Leer un cuadro: La colección del Museo del Prado en Canarias

ESFERA CULTURAL

LEER CUADROS

CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

CLAVES DE LA OBRA

Título de la obra: Mestiza
Autor: Villanueva y Vinarao, Esteban
Tamaño: 70 x 55 cm
Fecha de creación: 1875
Técnica: Óleo sobre lienzo
Ubicación: Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

LA COLECCIÓN DEL MUSEO DEL PRADO EN CANARIAS
Una de las iniciativas singulares del Museo del Prado es Prado extendido, cuyo objetivo es proyectar la presencia del Museo en todo el territorio español, facilitando el acceso y la visibilidad de sus fondos a toda la ciudadanía.
REYES CARRASCO GARRIDO,

Conservadora responsable del Servicio de Depósitos

Los bienes culturales viajan para servir a las comunidades. Su contemplación y estudio se convierten en estímulo para la educación, creación y trasmisión de conocimiento. Las colecciones que conforman hoy el Museo del Prado han sido compartidas con otras instituciones desde el siglo XIX, apoyando sus misiones sociales, culturales o de representación institucional.

El Prado tiene depositados 3.420 bienes culturales en 284 instituciones. En las Islas Canarias se encuentran 93 de estas obras, todas ellas en espacios gestionados por las administraciones públicas. En la isla de Gran Canaria se encuentran 38 de estos bienes, distribuidos entre la Casa Colón, en la que hay 14, el Ayuntamiento de Las Palmas, con 21, y el Tribunal Superior de Justicia, con 3. En Santa Cruz de Tenerife el Prado está presente en el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, en el que hay 39 obras del Prado; en el Ayuntamiento de la Orotava, donde hay 8; y en el IES Canarias Cabrera Pinto, en La Laguna que guarda 9.

 


EN LAS ISLAS CANARIAS SE ENCUENTRAN 93 OBRAS DEL MUSEO DE EL PRADO, TODAS ELLAS EN ESPACIOS GESTIONADOS POR LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS


 

En su origen, el conjunto depositado daba respuesta a una doble necesidad. Para el Museo del Prado era la forma de liberar espacio de sus almacenes y de encontrar un nuevo destino a los fondos que no podían ser expuestos. Para Canarias la solicitud se justificaba por ser un punto estratégico en el comercio de ultramar, con la consecuente visita de miles de extranjeros que podrían apreciar estas obras. A esta motivación se uniría, en el caso de Las Palmas, la ausencia de un museo que sirviera de aprendizaje de la historia del arte; y en el caso de su existencia, como en Tenerife, es una forma de completar la colección y el estudio de esta disciplina.

El pionero. El primer depósito realizado en las Islas fue en 1900 a petición del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, con destino al Museo de Bellas Artes de dicha ciudad. Se trataba de 12 obras procedentes del Museo de Arte Moderno, la mayoría grandes formatos de tema histórico, como La batalla de Otumba de Manuel Ramírez Ibáñez (P-5499) o La guerra, de Manuel Villegas (P-5503), obras que hoy siguen expuestas en sus salas.

Aunque el depósito es muy variado en temática, cronología y tipología, por su valor documental me gustaría destacar las obras de los alumnos de la Academia de dibujo y pintura de Manila (Filipinas), depositadas en los ayuntamientos de La Orotava y de Las Palmas en 1911 y 1913 respectivamente. Obras que, extrañas para su época por ser manifestación de un contexto cultural diferente al europeo, hoy son importantes para poner en valor la igualdad en el marco de la diversidad cultural, desde la perspectiva de la producción artística.

Se trata en su mayoría de pinturas que, tras su exhibición en la Exposición General de las Islas Filipinas de 1887, pasaron al Museo de Ultramar hasta su disolución en 1908, para posteriormente ingresar en la colección estable del Museo de Arte Moderno, institución que autorizó el envío de estas obras de ‘tipos y paisajes’ filipinos a las islas por falta de espacio para su exposición. Obras que son testimonio de la forma de actuar de una época que ahora es objeto de revisión.

Un tesoro medieval sin parangón en el mundo

ESFERA CULTURAL

UN TESORO MEDIEVAL SIN PARANGÓN EN EL MUNDO

El Archivo Histórico de Protocolos de Barcelona pone a disposición del público en formato digital parte de sus fondos, que incluyen registros notariales desde 1221.
JULIÁN DÍEZ
Solo los volúmenes que superan el siglo de antigüedad, que es posible consultar sin otra justificación que el interés académico, ascienden a 40.000.

La incuestionable importancia de los protocolos notariales como testimonio histórico tiene un punto de referencia mundial en Barcelona. Solamente Génova cuenta con documentos tan tempranos, con un volumen considerable, aunque sin llegar a la abundancia que atesora el Archivo de Protocolos Históricos del Colegio Notarial de Cataluña, que desde 2014 está poniendo los de origen medieval a disposición de profesionales o simples curiosos por la historia en su página web.

 


LA INCUESTIONABLE IMPORTANCIA DE LOS PROTOCOLOS NOTARIALES COMO TESTIMONIO HISTÓRICO TIENE UN PUNTO DE REFERENCIA MUNDIAL EN BARCELONA


 

Siglos XIII y XIV

Hasta el momento se ha digitalizado la práctica totalidad de los registros existentes de los 196 notarios que iniciaron su actividad en la capital catalana antes de 1451. En total 3.336 documentos de más de 3.500 volúmenes. Un proceso que se inició en 2014, con la disponibilidad online de 250.000 imágenes correspondientes a los siglos XIII y XIV, a la que siguieron otras cinco fechas de subida de material. Las dos últimas se dieron el pasado mes de junio, cuando se hicieron coincidir con el Día Internacional de los Archivos que se celebra por propuesta de la UNESCO desde 1948 y con el aniversario de la inauguración de la sede del Colegio Notarial de Cataluña, hace 142 años.

“Tenemos la intención de llevar a cabo la digitalización de los fondos de notarios que se incorporaron a la profesión posteriormente, si bien no se puede dar ahora mismo un calendario”, señala Antoni Albacete. Este doctor en Historia y Graduado Superior en Archivística y Gestión Documental lleva en el colegio notarial desde abril de 2020 y es director técnico de Investigación y Difusión del Archivo Histórico de Protocolos de Barcelona desde 2022.

La tarea de digitalizar todo ese archivo histórico se adivina ingente: solo los volúmenes que superan el siglo de antigüedad (los que es posible consultar sin otra justificación que el interés académico) ascienden a 40.000, que ocupan unos 5.000 metros lineales de estanterías. También es posible solicitar la consulta física en un edificio histórico de la calle Notariat, número 4. Allí existe una moderna sala de trabajo con 26 puntos de lectura, una selecta biblioteca de referencia, y la posibilidad de visitas comentadas o el uso para clases universitarias relacionadas con la temática notarial.

Gestor documental

El gestor documental que soporta la sección de archivo digital del colegio notarial ha recibido un nombre significativo para la historia del Notariado: Aurora. Según el propio colegio, se trata de “un homenaje a la conocida obra inacabada de Rolandino de’Passageri”, el llamado príncipe de los notarios boloñés, que en esa obra del siglo XIII “usó por primera vez el tenor literal de las fórmulas documentales para glosar y difundir el conocimiento sobre el ars notariae”.

 


SE HAN DIGITALIZADO 750.000 IMÁGENES DE LOS PROTOCOLOS DE LOS 196 NOTARIOS BARCELONESES QUE INICIARON SU ACTIVIDAD ANTES DE 1451


 

¿Qué tipo de material es posible encontrar en esa documentación medieval que ya se encuentra disponible? Explica Antoni Albacete que “hay documentos de todos los estratos sociales. En el caso catalán, especialmente, la figura del notario está muy inserta en la sociedad, ya que se acude a él para elevar a público numerosos actos privados referentes a todo tipo de cuestiones”.

Una particularidad de los protocolos catalanes es que la entrega de la escritura pública original al otorgador fue el procedimiento seguido durante muchos años, muchos más que en el resto de los territorios de la corona hispánica. Por ello, todo el material medieval que se encuentra escaneado en el archivo son copias y no matrices. El documento original era redactado en un pergamino que se entregaba al otorgante, mientras el notario conservaba una copia registrada. Mientras que este fue el procedimiento habitual en toda la Edad Media, en Castilla cambió a partir de 1503 con la aplicación de la Pragmática de Alcalá, que sin embargo no se siguió en Cataluña hasta 1736 para los notarios no colegiados y 1755 para los colegiados.

Antoni Albacete explica que “estas copias registradas se clasifican en series que recogen los asentamientos, por un lado, en los diversos estadios de redacción del documento original, y, por otro lado, series de libros especiales que reúnen documentos de la misma tipología. Las más comunes son los testamentos o capítulos matrimoniales. En función de la clientela de los notarios se generaban libros donde concentraban los documentos del mismo tipo, para una mejor gestión de la producción documental».

En cuanto a los temas, son tan variados como cabría esperar. Un apartado especialmente numeroso que hoy resulta sorprendente es el de los documentos relacionados con esclavos y libertos: “Barcelona, durante los siglos XIV y XV, fue un centro de primera magnitud como mercado de esclavos, junto con Génova o Venecia. Tanto asistía a la demanda interna de la ciudad y Cataluña en general (contando con los condados del norte que pasaron a Francia con el Tratado de los Pirineos de 1659), como servía de centro de reexportación a otras plazas comerciales mediterráneas”, señala Albacete.

Asimismo, encontramos documentos sobre minorías confesionales -musulmanas y judías- y gran cantidad referidos a las compañías mercantes de la época, tanto catalanas como italianas y del norte de Europa. Igualmente hay volúmenes centrados en la actividad de los órganos de gobierno de la cancillería real, o de gremios y cofradías. En ambos casos, el notario en cuestión también ejercía de escribano de esos estamentos.

Curiosos pedazos de historia

En la web del Colegio Notarial de Cataluña se presenta cada mes un documento llamativo o curioso que da testimonio de la relevancia histórica de lo conservado en su Archivo de Protocolos. Así, a lo largo del último año, han sido mostrados por ejemplo el contrato de compraventa de uno de los terrenos en los que se ubica la Sagrada Familia, del 8 de noviembre de 1881; la confirmación por parte de dos testigos de la actuación de un cirujano célebre de la época que permitió recuperar la vista a un militar que la había perdido por la extracción de una muela, en diciembre de 1765; o la constitución de la compañía que habría de construir el primer ferrocarril en territorio español: la línea Barcelona-Mataró, en 1844.

Los fondos medievales digitalizados por el Colegio Notarial de Cataluña se encuentran disponibles en su web.

Un apartado especialmente numeroso que hoy resulta sorprendente es el de los documentos relacionados con esclavos y libertos.
Del latín medieval al catalán
Los documentos digitalizados por el Archivo de Protocolos en la época medieval están redactados en su inmensa mayoría en latín, como explica Antoni Albacete: “El catalán entra muy pronto (siglo XIV) para los documentos más personales, como testamentos y capítulos matrimoniales, pero el latín es la lengua más común. Las dos lenguas convivirán en siglos sucesivos, pero el catalán irá progresivamente prevaleciendo para ser el empleado de forma mayoritaria”. Ese proceso quedará interrumpido cuando, tras la Guerra de Sucesión de comienzos del siglo XVIII, la centralización del Estado promovida por la dinastía borbónica prohibirá el uso del catalán para obligar en toda la documentación pública el empleo del castellano. El catalán se recuperará posteriormente a través de distintas etapas hasta su uso normalizado actual.

OTRAS FUENTES

Una muestra del trabajo que los historiadores pueden llevar a cabo a partir de este material se encuentra en los números publicados de la revista “Estudis Històrics i Documents dels Arxius de Protocols

Entrevista a Iván Macías, compositor

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IVÁN MACÍAS

Compositor

“West Side Story es el mejor musical de todos los tiempos”

Precoz en todo lo que ha emprendido -con trece años consigue el título de Profesor de Piano con Matrícula de Honor y el Premio Honorífico Fin de Carrera-, Iván Macías (Moguer, 1982), tras su etapa de concertista, dio un salto de gigante al Teatro Musical, hasta convertirse en uno de los mayores exponentes del género. En noviembre afrontará su desafío más ambicioso con el estreno absoluto un nuevo título, Los pilares de la tierra, a partir de la popular novela del británico Ken Follett.

JUAN ANTONIO LLORENTE

¿Cuándo vio su primer musical?

Hace muchísimos años. Siendo un niño, en Huelva o en Sevilla, no recuerdo bien. Era un espectáculo en gira…

Parece que aquella primera incursión no le marcó.

La verdad es que no. Luego, desde que empecé a viajar a Madrid, creo haber visto prácticamente todo. Los Miserables fue el primer espectáculo que me deslumbró, al comprobar que un musical puede estar cercano a la revista o a una ópera popular.

Hoy se anota como compositor El médico, El tiempo entre costuras, La historia interminable, Quién mató a Sherlock Holmes… ¿Me dejo alguno?

Uno que no se ha estrenado en Madrid a nivel profesional. Se llama Germinal y fue el primero. Ahora viene Los pilares de la Tierra, el quinto que presentamos en la capital, y ya hemos anunciado que estamos en el proceso de completar una obra dramático-musical: Patria. Y tocar ese tema son palabras mayores.

 


“‘LOS MISERABLES’ FUE EL PRIMER ESPECTÁCULO QUE ME DESLUMBRÓ, AL COMPROBAR QUE UN MUSICAL PUEDE ESTAR CERCANO A LA REVISTA O A UNA ÓPERA POPULAR”


 

¿Tiene referentes a la hora de componer?

Escucho muchísimo. Me encantan John Williams y Hans Zimmer, tan distintos y a la vez tan maravillosamente complementarios. Williams, ahí está su Thomas and the King, es el maestro a la hora de instrumentar y describir una historia con música, algo que le viene muy bien al teatro. En Superman, la música cuenta la historia. No se entendería la película sin Williams…Hasta que vino Zimmer haciendo lo contrario, con una música nada narrativa apoyando la acción. Me parecen dos maneras geniales de plantear una obra.

Se ha ido a referentes del cine. ¿En musical no tiene?

Después de haber visto tantos, sin duda sería Bernstein. West Side Story es el mejor musical de todos los tiempos. Al haber sido Los Miserables el primer musical en deslumbrarme, me influyó mucho Claude-Michel Schönberg, de quien luego vinieron Miss Saigón, Martin Guerre… Y me interesa lo que están haciendo nuevos compositores como Lin-Manuel Miranda con su Hamilton.

¿Dónde deja a Sondheim?

Su trabajo es muy interesante, pero queda bastante lejos de mi tradición musical. La de Sondheim es distinta, mucho más americana.

¿Libro que lee, música que crea? ¿Qué le pide para dar el primer paso?

Una historia que contar y unos personajes con ese punto capaz de enganchar al público, a los que estamos deseando dar vida. Aunque dicho así, creo que casi todos los libros son susceptibles de trasladarse al musical. Cuando me propuse hacerlo con El médico, y luego El tiempo entre costuras, me decían: ¿Cómo vas a hacer esa obra? Es imposible. Ahora le ha llegado al ¿cómo vas a hacer Los pilares de la tierra? Y creo que es posible, porque la música viaja muy rápido, haciendo que el público sienta y viva de manera más acelerada las emociones que se cuentan en las páginas de un libro.

El público, entonces, pide historia y personajes. ¿Cuál de los dos ingredientes le inspira más para trabajar?

Sin duda, una buena historia. Un texto que emocione. La palabra clave es emoción. Si el espectador entra en la historia y se emociona en cualquiera de sus estados, sale con la sensación de que ha valido la pena pagar la entrada. Una de las críticas más bonitas que nos hicieron, creo que fue con El médico, era que durante tres horas te olvidabas de mirar el WhatsApp. Parece una tontería, pero hoy todo el mundo está pendiente del teléfono como herramienta de trabajo. Y con El médico puedes reír, llorar… y para eso hace falta una historia poderosa.

¿Juega a favor el que detrás haya un libro conocido o le apetece descubrir y apostar?

Que sea un libro conocido ahorra muchísimo de explicar. Cuando hablas de El tiempo entre costuras o Los pilares de la tierra, el público sabe qué va a ver. En España se compra mucho todavía la marca, no como en Broadway. Entre los nominados a los Tony, muchas obras no son para nada conocidas. Aquí ese trabajo queda aún por hacer. Por otra parte, cuando tienes la marca, ganas mucho tiempo de comunicación también en lo que respecta al sponsoring. Si un libro ha vendido diez o veinte millones de copias es por algo.

Recuerde lo de los cien millones de moscas…

…se pueden equivocar. Pero también necesitamos moscas que compren entradas. Además, siendo mi formación clásica, soy bastante tolerante al respecto e insisto, algo tiene un libro para que venda tantísimo. En el caso de Los pilares de la Tierra hablamos de doscientos millones de copias, porque es una de las novelas más vendidas de la historia. Pero también hay muchos libros que cuando los leo pienso: ¡qué preciosidad sería esto en un escenario…!

¿Llegarán?

Si Dios quiere.

Inspirándole tanto la poesía como la prosa, ¿por qué no poner música a su paisano?

Juan Ramón Jiménez tiene una historia increíble para un proyecto en torno al Diario de un poeta recién casado, que no salió adelante. Se podrían hacer maravillas. Ahí hay una deuda pendiente, porque soy moguereño. Pero estamos ante el problema de que el teatro público musical casi no existe. Y desde el punto de vista privado, es muy caro hacerlo y hay que recuperar la inversión. Por eso la insistencia en que sea comercial, porque tienen que venderse localidades.

¿Le resultó tan fácil convencer a Ken Follett como en su momento a Noah Gordon, cuando le dijo «estoy escuchando mi libro…»?

No puede ser fácil conseguir los derechos de Los pilares de la tierra. Y no lo fue llegar a convencerle de llevar al teatro su obra a gente que no conoce. Hubo una labor previa durísima, y un trabajo artístico muy sólido hasta poder mostrarle varios números compuestos para el musical. Pero es un hombre muy interesante con quien se puede hablar. Entendió rápidamente lo que queríamos hacer y depositó en unas personas de Huelva su obra cumbre.

 


“ESTAMOS EN EL PROCESO DE COMPLETAR UNA OBRA DRAMÁTICO-MUSICAL: ‘PATRIA’. Y TOCAR ESE TEMA SON PALABRAS MAYORES”


 

Haga un spoiler. ¿Qué aporta de novedoso en Los pilares?

La partitura es grandiosa. En el proceso de instrumentación, vimos que era catedralicia, muy visual. Va a recordar mucho a las películas de este género en el cine, porque es muy cinematográfica. Estoy muy contento con el resultado porque, a pesar de ser una partitura grande, tras numerosas lecturas y pases, comprobamos que es bastante ligera en su comprensión. Creo que el público va a salir impactadísimo de las dos horas veinte que dura el espectáculo, en el que no deja de suceder cosa tras cosa.

Generando la música, pensando en el color de la voz del personaje, ¿tiene decidido quién será, para cortarle un traje a medida?

En mi cabeza sé quién me gustaría que lo cantara. Después habrá que rematar ese traje a medida. Recuerdo la anécdota de Mozart cuando le dijeron que le faltaba un aria. «Sí, respondió, pero no lo voy a hacer hasta que conozca a la primadonna«. La componía sobre la marcha. Sin llegar a ese punto, tengo muy claro el color de la voz y el artista que me puede inspirar al componer una melodía, una canción, una escena o lo que sea. En el casting se elegirá a quien mejor encaje en el perfil que buscamos. Luego, a sus trajes habrá que hacerles ciertas costuras para que resulten como escritos para ellos.

¿En alguna ocasión se lo ha contado a quien fue su musa mientras componía?

Si, porque he tenido la gran fortuna de trabajar con muchos de los mejores del sector. Y claro que les digo: esto ha sido inspirado pensando en ti. Pasó con Sherlock Holmes, una obra gestada durante el Covid, donde cada personaje fue creado para casi todos los que los acabaron cantando. La obra fue un tiro, cada cual con el traje a su medida.

¿Dónde encontrarle?

Procrastinador que no se da tregua, hasta la foto del estreno de Los Pilares de la Tierra, junto a Ken Follett, que ha confirmado su presencia, podemos intuir a Iván Macías dando forma a algún ambicioso proyecto. Como Patria, la obra de Fernando Aramburu, cuyo advenimiento ya ha anticipado.

Leer un cuadro: Sagunto, grupo escultórico

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CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

CLAVES DE LA OBRA

Autor: Querol y Subirats, Agustín
Fecha de creación: 1888
Material: Mármol
Ubicación: Expuesto en la sala 75
Medidas: 94 x 230 x 120 cm.

‘Sagunto’

Entre las obras expuestas en el Museo del Prado siempre me ha llamado la atención el grupo semicolosal Sagunto, de Agustín Querol y Subirats (Tortosa, 1860 – Madrid, 1909), por varias razones: la primera porque acometía un tema histórico dramático y difícil de resolver.

LETICIA AZCUE BREA,

Jefa de Conservación de Escultura y Artes Decorativas

Es una escena que representa al pueblo de Sagunto resistiendo hasta la muerte, en el momento en que una madre se suicida clavándose un cuchillo en el pecho después de haber dado muerte a su hijo, para evitar que los soldados cartagineses, al mando de Aníbal, los capturaran, en el asedio del año 219 a. de C. Querol trasmitió con elocuencia los más hondos sentimientos de violencia, dolor, desesperación, y, por ende, la fortaleza de una mujer.

La segunda razón es comprobar la destacada capacidad artística que ya mostraba su escultor, que estaba perfeccionando su formación como pensionado de número en la Real Academia de España en Roma. En su último envío reglamentario en 1888 remitió esta composición de gran calidad en escayola, con desnudos de formas muy contundentes y posiciones realmente difíciles.

Y la tercera, por el llamativo formato, y por las dificultades que conlleva el moverlo, dado el peso y el tamaño. Para los escultores pensionados en Roma, sus envíos reglamentarios por barco desde Italia, y luego por caminos pedregosos desde la costa española hasta Madrid, en este caso una escayola que pesaba 800 kilogramos, siempre fueron una odisea.

 


QUEROL TRASMITIÓ CON ELOCUENCIA LOS MÁS HONDOS SENTIMIENTOS DE VIOLENCIA, DOLOR, DESESPERACIÓN, Y, POR ENDE, LA FORTALEZA DE UNA MUJER


 

De escayola a mármol

La obra, todavía en escayola, no solo hizo este viaje, sino que también fue enviada a Múnich en 1897. Una vez tallada en mármol de Carrara, pesando 1.600 kilogramos y con la complejidad que ello supone, fue una de las ocho obras que Querol envió a la Universal de París en 1900. El grupo fue presentado públicamente en Madrid en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1906, consiguió la medalla de honor, y fue adquirido en 1908 por el Estado para el Museo de Arte Moderno.

Este Museo, instalado entonces en una planta de la Biblioteca Nacional, optó, ante la falta de espacio, por exhibir en el jardín varios de los grandes formatos que tenía en mármol, un criterio que hoy no compartiríamos, pero que entonces era válido. Sagunto se expuso a la intemperie durante décadas, hasta que en 1971 fue una de las obras incorporadas a los fondos del Museo del Prado y pasó al interior del Casón del Buen Retiro. Ello explica por qué la superficie de las figuras no es lisa y homogénea, está descarnada, un testimonio mudo pero muy elocuente de la propia historia de la obra. Y finalmente me recuerda cómo la vida de un exitoso escultor, artífice de los Pegasos que coronaban el actual Ministerio de Agricultura o del frontón de la fachada de la Biblioteca Nacional, entre otras obras, quedó truncada con tan solo cuarenta y nueve años.

Tesoros escondidos en los protocolos notariales

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TESOROS ESCONDIDOS EN LOS PROTOCOLOS NOTARIALES

Los notarios en su labor diaria están también creando fuentes primarias para los historiadores del futuro. Porque los documentos notariales recogen información y dan testimonio no sólo de circunstancias legales, sino también de la actividad cotidiana de los ciudadanos, de sus necesidades y sus preocupaciones.
JULIÁN DÍEZ
La exposición presenta una selección de tesoros escondidos autorizados por escribanos y notarios de Madrid desde el siglo XVI.

En Lo nunca visto. Tesoros escondidos en los protocolos notariales, la exposición organizada por el Archivo de Protocolos de Madrid (Sección Histórica), se presenta una selección de documentos notariales que son joyas escondidas entre los 46.449 tomos custodiados por los más de tres mil escribanos y notarios que desarrollaron su carrera en la ciudad desde el siglo XVI, cuando se convirtió en Villa y Corte, hasta 1919.

“La muestra recoge una documentación de una tremenda dimensión humana”, explica Plácido Barrios Fernández, notario de Alcalá de Henares, con un notable interés por la historia y por esta ‘fuente primaria’ que suponen los protocolos. Precisamente Barrios ha realizado junto con la directora del Archivo, Beatriz García, la elaboración del catálogo de esta exposición, que puede conseguirse online o de forma gratuita al visitarla en el Archivo Regional del complejo Cultural El Águila.

 


EL ARCHIVO HISTÓRICO DE PROTOCOLOS DE MADRID DISPONE DE 46.449 TOMOS CON DOCUMENTACIÓN AUTORIZADA POR NOTARIOS Y ESCRIBANOS


 

Detalles de las escrituras.

Según explica la directora del Archivo, aunque el tema podría parecer especializado para historiadores o miembros de la profesión “se ha utilizado una mirada curiosa y con cierto humor” al reunir un centenar de imágenes que resultan inesperadas y por ello con un singular valor. Y es que los escribanos y notarios, a lo largo de la historia, incluyeron en muchas ocasiones en sus documentos dibujos decorativos, detalles anecdóticos o materiales que hoy pueden parecer chocantes: de ahí el título de Lo nunca visto.

Este ingente caudal documental es “la fuente de la historia más propicia a las sorpresas” en palabras del notario y correspondiente de la Real Academia de la Historia, Antonio Linage Conde. Las escrituras resultaban aún más importantes en una era en que el analfabetismo todavía era frecuente. Por tanto, formaban parte de la vida de forma más continua y en ocasiones con un tono menos formal que en las tareas notariales de hoy. Además, en el contexto, explica Barrios, “de una sociedad más desinhibida y de enorme litigiosidad. Aunque hay muchos momentos de especial cercanía y complicidad, por ejemplo, en los testamentos, la gente de hoy tiene más pudor ante un notario”. Prueba de ello es que, por ejemplo, se ponían por escrito documentos como el ‘perdón de cuernos’ para recuperar al cónyuge, dado que el adulterio estaba tipificado como delito, o la ‘declaración de pobre’, para conseguir ciertos beneficios.

Documentos curiosos.

¿Y cuáles son esos tesoros escondidos entre los tomos que pueden contemplarse en Lo nunca visto? La variedad es enorme. Beatriz García se decanta por la singularidad de un contrato para reparar una tarasca, con dibujos explicativos sobre las tareas a realizar. La tarasca era una carroza que salía en la procesión del Corpus Christi representando el mal, y a la que los ciudadanos golpeaban, cabe suponer que provocando los consiguientes desperfectos.

 


FIRMAS HISTÓRICAS, ILUSTRACIONES DECORATIVAS, PLANOS, GENEALOGÍAS Y CURIOSIDADES FORMAN PARTE DE LA EXPOSICIÓN


 

Si bien hay visitas guiadas con la comisaria de la exposición cada miércoles a las doce de la mañana (previa reserva, por aforo limitado), un grupo de 23 notarios de la Comunidad de Madrid se dio cita en la tarde del pasado 10 de junio para recorrer la exposición bajo la guía de Beatriz García. Plácido Barrios comenta que entre las piezas que suscitaron mayor curiosidad estuvieron unos naipes encontrados en medio de uno de los tomos, ¿utilizados tal vez en una partida interrumpida y nunca reanudada? O las fotos del acta de un concurso de belleza organizado por la revista Blanco y Negro en 1903, y que dan un singular testimonio del cambio en los cánones sociales vividos desde entonces.

Otras piezas de valor son las que cuentan con la firma de personajes notorios de nuestra historia. Entre los presentes en esta ocasión pueden citarse a figuras como Felipe II, Isabel II, Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Carlo Maria Broschi (Farinelli) o Francisco de Goya.

Planos detallados, genealogías, o el testamento lacrado en 1787 y cerrado hasta hoy de una mujer que no fue reclamado por nadie son otros de los materiales expuestos. Entre los que Plácido Barrios comenta su emoción al encontrar periódicamente, inmutables al paso del tiempo pese al encontrarse en ajados pergaminos con siglos de antigüedad, materiales tan consustanciales a la profesión como los signum (signos) o las fórmulas tradicionales al pie de los textos que señalan “En testimonio de verdad” o “Pasó ante mí”.

¿Se han agotado las curiosidades presentes en este caudal de documentación? Plácido Barrios considera que es posible que haya nuevos descubrimientos de un tipo similar “pese a que se ha trabajado mucho sobre los protocolos, en mi modesta opinión, queda aún mucho por rastrear y para nada son descartables nuevos hallazgos”. Al fin y al cabo, hablamos de casi 47.000 volúmenes de notable grosor en muchos casos, que aún no se han digitalizado de forma íntegra (de acuerdo a los más exigentes estándares documentales) por lo que se sigue trabajando con ellos.

Conservación de documentos

En el Archivo Histórico de Madrid se custodian escrituras vigentes y válidas que también mantienen un uso práctico, aunque sea infrecuente. “Muy de vez en cuando se piden copias autorizadas que, en tal caso, son autorizadas por el notario archivero”, señala el notario Placido Barrios. Genealogías y testamentos son ejemplos de uso para estos documentos, si bien su demanda es mucho menor que en el caso de los que se conservan en el Archivo General de Protocolos, situado en el barrio de Hortaleza y en el que se recogen documentos más recientes, los fechados desde 1919 hasta fin del siglo XX.

Las escrituras resultaban aún más importantes en una era en que el analfabetismo era frecuente.
Del siglo XII a la Inteligencia Artificial

También en Madrid, en la sede del Consejo General del Notariado, se exhibe la exposición titulada El documento notarial: del siglo XII a la Inteligencia Artificial, que pasó en años previos por localidades como Málaga o San Sebastián. Esta muestra itinerante, que contó con la presencia como comisario de Plácido Barrios, exhibe algunos documentos tan singulares como el testamento que firmó Isabel la Católica en Medina del Campo, el de Lope de Vega, los planos originales del Parc Güell de Antoni Gaudí, documentos relativos al descubrimiento de América o de notable relevancia en la vida de celebridades como Miguel de Cervantes o Diego Velázquez.

OTRAS FUENTES

Toda la información sobre horarios y ubicación de la muestra, además del catálogo gratuito de la exposición en PDF, puede encontrarse en la web de la Comunidad de Madrid 

Entrevista a Paco del Pozo, Cantaor

ESFERA CULTURAL

PACO DEL POZO,

Cantaor

Haberse alzado con la Lámpara del Festival del Cante de las Minas de La Unión acredita a este madrileño como uno de los elegidos en el Olimpo del Flamenco. Hoy compatibiliza las actuaciones con sus clases en el Conservatorio Profesional de Música Arturo Soria, desde las que traslada a las nuevas generaciones ese arte que en él brotó como ciencia infusa en forma de ‘pellizco’.

JUAN ANTONIO LLORENTE

«La soleá es la madre de todos los cantes»

Madrileño, de familia sin raíces flamencas. ¿El duende nace donde quiere?

Por supuesto. Soy de la opinión de que lo lleva la persona y no el barrio en el que nace. Es verdad que si tienes la suerte de venir al mundo con ese ‘duende’ y además estás rodeado de música, o de cante, todo es mucho más fácil. Pero por supuesto que se puede nacer con ese don en un entorno no flamenco como el mío.

Con doce años fue el Mejor cantaor revelación de Madrid. ¿Cómo nació su afición?

Creo en el destino y las cosas pasan porque están escritas. Desde que empecé a hablar empecé a cantar. No flamenco, porque desconocía qué era eso, pero sí cosas de los anuncios de la radio, de los dibujos de la televisión… Tengo buena voz, afino bien y, como suele ocurrir, con cuatro o cinco años me decían “Paquito, canta esa canción de Torrebruno”, por ejemplo… Y les hacía gracia. Un amigo de mis padres, de aquella Vallecas de los 80, donde surgieron esos grupos de pop y rock flamenco, como Los Chichos o Los Chunguitos, cantaba bastante bien ese tipo de música. Y yo me quedaba escuchándole mientras los otros niños se iban a jugar. Ahí empecé a extraer esa forma de expresarme que, sin saber por qué, me llamaba la atención. Con ocho o nueve años, en Alcobendas había un grandísimo guitarrista, Paco de Antequera, que fue mi primer maestro y me hizo un disco y, con diez años, empecé a actuar en un montón de sitios. No recuerdo mi infancia sin el flamenco.

Estuvo picando piedra hasta los veintiún años, cuando se llevó la codiciada Lámpara Minera.

Para mí era muy grato porque hacía lo que me gustaba. Con quince y dieciséis años cantaba en garitos, centros culturales, a veces en compañías de baile y encima me pagaban, ¡un sueño! Hasta que, con 18 años, me integré en el cuadro flamenco del Corral de la Morería, empezó a sonar mi nombre por Madrid. Y en 1997 gané la 37º edición del Festival del Cante de las Minas.

 


PACO DE ANTEQUERA, MI PRIMER MAESTRO,
ME HIZO UN DISCO Y CON DIEZ AÑOS
EMPECÉ A ACTUAR EN MUCHOS SITIOS


 

Fue el primer madrileño en conseguirlo.

Sí y, de momento, el único.

Eso le abrió muchas puertas, y siguió recorriendo mundo. ¿Cuál es su espacio natural?

Donde más canto es en teatros y salas de concierto. También en peñas. Los festivales son harina de otro costal, porque donde más se programan es en Andalucía y, tal y como está construido el sistema, como madrileño me cuesta un poquito más entrar. Y lo veo como algo normal: alguien que tiene un presupuesto para programar un festival en un pueblo de cualquier provincia andaluza, destina gran parte para dos o tres figuras –gente famosa, con mucho nombre- y el resto queda para los cantaores y cantaoras locales, que en muchos casos pueden ser tan buenos como las figuras. Con todo, he tenido la suerte de cantar en la Bienal de Sevilla tres veces, he estado en los Juegos de flamenco del Baluarte, de la Candelaria de Cádiz o en festivales muy importantes de Jerez…

¿Algún escenario que quisiera pisar echa en falta?

Me gustaría mucho cantar en el Teatro Real. Pero siempre digo que ser madrileño es no ser de ninguna parte, porque aquí estamos todos. Si te reúnes con seis u ocho amigos, casi nadie es de Madrid. Casi ninguno de los grandes cargos que dirigen festivales y teatros es de Madrid. Por ejemplo, a compañeros míos que han ganado la Lámpara Minera les han hecho hijos adoptivos de su ciudad. A mí no me han hecho nada. Soy de Madrid, pues ya está, soy de ninguna parte.

 


NO RECUERDO MI INFANCIA SIN EL FLAMENCO


 

Madrid acaba de nombrar el flamenco Bien de Interés Cultural.

Tenía que haber sido antes, por ser la cuna de todos esos artistas que querían triunfar…

¿Qué proporción de hombres y mujeres acude a sus aulas?

Diría que en un 80% son mujeres y el 20% hombres. A veces he reflexionado, pero no sé decir el porqué.

Hubo grandes voces masculinas hasta que se produjo un vacío que vinieron a llenar cantaoras femeninas como la de Carmen Linares.

Estaban la Niña de la Puebla, la Paquera de Jerez, la Perla de Cádiz, Fernanda y Bernarda de Utrera… pero no vamos a negarlo, como no podía ser menos en el panorama de la sociedad en general, el flamenco también ha sido machista. Sin embargo, creo que eso está superado, y habrá más cantaoras que cantaores.

¿Hay cantera?

Sí. La hay. Algunos alumnos míos trabajan habitualmente en compañías, tablaos, como solistas incluso. Lo que pasa es que una carrera profesional exige tiempo y empeño… Pero sí hay gente que viene con mucho talento. Yo, como profesor, intento canalizar todo eso.

Como docente afirma que si alguien no puede transmitir lo que conoce es que no lo conoce bien. El pellizco ¿se lleva puesto o se aprende?

Es algo personal. Yo lo tengo desde el nacimiento, pero muchas cosas sí se pueden aprender. He sacado adelante mucha gente que está llevando una carrera muy digna. Obviamente, para el que ya tiene ese talento es más fácil desarrollarlo. También es verdad que muchos alumnos tienden a decir “ahora quiero aprenderme la Soleá de Triana, y ahora la de Cádiz”. Me gusta decir que yo enseño a cantar, no enseño cantes, los cantes están en los discos.

¿A qué palo se apunta para siempre?

La soleá, que para mí es la madre de todos los cantes. Todo lo que tiene el flamenco lo reúne. Empezando por la poesía. Las soleas son las más maravillosas con sus estrofas de tres y de cuatro versos. Muy cortitas, pero bestiales. Para que te emocione, tienes que cantar muy bien. En todos los sentidos, técnicos y emocionales. Es más fácil disimular en cualquier otro cante. En la soleá, no.

La copla cuenta una historia en tres minutos. El flamenco es pura filosofía: lanza una idea y la deja en el aire para que el oyente imagine.

Sí. Félix Grande, a quien admiraba y quería con locura, hablando de letras del flamenco en unas conferencias, decía: “Se imaginan una declaración de celos más concisa y más bonita que ‘la noche del aguacero, dime dónde te metiste que no te mojaste el pelo’. Pues el flamenco lo resume así: en tres versos se ha dicho todo.

 


UNA CARRERA PROFESIONAL EXIGE TALENTO, TIEMPO, MUCHO EMPEÑO Y AGUANTE


 

Félix Grande le apadrinó diciendo “canta con la fuerza de su juventud y la sabiduría de un viejo”.

Lo dijo cuando yo tenía poco más de 20 años. Le impresionaba.

Cuando tantos compañeros suyos han cantado a los poetas aureolados, usted rinde homenaje ahora en una serie de conciertos a Paca Aguirre, la mujer de Félix Grande. ¿Qué destacaría en sus versos?

Mucha verdad y emoción. Paca, aunque ella no lo sabía, era una gran poeta flamenca. He cantado sonetos de ella que contienen en pocos versos mensajes muy directos. Porque tenía esa facilidad natural de decirlo. A mi hay poesías que me cuesta entender porque me parecen muy rimbombantes y pienso que técnicamente deben ser buenísimas, pero no me llegan. Me emocionan las cosas que van directamente. Y Paca era esa clase de poeta, directa.

¿Dónde encontrarle?

Una fecha clave de su agenda será el 12 de noviembre, cuando abrirá la Suma Flamenca de Madrid con un homenaje a Félix Grande. Sin olvidar el musical en el que participa, a partir de la película El discípulo, de Emilio Ruiz Barrachina, cuya banda sonora ya protagonizó.

Leer un cuadro: Calvario con santos y donantes’

ESFERA CULTURAL

LEER CUADROS

CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

CLAVES DE LA OBRA

Autor: Seguidor de Hugo van der Goes
Fecha de creación: Hacia 1475
Material: Óleo sobre tabla
Ubicación: Sala 58
Medidas: 125,5 x 140,5 cm.

‘Calvario con santos y donantes’
Sucede en ocasiones que nos encontramos con obras de arte en los museos de las que apenas se conoce nada pero que resultan absolutamente fascinantes para el visitante interesado, y a la vez, clave en las colecciones de la institución que las custodia. Es el caso de este ‘Calvario con santos y donantes’.
JOSÉ JUAN PÉREZ PRECIADO,

conservador del área de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte

Sucede en ocasiones que nos encontramos con obras de arte en los museos de las que apenas se conoce nada pero que resultan absolutamente fascinantes para el visitante interesado, y a la vez, clave en las colecciones de la institución que las custodia. Es el caso de este Calvario con santos y donantes. De ella se desconoce quién la pintó, y también se ignora quién la encargó, es decir, quiénes son los donantes representados. Tampoco se puede reconocer a priori la ciudad captada al fondo del paisaje, lo que podría indicar dónde se pintó. Casi nada se sabe de ella. Pero a pesar de todas estas carencias en su conocimiento, la obra completa una laguna de la que adolecían las colecciones del Prado, habiendo sido por ello adquirida por el Museo hace apenas unos años.

Cuando se analiza con detalle, como se hizo para su adquisición, se descubre que se trata de una pintura excepcional y se deducen muchas cuestiones alrededor de su creación. Por ejemplo, que la obra presenta similitudes e incluye referencias que la sitúan en el entorno geográfico de la producción de artistas en la ciudad de Gante.

 


UN EXCEPCIONAL DOCUMENTO QUE NOS ILUSTRA SOBRE LAS PRÁCTICAS RELIGIOSAS DEL SIGLO XV


 

Influencias

La palmera y el árbol seco podrían rastrearse en obras como el altar del Cordero místico de los hermanos Van Eyck en la catedral de esta ciudad. También que los modelos de muchas de las figuras, están tomados de varias pinturas de Hugo van der Goes, uno de los pilares de la pintura neerlandesa temprana, muy activo en la misma ciudad, a la que por tanto pudiera aludir la ciudad representada en el paisaje, sin ser sin embargo una captación precisa. Aunque hay muchos detalles tomados de este pintor, las distintas influencias de otros artistas, -por ejemplo, ciertos ropajes están tomados de pinturas de Dirk Botus-, apuntan a un pintor independiente, no directamente miembro del taller de Hugo.

Por otro lado, y aunque no se conoce la identidad de la familia donante, cabe presumir que los nombres del matrimonio fueran Jerónimo y Catalina, dados los santos elegidos, y quizás estarían vinculados con España por la presencia de Santiago. Es interesante, por infrecuente, el rollo de oración en manos de una de las hijas, una pieza de rezo muy propia de finales del medievo de los que se conservan algunos ejemplares. El personaje parece haber llegado al final del rollo revelando la imagen, similar a un naipe, de las Cinco Llagas de Cristo, una devoción muy popular en el norte de Europa, confirmando el origen de la pintura. A la vez se puede observar cómo, ni ella ni su madre, entregadas a la lectura, miran al crucificado, sustituyendo la piedad de la contemplación directa del cuerpo de Cristo, presente ante ellas, por la de las llagas o la lectura de la pasión, según un hábito introspectivo, de meditación personal, propio de la entonces extendida corriente religiosa conocida como la Devotio moderna.

Todos estos detalles convierten a la pintura, no solo en una magnifica obra de arte, que nos fascina como creación artística y cubre una parte de las necesidades coleccionistas del Museo, sino en un excepcional documento que nos ilustra sobre las prácticas religiosas del siglo XV.

Música por la infancia desplazada

ESFERA CULTURAL

MÚSICA

POR LA INFANCIA DESPLAZADA

El pasado 6 de abril el Teatro Monumental de Madrid fue testigo de una emotiva velada solidaria, donde el Consejo General del Notariado, a través de sus dos fundaciones -Fundación Notariado y Fundación Æquitas- y Unión Profesional, unieron esfuerzos para impulsar el concierto benéfico Música por la Infancia Desplazada, con el apoyo de Vodafone Business.

JAIME PÉREZ DE MIGUEL
De izda. a dcha.: Mª del Mar Pageo, presidenta de Cruz Roja Española; José Ángel Martínez Sanchiz, presidente del Consejo General del Notariado; Nadia Garrido, secretaria general de Plataforma de Infancia; Jorge Gutiérrez, responsable del Área Sector Público de Vodafone Business, y Victoria Ortega, presidenta de Unión Profesional.

El evento quería visibilizar la necesidad de protección de los niños migrantes y refugiados que llegan a España y recaudar fondos destinados a dos instituciones que les prestan apoyo: Cruz Roja y Plataforma de Infancia.

También consiguió reunir a diversas instituciones y a la sociedad civil -con casi 900 asistentes y su contribución solidaria a través de la ‘Fila 0’- para la protección de estos niños. El respaldo de Vodafone Business como patrocinador principal del evento subraya también la relevancia de la colaboración público-privada en la promoción del bienestar infantil.

En definitiva, el compromiso de todos ellos responde a la convicción de que la protección de la infancia en movimiento, especialmente de los niños no acompañados, no debe ser solo una prioridad de los gobiernos, sino también de las instituciones y de la sociedad en general.

 


PROFESIONALES Y CIUDADANOS SE UNIERON EN UN CONCIERTO BENÉFICO PARA MEJORAR LAS CONDICIONES DE VIDA DE LOS NIÑOS MIGRANTES QUE LLEGAN A ESPAÑA


 

Música y solidaridad

La participación de la Joven Orquesta Bohème no solo fue un deleite para los oídos, sino también un recordatorio poderoso del potencial transformador de la juventud en la construcción de un mundo más justo y solidario. Bajo la dirección inspiradora de Luis Prades, estos jóvenes músicos demostraron su compromiso con la causa de la infancia desplazada a través de interpretaciones emotivas y magistrales.

Las obras seleccionadas para el programa musical no solo fueron una muestra de virtuosismo, sino también una declaración de principios. Desde la grandiosidad de la Egmont Overture de Beethoven hasta la emotividad de Aurora Europa, compuesta por el notario Josep Maria Valls, cada nota resonó con un mensaje de esperanza y solidaridad. La música, en su esencia más pura, se convirtió en un vehículo para sensibilizar y unir a la comunidad en torno a una causa noble.

Acciones con impacto real

La generosidad y el compromiso demostrados durante el concierto no se limitan al evento en sí, sino que se traducen en acciones concretas para brindar apoyo integral a la infancia vulnerable en España. Los fondos recaudados, tanto de la venta de entradas como de las donaciones a la ‘Fila 0’, han sido destinados a proyectos dirigidos a la infancia desplazada y refugiada de Cruz Roja y Plataforma de Infancia.

 


LOS FONDOS RECAUDADOS SE DESTINARÁN A PROYECTOS DE CRUZ ROJA Y PLATAFORMA DE INFANCIA


 

En este sentido, Cruz Roja, en su mandato humanitario, despliega una variedad de programas y servicios. Desde la acogida en centros específicos hasta la gestión de proyectos socioeducativos, la organización trabaja incansablemente para garantizar el bienestar físico, emocional y social de estos menores en situación de vulnerabilidad. Solo en 2023 Cruz Roja atendió a más de 120.000 niños y niñas menores de 14 años en situación de riesgo. Muchos de ellos, alrededor de un 15%, provenían de otros países, principalmente Marruecos, Ucrania, Colombia, Venezuela y Perú.

Por su parte, Plataforma de Infancia, como una red de más de 70 organizaciones, se ha consolidado como un referente en la defensa de los derechos de la infancia conforme a la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas. Su visión es la de alcanzar el pleno cumplimiento de estos derechos, integrando el esfuerzo de las organizaciones de infancia y de todos los agentes sociales. A través de grupos de trabajo especializados, la plataforma aborda las necesidades específicas de la infancia desplazada, promoviendo cambios estructurales en las políticas públicas para garantizar un entorno seguro y protector para todos los niños y niñas.

Una dolorosa realidad

Los niños refugiados e inmigrantes de Ucrania, Siria, Afganistán, Senegal o norte de África siguen en aumento en España. Las ONG no dejan de mostrarnos datos descorazonadores sobre ello. En el caso español, conocemos bien que Canarias es el mayor puerto de entrada de inmigrantes en la frontera sur, a los que hay que sumar los de otros puntos de llegada en Ceuta, Melilla o Baleares, sin contar con los 50.000 niños refugiados procedentes de Ucrania desde el inicio de la guerra.

Joven Orquesta Bohème.

OTRAS FUENTES

Información sobre menores desplazados de UNICEF

Reportaje sobre las diferentes infancias migrantes en España en The Conversation.

 

Información sobre la integración socioeducativa de estos menores en España, difundida en Europa Press.

Entrevista a Anna Mishchenko, soprano ucraniana

ESFERA CULTURAL

ANNA MISHCHENKO,

SOPRANO UCRANIANA

El 26 de febrero de 2022, la soprano ucraniana de Dnipró, Anna Mischenko, debía interpretar el papel protagonista de La princesa del circo, opereta del húngaro Imre Kálmán. Dos días antes, Vladimir Putin había invadido su país. Hoy, en condición de refugiada, reside en Madrid y trabaja para el Coro Intermezzo en programas que requieren refuerzos vocales, como Maestros Cantores, la ópera de Wagner con la que regresó hace unas semanas al Teatro Real.

JUAN ANTONIO LLORENTE

“Es una suerte que me hayan brindado la oportunidad de cantar en el Teatro Real”

Sorprende leer que se formó en una materia tan distinta a su profesión como ingeniería de minas. ¿Llegó a ejercer?

Nunca. En aquel momento teníamos una buena especialización, pero entre 1996 y 2001, cuando cursé mis estudios, era difícil encontrar ese trabajo específico. Estando en la universidad me ofrecieron prácticas en otra localidad, no remuneradas y en condiciones duras, así que, como en aquel momento necesitaba dinero, comprendí que lo mejor era declinar la oferta. En la facultad había un grupo de gente con muy buenas voces, con los que empecé a cantar música popular.

¿Recuerda el día en que la invasión de Ucrania precipitó su marcha?

No sólo me acuerdo de ese día, también del anterior. Todo se esfumó en un minuto. Durante muchos años había estado escribiendo un diario. Intenté esbozar algo y lo único que me salió fue “es el segundo día de la guerra y me he quedado sin palabras». No sabía qué hacer en ese momento de mi carrera; mi marido me propuso quedarme pensando que todo se iba a solucionar. Suponía que siendo Dnipró una gran ciudad, con mucha industria y un sector manufacturero altamente desarrollado, todo ello muy ligado a los negocios con Rusia, nunca la tocarían. Pero mi principal objetivo era sacar a nuestros hijos fuera de todo riesgo. Como madre, no quería que viviesen aquel momento. Mi único pensamiento era cómo salir con ellos de allí.

¿Su marido no podía?

Me dijo “Anna, como patriota, no podría dormir pensando que he abandonado a mi nación. Pido perdón si soy demasiado egoísta -puede que así sea-”. Entonces, recordé cuando mis hijos estaban dentro de mí y yo les decía cosas y les cantaba nanas esperando el milagro de su llegada. Hablé con ellos, como si aún los llevara dentro, exponiéndoles los sucesos tan terribles que estaban ocurriendo. Hasta que mi marido le dio un arma al mayor diciéndole: “Aprende a manejarla, que tal vez un día tendrás que utilizarla en la guerra”. En ese punto, aun comprendiendo la actitud de mi marido pensando en nuestro país, dije ¡no! Salieron a tiempo, el mayor tenía 17 años y hoy estaría reclutado.

 


«LOS ESPAÑOLES SON ABIERTOS DE MENTE Y CORAZÓN Y, SI SE LO PIDES, ESTÁN DISPUESTOS A AYUDAR EN LO QUE NECESITES»


 

¿Pensó en algún plan concreto?

No tenía ni idea de adónde ir. Al principio existía la posibilidad de trasladarse al oeste de Ucrania para vivir más o menos en calma, o a los Cárpatos, un lugar idílico en medio de la naturaleza. Allí teníamos unos amigos y fuimos hasta una aldea cerca de Leópolis, donde nos quedamos tres días. Pero siguiendo las noticias, al ver a toda aquella gente que, a pesar del frío, esperaban en la frontera con sus niños y las maletas intentando salir de Ucrania, hablé con la dueña del apartamento. Su hija trabajaba en una empresa que ofrecía a sus trabajadores la posibilidad de llegar a Cracovia en autobuses. Le pregunté si había alguna posibilidad de comprar tres plazas en alguno de ellos, pudo conseguirlas, y salimos de Ucrania. Al día siguiente era el Día de la Mujer y cuando mi marido me llamó para felicitarme le dije: “Gracias, estamos ya en Polonia”. Noté que se quedaba en shock porque nos habíamos ido alejando más de nuestra ciudad.

Hasta instalarse en España, donde fue definitiva la ayuda de una profesora de canto con la que había estudiado…

Sí, se llama Milagros Poblador. Nos conocíamos de unas lecciones que me había dado, y habíamos seguido en contacto por WhatsApp. Decidí recurrir a Milagros, aunque sólo había dado dos o tres clases con ella y no quería molestarla. Me armé de valor y la llamé. Le dije que quería saber si ella me podría ayudarme a encontrar un trabajo. Estaba abierta a lo que me sugiera -limpiar casas, lo que fuera-, no quería mendigar.

¿Por qué pensó en España?

Tengo un amigo de Nueva York, David Johnson, que fue mi profesor y ahora está dando clases en Francia. En ellas conocí a una chica belga que, cuando estalló la guerra me dijo: “Os estoy esperando, a ti y a tus hijos. Aquí no os faltará nada, ni tendrás que pagar alojamiento”. Valoré todas las opciones y lo que nos aportaría cada país y finalmente decidí que nos íbamos a España.

¿Quieren volver a su tierra?

Al principio queríamos, mis hijos me decían que echaban de menos a su padre. A veces vuelven a lamentarse, y lo comprendo. Trato de evitarles las malas noticias para mantener su mente apartada, pero insisten en saber qué ocurre. Cada día, hablo con mi marido y me cuenta si han caído cohetes, bombas, etc. Así que a veces, cuando se quejan, les recuerdo lo que está sucediendo en Ucrania. Aquí vivimos en paz, pueden ir al colegio y estar con sus amigos, hablar por teléfono con su padre…

¿Siente que nuestro país le abrió los brazos?

Para mí fue una sorpresa cuando en 2016 visité España por primera vez con mi marido. Inmediatamente me sentí cómoda. Ahora, después de dos años viviendo aquí, veo que son tal y como los recordaba: abiertos de mente y de corazón y, si se lo pides, dispuestos siempre a ayudar.

Y usted paga con la misma moneda, dispuesta a echar una mano a los demás, cantando en hospitales y residencias o atenta a cualquier llamada de la Cruz Roja…

A Cruz Roja le estoy muy agradecida porque a nuestra llegada nos proporcionó alojamiento durante una semana en un hotel cerca del aeropuerto de Barajas. Desde allí, nos trasladamos a un apartamento en Malasaña. Después firmé el contrato con Intermezzo, que me permitió pagar el alojamiento y la comida para mí y mis hijos.

 


«CUANDO ESTALLÓ LA GUERRA INTENTÉ ESCRIBIR ALGO Y LO ÚNICO QUE ME SALIÓ FUE: “ES EL SEGUNDO DÍA DE LA GUERRA Y ME HE QUEDADO SIN PALABRAS”»


 

Después de haber cantado como solista en su país, ¿cómo se siente, anónima entre la multitud del coro?

El trabajo previo en mi país había sido también cantando en un coro. Por eso, volver a hacerlo ahora no es un problema. Es una suerte que me hayan brindado la oportunidad de cantar en el del Teatro Real. Nunca pensé que algún día sucedería. Mis compañeros son profesionales con mucho talento, y eso es lo importante para mí: sentirme rodeada de grandes músicos, de grandes cantantes y directores.

¿Le apetecería volver a cantar sola?

Naturalmente que me apetece, pero lo importante para mí en este momento es contar con independencia económica. Porque mi marido no puede ayudarnos mucho, y no quiero molestar a asociaciones benéficas de España. Estaría muy bien que surgiera alguna posibilidad de cantar como solista en eventos o pequeños conciertos, pero el que el coro Intermezzo cuente conmigo lo considero un gran honor.

¿Sueña en pasado o en futuro?

Sueño en presente. Pienso en este mismo momento, porque tenemos todo: agua, el azul del cielo… Desde pequeña me enseñaron a ser agradecida por tener lo que necesito. La voz es algo circunstancial, que en un momento dado puede no estar tan bien por diversas razones, empezando por el estrés.

Cuando todo vuelva a su cauce, ¿qué papel le gustaría interpretar?

Aunque mi favorito es Liu, de Turandot, me apetecería mucho cantar Mimi, de Boheme, por sus exigencias vocales y su punto dramático. O el de Theodora, protagonista de La princesa del circo, de Kalman que, en 2022, dos días después de la invasión, iba a interpretar en Mariupol.

¿Le gustaría materializar pronto aquella Theodora?

Sí, y de hacerlo, me gustaría que fuese en alemán, por todo lo que gana la línea melódica cuando se dice el texto en la lengua en la que fue escrito.

¿Dónde encontrarla?

Por sus obras se conocerán:

  • En YouTube. Anna Mishchenko y Tatiana Feshchenko. Et Incarnatus Est.
  • En YouTube. Anna Mishchenko. Io son l’umile ancella.

Leer un cuadro: El grabado a buril en el taller de Stradanus

ESFERA CULTURAL

LEER CUADROS

CONVENIO EL PRADO-FUNDACIÓN NOTARIADO

CLAVES DE LA OBRA

Grabador: Hans II Collaert
Atribuido: a Jan van der Straet.
Inventor: Philips Galle.
Fecha de creación: Hacia 1591
Técnica: Buril, papel verjurado
Ubicación: no expuesto en la actualidad
Medidas: 266 x 336 mm.

El grabado a buril en el taller de Stradanus
El periodo de formación de un artista coincide con los años más tempranos de su juventud, cuando comienza a desarrollar sus habilidades bajo la supervisión de un maestro o una academia. Durante la Edad Moderna, el primer paso en la formación de cualquier artista era la práctica del dibujo como fundamento de las artes.
GLORIA SOLACHE,
Área de Conservación de dibujos y estampas

Ejercicios de mano que empezaban con la copia de modelos dibujados o de estampas, facilitados por el maestro. El grabador debía dominar totalmente el dibujo antes de enfrentarse a la lámina de cobre con el buril. Grabar a buril requería una gran destreza técnica que solo se adquiría con la práctica durante varios años, a diferencia de otras técnicas de grabado como el aguafuerte de aprendizaje menos costoso.

El buril es una herramienta cortante de filo poligonal inserta en un mango semiesférico que se acopla al hueco de la mano del grabador. Con la herramienta en la mano, el burilista va incidiendo con fuerza sobre la lámina de cobre abriendo línea a línea cada detalle de la composición, desde los contornos a las tonalidades que consigue grabando más o menos cerca las líneas. Un trabajo preciso que, dependiendo de su complejidad y del tamaño de la lámina, podía durar meses o incluso años. Después, una vez concluido, la lámina se entintaba, dejando esta solo por el interior de los surcos, y se colocaba junto a una hoja de papel en una prensa o tórculo que, mediante un sistema de cilindros, ejercía la presión necesaria para trasladar la tinta de los surcos al papel. El resultado final es la estampa, la hoja de papel impresa con la composición previamente grabada.

 


LA DESTREZA TÉCNICA SOLO SE ADQUIRÍA CON LA PRÁCTICA DURANTE VARIOS AÑOS


 

Nuevas adquisiciones

Cuando se trabaja en un departamento de conservación de dibujos y estampas como el del Museo del Prado, no es extraño ser testigo de la llegada de conjuntos numerosos de estas obras. La entrada de nuevas piezas a una colección pública es siempre motivo de celebración, cuanto más si son obras que destacan por su calidad y por estar relacionadas directamente con el trabajo de los artistas. En este sentido, en 2022 el Museo del Prado adquirió más de dos centenares de estampas de temática artística procedentes de la colección del profesor de Historia del Grabado de la Universidad de Barcelona, Vicenç Furió.

Entre las estampas de este lote he querido seleccionar en esta ocasión una imagen singular que representa el reparto de funciones en el taller del grabador Stradanus en Italia, en la segunda mitad del siglo XVI. Los quince personajes que aparecen en la escena trabajan simultáneamente en dos habitaciones, que tiene cada una un tórculo. Llama la atención cómo la edad de los personajes representados está directamente relacionada con la complejidad de las tareas que realizan. Los aprendices de menor edad, casi niños, están dibujando o muestran al maestro sus diseños, mientras que este, un anciano con gafas a la derecha de la composición, está grabando. Los demás se reparten el resto de tareas, los jóvenes se encargan de elaborar las tintas y de la estampación, y los adultos de entintar, preparar las láminas antes de imprimir y, por último, de examinar el resultado final de la estampa, que es lo que está haciendo el personaje a la izquierda del primer plano.