Entrevista a Virginijus Sinkevicius, comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca

ÁMBITO EUROPEO

Virginijus Sinkevičius,

comisario de la UE de Medio Ambiente, Océanos y Pesca

«Dar prioridad al medio ambiente hará que las pandemias sean menos probables»

Virginijus Sinkevicius (Vilnius, 1990) es el comisario de la UE más joven de la historia. Antiguo ministro de Economía e Innovación de Lituania, se convirtió en el responsable de Medio Ambiente de la UE. Su prioridad para la Europa post-Covid es que la biodiversidad y la «economía azul» sean parte integral del ‘Pacto Verde Europeo’ y la recuperación en su conjunto, según explica a Escritura Pública en una entrevista.

JORGE VALERO

@europressos

Prestamos mucha atención al clima y a reducir las emisiones, pero la protección de la biodiversidad parece ser una prioridad secundaria. ¿Por qué es eso?

El clima y las emisiones han entrado en el centro del debate político, después de muchos años de promoción y convencimiento. La biodiversidad sigue siendo una frontera nueva para muchos políticos. Sin embargo, la crisis mundial de la biodiversidad y la crisis climática son, en muchos sentidos, las dos caras de la misma moneda. Si dañamos un ecosistema, en realidad liberamos carbono en lugar de almacenarlo en la biomasa y los suelos. Lo contrario es igualmente cierto: cuando restauramos la naturaleza, bloqueamos el carbono y ayudamos a estabilizar nuestro clima. De hecho, más del 30 por ciento de nuestros objetivos de mitigación climática podrían cumplirse con soluciones basadas en la naturaleza, como restaurar bosques, suelos y humedales, y creando espacios verdes en las ciudades.

La buena noticia es que la concienciación está aumentando, y la crisis del Covid-19 la ha acelerado. Ha mostrado cómo todos dependemos de la naturaleza y cuán devastadores pueden ser los impactos de la pérdida de biodiversidad.

La biodiversidad además está aumentando su importancia en la agenda política. La Cumbre de Biodiversidad de la ONU en septiembre atestigua la creciente concienciación entre los líderes mundiales de que es necesario actuar ahora. Por primera vez en la historia, se comprometieron conjuntamente a revertir la degradación del entorno, poniendo la naturaleza en primer término de los planes de recuperación, y trabajando para lograr un acuerdo ambicioso para la naturaleza y las personas.

La UE predicará con el ejemplo, ya que ser pioneros es esencial si queremos llegar a un ‘Marco Global de Biodiversidad’ posterior a 2020 ambicioso, significativo y de alto impacto en Kunming (China) el próximo año.

Algunas tendencias que vimos durante la pandemia, como las entregas a domicilio o la comida para llevar, pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente. ¿Está preocupado por esto?

Estoy de acuerdo, se trata de tendencias preocupantes y un informe reciente de la Agencia Europea del Medio Ambiente las describió en detalle. La pandemia del Covid-19 ha provocado cambios significativos en la producción y consumo de plásticos y en los residuos plásticos. Además de un aumento repentino en la demanda mundial de equipos de protección personal, se impusieron medidas de bloqueo en la mayor parte de Europa, junto con estrictos requisitos de higiene. Muchos restaurantes pasaron a ofrecer servicios de comida para llevar y entrega con envases de plástico de un solo uso, y varios grandes minoristas de café dejaron de permitir que los clientes trajeran envases recargables.

A corto plazo, esto puede representar un desafío adicional para los esfuerzos de la UE para frenar la contaminación plástica y avanzar hacia un sistema más sostenible y circular. La Comisión está prestando un gran apoyo al sector de la gestión de residuos y, en particular, al sector del reciclaje, garantizando que tengan acceso a la financiación necesaria.

¿Considera que los esfuerzos realizados por el sector privado son suficientes para proteger el medio ambiente y los océanos?

Las empresas son cada vez más conscientes de los riesgos asociados al cambio climático y la degradación ambiental, a medida que crece la concienciación de que la mitad del PIB mundial depende de la naturaleza y de los servicios que brinda. Durante el último año hemos visto un cambio importante en la agenda medioambiental, con el creciente interés de la comunidad empresarial.

En la última Cumbre de Biodiversidad de la ONU en septiembre, más de 600 empresas, que representan 4,1 billones de dólares de ingresos anuales, pidieron un plan colectivo por la naturaleza, instando a los gobiernos a adoptar políticas para revertir la pérdida del medio ambiente en esta década. Si queremos que las empresas amplíen sus acciones, necesitamos las políticas adecuadas y eso es lo que estamos haciendo con el Pacto Verde Europeo.

¿Cuál es su mayor prioridad legislativa para este mandato, considerando que gran parte de la atención se centrará en salir de la recesión?

Mi prioridad es asegurar que nuestro medio ambiente y “la economía azul” formen parte integral del Pacto Verde Europeo, que es el plan de Europa para hacer que la economía de la UE sea sostenible y hacer que esta transición sea justa e inclusiva para todos.

En cuanto a la biodiversidad, esto significa revertir la pérdida del entorno europeo para 2030 y liderar los esfuerzos mundiales para reducir los daños a nuestro medio ambiente. Esto también significa cumplir con la ambición de cero contaminación, teniendo en cuenta la calidad del aire y el agua, los productos químicos peligrosos, las emisiones y los pesticidas. Igualmente queremos desvincular el crecimiento del uso de recursos, avanzando en el plan de acción de la economía circular, especialmente en sectores intensivos en recursos y de alto impacto, como la construcción, el textil y la electrónica.

Los océanos son un desafío particular. Dependemos de ellos para la alimentación, el transporte, el aire que respiramos. Al mismo tiempo, también encaran una presión increíble, desde el agotamiento de las poblaciones de peces hasta el aumento de la contaminación. Para abordar estos problemas, estoy liderando los esfuerzos para conseguir océanos libres de plásticos y contaminación, mientras que al mismo tiempo quiero garantizar una pesca sostenible y una economía azul próspera para los mares y océanos de Europa.

Todo esto jugará un papel importante en el proceso de recuperación. Como sugiere la evidencia científica más reciente, dar prioridad a las políticas respetuosas con el medio ambiente también hará que crisis como la actual pandemia del Covid-19 sean menos probables, y nos hará más resistentes para enfrentar situaciones similares en el futuro.

¿Está haciendo la UE lo suficiente en materia de alimentación sostenible?

Va a ser extremadamente relevante, ya que avanzar hacia un sistema alimentario de la UE más saludable y sostenible es una piedra angular del Pacto Verde Europeo. Por eso, la Comisión presentó las estrategias de Biodiversidad y ‘De la granja a la mesa’, cuyo objetivo es restablecer el equilibrio entre la naturaleza y los sistemas alimentarios, proteger la salud y el bienestar de nuestra población y, al mismo tiempo, aumentar la competitividad y la resiliencia de la UE.

Para llegar hasta ahí, debemos involucrar a todos los elementos en la cadena alimentaria (agricultores, procesadores de alimentos, minoristas y consumidores), y hacerles comprender que la naturaleza y la agricultura van de la mano, y dependen en gran medida unos de otros. Sin suelos sanos y polinizadores, no hay agricultura.

La UE apoyará a los agricultores en esta transición a través de una amplia gama de instrumentos, con beneficios para ellos y sus comunidades, y también se esforzará por orientar a la industria alimentaria hacia prácticas que hagan que la elección saludable y sostenible sea fácil para los consumidores.

¿Teme que la grave crisis económica y sanitaria en España obstaculice sus esfuerzos por proteger el medio ambiente y la biodiversidad?

España fue uno de los Estados miembros más ambiciosos en el Consejo de Medio Ambiente, apoyando firmemente la ambición de la estrategia de Biodiversidad de la UE y todos sus objetivos. Por eso, creo que nuestros homólogos españoles entienden muy bien que proteger y restaurar la naturaleza puede estimular la recuperación y crear empleo, ayudándonos a construir una sociedad más sana y resiliente. Ahora es el momento de invertir en la naturaleza en lugar de desinvertir.

España tiene excelentes condiciones para hacerlo. Es una referencia destacada dentro de la UE en términos de capital natural y posee una biodiversidad muy rica.

Sin embargo, al igual que en cualquier lugar de Europa, sus hábitats y especies están bajo una presión continua, con solo el 8,9% de los hábitats y solo el 18,9% de las especies en buenas condiciones. Esto se debe principalmente a las presiones de la agricultura, el desarrollo, la construcción, el transporte y la silvicultura. Por tanto, queda mucho por hacer y espero que España pueda garantizar la protección de su biodiversidad, de acuerdo con la legislación medioambiental europea.

Entiendo que el Plan de Recuperación Post-Covid, lanzado recientemente por el Gobierno español, tiene como meta lograr ambiciosos objetivos ambientales, climáticos y energéticos en un plazo de tres a cuatro años, financiado con hasta 140.000 millones de euros de subvenciones y préstamos de la UE, por lo que creo que se trata de un desarrollo muy positivo.

In English

Virginijus Sinkevičius,

commisioner for Environment, Oceans and Fisheries
“Prioritizing the environment will make pandemics less likely”

Virginijus Sinkevicius (Vilnius, 1990) is the youngest ever EU commissioner. A former minister of Economy and Innovation in Lithuania, he became the EU’s environment chief. His priority for the. post-Covid Europe is that the environment and ‘blue economy’ become an integral part of the European Green Deal and the recovery as a whole, he tells ‘Escritura Pública’ in an interview.

-We pay a lot of attention to climate and curbing emissions, but the protection of biodiversity seems to be a secondary priority. Why is that?
Climate and emissions have entered the mainstream in politics, after many years of advocacy and convincing. Biodiversity is still a new frontier for many policymakers. But the global biodiversity crisis and climate crisis are in many ways the two sides of the same coin. If you damage an ecosystem, it actually releases carbon instead of storing it in biomass and soils. But the opposite is true as well when we restore nature, we lock away carbon and help stabilize our climate. In fact, over 30 percent of our climate mitigation targets could be met by nature-based solutions, such as restoring forests, soils and wetlands, and creating green spaces in cities.

The good news is that this understanding is increasing, and the Covid crisis accelerated it. It showed how we all depend on nature, and how devastating the impacts of biodiversity loss can be.

Biodiversity is also rising on the political agenda. The UN Biodiversity Summit in September testifies to the growing awareness among world leaders that action is needed now. For the first time ever, world leaders made a joint commitment to reverse nature loss, put nature first in recovery plans, and work towards an ambitious deal for nature and people.

The EU will lead by example as front runners are essential if we want to arrive at an ambitious, meaningful and high-impact post-2020 Global Biodiversity Framework in Kunming next year.

Some trends we saw during the pandemic (home deliveries, take-aways) can have a negative impact on the environment. Are you worried about that?
I agree, these are worrying trends, and a recent EEA report describes them in detail. The Covid-19 pandemic has caused significant changes in the production and consumption of plastics, and in plastic waste. In addition to a sudden surge in global demand for personal protective equipment, lockdown measures were imposed across most of Europe, coupled with stringent hygiene requirements. Many restaurants moved to offering take away and delivery services using single-use plastic containers, and several large coffee retailers stopped allowing customers to bring refillable containers. 

In the shorter term, this may bring an additional challenge to EU’s efforts to curb plastic pollution and move towards a more sustainable and circular plastics system. The Commission is providing a lot of support to the waste management sector and in particular the recycling sector, ensuring that they have access to the necessary funding.

Do you consider that the efforts made by the private sector are sufficient to protect the environment and oceans?
Businesses are increasingly becoming aware of the risks associated with climate change and environmental degradation as understanding is growing that half of global GDP depends on nature and the services it provides. Over the last year we have seen a major change on the nature agenda, with the growing interest of the business community.

At the last UN Biodiversity Summit in September, more than 600 companies, representing 4.1 trillion US dollars of annual revenue called for collective action for nature, urging governments to adopt policies to reverse nature loss in this decade. So if we want business to scale up action, we need the right policies in place and that’s what we’re doing with the European Green Deal.

What is your biggest legislative priority for this mandate, considering that most of the focus will be given to getting out of the recession?
My priority is to ensure that our environment and blue economy form an integral part of the European Green Deal, which is Europe’s plan to make the EU’s economy sustainable and make this transition just and inclusive for all.

On biodiversity, this means reversing the loss of nature in Europe by 2030 and leading global efforts to curtail biodiversity loss. This also means delivering on the zero-pollution ambition, looking at air and water quality, hazardous chemicals, emissions and pesticides. We also want to decouple growth from resource use, advancing on the circular economy action plan, especially in resource-intensive and high-impact sectors such as construction, textiles and electronics.

Oceans are a particular challenge. We rely on them for food, for transport, for the air we breathe. At the same time, they also face incredible pressures, from depleting fish stocks to increasing pollution. To address this, I am leading efforts towards plastic-free and pollution-free oceans, while at the same time ensuring sustainable fishing and a thriving blue economy for Europe’s seas and oceans.

All this will play a major role in the recovery process. As the latest scientific evidence suggests, prioritizing environmentally friendly policies will also make crises like the current Covid-19 pandemic less likely and will make us more resilient in dealing with similar situations in the future.

Is the EU doing enough on sustainable food?
It is going to be extremely relevant, as moving towards a healthier and sustainable EU food system is a cornerstone of the European Green Deal. This is why the Commission came forward with the Biodiversity and Farm to Fork strategies, which aim to restore the balance between nature and food systems, to protect our people’s health and wellbeing, and at the same time increase the EU’s competitiveness and resilience.
In order to get there, we need to get everybody in the food chain on board –farmers, food processors, retailers and consumers– and make them understand that nature and agriculture go hand in hand and depend heavily on one another. Without healthy soils and pollinators, there is no agriculture. 

The EU will support farmers in this transition through a wide range of instruments with benefits for them and their communities, as well as strive to steer the food industry towards practices that make the healthy, sustainable choice the easy one for consumers.

Do you fear that the severe economic and health crisis in Spain will hamper its efforts to protect the environment and biodiversity?
Spain was among the most ambitious Member State in the Environment Council, strongly supporting the ambition of the EU Biodiversity Strategy and all of its targets. So I think our Spanish counterparts understand very well that protecting and restoring nature can stimulate recovery and create jobs, helping us to build a healthier and more resilient society. That now is the time to invest in nature rather than divest.

Spain has excellent conditions to do that. It is an outstanding reference within the EU in terms of natural capital and holds a very rich biodiversity.

However, just like anywhere in Europe, its habitats and species are under continued pressure, with only 8,9% of the habitats and only 18,9 % of species in good condition. This is mostly due to pressures from agriculture, development, construction, transport and forestry. So a lot remains to be done and I’m hope that Spain will be able to ensure the protection of its biodiversity in line with European environmental legislation.

I understand that the recently launched Post-Covid Recovery Plan by the Spanish government aims to achieve ambitious environmental, climate and energy objectives within three to four years, financed by up to 140 billion euros of EU grants and loans, so I think this is very positive development.

La magia de los bosques. Cultura otoñal

AL ENCUENTRO

La magia de los bosques

Cultura otoñal

Es fácil que todos nos pongamos de acuerdo en que es imprescindible cuidar la naturaleza; aunque el ‘todos’ es un decir, porque casi a diario tenemos que lamentar el vandalismo de quien tira plásticos al mar, quema una superficie arbolada o mata gratuitamente animales salvajes. Pero no es menos cierto que ese ‘todos’ crece al mismo ritmo que las personas observan la belleza de los mares, el encanto estimulante de la vida salvaje o el halo mágico de los bosques centenarios. Nada más culto, pues, que plantarse en mitad de esa naturaleza para conocerla, dejarse llevar por sus encantos y hacérselo ver a quienes piensan que la vida solo existe en las ciudades. El otoño, en fin, es un momento ideal para una inmersión en sensaciones cromáticas, sonoras y olfativas de algunas masas boscosas españolas.

JESÚS ORTIZ

Fotos cedidas por los respectivos departamentos de turismo o de información.

[email protected]
@JesOrtizAl
Facebook: Jesús Ortiz

Tendremos que confesar, para empezar con buen pie, que seguir pensando en actividades culturales por los pueblos de España, como hemos hecho cada dos meses en los últimos 20 años, es harto difícil durante la situación socio sanitaria que vivimos. Nuestro empeño de contarlo con antelación, como sugerencia para interesados en dichas actividades y, de paso, en el turismo cultural que hacen posible todos y cada uno de los rincones donde tienen lugar, choca con la cruda realidad: no sabemos si las medidas sanitarias permitirán la celebración de los actos y, además, siempre está el riesgo de que una aglomeración provoque más problemas que satisfacciones.

Pero hay obras de arte que siempre están ahí, cambiantes, efímeras, multisensoriales, que se muestran sin complejos y suficientemente alejadas de las grandes concentraciones humanas como para que podamos sumergirnos en ellas sin restricciones inasumibles, que son ricas en enseñanzas como enormes bibliotecas con el saber acumulado de siglos. Sí: nos referimos a los bosques y su magia otoñal. Y decir «magia» no es hablar de seres fantásticos como hadas, nomos, unicornios o ninfas lacustres y fluviales… O sí, quién sabe.

Fraguas do Eume (Galicia)

La ardilla que, supuestamente, podía ir desde Cádiz a los Pirineos sin necesidad de tocar el suelo, probablemente es tan imaginaria como los seres que antes citábamos. O tuvo que vivir mucho antes de que los romanos llegasen a esta parte del mundo, porque las referencias que tenemos de principios del siglo I (Estrabón y Plinio el Viejo) dan datos poco claros, cuando no contradictorios. Pero parece que tan empeñados estamos en que el simpático roedor vuelva a cruzar Hispania de árbol en árbol, que los cuidados de unos y otros nos han convertido en el segundo país de Europa con mayor masa forestal, justo por detrás de Suecia.

Tejo de dos mil años en la Sierra de Cazorla (Andalucía)

En grandes cifras, hablamos de unos 7.500 millones de árboles, de una lista casi interminable de especies, repartidos en 27,6 millones de hectáreas (últimos datos de EUROSTAT). Es algo más de la mitad de nuestra superficie total (50,6 millones de hectáreas). Las sucesivas campañas de reforestación y las normativas protectoras de todas las Administraciones han logrado que, en los últimos años, esa masa forestal haya aumentado más de un 30 %. Es probable que este incremento no sea tan buena noticia, porque el paulatino abandono de los entornos da bosques más poblados y extensos, cierto, aunque menos saludables y con mayor riesgo de incendio. Pero no nos pongamos pesimistas: pensemos hoy en disfrutar algo de lo mucho y bueno que tenemos, que el otoño está a la vuelta de la esquina.

La Selva de Irati, en Navarra, es ‘medalla de plata’ entre los hayedos mejor conservados y más extensos de Europa, solo por detrás de la Selva Negra alemana. Sus 17.000 hectáreas están en los Pirineos, en la cabecera de los valles de Aezkoa y Salazar. Tiene tanto por descubrir quien no conozca Irati -ríos, embalses, bosques casi vírgenes, senderos tapizados de hojas, cuevas, monumentos megalíticos…-, que necesitará varias jornadas, incluso varios viajes, para empaparse de un terreno con un carácter fuerte, pero acogedor, como lo es su propio paisanaje.

Parque Nacinoal de Garajonay, Bosque del Cedro (Canarias)
Son obras de arte que siempre están ahí, cambiantes, efímeras, multisensoriales, que se muestran sin complejos

Eso sí: si el visitante se cruza con Basajaun, el señor del bosque, tranquilidad. Quienes han estado frente a él lo describen como un ser cubierto de pelo, muy alto y fuerte, pero también muy ágil; y dicen que lo más prudente es no huir y obedecer sus instrucciones, porque igual que ayuda a los pastores y sus rebaños durante las tempestades, será un buen guía y protector del caminante. Más cuidado debe tenerse con el espíritu de Juana de Albret, Juana III de Navarra, probablemente envenenada en París y que de vez en cuando se pasea por la selva con su corte de hadas poco amigables… ¡pueden hacer desaparecer a quienes se encuentren en su camino!

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Hayedos del Saja (Cantabria).

El Bosque de Muniellos, en Asturias, se considera una reserva natural integral y fue declarada en el 2000, por la UNESCO, Reserva de la Biosfera. Es el mayor robledal de España y está entre los mejor conservados de Europa, quizás porque es propiedad del Principado de Asturias y carece de cualquier tipo de actividad económica, al estar prohibida la explotación de sus recursos, que bastante madera salió de este rincón de la península cuando hubo que organizar la denominada «Armada Invencible». Es hábitat natural de corzos, rebecos, nutrias o gatos monteses, entre una variadísima cantidad de especies, de las que destacan algunas emblemáticas de la fauna de la montaña asturiana como el oso y el urogallo cantábricos. De hecho, un animal, la comadreja (muniella en bable), puede ser el origen del nombre.

Bosque de Muniellos. Fuentes del Narcea (Asturias)
Bosque de Muniellos. Fuentes del Narcea (Asturias)

No son difíciles de ver los cortines o peculiares cercados para proteger las colmenas de la voracidad de los osos. Pero lo que seguramente se encontrará el visitante son las «barbas del capuchino»: un liquen que cuelga de los troncos de los árboles y es muestra de la excelencia del medio ambiente, porque este organismo crece en ecosistemas limpios y sin contaminación. Los trasgos, que pueden salir al paso del senderista en cualquier momento, se divierten muchísimo con la atmósfera misteriosa que producen las «barbas» en los días de orbayu. Ojo con las bellísimas xanas, que hacen estragos entre los jóvenes casaderos (claro, que a quien le guste irse a vivir a un lago o fuente…), y atentos al Busgosu, que será de gran ayuda cuando haya dificultades, pero se mostrará inflexible y severo con quien no cuide el bosque.

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Paseo del Agua en Sierra Espuña (Murcia)

El Monumento Natural las Secuoyas se encuentra en Cabezón de la Sal, Cantabria. Los árboles son, digámoslo así, «emigrantes con papeles» procedentes de California (EE. UU.), que se plantaron en 1940 para obtener recursos madereros y cuya explotación nunca llegó a producirse. Hoy, estas cupresáceas, que pueden llegar a ser milenarias y crecer por encima de los 100 metros de altura, están perfectamente aclimatadas al ambiente cántabro del monte de Las Navas y forman una familia de casi 850 ejemplares. El espectáculo es su altura, unos 40 metros de media, su diámetro en torno a los dos metros (imprescindible la foto de tres personas como mínimo abrazando uno) y el microclima que crean.

Monumento Natural de las Secuoyas (Cantabria).
Monumento Natural de las Secuoyas (Cantabria)

Con toda seguridad, una vez este singular bosque se tiene como propio de la zona, alguna anjana, que como todo el mundo sabe es un hada buena protectora de la buena gente, los enamorados y de todo aquel que se extravíe en los bosques y caminos, habrá hecho su hogar de este singular espacio que es Monumento Natural desde 2003.

El norte de España, parece que anima a pensar en masas boscosas, aunque son muchas más de las tres que hemos tomado como ejemplo. Pásense y paséense por la Fragas do Eume o el Bosque de los Ancares en Galicia; la milenaria Tejera del Sueve, en el oriente asturiano; los tres bosques de los Collados del Asón, Llusías y los de los montes Busturejo y Helguera, en Cantabria; los distintos hayedos de los Parques Naturales de Gorbea y de Aralar, en el País Vasco; el hayedo de Quinto Real, en Navarra, en cuyo interior, en el Valle de Baztán, siguen inquietando la brujas de Zugarramurdi; los sabinares de Albarracín, en Aragón; el hayedo del Rajao y los de la sierra de Cebollera, en La Rioja; el hayedo de Fageda d´en Jordà o los encinares de la Garrotxa, ambos en el Parque Natural de los Volcanes de la Garrotxa, en Cataluña; la tejeda de Tosande, el castañar de El Tiemblo o el pinar de Covaleda, en Castilla y León.

Salto de Goluri en el Parque Natural del Gorbea - CC BY-3.0-ES 2012/EJ-GV/Irekia-Gobierno Vasco/Pedro Odriozola

Pero también tendrá, quien se interese por estos centros de cultura de la naturaleza, maravillosos sitios más al sur y en territorio insular, y no son más que ejemplos también los que citaremos. Como en Madrid el hayedo de Montejo o el abedular de Somosierra; el hayedo de la Tejera Negra o los bosques del Alto Tajo, en Castilla-La Mancha; el castañar de Hervás o el Parque Nacional de Monfragüe, en Extremadura; el Bosquet de Moixent, el sabinar casi milenario de Las Blancas o el Carrascal de la Font Roja, en la Comunidad Valenciana; en Murcia, la Sierra de Espuña y su gran variedad de especies vegetales; los Pinsapares de Grazalema y la Sierra de las Nieves, el Parque Natural de los Alcornocales y la Sierra del Aljibe, la Sierra del Segura o la Sierra Morena, en Andalucía; en Baleares, además de los pinares de las Pitiusas, que tienen siete milenios de existencia documentada, está la singularidad del bosque subacuático de posidonia; y en Canarias, en fin, está el bosque de Los Tilos en La Palma o el Bosque de Laurisilva en Garajonay.

¿Exhaustivo? Para nada, palabra. Seguro que cada lector puede aportar más ejemplos y experiencias de nuestro excelente patrimonio vegetal, porque esto son solo ejemplos que pretenden no dejar fuera ninguna de nuestras comunidades ni entrar en atosigantes listados de «los mejores». Así que ármense de buen calzado y cámara de fotos (bueno, sí: vale el móvil), déjense llevar a donde sople el viento y pongan en su buscador, cuando decidan parar, algo tan simple como «bosque próximo». Que lo disfruten.

Tejeda de Tosande (Castilla y León)
Hablamos de unos 7.500 millones de árboles, de una lista casi interminable de especies, repartidos en 27,6 millones de hectáreas

Para no perderse

La Unión Europea y los bosques – François Nègre. Parlamento Europeo (febrero, 2020).

• Mapa forestal de España – Banco de datos de la naturaleza. Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico (2006)

• Los bosques españoles (vídeo, 13 capítulos) – Guión: José Mª Palá y Fernando Rodríguez. Dirección y realización: José Mª Palá. Cinenciatk. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC (1992).