Este encuentro -organizado por el Consejo General del Notariado (CGN), la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (COMJIB) y la Comisión de Asuntos Americanos (CAAm) de la Unión Internacional del Notariado (UINL)- reunió a más de 200 juristas para debatir sobre el acceso a la Justicia y la función notarial, y la circulación de documentos notariales en el ámbito de Iberoamérica, en el marco de la gran cita de la Justicia iberoamericana que tuvo lugar en Guía de Isora (Tenerife) del 16 al 20 de septiembre.
En el acto de apertura, el presidente del Notariado español, José Ángel Martínez Sanchiz, hizo hincapié en la “gran oportunidad” que supone para el Notariado iberoamericano celebrar estas jornadas “en el marco de una cumbre jurídica de suma relevancia, que implica una posibilidad de encuentro entre los tres agentes fundamentales para la Justicia: el poder ejecutivo, los jueces y los notarios, que proveemos el acceso a la ‘justicia de la normalidad’”.
Asimismo, el presidente del CGN subrayó la importancia de la actuación notarial para acercar el Derecho a los particulares, escuchar sus necesidades y darles cause a través del pacto. “Esa es la esencia de nuestra función: proporcionar a las personas un espacio de libertad y de justicia en un marco de seguridad y confianza. Aún más en el contexto actual -aseveró-, en el que sufrimos una auténtica inflación legislativa, tenemos la obligación de encauzar el sentir y la voluntad de las partes. Los tribunales están en una situación de infradotación, los procedimientos se alargan excesivamente y las decisiones no son justas porque llegan tarde, cuando ya se ha consumado la injusticia”.
También, sobre el documento notarial, Martínez Sanchiz añadió que “con él circulan las emociones, los pensamientos y las impresiones de las personas. Es un cauce para prestar nuestro servicio a las personas que tenemos delante y a las que se encuentran en otro continente; es una forma de reforzar esta comunidad iberoamericana, que debe ser testigo en el mundo de lo que constituye la mejor praxis de la seguridad jurídica”.
Libertad, justicia y seguridad.
Por su parte, Homero López Obando, presidente de la CAAm, reivindicó que “el Notariado es el primer garante de la seguridad jurídica de un país. Existen todavía algunas barreras comunes en el acceso a la justicia en Iberoamérica: la pobreza, la falta de servicios básicos de educación o sanidad, el acceso libre a la información, el desarrollo tecnológico y de las infraestructuras, o las diferencias entre entornos urbanos y rurales. Es nuestro deber atender estas cuestiones y caminar hacia la vanguardia para romper barreras y facilitar un acceso libre y legítimo al sistema de justicia sin ningún tipo de discriminación”.
López Obando, actual presidente de la Federación Ecuatoriana de Notarios, hizo un llamamiento a “trabajar juntos para establecer acuerdos y modelos de gestión y servicio notarial comunes para que el documento notarial circule con igual validez entre países de Iberoamérica”, y abogó por consolidar la función notarial como un órgano auxiliar de la administración de Justicia: “El notario es la puerta de acceso a la Justicia para la ciudadanía en los asuntos no contenciosos. Nuestra labor es evitar conflictos, velar por los intereses de las partes, proteger los derechos de las personas y amparar, especialmente, a aquellas en situación de vulnerabilidad”, concluyó.