes de sostenibilidad.

“El ‘trilema’ que envenena a la Unión Europea”, por Carlos Sánchez

ÁMBITO EUROPEO

CARLOS SÁNCHEZ,
director adjunto de El Confidencial

“Todo va tan rápido que Bruselas rectifica normas que ni siquiera habían entrado en vigor, lo que revela cierta improvisación"

El ‘trilema’ que envenena a la Unión Europea

Si rectificar es de sabios, es probable que la Comisión Europea haya acertado. Pero, como suele decirse, en el pecado lleva la penitencia. Bruselas reconoció en febrero en su comunicación oficial que con las nuevas propuestas para simplificar las normas de la UE se pretende “aunar nuestros objetivos climáticos y de competitividad”. Es más, se busca crear las condiciones “para que las empresas de la UE prosperen, atraigan inversiones, alcancen nuestros objetivos compartidos, incluidos los objetivos del Pacto Verde Europeo, y liberen todo nuestro potencial económico”.

La pregunta es obvia: ¿por qué no se conciliaron antes esos objetivos: economía y medio ambiente? También la respuesta es obvia: porque los tiempos, como en la canción de Dylan, están cambiando y tras la pandemia y, sobre todo, la guerra en Ucrania, los gobiernos y la propia Comisión Europea observan cuestiones como el fenómeno del cambio climático de otra forma. Y ahí está el regreso del carbón en algunos países, el creciente debate sobre la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares o la suavización de normas fitosanitarias, una demanda histórica de muchos agricultores europeos que están convencidos de no compiten en igualdad de condiciones con el resto del mundo. Lo paradójico está en que todo va tan rápido que Bruselas rectifica normas que ni siquiera habían entrado en vigor, lo que revela cierta improvisación.

El equilibrio entre economía y medio ambiente, como se sabe, es un viejo debate sin resolver. Seguramente, porque no tiene solución. Nuestro propio pensamiento cambia según las circunstancias, y hoy los gobiernos están sometidos a un trilema difícil de resolver: actuar contra el cambio climático, asegurar al mismo tiempo el crecimiento económico y, por último, aunque no menos importante, competir en mercados internacionales con países menos comprometidos con el medio ambiente. Se podría añadir otro dilema. El contexto político ha cambiado tanto que ahora, por primera vez, partidos ya asentados en el espacio político europeo, han visto en las normas medioambientales un argumento propicio para crecer electoralmente, lo que explica que Bruselas actúe mirando con el rabillo del ojo ante el creciente peso de esas formaciones.

La Comisión Europea, sin embargo, como en el viejo adagio de un político conservador español, tiene razón cuando rectifica. Exigir los mismos —o parecidos— requisitos a las empresas pequeñas que a las grandes en materia de sostenibilidad sólo conduce a un deterioro del tejido productivo más vulnerable. Entre otras razones, como reconoce Bruselas, porque son las empresas más grandes las que tienen más probabilidades de tener mayor impacto en las personas y el medio ambiente. Es de perogrullo, pero hasta ahora las normas pasaban por alto esta circunstancia en muchos aspectos.

Es verdad que han sido necesarias movilizaciones en el agro europeo para llegar a esta rectificación y que es una buena noticia. Sólo cabe que la simplificación de normas no sólo afecte al agro europeo, sino que Bruselas sea más ambicioso y lo extienda a otras actividades. Es un hecho que las cargas administrativas, en particular para las pymes, son en muchos casos excesivas. Es posible que debido al pobre funcionamiento de lo que se ha llamado principio de subsidiaridad, es decir, que la toma de decisiones (en este caso la carga burocrática) esté cerca del lugar de residencia del ciudadano o de la empresa afectada. Hoy, mucha información obra en poder de los Estados y carece de sentido una vigilancia tan estrecha por parte de Bruselas.

No hay que olvidar, en todo caso, que con la nueva propuesta de la Comisión no desaparecen los requisitos, sino que lo que ganan las pymes es tiempo para aplicar las normas. El Parlamento Europeo ya ha aprobado la directiva Stop-the-clock (parar el reloj) que demora dos años la obligación de presentar información sobre sostenibilidad para las grandes empresas y pymes cotizadas, y un año la transposición de la directiva sobre diligencia debida. Es decir, la norma que obliga a las empresas a estar vigilantes sobre las violaciones de derechos humanos o los posibles daños medioambientales que se puedan producir en toda la cadena de producción, independientemente del lugar en que se produzcan.

¿Cuál es el riesgo? Ni más ni menos que en el actual contexto geopolítico —EEUU ha vuelto a abandonar el Acuerdo de París tras la llegada de Trump— la Unión Europea olvide o, al menos, diluya los compromisos plasmados en el Pacto Verde europeo, algo más que necesario independientemente de la coyuntura de los gobiernos. Entre otras razones, porque el cambio climático no entiende de fronteras ni de política. Ni, por supuesto, de alianzas entre partidos para evitar erosiones electorales por la derecha.

Sobre el papel, por el momento, se mantienen firmes los objetivos del Pacto Verde hasta alcanzar la neutralidad en las emisiones de carbono en 2050, pero con una nueva filosofía que pone el énfasis en el célebre gato blanco o gato negro.

O expresado de otra forma, a la UE le da igual qué energía se utilice para alcanzar ese objetivo, ya que prima el principio de neutralidad tecnológica. Esto significa que Bruselas traslada a los Estados el debate sobre qué tipo de fuentes energéticas son más compatibles con el medio ambiente. La polémica no ha hecho más que comenzar. Probablemente, porque la sostenibilidad medioambiental, la competitividad de las industrias (no sólo las tradicionales) y la seguridad en el aprovisionamiento energético son hoy los vectores por los que transita el mundo. Y encontrar una solución al trilema es más necesario que nunca.

Guerra arancelaria: historia y enseñanzas

ALDEA GLOBAL

GUERRA ARANCELARIA: HISTORIA Y ENSEÑANZAS

La historia nos ha demostrado, en más de una ocasión, que nunca ha sido buena idea repetir acciones cuyas consecuencias fueron fracasos y menos en materia macroeconómica. La tentación puede ser pensar que las circunstancias en que se llevaron a cabo aquellos movimientos con final caótico son distintas de las que nos rodean años más tarde. Esto, en el mejor de los casos, porque en el peor, personalismos, egocentrismos e ideologías un tanto obtusas acaban nublando las mentes de los tomadores de decisiones, hasta el punto de no dejarles ver el pasado; el suyo propio, incluso.
MELCHOR DEL VALLE
El actual caos económico en el mundo (ilustración generada por IA).

HEMOS PEDIDO A DOS PROGRAMAS DE IA GENERATIVA QUE ILUSTREN LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS GLOBALES EN LA ACTUALIDAD. LOS RESULTADOS NO PUEDEN SER MÁS DESALENTADORES

Hay quien mantiene que nuestra civilización no habría tenido lugar si no hubiese mediado el comercio o, si se prefiere, el intercambio de unas mercancías por otras, primero, y el de productos por monedas, después. A partir del neolítico, al menos, el necesario desplazamiento de los primeros vendedores hacia los territorios de sus clientes, o de los compradores hacia los de sus proveedores, fue también el vehículo de intercambio de técnicas, descubrimientos, actitudes sociales… y seguramente también de momentos de reposo compartiendo genes, lo cual fue más que imprescindible para evitar los inconvenientes de la endogamia. Poco a poco, con camellos, a caballo o en barcos, las grandes rutas de comercio internacional se instalaron en nuestras vidas. Y así viene siendo con más sobresaltos que alegrías, porque las políticas de los Estados en ese terreno han transitado del liberalismo al proteccionismo y viceversa; y ambas corrientes han dejado sus enseñanzas.

 


EN 1930 SE PROMULGÓ LA LEY ARANCELARIA SMOOT-HAWLEY QUE AFECTÓ A MÁS DE 20.000 PRODUCTOS CON UNA MEDIA DEL 40% DE TASAS


 

La Belle Époque. Podemos tomar como referencia, por no ir más lejos, la segunda revolución industrial, cuyo inicio se fecha, aproximadamente, en 1870 y termina en 1914. Aquellos fueron los tiempos del ‘patrón oro’, como solución al cambio de divisas, de nuevas fuentes de energía (gas, electricidad), de modernos materiales (acero), de métodos de transporte novedosos (automóvil, avión, ferrocarril con máquinas de vapor) y del inicio de las telecomunicaciones (radio, telégrafo). Unos y otros factores contribuyen a un notable crecimiento económico y a un incremento del 5% anual en el comercio mundial.

Nos situamos, pues, en una primera globalización, con intercambios comerciales casi sin cortapisas, a los que se puede añadir un creciente movimiento de capitales, grandes migraciones y un destacado periodo de paz. Alguien denominó ese lapso como La Belle Époque y la economía iba viento en popa… Pero el declive de Reino Unido como potencia de referencia dio una oportunidad a Estados Unidos y a Alemania, que optaron por el proteccionismo e iniciaron una competición arancelaria. Ese nacionalismo económico trajo a esos países algunos efectos positivos, cómo no, a muy corto plazo, pero muchos negativos; el principal, por el coste de vidas y recursos, afectó también a muchos más: la Primera Guerra Mundial.

Los felices años veinte. Nos situamos en el periodo entre guerras y nos fijamos en tramo entre 1919 y 1929. Las crónicas de la economía nos hablan de una bonanza económica nunca vista. Había que reconstruir un mundo que acababa de salir de una guerra. EE.UU. recibía pagos por las deudas que habían contraído países como Reino Unido y por la venta de productos que la vieja Europa no estaba en disposición de fabricar. Con más demanda que oferta en el país americano, no tarda en producirse un incremento de precios que lleva, sobre todo, a los consumidores estadounidenses a comprar a crédito por encima de sus posibilidades. Las aparentes posibilidades de negocio invitan a la inversión, también a crédito a veces, lo que da lugar a la burbuja financiera que trajo consigo el Martes Negro (29 de octubre de 1929) y el inicio de la Gran Depresión.

En un intento de proteger, inicialmente, a los agricultores estadounidenses, se promulga la Ley Arancelaria Smoot-Hawley (1930), que afectó, a la postre, a más de 20.000 productos con una media del 40% de tasas, que en algunos casos fueron del 100%. Esto no solo fue ineficaz, sino que generó el consiguiente caos en el comercio internacional. Países como Canadá, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido aplicaron como respuesta sus propios aranceles a productos made in USA. El resultado fue que la cooperación internacional se debilitó, con unos datos escalofriantes que muestran la realidad de estos gestos de nacionalismo económico: las exportaciones estadounidenses cayeron un 61% en el siguiente trienio y el comercio mundial se contrajo más de un 60%. Si añadimos a los problemas económicos las tensiones geopolíticas, queda servido el caldo de cultivo perfecto para el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Abandono del proteccionismo. Afortunadamente, no toda política de nacionalismo económico acaba en guerra, aunque sus efectos a medio y largo plazo nunca han sido positivos. Incluso tenemos ejemplos, como el de India, de qué sucede si se abandona. Hasta las reformas económicas que emprendió en la última década del pasado siglo, el país se enfrentaba a una más que segura situación de quiebra. Pero el cambio de políticas trajo consigo la reducción o supresión de los aranceles proteccionistas y la eliminación de las licencias de importación para la mayoría de los bienes, así como de restricciones a la inversión extranjera, entre otras cosas. Algo más de tres décadas después de haber salido del aislamiento proteccionista, ya es un actor económico mundial, miembro de G20 y de los BRICS, que solo ha registrado una pequeña recesión en 2020 (pandemia) y que atrae un importante volumen de inversión extranjera directa. Su PIB per cápita ha pasado de los 302,88 USD en 1993, con 926,3 millones de habitantes, a los 2.480,79 USD en 2023, con 1.438 millones.

Camino hacia el declive. Volvemos a lo que decíamos al principio y que resume la frase de George Santayana: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”. Bueno, sí: la idea tiene muchos padres, tales como Orwell, Churchil…, aunque el filósofo español afincado en EE. UU. y educado en Harvard parece que fue el primero en expresarlo. Y esto nos lleva, por compañerismo universitario, a Dani Rodrik, profesor de la Cátedra Ford Foundation de Economía Política Internacional de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard. Podemos recordar de él que es crítico con la hiperglobalización. Lo justifica diciendo que “el libre comercio sin restricciones ha provocado sensación de desconexión entre la gente común y las élites políticas”.

 


ALGO MÁS DE TRES DÉCADAS DESPUÉS DE HABER SALIDO DEL AISLAMIENTO PROTECCIONISTA, INDIA YA ES UN ACTOR ECONÓMICO MUNDIAL, MIEMBRO DE G20 Y DE LOS BRICS


 

Pues bien, en la última Reunión Anual del Foro Económico Mundial (Davos, febrero de 2025), Rodrik insistió en que: “La autosuficiencia es un camino hacia el declive económico. Ningún país, ni siquiera Estados Unidos o China, puede prosperar sin que los mercados reciban insumos del resto del mundo, obtengan tecnología en la que no están a la vanguardia, accedan a mercados para sus exportaciones, etc.”. A lo que añadió: “No creo que el aislacionismo sea un camino que los nacionalistas económicos inteligentes elegirían”. Y sí: ha dicho “inteligentes”.

Unidos por los aranceles

Si hablamos de ideólogos, tanto la Ley Arancelaria Smoot-Hawley (1930), como la proclamada como ´El día de la Liberación´ (2025), tienen dos nombres controvertidos: Reed Smoot y Peter Navarro. Smoot, junto a Willis Hawley, promovió desde su puesto en el Senado de EE.UU. la imposición de elevados aranceles a más de 20.000 productos, con el consiguiente caos económico internacional (agravamiento de la Gran Depresión y aumento de los nacionalismos económicos en Europa). Era líder de una organización religiosa a la que se acusaba de prácticas contrarias a la Constitución de EE.UU. (poligamia) y albergaba sentimientos de venganza por los agravios contra sus creencias; un comité de investigación del Senado recomendó su expulsión, aunque la mayoría republicana lo mantuvo.

El economista Peter Navarro es el principal asesor comercial de la actual Administración estadounidense e inspirador de las políticas arancelarias de la Casa Blanca. En sus libros cita con frecuencia como referente a Ron Vara, que en palabras de Navarro es “un estudiante de doctorado de Harvard que se convirtió en un brillante corredor de bolsa y en un Príncipe Oscuro del Desastre”. Lo sorprendente es que Ron Vara es un alter ego de Navarro (mismas letras, cambiadas de orden), como descubrió una profesora emérita de la Universidad Nacional Australiana. Es decir: sus referencias argumentales en política comercial son… ¡él mismo!

Una mirada a los Acuerdos de Bretton Woods

Aún sin finalizar la II Guerra Mundial, solo unas semanas más tarde del desembarco de Normandía, tuvo lugar la conferencia monetaria de las Naciones Unida (julio de 1944) que fijó unas políticas económicas que se mantuvieron vigentes hasta la crisis del petróleo de los años 70. El objetivo de los acuerdos era abandonar el proteccionismo reinante tras la Gran Guerra y establecer el marco en el que se moviesen la economía y las finanzas internacionales. No puede haber paz, se decía ahí, si no existe la libertad comercial. Fue también el nacimiento del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, usando el dólar estadounidense como moneda de referencia internacional. Y esta fue la razón del final de los acuerdos: embarcados en la Guerra de Vietnam, Estados Unidos imprimió dólares en cantidad para financiar la contienda. Con déficit comercial en 1971 y problemas con las reservas de oro de Fort Knox, la administración norteamericana aplicó un arancel temporal del 10% que, en este caso, ayudó a reequilibrar el comercio internacional. Una de las consecuencias del proceso fue el paulatino abandono del patrón oro y la adopción del sistema de tipos cambiarios fluctuantes.

La IA nos muestra un panorama económico demasiado inquietante.

PARA SABER MÁS

Patada a la escalera. La verdadera historia del libre comercio.
Ha-Joon Chang. Ensayos de economía, Nº42 (Universidad Nacional de Colombia, 2013).

Policy space and the origins of the multilateral economic system.
UNITED NATIONS. New York and Geneva, 2014

Smoot-Hawley Tariff.
Anthony O’Brien. EH.Net Encyclopedia, edited by Robert Whaples (2001).

«EE.UU.: un suicidio económico a cámara lenta», por Enrique Feás

ALDEA GLOBAL
ENRIQUE FEÁS,
técnico comercial y economista del Estado. Investigador principal del Real Instituto Elcano

“Estábamos acostumbrados a crisis mundiales por eventos inevitables, pero no a un suicidio económico a cámara lenta derivado de decisiones estrictamente políticas”

EE.UU.: un suicidio económico a cámara lenta

“Cientos de empresas se enfrentan a la posibilidad de cerrar. Decenas de miles de puestos de trabajo están en juego. Se han suspendido muchos pedidos, y podrían agotarse pronto las existencias para consumidores estadounidenses. (…) Muchas empresas (…) no pueden absorber aranceles tan altos, ni trasladar estos costes. Sin un alivio inmediato de los aranceles recíprocos, simplemente cerrarán. (…) Los fuertes aumentos de precios derivados de estos aranceles impedirán que los consumidores estadounidenses tengan opciones asequibles. Además, estos aranceles no impulsarán la vuelta de la fabricación de calzado a Estados Unidos. Se necesita una inversión en capital significativa y años de planificación para cambiar el abastecimiento. De hecho, los nuevos aranceles eliminan la certidumbre empresarial necesaria para realizar este tipo de inversiones y destruyen todo el capital necesario. (…) También hay un arancel recíproco sobre la maquinaria y los materiales necesarios para fabricar calzado en los Estados Unidos”.

Nadie mejor que las propias empresas estadounidenses para exponer la pésima idea de imponer aranceles prácticamente universales sobre todos los productos importados. El texto anterior forma parte de una carta dirigida al presidente Trump por un grupo de 76 empresas fabricantes de calzado que incluyen a Nike, Adidas, Skechers o Under Armour, cuyas cuentas de resultados comienzan a ser insostenibles.

Más allá de la crisis política e institucional, la segunda legislatura de Trump no ha podido empezar con peor pie desde el punto de vista económico. Comenzó imponiendo aranceles contra Canadá y México –con quienes había firmado en su primer mandato una actualización del acuerdo de libre comercio– y contra China; luego un arancel general al acero y al aluminio y, finalmente, el 2 de abril –fecha que bautizó como el “Día de la Liberación”– un arancel general mínimo del 10% y otro adicional frente a todos los países con los que Estados Unidos presenta un déficit comercial, usando un concepto de “arancel recíproco” sin ninguna justificación teórica. El pánico generado entre las empresas estadounidenses le llevó días después a posponer la aplicación de este último arancel (la parte superior al 10%) durante tres meses, y a eximir a determinados productos tecnológicos, generando caos, incertidumbre y sensación de arbitrariedad. Desde entonces, cada día hay una nueva decisión por la que se ponen o se quitan aranceles sin coherencia alguna.

Trump, que se ha definido a sí mismo como el “hombre-arancel” en honor a William McKinley –el 25º presidente estadounidense, que gobernó entre 1897 y 1901 y se hizo famoso por su proteccionismo, además de por declararle la guerra a España– cree sinceramente que los aranceles, una herramienta del siglo XX, siguen funcionando en la economía globalizada del siglo XXI. El presidente insiste una y otra vez en que no generarán aumentos de precios para los consumidores, sino que los pagarán en última instancia los exportadores (reduciendo sus precios de venta); que generarán ingresos que permitirán reducir los impuestos a las empresas; que reducirán el déficit comercial bilateral; o que incentivarán el regreso de empresas manufactureras a Estados Unidos, revitalizando la producción y el empleo industriales.

La realidad, sin embargo, resulta bastante tozuda, como demuestra la carta de las empresas. El desarrollo de las cadenas de valor globales desde la década de los 90 del siglo pasado hace que en la actualidad la importación resulte esencial para la fabricación nacional y la exportación a precios competitivos: sin importar, nadie puede hoy producir ni exportar. La incertidumbre arancelaria, además, está acelerando la importación y desacelerando la inversión, hipotecando el crecimiento futuro. Bloquear las importaciones con aranceles desorbitados (del 145% en el caso de China) no va a proteger a la industria estadounidense, sino todo lo contrario: puede llegar a paralizarla. Los mercados, que no entienden de relatos épicos, ya han comenzado a asustarse, y de hecho la subida del bono del Tesoro estadounidense ha sido el único factor que ha hecho recular a Trump (no así el hundimiento de la Bolsa).

Trump y sus asesores económicos creen que el dólar está sobreapreciado, lo que perjudica sus exportaciones. Cuando en 1964 el entonces ministro de economía francés Giscard d’Estaing dijo que el papel del dólar como moneda de reserva mundial suponía un “privilegio exorbitante” para Estados Unidos que le eximía de preocuparse por el saldo de su balanza de pagos seguro que no contaba con que, 60 años después, un presidente estadounidense estaría dispuesto a renegar de ese privilegio y hundir su economía para mejorar ligeramente la balanza comercial, un saldo sin ninguna trascendencia económica (el único relevante es el de la balanza por cuenta corriente, que refleja la diferencia entre lo que un país ahorra y lo que invierte). La prueba de que la especialización es mucho más importante que el tipo de cambio es que Estados Unidos tiene una balanza de servicios superavitaria con casi todos los países del mundo.

Aislar a Estados Unidos del resto del mundo es una pésima idea que corre el peligro de desacelerar la economía y el comercio globales y tensionar los mercados financieros. Estábamos acostumbrados a crisis mundiales por eventos inevitables, pero no a un suicidio económico a cámara lenta derivado de decisiones estrictamente políticas. Si la propia política no corrige esta situación, serán los mercados quienes terminen haciéndolo, y de una forma bastante más costosa.