Claves para poder pasar del conflicto a la paz

ALDEA GLOBAL

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CLAVES PARA PODER PASAR DEL CONFLICTO A LA PAZ

En la resolución de los conflictos la clave es conocer cuáles son los procedimientos que hay que llevar a cabo y qué hay que dejar de lado para llegar a la paz. Y los cuatro pilares en los que se basa la llamada Justicia Transicional -Verdad, Justicia, Reparación y Garantía de No Repetición- son la mejor guía para alcanzarla.

REDACCIÓN

 

Esta idea, expresada por Joseph Weiler (catedrático de Derecho en la Universidad de Nueva York y Premio Ratzinger 2022) y compartida por todos los ponentes, fue una de las principales conclusiones que se extrajeron en la presentación del libro Pasado, presente y futuro de la Justicia Transicional: la experiencia latinoamericana en la construcción de la paz mundial, celebrada en el Colegio Notarial de Madrid. “La Justicia Transicional se refiere al concepto de transición al final de un conflicto. Pero está claro que los procedimientos son los que garantizan esa transición y una justicia a largo plazo. Esta es la lección más importante que podemos extraer de este libro”, aseguró Weiler.

La obra ha sido promovida conjuntamente por la COMJIB, el Consejo General del Notariado (CGN) y Fundación Notariado. En sus casi 500 páginas, participan una veintena de ponentes, entre ellos filósofos, humanistas y profesores universitarios iberoamericanos, así como ministros, ex ministros y altos cargos de los gobiernos de diferentes países latinoamericanos y organismos internacionales.

Un mundo en llamas

El evento estuvo presidido por Concepción Pilar Barrio del Olmo, vicedecana del Colegio Notarial de Madrid, y en él participaron el secretario general de la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (COMJIB), Enrique Gil Botero; Alfonso Cavallé, decano del Colegio Notarial de Canarias, delegado para América del CGN y vicepresidente de la Comisión de Deontología de la Unión Internacional del Notariado (UINL); la fiscal ante el Tribunal de la Jurisdicción Especial para la Paz de la Unidad de Investigación y Acusación, Digna Isabel Durán; el profesor Joseph Weiler; y Cecilia Robles, directora general de Naciones Unidas (ONU), Organismos Internacionales (OOII) y Derechos Humanos (DDDH) del Ministerio de Asuntos Exteriores.

 


LA OBRA HA SIDO PROMOVIDA CONJUNTAMENTE POR LA COMJIB, EL CONSEJO GENERAL DEL NOTARIADO Y FUNDACIÓN NOTARIADO


 

El acto comenzó con unas palabras de condolencia por las víctimas y damnificados por la DANA. Barrio del Olmo dio la bienvenida e hizo alusión a la obra que se presentaba “tan importante en un momento en el que la actualidad está marcada por el conflicto internacional”. Por su parte, Cavallé destacó a Enrique Gil Botero como principal impulsor de este libro, así como su papel en el proceso de paz en Colombia. Además, señaló la contribución del Notariado “tan vinculado a la búsqueda de la verdad, la justicia y la paz”.

 


PARTICIPAN UNA VEINTENA DE PONENTES: FILÓSOFOS, HUMANISTAS, PROFESORES, EX MINISTROS Y ALTOS CARGOS


 

Seguidamente, tomó la palabra Gil Botero, quien comenzó su discurso explicando el porqué, cómo y para qué de este libro: “La obra nace de ver un mundo terrorífico, entrópico y destructor, un mundo en llamas con más de 56 guerras y 92 países involucrados. Una situación y un panorama donde los organismos internacionales son ambiguos, vacilantes y han perdido, si es que la tuvieran, la fuerza y el ideario que justificó su creación; unas potencias que exhiben y permanecen sigilosas y una Europa que está anestesiada”, afirmó. El secretario general de la COMJIB concluyó que, por todo ello, “este libro es un grito en la oscuridad. La justicia transicional abre una esperanza y busca ayudar y poner en orden la convivencia, el progreso y la construcción de unas sociedades justas y con valores de civilidad. La consecución de la paz debe ser imperativo moral para todos, porque las guerras actuales tienen al mundo al borde de la autodestrucción”.

Gil Botero anunció también que el libro será traducido al inglés para ser presentado a principios de 2025 en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York.

Digna Isabel Durán hizo alusión a la importancia de la justicia transicional que “no puede ser conjugada como una fórmula para todos los conflictos del mundo, pero sí aporta herramientas importantes para cesar con las violaciones de los derechos humanos que sufren algunas sociedades”. Busca -añadió- “restaurar, reparar en lo posible a las víctimas, prevenir la impunidad e implementar medidas para que estas violaciones no se vuelvan a repetir y, finalmente, promover la reconciliación de los pueblos. Las personas víctimas de una guerra tienen que recibir justicia, reparación y medidas de no repetición”, aseguró.

En la clausura, Cecilia Robles también puso el foco en los cuatro pilares a los que hace referencia la obra como herramienta política y práctica para responder a crisis nacionales e internacionales, especialmente el de la Justicia, pues, según explicó, “España presta un gran apoyo a la Corte Penal Internacional para contribuir a los desafíos a los que se enfrenta”. “Este apoyo es político, financiero -ámbito en el que hemos hecho un gran esfuerzo-, de refuerzo de sus recursos humanos y estamos estudiando nuevos acuerdos de cooperación” afirmó.

 


EL LIBRO SERÁ PRESENTADO A PRINCIPIOS DE 2025 EN LA SEDE DE LAS NACIONES UNIDAS DE NUEVA YORK


 

Además, Robles señaló la importancia del papel que desempeñan las mujeres y las niñas en los procesos de justicia transicional como protagonistas, pero también como víctimas. “Tenerlas presentes es una cuestión de justicia y es recomendable, puesto que está demostrado que los procesos de paz que las incluyen son más duraderos”, finalizó.

Pasado, presente y futuro de la Justicia Transicional

El libro Pasado, presente y futuro de la Justicia Transicional: la experiencia latinoamericana en la construcción de la paz mundial expresa el compromiso de la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos, del Consejo General del Notariado y de la Fundación Notariado de contribuir a la construcción de la paz en nuestras sociedades. La publicación contiene un primer capítulo en el que se establecen los fundamentos del Derecho Penal y se explica el papel y el valor de la Justicia Transicional en la solución de conflictos.

El segundo capítulo, que conforma el grueso de la obra, se articula en torno a los cuatro ejes de la Justicia Transicional; los cuatro pilares que las víctimas de todo conflicto necesitan para superar el pasado y construir el futuro: Verdad, Justicia, Reparación y Garantía de No Repetición. A través de estos, diferentes autores realizan un análisis riguroso y detallado de la justicia transicional en América Latina, además de ofrecer recomendaciones prácticas para los formuladores de políticas y los actores internacionales.

Este libro supone por tanto una contribución a la literatura académica, además de ofrecer una guía para los formuladores de políticas, defensores de derechos humanos y activistas de la paz en todo el mundo. En él se analizan en detalle las políticas de reparación en varios países latinoamericanos, destacando tanto los éxitos como aquellas situaciones que fueron claramente insuficientes. Un estudio que permite concluir que, en una región marcada por décadas de conflicto y violencia, la justicia transicional se erige como el camino hacia la reconciliación y la paz duradera.

Entre los textos incluidos en la obra destacan las palabras del Papa Francisco y el prólogo del Premio Nobel de la Paz y ex presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.

De izda. a dcha.: Alfonso Cavallé, Cecilia Robles, Concepción Pilar Barrio, Enrique Gil Botero y Digna Isabel Durán.
De izda. a dcha.: Digna Isabel Durán, Enrique Gil Botero, Joseph Weiler, Concepción Pilar Barrio del Olmo, Cecilia Robles y Alfonso Cavallé.
Joseph Weiler.
Principios, no reglas

La ponencia principal corrió a cargo del Profesor Joseph Weiler, catedrático de Derecho en la Universidad de Nueva York y Premio Ratzinger 2022, quien resaltó los cuatro principios de la Justicia Transicional en torno a los cuales se articula la obra y los cuales aseguró que “son fundamentales para la resolución de conflictos”. Sin embargo, quiso aclarar que “se trata de principios, no de reglas. Son abiertos y adaptables a diferentes situaciones. Son formas de pensar, pero no pueden ser entendidos como una receta, por lo que debemos tomar este libro como una guía o un método que nos ayuda a alcanzar la paz, no como una fórmula”, añadió. Weiler también quiso destacar en su ponencia la labor de los notarios en este ámbito, ya que, según explicó, “trabajan en interés de la sociedad, buscando la paz y la verdad. Aunque son profesionales privados, a menudo se encargan de aplicar y defender el Derecho público con la intención de lograr soluciones beneficiosas para la ciudadanía que perduren a largo plazo”.

Entrevista a Enrique Gil Botero, secretario general de la COMJIB

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ENRIQUE GIL BOTERO,

SECRETARIO GENERAL DE LA COMJIB

Constituida en Madrid en 1970, la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (COMJIB) está integrada por veintidós Estados miembros. Su secretario general desde hace cinco años es el colombiano Enrique Gil Botero, quien desgrana en esta entrevista las líneas maestras de su institución.

JOSÉ M. CARRASCOSA

“El encuentro de Tenerife ha permitido consolidar un espacio de diálogo político-institucional al más alto nivel”

-Acaba de regresar del encuentro de la COMJIB y la CMJPLOP en Tenerife, donde ministros de Justicia de dieciséis países suscribieron la Declaración de las Islas Canarias. ¿Qué supondrá para la comunidad iberoamericana y de habla portuguesa esta iniciativa?

El II Encuentro de la COMJIB y la COMJPLOP en Tenerife ha permitido consolidar un espacio de diálogo político-institucional al más alto nivel entre Ministerios de Justicia en lengua española y lengua portuguesa. Esto nos permitirá profundizar los vínculos entre nuestras políticas públicas y nuestras herramientas de cooperación jurídica internacional en países con muchas similitudes culturales, históricas, lingüísticas y también jurídicas.

 


“LAS SOLICITUDES DE COOPERACIÓN JURÍDICA INTERNACIONAL AHORA SE PUEDEN TRAMITAR A TRAVÉS DE LA PLATAFORMA IBER@, DISEÑADA POR EL CENTRO TECNOLÓGICO DEL NOTARIADO”


 

-En la clausura de dicho encuentro alertó sobre «la gran amenaza que suponen los delitos transnacionales para la seguridad y el bienestar de los ciudadanos». ¿Cuáles son las principales líneas de actuación puestas en marcha desde la COMJIB?

En la COMJIB somos depositarios de diversos tratados internacionales suscritos por los Estados en aras de generar mayores respuestas contra la criminalidad organizada. Uno de ellos es el Tratado Relativo a la Transmisión Electrónica de Solicitudes de Cooperación Jurídica Internacional entre Autoridades Centrales, más conocido como Tratado de Medellín, que entró en vigor hace más de dos años. También contamos con otros tratados que regulan los equipos conjuntos de investigación en la región iberoamericana, que permiten constituir equipos de policías, fiscales y/o jueces para investigar delitos trasnacionales de cierta complejidad.

-La COMJIB y el Notariado español mantienen una estrecha colaboración -vehiculada, por ejemplo, con el desarrollo de las plataformas telemáticas como Iber@ e Iberfides-. ¿Cuál es su utilidad?

A través del Tratado de Medellín se está logrando que las solicitudes de cooperación jurídica internacional que antes se realizaban por valija diplomática o correo electrónico ahora se puedan tramitar ágilmente y con elevados niveles de seguridad a través de la Plataforma Iber@, diseñada y custodiada por el Centro Tecnológico del Notariado. Iberfides por su parte, es también una herramienta muy valiosa, con objetivos similares pero adaptada al ámbito notarial, la cual ha despertado mucho interés en los países iberoamericanos.

-Ha cumplido recientemente cinco años al frente de la secretaría general de la COMJIB. ¿Qué balance realiza de este período?

Una de mis prioridades como secretario general ha sido potenciar la Red Iberoamericana de Cooperación Jurídica Internacional (IberRed) que este año cumple su vigésimo aniversario. En la actualidad contamos con más de 300 puntos de contacto activos en la Plataforma Iber@; hemos vuelto a realizar encuentros presenciales de puntos de contacto; la página web de IberRed cuenta con información y noticias actualizadas; estamos realizando seminarios virtuales sobre temáticas de interés como protección de datos o cibercriminalidad; hemos logrado dar de alta a puntos de contacto de Eurojust en la Plataforma Iber@, y acabamos de ingresar como observadores a GlobE Network que es una red especializada anticorrupción de Naciones Unidas. He tratado de impulsar muchas iniciativas en estos cinco años, pero si tuviera que elegir la más importante, me quedaría con la reactivación efectiva de IberRed.

-Junto al idioma común, el derecho romano aglutina a los países de la comunidad iberoamericana. ¿Qué aporta mantener un régimen jurídico similar?

Los países iberoamericanos tenemos una tradición jurídica de derecho continental o civil law. Eso significa que tenemos muchas similitudes desde el punto de vista legislativo, pero también en cuanto a las prácticas jurídicas. Esta situación aporta numerosas ventajas ya que los problemas de los sistemas de justicia son bastante similares y eso permite también identificar estrategias conjuntas para abordarlos. Por ejemplo, un tema que hemos trabajado abundantemente en estos cinco años ha sido el problema de hacinamiento de los sistemas penitenciarios en América Latina. Hemos generado acuerdos políticos y técnicos en la COMJIB para promover respuestas más humanizadoras en los sistemas penales, promoviendo la alternatividad y la proporcionalidad de las penas. Ha sido posible alcanzar dichos acuerdos ya que tenemos diagnósticos bastante similares entre los países miembros.

-¿Cómo son las relaciones de la COMJIB con otras instituciones plurinacionales, como las comunitarias Eurojust o su homóloga JAI?

IberRed y Eurojust firmaron un memorándum de entendimiento en el año 2009 y en el año 2020 logramos firmar un Acuerdo de Ampliación de dicho memorándum para que estas dos redes puedan interactuar en la Plataforma Iber@. Esto requirió un importante trabajo de los equipos técnicos, debido a las dificultades que genera la política europea en materia de protección de datos. Afortunadamente, se han podido culminar los trabajos y ya contamos con usuarios de Eurojust designados, los cuales pueden acceder a la plataforma y realizar consultas informales con los países iberoamericanos. También participan de nuestros encuentros presenciales de puntos de contacto, lo que ha sido muy gratificante.

-Como ministro de Justicia formó parte del gabinete de Juan Manuel Santos, cuyas negociaciones permitieron poner fin a cincuenta años de guerra civil y le hicieron acreedor del Nobel de la Paz. ¿Qué aportó el Derecho en esa etapa en Colombia?

En el caso colombiano, una de las tareas que me encomendó el presidente Santos fue la instalación de la Jurisdicción Especial para la Paz. Sin lugar a dudas se trató de un enorme desafío, ya que supuso levantar de cero una nueva jurisdicción, con todo lo que ello significa: designación de jueces y operadores jurídicos, habilitación de edificios, legislar los procedimientos judiciales que se emplearían. Creo que la experiencia colombiana fue un buen ejemplo de cómo desde el derecho y la institucionalidad se pueden ofrecer respuestas adecuadas para hacerse cargo de escenarios de post conflicto.

 


“IBERFIDES ES UNA HERRAMIENTA MUY VALIOSA, ADAPTADA AL ÁMBITO NOTARIAL, QUE HA DESPERTADO MUCHO INTERÉS EN LOS PAÍSES IBEROAMERICANOS”


 

-Ha presentado en Madrid un libro que define como transcendental para la paz. Se titula Pasado, Presente y Futuro de la Justicia Transicional: la experiencia latinoamericana en la construcción de la paz mundial. ¿Por qué lo considera tan importante?

Este estudio ha permitido reunir a importantes académicos y referentes para generar una reflexión colectiva sobre los avances de la Justicia Transicional en América Latina. La mayoría de las experiencias de Justicia Transicional tienen un denominador común: representan los esfuerzos de los sistemas democráticos por hacerse cargo de los nocivos efectos causados por la violencia en conflictos armados internos o periodos dictatoriales. Creemos que con esta reflexión podemos trazar una hoja de ruta con las lecciones extraídas, sobre todo porque en la actualidad hay numerosos conflictos internos en países en los que todavía no se atisba una solución. Esperamos que esta obra, que ha podido realizarse gracias al apoyo del Consejo General del Notariado, contribuya a ello.

Entrevista a Ilza Maria dos Santos Amado Vaz, presidenta de CMJPLOP

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ILZA MARÍA DOS SANTOS AMADO VAZ,

PRESIDENTA DE CMJPLOP

En 1992 se constituyó la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países de Lengua Oficial Portuguesa (CMJPLOP). En la actualidad cuenta con ocho Estados adheridos, bajo la presidencia de la titular de Justicia de Santo Tomé y Principe: Ilza María dos Santos Amado Vaz.
JOSÉ M. CARRASCOSA

“Nuestro país se encuentra trabajando en una futura adhesión al Tratado de Medellín”

-Su institución acaba de mantener un encuentro en Tenerife con sus homólogos de la Conferencia de Ministros de Justicia de los países Iberoamericanos (COMJIB). ¿Cuál es el grado de cooperación entre ambas instituciones?

La relación entre estas dos organizaciones es aún muy reciente. Cabe destacar que este es el segundo encuentro, habiéndose celebrado el primero en 2021 también en Tenerife. Consideramos que es el inicio de un proceso que, con la voluntad y el compromiso de los Ministros de Justicia de la CPLP y de los países iberoamericanos y las bases de cooperación lanzadas y traducidas en las Declaraciones de Tenerife 2021 y Canarias 2024, ayudará a fortalecer la cooperación, la colaboración así como los lazos entre la comunidad de países de habla portuguesa y la comunidad iberoamericana y así poder trabajar juntos desarrollando actividades en pro de una justicia que trasciende las fronteras estatales.

 


“LA CMJPLOP HA CONTRIBUIDO A LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS, LA CONSOLIDACIÓN DE LA PAZ Y LA LUCHA CONTRA LA DELINCUENCIA TRANSFRONTERIZA”


 

-Constituida en 1992 e integrada por países de cuatro continentes, CMJPLOP cuenta con más de treinta años de existencia. ¿Qué ha aportado este organismo a la comunidad jurídica lusófona?

A lo largo de estos 30 años se ha hecho mucho en el seno de la comunidad jurídica lusófona, aportando uniformidad en las relaciones multilaterales y la asistencia entre los Estados que forman parte de la CMJPLOP. Los Ministros de Justicia de la CPLP han venido trabajando para construir un espacio más armónico y uniforme. De manera transversal, han adoptado mecanismos y herramientas para fortalecer la capacidad de las instituciones en las áreas de derecho y justicia, en el ámbito de la investigación, y en la prevención y lucha contra el delito, a partir de una visión e interés común orientado a fortalecer la justicia para las poblaciones de esa comunidad.

Así, se aprobaron varios convenios, destacando el Traslado de Personas Condenadas entre los Estados miembros de la CPLP; el Convenio sobre Asistencia Judicial en Materia Penal entre los Estados miembros de la CPLP; y el Convenio sobre Extradición entre los Estados miembros de la CPLP.

Con el objetivo de reunir a los principales actores del sistema judicial y crear espacios de cooperación especializados, se crearon la Red Internacional de Cooperación Judicial y Judiciaria de los Países de Habla Portuguesa; la Conferencia de Procuradores Generales de la República,y la Conferencia de Presidentes de las Cortes Supremas de Justicia de la CPLP; así como grupos de trabajo y comisiones de apoyo a las reformas legislativas. También se instauró el asesoramiento técnico y jurídico a entidades del ámbito de la Justicia (organización judicial, sistema penitenciario y de reinserción social, registros y notaría, investigación criminal y medicina forense); y la formación de magistrados y otros operadores judiciales. La CMJPLOP ha contribuido a la convergencia de los ideales y principios democráticos, a la protección de los derechos humanos, a la consolidación de la paz, a la protección de los derechos y libertades de nuestros ciudadanos y a la lucha contra la delincuencia nacional y transfronteriza.

-En su discurso en Canarias manifestó que una de las líneas de actuación previstas para el bienio de presidencia santotomense de la Conferencia sería «el fortalecimiento del sistema notarial». ¿Cuáles serán los pasos a seguir para alcanzar este objetivo?

De hecho, al asumir la presidencia de la XXVIII Conferencia de Ministros de Justicia de los Países de Lengua Portuguesa, Santo Tomé y Príncipe consideró prioritario el fortalecimiento del sistema notarial, teniendo en cuenta el papel ineludible que desempeñan los servicios registrales y notariales en la vida de los ciudadanos en un contexto de movilidad dentro del espacio de la CPLP. El objetivo principal es involucrar a los ministros de Justicia de la CPLP en el proceso de armonización de la legislación notarial; la mejora de los servicios mediante la capacitación; el intercambio de experiencias, y la implementación de mecanismos que garanticen la emisión y circulación de documentos, así como la realización de actos notariales y el registro de documentos esenciales en la vida de los ciudadanos e indispensables para la validez de los actos y hechos que surgen de la relación privada y comercial, de forma rápida y segura.

En este contexto, la visión conjunta converge en la creación de plataformas y mecanismos para la circulación de documentos digitales; la posibilidad de formar contratos virtuales, y la garantía de autenticidad de estos datos. Con el propósito de monitorear e implementar, se creó una comisión, y se definió el plan de acción y una hoja de ruta que guió la implementación de las medidas para lograr este objetivo.

-Como Ministra de Justicia de Santo Tomé y Príncipe, el pasado año visitó Madrid para conocer de primera mano las herramientas de lucha contra la delincuencia económica desarrolladas por el Consejo General del Notariado. ¿Considera viable implementar un modelo similar entre los miembros de CMJPLOP?

Se trató de una visita realizada en calidad de ministra de Justicia de Santo Tomé y Príncipe en el marco de la cooperación bilateral con el Consejo General del Notariado (CGN). En este contexto, consideramos factible la aplicación de este instrumento para fortalecer la capacidad de las instituciones de Santo Tomé para prevenir y combatir los delitos económicos. Santo Tomé y Príncipe ha desarrollado, en los últimos años, una cooperación muy interesante y fructífera con el CGN en el ámbito del desarrollo de capacitaciones, la formaciónel apoyo institucional y se ha adherido al proyecto Iberfides.

En cuanto a la implementación de los instrumentos para combatir la delincuencia económica desarrollados por el Consejo General del Notariado a nivel de los países de la CPLP, este tema aún no ha sido programado y discutido, sin embargo puede formar parte de la agenda de la próxima reunión conjunta CMJPLOP y COMJIB.

 


“SANTO TOMÉ Y PRÍNCIPE CONSIDERÓ PRIORITARIO EL FORTALECIMIENTO DEL SISTEMA NOTARIAL”


 

-Su país se ha adherido al Tratado de Medellín -nacido para fomentar la cooperación jurídica internacional-, convirtiéndose en el primer país africano en sumarse al acuerdo. ¿Qué aportará esta iniciativa a su sistema de justicia?

En el marco de la cooperación, el Consejo General del Notariado ha manifestado su voluntad de colaborar con el Ministerio de Justicia de Santo Tomé y Príncipe en el proceso de adhesión a este importante instrumento jurídico para reforzar la cooperación jurídica y judicial internacional, en particular el intercambio de información de forma más rápida y segura por medios informáticos. El país se encuentra trabajando en una futura adhesión al Tratado de Medellín en los términos que se definirán bilateralmente con la COMJIB.

De la tribu al ‘flex living’

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DE LA TRIBU AL ‘FLEX LIVING’

Solemos referirnos a “vivienda compartida” cuando queremos diferenciar un espacio habitacional unifamiliar o unipersonal de aquel que, por distintas circunstancias, comparten varias personas sin un vínculo estable previo. Las tendencias poblacionales, empero, están conduciéndonos a que, más que vivienda, algunas personas prefieran compartir modo de vida en un espacio común. Más o menos, lo que ya hacíamos cuando nos organizábamos en tribus o en comunas.

Espacio de coliving de Life X en Copenague.

MELCHOR DEL VALLE

En este contexto, la colonización lingüística viene a decirnos que se trata de distintas formas de flex living, que pueden diferenciarse en coliving, coworking o cohousing. Nada nuevo bajo el sol en un panorama internacional de falta y encarecimiento de viviendas, pero con innovaciones que pueden explicar la atención, también de los inversores, a esos términos.

Decía Aristóteles (s. III a. de C.), para diferenciar al género humano de otros “animales sociales”, que el hombre es un “animal político”. Dicho de otra forma, que se trata de un ser vivo cuya relación con sus congéneres se desarrolla en las polis (ciudades-Estado); que tiene lugar, pues, en sociedades complejas. Desde que nos organizábamos en grupos tribales, por otro lado, el progreso en la colaboración entre los miembros del colectivo determinaba su desarrollo y crecimiento. Es decir: desde las tribus a las polis, hemos ido configurando las formas más eficaces en cada momento de establecer y aprovechar sinergias, vocablo, por cierto, que también procede del griego (συνεργία synergía) y se traduce como “cooperación”.

 


EXISTE UNA NOTABLE DEMANDA DE ESPACIOS HABITABLES INNOVADORES Y ASEQUIBLES, CUYO PRINCIPAL MERCADO SERÍAN PERSONAS DE ENTRE 30 Y 40 AÑOS


Los grandes núcleos urbanos

Según datos del Grupo Banco Mundial (WBG, abril, 2023), “En la actualidad, alrededor del 56% de la población mundial —4.400 millones de habitantes— vive en ciudades. Se espera que esta tendencia continúe, ya que la población urbana aumentará a más del doble para 2050, momento en que casi siete de cada diez personas vivirán en ciudades”. Esto tiene una lógica: más del 80% del PIB mundial se genera en las ciudades, dice también el WBG. Pero, claro, en el momento en que se desequilibra la oferta y la demanda de la vivienda que necesitan esas personas para habitar en esas ciudades, se produce la crisis inmobiliaria, lo que se traduce en menos viviendas disponibles y más caras. Y sí: es un problema mundial.

Solo por dar una idea, que este asunto es absolutamente poliédrico, podemos citar un informe del Instituto de Estudios Financieros (noviembre de 2023) en el que se utilizan datos de distintas fuentes para afirmar que, en el panorama internacional, “los precios de la vivienda han crecido 0,45 puntos porcentuales anualmente (periodo 1975-2023) por encima de la renta disponible, lo que, visto de otra forma, implica una reducción en la accesibilidad de la vivienda”. Esto no es uniforme en todo el mundo, obviamente. Añade este informe, por ejemplo, que “Los países cuyo precio de la vivienda ha aumentado más del doble de la renta disponible han sido Australia, Luxemburgo y los Países Bajos, y aquellos en los que el precio de la vivienda no ha llegado a aumentar ni la mitad de la renta disponible han sido Japón, Corea del Sur y Colombia”.

Vistazo al retrovisor.

La historia más reciente, sin ir más atrás del siglo XX, nos va marcando diferentes hitos de colaboración residencial, como el colectivo de Fick (Copenhague, 1903) y sus cocinas centrales, de manera que cada familia tuviera su casa, pero sin cocina; como las casas de huéspedes tan populares en los EE. UU. a mediados de siglo, cuando se impuso la tendencia de que los adolescentes se emanciparan a la primera de cambio; como las comunidades agrarias de Israel, los conocidos kibutz; como las mismísimas y peculiares colonias hippies de los 70; o, ya entrados en el siglo actual, como las “casas de hackers”, ingenieros informáticos que vivían y trabajaban juntos, que surgieron principalmente en San Francisco.

El antecedente directo de las actuales tendencias habitacionales basadas en compartir y colaborar lo encontramos en Dinamarca, en los años 70, con grupos de familias que se organizaron en casas con espacios comunes (algo así como una urbanización, vaya). Según explica la plataforma “coliving.com”, “La diferencia entre este movimiento cohousing y las muchas iteraciones anteriores es que nació tanto de una necesidad como de un deseo. Los residentes querían interactuar entre sí a lo largo del día, tanto social como productivamente”.

 


EL ANTECEDENTE DIRECTO DE LAS ACTUALES TENDENCIAS HABITACIONALES BASADAS EN COMPARTIR Y COLABORAR LO ENCONTRAMOS EN DINAMARCA, EN LOS AÑOS 70


Actualidad y tendencia

Con los mimbres económicos y sociales que hemos ido desgranando (no son todos, pero son los principales) la conclusión es que existe una notable demanda de espacios habitables innovadores y asequibles, cuyo principal mercado serían personas de entre 30 y 40 años. Incluso de más edad: pensemos en el crecimiento de la esperanza de vida. Una investigación, en este sentido, publicada por el estudio de arquitectura Studio Weave (2018) afirma que “el coliving debería ser una opción para personas de todas las edades a fin de abordar los problemas relacionados con la asequibilidad y la soledad”. Una opción, recordemos, a la que toca ser innovadora. Y no hay más que echar un vistazo, para constatarlo, al éxito de proyectos como Common coliving, que se fundó en Nueva York y cuenta ya con veinticinco propiedades en seis ciudades de Estados Unidos; Life X (Dinamarca), de exquisitos diseños; The Collective (Londres) y sus conocidas lavanderías discoteca; o Quarters y Vonder en Berlín, con cuidadísimos detalles de decoración, potente red wifi y suscripción incluida en el precio de alquiler a plataformas de películas (Netflix, HBO).

En esa innovación juega un gran papel la tecnología móvil. El smartphone será (está siendo) la llave de casa, la aplicación para organizar pagos y gastos, para reservar espacios compartidos o para contactar con vecinos que quieran ser compañeros de actividades deportivas. Piénsese, en este punto, la importancia que tiene la atención a la tecnología para los “nómadas digitales”, habituales usuarios del coliving. También es un factor de interés para el mercado que los espacios residenciales destinados a este modo de vida sean verdes y sostenibles, cosa que importa a los jóvenes, pero también a las nuevas familias y a las personas mayores que están viendo con buenos ojos otra forma de vivir su jubilación.

El modelo para los mayores

De nuevo los países del norte y el centro de Europa supusieron la avanzadilla en lo que podemos llamar el cohousing senior, pero ya todos los países desarrollados van construyendo sus proyectos o viendo crecer organizaciones cuyo fin es que los mayores puedan ponerse de acuerdo para crear sus espacios habitacionales. En España, por ejemplo, existen organizaciones como Living Cohousing, dedicada a la difusión del concepto y a la gestión del proyecto que se les encomiende, o Hábitat Colaborativo, una cooperativa que ya ha hecho realidad hábitats como el Balneario de Frailes Senior Cohousing, en la Sierra Sur de Jaén.

La idea que trasladan las citadas organizaciones, y que es común en las que se dedican a la vivienda colaborativa para mayores en todo el mundo, es que con este modelo se construye un ambiente amigable que ayuda a vencer los problemas derivados de la soledad (según las proyecciones de población del INE, un total de 6,5 millones de personas podrían vivir solas en España en 2037) y se reduce la carga financiera y de costes por los servicios comunes –que cada colectivo definirá a su criterio–, a la vez que los residentes mantienen su independencia y pueden participar en la toma de decisiones. ¿Alguien dijo “tribu”?

 


LOS PAÍSES DEL NORTE Y EL CENTRO DE EUROPA SUPUSIERON LA AVANZADILLA EN LO QUE PODEMOS LLAMAR EL ‘COHOUSING SENIOR’


 

Los modelos de vida comunitaria

La revista Pixel-Bit, de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla, publicó en julio de 2024 un estudio en el que analiza las tendencias y variaciones en las discusiones relacionadas con cohousing y coliving en la red social X. “Temas clave como espacios de trabajo compartido, pisos en alquiler y planificación urbana -señala el estudio-destacan de manera prominente en las discusiones sobre la vivienda colaborativa, demostrando el impacto multifacético de los modelos de convivencia en diversas poblaciones”.

En el trabajo Explorando tendencias sociales en las discusiones sobre cohousing y coliving en X (Twitter), los investigadores, que analizaron cerca de diez mil posts en inglés entre 2019 y 2022, explican que: “Nuestros hallazgos enfatizan la importancia de los modelos de vida comunitaria y los espacios compartidos, especialmente en la resolución de desafíos globales relacionados con la asequibilidad y la adaptación a nuevas necesidades como el envejecimiento o los nuevos modelos de relaciones laborales. Entre los usuarios, surge el interés y la discusión sobre Live Spaces, un término altamente asociado con la innovación y el diseño. Este grupo está más cercano al cohousing que al coliving debido al énfasis del primero en el carácter permanente de la residencia”.

Interior del espacio residencial Balneario de Frailes Senior Cohousing, de Habitat Colaborativo.
Lavandería-discoteca en uno de los espacios de The Collective en Londres.
El perfil del coliver

La empresa Urban Campus, en su informe Coliving impact report 2024, concluye que el perfil de los usuarios europeos de sus modelos residenciales (en España, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido) corresponde a un joven profesional de 35 años, mayoritariamente trabajador por cuenta ajena (71%) y algo más de la mitad (51%) son residentes nacionales de cada país. Un 11% de ellos son emprendedores. El 86% afirma que es más feliz viviendo en este modelo de vivienda y el 82%, que se siente menos solo.

Para saber más

OECD Affordable Housing Database.
Organisation for Economic Co-operation and Development, 2023.

Design study into co-living as typology of shared living.
MVRDV, HUB y Bridges Fund Management, 2024.

Explorando tendencias sociales en las discusiones sobre cohousing y coliving en X(Twitter) mediante el uso de técnicas de PNL y de análisis de texto.
Rafael Sosa Ramírez, Esteban Vázquez Cano, Norberto Díaz-Díaz y Eloy López-Meneses.
Pixel-Bit. Revista de Medios y Educación (Universidad de Sevilla), 2024.

«Del piso compartido al coliving; de la corrala al cohusing», por José Luis Fernández Santillana

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JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ SANTILLANA,

presidente de CEOMA

"¿Por qué no se ofertan opciones de cohousing en régimen de alquiler, especialmente dirigidas a personas mayores que conforman una pareja o a situaciones de vida unipersonales?"

Del ‘piso compartido’ al ‘coliving’; de la corrala al ‘cohousing’

La novedad de estas fórmulas de vivir o convivir radica más en las nuevas denominaciones que, una vez más, importamos del mundo anglosajón.

Del piso compartido de estudiantes al coliving es una forma de vivir en un espacio en el que se reducen gastos, se crean espacios colaborativos a nivel laboral y se favorece un estilo de vida sostenible. Un rasgo importante del coliving es que favorece las alianzas profesionales (antes estudiantes) al mismo tiempo que se comparte residencia; es en la práctica una prolongación natural del coworking.

Se pretende compartir un espacio donde trabajar y vivir, a partir del uso para todos de elementos comunes: zonas de trabajo, descanso, ocio, servicios de limpieza o comedor, etc. Donde cada participante tiene su espacio propio donde ¿vivir, desconectar del resto, o dormir?, pero todos bajo un mismo techo.

Esta nueva modalidad de residir va más allá de lo que sería el tradicional piso compartido de estudiantes; el coliving necesita espacios más amplios, una mayor oferta de servicios. Si bien es una fórmula de disminuir gastos, está más pensada para jóvenes profesionales, donde en muchos casos prima la movilidad y por tanto no hay un sentido de propiedad o de pertenencia, algo propio de lo que hoy denominamos ¨nómadas digitales¨. Muchas de estas personas residen temporalmente en un espacio de coliving y viajan constantemente de uno a otro espacio sin ningún tipo de condicionamiento.

El paradigma lo podemos encontrar en la oferta de cruceros para quienes hacen del teletrabajo un estilo de vida, un coliving temporal en alta mar. Un crucero para nómadas digitales.

También a veces se plantea como una posibilidad de convivencia intergeneracional entre jóvenes y mayores. Creo que no es la fórmula más utilizada por estos últimos, que entre otras cuestiones buscan estabilidad y continuidad en sus relaciones.

No siempre es fácil vivir y convivir bajo un mismo espacio, y ello dificulta la relación intergeneracional en estos espacios, y si bien, no es imprescindible, unos intereses o aficiones comunes ayudan.

De la corrala al cohousing es otro fenómeno residencial que guarda alguna semejanza con el coliving, pero no son lo mismo. Pueden parecer conceptos residenciales semejantes, pero son dos planteamientos vitales diferentes.

El cohousing es un modelo de vivienda colaborativa en el que los residentes disfrutan de espacios privados en los que viven y zonas compartidas, adaptándose a las necesidades y a los intereses de todo el grupo.

De alguna manera, podríamos decir que los primeros cohousing en España habrían sido las corralas, pequeñas casas (apartamentos) con un gran patio común y con unos servicios compartidos muy esenciales: los baños y el lavadero, este en el patio común y junto a un pozo que, además de para sacar agua, servía para refrescar las frutas y bebidas. Unos espacios en los que primaba el juego de los más pequeños, la vecindad; no había anonimato, sino ayuda mutua.

Un modelo este alejado de la tradicional residencia, que está haciendo que las generaciones que más tienden a acercarse a este modelo de convivencia sean las de las personas mayores o familias con miembros en esta situación.

Los que optan por el cohousing buscan espacios compartidos que favorecen la convivencia y la interrelación personal. Es un modelo de convivencia pensado para una residencia permanente, mientras que el coliving se disfruta de un modo más ocasional o breve. En el cohousing los residentes comparten un proyecto de vida a largo plazo, y con frecuencia orientado a un mayor contacto entre ellos, conformando una comunidad de personas más diversa en las que abundan familias y mayores.

Hay algunos aspectos de cohousing en los que podemos profundizar: es una alternativa a las tradicionales residencias; y posibilita la independencia que muchos reclaman garantizando la percepción de servicios de los que no tienes que preocuparte: comida, limpieza, etc.; tareas estas que a veces pueden resultar penosas para algunos mayores. También puedes realizar las comidas en una zona común o llevártela a ¨casa¨.

¿Cómo se conforma el cohousing? Tenemos diversas alternativas para ello: las promotoras de viviendas empiezan a ofertar esta modalidad: pisos y apartamentos con zonas de uso común. El ¨problema¨ es: ¿te arriesgas a compartir espacios con personas que no conoces o con intereses distintos?

Una buena opción es la cooperativa: personas con un interés y proyecto común. Otra posibilidad es el acuerdo entre los futuros componentes para adquirir su vivienda en un mismo edificio o zona, y abordar entre todos la compra de las zonas comunes y su equipamiento. Aquí podría aparecer una nueva dificultad: uno puede desprenderse de su propiedad, pero, ¿qué pasa con la participación en la propiedad común? ¿Se puede vender sin más?

Algunos de estos planteamientos se realizan sin necesidad de esperar a la jubilación, incluso con carácter preventivo a situaciones que se darán en un futuro próximo. Una familia puede entrar en el cohousing pensando en que en unos años uno o varios de sus miembros serán mayores y necesitarán de esos servicios comunes y de la relación con un entorno amigable y conocido.

Una última cuestión es el papel que deben jugar las administraciones en ofertar este tipo de soluciones a los mayores, especialmente a aquellos que no tienen capacidad económica para constituir un cohousing. ¿Por qué no se ofertan opciones de cohousing en régimen de alquiler, especialmente dirigidas a personas mayores que conforman una pareja o a situaciones de vida unipersonales? Una propuesta: que en todas las promociones de vivienda pública se reservase una parcela a este fin.

Entrevista a Antón Leis, director de la AECID

ALDEA GLOBAL

ANTÓN LEIS,

DIRECTOR DE LA AECID

Antón Leis García es director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) desde el 23 de agosto de 2021. Con anterioridad ocupó diversos cargos en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), trabajó como asesor senior en la Secretaría General de Asuntos Internacionales, Unión Europea, G20 y Seguridad Global del Gabinete del presidente del Gobierno español, y fue asesor de la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional. Cooperante de reconocida trayectoria habla, además del español, inglés, francés, portugués y gallego.
CARLOS CAPA

“Hay que modernizar y fortalecer el Estado de Derecho en el mundo para alcanzar la plena igualdad”

Después de tres años al frente de la Agencia , ¿qué valoración hace de este periodo dirigiendo la AECID?

Con mi pasado de cooperante, ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida profesional. La AECID cuenta con un equipo de profesionales altamente cualificados y comprometidos de los que he aprendido muchísimo y sigo haciéndolo cada día. Ese compromiso nos ha permitido llegar hasta aquí y superar etapas difíciles, de abandono político y presupuestario.

Por un lado, ha sido un periodo difícil, marcado por las crisis superpuestas a las que hemos tenido que responder desde la agencia humanitaria y de cooperación de España canalizando la solidaridad de la ciudadanía española. Las crisis más inmediatas pueden visualizarse en tres momentos: la evacuación de Afganistán en verano de 2021 (que incluyó a muchos antiguos colaboradores de la AECID); la guerra de agresión de Rusia a Ucrania iniciada en febrero de 2022, y el conflicto en Oriente Medio y la grave situación humanitaria en Gaza desde octubre del año pasado. Podría citar más, como los terremotos de Turquía, Siria y Marruecos, pero esas tres grandes emergencias nos han puesto definitivamente a prueba.

Tampoco podemos olvidar las crisis más estructurales, las de largo plazo. En este tiempo hemos estado trabajando por revertir las consecuencias de la triple crisis sanitaria, económica y social de la Covid-19 en todo el mundo, que ha revertido una dinámica de décadas de reducción de la pobreza en todo el mundo. Hemos trabajado para combatir la situación de inseguridad alimentaria generada en lugares como el Sahel y el Cuerno de África. Y estamos profundizando en el compromiso verde de nuestra cooperación, apoyando a nuestros países socios en sus esfuerzos de adaptación y mitigación en el marco de una transición ecológica justa.

 


“LA AECID CUENTA CON UN EQUIPO DE PROFESIONALES ALTAMENTE CUALIFICADOS Y COMPROMETIDOS”


 

¿Cómo visualiza el futuro?

Son años de cambio y de reforma para la agencia y para el conjunto de nuestro sistema de cooperación. Así, el presupuesto de la AECID experimentó el crecimiento más importante en cerca de una década, superando los 700 millones de euros tras un incremento de más de un 70% en la aportación del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.

Quiero destacar la participación de la AECID en la redacción de la nueva Ley Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global que se aprobó en febrero de 2023.

En las próximas semanas esperamos aprobar también el nuevo Estatuto de la AECID, que actualizará la estructura y recursos humanos de la agencia para que podamos ser capaces de gestionar el doble de presupuesto que ahora y retener y atraer el talento que necesitamos. Y en los siguientes meses, tendremos el nuevo Estatuto del Fondo Español para el Desarrollo Sostenible (FEDES), que impulsará nuestra cooperación financiera con nuevos instrumentos, más transparencia y flexibilidad para financiar el desarrollo sostenible; y otro más para facilitar la gestión de nuestras subvenciones.

Quiero destacar la ampliación de nuestra actuación en ámbitos como el nuevo Programa Democracia para América Latina y Caribe en una apuesta por apoyar a nuestros países socios en la región.

España ha estrenado recientemente un nuevo marco jurídico para la cooperación, la Ley 1/2023. ¿En qué se diferencia de regulaciones anteriores?

Estamos hablando de una ley vanguardista que nos permitirá cooperar más (y ahí está el mandato legal del 0,7 y los incrementos presupuestarios que el gobierno ha venido impulsando en los últimos años) pero también mejor, con instrumentos más eficaces y un modelo basado más en la alianza y menos en la ayuda tradicional, cada vez más en entredicho en un mundo de mayor competencia geopolítica. Y no solo porque hemos multiplicado la cantidad de presupuesto que canalizados, sino también por haber sentado las bases de su reforma. De hecho, en 2022 nuestro consejo rector aprobó una hora de ruta con casi 150 acciones bajo el lema Cooperamos. Cambiamos, que ha puesto las bases hacia una agencia más estratégica, con mayores capacidades y con mayor impacto.

La ley fortalece a la AECID como piedra angular del sistema de cooperación, mandatando aprobar un nuevo estatuto que reforzará sus capacidades de manera estructural: el desarrollo de los y las profesionales que forman parte y al talento que queremos atraer y en particular el fortalecimiento en relación con la generación de alianzas y la coordinación operativa de un sistema plural y diverso.

Además, con el Estatuto de las Personas Cooperantes aseguramos la consolidación de una carrera profesional digna y atractiva que atraiga y retenga talento al sector, así como la capacitación, especialización y promoción de nuestros más de 2.700 cooperantes en todo el mundo y mejora la transparencia financiera y su eficacia además de reducir cargas burocráticas.

El Consejo Superior de Cooperación para el Desarrollo Sostenible, la Solidaridad Global y la Conferencia Sectorial, permitirán articular mejor la cooperación descentralizada y la Comisión Interministerial permitirá la implicación de toda la estructura administrativa del Estado.

España dedica un 0,3% a la Ayuda al Desarrollo, lejos del 0,5% de compromiso para la legislatura y del 0,7% que fija la Agenda 2030. ¿Cree posible un mayor esfuerzo presupuestario?

No solo es posible: es un mandato legal aprobado por todos los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados excepto uno. El artículo 1 de la ley lo mandata. Y, por tanto, vamos a cumplirlo. Nuestras previsiones son alcanzar el 0,5% en 2027 y estar listos para un último esfuerzo y alcanzar dicho 0,7% en 2030. Y por lo tanto, va a ser difícil pero vamos a trabajar por cumplir los objetivos marcados.

 


“QUEREMOS QUE LA IGUALDAD DE GÉNERO Y EL EMPODERAMIENTO DE MUJERES, NIÑAS Y ADOLESCENTES SEAN REALES ALLÁ DONDEI TRABAJAMOS”


 

Quisiera recordar que la AOD española estaba en el 0,19% de la RNB en 2017 y en 2022, que son los últimos datos oficiales contabilizados alcanzaba el 0,30%. Hemos prácticamente doblado en dos años el presupuesto de la AECID hasta los 708 millones de euros en 2023, un nivel que no veíamos desde hace más de una década.

¿Cuál es el rol de las ONGD en la gestión de las ayudas al desarrollo? ¿Deben profundizar en su profesionalización?

Las ONGD son contrapartes clave para la AECID, como socios y colaboradores necesarios para trabajar con nuestros países socios. Además, son portavoces de la sociedad civil, no solo de la española, sino también de las sociedades en las que trabajamos.

Partiendo del reconocimiento del alto nivel de profesionalidad con el que cuentan, humildemente creo que deberían seguir diversificando sus fuentes de financiación, para no depender exclusivamente de subvenciones públicas y aumentar así su campo de acción. Creo que deben ampliar su cooperación financiera y profundizar alianzas tanto entre ellas como con otro tipo de actores de la cooperación.

También animaría a seguir en su diálogo con la sociedad civil de nuestros países socios para ampliar el espacio de la participación social, la democracia y los derechos humanos.

¿Qué región es prioritaria para España en la cooperación?

La ley prioriza el trabajo con los países socios del norte de África, Oriente Próximo y África subsahariana (en particular a los países de África Occidental y el Sahel y los países de habla española y portuguesa), así como con los países de América Latina y el Caribe, incluido en el marco iberoamericano.

España es el primer donante del CAD de la OCDE en hacer cooperación para el desarrollo sostenible con países “graduados” en línea con un enfoque más basado en la alianza que en la “ayuda”.

La acción humanitaria española tiene el mandato de seguir dando apoyo a las crisis crónicas en América Latina y el Caribe, el Sahel, los campamentos de población refugiada saharaui, la crisis regional siria y Palestina, Ucrania y Afganistán, atendiendo al mismo tiempo aquellas emergencias que surjan en atención a los llamamientos humanitarios que se produzcan, por ejemplo, en respuesta a desastres naturales, priorizando los países y contextos donde podamos aportar mayor valor añadido, además de atender a emergencias puntuales haya dónde se produzcan.

Usted define a la Cooperación Española como “feminista”. ¿Podría desarrollar este concepto?

Esto significa, ni más ni menos, que queremos que la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres, niñas y adolescentes sean reales allá donde trabajamos. El firme compromiso feminista de nuestra cooperación se traduce en un incremento constante de nuestros proyectos en materia del ODS5: un 173% desde 2018. El año pasado, el 55% del presupuesto de la agencia se relacionaba con programas marcados como “de género”. Es decir, además de identificar la igualdad de género como sector prioritario, también se establece como transversal el enfoque feminista y de género en el resto de las acciones que realizamos, desde proyectos de agua, salud o culturales hasta nuestra acción humanitaria.

Finalmente, me gustaría destacar uno de nuestros compromisos más sólidos: el que tenemos para prevenir, detectar, tratar e, incluso, erradicar el cáncer cervicouterino, al que dedicamos importantes recursos.

 


“EL PAPEL DEL NOTARIADO ES IMPORTANTE EN EL OBJETIVO DE PROMOVER EL ESTADO DE DERECHO Y GARANTIZAR EL ACCESO A LA JUSTICIA”


 

¿Cómo cree que debiera ser la participación de las empresas y el capital privado español en la cooperación?

Nuestra nueva ley ya prevé el mayor papel de las empresas y el capital privado en la cooperación. De hecho, su artículo 39 nos mandata fomentar los partenariados y las alianzas público-privadas entre los órganos ejecutores de la cooperación española y el sector privado empresarial, para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible en los países socios de la cooperación y la difusión de buenas prácticas españolas en materia de sostenibilidad.

En el marco de la reforma en la que estamos inmersos, reforzar las alianzas de la AECID va a ser fundamental para avanzar en el cumplimiento de nuestros objetivos, y el sector privado va a ser clave en ello.

 


“HEMOS ESTADO TRABAJANDO POR REVERTIR LAS CONSECUENCIAS DE LA TRIPLE CRISIS SANITARIA, ECONÓMICA Y SOCIAL DE LA COVID-19 EN TODO EL MUNDO”


 

Los notarios prestan seguridad jurídica preventiva a ciudadanos y empresas en más de 90 países del mundo. ¿Qué pueden aportar a las políticas de cooperación sobre el terreno?

Sin duda ninguna, el Notariado puede ser un actor fundamental en contribuir al cumplimiento del ODS 16 “paz, justicia e instituciones sólidas”, tanto con capacitación técnica como con innovación.

Y en ese sentido, su papel es importante en la meta 16.3. de promover el Estado de Derecho y garantizar el acceso a la justicia, especialmente en trabajar para garantizar que los ciudadanos conozcan sus derechos legales y cómo ejercerlos, así como fortalecer los sistemas de gestión del sector público y apoyar a las instituciones en la lucha contra la corrupción.

De hecho, la AECID colabora con el Consejo General del Notariado y la Fundación Aequitas en varios proyectos. ¿Con qué fines?

Nuestra colaboración recoge ocho actividades encaminadas hacia la potenciación de la gestión de los empleados públicos a través de su formación en las materias respectivas, la puesta en común de las novedades más relevantes y la implementación de las competencias digitales.

Otro de nuestros fines es fortalecer las capacidades de los servicios notariales de los países iberoamericanos en su vinculación con los sistemas de gestión del sector público y el desarrollo de competencias digitales. Resulta patente la necesidad de modernización y fortalecimiento del Estado de Derecho y las instituciones, encaminadas al logro de la plena igualdad, reforzando la protección de las personas en situación de especial vulnerabilidad, al tiempo que se contribuye al diseño de asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

Es precisa la formación de los empleados públicos y en especial de aquellos a cargo de la seguridad jurídica preventiva que juegan, precisamente por su papel preventivo, un rol esencial en tal tarea y ello estamos trabajando en colaboración.

Huella digital

Antón Leis mantiene abiertos varios perfiles en las redes sociales más habituales como LinkedIn  o X ( antigua Twitter) @anton_leis

La AECID tiene una página web con una completa información de sus, proyectos, regulaciones, actividades y las de su director 

IV revolución industrial: el poder de la IA

ALDEA GLOBAL

IV REVOLUCIÓN INDUSTRIAL: EL PODER DE LA IA

Propensos como somos a poner ordinales en nuestras etapas vitales, hoy hablamos ya abiertamente de la “cuarta” revolución industrial y, con algo más de prudencia, del ‘quinto’ poder, que asignamos a la IA generativa. Los gobiernos de los grandes bloques económicos, con EE.UU. y China en primer plano, se baten en los escenarios internacionales por situar a sus modelos de IA a la cabeza, mientras la UE marca la pauta en materia de regulación. Las grandes tecnológicas, sin embargo, son las que realmente parecen estar en disposición de decir la última palabra.
Los graduados STEM en China fueron casi 3,6 millones, frente a los 820.000 de EE.UU.
MELCHOR DEL VALLE

Fue Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, quien acuñó en 2016 el término IV Revolución Industrial. Cabe añadir que fue bastante discutido, porque, al fin y al cabo, hacía relativamente poco que había empezado la ‘tercera’ (años ochenta) y en ella se incluía la plena implementación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Es probable que hoy, a punto de finalizar el primer cuarto del siglo XXI, la rápida evolución de la IA generativa haga ociosas aquellas discusiones, porque ya no estamos solo ante un ordenador personal y unas altas capacidades de conexión a la red, sino que corresponde hablar de una forma de poder.

 


ESTADOS Y ECONOMÍAS COMPITEN DESDE HACE AÑOS POR TENER LA ÚLTIMA PALABRA EN TODOS O ALGUNOS DE LOS ESCENARIOS EN TORNO A LA IA


 

Modelos

Se puede recordar, muy escuetamente, que la IA depende de datos; y que cuando hablamos de entrenarla, nos estamos refiriendo a decidir qué datos se facilitan, y de qué fuentes, a los correspondientes programas. Internet viene siendo la más importante vía de suministro de datos. La anterior afirmación parece ociosa, pero se trata de recordar que muchos millones de usuarios en todo el orbe aportamos, gratia et amore habitualmente, una torrentera de datos a las grandes tecnológicas de capital estadounidense, como Meta, Google o Microsoft. Del lado chino y sus monopolios estatales, la recopilación se basa en una población de setecientos millones de usuarios de las redes y bastante entusiastas de la tecnología.

La Unión Europea, Rusia, Japón, Corea del Sur y, sobre todo, India, son otros actores que no han de perderse de vista en la carrera para liderar la implantación de la IA. Algunos con más peso ético o conceptual y otros con el potencial de sus desarrollos tecnológicos y la experiencia que dan los muchos años de haber hecho el trabajo duro para las empresas que externalizan producción y servicios. Son, unos y otros, Estados y economías que ya compiten desde hace años por tener la última palabra en todos o algunos de los escenarios en torno a la IA, probablemente convencidos del impacto de esta tecnología en el equilibrio del orden mundial, en el que se mueven intereses económicos, industriales, militares, políticos, de seguridad o geoestratégicos.

Inteligencia Artificial y ciudadanos

Durante el último año (encuesta internacional de Ipsos), la proporción de quienes piensan que la IA afectará mucho a sus vidas en los próximos tres a cinco años ha aumentado del 60% al 66%. Por otro lado, el 52% expresa nerviosismo hacia los productos y servicios de IA, lo que marca un aumento de 13 puntos porcentuales con respecto a 2022.

OPINIÓN GLOBAL SOBRE PRODUCTOS Y SERVICIOS QUE UTILIZAN INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Inversiones

Si hay una prueba palpable de que algo está en todos los focos y llama la atención de los poderes económicos y políticos, esa es el capítulo de inversiones. Xinhua News Agency (agencia oficial de noticias del gobierno de la República Popular China) publicó hace menos de un año que “la inversión de China en inteligencia artificial (IA) puede alcanzar los 38.100 millones de dólares en 2027, lo que representa cerca del 9% del total mundial”. Es decir: establecen en unos 400.000 millones de euros la inversión global, cifra que coincide con las estimaciones del sector. Si hablamos de inversión privada, según el Artificial Intelligence Index 2024 (Stanford University), “en 2023, las inversiones en IA en Estados Unidos alcanzaron los 67.200 millones de dólares, casi 8,7 veces más que China, el siguiente mayor inversor”. Y añade que mientras que la inversión privada en IA en China y la suma de la UE y Reino Unido disminuyó un 44,2% y un 14,1%, respectivamente, respecto a 2022, EE.UU. experimentó un aumento del 22,1% en el mismo período.

Otra prueba del interés que antes citábamos está en los procedimientos legislativos de los distintos países. Según el mismo índice de Stanford, las menciones a la IA en dichos procedimientos en todo el mundo pasaron de 1.247 en 2022 a 2.175 en 2023, lo que supone un incremento de casi el 75%. Añade el informe que “la IA se mencionó en los procedimientos legislativos de 49 países en 2023. Además, al menos un país de cada continente discutió la IA en el mismo año, subrayando el alcance verdaderamente global del discurso político sobre IA”.

 


MUCHOS MILLONES DE USUARIOS EN TODO EL ORBE APORTAMOS UNA TORRENTERA DE DATOS A LAS GRANDES TECNOLÓGICAS


 

Detalles

Vueltos a los aspectos económicos, quizá sorprenda que, con los datos de 2022 en la mesa, EE. UU. cuadruplicara la inversión china en inteligencia artificial; sin embargo, el número de patentes de IA del país asiático fue de un 61,13% del total, frente al 20,9% de los americanos (a años luz nos quedamos la suma de la UE y RU: un 2%). La explicación es que aquí entra en juego el mundo académico. En 2020, según información recopilada por The Center for Security and Emerging Technology (Georgetown University), los graduados STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) en China fueron casi 3,6 millones, frente a los 820.000 de EE.UU. Aunque las proporciones no sean idénticas, la relación entre titulados y patentes guarda aquí más lógica que la que hay entre estas e inversiones. También en porcentaje sobre el total de graduados, por completar la foto, los STEM chinos (41%) superan a los norteamericanos (20%).

Hay otro actor, que es India. Ha generado en 2022 un muy pequeño porcentaje de patentes sobre IA, solo un 0,23%, pero sus STEM superaron los dos millones y medio en 2020 y son el 30% de todos los graduados, por usar cifras comparables con las del párrafo anterior. Pero su mayor reto aún es la obtención de suficientes datos homogéneos para los modelos fundamentales (hay 22 lenguas oficiales). Téngase en cuenta que un país con un papel destacado en la industria de externalización de tecnologías de la información, como es el caso, necesita personas preparadas, de ahí el número de graduados STEM. Por tanto, si la decisión política india, como señalan sus dirigentes, es superar los problemas de lenguaje y pisar el acelerador en materia de IA, disponer de personal con alta cualificación técnica es ya un objetivo cumplido.

Poder

Si levantase la cabeza Montesquieu diría que esto de la IA es un poder en toda regla. El control de los datos es la razón por la que EE.UU. prohibió las inversiones en entidades chinas que participen en los sectores de semiconductores y microelectrónica, tecnologías de información cuántica e inteligencia artificial. Es también la explicación de por qué el mercado chino está cerrado a muchas plataformas estadounidenses. Como es de rigor, cada cual protesta de las medidas que toma el otro.

En el lado americano, la excusa es el absoluto control estatal de la industria y la tecnología china. Hace ya algunos años, la teniente general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos VeraLinn Jamieson reconoció que entre los militares estadounidenses inquieta la posibilidad de no estar a la altura en la guerra digital. “China tiene los medios para llevar a cabo ambiciosos experimentos en materia de IA. Los datos son un arma y debemos comenzar a tratarlos como tal”, aseguró. En el lado chino, ponen sobre el tapete que en EE.UU. es el sector privado el que da la cara, pero que es enorme el número e importancia de los proyectos de investigación favorecidos por DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency), la agencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos responsable del desarrollo de nuevas tecnologías para uso militar.

 


EN 2023, LAS INVERSIONES EN IA EN EE.UU. FUERON DE 67.200 MILLONES DE DÓLARES, CASI 8,7 VECES MÁS QUE CHINA, EL SIGUIENTE MAYOR INVERSOR


 

Control

Su necesidad, más bien. Y aquí se adelantó la UE en marzo de 2024. “La Ley de IA –explica la Comisión Europea– es el primer marco jurídico integral sobre IA en todo el mundo. El objetivo de las nuevas normas es fomentar una IA fiable en Europa y fuera de ella, garantizando que los sistemas de IA respeten los derechos fundamentales, la seguridad y los principios éticos y abordando los riesgos de modelos de IA muy potentes e impactantes”.

La pregunta es si ese valor ético promovido para y desde Europa, y quizás su mejor carta en el tablero de juego de esta IV Revolución Industrial, tiene peso suficiente para controlar el poder de los gigantes tecnológicos.

La Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea es el primer marco jurídico integral del mundo.

Para saber más

AI Index report 2024.
Stanford Institute for Human-Centered Artificial Intelligence.
Stanford University, 2024.

La economía mundial transformada por la inteligencia artificial ha de beneficiar a la humanidad.
Kristalina Georgieva, directora gerente. Fondo Monetario Internacional, 2024.

Big ideas 2024.
ARK Investment Management, 2024.

«Los condicionantes de la cuarta revolución industrial», por Enrique Feás

ALDEA GLOBAL

ENRIQUE FEÁS,
técnico comercial y economista del Estado e investigador principal del Real Instituto Elcano

"La UE debería asegurarse de que su regulación no limite su capacidad de aprovechar la tecnología y de innovar"

Los condicionantes de la cuarta revolución industrial

El crecimiento de un país viene determinado por dos factores esenciales: su población y su productividad. Esta última, a su vez, viene en gran medida explicada por la tecnología, que ha pasado a convertirse en el elemento clave de la cuarta revolución industrial. Si las dos primeras revoluciones industriales expandieron las manufacturas y la tercera –la de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC)– impulsó los servicios y la fragmentación internacional de la industria, la cuarta revolución –la de la inteligencia artificial y la robótica (IAR)– conllevará la fragmentación internacional de los servicios. Hasta ahora, la tecnología afectaba principalmente a lo que fabricábamos; ahora afectará a todo lo que hacemos. Y, en un marco de envejecimiento generalizado de la población y baja natalidad, determinará el crecimiento, la renta y el bienestar.

Ahora bien, el desarrollo de la inteligencia artificial y la robótica y el liderazgo tecnológico van a estar condicionados a nivel mundial por tres elementos: la velocidad del cambio, la geopolítica y la regulación.

En primer lugar, la revolución de la IAR es distinta a otras revoluciones por su extremada velocidad. Los cambios estructurales tecnológicos previos han sido siempre progresivos, y han necesitado años para trasladarse al ámbito internacional –siglos en el caso de la revolución industrial, décadas en el caso de la revolución de las TIC–, dando tiempo a que los empleos que se volvían obsoletos fueran compensados por nuevas oportunidades laborales. En el caso de la revolución de la IAR, su traslado al terreno internacional está siendo inmediato, así como la obsolescencia de muchas actividades. Aunque sin duda se crearán muchos empleos nuevos, es posible que la destrucción de los antiguos sea mucho más acelerada, y eso genere un rechazo político y social superior al que ha habido en otros momentos de la Historia (generando elementos de populismo anti-tecnológico). En cualquier caso, para lo que habrá que prepararse no es tanto para competir con la IA, como con los profesionales que usan la IA (y por tanto son mucho más productivos).

El segundo condicionante es la geopolítica, que ha invadido la economía. Estados Unidos mantiene desde hace años una carrera con China por la supremacía económica, y ello le lleva a intentar maximizar su distancia tecnológica, tanto con restricciones a la exportación de bienes y servicios vinculados a esta revolución (p. ej., semiconductores de alta gama, tecnologías 5G) como subvencionando de forma masiva la innovación. El acceso a componentes tecnológicos clave estará, por tanto, condicionado a los enfrentamientos entre potencias, con la Unión Europea (UE) en medio.

El tercer condicionante es la regulación, y aquí nos encontramos con conflictos entre tradiciones regulatorias: si en Estados Unidos o en Asia la prioridad está en el resultado del proceso (ex post), en Europa se prioriza su legalidad (ex ante). Aunque la preocupación por los peligros de la IA en aspectos como la privacidad o la seguridad son compartidos por todo Occidente, la evidencia de que la frontera tecnológica vendrá determinada por la potencia de la IA está generando grandes discrepancias sobre cómo afrontar este desafío, asumiendo mayores o menores riesgos en función del avance relativo de otros adversarios geopolíticos. Hasta el momento, la supremacía tecnológica estadounidense parece fuera de toda duda: de las diez mayores empresas mundiales por capitalización bursátil, ocho son tecnológicas, y de ellas siete son estadounidenses (la otra es taiwanesa). Esta superioridad también se aplica a la tecnología que viene: aunque hay muchas startups tecnológicas por todo el mundo, más de la mitad de las que evolucionan hasta alcanzar una valoración superior a los 1.000 millones de euros (conocidas como unicornios) tienen su sede en EE.UU., a distancia de China, Reino Unido y la India (y más aún de Alemania o Francia). La UE debería asegurarse de que su regulación no limite su capacidad de aprovechar la tecnología y de innovar.

En este sentido conviene recordar que la innovación también está vinculada a la escala: las grandes empresas invierten mucho más en I+D que las pequeñas, lo que explicaría por qué en un mercado tan fragmentado como el de la UE el tamaño empresarial y la inversión privada en I+D+i sean mucho menores que en EE.UU. Potenciar un verdadero mercado único resulta pues crucial para favorecer el crecimiento empresarial europeo, mientras en paralelo se dota de recursos a la política de competencia para garantizar un terreno de juego equilibrado.

En resumen, si la UE tiene un problema de productividad e innovación no es porque tenga menos genios que Estados Unidos, o solo porque regule la privacidad de los datos, sino porque tiene muchas menos empresas grandes innovadoras y un capital humano que no aprovecha de forma eficiente la tecnología (como prueba el hecho de que las multinacionales estadounidenses instaladas en la UE también son, en general, más productivas que las europeas).

El cliché de que EE. UU. se dedica a innovar mientras que la UE se dedica a regular tiene una parte de verdad, pero es demasiado simplista: la UE es, simplemente y a demasiados efectos (política fiscal, política industrial, política exterior, mercados financieros, capital humano), un conjunto de países y no un verdadero mercado único.

Solo mediante la integración financiera y fiscal europea y la recuperación de un verdadero espíritu supranacional podremos evitar que la UE se quede atrás, dependa tecnológicamente de otros países con intereses muy distintos y pierda el tren del crecimiento.

75 años de la OTAN

ALDEA GLOBAL

75 AÑOS DE LA OTAN

Tan mayor, y vuelta a empezar. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cumple los tres cuartos de siglo con la mirada puesta, de nuevo, en el mismo riesgo que dio lugar a su creación: el eterno enemigo del Este. Los temores tras el conflicto ruso-ucraniano han llevado a países del área Báltica a ingresar en la alianza, ante el peligro de una expansión de las hostilidades. La financiación de la organización, sin embargo, sigue siendo motivo de desacuerdos entre sus miembros y la participación económica de EE. UU. vuelve a estar en entredicho ante un posible triunfo de Donald Trump en las urnas, que ya ha advertido de que los problemas de defensa de Europa no son cosa suya, porque “America first” y no hay dinero para todo.
Con las incorporaciones de Finlandia (2023) y Suecia (2024) se duplicaron las fronteras OTAN-Rusia, al pasar de los poco más de 1.200 Km a los 2.555 Km.
MELCHOR DEL VALLE

Con motivo de otro cumpleaños redondo de la OTAN, el 50 aniversario, reinaba un cierto optimismo: la Guerra Fría era cosa de un siglo que ya se terminaba y Rusia se parecía más a un socio que a un contrincante; sobre todo porque un par de años antes había acordado que no pondría objeciones a que antiguos miembros del Pacto de Varsovia, la desaparecida alianza militar del entorno soviético que creó la extinta Unión Soviética como contrapartida a la OTAN, se unieran al Tratado del Atlántico Norte. La elección de Vladimir Putin en Rusia, tras la renuncia de Boris Yeltsin, y, sobre todo, sus maniobras para volver a la presidencia una vez cumplidos los dos mandatos a los que le limitaba entonces la constitución, permitieron ver que sus críticas a la expansión de la OTAN cerca de las fronteras rusas eran algo más que un postureo de cara a la galería interna.

 


EN 1949, DOCE PAÍSES DE EUROPA Y AMÉRICA DEL NORTE FIRMARON EL TRATADO DEL ATLÁNTICO NORTE, CON EL PROPÓSITO DE «DISUADIR EL EXPANSIONISMO SOVIÉTICO»


 

La alianza

Para poner en contexto los nuevos temores hacia el ‘Oso del Este’, cabe recordar cómo se fraguó la NATO (North Atlantic Treaty Organization). Terminada la II Guerra Mundial (más de 36 millones de europeos muertos y un continente devastado), EE. UU. decide convertirse en adalid de las democracias occidentales, además de ayudar económicamente con programas como el llamado Plan Marshall. La injerencia encubierta de la Unión Soviética en los desarrollos democráticos, por medio de los partidos comunistas locales, era palpable. Y los puntos de inflexión fueron el derrocamiento del gobierno democráticamente elegido en la antigua Checoeslovaquia, por parte del Partido Comunista (febrero de 1948) checoeslovaco, y el bloqueo de Berlín Oriental cuando la Alemania Occidental se consolidó democráticamente.

Así, el 4 de abril de 1949, diez países de Europa y dos de América del Norte firman el Tratado del Atlántico Norte en Washington: Bélgica, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. Su objetivo, como explica la propia web de la OTAN, fue (y es) “servir a tres propósitos: disuadir el expansionismo soviético, prohibir el resurgimiento del militarismo nacionalista en Europa mediante una fuerte presencia norteamericana en el continente, y alentar la integración política europea”. Si cambiamos lo del expansionismo soviético por ruso, mirando de frente la intervención en Georgia (2008), la anexión de Crimea (2014) y la invasión de Ucrania (2022), es lógico que el final de este primer cuarto del siglo XXI reavive los temores.

Las sucesivas incorporaciones

La primera ampliación tuvo lugar en 1952, con la entrada de Grecia y Turquía. Tres años más tarde se une la República Federal Alemana (Alemania Occidental). Solo una semana más tarde de esta unión, se firma el Pacto de Varsovia; Guerra Fría en estado puro, por tanto. Tendrían que pasar veintisiete años, hasta 1982, para que se incorporase el décimo sexto país: España. Tan solo un año más tarde se produce la caída del Muro de Berlín, que marca el inicio de la desintegración de la Unión Soviética, y en 1990 se incluye en la alianza el resto de Alemania, una vez producida la reunificación de las dos partes en que quedó dividido el país tras los acuerdos de Yalta de 1945.

A partir de esa última década del siglo XX, y muy suavizadas las hostilidades con Rusia, la OTAN dispara por vez primera desde su creación, en febrero de 1994, en el transcurso de la guerra en la antigua Yugoslavia: derriba cuatro cazabombarderos serbobosnios que realizaban una misión de bombardeo. A punto de entrar en el siglo XXI, en 1999, y una vez firmados los acuerdos de asociación entre la OTAN y Rusia, tres países satélites de esta última, Chequia, Hungría y Polonia, se unen a la alianza en la cuarta ronda de ampliación. Cuando en 2001 se produce el atentado del 11-s, EE.UU. invoca, por primera y única vez hasta ahora en la historia, el Artículo 5, que establece que “si un aliado de la OTAN sufre un ataque armado, todos los demás aliados lo considerarán un ataque contra todos ellos y tomarán las medidas que consideren necesarias para ayudar al aliado atacado”. Los efectivos de la OTAN se ponen en marcha demostrando que lo pactado funciona. En 2004, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia completan el grupo de los veintiséis Estados miembros en ese momento.

 


LA INTERVENCIÓN EN GEORGIA (2008), LA ANEXIÓN DE CRIMEA (2014) Y LA INVASIÓN DE UCRANIA (2022) REAVIVAN LOS TEMORES


 

El ‘oso’ se despierta

La Cumbre de Bucarest de 2008, con Putin relegado a ser primer ministro tras dos mandatos consecutivos como presidente, los citados veintiséis acuerdan aceptar las solicitudes para que Georgia y Ucrania se conviertan en miembros de la OTAN. Unos meses más tarde, tropas rusas invaden Georgia y poco tiempo después Rusia proclama que las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur son Estados independientes. Solo cinco países, además de Rusia, reconocen esta escisión y viene siendo motivo de inquietud en el seno de la OTAN. En 2009, la alianza suma otros dos miembros: Albania y Croacia, y ya son veintiocho. El número veintinueve es Montenegro (2017) y el treinta Macedonia del Norte (2020). En 2023 y 2024, respectivamente, se unen Finlandia y Suecia para completar los treinta y dos miembros en el momento de celebrar el septuagésimo quinto aniversario.

Las dos últimas incorporaciones han traído una consecuencia que no ha gustado nada al Kremlin: los kilómetros de frontera que separan Rusia de los países de la OTAN se duplicaron con creces, al pasar de los poco más de 1.200 a los 2.555. Añádase la que comparte con Ucrania, si hubiera hostilidades: demasiado frente para defender, llegado el caso. A esto hay que añadir que entre el estado de Alaska (EE.UU.) y el distrito autónomo de Chukotka (Rusia), hay solo cuatro kilómetros, si pasamos de uno a otro continente por las siempre congeladas Islas Diómedes (la Mayor en Rusia y la Menor en EE.UU.). Pero esto no parece preocupar a los seguidores de Donald Trump, que mientras fue presidente ya se estuvo planteando su aportación a la OTAN y que, como posible candidato republicano a los comicios de noviembre de 2024, viene diciendo que su país está harto de poner dinero para defender a los europeos.

Las cuentas de la OTAN

El informe de la Alianza Atlántica (marzo de 2024) previo a su cumpleaños, indica que en 2023 se destinaron más 900.000 millones de euros al mantenimiento de la organización, sobre todo a gastos militares. Pero a pesar de que un compromiso suscrito entre los miembros (2014) establece que todos dedicarían el menos un 2% de su PIB a defensa, muy pocos lo han cumplido hasta ahora, salvo EE.UU., que ha superado siempre el 3%, así que se puede entender esa sensación de ser “el que paga la fiesta” por parte de algunos estadounidenses. 2023, sin embargo, ha traído cambios en este sentido y los miembros europeos de la OTAN parece que asumen la creciente necesidad de prepararse para la guerra (si vis pacem, claro). Polonia, que es ahora el país que mayor porcentaje de su PIB destina a defensa, supera en este sentido a los americanos al alcanzar un 3,9%. EE.UU. está en segundo lugar, con un 3,49%, y en tercero se sitúa Grecia, con un 3,01%. En cifras netas, el país americano destinó a defensa cerca de 900.000 millones de euros, Polonia 29.000 millones y Grecia 6.600 millones, solo por mirar las cifras desde otro punto de vista.

 


SOLO ONCE DE LOS MIEMBROS DE LA ALIANZA CUMPLEN CON EL COMPROMISO DE DESTINAR ESE 2% DE SUS RESPECTIVOS PIB A DEFENSA


 

Obviamente, no todo el presupuesto que cada país asigna a defensa va a parar a la OTAN, como es lógico. Así, la situación es que, con los datos de 2023 sobre la mesa, solo once de los miembros de la alianza cumplen con el compromiso de destinar ese 2% de sus respectivos PIB a defensa. Polonia, que quiere elevar el pacto hasta un 3%, dice que va a intentar llegar al 4% y Alemania también está en la línea de aumentar su gasto en este sentido. En los presupuestos generales de 2024 del país germano, el único ministerio que ha visto incrementada su partida es Defensa. Pero está claro que el esfuerzo de la mayoría de los miembros puede no ser suficiente para obtener la seguridad que se ansía y tendrán que estar pendientes, si Trump llega de nuevo a la Casa Blanca, de su advertencia, hecha en febrero de 2024, de que “alentaría” a Rusia “a hacer lo que quisiera” con los países de la OTAN que son “morosos”. Esto, tachado de “vergonzoso” por Biden, ha hecho recordar a secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, “que los Estados Unidos nunca han librado una guerra solos; siempre luchan con aliados”.

Evolución del gasto en defensa

PORCENTAJE de lo que los actuales miembros de la OTAN vienen destinando a defensa sobre sus respectivos PIB (no incluye Islandia por ser país desmilitarizado). Comparativa entre los años 2015-2022 (fecha de la invasión rusa en Ucrania) y 2023.

En 2023 se destinaron más 900.000 millones de euros al mantenimiento de la Alianza Atlántica, sobre todo a gastos militares.

Preocupación en la OTAN (mayo de 2024)

Los aliados de la OTAN están profundamente preocupados por las recientes actividades malignas en territorio aliado, incluidas las que han dado lugar a la investigación y acusación de múltiples personas en relación con la actividad estatal hostil que afecta a Chequia, Estonia, Alemania, Letonia, Lituania, Polonia y el Reino Unido.

Para saber más

NATO on the map.
North Atlantic Treaty Organization. Página interactiva.

NATO Annual Tracking Research 2023.
NATO Public Diplomacy Division. Marzo de 2024.

Defence Expenditure of NATO Countries (2014-2023).
North Atlantic Treaty Organization. Biblioteca pdf. Marzo de 2024

«La OTAN y nosotros», por Inocencio F. Arias

ALDEA GLOBAL

INOCENCIO F. ARIAS,

diplomático

“No ha habido, desde el referéndum, vaivenes en nuestro apoyo a la OTAN. Todos los presidentes han sido fieles a la misma»

La OTAN y nosotros

El fin de la II Guerra Mundial en 1945 trajo el aislamiento político de España. No fuimos invitados a entrar en la ONU, no porque el régimen franquista no fuera democrático -entre los fundadores de la ONU había varias dictaduras- sino porque los vencedores de la contienda no perdonaban que Franco hubiese ayudado a la Alemania nazi, perdedora, a luchar contra la Unión soviética, ganadora. Este ‘pecado original’ del caudillo, unido, en 1947, a sus escasas credenciales democráticas, produjo nuestra exclusión del Plan Marshall de Estados Unidos que resultaría trascendental en la recuperación de la Europa devastada por el conflicto.

Nos quedamos después fuera de la OTAN que surgió en 1949 como consecuencia de la voracidad de los soviéticos que imponían vasallos comunistas en Polonia, Hungría, Bulgaria… El grito de alarma desencadenante resultó el bloqueo ruso durante diez meses de Berlín que subsistió gracias a un puente aéreo de Estados Unidos y Gran Bretaña que trasladaron 35.000 toneladas de alimentos, gasolina y medicinas a la ciudad. Se formó una alianza defensiva de Estados Unidos, Canadá y diez países europeos con el objetivo de frenar a Rusia desconfiando, con razón, de que la ONU pudiera hacerlo.

El meollo del Tratado de la OTAN está en su muy citado artículo 5: si uno de sus miembros es atacado, los demás se considerarán agredidos “y lo asistirán de la forma que se considere necesaria”.

España debió esperar hasta bien entrada la democracia para ingresar en la organización. Adolfo Suárez, primer presidente democrático, tuvo iniciales vacilaciones. Al poco de decidirse a solicitar el ingreso dimitió, sin tomarse cinco días de reflexión, por razones internas.

Su sucesor en la UCD, Leopoldo Calvo-Sotelo, no tuvo dudas. Él nos metió en la OTAN en 1982. Lo proclamó en su programa de gobierno y con la ayuda del también ‘otánico’ Pérez Llorca bregó en el frente interno y el externo en el que hubo que vencer reticencias diversas de Portugal y Grecia. La pugna interna resultó áspera. El partido socialista de Felipe González mostraba remilgos hacia la OTAN por considerar algunos de sus dirigentes que España sería más vulnerable dentro de ella y, de otro lado, estimando que electoralmente le podía ser rentable mostrar su rechazo: la OTAN estaba y está dominada por Estados Unidos y agitar subliminalmente el antiamericanismo, sentimiento fructífero en nuestro país, podía producir dividendos en bastantes votantes.

El carisma de González y la campaña socialista -vimos a Javier Solana que años después sería un gerifalte de la OTAN gritando en las puertas de Exteriores “OTAN, no, bases (americanas) fuera”- removió la indiferencia de la opinión pública española, que se volvió aparentemente ‘antiotánica’. La prensa se dividió, ABC, La Vanguardia y Cambio 16 a favor de la entrada, Interviú, El periódico, El Alcázar y más moderadamente El País, en contra.

Leopoldo Calvo-Sotelo no se arredró. Llevó el tema a las Cortes, donde se discutió ampliamente, se votó y ganó sin apreturas: 186 a favor y 146 en contra en el Congreso y 106-60 en el Senado. Al poco González triunfó en las elecciones. En el poder, después de un par de años de ambigüedad calculada, el sevillano asumió su responsabilidad y mostró sentido de Estado. Tuvo que rebobinar: dedujo que era escasamente presentable en el exterior porfiar por entrar en la Unión Europea y no participar en la defensa. Organizó un traumático referéndum, primero en Europa de este tipo, para que decidiéramos. La opinión se escindió. Felipe batalló, alabando ya a la OTAN, en todos los medios informativos. Con un gobierno muy nervioso el resultado sería positivo: 52,55% a favor, contra el 39,80%.

El éxito del referéndum doró la imagen de González, que fue recompensado por Washington con la organización de la I Conferencia sobre el Oriente Medio. Antes había aprobado el despliegue de misiles de Estados Unidos en territorio europeo, gesto apreciado en la capital del imperio y en muchos aliados que desconfían de Moscú.

Aznar fue un atlantista a ultranza y apoyó políticamente, no militarmente, a Washington -tuvo una estrecha relación con Bush- en el melindroso tema de la guerra de Irak con una opinión española en contra.

No ha habido desde el referéndum vaivenes en nuestro apoyo a la OTAN. Todos los presidentes han sido fieles a la misma. El desplante de Zapatero a la bandera yanqui y, más aún, la salida de nuestras tropas de Irak, cuya presencia estaba expresamente bendecida por la ONU, no entusiasmaron a la cúpula estadounidense, pero prefirió decir “pelillos a la mar”. Sánchez viene siendo razonablemente atlantista; fue anfitrión de una cumbre de la Alianza cuya organización obtuvo aplausos, aunque en temas sustanciales que preocupan a España, la cobertura de Ceuta y Melilla y la avalancha migratoria que padecemos los del sur no hubo movimiento. Eso no impidió al entusiasta ministro Albares decir que la cumbre de Madrid había sido tan importante como la de Yalta (¡Casi na!).

Este pertinaz triunfalismo sanchista (al parecer estamos liderando muchas situaciones sin que los aliados se den cuenta) se ve mermado por hechos que sí son notados: miembros del gobierno critican nuestro alineamiento contra Putin en Ucrania; nos escaqueamos en la lucha contra los piratas hutíes; somos de los más cicateros en la ayuda a Ucrania (el país 26 de 31 mientras Macron subraya que “la seguridad de Europa es que Rusia no gane la guerra”), y no cumplimos el compromiso solemne adquirido hace más de una década de subir al 2% los gastos en defensa; estamos casi en la cola, con 1,2%.

Trump, que puede ganar, ha dicho que no le importaría que Putin incordie a los aliados roñosos. En su lista de ‘gorrones’, y en la de Biden, está España.