Digitalización notarial: mayor seguridad y agilidad para la empresa

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DIGITALIZACIÓN NOTARIAL: MAYOR SEGURIDAD Y AGILIDAD PARA LA EMPRESA

Los casi 3.000 notarios que ejercen en nuestro país son también garantía de seguridad jurídica en el entorno digital. La entrada en vigor de la Ley 11/2023 ha permitido la creación del protocolo electrónico, la generación de copias electrónicas para particulares y empresas y la prestación de algunos servicios notariales íntegramente online.

ALEJANDRO MOYA BLAY
El presidente del Consejo General del Notariado, José Ángel Martínez Sanchiz, explicó en Foro Confilegal Especial Notariado las novedades que aceleran y facilitan los servicios notariales.

Sobre estos aspectos dialogaron el presidente del Consejo General del Notariado (CGN), José Ángel Martínez Sanchiz; el director general del centro tecnológico del Notariado, Ancert, Alberto Martínez Lacambra; y el director de Economía y Políticas Sectoriales de Cepyme, Francisco Vidal. El debate tuvo lugar en una sesión del Foro Confilegal; un espacio de debate organizado por el medio y moderado por su director, Carlos Berbell.

 


JOSÉ ÁNGEL MARTÍNEZ SANCHIZ: «NUESTRA FUNCIÓN SE BASA EN EL CONTACTO CON LAS PERSONAS, QUE MANTENEMOS EN LAS NOTARÍAS Y HEMOS EXTENDIDO CON LOS SERVICIOS DIGITALES»


 

Los representantes del cuerpo notarial y de la patronal de la pequeña y mediana empresa pusieron sobre la mesa los cambios que han traído consigo las medidas de digitalización de las actuaciones notariales, recogidas en la Ley 11/2023, en vigor desde el pasado 9 de noviembre, y su impacto en el sector empresarial, particularmente en las pymes.

El presidente del CGN remarcó que estas novedades suponen un gran avance y un hito histórico para el Notariado, pero no una transformación de la función que tradicionalmente desarrollan los notarios. “Estos servicios online facilitan el acceso de los ciudadanos al notario. Nuestra función se basa en el contacto con las personas, que mantenemos en las notarías y hemos extendido al entorno digital”, subrayó.

Videoconferencias notariales

Según Martínez Sanchiz, la normativa introduce dos mejoras fundamentales. En primer lugar, la posibilidad de realizar ciertos actos por medio de una videoconferencia en la Sede Electrónica Notarial, que tiene la máxima calificación -nivel alto- en el Esquema Nacional de Seguridad, a la cual se accede a través del Portal Notarial del Ciudadano.

En esta web ciudadanos y empresas pueden solicitar cita con el notario que elijan para pedirle diversos servicios online, como realizar el otorgamiento de algunos poderes o la constitución de una sociedad limitada. También, las videoconferencias notariales van a permitir solucionar situaciones societarias en las que es difícil reunir presencialmente a todas las personas, como ampliaciones de capital o nombramientos de administradores, y facilitar la financiación, agilizando la firma de créditos no hipotecarios o pólizas.

 


ALBERTO MARTÍNEZ LACAMBRA: «EN APENAS DOS MESES, LOS NOTARIOS HAN DEPOSITADO 1.300.000 PROTOCOLOS ELECTRÓNICOS EN LA SEDE ELECTRÓNICA NOTARIAL»


 

Verificación de la identidad

En lo relativo a la comprobación de la identidad, el presidente del Notariado explicó que “la acreditación en el Portal Notarial supone una verificación inicial, puesto que requiere también registrarse con un certificado electrónico cualificado, Cl@ve Pin o acudiendo previamente a una notaría. Además -continuó- el sistema cruza la información con la base de datos de la policía para comprobar que el carnet de identidad o DNI no ha sido sustraído o se ha perdido”.

Alberto Martínez Lacambra señaló que desde el centro tecnológico del Notariado, Ancert, están trabajando para integrar un software que permite detectar si el documento de identidad que se muestra en imagen es auténtico o se trata de una copia.

Copias autorizadas electrónicas

Esta ley también permite generar copias autorizadas electrónicas de los documentos notariales, que hasta ahora solo podían circular en un circuito cerrado con las administraciones públicas, para que cualquier particular o empresa disponga de ellas mediante un código seguro de verificación (CSV), pudiendo acceder incluso desde su teléfono móvil.

Para Francisco Vidal este es “un instrumento ideal para la empresa” y refuerza la seguridad jurídica, “por la trazabilidad del proceso, especialmente con el uso de estos CSV que permiten conocer la situación actualizada de un documento público en el momento de su utilización”.

Agilidad y eficiencia para las empresas

En España existen cerca de tres millones de sociedades, de las cuales un 93 % son microempresas. Particularmente, “700.000 empresas constan de uno o dos trabajadores y más de millón y medio son autónomos sin empleados. Con estos recursos laborales cualquier medida que lleve a procesos más eficientes es vital”, apuntó Francisco Vidal.

En opinión del director del área económica de Cepyme, poder realizar un acto de forma telemática con varias personas que se encuentran en diferentes lugares, que de otra manera podría verse retrasado varios meses, “ahorra tiempo y dinero porque hay un coste de oportunidad en ciertas operaciones”.

Adaptación rápida y segura

El Notariado está afrontando este proceso de transformación, no exento de complejidad, de una manera ágil y con la mayor seguridad. “La adaptación está siendo magnífica. En apenas dos meses, los notarios han depositado 1.300.000 protocolos electrónicos en la Sede Electrónica Notarial”, explicó Alberto Martínez Lacambra.

El director del centro tecnológico del Notariado, Ancert, hizo hincapié en que la seguridad en el tráfico digital de documentos entre notarios, administraciones, empresas y ciudadanos está garantizada y remarcó que el Notariado español es referente, no solo por su función, sino por su tecnología.

“Llevamos más de 20 años trabajando con nuestro centro tecnológico. Todos los notarios del territorio nacional estamos conectados mediante una red que nos permite disponer de iguales medios, tanto a aquellos que se encuentran en grandes ciudades, como a los que prestan servicio en pequeños núcleos rurales”, añadió Martínez Sanchiz.
Por último, Martínez Lacambra animó a empresas y ciudadanos a aprovechar esta “oportunidad” y registrarse en el Portal Notarial del Ciudadano (www.portalnotarial.es), que ya cuenta con más de 370.000 usuarios.

Freno a la morosidad

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FRENO A LA MOROSIDAD

En Europa no se ponen de acuerdo. Mientras que la Comisión Europea quiere aprobar un reglamento que limite el plazo de los pagos a proveedores y endurezca las sanciones por retrasarse, el Parlamento Europeo parece decidido a dar largas al proyecto. A esto hay que sumar que tendría que pasar por la aprobación del Consejo de la UE, donde el rechazo parece ser casi unánime.
FERNANDO GEIJO,
El nuevo reglamento endurecería las sanciones por retraso en el pago a proveedores.

Alrededor del 99% del tejido empresarial de la Unión Europea (UE) está compuesto por pymes y autónomos. Una cifra nada desdeñable desde el punto de vista estadístico que, sin duda, da idea de la magnitud e importancia del colectivo que ansiaba una regulación más efectiva de la morosidad en el pago de sus facturas. Una oportunidad para, de paso, eliminar ambigüedades en los plazos de abono, acotados a un máximo único de 30 días común para toda la UE, que atañe a todas las operaciones comerciales, realizadas tanto con grandes compañías como con Administraciones públicas.

 


EUROPA PROPONE POR PRIMERA VEZ MULTAR A EMPRESAS Y ADMINISTRACIONES MOROSAS


 

El nuevo Reglamento sobre la morosidad (Late Payment Regulation, por su denominación en inglés), cuya aprobación estaba prevista para antes de las elecciones al Parlamento Europeo, en junio de 2024, y que derogaría la vigente Directiva sobre medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales, trata de poner coto a una práctica recurrente llevada a cabo, principalmente, por multinacionales e importantes corporaciones al alargar más allá de los límites legales el pago de sus facturas a proveedores, con aplazamientos que, en ocasiones, llegan a superar los 120 días de demora.

Vigilancia reforzada

La futura legislación contempla que sean los propios Estados miembros quienes se encarguen de aplicar el régimen sancionador acordado, respetando siempre el espíritu de la norma, que habla de “sanciones efectivas, proporcionales y disuasorias”.

El objetivo no es otro que garantizar la aplicación efectiva del reglamento. Para ello, cada Estado designaría a la autoridad, que pueden ser varias, responsable última de su funcionamiento. Entre sus facultades se encontraría la potestad para realizar inspecciones sobre el terreno, así como la capacidad para imponer multas y, en su caso, medidas cautelares al responsable de la infracción.

Cuando se produjera un impago, se pondría en marcha de forma obligatoria, automática y sin que el acreedor siquiera lo solicite, el mecanismo para reclamar los intereses de demora sobre la cantidad adeudada, a lo que habrá que sumar un 8% adicional en función de cómo estén en ese momento los tipos de referencia del Banco Central Europeo (BCE), mientras que para los países de la UE que aún no han adoptado la moneda común, el tipo lo fijaría el respectivo banco central nacional.

Los expertos consideran que la instauración de un régimen sancionador es el único camino para conseguir la reducción en los plazos de reembolso de las facturas, habida cuenta de las dificultades en la materia registradas, por ejemplo, en España, tras múltiples intentos previos y prórrogas parlamentarias para regular este asunto.

 


LA UE REDUCIRÍA EL TIEMPO PARA AGILIZAR EL PAGO DE FACTURAS A UN MÁXIMO DE 30 DÍAS


 

Mejoras efectivas

El nuevo reglamento, que derogaría una directiva que data nada menos que de 2011, pretende aportar certeza a pymes y autónomos, dado que la anterior normativa no fue transpuesta por todos los Estados de la UE. O sea, lograr la necesaria armonización en el conjunto de los 27 países que integran el bloque comunitario.

Otra diferencia con el escenario presente es que la inminente legislación poseería un carácter legal reforzado, al tratarse de un reglamento -de aplicación rápida y directa- frente a la actual directiva, lo que facilitaría la eliminación de cualquier tipo de ambigüedad y/o laguna.

Esta iniciativa legislativa forma parte de una batería de medidas emanadas desde la Comisión Europea de cara a apoyar al amplio ecosistema europeo de pymes y autónomos. De hecho, incluye también la simplificación burocrática, histórica demanda de las asociaciones sectoriales, al objeto de que las pequeñas y medianas empresas puedan calcular su base imponible según las reglas del país en el que tienen su sede y, de esta manera, presenten una única declaración de impuestos ante la Hacienda de ese Estado. Una disposición que, según los técnicos comunitarios, reduciría en cerca de un tercio sus costes administrativos, con el ahorro de alrededor de 34.000 millones de euros al año.

La relevancia de esta iniciativa se refuerza, además, con el dato aportado por los expertos de la propia Comisión, al calcular que el recorte en un solo día de los retrasos en los reembolsos podría ahorrarles a las empresas europeas cerca de 160 millones de euros en costes de financiación.

El último de la fila

La propuesta de Bruselas garantizaría igualmente el pago automático de los intereses acumulados y las tasas de compensación, al introducir medidas en este sentido para proteger a las empresas de pagadores olvidadizos.

En este sentido, prevé el resarcimiento por los denominados costes de recuperación, al determinar que el deudor debe pagar de forma automática al acreedor una indemnización por los costes de cobranza. Es decir, una compensación a tanto alzado de 40 a 50 euros, o su equivalente, por transacción comercial abonada con retraso. Con ello, se delimitaría la inequidad que supone que el propio acreedor se haga cargo de los intereses generados por la dilación.

Asimismo, no hay que olvidar que este tipo de situaciones genera un efecto arrastre en la cadena de cobros, como en el caso de las subcontratas en algunos grandes concursos públicos que, en ocasiones, deben esperar un tiempo extra para percibir sus honorarios por parte de los proveedores, en vez de cobrar directamente de la Administración pública en cuestión.

La asimetría y el abuso de poder están presenten en el texto de justificación de las razones para poner en marcha el nuevo reglamento, derivado del paquete de medidas integradas en el denominado SME Relief Package, recientemente anunciado a bombo y platillo por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su último discurso sobre el Estado de la Unión.

 


UNA DE CADA TRES PYMES CERRÓ EN ESPAÑA POR CULPA DE LA MOROSIDAD


 

No cabe duda de que las condiciones de cada coyuntura financiera afectan a todos los agentes y empresas. Sin embargo, en el reparto de cartas de la competencia empresarial, no es lo mismo jugar la partida económica siendo una multinacional que una pyme. En definitiva, se trata de una esperada iniciativa impulsada desde la Comisión que, en esta ocasión, pone el foco como nunca antes en tratar de equilibrar la balanza de oportunidades entre los Davides y los Goliats.

Ventajas añadidas

El adelanto en el pago de las facturas entraña evidentes mejoras, sobre todo para pymes y autónomos, entre las que se encuentran:

  • Mejorar la liquidez mediante el incremento del flujo de caja.
  • Aumentar la competitividad.
  • Disminuir los costes de financiación.
  • Acceder a nuevas oportunidades de inversión y comerciales.
  • Simplificación burocrática y un marco regulatorio más efectivo.
El 99 % del tejido empresarial de la UE está compuesto por pymes y autónomos.

Consecuencias del impago

El último Informe sobre Morosidad, relativo a 2022, elaborado por la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad, refleja que:

  • El plazo medio de pago del sector privado en España fue de 67 días, por encima del límite legal de 60 establecido en la Ley 15/2010.
  • En el caso de las Administraciones públicas también ascendió a 67 días, superior a los 30 días fijados como límite un año antes en la Ley de Creación y Crecimiento de Empresas.
  • El 53% de las pymes pagó sus facturas a tiempo, mientras sólo lo hizo un 25% de las grandes empresas.
  • Un 22% de empresas cobró en plazo de la Administración pública, frente a un 34% que lo hizo muy por encima del mismo.
  • Un 22% de las Administraciones autonómicas pagó dentro del marco legal y un 29% muy por encima, mientras que, en el caso de las municipales, el 21% cumplió con el límite legal frente a un 30% que lo sobrepasó sobremanera.
  • El 94% de los proveedores encuestados admitió que no exigió la indemnización legal por retraso o impago.
  • Una de cada cuatro empresas en la UE y una de cada tres en España, cerró por culpa de la morosidad.

OJO AL DATO

Propuesta de reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a la lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales.

Informe sobre Morosidad Estudio Plazos de Pago en España 2022. Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM).

Comunicado de la Comisión Europea al Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité Europeo de las Regiones. Paquete de ayuda para las pymes. Comisión Europea.

«Hacia una regulación europea de la morosidad», por Gerardo Cuerva

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Gerardo Cuerva.
GERARDO CUERVA,

presidente de CEPYME

"Es urgente homogeneizar las normas contra la morosidad en el ámbito europeo para garantizar que todas las empresas cuentan con las mismas reglas"

Hacia una regulación europea de la morosidad

La morosidad en las operaciones comerciales es un problema generalizado en Europa, que tiene graves efectos negativos sobre la liquidez de las empresas y afecta de manera especial a las pymes, por sus menores recursos y capacidad de negociación con los proveedores y clientes, y mayor debilidad para afrontar el retraso de pagos. La morosidad supone un incremento de los gastos de financiación de las empresas, que deben asumir periodos elevados de demora en los pagos, ocasionando costes muy altos, a veces inasumibles, y limitando su capacidad de competir y reinvertir.

Por ello, desde hace más de 10 años, la lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales ocupa un lugar prioritario en la estrategia de CEPYME. Desde el convencimiento de que es urgente un cambio cultural, que promueva el pago de las facturas en plazos asumibles, hemos venido participando, a través de nuestro Observatorio de la Morosidad, en la regulación europea impulsada por la Comisión Europea, que actualmente se encuentra en la fase final para la aprobación del reglamento. Como hemos señalado en foros europeos y españoles, esta regulación es decisiva, por cuanto establece una legislación común para toda Europa en un tema que es especialmente sensible para las pequeñas y medianas empresas.

Para CEPYME es urgente homogeneizar las normas contra la morosidad en el ámbito europeo para garantizar que todas las empresas cuentan con las mismas reglas y preservar la libre competencia; por ello, instamos a los miembros del Parlamento Europeo a que aborden con prontitud esta cuestión, antes de que finalice el actual período legislativo europeo.

Sin duda, la morosidad, altamente nociva para el tejido productivo, es un problema generalizado en toda Europa, pero no tiene la misma incidencia en todos los países de la UE, lo que provoca diferencias sustanciales en términos de competitividad. Tomando los extremos, y según la Encuesta de Pagos D&B recogida en la documentación con la que trabaja la Comisión Europea, los pagos que se efectúan después de la fecha de vencimiento oscilan entre el 10% de Dinamarca y el 86% de Rumania. En España, los pagos atendidos fuera de plazo alcanzan el 56%, en línea con nuestro vecino Francia (58%), Bélgica (56%) y por debajo de Italia (62%), pero lejos de Alemania (35%). De esta forma, nuestro país se encuentra entre los Estados europeos con plazos de pago más amplios.

Según los datos del Observatorio de la Morosidad de CEPYME correspondiente al tercer trimestre de 2023, la morosidad elevó a 2.700 millones de euros el gasto financiero de la deuda comercial de las pymes, duplicando la cifra registrada solo un año antes. El Periodo Medio de Pago se situó en 82 días, frente a los 60 que establece la ley.

 


Es imprescindible que esta regulación tenga en cuenta la realidad de la empresa, especialmente de las pequeñas y medianas, y las condiciones especiales de los sectores económicos y que su aplicación tenga resultados eficientes en la práctica.


 

El nuevo reglamento europeo pondría el objetivo en el cumplimiento de los plazos legales, objetivo que comparte CEPYME, que considera que es preciso tener en cuenta la realidad de las pymes y los sectores concretos, para garantizar su cumplimiento y la eficacia de la norma.

Es imprescindible que esta regulación tenga en cuenta la realidad de la empresa, especialmente de las pequeñas y medianas, y las condiciones especiales de los sectores económicos y que su aplicación tenga resultados eficientes en la práctica, reduciendo los plazos medios de pago, que ocasionan graves problemas de liquidez y de financiación a las pymes.

La presión normativa y fiscal del empresario

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La presión normativa y fiscal del empresario

Hiperregulación legislativa, maraña normativa o abundancia regulatoria. Esas son solo algunas de las expresiones utilizadas por los expertos para describir la pléyade de leyes vigentes en España. Un fenómeno que afecta, especialmente, al funcionamiento y la competitividad de pymes y autónomos.

Gestores administrativos y la CEOE demandan más seguridad jurídica y menos cotizaciones.

FERNANDO GEIJO,

En este marco de reflexión, el pasado 12 de diciembre se celebró la jornada ¿Cómo afecta la presión normativa, económica, fiscal y laboral a las empresas? Una visión sobre el futuro de nuestros negocios, impulsada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Gestores Administrativos de España (CGCGAE), con la colaboración de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en la que, además de los presidentes de ambas instituciones, intervinieron en la mesa de debate, moderada por la jefa de empresas del diario Cinco Días, Raquel Díaz Guijarro, varios expertos pertenecientes a la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y a la propia CEOE, entre otros.

 


FERNANDO SANTIAGO OLLERO (CGCGAE): «DESDE 1979 A 2022 SE HAN APROBADO EN NUESTRO PAÍS 414.272 LEYES DE TODO TIPO»


 

En la misma se analizó la situación normativa en España y su influencia en el desarrollo de las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas y de los trabajadores por cuenta propia, así como la problemática en torno a la realidad fiscal y laboral en nuestro país. Asimismo, y para arrojar luz a la situación, se presentaron los datos del último barómetro de opinión elaborado por el CGCGAE, que indican que el 69% de los gestores administrativos piensan que los negocios están ahora peor que antes de la pandemia, mientras que el 23% indicó que igual y sólo el 8% eligió la opción: mejor en la actualidad.

Inseguridad vs. certeza

Entre los invitados al acto en el auditorio de la CEOE, Francisco Vidal, director de economía y política sectorial de CEPYME, consideró en el transcurso de su intervención que “la cantidad y calidad normativa está generando mucha inseguridad a las empresas en España”, puesto que “cuando la norma no te permite cuantificar tus retornos”, desde su punto de vista, “inviertes menos”. Asimismo, aseguró que “muchas veces se piden imposibles a las empresas” y, en esta misma línea argumental, afirmó que “la fragmentación del mercado, y la normativa en materia de gobernanza y medioambiente” deben ser abordadas en los próximos años de cara a eliminar obstáculos y aportar certeza a los empresarios. Finalizó su intervención solicitando a la Administración que “genere confianza con sus actos” posibilitando “un escenario de certidumbre sobre los retornos” empresariales.

Por su parte, el economista Javier Santacruz incidió en la necesidad de contar con “una regulación más estable y predecible”, sobre todo a tenor de la fotografía económica actual, calificada por este experto como de “estanflación”. Es decir, “de bajo crecimiento con inflación”, generada a su juicio “como consecuencia de demasiados años de acceso al dinero gratis”, lo que, a la larga, “perjudica el crecimiento económico”.

Gregorio Izquierdo, director de economía de CEOE, fue más explícito al asegurar que “la creación de un clima favorable para las compañías es un asunto clave en España”, máxime si tenemos en cuenta que “ni la inversión ni las ventas de las empresas han recuperado todavía niveles precovid”. Todo ello conduce a un ambiente negativo en el que la falta de inversión hace que “las empresas no puedan crecer” y, por tanto, “crear empleo”. Lo que, en última instancia explicaría, en su opinión, “el diferencial de nuestro país con el resto de la Unión Europea en términos de productividad”.

 


ANTONIO GARAMENDI (CEOE): «LA ECONOMÍA SUMERGIDA TODAVÍA SE ESTIMA EN ESPAÑA EN TORNO AL 24 % DEL PIB»


 

Líderes en regulación

Celia Ferrero, vicepresidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), recalcó las “enormes diferencias” que se observan en materia de digitalización entre la propia Administración y los trabajadores por cuenta propia. Un colectivo que, en su opinión, se encuentra en una “situación de marginación y de quiebra continua”, tras enfrentar la crisis financiera, la pandemia sanitaria y el aumento de la inflación como consecuencia, entre otros motivos, de los actuales conflictos bélicos. En definitiva, inmerso en unas condiciones de trabajo en las que “se han disparado los costes como consecuencia del exceso de regulación, ya que cada vez que se aprueba una nueva norma es necesario contar con profesionales que ayuden al proceso de adaptación a la misma, lo que se conoce como coste de transición”.

 


FRANCISCO VIDAL (CEPYME): «LA CANTIDAD Y CALIDAD NORMATIVA ESTÁ GENERANDO MUCHA INSEGURIDAD A LAS EMPRESAS EN ESPAÑA»


 

Esta especie de círculo vicioso genera un panorama de negocios donde “sólo las empresas más grandes”, con músculo para afrontar con garantías estos procesos de adaptación a la nueva ordenación, “son capaces de sobrevivir” en una “Europa que es líder en regulación, frente al liderazgo en tecnología de China y EE.UU.”, concluyó Ferrero.

Javier Santacruz destacó también en su intervención el desfase que, en ocasiones, existe entre la situación de la Administración Pública y los autónomos, al demandar que la primera “tiene que cumplir con las normas que pymes y autónomos antes que ellos”, por ejemplo, en asuntos como la “eficiencia energética o la presencialidad”, al tiempo que consideró que la reducción de la brecha económica que nos separa de Europa no es debida tanto a “la mejora doméstica sino al empeoramiento de otras economías”, como la alemana.

 


CELIA FERRERO (ATA): «SE HAN DISPARADO LOS COSTES COMO CONSECUENCIA DEL EXCESO
DE REGULACIÓN»


 

Santacruz se preguntó también cuál es el coste del cumplimiento normativo para las empresas en un entorno con un “crecimiento estancado”, que “sólo sirve para sobrevivir” a muchos profesionales y pequeñas empresas, donde se están “perdiendo horas trabajadas”, lo que no implica “subidas de productividad”.

A lo anterior habría que añadir, en palabras de Francisco Vidal, el denominado “coste en horas de trabajo” que, sin embargo, en su opinión no se vería aliviado por la derogación de las normas anteriores a la entrada en vigor de la nueva, sino que conviven en una suerte de sumatorio de cargas administrativas.

 


JAVIER SANTACRUZ (ECONOMISTA): «NECESITAMOS UNA REGULACIÓN MÁS ESTABLE Y PREDECIBLE»


 

Cuando más puede ser menos

Celia Ferrero, de ATA, reflexionó sobre el inminente incremento del SMI al razonar que su aumento “puede ir en negativo”, al tener que pagar más impuestos derivados de lo anterior. En esta misma línea insistió en que “para subir los salarios, la empresa necesita obtener beneficios y crear así empleo de calidad. Mientras que, si la Administración se ‘come’ el margen de beneficio, tenemos un problema”.

Por otra parte, arguyó que “los regímenes sancionadores son cada vez más exigentes y caros”, además de señalar que “la Administración no se aplica la regulación que exige a las empresas privadas”, ya que, en su opinión, “no se puede inundar a las empresas de normativas y cargas que la propia Administración no cumple”.

La jornada fue clausurada por el presidente del CGCGAE y del Colegio de Madrid, Fernando Santiago Ollero, quien remarcó el exceso de burocracia a la que están sometidos las pymes y autónomos. Así, reveló que, desde el retorno de la democracia hasta los inicios de la presente década (1979-2022), “se han aprobado en nuestro país un total de 414.272 leyes de todo tipo por parte de todas las Administraciones Públicas”, según se recoge en el informe del Banco de España, Los efectos económicos sectoriales de la complejidad normativa: datos de España. Esa cantidad supone, a razón de aproximadamente 220 días hábiles, nada menos que “9.634 leyes al año”, o lo que según sus propios cálculos sería: “una ley cada diez minutos”. A esta cantidad habría que añadir las alrededor de 3.000, 12 de media por día laborable, que promulgan cada ejercicio las instituciones europeas.

 


GREGORIO IZQUIERDO (CEOE): «LA CREACIÓN DE UN CLIMA FAVORABLE PARA LAS COMPAÑÍAS ES UN ASUNTO CLAVE EN ESPAÑA»


 

Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, defendió en su discurso final la importancia del diálogo social para resolver temas complejos y se refirió también, entre otros asuntos, a la necesidad de calcular la presión fiscal sobre los contribuyentes y no, como hasta ahora, sobre todos los ciudadanos, al hilo de lo cual recordó que la economía sumergida todavía se estima en España en torno al 24% del PIB, según los últimos datos publicados por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), el think tank de la CECA.

Un vistazo a los vecinos

  • La presión fiscal en España, tras aumentar 8 puntos porcentuales desde 2009, se sitúa en el 38% del PIB, frente al 41% de media ponderada de la Unión Europea (27) y al 42% de los países que integran la zona euro.
  • La presión fiscal máxima la ostenta Francia (48%) y la mínima Irlanda, por debajo del 22%.
  • Si tomamos la media aritmética, que diluye el efecto arrastre de Alemania, Francia e Italia, economías que aglutinan el 55% del PIB de la UE, la presión fiscal media en Europa estaría algo por encima del 37%, o sea, un punto por debajo de la española.

 

¿Mayor o menor presión fiscal?

  • Las diferencias fiscales entre España y la media ponderada europea se centran en la imposición recaudatoria sobre el trabajo, sobre todo, y el consumo, y no sobre los impuestos aplicados al capital.

  • El IRPF en España (8,8%) se sitúa un punto porcentual (p.p.) por debajo de la media registrada en el resto de Europa.
  • En relación con las cotizaciones a la Seguridad Social, el peso de las mismas en España está 0,4 p.p. por encima de la media de la UE (27), pero 0,5 p.p. por debajo en comparación con los países integrados en el euro.
  • La principal diferencia entre nuestro sistema fiscal y el del resto de Europa se encuentra en la distribución de la carga fiscal repartida entre empresarios y trabajadores que, en el primer caso, se sitúa entre 2 y 2,5 p.p. por encima de la media, mientras que en el segundo está entre 2,2 y 2,5 p.p. por debajo.
  • En conclusión, las cotizaciones sociales son uno de los principales costes de las empresas a la hora de contratar empleados.

Ojo al dato

Informe La regulación sectorial en España. Resultados cuantitativos, 2022, Documentos de Trabajo número 2202. Juan S. Mora-Sanguinetti e Isabel Soler. Banco de España.

Informe La presión fiscal en España y en la UE, Apuntes 2023/19, noviembre de 2023. Miguel Ángel García Díaz (URJC y Fedea).

Competitividad fiscal 2022. Colección Informes, enero de 2023. Instituto de Estudios Económicos (IEE).

«Imprescindible reducción del déficit público», por David Cano

ENTRE MAGNITUDES

DAVID CANO MARTÍNEZ,

socio de Analistas Financieros Internacionales

"Sería estupendo que aumentara la recaudación manteniendo las tasas impositivas vía mayor crecimiento del PIB. Pero esto es más bien un deseo o una ilusión"

Imprescindible reducción del déficit público

El balance del desempeño de las economías desarrolladas en las últimas dos décadas es decepcionante, al menos si lo medimos mediante el PIB. Esto segundo no es un debate baladí, ya que no está claro que este agregado macroeconómico recoja bien las mejoras en nuestro “día a día” (longevidad, salud, tecnología, …) y que incluya los logros que se deberían considerar a la hora de valorar el grado de avance de una economía (seguridad, igualdad de oportunidades, no discriminación, felicidad, …). Pero dejemos para otro momento ese planteamiento, que tiene claros tintes filosóficos y antropológicos (ver La crisis del capitalismo democrático, de Martin Wolf, Deusto, página 273), y aceptemos el PIB como indicador para medir el grado de desarrollo económico. Aun así, falta realizar una matización adicional: tener en cuenta el crecimiento de la población. Porque cuando medimos el PIB per cápita la decepción es aún mayor, al constatarse un avance muy pobre (prácticamente nulo). Las razones de este resultado las encontramos en las diversas crisis sufridas en los últimos años, con la financiera de 2008 y el Covid de 2020 como máximos exponentes.

El pobre desempeño económico ha tenido una clara implicación: un aumento del nivel de endeudamiento público. Porque los Estados han reaccionado durante estos años aumentado el gasto público. Ello, junto con la caída de la recaudación, ha implicado un fuerte aumento del déficit público y, lo que es más relevante, durante demasiados años seguidos. Tras dos décadas de aumento de la ratio de deuda pública sobre el PIB, muy lejos queda la cota del 60%, cuya superación, según el consenso, activaría una crisis (por más que Bélgica, Italia y Japón presentaran ratios de deuda pública de 2, 3 y 4 veces esa cifra ya a inicios del siglo XXI).

Y es posible que hubiera sido así si los bancos centrales no hubieran creado dinero (base monetaria) para adquirir los bonos emitidos por los Estados (la denominada “expansión cuantitativa”). Podemos citar el caso de las primas por riesgo de la periferia de la zona euro en verano de 2012 y el famoso whatever it takes de Mario Draghi como máximo exponente.

Acabamos de exponer alguno de los debates mantenidos por los economistas en los últimos años: ¿Ha sido acertada la acción de los Estados al aplicar “recetas keynesianas”? ¿Ha sido correcta la aparición en escena de los bancos centrales monetizando todo ese déficit público? Los monetaristas recuperan lo explicado por Milton Friedman en la década de los setenta y vinculan el estallido de la inflación entre finales de 2021 y finales de 2023 (un 15% acumulado) a esa expansión cuantitativa y advierten de que, en los próximos años, la inflación será más alta de lo normal. Tal vez por ello, o porque no se ha producido un escenario tan malo para el crecimiento económico en los últimos tres años (aunque hemos señalado al principio la decepción, conviene recordar los peores augurios que se manejaban en primavera de 2020), desde junio de 2022 los bancos centrales están reduciendo el tamaño de sus carteras de deuda pública. Y lo hacen mediante la no reinversión de los bonos que vencen. El proceso está en marcha y serán necesarios, a este ritmo, del orden de 10 años para compensar todo el aumento de la base monetaria. Parece tiempo suficiente, pero conviene advertir que, sin un “comprador de última instancia” de deuda pública como lo han sido los bancos centrales, los gobiernos tendrán más difícil emitir bonos (es decir, tendrán que pagar más tipo de interés). Ya solo por eso deberían plantearse una senda de reducción del déficit público mucho más agresiva que la que han presentado hasta ahora. Esto no es debatible. Con una deuda pública por encima del 100% y unos intereses de la deuda que pueden suponer entre el 3% y el 5% del PIB, parece imprescindible contar con un superávit primario (es decir, el que no tiene en cuenta el pago por intereses). Sé que es todo un reto desde el lado de los gastos si consideramos el proceso de longevidad y, sobre todo, envejecimiento que se va a intensificar en los próximos años. Pero es que, además, la descarbonización y la apuesta por la sostenibilidad que estamos implantando en la zona euro va a implicar un aumento del gasto público, por más que la iniciativa privada vaya a financiar parte en forma de préstamos y de inversión.

Y no olvidemos el necesario gasto en defensa que se tendrá que materializar ante la evidencia de que los riesgos militares persisten y que, también en esto, en la zona euro presentamos claras deficiencias en capacidad defensiva y de ataque. Es difícil compatibilizar el objetivo de reducción del déficit público con una mayor carga de intereses (tanto por superior nivel de deuda como por tipos de interés más elevados), con un mayor gasto militar, con partidas crecientes destinadas a las personas mayores y con “nuevos” recursos como los que va a demandar la transición hacia una economía sostenible. Parece más bien imposible si no se alteran las fuentes de ingresos. Sería estupendo que aumentara la recaudación manteniendo las tasas impositivas vía mayor crecimiento del PIB. Pero esto es más bien un deseo o una ilusión, a juzgar por lo observado con el PIB estos últimos años. Resulta imprescindible aumentar los impuestos, en especial los vinculados a los rendimientos del capital, a los beneficios empresariales, a las rentas del trabajo más altas y al patrimonio. Sé que no es nada agradable el diagnóstico, pero ante la elevada deuda pública es la única vía para poder financiar el aumento de gasto que viene por delante.

¿Autónomo por obligación?

ENTRE MAGNITUDES

¿AUTÓNOMO POR OBLIGACIÓN?

¿Por vocación o necesidad? Esa es la disyuntiva a la que en algún momento se ha enfrentado una gran parte de los casi 3,3 millones de trabajadores por cuenta propia que existen en España. Un colectivo de emprendedores a veces poco reconocido, pero indispensable para el funcionamiento de la economía. De hecho, si lo considerásemos como un grupo empresarial unificado sería el segundo mayor contratador del país, sólo por detrás del Estado, y el primer proveedor de servicios.
FERNANDO GEIJO,
La mayoría de los autónomos tiene que dedicar muchas horas a sus proyectos si quieren obtener buenos resultados.

Ponerte por tu cuenta. Una expresión tradicional presente en el imaginario colectivo que ejemplifica a la perfección la decisión de muchas personas a la hora de emprender y poner en marcha su propio negocio. Una opción que en ocasiones responde a una clara vocación profesional pero que, en otras, es el resultado de la mera necesidad de trabajar.

La encuesta Oferta y demanda de empleo en España en 2022, elaborada por Infoempleo, perteneciente al Grupo Adecco, señala que más de un 65% de los entrevistados asegura que “llegaron al autoempleo empujados por la necesidad” y, por tanto, no se consideraban “motivados por un verdadero interés en trabajar de forma independiente”. No en vano, un 60% de los encuestados indicaron que antes desarrollaban su labor por cuenta ajena a tiempo completo y que preferirían esta opción por motivos de “tranquilidad”. Lo que cuadra con el dato del 45,3% que afirmó sentirse más infeliz desde que era autónomo.

Sin duda, un porcentaje considerable entre los 3.992 profesionales en activo, desempleados y autónomos encuestados, cuya opinión se une también en esta edición a la de un total de 152 empresas consultadas y al análisis de más de 355.000 ofertas de empleo, bien colgadas en el portal de Infoempleo o recibidas a través de Adecco.

 


EL 65% DE LOS ENTREVISTADOS POR INFOEMPLEO ASEGURAN SER AUTÓNOMOS POR NECESIDAD


 

Ventajas e inconvenientes

La plena autonomía en la toma de decisiones y de horarios, en un 50% y un 42,7%, respectivamente, junto a la libre elección de la actividad (33,8%), unido a la sensación de libertad (28,1%), y al incremento de la satisfacción personal (20,3%), son algunos de los aspectos citados de manera recurrente entre los principales atractivos a tener en cuenta a la hora de decidirse por el emprendimiento.

En la otra cara de la moneda se sitúan la burocracia (52%) y, en mayor medida si cabe, la elevada carga fiscal que deben soportar los autónomos en España, con un porcentaje de respuestas en este caso del 56,2%, como los principales obstáculos que desincentivan y sirven de barrera de entrada al denominado emprendimiento. Y todo ello sin olvidar tampoco otras problemáticas citadas en el estudio en torno a situaciones relacionadas con la competencia desleal, la economía sumergida, la morosidad, la actual incertidumbre económica o la dificultad para encontrar financiación y la ausencia de coberturas sociales. Esto último podría ser, además, la causa de que un 16,15% de los encuestados considere que: “no hay ninguna ventaja a la hora de trabajar por tu cuenta”.

 


PARA FINANCIAR SUS PROYECTOS LOS EMPRENDEDORES RECURREN FUNDAMENTALMENTE A LOS AHORROS, LOS CRÉDITOS BANCARIOS Y LA AYUDA DE AMIGOS Y FAMILIARES


 

Fórmulas financieras

A toda persona que decide iniciar un negocio se le recomienda tener algo de experiencia en el sector, una formación adecuada y, por supuesto, una buena idea de negocio.

Sin embargo, el capítulo económico se antoja clave en términos de supervivencia. Y es precisamente aquí donde la diversidad de vías de financiación se disgrega en diferentes alternativas, como la financiación colectiva o crowdfounding, apenas utilizada por un reducido 1,04% de los entrevistados, o los mentores, también conocidos en terminología anglosajona como business angels, con solo un 2,08%.

Por el contrario, las opciones más recurrentes para contar con un respaldo económico se centran en los préstamos bancarios (27,6%), mientras que la petición de apoyo a amigos y familiares, que aglutinó casi un tercio de las respuestas, en concreto el 22,4% de las mismas, y las ayudas y subvenciones supusieron la solución para el 10,9% de los encuestados en el estudio de Infoempleo. Por último, destacar las alternativas de inversión propia, bien debido a la inversión del ahorro acumulado a lo largo de la vida profesional, opción preferente con casi un 70% de los casos, o mediante la capitalización de la prestación por desempleo, con el 9,9%.

La motivación de los autónomos es una virtud que se les supone. Pero esta debe ir inexorablemente acompañada de una gran dedicación en términos de horas de trabajo. En este sentido, un 35,9% aseguró al ser preguntados que trabajaba seis días a la semana, frente al 32,8% que dedicaba cinco, mientras que más de un cuarto, el 26,5%, confesaban extender la jornada a los siete días de la semana.

Por su parte, tres cuartos de los autónomos españoles consultados admitieron trabajar en solitario, desde un local alquilado (21,8%) o en su propio domicilio (45,3%).

Ajuste a la realidad

El 1 de enero de 2023 entró en vigor la reforma del RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) por el que se ha establecido un nuevo sistema de cotización, que pone fin a la libertad de elección del mismo, y mejora la protección ante el cese de actividad. En el primer caso, las cuotas han pasado desde los 230 (200 a partir de 2025) a los 500 euros al mes, en función de los rendimientos netos. Los autónomos con bajos ingresos, mujeres y jóvenes, sobre todo, con rendimientos del trabajo por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), pagarán entre 200 y 260 euros al mes a partir de 2025.

Asimismo, existe la posibilidad de que, en caso necesario, puedan cambiar de tramo cada dos meses y con un máximo de seis cambios anuales, al objeto de ajustarse en cada momento a su realidad financiera.

 


LA REFORMA DEL RETA HA FLEXIBILIZADO LA CUOTA FISCAL Y AUMENTADO LA PROTECCIÓN DEL AUTOEMPLEADO


 

Estas medidas son necesarias para adaptarse a las transformaciones que se avecinan en el mercado laboral mundial, a tenor de las conclusiones del Informe sobre el futuro del empleo 2023, elaborado por el World Economic Forum, en el que se indica que el mismo camina hacia la revolución tecnológica y la transición ecológica con nuevas bolsas de empleo en sectores como la educación, la agricultura y el comercio digital, y donde el 23% de los empleos cambiarán de aquí a 2027, tras la creación de 69 millones de nuevos empleos y la destrucción de otros 83 millones.

Pros y contras del autoempleo

Ventajas:

  • Ser tu propio jefe 50%
  • Fijar tus horarios 42,7%
  • Trabajar en lo que te gusta 33,8%
  • Libertad 28,1%
  • Satisfacción personal 20,3%
  • Mayores ingresos 7,8%

Inconvenientes:

  • Fiscalidad 56,2%
  • Cargas administrativas 52%
  • Competencia desleal 24,4%
  • Contexto político-económico 21,8%
  • Financiación 20,8%
  • Conseguir clientes 20,3%
  • Cambios en el marco regulatorio 11,9%
  • Falta de coberturas sociales 11,9%
  • Morosidad 8,3%

Fuente: Oferta y demanda de empleo en España 2022, Infoempleo (Grupo Adecco).

Panorama europeo

Portugal

La Seguridad Social aplica una tasa fiscal del 21,4% sobre el 70% de media de ingresos, además de contar con una horquilla impositiva que va desde un mínimo de cotización mensual fijado en 20 euros hasta un máximo de 1.130 euros.

Reino Unido

La legislación divide a los autónomos en dos segmentos en función de sus ganancias: clase 2, que abonan 3,05 libras semanales-alrededor de 15 euros mensuales- y los de la denominada clase 4 que pagan el 9% si ganan entre 11.500 y 60.500 euros al año.

Alemania

Los trabajadores germanos por cuenta propia abonan sus impuestos en función de los beneficios obtenidos, pero de una forma progresiva, con tasas que oscilan desde el 45% al 14%.

Italia

Desde 2022 cuenta con un sistema por tramos similar al actualmente establecido en España, donde están excluidos los autónomos que ganan 4.800 euros anuales o menos.

Francia

El primer año está bonificado y después se paga el CFE, equivalente al IRPF español, con un montante variable según el volumen de negocio y la actividad económica, donde los profesionales dedicados al comercio abonan el 12% y los que se dedican a actividades liberales, colegiadas o no, y servicios pagan el 22%.

Ojo al dato

Informe Oferta y Demanda de Empleo en España 2022, elaborado por Infoempleo, Grupo Adecco.

Estudio sobre el futuro del empleo, mayo de 2023. Foro Económico Mundial.

Guía práctica de trabajo autónomo. Secretaría de Estado de la Seguridad Social y Pensiones. Tesorería General de la Seguridad Social. Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

«España necesita un marco normativo que piense en las pymes», por Gerardo Cuerva

ENTRE MAGNITUDES

Gerardo Cuerva.
GERARDO CUERVA,

presidente de CEPYME

"Reclamamos de los legisladores que actúen en concordancia con las necesidades del tejido empresarial español"

España necesita un marco normativo que piense en las pymes

Es para mí un honor poder explicar desde esta publicación las inquietudes de las pymes españolas, a las que pertenezco y represento. Una publicación como Escritura Pública, que tanto predicamento tiene entre los juristas y que es un referente para cualquiera que se quiera aproximar al conocimiento del Derecho, supone para la organización que presido, CEPYME, un inigualable trampolín para poder exponer las vicisitudes de las pymes, así como sus demandas. Desde el más absoluto respeto, sin concitar conflictos, pero también desde la responsabilidad que supone dar voz al 99,8% del tejido productivo español.

Porque ese, el 99,8%, es el porcentaje del parque empresarial que representan las pymes. Por ello, son las pymes españolas el principal empleador del sector privado y por ello merecen una atención especial que CEPYME jamás cejará en reclamar.

El empleo de las familias españolas depende de nuestras empresas y las mayoritarias son las pequeñas. Sin embargo, la legislación que nos afecta está confeccionada, en general, para la gran empresa. Una sorprendente paradoja sobre la que desde CEPYME tratamos de llamar la atención para poder disolverla.

El hecho de que predomine una legislación desacorde con la empresa mayoritaria en el país y la circunstancia de que existan escalones regulatorios que impidan la ganancia de tamaño de las pymes limita las posibilidades de mejora de nuestra economía y el progreso de nuestra sociedad. No es un asunto baladí. Doce millones de empleos dependen del trabajo por cuenta propia y las pymes, elementos productivos que necesitan una legislación que tenga en cuenta su realidad y a sus necesidades.

Los empresarios estamos acostumbrados a sacar fuerzas de flaqueza. Lo hemos demostrado durante la pandemia, ante los vaivenes en las cadenas de suministro, frente al vendaval inflacionario, pese a la carestía del crédito. Muchos han sacrificado sus márgenes para mantener el empleo. Lo hemos hecho sin queja, orgullosos de sacar adelante nuestros negocios y poder cubrir la demanda de bienes y servicios en un entorno de modernización, digitalización, y de nuevas exigencias medioambientales. Siempre hemos dado la cara y se demuestra en los datos de empleo de estos adversos tiempos en materia económica.

Hay elementos que afectan a la actividad empresarial diaria que nadie puede predecir. Los empresarios lo asumimos: no se puede calcular la duración de un conflicto bélico o una sequía. Con ese azar se enfrenta a diario la pyme. Pero hay otros elementos sobre los que sí se puede actuar y en tal sentido reclamamos de los legisladores que actúen en concordancia con las necesidades del tejido empresarial español.

Según la última edición del informe Crecimiento Empresarial, elaborado por el servicio de Estudios de CEPYME, una normativa adaptada a la pyme, que permita a las empresas españolas crecer hasta asimilarse en tamaño con la empresa media europea reduciría la tasa de paro en cinco puntos porcentuales; elevaría un cinco por ciento el PIB, e incrementaría la recaudación en 21.000 millones de euros sin que hubieran de mediar subidas de impuestos y cotizaciones, algo esencial para que España minore su déficit y su deuda pública, que tantos intereses cuestan a los ciudadanos.

Y esa normativa que necesita la pyme, adaptada a sus circunstancias, precisa de una reflexión pausada de los legisladores, de una toma en cuenta del principio think small first, de pensar primero en pequeño para poder ser más grandes.

No pedimos que la legislación se amolde a la pyme por capricho, sino por carta de naturaleza. Somos el tejido productivo y quienes brindamos no sólo los bienes y servicios que demandan los consumidores, sino también el sostén de servicios públicos esenciales mediante nuestra aportación a las arcas públicas. Y, además, queremos atraer recursos del exterior: vender fuera, poner a España en cada rincón del mundo. Para todo ello necesitamos viento a favor en vez de palos en las ruedas. Necesitamos tanta certidumbre y seguridad jurídica como flexibilidad para poder adaptarnos a la coyuntura.

Las pymes españolas son más vulnerables que las grandes empresas. Y son también más vulnerables que sus homólogas europeas. Difícilmente, con normativas ajenas a esta realidad, podrán salvar escollos. Las pymes tienen menos recursos que las grandes empresas para, sin ir más lejos, asimilar las 5.300 páginas diarias de producción normativa; adolecen de una mayor dificultad para acceder al crédito; son las primeras que soportan las crisis y, sin embargo, son más rehenes de escalones regulatorios que las grandes compañías.

No expongo una lucha de David contra Goliat, no. Ni mucho menos una diatriba que dependa de colores políticos. Al contrario. Hablo de una unión de todos los estamentos en pro de la empresa y de nuestro consiguiente progreso como sociedad. Anhelo unos cauces normativos diseñados específicamente para la pyme, que permitan ensanchar el retorno que la empresa española brinda a la sociedad, esa mano invisible que retroalimenta la riqueza y el progreso. Si las pymes han llegado hasta aquí con éxito en sus negocios y brindando solidez laboral, ¿qué no harían con una legislación ahormada a su idiosincrasia? Demos respuesta a esta pregunta retórica con unas leyes de talla… de la talla que gasta la empresa española.

¿Es momento de ahorrar o de consumir?

ENTRE MAGNITUDES

¿ES MOMENTO DE AHORRAR O DE CONSUMIR?

El ahorro acumulado por los españoles durante la pandemia se está moviendo. Según el último informe del Banco de España, esa masa monetaria dedicada en gran parte a invertir en activos financieros (depósitos y fondos, principalmente) estaría destinándose a saldar deudas, léase hipotecarias, lo que liberaría ingresos para que se produjera también la ansiada reactivación del consumo privado.

En el primer trimestre de 2023 el ahorro financiero de las familias españolas ascendió a 2,75 billones de euros, según datos del Banco de España.
FERNANDO GEIJO,

En el primer trimestre de 2023 el ahorro financiero de las familias españolas ascendía a un total de 2,75 billones de euros, según datos del Banco de España. La cifra supone un 1% más que la acumulada hasta finales de 2022 debido a la evolución positiva del mercado y a la consiguiente revalorización de las carteras.

La tendencia, sin embargo, fue de reducción del montante en depósitos y efectivo disponible en más de 22.000 millones de euros. El objetivo era desviarlo hacia productos con mayor rentabilidad y riesgo, como los fondos de inversión, con suscripciones netas positivas por encima de los 12.500 millones, la mayor cifra en un trimestre de la serie histórica registrada desde 2015, y a la renta fija a corto plazo, con 9.000 millones de euros destinados sobre todo a deuda pública.

La inesperada ‘fortaleza’ del PIB en los últimos trimestres ha sido en parte consecuencia de los recursos acumulados durante las restricciones al consumo provocadas por el rígido confinamiento derivado de la pandemia sanitaria. Así, al menos, lo consideran los expertos en la materia y lo refrenda el propio Banco de España, que estima que los españoles aún conservan 50.000 millones de euros en depósitos bancarios fruto de esta circunstancia excepcional.

 


EL ALZA DE TIPOS HA PROPICIADO EL PAGO DE LA DEUDA Y APLAZADO LA REACTIVACIÓN DEL CONSUMO PRIVADO


 

Sin embargo, este hecho no supondrá, a su entender, que ese remanente extra de recursos se vaya a dedicar al consumo en los próximos meses. En opinión del supervisor y ante el actual horizonte de aumento de tipos, esta bolsa de ahorro se destinará, principalmente, al pago de la deuda en sus diferentes variantes.

En concreto, calcula que un 80% del ahorro extra generado entre 2020 y 2022 se dirigió a la compra de fondos y depósitos, en el primer año de la serie, y a la adquisición de viviendas y al pago de hipotecas a partir de 2021, cifra que en junio se ha acelerado hasta alcanzar un ritmo de amortización de más de 1.100 millones de euros al mes por parte de las familias españolas, dejando el saldo de la deuda hipotecaria en algo más de 500.000 millones de euros, el más bajo en 18 años. Desde esa fecha, la incertidumbre y los todavía bajos tipos de interés hicieron que la atención virase hacia activos más conservadores, depósitos y ladrillo, cuya compraventa aumentó ya el año pasado hasta alcanzar alrededor de 650.000 operaciones de compraventa inmobiliaria, su mayor cifra en tres lustros.

 


TODO PARECE APUNTAR A QUE TRAS EL VERANO SE PODRÍA PRODUCIR EL ESTANCAMIENTO DEL CONSUMO


 

Reparto desigual. En cualquier caso, casi el 75% del ahorro extra generado entre 2020 y 2022 se encuentra en manos de las familias con rentas más elevadas. Mientras que las menos pudientes apenas pudieron beneficiarse de ese ahorro generado por el confinamiento, al estar inmersas en ERTEs, y debieron esperar hasta 2021 para recuperar sus ingresos.

Asimismo, en las fases más duras de la pandemia el consumo llegó a caer en más de un 12%, a pesar del paraguas desplegado por las ayudas públicas, en parte por la imposibilidad del gasto y también por la propia incertidumbre reinante. Además, a finales de 2022 el Banco de España estimaba que el ahorro se había reducido hasta el 14% de la renta bruta disponible, de unos 100.000 millones de euros, y que el IPC había ya erosionado el 10% del poder de compra de esos fondos adicionales.

En estos momentos, la anémica demanda interna está afectando ya a la recaudación de impuestos. De hecho, y tras los avances registrados en febrero y marzo pasados, la recaudación por IVA, el tributo que mejor refleja el comportamiento del consumo y la inversión, descendió un 3,8% en mayo, según el último informe al respecto de la Agencia Tributaria, en comparación con el mismo mes de 2022.

A pesar de que la bajada del IVA en algunos alimentos básicos podría estar detrás de esta disminución, lo cierto es que los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) vienen a confirmar la creciente debilidad de la inversión y el consumo internos, frente a la fortaleza de las exportaciones españolas, que actúan junto a la reactivación del turismo como sostén del PIB.

Por su parte, otras figuras impositivas relevantes, como Sociedades, Impuestos Especiales e IRPF, también reflejan retrocesos en sus respectivas recaudaciones, aunque por diferentes motivos, como el adelanto de devoluciones pendientes de otros ejercicios, en el primer caso, o la afectación por las medidas de contención de la energía, en el segundo. Por su parte, el de la Renta de las Personas Físicas mantiene el tipo al acumular una cifra superior a los 46.000 millones de euros en los cinco primeros meses del año, un 12% más que en el mismo período de 2022.

 


CASI EL 75% DEL AHORRO EXTRA GENERADO ENTRE 2020 Y 2022 SE ENCUENTRA EN MANOS DE LAS FAMILIAS CON RENTAS MÁS ELEVADAS


 

Barbas y vecinos. El último boletín económico del Banco Central Europeo (BCE) también avanza unas previsiones económicas nada halagüeñas para la zona euro de cara al tercer trimestre de 2023. Tras esquivar la augurada caída en recesión técnica en el primer semestre del año, la autoridad monetaria advierte de un deterioro de la situación debido al enfriamiento derivado del alza de tipos de interés, actualmente en una inédita cota en los últimos veinte años del 4,25%, y, por ende, del endurecimiento de la financiación para empresas y particulares.

La consecuencia que extrae la institución presidida por Christine Lagarde es el frenazo de la demanda de las familias en la UE, derivada del efecto dominó que está provocando la presente escalada inflacionista.

En este sentido, los signos de debilidad ya son palpables tanto en la producción industrial de la eurozona como en la inversión residencial y la empresarial, sin olvidar la prestación de servicios. Un panorama ante el que el BCE reclama la retirada gradual y coordinada de los estímulos aprobados en su día para amortiguar los efectos de la guerra en Ucrania para tratar de domar una suerte de estanflación que, en su opinión, aún se espera demasiado alta durante bastante tiempo, con lo que se vislumbran nuevas subidas de tipos en el corto y medio plazo.

Tras la pandemia muchos ciudadanos cayeron en una especie de carpe diem colectivo, lo que provocó que el gasto de las familias se disparase en 2022 hasta duplicar la media del habitual en los cinco años previos al Covid-19. Ahora, todo parece apuntar a que tras el verano se podría producir el estancamiento del consumo privado, ante la imposibilidad de seguir tirando de ahorros para financiar un gasto cada vez mayor, cortesía de la inflación, que deriva en la pérdida de capacidad de compra de las familias. Por consiguiente, en el segundo semestre del año se abriría una etapa de zozobra financiera en la que el retorno a la acumulación, aunque sea en el humilde formato de la tradicional alcancía con forma de cerdito, parece el mejor de los consejos.

Seguimos ahorrando

En el primer trimestre del año la tasa de ahorro de las familias españolas volvió a situarse por encima de su media histórica, según datos del Banco de España. En aquel momento parecía que la inflación daba una tregua, aunque las últimas cifras de julio marcan un repunte.
Algunas claves son:

  • Las familias han trasvasado fondos desde efectivo y cuentas a la vista a instrumentos más rentables como Letras del Tesoro, fondos de inversión y depósitos a plazo.
  • Los hogares han reforzado su posición patrimonial a nivel agregado, lo que mejora su capacidad de devolución de deuda.
  • Reducción paulatina de la deuda hipotecaria debido a la amortización anticipada por las subidas del Euribor.

Huevos en distintas cestas

El peso de los activos financieros en la composición de la riqueza de las familias españolas se ha acrecentado desde el 10% al 25% en los últimos 14 años.
La riqueza financiera neta de los hogares, sus activos menos sus pasivos financieros, se situó en 2.000 millones de euros en marzo de 2023, lo que supone un aumento del 2,9% con respecto al año anterior.

Distribución de los activos financieros de las familias españolas. Primer trimestre de 2023:

  • Depósitos 36,4%
  • Inversión directa 31,4%
  • Fondos de inversión 14,8%
  • Seguros y entidades de previsión social 8,1%
  • Fondos de pensiones 4,4%
  • Efectivo 2,0%
  • Otros 2,9%

Fuente: Inverco.

Ojo al dato

La evolución y el destino del ahorro extraordinario acumulado por los hogares españoles desde el inicio de la pandemia, informe recogido en el Boletín Económico 2023/T2. Banco de España.

Informe de Previsiones económicas para España 2023-2024, Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

Contabilidad Nacional Trimestral de España: principales agregados. Segundo trimestre de 2023. Avance, 28 de julio. Instituto Nacional de Estadística (INE).

«Más ahorro (y mejor canalizado)», por David Cano Martínez

ENTRE MAGNITUDES

DAVID CANO MARTÍNEZ,
socio de Analistas Financieros Internacionales

"Necesitamos más ahorro para financiar un aumento de la capacidad productiva del país si queremos aprovechar la reindustrialización"

Más ahorro (y mejor canalizado)

El ahorro es una de las variables más relevantes en el análisis de una economía, tanto por su nivel en un determinado momento del tiempo como por su crecimiento. Solo si un país cuenta con ahorro puede financiar la inversión y el consumo. Y solo si es capaz de generar más ahorro puede financiar nuevos proyectos de inversión o incrementar su consumo. Si no hay o no se crea nuevo ahorro (o no lo suficiente), entonces una economía tiene que recurrir al exterior para captar financiación. Nos estamos refiriendo al conjunto de una economía, pero piense en uno de sus agentes, por ejemplo, una familia. Si no cuenta con ahorro o con capacidad de ahorrar, entonces no puede invertir, salvo que encuentre a alguien que le financie. De ahí que los economistas macro estudiemos el agregado del ahorro de una economía para analizar sus fortalezas y debilidades. Y lo hacemos distinguiendo entre la situación de las familias, del Estado y de las empresas. Pongamos el caso de EE.UU., una economía que invierte y gasta más de lo que genera internamente. Es un país que sufre el denominado déficit por cuenta corriente, pero no tiene dificultades para financiarlo porque su atractivo como prestatario sigue siendo elevado y, además, en su propia moneda, que persiste como la referencia global. La zona euro es una economía que “vive por debajo de sus posibilidades”, como demuestra que cuenta con superávit por cuenta corriente (es decir, cada año aumenta su nivel de ahorro acumulado). Y este también es el caso de España, que tras los excesos de 2000–2008 (cuando el déficit por cuenta corriente anual llegó a equivaler al 10% del PIB) durante la última década presenta un superávit anual del orden del 1% del PIB.

¿Por qué, entonces, un país debe ahorrar desde una perspectiva macroeconómica? Para financiar la inversión y el consumo sin depender del exterior. ¿Y qué agente es el que ahorra? Sin duda, las familias. Parece lógico que no lo hagan, en agregado, las empresas, mientras que existe más debate respecto a los gobiernos. Lo que está claro es que una familia no ahorra porque piense que es lo que debe hacer para contribuir a la financiación del tejido empresarial de su país. Ahorra, fundamentalmente, por precaución (por si lo necesita a futuro ante una caída de los ingresos o un gasto inesperado), por una preferencia intertemporal (prefiere gastarlo en el futuro) o previendo un gasto cierto que se producirá más adelante (ahorro para la universidad de mis hijos o para un viaje con los nietos).

Hecha esta introducción de los motivos del ahorro, quiero entrar en dos aspectos adicionales: el mecanismo de transmisión y la materialización. Por el primero nos referimos a las “cañerías” que permiten hacer llegar el dinero allá donde se necesita desde donde se acumula. Está claro que el principal agente de esta transmisión, al menos en la zona euro, es el canal bancario. Una familia materializa su ahorro en un depósito en un banco, que lo utiliza para conceder un crédito a una empresa. Pero existe un canal alternativo: los mercados de capitales. Una familia opta por comprar unas acciones o un bono que cotiza en un mercado financiero, al que ha acudido la empresa para emitir ese activo. Escapa del alcance de este artículo el interesante debate sobre cuál de los dos sistemas de intermediación es más recomendable para el crecimiento económico, así como los aspectos positivos y negativos de cada uno de ellos. En EE.UU. predominan los mercados de capitales como mecanismo de transmisión. En la zona euro, como ya hemos comentado, el bancario, si bien se están haciendo esfuerzos para reequilibrar las cuotas. El caso de España es bien representativo: excluyendo la vivienda, donde tenemos 3 billones de euros, el principal activo financiero de materialización del ahorro de las familias españolas es el depósito bancario. A marzo de 2023, su saldo se eleva a 1 billón de EUR, lo que representa del orden del 40% del total de los activos financieros. Es verdad que su cuota va goteando a la baja (hace una década era del 45% y, hace tres, del 60%), pero sigue siendo muy elevada, de ahí el protagonismo señalado de la intermediación bancaria.

Respecto a la importancia del mercado de capitales, tenemos que distinguir varias partidas. Las acciones de empresas cotizadas apenas suponen un 4% del total del ahorro (119.000 millones de EUR), lo que sin duda es una cifra modesta, acaso correlacionada con el menor desarrollo de nuestra Bolsa (su capitalización es del orden de 800.000 millones de EUR, es decir, el 60% del PIB, frente al 150% que supone en EE.UU.). Las familias españolas cuentan con más ahorro en acciones de empresas no listadas: 142.000 millones de EUR. Respecto a otras figuras, las instituciones de inversión colectiva suman 400.000 millones de EUR lo que, aquí sí, es una clara señal de crecimiento, pero todavía insuficiente. Su peso en el total del ahorro financiero (14%) es mayor que hace una década (cuando era el 6%), pero es muy reducido respecto a los niveles de otros países (25% – 35%). Similar comentario respecto a los fondos de pensiones que con apenas 122.000 millones de EUR representan solo un 4,4% del total del ahorro.

Recapitulando: el ahorro materializado en activos financieros de las familias españolas se situó, a finales de marzo, en 2,75 billones de EUR, es decir, 2 veces el PIB. Los depósitos, con 2 billones, siguen siendo los protagonistas, si bien su importancia relativa va decreciendo en favor de los fondos de inversión, que ya suponen medio millón de EUR. Necesitamos más ahorro para financiar un aumento de la capacidad productiva del país, sobre todo si queremos aprovechar la reindustrialización que traerá aparejada el proceso de desglobalización en el que estamos inmersos. Y este ahorro no solo debe canalizarse a través de las entidades crediticias, sino también a través de los mercados de capitales, para lo cual las instituciones de inversión colectiva son una de las mejores alternativas. Por último, los fondos de pensiones se revelan como una de las mejores opciones para materializar el ahorro a largo plazo. El desarrollo de estas partidas es una muestra del potencial económico de un país.

Préstamos hipotecarios seguros e informados

ENTRE MAGNITUDES

PRÉSTAMOS HIPOTECARIOS SEGUROS E INFORMADOS

El pasado 15 de junio se cumplió el 4º aniversario de la entrada en vigor de la Ley reguladora de los Contratos de Crédito Inmobiliario (LCCI). Uno de los objetivos fundamentales de esta ley era reforzar la protección del consumidor y la seguridad jurídica de la fase precontractual de los préstamos hipotecarios.

REDACCIÓN
Según la experiencia notarial en estos cuatro años, la nueva normativa ha facilitado la elección de notario.

En esta ley se garantiza el derecho del consumidor a elegir notario y a reunirse con él en privado para poder consultarle sus dudas, sin ningún coste asociado a ello. El notario, por su parte, realiza una labor de asesoramiento y resuelve las dudas del consumidor con imparcialidad. Una vez que el consumidor ha elegido el notario, lo comunica a la entidad financiera con la que vaya a contratar el préstamo hipotecario, para que esta pueda remitirle la documentación.

Según la experiencia notarial en estos cuatro años, la nueva normativa ha facilitado la elección de notario por los clientes de las entidades financieras que van a contratar un préstamo hipotecario: un derecho que corresponde al prestatario y que es irrenunciable.

La ley establece que debe darse un plazo de 10 días naturales desde que la entidad financiera pone la documentación a disposición del notario elegido en la Sede Electrónica Notarial hasta que se autoriza y firma la escritura de préstamo hipotecario.

De esta forma, el notario está presente en dos momentos clave del préstamo hipotecario.

Fase precontractual.

En primer lugar, el notario interviene en la fase precontractual, previa a la autorización de la escritura pública del préstamo hipotecario. En esta fase, y de forma gratuita, el notario verifica que la entidad financiera ha entregado al prestatario toda la documentación del préstamo con tiempo suficiente y que la información suministrada es la exigida en función del tipo de préstamo acordado por las partes.

La documentación entregada por la entidad financiera deberá ser:

  • La Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN) u oferta vinculante.
  • La Ficha de Advertencias Estandarizadas (FiAE). Documento que da información complementaria de las cláusulas del préstamo o crédito que sean relevantes.
  • La simulación de las cuotas periódicas que deberá satisfacer bajo diferentes escenarios de evolución de los tipos de interés, en el caso de que el préstamo sea a interés variable.
  • Un documento sobre los gastos asociados a la formalización del préstamo hipotecario (honorarios notariales, honorarios registrales, gastos de gestoría, tasación e impuestos). Tras la LCCI y la modificación de la normativa tributaria, son asumidos por la entidad financiera, a excepción de la tasación.
  • El proyecto de contrato del préstamo.
  • Un documento que contenga la advertencia de que la parte prestataria debe acudir al despacho del notario elegido para realizar el acta previa de transparencia.
  • Información sobre el contrato de seguro de daños, en el caso de que se establezca la obligación de contratar un seguro de dicha naturaleza sobre la finca hipotecada.
  • Un documento que contenga la manifestación de la parte prestataria de haber recibido todos los documentos de entrega obligatoria.

 


EN ESTA LEY SE GARANTIZA EL DERECHO DEL CONSUMIDOR A ELEGIR NOTARIO Y A REUNIRSE CON ÉL EN PRIVADO PARA PODER CONSULTARLE SUS DUDAS


A continuación, el notario se reúne con el consumidor (prestatario, fiador e hipotecante no deudor) en solitario y repasa con él toda la documentación precontractual entregada por la entidad. Tras esto, el notario le explica el contenido de la documentación precontractual, responde a las preguntas que le plantee, le aclara posibles dudas y, finalmente, el consumidor responde un test de comprensión. La explicación tiene que ser jurídica, no económica, y abarca todo el contenido del proyecto de contrato.

Concluido lo anterior, el notario redacta y autoriza el acta notarial de transparencia, que refleja las dudas planteadas por el deudor y el asesoramiento prestado por el notario. El acta puede ser positiva o negativa, lo que dependerá de que esté completa la documentación precontractual, de que ésta se corresponda con lo entregado al consumidor por la entidad financiera y con lo negociado entre ambas partes y de que el consumidor haya superado el test de comprensión.
El notario tiene que comunicar a la entidad prestamista, a través de medios telemáticos seguros, el resultado positivo o negativo del acta.

Fase contractual

El segundo momento en el que interviene el notario elegido es el día de la autorización y firma de la escritura pública del préstamo hipotecario (y, en su caso, de la escritura previa de compraventa u otro negocio de transmisión de la propiedad de la finca hipotecada), ya con todas las partes presentes.

Ese día el notario deberá comprobar la identidad, capacidad y legitimación tanto del comprador como del vendedor. También deberá informar al comprador si sobre el inmueble pesa alguna carga registral y si el vendedor acredita o no estar al corriente del pago de las cuotas de la comunidad de vecinos. Además, identificará los medios de pago que se van a utilizar y comprobará si el vendedor ha entregado el certificado de eficiencia energética. El notario también deberá informar a los contratantes de sus obligaciones legales y de sus deberes fiscales, incorporándose a la escritura la referencia catastral de la vivienda. Asimismo, informará del reparto de los gastos de la operación entre las partes. Es labor del notario también explicar el contenido de las escrituras de compraventa y préstamo, solventando todas las dudas que pudieran surgir en el momento del otorgamiento.

Actas de transparencia

Del 16 de junio de 2019, fecha de entrada en vigor de la ley reguladora de los contratos de crédito inmobiliario (LCCI), al 30 de abril de 2023, los notarios han autorizado 1.635.918 actas de transparencia y 1.414.834 préstamos hipotecarios, según datos del Centro de Información Estadística del Notariado. Según la portavoz del Consejo General del Notariado, María Teresa Barea, “la diferencia entre el número de actas y el de préstamos hipotecarios puede deberse a varias razones, como que el notario autorizó un acta positiva, pero finalmente no llegó a formalizarse el préstamo hipotecario; que el notario autorizó un acta positiva, pero la oferta vinculante de la entidad bancaria (FEIN) caducó sin que la entidad hubiese remitido al notario un documento de prórroga de su vigencia; o que el notario autorizó un acta negativa, por ejemplo, porque el consumidor consideraba que la oferta no reflejaba exactamente lo negociado con la entidad”.