Ahorrar más y mejor

CONSUMO

Ahorrar más y mejor

El ahorro de los españoles se ha disparado en los últimos meses. La incertidumbre ante la situación sanitaria y económica, el miedo a perder el empleo y la ausencia de ocio han llenado con creces la hucha de los ciudadanos que, sin embargo, siguen sin convertir ese ahorro en una estrategia necesaria para un futuro en el que las pensiones públicas no serán suficientes para mantener nuestro nivel de vida actual.

MARIÁN LEZAUN

Ahorrar es un modo de vida, una estrategia para ser más libres, tener mayor seguridad financiera y, en definitiva, poder tomar mejores decisiones económicas y personales. Sin embargo, para la mayoría de los ciudadanos ahorrar no es sencillo, y menos en estos momentos de crisis económica.

Los motivos para que las personas con trabajo (bien remunerado) y sin deudas no logren ahorrar, son diversos: exige cambios en el estilo de vida, requiere planificación, asesoramiento, y tener objetivos claros. No obstante, hoy existen numerosas instituciones, divulgadores, blogs, bibliografía e incluso aplicaciones gratuitas (Wallet o Fintonic, entre otras), cuyo objetivo es crear una verdadera cultura del ahorro. La pandemia nos ha demostrado que es posible y tenemos que aprovechar la corriente. De hecho, cuando comenzó la crisis, un tercio de las familias no disponía ni siquiera del equivalente a un mes de sus ingresos y ahora, son más de la mitad los que han conseguido reunir hasta seis meses.

Dinero para imprevistos. Y es que este año, negativo en casi todos los aspectos, nos ha demostrado las ventajas de contar con una buena cantidad de dinero para imprevistos. El ahorro de los españoles aumentó un 38% en 2020, lo que supone un incremento de 63.000 millones de euros más que el año anterior, según un estudio reciente de Deposit Solutions, la plataforma de Open Banking para depósitos bancarios. Los expertos aseguran que no se conocían datos similares desde la crisis de 2008, pero también reconocen que se trata de un ahorro forzoso, con casi el único objetivo de blindarse ante imprevistos. Así, los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el ahorro de los hogares españoles señalan que la tasa de ahorro representa actualmente el 14,8% de la renta disponible, 8,5 puntos por encima de la de 2019 y la más alta desde 1999 que es cuando se comenzó la serie. Se trata de un aumento ligado directamente a las limitaciones de movilidad y de aforo impuestas por los gobiernos, que llevaron a los hogares a ahorrar hasta 108.844 millones de euros (un 126,6% más que hace un año). Todo ello, a pesar del descenso de su renta disponible un 3,3% de media.

Pero este ahorro, que podría ser una buena noticia, no es más que el reflejo de una situación excepcional. Los ciudadanos hemos ahorrado por miedo, pero no porque estemos tomando las riendas de nuestra seguridad financiera. “Hemos reducido los gastos corrientes en transporte y ocio debido a la situación que estamos viviendo, pero en cuanto la situación vuelva a la normalidad la tasa de ahorro va a descender”, afirma Luis Alberto Iglesias, portavoz de Value School, la institución que promueve la divulgación financiera entre los pequeños inversores.

Los expertos consideran también que, además, la vuelta a la normalidad puede suponer un exceso de gasto en nuestros bolsillos porque los ciudadanos tienen muchas ganas de salir, de viajar, de pasarlo bien y eso también tendrá su impacto. Por eso, Iglesias advierte de que esta forma de ahorrar no responde a una verdadera cultura del ahorro. “Es cierto que hemos ahorrado mucho más, pero la mayoría de ese ahorro ha ido a parar a depósitos y a productos que no dan valor a nuestro dinero y que, al tener alta liquidez están disponibles para volver a gastar en cualquier momento”. Y es que, según este experto, la situación nos demuestra que el ahorro en nuestro país es cíclico. Es decir, ahorramos más cuando menos tenemos y gastamos más cuando nos sobra. “Si de verdad queremos sacar partido a nuestro dinero, debemos invertir esta tendencia”, explica Iglesias.

¿Ahorrar es cosa de ricos? Pero, ¿por qué nos cuesta tanto ahorrar? ¿Qué es lo que hace que personas con alto nivel adquisitivo tengan dificultades para llegar a fin de mes? Las causas son varias. En primer lugar, en España el ahorro no siempre está bien visto porque existe la falsa creencia de que sin consumo no hay crecimiento económico. Además, existen muchos mitos en torno al ahorro que impiden su despegue. De hecho, para algunas personas el ahorro es para aquellos que viven en una renuncia permanente porque han pasado por épocas de estrechez y de penuria. Para otros, el ahorro es para las personas de más edad, para aquellas que ya no pueden gastar en lo que les gusta. Y también están los que piensan que ahorrar es cosa de ricos, de aquellos a los que les sobra el dinero y por eso lo pueden guardar sin dificultad. Pero nada más lejos de la realidad: el mensaje hoy es que el ahorro es para todos, independientemente de nuestra renta. Porque si no ahorramos, estamos dando poco valor a nuestro dinero, a nuestro trabajo y desaprovechando la oportunidad de vivir con mayor tranquilidad.

Así, ¿existe un momento perfecto para empezar a ahorrar? “El primer paso es abandonar esa creencia de que el ahorro es aquello que nos queda en la cuenta a final de mes”, explica Natalia de Santiago, ingeniera, divulgadora financiera y autora del libro Invierte en ti. “Hay que ahorrar con premeditación y alevosía, poniéndose una meta realista, y a primeros de mes, cuando la cuenta está llena”. La clave para esta experta es que se trata de ponértelo difícil para no ahorrar. Y, aunque no existe una cantidad ideal, según esta experta, empezar con un 10% de los ingresos, sería suficiente. “Habrá quien pueda destinar hasta un 20%, pero conviene ser realistas y ver, sobre todo al principio, que es posible”.

La estrategia del buen ahorrador
Según explican en Value School, el ahorro debe de ser nuestro primer gasto. Por eso, lo primero que hay que hacer es un plan realista. Para vivir más seguros, todos los ciudadanos deberíamos poder tener nuestro pequeño colchón de imprevistos. Es decir, una cantidad que nos permita atender sin problemas a cualquier imprevisto doméstico o personal. ¿Pero, cómo se consigue esto? El primer consejo es ser constante. Para ello, existen aplicaciones y productos que te pueden ayudar sin problemas. Lo más conveniente para los que no tienen muchos conocimientos financieros o disponen de poco tiempo, es contratar un fondo indexado. Los hay para todos los perfiles, desde los más conservadores a los más arriesgados. El consumidor debe fijarse en las comisiones por mantenimiento y hacer aportaciones regulares para que el dinero empiece a crecer. Después, existen otros productos de inversión más rentables, pero que requieren un mayor asesoramiento profesional. De todos modos, lo importante es empezar.
Los pequeños gestos, cuentan

Muchas veces para conseguir ahorrar solo hace faltan pequeños gestos. Y evitar los conocidos como gastos hormiga. Es decir, todos esos pequeños desembolsos cotidianos a los que no hacemos mucho caso, pero que si los conseguimos reducir pueden tener un impacto importante en nuestro bolsillo. Los más habituales son, por ejemplo, el tabaco, los snacks, no tener en cuenta los tramos de la luz o pagar por servicios que no usamos (gimnasios, televisión, seguros, etcétera). Las monedas que vamos dejando por ahí también suman y mucho. De hecho, el Banco de España ha vuelto a anunciar que apenas que quedan unas semanas (hasta el 30 de junio) para deshacernos de las pesetas que todavía tenemos en nuestras casas y que suman la nada desdeñable cantidad de 1.500 millones de euros. El cambio de esas pesetas por euros debe hacerse en la sede del Banco de España o en sus sucursales, con cita previa. En la web se explica qué requisitos son necesarios y qué monedas y billetes son los que se pueden cambiar, ya que dependiendo del año en el que fuesen acuñadas pueden necesitar la valoración de un experto. Para resolver cualquier duda se puede llamar al 91 33 85 00 o entrar en la web https://cita-previa-bde.clorian.com.

Para saber más

Finanzas para todos: Esta iniciativa desarrollada de manera conjunta por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) promueve la educación financiera de todos los ciudadanos, haciendo especial hincapié en la necesidad de gestionar mejor nuestro dinero y sacar rentabilidad a nuestros ahorros. 

Value School: En el blog de esta plataforma, que divulga la educación financiera para pequeños ahorradores, podrá encontrar información para sacar mayor rentabilidad a su dinero y conocer cómo funcionan los diferentes productos que existen en el mercado. Además, disponen de recursos para los más jóvenes. Para los que quieren saber más, también se puede consultar su canal de Youtube.

Ahorrar en la factura de la luz es posible

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Ahorrar en la factura de la luz es posible

La reciente subida de la luz ha puesto sobre la mesa lo poco que sabemos los consumidores sobre esa factura que cada mes llega a nuestros hogares. El aumento de precios, que coincidió con una ola de frío y con el peor momento del invierno, ha obligado a muchas familias a plantearse nuevos hábitos frente al consumo de electricidad.

MARIÁN LEZAUN

Las empresas del sector justifican la subida con el aumento de la demanda en esta época del año, con la menor producción de las energías renovables, con el incremento del precio del gas y hasta con el coste por emisión de CO2. Mientras, los clientes buscan alternativas para abaratar este gasto fijo que, para muchos hogares y empresas, supone una gran carga.

¿Cómo podemos ahorrar? La factura de la luz es siempre un documento controvertido. En primer lugar porque, en líneas generales, no se entiende bien y, en segundo lugar, porque los consumidores saben que más de la mitad del total corresponde a conceptos que nada tienen que ver con el consumo de electricidad. Nuestro recibo de la luz se divide en cuatro partes que debemos distinguir: el coste de generación de la electricidad, el coste de transportarla y distribuirla hasta el usuario final, el coste de financiar determinadas políticas energéticas y los impuestos que se aplican a este suministro. El coste de generar esa electricidad representa un 35% del total y es que se fija a diario en el mercado eléctrico. El resto de la factura son los costes que regula el Gobierno. Si tenemos en cuenta que el 15% son los gastos de distribución, hay hasta un 50% del total que está en manos de decisiones políticas (impuestos, ayudas, etc.). Así, los usuarios sólo pueden ajustar ese primer tramo de su factura, viendo qué oferta les conviene y adaptando sus hábitos de consumo. Por eso, muchos usuarios consideran que el precio de este suministro no es justo y cada vez son más los que se interesan en cómo abaratar esa factura: tarifas planas, autoconsumo, cambio de rutinas en las tareas domésticas, etc. Todo vale con tal de rascar unos euros a final de mes.

En la mayoría de los casos se trata de pequeños gestos, pero que si se suman pueden tener un impacto importante en el coste final. Si se quieren ahorrar unos euros durante los meses de invierno, los consumidores deben de tener en cuenta que la energía es más barata a partir de la medianoche y hasta las ocho de la mañana. Por eso, tendrán que acostumbrarse a poner la lavadora y el lavavajillas en esa franja horaria, por ejemplo. Además, los expertos recomiendan evitar el uso de todos los electrodomésticos a la vez y apagarlos si no se están utilizando. Esas pequeñas luces que tenemos siempre encendidas y que no dan ningún servicio tienen luego su reflejo en la factura. Mantener la nevera con la temperatura adecuada y los alimentos ordenados de manera correcta también tiene su incidencia, al igual que contar con electrodomésticos eficientes, es decir, los que van marcados con la letra A.

Potencia contratada. Pero el primer paso para reducir la factura es ajustar la potencia contratada a las necesidades de la vivienda. Es decir, en muchos casos, los usuarios contratan más potencia de la que realmente necesitan y eso encarece el coste del servicio. Así, reducir la potencia es una gestión muy interesante para el cliente que debe hacer un estudio previo de los electrodomésticos que va a conectar a diario para evitar quedarse sin suministro. Una vivienda media no debería, en condiciones normales, necesitar más de 5 kW y en muchos casos, con 3,45 kW sería suficiente.

Además, siempre hay que comparar las tarifas que nos ofrecen las diferentes compañías que operan en el mercado (más de cien, en el mercado libre) porque los precios pueden resultar muy dispares. Según la Asociación de Consumidores Irache de Pamplona podemos ahorrar hasta 200 euros al año cambiando de comercializadora. Existen algunos comparadores online que permiten ver qué empresa nos conviene más.

No obstante, hay que tener en cuenta que existen dos mercados de la electricidad: libre y regulado (PVPC), en el que el coste de la electricidad consumida se determina en función de la cotización diaria, lo que puede ser una opción interesante para muchos consumidores que podrán beneficiarse de los momentos en los que la electricidad esté más barata sin necesidad de revisar sus contratos. Los consumidores que estén en el mercado libre pagarán por kWh el precio acordado con la compañía comercializadora con la que tengan contratado el suministro, aunque sea más bajo, hasta que se revise dicho valor por contrato.

Otra de las opciones que gana adeptos es la instalación de paneles fotovoltaicos que puede suponer un ahorro de hasta un 30% de la parte variable de la factura de la luz, según la Unión Española Fotovoltaica. Una inversión de futuro que no debe pasarse por alto si se dispone de un tejado o superficie y de unos 5.000 euros, aunque también puede costar menos.

Los expertos recomiendan evitar el uso de todos los electrodomésticos a la vez y apagarlos si no se están utiilizando

Para saber más

La Organización de Consumidores y Usuarios desglosa en su web una factura real en la que explica cada uno de los conceptos que la componen.

El comparador de tarifas Selectra dispone en su web de toda la información que necesitas a la hora de contratar una compañía eléctrica. Además, ofrece simuladores de potencia, análisis de facturas y guías prácticas sobre los diferentes servicios.

En la web de Endesa hay información sobre el mercado de la electricidad y consejos prácticos para consumidores.

Autoconsumo

Dadas las condiciones energéticas de nuestro país no es de extrañar que en 2020 se instalaran en España 596 MW de autoconsumo fotovoltaico, de los que un 19 por ciento correspondieron a instalaciones familiares. “Estimamos que, como mínimo, se instalarán otros 600 o 700 MW este año, manteniendo el mismo porcentaje para el sector residencial porque cada vez más gente conoce sus ventajas”, explica María Colom, directora de políticas energéticas de UNEF, quien añade que aún existe cierto desconocimiento alrededor de la tecnología fotovoltaica y de las instalaciones de autoconsumo. Los consumidores deben en cualquier caso informarse siempre antes de cualquier compra porque a mayor número de horas de luz y mejor orientación de los paneles, más rentable será la instalación. “Una instalación en Andalucía se amortizará antes que una en Asturias. Además, cuanto más electrificada esté la vivienda y menos consumo de combustibles fósiles (gas para la calefacción, gasolina para el coche), más rentable”, explica Colom. “Cuanto más coincida nuestro consumo eléctrico con la generación de las placas fotovoltaicas (horas de sol) más rentable será la instalación y si se trata una vivienda unifamiliar, la instalación será muy sencilla porque no se necesita el consenso del resto de vecinos. “Dicho esto, no sólo es rentable para una vivienda unifamiliar en Andalucía con orientación sur, con todo eléctrico, y donde la propietaria o propietario teletrabaje y cocine de día cuando hace sol y tenga un coche eléctrico. Una instalación de autoconsumo fotovoltaico se amortiza en unos ocho o nueve años, que se reducen si vamos añadiendo cada uno de los supuestos anteriores que nos permiten aprovechar más la instalación. Puede llegar incluso a cuatro años si en el ayuntamiento existe alguna deducción fiscal al IBI e ICIO o el propietario se acoge a alguna subvención”, explica Colom.

Además, el excedente de producción energética se podrá verter a la red y recibir a cambio una compensación económica por parte de la comercializadora. “Esta compensación económica se ve reflejada mensualmente en la factura eléctrica vía un descuento originado por la diferencia del valor económico entre el consumo de la red y el excedente vertido a la misma”, explica Colom.

Mercado libre o regulado

En España existen dos mercados de electricidad (el libre y el regulado) que dan cobertura a más de 26 millones de clientes. Aunque las compañías que operan en el mercado libre ofrecen tarifas planas o únicas, ofertas agrupadas y descuentos para intentar adaptarse a las necesidades del consumidor, en los últimos meses sigue aumentando el número de clientes que se pasan al mercado regulado (Precio de Venta al Pequeño Consumidor). En el mercado regulado (se llama así porque es el Gobierno el que fija y publica los precios), el precio del kWh varía cada hora. Es decir, el precio de la electricidad sube o baja en función de varios factores como son la energía disponible (la que se produce en cada momento) y la demanda que haya también en cada momento. Con esta tarifa, el consumidor paga más si consume durante las horas en las que la energía es más cara y menos, cuando concentra el gasto en las horas más baratas. El consumidor aprovecha también las épocas en las que la electricidad es más económica porque hay una mayor producción. Los defensores de esta tarifa argumentan que con el PVPC no tienes obligación de permanencia y dispones de un precio personalizado ya que siempre vas a pagar por lo que consumes. El precio de la luz se publica diariamente en el BOE.

¿Qué clase de consumidor eres?

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¿Qué clase de consumidor eres?

Prudente, previsor, temeroso, organizado, reticente, desbordado, caprichoso… Cualquiera de estos adjetivos serviría para definir los diferentes estados por los que hemos pasado los ciudadanos durante la pandemia. Sin embargo, los expertos del sector los han resumido en un puñado de perfiles.

MARIÁN LEZAUN

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@mlezaun

LA CONSULTORA ESTRATÉGICA The Cocktail Analisys ha aglutinado todos esos comportamientos en cinco grandes grupos de consumidores: resistente, asustado, empoderado, expectante y shockeado.

Otras empresas, como Nielsen, los engloban en impactados, burbuja, vigilantes o sin cautela. La definición de cada uno de ellos se ajusta a sus preferencias de consumo, pero también a las emociones que rodean cada acto de compra y a la manera de tomar las decisiones en un momento como el que estamos viviendo.

Para los consumidores, que en un primer momento cortaron el grifo del gasto de manera radical (hasta un 40 por ciento según un informe del banco ING), la Covid 19 ha supuesto una auténtica revolución a la hora de buscar nuevos canales de venta. Y, sobre todo, ha acelerado un cambio ya latente hacia un modelo de compra cotidiana más responsable y sostenible. Por otro lado, a las empresas, golpeadas por esta crisis, el virus les ha obligado a reinventarse y a analizar sus futuras necesidades, a dirigir sus inversiones hacia nuevas plataformas.

El final del año 2020 ha sido diferente para todos. Según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 20% de los españoles ha gastado menos estas navidades. Unas fiestas en las que no hemos podido reunirnos como nos gustaría, en las que hemos ahorrado en alimentación y en ocio, pero en las que hemos seguido haciendo regalos y cuidándonos de la mejor manera posible. Mientras llega la vacuna para todos, los expertos de márketing y tendencias de consumo analizan cómo han sido nuestros comportamientos a lo largo del año, pero también cómo lo serán en los próximos meses en los que la contención y la cautela se han instalado y han disparado el nivel de ahorro de los españoles. La consultora Nielsen señala cómo ha disminuido la confianza de los ciudadanos en la economía y en el empleo para poder consumir. Así, de los 90 puntos del comienzo del año, se pasó a los 60 del segundo trimestre y el dato sigue cayendo. Si después del confinamiento, los españoles nos concedimos algunos caprichos para compensar la situación anterior, el alargamiento de la crisis hace que un 37% de los encuestados por The Cocktail reconozca que seguirá disminuyendo su nivel de gasto. En donde no piensan recortar los compradores es en los productos de alimentación y bebida, ya que las celebraciones, el ocio y la moda se han reducido a la mínima expresión. A menos vida social, menos necesidad de ropa y complementos, que son los sectores más afectados de la crisis. Por eso muchas marcas están sacando nuevas líneas de ropa para llevar en casa, mucho más confortables, pero sin renunciar al diseño.

Cada cliente, un perfil. Atendiendo a la situación del mercado, el informe de The Cocktail señala cinco comportamientos diferentes y cómo las marcas actuarán para satisfacer sus necesidades. Para la firma, los consumidores llamados resistentes son los más afines a estrategias de precio y promoción, así como los más dispuestos a activar dinámicas de negociación o de abandono con sus proveedores de servicios. Los consumidores asustados, por su parte, están más cercanos a estrategias de compensación en el consumo, y estarán receptivos a mensajes que le otorguen seguridad y bienestar. Son esa clase de compradores que analizan todos los riesgos y que toman las decisiones en consecuencia. Los clientes empoderados, aquellos que se decantan por marcas premium y productos de gama alta, estarán orientados al ocio y disfrute, y más ajenos a la situación que estamos viviendo. Estos clientes son los menos jóvenes, profesionales con una carrera sólida que no han visto mermados sus ingresos ni su calidad de vida se ha visto perjudicada. Los clientes expectantes se muestran más receptivos a mensajes centrados en el aquí y ahora, que le permitan evitar centrar su pensamiento en un futuro amenazante. Y, por último, la consultora define a los consumidores shockeados, que son aquellos que se muestran más receptivos a mensajes que les hagan activarse, aceptar la situación y tomar impulso.

Por su parte, la consultora Nielsen clasifica también a los hogares españoles en función de su predisposición ante el gasto en este contexto de crisis sanitaria y económica: impactados, vigilantes, burbuja y sin cautela. El primer grupo representan al 37% de los hogares y se caracterizan por el impacto que la situación ha generado en su economía. Es decir, sus hábitos se han visto modificados y deben plantear diferentes estrategias para gestionar su nueva realidad doméstica. Por otro lado, hay un 31% de hogares que se muestran vigilantes, es decir, a pesar de no haber sufrido un gran impacto en sus ingresos, vigilan y se cuidan mucho de no gastar más que antes. En cambio, hay un 20% de hogares considerados burbuja, en los que la crisis no se ha notado en su situación financiera y no se plantean grandes cambios. Nielsen define también un cuarto tipo, los hogares sin cautela, que son aquellos que han recibido cierto impacto económico, pequeños cambios, pero no contemplan un mayor control del presupuesto familiar.

Así las cosas, con cientos de negocios pendientes de un hilo, la amenaza de nuevas restricciones y un nuevo año que se presenta incierto, los consumidores debemos planificar nuestras compras de una forma mucho más responsable.

Para los consumidores la Covid 19 ha supuesto una auténtica revolución a la hora de buscar nuevos canales de venta

Para saber más

Escritura PÚBLICA: En el número 125 de nuestra revista repasamos los hábitos del consumidor durante los primeros meses de la pandemia. En este reportaje analizamos qué es lo que compramos, cómo y el desarrollo alcanzado por el canal online.

KPMG: Consumidores y la nueva realidad es el título del informe elaborado por KPMG en el que se han analizado las tendencias de consumo que se han ido registrando durante estos meses. Se trata de varios estudios en los que se recogen aspectos como el ahorro, el uso del comercio online o la elección de los productos y servicios.

Puro Marketing: La publicación digital especializada en marketing, recoge en su web las conclusiones del informe El Consumidor Conectado 2020: Estudio Global de la consultora Selligent. En él se expone cómo serán los nuevos consumidores tras la pandemia, qué productos comprarán, dónde y qué valoran hoy los clientes de las marcas y vendedores.

A menos vida social, menos necesidad de ropa y complementos, que son los sectores más afectados de la crisis

Consumo más responsable

La crisis del coronavirus ha impulsado ciertos comportamientos más reflexivos, respetuosos con el entorno y más sostenibles. Una tendencia que está liderada, además, por las mujeres y los más jóvenes, que ya incorporan los valores éticos a sus compras. Mientras que más del 61% de las mujeres españolas reconoce su responsabilidad sobre el cambio climático, en los hombres no llega ni a la mitad. También son las mujeres las que dan mayor importancia a la responsabilidad social de la empresa en el momento de la compra: un 28% frente al 20% de los hombres. Para realizar una compra más responsable, el 49,2% de las mujeres compran en comercios locales y cercanos y adquieren productos de proximidad. En el caso de los hombres, el porcentaje apenas llega al 40%, según estudio publicado recientemente por la firma L’Oreal y la consultora Closingap.

Los ‘cocooners’ y los sénior

El término cocooner se acuñó en Estados Unidos, en la década de los noventa, para definir un estilo de vida caracterizado por hacer de nuestras casas un refugio en el que sentirse cómodo, seguro y feliz. Años después, se trasladó al sector del consumo para denominar al cliente digital que realiza la mayoría de sus actividades sin salir de casa. Es decir, para llamar a esos consumidores que trabajan, compran, se divierten y se relacionan desde su hogar. Para las empresas, este perfil representa todo un reto ya que estos clientes suelen ser los más exigentes, los que buscan la inmediatez y los que mejor conocen el canal digital. Por otro lado, las empresas deben de tener en cuenta a los nuevos consumidores senior que son los que se caracterizan por tener un poder adquisitivo más alto, mayor tiempo de ocio y los que valoran la mayor calidad de los productos, así como la personalización de los servicios.