Actualidad de los Colegios Notariales – Valencia

COLEGIOS NOTARIALES

VALENCIA

De izda. a dcha.: José Carmelo de Derecho Notarial Llopis, Juan Sánchez-Calero y Ubaldo Nieto.

Conferencia de Juan Sánchez-Calero

El catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de Endesa, Juan Sánchez-Calero Guilarte, ofreció una conferencia en el Colegio Notarial de Valencia a mediados de junio, organizada conjuntamente con la Cátedra de Derecho Notarial «Rafael Gómez-Ferrer» de la Universidad Católica de Valencia (UCV) bajo el título Desafíos y transformaciones en el entorno empresarial español ante una nueva realidad global.

En la mesa acompañaron al catedrático el censor primero de la Junta Directiva del Colegio Notarial de Valencia, José Carmelo Llopis, y el notario y director de la cátedra, Ubaldo Nieto. A la cita asistieron catedráticos, economistas, juristas y representantes de colegios profesionales, instituciones académicas y autoridades políticas; entre ellos, la directora general de Justicia, Cristina Gil Fabregat; la directora general de la Agencia Tributaria Valenciana, Sonia Encarnación Díaz Español; el decano del Colegio de Abogados de Valencia, José Soriano Poves; y la presidenta del Colegio de Auditores de la Comunidad Valenciana, Lola Mor.

De izda. a dcha.: Julián López Richart, Delfín Martínez y Jaume Ferrer.
Alumnos premiados junto a los representantes de la Cátedra.

Diplomas de la Cátedra de Derecho Notarial

El vicedecano del colegio notarial autonómico, Delfín Martínez, presidió el acto acompañado por el director de la cátedra, Javier Barceló; y el decano de la Facultad de Derecho de la UA, Jaume Ferrer. Todos ellos valoraron positivamente la colaboración entre ambas instituciones y la participación de los alumnos en la cátedra, que se ha posicionado como un referente en la difusión del Derecho Notarial, con particular atención a la protección jurídica de las personas con discapacidad.

El acto contó también con la participación de Julián López Richart, profesor de Derecho Civil de la UA, que impartió una conferencia sobre la regulación del testamento digital en la Ley 3/2018. Tras finalizar la entrega de premios, los asistentes pudieron visitar la Biblioteca de los Libros Felices, espacio histórico que guarda más de 4.200 libros datados entre los siglos XV y XIX.

IV Congreso sobre Contratación Empresarial

El Colegio Notarial de Valencia organiza los días 3 y 4 de octubre el IV Congreso de Notarios y Profesores de Derecho Mercantil sobre Contratación Empresarial, en colaboración con el Departamento de Derecho Mercantil de la Facultad de Derecho de la Universitat de València (UV).

A lo largo de dos jornadas, notarios y catedráticos debatirán sobre contratación y Derecho de Sociedades, o la crisis del empresario y de los contratos, entre otros temas. La sesión inaugural contará con la participación de la secretaria general para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia, Sofía Puente; la rectora de la UV, María Vicenta Mestre; y los directores del congreso, el notario Ubaldo Nieto y Francisco González, ambos catedráticos de Derecho Mercantil. Las inscripciones al evento están abiertas a través de la web habilitada por el colegio notarial valenciano.

Actualidad de los Colegios Notariales – Cataluña

COLEGIOS NOTARIALES

CATALUÑA

Archivo Histórico de Protocolos

A finales de julio, el Colegio Notarial de Cataluña realizó la última carga de documentación medieval -de las cinco previstas para este 2024- a la versión digital del Archivo Histórico de Protocolos de Barcelona; 61.998 nuevas imágenes correspondientes a los fondos de 18 notarios que iniciaron su actividad entre 1441 y 1450. Esta documentación se suma a la previamente disponible para consulta en línea, proporcionando a la ciudadanía acceso público a más de 750.000 archivos de protocolos de notarios que ejercieron entre el siglo XIII y el siglo XVI.

Con 190.000 volúmenes, el Archivo de Protocolos de Barcelona constituye el primer fondo notarial de Europa, junto a los de París y Génova, tanto por su antigüedad como por volumen de documentación; y su Archivo Histórico -integrado por los protocolos con más de 100 años de antigüedad- está conformado por cerca de 40.000 volúmenes. Los fondos digitalizados pueden consultarse en la página web del colegio catalán: www.colegionotarial.org.

Autoridades y representantes institucionales.

‘IA y probática, nuevos retos para la abogacía’

El Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB) celebró los días 17 y 18 de julio su IX Congreso, titulado IA y probática, nuevos retos para la abogacía, en el que se analizó la aplicación de la inteligencia artificial en los diferentes ámbitos del Derecho. El decano del Colegio Notarial de Cataluña, José Alberto Marín, asistió al acto de inauguración; y el notario Ramon García Torrent intervino en la sesión sobre la Ley 11/2023: Uso de herramientas y procesos digitales en actuaciones notariales y registrales relativas al derecho de sociedades.

A lo largo de dos jornadas se organizaron una veintena de conferencias, en las que juristas y expertos en el sector abordaron el presente y futuro del uso de la tecnología en el mundo jurídico. Particularmente, en la mesa de García Torrent, presentada por Marta Legarreta y moderada por José Ramón Morales, abogados y presidentes de las secciones de Derecho Civil y Mercantil del ICAB -respectivamente-, intervino también el registrador mercantil Luis Fernández del Pozo.

V Congreso de Derecho Inmobiliario

El próximo 13 de noviembre, la sede del Colegio de la Abogacía de Barcelona acogerá el V Congreso de Derecho Inmobiliario, organizado por el Colegio Notarial de Cataluña en colaboración con numerosas entidades del ámbito jurídico. En el congreso intervendrán expertos en la materia y ponentes de referencia para tratar las principales novedades y problemáticas existentes en el ámbito del Derecho Inmobiliario.

Toda la información sobre el congreso está disponible en la página web del Colegio de la Abogacía de Barcelona: www.icab.es

De izda. a dcha.: Alejandro Sáez, Marta Farrés y José Alberto Marín.

Reunión con el Ayuntamiento de Sabadell

El 16 de julio, el Ayuntamiento de Sabadell y el Colegio Notarial de Cataluña mantuvieron un encuentro institucional para la preparación de proyectos conjuntos e iniciativas de colaboración entre ambas entidades. En la reunión participaron la alcaldesa del municipio, Marta Farrés; el decano del Colegio Notarial de Cataluña, José Alberto Marín; y el notario de la localidad, Alejandro Sáez.

Actualidad de los Colegios Notariales – Andalucía

COLEGIOS NOTARIALES

ANDALUCÍA

Cátedra de Derecho Notarial

La Cátedra de Derecho Notarial Internacional y Comparado del Colegio Notarial de Andalucía y la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla cerró el curso académico 2023-2024 con el seminario La autonomía de la voluntad en el ámbito matrimonial y de las uniones de hecho: perspectivas interna, internacional y comparada, que se celebró el 20 de junio en la sede del Colegio de Abogados de Sevilla.

La notaria y vicesecretaria de la junta directiva del colegio notarial andaluz, Carmen Vela; y los profesores de la UPO, Andrés Rodríguez Bonet y César Hornero, todos ellos directores del curso, inauguraron la sesión, que contó con dos mesas redondas. En la primera, el notario Isidoro Calvo y la doctora en Derecho de la Universidad de Barcelona, Cristina González Beilfuss, abordaron las perspectivas internacional y comparada; en la segunda, el notario Ignacio Paz-Ares y la catedrática de Derecho Civil de la Universidad Complutense de Madrid, Cristina de Amunátegui, trataron los aspectos relativos a nuestro país.

Una decena de juristas y profesionales del derecho ofrecieron también sendas ponencias sobre la protección de la vivienda familiar, los regímenes patrimoniales y pactos económicos, los efectos y extinción de las uniones de hecho, la empresa familiar, la sucesión intestada en los derechos civiles españoles, y la perspectiva doctrinal y jurisprudencial en relación a los animales de compañía.

Intervinieron el profesor de Derecho Internacional Privado de la Universidad de León, David Carrizo; el abogado y doctor en Derecho Internacional Privado por la UPO, Antonio Merchán; la profesora de Derecho Internacional Privado de la Universidad de Granada, Mercedes Soto; la jueza de Santiago de Cuba y profesora de Derecho de la Universidad de Oriente, Noadis Milán; la abogada y mediadora Clara Barrufet; las profesoras de Derecho Civil, María Esperança Ginebra (Universitat de Barcelona) y Elena Goñi (Universidad Europea); y la catedrática de Derecho Civil de la Universidad Politécnica de Valencia, Francisca Ramón.

De izda. a dcha.: Andrés Rodríguez Bonet, Carmen Vela y César Hornero.

Actualidad de los Colegios Notariales – Asturias

COLEGIOS NOTARIALES

ASTURIAS

En el atril, José Luis Fernández Lozano; en la mesa, de izda. a dcha.: María Isabel Valdés- Solís, Pilar Rodríguez Mateos, Benigno Pendás, Leopoldo Tolivar y Rafael Fonseca.

Real Academia Asturiana de Jurisprudencia y Legislación

El pasado 24 de junio, el notario José Luis Fernández Lozano ingresó como académico de número en la Real Academia Asturiana de Jurisprudencia y Legislación. El notario ofreció en el salón de actos del Colegio de Abogados de Oviedo su discurso Las legítimas en el Código Civil español: ¿reforma o supresión?, que fue contestado por la decana del Colegio Notarial de Asturias, María Isabel Valdés-Solís.

Fernández Lozano es coordinador del Foro Æquitas de Discapacidad en el Principado de Asturias y fue decano del colegio notarial asturiano entre 2008 y 2012, institución en la que hoy ocupa diversos cargos de representación. En la mesa presidencial, el notario estuvo acompañado por Leopoldo Tolivar, presidente de la Real Academia Asturiana de Jurisprudencia y Legislación; y Benigno Pendás, académico de honor y presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas; así como por la decana María Isabel Valdés-Solís, Pilar Rodríguez Mateos y Rafael Fonseca, académicos de número.

José Luis Fernández Lozano durante su discurso.

Actualidad de los Colegios Notariales – Cantabria

COLEGIOS NOTARIALES

CANTABRIA

Fiesta colegial en Santander

El pasado 24 de julio, el Colegio Notarial de Cantabria organizó en la ciudad de Santander el acto de celebración de su fiesta colegial, al que asistieron numerosos notarios y miembros de la junta directiva del colegio cántabro, entre ellos el decano, José Javier Corral; el vicedecano, Rafael Aguirre; la censora primera, Rosa María Barruso; y la secretaria, Belén Martínez-Peñalver.

Tras una misa celebrada en la Capilla de los Redentoristas de la Parroquia de María Inmaculada de Santander, los asistentes compartieron un pequeño cóctel en el jardín de la sede colegial. Cabe destacar la participación en el acto de representantes institucionales y de organizaciones colegiales del mundo jurídico, como la consejera de Presidencia y Justicia del Gobierno de Cantabria, Isabel Urrutia de los Mozos; el gerente regional del Catastro, Alfredo Arjona; la decana de los Registradores cántabros, Ana Julia Marlasca; o el decano de Colegio de Abogados de Cantabria, Andrés de Diego Martínez; entre otros.

De izda. a dcha.: La notaria María Elsa Cruz, Rosa María Barruso, Belén Martínez-Peñalver, Rafael Aguirre, José Javier Corral, Isabel Urrutia y Alfredo Arjona.

Actualidad de los Colegios Notariales – País Vasco

COLEGIOS NOTARIALES

PAÍS VASCO

Itziar Gonzalo y Diego Granados.

Acuerdo con la Diputación y el Catastro

La diputada foral de Hacienda, Finanzas y Presupuestos, Itziar Gonzalo, y el decano del Colegio Notarial del País Vasco, Diego Granados, firmaron el pasado 9 de julio un convenio para el intercambio de información entre el Catastro de la Diputación Foral de Álava y el colegio notarial autonómico.

Mediante este convenio se establecen las condiciones técnicas para abrir un canal de intercambio de información entre ambas instituciones a fin de favorecer la coordinación entre la información catastral, notarial y registral, relativa a los inmuebles urbanos y rústicos ubicados en el Territorio Histórico.

El objetivo del acuerdo es fomentar la comunicación entre ambas entidades a fin de cumplir con la correcta identificación de las fincas. En palabras de la diputada foral Itziar Gonzalo, de esta forma se conseguirá que “la información de los negocios jurídicos sobre los bienes inmuebles urbanos y rústicos ubicados en el Territorio Histórico sea mucho más fluida, facilitando así los trámites administrativos y aportando mayor seguridad jurídica a sus propietarios”.

De izda. a dcha.: Andrés Urrutia, Iñaki Subijana, Diego Granados y Manuel Ayo.

‘Minor Bilduma’

A mediados de junio tuvo lugar el acto de presentación del quinto número de la colección Minor Bilduma, que edita el Colegio Notarial del País Vasco, la Academia Vasca de Derecho (AVD-ZEA) y la editorial Dykinson. Este último número, titulado El recurso de casación y el Derecho civil vasco, ha sido escrito por el magistrado Manuel Ayo, quien estuvo acompañado en la presentación por el decano del colegio notarial vasco, Diego Granados; el presidente de la AVD-ZEA, Andrés Urrutia; el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Iñaki Subijana -autor del prólogo del libro-; y la fiscal superior Carmen Adán; así como por otros compañeros de profesión, juristas, familiares y amigos.

«Pasión por la literatura», por Enrique Arnaldo

ÁGORA CULTURAL Y JURÍDICA

Pasión por la literatura, por Enrique Arnaldo Alcubilla,

Magistrado del Tribunal Constitucional. Letrado de las Cortes Generales. Catedrático de Derecho Constitucional por la Universidad Rey Juan Carlos

Expertos en diferentes áreas del Derecho se dan cita en nuestra revista para ofrecernos su visión de lo acontecido en el mundo de la Literatura, las Artes, la Justicia y, por qué no, en la vida misma. En este número nos acompañan: Enrique Arnaldo Alcubilla, Magistrado del Tribunal Constitucional. Letrado de las Cortes Generales. Catedrático de Derecho Constitucional por la Universidad Rey Juan Carlos; Pablo de Lora, Catedrático de Filosofía del Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid Escritor, ensayista y divulgador y Paz Velasco de la Fuente Jurista-criminóloga, escritora y divulgadora. Especialista en delitos violentos y personalidad psicopática. Presidenta del Comité Asesor de Expertos del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid. Profesora de Criminología en la Universidad Internacional de Valencia (VIU) y la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

Nunca he podido dejar de mirar las listas de los libros más vendidos, por más que siempre haya rechazado la ley de los números más altos para guiar mis pasos o mis gustos, para el caso, mis lecturas. Me confieso un lector pasional y también selectivo (tenemos el tiempo que tenemos), aunque cultivo todos los géneros (dicen que en la variedad está el gusto). Teóricamente esas listas, que publican los suplementos culturales al uso, están confeccionadas a partir de los datos irrefutables que son las ventas, pero nunca he llegado a confiar en la metodología empleada para su elaboración.

Además de desconfianza, esas listas han hecho nacer en mí el efecto desaliento hacia los consagrados como veinte títulos olímpicos, al decir de los compradores físicos o internáuticos. A lo más cuatro o cinco de esas obras me suelen resultar mínimamente atractivas.

Desdeñar a priori la mayor parte de las publicaciones que son las más adquiridas, me convierte -claro está- en un lector raro, clasificable dentro del género minoritario. Quizás sea alguien que, por lo demás, menosprecia la popularidad, entendida como una subespecie del éxito que se deriva de la mayor difusión o del número de seguidores más aplastante. Desprecio la lección que el marketing de cualquier clase nos impone: nos gusta (y nos debe necesaria y obligatoriamente gustar) lo que más se consume, lo que más se vende, la canción que más se reproduce o el libro que más se divulga. Por eso triunfan las modas, que uniforman modales, aunque quizás en la sociedad contemporánea triunfa la homogeneización general y no solo del aspecto exterior. Casi todo tiende a parecerse en demasía.

Pseudoliteratura: la catequesis cultural dominante

Si para el apellido de raro ya he ganado mi sitio en el podio, estoy muy cerca de alcanzarlo con el de elitista de salón y con el de envidioso recognoscible a primera vista. En efecto, de mis palabras puede inferirse que desprecio la gama inexplicable de aquellos que triunfan con una suerte de pseudoliteratura enladrillada por la inteligencia artificial, pero que acceden triunfales al hit-parade de la literatura desechable. Y quizás no tenga más remedio que asumir la crítica negativa porque es verdad que soy incompatible -y me apropio la expresión certera de Karina Sainz Borgo- con “la catequesis cultural dominante”, equivalente quizás a “lo políticamente correcto”. Pero no puedo dejar de confesar que he de taparme los ojos al pasar por delante de las, por desgracia, no pocas estanterías repletas de centenares de libros prescindibles, olvidables, de usar y tirar, efímeros. Ahora bien, me encantan algunas obras adjetivadas de best-seller construidas gracias al arte de la imaginación y de la naturalidad, huyendo de la perversión de lo trémulo, de lo trepidante y de lo poco creíble.

Tal vez otros piensen -si es que disponemos de tiempo para pensar en la sociedad motorizada- que mis palabras (tal vez ácidas en demasía) ocultan a un escritor frustrado. Es seguro que todos llevamos en nuestro interior un árbitro de fútbol, capaz de discutir sobre cada jugada con argumentos irrebatibles. Pero probablemente también todos tengamos alma de escritor. Y si lo deducimos de la enorme cantidad de libros publicados cada semana, concluimos que, en efecto, son muchas las vocaciones incluso tardías. Reconozco que me contengo de sumarme al elenco. Llámesele prudencia o quizás pudor. Ya hace años renuncié a seguir pintando al óleo o a la acuarela. Lo dejé cuando me interesé por la historia del arte, cuando comprobé lo que otros (grandes, grandísimos) pintores habían sido capaces de pintar. Llámesela, pues, respeto.

Literatura y civilización

Escribió Mariano José de Larra que la literatura es la expresión, el termómetro verdadero, del estado de civilización de un pueblo. Casi las mismas palabras empleó León Tolstoi: un libro bien escrito es el mejor producto de la civilización. Así se explica la pasión inagotable por la literatura a la que los aficionados (pasionales decía antes) nos entregamos a través de la lectura, como la del arte a través de la contemplación, o la de la música a través de la audición. Pero de todas, sublimo la lectura. Quizás por la incapacidad para esas otras habilidades. Me quedé con los ojos y renuncié a la pluma y al pincel. Leer es vivir con pausa, sin impaciencia, como exigía Pío Baroja para ser un “lector bueno”, que es, además, aquel que dialoga con el autor; al que en ocasiones complementa y, en otras, hasta le corrige e incluso le regaña por algún desvarío.

El texto literario, como toda obra de arte, permite el encuentro entre un objeto de estructura singular y un sujeto capaz de aprovecharlo, de integrarlo, de hacerlo existir, para que tome forma corpórea y no solo espiritual. Por eso, la lectura incluye, al tiempo, una actividad de creación y de descubrimiento (Roman Ingarden). Ahora bien, no lo olvidemos, es una actividad asimismo placentera, de deleite y de distanciamiento de lo cotidiano.

El lector -que es el título de la mejor novela del alemán Bernhard Schlink adaptada extraordinariamente al cine- tiene una cita regular con la librería, aunque en la contemporánea sociedad distópica (deportiva y al tiempo sedentaria) no son pocos los que han desertado y sustituido la visita al librero por el encargo a un almacén, no precisamente de los sueños, como el descrito por Ismail Kadaré, a través de una aplicación. Más aún, son ya legión los defensores a ultranza del libro electrónico, cómodo y más económico. He de revelar mi inconfesable secreto: no ya mi torpeza sino mi impericia para adaptarme a la pantalla. Igualmente me cuesta renunciar a toquetear el libro, a leer la contraportada, a abrir sus páginas, a olerlo o descubrirlo, según prefieran, antes de decidir su adquisición. Me encanta también confrontar con el librero, confirmar mi elección, oír sus comentarios, los propios y los adquiridos de otros compradores socializadores como yo. Escribió Roberto Piglia que “no hay, a la vez, nada más real ni nada más ilusorio que el acto de leer”. Y ello solo es posible tras el acto previo de elegir lo que se va a leer.

La poderosa necesidad de leer

Para el verano podemos elegir una novela larga y densa, aunque como nos enseñó Francisco de Quevedo -no confundir con un cantante identificado con ese apellido que antecede al genial escritor en el tótem contemporáneo que es Google- hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga. Pero debemos alternar la novela con un ensayo de historia o de psicología social, sin olvidar el libro de viajes o una buena biografía. Leer es vida, forma parte esencial de la vida. A veces es releer, opción preferida por los más maduros que, como Manuel Vicent, afirma: “no tengo ganas de explorar, prefiero ir a lo seguro. El clásico se adopta a tu estado de ánimo. Es como el jazz: se adapta a lo que tú en ese momento estás deseando”. El siempre despegado intelectual prefiere el regusto de la relectura desde su atalaya de la originalidad que le permite prescindir de las banalidades y bagatelas literarias del presente. Es frecuente incluso escuchar la solemne revelación de distancia con el presente de quienes hacen gala de leer exclusivamente a autores ya fallecidos que han logrado perdurar y no ser enterrados en la alcantarilla del paso del tiempo. Hay mucho postureo. No nos perdamos en fruslerías y disfrutemos de la pasión que nos aprisiona, la pasión por la literatura. Esta pasión es, también, una necesidad. Y poderosa es la necesidad, que decía Goethe.

«¿Sepultar la injusticia? Un tributo a la nobleza y esperanza humanas», por Pablo de Lora

ÁGORA CULTURAL Y JURÍDICA

¿Sepultar la injusticia? Un tributo a la nobleza y esperanza humanas, por Pablo de Lora,

Catedrático de Filosofía del Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid
Escritor, ensayista y divulgador

Expertos en diferentes áreas del Derecho se dan cita en nuestra revista para ofrecernos su visión de lo acontecido en el mundo de la Literatura, las Artes, la Justicia y, por qué no, en la vida misma. En este número nos acompañan: Enrique Arnaldo Alcubilla, Magistrado del Tribunal Constitucional. Letrado de las Cortes Generales. Catedrático de Derecho Constitucional por la Universidad Rey Juan Carlos; Pablo de Lora, Catedrático de Filosofía del Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid Escritor, ensayista y divulgador y Paz Velasco de la Fuente Jurista-criminóloga, escritora y divulgadora. Especialista en delitos violentos y personalidad psicopática. Presidenta del Comité Asesor de Expertos del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid. Profesora de Criminología en la Universidad Internacional de Valencia (VIU) y la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

Cada año, el último domingo de mayo, se celebra en el cementerio americano de Coleville-sur-Mer, en Normandía, un acto en recuerdo de los soldados estadounidenses caídos en ese desembarco tan decisivo para el final de la segunda guerra mundial. Cada año, ciudadanos franceses y veteranos de la contienda emplean arena de la playa de Omaha para dar lustre a la inscripción de cada una de las tumbas y que así resplandezca el nombre de los 4.410 muertos que allí reposan.

A poco más de 15 kilómetros se encuentra el cementerio de La Cambe, salpimentado de cruces negras, lugar en el que en los días 10 y 11 de junio de 1944 se improvisó un camposanto en el que poder enterrar a los soldados de ambos bandos. Con posterioridad, los estadounidenses fueron exhumados quedando solo los alemanes, más de 20.000, entre los que figura Adolf Diekmann, responsable de la matanza de 642 civiles (entre ellos 207 niños) en Oradour-sur-Glane en junio de 1944. En las tumbas que alojan combatientes que no pudieron llegar a ser identificados, se lee: “un soldado alemán”. Ello contrasta con lo que ocurre en los cementerios de los aliados, pues en las tumbas de los soldados de los que no consta su identidad la inscripción reza el célebre epitafio: “Aquí descansa en honrada gloria un compañero de armas por Dios conocido” (“Here Rests in Honored Glory a Comrade in Arms Known but to God”). Es obra de Rudyard Kipling cuyo hijo John desapareció en combate durante la I Guerra Mundial (sus restos fueron hallados muchas décadas después).

En la tradición filosófico-jurídica que, grosso modo, denominamos occidental, el acto inaugural de la discusión sobre la vinculación entre la ley y la justicia es el de la rebeldía de Antígona frente al Decreto del rey Creonte prohibiendo dar sepultura a Polínices. “[N]o creía yo que tus decretos tuvieran tanta fuerza como para permitir que un solo hombre pueda saltar por encima de las leyes no escritas, inmutables, de los dioses –afirma Antígona-: su vigencia no es de hoy, ni de ayer sino de siempre, y nadie sabe cuándo fue que aparecieron”, escribió Sófocles. Y sin embargo, más de dos mil años después sabemos que tampoco con el cuerpo de los fallecidos es universal el tratamiento debido: lo que en algunas culturas es horrible profanación -el canibalismo o la extracción de órganos para trasplante- en otras es obligatorio, costumbre permitida o práctica digna de encomio.

Juicio y derogación de la memoria histórica

Más allá de las instancias rutinarias de las disposiciones posibles y debidas de los muertos, del alcance de sus deseos póstumos, del respeto a su memoria y los recuerdos que debiéramos fomentar, ¿qué debemos hacer hoy con los restos de quienes cometieron actos atroces, como Adolf Diekmann, pero también con otros vestigios en la forma de monumentos que evocan personajes o hechos crueles, o con el nomenclátor de las ciudades por cuyas calles en recuerdo de victimarios pasean los descendientes de las víctimas?

En un libro reciente, ¿Quién teme a Francisco Franco? (2024), Daniel Rico nos invita a matizar y afinar nuestras intuiciones y juicios, muchas veces precipitados, sobre aquellos asuntos; a no aceptar el que muchas veces es un tablero inclinado en favor de unos y en detrimento de otros; a depurar, al cabo, los principios que subyacen a las reglas incorporadas en la reciente legislación memorialista española, la Ley 20/2022 de Memoria Democrática.

Rico recuenta los orígenes jacobinos de la nueva iconoclastia, que no solo ha impregnado el modo en el que abordamos el pasado “franquista” y su patrimonio material y simbólico, sino también la historia colonial y su borrado “decolonizador” que ha venido alimentando la demolición de estatuas (Colón, Cortés, Antonio López, marqués de Comillas, entre otras muchas) y nos da buenas razones para entender que la mejor derogación es, paradójicamente, la preservación. Cuando, a diferencia de nuestra “iconofóbica” práctica reciente que condena al almacén la estatua ecuestre de Franco o al archivo el retrato del primer presidente del CSIC (Ibáñez Martín), mantenemos esos vestigios en la esfera pública, exponemos perpetuamente una culpa, tornamos al monumento en “antimonumento” por eliminación de su monumentalidad; o mediante el expediente de su resignificación o contextualización, como se ha hecho en el caso de la Casa del Fascio en Bolzano, sobreponiendo sutilmente una proclama de Hanna Arendt (“nadie tiene el derecho a obedecer”) sobre el bajorrelieve “El triunfo del fascismo”. Solo los que ven al José Antonio histórico en la inscripción de una catedral como si estuviera entre nosotros, lo hacen verdaderamente presente. Destruir o desfigurar la representación del malvado no conlleva la dignificación de la memoria de sus víctimas, sino más bien el lavado de su ignominia si es que no su celebración hodierna.

Monumentos e iconos: resignificación y preservación

Si ese tipo de “resignificación” es deseable en el monumento icónico y humillante por antonomasia como es el del Valle de Cuelgamuros, ¿cómo no será posible convertir otros tantos lugares y monumentos similares también en lugares de “memoria democrática”? se pregunta Rico con toda pertinencia. La eliminación de la placa de Pemán en Cádiz, la desaparición del nombre Obispo Manuel Irurita (asesinado por una banda de milicianos anarquistas en diciembre del 36 en Barcelona) del nomenclátor de Mislata (pueblo en el que perviven las calles “Pasionaria” o “Ché Guevara”) o que no pueda constar en muro alguno de España ni el recordatorio de que las víctimas murieron “por Dios y por España” ni los nombres mismos de esos fallecidos, todo ello, constituiría mayúsculo desatino.

Hay detrás de todo lo anterior -resignificación y preservación- una justificación de corte liberal. De nuevo Rico al que vale la pena citar literal y extensamente: “¿Dónde está escrito que la ciudad, para devenir (más) democrática, tenga que deshacerse de la ciudad histórica?… La variedad morfológica del espacio histórico, ¿acaso no ofrece al ciudadano una oportunidad preciosa de ampliar el campo de su mirada, de extender kantianamente su pensamiento más allá del estrecho horizonte de su comunidad de pertenencia al desplegar ante sus ojos una rica gama de identidades y formas de vida distintas…” (pp. 109-110, las cursivas son del autor).

Durante años aparecieron ocasionalmente flores depositadas en un monolito funerario cercano al aeródromo de Vilajuïga/Garriguela, en Gerona, erigido en recuerdo al piloto alemán Friedrich Windemuth, suboficial de la legión cóndor. Durante años se creyó que algún neonazi estaría tras ese indebido tributo. Y resultó que no, que, tal y como desveló un periodista jubilado de La Vanguardia, se trataba de Josep Falcó, el aviador republicano que abatió a Windemuth a principios del 39. En 2009 declaró que llevaba esas flores porque pudo haber sido él el abatido.

En 2022 la estela apareció vandalizada, quebrada justo a la altura del espacio que ocupaba la cruz de hierro y un lema grabado en la piedra: “cayó en la lucha por una España nacional”. Se trata, ha dicho más de un “experto memorialista”, de un elemento claramente contrario a la “memoria democrática” de acuerdo con el artículo 35.1. de la Ley de Memoria Democrática. Dicho precepto califica como tales los vestigios que supongan “…exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la dictadura… de sus unidades militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial”, si bien de esa categorización de la “exaltación” se excluyen las “…menciones de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados…” (artículo 35.6.).

¿Qué sentido tendría, en aplicación de esas normas, dejar abandonada en mitad de un páramo gerundense una losa rota anclada en el suelo en la que tan solo se lee un nombre, una fecha de nacimiento y una ciudad alemana? ¿Y qué sentido tendría ocultar las causas que alimentaron la tragedia que supuso la guerra civil española? ¿Acaso no cabe ni siquiera “mencionarlos”? ¿Sepultamos, del todo, todo recuerdo de Windemuth, como uno de esos “soldados alemanes”, sin nombre, rostro ni circunstancia alguna, de tantos y tantos cementerios desperdigados por Europa?

Un tributo a la nobleza y esperanza humanas

La historia de esa lucha fratricida que fue la Guerra Civil española incorpora hoy también la historia y las historias de quienes no olvidaron, pero supieron reconciliarse pese a todo contribuyendo a hacer de España un país democrático. Y pocas expresiones mejores de esa actitud generosa y políticamente encomiable que el gesto del aviador Falcó en recuerdo de quien pudo haberle matado.

Hay lugares, nos dice Rico, que solo han de servir como muestra del horror, desprovistos de todo carácter “celebratorio”: son los “monumentos”, paradigmáticamente el campo de concentración de Auschwitz. No debe ser ese el caso del lugar de reposo de Windemuth, ni de tantos otros, de uno y otro bando, o de sus esquelas o estelas. A mi juicio, la necesaria recuperación, contextualización y resignificación del monolito en recuerdo del fallecimiento de Windemuth en acto de guerra debería componer algo así como un “meta-monumento”: la restauración de todos los elementos de la improvisada estela funeraria debería ir necesariamente acompañada de las flores, no ya ocasionales, sino perpetuas, en honor al aviador Falcó, fallecido en 2014, y la explicación de su gesto, de su espíritu ciertamente universalizable.

No se me ocurre mejor tributo a la nobleza y esperanza humanas que incluso en los campos de batalla se logran abrir hueco.

«Psicopatía, éxito y liderazgo», por Paz Velasco

ÁGORA CULTURAL Y JURÍDICA

Psicopatía, éxito y liderazgo, por Paz Velasco de la Fuente,

Jurista-criminóloga, escritora y divulgadora. Especialista en delitos violentos y personalidad psicopática. Presidenta del Comité Asesor de Expertos del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid. Profesora de Criminología en la Universidad Internacional de Valencia (VIU) y la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

Expertos en diferentes áreas del Derecho se dan cita en nuestra revista para ofrecernos su visión de lo acontecido en el mundo de la Literatura, las Artes, la Justicia y, por qué no, en la vida misma. En este número nos acompañan: Enrique Arnaldo Alcubilla, Magistrado del Tribunal Constitucional. Letrado de las Cortes Generales. Catedrático de Derecho Constitucional por la Universidad Rey Juan Carlos; Pablo de Lora, Catedrático de Filosofía del Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid Escritor, ensayista y divulgador y Paz Velasco de la Fuente Jurista-criminóloga, escritora y divulgadora. Especialista en delitos violentos y personalidad psicopática. Presidenta del Comité Asesor de Expertos del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid. Profesora de Criminología en la Universidad Internacional de Valencia (VIU) y la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

Hay personas que no se tienen que esforzar para ganarse nuestra confianza, debido a la posición que ocupan en la sociedad: un cirujano, un abogado, un asesor de inversiones, un político o un ejecutivo de banca. Algunos de ellos utilizan su profesión y su situación privilegiada como medio para satisfacer sus necesidades personales. Hablamos de los psicópatas funcionales o integrados, aquellos hombres y mujeres que llegan a la cima sin usar la violencia y que suelen ser un peligro invisible. Robert Hare, doctor en psicología e investigador en el campo de la psicología criminal, afirma que los asesinos seriales arruinan familias pero que los psicópatas corporativos, políticos y religiosos, arruinan economías, sociedades y países enteros.

Tenemos que aceptar una realidad más que evidente y es que psicópata no es sinónimo de multicida ni de delincuente porque ni todos los psicópatas son delincuentes ni todos los delincuentes son psicópatas. Con nosotros conviven psicópatas funcionales altamente nocivos para la sociedad y para las personas con las que se relacionan. Son carismáticos, intrépidos, despiadados, pero no necesariamente violentos. Infligen perjuicios económicos, materiales y emocionales, causando a la sociedad y a su entorno un daño que es más instrumental que físico. Son los más numerosos y los más difíciles de detectar al tener una habilidad innata: se ocultan y enmascaran pasando totalmente desapercibidos.

¿Qué es la psicopatía?

La psicopatía es un trastorno de la personalidad (no un trastorno mental) que se define por determinadas manifestaciones conductuales y por ciertos rasgos de personalidad, que afectan a las relaciones interpersonales, a los estilos de vida y a la afectividad de esos sujetos. El psicópata controla absolutamente la realidad y utiliza la manipulación y las mentiras para lograr sus objetivos. Es una persona racional y lógica que sabe perfectamente lo que hace pero que carece de las cualidades esenciales que permiten a los seres humanos vivir en sociedad.

Los diferentes rasgos psicopáticos, así como el número de ellos y la intensidad de los mismos, cambian de una persona a otra, de modo que puede haber diferencias muy importantes en los comportamientos de los individuos que son considerados psicópatas. El espectro de la psicopatía es gradual y de diferente intensidad. Más o menos cantidad de ella, en un determinado contexto, puede ser altamente ventajoso, del mismo modo que podría suponer un peligro para los demás. Por ejemplo, si se combinan la baja aversión al riesgo, la ausencia de miedo y la falta de culpabilidad o remordimientos, en determinadas circunstancias, puede llevar a algunos sujetos a alcanzar el éxito y el liderazgo en los negocios, la política o el derecho. Pero esos mismos rasgos, en otro contexto diferente, pueden convertir a ese sujeto en un peligro letal para la sociedad.

Partamos de tres premisas:

  • Rasgos como la falta de piedad y de empatía, la extrema concentración, la fortaleza mental, el encanto personal, la intrepidez, la despreocupación, la acción constante, ¿pueden ser ventajosos en determinados momentos de nuestra vida?[1].
  • ¿Puede la psicopatía, en determinados contextos y en determinadas circunstancias, ser beneficiosa para el resto de la sociedad? Kevin Dutton, psicólogo británico de la Universidad de Oxford afirma y demuestra que los psicópatas funcionales, no solo son útiles para nuestra sociedad, sino que además son necesarios y que tienen cosas que enseñarnos: “Toda sociedad necesita unos individuos particulares que hagan el trabajo sucio, gente que no tenga miedo de tomar decisiones duras, de hacer preguntas incómodas, de exponer, de correr riesgos”[2].
  • Y la pregunta más importante… ¿Existen determinados rasgos psicopáticos que pueden llevar al éxito profesional y al liderazgo? La sociedad es consciente de que hay entornos profesionales donde la psicopatía funcional no solo está aceptada, sino que se valoran como beneficiosos algunos de sus rasgos e incluso se elogian como valores positivos. Ciertos rasgos psicopáticos son más prevalentes en determinados sujetos de éxito, que entre multicidas como la concentración, la capacidad de persuasión, el egocentrismo, el encanto superficial, la autodisciplina o la independencia[3].

Rasgos psicopáticos y éxito profesional

La gran mayoría de los psicópatas que hay en nuestra sociedad no están cumpliendo una condena en prisión, sino que están ocupando importantes puestos de trabajo en diferentes profesiones. Son tan mentirosos, manipuladores, insensibles y egocéntricos como el resto de psicópatas, pero a través de su inteligencia, sus habilidades sociales y sus circunstancias construyen una fachada de éxito y normalidad obteniendo aquello que quieren con absoluta impunidad.

La psicopatía corporativa[4] es un fenómeno contemporáneo que se originó en los 90, ante la creciente inestabilidad y competitividad que surgió en diferentes ámbitos profesionales, sobre todo en los negocios. Este concepto hace referencia al comportamiento desviado en el lugar de trabajo, llevado a cabo por psicópatas en posiciones de liderazgo, que pueden llegar a causar pérdidas de miles de millones, además de los efectos negativos que tienen sobre los trabajadores.

Son muchas las investigaciones que lanzan la hipótesis de que determinados rasgos psicopáticos pueden convertirse en cualidades de éxito y de liderazgo en determinados ámbitos como el empresarial, el mundo de los negocios, el financiero y el político. Lo que adquieren determinados expertos a través del tiempo y de su experiencia profesional es algo innato en los psicópatas. El rol de ejecutivo y de líder es para el psicópata funcional irresistible, ya que le ofrece un buen salario, poder y un amplio margen de movimiento.

Rasgos de psicopatía que pueden llevar al éxito profesional y al liderazgo

  • Carisma y capacidad para influir en los demás

  • Creatividad

  • Pensamiento estratégico y gran capacidad analítica

  • Excelentes habilidades para la comunicación

  • Persuasión

  • Ausencia de miedo y bajo nivel de ansiedad

  • Seguridad en sí mismos

  • Control emocional

  • Conductas arriesgadas

  • Ausencia de culpa y de remordimientos

  • Establecimiento de metas y objetivos a muy corto plazo

  • Alta concentración

  • Manipulación despiadada

  • Alta actividad

  • Autodisciplina

Tabla 1. Elaboración propia a partir de Hare, Neumann y Babiak, 2010; y Pavlic, I. y Mededovic, J. (2019). Psychopathy facilitates workplace success. Psihološka istraživanja, Volumen 22, n.º 1, pp. 69-87.

¿La profesión más ‘psicopática’?

Kevin Dutton llevó a cabo una investigación en Reino Unido absolutamente novedosa y única, ya que fue la primera vez que se intentó analizar la prevalencia de rasgos psicopáticos en una población activa nacional en su totalidad. Todos aquellos que quisieron participar acudieron a su página web para completar la escala Levenson (LSRP)[5] añadiendo datos de su profesión y obteniendo así una puntuación. Su intención era determinar cuál era la profesión más psicopática y en cuál de ellas había menos psicópatas. En aquellas profesiones en las que se requiere una mayor conexión humana, tratar con los sentimientos y las emociones de las personas, hay menos psicópatas que en las profesiones que implican poder, prestigio, liderazgo y una habilidad especial para tomar decisiones racionales alejadas de los sentimientos.

+ Psicopatía

  • 1. Ejecutivo

  • 2. Abogado

  • 3. Medios de comunicación

  • 4. Vendedor

  • 5. Cirujano

  • 6. Periodista

  • 7. Oficial de policía

  • 8. Clero

  • 9. Cocinero

  • 10 Funcionario

- Psicopatía

  • 1. Cuidador

  • 2. Enfermero

  • 3. Terapeuta

  • 4. Artesano

  • 5. Esteticista / estilista

  • 6. Trabajador social

  • 7. Profesor

  • 8. Artista creativo

  • 9. Médico

  • 10. Contable

Tabla 2. Kevin Dutton, 2013, p. 186

Dutton afirma que existe un conjunto de características de la psicopatía, a las que denomina los “7 preciados capitales”, que son altamente beneficiosas a nivel individual. Aplicadas correctamente “pueden ayudar a conseguir aquello que nos propongamos convirtiéndonos en vencedores, en lugar de villanos”: impasibilidad, encanto, concentración, fortaleza mental, intrepidez, atención plena y capacidad para tomar decisiones rápidas en situaciones difíciles.

En 2010, Hare, junto a Neumann y Babiak investigaron a más de 200 ejecutivos de alto nivel. Su intención era comparar la prevalencia de los rasgos psicopáticos en el mundo empresarial y de los negocios, frente a la población general. Los ejecutivos quedaron por delante (4%). Además, la psicopatía se asoció de modo positivo con rasgos como el carisma, la creatividad, las excelentes habilidades de comunicación y el pensamiento estratégico. La relación entre los rasgos de psicopatía y liderazgo sería la siguiente:

Rasgos de liderazgo

  • Carisma

  • Confianza en sí mismo Vanidad, arrogancia

  • Capacidad de persuasión

  • Pensamiento visionario

  • Capacidad para correr riesgos

  • Orientado a la acción

  • Capacidad para la toma de decisiones difíciles

Rasgos psicopáticos

  • Encanto superficial

  • Capacidad de influir en los demás Manipulación

  • Engaños y mentiras

  • Invención de historias para convencer

  • Impulsividad

  • Búsqueda de emociones

  • Pobreza emocional

Tabla 3. Hare y Babiak crearon el Bussines Scan (B-Scan), un cuestionario para determinar la presencia de rasgos psicopáticos solamente en el entorno de la empresa, es decir la tasa de psicopatía corporativa.

Dinero, poder y prestigio

En nuestras sociedades contemporáneas, determinados rasgos psicopáticos se confunden con cualidades de liderazgo[6]: la apariencia de confianza, asumir determinados riesgos, ausencia de preocupación por las consecuencias de sus actos, o la falta de expresión de emociones. La capacidad de estar calmado y no mostrar emociones en momentos de alta presión puede ser un factor de éxito en los negocios.

Sin embargo, los psicópatas fallan en tres ámbitos del liderazgo: la forma en que tratan a las personas que trabajan con ellos; las dificultades que tienen para trabajar en equipo; y el problema que supone para ellos compartir sus ideas con otros.

Podemos afirmar que existen más psicópatas funcionales en el ámbito empresarial, jurídico y político que en la población general y suelen trabajar en organizaciones, empresas e instituciones públicas o privadas. Tienen claros sus objetivos: obtener dinero, poder y prestigio. En su ajedrez, nosotros siempre somos los peones.

[1] Lilienfeld, S., Latzman, R., Watts, A., Smith, S. F., y Dutton, K. (2014). Correlates of psychopathic personality traits in everyday life: results from a large community survey. Frontiers in psychology, 5, 740.

[2] Dutton, K., (2013). La sabiduría de los psicópatas (pág. 38). Barcelona: Ariel

[3] Board, B. y Fitzon, K., (2005). Disordered Personalities at Work. Psychology, Crime and Law 11, nº 1, pp. 17-32.

[4] Babiak P., Neumann C. S., Hare R. (2010). Corporate psychopathy: Talking the walk. Behavioral Sciences & the Law. 28 (2), pp.174-193.

[5] Levenson, M. R., Kiehl, K. A. y Fitzpatrick, C. M. (1995). Assessing Psychopathic Attributes in a Noninstitutionalized Population. Journal of Personality and Social Psychology, 68 (1), 151-158.

[6] Irtelli, F. y Vincenti, E., (2017). Successful Psychopaths: A Contemporary Phenomenon. Capítulo en Psychopathy – New Updates on an Old Phenomenon, Durbano, F. IntechOpen.